La influencia de las nuevas tecnologías en la conducta humana

Actualmente, vivimos en una época donde las innovaciones tecnológicas han sido introducidas en
nuestras vidas. En el ámbito psicológico, se busca comprender la mente humana y el comportamiento, un
fin que no es ajeno a esta influencia. El impacto de la tecnología es innegable y es importante destacar
que influye en el bienestar de las personas a nivel global.

Por un lado, el uso excesivo y constante de las redes sociales o los videojuegos puede tener consecuencias
en lo que se refiere a salud mental, como el incremento de la ansiedad, la depresión o el insomnio, sobre
todo en personas jóvenes. Esto se observa, por ejemplo, en la presión que tienen ciertas personas por
mantener una imagen idealizada de la vida o la obsesiva comparación con los demás. Con respecto al
insomnio, la luz de las pantallas afecta nuestro ciclo de sueño e influye en nuestro estado de ánimo. No
obstante, hay herramientas que sí ayudan al bienestar como aplicaciones o vídeos que promueven el
denominado “mindfulness” y seguimientos de bienestar emocional o monitores de patrones de sueño.
Además, se tiene acceso a diferentes plataformas que proporcionan atención psicológica virtual y se ha
demostrado que es totalmente eficaz.

También, cabe destacar que la dependencia y adicción de los dispositivos móviles influye directamente
en la conducta humana, ya que la mayoría de las personas llevan consigo en todo momento sus teléfonos
móviles. Esta atención persistente a las notificaciones o redes sociales se hace notar y conlleva la
disminución de la concentración entre otros aspectos.

Por otro lado, la tecnología no sólo ha tenido un impacto negativo sino que también facilita la
comunicación y las relaciones con nuestro entorno, especialmente a larga distancia. Asimismo, brinda
oportunidades para aprender y tener acceso rápido a la información. También se pueden ver avances
fundamentales en la medicina o la ciencia, que han mejorado notablemente la calidad de vida de muchas
personas.

En definitiva, las nuevas tecnologías han tenido impactos en nuestra conducta tanto positivos como
negativos. Es conveniente reflexionar sobre el uso que hacemos de ellas, considerar los efectos en nuestro
desarrollo y buscar un cierto equilibrio.