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Licenciatura en Ciencias en Ciencias Biológicas – Plan 2014

Cátedra de Ciencias de la Tierra – Año 2022

UNIDAD 5

Meteorología y clima. Perfil vertical de la atmósfera. Elementos y factores climáticos. Los


climas de la tierra. Cambio climático global.
Ciclo Hidrológico. Balance hidrológico. Las aguas oceánicas: caracteres químicos,
térmicos y movimientos. Las aguas continentales: los ríos y su régimen; los lagos y
glaciares. Hidrogeología. Infiltración. Acuíferos.

EL SISTEMA CLIMÁTICO

El sistema climático está constituido por la Hidrósfera (todos los océanos, mares, lagos,
lagunas, ríos, etc), la Criósfera (el hielo y la nieve sobre y debajo de la superficie terrestre), la
Litósfera (los continentes sus rocas, suelo y sedimentos), la Atmósfera (capa de gases que rodea
la tierra) y la Biósfera (que comprende la vida animal y vegetal). Cada uno de estos componentes
tiene diferentes características físicas y su propia escala temporal. La radiación solar es la fuente
de energía que hace funcionar el sistema climático.

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Debido a la gran complejidad del sistema climático se iniciará por el componente del sistema donde
ocurren los fenómenos que son objeto de estudio de la meteorología: la atmósfera.

LA ATMÓSFERA

Es una delgada capa de aire que rodea la tierra. Está constituida principalmente por una
mezcla de gases que contiene elementos sólidos y líquidos que se mantienen en suspensión, como
polvo, humo, sales marinas, cristales de hielo, microorganismos, partículas de origen biológico, etc.

Composición

Gases permanentes:

Componentes Fijos Símbolo Volumen % de aire seco


Nitrógeno N2 78,08
Oxígeno O2 20,94
Argón Ar 0,93
Neón Ne 0,0018
Helio He 0,0005
Hidrógeno H 0,00006
Xenón Xe 0,000009

Gases variables:

Componentes Símbolo Volumen % de aire seco


Vapor de agua H2O 0a4
Dióxido de Carbono CO2 0,036
Metano CH4 0,00017
Óxidos de Nitrógeno N2O 0,00003
Ozono O3 0,000004
Partículas (polvo, etc) 0,000001
Clorofluorocarbonos CFCs 0,00000002

PERFIL VERTICAL DE LA ATMÓSFERA

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En la atmósfera pueden distinguirse diferentes capas horizontales según sus características
particulares, por ejemplo la distribución de variables como presión, densidad, composición química
y especialmente el gradiente vertical de temperatura.

1. Troposfera: El término proviene del griego tropos que significa 'girar', o sea, 'la capa que gira';
esto porque la troposfera es la región atmosférica caracterizada por movimientos convectivos
(turbulencia) y de mezcla. Es la capa más baja y aquella en donde se desarrolla la vida y se
producen la mayoría de los fenómenos meteorológicos. Contiene el 75% de la masa de la atmósfera
y prácticamente la totalidad del vapor de agua, CO2 y aerosoles. Se extiende en promedio hasta 11
km de altura, con un mínimo de 8 km en los polos y 18 km en el ecuador. La temperatura disminuye
con la altura a razón de 6.5°C/km. El viento aumenta con la altura, alcanzando valores máximos
aproximadamente a los 10 km en las latitudes medias. Su límite superior se denomina Tropopausa
y marca el límite superior de la troposfera, sobre la cual la temperatura se mantiene constante, esta
situación térmica evita la convección del aire y confina de esta manera el tiempo meteorológico a la
troposfera.

2. Estratosfera: Se sitúa por encima de la tropopausa y se extiende hasta 50 km de altura. En la


baja estratosfera (hasta los 25 km) la temperatura aumenta gradualmente o se mantiene constante;
arriba de este nivel la temperatura aumenta hasta alcanzar valores en el rango de 10 a 15°C. En
esta capa no se observan procesos convectivos, pues la estratosfera es altamente estable e inhibe
la convección y la mezcla turbulenta de los constituyentes atmosféricos. Los vientos decrecen con
la altura en la baja estratosfera, para después aumentar en la alta estratosfera, siendo
principalmente vientos del este en verano y del oeste durante invierno, esto debido al cambio
estacional de la circulación atmosférica. Contiene grandes concentraciones de Ozono, constituyente
vital para la vida en la tierra, pues sirve como filtro de la radiación ultravioleta. La presencia del
Ozono, con una concentración máxima cercana a los 25 km, es la razón principal que explica el
aumento de la temperatura en la estratosfera. La absorción de la radiación ultravioleta por el Ozono
da lugar a un calentamiento de la atmósfera, que a su vez forma la estratosfera, donde las máximas
temperaturas se observan a los 50 km de altura cerca de su límite superior conocido como
Estratopausa.

3. Mesosfera: se extiende por encima de la Estratosfera y alcanza una altura de 80 km. Se


caracteriza por una disminución continua de la temperatura hasta un mínimo de -90 °C en la región
conocida como la mesopausa. En esta región donde se observan las temperaturas más bajas de la
atmósfera y se debe básicamente a la poca influencia tanto de la radiación solar como de la
radiación terrestre. La circulación de los vientos de invierno aumenta con la altura a un valor máximo
del orden de 300 km/h, a una altura de 70 km. La temperatura es mayor en invierno que en verano
se observa una muy considerable variabilidad diaria y semanal en la estructura vertical de la
temperatura.

4. Ionosfera o Termosfera: Es la capa más externa de la atmósfera, se inicia a partir de la


Mesopausa y alcanza los 500 km de altura. Dentro de esta capa, la densidad del aire es muy baja
y está compuesta principalmente por moléculas de Nitrógeno y Oxígeno, predominando el Oxígeno
atómico por arriba de los 200 km. En esta región la temperatura aumenta con la altura
continuamente desde -90 °C hasta los 1200 °C, esto debido a la capacidad del oxígeno atómico de
absorber la radiación de alta energía (rayos gamma y rayos X), que provoca la ionización de átomos
y moléculas.
En las regiones polares las partículas cargadas portadas por el viento solar son atrapadas por el
campo magnético terrestre dando lugar a la formación de auroras.

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METEOROLOGÍA Y CLIMA

La meteorología (del griego “meteoron”: alto en el cielo, “logos”: conocimiento, tratado) es la ciencia
interdisciplinaria, fundamentalmente una rama de la Física de la atmósfera, que estudia el estado
del tiempo, el medio atmosférico, los fenómenos allí producidos y las leyes que lo rigen.

Cuando las mediciones meteorológicas son compiladas y analizadas durante un largo periodo de
tiempo, se denomina: clima.

Tanto la meteorología como la climatología estudian los flujos de energía en el seno de la atmósfera,
pero a distintas escalas temporales: la meteorología a corto plazo y la climatología a largo plazo. El
conocimiento de las variaciones meteorológicas y el impacto de las mismas sobre el clima han sido
siempre de suma importancia.

El clima abarca los valores estadísticos sobre los elementos del tiempo atmosférico en una región
durante un periodo representativo (por ejemplo, una semana, un mes, etc.): temperatura, humedad,
presión, vientos y precipitaciones. Estos valores se obtienen con la recopilación de forma
sistemática y homogénea de la información meteorológica, durante períodos que se consideran
suficientemente representativos, de 30 años o más.

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A. ELEMENTOS DE LA METEOROLOGÍA Y EL CLIMA

Se denominan elementos de la meteorología y el clima, a todos los hechos o fenómenos físicos-


meteorológicos que se producen en la atmósfera y que pueden ser cuantificables o medibles. Dentro
de estos se consideran como elementos del clima:

• La Temperatura
• La Presión Atmosférica
• El Viento
• La Radiación Solar
• La Humedad
• La Precipitación

A.1. La Temperatura

La temperatura es una magnitud relacionada con la rapidez del movimiento de las partículas que
constituyen la materia. Cuanta mayor agitación presenten éstas, mayor será la temperatura.
La superficie terrestre recibe energía proveniente del Sol, en forma de radiación solar emitida en
onda corta. A su vez, la Tierra, con su propia atmósfera, refleja alrededor del 55% de la radiación
incidente y absorbe el 45% restante, convirtiéndose, ese
porcentaje en calor.
La cantidad de energía solar recibida, en cualquier región
del planeta, varía con la hora del día, con la estación del
año y con la latitud. Estas diferencias de radiación originan
las variaciones de temperatura. Por otro lado, la
temperatura puede variar debido a la distribución de
distintos tipos de superficies y en función de la altura.
Ejercen influencia sobre la temperatura: La variación
diurna, distribución latitudinal, variación estacional, tipos de
superficie terrestre y la variación con la altura
En los mapas se representa la temperatura mediante
isotermas, líneas que unen los puntos de igual temperatura
en ºC.

A.2. La Precipitación

La Precipitación es la caída de agua procedente de las nubes, tanto en forma líquida como sólida.
Las principales características del régimen de precipitaciones de un clima son la intensidad,
duración, frecuencia y altura.
• Intensidad, definida como la cantidad de agua que cae por unidad de tiempo en un lugar
determinado.
• Duración: La duración en tiempo del evento de lluvia.
• Frecuencia. La frecuencia de un determinado evento de lluvia, definido como el promedio de
tiempo que transcurre entre los acaecimientos de dos eventos de tormenta.
• Altura o profundidad: Definida como la altura que tendría en agua precipitada sobre un m2
de superficie horizontal impermeable, si la totalidad del agua precipitada no se escurriera.
Generalmente se expresa en mm. 1 mm de agua sobre 1 m2 equivale a 1 litro.

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Según sea la causa las precipitaciones pueden ser:

❖ Convectivas: producidas por calentamiento y ascenso de masas de aire.


Etapa inicial Etapa madura Etapa de disipación

❖ Orográficas: las montañas obligan a ascender la masa de aire, se expande y enfría, produciendo
lluvia.

❖ De frente: si una masa de aire frío entra en contacto con una masa cálida, esta última asciende
sobre la fría, se expande, se enfría y se produce la lluvia.

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En los mapas se representan mediante
isoyetas, líneas que unen los puntos de
igual precipitación.

A.3. La Presión Atmosférica

El aire que nos rodea, aunque no lo notemos, pesa y, por tanto, ejerce una fuerza sobre todos los
cuerpos debida a la acción de la gravedad. Esta fuerza por
unidad de superficie es la denominada presión atmosférica.

A nivel del mar, la columna de mercurio sube hasta 760 mm


de promedio, equivalente a una presión de 1013 milibares
(mb)

Las isobaras son líneas imaginarias que unen puntos de la


misma presión.

A.4. El Viento

El viento es la variable de estado de movimiento del aire. En meteorología se estudia el viento como
aire en movimiento tanto horizontal como verticalmente. Los movimientos verticales del aire
caracterizan los fenómenos atmosféricos locales, como la formación de nubes. Se denomina

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propiamente "viento" a la corriente de aire que se desplaza en sentido horizontal, reservándose la
denominación de "corriente de convección" para los movimientos de aire en sentido vertical.

El viento es causado por las diferencias de temperatura existentes al producirse un desigual


calentamiento de las diversas zonas de la Tierra y de la atmósfera. Las masas de aire más caliente
tienden a ascender, y su lugar es ocupado entonces por las masas de aire circundante, más frío y,
por tanto, más denso.

La dirección del viento depende de la distribución y evolución de los centros isobáricos; se desplaza
de los centros de alta presión (anticiclones) hacia los de baja presión (depresiones) y su fuerza es
tanto mayor cuanto mayor es el gradiente de presiones. En su movimiento, el viento se ve alterado
por diversos factores tales como el relieve y la aceleración de Coriolis.

A.5. La Radiación Solar

La energía transferida por el Sol a la Tierra es lo que se conoce como energía radiante o radiación.
Ésta viaja a través del espacio en forma de ondas que llevan asociada una determinada cantidad
de energía. Según lo energéticas que sean estas ondas se clasifican en lo que se conoce como el
espectro electromagnético (ver figura). Las ondas más energéticas son las correspondientes al
rango del ultravioleta, seguidas por la luz visible, infrarroja y así hasta las menos energéticas que
corresponden a las ondas de radio.

La cantidad de radiación solar recibida por unidad de superficie terrestre, se la denomina insolación.

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A.6. La Humedad

Se define humedad como el contenido de vapor de agua en el aire.

La humedad absoluta es la masa total de vapor de agua existente en el aire por unidad de volumen,
y se expresa en gramos por metro cúbico de aire.

La humedad relativa de una masa de aire es la relación entre la cantidad de vapor de agua que
contiene y la que tendría si estuviera completamente saturada; así cuanto más se aproxima el valor
de la humedad relativa al 100% más húmedo está.

La cantidad de vapor de agua que puede absorber el aire depende de su temperatura. El aire
caliente admite más vapor de agua que el aire frío.

Instrumentos de medición

Los principales instrumentos para realizar las mediciones de los elementos meteorológicos son los
siguientes:

Anemómetro (mide la Veleta (señala la dirección del Barómetro (mide la presión


velocidad del viento) viento) atmosférica)

Heliógrafo (mide la insolación Piranómetro (mide la radiación Higrómetro (mide la


recibida en la superficie solar). humedad)
terrestre)

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Pluviómetro (mide el agua caída) Termómetro (mide la temperatura)

Una estación meteorológica está equipada de los instrumentos citados anteriormente y registra
regularmente datos meteorológicos. Estos datos se utilizan tanto para la elaboración de
predicciones meteorológicas a partir de modelos numéricos como para estudios climáticos.

Estos instrumentos se encuentran protegidos en una casilla ventilada, denominada abrigo


meteorológico, la cual mantiene la luz solar directa lejos del termómetro y al viento lejos del
higrómetro, de modo que no se alteren las mediciones de éstos.

Cuanto más numerosas sean las estaciones meteorológicas, más detallada y exactamente se
conoce la situación meteorológica a nivel local, regional y global.

A escala regional se encuentra un proyecto del INTA en donde se instalaron en la provincia de Jujuy
Salta una serie de estaciones meteorológicas conectadas en red.
(http://inta.gob.ar/unidades/323000/agrometeorologia-yuto/view).
Así mismo la UGICH (Unidad de Gestión de Cuencas Hídricas) recopiló información histórica de
datos meteorológicos e instaló en red una serie de estaciones meteorológicas.

Otros instrumentos para la realización de mediciones son


los Satélites meteorológicos, los cuales poseen sensores
que capturan información en diferentes longitudes de onda
donde pueden recibir información de temperatura terrestre,
Temperatura oceánica, nubosidad a diferentes alturas,
corrientes atmosféricas, entre otras.

Imagen GOESS 28/04/2015

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B. FACTORES QUE CONTROLAN EL CLIMA

Por lo general, la manifestación pura de los elementos del clima se ve alterada en su acción por
algunos factores de índole astronómicos, geográficos, meteorológicos y topográficos.

• Intensidad de la radiación solar y su variación con la latitud


• Distribución de la tierra - agua.
• Corrientes oceánicas
• Orografía (barreras montañosas)
• Altitud
• Albedo (reflexión de la energía solar)
• Circulación atmosférica global (vientos dominantes).

B.1. Intensidad de la radiación solar y su variación con la latitud

Si la Tierra fuese un cuerpo homogéneo sin la actual distribución de la tierra / océano, su distribución
de la temperatura sería estrictamente latitudinal. Sin embargo, la Tierra es más compleja que esto
y se compone de un mosaico de la tierra y el agua. Este mosaico causa zonación latitudinal de la
temperatura al ser interrumpido espacialmente.

A pesar de la inclinación del eje de la tierra, la región ecuatorial de la Tierra recibe la mayor
intensidad de energía solar, tal como se indica en la siguiente figura.

Solsticio 21 Junio Solsticio 21 de Diciembre


Verano Hemisferio Norte Invierno Hemisferio Norte
Invierno Hemisferio Sur Vernano Hemisferio Sur

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Consecuencias de la forma redonda de la Tierra y de las características descriptas de su órbita, son
la existencia y distribución de las siguientes zonas térmicas

Zona cálida Tropical o Intertropical: -23.5º a 23.5° de


latitud, el Sol pasa por el cenit (rayos inciden de
manera perpendicular a la superficie terrestre) por lo
menos una vez al año

Zona Templada o Subtropical: 23.5º - 66.5° y de -


23.5º a -66.5º de latitud, el Sol nunca pasa por el
cenit (rayos nunca inciden de manera perpendicular
a la superficie)

Zona Fría o Polar: 66.5º a 90° y de -66.5 a -90º de latitud, el Sol no solo nunca pasa por el cenit
sino que pasa tangencialmente por lo menos una vez al año.

Perihelio y afelio

Complementariamente al efecto de la inclinación del eje terrestre combinado al movimiento


alrededor del sol, se encuentra otro factor referido a la diferencia en la elipse de la órbita terrestre,
la cual afecta al Hemisferio Sur con inviernos potencialmente más rigurosos y veranos más cálidos
de acuerdo con su posición de afelio en invierno y perihelio en verano.

Todos los planetas de nuestro sistema solar se mueven alrededor del Sol. Las órbitas de algunos
planetas son prácticamente un perfecto círculo, pero otras no lo son. Algunas órbitas tienen forma
ovalada o parecen estar "estiradas". A estas formas ovaladas se les llama "elipses". La órbita de
cualquier planeta es una elipse y el Sol se encuentra en uno de los focos de dicha elipse, que no es
el centro, explicado por la primera ley de Kepler.

Debido a que el Sol no es el centro de una órbita elíptica, a medida que los planetas giran alrededor
del Sol, estos se acercan y se alejan del Sol. El lugar donde un planeta se encuentra más cerca del
Sol se llama perihelio, y en el caso de la Tierra se produce sobre el 3 de enero. El lugar donde el
planeta se encuentra más lejos del Sol se llama afelio, y en el caso de la Tierra se produce sobre el

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4 de julio. A lo largo de los milenios van cambiando las fechas del perihelio y del afelio de la Tierra,
debido a su movimiento de precesión. Hace 11.000 años el perihelio ocurría en junio y el afelio en
diciembre, lo contrario de ahora. Las palabras "afelio" y "perihelio" provienen del griego. En griego
"helios" significa Sol, "peri" significa cerca y "apo" significa lejos.

Cuando la Tierra se encuentra en perihelio, está a aproximadamente 147 millones de kilómetros del
Sol. Cuando se encuentra en afelio, está a aproximadamente 152 millones de kilómetros del Sol.
Durante el afelio, la Tierra se encuentra a unos 5 millones de kilómetros más distante del Sol que
durante el perihelio.

B.2. Distribución de la tierra –agua

La disposición en el espacio de los continentes y los océanos afectan el clima a través de una serie
de factores:

Dado que los mares y océanos constituyen las masas húmedas, la precipitación será mayor en las
áreas en las que dominen los vientos de dirección océano-continente.

La temperatura también se ve influenciada por las masas de agua como factor moderador, ya que
el agua se enfría y se calienta tres veces más lentamente que la corteza terrestre, y ello provoca en
las áreas influenciadas por las masas de aires marítimo una menor oscilación térmica tanto diaria,
como mensual y anual; y viceversa, las áreas en las que domina la continentalidad presentaran una
mayor oscilación térmica o contraste entre la temperaturas

Complementariamente a las variables indicadas anteriormente, la distribución de los continentes


respecto a los océanos influye sobre las corrientes oceánicas, orografía, altitud y albedo.

B.3. Corrientes oceánicas

Desde hace unas cuantas décadas se sabe que la estructura de las corrientes marinas a escala
global es tridimensional, con movimientos horizontales en los que el viento juega un importante
papel y con movimientos verticales, en los que la salinidad y las temperaturas son las fuerzas
impulsoras.

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La corriente cálida del Norte de Brasil, alimentada por la corriente surecuatorial, es una corriente
importante, que aporta un considerable caudal neto al Atlántico Norte.

¿Pero qué ocurre con el agua excedente que ha llegado del sur
al Atlántico Norte?
La Corriente del Golfo (en la Figura Gulf stream) la transporta
hacia el nordeste, y al llegar al extremo Norte del Atlántico, a los
Mares Nórdicos, aumenta su densidad por enfriamiento y se
hunde.

Desde allí, por niveles profundos e intermedios, vuelve hacia el


hemisferio sur. Se forma así en el Atlántico una especie de cinta
rodante (conveyor belt), con un flujo neto positivo hacia el norte en superficie y con un flujo neto
positivo hacia el sur en las profundidades.

El fenómeno de hundimiento por convección que se produce en aquellos mares nórdicos y se


intensifica al comienzo del invierno por el aumento de la salinidad. Ocurre que cada otoño-invierno,
durante la formación de los hielos marinos en áreas subárticas, hay una suelta de sal y se forma,
bajo la banquisa de hielo, una masa de agua fría y muy salada que se hunde y contribuye a la
formación del agua profunda del Atlántico Norte.

¿Por qué el fenómeno es especialmente significativo en el Atlántico? Ocurre que el Atlántico Norte
es bastante más cálido y salado que el Pacífico Norte. La alta salinidad del Atlántico se explica
porque el volumen de agua evaporada supera ampliamente al volumen de agua aportado por las
precipitaciones y las escorrentías de los ríos que desembocan en ese océano. Por el contrario, en
el Pacífico, los sistemas montañosos del oeste americano provocan lluvias abundantes y hacen de
barrera a la penetración de la humedad en el continente. El agua evaporada del Pacífico que los
vientos del oeste llevan hacia Norteamérica, produce copiosas lluvias costeras y vuelve a ese
océano sin apenas penetrar en el continente americano. Por el contrario, en Europa no existen esas
barreras topográficas y gran parte de la humedad atlántica acarreada por vientos del oeste pasa de
largo y se aleja hacia Asia, sin ser recuperada por el océano Atlántico.

B.4. Orografía (barreras montañosas)

Precipitaciones Orográficas: las montañas


obligan a ascender la masa de aire, lo que
provoca su enfriamiento, saturación
condensación y del vapor de agua y
precipitación en la ladera de barlovento.
Por la ladera de sotavento viento desciende,
produciéndose un aumento de temperatura,
disminución de la humedad relativa y la
disipación de las nubes

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B.5. Altitud

La altura del relieve modifica sustancialmente el clima, en especial en la zona intertropical, donde
se convierte en el factor modificador del clima de mayor importancia. Este hecho ha determinado
un criterio para la conceptualización de los pisos térmicos, que son fajas climáticas delimitadas por
curvas de nivel que generan también curvas de temperatura (isotermas). Se considera la existencia
de cuatro térmicos en la zona intertropical:

- Macrotérmico (menos de 1 km de altura), con una temperatura que varía entre los 27°C al nivel
del mar y los 20°C
- Mesotérmico (1 a 3 km): presenta una temperatura entre los 10 y 20 °C, su clima es templado de
montaña.
- Microtérmico (3 a 4,7 km): su temperatura varía entre los 0 y 10 °C. Presenta un tipo de clima de
Páramo o frío.
- Gélido (más de 4,7 km): su temperatura es menor de 0 °C y le corresponde un clima de nieves
perpetuas.

En general se considera que al elevarse 160 m, la temperatura baja aproximadamente 1°C. Si es


en la zona intertropical, en la que el espesor de la atmósfera es bastante mayor, la temperatura
desciende 1°C a los 180 m aproximadamente

B.6. Albedo (reflexión de la energía solar)

El albedo es el porcentaje de radiación que cualquier superficie refleja respecto a la radiación que
incide sobre la misma. Las superficies claras tienen valores de albedo superiores a las oscuras, y
las brillantes más que las mates.

Un albedo alto enfría el planeta, porque la luz (radiación) absorbida y aprovechada para calentarlo
es mínima. Por el contrario, un albedo bajo calienta el planeta, porque la mayor parte de la luz es
absorbida por el mismo.

La presencia de agua en la Tierra crea una interesante retroalimentación positiva para el albedo, ya
que las bajas temperaturas incrementan la cantidad de hielo sobre su superficie, lo que hace más
blanco al planeta y aumenta su albedo, lo que a su vez enfría más el planeta, lo que crea nuevas
cantidades de hielo; de esta manera, teóricamente al menos, podría llegarse al punto en que la
Tierra entera se convertiría en una bola de nieve.

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Una caída tan pequeña como de un 0,01 en el albedo de la tierra tendría una influencia en el clima
mayor que el efecto de doblar la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera.

B.7. Circulación atmosférica global (vientos dominantes)

El aire de la atmósfera experimenta unos procesos de circulación de carácter general que


determinan la climatología y la estacionalidad y evolución de los fenómenos meteorológicos.

Para interpretar la circulación general de la atmósfera se deben analizar una serie de factores que
se describen a continuación:

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B.7.1. La radiación solar

La energía calorífica de la radiación solar es la generatriz de


todos los procesos meteorológicos y climáticos. La radiación
solar incide sobre la tierra y ésta calienta directamente la
atmósfera.
No toda la superficie de la tierra recibe por igual la misma
energía: los polos son las que menos y las zonas ecuatoriales
son las que más. De este modo, la superficie de la tierra no
transmite de una forma uniforme el calor al aire que tiene sobre
ella. Esto origina que se produzcan intercambios térmicos entre
las zonas más calientes y las más frías para restablecer el
equilibrio: el aire caliente se desplaza hacia los polos y el aire
frío hacia el ecuador (ver figura). De este modo se establecen
los principios de la circulación general.

B.7.2. La fuerza de coriolis

La denominada fuerza de Coriolis influye en todos los fenómenos


de traslación que se realizan sobre la superficie de la tierra.
Debido a su rotación, se genera una fuerza que, en el hemisferio
Sur, desvía hacia el Este toda partícula en movimiento de Norte
a Sur y hacia el Oeste a las que lo hacen de Sur a Norte.

B.7.3 Regiones depresionarias y anticiclónicas

El aire caliente de la zona ecuatorial se hace más ligero y se


eleva. Al ascender, se dirige en altura hacia los polos. A medida que se desplaza hacia el polo sufre
la acción de la fuerza de Coriolis, desviándose hacia el Oeste en ambos hemisferios.
Cuando el aire se enfría cae, y una vez en la superficie de la tierra retorna al ecuador absorbido por
las bajas presiones que se generan en la zona al ascender el aire caliente. En este trayecto se
vuelve a desviar debido a la fuerza de Coriolis, de manera que al llegar a la zona subtropical es ya
un viento del Noreste en el hemisferio Norte, y del sureste en el hemisferio Sur. Estos vientos son
los denominados alisios.
En los polos ocurre lo contrario. El aire frío y pesado se desplaza desde la zona polar a ras del suelo
en dirección al ecuador. La fuerza de Coriolis, lo desvía al Noreste en el hemisferio Norte, y al
sureste en el hemisferio Sur. Al descender de latitud el aire se calienta y asciende, volviendo al la
zona polar por arriba, absorbido por la depresión en altitud que genera el aire. Sobre el polo vuelve
a enfriarse descendiendo y se cerrando el ciclo.
El ciclo ecuatorial abarca desde el ecuador hasta los 30º de latitud en ambos hemisferios. El polar
desde ambos polos hasta los 60º.

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En las latitudes templadas que quedan entre los 30 y los 60º de latitud se origina otro ciclo. El aire
de la zona es más caliente que el polar y más frío que el subtropical. Por ello el aire de la zona
tiende a trasladarse hacia el polo para llenar el vacío dejado por el aire ascendente en los 60 º de
latitud; al ser desviados de nuevo por la fuerza de Coriolis adquieren una marcada componente
oeste en ambos hemisferios. Son los denominados vientos del Oeste cuyo predominio en la zona
templada genera el denominado "cinturón de los oestes".

Debido a esta circulación general las zonas de presión atmosférica relativa quedan distribuidas de
este modo sobre cada hemisferio de la tierra:

1. Sobre el polo un anticiclón.

2. Una zona de depresiones en torno a los 60º de latitud, a la que se dirigen vientos polares y
subtropicales.

3. Una zona de anticiclones sobre los 30º de latitud, que envía vientos de componente oeste (SO
en el hemisferio norte y NO en el sur) hacia las regiones templadas y de componente este (NE en
el hemisferio norte y SE en el sur) hacia la región ecuatorial.

4. Una zona depresionaria en el cinturón ecuatorial, con vientos en calma pero con fuertes corrientes
verticales ascendentes. La denominada zona de convergencia intertropical.

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B.7.4 La influencia de los continentes

Este equilibrio es el que se produciría si el planeta tuviera una superficie homogénea, pero en
realidad hay tierra y agua que se calientan y enfrían de forma distinta. En el hemisferio norte
predominan las grandes masas continentales y en el sur el agua, por lo que el modelo de circulación
general experimenta variaciones encada caso. También las masas de tierra y agua se encuentran
mezcladas sin uniformidad, por lo que la distribución de las depresiones y los anticiclones no es
tampoco homogénea en cada hemisferio.

En general, en verano (enero para el hemisferio sur, y julio para el hemisferio norte) la zona
anticiclónica de los 30º de latitud tiende a interrumpirse en los continentes debido a su intenso
calentamiento debido a alta absorción de la radiación solar de la tierra que genera la aparición de
depresiones denominadas térmicas (El aire caliente asciende). Son las depresiones suramericana,
sudafricana y australiana en el verano austral, y las centroasiática y Norteamericana, en el boreal.

En invierno (enero para el hemisferio norte, y julio para el sur) la zona anticiclónica se refuerza sobre
los continentes al enfriarse el aire sobre ellos más que sobre los océanos. El anticiclón es más
denso en los continentes del hemisferio norte, donde la extensión de tierra es superior, que en el
sur. Son los anticiclones siberiano y Norteamericano.

Isobaras dominantes en el mes de enero Isobaras dominantes en el mes de julio

ZONAS CLIMÁTICAS DE LA TIERRA

La combinación de los elementos del clima (temperatura, humedad, presión, vientos y


precipitaciones) y los factores climáticos (latitud, altitud y distancia respecto al mar) dan como
resultado diferentes tipos de climas en la Tierra.
Si nos basamos en la temperatura y precipitación como elementos principales del clima, la
Tierra se divide en las siguientes tres zonas climáticas

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A. Zona de climas cálidos
La zona de climas cálidos se halla situada aproximadamente entre el Trópico de Cáncer y el
Trópico de Capricornio. Esta zona de la Tierra, también llamada zona intertropical, es la que recibe
la máxima insolación, lo cual explica sus elevadas temperaturas.
Teniendo en cuenta, además, las precipitaciones y la latitud, en la zona intertropical se
diferencian tres climas: ecuatorial, tropical y desértico.

B. Zonas de climas templados


Las zonas de climas templados se extienden por los dos hemisferios, desde la zona de climas
cálidos hasta las zonas de climas fríos.
Las zonas templadas presentan una diversidad climática según la latitud, la altitud y la
proximidad al mar. En general, se distinguen tres climas: oceánico, mediterráneo y continental.
Los climas templados tienen en común la existencia de cuatro estaciones: una estación
invernal (fría) y otra estival (calurosa) y, entre ellas, dos estaciones intermedias (primavera y otoño).

C. Zonas de climas fríos


Las zonas de climas fríos comprenden las zonas polares y las tierras de alta montaña situadas
a más de 2500 metros de altitud.
El clima polar y el clima de alta montaña se caracterizan por la duración y crudeza de los
inviernos. Las precipitaciones son escasas y a menudo en forma de nieve

20
EL AGUA EN LA TIERRA
Según un cálculo estimado, en la Tierra
hay 1.36 mil millones de km3 de agua, la
mayor parte (97,2%) en los océanos.
Alrededor de 2,15% está congelada en los
glaciares, especialmente en Groenlandia y
la Antártida; gran parte del 0,65% restante
está en la atmósfera, aguas subterráneas,
lagos, pantanos y ciénagas. Sólo el
0,0001% del agua de la hidrosfera está en
los cauces de arroyos y ríos en algún
momento.

EL CICLO HIDROLÓGICO
El agua está en continuo movimiento, del océano a la tierra y de la tierra al océano, en un ciclo
interminable. El agua está por todas las partes de la Tierra: en los océanos, los glaciares, los ríos,
los lagos, el aire, el suelo y en el tejido vivo.
El agua puede cambiar rápidamente de un estado de materia (sólido, líquido o gaseoso) a otro a
las temperaturas y las presiones existentes en la superficie de la Tierra. Por consiguiente, el agua
se mueve constantemente entre la hidrosfera, la atmósfera, la tierra sólida y la biosfera. Esta
circulación interminable del suministro de agua de la Tierra se denomina ciclo hidrológico.
El ciclo hidrológico es un sistema mundial gigantesco impulsado por la energía del sol, en el cual la
atmósfera proporciona el nexo vital entre los océanos y los continentes. El agua se evapora en la
atmósfera desde el océano y, en un grado mucho menor, desde los continentes. Los vientos
transportan este aire cargado de humedad, a menudo a grandes distancias, hasta que las
condiciones hacen que la humedad se condense en nubes y caiga como precipitación. La
precipitación que cae en el océano ha completado su ciclo y puede comenzar otro. El agua que cae
en el continente, sin embargo, debe completar su camino de vuelta al océano.
Una parte del agua penetra en el suelo (infiltración) y se mueve hacia abajo. Cuando la velocidad
de caída de la lluvia es mayor que la capacidad del suelo para absorberla, el agua adicional fluye
en un proceso denominado escorrentía. Gran parte del agua que se infiltra o escurre vuelve a la
atmósfera por medio de la evaporación desde el suelo, los lagos y las corrientes. Además, una parte
del agua que se infiltra en el suelo es absorbida por las plantas, que después la liberan a la
atmósfera. Este proceso se denomina transpiración. Dado que no se puede distinguir entre la
cantidad de agua que se evapora y la cantidad que es transpirada por las plantas, se usa el término
evapotranspiración para definir el efecto combinado.
Cuando la precipitación cae en áreas muy frías (en latitudes o elevaciones altas), el agua no puede
infiltrarse, correr o evaporarse inmediatamente y entra a formar parte de un campo de nieve o de
un glaciar. De esta manera, los glaciares almacenan grandes cantidades de agua sobre el terreno.
El balance hidrológico ayuda a determinar la disponibilidad de agua en el tiempo y espacio y sirve
para identificar el déficit o falta de agua, si se compara con la demanda.

21
LAS AGUAS OCEÁNICAS
El océano contiene un 97,25% del total del agua que forma la hidrósfera. El agua de mar es salada
por la concentración de sales minerales disueltas que contiene. La salinidad es la concentración
total de iones disueltos presentes en el agua y varía de un punto a otro. Debido a la mayor
evaporación del agua, los mares cálidos presentan una mayor concentración de sales.
De todos los mares abiertos, el Mar Rojo es el de mayor salinidad (40‰), rodeado de regiones
áridas y el Mar Báltico es el de salinidad menor (6‰). Las diferencias de salinidad entre masas de
agua junto a las de temperatura producen diferencias de densidad, que es una de sus propiedades
más importantes ya que su variación provoca las corrientes marinas. La temperatura varía en los
océanos con la profundidad y la latitud (latitudes bajas presentan aguas cálidas mientras que
latitudes altas aguas frías). En las latitudes medias y bajas es típica la presencia de 3 capas en
profundidad con diferentes características térmicas:
Capa superficial o epilimnion: afectada por la temperatura exterior y la radiación solar, tiene una
profundidad de unos 200 m; la temperatura (de 12 a 30ºC según latitud) suele ser bastante uniforme
gracias a la mezcla que produce el oleaje.
Capa de transición o termoclina: situado debajo de la anterior capa cálida, aquí se produce un
descenso brusco de la temperatura con la profundidad, el límite es muy variable, según la latitud y
estación del año, pudiendo llegar a 1.000 m de profundidad. Esta agua fría (más densa) situada
debajo de la cálida (menos densa), impide la mezcla del agua cálida con las aguas profundas.
Capa profunda o hipolimnion: presenta temperaturas frías (0-5ºC) y constantes (con poca o nula
variación térmica, aunque en algunos casos disminuye la temperatura muy lentamente con la
profundidad), ya que la termoclina impide la mezcla con las aguas cálidas superficiales, por lo que
también disminuye e incluso puede desaparecer el oxígeno disuelto.
En los períodos de clima más frío se forman grandes capas de hielo y glaciares. En la medida que
una mayor cantidad de agua se acumula en forma de hielo, menor será el agua disponible en los
otros componentes del ciclo; lo contrario sucede durante los períodos más cálidos. Durante la última
glaciación, los glaciares cubrieron casi un tercio de la superficie terrestre y los océanos eran unos
120 m más bajos que en la actualidad. Alrededor de 3.000.000 de años atrás, cuando la Tierra era
más cálida, los océanos habrían estado 50 m por sobre el nivel medio actual.
22
Mapa del sur de Argentina que muestra la posición de la línea
de costa en los momentos de estabilización aparente del
nivel del mar (Ponce y Rabassa, 2012).

Movimientos de las Aguas Oceánicas


Existen corrientes en los océanos que mueven grandes masas de agua alrededor de la Tierra. Estos
movimientos tienen una gran influencia en el ciclo del agua y el clima. La Corriente del Golfo, es
una conocida corriente cálida del Océano Atlántico, que mueve agua desde el Golfo de México a
través del Océano Atlántico, hacia Gran Bretaña. A una velocidad de 97 km/día, esta corriente
mueve 100 veces más agua que todos los ríos sobre la Tierra. Como proviene de regiones cálidas,
mueve agua cálida hacia el Atlántico Norte, lo cual afecta el clima de algunas áreas, por ejemplo, el
Oeste de Inglaterra.
Las aguas de los océanos son grandes masas que se mueven incesantemente; las causas de dicho
movimiento pueden ser terrestres (vientos, diferencias de temperatura, salinidad, sismos, etc.) o
cósmicas (Sol y la Luna, pero más esta última). Los principales movimientos son:
Olas: Las olas son ondas provocadas por el viento en la superficie del mar. Cada ola está formada
por una cresta y un valle y se caracteriza por su amplitud, longitud y período. La amplitud es la
distancia vertical (altura) entre las crestas y el seno de la ola. La longitud es la distancia horizontal
entre dos crestas sucesivas. El periodo es el tiempo que demora en pasar dos crestas sucesivas
por un punto de observación, es decir, es una medida de la velocidad de la ola. El tamaño de las
olas es variable, depende principalmente de la longitud de arrastre, o sea de la extensión sobre la
cual el viento actua empujando el agua.

23
Mareas: Las mareas son ascensos y descensos periódicos del nivel del mar, acompañados por
corrientes horizontales que pueden ser muy frecuentes en ciertos lugares. El periodo en el que el
nivel del agua esta alto se denomina pleamar y el de aguas bajas bajamar. Ocurren una vez por día
en algunos puntos del océano y dos veces por día en otros, de los que reciben respectivamente las
denominaciones de marea diurna y marea semidiurna. Las mareas mixtas son aquellas que tienen
pleamar y bajamar principales, intercaladas con una oscilación secundaria. Las mareas son
provocadas por la atracción gravitatoria de la Luna sobre el océano y en menor medida por la
atracción gravitatoria del Sol. Las mareas varían de amplitud según la época del año.
Tsunamis y ondas de tormenta:
Existen fenómenos de aparición de irregular en la superficie del mar, que, aunque muy esporádicos,
poseen gran energía y suelen producir efectos catastróficos. Uno de ellos es una onda de traslación
que recibe el nombre de tsunami o maremoto. Es provocada por el movimiento sísmico en el lecho
del océano y tiene la forma de una ola solitaria de gran altura, que se desplaza a una velocidad de
200 km/h. Al llegar a la costa su efecto destructivo es enorme, las ondas penetran tierra adentro con
gran violencia. Su dinámica es bastante diferente a la de las olas normales, además de su gran
velocidad, se parece más a un movimiento de marea. Su longitud de onda puede ser de varios
kilómetros.
Las ondas de tormentas son las variaciones del nivel del mar provocadas por los ciclones tropicales
y tormentas semejantes. Los fuertes vientos que se producen deprimen el nivel del mar a barlovento
y lo elevan a sotavento. Por lo tanto, las costas situadas a sotavento sufren inundaciones. El oleaje
que acompaña a la elevación del nivel es muy fuerte.

AGUAS CONTINENTALES
El agua continental tiene una concentración salina baja: se consideran aguas dulces las que
contienen como máximo 1 gr de sales disueltas por litro. La naturaleza y cantidad de estas sales
depende de la naturaleza del sustrato geológico. En general, la sal más abundante en el agua dulce
es el carbonato de calcio, que caracteriza este tipo de agua igual que el cloruro de sodio caracteriza
el agua oceánica.
El agua en los continentes se distribuye de la siguiente manera: 69% en los glaciares, 30% en las
aguas subterráneas y 1% en ríos y lagos. La mayor parte de nuestras reservas de agua dulce está
en zonas polares y no es asequible. Las aguas corrientes superficiales incluyen a los ríos, que
pueden estar secos en algunos períodos. Cada región posee una red de drenaje formada por todos
sus ríos y arroyos; éstos se agrupan en cuencas hidrográficas que son territorios cuyas aguas fluyen
a un mismo río principal; la línea que envuelve a una cuenca hidrográfica y que la separa de la
adyacente se denomina divisoria de aguas.

Propiedades físicas del agua


Cuando el agua se mueve se dice que fluye, deformándose de tal manera que unas partes se
mueven más rápidas que otras. Existen dos tipos de flujo: laminar y turbulento. El flujo laminar puede
ser visualizado como un flujo de láminas o líneas de agua, resbalando suavemente unas sobre
otras. La velocidad es siempre baja y la capacidad de erosión y trasporte es casi nula. El flujo
turbulento se caracteriza por remolinos irregulares, con intercambio constante de masa de agua en
el interior del flujo y la velocidad de este varía continuamente. Su capacidad de erosión y transporte
de sedimentos es mucho mayor, dependiendo de la velocidad y profundidad del flujo.
Cuando el agua fluye en un cauce, corre a una velocidad que depende de la pendiente y la rugosidad
del fondo. Las capas inferiores son frenadas la rugosidad en mayor medida que las superiores. Se
observa, de esta manera, una velocidad creciente desde el fondo hacia arriba, hasta llegar a un
máximo cerca de la superficie y luego disminuye nuevamente, debido a que en la superficie la
fricción con el aire provoca un retardo. El agua como fluido tiene una tendencia natural a desplazarse
24
formando ondas y movimientos helicoidales, lo que se pone en manifiesto en la forma que adoptan
los cauces fluviales y los depósitos sedimentarios.

Los ríos
Estos cursos fluviales fluyen desde las cumbres montañosas hacia puntos de menor altitud y
finalizan su recorrido cuando vierten sus aguas en otro río, lago, mar interior o en un océano. Los
ríos no solo transportan el agua, sino que también ejercen otras funciones importantes: erosionan
las rocas, transportan materiales (disueltos, en suspensión o por arrastre), depositan sedimentos
en determinadas zonas, transforman el relieve destruyendo el existente y creando nuevas formas
(deltas, valles en V, terrazas fluviales y otras), facilitan el crecimiento de seres vivos (por ejemplo,
la vegetación de ribera solo se desarrolla en los márgenes de los cursos fluviales) y favorecen la
formación de depósitos de agua subterráneos.
El ser humano utiliza los ríos para poder llevar a cabo un gran número de actividades. Entre otras
utilidades, destaca el abastecimiento de agua para los cultivos de regadío, las industrias o los
habitantes de pueblos y ciudades, el transporte fluvial de personas y mercancía, la generación de
energía hidroeléctrica o el aprovechamiento de sus recursos pesqueros.

El régimen
El régimen de un río es la variación estacional del caudal medio mensual durante el transcurso del
año, debida a la desigual distribución de las precipitaciones en la cuenca hidrográfica. En función
de la precipitación predominante se distingue:
Régimen nival: Predomina en los ríos situados en las proximidades de las cumbres montañosas,
donde las bajas temperaturas favorecen que la precipitación sea en forma de nieve. El caudal del
río presenta un máximo coincidiendo con el deshielo de las nieves acumuladas durante el invierno.
Régimen nivopluvial: Combina la precipitación en forma de nieve y de lluvia, aunque con predominio
de la primera. Este régimen presenta un máximo principal producido por la fusión de la nieve en
primavera, acompañado por otros máximos secundarios originados por las lluvias.
Régimen pluvionival: En este caso, la influencia del deshielo es más atenuada debido a que la
precipitación en forma de nieve es minoritaria, con mayor influencia del ciclo anual de lluvias. Este
régimen es propio de los ríos de montañas de poca altitud.
Régimen pluvial: La variación del caudal depende exclusivamente de las lluvias, reflejando fielmente
el ciclo anual de precipitación, por lo que este régimen se produce en áreas geográficas donde no
nieva.

EL AGUA SUBTERRÁNEA
Es el agua que se aloja y circula en el subsuelo, conformando los acuíferos. La fuente de aporte
principal es el agua de lluvia mediante el proceso de infiltración. Otras fuentes de alimentación
localizada pueden ser los ríos, arroyos, lagos y lagunas. El agua subterránea se sitúa por debajo
del nivel freático y satura completamente los poros y/o fisuras del terreno y fluye a la superficie de
forma natural a través de vertientes o manantiales o cauces fluviales. Su movimiento en los
acuíferos es desde zonas de recarga a zonas de descarga, con velocidades que van desde m/año
a cientos de m/día, con tiempos de residencia largos, resultando grandes volúmenes de
almacenamiento, característicos del agua subterránea.
La capa superior del suelo es la zona no-saturada, donde las cantidades de agua varían con el
tiempo, pero no alcanzan a saturar el suelo. Por debajo, se encuentra la zona de saturación, dónde
todos los poros, grietas y espacios entre las partículas de roca se encuentran llenos de agua. El
término agua subterránea es utilizado para describir esta zona. Otro término para el agua

25
subterránea es "acuífero". Los acuíferos son los grandes almacenes de agua en la Tierra y muchas
personas alrededor de todo el mundo dependen del agua subterránea en su diario vivir.

Factores que influyen en el almacenamiento y la circulación de las aguas subterráneas


El tipo de materiales subsuperficiales influye en la velocidad del movimiento del agua subterránea
y en la cantidad de agua subterránea que se almacena. Dos factores son especialmente
importantes: porosidad y permeabilidad.

Porosidad
El agua embebe el terreno porque el lecho de roca, el sedimento y el suelo tienen innumerables
huecos o aperturas. Estas aperturas son similares a las de una esponja y se denominan poros. La
cantidad de agua subterránea que se almacena depende de la porosidad del material, (definida
como el porcentaje del volumen total de roca o de sedimento formado por los poros). También alojan
agua las diaclasas, las fallas, las cavidades formadas por disolución de la roca soluble, como la
caliza y las vesículas (vacíos dejados por los gases que escapan de la lava).
Permeabilidad
La porosidad, por sí sola, no puede medir la capacidad de un material para suministrar agua
subterránea. Las rocas y sedimentos pueden ser muy porosos, pero deben estar conectados para
permitir el flujo de agua y deben ser lo bastante grandes para permitirlo. Por tanto, la permeabilidad
de un material, que es su capacidad para transmitir un fluido, es también muy importante.

Acuíferos
Son formaciones geológicas capaces de almacenar y transmitir el agua subterránea a través de
ella, pudiendo extraerse en cantidades significativas mediante obras de captación. No todas las
formaciones geológicas tienen la capacidad de almacenar y transmitir agua, encontrándose
formaciones que pudiendo contener agua no la transmiten en condiciones naturales y por lo tanto
no es posible extraerla, son los llamados acuícludos (ej. arcillas), otras formaciones no son capaces
de almacenar ni transmitir el agua subterránea, son impermeables y se las llama acuífugos (ej.
granitos, gneiss) y por último encontramos los acuitardos (ej. limos, limos arenosos), que son
formaciones semipermeables, que transmiten el agua muy lentamente y que resulta muy difícil su
extracción mediante obras de captación, pero que son importantes para la recarga de acuíferos
subyacentes, debido a la posible filtración vertical o drenaje. Los acuíferos se clasifican, en función
de su estructura y el tipo de porosidad derivada de los materiales que conforman el acuífero.
Acuíferos libres: Su piso es
impermeable y su techo está a
presión atmosférica. La recarga de
este tipo de acuífero es directa y se
realiza por infiltración del agua de
lluvia a través de la zona no
saturada o por infiltración de ríos o
lagos.
Acuíferos confinados: Están
limitados en su parte superior por
una formación de baja a muy baja
permeabilidad. La presión
hidrostática en el techo del acuífero
es mayor a la atmosférica y la recarga es lateral.

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Acuíferos semiconfinados: En estos, el techo, el piso o ambos, están formados por capas de baja
permeabilidad que, si bien dificultan, no impiden la circulación vertical del agua. Los acuíferos
semiconfinados se recargan y descargan a través de las unidades de baja
permeabilidad denominada semiconfinante, filtrante o acuitardos.

Ejemplos de Acuíferos de la Argentina


En un mundo en el que agua es un recurso estratégico, Sudamérica y en particular
la Argentina, están en condiciones de abastecer de agua potable al mundo por
varios siglos.
El acuífero Guaraní (en color naranja en el mapa) es una reserva
subterránea de agua de 1.200.000 km² de extensión y ocupa parte de
Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Es una de las reservas de agua dulce de
calidad más grandes del mundo; con sus 45.000 Km³ de agua podría
abastecer a la población mundial durante 200 años. Tiene entre 50 y 800 m de
espesor y se calcula que el acuífero guaraní se formó hace 145 millones de años.
El Sistema Acuífero Toba (en color rosado en el mapa) abarca en la República Argentina una
superficie aproximada de 210.000 km2, correspondiendo a un 7,7% de la superficie continental del
territorio nacional. Incluye a las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Formosa, Chaco y Santiago
del Estero. Se extiende también a los vecinos países de Bolivia y Paraguay

Circulación de las aguas subterráneas


El movimiento de la mayor parte del agua
subterránea es muy lento, de poro a poro, de
pocos cm/día. La energía que hace mover el agua
subterránea la proporciona la gravedad. El agua
se mueve desde áreas donde el nivel freático es
elevado a zonas donde éste es bajo. Esto
significa que el agua tiende hacia un cauce de
corriente, lago o manantial.
En la figura se muestra cómo percola el agua en
una corriente desde todas las posibles direcciones. Algunas trayectorias retornan hacia arriba,
según parece en contra de la fuerza de la gravedad y entran por el fondo del cauce. Esto se explica
fácilmente: cuanto mayor sea la profundidad en la zona de saturación, mayor será la presión del
agua. Los recovecos seguidos por el agua en la zona saturada son un compromiso entre el empuje
hacia abajo de la gravedad y la tendencia del agua a desplazarse hacia áreas de presión reducida.

Contaminación del agua subterránea


La contaminación del agua subterránea es
una cuestión relevante, en particular cuando
los acuíferos proporcionan gran parte del
suministro de agua. Un origen común de la
contaminación del agua subterránea son las
aguas servidas.
Entre sus fuentes se cuenta un número
creciente de fosas sépticas, así como
sistemas de alcantarillados inadecuados o rotos y desechos de las granjas. Si las aguas residuales
contaminadas con bacterias entran en el sistema de aguas subterráneas, pueden purificarse
mediante procesos naturales. Las bacterias peligrosas pueden ser filtradas mecánicamente por el
27
sedimento a través del cual el agua percola, destruidas por oxidación química o asimiladas por otros
microorganismos. Para que se produzca purificación, sin embargo, el acuífero debe ser de la
composición correcta. Por otro lado, cuando el acuífero está compuesto por arena o arenisca
permeable, a veces puede purificarse después de viajar por él sólo unas docenas de metros. Los
huecos entre los granos de arena son lo bastante grandes como para permitir el movimiento del
agua, pero este movimiento es, por otro lado, lo bastante lento como para permitir un tiempo
prolongado de purificación.
Otras fuentes y tipos de contaminación amenazan los suministros de agua subterránea. Entre ellos
se cuentan los fertilizantes y los pesticidas. Además, puede escaparse productos químicos y
materiales industriales de las tuberías, tanques de almacenamiento, los depósitos y los estanques
de retención. Algunos de esos contaminantes son peligrosos, es decir inflamables, corrosivos,
explosivos y/o tóxicos. En los vertederos, los posibles contaminantes se amontonan o se expanden
directamente sobre el terreno. Cuando el agua de lluvia circula a través de la basura, puede disolver
variados materiales orgánicos e inorgánicos. Si el material lixiviado alcanza el nivel freático, se
mezcla con el agua subterránea y la contamina.

Bibliografía

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Estación meteorológica. Guía didáctica. Cap 9. Colección encuentro INET. CABA, Argentina. 52
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MONROE, J. S., WICANDER, R. & POZO, M. (2008). Geología. Dinámica y evolución de la tierra.
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TARBUCK, E.J. & LUTGENS, F.K. (1999). Ciencias de la Tierra: una introducción a la geología
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