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POR ESTE PASILLO A LA IZQUIERDA

En el desangelado edificio, las blancas baldosas del suelo recién vitrificadas


relucen hasta perderse de vista y cada paso de Horacia retumba con el
sonido de diez. Las modernas oficinas institucionales aún huelen a pintura
fresca y al sudor compacto de los albañiles que apenas unas semanas antes
terminaron la quinta reforma de los últimos dos años. Aquí y allá se alinean
mesas vacías, equipadas con teclados y monitores de última generación, y a
Horacia le cuesta recorrer la sala hasta el mostrador donde aguarda un
sesentón de aspecto soñoliento.
USUARIO: Estoy buscando el departamento de Reclamaciones.
DEPENDIENTE: Lo quitaron ayer.
USUARIO: ¿Cómo que lo quitaron…? Concerté cita hace unos días.
¿Qué departamento es este?
DEPENDIENTE: El General… El de Mentiras.
USUARIO: ¿Cómo?
DEPENDIENTE: El de mentiras…
USUARIO: ¿Cómo que el de Mentiras?
DEPENDIENTE: Sí. El de mentiras…, no nos haga repetir las cosas dos o
tres veces que después nosotros cobrar solo cobramos una. Y vamos, no
haga colas que hay mucha gente esperando.
USUARIO: (Mira soprendida como que no hay nadie). —Pero dónde
tengo que ir?
DEPENDIENTE: Pase por el pasillo a la izquierda, luego a la derecha, luego
a la derecha de nuevo y luego todo recto hacia el fondo y luego a la
izquierda.
(USUARIO repite entre dientes el trayecto, lo dibuja mentalmente con el
dedo hasta que recorre el trayecto y regresa al mismo punto).
DEPENDIENTE: (Se pone unas gafas. Fuerza una amplísima y exagerada
sonrisa). Buenos días: bienvenido al departamento. de Atención al
USUARIO.
USUARIO: Ayer concerté una cita. Dos horas hablando con la operadora
automática. Dos de musiquita, dos marcando numeritos con distintas
opciones, porque lo intenté hacer por Internet, pero se colgaba en la
última página, después de haber rellenado las dieciséis anteriores.
DEPENDIENTE: Dígame su nombre.
USUARIO: Horacia Huertas Santos.
DEPENDIENTE: Santos con hache, ¿no?
USUARIO: ¿Cómo que con hache? ¿Cómo va a ser con hache?
DEPENDIENTE: Es que no aparece. Ni como Horacia, ni como Huertas ni
como Santos. ¿No la pediría con otro nombre?
USUARIO: ¿Por qué iba a pedirla con otro nombre?
DEPENDIENTE: A veces pasa. Hay gente que pide la cita para su para su
hijo o para su marido.
USUARIO: Era una cita para mí y la pedí con mi nombre que es Horacia
Huertas Santos.
DEPENDIENTE (Sin dejar de sonreír): Si le podemos ayudar en algo más…
USUARIO: Cómo que en algo más. ¡No me ha ayudado en nada!
DEPENDIENTE: Que tenga una buena tarde. (Dándole un montón de
papeles).
USUARIO: Qué es esto.
DEPENDIENTE: La encuesta de satisfacción. Si la rellena, le regalamos una
miniminiminiminiminiminicámara.
USUARIO: ¿Solo por rellenar esto?
DEPENDIENTE: Sí. Y además entrará en el sorteo de un fabuloso viaje.
USUARIO (Toma las hojas y comienza a rellenar): No se crea que por
ello evitarán la reclamación. (Leyendo).
DEPENDIENTE: Bueno, bueno. Deje de protestar y rellene, lo importante es
rellenar.
USUARIO: Piden muchos datos.
DEPENDIENTE: Los necesarios.
USUARIO: ¿Los necesarios para qué?
DEPENDIENTE: Los necesarios para que olvide por qué ha venido.
USUARIO: Pensamientos negativos, fantasías eróticas, perversiones,
depilación de zonas íntimas, color preferido... ¡Ja! No pienso revelar
cuál es mi color preferido.
DEPENDIENTE: Si no rellena algún dato no tiene derecho a la
miniminiminiminiminiminicámara.
USUARIO: ¿Y si algo no lo sé?
DEPENDIENTE: Pues se lo inventa como hacen todos.
USUARIO: ¿Y de que les sirve que me invente algo que no es verdad?
DEPENDIENTE: Son encuestas, puede inventárselo todo que no hay
problema. Después nosotros ya sacamos conclusiones. Lo que no puede es
dejarlo en blanco.
USUARIO (Suena el tictac de un reloj que marca el paso del tiempo). Por
fin. Han pasado dos horas y media qué barbaridad.

DEPENDIENTE (Coge los papeles y empieza a poner cuños como un loco


también en cámara rápida hasta que USUARIO lo detiene).
USUARIO: Lleva una hora y veinte minutos estampando sellos.
DEPENDIENTE: Tiene que estar bien registrado, si no, en auditoría nos
crujen. Como falte un sello, ¡uf como falte un sello…! Lo peor que nos puede
pasar es que falte un sello. (Sigue poniendo sellos como loco hasta que
termina).
USUARIO: ¿Ya?
DEPENDIENTE: Ya. (Mira de soslayo y pone un sello más): Faltaba la fecha.
(Le pone un par de sellos más. Otro. Esconde los papeles). Bien, muchas
gracias por haber colaborado con nosotros, en garantía de la ley de
protección de datos le informamos que esta conversación está siendo
grabada.
USUARIO: Qué conversación.
DEPENDIENTE: La nuestra.
USUARIO: ¿Y qué garantía de protección de datos si he debido
responder a…? ¿Qué datos faltan por proteger?
DEPENDIENTE: Es un trámite. Nos lo exige la ley. La ley de defensa del
consumidor. (Sonriente y excesivamente amable, mete la mano por debajo
de la mesa). ¡Y ahora, gracias por su colaboración, aquí tiene su obsequio!:
la miniminiminiminiminiminicámara premium prime vip con 257 opciones de
grabado y efectos especiales, autoreverse, alta definición, sumergible,
antichoque, incorpora el sistema power-lendi-travel-comes GX enfoque
automático y generación de imágenes ficticias. Valorada en dos millones
cuatrocientos doce mil ciento vientisiete euros con dieciocho céntimos! (La
coge con los dedos pulgar e índice y la coloca sobre la mesa. Hace un gesto
con las dos manos señalándola).
USUARIO (Mirando extrañado): ¿Dónde está?
DEPENDIENTE: Ahí. Sobre la mesa.
USUARIO: Yo no veo nada.
DEPENDIENTE: Es una miniminiminiminiminiminicámara.
USUARIO: ¿Tan miniminiminimini que no la capta el ojo humano?
DEPENDIENTE: En la discreción está el precio. Por eso es tan cara.
USUARIO: ¿Y cómo la voy a usar si no la veo?
DEPENDIENTE: Ya le dije que es automática.
USUARIO: Automática. Muy bien. ¿Cómo empiezo a grabar?
DEPENDIENTE: Tendrá que leer el manual de instrucciones. (Sacando
varios volúmenes grandísimos y dejándolos sobre la mesa. Se le nota en la
voz el esfuerzo). Aquí está.
USUARIO: ¿Este es el manual de instrucciones?
DEPENDIENTE: Resumido.
USUARIO: Todo lo que han escatimado en cámara lo han puesto en el
manual. (Lo hojea). ¡Está en japonés!
DEPENDIENTE: Es coreano. No sea torpe. ¿No sabe coreano?
USUARIO: No.
DEPENDIENTE (Moviendo la cabeza como recriminándolo): Es que… ¿y
cómo va por ahí sin saber coreano?
USUARIO (Un poco avergonzado): Pues…
DEPENDIENTE: ¿De verdad no sabe?
USUARIO: No. ¿Y usted?
DEPENDIENTE: Yo no compro miniminiminiminiminiminicámaras coreanas.
USUARIO: Yo tampoco. Me la regalan al rellenar encuestas.
DEPENDIENTE: Hay una traducción del manual, pero nos la tendrá que
devolver.
USUARIO: ¿Devolver?
DEPENDIENTE: Sí. Ya le dije que hay «una» traducción. Solo una. (Saca
unas hojitas de las que dan como manual de USUARIO en cualquier
pequeño electrodoméstico) Aquí está. Tenga esta hoja.
USUARIO: ¿Aquí está todo o es un resumen del resumen más
resumido?
DEPENDIENTE: Está todo, por supuesto. Se lo aprende y así sabrá cómo
usarla.
USUARIO: Primero tendré que aprender cómo cogerla. (Leyendo el
manual). «SX Máquina de entre compra útil en lluvia momentos por de
bienvenido grabe GM enhorabuena». ¿Qué narices significa esto?
DEPENDIENTE: Es el manual traducido. Usted sígalo al pie de la letra. Y
vamos (con una sonrisa) que hay mucha gente esperando.
USUARIO (Girándose para mirar y tras comprobar que no hay nadie.
Mira al dependiente y vuelve a mirar hacia detrás): ¿En serio? Debe de
ser miniminiminiminiminiminigente.
DEPENDIENTE: Llévese su cámara y que pase usted muy buenas,
buenísimas tardes y feliz Navidad y feliz cumpleaños.
USUARIO: No es Navidad y no es mi cumpleaños.
DEPENDIENTE: Para cuando sean.
USUARIO: ¿Sabe lo que le digo? Que son ustedes unos estafadores y
que puede meterse esta miniminiminiminiminiminicámara y sus
manuales por el culo… Mire, mire lo que hago con su…
miniminiminiminiminiminicámara, la cojo con dos dedos y la tiro a
tomar por el…
DEPENDIENTE (Sigue el movimiento con la cabeza como si rebotara en
varios sitios y la recoge de nuevo con dos dedos): Uf. La atrapé. Menos mal
que es irrompible. Si no la quiere, puede renunciar y le regalamos un coche
eléctrico, acuático, volador, subterráneo, e… e… ¡invisible!… Puede elegir el
color. Incluso puede ser de su color favorito.
USUARIO: Quiero hablar con su superior.
DEPENDIENTE: Tendrá que ir a Dirección, entonces.
USUARIO: Dónde está Dirección.
DEPENDIENTE: Por el pasillo a la izquierda, luego a la derecha, luego a la...
USUARIO (Interrumpiéndolo) Vale, vale, que imbécil estoy. No sé cómo
se me ha ocurrido preguntar. (Da dos pasitos y regresa). Muy bien. Ya
estoy a aquí.
DEPENDIENTE: No. No vale. Tiene que ir de verdad, a los de Dirección no
se les pueden gastar bromas. No son bromistas ellos. Son… son… son
(despectivo) Dirección.
USUARIO: Muy bien, pues me marcho. Adiós, adiós. (Da las vueltas y
regresa). Ya estoy aquí. Supongo que es Dirección.
DEPENDIENTE: Sí.
USUARIO: Es usted el director.
DEPENDIENTE: No creo que tarde.
USUARIO: ¿No cree que tarde el director?
DEPENDIENTE: No. No creo que tarden en hacerme director. Si quiere
esperarse…
USUARIO: Mejor hablo con el director actual.
DEPENDIENTE: Está en una reunión.
USUARIO: Ah. ¿Y cuánto tardará en salir?
DEPENDIENTE: Tres, cuatro, cinco...
USUARIO: Minutos.
DEPENDIENTE: ¿Minutos?
USUARIO: ¿Horas?
(EL DEPENDIENTE escucha «horas y se ríe aún más. A carcajadas).
USUARIO: ¿Días?
(DEPENDIENTE no puede parar de reírse le pide con la mano que no siga.
Al fin se recompone. Respira hondo).
DEPENDIENTE: Ay. Qué momento. Perdón. Pero es que… (limpiándose las
lágrimas). Pues no se sabe cuánto puede durar la reunión. Pueden ser
semanas. Meses. Años… Hay directores que nunca vuelven de sus
reuniones. (Vuelve a reírse). Si es algo muy, muy, muy urgente puede ir a
buscarlo a la sala de juntas.
USUARIO: A la sala de juntas. ¿Y dónde está…? No. No me lo diga. El
pasillo a la izquierda, luego a la derecha… Conozco mejor este camino
que el de mi casa… (Hace como que lo camina mientras DEPENDIENTE
parece distraído). Ya estoy aquí.
DEPENDIENTE: En realidad nunca se ha marchado.
USUARIO: Pues sí, en realidad nunca me he marchado. Y ya no me voy
a ir más. Quiera o no quiera, voy a hablar con el director.
DEPENDIENTE: Muy bien.
USUARIO: ¿Es usted?
DEPENDIENTE: No.
USUARIO: Pues dígale que salga.
DEPENDIENTE: Que salga de dónde.
USUARIO: De la sala de juntas; esto es la sala de juntas, ¿no?
DEPENDIENTE (Riéndose): ¡No!
USUARIO: Entonces… entonces dónde narices estoy.
DEPENDIENTE: En el departamento de Mentiras.
USUARIO: Cóóóómo. Esto es…
DEPENDIENTE: Pero no se preocupe, tenemos una buena noticia. Ha sido
usted elegida en el sorteo y le ha tocado ¡el gran viaje!
USUARIO: ¿El gran viaje?
DEPENDIENTE: ¡Si!
USUARIO: ¿No un miniminiminiminiviaje?
DEPENDIENTE: Nooooo. Nada de un miniminiminimini viaje. Un gran viaje.
El gran viaje.
USUARIO: ¿Uno de esos fantásticos viajes como el que les dan las
farmacéuticas a los médicos por recetar sus medicamentos?
DEPENDIENTE: Mejor, mucho mejor. Un viaje como… como el que regalan
los médicos a los pacientes. Un viaje que acabará con todas sus
preocupaciones. Sus reclamaciones se resolverán al instante y no se
acordará de ellas nunca más. Firme.
USUARIO: ¿Firmar?
DEPENDIENTE: Es gratis. (En voz más baja). Pero debe firmar ya. Firme,
firme, firme que se le acaba el plazo en diez segundos, nueve, ocho, siete,
seis...
USUARIO: Vale, vale… ¿aquí? (Firmando).
DEPENDIENTE: Y aquí. (USUARIO firma). Y ya puestos, firme aquí también.
Y aquí. Enhorabuena. Y aquí.
USUARIO: Muy bien. Por lo menos un gran viaje para terminar con esto.
DEPENDIENTE: En efecto. (Saca una botellita): Aquí está. Tenga.
USUARIO: ¿Esta botellita es el gran viaje?
DEPENDIENTE: Sí.
USUARIO: No parece muy grande. Ni muy viaje. ¿Es un viaje virtual?
Como ahora todo es virtual…
DEPENDIENTE: No. Nada de virtual. Esto es tan real como la vida misma.
Ande, ande, tómeselo y verá.
USUARIO: ¿De verdad piensa que voy a tomar esto porque usted me lo
diga?
DEPENDIENTE: Si no se lo toma estará dando vueltas y vueltas todo el
tiempo mientras lo llevan de un lado a otro y no resolverá nada. ¿Quiere
pasar el resto de su vida así?
USUARIO: ¡No!
DEPENDIENTE: Además, le ha tocado.
USUARIO: Puedo renunciar.
DEPENDIENTE: No. No puede renunciar al gran viaje. Puede renunciar a
todo lo demás, pero no al gran viaje. Ande.
USUARIO (Vuelve a mirar hacia detrás. Abre la botella, la huele): No
sé…
DEPENDIENTE: Vamos, no se haga de rogar. Nos hace padecer a todos y
padece usted también. Adelante. ¡Vamosssss! ¿Quiere que lo envíe al
departamento de Reparaciones?
USUARIO: No, por favor. No más departamentos.
DEPENDIENTE: Diez, nueve, ocho, siete…
USUARIO (Hablando rápido por la premura de la cuenta atrás): Si me lo
tomo, me garantiza que podré salir de aquí y todo se arreglará.
DEPENDIENTE: Todo. Seis, cinco, cuatro…
USUARIO: ¿Y cómo puedo fiarme? Esto es el departamento de
Mentiras.
DEPENDIENTE: Pero ha llegado la hora de la verdad. Ande… De un trago.
Tres, dos, uno.
USUARIO (Apurado): ¡Está bien! ¡Está bien! (Lo bebe y se lleva la mano
a la cabeza). Ya.
DEPENDIENTE: Muy bien. Genial.
USUARIO: Uf, estoy un poco mareado, estoy… (Se desploma
estrepitosamente. Suena música celestial. Se despierta y su voz es más
cavernosa). ¿Qué ha pasado? Me siento, me siento muy ligero, como si
no me pesara el cuerpo. ¿Puedo… puedo marcharme ya?
DEPENDIENTE: Sí. Por supuesto. Es usted un alma libre.
USUARIO: ¡Por fin! Se acabó la función.
DEPENDIENTE: La función siempre termina con defunción.
«A fin de cuentas, todo es un chiste».
Charles Chaplin

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