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La formación actual de la tierra desde el modelo geoquímico cuenta que el Sistema Solar se formó

hace unos 5000 millones de años a partir del partir de una nebulosa, una gran nube de gas
(hidrógeno y helio, principalmente) y polvo cósmico situada en el extremo de uno de los brazos de
la Vía Láctea, nuestra galaxia. La explosión de una supernova pudo producir una onda expansiva
que provocara el giro de las partículas y contracción de la nebulosa, tomando forma de un
gigantesco disco. La mayor parte de la materia se concentró, por acción de la gravedad, en el centro
del disco originando una gran masa de hidrógeno y helio cuya temperatura aumentó hasta que se
produjeron reacciones termonucleares de fusión que originaron el Sol. El resto de la materia seguía
girando en torno al Sol, formando un disco plano. Las partículas de gas y polvo se fueron
condensando y uniendo para formar cuerpos cada vez más grandes, los planetesimales. Del choque
y fusión de distintos planetesimales durante 400-450 millones de años, surgieron los planetas:

 Cuatro planetas internos rocosos: Mercurio, Venus, Tierra y Marte.


 Cuatro planetas externos gaseosos: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

Estos impactos de planetesimales y meteoritos siguió produciéndose años después de la formación


de la Tierra (hace 4500 millones de años), por lo que continuó aumentando su masa y temperatura,
que provocó su fusión. La fusión del planeta es la causa de que los materiales estén distribuidos en
el interior de la Tierra según su densidad:

 Elementos pesados, como el hierro y el níquel, formaron el núcleo.


 Elementos ligeros. Formaron la corteza y el manto.
 Sustancias gaseosas, como el dióxido de carbono, vapor de agua, nitrógeno, etc., salieron
del interior de la Tierra y formaron la atmósfera primitiva.

Al descender la temperatura de la atmósfera, se formaron nubes por la condensación del vapor de


agua que produjeron enormes precipitaciones que enfriaron la corteza terrestre y originaron los
mares y océanos de la primitiva hidrosfera.

La Tierra también desde su formación ha estado en continuo cambio y seguirá cambiando en el


futuro. Estos cambios los podemos ver cuando se produce un terremoto, cuando un volcán entra en
erupción o cuando la lluvia contribuye a erosionar y arrastrar materiales de una montaña. Además
de estos cambios rápidos y más evidentes, hay otros que se manifiestan más lentamente, como el
movimiento de las placas litosféricas que separan los continentes o generan cadenas montañosas, o
el retroceso de los glaciares. Algunos de estos cambios que muestran que la Tierra es un planeta
cambiante son:

Cambios paleogeográficos: Los continentes y océanos de la Tierra han ido cambiando su


formación como consecuencia de los movimientos de las placas litosféricas. Como consecuencia de
estos desplazamientos, se abren y cierran los océanos, se acercan los continentes y se originan
cordilleras montañosas.

Cambios climáticos: También se han producido cambios en el clima a lo largo de la historia de la


Tierra. No sólo el cambio climático actual producido por la contaminación ambiental, sino también
otros cambios en el clima producidos de forma natural. En el clima, alternan las etapas cálidas o de
invernadero con otros períodos fríos o glaciaciones. Durante las glaciaciones, el hielo cubre gran
parte de continentes y océanos. Por ejemplo, durante la última glaciación el hielo cubrió el 30% de
la superfice emergida terrestre y tuvo unos 4000 metros de espesor.

Se puede saber cómo era el clima en otras épocas por las rocas que se formaron:

 En épocas cálidas se formaron gran depósitos de rocas evaporíticas (sales) por evaporación
del agua de los océanos.
 En épocas frías se producen depósitos de sedimentos arrastrados por los glaciares
(morrenas) que originan unas rocas llamadas tillitas.

Cambios en la atmósfera. El principal cambio que se ha producido es que la atmósfera primitiva


carecía de oxígeno y tenía más dióxido de carbono que la atmósfera actual. Tampoco existía la capa
de ozono (O3), formada por oxígeno, que actualmente protege la Tierra de la radiación ultravioleta.
Los causantes de estos cambios fueron los organismos fotosintéticos, que favorecieron que
apareciera el oxígeno y que disminuyera el dióxido de carbono. Además, con la aparición de la capa
de ozono, muchos organismos acuáticos pudieron pasar a colonizar el medio terrestre.

La estructura interna del planeta tierra no solo puede ser comprendida mediante el modelo estático,
es decir sobre la composición química de cada una de sus capas. Sino, que además debemos de
tener en cuenta el modelo dinámico.

El modelo dinámico, tiene en cuenta que la presión y la temperatura afectan al comportamiento


mecánico, densidad y estado de los materiales en el interior de la tierra. Por ende, establece capas
que no coinciden con el modelo estático tradicional y que explican otras discontinuidades que
aparecen en los estudios sísmicos, distinguiendo distintas zonas de presión y temperatura. Es a
partir del estudio del comportamiento de estas capas que podemos comprender procesos geológicos
de formación de relieve, y diversos fenómenos como los terremotos y vulcanismos. Desde el punto
de vista de nuestro planeta se pueden distinguir cuatro capas: la Litosfera, la Astenosfera, la
Mesosfera y la Endosfera.

Litosfera: Es rígida y resistente, formada por rocas rígidas y quebradizas. Tiene unos 100 km de
espesor medio. Suele considerarse como la unión de la corteza terrestre con la capa superior del
manto. La Litosfera se encuentra fragmentada en distintos bloques conocidos como placas
tectónicas o placas litosféricas, sobre las cuales se halla la corteza terrestre. Estas placas se
encuentran en movimiento. El movimiento de las placas se debe a que se encuentran sobre
materiales viscosos que conforman el manto terrestre. La fricción de estas placas las conocemos
como sismos, también se producen otros procesos endógenos como el magmatismo o vulcanismo.
Cómo así también el fenómeno de la orogenesis, es decir, la formación de montañas y accidentes
geográficos. La litósfera puede ser continental u oceánica, dependiendo de qué tipo de corteza se
encuentre arriba de ella, siendo más gruesa en el primer caso y más delgada en el segundo.

Astenosfera: Se ubica por debajo de la Litosfera, entre los 100 y 400 kilómetros de profundidad, se
encuentra en la zona superior del manto. Está compuesta por materiales semisólidos y sólidos, que
se encuentran a altas temperaturas. Debido a la fluidez de la Astenosfera, la Litosfera puede
moverse sobre ella. Permitiendo la deriva continental. Sin embargo, a medida que nos aproximamos
a su borde inferior, la Astenosfera pierde sus propiedades y adquiere rápidamente rigidez.
Mesosfera: También llamada manto inferior, va de los 400 a los 2900 kilómetros de profundidad.
Es por lo tanto la unidad más voluminosa de la tierra. Se caracteriza por ser rígida debido a las
elevadas presiones a los que sus componentes son sometidos.

Endosfera: Es la capa más interna de la tierra, está compuesta por dos subcapas el núcleo externo y
el núcleo interno.

Núcleo externo: es una capa compuesta principalmente por hierro líquido Tiene unos 2 270
kilómetros de grosor. Allí se producen corrientes cíclicas de fluidos que, cuando la temperatura
aumenta, suben y cuando se enfrían bajan. Estas corrientes se denominan convectivas, generan
líneas de fuerzas que determinan los polos magnéticos sur y norte de la Tierra, y en consecuencia,
su campo magnético. El campo magnético es esencial para la vida ya que funciona como un escudo
protector de los efectos nocivos del sol.

Núcleo interno: tiene unos 1 220 kilómetros de radio, está compuesto mayormente por hierro,
aunque con presencia minoritaria de níquel y otros elementos pesados, como mercurio, oro, cedió y
titanio. Estudios recientes señalan, que se trataría de un gran cristal que no tiene la misma forma
que la tierra. Llegaron a esta conclusión, ya que las ondas sísmicas viajan más rápido de polo a
polo, que de una punta a otra del Ecuador.

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