18. AUGUSTE RODIN (1840-1917): Los burgueses de Calais. Bronce, 210 x
243 x 198 cm, 1884-1886.
Aunque Rodin no rompié radicalmente con el concepto tradicional del arte
~es sobradamente conocida su admiracién por escultores como Fidias y Miguel
Angel-, sin embargo su afan investigador le Ilev6 a la creacién de un nuevo len
guaje escultérico, muy personal y no siempre aceptado por sus contemporéne-
os. Para este escultor, segtin él mismo sefial6, la forma debia ser concebida en
profundidad, con una clara delimitacién de los planos dominantes, siendo el
relieve ]o que determinarfa el contorno.
Su monumento a Los burgueses de Calais 0 el que mas tarde dedicara a
Balzac, en 1898, son claros ejemplos de un concepto del monumento ptiblico
muy alejado del que con exceso habia venido proliferando a lo largo del siglo
xix, adornado con relieves y poblado de figuras, con la intencién de conme-
morar determinados momentos histéricos 0 celebrar la gloria de los persona-
jes mas relevantes de cada pats.
En Los burgueses de Calais, Rodin representé un tema hist6rico con el que
esta ciudad queria honrar la memoria de Eustache de Saint-Pierre y de otros
cinco burgueses, quienes decidieron entregarse al rey Eduardo III de
Inglaterra, en 1347, a cambio de evitar la destruccién de Calais, que habia sido
sitiada por los ingleses durante la guerra de los Cien afios. Después de haberse
documentado sobre este acontecimiento en las Grandes Chroniques de France,
de Froissart, Rodin concibié un monumento integrado por seis personajes, de
los que hizo un profundo estudio psicolégico.
Todos ellos aparecen representados en el momento de ir hacia el sacrificio,
con la cabeza descubierta, una soga atada alrededor del cuello y pobres vesti-
duras. Un pedestal bajo les separa del suelo, con lo que se permite la cercanfa
del espectador y la posibilidad de que éste pueda participar de la emoci6n con-
tenida en cada figura. Tanto sus actitudes como los gestos y expresiones refle-
jan un estudio individualizado de los distintos caracteres, de las diferentes
reacciones ante la proximidad de una muerte que creen segura. El miedo, la
resignacion, el coraje y la tristeza son estados emocionales representados con
una estremecedora fuerza expresiva; pero si el sentimiento de lo tragico da uni-
dad a este grupo, la intencién de Rodin de evitar un tinico punto de vista y el
andlisis formal y psicolégico que hace de cada personaje altera, en cierta medi-
da, dicha unidad, al representar aisladamente las diferentes versiones de un
mismo sentimiento compartido. Por otra parte, el juego dinamico entre la
materia y el espacio subraya la presencia de los voltimenes escult6ricos, cuyas
on-
cia de luces y sombras que acenttian el caracter expresivo de una obra en la que
se manifiesta un nuevo concepto de la estética.
superficies rugosas se enriquecen con los contrastes luminicos, con la pres