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Oración para el Descanso de un De un amigo predilecto;

Padre/Madre Difunto Tú, ¡oh Jesús! que te compadeciste


Dios padre nos ampare Del luto de un hogar deshecho
Dios hijo nos guarde. Y de corazones que en él gemían
Dios espíritu santo nos defienda. Sin consuelo;
Con el velo de la Trinidad Tú, Padre amantísimo,
Seamos cubiertos. Compadécete también
Ni heridos, ni muertos, ni presos ni De nuestras lágrimas.
cautivos Míralas, Señor,
Ni de nuestros enemigos vencidos. Cómo sangre del alma dolida,
En el nombre del padre y del hijo y Por la pérdida de aquel que fue
del espíritu santo amen Deudo queridísimo, amigo fiel,
El verbo se hizo carne y habito cristiano fervoroso.
entre nosotros. ¡Míralas, Señor, como tributo
El poder de dios nos valga y la sentido
fuerza de la fe la pureza de la Que te ofrecemos por su alma,
santísima virgen María y la castidad Para que la purifiques en tu sangre
del señor san José Preciosísima y la lleves
Amén Cuanto antes al cielo,
Oh Dios, que nos mandaste Si aún no te goza en él!
Honrar a nuestro padre y a nuestra ¡Míralas, Señor, para que nos des
madre, fortaleza,
Sé clemente y misericordioso con Paciencia, conformidad con tu
sus almas; divino querer
Perdónales sus pecados En esta tremenda prueba que
Y haz que un día tortura el alma!
Pueda verlos en el gozo de ¡Míralas, oh dulce, oh piadosísimo
La luz eterna. Jesús!
Amén. Y por ellas concédenos
Como complemento a esta oración Que los que aquí en la tierra
rezaremos la siguiente: Hemos vivido atados
Oración al fallecimiento de un ser Con los fortísimos lazos de cariño,
querido Y ahora lloramos la ausencia
¡Oh Jesús, único consuelo Momentánea del ser querido,
En las horas eternas del dolor, Nos reunamos de nuevo
Único consuelo, sostén en el vacío Junto a Ti en el Cielo,
Inmenso que la muerte Para vivir eternamente
Causa entre los seres queridos! Unidos en tu Corazón.
Tú, Señor, a quién los cielos, Amén.
La tierra y los hombres Réquiem y padre nuestro
Vieron llorar en días tristísimos; Dale Señor el Descanso eterno
Tú, Señor, que has llorado Qué luzca para ellos la luz perpetua
A impulsos del más tierno Qué descansen en paz, así sea
De los cariños sobre el sepulcro Padre nuestro.

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