UNIVERSIDAD AUTONOMA DE NUEVO LEON

FACULTAD DE ENFERMERIA

“Ensayo electrónico sobre la vigilancia epidemiológica de las enfermedades

trasmisibles y no trasmisibles en la población”

DOCENTE: RAUL MARTINEZ MALDONADO

ALUMNA: HAELY JOCELYN GOVEA CASTILLO

GRUPO:003
SEGUNDO SEMESTRE
MATRICULA:2052392

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 INTRODUCCION

La salud pública despliega diversas herramientas y estrategias para salvaguardar la salud de la

población, y entre ellas, la vigilancia epidemiológica se erige como un pilar fundamental. Este
ensayo abordará la importancia de la vigilancia epidemiológica en la gestión de la salud pública,
con especial énfasis en su aplicación en México. Exploraremos la relevancia de las Normas
Oficiales Mexicanas (NOM), específicamente la NOM-017, NOM-025, NOM-045, y otras, como
instrumentos regulatorios que guían la prevención y control de enfermedades.

Un componente crucial de la salud pública es la atención médica, y en este contexto, las

infecciones nosocomiales presentan un desafío significativo. Estas infecciones, adquiridas
durante la atención médica en instalaciones de salud, pueden tener consecuencias graves para los
pacientes y afectar la calidad de la atención. En este ensayo, examinaremos la epidemiología de
las infecciones nosocomiales, su impacto en la salud pública y las medidas preventivas que la
vigilancia epidemiológica puede ofrecer.

La aplicación de estándares de calidad y seguridad del paciente se ha convertido en un aspecto

crítico de la gestión sanitaria. Nos enfocaremos en las metas y estándares diseñados para prevenir
infecciones intrahospitalarias, analizando cómo estas directrices contribuyen a la mejora continua
de la calidad asistencial y a la seguridad del paciente. Además, se explorará la implementación
de estas metas en el contexto de las prácticas médicas mexicanas, identificando áreas de éxito y
posibles desafíos.

A lo largo de este ensayo, se buscará demostrar que la vigilancia epidemiológica, respaldada por
normativas sólidas y estándares de calidad, es esencial para la prevención de enfermedades y la
mejora continua de la atención médica en el ámbito hospitalario. El abordaje integral de estos
temas es crucial para fortalecer los sistemas de salud pública y garantizar la seguridad y bienestar
de la población.

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En el vasto campo de la salud pública, la vigilancia epidemiológica emerge como una
herramienta indispensable, actuando como el vigilante atento que escudriña el panorama de la
salud para anticipar, prevenir y gestionar los riesgos y desafíos. Este proceso dinámico y
continuo consiste en la recolección sistemática, análisis juicioso, e interpretación meticulosa
de datos relacionados con enfermedades y eventos de salud. Su misión trasciende el simple
recuento de casos; impulsa la planificación estratégica, la evaluación de intervenciones y la
identificación de factores de riesgo.

El punto de partida de la vigilancia epidemiológica radica en la detección aguda de

enfermedades y eventos de salud, tanto a través de sistemas de salud proactivos como mediante
la notificación pasiva de casos. Este proceso inicial se convierte en el catalizador para la
recolección de datos provenientes de diversas fuentes, como hospitales, laboratorios y registros
médicos, generando un corpus de información crítica para la toma de decisiones informadas.

La riqueza de estos datos se revela en la etapa de análisis e interpretación. Aquí, se desentrañan

patrones y tendencias, se exploran correlaciones y se identifican posibles brotes. El análisis no
es meramente un ejercicio estadístico; es la brújula que guía a los profesionales de la salud y a
las autoridades sanitarias hacia la comprensión profunda de la magnitud de los problemas de
salud y sus ramificaciones.

La comunicación efectiva de los resultados de la vigilancia epidemiológica es un paso crucial.

La transparencia y la claridad son las herramientas que construyen puentes entre profesionales
de la salud, autoridades sanitarias y la comunidad en general. Una información bien
comunicada no solo informa, sino que también fomenta la confianza, un componente esencial
para una respuesta coordinada y eficaz.

La verdadera esencia de la vigilancia epidemiológica se manifiesta en las acciones de salud

pública que emanan de sus hallazgos. Desde campañas de vacunación hasta medidas de control
y prevención, cada acción está moldeada por la información proporcionada por la vigilancia

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epidemiológica. Este proceso cíclico impulsa intervenciones que salvan vidas y garantizan la
salud de la población.

En México, las Normas Oficiales Mexicanas (NOM), como la NOM-017, NOM-025, NOM-
045 y otras, ofrecen el marco regulatorio necesario para la vigilancia epidemiológica,
estableciendo estándares que rigen la notificación, diagnóstico, prevención y control de
diversas enfermedades. Estas normativas no solo delinean las responsabilidades, sino que
también establecen el marco para la cooperación internacional en la lucha contra enfermedades
transfronterizas.

En el contexto de la salud en México, las normas NOM-045-SSA2-2005, NOM-017-SSA2-

2012 y NOM-025-SSA1-2021 desempeñan roles cruciales al establecer directrices para el
abordaje de diversas cuestiones epidemiológicas. Cada una de estas normativas se enfoca en
áreas específicas, contribuyendo así a la estandarización y mejora de la atención médica en el
país.

La NOM-045-SSA2-2005, Salud ambiental. Criterio para evaluar la calidad del aire ambiente,
con respecto a las partículas suspendidas PM10 y PM2.5. Valores normados para la
concentración de partículas suspendidas PM10 y PM2.5 en el aire ambiente, como medida de
protección a la salud de la población.

En el ámbito de la vigilancia epidemiológica, la NOM-017-SSA2-2012 establece los

lineamientos para llevar a cabo este proceso esencial. La vigilancia epidemiológica desempeña
un papel fundamental en la detección temprana de enfermedades, permitiendo la
implementación oportuna de medidas preventivas y el monitoreo continuo de la salud pública.
La norma proporciona un marco estructurado para garantizar la eficiencia y la uniformidad en
este aspecto crítico de la salud pública.

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Por su parte, la NOM-025-SSA1-2021 se centra en establecer los criterios que deberán seguirse
para la prevención, vigilancia y control epidemiológicos de las infecciones nosocomiales que
afectan la salud de la población usuaria de los servicios médicos prestados por los hospitales.

En conjunto, estas normas representan pilares fundamentales para el sistema de salud en

México al proporcionar un marco normativo sólido que aborda diversas dimensiones de la
atención epidemiológica. La constante revisión y actualización de estas regulaciones son
esenciales para adaptarse a la evolución de las condiciones de salud y garantizar la eficacia y
calidad de los servicios médicos en el país.

Las infecciones nosocomiales constituyen un desafío significativo desde una perspectiva

epidemiológica, representando un problema de salud pública que afecta a un porcentaje
sustancial de pacientes hospitalizados en todo el mundo. Estas infecciones, adquiridas durante
la estancia en un entorno de atención médica, abarcan una amplia variedad de
microorganismos, como bacterias, virus, hongos y parásitos.

En términos de incidencia y prevalencia, la variabilidad geográfica, el tipo de institución de

salud y las prácticas específicas de cada unidad de atención contribuyen a la amplitud de este
fenómeno. La carga global de infecciones nosocomiales es considerable, afectando tanto a
pacientes como a sistemas de salud.

Los agentes causantes de estas infecciones incluyen bacterias prominentes como

Staphylococcus aureus, Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae, aunque también se han
identificado virus y hongos. Factores de riesgo como procedimientos invasivos, la duración de
la estancia hospitalaria, la presencia de dispositivos médicos y la inmunosupresión del paciente
amplían la vulnerabilidad a estas infecciones.

La transmisión de estas infecciones puede ocurrir a través de diversas vías, como el contacto
directo, las gotas respiratorias, objetos contaminados y procedimientos médicos invasivos. La

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compleja red de transmisión, que involucra a pacientes, personal de salud y el entorno
hospitalario, destaca la necesidad de estrategias integrales de control.

El impacto en la morbilidad y mortalidad es considerable, prolongando las estancias

hospitalarias, aumentando los costos de atención médica y, en algunos casos, llevando a
consecuencias fatales. Además, la aparición de resistencia a los antimicrobianos añade una
capa adicional de complejidad a la gestión de estas infecciones.

Para contrarrestar este problema, las medidas de prevención y control son esenciales. Esto
abarca desde la capacitación del personal en prácticas de higiene hasta el uso prudente de
antibióticos, la implementación de protocolos de control de infecciones y la vigilancia
epidemiológica para identificar y abordar rápidamente los brotes.

La epidemiología de las infecciones nosocomiales es un campo dinámico en constante

evolución. La comprensión de los factores de riesgo, las vías de transmisión y la
implementación efectiva de estrategias de prevención y control son fundamentales para mitigar
el impacto de estas infecciones tanto en la salud de los pacientes como en la sostenibilidad de
los sistemas de salud.

La prevención de infecciones intrahospitalarias es un componente esencial de la calidad y

seguridad del paciente en entornos de atención médica. Establecer metas y estándares sólidos
es clave para abordar este desafío de manera efectiva.

En primer lugar, se busca reducir la incidencia de infecciones nosocomiales, estableciendo

metas específicas para disminuir el número de casos en comparación con periodos anteriores.
La norma implica mantener tasas por debajo de los niveles definidos por las autoridades
sanitarias, reflejando un compromiso con la mejora continua.

La adherencia a protocolos de higiene de manos se erige como un pilar fundamental. La meta

es alcanzar y mantener altos niveles de cumplimiento entre el personal de salud, con estándares
que buscan superar el 90% de adherencia, medido a través de auditorías periódicas.

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La educación y capacitación del personal constituyen otra dimensión crucial. Establecer metas
para proporcionar programas educativos regulares sobre control de infecciones y asegurar que
el personal reciba capacitación anual son esenciales. Los estándares requieren no solo la
participación en estos programas, sino también la aplicación efectiva de las prácticas
preventivas.

El uso racional de antimicrobianos se presenta como un objetivo para reducir la resistencia

bacteriana. Cumplir con las pautas establecidas y evaluar regularmente la resistencia bacteriana
son estándares clave para garantizar prácticas antimicrobianas responsables.

La vigilancia epidemiológica y la notificación de brotes son metas que buscan implementar

sistemas eficientes para la detección temprana de posibles problemas. Los estándares
establecen tiempos objetivo para la notificación de brotes, asegurando respuestas rápidas y
coordinadas.

El manejo adecuado de dispositivos médicos se enfoca en reducir infecciones asociadas con

su uso. Metas específicas buscan protocolos efectivos para su inserción, mantenimiento y
retirada, con estándares que garantizan el cumplimiento continuo.

La creación de ambientes hospitalarios limpios es una meta destinada a mantener altos

estándares de limpieza y desinfección. Protocolos específicos y auditorías regulares son
estándares esenciales para asegurar que estos entornos cumplan con los requisitos establecidos.

Finalmente, la participación del paciente es una meta que busca involucrar a los pacientes en
la prevención de infecciones. La norma mide la participación y comprensión del paciente a
través de encuestas y retroalimentación.

Establecer estas metas y estándares no solo es fundamental para la prevención de infecciones

intrahospitalarias, sino que también demuestra un compromiso continuo con la mejora de la
calidad y seguridad del paciente en el entorno de atención médica.

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 CONCLUSION

En conclusión, en el vasto panorama de la salud pública, la vigilancia epidemiológica se

destaca como una herramienta indispensable, actuando como un guardián atento que escudriña
el estado de la salud para anticipar, prevenir y gestionar riesgos y desafíos. Este proceso
dinámico, desde la detección aguda hasta la comunicación efectiva y las acciones resultantes,
constituye el cimiento de la toma de decisiones informadas en el ámbito de la salud.

Las Normas Oficiales Mexicanas (NOM), como la NOM-017, NOM-025, NOM-045 y otras,
han establecido un marco regulatorio robusto para la vigilancia epidemiológica en México.
Estas normativas no solo delinean responsabilidades, sino que también facilitan la cooperación
internacional en la lucha contra enfermedades transfronterizas, mostrando un compromiso
integral con la salud pública.

En paralelo, las infecciones nosocomiales representan un desafío epidemiológico significativo,

afectando a pacientes y sistemas de salud en todo el mundo. La comprensión de los factores
de riesgo, las vías de transmisión y la implementación efectiva de estrategias de prevención y
control son esenciales para mitigar su impacto. Las normativas, como la NOM-017-SSA2-
2012 y NOM-025-SSA1-2021, desempeñan roles cruciales al establecer directrices específicas
para abordar estas cuestiones epidemiológicas en México.

En conclusión, la vigilancia epidemiológica y las normativas asociadas son pilares

fundamentales para el sistema de salud mexicano. Estas herramientas no solo ofrecen un
enfoque estructurado para la detección y prevención de enfermedades, sino que también
contribuyen a la mejora continua de la atención médica y a la promoción de la salud pública.
La constante revisión y actualización de estas regulaciones son esenciales para adaptarse a las
cambiantes condiciones de salud, garantizando así la eficacia y calidad de los servicios
médicos en el país.

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 REFERENCIAS

• Beaglehole, R., & Kjellstrõm, T. (1994). Epidemiología básica.

• DOF - Diario Oficial de la Federación. (n.d.).

https://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5120943&fecha=20/11/2009#gsc.tab=

• NORMA Oficial Mexicana NOM-025-SSA1-2021, Salud ambiental. (n.d.).

https://sidof.segob.gob.mx/notas/docFuente/5633855