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Universidad Autónoma de la Laguna

DEMIAN

Hermann Hesse

VALERIA LIZETH CASTAÑON MATA


1-10-2023
“Quería tan solo intentar vivir lo que tendía a brotar espontáneamente de mi” (Hesse, 1919).

En esta novela nos profundizan acerca de cómo es el crecimiento personal y la búsqueda de la

identidad de uno mismo. A través de la historia de Emil Sinclair, el autor nos muestra como los

personajes luchan por tener una identidad propia en un mundo en el que lo bueno y lo malo lo

decide la sociedad misma, basada en la religión, principalmente. Me llamó la atención que hacen

mucho énfasis en que, para Sinclair, existen dos mundos, uno “bueno” al que pertenecen su

familia y su casa, principalmente y en donde destaca la claridad, amor, amabilidad y limpieza.

Por otro lado, se nos habla de un mundo “malo”, donde se encontraban “pecadores” como

borrachos, carceleros, homicidas, asesinatos, suicidios, robos, etc. Personalmente yo me

identifico con el personaje de “Sinclair”, ya que lo suele inundar el miedo y la culpa de hacer

algo incorrecto a la visión del mundo de sus padres, donde se le inculcó en un ambiente

“amoroso” y “sano” a que las mentiras están mal y debemos evitarlas a toda costa. A medida que

este personaje fue creciendo, el fue creando su propio criterio de las cosas que estaban bien o

mal, basándose en sus experiencias propias y sensaciones nuevas experimentando por primera

vez lo que era la culpa. Esta se le llegaba a manifestar de manera física, cosa que me pasa

bastante seguido a mí también cuando hago algo que a mi criterio no son correctas, de manera de

gripa o incluso vomito. Al igual que Sinclair, yo igual tardo mi tiempo en decidir si la decisión

mala que he tomado debería decírsela a mis padres con el miedo de decepcionarlos. Explica

también como en su adolescencia fue deslindándose de su religión, situación por la que la

mayoría de las personas hemos pasado ya que, al menos en México, se nos suele inculcar una

religión desde que nacemos y se nos obliga, de cierta manera, a seguir siendo parte de ella hasta

morir, pero no debe de ser así. Me gusta que mi generación ha dejado de pensar como lo hacen

sus padres y se ha adaptado a la sociedad actual, interfiriendo completamente de lo que es malo o

bueno según nuestros mayores.

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