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Forêt paisibles

En estos bosques apacibles


nunca un vano deseo turbó nuestros
corazones.
Si son sensibles,
no es como precio a sus favores.
Bosques apacibles,
Nunca un vano deseo turbó nuestros
corazones.
Si son sensibles,
no es como precio a sus favores.
En nuestras tierras,
el orgullo no viene nunca a ofrecer
sus vanos fuegos.
Cielo, tú los has hecho
para la inocencia y la paz.
¡Disfrutemos de nuestra tierra
y disfrutemos de sus apacibles dones!
¡Ah! ¿Se puede ser feliz
cuando se desean otras cosas?
Como aunque culpa
Recitativo:
Como aunque culpa,
todos no tuvieron,
en el error de Adán,
los animales, troncos, pájaros, brutos y
cristales;
y no obstante sintieron,
el horroroso crimen que temieron:
Hoy, que este daño viene a repararse,
con el hombre pretenden alegrarse.
Aria:
O feliz, culpa nuestra,
que tanto redentor logra triunfante con tal
fineza muestra,
que le obligó a nacer, vivir y padecer,
el Ser amante.
Se pietá di me non sentí
Si piedad de mi no
sientes, justo cielo,
moriré.
Has que amainen mis
tormetos
O yo el alma
entregaré.
Auf starken Fittige schwinget sich der Adler stolz

Recitativo:
GABRIEL
Y Dios dijo: ¡Que las aguas se pueblen
de innumerables criaturas y las aves
vuelen libremente en el firmamento sobre la tierra!

Aria:
Con sus potentes alas
el águila orgullosa se remonta
y corta el aire
en su veloz vuelo
hacia el sol.
El canto alegre de la alondra
saluda a la mañana
y una tierna collera se arrulla suavemente.
El dulce gorjeo del ruiseñor
resuena en cada rama, en cada arbusto.
Ninguna pena oprimía aún su corazón,
Morgen
Y mañana brillará de nuevo el sol,
y por el sendero que recorreremos
la felicidad de nuevo nos envolverá
en el seno de esta tierra embriagada de
sol…

Y hacia la extensa playa de olas azuladas


descenderemos lentamente en silencio,
mudos nos miraremos a los ojos
y sobre nosotros caerá el silencio de la
felicidad…
Les chemins de
l’amour
Los caminos que van hacia el mar
Han guardado de nuestro paso
Flores deshojadas
y el eco entre los árboles
De nuestro claro reír
Añorando los días felices
La alegría radiante, huida,
Ando sin reencontrar las huellas de mi
corazón

Caminos del amor


Os sigo buscando
Caminos perdidos, ya no aparecéis
Y vuestro eco es distante
Forêt paisibles

Caminos de la desesperanza
Caminos del recuerdo
Caminos del primer día
Caminos del amor

Si debo olvidarla un día


Y la vida ha de borrarlo todo
Quiero que mi corazón guarde un recuerdo
Más fuerte que el otro amor
El recuerdo del camino
Donde tembloroso y exultante,
Sentí sobre mí, arder tus manos.
Vilja Lied
Había una vez una Vilja, una doncella del bosque,
¡A quien un cazador vio entre la foresta!
El muchacho, sintió nacer un sentimiento. Miró y miró
entre la arboleda a la doncella.
Y un desconocido escalofrío
Recorrió al joven cazador;
¡Con un fuerte deseo él suspiró en silencio!
Vilja, oh Vilja, Vilja, oh Vilja,
Doncella del bosque,
Hazme y permíteme
Tu amante ser.
Vilja, oh Vilja,
¿Qué me has hecho tú?
¡Te implora un hombre enfermo de amor!
Vilja, oh Vilja,
¿Qué me has hecho tú?
¡Te implora un hombre enfermo de amor!
Forêt paisibles
La doncella tendió su mano hacia él,
y lo condujo a su casa rocosa;
El muchacho los sentidos perdió,
Pues ese amor y esos abrazos no eran de ser
terrestre.
¡Una vez satisfecha de sus besos,
! Desapareció ella de inmediato!
Y una vez más el pobrecillo la saludó:
Vilja, oh Vilja
Doncella del bosque,
Hazme y permíteme
Tu amante ser.
Vilja, oh Vilja,
¿Qué me has hecho tú?
¡Te implora un hombre enfermo de amor!
“Ah, je ris de me voir si belle”
¿Qué veo?
¿De dónde sale ese rico cofrecillo?
No me atrevo a tocarlo, y sin embargo...
¡Creo que ésta es la llave!
¿Y si lo abriera? ¡Mi mano tiembla! ¿Por qué?
¡Abriéndolo, no hago nada malo!...
Supongo
¡Dios mío! ¡Cuántas joyas!
¿Se trata de un sueño lo que me deslumbra,
O estoy despierta?
¡Mi ojos no han visto jamás
Riquezas semejantes!

¡Si tan sólo me atreviera


a probarme un instante
Estos pendientes!
¡Ah! ¡Precisamente aquí hay,
En el fondo del cofre,
Un espejo! ¿Cómo no ser coqueta?
“Ah, je ris de me voir”
¡Ah, me río al verme
Tan hermosa en este espejo!
¿Eres tú, Margarita, eres tú?
¡Respóndeme, responde rápido!
¡No! ¡No! ¡No eres tú!... no... no
¡No es ése tu rostro!

Es la hija de un rey...
No eres tú..
¡Es la hija de un rey,
a la que se saluda al pasar!
¡Ah! ¡Si él estuviera aquí!
¡Si me viera así!
¡Me encontraría bella
Como a una damisela!
Como una damisela
Me encontraría bella…

¡Terminemos la metamorfosis!
Me falta todavía probarme
La pulsera y el collar.
“Ah, je ris de me voir”
¡Dios mío! ¡Es como si una mano
Se posara sobre mí!
¡Me río al verme tan hermosa en este espejo!
¿Eres tú, Margarita, eres tú?
¡Respóndeme, responde rápido!
Responde, responde. ¡Responde rápido!
¡Ah! ¡Si él estuviera aquí!

¡Si me viera así!


¡Me encontraría bella
Como a una damisela!
Margarita, no eres tú
¡Ese no es tu rostro!
¡No! Es la hija de un rey,
A la que se saluda al pasar!
Quando m’en vo
Cuando voy solita por la calle,la gente
suspira y mira,y mi bellezatodos admiran,
de la cabeza a los pies…
Y saboreo, entonces, ese anhelosutil que en
sus ojos brillany la suave evidencia de
mostrarla oculta belleza.
Así, el efluvio del deseo,toda me envuelve,
y me siento feliz, ¡liviana y feliz!…
Y tú, que conoces, que recuerdasy te
abrazas, ¿tanto huyes de mi?Bien lo sé: tu
angustiano voy a desvelar,¡pero te sientes
morir!

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