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The world was built for two.

by haddylover.

El sol se habia ocultado dando paso a la luna y las estrellas, Louis estaba preparando la cena para su
marido, con su mente vagando en los recuerdos de la primera vez que vio al amor de su vida. Harry era el
hermano mayor de una de sus mejores amigas, el estaba en la universidad y Louis en la primaria, habia
quedado muy embobada con el chico alto y serio de tatuajes, que utilizaba como excusa las pijamadas con
su amiga, para poder ver al chico.

Ella solo era una chica inocente, no esperaba que despues de la fiesta que su amiga organizó para dar la
bienvenida a las vacaciones, la más pequeña terminaria entre las sabanas del mayor. Desde ahí su historia
de amor comenzó, hubieron citas, flores, besos, y...Más. La castaña no puede creer que ese hombre serio y
directo de ojos penetrantes ahora sea su marido, no puede estar más contenta con el desenlace de su
relación.

Terminó de mezclar la ensalada y se quito su lindo delantal color azul celeste que su marido le regaló,
traia su lindo cabello castaño corto con un brochecito de diamantes. Y el vestido rosa que a su hombre le
encantaba que usara. La puerta se abre, dejando a la vista al mayor, estaba algo estresado ya que el caso
en el estaban trabajando era dificil, pero tenia la certeza de que ganarían, se quito su saco y lo dejo en el
sofa junto con su maletin. encendio un cigarrillo y le dio una calada. Estaba feliz de haber llegado a casa
con su esposa.

-¿Princesa?.- Llamó con su voz ronca y grave, soltando el humo del cigarrillo. No pasó mucho tiempo
para que su pequeña esposa llegara corriendo y se lanzara hacia él, envolviendo sus delicados brazos
alrededor de su cuello, coloco su brazo alrededor de la estrecha cintura de su mujer y le beso, dando
picotazos en los pomposos labios de Louis, lamió su labio inferior y lo mordió, la chica gime bajito
separandose de sus labios y mirandolo con sus ojitos azules brillositos.

-¿Como estuvo tu día, cielo?.-Dice dulcemente, jugando con la corbata del más alto, quitandosela.

-Estresante, pero mucho mejor ahora que estoy en casa, nena.- Dice con una sonrisa mientras besa su
mejilla, esta suelta una risita adorable, con sus mejillas regordetas enrojeciendose.

-La cena esta lista, cariño.

-¿Si, preciosa?, tan buena, mi chica. Preparando la cena para mí, vistiendo ese hermoso vestido rosa por
mí, ¿solo para mí, princesa?.- Dice sentandose en la mesa con su intensa mirada puesta en su esposa,
quien le servía un vaso de whisky. Esta asintió sumisa, con sus mejillas tomando un tono camesí, Tomó
asiento, y comenzaron a cenar, platicando de su día, la castaña le contó a su marido cómo fué su día de
compras, y los lindos vestidos y la nueva lenceria que había comprado, le contó que había llegado a casa
muy cansadita y quedó dormida en cuanto su mejilla tocó su almohada. Harry no se quedó atrás, le contó
a su chica cómo estuvo su día en el trabajo y como desearia simplemente desaparecer a todos sus
empleados estupidos.

-Me encantaria verte con uno de esos vestiditos, nena. Seguro te verias hermosa como siempre.- Dice con
una sonrisa mientras toma un trago del licor.

-Si quieres podría modelartelas... Papi.- Sus mejillas estaban apunto de explotar, siempre trataba de verse
lo más segura al provocar a su hombre pero esa mirada que el mayor le da la hace estremecer y sentir su
pequeño clitoris palpitar necesitado de su toque y atención.

Risas, miradas coquetas, labios rosaditos mojados gracias a el vino. Louis era una mujer coqueta por
naturaleza pero solo se permite así misma mirar de esa forma a su hombre, este la veía con sus intensos
ojos verdes, la chica sentía que estaba tratando de ver hasta lo más profundo de su alma.

-Ven aquí, nena. Complace a tu marido.