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Danzas Saturnales:

Las danzas saturnales, eran las dedicadas al dios Saturno. Se celebraban

oficialmente el día de la consagración del templo de Saturno en el Foro romano, el

17 de diciembre, con una serie de sacrificios y un banquete público festivo.

Pero esta fiesta era tan apreciada por el pueblo, que de forma no oficial se

festejaba a lo largo de siete días, del 17 al 23 de diciembre y las autoridades

estatales se vieron obligadas incluso a atender a la costumbre popular. Las

Saturnales eran, si se permite la comparación, Navidad y Carnaval a un mismo

tiempo y el cristianismo victorioso de la Antigüedad tardía se las vio negras y

deseó para acabar con la fiesta pagana. Probablemente las saturnales fueron la

fiesta de culminación de los trabajos del campo, celebradas luego de concluir la

siembra de invierno. En medio de las dificultades de la II guerra Púnica, cuando

Aníbal se encontraba en Italia, la fiesta oficial del dios Saturno se rehízo de

acuerdo con el ritual griego. Pero esta reforma no afectó al carácter de la

celebración popular, en la que todos se esforzaban por pasárselo bien.

Los soldados romanos, en las fiestas Saturnales, treinta días antes, elegían al más

bello de ellos y le proclamaban rey, vistiéndose como tal y proporcionándose sus

atributos.

Durante esos días tenía todo el poder como rey sobre los soldados, y el último día

era obligado que se suicidase en el altar del dios Saturno, al que representaba.

En Olimpia, Creta, Roma y otras poblaciones de Grecia sacrificaban cada año a

un hombre que representaba a Kronos, o Cronos, que era el equivalente al


Saturno de los romanos. Así, en Rodas se le llevaba a las afueras de la ciudad, y

se le ejecutaba. Los judíos también cuando celebraban la fiesta de Purim,

crucificaban una efigie de Amán, y luego la quemaban.

Otra teoría es la institucionalización de la fiesta en Roma por Publius Hostillius

dedicándola al primer santuario en honor a Saturno y cuya liturgia se estableció en

el año 217 a.C. Es indudable que todo esto perteneció a un rito. Es rito en cuanto

se da una periodicidad fija, anual.

El dios Saturno:

Saturno es el hijo menor de Urano, el Cielo, y de la antigua Tellus, la Tierra, tras

derrocar a su padre Saturno obtuvo de su hermano mayor Titán el favor de reinar

en su lugar. Titán puso una condición: que Saturno debía matar a toda su

descendencia, para que la sucesión del trono se reservase a sus propios hijos.

Saturno se casó con Ops (Cibeles), con quien tuvo varios hijos que devoró

ávidamente, como había convenido con su hermano. Sabiendo además que un

día sería a su vez destronado por uno de sus hijos, exigía a su esposa que le

diese a los recién nacidos. Sin embargo, Cibeles logró salvar a Júpiter. Éste, una

vez adulto, hizo la guerra a su padre, derrotándole y expulsándole del cielo. Así la

dinastía de Saturno perduró en detrimento de la de Titán.

Se dice que Saturno quedó reducido a la condición de simple mortal, yendo a

refugiarse al Lacio, donde puso orden entre los hombres salvajes y les dio leyes.

Según la Teogonía de Hesíodo su reino fue la edad de oro, dado que sus pacíficos

súbditos fueron gobernados con suavidad. Se restableció la igualdad de

condiciones: ningún hombre estaba al servicio de otro, nadie poseía nada en


propio y todas las cosas eran comunes, como si todos sólo hubieran tenido una

misma herencia.

Danzas Lupercales:

En los tiempos de Julio Cesar, las danzas lupercales eran un sobrevivir de las

danzas dionisíacas y su nombre deriva de Luperci, de los sátiros que adoraban a

Pan, vestidos con pieles de chivo.

Las Lupercales presentan muchos puntos oscuros, empezando por la misma

etimología del nombre, de la cuál sólo sabemos con certeza que está relacionada

con lupus (lobo).

Saturnales-Dedicadas a Saturno, también llamadas Danzas cereales, eran de

carácter alegre pero no inmoral, imitaban con saltos el crecimiento del cereal, se

producía un cambio de indumentaria.

Sobre estas, el Dr. Manuel de Lecuona nos señala:

«Las lupercales son uno de los números de las fiestas o prácticas de “februación”

o purificación.

Ovidio cuenta entre las “februas” de las lupercales, la torta de harina tostada y sal.

La gente que en tropel baja por las vías del Palatino se dirige a la antigua cueva,

hoy templo, de las Lupercales, donde los pastores tienen establecido el culto del

dios Pan, y donde se ofrecen también los sacrificios “februales” en ellos se inmola

un macho cabrío.

Con la sangre se tiñen de rojo sus caras los sacerdotes; con la piel cubren la

desnudez mayor de su cuerpo; fingen luego una lucha entre sí y por fin, salen
disparados por todas las calles del Palatino azotando a los que encuentran, con

las tiras de piel del propio animal sacrificado.

Y a la carrera siempre como los porreros, buscan sin descanso, no precisamente

una víctima en quien descargar sus iras, sino un sujeto sobre quien ejercer la

virtud expiatoria de la azotaina.

En otros de los “februales”: creen las mujeres que sus latigazos les conferirán el

don de la fecundidad.

He ahí los hechos».

Los Lupercos, vestían rústicamente con las pieles de los animales sacrificados,

según algunos autores, o bien desnudos según otros, iniciaban una carrera al

rededor del Palatino. Esta carrera imitaría, según Ovidio (Fasti II, 365-380), la de

Remo y Rómulo para salvar los toros de este último.

http://www.lacomarcadepuertollano.com/comarca/viejo_mensual/car2000/pag3.ht

ml

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