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NOMBRE: SHEILA CASTILLO GERONIMO

MATRICULA 2022-2225

Ensayo crítico individual, el cual tendrá como tema central, el referente:

“Análisis de la Congruencia o no entre las normas internacionales y nacionales en


cuanto a la definición de la pena y su finalidad

Según Peini(2020) La legitimación de la sanción penal se deriva de los fines que


persigue en un Estado de derecho. Dicha legitimación debe abarcar tanto a la pena como
a la medida de seguridad, y tener en cuenta que tanto la pena como la medida de
seguridad se imponen a quien infringe una norma de conducta y, por tanto, a quien tiene
capacidad para infringirla. Esto presupone revisar el concepto de capacidad penal o
imputabilidad, pues si imputabilidad es capacidad para comprender la realidad y
adecuar el comportamiento a dicha comprensión, y toda sanción penal legítima ha de
imponerse a quien tiene dicha capacidad, también las medidas de seguridad han de ser
impuestas solo a imputables. Los verdaderos inimputables son aquellos que están al
margen del derecho penal y a quienes resulta ilegítimo imponer alguna sanción. En esta
línea, la imputabilidad ha de ser vista no solo como presupuesto del delito, sino como
presupuesto de cualquier diálogo que tenga el Estado con el ciudadano con respecto al
delito, al proceso y a la ejecución de la pena

Según Smith(2015) La legalidad de las infracciones, de las penas, las medidas de


seguridad, seguimiento socio judicial y órdenes de protección. En tal virtud, nadie podrá
ser condenado por un hecho no tipificado ni incriminado por la ley vigente, al momento
en que se cometió; ni imponérsele medidas de seguridad, seguimiento socio judicial y
órdenes de protección no dispuestas por el presente Código. La igualdad de todos ante
la ley penal, la cual se aplicará sin tener en cuenta consideraciones diferentes a las
contenidas en ésta.
Según Ramos(2019) La práctica judicial se han presentado omisiones, completas y
parciales, en la presentación de los hechos jurídicamente relevantes[1] en la audiencia
preliminar de formulación de imputación, cuando previamente se ha llevado a cabo la
audiencia de legalización de captura frente al mismo juez constitucional con función de
control de garantías, en las audiencias preliminares concentradas, coloquialmente
conocidas como “concentradas” o “combos”.

Son varias las razones que pueden “explicar” la anterior situación, sin embargo
una de las más conocidas es la supuesta aplicación del principio de economía
procesal, que en breves palabras señala que al ya ser conocidos en una audiencia
de legalización de captura los hechos jurídicamente relevantes de la indagación y
presentados frente a un juez con función de control de garantías, no resulta
necesario volver a exponer esos mismos hechos jurídicamente relevantes por
parte de los delegados de la fiscalía en la formulación de imputación, ya que se
trata del mismo contenido fáctico, se hace ante el mismo juez y con la presencia
de la defensa técnica y del procesado; de hacerlo, se estaría haciendo un ejercicio
“desgastante” y “redundante”.

Según la Corte Suprema de Justicia(2021), “a lo largo de los años en diversos


escenarios judiciales se arraigó la mala práctica de comunicar los cargos a través de la
relación del contenido de las evidencias y demás información recaudada por la Fiscalía
durante la fase de indagación, en cada caso debe evaluarse si, a pesar de ello, se
cumplieron los objetivos de la diligencia, especialmente, si al imputado se le brindó
información suficiente acerca del componente fáctico de los cargos y sobre la
calificación jurídica del mismo, bajo el entendido de que esto último tiene un innegable
carácter provisional en la audiencia de formulación de imputación”.

la Corte considera que se presentó una vulneración al derecho de defensa y al debido


proceso, sumado a una afectación al principio de congruencia[4], posición jurídica y
consideraciones que comparto cabalmente, ya que así se deja sentada una posición
jurídica que sirva para no seguir abriendo una brecha que vaya en contra de la ley
procesal y de las garantías fundamentales que le asisten a los procesados, para que
puedan conocer de manera clara los hechos jurídicamente relevantes por los cuales se le
vincula formalmente a un proceso penal, sin que valga para dicha omisión total o parcial
la supuesta aplicación del principio de economía procesal.

Según Jiménez(2019) Ahora, más allá de ser un acto de comunicación, la relevancia de


la formulación de imputación, en palabras de la Corte, se encuentra en delimitar el
marco fáctico de las siguientes fases procesales.

Por esto, se convierte en el punto de inicio del análisis del principio de congruencia y de
las garantías del derecho de defensa. Sobre este punto, se menciona que por vía
jurisprudencial del codigo penal dominicano ha sido entendido en que la delimitación
fáctica con la cual se puede llegar a una sentencia condenatoria parte desde los hechos
jurídicamente relevantes que se señalan en la formulación de imputación y, por ende, no
surgen desde la acusación.

Con esto, “la definición de los comportamientos atribuidos a la persona investigada en


la formulación de imputación esto es, la imputación fáctica es la que demarca el objeto
naturalístico del debate a lo largo de todo el proceso y, en tal virtud, su núcleo debe
permanecer invariable tanto en la posterior acusación como en el fallo que, al término
del diligenciamiento, llegue a proferirse”.

Ahora, la importante relación de los hechos jurídicamente relevantes que se delimitan


en la formulación de imputación con el mencionado principio de congruencia radica, en
términos de la Corte, en que este último resulta quebrantado, entre otras hipótesis,
“cuando se le condena ‘por hechos no incluidos en la imputación y acusación (…) ora
por un delito jamás mencionado fácticamente en la imputación, ni fáctica y
jurídicamente en la acusación”.

Sin lugar a dudas, en cuanto a que para la imputación la fiscalía debe presentar en un
lenguaje comprensible los hechos jurídicamente relevantes de manera corta y concreta.
Y, por lo tanto, esa obligación no se puede entender satisfecha cuando en la audiencia
anterior de legalización de captura se han socializado algunos hechos que son materia
de investigación, e incluso, así se hubieran presentado los hechos jurídicamente
relevantes del caso concreto.
Vale la pena recordar que la lógica procesal de la audiencia de legalización de captura
no es otra que la de revisar el respeto de las garantías constitucionales en el momento de
la aprehensión del procesado, y que lo que se decida en dicha audiencia por parte del
juez de garantías tendrá efectos hacia atrás o el pasado, o sea en cuanto a la aprehensión
de la persona y la ejecución de la misma. Por ello, no hace parte de su lógica y esencia
procesal que se deban socializar los hechos jurídicamente relevantes ni mucho menos se
deba hacer el ejercicio de calificación jurídica, porque, para eso, entre otras cosas, está
la audiencia de formulación de imputación. De otra manera, que se expongan en la
audiencia de legalización de captura las circunstancias fácticas que rodearon el hecho de
la aprehensión y la ejecución de la misma no supone que se hayan presentado los
hechos jurídicamente relevantes, ni que sea la imputación fáctica. En síntesis, estamos
frente a dos actuaciones y momentos procesales distintos, con fines y lógicas diferentes,
por cuanto la una no puede reemplazar a la otra, o viceversa.

Referencias Bibliografica

Código Procesal Penal Dominicano (2015). Republica Dominicana.

Caffarena (2019)., «Sistema progresivo y tratamiento», en Bueno Arús, y otros,


Lecciones de Derecho Penitenciario, 2.ª ed., 1989, p. 149.

Martínez, (2021) «El valor constitucional del mandato de resocialización», Revista


Española de Derecho Constitucional, n.º 63, 2001, p. 77

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