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“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de


él.” (Proverbios 22:6 (Reina-Valera 1960 (RVR1960).

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PREFACIO

La sagrada escritura nos presenta a un solo Dios, el cual debemos


conocer, esta es nuestra enseñanza: Oye, Israel: Jehová nuestro Dios,
Jehová uno es” (Deuteronomio 6:4).y es la que seguiremos enseñando a
nuestros hijos en todas las generaciones: “Pero Dios es uno” (Gálatas
3:20). La creencia en un solo Dios se llama monoteísmo, que proviene de
dos palabras griegas: monos, que significa solo, solitario, uno; y teos, que
significa Dios. Cualquier persona que no acepta el monoteísmo puede ser
clasificado como uno de los siguientes: un ateo - uno que niega la
existencia de Dios; un agnóstico - uno que asevera que la existencia de
Dios es desconocida y probablemente inconocible; un panteísta - uno que
iguala a Dios con la naturaleza o las fuerzas del universo; o un politeísta -
uno que cree en más de un Dios. El diteísmo, la creencia en dos dioses, es
una forma de politeísmo, y también lo es el triteísmo, la creencia en tres
dioses. Entre las religiones del mundo, tres son monoteístas: el judaísmo,
el islam, y el cristianismo.

La importancia de este manual es conocer por medios de preguntas la


unicidad de la cual las sagradas escrituras enseñan desde el libro de
génesis hasta apocalipsis, donde de principio a fin Dios manifiesta que él
es uno y uno su nombre. La Deidad no puede ser dividida en personas,
Dios es inmaterial no tiene carne ni huesos (Lucas 37:39), Dios es Espíritu
(Juan 4:24). Y el monoteísmo tiene su origen en la revelación divina. No
está basada en teorías filosóficas o semánticas, sino en la afirmación
Bíblica que hay un solo Dios. Espero que este manual sea bendiciendo la
vida de muchas almas, como la de cada uno de los miembros de la iglesia
del señor Jesucristo. Las citas Bíblicas en su mayoría se han escrito
textualmente para facilitar el aprendizaje de los consejos para la
evangelización personal, sin quitarle el objetivo fundamental el cual es
hacerlo sencillo y comprensible para el lector.

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OBJETIVO

Fundamentar las enseñanzas de la unicidad como bases y principios de


los creyentes atraves de preguntas y respuestas que se desprenden de las
sagradas escrituras.
Podemos también con estas preguntas memorizar las respuestas
mediante los textos bíblicos, que hará que el estudiante de la biblia se
vuelva un creyente práctico en el conocimiento de la doctrina fundamental
de nuestra creencia monoteísta.
Lo que Dios más exige de los creyentes es que obtengamos conocimiento
de su palabra:
Todo hombre prudente obra con conocimiento, pero el necio ostenta
necedad. (Proverbios 13:16).
La lengua del sabio hace grato el conocimiento, pero la boca de los necios
habla necedades. (Proverbios 15:2)
El hombre prudente oculta su conocimiento, pero el corazón de los necios
proclama su necedad. (Proverbios 12:23).
Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento. Por cuanto tú has
rechazado el conocimiento, yo también te rechazaré para que no seas mi
sacerdote; como has olvidado la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de
tus hijos. (Oseas 4:6).
Porque en la mucha sabiduría hay mucha angustia, y quien aumenta el
conocimiento, aumenta el dolor. (Eclesiastés 1:18).
Pero además de esto, hijo mío, estate prevenido: el hacer muchos libros no
tiene fin, y demasiada dedicación a ellos es fatiga del cuerpo. (Eclesiastés
12:12).
¿Vale la pena el esfuerzo? Sí, porque esa sabiduría “consigue buena
voluntad de Jehová” y puede conducir a la vida eterna. ¡Qué tesoro! ¿Ha
empezado usted a buscar personalmente este conocimiento tan
importante? (Salmo 119:105; Proverbios 8:34-36.)Dios te ayude en el
conocimiento de su palabra.

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Fredy José Delgado Molina


Pastor y Teólogo

“Acuérdense de quienes los han dirigido y les han anunciado el mensaje de


Dios; mediten en cómo han terminado sus vidas, y sigan el ejemplo de su
fe. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre.” (Hebreos 13:7-8).

Dedicatoria

Primeramente a mi maestro y salvador Jesús el Cristo, mi único y


verdadero Dios.
A las iglesias Pentecostales y Apostólicas del nombre del Señor Jesús en
todo el mundo, a cada hermano por sus oraciones y por cada pastor que
con sus enseñanzas han sido de inspiración en las predicaciones recibidas
y vividas en el evangelio de salvación.

Gracias a cada país a donde llega este libro por su apoyo y lectura de cada
una de estas enseñanzas.
A mi familia querida conformada por mi amada esposa Gloria Vergara, mis
hijas: Shelby, y Sharon Delgado.

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TEMAS DE UNICIDAD PARA JOVENES

Los temas de unicidad en forma de pregunta son muy importantes para el


estudiante de las sagradas escrituras, donde podrá interactuar con sus
hermanos realizando preguntas que le ayudara a responder
inmediatamente con el versículo correspondiente y desarrollado. Dios
quiere que estemos solícitos en guardar la unidad, así como él es uno, y
que estemos en paz mediante la gracia conforme la medida de cristo, que
es nuestro gran Dios y salvador. Él es el mismo que descendió, él es el
mismo que subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. Y
nosotros estamos completos en él, en Jesús, él es quien nos perfecciona en
el conocimiento de su palabra, para que no seamos niños fluctuantes
llevados por doquier de todo viento de doctrina, porque en el mundo hay
hombres que usan el engaño con astucia las artimañas del error. Dios
(Jesús), quiere que recibamos su conocimiento para el crecimiento y
edificación de su amor. Como cristianos debemos crecer en su gracia y
conocimiento, como lo explica la escritura:

“Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y


Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad.
Amén.” (2 Pedro 3:18).

“Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia
del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he
perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo” (Filipenses 3:8).

“y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.” (Santiago 4:17).

“vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a


vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento” (2 Pedro 1:5).

Hermanos espero que estas preguntas con su respuesta escritural les sirva
para enseñarles a los demás la unicidad de Dios, el apóstol Pablo nos dice:
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no
tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Timoteo
2:15). Y esta es la palabra de verdad, la palabra de Dios en tu vida, feliz
aprendizaje:

1. ¿Quien prometió venir a salvarnos?


“……Dios mismo vendrá, y os salvará.” (Isaías 35:4).

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2. ¿Con que nombre se dio a conocer Dios cuando se manifestó a


su pueblo?

Con el nombre de Jesús: “He manifestado tu nombre a los hombres que


del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu
palabra.” (Juan 17:6). Él es Emanuel, Dios con nosotros: “He aquí, una
virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que
traducido es: Dios con nosotros”. (Mateo 1:23).

3. ¿Qué paso cuando Dios vino a los suyos?

“Ellos (Los Judíos) no le recibieron” (Juan 1:11).

4. ¿Todos los que Creen en Dios se Salvan?

No, porque hay muchos que creen en Dios pero no le obedecen: “¿No
sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los
fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que
se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni
los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. ” (1 Co.
6:9,10), “envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a
estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que
los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.” (Gálatas
5:21).

5. ¿Creen los demonios en un solo Dios?


Si, Santiago 2:19 dice: “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los
demonios creen, y tiemblan.”

6. ¿El bautismo en el nombre de Jesús, es necesario para la


salvación?

“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva….” (1 Pedro 3:21).

“El que creyere y fuere bautizado, será salvo…” (Marcos 16:16).

7. ¿Para qué es el bautismo en el nombre de Jesús?


Para el perdón de los pecados “y que se predicase en su nombre el
arrepentimiento y el perdón de pecados…” (Lucas 24:47).

8. ¿Es Jesucristo el padre eterno?


Si, Isaías 9:6 dice: “y se llamará su nombre Padre Eterno”
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9. ¿Es verdad que Jesús y el padre son uno?


“Yo y el Padre uno somos.” (Juan 10:30).

10. ¿El que ha visto a Jesús ha visto al padre?

“Si, Jesús dijo….El que me ha visto a mí, ha visto al Padre….” (Juan 14:9).

11. ¿A quien quería ver Felipe cuando le dijo a Jesús que le


mostrara el padre?

Él quería ver a Dios, porque el padre es Dios y Jesús le dijo que él, es
Dios: “Unos decían: Él es; y otros: A él se parece. Él decía: Yo soy. Y le
dijeron: ¿Cómo te fueron abiertos los ojos? ” (Juan 14:9-10).

12. ¿Qué hace los que aman a Jesús?

Guardan sus mandamientos “Si me amáis, guardad mis mandamientos.”


(Juan 14:15).

13. ¿Jesús dijo que no, nos dejaría huérfanos?

“No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.” (Juan 14:18).

14. ¿Jesús Es El Espíritu Santo?

“Escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo


que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de
Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.” (1 Pedro 1:11).

15. ¿Es verdad que donde está el espíritu del señor, allí hay
libertad?

“Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay
libertad.” (2 Corintios 3:17).

16. ¿A quien envió Dios a nuestros corazones?

“Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su


Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!” (Gálatas 4:6).

17. ¿Dios es espíritu y así mismo quiere sean sus adoradores?

Si, Dios es espíritu, y los que le adoran, en espíritu y en verdad es


necesario que adoren. (Juan 4:24).

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18. ¿El que no tiene el espíritu de Jesucristo, no es de él?

Si, El que no tiene el espíritu de Cristo, no es de él. (Romanos 8:9).

19. ¿Es verdad que el vivir y el morir el Cristo es ganancia?

“Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.” (Filipenses


1:21).

20. ¿Jesús dijo que si lo conocemos a él, vemos y conocemos


a Dios?

“Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le


conocéis, y le habéis visto.” (Juan 14:7).

21. ¿Es Jesús el creador del mundo?

“Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido
hecho, fue hecho.” (Juan 1:3).

“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las
que hay en la tierra, visibles e invisibles…” (Colosenses 1:16).

22. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?

“Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son
perdonados.”(Marcos 2:5).

23. ¿Es verdad que Jesús todo lo puede?

“Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.” (Juan 14:14).


“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era
y que ha de venir, el Todopoderoso.” (Ap. 1:8).

24. ¿Jesús es omnisciente?

“Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos” (Juan


2:24).

“…..todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el


corazón…. (Ap. 2:23).

25. ¿Cómo se llama la estrella resplandeciente de la mañana?

Jesucristo dijo: “Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella


resplandeciente de la mañana.” (Apocalipsis 22.16).
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26. ¿Es verdad que el verbo o Dios, se hizo carne y habito


entre nosotros?

Sí, “….el Verbo era Dios” (Juan 1:1), “Y aquel Verbo fue hecho carne, y
habitó entre nosotros…” (Juan 1:14).

27. ¿Por qué los judíos procuraban matar a Jesús?

“….porque Jesús, no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también


decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.” (Juan 5:18).

28. ¿Diga el capitulo y el versículo donde Tomás llama a Jesús


como su señor y Dios?

“Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!” (Juan


20:28).

29. ¿Pablo presento a Jesucristo como el Dios no conocido a


los atenienses?

“….Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; porque


pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual
estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis,
pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio. (Hechos17:3, 23).

30. ¿Jesucristo es Dios sobre todas las cosas?

“de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo,
el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.”
(Romanos 9:5).

31. ¿Dios tomo la forma de siervo y se hizo semejante a los


hombres?

“El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa
a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo,
hecho semejante a los hombres” (Filipenses 2:6).

32. ¿En Jesucristo habita toda la plenitud de Dios?

“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad”


(Colosenses 2:9).

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33. ¿Quién fue manifestado en carne?

Dios fue quien se manifestado en carne: “E indiscutiblemente, grande es el


misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne…” (1 Timoteo 3:16).

34. ¿Cómo se llama el Rey de reyes, y Señor de señores?

Se llama Jesucristo: “…hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, la


cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de
reyes, y Señor de señores” (1 Timoteo 6:15).

35. ¿Quién encomendó a Pablo la predicación del evangelio?

“y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación


que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador” (Tito
1:3).

36. ¿Qué manifestación gloriosa y bienaventurada esperamos


los cristianos?

La de nuestro gran Dios y salvador Jesucristo: “aguardando la esperanza


bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y
Salvador Jesucristo” (Tito 2:13).

37. ¿El trono del hijo es el trono de Dios?

“Más del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo;
Cetro de equidad es el cetro de tu reino.” (Hebreos 1:8).

38. ¿Cuántos tronos vio Juan en el cielo?

“Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en


el cielo, y en el trono, uno sentado. (Apocalipsis 4:2).

39. ¿Simón Pedro, además de ser siervo y apóstol, llamo a


Jesucristo como su Dios y salvador?

“Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado,


por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente
preciosa que la nuestra” (2 Pedro 1:1).

40. ¿Es Jesús, es el verdadero Dios, y la vida eterna?

Sí, la sagrada escritura dice: “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido,
y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos

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en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida


eterna.” (1 Juan 5:20).

41. ¿Judá, declaro que Jesucristo es nuestro sabio Dios y


salvador?

“al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y
potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.” (Judá 1:25).

42. ¿Quién es el camino, la verdad y la vida?

El camino es Jesucristo, él dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;


nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan14:6).

43. ¿Por qué hay que adorar a Jesús?

Porque delante de él se doblará toda rodilla: “para que en el nombre de


Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y
debajo de la tierra” (Filipenses 2:10).

44. ¿Es verdad que todos los ángeles de Dios, tienen que
adorar a Jesús?

“Y adórenle todos los ángeles de Dios” (Hebreos 1:6).

45. ¿Tuvo María Más Hijos?

Si, la Biblia dice que José “no la conoció (a María) hasta que dio a luz a su
hijo primogénito” (Mateo 1:25). La Biblia habla de los demás hijos de María
con nombres propios: Jacobo, José, Simón, Judas y también tuvo más
hijas:

“¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste
todas estas cosas?” (Mt.13:55-56).

“Más Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y
entre sus parientes, y en su casa.” (Mr. 6:4).

“Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no quería andar


en Judea, porque los judíos procuraban matarle. Estaba cerca la fiesta de
los judíos, la de los tabernáculos; y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y
vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que
haces. Porque ninguno que procura darse a conocer hace algo en secreto.
Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo. Porque ni aun sus hermanos
creían en él.” (Jn. 7:1-5).

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“¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como
también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?” (1 Co.
9:5).

“pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del


Señor.” (Gá. 1:19).

46. ¿Quién es el único mediador?

El único mediador es Cristo: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador


entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5).

47. ¿Por qué no Adoramos la Cruz?

La cruz o madero era un tipo de maldición:

“Si alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte, y lo hiciereis


morir, y lo colgareis en un madero, no dejaréis que su cuerpo pase la
noche sobre el madero; sin falta lo enterrarás el mismo día, porque maldito
por Dios es el colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios te
da por heredad.” (Dt. 21:22-23).

“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición


(porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)” (Gá.
3:13).

“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el


gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se
sentó a la diestra del trono de Dios.” (He. 12:2).

48. ¿Salvan las Buenas Obras?

Nadie puede ser justificado por sus obras, el hombre es salvo por la fe en
Jesucristo:

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” (Ef. 2:8-9)

“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los


santos, y miembros de la familia de Dios” (Ef. 2:19).

49. ¿Qué Significa “A la Diestra de Dios”?

No puede significar mano derecha, porque Dios es Espíritu: “Dios es


Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que

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adoren.” (Juan 4:24)… y un espíritu no tiene carne ni huesos: “Mirad mis


manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no
tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. Y diciendo esto, les mostró
las manos y los pies.” (Lc. 24:39-40), nadie podría hacerse ni a la izquierda
ni a la derecha ni arriba ni abajo de Dios.

50. ¿qué parte de la biblia dice que Dios lo llena todo?

“Mas tan ciertamente como vivo yo, y mi gloria llena toda la tierra”
(Números 14:21).

“El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los
cielos para llenarlo todo.” (Efesios 4:10).

51. ¿Si Jesús es Dios, Por Qué Oró?

Jesús oró porque estaba “en los días de su carne” (He. 5:7). Era humano y
tenía que obedecer la Ley que dice: “Tu oyes la oración, a ti vendrá toda
carne” (Sal. 65:2).

52. ¿Con quién hablaba Dios Cuando Dijo: “Hagamos Al


Hombre”?

“No hay dioses con Dios” (Deut. 32:39). Por lo tanto no hablaba con otro
dios.

53. ¿Cuántos Bautismos Hay?

Ef. 4:5 dice que solo hay “Un bautismo” válido para Dios.

54. ¿Si ya soy bautizado porque tengo que bautizarme


nuevamente?

El apóstol Pablo rebautizaba a personas que no eran bautizadas en el


nombre de Jesús, porque él bautismo que ellos tenían ya no era válido:
“Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después
de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos
discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos
le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo:
¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de
Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo
al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en
Jesús el Cristo.
Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y

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habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo;
y hablaban en lenguas, y profetizaban. ” (Hechos 19:1-6).

55. ¿Utiliza la Biblia la palabra UNO para hacer referencia a


Dios?

Sí, muchas veces la sagrada escritura lo especifica:

“¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios?
¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro,
profanando el pacto de nuestros padres? ” (Mal. 2:10).

“Yo y el Padre uno somos.” (Juan 10:30).

“Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno.” (Gá.3:20).

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre” (1 Ti. 2:5).

56. ¿Cuántos nombres tendrá Dios, en toda la tierra?

“Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y
uno su nombre.” (Zacarías 14:9).

57. ¿Tiene el cristiano un solo Padre Celestial?

Sí, solo tenemos a un Padre, un solo creador celestial:

“¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios?
¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro,
profanando el pacto de nuestros padres? ” (Mal. 2:10).

“Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro


Padre, el que está en los cielos.” (Mt. 23:9).

“un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.”
(Ef. 4:6).

58. ¿Por qué Jesús dijo: "El que me ha visto a mí, ha visto al
Padre"?

Porque Jesús es la misma expresión de la imagen de Dios: “el cual, siendo


el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien
sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la
purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la

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diestra de la Majestad en las alturas” (He. 1:3). Jesús y el Padre es el


mismo, es uno solo: “Yo y el Padre uno somos.” (Jn. 10:30).

59. ¿Es verdad que la plenitud de la Divinidad es revelada en


una persona?

Sí, en Jesucristo, veamos:

“Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado;
pero el que me juzga es el Señor.” (1 Co. 4:4).

“Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud” (Col. 1:19).

“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Col.


2:9).

“El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su


sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder,
habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí
mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas” (He. 1:3).

60. ¿Dice la sagrada escritura que Jesús es el Todopoderoso?

“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era
y que ha de venir, el Todopoderoso.” (Ap. 1:8).

61. ¿Le dijo Jesús a Satanás que sólo Dios debe de ser
adorado?

“…Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo


servirás.”(Mateo 4:10).

62. ¿Cree el diablo en más de un Dios?

“Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y
tiemblan” (Santiago 2:19).

63. ¿Dios participo de la carne y la sangre?

“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también
participó de lo mismo…..” (Hebreos 2:14).

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64. ¿Para qué Dios se manifestó en carne?

Para salvar a los pecadores y destruir al diablo: “Pero vemos a aquel que
fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de
honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de
Dios gustase la muerte por todos. Porque convenía a aquel por cuya causa
son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo
de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de
la salvación de ellos. Porque el que santifica y los que son santificados, de
uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos
hermanos, diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, En medio de
la congregación te alabaré. Y otra vez: Yo confiaré en él. Y de nuevo: He
aquí, yo y los hijos que Dios me dio. Así que, por cuanto los hijos
participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para
destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto
es, al diablo” (Hebreos 2:9-14).

65. ¿Cuántos dioses debe conocer un cristiano?

Uno solo: “no conocerás, pues, otro dios fuera de mí, ni otro salvador sino
a mí.” (Oseas 13:4).

66. Si Dios perdona pecados, ¿Por qué Jesús era capaz de


perdonar el pecado?

Porque Jesús, es el Dios Salvador: “al único y sabio Dios, nuestro


Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los
siglos. Amén.” (Jud.25).

67. ¿Llamó Esteban a Jesús como su Dios?

Sí. “¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a


los que anunciaron de antemano la venida del Justo, de quien vosotros
ahora habéis sido entregadores y matadores” (Hechos 7:59).

68. ¿Dónde está el cuerpo de Jesucristo?

Está en el cielo: “…Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al


cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. (Hechos 1:9-11).

69. ¿Cuál es el nombre del espíritu santo?

Jesús dijo, “el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en


mi nombre. . .” (Juan 14:26). Entonces, el Espíritu Santo viene en el
nombre de Jesús.

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70. ¿Qué nombre manifestó el Hijo?

La respuesta es evidente. El único nombre que él utilizaba era el nombre


de Jesús, el nombre de su Padre.

71. ¿Por qué Jesús vino en nombre del Padre?

Según Hebreos 1:4, el Hijo “heredó más excelente nombre.” Es decir, el


Hijo heredó el nombre de Su Padre. Por lo tanto entendemos por qué Jesús
dijo que El manifestó y declaró el nombre del Padre: “He manifestado tu
nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste,
y han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todas las cosas que
me has dado, proceden de ti; porque las palabras que me diste, les he
dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti,
y han creído que tú me enviaste. Yo ruego por ellos; no ruego por el
mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, y todo lo mío es tuyo,
y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. Y ya no estoy en el mundo;
mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has
dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como
nosotros. Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu
nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió,
sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese. Pero ahora
voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí
mismos. Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no
son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los quites
del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como
tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es
verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Y
por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean
santificados en la verdad. Mas no ruego solamente por éstos, sino también
por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean
uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en
nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me
diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo
en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo
conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a
mí me has amado. Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo
estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has
dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.
Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos
han conocido que tú me enviaste. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo
daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en
ellos, y yo en ellos.” (Juan 17:6-26).

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72. ¿Quién dio a conocer a Dios?

El unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer:

“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre,
él le ha dado a conocer.” (Juan 1:18).

“Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá;


porque la boca de Jehová ha hablado.” (Isaías 40:5).

73. ¿Donde dice la biblia que nacería Jesús y donde nació?

Nacería en Belén: “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las
familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas
son desde el principio, desde los días de la eternidad.” (Miqueas 5:2). Y
nació en Belén según la profecía: “Cuando Jesús nació en Belén de Judea
en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos”
(Mateo 2:1).

74. ¿Donde dice la biblia que Jesús seria trapazado?

“Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén,


espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y
llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se
aflige por el primogénito.” (Zacarías 12:10).

“Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante
salió sangre y agua.” (Juan 19:34).

75. ¿El espíritu de Dios es quien nos enseña y nos guía a toda
verdad?

Sí, la escritura dice: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el


Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará
todo lo que yo os he dicho.” (Juan 14:26); “Pero cuando venga el Espíritu
de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia
cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que
habrán de venir.” (Juan16:13).

76. ¿Donde dice la biblia que la letra sola matará, pero el


Espíritu da vida?

“El cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no


de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, más el espíritu vivifica.”
(2 Corintios 3:6).

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77. ¿Todos los cristianos están completos en Cristo?

“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y


vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y
potestad. (Colosenses 2:9-10).

78. ¿Cómo se llama la creencia de un solo Dios?

Monoteísmo: “monos, significando solo, solitario, uno; y teos, significando


Dios.”:

“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.” (Deuteronomio 6:4).

“Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno.” (Gálatas 3:20).

79. ¿Donde dijo Dios que no hay ningún otro dios con Él?

“Ved ahora que yo, yo soy, Y no hay dioses conmigo; Yo hago morir, y yo
hago vivir; Yo hiero, y yo sano; Y no hay quien pueda librar de mi mano.”
(Deuteronomio 32:39).

80. ¿Dios es eterno, inmortal, y perdura para siempre?

“El eterno Dios es tu refugio, Y acá abajo los brazos eternos; El echó de
delante de ti al enemigo” (Deuteronomio 33:27).

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su


hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre
Eterno, Príncipe de Paz.” (Isaías 9:6).

“Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios,
sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.” (1 Timoteo 1:17).

81. ¿Por qué Dios es inmutable?

Porque El carácter y los atributos de Dios nunca cambian: “Porque yo


Jehová no cambio” (Malaquías 3:6).

82. ¿Dios es trascendente y ningún ser humano le puede


comprender plenamente?

“…dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis
caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que
vuestros pensamientos.” (Isaías 55:8-9), “¡Oh profundidad de las riquezas
de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios,
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e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor?


¿O quién fue su consejero?” (Romanos 11:33-34).

83. ¿Dios apareció a Abraham en una visión, como un horno


humeando y una antorcha de fuego, y como un hombre?

“Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión,


diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será
sobremanera grande.” (Génesis 15:1).

“Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando,


y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos.”
(Génesis 15:17).

“Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a


la puerta de su tienda en el calor del día. Y alzó sus ojos y miró, y he aquí
tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la
puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, y dijo: Señor, si
ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu
siervo. Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y
recostaos debajo de un árbol, y traeré un bocado de pan, y sustentad
vuestro corazón, y después pasaréis; pues por eso habéis pasado cerca de
vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho. Entonces Abraham
fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor
de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo. Y corrió
Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado,
y éste se dio prisa a prepararlo. Tomó también mantequilla y leche, y el
becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él se estuvo con
ellos debajo del árbol, y comieron. Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer?
Y él respondió: Aquí en la tienda. Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y
según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y
Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él. Y
Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya
la costumbre de las mujeres. Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo:
¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya
viejo? Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara
diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja? ¿Hay para Dios
alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la
vida, Sara tendrá un hijo. Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque
tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído. Y los varones se
levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos
acompañándolos. Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a
hacer, habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo
de ser benditas en él todas las naciones de la tierra? Porque yo sé que
mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de
Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre
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Abraham lo que ha hablado acerca de él. Entonces Jehová le dijo: Por


cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el
pecado de ellos se ha agravado en extremo, descenderé ahora, y veré si
han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no,
lo sabré. Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; pero
Abraham estaba aún delante de Jehová. Y se acercó Abraham y dijo:
¿Destruirás también al justo con el impío? Quizá haya cincuenta justos
dentro de la ciudad: ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por
amor a los cincuenta justos que estén dentro de él? Lejos de ti el hacer tal,
que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo tratado como el
impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es
justo? Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos
dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos. Y
Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi
Señor, aunque soy polvo y ceniza. Quizá faltarán de cincuenta justos
cinco; ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No la
destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco. Y volvió a hablarle, y dijo: Quizá
se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por amor a los
cuarenta. Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se hallarán
allí treinta. Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta. Y dijo: He aquí
ahora que he emprendido el hablar a mi Señor: quizá se hallarán allí
veinte. No la destruiré, respondió, por amor a los veinte. Y volvió a decir:
No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: quizá se
hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor a los diez. Y Jehová
se fue, luego que acabó de hablar a Abraham; y Abraham volvió a su
lugar.” (Genesis18:1-33).

84. ¿En qué nombre debemos hacer todo, sea de palabra o de


hecho?

En el nombre de Jesús: “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho,


hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre
por medio de él.” (Colosense 3:17).

85. ¿Cuál es el nombre dado a los hombres para salvación?

Jesucristo: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre


bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos
4:12).

86. ¿Dios promete bendición para aquellos que conocen Su


nombre?

“Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en


alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé;

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Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré.


Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación.” (Salmo 91:14-16).

87. ¿Cuál es el significado del nombre de Jesús?

Jesús significa Jehová-Salvador, Jehová nuestra Salvación, o Jehová es


Salvación. Es por eso que el ángel dijo, “Y dará a luz un hijo, y llamarás su
nombre JESUS, porque El salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo
1:21).

88. ¿Dónde dice la biblia que debemos reunirnos en el nombre


de Jesús?

“Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en


medio de ellos.” (Mateo 18:20).

89. ¿la Biblia predijo que el Mesías declararía el nombre de


Jehová?

Sí. “Anunciaré tu nombre a mis hermanos; En medio de la congregación te


alabaré.” (Salmo 22:22).

“diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, En medio de la


congregación te alabaré.” (Hebreos 2:12).

90. ¿Jesús afirmó que El había manifestado y declarado el


nombre del Padre?

“He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos
eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. Ahora han conocido que
todas las cosas que me has dado, proceden de ti; porque las palabras que
me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido
verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. Yo ruego
por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos
son, y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. Y ya
no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre
santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno,
así como nosotros. Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba
en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se
perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese. Pero
ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo
cumplido en sí mismos. Yo les he dado tu palabra; y el mundo los
aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No
ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del
mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu

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palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado


al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos
sean santificados en la verdad. Mas no ruego solamente por éstos, sino
también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que
todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos
sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La
gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros
somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad,
para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a
ellos como también a mí me has amado. Padre, aquellos que me has dado,
quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi
gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la
fundación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te
he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Y les he dado a
conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me
has amado, esté en ellos, y yo en ellos.” (Juan 17:6-26).

91. ¿Cómo manifestó y declaró Jesús el nombre del Padre?

Lo hizo por revelar el significado del nombre mediante las obras que El
hizo, que eran las obras de Jehová: “¿No crees que yo soy en el Padre, y el
Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia
cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. Creedme que
yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las
mismas obras. ” (Juan 14:10-11).

92. ¿Por qué es el nombre de Jesús la revelación plena de


Dios?

Simplemente porque Jesús es Jehová y en Jesús mora toda la plenitud de


la Deidad corporalmente, incluso el papel de Padre: “Porque en él habita
corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Colosenses 2:9).

93. ¿Profetizó Isaías que el Mesías se llamaría Emanuel?

“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá,
y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.” (Isaías 7:14); y se
cumplió en el nuevo testamento: “Todo esto aconteció para que se
cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He
aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre
Emanuel” (Mateo 1:22-23).

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94. ¿Cuándo se entabernaculizó o se vistió Dios en carne?

En Jesucristo. Ambos versículos de Escritura prueban que Jesús es Dios:


“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era
Dios. … Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos
su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de
verdad. ” (Juan 1:1, 14).

95. ¿Con quién estaba Dios, reconciliando consigo al mundo?

Con Cristo: “que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no


tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a
nosotros la palabra de la reconciliación.” (2 Corintios 5:19).

96. ¿Podía Jesús pecar?


Sabemos que Jesús no pecó: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que
no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado
en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.” (Hebreos 4:15).

97. ¿Contra qué no puede blasfemar una persona y ser


perdonado?

Contra el Espíritu Santo: “A todo aquel que dijere alguna palabra contra el
Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el
Espíritu Santo, no le será perdonado.” (Lucas 12:10).

98. ¿Quién murió en la cruz, el hijo o Dios?

El Hijo murió: “y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo


reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz. De
esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los
escribas y los fariseos y los ancianos, decían: A otros salvó, a sí mismo no
se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y
creeremos en él. Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho:
Soy Hijo de Dios. Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban
crucificados con él. Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la
tierra hasta la hora novena. Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran
voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por
qué me has desamparado? Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo:
A Elías llama éste. Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja,
y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber. Pero los
otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle. Mas Jesús, habiendo
otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.” (Mateo 27:40-54); “Porque
si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su
Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.”

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(Romanos 5:10). Podemos decir que el Hijo de Dios murió porque Hijo se
refiere a la humanidad. Su Espíritu divino no murió, sino Su cuerpo
humano.

99. ¿Qué tiene de significativo el título “Hijo de Dios”?

Enfatiza la naturaleza divina de Jesús y el hecho de Su nacimiento


virginal. El es el Hijo de Dios porque fue concebido por el Espíritu de Dios,
constituyéndole a Dios literalmente como Su padre: “Respondiendo el
ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será
llamado Hijo de Dios.” (Lucas 1:35).

100. ¿Quién es la imagen del Dios invisible?

El Hijo, es la imagen del invisible: “Él es la imagen del Dios invisible, el


primogénito de toda creación.” (Colosenses 1:15).

101. ¿Qué textos del Antiguo Testamento testifica que Jesús es


Dios?

El Antiguo Testamento enseña y especifica que solo hay un Dios, y que ese
Dios todopoderoso tiene un nombre que se manifestaría a su debido
tiempo al pueblo de Israel, como se manifestaría vistiéndose de carne ya
que él (Dios), es Espíritu.

Veamos que nos dice el Antiguo Testamento:

1. Isaías 9:6 es una de las pruebas más poderosas de que Jesús es Dios:
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su
hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre
eterno, Príncipe de paz.” Los términos hijo y niño se refieren a la
Encarnación o manifestación del “Dios fuerte” y “Padre eterno.”

2. Isaías profetizó que el Mesías se llamaría Emanuel, que es, Dios con
nosotros (Isaías 7:14; Mateo 1:22-23).

3. Isaías describió al Mesías como un vástago de Isaí (el padre de David) y


también como la raíz de Isaí (Isaías 11:1, 10; véase también Apocalipsis
22:16). Según la carne Él era un descendiente (vástago) de Isaí y David,
pero según su Espíritu Él era su Creador y fuente de vida (raíz). Jesús usó
este concepto para confundir a los Fariseos cuando El citó el Salmo 110:1
y preguntó, en esencia, “¿Cómo podía David llamar al Mesías: Señor,
cuando el Mesías debía ser el hijo (descendiente) de David?” (Mateo 22:41-
46).

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4. Isaías 35:4-6 demuestra que Jesús es Dios: “he aquí que vuestro Dios. .
. vendrá, y os salvará.” Este pasaje continúa diciendo que cuando Dios
viniera los ojos de los ciegos se abrirían, los oídos de los sordos serían
abiertos, el cojo saltaría, y la lengua del mudo hablaría. Jesús aplicó este
pasaje de la Escritura a sí mismo (Lucas 7:22) y, por supuesto, su
ministerio produjo todas estas cosas.

5. Isaías 40:3 declara que uno clamaría en el desierto, “Preparad camino a


Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios.” Juan el Bautista
cumplió esta profecía cuando él preparó el camino para Jesús (Mateo 3:3);
así que Jesús es Jehová y nuestro Dios.

6. Miqueas 5:2 comprueba que el Mesías es Dios. “Pero tú, Belén Efrata. . .
de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el
principio, desde los días de la eternidad.”

El Antiguo Testamento afirma claramente que el Mesías y el Salvador que


había de venir sería Dios mismo. Ya que Dios es Espíritu invisible y es
omnipresente, El ciertamente no tiene un cuerpo como nosotros. El sí
tomó varias formas y manifestaciones temporales a través del Antiguo
Testamento para que el hombre le pudiera ver.
“Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los
ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en
gloria” (1. Timoteo 3:16). Dios fue manifestado (hecho visible) en carne;
Dios fue justificado (demostrado como justo) en el Espíritu; Dios fue visto
de ángeles; Dios fue creído en el mundo; y Dios fue recibido arriba en
gloria. ¿Cómo y cuándo sucedió todo esto? En Jesucristo. Para terminar
les doy un consejo a todos aquellos que siguen en su ideología equivocada
de que Dios es una trinidad, vuélvanse al verdadero Dios y reconozcan que
Jesús es “la imagen del Dios invisible” (Colosenses 1:15; 2. Corintios 4:4).

102. ¿Qué textos del Nuevo Testamento confirman que Jesús


es el Dios?

Son muchos los testimonios que muestran esta gran verdad, JESUS ES EL
NOMBRE DEL VERADERO DIOS, y si usted querido lector no lo sabía, le
invito a que siga leyendo, a continuación se lo demostrare con las sagradas
escrituras del Nuevo Pacto, donde los escritores así, lo atestiguan, veamos:

1. Tomás confesó a Jesús como ambos Señor y Dios: “Entonces Tomás


respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!” (Juan 20:28).

2. Según Hechos 20:28, la iglesia fue comprada con la propia sangre de


Dios, específicamente la sangre de Jesús (Dios manifestado en carne): “Por
tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os

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ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó
por su propia sangre.” (Hechos 20:28).

3. Pablo describió a Jesús como “nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”:


“aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de
nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.” (Tito 2:13).

4. Pedro lo describió como “nuestro Dios y Salvador Jesucristo”: “Simón


Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la
justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa
que la nuestra.” (2da. Pedro 1:1).

5. Dios no solo nos mostró su amor mediante su manifestación en el hijo,


él también se quedó en nuestros cuerpos. Nuestros cuerpos son los
templos de Dios, él ahora mora en nuestros corazones por medio de Jesús
el Cristo:

“¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en
vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él;
porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.” (1 Corintios
3:16-17).

“Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que,


arraigados y cimentados en amor.” (Efesios 3:17).

6. El Libro de Colosenses enfatiza fuertemente la deidad de Cristo. “Porque


en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Colosenses 2:9)
confirmado también en Colosenses 1:19 que dice: “por cuanto agradó al
Padre que en él habitase toda plenitud”. Según estos versículos de la
Escritura, Jesús no es simplemente una parte de Dios, sino que todo Dios
reside en El. Si hubiera varias personas en la Deidad, de acuerdo con
Colosenses 2:9, todos ellos deberían habitar en forma corporal en Jesús.
Nosotros estamos completos en El: “y vosotros estáis completos en él, que
es la cabeza de todo principado y potestad” (Colosenses 2:10). Todo lo que
necesitamos de Dios lo podemos hallar solamente en Jesucristo.

Seguimos confirmando que el Nuevo Testamento atestigua la plena deidad


de Jesucristo, veamos los siguientes versículos:

“… En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era


Dios. … Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos
su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”
(Juan 1:1-14).

“… Por esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo
quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su
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propio Padre, haciéndose igual a Dios.” (Juan 5:18).

“… Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!” (Juan


20:28).

“… declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era


necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que
Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo. Y algunos de ellos
creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los griegos piadosos
gran número, y mujeres nobles no pocas. Entonces los judíos que no
creían, teniendo celos, tomaron consigo a algunos ociosos, hombres malos,
y juntando una turba, alborotaron la ciudad; y asaltando la casa de Jasón,
procuraban sacarlos al pueblo.
Pero no hallándolos, trajeron a Jasón y a algunos hermanos ante las
autoridades de la ciudad, gritando: Estos que trastornan el mundo entero
también han venido acá; a los cuales Jasón ha recibido; y todos éstos
contravienen los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús. Y
alborotaron al pueblo y a las autoridades de la ciudad, oyendo estas cosas.
Pero obtenida fianza de Jasón y de los demás, los soltaron.

Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta


Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. Y
éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron
la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para
ver si estas cosas eran así. Así que creyeron muchos de ellos, y mujeres
griegas de distinción, y no pocos hombres. Cuando los judíos de
Tesalónica supieron que también en Berea era anunciada la palabra de
Dios por Pablo, fueron allá, y también alborotaron a las multitudes. Pero
inmediatamente los hermanos enviaron a Pablo que fuese hacia el mar; y
Silas y Timoteo se quedaron allí. Y los que se habían encargado de
conducir a Pablo le llevaron a Atenas; y habiendo recibido orden para Silas
y Timoteo, de que viniesen a él lo más pronto que pudiesen, salieron.
Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía viendo la
ciudad entregada a la idolatría. Así que discutía en la sinagoga con los
judíos y piadosos, y en la plaza cada día con los que concurrían. Y algunos
filósofos de los epicúreos y de los estoicos disputaban con él; y unos
decían: ¿Qué querrá decir este palabrero? Y otros: Parece que es
predicador de nuevos dioses; porque les predicaba el evangelio de Jesús, y
de la resurrección. Y tomándole, le trajeron al Areópago, diciendo:
¿Podremos saber qué es esta nueva enseñanza de que hablas? Pues traes
a nuestros oídos cosas extrañas. Queremos, pues, saber qué quiere decir
esto. (Porque todos los atenienses y los extranjeros residentes allí, en
ninguna otra cosa se interesaban sino en decir o en oír algo nuevo.)
Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones
atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; porque pasando y
mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta
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inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Alque vosotros adoráis, pues, sin


conocerle, es a quien yo os anuncio.” (Hechos 17:3-23).

“… de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino


Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.”
(Romanos 9:5).

“… el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como


cosa a que aferrarse.” (Filipenses 2:6).

“… Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.”


(Colosenses 2:9).

“… E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:


Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu,
Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido
arriba en gloria.” (1 Timoteo 3:16).

“… la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey


de reyes, y Señor de señores” (1 Timoteo 6:15).

“… y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación


que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador.” (Tito
1:3).

“… aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de


nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.” (Tito 2:13).

“… Más del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de
equidad es el cetro de tu reino.” (Hebreos 1:8).

“… Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis


alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe
igualmente preciosa que la nuestra:” (2 Pedro 1:1).

“… Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado


entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el
verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida
eterna.” (1 Juan 5:20).

El hecho que Jesús es Dios se halla tan firmemente establecido en las


Escrituras como el hecho de que Dios es uno. La Biblia enseña que Jesús
es totalmente Dios y totalmente hombre.
Espero que mi Dios te haya dado entendimiento para comprender cada
uno de estos textos donde Dios mismo te dice que él no mando a otro, que
Jesucristo es EL MISMO ayer (A.T), y hoy (N.T), y por los siglos (SIEMPRE):
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“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.” (Hebreos 13:8).


Las declaraciones y afirmaciones que las sagradas escrituras hace respecto
a Jesús, son pruebas indubitables de que Jesucristo es Dios, él es el
mismo del Antiguo testamento, Jesús es Jehová de los ejércitos. Las
pruebas que las Escrituras presentas son inagotables y difíciles de enseñar
en un solo estudio, aunque espero que con estos textos puedas
comprender esta gran verdad, solo hay un Dios y se llama Jesús,
cumpliendo así la escritura que dice en aquel tiempo uno será mi nombre:
“Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y
uno su nombre.” (Zacarías 14:9).

103. ¿Qué significa "testamento"?

Testamento significa "convenio" o "contrato."

104. ¿En qué idiomas se escribió la Biblia?

La Biblia se escribió en tres idiomas: Hebreo, Arameo, y Griego.

105. ¿Cuántos libros contiene el Antiguo Testamento?

Hay 39 libros en el Antiguo Testamento, divididos así:

Pentateuco
• Génesis
• Éxodo
• Levítico
• Números
• Deuteronomio

Libros Históricos
• Josué
• Jueces
• Rut
• 1 Samuel
• 2 Samuel
• Reyes
• 2 Reyes
• 1 Crónicas
• 2 Crónicas
• Esdras
• Nehemías
• Ester

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Libros poéticos
• Job
• Salmos
• Proverbios
• Eclesiastés
• Cantares

Libros Proféticos Mayores


• Isaías
• Jeremías
• Lamentaciones
• Ezequiel
• Daniel

Libros proféticos menores


• Oseas
• Joel
• Amós
• Abdías
• Jonás
• Miqueas
• Nahúm
• Habacuc
• Sofonías
• Hageo
• Zacarías
• Malaquías

106. ¿Cuántos libros contiene el Nuevo Testamento?

Hay 27 libros en el Nuevo Testamento, divididos así:

Los Evangelios
• Mateo
• Marcos
• Lucas
• Juan

Historia
• Hechos

Epístolas Paulinas
• Romanos
• 1 Corintios

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• 2 Corintios
• Gálatas
• Efesios
• Filipenses
• Colosenses
• 1 Tesalonicenses
• 2 Tesalonicenses
• 1 Timoteo
• 2 Timoteo
• Tito
• Filemón
• Hebreos

Epístolas generales
• Santiago
• 1 Pedro
• 2 Pedro
• 1 Juan
• 2 Juan
• 3 Juan
• Judas

Profecías
• Apocalipsis

107. ¿Cuáles son los textos del Antiguo Testamento que enseña
que hay un sólo Dios?

En el Antiguo Testamento hay muchos versículos de las sagradas


Escrituras que afirman enfáticamente el monoteísmo estricto. Los Diez
Mandamientos empiezan con “No tendrás dioses ajenos delante de mí”
(Éxodo 20:3; Deuteronomio 5:7). Dios enfatizó este mandamiento cuando
declaró que Él es un Dios celoso (Éxodo 20:5). En Deuteronomio 32:39,
Dios dijo que no hay ningún otro dios con El. No hay otro como el Señor y
no hay Dios fuera de Él (2. Samuel 7:22; 1. Crónicas 17:20). Solamente Él
es Dios (Salmo 86:10). En Isaías hay varias declaraciones enfáticas de
Dios.

“Antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí. Yo, yo Jehová,


y fuera de mí no hay quien salve” (Isaías 43:10-11).

“Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios” (Isaías


44:6).

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“No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno” (Isaías 44:8).

“Yo Jehová, que lo hago todo, que extiendo solo los cielos, que extiendo la
tierra por mí mismo” (Isaías 44:24).

“No hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo” (Isaías 45:6).

"No hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí.
Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy
Dios, y no hay más” (Isaías 45:21-22).

“Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy
Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí” (Isaías 46:9).

“Mi honra no la daré a otro” (Isaías 48:11; Véase también Isaías 42:8).

“Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que moras entre los querubines,
sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste los cielos y la
tierra” (Isaías 37:16).

Hay solamente un Dios, quien es el Creador y Padre de toda la humanidad


(Malaquías 2:10). En el tiempo del Reino Milenial, habrá solamente un
Señor con un nombre (Zacarías 14:9).

En breve, el Antiguo Testamento habla de Dios en términos de ser uno.


Muchas veces la Biblia llama a Dios el Santo (Salmo 71:22; 78:41; Isaías
1:4; 5:19; 5:24), pero nunca los “dos santos,” los “tres santos,” o los
“muchos santos.”
En los versículos precedentes de las Escrituras de Isaías, notamos el uso
de palabras y frases como “ninguno, ninguno más, nada hay semejante a
mí, no hay más que yo, solo, por mí mismo,” y “uno.” Ciertamente, Dios no
podría clarificar de mejor manera, que no existe ninguna pluralidad en la
Deidad. En breve, el Antiguo Testamento afirma que Dios es
absolutamente uno en número. Amen

108. ¿Qué textos del Nuevo Testamento enseña que hay un solo
Dios?

El Nuevo Testamento presupone la enseñanza del Antiguo Testamento de


un solo Dios y repite explícitamente este mensaje muchas veces:

“Porque Dios es uno, y él justificará” (Romanos 3:30).

“No hay más que un Dios” (I Corintios 8:4).

“Para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre” (I Corintios 8:6).
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“Pero Dios es uno” (Gálatas 3:20).

“Un Dios y Padre de todos” (Efesios 4:6).

“Porque hay un solo Dios” (I Timoteo 2:5).

“Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y
tiemblan” (Santiago 2:19).

El nuevo testamento afirma y sigue reafirmando sin ninguna duda que hay
un solo dios: Por lo tanto el Cristiano bien entendido de estas cosas que la
escrituras en muchas ocasiones llama misterio y que solo le es dado a
entender a quién Dios se lo manifieste. De una u otra manera la Biblia en
cada uno de sus texto afirma que solo hay un Dios creador de todo lo que
existe, solo uno realizo una obra en la creación y solo uno existe en el
corazón del creyente y el creyente es el templo de Dios:

Mt. 19:17… Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino
uno: Dios. Más si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.

Mr. 10:18… Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno,
sino sólo uno, Dios.

Mr. 12:29… Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye,


Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.

Mr. 12:32… Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho,
que uno es Dios, y no hay otro fuera de él.

Lc. 16:13… Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá
al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No
podéis servir a Dios y a las riquezas.

Lc. 18:19… Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno,
sino sólo Dios.

Jn. 5:44… ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los
otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?

Jn. 17:3… Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios
verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

Ro. 3:30… Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la


circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.

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Ro. 16:27… al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para
siempre. Amén.

1 Co. 8:4… Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos,
sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un
Dios.

1 Co. 8:6… para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del
cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor,
Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio
de él.

Gá. 3:16… Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su


simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino
como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.

Gá. 3:20… Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno.

Ef. 4:6… un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en
todos.

1 Ti. 1:17… Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y
sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

1 Ti. 2:5… Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre.

1 Ti. 6:15… la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo


Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores,

1 Ti. 6:16… el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible;
a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra
y el imperio sempiterno. Amén.

Stg. 2:19… Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios
creen, y tiemblan.

1 Jn. 5:7… Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el
Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.

Mt. 6:24… Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno
y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis
servir a Dios y a las riquezas.

Jud. 1:4… Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que
desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres
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impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a


Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.

Ap. 1:11… que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último.


Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en
Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.

Ap.1:17… Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra
sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último.

Ap. 4:2… Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono


establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.

¿Quiénes saben y pueden entender estas cosas? Solo los que tienes la
unción del SANTO, pueden conocer estas cosas que son muy difíciles que
los demás o el hombre natural pueda entender:

1 Juan 2:20 dice: Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis
todas las cosas.

Hay un trono en el cielo y Uno está sentado en él, (Apocalipsis 4:2 dice: …
y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado). El
monoteísmo del Nuevo Testamento confirma con mayor profundidad que
solo hay un Dios.

El pueblo de Dios siempre se ha identificado con el mensaje de un solo


Dios. Dios escogió a Abraham porque él estaba dispuesto a abandonar a
los dioses de su nación y de su padre y adorar al único Dios verdadero:

Génesis 12:1-8 dice: Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y
de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y
haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y
serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te
maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot fue con él. Y era Abram de edad
de setenta y cinco años cuando salió de Harán. Tomó, pues, Abram a Sarai
su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que habían
ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a
tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron. Y pasó Abram por aquella
tierra hasta el lugar de Siquem, hasta el encino de More; y el cananeo
estaba entonces en la tierra. Y apareció Jehová a Abram, y le dijo: A tu
descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a Jehová, quien le
había aparecido. Luego se pasó de allí a un monte al oriente de Bet-el, y
plantó su tienda, teniendo a Bet-el al occidente y Hai al oriente; y edificó
allí altar a Jehová, e invocó el nombre de Jehová.

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Dios castigó a Israel cada vez que ellos empezaban a adorar a otros dioses,
y la adoración politeísta fue una de las mayores razones por las cuales
Dios finalmente los envió al cautiverio:

Hechos 7:43 dice: Antes bien llevasteis el tabernáculo de Moloc, Y la


estrella de vuestro dios Renfán, Figuras que os hicisteis para adorarlas. Os
transportaré, pues, más allá de Babilonia.

El Salvador vino al mundo mediante una nación (Israel) y mediante una


religión (el judaísmo) en la cual la gente se había purgado finalmente del
politeísmo. Eran monoteístas del todo.

Hoy en día, Dios todavía demanda una adoración monoteísta para El. Los
que estamos en la iglesia somos por la fe herederos de Abraham, y esta
posición exaltada demanda que tengamos la misma fe monoteísta en el
Dios de Abraham:

Romanos 4:13-17 dice: Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su


descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la
justicia de la fe. Porque si los que son de la ley son los herederos, vana
resulta la fe, y anulada la promesa. Pues la ley produce ira; pero donde no
hay ley, tampoco hay transgresión. Por tanto, es por fe, para que sea por
gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no
solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de
Abraham, el cual es padre de todos nosotros.(como está escrito: Te he
puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual
da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.

Como cristianos, nunca debemos cesar de exaltar y declarar en el mundo


el mensaje de que hay solamente un Dios verdadero y viviente llamado
JESUS.

El que tiene al hijo tiene al padre y el que cree en el hijo cree en Dios, esta
es una manifestación de Jesús cuando dijo: “No se turbe vuestro corazón;
creéis en Dios, creed también en mí.” (Juan 14:1).

Esta es una forma de decir que no es necesario afirmar que existe una
trinidad o una dualidad de personas, no se turbe tu corazón en estas
cosas, si usted confiesa que Jesús es Dios, está afirmando que él, es el
padre todopoderoso. No se turbe tu corazón o sea no te confundas, no te
alteres, no te desanimes, no de sorprendas si usted cree en Jesús, está
creyendo en Dios, por la sencilla razón de que solo existe, solo hay un
Dios.

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109. ¿Cómo se llama el creador del mundo?

Las Sagradas Escrituras afirman que el origen de todas las cosas tiene un
creador, comenzando desde el primer libros de la Biblia que dice: "En el
principio creo Dios los cielos y la tierra" (Gen.1:1). Puedo afirmar sin
ninguna discusión que hay un creador, ahora el punto en cuestión es
¿Cuál es el nombre original del creador? Digo original porque son
muchos los nombres que se le ha dado a Dios en este mundo, saber el
nombre de nuestro creador es importante para no estar en división, porque
Dios nos ha llamado a que estemos en paz. Así como existe en el mundo
muchas culturas que son causas de división, razas, creencias, etc.
Debemos entender que todos fuimos creados por un mismo Dios, ninguno
en este mundo puede decir que fue creado por otro Dios, esto iría
encontrar de la palabra de la Sagrada Escritura, ella dice: "¿No nos ha
creado un mismo Dios?" (Malaquías 2:10).

Este reconocimiento fue declarado por Job, en el capítulo 33, versículo 4


que dice: "El Espíritu de Dios me hizo, y la inspiración del Omnipotente me
dio vida". Sabe usted querido amigo y hermano como se llama su creador?
En una ocasión un niño se me acerco y me pregunto, que como se llamaba
Dios, yo le pregunte el porqué de la pregunta, él me dijo: porque mi mama
le llama Jehová y mi papa le llama Yahvé, ahora escuche a mi tío que le
llama Jesús, y otros solo le dicen Dios o señor.

Existen muchas personas en el mundo que no saben cuál es el nombre de


su Dios y creador, esto hace que no solo nuestros hijos vivan confundidos
sino que afecta también a todos aquellos que nos escuchan hablar del
creador erróneamente. En muchas traducciones de la Biblia el nombre de
Dios lo describen como JEHOVÁ O JAHVÉ O YAHVÉ. Esto son nombres
compuestos que se formaron de lo que conocemos como Tetraglamatón:
En donde “JEHOVÁ”, en Hebreos y “JAHVÉ O YAHVÉ” en Latín, proviene
del TETRAGRAMATÓN de las cuatro letras: JHVH..." El nombre de cuatro
letras," "El nombre grande y terrible," El nombre peculiar,""El nombre
separado." El nombre que se doblará toda rodilla en el cielo, en la tierra y
debajo.

El Nombre que más tarde se iba a dar a conocer entre los hijos de los
hombres: “Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel
día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente.” (Isaías 52:6).

Esta frase o nombre (JHVH) nunca se pronunciaba. Al leer las Sagradas


Escrituras, Se cree que los rabinos la sustituían por "ADONAI" (Señor), del
cual viene la palabra que se usa en algunas versiones, Señor. Jehová:

“Y conozcan que tu nombre es Jehová; Tú solo Altísimo sobre toda la


tierra.” (Salmo 83:l8).
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“He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi


fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí.”
(Isaías 12:2).

“Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la


fortaleza de los siglos.”(Isaías 26:4).

También se usaba en nombre de Jah, en una forma de abreviatura:


“Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre; Exaltad al que cabalga sobre
los cielos. JAH es su nombre; alegraos delante de él.” (Salmo 68:4).

El significado principal del nombre Señor (Jehová) es "El que existe por sí
mismo," literalmente, "El que es quien Él es, por tanto el eterno Yo Soy". Él
es "el que existe por sí mismo y que se revela como quiere." Es significativo
que el primer uso del nombre Jehová en la Biblia sigue la creación del
hombre...Jehová claramente es el nombre redentor de Dios en el Antiguo
Testamento.

La realidad es que EN EL ANTIGUO TESTAMENTO JEHOVA ES EL


CREADOR, así conocemos el nombre del creador en estas escrituras,
veamos:

“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en


su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente." (Génesis 2:7).

"¿No has sabido, no has oído que el Dios del siglo es Jehová, el cual crió
los términos de la tierra? No se trabaja, ni se fatiga con cansancio, y su
entendimiento no hay quien lo alcance" (Isaías 40:28).

"Así dice el Dios Jehová, el Creador de los cielos, y el que los extiende, el
que extiende la tierra y sus verduras, el que da respiración al pueblo que
mora sobre ella, y espíritu a los que por ella andan" (Isaías 42:5).

"Porque así dijo Jehová, que creó los cielos, él es Dios, el que formó la
tierra, el que la hizo y compuso, no la crió en vano, para que fuese
habitada la crió. Yo Jehová, y ninguno más que yo" (Isa. 45:18).

Así dice Jehová, tu Redentor, que te formó desde el vientre: Yo Jehová, que
lo hago todo, que extiendo solo los cielos, que extiendo la tierra por mí
mismo; (Isa.44:24).

Así dice Jehová, el Santo de Israel, y su Formador: Preguntadme de las


cosas por venir; mandadme acerca de mis hijos, y acerca de la obra de mis
manos. Yo hice la tierra, y creé sobre ella al hombre. Yo, mis manos,
extendieron los cielos, y a todo su ejército mandé. (Isa.45:11-12).

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En la mayoría de las traducciones de las agradas escrituras se conoce el


nombre del creador con el nombre de Jehová, pero Moisés afirma a su
pueblo que con este nombre Dios no se dio a conocer a los patriarcas: “Y
aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, más en mi
nombre JEHOVÁ no me di a conocer a ellos.” Éxodo 6:3). La Biblia que usa
el pueblo católico, apostólico y romano, el nombre del creador se conoce
con el nombre de Yahvé.
Les puedo afirmar que son muchos los nombres que se le dan a nuestro
creador en el Antiguo Testamento.

Para aclarar estas cosas Dios inspiro a muchos hombres que escribieron lo
que conocemos con el nombre de “Nuevo Testamento”, ellos hablaron por
medio de la inspiración del Espíritu Santo posiblemente de otro creador,
que tiene por nombre JESÚS: "En el mundo estaba, y el mundo por él fue
hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le
recibieron” (Juan 1:10,11). Aclaro no es que exista otro creador, sino que
Jesús es la manifestación gloriosa del nombre original de nuestro creador
en el nuevo pacto.

Todavía hay muchas personas en el mundo que no le conocen, a pesar de


que la biblia describe que el mundo fue hecho por él. La causa principal
por la cual no lo reciben, es porque no lo han conocido y si una persona no
conoce a su creador entonces no podrá llamarlo por su nombre. Es
importante conocer el nombre para poder llamarlo en momento de
angustia, cuando se necesite esa ayuda importante.

Dios atreves de la prehistoria (Pasado), presente y escatológico (Futuro)


nos muestra que está muy interesado que el hombre conozca su nombre.
En el pasado Dios dijo que él mismo vendría a este mundo. Jehová el Dios
todopoderoso dijo que el mismo vendría, él nunca dijo que mandaría a
otro, él nunca dijo que mandaría a uno de sus ángeles, el no dijo que
mandaría a una segunda o tercera persona, les digo esto por la sencilla
razón de que no hay dioses con Dios: “Ved ahora que yo, yo soy, Y no hay
dioses conmigo; Yo hago morir, y yo hago vivir; Yo hiero, y yo sano;
Y no hay quien pueda librar de mi mano.” (Deuteronomio 32:39).

Dios que no miente porque: “Dios no es hombre, para que mienta,


Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no
lo ejecutará?” (Números 23:19), él dijo por medio de las escrituras que el
mismo vendría a este mundo y lo cumpliría:

“Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro


Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.”
(Isaías 33:4).

“He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he
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aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro.”


(Isaías 40:10).

Para el darse conocer a su pueblo y a este mundo primero mandaría a su


mensajero, con el fin de que este preparara el camino, el mensajero iba a
informar de su llegada, él iba a dar la buena noticia de salvación:

“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de


mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y
el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho
Jehová de los ejércitos.” (Malaquías 3:1).

“Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad


calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y bájese todo
monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane.
Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá;
porque la boca de Jehová ha hablado. Voz que decía: Da voces. Y yo
respondí: ¿Qué tengo que decir a voces? Que toda carne es hierba, y toda
su gloria como flor del campo. La hierba se seca, y la flor se marchita,
porque el viento de Jehová sopló en ella; ciertamente como hierba es el
pueblo. Sécase la hierba, marchítase la flor; más la palabra del Dios
nuestro permanece para siempre. Súbete sobre un monte alto,
anunciadora de Sion; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de
Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al
Dios vuestro! He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo
señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de
su rostro.” (Isaías 40:3-10).

Cuando el mensajero llego a este mundo por medio de sus padres


llamados Zacarías y Elizabeth, ellos fueron informados por medio del ángel
del propósito del nacimiento del niño: “Hubo en los días de Herodes, rey de
Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era
de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet... Y se le apareció un ángel del
Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso… Pero el ángel le
dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer
Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan… ” (Lucas 1:5-
24).

Llegado el tiempo indicado por el creador Juan el bautista presento a


Jehová del que habla el Antiguo Testamento como Jesús el salvador: “El
siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de
Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije:
Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero
que yo.” (Juan 1:29-30). Este anuncio fue dado por Juan el bautista al
pueblo de Israel y ahora al mundo. Pero muchos no han creído en este
anuncio, muchas personas en el mundo viven en discusiones e inventan
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tantas excusas, para no reconocer o conocer el nombre de su creador, por


eso Jehová advierte: “¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién
se ha manifestado el brazo de Jehová? Subirá cual renuevo delante de él, y
como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos,
mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los
hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que
escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y
nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él
herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo
de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos
nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su
camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado
él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y
como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará?
Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi
pueblo fue herido. Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los
ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su
boca. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a
padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado,
verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano
prosperada. Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho;
por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las
iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los
fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y
fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y
orado por los transgresores.” (Isaías 53:1-12).

Jehová o Yahvé, como usted le quiera llamar, el mismo que hablo en el


Antiguo Testamento que iba a estar presente, el iba a dar a conocer su
nombre al mundo: “Y ahora ¿qué hago aquí, dice Jehová, ya que mi pueblo
es llevado injustamente? Y los que en él se enseñorean, lo hacen aullar,
dice Jehová, y continuamente es blasfemado mi nombre todo el día. Por
tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo
mismo que hablo, he aquí estaré presente. ” (Isaías 52:5-6).
Cuando se le habla de este misterio a las personas de este mundo son
muchas la que no creen en este anuncio, se les hace imposible imaginar
que el Dios creador Jehová de los ejércitos viniera a este mundo en la
persona de Jesús.

Si esto le ha pasado a usted querido amigo no se preocupe porque lo


mismo le paso a Juan el bautista. La duda se apodero de Juan y decidió
mandar a dos de sus discípulos como mensajeros para preguntarle si
Jesús era el que había de venir o esperaría a otro? La respuesta de Jesús
el Cristo a los mensajeros de Juan el bautista fue dada por medio de las
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Sagradas Escrituras, veamos:

La pregunta de Juan Fue: “Los discípulos de Juan le dieron las nuevas de


todas estas cosas. Y llamó Juan a dos de sus discípulos, y los envió a
Jesús, para preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a
otro? Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista
nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o
esperaremos a otro? En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades
y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. Y
respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y
oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos
oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el
evangelio” Lucas 7:18-22).

La base de la respuesta de Jesús fue: “Entonces los ojos de los ciegos


serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo
saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán
cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad.” (Isaías 35:5-6).

“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me
ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los
quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos
apertura de la cárcel” (Isaías 61:1).

Esta es una gran enseñanza para nosotros hoy en día, cuando nos
pregunten cómo se llama nuestro creador? Toda respuesta debe ir
sujetada a los textos Bíblicos.

Jesús es el nombre de nuestro creador, Jesús es Dios el creador del


mundo, él es del que tanto hablo el Antiguo Testamento por medio de los
profetas, cada uno de los 39 libros tienen que ver con la venida de Dios a
su creación y darse a conocer así mismo. El Nuevo Testamento en sus 27
libros es la confirmación de su venida a este mundo, ya que todos hablan y
afirman que hay un solo Dios, un solo creador: “En el principio era el
Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio
con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha
sido hecho, fue hecho” (Juan. 1:1-3). Este verbo del cual habla Juan se
hizo carne y habito entre nosotros y vimos esta manifestación como el hijo
del Padre, así se dio a conocer al mundo. (Juan 1:14).

Qué pena que muchos no han conocido a su creador, él vino a los suyos,
vino y se presentó, pero no le conocieron. En pocas palabras JEHOVA
vino, el creador del mundo vino, pero el mundo no conoció a su creador:
“En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le
conoció.” (Juan 1:10). Para todos los que tenemos este conocimiento
podemos decir que: "... Para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el
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Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un
Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por
medio de él. ” (1 Corintios 8:6).
Solo hay un creador de todas las cosas y se llama según este texto
JESUCRISTO: “Y un Señor Jesucristo, por el cual son todas las cosas...”
Dios creó todas las cosas por medio de sí mismo, en ninguna parte de las
escrituras dice que por medio de otro o para otro, veamos:

"Porque por él fueron creadas todas las cosas que están en los cielos, y que
están en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, sean dominios, sean
principados, sean potestades, todo fue criado por él y para él...Y él es
antes de todas las cosas, y por él todas las cosas subsisten" (Colosenses
1:16-17).

"Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obras de


tus manos" (Hebreos 1:10).

"Porque toda casa es edificada de alguno: más el que crió todas las cosas
es Dios" (Hebreos 3:4).

"Por la fe entendemos haber sido compuestos los siglos por la palabra de


Dios, siendo hecho lo que se ve, de lo que no se veía" (Hebreos 11:3).

"Señor, digno eres de recibir gloria y honra y virtud:


Porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad tienen ser y fueron
creadas" (Apocalipsis 4:11; también Apo.10:6).

Jehová en Isaías 45:18 claramente nos dice que creó los cielos, y formó la
tierra..."y ninguno más que yo" ósea no existe otro como él.
Está claro, sin sombra de variación que "Dios Jehová, Creador" del Antiguo
Testamento es el mismo Señor Jesucristo del Nuevo Testamento del cual
se dice que "Todas las cosas por El fueron hechas y sin El nada de lo que
es hecho fue hecho» (Juan 1:3).

JEHOVA DIOS se presentó vestido de carne, ya que él es espíritu, lo que


nos indica que la biblia es un libro monoteísta, y en ninguno de sus textos
afirma que dos o tres dioses son los creadores. Así, que cuando te
pregunten cómo se llama tu creador, como se llama tu Dios? Tu respuesta
ahora debe ser JESÚS. Y será bienaventurado todo aquel que crea esta
verdad, porque no hallara tropiezo en Jesús el creador: “y bienaventurado
es aquel que no halle tropiezo en mí.” (Lucas 7:23).

Para concluir con este estudio quiero advertirles a los que insisten en no
creer esta gran verdad que recibirán en su vida una lamentación tan
inimaginable y su llanto será parecido como el que llora por la muerte de
su primer hijo.
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Jehová dijo por medio de uno de los profetas menores: “Y miraran a mí, a
quien traspasaron y lloraran como se llora por hijo unigénito…” (Zacarías
12:10). Esta escatología se cumplirá cuando el Señor Jesús venga por
segunda vez, para con el pueblo Judío, después que pase la “gran
tribulación”, y para dar inicio al reino Milenial. Cuando le vean las heridas
le preguntarán y ¿estas heridas Qué? Él les responderá: Esas las adquirí
en casa de mis amigos, ellos se acordarán de lo que pasó en el calvario; y
llorarán como nunca. Y creerán que el que, crucificaron fue el autor de la
vida, el creador del mundo: “Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y
pedisteis que se os diese un homicida, y matasteis al Autor de la vida, a
quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos
testigos.” (Hechos 3:14-15).

El profeta Zacarías en uno de sus pasaje dice que hay un sólo Dios, y un
sólo nombre. Si existieran más personas en la Deidad, el profeta hubiera
presentado más nombres. La identificación de una persona es por medio
de su Nombre. Sin embargo, el profeta dice que el nombre del creador del
mundo es UNO: "En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre."
(Zacarías l4:9). El profeta se estaba refiriendo a este tiempo en que los que
invocamos el nombre de Jesús, como nuestro Dios y salvador estamos
completos en él: “y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de
todo principado y potestad.” (Colosenses 2:10). Jesús es el nombre del
creador, el nombre del Padre, es el nombre del hijo y es el nombre del
espíritu santo. Jesús es el nombre del creador de la humanidad. Jesús es
tu creador querido amigo y hermano.
Recordemos que en las palabras de Jesús por medio de Mateo el "nombre"
está en singular, veamos: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo” (Mateo 28:19). Este nombre es el que el apóstol Pedro revela
cuando dice que no hay otro nombre bajo del cielo. (Hechos 4:12).
Refiriéndose al Señor Jesucristo.

Hay muchas personas que llaman a Jesús por el nombre de varios títulos
que hacen referencia al creador del mundo en su manifestación, veamos:

1. Isaías y Juan el bautista miraron a Dios manifestado en carne y le


pusieron el título del cordero de Dios: “Angustiado él, y afligido, no abrió
su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de
sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.” (Isaías 53:7)… “El
siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de
Dios, que quita el pecado del mundo.” (Juan 1:29).

2. El apóstol Pablo escribiendo a los Filipenses describe la manifestación


de Dios como “Siervo” que significa alguien que sirve: “el cual, siendo en
forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante
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a los hombres;” (Filipenses 2:6-7). Esto se lo demostró a sus discípulos


como símbolo de su nobleza y servicio cuando les lavo los pies: “Vosotros
me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el
Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis
lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que
como yo os he hecho, vosotros también hagáis.” (Juan 13:13-15).

3. Mateo lo identifica como “El hijo de David” Aunque María pertenecía a la


descendencia de David; él Aceptó este “título” para identificarse con el
pueblo judío, el Dios eterno descendió del cielo al vientre de esta mujer
para tomar un cuerpo sin dejar de ser Dios: “Pero los principales
sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que hacía, y a los
muchachos aclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David!
se indignaron” (Mateo 21:15).

4. Lucas el médico lo describe como el “hijo del hombre” porque tomó su


cuerpo de una mujer para hacerse familia de nosotros, y así, poder
defender nuestra causa: “Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre
tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te
digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.”… “Velad, pues, en todo
tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas
cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.”(Lucas
5:24; 21:36).

5. El Ángel le dijo a María que en santo ser que venía a este mundo sería
llamado “El hijo de Dios”: “” (). Sin embargo este título no varió su posición
de seguir siendo el Dios único y verdadero: “Respondiendo el ángel, le dijo:
El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de
Dios.” (Juan 5: 20).

El Señor Jesús con cualquier inscripción, título o acción, nunca dejó de


ser Dios, y en su manifestación en carne siempre hizo lo que cualquier
hombre hace: llorar, dormir, sufrió cansancio, tuvo hambre, sintió sed;
pero él nunca en ningún momento dejó de ser lo que era, Jehová el
Todopoderoso. Dios manifestado en carne, llenó los requisitos de hijo,
cumplió lo del salmo 65:2. “Tú oyes la oración; A ti vendrá toda carne.”

Jesús es el nombre original de Jehová el creador del que habla el Antiguo


Testamento.

110. ¿Quién es la simiente de la mujer?

“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente


suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” (Génesis
3:15).
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La palabra clave y la cual tenemos que resaltar es SIMIENTE. Simiente es


un término que procede del latín sementis y que, de acuerdo al diccionario
de la Real Academia Española (RAE), tiene dos grandes acepciones: el
concepto puede hacer referencia a una SEMILLA o al SEMEN. Cuando la
Biblia habla de la simiente de la mujer, se está refiriendo al semen, que es
un líquido viscoso producido por el aparato genital masculino de los seres
humanos, este líquido llamado comúnmente espermatozoide hace que la
mujer quede en estado de embarazo. Según las Sagradas Escrituras de la
mujer iba a nacer un niño, que produciría a la serpiente una herida mortal
en la cabeza. Sabemos que la primera pareja creada por Dios fue hecha
santa, inocente y sin pecado. A ella le fue dada la responsabilidad humana
de ser fructífero, dominar la tierra, tener dominio sobre los animales, usar
los vegetales para comer y cuidar del huerto del Edén:

“Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y


sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en
todas las bestias que se mueven sobre la tierra. Y dijo Dios: He aquí que os
he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo
árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer” (Génesis
1:28-29).

“Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para


que lo labrara y lo guardase” (Génesis 2:15).

Sin embargo, fue dada una prohibición; se instruyó al hombre para que no
comiese del árbol del conocimiento del bien y del mal: “más del árbol de la
ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres,
ciertamente morirás” (Génesis 2:17).
Aunque al hombre se le concedió un estado bendito, un cuerpo, mente y
naturaleza perfectos, y todo lo necesario para disfrutar de la vida, Eva
sucumbió ante la tentación y comió el fruto prohibido y Adán se unió a ella
en su acto de desobediencia: “Pero la serpiente era astuta, más que todos
los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la
mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la
mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto
podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo
Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la
serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que
comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el
bien y el mal. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era
agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó
de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como
ella” (Génesis. 3:1-6).

Como resultado vino el juicio divino, la muerte espiritual, el conocimiento


del pecado, el miedo hacia Dios y la pérdida del compañerismo.
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Aun en estas circunstancias Dios introdujo el principio de la gracia con


una promesa del Redentor: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre
tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás
en el calcañar.” (Génesis 3:15).
Aquí en este texto de Génesis Dios habla de una enemistad que puso entre
la serpiente y la mujer. La serpiente según revelaciones es el gran dragón,
la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás. Su misión es la de
engañar al mundo entero; aquí en la tierra donde fue arrojado con sus
ángeles. (Apocalipsis 12:9). Esta serpiente quiso acabar con la línea de
descendencia de donde vendría el Mesías prometido, la simiente de la
mujer. La profecía anuncia que la serpiente heriría en el calcañar a la
simiente de la mujer pero que la simiente de la mujer lo heriría en la
cabeza ocasionándole una herida más mortal que la herida del calcañar.
Cuando naciera el Mesías o Redentor se encargaría de herir a la serpiente
y dejarla derrotada.
Pero la gran pregunta es ¿Quién es la simiente de la mujer? La Escritura
declara indiscutiblemente que la simiente de la mujer es Jesús el Cristo.
Todo esto sucedió porque Satanás se metió con los hijos de Dios,
engañándolos. Ahora Dios le advierte a Satanás yo mismo te aplastare, te
causare una herida mortal con la cual te venceré.

Querido amigo y hermano la simiente es la manifestación gloriosa de


nuestro gran Dios y salvador JESÚS, el creador, el mediador, el Cristo, el
ungido, lo dice el siguiente pasaje: “Ahora bien, a Abraham fueron hechas
las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase
de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.” (Gálatas
3:16).
Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las
transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la
promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador”
(Gálatas 3:19).

Para matar una culebra hay que aplastarle la cabeza y la promesa divina
era (Génesis 3:15) Cristo apareció para aplastarle la cabeza con su
resurrección y dar liberación y victoria a todos los cautivos, que estaban
engañados por el diablo.
Pero antes que pasase todo esto Satanás sabía que la simiente tenía que
ser santa y todo porque desde la caída de Adán y Eva la naturaleza del
pecado se ha transmitido de padre a hijo y de generación en generación, el
rey David reconoció esta condición de todo ser humano: “Cercana está mi
justicia, ha salido mi salvación, y mis brazos juzgarán a los pueblos; a mí
me esperan los de la costa, y en mi brazo ponen su esperanza” (Isaías
51:5), por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios
(Rom.3:23). Era totalmente imposible, sin un milagro de Dios, que alguien
naciera sin pecado. Adán, fue hecho un ser santo, inocente y sin pecado.
La caída del hombre precipitó la necesidad de un salvador y la necesidad
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de regenerar la naturaleza caída del hombre (Génesis 3:15). El pecado y la


naturaleza caída del hombre son los enemigos de la santidad. Todo ser
humano después de la caída de Adán, con la excepción de Jesucristo, ha
nacido con una naturaleza propensa al pecado:

“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el


pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto
todos pecaron. Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde
no hay ley, no se inculpa de pecado. No obstante, reinó la muerte desde
Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la
transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. Pero el don
no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno
murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y
el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. Y con el don no
sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el
juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a
causa de muchas transgresiones para justificación. Pues si por la
transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por
uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don
de la justicia. Así que, como por la transgresión de uno vino la
condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de
uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Porque así como por
la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores,
así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos
justos.” (Romanos 5:12, 19).

“por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”


(Romanos 3:23).

En cuanto a Dios, la santidad no tuvo comienzo ni tendrá fin, siendo que


forma parte de la misma naturaleza de la divinidad: “Quién como tú, oh
Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible
en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?” (Éxodo 15:11).
A Dios se le considera, El Santo. Se le refiere a Dios usando este término
por lo menos treinta (30) veces (Salmos 89:18). En Dios no existe el
pecado. Entonces la santidad no es para Dios, sino por causa de Dios
“Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis,
porque santo soy yo Jehová vuestro Dios” (Levíticos 19:2). Dios es la fuente
inagotable de la santidad. Esta es una de las causas por las que Dios por
medio de los profetas empieza a dar señales de su manifestación, el mismo
vendría a esta tierra. Los detalles de la vida de Cristo fueron predichos con
precisión. Él:

• Nacería de una virgen: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí
que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre
Emanuel” (Is. 7:14).
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• Sería un descendiente de Abraham y de David: “Bendeciré a los que te


bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti
todas las familias de la tierra” (Gn. 12:3).

• Nacería en Belén: “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las
familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas
son desde el principio, desde los días de la eternidad” (Miq. 5:2).

• Sería llevado a Egipto en su infancia: “Cuando Israel era muchacho, yo lo


amé, y de Egipto llamé a mi hijo” (Os. 11:1).

• Sería profeta: “Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te


levantará Jehová tu Dios; a él oiréis” (Dt. 18:15).

• Un Mesías y Salvador: “Se levantarán los reyes de la tierra,


Y príncipes consultarán unidos Contra Jehová y contra su ungido,….” (Sal.
2:2)

Este milagro de la encarnación en el nacimiento de Jesús el Cristo se daría


cuando en ángel del señor le dijo a María que había hallado gracia delante
de Dios y concebiría en su vientre un hijo en cual llamaría por nombre
JESÚS. Este santo ser también seria llamado hijo de Dios: “Entonces el
ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.
Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su
nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el
Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de
Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel:
¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El
Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de
Dios. ” (Lucas 1:30-35).
Jesucristo es la simiente santa, que nació sin la naturaleza pecaminosa
porque fue engendrado por Dios; él es el único hombre que nació santo,
inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime
que los cielos: “Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente,
sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los
cielos” (Heb.7:26).

Todo este proceso tuvo muchas consecuencias en el marco histórico del


advenimiento de la simiente a este mundo. El término advenimiento
significa venida, o llegada, especialmente solemne. Al referirse a las
llegadas o advenimientos de Cristo, sabemos que tienen un origen o
propósito divino. Primero tenía que ser un desvelamiento tal del futuro que
ninguna previsión o sabidurías meramente humanas hubieran podido
suponerlo. Segundo la predicción debe dar los suficientes detalles que
excluyan astutas especulaciones. Y tercero ha de haber aquel lapso de
50
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tiempo entre profecía y cumplimiento que impida la actuación del profeta


mismo para llevar a cabo o afectar el resultado. Satanás sabia de esto y
trató de acabar con la simiente. A través de un recorrido en la historia
Bíblica, podemos observar los intentos de la serpiente por acabar con la
línea genealógica de la que vendría el Mesías (Mateo 1:1-17 y Lucas 3:23-
38). En el transcurso de su venida Satanás mato a muchos jóvenes, niños,
etc. El conocía que el juicio de Dios tenía su cumplimiento y la primera
muerte se dio cuando Caín mata a Abel y muchas otras que registrare a
continuación:

• Caín mata a Abel, pero Set es levantado: “Y dijo Caín a su hermano Abel:
Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se
levantó contra su hermano Abel, y lo mató.” (Gn. 4:8).

• Faraón ordena matar a los bebés varones: “Y habló el rey de Egipto a las
parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa, y
les dijo: Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es
hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva.” (Ex. 1:15-16).

• Saúl trata de matar a David: “Y arrojó Saúl la lanza, diciendo: Enclavaré


a David a la pared. Pero David lo evadió dos veces.” (1 Sam. 18:11).

• Cuando Atalía procedió a destruir toda la familia real, pero fue escondido
Joas: “Cuando Atalía madre de Ocozías vio que su hijo era muerto, se
levantó y destruyó toda la descendencia real.” (2 Rey.11:1).

• Amán trata de matar a los judíos pero interviene Ester: “Pero tuvo en
poco poner mano en Mardoqueo solamente, pues ya le habían declarado
cuál era el pueblo de Mardoqueo; y procuró Amán destruir a todos los
judíos que había en el reino de Asuero, al pueblo de Mardoqueo.” (Est.
3:6,………. “Entonces la reina Ester respondió y dijo: Oh rey, si he hallado
gracia en tus ojos, y si al rey place, séame dada mi vida por mi petición, y
mi pueblo por mi demanda.” 7:3).

Cada varón que nacía y tenía las características del Mesías ocasionaba
una intensión de parte de la serpiente por matarlo. A cada profeta que
también reunía las características del Mesías intentaron matarlos y
muchos de ellos fueron martirizados, aserrados, apedreados, muertos a
espada. Con todos los propósitos de Dios no pueden ser estorbados por las
fuerzas del mal. Nunca el mal prevalecerá contra el bien, nunca las
tinieblas prevalecerán contra la luz. Y cuando la simiente llega a este
mundo los intentos de asesinato contra Jesús, se registran
incansablemente. El diablo trató de acabar con la simiente antes de que
"llegara su hora", como Jesús en muchas ocasiones lo manifestaba y
Cuando anunció que era la hora de morir Pedro quiso impedirlo, pero el
Señor reprendió a Satanás: “Desde entonces comenzó Jesús a declarar a
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sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los


ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y
resucitar al tercer día. Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a
reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera
esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de
mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de
Dios, sino en las de los hombres.” (Mateo 16:21-23) quien estaba detrás de
este asunto, veamos:

1. Herodes manda matar a todos los niños menores de 2 años: “Después


que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José
y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y
permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes
buscará al niño para matarlo. Y él, despertando, tomó de noche al niño y a
su madre, y se fue a Egipto, y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para
que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo:
De Egipto llamé a mi Hijo. Herodes entonces, cuando se vio burlado por los
magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos
años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo
que había inquirido de los magos.” (Mateo 2:13-16).

2. Jesús tentado en el pináculo del templo a lanzarse: “Entonces el diablo


le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo” (Mateo
4:5).

3. Después de la purificación del templo, pero al llegar la noche Jesús se


fue de la ciudad: “Y lo oyeron los escribas y los principales sacerdotes, y
buscaban cómo matarle; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo
estaba admirado de su doctrina. Pero al llegar la noche, Jesús salió de la
ciudad.” (Mr.11:18-19).

4. Debido a la celebración de la pascua no lo mataron: “Dos días después


era la pascua, y la fiesta de los panes sin levadura; y buscaban los
principales sacerdotes y los escribas cómo prenderle por engaño y matarle.
Y decían: No durante la fiesta para que no se haga alboroto del pueblo.”
(Mr. 14:1-2).

5. Después que sanó al paralítico de betesda por sanarlo en día de reposo:


“El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había
sanado. Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban
matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo.” (Jn 5:15-16).

6. Porque se hacía igual a Dios: “Por esto los judíos aún más procuraban
matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también
decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.” (Jn 5:18).

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7. Después que dijo “Yo y el padre uno somos”: “Yo y el Padre uno somos.
Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle………….
Procuraron otra vez prenderle, pero él se escapó de sus manos.” (Jn.10:30-
31,39).

8. Cuando dijo: “Antes que Abraham fuese yo soy” mostrando su


preexistencia: “Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que
Abraham fuese, yo soy. Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero
Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos,
se fue.” (Jn.8:58-59).

9. Cuando enviaron los alguaciles para prenderlos, pero las palabras de


Jesús impactaron sus vidas: “Los alguaciles vinieron a los principales
sacerdotes y a los fariseos; y éstos les dijeron: ¿Por qué no le habéis
traído? Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado
como este hombre!” (Jn. 7:45-46)

Pero la sentencia era las heridas en el talón y en la cabeza: La promesa es


“golpearla en su cabeza”. O sea que habrá una cabeza herida. La idea es
que habrá un golpe mortal. Satanás mantendría este eterno terror sobre él,
ya que cada vez que naciera un varón, este podría ser el que le produjera
su fatal final. En la batalla, Satanás podría ser aplastado por el mismo
talón herido. La simiente prometida podría sufrir pero no sufrir un mal
destructivo. Les puedo decir que la "herida en el calcañar" ocasionada a
Jesús, la simiente de la mujer, fueron los sufrimientos y la muerte en la
cruz que narra Isaías en el capítulo 53 y los evangelios sinópticos, puesto
que Cristo identificó sus ejecutores como la semilla de la serpiente, cuando
les dijo, "Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y queréis satisfacer los
deseos de vuestro padre..."(Jn. 8:44).

Pero como alguien que ha sido atacado por una serpiente en el talón y
reacciona aplastando su cabeza aprovechando que la tiene cerca, Cristo en
la misma cruz le ocasionó la herida mortal a la serpiente, "anulando el
acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria,
quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los
principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre
ellos en la cruz." (Colosenses 2:14-15).

Hay muchas profecías en las Escrituras que revelan que Cristo vendría
una vez como Salvador y de nuevo como Rey. Cristo mismo citó de Isaías
61:1 – 2 en la sinagoga, y se detuvo antes de la frase “y el día de venganza
del Dios nuestro”, porque esto se refería l segundo advenimiento cuando
vendrá a juzgar a las naciones (Ap. 19:11 - 21). En Lucas 1:31 – 33, la
profecía afirma que Jesús será “grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y
el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de
Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin”. Sin embargo, en su primera
53
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venida fue rechazado por los líderes de Israel y no heredó el trono de David
su padre. Esto se cumplirá en el segundo advenimiento cuando establezca
su reinado en el reino milenario. Esas profecías, y otras como ellas,
muestran que el Señor vendrá por segunda vez para cumplir de manera
literal los detalles restantes de las profecías, igual que tuvo lugar la
primera vez. El gran cuerpo de profecía no cumplida hace que el segundo
advenimiento sea cosa absolutamente esencial. Se ha prometido que:

1. Él vendrá personalmente: “los cuales también les dijeron: Varones


galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido
tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.”
(Hch. 1:11).

2. Que los muertos oirán su voz: “No os maravilléis de esto; porque vendrá
hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz” (Jn. 5:28).

3. Que Él ministrará a sus siervos vigilantes: “Considerad los lirios, cómo


crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda
su gloria se vistió como uno de ellos.” (Lc. 12:27).

4. Que volverá de nuevo a la tierra: “los cuales también les dijeron:


Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que
ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al
cielo” (Hch. 1:11).

5. Que todo ojo le verá: “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le
verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán
lamentación por él. Sí, amén.” (Ap. 1:7).

6. Que ante Él se doblará toda rodilla: “Por mí mismo hice juramento, de


mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará
toda rodilla, y jurará toda lengua.” (Is. 45:23

El nacido de la virgen conquisto la muerte, el infierno y el sepulcro. Cristo


dará el golpe final a Satanás cuando él vuelva: "Y el Dios de paz Aplastará
en breve a Satanás debajo de vuestros pies. La gracia de nuestro Señor
Jesús sea con vosotros." (Romanos 16:20). Nunca el mal a través de la
historia ha vencido el poder de Dios. Satanás no ha sido un problema para
Dios. Dios siempre ha tenido el control de la situación. El diablo creyó que
podía acabar con el programa de Dios para la salvación del hombre, pero
recibió una fuerte herida cuando Cristo murió en la cruz y resucitó al
tercer día. Si tú te mantienes en las manos de Dios los propósitos de Dios
se cumplirán en tu vida y no hay diablo que te pueda vencer ni separar del
amor de Dios que es en Cristo Jesús, Señor nuestro. Y así como Cristo
exhibió públicamente a Satanás, tú querido hermano también triunfaras
sobre tus enemigos y los exhibirá públicamente también. Pero lo más
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importante de todo esto es que comprendemos que la simiente de la mujer


es nuestro gran Dios y salvador Jesucristo, a quien esperamos en su
manifestación gloriosa. Amén.

111. ¿Por qué escogió Dios revelarse por medio del hijo?

Este texto nos muestra el claro propósito de Dios para hacerse como uno
de sus hijos, el participo de lo mismo de su creación “Sangre" y “carne”,
siendo el Dios todopoderoso paso a ser un ser humano, Esto es lo que
muchas personas en el mundo no pueden creer. Dios realizo todo esto con
un fin: “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él
también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al
que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo” (Hebreos 2:14). Esto
nos nuestra que Hijo es una manifestación visible del Padre en carne. El
Hijo es una representación exacta o imagen de Dios con toda la gloria de
Dios. En otras palabras, el Dios (Padre) invisible se manifestó en carne
visible como el Hijo para que los hombres pudieran ver la gloria de Dios y
entender cómo es Dios realmente. Hebreos 1 se puede considerar como un
recalcamiento de Juan 1 en que Dios Padre fue manifestado en carne.
Hebreos 1:2 dice que Dios nos ha hablado por su Hijo; Juan 1:14 dice que
el Verbo fue hecho carne, y Juan 1:18 dice que el Hijo ha dado a conocer a
Dios Padre. De estos versículos, entendemos que el Hijo no es distinto al
Padre en personalidad, sino que es el modo por el cual el Padre se reveló al
hombre. Puesto que el papel del Hijo de Dios es temporal y no eterno,
sabemos que el propósito principal del Hijo es ser nuestro Salvador. La
obra de la salvación demandaba muchos papeles que solamente un ser
humano podía realizar, incluyendo los papeles de sacrificio, propiciación,
sustituto, pariente-redentor, reconciliador, mediador, abogado, sumo
sacerdote, segundo Adán, etc. Estos términos confluyen en muchas
maneras, pero cada uno representa un aspecto importante de la obra de la
salvación que, según el plan de Dios, solamente se podía llevar a cabo por
un ser humano. De acuerdo al plan de Dios, el derramamiento de sangre
era necesario para la remisión de los pecados del hombre: “Y casi todo es
purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se
hace remisión.” (Hebreos 9:22). La sangre de los animales no podía quitar
el pecado del hombre porque los animales son inferiores al hombre:
“porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los
santificados.” (Hebreos 10:4).

Ningún ser humano podía comprar la redención para alguien más porque
todos habían pecado y merecían entonces la pena de muerte para sí
mismos:

“por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”


(Romanos 3:23).

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“Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna
en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 6:23).

Solamente Dios era sin pecado, pero Él no tenía carne y sangre. Entonces,
Dios se preparó un cuerpo: “Por lo cual, entrando en el mundo dice:
Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo.” (Hebreos
10:5). Para poder vivir una vida sin pecado en la carne y derramar sangre
inocente para salvar a la humanidad. El vino a ser carne y sangre para
poder vencer por medio de la muerte al diablo y librar a la humanidad:
“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también
participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el
imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el
temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.”
(Hebreos 2:14-15). De esta manera Cristo es nuestra propiciación - el
medio por el cual obtenemos el perdón, la satisfacción de la justicia de
Dios, el aplacamiento de la santa ira de Dios: “a quien Dios puso como
propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a
causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados.”
(Romanos 3:25). El sacrificio de Cristo es el medio por el cual Dios perdona
nuestro pecado sin comprometer su justicia. Hoy somos salvos mediante el
sacrificio de Jesucristo - mediante el ofrecimiento del Hijo de Dios:

“En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de


Jesucristo hecha una vez para siempre”…………………….. “añade: Y nunca
más me acordaré de sus pecados y transgresiones. Pues donde hay
remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado. Así que, hermanos,
teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de
Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo,
esto es, de su carne.” (Hebreos 10:10-20).

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo


unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna.” (Juan 3:16).

Entonces el Hijo es el sacrificio y la propiciación por nuestros pecados.


Cuando el Hijo de Dios vino a ser un sacrificio, también vino a ser un
sustituto por nosotros. El murió en nuestro lugar, cargó nuestros pecados,
y pagó la pena de muerte por nuestros pecados:

“Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados;
el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros
curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se
apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos
nosotros.” (Isaías 53:5-6).

“quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero,


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para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y


por cuya herida fuisteis sanados.” (1 Pedro 2:24).

Él fue más que un mártir; El en realidad tomó nuestro lugar. El probó la


muerte por cada hombre (Hebreos 2:9 dice: Pero vemos a aquel que fue
hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de
honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de
Dios gustase la muerte por todos). Por supuesto, Jesús solamente pudo
ser nuestro sustituto y morir en nuestro lugar, por haber venido en carne.
Por medio de su humanidad, Jesús es capaz de mediar, es decir, de
interponerse entre el hombre y Dios y representar el hombre ante Dios.
Como mediador, Jesús reconcilia al hombre con Dios; Él le devuelve al
hombre la comunión con Dios: “Y todo esto proviene de Dios, quien nos
reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la
reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo,
no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a
nosotros la palabra de la reconciliación.” (2 Corintios 5:18-19). La brecha
entre un Dios santo y el hombre pecador, fue cerrada por el inocente
hombre Jesucristo: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre
Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1. Timoteo 2:5). Debemos notar
con qué cuidado Pablo mantuvo la Unicidad de Dios en este versículo. No
hay ninguna distinción en Dios, sino una distinción entre Dios y
Jesucristo el hombre. No hay dos personalidades en Dios; la dualidad está
en Jesús como Dios y Jesús como hombre. No es Dios quien hace
mediación entre Dios y el hombre; ni la hace “Dios Hijo.” Al contrario, es
Jesús el hombre quien hace mediación; solo un hombre inocente podría
acercarse a un Dios santo a favor de la humanidad. El papel de Cristo
como sumo sacerdote se encuentra cercanamente asociado con su papel
de mediador:

“Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la


descendencia de Abraham. Por lo cual debía ser en todo semejante a sus
hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que
a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. Pues en cuanto él
mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son
tentados.” (Hebreos 2:16-18).

“Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús
el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un
sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino
uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” (Hebreos 4:14-16).

Por medio de su sacrificio y propiciación, tenemos acceso directo al trono


de Dios, como dice (Hebreos 4:16). Él, es nuestro sacerdote para siempre:
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“donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote
para siempre según el orden de Melquisedec.” (Hebreos 6:20). El Hijo es
nuestro sumo sacerdote mediante el cual podemos acercarnos
confiadamente a Dios. Asimismo, el papel de Hijo permite a Cristo ser
nuestro abogado, uno a quien acudimos por ayuda: “Hijitos míos, estas
cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado
tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.” (1 Juan 2:1). Si
pecamos, aun después de ser convertidos, tenemos a alguien que abogará
nuestro caso para obtener la misericordia de Dios. Nuevamente, es el papel
de Hijo el que logró esto, pues cuando confesamos nuestros pecados, la
sangre de Cristo es aplicada a aquellos pecados, haciendo que su defensa
por nosotros sea exitosa. Jesús es el segundo Adán por medio de su
humanidad: “Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán
alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. Mas lo espiritual no es
primero, sino lo animal; luego lo espiritual. El primer hombre es de la
tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. ” (1
Corintios 15:45-47). El vino para conquistar y condenar el pecado en la
carne y para vencer a la misma muerte:

“Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne,
Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del
pecado, condenó al pecado en la carne” (Romanos 8:3).

“¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya


que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Más
gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro
Señor Jesucristo. ” (1 Corintios 15:55-57).

El vino como un hombre para poder reemplazar a Adán como el


representante de la raza humana. Para hacer esto, el revocó todas las
consecuencias de la caída de Adán para los que creen en El: “” (Romanos
5:12-21). Jesús como el segundo Adán, el nuevo representante de la raza
humana, volvió a ganar todo lo que la humanidad perdió a causa del
pecado de Adán. Jesús no solo vino en carne para morir sino que también
vino para darnos el ejemplo de una vida victoriosa para que pudiéramos
seguir sus pasos: “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo
padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas” (1
Pedro 2:21) Él nos mostró cómo vivir victoriosamente sobre el pecado en la
carne. Él llegó a ser el Verbo de Dios puesto en acción en la carne: “En el
principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.” (Juan
1:1). Su manifestación fue conocida como en hijo unigénito, así lo vimos
entre la humanidad: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre
nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de
gracia y de verdad.” (Juan 1:14). El vino a ser el Verbo viviente para que
pudiéramos entender claramente cómo quería Dios que fuéramos. Por
supuesto, Él también nos da poder para seguir su ejemplo. Tal como
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somos reconciliados por su muerte, somos salvos por su vida: “Porque si


siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo,
mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.” (Romanos
5:10). Su Espíritu nos da el poder para vivir la vida justa que El desea que
vivamos:

“pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu


Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y
hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8).

“para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos


conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.” (Romanos 8:4).

El Hijo no solo representa al hombre ante Dios, sino que también


representa a Dios ante el hombre. Él es un apóstol, uno que fue escogido
por Dios y enviado por Dios con un propósito específico: “Por tanto,
hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al
apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús.” (Hebreos
3:1). Él es un profeta, representando a Dios ante el hombre y revelando la
Palabra de Dios al hombre:

“y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien dé cierto es


necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas
las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido
desde tiempo antiguo. Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro
Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él
oiréis en todas las cosas que os hable; y toda alma que no oiga a aquel
profeta, será desarraigada del pueblo.” (Hechos 3:20-23).

“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro


tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha
hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien
asimismo hizo el universo.” (Hebreos 1:1-2).

Su humanidad es crucial en este sentido, pues Dios usó la humanidad del


Hijo para alcanzar al hombre al mismo nivel del hombre. Además de
proclamar la Palabra de Dios, el Hijo reveló la naturaleza de Dios al
hombre. Mediante el Hijo, Dios comunicó su gran amor hacia el hombre y
exhibió su gran poder de una manera que el hombre pudiera entender.
Dios usó el nombre de Jesús como la revelación cumbre de su naturaleza y
la persona de Jesús como la culminación profética de las teofanías del
Antiguo Testamento. Este propósito del papel de Hijo se encuentra
expresado por muchos versículos de la Escritura que enseñan la
manifestación de Dios en carne. Juan 1:18 describe este propósito del
Hijo: “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del
Padre, él le ha dado a conocer.” Isaías profetizó que esta revelación
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vendría: “Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la


verá” (Isaías 40:5). Pablo escribió, que esto en verdad aconteció en Cristo:
“Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el
que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del
conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo” (2. Corintios 4:6).
En otras palabras, el Hijo de Dios llegó a ser el medio por el cual el Dios
invisible e incomprensible se reveló al hombre. El papel de Hijo también le
permite a Dios juzgar al hombre. Dios es recto y justo. También es
misericordioso. En su justicia y misericordia, El decidió no juzgar al
hombre hasta haber experimentado verdaderamente todas las tentaciones
y los problemas de la humanidad y hasta haber demostrado que es posible
vivir justamente en la carne. La Biblia declara específicamente que el
Padre no juzgará a nadie; solamente el Hijo juzgará: “Porque el Padre a
nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que todos honren al
Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que
le envió. De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que
me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de
muerte a vida. De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es,
cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren
vivirán. Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado
al Hijo el tener vida en sí mismo; y también le dio autoridad de hacer
juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. ” (Juan 5:22:27). Dios juzgará por
medio de Jesucristo: “en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los
secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.” (Romanos 2:16). En
otras palabras, Dios (Jesús) juzgará al mundo en el papel de Uno que vivió
en la carne, venció al pecado en la carne, e hizo disponible aquel mismo
poder victorioso a toda la humanidad. En el plan de Dios, el Hijo era
necesario para traer salvación al mundo. Esto incluye los papeles de:
• Sacrificio
• Sustituto
• Pariente-redentor
• Reconciliador
• Mediador
• Sumo sacerdote
• Abogado
• Segundo Adán
• Un ejemplo de justicia.

El papel de Hijo también hizo posible que Cristo fuera:

• Apóstol
• Profeta
• Revelador de la naturaleza de Dios
• Rey
• Juez.

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Todos estos papeles demandaban que un humano los reuniera; por ellos
podemos entender por qué Dios vino al mundo en carne como el Hijo. Este
es el gran misterio que nos muestra su amor: “E indiscutiblemente, grande
es el misterio de la piedad:
Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los
ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo,
Recibido arriba en gloria.” (1 Timoteo 3:16).

Ahora que ya sabes ¿POR QUÉ ESCOGIÓ DIOS REVELARSE POR MEDIO
DEL HIJO? Espero que dejes esa creencia "que él es una Trinidad."

112. ¿Cuál es el nombre del Padre y del Espíritu Santo?

"……. en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo" (Mateo
28:19)

JESUCRISTO es el nombre del padre, y del hijo y del espíritu santo, Jesús
era y es Dios mismo, él es Jehová de los ejércitos, él es el yo soy, el Alfa y
la Omega, principio y fin, el que es y que era y que ha de venir, el
Todopoderoso.

Hay en este mundo muchas personas que dicen ser Cristianas, pero no
saben quién era en realidad nuestro señor JESUCRISTO, cuando comenzó
su ministerio aquí en la tierra.
Decir que Jesús es el verdadero Dios o que es el nombre del padre, y del
espíritu santo, es para muchos una equivocación, es negar al padre y al
espíritu santo, y esto es solo porque ellos han creído en una dualidad, o en
una trinidad enseñada por los falsos maestros que se visten de ovejas,
pero que en realidad son lobos rapaces que buscan que muchas almas les
sigan en su desenfreno y creencias, que las sagradas escrituras no
registran, no hablan, y en ellas no se encuentran estos términos que le
dan a Dios: (LA SANTÍSIMA TRINIDAD).

Por eso querido amigo (a), es importante que te hagas esta pregunta:
¿Quién era Jesucristo?, pues si no sabes, te voy a ayudar con estos textos
bíblicos que demuestran en realidad quien es JESUS.

Según las sagradas escrituras él es:

• El yo soy: "Porque si no creyerais que YO SOY en vuestros pecados


moriréis." (Juan 8:24)

• El Nombre del Padre: "Yo he venido en el nombre de mi Padre." (Juan


5:43) "He manifestado tu nombre a los hombres" (Juan17: 6).

• El nombre del Espíritu Santo: "Mas vosotros no vivís según la carne, sino
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según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si


alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él" (Romanos 8:9).
El nombre de Jesús era el nombre de Dios que estaba oculto. El verbo lo
manifestó al mundo con el nombre de JESUCRISTO:

• "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios"
(Juan 1:1). "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y
vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de
verdad" (Juan1:14).

Jesucristo es el nombre del padre y del hijo y del espíritu santo, siendo el
señor el rey de Israel:

"Jehová ha apartado tus juicios, ha echado fuera tus enemigos; Jehová es


Rey de Israel en medio de ti; nunca más verás el mal" (Sof 3:15).

Dios bajo el nombre de Jesucristo es el rey de Israel:

"Tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna!


¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel! Y halló
Jesús un asnillo, y montó sobre él, como está escrito: No temas, hija de
Sion; he aquí tu Rey viene, Montado sobre un pollino de asna" (Juan
12:13,15).

Los israelitas solo conocían a un rey "yo soy, rey eterno y perpetuo por rey
para siempre:

"Jehová es Rey eternamente y para siempre; de su tierra han perecido las


naciones" (Salmos 10:16).

"Jehová preside en el diluvio, y se sienta Jehová como rey para siempre"


(salmos 29:10).

Para la mente y el oído dócil, y el corazón dispuesto, Jesucristo es el


nombre de Dios padre. Rey de todo el universo: "Y en su vestidura y en su
muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES"
(Apocalipsis 19:16).

Él es el nombre que estaba oculto y que a su tiempo seria manifestado


"por tanto mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día:
PORQUE YO MISMO QUE HABLO, HE AQUÍ ESTARÉ PRESENTE."(Isaías
52:6).

La palabra en función de hijo manifestó el nombre oculto que sería firme y


único para nuestra dispensación: así estaba pronunciado"; en aquel día. El
señor será uno y uno su nombre" (Zac 14:9).
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No se puede ver a Jesús separado del padre, son una sola deidad; él lo
dijo" yo y el padre una cosa somos" (Juan 10:30). El profeta Isaías le da
eterna paternidad al Cristo, seria llamado "padre eterno": "Porque un niño
nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se
llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno,
Príncipe de Paz" (Isaías 9:6)

Jesús no titubeo al confesar que él era el padre cuando Felipe le pregunto


"muéstranos al padre y nos basta, más clara la pregunta sería
¡Muéstranos a Dios y con eso me basta... Jesús contesta: tanto tiempo a
que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? el que me ha visto (a
Jesús) ha visto al padre (Jehová Dios): ¿cómo, dices tú muéstranos el
padre? (Juan14: 8,9).

Cristo está diciéndoles: ¿Piensas que hay otro fuera de mí? Piensas que el
Padre es otro? No, el no dijo esto, él le dijo a Felipe soy el mismo, yo soy tu
Dios. El nombre del padre es JESUCRISTO.

Dios tiene una característica importante y es que él siempre manda avisar


a la humanidad y a sus escogidos que el mismo vendría, y eso es lo que le
anunciamos hoy al mundo que Dios viene por segunda vez. Cuando él dijo
que solo él venía a salvarnos, anunciando su primera venida: "Dios mismo
vendrá y os salvara" (Isaías 35), eligió a su heraldo para que anunciara que
iba a venir, para que el mostrara el camino a muchos. Jehová eligió a Juan
el bautista, para que advirtiera a su pueblo que venía a esta tierra:

"He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de


mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y
el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho
Jehová de los ejércitos" (Malaquías 3:1).

"Porque éste es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero


delante de tu faz, El cual preparará tu camino delante de ti" (Mateo 11:10).

"Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad


calzada en la soledad a nuestro Dios" (Isaías 40:3).

"Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino


del Señor, como dijo el profeta Isaías" (Juan 1:23).

Juan el bautista era el encargado de presentar a JEHOVA a su pueblo,


hermanos y amigos, y fue lo que él hizo cuando lo vio por primera vez: "El
siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de
Dios, que quita el pecado del mundo" (Juan 1:29).

Después de haber presentado a Jesús como el salvador y Dios al pueblo de


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Israel, Juan tuvo dudas de que en realidad este fuera el Dios del Antiguo
Testamento que venía a salvarnos. Esto está pasando hoy día a muchos
hombres y mujeres y se preguntan si en verdad JESUCRISTO es el
verdadero Dios, y como no creen a la verdad entra el engañador y les hace
creer que Jesús es un ángel, una dualidad o una trinidad.
Juan el bautista no se quedó con esta duda y por eso eligió a dos de sus
discípulos y les mando que le preguntaran a Jesús si él era el que había de
venir o esperaremos algún otro: "… Y llamó Juan a dos de sus discípulos,
y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir, o
esperaremos a otro?" (Lucas 7:18,19).

Cuando llegaron los discípulos de Juan el bautista ante el creador del


universo y todo lo que existe (Jesucristo), le dijeron que venían de parte de
su maestro (Juan el bautista), él te manda a decir si eres tú el que había
de venir o esperaremos a otro? Y para aclarar esto de que no hay otro Dios,
JESUS les respondió con las señales de la cual él había dicho por el
profeta Isaías que iban acontecer cuando JEHOVA de los ejércitos se
presentara en la persona de Jesucristo en esta tierra:

"Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha
enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o
esperaremos a otro? En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades
y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. Y
respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y
oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos
oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el
evangelio " (Lucas 7:20-22).

"Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro


Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.
Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se
abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del
mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la
soledad. El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en
manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar
de cañas y juncos" (Isaías 35:4,7).

Des pues que Juan el bautista presento a Dios en el rio Jordán, JESUS se
presenta a sí mismo a los judíos diciendo que aquella luz verdadera que
alumbra a todos hombre estaba en este mundo, el mundo que el mismo
creo:

"En el principio creó Dios los cielos y la tierra" (Génesis 1:1).

"En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le


conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron." (Juan 1:10,11).
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El creador del cielo y de la tierra y de todo lo que existe estaba en la


persona de Jesucristo en este mundo, que privilegio, que alegría que
emoción, para nosotros hoy día, porque para el pueblo de Israel fue lo
contrario, ellos lo despreciaron, ellos no lo recibieron, no conocieron la luz
que tanto les alumbro y les mostro el camino en el desierto médiate una
columna de fuego:

"Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para
guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para
alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. Nunca se apartó
de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna
de fuego"(Éxodo 13:21,22).

"Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.
En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le
conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron" (Juan 1:9,11).

"Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos


estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; y todos en Moisés fueron
bautizados en la nube y en el mar, y todos comieron el mismo alimento
espiritual, y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de
la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo"(1ra. a los Corintios
10.1, 4).

Pero hoy hay un pueblo que como Juan el bautista que anuncio su
primera venida aquí en esta tierra, este pueblo escogido por Dios anuncia
la segunda venida de nuestro gran Dios y salvador JESUCRISTO.
No anunciamos que van a venir dos o que van a venir tres, solo
anunciamos que va a venir uno que es el padres, el hijo y el espíritu santo,
JESUCRISTO nuestro salvador. Bienaventurado todos aquellos que han
creído esta verdad, y los que todavía no han creído están a tiempo de
creer, porque si tú no crees que JESUCRISTO, es el nombre del PADRE, Y
DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO, en vuestros pecados moriréis: "Porque
si no creyerais que YO SOY en vuestros pecados moriréis." (Juan 8:24)
Solo los que han creído en esta palabra reconocen que el hijo manifestó en
nombre del Dios todopoderoso JESUCRISTO: "He manifestado tu nombre a
los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han
guardado tu palabra" (Juan17:6).

113. ¿Qué fue lo que en realidad vio esteban?

La derecha de Dios… a otro Dios…una trinidad

¿Qué VE usted?

En el Nuevo Testamento, hay numerosos pasajes que nos dicen que Jesús
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se sienta a la diestra de Dios:

“Porque David no subió a los cielos; pero él mismo dice: Dijo el Señor a mi
Señor: Siéntate a mi diestra.” (Hechos 2:34).

“Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus


enemigos por estrado de tus pies.” (Salmo 110:1).

“Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la
gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios. Esteban miró
hacia el cielo mientras lo estaban matando a pedradas y “vio la gloria de
Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios.” (Hechos 7:55).

¿Qué significa esta frase?

¿Significa que hay dos manifestaciones físicas de Dios en cielo, Dios y


Jesús, con el último puesto perpetuamente a la diestra del anterior?

¿Es esto lo qué Esteban vio?

Una interpretación física “de la diestra de Dios” (la mano de Dios) es


incorrecta.

En primer lugar, ningún hombre ha visto Dios en algún momento, ni un


ser humano puede verlo:

“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre,
él le ha dado a conocer.” (Juan 1:18).

“el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien
ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el
imperio sempiterno. Amén.” (1 Timoteo 6:16).

“Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios


permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.” (1
Juan 4:12).

Dios es Espíritu y como tal es invisible…: “Por tanto, al Rey de los siglos,
inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos
de los siglos. Amén.” (1. Timoteo 1:17).

Él no tiene una mano derecha física a menos que El elija manifestarse a sí


mismo en una forma humana. Literalmente, sabemos que Esteban no vio a
Dios aparte de Jesús. Si él vio a dos personas, ¿por qué ignoraría a una de
ellas, orando solamente a Jesús?: “Y apedreaban a Esteban, mientras él
invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas,
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clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo
dicho esto, durmió.” (Hechos 7:59-60).

Si él vio distintas manifestaciones físicas del Padre y del Hijo, ¿por qué no
vio al Espíritu Santo como una tercera persona?

Esteban no vio a Dios aparte de Jesús. Esteban vio al Espíritu de Dios,


sino que nos dice que él vio “la gloria de Dios” y a Jesús. En el versículo 56
Esteban dijo, “He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que
está a la diestra de Dios.” La única imagen visual o persona que Esteban
vio era realmente Jesucristo.
Si tomamos “la diestra de Dios” en un sentido físico, se presentan otros
problemas. ¿Está sentado Jesús a la diestra de Dios según lo registrado en
Hechos 2:34?, o ¿está Jesús parado a la diestra de Dios como es registrado
en Hechos 1:55-56? ¿Está Jesús sentado encima de la diestra extendida
de Dios? o ¿está Jesús sentado junto a la diestra de Dios? ¿Está Jesús en
el seno del Padre? (Juan 1:18).

¿Qué de Apocalipsis 4:2, describe un trono en el cielo y a uno qué se


sienta en ese trono? ¿Se sienta el Padre en un trono y Jesús se sienta al
lado de aquel trono? ¿Qué del hecho de que Jesús es el único que está
sentado en el trono? Obviamente, entonces, la descripción de Jesús a la
diestra de Dios debe ser figurativa o simbólica. En verdad, esto es evidente
al considerar las numerosas referencias que hablan de la diestra de Dios a
través de la Biblia.

En el Salmo 16:8, David escribió, “A Jehová he puesto siempre delante de


mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido.”
¿Significa esto que Jehová estaba siempre presente de forma corporal a la
diestra de David?

El Salmo 77:10 dice, “Traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del
Altísimo.” ¿Prometía el salmista recordar el número de años de una diestra
de Dios?

El Salmo 98:1 declara de Jehová, “Su diestra lo ha salvado y su santo


brazo.” ¿Significa esto que Dios derrotó a sus enemigos sosteniendo detrás
de sí mismo su mano izquierda mientras que los aplastó con una diestra
física?

El Salmo 109:31 indica que Jehová “se pondrá a la diestra del pobre.”
¿Significa esto que Él se coloca físicamente a sí mismo al lado de la gente
pobre en todo momento?

Jehová declaró en Isaías 48:13, “mi mano derecha midió los cielos,”

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En Isaías 62:8 dice que Jehová juró por su mano derecha. ¿Significa esto
que Dios extendió una mano gigante y literalmente cubrió el cielo? o ¿qué
Dios puso su mano izquierda encima de su mano derecha y juró por ella?

Jesús echó fuera a los demonios por el dedo de Dios: “Mas si por el dedo
de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado
a vosotros.” (Lucas 11:20). ¿Arrastró desde el cielo a un dedo gigante para
traerlo aquí abajo y así echar fuera a los demonios de la gente?

Por supuesto, la respuesta a todas estas preguntas es “No.” Por lo tanto,


debemos entender que la “diestra de Dios” se usa en un sentido figurativo,
simbólico, o poético y no en un sentido físico o corporal.

Siendo esto así, ¿qué significa esta frase?

En la Biblia, la diestra significa fuerza, poder, importancia, y preeminencia


tal como en las frases de uso común, “él es mi mano derecha” y “daría mi
brazo derecho para esto.”

Algunos ejemplos bíblicos para demostrar esta asociación de la diestra con


el poder son interesantes e instructivas:

Éxodo 15:6 proclama, “Tu diestra, O Jehová, ha sido magnificada en


poder.”

El Salmo 98:1 dice: “Cantad a Jehová cántico nuevo, Porque ha hecho


maravillas; Su diestra lo ha salvado, y su santo brazo.”, y el Salmo 110:1
afirma: “Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a
tus enemigos por estrado de tus pies.”, asocia a la diestra de Dios con la
victoria sobre los enemigos.
Cuando la Biblia habla de Jesús a la diestra de Dios, quiere decir que
Jesús tiene todo el poder y toda la autoridad de Dios.

Jesús mismo dijo claramente en Mateo 26:64: “Desde ahora veréis al Hijo
del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes
del cielo.”
Así, Jesús declaró que tenía todo el poder de Dios; por esta implicación El
declaró que era Dios.

Hechos 5:31 indica que la diestra de Dios o el brazo de Dios se refieren a


veces específicamente al poder de Dios en la salvación.

Otros muchos versículos de la Escritura hablan de la diestra de Dios como


una representación de la liberación y de la victoria que Dios da a su gente,
veamos:

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“Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en poder; Tu diestra, oh


Jehová, ha quebrantado al enemigo.” (Éxodo 15:6).

“Porque no se apoderaron de la tierra por su espada, Ni su brazo los libró;


Sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, Porque te complaciste en
ellos.” (Salmo 44:3).

“Cantad a Jehová cántico nuevo, Porque ha hecho maravillas; Su diestra lo


ha salvado, y su santo brazo.” (Salmo 98:1).

Isaías 59:16 dice, “lo salvó su brazo.”

Por lo tanto, que la descripción de Jesús a la diestra de Dios significa que


Jesús es la expresión del poder salvador de Dios. Este concepto armoniza
la asociación de la posición de Jesús a la diestra de Dios con su papel de
mediador, particularmente su trabajo como nuestro intercesor y sumo
sacerdote:

“¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que


también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también
intercede por nosotros.” (Romanos 8:34).

“Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos


tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en
los cielos.” (Hebreos 8:1).

Esteban no vio a Jesucristo como el hombre ordinario que se pensaba que


era mientras que estuvo en la tierra, sino le vio con la gloria de Dios y el
poder de Dios. De igual modo, Juan vio a Jesús revelado como Dios en
toda su gloria y poder (Apocalipsis 1).

La exaltación, la glorificación, y la revelación de Cristo culminaron en su


ascensión. Marcos 16:19 dice, “Y el Señor, después que les habló, fue
recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.” La frase “se
sentó” indica que la obra sacrificial de Cristo no se continúa sino que es
completa.

“Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo


muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los
pecados; pero Cristo habiendo ofrecido una vez para siempre un solo
sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios” (Hebreos
1:3).

“Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo


muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los
pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo
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sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en


adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de
sus pies.” (Hebreos 10:11-13).

Sí la entendemos como símbolo del poder, de la fuerza, de la autoridad, de


la preeminencia, de la victoria, de la exaltación, y del poder salvador de La
diestra” revela la omnipotencia y la Deidad absoluta de Jesús y justifica el
mensaje de un solo Dios en Cristo.
Volviendo a nuestra pregunta original, ¿qué fue lo que en realidad vio
Esteban? Es evidente que él vio a Jesús. Isaías 40:5 dice referente a la
venida del Mesías, “Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne
juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado.” Jesús es la
gloria revelada de Dios.

Esteban vio la gloria de Dios cuando él vio a Jesús. El vio a Jesús


irradiando la gloria que El poseía como Dios y con todo el poder y la
autoridad de Dios. En breve, él vio al Cristo exaltado.

El vio a Jesús, no simplemente como a un hombre sino como a Dios


mismo, con toda su gloria, su poder, y su autoridad. Por eso El clamó a
Dios diciendo, “Señor Jesús, recibe mi espíritu” (Hechos 7:59).

Con esto quiero decirte que no son dos, no son tres dioses quienes van a
recibir tu Espíritu, seamos entendidos como esteban que sabía que
Jesucristo, el único Dios, es quien nos va a recibir en el cielo.

114. ¿Si Jesús es Dios, por qué oró?

¿Indican las oraciones de Cristo que hay una distinción de personas entre
Jesús y el Padre? No. Más bien, Sus oraciones indican una distinción
entre el Hijo de Dios y Dios. Jesús oró en Su humanidad, no en Su
deidad.

Si las oraciones de Jesús demuestran que la naturaleza divina de Jesús es


diferente que la del Padre, entonces Jesús es inferior al Padre en Su
deidad.

Es decir, si Jesús oró como Dios entonces Su posición en la Deidad sería


de alguna manera inferior a las otras “personas.” Este único ejemplo
eficazmente destruye el concepto de una trinidad de personas coiguales.

¿Cómo puede Dios orar y a la vez ser Dios? Por definición,


Dios en Su omnipotencia no tiene ninguna necesidad de orar, y en Su
unicidad, no tiene ningún otro ser a quién Él pueda orar. Si las oraciones
de Jesús prueban que hay dos personas en la Deidad, entonces una de
aquellas personas está subordinada a la otra y por lo tanto no es completa
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o verdaderamente Dios. ¿Cuál, entonces, es la explicación de las oraciones


de Cristo? Solamente puede significar que la naturaleza humana de Jesús
oró al Espíritu eterno de Dios. La naturaleza divina no necesitaba ayuda;
solamente la naturaleza humana la necesitaba.

Como Jesús dijo en el Huerto de Getsemaní, “El Espíritu a la verdad está


dispuesto, pero la carne es débil” (Mateo 26:41). Hebreos 5:7 dice: Y Cristo,
en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y
lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor
reverente. Explica claramente que Jesús tenía necesidad de orar solamente
durante “los días de su carne.” Durante la oración en Getsemaní, la
voluntad humana se sometió a la voluntad divina.

Por medio de la oración Su naturaleza humana aprendió a someterse y ser


obediente al Espíritu de Dios:

Filipenses 2:8 dice: y estando en la condición de hombre, se humilló a sí


mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

Hebreos 5:7-8 dice: Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y


súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue
oído a causa de su temor reverente.
5:8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia.

Esto no era una lucha entre dos voluntades divinas, sino una lucha entre
la voluntad humana y la voluntad divina de Jesús. Como hombre Jesús se
sometió a y recibió fuerza del Espíritu de Dios.

Algunos pueden oponerse a esta explicación, afirmando que significa que


Jesús oró a Sí mismo. Sin embargo, nosotros debemos darnos cuenta que
Jesús tenía dos naturalezas perfectas y completas LA HUMANA Y LA
DIVINA, desemejante de cualquier otro ser humano. Lo que sería
absurdo o imposible para un hombre ordinario no es tan extraño para
Jesús.

No decimos que Jesús oró a Sí Mismo, porque eso implica incorrectamente


que Jesús tenía solamente una naturaleza tal como los hombres ordinarios
tienen. Al contrario, decimos que la naturaleza humana de Jesús oró al
Espíritu divino de Jesús que moraba en el hombre.

La opción es sencilla. O Jesús como Dios oraba al Padre o Jesús como


hombre oraba al Padre. Si el primero fuera la verdad, entonces tendríamos
una forma de subordinacionismo o arianismo en los cuales una persona
en la Deidad es inferior a, y no coigual con, una otra persona en la
Deidad.
Esto contradice el concepto bíblico de un solo Dios, la deidad completa de
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Jesús, y la omnipotencia de Dios. Si la segunda alternativa es correcta, y


nosotros creemos que así es, entonces no existe ninguna distinción de
personas en la Deidad. La única distinción es entre la humanidad y la
divinidad, y no entre Dios y Dios.

Para concluir Jesús oró porque estaba “en los días de su carne” (Hebreos
5:7). Era humano y tenía que obedecer la Ley que dice: “Tu oyes la oración,
a ti vendrá toda carne” (Sal. 65:2). El mismo dijo: “... nos conviene cumplir
toda justicia” (Mt. 3:15). Cumpliendo esto “nos dejó ejemplo para que
sigamos sus pisadas” (1 P. 2:21 dice: Pues para esto fuisteis llamados;
porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que
sigáis sus pisadas).
Y si seguimos a Jesucristo, seguimos el camino de la verdad y la vida
eterna.
Si seguimos a JESUCRISTO, seguimos al Padre (DIOS).
Si conocemos a JESUCRISTO, conocemos a DIOS (porque él es Dios).
Si vemos a Jesucristo, vemos a DIOS.
Y el que ora a JESUCRISTO ora a Dios.

Verifíquelo en san Juan 14:6 Y 7 dice: Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la


verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis,
también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis
visto.

Querido hermano y amigo si usted conoce a Jesús, tenga la plena


seguridad que está conociendo al verdadero y único Dios.

115. ¿Los judíos intentaron matar a Jesús porque afirmo ser


Dios?

Las sagradas Escrituras desde el comienzo de la creación afirma la


existencia de un Dios que es espíritu, este Dios decidió venir a esta tierra a
dar un pago por todo los pecadores y en su manifestación como el hijo de
Dios vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y
de verdad.

Muchos han entendido que Jesús, afirmo ser Dios, pero por seguir sus
tradiciones o porque se sienten bien donde están, no dan su brazo a torcer
y siguen en sus tradiciones, tal como les pasó a los judíos que
reconocieron que Jesús Cristo dijo muchas veces que era el Dios
todopoderoso:

¿Usted qué cree?

Los judíos no comprendían cómo Dios podría venir en carne. En una


ocasión en que Jesús les dijo que Él era el Padre, ellos no entendieron:
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“Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni a mí me


conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre
conoceríais. Estas palabras habló Jesús en el lugar de las ofrendas,
enseñando en el templo; y nadie le prendió, porque aún no había llegado
su hora. A donde yo voy, vosotros no podéis venir. Otra vez les dijo Jesús:
Yo me voy, y me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis; a donde yo
voy, vosotros no podéis venir. Decían entonces los judíos: ¿Acaso se
matará a sí mismo, que dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir? Y
les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este
mundo, yo no soy de este mundo. Por eso os dije que moriréis en vuestros
pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.
Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: Lo que desde
el principio os he dicho. Muchas cosas tengo que decir y juzgar de
vosotros; pero el que me envió es verdadero; y yo, lo que he oído de él, esto
hablo al mundo. Pero no entendieron que les hablaba del Padre” (Juan
8:19-27).

Sin embargo, en muchas otras ocasiones ellos sí comprendieron su


pretensión de ser Dios. Una vez, Jesús sanó un hombre en el sábado y
acreditó el trabajo a su Padre.
Los judíos buscaron matarle, no solamente porque Él había “violado” el
sábado sino porque dijo que Dios era su Padre, haciéndose así igual a
Dios: “Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
Por esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo
quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su
propio Padre, haciéndose igual a Dios.” (Juan 5:17- 18).

En otra ocasión, Jesús dijo que Abraham se gozó que había de ver su día.
Cuando los judíos preguntaron cómo podría ser esto, Jesús contestó,
“Antes que Abraham fuese, yo soy.” Los judíos inmediatamente
reconocieron que El afirmaba ser YO SOY — el nombre por el cual Jehová
se había identificado a sí mismo en Éxodo 3:14: Y respondió Dios a
Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO
SOY me envió a vosotros. Entonces ellos recogieron piedras para matarle
por la blasfemia: “Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi
día; y lo vio, y se gozó. Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes
cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: De cierto, de
cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Tomaron entonces
piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y
atravesando por en medio de ellos, se fue.” (Juan 8:56-59).

Cuando Jesús dijo, “Yo y el Padre uno somos,” los judíos buscaron
apedrearle por la blasfemia, porque El siendo un hombre se hizo a sí
mismo Dios Padre: “Yo y el Padre uno somos. Entonces los judíos volvieron
a tomar piedras para apedrearle. Jesús les respondió: Muchas buenas
obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? Le
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respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino


por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios” (Juan 10:30-
33).

Ellos buscaron matarle cuando Él dijo que el Padre estaba en El, porque
nuevamente El afirmaba ser el Padre (Dios): “Mas si las hago, aunque no
me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre
está en mí, y yo en el Padre. Procuraron otra vez prenderle, pero él se
escapó de sus manos.” (Juan 10:38-39).

Cuando Jesús perdonó los pecados de un hombre paralítico, los judíos


pensaron que Él había blasfemado porque ellos sabían que solamente Dios
podía perdonar el pecado: “Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor
de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.” (Isaías 43:25).

Jesús, conociendo sus pensamientos, sanó al hombre; demostrando así su


poder divino y comprobando su deidad: “Al ver él la fe de ellos, le dijo:
Hombre, tus pecados te son perdonados. Entonces los escribas y los
fariseos comenzaron a cavilar, diciendo: ¿Quién es éste que habla
blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios? Jesús
entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo:
¿Qué caviláis en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados
te son perdonados, o decir: Levántate y anda? Pues para que sepáis que el
Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al
paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. Al
instante, levantándose en presencia de ellos, y tomando el lecho en que
estaba acostado, se fue a su casa, glorificando a Dios. Y todos,
sobrecogidos de asombro, glorificaban a Dios; y llenos de temor, decían:
Hoy hemos visto maravillas.” (Lucas 5:20-26).

Los judíos tuvieron razón en creer que había un solo Dios, en creer que
solo Dios puede perdonar el pecado, y en comprender que Jesús afirmó ser
el único Dios (el Padre y Jehová). Ellos estaban equivocados únicamente
porque rehusaron creer la pretensión de Jesús.

Es asombroso que algunos hoy en día no solamente rechazan la


afirmación del Señor Jesús, de su verdadera identidad, sino que faltan
también en darse cuenta de qué fue lo que El afirmó. Aun los adversarios
judíos de Jesús se dieron cuenta de que Jesús afirmó ser Dios, el Padre, y
Jehová, pero algunos hoy no pueden ver lo que las Escrituras tan
simplemente declaran.

Espero que usted querido amigo no sea tan ciego como muchos de
aquellos que niegan la divinidad de Jesús el Cristo, solo hay un Dios y en
el nuevo pacto, en la dispensación de la gracia se ha dado a conocer con el
nombre de JESÚS.
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Cuando les dijo a sus discípulos Judíos que él era Dios, y que si le
conocían a él, conocerían al Padre ósea a Dios, es más les declaro que si lo
veían a él, estaban viendo era al mismísimo Dios encarnado: "Si me
conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y
le habéis visto." (Juan 14:7).

Esta afirmación ofendió al Judío Felipe y su reacción no se hizo esperar


cuando le pregunto de una manera desafiante y grotesca a Jesús: "Señor,
muéstranos el Padre, y nos basta." Como quien dice hablo por todo el
grupo de judíos.

Como es característica de nuestro Dios en cuando a que responde todas


nuestras preguntas y oraciones, esa respuesta no se hizo esperar y Jesús
le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido,
Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú:
Muéstranos el Padre? (Felipe como dices tú muéstrame a Dios), ¿No crees
que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no
las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace
las obras. Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra
manera, creedme por las mismas obras. (Lea Juan 14:7-11).

Oh aleluya, Jesús siempre le declaro a los Judíos que él es Dios, y sigue


afirmándolo hoy en día a todo su pueblo, lean bien las escrituras querido
amigo y deje de creer la mal llamada SANTÍSIMA TRINIDAD, eso no existe.
Solo hay un Dios y se llama Jesús: “………Jesucristo. Este es el verdadero
Dios, y la vida eterna.” (1 Juan 5:20).

116. ¿Es Jesús es el Espíritu Santo?

En muchas ocasiones cuando hablamos del espíritu santo lo primero que


se nos viene a la mente es una paloma blanca, y son varias las personas
que lo ilustran de esta forma. Todo esto sucede por la interpretación
equivocada que le dan al texto de Lucas 3:22 que reza lo siguiente: “y
descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma…….”
El texto está refiriéndose a la forma en que desciende una paloma, no está
diciendo que el Espíritu Santo sea una paloma. Bueno ahora después de
aclarar eso podemos continuar con el tema central “Jesús es el espíritu
santo” El apóstol Pablo en la carta escrita a la iglesia en Éfeso, les
confirma esta gran verdad. Les aclara solo hay "UN ESPÍRITU" UN SEÑOR
JESUCRISTO" Querido amigo vea bien, y lea bien; dice “UN SEÑOR" (no
dos o tres), sino un Señor: “un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis
también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor,
una fe, un bautismo.” (Efesios 4:4-5). Sí, es bueno aclarar esto por la
sencilla razón de que hay muchos que se hacen llamar cristianos, pero
tienen sus creencias puestas en dos o tres señores, unos les llaman el dios
trino o la llamada santísima trinidad. El cual es un gran invento de los
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hombres, las sagradas escrituras nunca y lea bien lo que le voy a decir,
ellas nunca hablan o hacen referencia a un Dios trino, pero si afirman la
manifestación de DIOS, como padre en la creación, como el hijo en la
redención y como el espíritu santo en la regeneración. El Apóstol Pablo
escribió a la iglesia de Corinto diciéndoles: "El SEÑOR ES EL ESPÍRITU".
(2 Corintios 3:17). Esta afirmación de que Jesús o el señor es el espíritu
hace referencia con las palabras del apóstol juan donde nos dice que "Dios
es Espíritu". (Juan 4:24). Y en este mismo capítulo en los versículos 21:24
“Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni
en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis;
nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los
judíos. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales
adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en
espíritu y en verdad es necesario que adoren.” Él le estaba hablando a la
mujer de Dios como Padre al cual debemos de adorar. El Espíritu Santo es
nada menos que el Espíritu de Dios. Es el Espíritu de Jesús y el Espíritu
del Padre. Él es la presencia de Dios en el mundo, en medio de nosotros
los seres humanos. Antes de irse Jesús de esta tierra, le dijo esto a sus
Apóstoles: “Miren que estoy con ustedes todos los días hasta el fin del
mundo”. Vamos a leerlo en la Biblia en Mateo 28:20. Si Jesucristo se fue
de esta tierra, ¿qué creen ustedes que significa esto que Jesús dijo de
quedarse? Es muy sencilla la respuesta el ya no estaría con nosotros
físicamente sino en el espíritu, por eso él también dijo estas palabras
“Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en
medio de ellos.” (Mateo 18:20). Esta promesa de Jesucristo de quedarse
con nosotros hasta el fin del mundo o en la reunión de dos o más personas
es, precisamente, la presencia del Espíritu Santo en nosotros y en medio
de nosotros, es Jesús con nosotros.
Querido hermano y amigo Dios es Espíritu. Dios es Dios Santo: “Porque yo
soy Jehová vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaréis, y seréis
santos, porque yo soy santo; así que no contaminéis vuestras personas
con ningún animal que se arrastre sobre la tierra” (Levíticos 11:44). Esto
nos muestra que Dios mismo es el Espíritu Santo y si Dios es el espíritu
santo deducimos de una forma aceptada que Jesús es el Espíritu Santo.

Ya hemos visto a la claridad de las Escrituras que Jesús es DIOS el Padre


Eterno. . . así que Él es el Espíritu Santo. Veámoslo de esta forma: "EL
SEÑOR ES EL ESPÍRITU". Jesús es el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo -
¡ESTOS TRES SON UNO EN CRISTO! Entienda querido amigo Dios es
espíritu (Incorpóreo), él necesito de un cuerpo para darse a conocer a su
creación, el hombre, y no solo para darse a conocer también fue para darle
la salvación eterna, en la manifestación como el hijo de Dios, le rogaría al
padre y le oraría al padre, etc. Cuando te digo el hijo de Dios me estoy
refiriendo a esa naturaleza humana: “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro
Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de
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verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce;


pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.” Y el mismo Jesús dice que no
nos iba a dejar huérfanos, y quien es el que deja huérfano, pues el padre.
Jesús es el padre y el consolador, leamos este texto de las escrituras: “Y he
aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo
y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba
sobre él) estaba con ellos.” (Lucas 2:25). ¿Quién era el que es taba con
ellos? ¿El Señor Jesucristo! Si, Jesús el Consolador estaba con ellos; y
como Padre no los dejaría huérfanos. Estaría en ellos, una forma de
demostrar esta afirmación la puedo realizar con los textos de las sagradas
escrituras y son los siguientes:

“escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que


estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo,
y las glorias que vendrían tras ellos.” (1 Pedro 1:11).

“Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay
libertad.” (2 Corintios 3:17).

“Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su


Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!” (Gálatas 4:6).

“un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma


esperanza de vuestra vocación” (Efesios 4:4).
“Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario
que adoren.” (Juan 4:24).

“Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el


Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de
Cristo, no es de él.” (Romanos 8:9).

“Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de


Jesucristo, esto resultará en mi liberación” (Filipenses 1:19).

Ahora ¿cómo pudiera estar Cristo en ellos si él solamente es una persona


humana (según los hombres)? Es imposible estar en sus discípulos en
cuanto su humanidad, pero como Espíritu Santo en su Divinidad. . . le es
posible. Como Padre no los dejaría huérfanos, como Hijo estaba con ellos,
y como Espíritu Santo sería en ellos. El Apóstol Pablo dijo: ". . . EL
MISTERIO que había estado oculto desde los siglos y edades, mas ahora
ha sido manifestado a sus santos: A los cuales quiso Dios hacer notorias
las riquezas de la gloria de ESTE MISTERIO entre los Gentiles; que es
Cristo en vosotros la esperanza de gloria" (Col. 1:26,27). ¿Qué es lo que
MORA EN el creyente? Sí, el Espíritu Santo. ¡Observa! Pablo dice que es
"Cristo en vosotros la esperanza de gloria". Pablo llamó al Espíritu Santo -
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Cristo. Este es el Grande Misterio.

El Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo: estos tres son uno en Cristo. . .


porque en el habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente.

Las tradiciones de los hombres dicen que Jesús está en la Divinidad. Que
Jesús es la "Segunda Persona" de la Divinidad que ellos llaman Trinidad.
Pero, las Sagradas Escrituras dicen que "TODA la Plenitud de la
DIVINIDAD está EN CRISTO. ¿Qué vamos a creer? ¿Lo que dicen las
tradiciones de los hombres? ¿O lo que dice la Palabra de Dios?

Yo le hago una pregunta ¿A quién le cree usted?

Los hombres dicen que Jesús es uno de las tres distintas personas; pero la
Biblia dice que estos tres son UNO en Cristo. Él es el Padre Eterno en su
Divinidad; el Hijo en su humanidad, y el Espíritu Santo que es Cristo en
nosotros la esperanza de gloria.

Acuérdate lo que dice la Palabra de Dios: "Mirad que ninguno os engañe


por filosofías y vanas sutilezas, según las tradiciones de los hombres,
conforme a los elementos del mundo, Y NO SEGÚN CRISTO: Porque en El
habita toda la plenitud de la DIVINIDAD corporalmente" (Colosenses
2:8,9).

Si amas la verdad aceptarás lo que dicen las Escrituras: ¡LA DIVINIDAD


EN SU PLENITUD ESTA EN CRISTO!.

Jesús es el verdadero Dios, Jesucristo es Dios, Jesús no hace parte de una


trinidad. Jesucristo es Dios todopoderoso el alfa y la omega, el que ha de
venir, Jesús el Cristo es el Espíritu Santo.

“Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento


para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo
Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.” (1 Juan 5:20).

“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era
y que ha de venir, el Todopoderoso.” (Apocalipsis 1:8).

Espero de todo corazón que si a usted le han hecho creer que Dios es una
trinidad pueda ahora comprender que está equivocado, le han engañado,
comprenda que la escritura afirma que Dios es uno y uno su nombre”

"Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es" (Deut. 6:4).

"Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo" (Deut. 32:39).

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"Así dice Jehová, Rey de Israel y su Redentor, Jehová de los ejercitos: Yo el


primero, y yo el postrero, y fuera de mí no hay Dios" (Isa. 44:6).

“.. porque yo soy Dios, y no hay más Dios, y nada hay a mí semejante" (Isa.
46:9).

Y no hay más Dios que yo, Dios justo y Salvador:

“ningún otro fuera de mí. Mirad a mí y sed salvos todos los términos de la
tierra, porque yo soy Dios y no hay más" (Isa. 45:21-22').

"Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para
que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy, antes de ml no
fue formado Dios, ni lo será después de mí" (Isa. 43:10).

"Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y
uno su nombre" (Zac. 14:9).

"Aprende pues hoy, y reduce a tu corazón que Jehová él es el Dios arriba


en el cielo, y abajo sobre la tierra, no hay otro" (Deut. 4:39)

Los versos anteriores de por sí solos hablan sin la necesidad que entremos
en muchos detalles, y mucho menos en terminologías teológicas para
poder comprender que solo hay un Dios y que Dios es uno, y que no hay
más, ni otro, puesto que escrito está: "Antes de mí no fue formado Dios, ni
lo será después de mí." Todo esto nos está indicando que Jesús es el
Espíritu Santo, Jesús es el padre, Jesús es el hijo, Jesús es Dios todo
poderoso. Jesús es Emanuel, Dios con nosotros. Amén.

117. ¿Cree usted que todos somos hijos de Dios?

Un maravilloso día cualquiera, salí de mi casa con el deseo de dar a


conocer el evangelio de salvación de nuestro gran Dios y salvador Jesús.
Cuando iba de camino me encontré con un joven el cual le presente el
evangelio del reino de Dios, me conmovió una de sus respuestas. La cual
fue… “Creo que todos somos hijos de Dios.” Para este joven todos los seres
humanos éramos hijo del altísimo, por la sencilla razón de que fuimos
creados a su imagen y semejanza. Si esto fuera así, entonces por qué
Jesús le dijo a un grupo de Judíos de su nación: “Vosotros sois de vuestro
padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido
homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no
hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es
mentiroso, y padre de mentira.” (Juan 8:44).

El hecho de que aquellos que no son salvos no son hijos de Dios, también
puede verse en su manifestación: “En esto se manifiestan los hijos de Dios,
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y los hijos del diablo; todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su
hermano, no es de Dios.” (1 Juan 3:10). Es por esta causa que salgo a
predicarles a las personas, para que comprendan esta realidad.

Hoy quiero compartir con ustedes, este interrogante: ¿CREE USTED QUE
TODOS SOMOS HIJOS DE DIOS? Por qué si usted querido amigo o amiga
insistes en creer, que todo el mundo es hijo de Dios, estarás creyendo en
religiones falsas y juzgando que la Sagrada Escritura es mentirosa. ¿Te
interesaría saber lo que dice la Palabra de Dios al respecto? Los seres
humanos, al igual que el resto de los seres vivos, somos criaturas de Dios.
Esto no significa que automáticamente seamos hijos de Dios, ya que
pertenecer a su familia es una potestad que él otorga exclusivamente a
todos los que le reciben, veamos lo que dicen los siguientes versículos:

“A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le


recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos
hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de
carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” (Juan 1:11-13)

“Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me


amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de
mí mismo, sino que él me envió.” (Juan 8:44).

“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos
de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra
vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual
clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro
espíritu, de que somos hijos de Dios.” (Romanos. 8:14-16).

“Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el


Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca
el nombre de Cristo.” (2 Timoteo. 2:19).

“El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el
principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del
diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la
simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de
Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo
aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.” (1
Juan. 3:8-10).

“Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el


que está en vosotros, que el que está en el mundo. Ellos son del mundo;
por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. Nosotros somos de Dios; el
que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto
conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.” (1 Juan 4:4-6).
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“… habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de


Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad” (Efesios 1:5).

Pero no todos hemos sido adoptados como hijos de Dios. No te ofendas si


te digo “tú no eres hijo de Dios”. Jesús vino “a lo suyo”, o sea, a toda la
humanidad (primeramente a Israel); sin embargo no le recibieron (lo
crucificaron). Entonces la oportunidad de pertenecer a la familia de Dios
quedó abierta para todos los que lo reciban. Todo aquel que recibe a Dios
como Padre, Dios también le recibe como hijo. Y el que recibe al hijo recibe
al padre… (Mateo 10:40). Muchos se autoproclaman como hijos de Dios,
pero Dios dice: “El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy
yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor?
dice Jehová de los ejércitos…” (Malaquías 1:6). Si todos los seres humanos
son hijos de Dios, ¿entonces todos honran a Dios? ¿Y será que el ateo
honrará a Dios? ¿Los ateos y malhechores son guiados por el Espíritu de
Dios? Todos los entendidos sobre este tema diríamos al unisonó
definitivamente no: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de
Dios, éstos son hijos de Dios.” (Romanos 8:14). Definitivamente es
imposible que los ateos, y los que practican el adulterio, fornicación,
inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos,
iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras,
orgías, y todas estas cosas ¿Será que tienen el espíritu de Dios? Pues no y
mil veces no, las escrituras amonestan y dice claramente que los que
practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. (Gálatas 5:19-21).
Quiero aclarar que los que hacen estas cosas son hijos del diablo y no de
Dios:

“Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en
él los ojos, dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del
diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos
rectos del Señor?” (Hechos. 13:9-10).

“Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la


simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de
Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo
aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. ” (1
Juan 3:9-10).

“… Entonces le dijeron [los judíos a Jesús]: Nosotros no somos nacidos de


fornicación; un padre tenemos, que es Dios. Jesús entonces les dijo: Si
vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais…Vosotros sois de
vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha
sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad,
porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque
es mentiroso, y padre de mentira”. (Juan 8:41-44).

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Todo el mundo dice ser hijo de Dios. Pero Jesús nos enseña que los hijos
tienen los mismos deseos que sus padres, porque “los deseos de vuestro
padre queréis hacer”. En cuanto a los que hemos recibido a Jesucristo
como nuestro gran Dios y salvador, ya no somos guiados por nuestros
pensamientos y deseos, ahora somos guiados por Dios. En esto se nota
quienes son hijos de Dios. Naturalmente, el que no ha recibido a
Jesucristo, no puede ser guiado por su Espíritu: “……..Y si alguno no tiene
el Espíritu de Cristo, no es de él.” (Romanos 8:9).

Volvamos a la pregunta ¿CREE USTED QUE TODOS SOMOS HIJOS DE


DIOS? La palabra “hijos” equivale a la palabra griega τέκνα (tekna) que
significa “que es nacido”. Es una palabra que “da prominencia al hecho de
nacimiento”. Veamos: “Mas a todos los que le recibieron [al Señor
Jesucristo], a los que creen en su nombre [el nombre del Señor Jesucristo],
les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son
engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón,
sino de Dios.” (Juan 1:12-13).

Como leímos anteriormente, dice que “a todos los que le recibieron… les
dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Esto se refiere a que debemos de
recibir a Jesucristo en nuestras vidas para que seamos hijos de Dios. Y
recibir a Cristo significa aceptar su Palabra, soberanía y señorío sobre
nuestras vidas. O sea, ya no nos mandamos solos, sino que tenemos un
Señor que nos guía con su Espíritu. Dice la Escritura que Dios a lo suyo
vino y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que recibieron, esto es, a
nosotros que hemos creído en Jesús, nos dio la potestad de ser hechos
hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de
carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Oh amados hermanos, ahora
que hemos creído en Jesucristo ya no somos hijos del mundo sino que
somos hijos del Dios viviente. Entonces ¿De dónde nacieron los hijos de
Dios? El versículo de Juan 1:13 da la respuesta: ¡nacieron de Dios!
Obviamente, por lo cual si somos nacidos de Dios, es el nacimiento lo que
nos conecta con Él; y la Palabra lo pone muy claro: “Respondió Jesús y le
dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede
ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer
siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su
madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que
no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo
que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,
espíritu es. (Juan 3:3-8).

Ahí vemos a Jesús y a Nicodemo (un maestro judío) hablando sobre un


segundo NACIMIENTO. Entonces querido amigo no todos los seres
humanos son hijos de Dios. Para ser hijo de Dios hay que recibir a Jesús
como Señor, Salvador y Dios. “Así que, arrepentíos y convertíos, para que

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sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del


Señor tiempos de refrigerio” (Hechos 3:19).

Todos los que reciben al señor Jesucristo lo obedecen (son bautizados en


su nombre). Los que no son bautizados en su nombre no se hacen hijos de
Dios. Y para terminar te quiero decir que sólo los hijos de Dios tienen
entrada al cielo y Sólo los hijos de Dios pueden heredar el reino de los
cielos. Esto va a ocurrir cuando se pase lista con el libro de la vida. En el
libro de la vida se registran todos los nombres de todos los hombres que
han recibido a Jesús, y por lo tanto, son hijos de Dios. Si quieres entrar al
cielo, tu nombre tiene que estar en el libro de la vida: “No entrará en ella
[al cielo] ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino
solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero”.
(Apocalipsis 21:27) Los que están inscritos en este libro son los nombres
de los hijos de Dios.

Querido amigo es tiempo que despierte, porque si tu nombre no este


todavía en el libro de la vida, tu destino es este: “Y el que no se halló
inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”. (Apocalipsis
20:15). Dios te está ofreciendo la posibilidad de ser parte de su familia…
no rechaces esta maravillosa oportunidad, ¡MAÑANA PUEDE SER TARDE!
Él está tocando las puertas de los corazones del mundo con el fin de que
ellos se arrepientan de su mal camino, para así darles este privilegio de
vida eterna: “Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y
arrepiéntete. He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y
abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. ” (Apocalipsis
3:19-20).
Para concluir las sagradas Escrituras establecen claramente, que toda la
gente es creación de Dios: “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las
que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean
tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado
por medio de él y para él.” (Colosenses 1:16), pero que sólo aquellos que
han nacido de nuevo son hijos de Dios:

“Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).

“y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los


hijos de Dios que estaban dispersos.” (Juan 11:52).

“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de


Dios.” (Romanos 8:16).

“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de
Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados,
ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de
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ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él,


porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en
él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.
Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es
infracción de la ley. Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados,
y no hay pecado en él. Todo aquel que permanece en él, no peca; todo
aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. Hijitos, nadie os engañe;
el que hace justicia es justo, como él es justo. El que practica el pecado es
del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el
Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la
simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de
Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo
aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. ” (1
Juan 3:1-10).

Nos convertimos en hijos de Dios cuando somos salvos porque somos


adoptados dentro de la familia de Dios a través de nuestra relación con
Jesucristo:

“para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que
recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a
vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! ”
(Gálatas 4:5-6).

“en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por
medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad” (Efesios 1:5).

Aquellos que somos salvos, lo somos por ser “…hijos de Dios por la fe en
Cristo Jesús” (Gálatas 3:26) porque Dios nos ha “…predestinado para ser
adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de Su
voluntad.” (Efesios 1:5). Todavía estas a tiempo de que seas un varadero
hijo de Dios, es tu decisión. No sigas siendo parte de los hijos del maligno.

118. ¿Quiénes son los santos de Dios?

Aunque la Iglesia Católica no tiene ni un SANTO vivo, millares de los


santos de Dios viven en nuestro planeta. En la Iglesia Católica Romana,
los SANTOS están en el cielo. En la Biblia, los santos están en la tierra. En
la enseñanza Romana Católica, una persona no se convierte en santo, a
menos que él/ella sea “beatificado” o “canonizado” por el Papa o un obispo
prominente.

En la práctica Romana Católica, los santos son reverenciados, se les reza y


en algunos casos, son adorados. En la Biblia, los santos son llamados a
reverenciar, adorar y orar únicamente a Dios (Jesucristo). Cualquiera que
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ha recibido a Jesucristo por la fe, es santo.

La palabra “santo” viene de la palabra griega “hagios” que significa


“consagrado a Dios, santo, sagrado, piadoso.” Casi siempre es usado en
plural, “Santos”:

"Señor, he oído de muchos a cerca de este hombre, cuántos males ha


hecho a Tus SANTOS en Jerusalén." (Hechos 9:13).

"Aconteció que Pedro, visitando a todos, vino también a los SANTOS que
habitaban en Lida." (Hechos 9:32)

"lo cual también hice en Jerusalén. Yo encerré en cárceles a muchos de los


SANTOS,...." (Hechos 26:10).

"Saludad a todos los SANTOS en Cristo Jesús." (Filipenses 4:21).

Es imperante que te hagas esta pregunta ¿QUIÉNES SON LOS SANTOS?


Para responderla hablaremos de acuerdo a las sagradas Escrituras y ellas
dicen que todo verdadero cristiano es un SANTO. Santo es una persona
que se ha apartado del mal y sigue a Jesucristo. No hay ninguna
indicación de que una persona pueda ser hecha santa después de su
muerte.

En las Escrituras, los santos siempre son gentes vivas, nunca muertas,
veamos:

"Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles


en Cristo Jesús que están en Éfeso." (Efesios 1:1).

"Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús


que están en Filipos, con los obispos y diáconos." (Filipenses 1:1).

"a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos:
Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo."
(Romanos 1:7).

"Saludad a Filólogo, a Julia, a Nereo y a su hermana, a Olimpas y a todos


los santos que están con ellos." (Romanos 16:15).

"Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano


Timoteo, a la iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que
están en toda Acaya." (2ª Corintios 1:1).

De modo que si queremos que un “SANTO” ore por nosotros, debemos


encontrar a un cristiano y pedirle que se una en oración con nosotros:
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"¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y


oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de
fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido
pecados, le serán perdonados." (Santiago 5:14-15).

"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que


creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será
condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre
echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos
serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los
enfermos pondrán sus manos, y sanarán."(Marcos 16:15-18).

"Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración. Y


era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la
puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de
los que entraban en el templo. Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban
a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna. Pedro, con Juan,
fijando en él los ojos, le dijo: Míranos. Entonces él les estuvo atento,
esperando recibir de ellos algo. Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero
lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y
anda. Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le
afirmaron los pies y tobillos; y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró
con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios." (Hechos
3:1-8).

Pero si tratamos de comunicarnos con personas que han muerto, ¿qué


más puede ser sino una forma de espiritismo? Las Escrituras están contra
la idea de que los vivos pueden ser favorecidos o beneficiados por
oraciones a los muertos, o a través de ellos ya que es abominación ante
Dios:

"No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni
quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni
encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos."
(Deuteronomio 18:10-11).

"Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que


susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios?
¿Consultará a los muertos por los vivos?" (Isaías 8:19).

"Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada
saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido"
(Eclesiastés 9:5).

Por lo tanto querido amigo y hermano, bíblicamente hablando, los “santos”


son el cuerpo de Cristo, los cristianos, la iglesia. Todos los cristianos son
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considerados SANTOS. Todos los cristianos son SANTOS... y al mismo


tiempo son llamados a ser santos.

"a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús,
llamados a ser santos..." (1 Corintios 1:2).

Las palabras “santificados” y “santos” provienen de la misma raíz griega,


como la palabra que es traducida comúnmente como “santos”.
Los cristianos son santos, en virtud de su unión con Jesucristo. Los
cristianos son llamados a ser santos, para que permitan que
paulatinamente su vida se ajuste cada vez más a su posición en Cristo.
Esta es la descripción bíblica y el llamado de los santos.

Dios nos ha llamado y nos capacita a todos a ser santos:

"Sed santos, porque yo soy santo" (1 Pedro 1:16).

"Habla a toda la congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis,


porque santo soy yo Jehová vuestro Dios." (Levítico 19:2).

"Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos
es perfecto." (Mateo 5:48).
Nuestro gran Dios y salvador Jesucristo vino al mundo para hacer posible
nuestra santidad. Es por eso que en el Nuevo Testamento se le llama
"santos" a los cristianos:

"llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el
nombre de nuestro Señor Jesucristo…" (1 Corintios 1:2).

"sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en
toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo
soy santo." (1 Pedro 1:15-16).

Los santos del cielo murieron en gracia de Dios. Pero su santidad comenzó
en la tierra:

"Ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados [hechos santos], ya


habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de
nuestro Dios" (1 Corintios 6.11).

"Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais


estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed
también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir" (1 Pedro 1.14–
15).

"Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre


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vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades,


ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias"
(Efesios 5.3-4).

Según estos versículos de las sagradas Escrituras, Jesucristo ha lavado a


los santos de sus pecados y los ha santificado (hecho SANTOS). Ellos se
han apartado de la inmoralidad, de la inmundicia, de la avaricia y de la
mentira. En cambio, ellos son personas de paz, agradecidas y obedientes a
la palabra de Dios. Sus vidas han cambiado. Ahora son SANTOS.

119. ¿Qué significa los títulos “dios padre” “hijo de dios”


“espíritu santo”?

Hoy quiero explicar por medio de la ayuda del Espíritu Santo, que es el
que nos guía a toda verdad, entender el significado de cada uno de estos
términos. Creo que muchas personas en el mundo han sido engañadas por
medio de maestro que tienen un concepto herrado de lo que las sagradas
escrituras quieren dar a conocer respeto a este tema. Uno de los conceptos
que te puedo mencionar es la mal llamada TRINIDAD. La palabra
“trinidad” es un término usado para indicar la doctrina Cristiana de que
Dios existe como una unidad de tres personas distintas: el Padre, el Hijo, y
el Espíritu Santo. Cada una de las personas es diferente de las otras, aun
cuando en esencia, están relacionadas. En otras palabras, cada una es
completamente divina en naturaleza, pero cada una individualmente, no
es la totalidad de las otras personas de la Trinidad. Cada una tiene
voluntad, ama y cuando habla usa los pronombres “Yo” y “Tu”. El Padre no
es la misma persona que el Hijo; el cual a su vez, no es la misma persona
que el Espíritu Santo; el cual a su vez tampoco es igual al Padre. Aun
cuando cada uno es divino, no hay tres dioses, sino un solo Dios, ósea tres
en uno. Subsisten individualmente en tres personas. La palabra subsisten
(de “subsistir”) significa algo que tiene una existencia real. La palabra
“persona” demuestra individualidad y libre conciencia. La Trinidad es tres.
La trinidad se refiere al hecho de que las tres personas de Dios son a la
misma vez un solo ser y tres seres distintos. La trinidad es Dios Padre,
Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Todo esto es un mal concepto, el cual las
sagradas escrituras por ninguno de sus texto enseña que el Dios altísimo
sea una trinidad, es más la palabra misma no aparece en las escrituras,
este es un dios inventado por el hombre. La biblia dice que es pecado
agregarle palabras a las escrituras. Apocalipsis 22:18-19 contiene una
advertencia para cualquiera que adultere el texto bíblico: “Yo testifico a
todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno
añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas
en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía,
Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las
cosas que están escritas en este libro.” Dios es quien advierte contra la
distorsión de cualquier texto, ya sea aumentando, quitando, falsificando,
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alterando, o malinterpretando deliberadamente su contenido. La


advertencia es explícita y terrible. Las plagas del Apocalipsis caerán sobre
cualquiera que sea culpable de contaminar o adulterar las revelaciones de
este libro, y aquellos que lo hagan, no tendrán parte en la vida eterna
celestial. Moisés da advertencias similares: “Ahora, pues, oh Israel, oye los
estatutos y decretos que yo os enseño, para que los ejecutéis, y viváis, y
entréis y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres os da. No
añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que
guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordene. ”
(Deuteronomio 4:1-2), donde él ordena a los israelitas a escuchar y
obedecer los mandamientos del Señor, sin añadir y quitar nada de su
Palabra. De aquí parte la importancia de este estudio, el cual deseo que
bendiga tu vida.
El texto que mal interpretan los que tiene a un dios trino parte de los
títulos de los cuales menciona el apóstol Mateo que dice: “Por tanto, id, y
haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo. Amén.” (Mateo 28:19-20).

Si leemos las escrituras muy detenidamente vemos que Jesús dijo que iba
a estar todos los días con nosotros hasta el fin del mundo. Bueno una cosa
es segura el mundo todavía no se ha acabado, lo que nos indica que Jesús
todavía está con nosotros. ¿Cómo iba el estar con nosotros? ¿Cómo sabe
usted que Jesús esta con usted? ¿Si Jesús iba a estar con nosotros todos
los días hasta el fin del mundo entonces que paso con el padre y el espíritu
santo? qué opina usted de estos términos? ¿Por qué el no dijo: “nosotros
estaremos con ustedes hasta el fin del mundo”?
Hoy estudiaremos el significado de estos términos en relación a Dios.
También exploramos las relaciones y las distinciones entre los tres
términos Padre, Hijo y Espíritu Santo. Las preguntas más importantes que
te vas hacer son las siguientes: ¿Identifican estos términos a tres personas
distintas o personalidades en la Deidad? ¿O indican tres diversos papeles,
modos, funciones, u oficios a través de los cuales El Dios santo funciona y
se revela? Para tener claridad sobre este tema notemos que las escrituras
revelan a uno, ellas nunca hacen referencia a dos o tres Dioses:

• “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30).


• “Porque Dios es uno, y él justificará” (Romanos 3:30).
• “No hay más que un Dios” (I Corintios 8:4).
• “Para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre” (I Corintios 8:6).
• “Pero Dios es uno” (Gálatas 3:20).
• “Un Dios y Padre de todos” (Efesios 4:6).
• “Porque hay un solo Dios” (I Timoteo 2:5).
• “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y
tiemblan” (Santiago 2:19).
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Dios nunca afirma que él es tres en uno, o dos en uno, lo que yo veo y
entiendo es que muchos se confunden cuando la naturaleza humana
habla a los hombres (La manifestación de Dios como humano), cuando ella
habla: “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con
vosotros para siempre: el Espíritu de Verdad, al cual el mundo no puede
recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque
mora con vosotros, y estará en vosotros” (Juan 14:16-17).

Los que hacen parte de este mundo no pueden entender estas cosas, por
la sencilla razón que ellos no conocen a Dios. Pero cuando se hace parte de
la iglesia de Jesús, es cuando él nos informa que nosotros si le conocemos
y podemos entenderlo a él.
Cuando Dios abre el entendimiento a una persona del mundo es cuando
ella obtiene este conocimiento de la verdad y la verdad la hace libre de los
malos conceptos erróneos en el cual estaba y esto es lo que busca este
estudio, que usted pueda conocer la verdad de estos términos: Dios Padre,
hijo y espíritu santo, veamos:

(1) EL TÉRMINO “DIOS PADRE”

El término “Dios Padre” es Bíblico y refiere a Dios mismo… “Pablo, apóstol


(no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que
lo resucitó de los muertos), y todos los hermanos que están conmigo, a las
iglesias de Galacia: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de
nuestro Señor Jesucristo, el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados
para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro
Dios y Padre” (Gálatas 1:1-4). Dios es el Padre; Él no es simplemente Padre
del Hijo, sino el Padre de toda la creación:

¿No tenemos todo un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios?
¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro,
profanando el pacto de nuestros padres? (Malaquías 2:10).

“Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos


disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor
al Padre de los espíritus, y viviremos?” (Hebreos 12:9).

Él es también nuestro Padre por causa del nuevo nacimiento: “Porque


todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en
temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual
clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro
espíritu, de que somos hijos de Dios.” (Romanos 8:14-16).

El título Padre indica una relación entre Dios y el hombre, particularmente


entre Dios y su Hijo y entre Dios y el hombre regenerado. Jesús enseñó
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muchas veces que Dios es nuestro Padre:

“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras
buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” (Mateo
5:16).

“para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir
su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen
también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos
solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Sed,
pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es
perfecto.” (Mateo 5:45-48).

Él nos enseñó a orar así, “Padre nuestro que estás en los cielos” (Mateo
6:9). Por supuesto, Jesús como hombre tenía una relación adicional con
Dios en un sentido que ningún otro ha tenido. Él era el único Hijo
engendrado del Padre (Juan 3:16 dice: Porque de tal manera amó Dios al
mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él
cree, no se pierda, mas tenga vida eterna).
El único que fue concebido realmente por el Espíritu de Dios y el único
que tenía la plenitud de Dios sin medida. La Biblia indica claramente que
hay solamente un Padre:

“¿No tenemos todo un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios?
¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro,
profanando el pacto de nuestros padres?” (Malaquías 2:10).

“un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.”
(Efesios 4:6).

También enseña claramente que Jesús es el Padre:

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su


hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre
Eterno, Príncipe de Paz.” (Isaías 9:6).

“Yo y el Padre uno somos.” (Juan 10:30).

El Espíritu que moraba en el Hijo de Dios no era ningún otro que el Padre.
Es importante observar que el nombre del Padre es Jesús, porque este
nombre revela y expresa completamente al Padre. En Juan 5:43, Jesús
dijo, “Yo he venido en nombre de mi Padre.” Según Hebreos 1:4, el Hijo
“heredó más excelente nombre.” Es decir, el Hijo heredó el nombre de su
Padre. Por lo tanto entendemos por qué Jesús dijo que El manifestó y
declaró el nombre del Padre: “… He manifestado tu nombre a los hombres
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que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu
palabra. Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado,
proceden de ti…..” (Juan 17:6:26).

El cumplió la profecía del Antiguo Testamento que anuncio que el Mesías


declararía el nombre del Jehová:

“Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te


alabaré.” (Salmo 22:22).

“diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, En medio de la


congregación te alabaré.” (Hebreos 2:12).

Por esta causa quiero que te hagas estas pregustas ¿En qué nombre vino
el Hijo? … ¿Qué nombre obtuvo él por herencia de su Padre? … ¿Qué
nombre manifestó el Hijo? La respuesta es evidente. El único nombre que
él utilizaba era el nombre de Jesús, el nombre de su Padre. En conclusión
el nombre del título DIOS PADRE es JESÜS.

(2) EL TÉRMINO “HIJO DE DIOS”

Básicamente, el término “Hijo de Dios” refiere a Dios manifestado en carne


en la persona de Jesucristo para la salvación de la humanidad. El nombre
del Hijo es Jesús: “Y dará a luz un Hijo, y llamarás su nombre JESÚS”.
(Mateo 1:21). Puesto que Padre se refiere únicamente a la Deidad,
mientras que “Hijo de Dios” se refiere a la Deidad encarnada en la
humanidad, no creemos que el Padre es el Hijo. La distinción es clara.
Nosotros podemos decir que el Hijo murió, pero no podemos decir que el
Padre murió. La Deidad en el Hijo es el Padre. Aunque no creemos que el
Padre es el Hijo, creemos que el Padre está en el Hijo… Juan 14:10 dice:
¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os
hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en
mí, él hace las obras. Dado que Jesús es el nombre del Hijo de Dios, en
cuanto a su Deidad como Padre y en cuanto a su humanidad como Hijo,
es el nombre de los dos, del Padre y del Hijo. En conclusión el nombre del
PADRE Y DEL HIJO es indiscutiblemente JESÚS.

(1) EL TERMINO “ESPÍRITU SANTO”

El Espíritu santo es simplemente Dios. Y todo porque Dios es santo, esto


es lo que afirman varios textos de las sagradas escrituras:

“Porque yo soy Jehová vuestro Dios; vosotros por tanto os santificaréis, y


seréis santos, porque yo soy santo; así que no contaminéis vuestras
personas con ningún animal que se arrastre sobre la tierra.” (Levítico
11:44).
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“porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.” (1 Pedro 1:16).

De hecho, El solo es santo en sí Mismo. Dios también es Espíritu y hay


solamente un Espíritu de Dios:

“Dios es Espíritu…” (Juan 4:24).

“Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu…” (1 Corintios
12:11).

“un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma


esperanza de vuestra vocación.” (Efesios 4:4).

Por lo tanto, “Espíritu Santo” es otro término para el único Dios. Que el
Espíritu santo es Dios es evidente de una comparación de Hechos 5:3 con
5:4 veamos:

“Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que
mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?
(Hechos 5:3).

“Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder?


¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a
Dios.” (Hechos 5:4).

Cuando el creyente miente al Espíritu Santo, mediante una promesa que


no cumple, está mintiendo es a Dios. Esto es lo que el apóstol Pedro le
explica al creyente Ananías.

Veamos otra comparación de (1. Corintios 3:16) con (1. Corintios 6:19):

“¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en
vosotros?” (1 Corintios 3:16).

“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está
en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? ...” (1. Corintios
6:19).

Estos pasajes identifican al Espíritu Santo con Dios mismo. Si esto es así,
entonces porque la idea de confundirse diciendo que es le tercera persona
de la Trinidad, aunque esta es una afirmación de los hombres, esto no es
Bíblica. Querido amigo y hermano, el Espíritu Santo es simplemente Dios,
¿por qué hay una necesidad de usar este término? La razón es que
enfatiza un aspecto particular de Dios. Enfatiza que El Espíritu santo,
omnipresente, e invisible obra entre todos los hombres de cualquier parte
y puede llenar los corazones de los hombres. Cuando hablamos del
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Espíritu Santo, estamos recordando la obra invisible de Dios entre los


hombres y su capacidad de ungir, bautizar, llenar, y morar en medio de
las vidas humanas. El término habla de Dios en actividad: “y el Espíritu de
Dios se movía sobre la faz de las aguas.” (Génesis 1:2). Se refiere a Dios
obrando entre la humanidad para regenerar la naturaleza caída del
hombre y permitirle hacer la voluntad sobrenatural de Dios en el mundo.
Nosotros observamos que el Espíritu es el agente en el nuevo nacimiento:

“Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de


agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan 3:5).

“nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino
por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la
renovación en el Espíritu Santo.” (Tito 3:5).

Debemos recordar siempre que el Espíritu Santo es Dios y no simplemente


una fuerza o un líquido sin inteligencia. la Escritura revelan que el
Espíritu Santo no es una fuerza que no tiene inteligencia, sino que es en
realidad Dios Mismo: “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu
corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la
heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en
tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los
hombres, sino a Dios”………….. “Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en
tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han
sepultado a tu marido, y te sacarán a ti.” (Hechos 5:3-4, 9). Como puede
una fuerza activa dar testimonio, esta es la locura para los testigos de
Jehová, ellos dicen: "El espíritu santo no es una persona; es la fuerza
activa de Dios" Señores testigo de jehová despierten por favor, Las fuerzas
no saben ni enseñan. El Espíritu sí lo Hace, veamos:

“salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio,


diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones.”……. 20:28 “Por tanto,
mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha
puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por
su propia sangre.” (Hechos 20:23-28).

“quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las
manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén
al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles.”
(Hechos 21:11).

"Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo
lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe
las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así
tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y
nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que
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proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual
también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana,
sino con las que enseña el Espíritu" (1 Corintios 2:10-13).

"Porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debáis


decir" (Lucas 12:12; vea también 1 Corintios 2:10, 13; Juan 14:26).

El Espíritu Santo tiene Emociones. Las fuerzas no las Tienen:

• El ama: "Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el


amor del Espíritu" (Romanos 15:30).

• Siente tristeza: "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual


fuisteis sellados para el día de la redención" (Efesios 4:30).

• Se siente insultado: "... hiciere afrenta al Espíritu de gracia" (Hebreos


10:29).

Lo que yo les puedo recomendar a estos mal llamados testigos de jehová es


que se dejen guiar por el Espíritu Santo. Ah y si no sabían esto pues les
invito a que sigan leyendo:

"Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad"


(Juan 16:13).

"Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos
de Dios" (Romanos 8:14).

Para concluir les informo que el Espíritu es revelado y es recibido por


medio del nombre de Jesús. Él no es una persona distinta con una
identidad distinta que viene en otro nombre y mucho menos es una fuerza
activa. Jesús dijo, “el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre
enviará en mi nombre. . .” (Juan 14:26). Entonces, el Espíritu Santo viene
en el nombre de Jesús. Queridos amigos y hermanos está claro que los
términos Padre, Hijo, y Espíritu Santo no pueden significar tres personas,
personalidades, voluntades, o seres distintos. Pueden denotar solamente
diversos aspectos o papeles de un ser espiritual… el único Dios. Ellos
describen las relaciones de Dios para con el hombre, no a personas en una
Deidad. Usamos Padre para enfatizar los papeles de Dios como Creador,
Padre de espíritus, Padre de los creyentes nacidos de nuevo, y Padre de la
humanidad de Jesucristo. Usamos Hijo para significar tanto la humanidad
de Jesucristo como a Dios manifestado en la carne con el propósito de dar
salvación del hombre. Usamos Espíritu Santo para enfatizar el poder
activo de Dios en el mundo y entre los hombres, particularmente su obra
en la regeneración. Debemos observar que estos tres títulos no son los
únicos que Dios tiene. Hay otros muchos títulos o nombres para Dios que
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son muy significativos y aparecen con frecuencia en la Biblia, incluyendo


términos tales como: JEHOVÁ, SEÑOR, VERBO, DIOS OMNIPOTENTE, Y
EL SANTO DE ISRAEL. La creencia en la Unicidad no niega al Padre, ni al
Hijo, ni al Espíritu Santo, pero sí refuta la idea de que estos términos
denotan a personas en la Deidad. Dios tiene muchos títulos, pero Él es un
Ser. En cuanto a su existencia Él es indivisible, pero en su revelación de sí
mismo a la humanidad se ha expresado a través de muchos canales,
incluyendo su revelación como el Padre, en el Hijo, y como el Espíritu
Santo. Efesios 3:14-17… demuestra que el Padre, el Espíritu, y Cristo son
uno en el sentido apenas descrito. “Por esta causa doblo mis rodillas ante
el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia
en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su
gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;
para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones. . .” Así entonces,
este pasaje identifica al Espíritu en el corazón de un cristiano como el
Espíritu del Padre y también como a Cristo. El Padre, Cristo, y el Espíritu
santo todos se refieren al único Dios indivisible JESUCRISTO.

120. ¿Si Jesús es Dios porque Dijo: “Dios mío, Dios mío, ¿por
qué me has desamparado?

Esta es una expresión de nuestro señor Jesucristo cuando estaba siendo


crucificado en un madero o cruz. Se habla de tres principales tipos de
cruz, respecto al tiempo en que nuestro señor fue crucificado:

1. La cruz llamada generalmente cruz de San Andrés: esta cruz tiene forma
de X.

2. Una cruz análoga a la letra T.

3. La cruz que conocemos en forma de puñal, que posiblemente es la clase


de madero donde fue crucificado Cristo el señor, por cuando permitía
mejor que las otras la fijación, en la parte superior, de un cartel con el
nombre, el título, y el crimen del reo: “Y pusieron sobre su cabeza su
causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS.” (Mateo 27:37).

Todo esto sucedió en un lugar llamado la Calavera, que en hebreo es


Gólgota, que bien pudo haberse dado a una ligera elevación con la forma
de la parte superior de un cráneo. Este lugar se encuentra no lejos de las
murallas de Jerusalén, pero fuera del recinto de la ciudad, allí el señor
Jesús fue Crucificado y con él, estaban otros dos, uno de cada lado:

“Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo,


Gólgota; y allí le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y
Jesús en medio. Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz,
el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS. Y muchos de los
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judíos leyeron este título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado
estaba cerca de la ciudad, y el título estaba escrito en hebreo, en griego y
en latín.” (Juan 19:17-20).

“Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia


sangre, padeció fuera de la puerta.” (Hebreos 13:12).

Jesús en su manifestación como el hijo de Dios, en su humanidad fue


lanzada esta palabra de desamparo: “Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has
desamparado?” Pero ¿QUÉ ES SENTIRSE DESAMPARADO? Cuando el ser
humano esta afligido por algo o por alguien y no tiene ayuda, amparo ni
protección. Esto es sentirse abandonado o desamparado. Jesús exclamo
en alta voz, esta palabra de angustia, cuando eran las tres de la tarde: "Elí,
Elí, lemá sabactani", que significa: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
abandonado?" (Mateo 27:46).

Muchas personas que no son unicitarias o no practican el Monoteísmo,


siempre nos hacen esta pregunta: ¿Si Jesús es Dios porque lanzo este
clamor de ayuda? Antes de responderles, les quiero reafirmar que la Biblia
explica que Jesús es Dios. Él, es la manifestación del altísimo, columna y
baluarte de la verdad. El misterio de la piedad expresa que
indiscutiblemente Dios fue manifestado en carne, él vino en carne para
darse a conocer al mundo y a su pueblo: “En el mundo estaba, y el mundo
por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A los suyos vino, y los suyos
no le recibieron” (Juan 1:10-11). Pero ellos no entendieron que Jesús era
la manifestación de Dios. Jesús fue justificado en el espíritu, Visto de los
Ángeles, predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en
gloria (1 Timoteo 3:16). Para entender mejor esta parte de la escritura te
pregunto ¿Quién fue recibido arriba en gloria? La respuesta es Jesús:

“Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una
nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el
cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos
varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones
galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido
tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.”
(Hechos 1:9.11).

“E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue


manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles,
Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.” (1
Timoteo 3:16).

Cuando Jesús dijo: “Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has desamparado?”
Querido amigo y hermano este clamor no puede describir una separación
real entre el Padre y el Hijo porque Jesús es el Padre: Jesús dijo, “Yo y el
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Padre uno somos.” (Juan 10:30).

Las Sagradas Escrituras indican que “Dios estaba en Cristo reconciliando


consigo al mundo” no dice que con otro, era consigo mismo, con el mismo,
el reconciliador es Dios mismo, él nos ha confiado la palabra
reconciliación. Como quien expresa yo mismo soy el que he venido a salvar
a los pecadores. El mismo expreso estas palabras por medio del profeta
Isaías y por Pablo:

“Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro


Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.”
(Isaías 35:4).

“Porque es Dios el que estaba en Cristo, reconciliando al mundo consigo,


no teniendo en cuenta los pecados de los hombres, y confiándonos la
palabra de la reconciliación.” (2. Corintios 5:19).

Jesús era Dios Padre manifestado en carne para reconciliar consigo al


mundo. El grito de Jesús en la cruz, no significó que el Espíritu de Dios
había salido del cuerpo, sino que no había ninguna ayuda del Espíritu en
su muerte sacrificial de substitución por la humanidad pecaminosa.

No es que una persona de la Deidad fuera abandonada por otra, sino más
bien que la naturaleza humana sintió la ira y el juicio de Dios sobre los
pecados de la humanidad.

No había dos hijos - uno Divino y otro humano - pero sí había dos
naturalezas - la Divina y la humana - fundidas en una persona.

Si el Espíritu Divino se separaba de la naturaleza humana, la vida


humana no podía continuar. Pero durante el proceso agonizante de esa
muerte, Jesús sufrió los dolores de nuestros pecados. Su muerte ocurrió
cuando El entregó su espíritu.

En otras palabras, lo que Jesús quiso decir cuando El gritó, “Dios mío,
Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” era que Él había tomado el
lugar del hombre pecaminoso en la cruz y que Él había sufrido el castigo
completo por el pecado.

No había disminución del sufrimiento debido a su Deidad. Puesto que


todos han pecado: “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la
gloria de Dios.” (Romanos 3:23).

Y sabemos que la paga del pecado es muerte: “Porque la paga del pecado
es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor
nuestro.” (Romanos 6:23).
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Jesús el Cristo tomó nuestro lugar y sufrió la muerte que merecíamos:


“Porque Cristo, cuando aún éramos flacos, á su tiempo murió por los
impíos. Ciertamente apenas muere algún por un justo: con todo podrá ser
que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios encarece su caridad para
con nosotros, porque siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Luego mucho más ahora, justificados en su sangre, por él seremos salvos
de la ira. (Romanos 5:6-9).

Nadie que viva en la tierra ha sentido esa muerte espiritual en su grado


más profundo, porque en Dios todos nosotros vivimos, nos movemos, y
somos, linaje suyo somos. (Hechos 17:28).

No debemos presumir que el Espíritu de Dios dejó el cuerpo de Jesús en el


instante en que El pronunció las palabras, “Dios mío, Dios mío, ¿por qué
me has desamparado?” El Espíritu Divino dejó el cuerpo humano
solamente en la muerte. Hebreos 9:14 dice “que Cristo se ofreció a sí
mismo a Dios por medio del Espíritu eterno.” Por otra parte, Jesús dijo a
sus discípulos con respecto a su muerte, “He aquí la hora viene, y ha
venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis
solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo” (Juan 16:32). Así, el
eterno Espíritu de Dios, el Padre, no salió del cuerpo humano de Cristo
sino hasta la muerte de Cristo.

Gracias señor Jesucristo por mostrarnos el camino de la vida eterna, y


sabemos que tú eres el único Dios que por medios de ese gran sacrificio
nos llevas a tu santa presencia, donde tu señor amado por medios de estas
palabras “Dios Mío, Dios Mío, ¿Por Qué Me Has Desamparado?” nos ha
mostrado que fue muy grande tu dolor, para poder darnos vida nueva,
gracias Dios, gracias Dios, por venir a salvarnos, tu no mandaste a otro
sino que tú mismo viniste a rescatarnos, cuando expresaste estas
palabras: “Decid á los de corazón apocado: Confortaos, no temáis: he aquí
que vuestro Dios viene con venganza, con pago: el mismo Dios vendrá, y os
salvará. Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los
sordos se abrirán.” (Isaías 35:4,5).

Todo esto lo cumpliste cuando aquel verbo fue hecho carne, para habitar
entre la humanidad, así pudimos ver tu gloria llena de gracia y de verdad:
(Juan 1:1, y 14). Espero querido amigo, que no sigas siendo ciego, menos
un sordo y entiendas que Jesús el Cristo es el único Dios.

121. ¿Es Jesús es la imagen del Dios invisible?

Hay varios términos Bíblicos que quiero compartir con ustedes en este
estudio, el primer punto es que a Dios nadie lo ha visto jamás, segundo
nadie puede verlo y vivir, tercero Dios quiso mostrarse a la humanidad
mediante Jesús.
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“Pero no podrás ver mi rostro, añadió, porque ningún hombre podrá verme
y seguir viviendo.” (Éxodo 33:20).

“Aparición que ha su tiempo mostrara el bienaventurado y solo Soberano,


Rey de reyes y Señor de señores, el único que tiene inmortalidad, que
habita en luz inaccesible y a quien ninguno de los hombre ha visto ni
puede ver. A Él sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.” (1 Timoteo
6:15-16).

“Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del
Padre, Él le ha dado a conocer.” (Juan 1:18).

“No que alguien haya visto al Padre; solo aquel que viene de Dios, ese ha
visto al Padre.” (Juan 6:46).

Para un buen lector e intérprete de las Sagradas Escrituras, guiado por el


Espíritu Santo de Dios, puede entender que JESÚS es la imagen de Dios, y
esto si usted sabe que Dios es Espíritu: “Dios es Espíritu”; y los que le
adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.” (Juan 4:24).

Para darse a conocer a la humanidad DIOS, se vistió de carne, de tal


manera que si usted ve a Jesús, usted querido amigo está viendo a Jehová
o el YO SOY del antiguo testamento:

“Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le


conocéis, y le habéis visto.” (Juan 14:7).

“Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación”


(Colosenses 1:15).

“Esto es, entre los incrédulos, a quienes el dios de este mundo les cegó el
entendimiento, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la
gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2. Corintios 4:4).

No se deje confundir por el dios de este siglo que solo busca la perdición y
destrucción de su alma. Conozca, crea y entienda que Jesucristo es Dios
cubierto con un velo de carne, un camino nuevo y vivo que El inauguró
para nosotros por medio del velo, es decir, su carne (Hebreos 10:20). Como
Abraham profetizó, probablemente sin comprender el significado pleno de
sus propias palabras, “Dios se proveerá de cordero” (Génesis 22:8). Desde
luego, Dios proveyó un cuerpo para sí mismo: “Sacrificio y ofrenda no
quisiste; Mas me preparaste cuerpo” “Por eso, al entrar en este mundo,
dice: Sacrificio y oblación no quisiste; pero me has formado un cuerpo.”
(Hebreos 10:5).

El vino a su propia creación y a su propio pueblo escogido, pero ellos no le


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reconocieron ni lo recibieron: “En El Mundo estaba, y El Mundo FUE


Hecho por Medio de Él, y El Mundo no le conoció. A lo Suyo vino, y los
suyos no le recibieron” (Juan 1:10-11).
Espero que usted le conozca y le reciba, porque déjeme decirle que si no le
reconoce como Dios y salvador de su vida, nunca podrá estar con él, en el
paraíso y menos en esa habitación que él tiene preparada en el cielo para
todo aquel que crea que él, es el único Dios y salvador: “… Por eso os dije
que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en
vuestros pecados moriréis.” (San Juan 8:24).

Espero que entiendas querido lector, que no son dos, no son tres, los
salvadores, la sagrada escritura especifica que uno es el que salva, uno es
el que condena, uno es el que viene, uno es el camino que lleva a la vida
eterna, Jesús es Dios todopoderoso el que ha de venir.

Jesús, no hace parte de un dios trino, este Jesús del que te estoy hablando
querido amigo es la imagen del Dios invisible, él es Dios mismo, el que un
día prometió venir a salvar a su pueblo, él es el primogénito de toda
creación.

Los escritores del Antiguo Testamento así lo afirman en sus escritos,


veamos lo que dijo el profeta Isaías:

¨Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá,
y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel¨ (Isaías 7:14).

¨Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su


hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre
Eterno, Príncipe de Paz¨ (Isaías 9:6).

¨Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro


Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará. ¨
(Isaías 35:4).

¨Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para
que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no
fue formado dios, ni lo será después de mí¨ (Isaías 43:10).

Dios manifiesto que iba a estar presente, en la carne entre nosotros, esta
es una señal maravillosa que el mismo Dios dijo que nos daría por medio
de una mujer virgen que dará a luz a un hijo, pero que este hijo no es
cualquier ser humano, este hijo es la inigualable imagen del Dios invisible,
como lo dijo el profeta Isaías y el apóstol Mateo “Dios con nosotros” este
EMANUEL del que habla las escrituras fue concebido por el espíritu santo
en el vientre de maría, una mujer que hallo gracia en Dios y que estaba
desposada con un hombre que trabajaba la carpintería llamado José. Un
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hombre justo, pero que una vez que se enteró que María estaba
embarazada quiso dejarla en secreto. Él siempre se hacia la pregunta
“Como puede ser esto posible” y quizás se sintió traicionado por María,
pero un Ángel del señor se le apareció en sueños y le dijo: José, Hijo de
David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es
engendrado, del espíritu santo es. Y dará a luz un hijo, y llamaras su
nombre JESÚS, porque el salvara a su pueblo de sus pecados. (Mateo
1:20-21).

Este pueblo al que se refiere el escritor es ISRAEL. (Salmos 130:8). Dios


nos lo había dicho por medio del profeta que este EMANUEL, que nacería
de una mujer (MARIA), no sería un ángel, y menos algún otro individuo
procedente del cielo, este niño seria Dios mismo o como lo quiera llamar
usted “DIOS CON NOSOTROS”.
El niño del que el ángel le hablo a José, le especifico algo importante, le
tendría que poner por nombre JESÚS. (Mateo 1:21). Jesús es el nombre
original de Dios, en su manifestación como redentor o salvador, pero a él,
o al niño también le llamarían: Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre
Eterno, Príncipe de paz. (Isaías 9:6). Lo bueno de todo esto es entender que
JESÚS, es la imagen del Dios altísimo, el compartió nuestra humanidad:
“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también
participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el
imperio de la muerte, esto es, al diablo” (Hebreos 2:14).

Hay muchos otros términos que hacer referencia a Jesús, por eso hablar
de Jesús como la imagen del Dios altísimo no es tarea fácil, ya que la
mente humana capte o retenga este conocimiento del hijo de Dios, en
cuanto a la carne, le va hacer imposible. Todo esto debe ser revelado y
sustentado por la guía del Espíritu Santo de Dios.

Le digo esto porque la escritura dice que Jesús es hijo de David y lo hace
porque los reyes no se autoproclaman reyes sino que en cuanto a la
genealogía deben pertenecer al linaje real, como lo expresa el apóstol
Mateo y Juan:

“Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham”


(Mateo 1:1).

“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las
iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la
mañana. ” (Apocalipsis 22:16).

Cuando Jesús, acompañado de sus discípulos salía de Jericó, los


acompañaba también una gran multitud. Allí en la salida junto al camino
sentado estaba el hijo de Timeo, un joven que estaba ciego y que por esta
causa mendigaba. El llamo a Jesús con voz fuerte “Hijo de David, ten
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misericordia de mí” (Lucas 10:47).

A raíz de esta afirmación Bartimeo una vez alguien me pregunto ¿De quién
es hijo Jesús el Cristo? Mi respuesta fue la siguiente:

Jesús es hijo de David según Mateo 1:1 y Mateo 20:30.


Jesús es hijo de Abraham según Mateo 1:1.
Jesús es hijo de María según Mateo 1:21-25 y Marcos 3:31-35.
Jesús es hijo del carpintero según Mateo 13:53-58 y Lucas 3:23.
Jesús es hijo del hombre Mateo 9:6, 10:23 y hechos 7:56.
Jesús es hijo de Dios según Lucas 1:15, Mateo 4:3-11 y 16:16.
Jesús es hijo del Espíritu Santo según Mateo 1:20.

Y para terminar le dije que Jesús es el unigénito del Padre, que en el


principio era el VERBO, según Juan 1:1 y que este VERBO es DIOS quien
fue hecho carne para así habitar entre la raza humana, por lo cual se dio a
conocer como hijo, que es la gloria manifiesta de Dios, el hijo o Jesús es la
imagen del Dios altísimo. Jesús es Dios, el redentor o salvador de Israel
(Salmo 130:8), vino a su pueblo, pero ellos no le recibieron (Juan 1:11).
Jesús es aquel de quien hablo el profeta Isaías cuando expreso que Dios
mismo vendrá, y os salvara. (Isaías 35:4). Jesús es el que dijo: Yo mismo
soy, conózcanme, crean en mí, y entiendan que antes de mí no fue
formado dios, ni lo será después de mí, yo soy Jehová y fuera de mí no hay
quien salve. (Isaías 43:10-11). El Dios Espíritu se manifestó en la persona
de Jesús el Cristo, él es la imagen del Dios invisible.

122. ¿Es verdad que ahora soy el templo de Dios?

Sabía usted querido hermano que Dios habita en su cuerpo, imagínese esa
gran responsabilidad que tienes, y sobre todo si sabes que Dios es un ser
ordenado y santo, la orden es que usted sea santo también, veamos:
“…como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda
vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy
santo.” (1 Pedro 1:15-16). Para que puedas entender esta gran verdad te
invito que sigas leyendo este estudio: “Soy el templo de Dios”
En el Antiguo Testamento Dios tenía un templo para Su pueblo; Este
templo fue hecho para la posesión única de Dios. Cuando Moisés dedicó el
tabernáculo de Dios, Él lo llenó con Su gloria. Cuando el rey Salomón
terminó el templo, "La nube llenó la casa de Jehová. Y los sacerdotes no
pudieron permanecer para ministrar por causa de la nube; porque la gloria
de Jehová había llenado la casa del Señor" (I Reyes 8: 10-11). Sin embargo,
en el Nuevo Testamento en la dispensación de la Gracia nosotros somos el
templo de Dios. Cuando un pecador ha nacido espiritualmente mediante el
bautismo del Espíritu Santo, Dios mora en ese lugar santo y esa persona
puede estar en comunión con el Señor Dios en santidad. "¿No sabéis que
sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?" (1
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Corintios 3:16).

El Espíritu Santo actúa en nosotros renovándonos y dándonos poder. Es


un hecho evidente de que el espíritu santo es el testimonio de Dios:

De que hemos sido lavados… "nos salvó, no por obras de justicia que
nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de
la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo." (Tito 3:5).

Purificados… "y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando


por la fe sus corazones." (Hechos 15:9).

Santificados y justificados… "Y esto erais algunos; mas ya habéis sido


lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el
nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios." (1 corintios
6:11).
Hijos del Espíritu Santo... Estos pasajes así lo testifican:

• "Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de
su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!" (Gálatas 4:6).

"Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos
de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra
vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual
clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro
espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos;
herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos
juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados."
(Romanos 8:14-17).

Los textos de las escrituras que vamos a citar a continuación nos


enseñaran que nuestros cuerpos son templos y moradas del Espíritu
Santo de Dios:

"¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está
en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?" 1 Corintios
6:19).

"Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el


templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es." (1 Corintios 3:17).

"y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado


en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado." (Romanos
5:5).

"¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros
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sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre
ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo." (2 Corintios 6:16)

El Espíritu Santo no es la tercera "persona" de la deidad, como algunos


suponen. El único Dios es Espíritu "Dios es Espíritu,…" (Juan 4:24), y hay
un solo Espíritu "un cuerpo, y un Espíritu,…" (Efesios 4:4).

La Biblia no usa la palabra "persona" para referirse a Dios, mucho menos


habla de tres personas, el término "persona" designa al hombre, llamar a
Dios "persona" es limitarlo, Dios es Espíritu y llena el universo:

"Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi


sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos.
Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son
conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh
Jehová, tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste
tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no
lo puedo comprender. ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de
tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi
estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el
extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra. Si
dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche
resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no encubren de ti, y la
noche resplandece como el día; lo mismo te son las tinieblas que la luz.
Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre.
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy
maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi
cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo
de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas
todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.
¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la
suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena; despierto,
y aún estoy contigo. De cierto, oh Dios, harás morir al impío; apartaos,
pues, de mí, hombres sanguinarios. Porque blasfemias dicen ellos contra
ti; Tus enemigos toman en vano tu nombre. ¿No odio, oh Jehová, a los que
te aborrecen, y me enardezco contra tus enemigos? Los aborrezco por
completo; los tengo por enemigos. Examíname, oh Dios, y conoce mi
corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino
de perversidad, y guíame en el camino eterno." (Salmo 139:1-24).

El titulo Espíritu Santo se usa para designar otra manifestación de Dios,


otro oficio cuando él obra y se mueve en la vida de hombres y mujeres
"Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay
libertad" (2 Corintios 3:17).
Hay un solo Dios y es espíritu:

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"Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras
lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen." (Hechos 2:4).

"un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma


esperanza de vuestra vocación" (Efesios 4:4).

Dios moró en medio de la humanidad en la persona de su Hijo, durante


treinta y tres años y medio. La Palabra que era Dios "En el principio era el
Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios." (Juan 1:1) fue hecha
carne y habitó entre nosotros "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó
entre nosotros y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno
de gracia y de verdad" (Juan 1:14). El vocablo “moró” en griego literal
quiere decir “tabernaculizó”.

Entonces el templo humano de Cristo, fue el tabernáculo de Dios, su lugar


de morada entre la gente. Él fue el “verdadero tabernáculo que levantó el
Señor, y no el hombre”… "ministro del santuario, y de aquel verdadero
tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre" (Hebreos 8:2). El lugar
en el que mora Dios, es más que una casa de madera y de oro, pues es
una casa de carne y hueso, el cuerpo del Señor Jesús:

"Por lo cual, entrando en el mundo dice: sacrificio y ofrenda no quisiste;


más me preparaste cuerpo." (Hebreos 10:5).

"Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has
conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues,
dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre
en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta,
sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras." (Juan 14:9-10).

"que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles


en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra
de la reconciliación." (2 Corintios 5:19).

"Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque


en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que
hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean
principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y
él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; y él es la
cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de
entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; por cuanto
agradó al Padre que en él habitase toda plenitud." (Colosenses 1:15, 19).

"Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas,


según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del
mundo, y no según Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la
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plenitud de la Deidad" (Colosenses 2:8-9).

Dios moró en la iglesia por el Espíritu Santo dado a cada uno de sus
miembros. Cuando el tabernáculo del Hijo ascendió al cielo "Y habiendo
dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le
ocultó de sus ojos." (Hechos 1:9), sus seguidores estuvieron solos, pero
Dios vino a morar en ellos. El Señor prometió antes de marcharse, que Él
no los dejaría solos, sino que vendría a morar en ellos:

"No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros." (Juan 14:18).

"Porque vosotros sois templos del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y
andaré entre ellos; y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo" (2. Corintios
6:16).

La gente Llena por el Espíritu de Dios es ahora su Tabernáculo:

"Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con
vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede
recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque
mora con vosotros, y estará en vosotros." (Juan 14:16-17).

"Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en


vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también
vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros."
(Romanos 8:11).

"Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se


deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos,
eterna, en los cielos." (2 Corintios 5:1).

¿Hay tres espíritus que llenan el corazón del creyente?

Sin duda que después de este estudio podemos decir que no. Hay un solo
Espíritu. Entonces debemos siempre tener en cuenta, evidentemente, que
si hablamos del Espíritu en la creación, de la encarnación, o de un
pentecostés, hablamos del mismo Espíritu. Dios es Espíritu, y hay un solo
Dios.
Por esto, querido hermano no debemos contaminar nuestros cuerpos, Dios
nos manda que nos guardemos Santos. Esto puede interpretarse en un
sentido general para referirse a todo tipo de pecado que podemos cometer
con nuestros cuerpos.

Debemos respetar nuestro cuerpo, porque es templo de Dios, y por lo


mismo debemos buscar que no se convierta en “casa de mercado”
obedeciendo a las cosas del mundo y sus mercadotecnias, sus placeres y
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sus perversidades, sino presentarlo en sacrificio vivo, santo y agradable a


Dios, no buscando nuestra satisfacción sino la buena voluntad de nuestro
gran Dios y salvador Jesucristo.

Hoy en día se cree que lo que haga uno con su cuerpo a nadie le
incumbe… ¡!!Gran error!!! El cuerpo no es tuyo, Dios te lo dio, de el
tendrás que dar cuentas a tu Creador, ya que el cuerpo tiene una función
para la cual fue hecho, cualquier uso fuera de eso, es perversión. "¿Quién
puede permanecer en su santo templo? El que tiene las manos y la mente
limpias de todo pecado; el que no adora ídolos ni hace juramentos falsos."
(Salmo 24:3-4)
En consecuencia, quien desprecia a su hermano, el templo de Dios, está
despreciando también a su propio templo - y con ello a Dios-, pues tal
como un hombre se comporta con su hermano, así se comporta también
con Dios. Cada acto de desprecio para con el hermano, es decir, para con
un templo de Dios, es pecado contra el Espíritu Santo.
Cada persona nacida de nuevo es un templo del Espíritu Santo. Así, a
cada hombre le está encomendado mantener limpio su propio templo y
respetar el templo de su hermano. Quien guarde este mandamiento, no
sufrirá, ni será destruido su templo por enfermedad, miseria o violencia.
Bajo la nueva dispensación de la gracia, el cristiano es ahora llamado el
templo de Dios. El creyente debe dar su vida entera sin reservas a Dios.
Nuestros cuerpos son templos sagrados, santo para el Señor. Dios ha
reclamado mediante la redención de nuestros cuerpos, y lo que Él reclamó
para Su santo propósito es que debemos someternos a Él. "Así que,
hermanos, os ruego que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo"
(Romanos 12:1).

Nosotros haremos lo que el apóstol nos amonesta a recordar que nosotros


somos Su templo santo. Si nosotros hemos aprendido que nuestro cuerpo
es templo del Espíritu Santo, nos mantendremos sin mancha. Querido
hermano antes de cometer pecado recuerda "Tu cuerpo es templo del
Espíritu Santo".

"Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de
nuestro Señor Jesucristo." (1 Tesalonicenses 5:23).

Nuestro Dios y salvador Jesucristo está allí a la puerta, su llegada es


inminente y viene por ti y por mí, es importante que te hagas una
autoevaluación de cómo está tu templo, si de verdad estás haciendo la
voluntad del que viene, si estás viviendo en santidad, recuerda querido
hermano que nuestra morada es celestial y es eterna. Las cosas aquí en la
tierra, en este sistema mundano son pasajeras, pero el que permanece y
vive para Dios tiene una corona de vida eterna. Amén.

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¿Si Jesús es Dios porque dijo: ¿Padre en tus manos encomiendo mi


Espíritu?

Una de las preguntas que más nos hacen los que practican la doctrina de
la Trinidad es: si Jesús es Dios porque dijo: ¿PADRE EN TUS MANOS
ENCOMIENDO MI ESPIRITU? Debemos entender que cuando leemos una
declaración acerca de Jesús es importante determinar si le describe a
Jesús como un hombre o como Dios. Además, cuando Jesús habla en las
Escrituras un buen estudiante Bíblico debe determinar si Él habla como
hombre o si lo hace como Dios. Cuando veamos una descripción de dos
naturalezas con respecto a Jesús, no deberíamos pensar de dos personas
en la Deidad o de dos Dioses, sino que deberíamos pensar de Espíritu y de
la carne.

“Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos


encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró.” (Lucas 23:46).

Antes de comenzar este estudio les quiero aclarar que ningún ser humano
ha visto jamás a Dios. Sin embargo Dios se ha mostrado de forma
encubierta en la antigüedad, y de manera especial se manifestó en
Jesucristo. Dice la Biblia: "A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que
está en el seno del Padre, él lo ha dado a conocer." (Juan 1:18). En
desarrollo de su Plan para salvar al hombre caído, pecador y condenado al
infierno, sin esperanza ("por cuanto todos pecaron, y están destituidos de
la gloria de Dios" Rom.3:23), Dios, "en el cumplimiento del tiempo"
(Gál.4:4) ¡Se manifestó en carne! (1ªTim.3:16).

Ciertamente, fue el Mismo Dios y no otro - Quien "se manifestó en carne".


Es decir: "el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros (y vimos su gloria,
gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad." (Jn.1:14).

La palabra "carne", aquí se refiere a la naturaleza humana. Eso sólo puede


interpretarse como que Dios ha asumido plenamente la existencia
humana, a fin de llegar a ser igual a los hombres:

“el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a
que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo,
hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se
humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de
cruz." (Filipenses 2:6-8).

"Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien
todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria,
perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos. Porque el
que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no
se avergüenza de llamarlos hermanos, diciendo: Anunciaré a mis
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hermanos tu nombre, en medio de la congregación te alabaré. Y otra vez:


Yo confiaré en él. Y de nuevo: he aquí, yo y los hijos que Dios me dio. Así
que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también
participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el
imperio de la muerte, esto es, al diablo" (Hebreos 2:10-14).

De manera que, en Jesucristo el Dios invisible se hizo visible:

"El (Cristo) es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda


creación." (Colosenses 1:15).

"en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos,
para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el
cual es la imagen de Dios." (2ª Corintios 4:4).

"el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su


sustancia (Cristo), y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su
poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio
de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas." (Hebreos
1:3).

Esas expresiones: "la carne", "su cuerpo de carne", o "su carne", referidas
al Señor Jesucristo, significan su Humanidad, asumida ésta por Él, para
manifestarse al mundo, y entrando en contacto con el ser humano, de
manera directa, demostrando su amor, bondad, justicia, misericordia y
perdón, a fin de darnos la salvación eterna. ¡Es la más grande revelación
de Dios!

Jesús, en los días de su carne, poseyó la naturaleza de los hombres: fue


un ser humano real. Pero eso no lo privó de su Deidad Eterna, no lo limitó
en su Poder Divino, no lo confinó a lo meramente terrenal. Fue Dios y
Hombre; Divino y Humano; Señor y Siervo; León y Cordero; Rey y Súbdito;
Sacerdote, Templo y Sacrificio, Holocausto; Padre, Hijo y Espíritu Santo.

A veces es fácil confundirse cuando la Biblia describe a Jesús en estos dos


papeles diferentes, especialmente cuando en la misma historia lo describe
actuando en esos dos papeles. Por ejemplo, en un minuto Él podía estar
durmiendo y podía calmar la tormenta en el próximo minuto. En un
momento Él podía hablar como hombre y luego como Dios en el próximo
momento. Sin embargo, nosotros debemos recordar siempre, que Jesús es
completamente Dios y no meramente un hombre ungido. A la vez, Él era
completamente hombre, no simplemente una apariencia de hombre. Él
tuvo una naturaleza dual que le hacía diferente a cualquiera de nosotros, y
nosotros no podemos comparar adecuadamente nuestra existencia o
nuestra experiencia con la suya. Lo qué parecería extraño o imposible si se
aplicara a un mero humano llega a ser comprensible cuando es examinado
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dentro del contexto de aquel que es a la vez ambos: completamente Dios y


completamente hombre.

Parece ser evidente que Jesús tuvo un espíritu humano en cuanto que Él
dice sobre la cruz, “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lucas
23:46). La Biblia indica que Jesús tuvo una voluntad humana así como
también la voluntad divina. El oró al Padre, diciendo, “No se haga mi
voluntad, sino la tuya” (Lucas 22:42). Juan 6:38 demuestra la existencia
de dos voluntades: El vino no para hacer Su propia voluntad (la voluntad
humana), sino para hacer la de Su Padre (la voluntad divina).

Aunque sea difícil distinguir entre la naturaleza humana y divina de su


espíritu, algunas referencias aparentemente enfocan el aspecto humano.
Por ejemplo:

“Y gimiendo en su espíritu, dijo: ¿Por qué pide señal esta generación? De


cierto os digo que no se dará señal a esta generación.” (Marcos 8:12).

“En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te


alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas
cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre,
porque así te agradó.” (Lucas 10:21).

“Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban,


también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió” (Juan 11:33).

“Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu, y declaró y dijo: De


cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar” (Juan
13:21).

Jesús tuvo un alma, porque hay muchos textos Bíblicos que así lo
demuestran, veamos:

“Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte;
quedaos aquí, y velad conmigo.” (Mateo 26:38).

“Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y
velad.” (Marcos 14:34).

“Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora?
Mas para esto he llegado a esta hora.” (Juan 12:27), etc.

“Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran


clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de
su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la
obediencia.” (Hebreos 5:7-8).
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Estos versículos no presentan un retrato de alguien que no podía ser


afectado por las emociones de temores y dudas. Más bien, ellos describen
a alguien que poseía estas debilidades humanas; Él tuvo que someter la
voluntad humana para poder rendirse al Espíritu eterno.
La humanidad de Cristo indica que él: Oraba - Lloraba - Aprendía
obediencia - Sufría, etc. La naturaleza Divina estaba en control y Dios era
fiel a su propio plan, pero la naturaleza humana tuvo que obtener ayuda
del Espíritu y tuvo que aprender obediencia al plan divino. La Escritura
demuestra que Jesús era totalmente humano, que Él tenía cada atributo
de la humanidad menos la naturaleza pecaminosa heredada de la caída. Si
negamos la humanidad de Jesús, enfrentamos un problema con el
concepto de la redención y la propiciación. Si no era completamente
humano, ¿podría su sacrificio ser suficiente para redimir la humanidad?
¿Podría él realmente ser un verdadero sustituto para nosotros en la
muerte? ¿Podría El realmente calificar como nuestro pariente redentor?
El Hijo fue crucificado:

“Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el


Hijo del Hombre sea levantado” (Juan 3:14).

“Respondió Jesús y dijo: No ha venido esta voz por causa mía, sino por
causa de vosotros. Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de
este mundo será echado fuera. Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos
atraeré a mí mismo. Y decía esto dando a entender de qué muerte iba a
morir. Le respondió la gente: Nosotros hemos oído de la ley, que el Cristo
permanece para siempre. ¿Cómo, pues, dices tú que es necesario que el
Hijo del Hombre sea levantado? ¿Quién es este Hijo del Hombre?”
(Juan12:30-34).

Y el Hijo murió:

“y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a


ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz. De esta manera
también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los
fariseos y los ancianos, decían: A otros salvó, a sí mismo no se puede
salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él.
Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de
Dios. Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban
crucificados con él. Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la
tierra hasta la hora novena. Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran
voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por
qué me has desamparado?
Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: A Elías llama éste. Y al
instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de
vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber. Pero los otros decían:
Deja, veamos si viene Elías a librarle. Más Jesús, habiendo otra vez
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clamado a gran voz, entregó el espíritu. Y he aquí, el velo del templo se


rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; y
se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían
dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la
resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos. El
centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto,
y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron:
Verdaderamente éste era Hijo de Dios.” (Mateo 27:40-54).

“Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte


de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su
vida.” (Romanos 5:10).

La muerte de Jesús es un buen ejemplo. Su Espíritu Divino no murió, sino


su cuerpo humano. El entrego su espíritu humano. Él era humano en
cuerpo, alma, y espíritu con la plenitud del Espíritu de Dios residente en
ese cuerpo, alma, y espíritu.
No podemos decir que Dios murió, y entonces no podemos decir que “Dios
Hijo” murió. Más sí podemos decir que el Hijo de Dios murió porque Hijo
se refiere a la humanidad.

Cuando el Hijo de Dios vino a ser un sacrificio, también vino a ser un


sustituto por nosotros. El murió en nuestro lugar, cargó nuestros pecados,
y pagó la pena de muerte por nuestros pecados:

“Más él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados;
el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros
curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se
apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos
nosotros.” (Isaías 53:5-6).

”quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero,


para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y
por cuya herida fuisteis sanados.” (1Pedro 2:24).

Él fue más que un mártir; El en realidad tomó nuestro lugar. El probó la


muerte por cada hombre (Hebreos 2:9). Por supuesto, Jesús solamente
pudo ser nuestro sustituto y morir en nuestro lugar, por haber venido en
carne.

Como hombre Jesús se sometió a y recibió fuerza del Espíritu de Dios. En


Su naturaleza divina, sin embargo, Jesús es un Espíritu; porque Romanos
8:9 “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que
el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de
Cristo, no es de él.” Vemos claramente que este texto habla del Espíritu de
Cristo. Dios recibe los espíritus de los hombres (“y el polvo vuelva a la
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tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.” Eclesiastés 12:7),
pero Jesús recibió el espíritu de Esteban (“Y apedreaban a Esteban,
mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu.” Hechos
7:59).

Cuando decimos que Jesús murió en la cruz, queremos decir que Su carne
murió en la cruz. Cuando decimos que Jesús vive en nuestros corazones,
queremos decir que Su Espíritu está allí.

123. ¿Qué es el nuevo pacto?

Quiero explicar un poco de lo que es el nuevo pacto a los creyentes que


todavía no lo han entendido, para que no sigan practicando las ordenanzas
que se encuentran en el antiguo pacto respecto a la ley, les recuerdo que
estas ordenanzas antiguas eran solo para el pueblo Judío, para nosotros
que éramos gentiles, pero que ahora somos la iglesia del señor Jesucristo
vivimos con nuevas reglas, la escritura dice: “… Nuevo pacto, ha dado por
viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a
desaparecer.” (Hebreos 8:13).

La primera mención al nuevo pacto dentro de las Escrituras se encuentra


en Jeremías 31:31-33, que dice: “Vienen días, dice Jehová, en los cuales
haré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No como
el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de
la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, dice Jehová. Pero
este es mi pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días,
dice Jehová: Pondré mi ley en su mente y la escribiré en su corazón; yo
seré su Dios y ellos serán mi pueblo...

Cuando estas palabras fueron pronunciadas por el profeta Jeremías,


estaba en plena vigencia el antiguo pacto, faltaban varios siglos para que
terminara, pero siendo Dios previsor en todo cuanto hace, dispuso
anunciar con suficiente tiempo de anticipación lo que haría venido el
momento.

Pero... ¿Qué es el nuevo pacto? En primer lugar es bueno recordar que


pacto es un convenio legal realizado entre dos partes, mismas que al
aceptarlo quedan obligadas al cumplimiento de todas las cláusulas que tal
documento contiene. Por consiguiente, cuando se habla del nuevo pacto se
habla del nuevo convenio o compromiso entre Dios y el pueblo israelita,
cuyas leyes debían ser obedecidas.

El nuevo pacto tiene mejores promesas: “Pero ahora tanto mejor ministerio
es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre
mejores promesas” (Hebreos 8:6).

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El nuevo pacto no consistía en sólo una simple renovación del compromiso


entre Dios e Israel, más bien de acuerdo a los planes divinos, el nuevo
pacto sería hecho basado sobre mejores promesas, entre las cuales
estaban:

a) las leyes que basamentaban el nuevo pacto serían dadas en la mente y


corazón de cada persona.

b) Quizás la más importante promesa lo constituyó el Espíritu Santo. A


diferencia del antiguo pacto, el nuevo contaría nada más ni nada menos
que con la presencia del Espíritu de Dios posesionándose de cada
persona.

Nunca antes en la historia del pueblo de Dios el Espíritu Santo había


tenido tan notoria participación como la tendría al entrar en vigor el nuevo
pacto, con el cual la observancia o cumplimiento de todas las leyes sería
verdaderamente fácil; eso quiere decir que el nuevo pacto sería concertado
de manera tal que los humanos contarían con un poder sumamente
superior que les ayudaría a obedecer la voluntad de Dios como nunca
antes lo fue.

Notorio es que el mediador del nuevo pacto es nuestro Señor y Salvador


Jesucristo. A diferencia de Moisés que fue el mediador entre Dios e Israel
en el monte Sinaí, en esta vez no sería un ser engendrado por voluntad
humana sino uno engendrado por el poder del Espíritu Santo, con lo cual
el nuevo pacto se revestiría de gran esplendor.

Como fue en el antiguo pacto, en el nuevo también se requería del


derramamiento de sangre. La sangre era el sello para declarar legal el
documento del pacto entre Dios y el pueblo. La diferencia es que en esta
ocasión no sería sangre animal, sino la sangre del mismo Hijo de Dios.

De esto, Mateo 26:27-28 dice: “Y tomando la copa, y habiendo dado


gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos, porque esto es mi sangre del
nuevo pacto que por muchos es derramada para perdón de los pecados”.

Notoriamente, el derramamiento de la sangre del Salvador vino a cumplir


con dos aspectos encerrados en la ley mosaica: La institución del nuevo
pacto, y el perdón de pecados igual a como se hacía en el día de la
expiación en Israel.

El que nuestro Señor haya dicho que la suya era la sangre del nuevo pacto
que iba a ser derramada, tiene paralelo con el derramamiento de sangre
hecho cuando el antiguo pacto fue concertado. La sangre de un animal
degollado fue usada para rociar el libro del pacto y al pueblo en general en
señal de ligamiento del pueblo al pacto. Habiendo sido rociado el pueblo,
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quedó comprometido a obedecer a todo cuanto Dios demandaba. Dios, a


su vez, quedó comprometido a bendecirlos en todo según lo había
prometido.

Los gentiles forman parte de ese pacto. Pero es necesario poner atención a
la situación para entender cuándo y cómo es que los gentiles forman parte
del nuevo pacto. Póngase atención a lo siguiente:

Efesios 2:11-13 dice: “Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros,
los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la
llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo
estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los
pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en
Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido
hechos cercanos por la sangre de Cristo”.

Dentro del rango de “mejores promesas” sobre el cual el nuevo pacto fue
concertado, estaba contemplado que los gentiles iban a ser involucrados.

De hecho, el nuevo pacto fue concertado entre Dios e Israel, pero los
gentiles son incluidos en él por aceptar a Cristo como su salvador
personal. La calidad de los gentiles respecto a su ligamiento a Israel y al
pacto está descrita por Pablo de la manera siguiente: “Si algunas de las
ramas fueron desgajadas y tú, siendo olivo silvestre, has sido hecho
participante de la raíz y de la rica savia del olivo,...” (Romanos 11:17).

Los gentiles convertidos vienen a gozar de las bendiciones del nuevo pacto
sencillamente porque han sido adheridos a la oliva, que es Israel, con
quien fue concertado ese pacto. Este es parte del misterio (Efesios 3:8) que
en otro tiempo no fue dado a conocer, pero que fue hecho notorio venido el
tiempo del cumplimiento.

La pregunta que ahora conviene hacer es: ¿Ha aceptado usted el nuevo
pacto? ¿Le explicaron a usted que al momento de sellar su compromiso
con Dios aceptando a JESUCRISTO como su salvador, adquiría la
obligación de cumplir con todas las leyes encerradas en el código del
pacto? Debe recordarse que aceptar a Cristo hace a la persona
involucrarse “en los pactos de la promesa” mencionados por Pablo en
Efesios que acabamos de leer. Si no se lo dijeron, ¿qué piensa hacer?
¿Cree usted que puede vivir en JESUCRISTO sin necesidad de aceptar el
nuevo pacto? ¿Ahora que conoce la verdad respecto al nuevo pacto, podría
decir que vive en él?

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124. ¿Cuáles son las llaves para entrar al reino de los cielos?

Hoy les quiero hablar de unas llaves que no son cualquier llave, son unas
llaves especiales, unas llaves que vienen de lo alto, fueron dadas de lo alto.
¿Para qué son las llaves? Para abrir, para poder tener acceso, en este caso
es para poder entrar al reino de Dios y JESÚS dijo estas palabras a Pedro:
"y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la
tierra será atado en el cielo, y todo lo que desatares en la tierra será
desatado en los cielos" (Mateo 16:19). Las llaves que se mencionan aquí
son las llaves del evangelio. A Pedro le fue confiada la predicación del
evangelio, el cual abriría la puerta de la salvación para los perdidos.

Pedro utilizó estas llaves en tres ocasiones:

1. Con los judíos Hechos 2:38 dice: Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese
cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los
pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Con los Judíos. Los judíos
en el día de pentecostés fueron salvos porque creyeron y obedecieron al
evangelio. Al aplicar estas llaves como tres mil judíos fueron salvos. ¿En
qué consisten esas llaves? Esas llaves consisten en el anuncio o mensaje
de: la muerte, sepultura, y resurrección de Cristo, que para ser salvos es
necesario identificarse con él en su muerte, sepultura y resurrección y que
esto solo se alcanza mediante: el arrepentimiento, el bautismo en agua en
el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados y el bautismo del
Espíritu Santo.

2. Con los Samaritanos Hechos 8:14-17 dice: Cuando los apóstoles que
estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de
Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; los cuales, habiendo venido, oraron
por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había
descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido
bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les imponían las manos, y
recibían el Espíritu Santo. Con los Samaritanos. En Hechos 8, vemos
claramente la forma como los Samaritanos fueron salvos, y aquí
encontramos a Pedro nuevamente haciendo uso de las llaves. Por la gran
persecución desatada, Felipe llega a Samaria, les predica el evangelio,
creen y se bautizan en el nombre de Jesús muchos hombres y muchas
mujeres.

3. Con los gentiles, Hechos 10:44 dice: Y mandó bautizarles en el nombre


del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.

Con los gentiles. En la salvación de Cornelio y su casa ellos dieron los


mismos tres pasos que dieron los judíos (Hechos 2) y los Samaritanos
(Hechos 8).

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Te declaramos las llaves para entrar al reino de los cielos:

1. Creyeron en Jesús (Hechos 10:43 dice: De éste dan testimonio todos los
profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por
su nombre)

2. Recibieron el espíritu santo. (Hechos 10: 44 dice: Mientras aún hablaba


Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el
discurso)

3. Se bautizaron en el nombre de Jesús (Hechos 10:48 dice: Y mandó


bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se
quedase por algunos días).

La predicación del evangelio fue ordenada por el Señor Jesucristo: “Y les


dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” (Marcos
16:15).
El tema de la predicación es el Señor Jesucristo:

1. Felipe lo anuncio en Samaria: Hechos 8: 5, 35 dice: Entonces Felipe,


descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.

2. Felipe la anuncio a un gentil: Hechos 8:35 dice: Entonces Felipe,


abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el
evangelio de Jesús.

3. Anunciada en las sinagogas de los Judíos: Hechos 9:20 dice: En seguida


predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que éste era el Hijo de Dios.

4. Anunciado a los dos pueblos:1. Corintios 1: 23 dice: pero nosotros


predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y
para los gentiles locura;

5. Anunciado con amor: 2ª. Corintios 4:5 dice: Porque no nos predicamos
a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como
vuestros siervos por amor de Jesús.

El orden de la entrega de estas llaves fue:

1. Los Judíos Jerusalén…toda Judea,


2. Los Samaritanos…Samaria
3. Los Gentiles …Lo último de la tierra

Al apóstol Pablo le fueron entregadas las mismas llaves por parte de


nuestro Dios y salvador Jesucristo, este hombre que seguía sus
tradiciones con mucho celo y arrogancia, fue perseguidor de todo aquel
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que no seguía las tradiciones de sus padres, pero todo esto cambio cuando
estuvo un encuentro con Jesús, el cual le enseño estas llaves y la forma de
cómo debería usarlas con el pueblo gentil, por lo cual fue llamado, como el
mismo lo dice: “Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado
por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre
alguno, sino por revelación de Jesucristo. Porque ya habéis oído acerca de
mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a
la iglesia de Dios, y la asolaba; y en el judaísmo aventajaba a muchos de
mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las
tradiciones de mis padres. Pero cuando agradó a Dios, que me apartó
desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo
en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida
con carne y sangre, ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que
yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco. Después, pasados
tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince
días; pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano
del Señor. En esto que os escribo, he aquí delante de Dios que no miento.”
(Gálatas 1: 11-20). Jesús mismo le enseño como debería usar estas llaves
de salvación, lo cual hizo con doce hombres que habían sido instruido con
otras llaves que no abrían el reino de los cielos, Pablo les hizo una
pregunta que ellos no respondieron bien, el procedió a entregarles estas
llaves para que ellos tuvieran acceso al reino de Dios, veamos: “Aconteció
que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer
las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos, les
dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni
siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues,
fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo:
Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que
creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo.
Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y
habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo;
y hablaban en lenguas, y profetizaban. Eran por todos unos doce hombres.
Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres
meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios.” (Hechos
19:1-8). Sé que hay que enseñar sobre estas llaves originales a los que se
encuentran engañados, usando unas llaves falsas, como le paso a Pablo
que discutía con esas personas que tratan de engañar con el uso de un
evangelio falso o llaves falsas que no llevan al reino de Dios.

Lo que resta ahora es obedecer el mandato y seguir entregando las mismas


llaves, y que sean las originales, porque déjeme decirle queridos hermanos,
amigo y simpatizantes que son muchos los que están ofreciendo unas
llaves adulteradas.

Yo te pregunto ¿será que usted recibió las originales?

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125. ¿Cuál es la iglesia verdadera del Dios único?

Son muchas las iglesias que existen en el mundo y cada una de ellas cree
predicar y tener la verdad, hay creyentes que defienden sus creencias con
su propia vida, otros maltratan con sus palabras ofensivas y a veces
matan a los que no comparte sus creencias. Un buen ejemplo para
confirmas estas palabras la podemos ver en la vida del apóstol Pablo
llamado en el tiempo de su rebeldía como Saulo de Tarso:

“Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta
ciudad, instruido a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la ley de
nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros.
Perseguía yo este Camino hasta la muerte, prendiendo y entregando en
cárceles a hombres y mujeres” (Hechos 22:3-4).

“Y Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a


hombres y a mujeres, y los entregaba en la cárcel.” (Hechos 8:3).
“Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el
judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba; y
en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación,
siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres.” (Gálatas 1:13-
14).

“habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui


recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad.
Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que
es en Cristo Jesús. Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que
Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo
soy el primero.” (1 Timoteo 1:13-15).

Saulo perseguía a los que no estaban de acuerdo con sus creencias y lo


peor de todo es que los mataba. Pero todo esto cambio cuando estuvo un
encuentro maravilloso con el dueño de la única iglesia que existe en este
mundo. El dueño absoluto de la iglesia nuestro Dios y salvador
Jesucristo:

“Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor,
vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a
fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los
trajese presos a Jerusalén. Mas yendo por el camino, aconteció que al
llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del
cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué
me persigues? Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien
tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. El, temblando y
temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo:

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Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.” (Hechos


9:1-6).

“Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles


en Cristo Jesús que están en Efeso: Gracia y paz a vosotros, de Dios
nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Bendito sea el Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en
los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la
fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de
él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por
medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad” (Efesios 1:1-5).
Desde ese mismo momento la vida de Saulo cambio, incluyendo su
nombre, él fue escogido por Dios, para que fuera parte de su iglesia
gloriosa, sacándolo del error en el cual estaba, siguiendo las tradiciones de
sus padres. Así como el tiempo de Saulo hoy en día hay muchas personas
que creen que en sus denominaciones sus líderes predican o enseñan la
verdad, por ejemplo hay budistas, mormones, testigos de Jehová, Judíos,
musulmanes, hindú, católicos, ortodoxos, etc. Estas son solo algunas de
las tantas que existen en este mundo, todas ellas creen ser la religión
verdadera, y que siendo parte de ellas serán salvos de la ira de Dios. Claro
que hay otras personas creyentes que afirman que realmente no importa lo
que usted crea, sino que lo válido es que usted sea una "buena persona."
"Igual, todos vamos a ir al mismo lugar" es lo que dicen, es lo que
piensan.

Cuando yo no conocía en camino de la salvación, cuando hacia parte del


sistema mundano, me hacía y le hacía muchas preguntas a Dios, tales
como: ¿Quién está en lo correcto? ¿En quién puedo confiar? ¿Cuál es la
verdadera religión? ¿Si tú quieres que sea salvo señor Jesús muéstrame la
verdad? ¿Señor si me pierdo tú tienes la culpa, por hacer que existan
tantas religiones? Pero querido amigo y hermano Dios en su palabra había
advertido de todas estas cosas él dijo:

“… Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre,


diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.” (Mateo 24:4-5).

“Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes


señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a
los escogidos. Ya os lo he dicho antes.” (Mateo 24:24-25).

“También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos
peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros,
vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos,
impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes,
crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados,
amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de
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piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.” (2 Timoteo 3:1-5).

“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre
vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías
destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí
mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por
causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia
harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de
largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.” (2
Pedro 2:13).

En muchas ocasiones nos hacen esta pregunta ¿Cuál es tu religión? Pero


la verdad es que la religión no salva a nadie, porque la religión es un
sistema de creencias, de actitudes y de prácticas. Nadie puede ser salvo
por estas cosas. Entendiendo también que la Iglesia no es un edificio, sino
la congregación de aquellos que Cristo ha llamado de las tinieblas a la luz
admirable del Evangelio, Dios le hace el llamado al mundo para que sea
salvo, él no quiere que nadie se pierda, él quiere que tú encuentres el
camino que te llevara a la vida eterna:

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre,


sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde
ahora le conocéis, y le habéis visto.” (Juan 14:6-7)

“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó
de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais
pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais
alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.” (1
Pedro 2:9-10).

“Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no


tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre
y al Hijo” (2 Juan 1:9).

Ahora viene algo importante y es lo que está haciendo que muchos


creyentes supuestamente se dividan, esta es una palabra que no debe
usarse en el pueblo cristiano, por la sencilla razón que cada hermano fue
llamado para servir a Dios en una denominación diferente y la verdadera
Iglesia no consiste en una denominación específica, sino en todos los
santos que creen en el Señor Jesucristo como el único Salvador de sus
almas, como el Dios único manifestado en carne, y que predican de
manera completa el evangelio de salvación según los Hechos 2:38 donde
encontramos el plan de salvación, que es: arrepentimiento, bautismo en
agua en el nombre de Jesús y recepción del Espíritu Santo con la señal
inicial de hablar en nuevas lenguas. Son muchas las denominaciones o
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nombres jurídicos de iglesias que predican en verdadero evangelio de


salvación, cuando hablo del verdadero evangelio de salvación no me estoy
refiriendo a las normas que el mismo hombre estableció como reglamento
para sus organizaciones. Este es el gran problema que se viene
presentando en la actualidad en el mundo cristiano de los llamados en
diferentes denominaciones. Déjeme decirle querido hermano que nuestro
Dios y salvador Jesucristo no viene porque usted pertenezca a cierta
denominación, el no viene por una denominación específica, el viene por la
iglesia de su nombre, el viene por un pueblo santo, el viene por una iglesia
santa, el viene por los llamados de su nombre, y los llamados d su nombre
son todos aquellos en los cuales fue invocado su nombre admirable en el
bautismo, tal como lo ordeno:

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El


que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será
condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre
echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos
serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los
enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” (Marcos 16:15-18).

“y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y
resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el
arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones,
comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas.”
(Lucas 24:46-48).

Lo que entiendo de todo esto es que cada denominación u organización,


desde el tiempo de los apóstoles que es la senda antigua, ellos cumplieron
este mandamiento o comisión tal cual como lo registra las sagradas
escrituras, por ejemplo:
Los Judíos la cumplieron: “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada
uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y
recibiréis el don del Espíritu Santo.” (Hechos 2:38).

Los samaritanos la cumplieron: “Pero cuando creyeron a Felipe, que


anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se
bautizaban hombres y mujeres. Cuando los apóstoles que estaban en
Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron
allá a Pedro y a Juan; los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para
que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre
ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre
de Jesús. Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. ”
(Hechos 8:12-17).

Los Gentiles la cumplieron en Cesarea: “Entonces respondió Pedro: ¿Puede


acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han
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recibido el Espíritu Santo también como nosotros? Y mandó bautizarles en


el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por
algunos días.” (Hechos 10:47-48).

Los Efesios la cumplieron: “Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en
Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y
hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo
cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu
Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En
el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de
arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría
después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron
bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo
las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y
profetizaban. Eran por todos unos doce hombres. ” (Hechos 19:1-7).

Los Corintios la cumplieron: “¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado


Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? ” (1
Corintios 1:13).

Los Romanos la cumplieron: “¿O no sabéis que todos los que hemos sido
bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque
somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de
que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados
juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos
en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue
crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea
destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.” (Romanos 6:3-6).

Los Gálatas la cumplieron: “porque todos los que habéis sido bautizados
en Cristo, de Cristo estáis revestidos.” (Gálatas 3:27).

De esta forma Pablo podría decir en sus cartas a la iglesia que está en
Roma, A la iglesia que está en Galacia, en Éfeso, etc. Hoy en día se diría a
la denominación que está en España, en Argentina, en Colombia, en
México, en Estados Unidos, en Canadá, etc. Creo que la carta es para cada
uno de los creyentes que hacen parte de estas denominaciones.
Nuestro Dios y salvador Jesucristo no hace divisiones, el que hace
divisiones es el hombre, y lo hace mediantes sus organizaciones,
instituciones o denominaciones. Les quiero contar lo que le paso a cierto
hermano que fue bautizado en el nombre de Jesucristo, el practicaba la
sana doctrina, pero se tuvo que ir de la iglesia donde se congregaba por un
traslado que su empresa donde trabajaba le hizo a cierta ciudad. Pero en
esa ciudad no había una iglesia con el nombre o denominación jurídica
donde el acostumbraba asistir. Él tenía que congregarse, el hermano tenia
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esta necesidad y la escritura se lo decía: “No dejando de congregarse como


cuchos tienen por costumbre” (Hebreos 10:25). La costumbre de él y su
familia era la de congregarse, pero como lo hacían, pues el investigo que
denominación practicaba la sana doctrina del nombre de Jesucristo y la
encontró. Cierto día recibió la llamada de su mejor amigo el cual le
pregunto que si se estaba congregando, él le respondió entusiasmado que
sí, que él se estaba congregando en otra iglesia, ya que en ese lugar no
había de la denominación que pertenecía anteriormente. La respuesta del
amigo fue: “Te dividiste que pena por ti” Él le respondió de forma
inmediata que Jesús no estaba dividido por el nombre de una
denominación que el que estaba cuando la división era el en su mal
intencionado comentario.

Que quiero decir con este pequeño relato, creo que a muchos hermanos en
todo el mundo le ha pasado esto, estas cosas no debería suceder en la
iglesia del señor, hermanos que fueron bautizados con el mismo nombre,
pero que ahora los separa el nombre de una denominación. Como dije
antes el nombre de una denominación no salva a nadie. Usted es libre de
congregarse donde usted quiera querido hermano, siempre y cuando allí se
practique la sana doctrina.
Jesús viene por la iglesia de su nombre, una es la amada, una es la santa
y sin mancha, sin arrugas. La iglesia verdadera tiene las siguientes
características:

1. Su fundamento es Cristo: “Porque nadie puede poner otro fundamento


que el que está puesto, el cual es Jesucristo.” (1 Corintios 3:11).

2. Enseña lo que enseñaron los apóstoles:

“edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la


principal piedra del ángulo Jesucristo mismo” (Efesios 2:20).

“enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí


yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” (Mateo
28:20).

“Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron


aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los
apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en
las oraciones.” (Hechos 2:41-42).

3. Tiene un solo Dios o Señor, una sola fe y un solo bautismo: “Así que, los
que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día
como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en
la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.”
(Efesios 4:4).
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Esta verdad es fundamental para alcanzar la salvación. Para ser salvos


debemos entender que Jesús es Dios manifestado en carne. Debemos
entender que él es el Gran Yo Soy, que él es Jehová de los ejércitos, que él
es el Santo de Israel, que se manifestó como hombre para darse a conocer
a la humanidad. Hoy en día son muchos los engaños que se han
levantado. Por ejemplo algunas religiones niegan que Jesús sea Dios, y
otras dicen que él es Dios pero no es el único que posee esa dignidad, pues
hay otros dos (a los que llaman las otras personas divinas) que también
poseen esa atribución. Sin embargo la Biblia nos enseña que hay un sólo
Dios y que su nombre es Jesús. El mismo Señor Jesús dijo: "Por eso os
dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que Yo Soy, en
vuestros pecados moriréis" (Juan 8:24). Te invito a creas que Jesús es el
Dios único, el Dios que se dio a conocer por medio del hijo, esta
manifestación con el cual nos dio a conocer su nombre: “Pero sabemos que
el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al
que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es
el verdadero Dios, y la vida eterna.” (1 Juan 5:20).

Amigo, la religión no puede salvarte. ¡Pero Jesucristo si lo puede hacer! La


religión no nos conducirá a la paz con Dios, pero Jesucristo sí. Pues "Dios
estaba en Cristo, reconciliando consigo al mundo..." (2. Corintios 5:19).
Son muchos los que tropiezan en esta roca, ella es la única que nos
conduce a la salvación: "Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los
edificadores, la cual ha venido ha ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro
hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:11-12). El verdadero
cristianismo consiste en la predicación completa del evangelio y en una
relación íntima entre un hombre y el señor Jesucristo. Examinemos las
demandas de Cristo como el verdadero salvador del hombre. Si usted está
buscando la puerta a la vida eterna, no mire a un sistema religioso sino a
Jesucristo. La religión decepciona pero esto nunca lo podrá hacer nuestro
Señor Jesucristo. Él es el verdadero Dios y la vida Eterna, él es el único
Dios que existe. Él nos da una vida nueva por medio del Espíritu Santo. El
Espíritu Santo no es más que el mismo Dios y señor, es decir, nuestro
Señor Jesús habitando en nuestros corazones: "Porque el Señor es el
Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad" (2 Corintios
3:17).

Existen dos características que identifican a los miembros de la verdadera


iglesia de Jesucristo, estas son: la doctrina que practica y los frutos del
creyente. Respecto a la doctrina el apóstol Pablo escribió: “Ten cuidado de
ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás
a ti mismo y a los que te oyeren.” (1. Timoteo 4:16). Y en cuando a los
frutos podemos decir que si yo amo a Jesús y ando en su voluntad
haciendo frutos dignos de arrepentimiento debo obedecer completamente a
toda la doctrina apostólica, no a una parte, sino a toda. Si yo he conocido
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la verdadera doctrina apostólica entonces debo vivir una vida agradable y


limpia ante Dios, una vida verdaderamente llena del Espíritu Santo. No
hay otra manera de ser salvos sino teniendo cuidado de nosotros mismos y
de la doctrina. Así, la verdadera Iglesia debe tener cuidado del testimonio
personal y debe hacer la voluntad de Dios cumpliendo todos sus
mandamientos, y sus mandamientos no son gravosos. Por eso es
importante obedecer completamente la doctrina apostólica y no solo una
parte de ella. La Doctrina apostólica consiste en creer, en entender y vivir:

1. En creer que Jesucristo es Dios y que no hay más: "Por eso os dije que
moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que Yo Soy, en vuestros
pecados moriréis" (Juan 8:24)

2. En entender que la Salvación enseñada en el Nuevo Testamento está


establecida en el arrepentimiento, el bautismo en agua en el nombre de
Jesús, en recibir el Espíritu Santo hablando en Nuevas lenguas, y
perseverar hasta el fin, para ser salvo.

"De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere del agua y del Espíritu,
no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es;
y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es" Juan 3:5-6.

"Arrepentíos y bautícese cada de vosotros en el nombre de Jesucristo para


el perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hechos
2:38)

3. Vivir una vida de santidad delante de Dios. Los santos deben estar
esperando a su Señor y salvador viviendo en santidad. La vida de santidad
sólo la puede alcanzar una vida llena del Espíritu Santo. Por lo cual,
levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas
derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino
que sea sanado. Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie
verá al Señor. (Hebreos 12:12-14).

¿Qué es guardarse sin mancha del mundo? Es no dejarse contaminar por


nada. Ni por la falsa doctrina, ni dejarnos llevar por nuestras propias
concupiscencias (inclinaciones al mal). En otras palabras, es tener cuidado
de nosotros mismos y de la doctrina. los frutos del creyente son una de las
marcas distintivas de la verdadera iglesia. Ninguno puede decir que es de
Dios y sin embargo estar viviendo una vida llena de maldad y de pecado,
pues está sencillamente siendo un gran mentiroso, la escritura dice: “El
que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” (1 Juan 2:6).
La verdadera Iglesia es aquella que sigue firmemente los mandamientos
del Señor: “Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos
sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus
mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que
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guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha


perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.” (1. Juan 2:3-5).

La verdadera iglesia no es un templo hecho de manos humanas, ni es una


denominación. Pero la verdadera iglesia sí es aquella que se aferra con
todo su corazón a la Sana Doctrina y que es capaz de poner a un lado las
doctrinas humanas y diabólicas: “Amados, por la gran solicitud que tenía
de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario
escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha
sido una vez dada a los santos.” (Judas 1:3). Hay que contender es por la
fe que fue dada y no por una denominación específica.

126. ¿Por qué debemos hacer todo en el nombre del señor


Jesús?

Una de las principales razones es porque si no pides o haces todo en el


nombre de JESÚS, no recibirás nada de lo que pidas en tus oraciones a
Dios:

“Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para


que vuestro gozo sea cumplido.” (Juan 16:24).

“Pedís, y no recibís, porque pedís mal…” (Santiago 4:3).

“Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.” (Juan 14:14).

Hacemos todo en el nombre de nuestro señor JESUCRISTO, porque la


Escritura nos muestra en cada versículo que tenemos y debemos hacerlo.
Un estudio del Nuevo Testamento nos revela que los cristianos primitivos,
¡hicieron todo en el nombre de nuestro Señor. Jesucristo! El mandamiento
apostólico a los creyentes en Colosas era: "Y TODO LO QUE HACEIS, sea
de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando
gracias al Padre por medio de él" (Colosenses 3:17).

El hecho de que los apóstoles usaron el nombre de Jesús tan a menudo, es


prueba y evidencia de la importancia del rol del mismo, en la iglesia del
Señor.

Jesucristo mandó a hacer todo en su nombre. Los apóstoles en el libro de


los Hechos, usaron el nombre de Jesús; y en las epístolas, el nombre tiene
preeminencia. Quisiera presentar una lista de cosas, que se deben hacer,
en el nombre de Jesús y espero que aquellos que nos dicen los Jesús solo
aprendan la lección, veamos:

1) Arrepentimiento en su nombre: “y que se predicase en su nombre el


arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones,
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comenzando desde Jerusalén.” (Lucas 24:47).

2) Señales y prodigios en su nombre: “Y estas señales seguirán a los que


creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará
daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” (Marcos 16-17-
18)…. “mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales
y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús.” (Hechos 4:30).

3) Echaron fuera demonios en su nombre: “Y estas señales seguirán a los


que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas
lenguas” (Marcos 16:17)………. “Volvieron los setenta con gozo, diciendo:
Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. Y les dijo: Yo veía a
Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de hollar
serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os
dañará.” (Lucas 10:17-19)……………. “Y he aquí, luego llegaron tres
hombres a la casa donde yo estaba, enviados a mí desde Cesarea. Y el
Espíritu me dijo que fuese con ellos sin dudar. Fueron también conmigo
estos seis hermanos, y entramos en casa de un varón, quien nos contó
cómo había visto en su casa un ángel, que se puso en pie y le dijo: Envía
hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro;
él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa.
Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también,
como sobre nosotros al principio.” (Hechos 19:11-15).

4) Sanidad divina en su nombre: “Y estas señales seguirán a los que creen:


En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará
daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” (Marcos 16:17-
18)…………. “¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos
de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y
la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere
cometido pecados, le serán perdonados.” (Santiago 5:14-15)………. “Mas
Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de
Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Y tomándole por la mano derecha
le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos; y saltando, se
puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando,
y alabando a Dios. Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios. Y le
reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del
templo, la Hermosa; y se llenaron de asombro y espanto por lo que le
había sucedido. Y teniendo asidos a Pedro y a Juan el cojo que había sido
sanado, todo el pueblo, atónito, concurrió a ellos al pórtico que se llama de
Salomón. Viendo esto Pedro, respondió al pueblo: Varones israelitas, ¿por
qué os maravilláis de esto? ¿o por qué ponéis los ojos en nosotros, como si
por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste? El Dios de
Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a
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su Hijo Jesús, a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato,


cuando éste había resuelto ponerle en libertad. Mas vosotros negasteis al
Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, y matasteis al
Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual
nosotros somos testigos. Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis
y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a
éste está completa sanidad en presencia de todos vosotros.” (Hechos
3:6,16)………….. “mientras extiendes tu mano para que se hagan
sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo
Jesús.” (Hechos 4:30).

5) Hablaron en lenguas en su nombre: “Y estas señales seguirán a los que


creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas”
(Marco 16:17)………. “Más el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el
Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará
todo lo que yo os he dicho.” (Juan 14:26)………… “Y fueron todos llenos del
Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu
les daba que hablasen.” (Hechos 2:4).

6) Protección en su nombre: “Y estas señales seguirán a los que creen: En


mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en
las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre
los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” (Marcos 16:17-18)…………..
“Después de separarnos de ellos, zarpamos y fuimos con rumbo directo a
Cos, y al día siguiente a Rodas, y de allí a Pátara. Y hallando un barco que
pasaba a Fenicia, nos embarcamos, y zarpamos. Al avistar Chipre,
dejándola a mano izquierda, navegamos a Siria, y arribamos a Tiro, porque
el barco había de descargar allí. Y hallados los discípulos, nos quedamos
allí siete días; y ellos decían a Pablo por el Espíritu, que no subiese a
Jerusalén. Cumplidos aquellos días, salimos, acompañándonos todos, con
sus mujeres e hijos, hasta fuera de la ciudad; y puestos de rodillas en la
playa, oramos. Y abrazándonos los unos a los otros, subimos al barco y
ellos se volvieron a sus casas.” (Hechos 28:1-6).

7) Predicar y enseñar en su nombre: “y poniéndoles en medio, les


preguntaron: ¿Con qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho vosotros
esto? Sin embargo, para que no se divulgue más entre el pueblo,
amenacémosles para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno
en este nombre. Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera
hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús.” (Hechos 4:7; 17-
18)………….. “diciendo: ¿No os mandamos estrictamente que no
enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra
doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre.” (Hechos
5:28)…………. “Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio
del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y
mujeres.” (Hechos 8:12).
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8) Salvación en su nombre: “Y todo aquel que invocare el nombre del


Señor, será salvo.” (Hechos 2:21)……….. “Y en ningún otro hay salvación;
porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que
podamos ser salvos.” (Hechos 4:12)……….. “Porque no hay diferencia entre
judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos
los que le invocan. (Romanos 10:13)……….. “Y dará a luz un hijo, y
llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio
del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un
hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con
nosotros.” (Mateo 1:21-23).

9) Alabanza y adoración en su nombre: “hablando entre vosotros con


salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor
en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en
el nombre de nuestro Señor Jesucristo.” (Efesios 5:19-20)………….. “Así
que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es
decir, fruto de labios que confiesan su nombre.” (Hebreos 13:15).

10) Disciplina en la iglesia en su nombre: “En el nombre de nuestro Señor


Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor
Jesucristo, el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a
fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.” (1 Corintios 5:4-
5). ………….. “Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro
Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande
desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros.”
(2 Tesalonicenses 3:6).

11) Perdón de pecados en su nombre: “y que se predicase en su nombre el


arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones,
comenzando desde Jerusalén.” (Lucas 24:47)……….. “Os escribo a
vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su
nombre.” (1 Juan 2:12). ………. “De éste dan testimonio todos los profetas,
que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su
nombre.” (Hechos 10:43)………… “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese
cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los
pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” (Hechos 2:38).

12) Lavados, santificados, justificados en su nombre: “Y esto erais algunos;


mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro
Dios.” (1 Corintios 6:11).

13) Unidad de creyentes en su nombre: “Os ruego, pues, hermanos, por el


nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y
que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente
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unidos en una misma mente y en un mismo parecer.” (1 Corintios 1:


10)……….. “Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello:
Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel
que invoca el nombre de Cristo.” (2 Tesalonicenses 2:19).

14) Ser reprochados por su nombre: “Y seréis aborrecidos de todos por


causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.”
(Marcos 13:13)……….. “Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois
bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre
vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por
vosotros es glorificado.” (1 Pedro 4:14)……….. “Y ellos salieron de la
presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer
afrenta por causa del Nombre.” (Hechos 5:41)……… “El Señor le dijo: Ve,
porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en
presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel.” (Hechos 9:15-
16)…………. “hombres que han expuesto su vida por el nombre de nuestro
Señor Jesucristo. Así que enviamos a Judas y a Silas, los cuales también
de palabra os harán saber lo mismo. Porque ha parecido bien al Espíritu
Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas
necesarias: que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de
ahogado y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis.
Pasadlo bien.” (Hechos 15:26-29)………….. “Entonces Pablo respondió:
¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy
dispuesto no sólo a ser atado, mas aun a morir en Jerusalén por el
nombre del Señor Jesús.” (Hechos 21:13). ………. “Yo entonces dije:
¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.”
(Hechos 26:15)……… “y seréis aborrecidos de todos por causa de mi
nombre.” (Lucas 21:17)………… “Y seréis aborrecidos de todos por causa
de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.” (Mateo
10:22)…………. “Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su
vituperio; porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos
la por venir. Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio
de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.” (Hebreos
l3: 13-15).

15) Invocando el nombre: “y aun aquí tiene autoridad de los principales


sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.” (Hechos
9:14)……….. “Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y
lava tus pecados, invocando su nombre.” (Hechos 22:16)……….. “a la
iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús,
llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el
nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro.” (1
Corintios 1:2)……… “¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado
sobre vosotros?” (Santiago 2:7)……….. “Y todo aquel que invocare el
nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén
habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él
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habrá llamado.” (Joel 2:32)……….. “Y todo aquel que invocare el nombre


del Señor, será salvo.” (Hechos 2:21).

16) Creyendo en el nombre: “Mas a todos los que le recibieron, a los que
creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” (Juan
1:12)………… “Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que
confiesa al Hijo, tiene también al Padre.” (1 Juan 2:23)……….. “Estas cosas
os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que
sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de
Dios.” (1 Juan 5:13)………… “De éste dan testimonio todos los profetas,
que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su
nombre.” (Hechos 10:43)…………… “Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo
de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría
después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron
bautizados en el nombre del Señor Jesús.” (Hechos 19:4-5).

17) Vida en su nombre: “Pero éstas se han escrito para que creáis que
Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su
nombre.” (Juan 20:31).

18) La iglesia se reúne en su nombre: “Porque donde están dos o tres


congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.” (Mateo 18:20).

19) Toda oración al padre en su nombre: “Y todo lo que pidiereis al Padre


en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo
pidiereis en mi nombre, yo lo haré. Si me amáis, guardad mis
mandamientos.” (Juan 14:13-15)…………. “Hasta ahora nada habéis
pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea
cumplido.” (Juan 16:24)………. “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo
os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro
fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él
os lo dé.” (Juan 15:16).

20) Ministros deben llevar y anunciar su nombre: “Pero cuando creyeron a


Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de
Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres” (Hechos 8:12)………..
“Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este
hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; y aun aquí
tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que
invocan tu nombre. El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me
es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de
los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer
por mi nombre.” (Hechos 9:13-16).

21) Niños recibidos y bendecidos en su nombre: “y les dijo: Cualquiera que


reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me
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recibe a mí, recibe al que me envió; porque el que es más pequeño entre
todos vosotros, ése es el más grande.” (Lucas 9:48)…………. “Y cualquiera
que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.” (Mateo
18:5).

22) Creyentes deben glorificar el nombre: “Padre, glorifica tu nombre.


Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.”
(Juan 12:28)……………… “para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo
sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y
del Señor Jesucristo.” (2 Tesalonicenses 1:12)………… “Pero el fundamento
de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son
suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de
Cristo.” (2 Timoteo 2:19).

23) Retener el nombre: “Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está
el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni
aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros,
donde mora Satanás.” (Apocalipsis 2:13)…………. “Yo conozco tus obras;
he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede
cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no
has negado mi nombre.” (Apocalipsis 3:8).

Jesús es nuestro Jehová-jireh; nuestro Jehová proveerá. Jesús es quien


provee para todas mis necesidades, para tus necesidades hermano y
también para ti querido amigo.

Hemos visto que en la vida diaria de la iglesia primitiva, el nombre de


Jesús se usó en todo lo que hacían de palabra (vocalmente), y de hecho.

La palabra, "invocar" quiere decir: "llamarse sobre; llamar a otro". De esta


definición podemos decir que sería imposible invocar el nombre de Dios sin
pronunciar su nombre. El "llamar en el nombre del Señor", es llamar a
Dios mismo y expresa la esencia de la adoración".

En todo el libro de los Hechos, no encontramos a nadie invocando los


títulos, padre, hijo, y espíritu santo para hacer algo relacionado con la
iglesia. ¡Invocaron a Dios, usando el nombre del Señor Jesús, Jesucristo,
Jesús el Cristo o Señor Jesucristo. Como ya hemos visto, Jesús es el
nombre salvador de Dios, hoy, en este siglo. Por eso debemos hacer todo
sea de palabra o de hecho, todo se tiene que hacer en el nombre de
JESUCRISTO, además de todas estas rozones que acabamos de estudiar,
te recuerda que no hay bajo en cielo otro nombre dado al hombre para ser
salvo. La iglesia primitiva así lo hizo y hoy en día lo seguimos haciendo.

Espero que desde este mismo instante querido amigo empieces a invocar el
nombre de Jesús en tu vida, para que te vaya bien y seas un triunfador,
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para que seas rico en el cielo, para obtengas la vida eterna, para que
entres en el cielo, para que no pases vergüenza en el día del juicio.

127. ¿Enseña la biblia que el infierno es lo mismo que el


sepulcro?

Dios te bendiga querido amigo y hermano espero que dediques unos


minutos de tu valioso tiempo para leer lo que hoy tengo que decirte
departe de Dios. Son muchas las personas que se mueren diariamente en
este mundo, pero veo que eso como que es normal para el mundo. Pero
hay que darle interés a esto de la muerte. Yo te pregunto: ¿Dónde iras
cuando mueras? ¿Cuál es el lugar en el que estarás eternamente? Es
importante que lo sepas, es importante que estés seguro, te lo digo porque
hay muchos maestros que dicen ser cristianos y enseñan falsas doctrinas:
“Y muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos.” (Mateo
24:11). Lo triste de esto no es el hecho de que se levanten los falsos
profetas, sino que muchos sean engañados por ellos. La razón por la que
muchos son engañados es porque para poder detectar el falso profeta o
maestro hay que estar firmemente parado sobre la Palabra de Dios. Se
debe tener visión espiritual y el entendimiento iluminado por el Espíritu
Santo. Los falsos maestros han sido y siguen siendo engañados por otros
falsos maestros y el mismo Satanás y de esta misma manera van en un
ciclo de mal en peor, engañando a otros a su paso. Los falsos maestros
entran encubiertamente a la obra disfrazados como apóstoles de Cristo, de
la misma manera que el mismo Satanás, a quién ellos ministran, se viste
como ángel de luz: “Porque éstos son falsos apóstoles, obreros
fraudulentos, trasfigurándose en apóstoles de Cristo. Y no es maravilla,
porque el mismo Satanás se transfigura en ángel de luz. Así que, no es
mucho si también sus ministros se transfiguran como ministros de
justicia; cuyo fin será conforme á sus obras.” (2 Corintios 11:13-15).
Es importante que le des importancia a la muerte. (Que es la muerte?
Según las sagradas escrituras la muerte es cesación total de la vida:

1. La muerte es un retorno al polvo: “Todo va a un mismo lugar; todo es


hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo.” (Eclesiastés 3:20).

2. No se goza ni sufre más: “Porque los que viven saben que han de morir;
pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es
puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y
nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol. Anda, y
come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras
ya son agradables a Dios. En todo tiempo sean blancos tus vestidos, y
nunca falte ungüento sobre tu cabeza. ” (Eclesiastés 9:5 8).

3. Deja de ser: “Escondes tu rostro, se turban; les quitas el hálito, dejan de


ser, y vuelven al polvo.” (Salmo 104:29).
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4. Terminan los pensamientos: “Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra;


En ese mismo día perecen sus pensamientos.” (Salmo 146:4).

5. No se participa más de las preocupaciones de los vivientes: “Porque en


la muerte no hay memoria de ti; En el Seol, ¿quién te alabará?” (Salmo
6:5).

Cuando uno muere es llevado al cementerio, hay es la despedida final del


cuerpo, donde su descomposición es inminente. Pero muchos creen que
los muertos van de una vez al cielo, otros dicen que van al infierno, otros
que solo al sepulcro. Los testigos de Jehová en su forma herrada de
interpretar la biblia enseñan que el infierno (hades) es el sepulcro común
de la humanidad y no lugar de castigo y tormento. No, no y no. Para
aclarar esta respuesta tenemos que acudir a las Sagradas Escrituras, la
Biblia. Y en ella escuchar el testimonio del Señor Jesús, el que sabe lo que
dice porque ha visto las cosas de las cuales habla.
Jesús dijo: “De cierto de Cierto te digo que, lo que sabemos hablamos, y lo
que hemos visto, testificamos” (Juan 3:11). Decir que el infierno es lo
mismo que el sepulcro equivale a decir que el cuerpo de nuestro señor
Jesucristo fue puesto en el infierno, y para los que tenemos el
conocimiento que viene de lo alto sabemos que esto es imposible. Las
sagradas escrituras testifican que el cuerpo de nuestro señor Jesucristo
fue llenado a un sepulcro: “Cuando llegó la noche, porque era la
preparación, es decir, la víspera del día de reposo, José de Arimatea,
miembro noble del concilio, que también esperaba el reino de Dios, vino y
entró osadamente a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se sorprendió
de que ya hubiese muerto; y haciendo venir al centurión, le preguntó si ya
estaba muerto. E informado por el centurión, dio el cuerpo a José, el cual
compró una sábana, y quitándolo, lo envolvió en la sábana, y lo puso en
un sepulcro que estaba cavado en una peña, e hizo rodar una piedra a la
entrada del sepulcro.” (Marcos 15:42-46).
Éste (José de Arimatea) acudió a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Lo
descolgó, lo envolvió en una sábana y lo puso en un sepulcro excavado en
la roca, donde no habían puesto a nadie todavía: “fue a Pilato, y pidió el
cuerpo de Jesús. Y quitándolo, lo envolvió en una sábana, y lo puso en un
sepulcro abierto en una peña, en el cual aún no se había puesto a nadie.”
(Lucas 23:52-53). Por último, el evangelio de San Juan nos cuenta lo
siguiente: “Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos
con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos. Y
en el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto
un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno. Allí,
pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque
aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús.". (Juan 19:40-42). Según el
testimonio de los cuatro evangelios, Jesús fue puesto, una vez muerto en
la cruz, en un sepulcro nuevo propiedad de José de Arimatea, todavía no
usado por nadie, excavado en la roca y situado en un huerto cercano al
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lugar donde se llevó a cabo la crucifixión. En la Biblia el término Infierno


es traducido de la palabra hebrea Seol, o del griego Hades. Para el lector
común y corriente. Encontramos tres palabras más conocidos para
referirse al infierno: Seol, Hades, Gehena. Lejos de toda leyenda, mito,
metáfora o alegoría, la Biblia presenta el infierno como un lugar real,
donde los malvados sufren la ira de Dios. Considere estos retratos vivos
del infierno de tres diferentes escritores del Nuevo Testamento:

“Entonces el Rey dirá a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al


fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles.”… E irán
éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” (Mateo 25:41, 46).

“Y si tu mano te es ocasión de pecar, córtala; te es mejor entrar en la vida


manco, que teniendo las dos manos ir al infierno, al fuego inextinguible.”
(Marcos 9:43).

“Y el que no fue hallado escrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de


fuego.” (Apocalipsis 20:15).

Ahora para una definición más clara de la palabra “sepulcro”: Según el


diccionario americano del collage de la herencia. Sepulcro es:

1. Una excavación para la internación de un cadáver.

2. Un lugar de entierro. Sepulcro es la lápida que se construye para dar


sepultura a una persona, generalmente en piedra y elevada respecto del
suelo.

Pero son el “infierno” y un “sepulcro” la MISMA palabra? La respuesta es


No. ¿Ambas tienen el mismo significado? No. Jesús especifica bien el lugar
donde el fuego nunca se apaga, es conocido como el infierno. Tenemos que
tener mucho cuidado con lo que leemos o escuchamos, para no ser
engañados, porque “Cualquiera que haga tropezar a uno de estos
pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de
molino al cuello, y se le arrojase en el mar. Si tu mano te fuere ocasión de
caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos
ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos
no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu pie te fuere ocasión de caer,
córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado
en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos
no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu ojo te fuere ocasión de caer,
sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos
ojos ser echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego
nunca se apaga.” (Marcos 9:42-48). Cristo describe el infierno diciendo que
allí "el fuego nunca se apaga" y que "el gusano de ellos no muere". Esto es
una gran realidad y lo más conveniente para ti y para mí querido amigo es
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que entremos al reino de Dios. La advertencia es dada por Jesús de


muchas maneras a la humanidad pecadora, diciéndoles que los malos irán
al horno de fuego, donde el llanto nunca cesara. Creo que a nadie le
gustaría estar allí, veamos esta advertencia futura:

“Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de
entre los justos, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el
crujir de dientes.” (Mateo 13: 49:50).

“Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el


crujir de dientes.” (Mate 25: 30).

El Señor dice que en el lugar de castigo hay "el lloro y el crujir de dientes".
El cuerpo enterrado en el sepulcro no llora y no hay allí el crujido de
dientes. El cuerpo en la tumba se descompone. No hace nada. Pero, el
alma impenitente si es atormentada, llora y grita. El lloro y el crujir de
dientes son frases figurativas que describen el castigo severo del pecador
en el infierno. El infierno no es la suma de sufrimientos, dolores, tristeza,
pruebas y tribulaciones que padecemos en esta vida. El infierno tampoco
es el sepulcro si no el lugar espiritual a dónde van los pecadores que
mueren en sus pecados:

“Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los


fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su
parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.”
(Apocalipsis. 21:8).

“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del


cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi
a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron
abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron
juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros,
según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte
y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados
cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago
de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el
libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.” (Apocalipsis 20:11-15).

En los siguientes versos de Lucas 16:19-31, leemos las palabras de un


hombre que está en el infierno, un lugar de tormento siempre duradero:
“Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía
cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado
Lázaro, el cual estaba echado a la puerta de él, lleno de llagas, y deseando
hartarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros
venían y le lamían las llagas. Y aconteció que murió el mendigo, y fue
llevado por los ángeles al seno de Abraham: y murió también el rico, y fue
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sepultado. Y en el infierno alzó sus ojos, estando en los tormentos, y vio á


Abraham de lejos, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo:
Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro que moje la
punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque soy atormentado
en esta llama. Y díjole Abraham: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes
en tu vida, y Lázaro también males; mas ahora éste es consolado aquí, y tú
atormentado. Y además de todo esto, una grande sima está constituida
entre nosotros y vosotros, que los que quisieren pasar de aquí a vosotros,
no pueden, ni de allá pasar acá. Y dijo: Ruégote pues, padre, que le envíes
a la casa de mi padre; porque tengo cinco hermanos; para que les
testifique, porque no vengan ellos también a este lugar de tormento. Y
Abraham le dice: A Moisés y a los profetas tienen: óiganlos. El entonces
dijo: No, padre Abraham: más si alguno fuere a ellos de los muertos, se
arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas,
tampoco se persuadirán, si alguno se levantare de los muertos.

Ten en cuenta que la BIBLIA NO ENSEÑA que el Infierno es lo mismo que


el Sepulcro. ¡Dios no quiere que vayas al infierno! ¡Jesús vino a salvarte de
ese horrible lugar! ¡Ten las cuentas claras con Jesús y no irás ahí! Amado
lector, si no estás salvo ven a Cristo Jesús ahora mismo, no esperes que
sea muy tarde. Invoca su Nombre y pídele que te perdone tus pecados y te
salve. El Señor JESUCRISTO te oirá porque no está lejos, y te perdonará
porque el vino a buscar y salvar lo que se había perdido. Además prometió
que si vienes a Él, nunca te echará fuera. La única manera de evitar el
infierno es entregando tu vida a Jesús. Él dijo: YO SOY el camino, LA
verdad y LA vida (o sea la vida eterna en el cielo) y nadie va al padre (Dios)
sino a través de MI.

128. ¿Es verdad que Jesús es aquel que está sentado en el


trono?

Hay un trono en el cielo y Uno sentado sobre él. El apóstol Juan describió
esto en Apocalipsis 4:2: “Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí,
un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. “Sin duda este
“Uno” es Dios porque los veinticuatro ancianos alrededor del trono se
refieren a Él como “Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el
que era, el que es, y el que ha de venir” (Apocalipsis 4:8).

Cuando comparamos estos textos con el de Apocalipsis 1:5-18, el cual dice


“y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano
de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados
con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea
gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén. He aquí que viene con
las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de
la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. Yo soy el Alfa y la Omega,
principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el
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Todopoderoso. Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la


tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla
llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de
Jesucristo. Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí
una gran voz como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el
primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete
iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis,
Filadelfia y Laodicea. Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y
vuelto, vi siete candeleros de oro, y en medio de los siete candeleros, a uno
semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los
pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. Su cabeza y sus cabellos
eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;
y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y
su voz como estruendo de muchas aguas. Tenía en su diestra siete
estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era
como el sol cuando resplandece en su fuerza. Cuando le vi, caí como
muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo
soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que
vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del
Hades. ”

Descubrimos una similitud notable en la descripción de Jesús y Aquel que


está sentado sobre el trono. “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice
el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso”
(Apocalipsis 1:8).

Todos estos textos hacen claro que Jesús es el que está hablando. Además,
Jesús es claramente el tema de Apocalipsis 1:11-18. En el versículo 11,
Jesús se identificó como el Alfa y la Omega, el primero y el último. En los
versículos 17-18 Jesús dijo, “Yo soy el primero y el último; y el que vivo, y
estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y
tengo las llaves de la muerte y del Hades.”
Empezando desde el primer capítulo de Apocalipsis, por lo tanto, nosotros
hayamos que Jesús es el Señor, el Omnipotente, y el que es, y que era, y
que ha de venir. Ya que los mismos títulos y términos descriptivos se
aplican a Jesús y a Aquel que está sentado sobre el trono, es evidente que
el que está sobre el trono no es nadie más que Jesús el Cristo. “Señor,
digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas
las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.” (Apocalipsis 4:11).
Este texto nos dice que el que está sobre el trono es el Creador, y nosotros
sabemos que Jesús es el Creador:

“Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido
hecho, fue hecho.” (Juan 1:3).

“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las
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que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean
principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.”
(Colosenses 1:16).

Además querido amigo y hermano, el que está sobre el trono es digno de


recibir gloria, honra, y poder; nosotros leemos que el Cordero que fue
inmolado (Jesús) es digno de recibir el poder, riquezas, sabiduría,
fortaleza, honra, gloria, y alabanza “que decían a gran voz: “El Cordero que
fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la
fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.” (Apocalipsis 5:12). Ahora lea
con mucho cuidado estos dos versículos: “Y vi un gran trono blanco y al
que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y
ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y
pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue
abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las
cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.” (Apocalipsis
20:11-12). Este texto nos cuenta que el que está sobre el trono es el Juez,
y sabemos que Jesús es el Juez de todo:

“Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que
todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no
honra al Padre que le envió. De cierto, de cierto os digo: El que oye mi
palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a
condenación, mas ha pasado de muerte a vida. De cierto, de cierto os digo:
Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios;
y los que la oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene vida en sí mismo,
así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y también le dio
autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. ” (Juan 5:22-
27).

“en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres,
conforme a mi evangelio.” (Romanos 2:16).

“Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué


menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el
tribunal de Cristo. Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí
se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios.” (Romanos 14:10-
11).

JESUCRISTO es el que está sobre el trono, no son tres, no son dos, no se


deje engañar las escrituras solo muestran a uno, todo nos indica que la
llamada trinidad solo es un invento de los hombres, crea en lo que dice las
sagradas escrituras:

“Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en


el cielo, y en el trono, uno sentado.” (Apocalipsis 4:2).
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“Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella,


y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en sus
frentes.” (Apocalipsis 22:3-4).

Si usted ve bien se dará cuenta que este texto habla del trono de Dios y del
Cordero. Estos versículos hablan de un trono, un rostro, y un nombre. Por
lo tanto, Dios y el Cordero deben ser un ser que tiene un rostro y un
nombre y uno que se sienta sobre un trono, ese se llama Jesús el Cristo el
que tiene un cuerpo glorificado.

Le repito querido amigo la única persona quien es ambos, Dios y el


Cordero, es Jesucristo. Todos aquellos que tengamos el privilegio de llegar
o de entrar al cielo veremos solamente a Jesús sobre el trono. Jesús es la
única manifestación visible de Dios que alguna vez veremos en el cielo.

Les cuento a todos mis amigos que todavía no han creído en la unicidad de
Dios que no vamos a ver a tres y menos a dos, veremos solo a nuestro gran
Dios y salvador Jesucristo. Sabe porque, porque Dios mismo dice: “Ved
ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago
vivir; yo hiero, y yo curo; y no hay quien pueda librar de mi mano. <<
Deuteronomio 32:39 >> Solo hay uno que en el cual hay salvación, solo
hay uno que nos libra de la mano del devorador, solo hay uno que hay que
aclamarle, solo hay uno que perdona pecados, solo uno es el que nos
bendice, solo hay uno que viene, y para los que creemos esto estamos
aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de
nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.

129. ¿Quiénes son los siete espíritus de Dios?

Hoy hablaremos de los siete espíritus de Dios, este es un buen tema para
todos los MONOTEÍSTAS, es importante saber explicar que solo hay un
DIOS, a quien adoramos y servimos.
La frase de los siete espíritus de Dios, aparece en el libro de revelaciones,
veamos:

"Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia a vosotros y paz de
parte del que es y que era y que ha de venir, y de parte de los siete
Espíritus que están delante de su trono". (Apocalipsis 1:4).

"Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete Espíritus de


Dios y las siete estrellas dice estas cosas: Yo conozco tus obras, que tienes
nombre de que vives, pero estás muerto". (Apocalipsis 3:1).

"Y en medio del trono y de los cuatro seres vivientes y de los ancianos vi
un Cordero de pie, como inmolado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que
son los siete Espíritus de Dios enviados a toda la tierra" (Apocalipsis 5:6).
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Después de estudiar estos pasajes de la Biblia que se refieren a los siete


espíritus de Dios, hagámonos esta pregunta ¿DESCRIBE A SIETE
PERSONAS EN LA DEIDAD? La respuesta es no, pero si algunos aplicaran
a esta frase, la misma lógica que ellos usan con otras frases de las
Escrituras, entonces ellos tendrían a siete personas del Espíritu. Sin
embargo, la Biblia nos deja saber que hay solamente un Espíritu:

"Porque por un solo Espíritu fuimos bautizados todos en un solo cuerpo,


tanto judíos como griegos, tanto esclavos como libres; y a todos se nos dio
a beber de un solo Espíritu". (1 Corintios 12:13).

"Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como habéis sido llamados a
una sola esperanza de vuestro llamamiento". (Efesios 4:4).

Entonces ¿Por qué habla Apocalipsis de siete Espíritus? Debemos recordar


que Apocalipsis es un libro lleno de simbolismo. Además, el siete es un
número muy simbólico en la Biblia, y representa con frecuencia la
perfección, el cumplimiento, o la plenitud. Por ejemplo:

• Dios descansó de la creación en el séptimo día… "El séptimo día Dios


había terminado la obra que hizo, y reposó en el séptimo día de toda la
obra que había hecho" (Génesis 2:2).

• El día de descanso del Antiguo Testamento era el séptimo día "Pero el


séptimo día será sábado para Jehovah tu Dios. No harás en él obra
alguna, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu animal,
ni el forastero que está dentro de tus puertas" (Éxodo 20:10).

• El candelero en el Tabernáculo tenía siete lámparas "Además, le harás


siete lámparas, y las pondrás en alto, para que alumbren hacia adelante"
(Éxodo 25:37).

• Noé llevó a siete pares de animales limpios dentro del arca "De todo
animal limpio toma contigo siete parejas, el macho y su hembra; pero de
los animales que no son limpios sólo una pareja, el macho y su hembra"
(Génesis 7:2).

• Jesús les dijo a sus discípulos que deberían perdonar a un hermano siete
veces al día "Si siete veces al día peca contra ti, y siete veces al día vuelve a
ti diciendo: "Me arrepiento" (Lucas 17:4).

• El libro de Apocalipsis contiene mensajes a siete iglesias "que decía: Yo


soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que
ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna,
Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea." (Apocalipsis 1:11).

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Retornando a la pregunta ¿Por qué habla Apocalipsis de siete Espíritus?


La respuesta es porque los siete Espíritus de Dios simplemente indican la
plenitud o la perfección del Espíritu de Dios. Es una manera de enfatizar
la totalidad del Espíritu de Dios. La frase puede también referirse a los
siete aspectos del Espíritu registrados en (Isaías 11:2… "Sobre él reposará
el Espíritu de Jehovah: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de
consejo y de fortaleza, espíritu de conocimiento y de temor de Jehovah"),
especialmente, ya que Isaías y Apocalipsis describen que los siete Espíritus
pertenecen a Jesús.

Esto levanta otro punto: la Biblia no identifica a los siete Espíritus como a
siete personas distintas ni como a una persona distinta. En cambio, Juan
nos dijo claramente que los siete Espíritus pertenecen a Cristo Jesús:

"Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete Espíritus de


Dios y las siete estrellas dice estas cosas: Yo conozco tus obras, que tienes
nombre de que vives, pero estás muerto" (Apocalipsis 3-1).

"Y en medio del trono y de los cuatro seres vivientes y de los ancianos vi
un Cordero de pie, como inmolado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que
son los siete Espíritus de Dios enviados a toda la tierra". (Apocalipsis 5:6).

Más adelante en el libro, él describió al Espíritu en términos singulares


(Apocalipsis 22:17… El Espíritu y la esposa dicen: "¡Ven!" El que oye diga:
"¡Ven!" El que tiene sed, venga. El que quiere, tome del agua de vida
gratuitamente). Entonces, los siete Espíritus representan simbólicamente
la plenitud y el poder del único Espíritu Santo, que no es nadie más que el
Espíritu de Jesús.

130. ¿Es verdad que la manifestación de Dios como hijo tiene


su fin?

Sabías que muchas veces erramos inconscientemente en cuanto al orden


de las cosas; y a veces desconocemos lo que viene de parte de Dios,
hermanos “Dios es un Dios de orden”. Con el paso del tiempo he
comenzado a comprender algunas cosas de Dios y una de ellas es que
nuestro orden no se parece en absolutamente nada al de Dios, esta es una
de las causas por las cuales a veces no llegamos a comprender los
misterios de Dios y de su papel de Hijo, la escritura dice: “Pero cada uno
en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en
su venida. Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando
haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es
que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus
pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. Porque todas
las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas
han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas
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las cosas. Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces
también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas,
para que Dios sea todo en todos.” (1 Corintios 15:23-28).
El papel de Hijo no solo tuvo un comienzo, sino que tendrá, por lo menos
en un sentido, un final victorioso. Aquí con estos versículos las evidencias
son muy claras, leamos: “Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y
Padre. . .” (V. 24). Y el versículo 28 dice, “Pero luego que todas las cosas le
estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó
a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.”

Es imposible explicar este versículo de la Escritura si uno piensa en un


“Dios Hijo” que es co-igual y co-eterno con Dios Padre.

Pero es fácilmente explicado si nos damos cuenta que “Hijo de Dios” se


refiere a un papel específico que Dios asumió temporalmente para el
propósito de la redención final que es en Cristo Jesús:

“el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio
a su debido tiempo.” (1 Timoteo 2:6).

“Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán
vivificados.” (1 Corintios 15:22).

“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados


para el día de la redención.” (Efesios 4:30).

Cuando las razones para el papel de Hijo dejen de existir, Dios (Jesús)
dejará de actuar en su papel de Hijo, y el papel de Hijo se volverá a
sumergir en la grandeza de Dios, quien volverá a su papel original de
Padre, Creador, y Gobernador de todo: “a fin de presentársela a sí mismo,
una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante,
sino que fuese santa y sin mancha.” (Efesios 5:27).

Describe este mismo escenario en otros términos: “a fin de presentársela a


sí mismo, una iglesia gloriosa. . .” ¡Jesús presentará la iglesia a sí mismo!
¿Cómo puede ser esto, ya que 1. Corintios 15:24, describe al Hijo
presentando el reino al Padre?
La respuesta es clara: Jesús en su papel de Hijo, efectuará como su acto
final de Hijo, la presentación de la iglesia a sí mismo en su papel de Dios
Padre.

Hallamos otra indicación de que el papel de Hijo tiene un final:


En Hechos 2:34-35, dice: Porque David no subió a los cielos; pero él
mismo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que
ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

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Pedro citó a David en el Salmo 110:1: “Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a


mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.”
Debemos notar la frase hasta que. Este pasaje describe la naturaleza dual
de Cristo, con el Espíritu de Dios (el Señor) hablando proféticamente a la
manifestación humana de Cristo (el Señor).

La diestra de Dios representa el poder y la autoridad de Dios. El poner a


los enemigos por estrado de los pies significa derrotar por completo al
enemigo y el hacer una exhibición pública de su derrota.

En tiempos antiguos, a veces el vencedor hacía esto literalmente, poniendo


su pie sobre la cabeza o el cuello de su enemigo: “Y cuando los hubieron
llevado a Josué, llamó Josué a todos los varones de Israel, y dijo a los
principales de la gente de guerra que habían venido con él: Acercaos, y
poned vuestros pies sobre los cuellos de estos reyes. Y ellos se acercaron y
pusieron sus pies sobre los cuellos de ellos” (Josué 10:24).

Entonces la profecía en el Salmo 110, el Espíritu de Dios dará todo poder y


toda autoridad al hombre Jesucristo, el Hijo de Dios, hasta que el Hijo
haya derrotado por completo a los enemigos que son el pecado y el diablo.
El Hijo tendrá toda potestad hasta hacer esto.

¿Qué pasará con el Hijo después de esto?

¿Significa esto que una persona eterna de una trinidad dejará de sentarse
a la diestra de Dios o perderá todo el poder?

No…... Significa sencillamente que el papel del Hijo como gobernante


cesará. Dios usará su papel de Hijo — Dios manifestado en carne — para
conquistar a Satanás, cumpliendo así Génesis 3:15 donde Dios dijo que la
simiente de la mujer heriría la cabeza del diablo. Después de eso, Dios ya
no tendrá necesidad del papel humano para gobernar.

Después de que Satanás sea echado al lago de fuego y todo pecado sea
juzgado en el juicio final (Apocalipsis 20), no habrá más necesidad de que
el Hijo ejerza el trono de poder. Jesucristo dejará de actuar en su papel de
Hijo y será Dios para siempre.

¿Significa esto que Dios dejará de usar el cuerpo resucitado y glorificado


de Cristo? Creemos que Jesús continuará usando su cuerpo glorificado
por toda la eternidad. Esto lo indica Apocalipsis 22:3-4, dice: Y no habrá
más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus
siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.
Describe a un Dios visible aun después del juicio final y después de la
creación del cielo nuevo y la tierra nueva: “Y no habrá más maldición; y el
trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán
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su rostro, y su nombre estará en sus frentes.”


Jesús es un sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec:
“porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes;
pero éste, con el juramento del que le dijo: Juró el Señor, y no se
arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de
Melquisedec” (Hebreos 7:21).

Aunque dejará de actuar en su papel de sacerdote después del juicio final.


El cuerpo humano glorificado del Señor es inmortal tal como lo serán los
nuestros: “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha
manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se
manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.” (1
Juan 3:2), Y en 1. Corintios 15:50-54 dice: “Pero esto digo, hermanos: que
la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción
hereda la incorrupción. He aquí, os digo un misterio: No todos
dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un
abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y
los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos
transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de
incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto
corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido
de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida
es la muerte en victoria).

El cuerpo glorificado de Cristo continuará existiendo, todas las razones


para el reinado del papel de Hijo habrán pasado y todos los papeles
interpretados por el Hijo se habrán acabado. Aun el Hijo será puesto bajo
sujeción para que Dios sea todo en todo. Será en este sentido que el papel
de Hijo terminará.

EL NOMBRE DE JESÚS DESAPARECERÁ: lo que nos indica es que el


nombre de Dios será un nuevo nombre, ya que este nombre termino con
su propósito de redención y salvación, todo será nuevo, el cielo será nuevo,
la tierra cera nueva, y nuestros nombres serán nuevos, veamos:

“Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera
tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la
nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa
ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el
tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán
su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios
toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más
llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.”
(Apocalipsis 21:1-4).

“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que
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venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita


blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce
sino aquel que lo recibe.” (Apocalipsis 2:17).

“Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más


saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la
ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi
Dios, y mi nombre nuevo.” (Apocalipsis 3:12).

“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo


montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos
eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía
un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.” (Apocalipsis
19:11-12).

En los versículos anteriores del libro de Apocalipsis podemos ver y apreciar


que el Señor Jesús ha prometido que Él tendrá un nombre nuevo, que
dará a conocer a todo aquel que venciere alcanzando la salvación provista
por Dios. Desde en Antiguo Testamento Dios viene enseñando que los
salvos veremos su justicia y Dios mismo nos dará a conocer su nuevo
nombre: “En los versículos anteriores del libro de Apocalipsis, podemos
apreciar que el Señor Jesús ha prometido que Él tendrá un nombre nuevo,
que dará a conocer a todo aquel que venciere alcanzando la salvación
provista por Dios.” (Isaías 62:2).

Hermanos les puedo afirmar que cuando estemos en la gloria eterna de


Dios, cuando hayamos obtenido la victoria completa sobre el pecado y la
muerte, Dios nos revelará un nombre nuevo para darnos a conocer algo
más acerca de sí mismo, por ahora sigamos pronunciando el nombre que
es sobre todo nombre, el nombre que salva, libera, nombre en el cual se
doblara toda rodilla, la escritura dice: “Por lo cual Dios también le exaltó
hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en
el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y
en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es
el Señor, para gloria de Dios Padre.” (Filipenses 2:9-11), solo el nombre de
Jesús es quien salva, recuerde que estamos en el pacto de la gracia en este
tiempo presente. Pero llegara el día en que este papel de Dios como hijo
termine y el nombre de Dios sea nuevo. Por ahora sigamos haciendo todo,
sea que lo hagamos de palabra o de hechos, hagámoslo en el nombre de
Jesús: “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el
nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.”
(Colosenses 3:17). Este nombre es el único que nos salva, es el único
nombre dado para la salvación en el pacto de la gracia: “Y en ningún otro
hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12).

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131. ¿Quién es Emanuel?

Este nombre tiene un gran significado para los creyentes de la doctrina de


la unicidad. Este es el reflejo de un gran acontecimiento profetizado por el
profeta Isaías cuando expreso estas palabras: “Por tanto, el Señor mismo
os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y
llamará su nombre Emanuel” (Isaías 7:14). Dios nos había dicho que él
mismo nos daría una señal de su venida aquí a esta tierra, mediante una
mujer virgen que concebiría y daría a luz un hijo, ese hijo lo conocemos
con el nombre de Jesús, ¿Quién es Jesús? Jesús es Dios con nosotros.

El apóstol Mateo nos dice que María es el nombre de la virgen que nos
habló Isaías, ella concebiría del espíritu santo. La mujer comenzaría a
gestar un nuevo ser que se llamaría EMANUEL. Este Emanuel es Dios con
nosotros o Jesús con nosotros. (Mateo 1:23).
Dios desde la antigüedad nos había advertido que él mismo vendría a este
mundo. Lo dijo muchas veces y de muchas maneras, llegado el tiempo de
su manifestación gloriosa nos habló en la persona de Jesús, el creador del
mundo. El Dios invisible prometió darse a conocer: “Vosotros sois mis
testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y
creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni
lo será después de mí.” (Isaías 43:10). Y lo cumple mediante el cuerpo que
él emplea para la realización de su obra salvadora: "a través del velo estos
es, de su carne". (Hebreos 10:20). Así, lo vimos como el unigénito hijo de
Dios lleno de gracia y de verdad. (Juan 1:14).

Él, entro a este mundo, vino a este mundo mediante un cuerpo, tal como
estaba escrito en las sagradas escrituras: "...por lo cual, entrando en el
mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; más me preparaste cuerpo,
Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije:
He aquí que vengo, Oh Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del
libro está escrito de mí". (Hebreos 10:5-7).
Nuestro creador vino a este mundo, si querido amigo y hermano el creador
del universo se presentó a los suyos pero ellos no le conocieron:

"A los suyos vino y los suyos no le recibieron". (Juan 1:11).

“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otros


tiempos a los Padres por los Profetas, en estos postreros días nos ha
hablado por el hijo, a quien, constituyó heredero de todo, y por quien
asimismo hizo el universo”. (Hebreos 1:1,2).

Dios nos habló por medio del hijo y nos confirmó que él es el verdadero
Dios y la vida eterna. También nos lo confirma por las palabras de los
apóstoles donde ellos en sus palabras nos dicen que Jesús es verdadero
Dios y verdadero hombre.
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Jesús es Dios verdadero:

“Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!” (Juan


20:28).

“de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo,
el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.”
(Romanos 9:5).

“Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento


para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo
Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.” (1ª Juan 5:20).

El solo Dios verdadero, Jehová del Antiguo Testamento, tomó sobre sí


mismo la forma de hombre y como el hijo del hombre, nació de la Virgen
María. “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su
nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.” (Mateo 1:23).

Como Pablo dice: "E indiscutiblemente, grande es el Misterio de la Piedad:


Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los
ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en
gloria". (1ª Timoteo 3:16). Este solo Dios verdadero se manifestó así mismo
en el Antiguo Testamento, en varias maneras en el hijo cuando caminó
entre los hombres y como el Espíritu Santo después de la ascensión. Este
solo Dios verdadero, se manifestó en la carne, es decir en su hijo
Jesucristo, "que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no
tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados..." (2ª Corintios 5:19).

Jesús es verdadero hombre:

“Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré


para heredar la vida eterna?” (Lucas 18:18).

“y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del


Hombre.” (Juan 5:27).

“El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el


Señor, es del cielo.” (1ª Corintios 15:47).

En Jesús, el varadero hombre habito corporalmente Dios mismo y esto nos


manifiesta el apóstol pablo en una de sus carta dirigida al iglesia en
Calosa: "...en Él (Jesús) habita corporalmente toda la plenitud de la
Deidad". (Colosenses 2:9). Y les repite que esto le agrado a Dios: "Por
cuanto agradó al Padre que en Él habitase toda la plenitud". (Colosenses
1:19). Por lo tanto, Jesús en su humanidad era hombre; en su Divinidad
era y es Dios. Su carne era el cordero o sacrificio de Dios, Él es el único
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mediador entre Dios y el hombre. "Porque hay un solo Dios y un solo


mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo Hombre" (1ª Timoteo 2:5).

Jesús el Cristo por parte de su padre era Divino, ¿Por qué era divino?
Porque su padre era el espíritu santo “” (Mateo 1:23). Y por parte de su
madre Humano; por eso fue conocido como el hijo de Dios y también como
el hijo del hombre, o el Dios hombre:

"Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que
todas las cosas han sido sujetadas a Él, claramente se exceptúa aquel que
sujetó a Él todas las cosas" (1ª Corintios 15:27).

“Pero luego que todas las cosas están sujetas entonces el hijo mismo se
sujetará al que le sujetó a Él todas las cosas, para que Dios sea todo en
todos (1ª Corintios 15:28).

"Yo soy el alfa y la omega, principio y fin, dice el Señor, el que es, que era y
que ha de venir Todopoderoso" (Apocalipsis 1:8).

Así, que el que prometió venir por primera vez a salvarnos: “…Dios mismo
vendrá, y os salvará.” (Isaías 35:4). Este mismo vendrá por segunda vez
por su Iglesia. Entonces podemos seguir diciendo que Emanuel estará o
través con nosotros. “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que
la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.”
(Isaías 7:14). Pero esta vez con un cuerpo glorificado. Jesús es Dios,
nuestro redentor, con quien estaremos eternamente, amen.

132. ¿Por qué hay que adorar a Jesús?

Definiendo un poco lo que es adoración, hallamos que es un culto que se


rinde a Dios, una reverencia que puede expresarse por medio de
alabanzas, oración, fiestas, acción de gracias, sacrificios, etc. El término
griego que se traduce por adoración es “proskuneo”, una palabra que
significa inclinarse, postrarse, adorar, o reverenciar. Para complementar
esta información, Vine dice que esta palabra significa “hacer reverencia,
dar obediencia a (de pros, hacia, y kuneo, besar). Es la palabra que con
más frecuencia se traduce adorar.”

La Biblia de los testigos de Jehová ha cambiado todas las citas donde a


Jesucristo se le rinde adoración, y ha cambiado la palabra “adoración” por
“rendir homenaje”. La razón por la cual ellos han cambiado esto es obvia:
ellos no creen que Jesucristo es Dios, y como la adoración debe tributarse
a Dios, entonces ellos han hecho esta sustitución en el texto que cambia
radicalmente el sentido del mismo. Ellos se excusan en que el término
“poskuneo” sugiere reverencia, homenaje, y por eso lo cambiaron porque
no aceptan la Deidad de Cristo.
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Pero la Biblia es rica en cuanto a conocimiento, y el Dios Eterno no


permite que disfracen nada en Su Palabra, de tal manera que los ejemplos
abundan para la Deidad de Cristo y su consecuente adoración. Veamos
algunos textos:

• Los magos: "Postrándose le adoraron" (Mateo 2: 11 dice: Y al entrar en la


casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y
abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.).

• Los discípulos "que estaban en la barca vinieron y le adoraron" (Mateo


14:33 dice: Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron,
diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.).

• El ciego de nacimiento le dijo:—Creo, Señor—y lo adoró. (Jn.9:38 dice: Y


él dijo: Creo, Señor; y le adoró.)

• Las mujeres, el día de la resurrección, "acercándose, abrazaron sus pies


y le adoraron" (Mateo 28:9 dice: he aquí, Jesús les salió al encuentro,
diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron. ).

• Y los discípulos en la gran comisión "cuando le vieron le adoraron"


(Mateo 28:17 dice: Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos
dudaban.).

• Los discípulos en la ascensión (Lucas 24:51-53 dice: Y aconteció que


bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo.
Ellos, después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo; y
estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén.)

• También en el cielo es objeto de adoración: "Al que está sentado en el


trono y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los
siglos de los siglos. Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los
veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que
vive por los siglos de los siglos." (Ap. 5:14 dice: Los cuatro seres vivientes
decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y
adoraron al que vive por los siglos de los siglos.).

• Y adórenle todos los ángeles de Dios (He. 1:6 dice: Y otra vez, cuando
introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de
Dios.).

• A Él sea la gloria: (Ro. 11:36 dice: Porque de él, y por él, y para él, son
todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.

• Ef. 3:21 dice: a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las
edades, por los siglos de los siglos. Amén.)
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• Sea gloria y majestad (Judas 25 dice: al único y sabio Dios, nuestro


Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los
siglos. Amén.)

• Delante de él se doblará toda rodilla (Fil. 2:10 dice: para que en el


nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en
la tierra, y debajo de la tierra).

Si delante de JESUCRISTO se doblara toda rodilla entonces, ¿por qué hay


quienes no adoran a Jesús? Sencillamente no quieren aceptar el hecho de
que Jesús es Dios. . Recordemos las palabras de Nuestro Salvador: “…para
que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo,
no honra al Padre que le envió. De cierto, de cierto os digo: El que oye mi
palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a
condenación, mas ha pasado de muerte a vida..” (Juan 5:23-24).

133. ¿Quién y cómo se llama el que vino a salvarnos?

Dios a través de la historia nos muestra que está muy interesado que el
hombre conozca: lo prehistórico (pasado) el presente y lo futuro
(escatológico) y para esto, ha usado hombres especiales como receptores,
como lo fue Moisés para mostrarnos el pasado; y los profetas tales como:
Daniel, Ezequiel, Isaías, Juan entre otros, para mostrarnos el futuro.

Dios expresó por intermedio de muchos profetas y en varias ocasiones que


El mismo vendría…. "DIOS MISMO VENDRÁ Y OS SALVARÁ”... entonces
los ojos de los ciegos serán abiertos, los oídos de los sordos se abrirán... y
el cojo saltará". (Isaías 35:4-6).
El profeta Malaquías y El profeta Isaías, hablando Dios de los días de su
venida, que él, enviaría su mensajero para preparar el camino, el cual se
trataba de Juan el Bautista:

“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de


mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y
el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho
Jehová de los ejércitos. (Malaquías 3:1).

“Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad


calzada en la soledad a nuestro Dios. (Isaías 40:3).

“El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero
de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije:
Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero
que yo. Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por
esto vine yo bautizando con agua. También dio Juan testimonio, diciendo:
Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.
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Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me


dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése
es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio de
que éste es el Hijo de Dios. (Juan 1:29-34).

"En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre." (Zacarías l4:9).

“Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad


calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y bájese todo
monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Y se
manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la
boca de Jehová ha hablado. Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué
tengo que decir a voces? Que toda carne es hierba, y toda su gloria como
flor del campo. La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de
Jehová sopló en ella; ciertamente como hierba es el pueblo. Sécase la
hierba, marchítase la flor; más la palabra del Dios nuestro permanece para
siempre. Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sion; levanta
fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas; di a
las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro!
He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he
aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro.
(Isaías 40: 3-10).

Jehová el Dios Todopoderoso, dijo que él mismo vendría; pero nunca dijo
que mandaría a un Ángel, ni a ninguna segunda o tercera persona; mucho
menos a un Dios pequeño, porque no existen. Con nuestro Dios no hay
dioses: Deuteronomio 32:39 dice: Ved ahora que yo, yo soy, Y no hay
dioses conmigo; Yo hago morir, y yo hago vivir; Yo hiero, y yo sano; Y no
hay quien pueda librar de mi mano.

Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se


arrepienta….(Números 23:19), si él dijo que el mismo vendría a salvarnos,
pues tenemos que creerle y mirar por medio de las sagradas escrituras que
en realidad el vino a este mundo, se presentó a los suyos(Pueblo Judío),
pero ellos no le conocieron……. Él, no mando a otro, por que decir que
vino otro en su lugar, pues estamos haciendo a Dios un mentiroso.

Dios nos aclara por medio del apóstol Pablo en una carta a Timoteo donde
le aclara que JESUS, es el Dios que ellos estaban esperando y que se ha
manifestado de una forma extraordinaria, porque si vemos la vida de pablo
y su celo por la ley y a todos aquellos que adoraban a otro nombre que no
fuera Jehová, el los mataba, por eso en la carta a Timoteo le dijo que Dios
fue manifestado en carne; y que ese Dios manifestado en Carne, es visto de
los ángeles, justificado en el Espíritu; además, es predicado a los gentiles;
Creído en el mundo y si fuera poco: Recibido arriba en gloria. Esa escritura
se refiere a ¿quién? A JESUS de Nazaret. (1ra. Timoteo 3:16).
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El apóstol Pablo, le explicó claramente que, Dios fue manifestado en carne


(1a. Timoteo 3:16). Y Luego escribiéndoles a los hermanos en Roma, que
ese Cristo conocido y predicado entre ellos, procedente de la nación de
Israel, de la descendencia de los patriarcas según la carne, el cual es Dios
sobre todas las cosas: Romanos 9: 5 dice: de quienes son los patriarcas, y
de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las
cosas, bendito por los siglos. Amén.

cuando Dios se manifestó por medio del hijo, adquirió muchos nombres
por ejemplo:

CORDERO DE DIOS

Juan el Bautista le puso el título de “Cordero de Dios”, Observe, tanto


Isaías como Juan miraron al Dios manifestado en carne, con las
características de un manso cordero, dispuesto a dar su cuerpo, su sangre
para nuestra salvación:

“Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al


matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no
abrió su boca. (Isaías 53:7).

“El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero
de Dios, que quita el pecado del mundo. (Juan 1:29).

SIERVO (Alguien que sirve).

El Apóstol San Pablo Escribiéndoles a los filipenses 2:6,7. N.V.I. Quien,


siendo por naturaleza Dios, no se consideró al ser igual a Dios como algo a
que aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la
naturaleza de “siervo” y haciéndose semejantes a los seres “humanos”.

JESUCRISTO vino para servir y no para ser servido y dar su vida en


rescate de nosotros: Marcos 10:45 dice: Porque el Hijo del Hombre no vino
para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por
muchos. En otras palabras: Aunque él era el Dios manifestado en carne,
Él amó a todo lo creado sin dejar de ser el Señor de la gloria:

“La que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la


hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. (1ª
Corintios 2:8).

Él nos vino a lavar hasta los pies, símbolo de la nobleza, de su


caballerosidad, de su servicio: Se levantó de la cena, y se quitó su manto, y
tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó
a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que
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estaba ceñido. Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me
lavas los pies? (Juan 13: 4-6).

“Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy.


Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también
debéis lavaros los pies los unos a los otros.
Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros
también hagáis.( Juan 13:13-15).

HIJO DE DAVID

Jesús aceptó el título de “hijo de David”, Aunque físicamente David ni José


lo engendraron; Aunque María pertenecía al clan de David; él Aceptó este
“título” para identificarse con el pueblo judío, el Dios eterno descendió del
cielo al vientre de esta mujer para tomar un cuerpo sin dejar de ser Dios.
San Mateo 21:15 dice: Pero los principales sacerdotes y los escribas,
viendo las maravillas que hacía, y a los muchachos aclamando en el
templo y diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! se indignaron.

HIJO DE HOMBRE

El Cristo quien es Dios sobre todas las cosas, se puso el título de “HIJO del
Hombre”, porque tomó su cuerpo de una mujer para hacerse familia de
nosotros, y así, poder defender nuestra causa. Si lo miramos desde otro
punto de vista, encontramos lo siguiente: La Anatomía considera que el
hombre es el que engendra, la Mujer concibe, La Bibliología nos dice que el
Señor Jesucristo no fue engendrado por hombre alguno. En los Evangelios
siempre que habla hijo de hombre es para relacionarse con el hombre:

• Lucas 5:24 dice: Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene
potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo:
Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.

• Mateo 21:36 dice: Envió de nuevo otros siervos, más que los primeros; e
hicieron con ellos de la misma manera.

• Mateo 1:21 dice: Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS,


porque él salvará a su pueblo de sus pecados.

• Lucas 9:58 dice: Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de
los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.

• Lucas 12:8 dice: Os digo que todo aquel que me confesare delante de los
hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles
de Dios.

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HIJO DE DIOS

Anatómicamente cuando María contendía con el ángel acerca de su futuro


embarazo, le hace ver que el Espíritu Santo Vendría sobre Ella; Así que, el
Santo Ser o Niño que va a nacer lo llamarán “Hijo de Dios.” Biblia N.V.I.
Sin embargo este título no varió su posición de seguir siendo el Dios único
y verdadero: “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado
entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el
verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida
eterna. (1ra, Juan 5: 20). El Señor Jesús con cualquier inscripción, título o
acción, nunca dejó de ser Dios, y en su manifestación en carne siempre
hizo lo que cualquier hombre hace: llorar, dormir, sufrió cansancio, tuvo
hambre, sintió sed; pero él nunca en ningún momento dejó de ser lo que
era, Jehová el Todopoderoso. La Cristología dice que él era ciento por
ciento humanos y ciento por ciento Dios por las siguientes razones:

1) Ha de notarse que Cristo en los días de su carne, actuaba como “Dios


Todopoderoso”: Caminó sobre las aguas; multiplicó peces y panes; resucitó
muertos; le dio vista a los ciegos de nacimiento; convirtió el agua en vino;
maldijo la higuera; echó fuera a los demonios; reprendió al mar y a los
vientos; perdonó pecados; conocía los pensamientos; todos estos son
milagros que sólo el CREADOR lo puede hacer.

2) Como cualquier ser humano tuvo hambre, pero como Dios es el pan de
vida, como judío oró muchas veces, como Dios contestó la oración, murió
como cualquier HIJO DE HOMRE, como Dios: él es la resurrección.

Dios manifestado en carne, llenó los requisitos de hijo, cumplió lo del


salmo 65:2 que dice: "Tú oyes la oración; a ti vendrá toda carne.". Sintió
como hombre y algo más lo que el hombre pecador sin Cristo sufrirá y
sentirá en la eterna separación de Dios en el día del juicio; eso lo sufrió y
sintió Jesús cuando dijo: "Padre porque me has abandonado". (San Mateo
27:46). Cuando él concibió el Peso del Pecado, sintió la sensación de
separación de lo HUMANO A LO DIVINO, porque el pecado separa al
hombre de Dios, Aunque Jesús no tenía pecado, pero Jehová en
JESUCRISTO cargo en él, el pecado de todos nosotros: "Todos nosotros
nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas
Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros". (Isaías 53:6).

Dios antes de hacerse un cuerpo en María, vivía en la eternidad y en el


tiempo, y para ello descendió. Cuando ya tenía su cuerpo como
tabernáculo, estaba en la eternidad, en el tiempo y a la vez hablaba con el
Doctor Nicodemo en la tierra. Después de la resurrección él ascendió a los
cielos y se quedaba con los discípulos en la tierra:

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"los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando
al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así
vendrá como le habéis visto ir al cielo. "(Hechos 1:11).

"Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí


yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. "(Mateo
28:20)

"Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre,
que está en el cielo"(Juan 3:13).

Dios para manifestarse en carne, y hacerse familia del hombre usó ese
proceso, que la Anatomía llama ENGENDRO, que a su vez es el proceso del
conducto de un nacimiento. Tomo de María para sí un cuerpo para llevar a
cabo ciertos requisitos que satisfacerla su justicia, veamos:

1). Para hacerse pariente de la creación del hombre y defender su causa;


pagando el rescate, cumplimiento de la profecía:

"Si el forastero o el extranjero que está contigo se enriqueciere, y tu


hermano que está junto a él empobreciere, y se vendiere al forastero o
extranjero que está contigo, o a alguno de la familia del extranjero;
después que se hubiere vendido, podrá ser rescatado; uno de sus
hermanos lo rescatará" (Levítico 25: 47,48)

"Porque así dice Jehová: De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin dinero
seréis rescatados" (Isaías 52:3).

"sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual


recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,
sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y
sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo,
pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros " (1ª.
Pedro 1:18-20).

"¿Será quitado el botín al valiente? ¿Será rescatado el cautivo de un


tirano? Pero así dice Jehová: Ciertamente el cautivo será rescatado del
valiente, y el botín será arrebatado al tirano; y tu pleito yo lo defenderé, y
yo salvaré a tus hijos" (Isaías 49:24,25)

2). Para hacerse hermano del ser humano y darse a conocer como lo
hiciera José con sus hermanos en Egipto:

"No podía ya José contenerse delante de todos los que estaban al lado
suyo, y clamó: Haced salir de mi presencia a todos. Y no quedó nadie con
él, al darse a conocer José a sus hermanos" (Génesis 45: 1).
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"Y ninguno enseñará a su prójimo, Ni ninguno a su hermano, diciendo:


Conoce al Señor; Porque todos me conocerán, Desde el menor hasta el
mayor de ellos " (Hebreos 8:11).

"Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano,


diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más
pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la
maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado" (Jeremías 31:34).

"Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le


conocéis, y le habéis visto " (Juan 14:7).

"En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le


conoció " (Juan 1:10).

"Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día;
porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente. ¡Cuán hermosos son
sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la
paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a
Sion: ¡Tu Dios reina!
¡Voz de tus atalayas! Alzarán la voz, juntamente darán voces de júbilo;
porque ojo a ojo verán que Jehová vuelve a traer a Sion.
Cantad alabanzas, alegraos juntamente, soledades de Jerusalén; porque
Jehová ha consolado a su pueblo, a Jerusalén ha redimido. Jehová
desnudó su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los
confines de la tierra verán la salvación del Dios nuestro" (Isaías 52:6,10).

"¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el


brazo de Jehová?" (Isaías 53:1).

Además de esto Dios ha querido tomar un pueblo para su nombre: “Simón


ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de
ellos pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los
profetas, como está escrito: Después de esto volveré y reedificaré el
tabernáculo de David, que está caído; y repararé sus ruinas, y lo volveré a
levantar, Para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los
gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, dice el Señor, que hace
conocer todo esto desde tiempos antiguos. Por lo cual yo juzgo que no se
inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que
se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de
ahogado y de sangre. Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada
ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de
reposo” (Hechos 15:14-21).

Conozcamos que El mismo que hablaba en los profetas quería estar


presente con nosotros, y lo logró con su manifestación en carne en la
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persona de Jesucristo: “Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta


causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente”
(Isaías 52:6).

Si lo aceptamos como tal, seríamos privilegiados, o de no, caeríamos en el


mismo error de los Judíos: “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron”
(Juan 1:11). Jesús le dijo a los Israelitas.…Si no creéis que yo soy, en
vuestro “PECADOS MORIRÉIS” (San Juan 8:24).

"Mirarán a mí, a quien traspasaron" Dice Jehová por medio del profeta
Zacarías. 12:10. Esto se cumplirá cuando el Señor Jesús venga por
segunda vez, para con el pueblo Judío, después que pase la “gran
tribulación”, y para dar inicio al reino Milenial. Cuando le vean las heridas
le preguntarán y ¿estas heridas Qué? Él les responderá: Esas las adquirí
en casa de mis amigos…. Los judíos se acordarán de lo que pasó en el
calvario; y llorarán como nunca. Y creerán que el que, crucificaron fue el
autor de la vida Jehová Dios: "Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo,
y pedisteis que se os diese un homicida, y matasteis al Autor de la vida, a
quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos
testigos" (Hechos 3:14,15).

Espero que por medio de este estudio hayas entendido que JEHOVA vino,
el cumplió su palabra y vino a salvarnos, dándose a conocer como el hijo
del hombre, cordero de Dios, siervo, hijo de David, hijo de Dios, considera
su primera venida, la cual ya se efectuó en la persona de JESUCRISTO.

"Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue


de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos. Y al oír Juan, en la
cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos, para
preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y
veis. Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos
oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el
evangelio; y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí." (Mateo
11:1-6).

Dios vino tal como lo prometió, espero querido amigo, tú que dices ser
cristiano, tú que dices ser testigo de Jehová, comprendas que
JESUCRISTO es JEHOVA, el que tanto hablaron los profetas del Antiguo
Testamento. Y como Dios mismo dice por medio del apóstol Mateo
"bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí".

Podemos concluir según lo estudiado de las sagradas escrituras que:

La Biblia se escribió en tres idiomas: Hebreo, Arameo, y Griego.

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Aproximadamente, cuarenta hombres escribieron la Biblia, durante un


periodo aproximado de 1, 600 años - esto es, desde 1500 AC. Hasta 100
DC. Estos hombres escribieron siendo inspirados por el Espíritu Santo (2P.
1:21). Sus palabras no eran de sabiduría humana, sino de instrucción
espiritual (1Cor. 2:13).

El libro de Ester contiene diez capítulos, y en ninguno de ellos aparece la


palabra “Señor” o “Dios.”
Número de libros: 66 (total).

• Número de libros en el Antiguo Testamento: 39


• Número de libros en al Nuevo Testamento: 27
• Primer libro: Génesis
• Último libro: Apocalipsis
• Libro más largo: Salmos
• Libro más corto: 2 de Juan
• El número de palabras de la Biblia varía - según la versión y el
idioma - entre 773 692 y 783 137.

La Biblia ortodoxa consta de 1347 capítulos; la católica romana, de 1329,


y la Cristiana, de 1189, 260 de los cuales constituyen el Nuevo
Testamento.

El libro que aparece como último en la Biblia es el Apocalipsis de Juan,


pero en realidad el último en ser escrito fue el Evangelio de Juan.

El verso más corto de la Biblia por lo general se cree que es San Juan
11:35, pero no es así; se encuentra en: Éxodo 20:13 ("No matarás") con
solamente 9 letras.

El capítulo más corto de la Biblia es el «Salmo 117» (solo 2 versículos), y el


capítulo más largo es el «Salmo 119» (176 versículos).

El libro más corto de la Biblia es la Segunda Epístola (o Carta) de Juan (13


versículos), seguido por la Tercera Epístola (o Carta) de Juan (15
versículos), el Libro de Abdías (21 versículos) y la Epístola (o Carta) de
Judas (25 versículos).

Los versículos más cortos de las sagradas escrituras son Éxodo 20:13 («No
matarás»), Éxodo 20:15 («No robarás»), y Juan 11:35 («Jesús lloró»). El más
largo es Esther 8:9.

La Biblia es el libro más vendido de todos los tiempos y el más traducido.

El libro más antiguo de la Biblia no es Génesis, sino Job.

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El último profeta en la Biblia antes de Cristo fue Juan el Bautista.

El libro más antiguo del Nuevo Testamento probablemente es el libro de


Santiago, escrito aproximadamente en 45 d. C.

Según La Biblia, Dios sólo escribió una vez, cuando escribió los 10
mandamientos en las tablas. En el resto de ocasiones inspiró a otros para
que escribiesen por él.

El primer nombre de mujer que Dios puso no fue Eva, fue Sara (Génesis
17:15) porque el nombre de Eva lo puso Adán.

El nombre más largo de la Biblia es Maher-salal-hasbaz. Isaías 8:3 “Y me


llegué a la profetisa, la cual concibió, y dio a luz un hijo. Y me dijo el
Señor: Ponle por nombre Maher-salal-hasbaz.”

Goliat no murió de la pedrada que le diera el pastor David, sino por su


propia espada (1º de Samuel 17:48-51).

Todos sabemos que David -de la tribu de Judá- era experto en el uso de la
honda (una tira generalmente hecha de cuero) para lanzar piedras a gran
velocidad. Pero lo que muchos desconocen es que en la tribu de los
benjamitas había muchos zurdos y ambidextros, y eran famosos en el uso
de la honda. De toda esta tribu había setecientos hombres escogidos, que
tiraban una piedra con la honda a un cabello, y no erraban. (Jue. 20:15-
16).

Al contrario de lo que se cree, quien cortó el pelo a Sansón no fue Dalila


sino un hombre. Ella sólo hizo que se durmiese en sus rodillas para que se
lo cortasen (Jueces 16:19).

En el libro de Jueces capítulo 8 versículo 30 dice que Gedeón tuvo 70


hijos.

El único personaje en la Biblia que se menciona que usó un reloj fue el


Rey Acaz (2 Reyes 20:11).

El Antiguo Testamento prohíbe los tatuajes. En Levitico 19:28 se dice


textualmente; “Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni
imprimiréis señal alguna”.

¿Cuáles son los libros llamados apócrifos o deuterocanónicos?

- Tobías
- Judit

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- Baruc
- Eclesiástico (también llamado Sirácide, por su autor)
- Sabiduría
- I Macabeos
- II Macabeos

Todo discípulo debe entender que La Biblia es el máximo documento santo


y moral para todo cristiano, ya que en ella se nos revela la verdad de Dios
y de Jesucristo, su grandeza y su amor a la humanidad; al igual que nos
enseña cómo debemos llevar una vida al servicio de Dios y del prójimo; y
como obtener el don de la vida eterna y la forma de alcanzar su Reino.
Para concluir querido hermano si usted es predicador, maestro o líder de
grupos familiares es bueno que te aprendas estas preguntas con sus
respuestas, espero que le dediques tiempo, recuerda que esto te dará más
confianza y seguridad para la enseñanza de la unidad de Dios.

Dios te siga bendiciendo

Fredy Delgado
(Pastor Teólogo).

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GLOSARIO

ABADON: Ángel satánico del abismo (Apocalipsis 9:11), cuyo nombre es,
Apolión. Destructor: en hebreo “Abaddon” significa lugar y de destrucción,
y en el Antiguo Testamento se utiliza como sinónimo de muerte, seól,
infierno.

ADORACION: Es la obligación que toda la creación de Dios tiene, de darle


a El todo honor, gloria, alabanza y honra porque El es el santo y divino
Creador. La adoración es debida solamente a Dios (Exo. 20:3; Mat. 4:10;
Apoc.22:9). Jesús, siendo Dios en la carne (Juan 1:1,14; Col. 2:9), recibió
justamente adoración (Mat. 2:2,11; Juan 9:35-40; Heb. 1:6).

AGAPE: El deber cristiano de amarnos unos a otros se ha expresado en


reuniones fraternales. Esa fraternidad se hacía desde la antigüedad,
mediante una comida en común, y las fiestas de amor e integración.

AMEN: proviene del hebreo y significa “Si” estable, confiable, fidelidad,


verdad. Se usaba en el Antiguo Testamento como forma litúrgica, en la
cual el individuo o congregación acepta la valides del juramento, o la
maldición con sus consecuencias.

ANGELOLOGIA: Es la ciencia que se dedica al estudio de los Ángeles, en


sus dos grandes dimensiones, ángeles celestiales o buenos, y ángeles
malignos o demonios.

ANATEMA: se emplea para representar maldición, o aquella cosa, o


persona que se congrega a la destrucción por ser blasfemo o desobediente
a una orden determinada como punible de parte de Dios. Se coloca la
palabra anatema para colocar bajo maldición a los que odian a Jesucristo.
(1 Corintios 16:22).

APOSTASIA: En un término técnico para hacer referencia a la rebelión


contra Dios, instigada originalmente por Satanás el dragón apostata. (Job
26:3).

ATEISMO: Corriente filosófica que niega la existencia de Dios y de todas


las consecuencias derivadas de su existencia como ser creador.

ARREPENTIMIENTO: El arrepentimiento (griego metanoia, literalmente


"cambiar de mente") significa volverse, cambiar: en el N.T. se refiere a
volverse del camino del pecado. Somos llamados por Dios para abandonar
el pecado. De hecho, Dios manda a todos los hombres en todas partes que
se arrepientan de sus pecados (Hech. 17:30). La paciencia de Dios nos
lleva al arrepentimiento (2 Ped. 3:9) como también Su misericordia (Rom.
2:4).
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AYUNAR, AYUNO: Ayunar es privarse de alimentos por un período


determinado con un propósito específico, a menudo espiritual. Es una
práctica bíblica que involucra el "debilitamiento" del cuerpo con el
propósito de "fortalecer" el espíritu, destinado a producir una alerta
espiritual. Es interesante notar que el pecado entró en el mundo a través
de Adán y Eva por el acto de desobediencia que consistió en comer lo que
no debían (Gén. 3:6). En el N.T. se nos llama a ayunar (Mat. 6:16). Vea
también 1 Rey. 21:27; Salmo 35:13; Hechos 13:3; 2 Cor. 6:5).BEER:
Proviene del hebreo generalmente se extiende como pozo, cisterna hecha
por la mano del hombre.

BLASFEMIA: En el Antiguo Testamento significaba un acto de descaro en


el cual el hombre agravia el honor de Dios.

El verdadero objeto del verbo es el nombre de Dios, el que se maldice y se


denigra en lugar de honrarlo, la pena por la blasfemia era la muerte por
apedreamiento. (Levítico 24:10-23).

CALVARIO: Se traduce del latín. Calvaria; que traduce del aramero.


Gulgota, que significa cráneo. (Juan 19:17).
Se ha sugerido es la adopción a dicho nombre porque en ese lugar se
efectuaban ejecuciones y se encontraban calaveras enterradas, también
porque el monte tenia formas rocosas en forma de claveras.

CISTERNA: Depósito subterráneo para almacenar el agua cuando llovía, o


procedente de vertientes.

COMUNIÓN: No hay una definición específica del término en el N.T.. Sin


embargo, somos llamados a la comunión unos con otros (1 Juan 1:3), con
Jesús (1 Cor. 1:9), con el Padre (1 Juan 1:3), y con el Espíritu Santo (2
Cor. 13:14). La comunión implica compartir intereses, deseos,
motivaciones, emociones y objetivos comunes. Requiere compartir tiempo
en comunicarse, ocuparse uno de otro y realizar actividades conjuntas. La
noción de comunión tiene una connotación de intimidad. Como cristianos,
tenemos fraternidad ?calidad de hermanos y por tanto comunión unos con
otros debido a nuestra posición en Cristo, ya que todos somos redimidos y
compartimos un conocimiento íntimo y personal de Jesús. Asimismo,
compartimos una fe (Hechos 2:42), una esperanza (Heb. 11:39,40), y una
necesidad (2 Cor. 8:1-15).
El término griego para comunión es (koinonia). Un uso muy importante se
refiere a compartir la Cena del Señor o eucaristía (1 Cor. 10:16).

CONDENACIÓN: Puede referirse tanto al acto de declarar culpable a un


hacedor de maldad, como al consecuente castigo inflingido. Sin Jesús,
todos quedamos condenados ante Dios no solamente por el pecado de
Adán (Rom. 5:16-18) sino también por nuestro propio pecado (Mat. 12:37).
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Sin embargo, "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están
en Cristo Jesús... porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha
librado de la ley del pecado y de la muerte" (Rom. 8:1-2). Los cristianos
han escapado a la condenación porque son perdonados en Cristo.

CONVERSIÓN: Indica la acción de volverse del mal hacia Dios. Dios


convierte (Hechos 21:19) a los perdidos en salvos, a los no regenerados en
regenerados. Esto se produce a través de la predicación del Evangelio
(Rom. 10:14; 1 Cor. 15:1-4) y resulta en arrepentimiento (Hech. 26:20) y
una nueva creación (2 Cor. 5:17). Hay una lista de los frutos de la
conversión en Gál. 5:22-23.

CONVICCIÓN: Es la obra del Espíritu Santo, por la cual una persona es


capaz de verse a sí misma como Dios la ve: culpable, mancillada, y
totalmente incapaz de salvarse a sí misma (Juan 16:8). En un incrédulo, la
convicción del Espíritu Santo revela la pecaminosidad y trae temor. En el
creyente, la convicción del Espíritu Santo trae conciencia de pecado y
resulta en su confesión y limpieza. Esta convicción el producida por el
Espíritu Santo (Juan 16:8), el Evangelio (Hech. 2:37), la conciencia (Rom.
2:15), y la Ley (Santiago 2:9). La convicción de nuestros pecados nos lleva
a la cruz. Nos muestra nuestra necesidad de perdón.

DIACONO: Servidor, el que sirve a la mesa en tiempos helénicos, ahora se


entiende como ministrar o para referirse a los ancianos dentro de una
congregación.

DISCÍPULO: La palabra proviene de la misma raíz que "disciplina" y se


refiere a un alumno o seguidor de una religión, persona o movimiento.
Como cristianos, debemos ser discípulos de Jesús (Luc. 14:26,27). En la
Biblia, es la denominación más frecuente de los cristianos. Seguimos en la
enseñanza que Jesucristo impartió y en el ejemplo que dio. Un discípulo es
un convertido, pero no todos los convertidos son discípulos. Como
discípulos, hemos de cargar nuestra cruz cada día (Mat. 16:24). Esto
significa vivir por El y de ser necesario, morir por El (Mat. 16:25) y, desde
luego, vivir vidas santas y sin mancha delante de Él y de nuestro prójimo.

DUALISMO: Posición antigua que sostiene que Dios consiste en dos


principios contrapuestos.

DOCTRINA: La palabra doctrina significaba enseñanza o instrucción. En el


Antiguo Testamento viene de la palabra “Legah” que quiere decir “Lo
recibido”.

DOCTRINA SANA: Es aquella que se conforma de acuerdo al evangelio de


Jesucristo contenido en la Biblia, depurada de genealogías interminables,
ni fabulas Judaicas. (1 Timoteo 1:10, 2 Timoteo 4:13).
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DOCTRINA DE DEMONIOS: Es aquella que distorsiona la verdad del


evangelio, en virtud a fenómenos para normales bajo el efecto de los
demonios, hacerlos parecer como procedentes de Dios.
También se le conoce como doctrina de demonios a creencias contrarias
ala doctrina, como por ejemplo a la prohibición del matrimonio y a la
abstinencia de alimentos, la idea es oponerse al mandamiento de Dios y a
sus enseñanzas. (1 Timoteo 4:1-4).

DOCTRINA DE HOMBRES: Esta se refiere a aquellos maestros que


querían esclavizar a los creyentes en prácticas prohibidas en cuanto a las
costumbres culturales. “Cosas que se destruyen con el uso” (Colosenses
2:20-23). Estas prácticas atan al hombre para que no vivan en el Espíritu.

DOCTRINA DIFERENTE: Dios quito la pared intermedia de separación


entre los judíos y los gentiles, enseñando que uno y los otros debían ser
considerados hijos de Abraham por la fe, y no debían tener diferencia de
doctrina, porque por todos murió Cristo.

HAMARTIOLOGIA: Ciencia que estudia al pecado en cuando a su origen,


naturaleza y consecuencias.

ESCATOLOGIA: Este término se refiere al estudio de los últimos


acontecimientos de la humanidad, con la consumación de toda la historia
del mundo, hacia donde se dirigen todos los actos redentores de Dios en el
transcurso de la historia.

ELECCIÓN, ELEGIDOS: Los elegidos son aquellos llamados por Dios para
salvación. Esta elección ocurrió antes de la fundación del mundo (Efe. 1:4),
y es conforme a la voluntad de Dios, no a la del hombre (Rom. 8:29-30;
9:6-23) porque Dios es soberano (Rom. 9:11-16). La doctrina de la elección
es enfatizada por los calvinistas, quienes asimismo sostienen la doctrina
de la predestinación.

ESCRITURAS: El término es un sinónimo de la Biblia; por tanto, se refiere,


en sentido cristiano, al conjunto de los 39 libros del A.T. y los 27 libros del
N.T. Cada uno de ellos es inspirado, libre de error, y completamente exacto
en los temas que trata. La Biblia completa, aunque escrita por muchos
autores humanos a lo largo de centurias, es completamente coherente y
armónica en todas sus enseñanzas; esto se debe a que toda la Biblia fue
inspirada por Dios (2 Tim. 3:16).
FE: La palabra fe (del latín fides, creer, confiar) se utiliza en la Biblia con
dos sentidos principales. En el primero, es sinónimo de confianza firme:
"Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se
ve" (Heb. 11:1). Como tal, es un don de Dios (Rom. 12:3) y viene por el oír
la Palabra de Dios (Rom. 10:17). La fe es el medio por el cual la gracia de
Dios es otorgada al creyente que confía en la obra de Jesús en la cruz (Efe.
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2:8). Sin fe es imposible agradar a Dios (Heb. 11:6). Es por fe que vivimos
nuestra vida de cristianos, "El justo vivirá por la fe" (Hab. 2:4; Rom. 1:17).
En el segundo sentido, fe es sinónimo de doctrina, o conjunto de verdades
históricas y conceptuales que configuran la fe cristiana: "me ha sido
necesario escribiros para exhortaros a que contendáis ardientemente por
la fe que ha sido dada una vez a los santos" (Jud. 3).

EVANGELIO: Significa el anuncio de buenas nuevas, también significa el


mensaje mismo, originalmente el anuncio de una victoria, en cuanto a
Cristo significaba su victoria sobre el pecado, cumpliendo su promesa a
Israel, de que el abriría un camino nuevo de salvación.

GENTILES: Termino utilizado para referirse en forma general a todos los


pueblos de la tierra diferente a Israel, por ser este solo el pueblo de la
promesa de la salvación.

GETSEGMANI: Este término significa prensa de aceite, huerto, ubicado al


este de Jerusalén, más allá del valle de cedrón y cerca del monte de los
olivos. (Mateo 26:30).
Era el lugar favorito de Cristo y de sus Discípulos y fue el escenario de la
agonía y de la traición de Judas.

GRACIA: La gracia puede definirse como el favor inmerecido, aquello que


se otorga sin mérito por parte del que lo recibe. La gracia de Dios es Su
libre acción para beneficio de toda la creación en general (gracia común o
providencia) y de los creyentes para la salvación (gracia especial o
salvífica). Se distingue de la Justicia y de la Misericordia. La justicia
consiste en recibir lo que se merece; la misericordia, en no recibir lo que se
merece. Por medio de la gracia salvífica recibimos la vida eterna, algo que
obviamente no merecemos. Pero debido al amor y la ternura de Dios
manifestadas en Jesús crucificado, recibimos la gran bendición de nuestra
redención.
La gracia es el Gran Regalo Aportado por Cristo e Inmerecidamente
Apropiado por nosotros. La gracia salvífica no requiere, y de hecho
descarta, todo mérito humano. Es debida a Dios y dada por El, debido a
quién es El, y no a quienes somos nosotros. Es el medio de nuestra
salvación (Efe. 2:8-9). Ya no estamos bajo la Ley, sino bajo la gracia de
Dios (Rom. 6:14). Vea también Hech. 15:11; Rom. 5:2,15-20; 2 Cor. 9:8;
12:9 .

IGLESIA: Término que designa al grupo de personas que comparten una


fe, y no se refiere al edificio como tal, y más bien se relaciona como parte
del cuerpo de Cristo, columna y baluarte de la verdad, que cree y se
desarrolla camino a perfeccionar por Jesucristo.

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INFIERNO: El infierno es el lugar del futuro castigo eterno de los


condenados, incluyendo a Satanás y sus ángeles caídos. Hay varias
palabras que suelen traducirse "infierno" en la Biblia: Hades, un término
griego, es la morada de los muertos que comprende el estado intermedio,
entre la muerte y la resurrección (vea Mat. 11:23; 16:18; Hechos 11:27; 1
Cor. 15:55; Apoc. 1:18, 6:8). Corresponde aproximadamente al hebreo
Sheol , el lugar de los muertos (no la tumba, que corresponde al hebreo
keber y al griego mnema). A esta morada intermedia van tanto justos
(Salmo 16:10, 30:3; Isa 38:10) como impíos (Núm. 16:33; Job 24:19;
Salmo 9:17). Gehenna , palabra griega que corresponde al hebreo ge-
hinnom, "valle de Hinom" (Jos. 15:8). Era un lugar donde antaño se hacían
sacrificios de niños y otras cosas abominables. Asimismo, también fue una
fosa común donde los cuerpos eran arrojados y quemados (2 Rey.
23:13,14). Posteriormente se empleó para designar el lugar de eterno
castigo; Jesús mismo la usó en este sentido (Mat. 5:22,29,30; Mar 9:43;
Luc. 12:5). Normalmente se traduce "infierno", y en Mat 5:22 el Señor lo
llama "infierno de fuego" (gehenna tou pyros). El infierno es un lugar de
fuego eterno (Mat. 25:41; Apoc. 19:20). Fue originalmente preparado para
el diablo y sus ángeles (Mat 25:41). Será, efectivamente, la morada eterna
de los ángeles rebeldes (2 Ped. 2:4), pero también de todo hombre que
rehúse arrepentirse y reconciliarse con Dios por medio de Cristo (Apoc.
20:15; 21:8). Esto ocurrirá en el juicio final, donde asimismo la muerte y el
Hades serán abolidos (Apoc. 20:14). Algunos cristianos y muchos sectarios
(por ejemplo, los Testigos de Jehová) rechazan la noción de un lugar de
castigo eterno; hay que recordarles que, según la Biblia, quien más habló
del tema de la condenación eterna fue nuestro Señor Jesucristo mismo; si
no aceptamos creer lo que nos advierte sobre este asunto, ?cómo podemos
tomar seriamente el resto de su enseñanza?

INSPIRACIÓN: Es la acción por la cual Dios guió a los autores humanos de


la Biblia; la doctrina de la inspiración establece que la redacción de las
Escrituras se realizó bajo la influencia directa de Dios. Esto no significa
negar el estilo propio de cada autor humano y de cada libro de la Biblia.
Dios no anuló la personalidad de Sus siervos, sino que más bien la empleó
para Su propósito de revelarse a Sí mismo a través de la obra de ellos. En
consecuencia, la Biblia está libre de errores y presenta con exactitud y
autoridad la enseñanza de Dios (2 Tim 3:16). Como tal, es una revelación
que proporciona, de la fuente suprema que es Dios mismo, un
conocimiento adecuado de Dios, la creación, el hombre, la salvación y el
futuro. Nos muestra el plan de salvación a través de Jesucristo, y el hecho
de que no podemos salvarnos sino por El.
El argumento más fuerte a favor de la inspiración divina de la Biblia
proviene del examen de las profecías del A.T. concernientes a Jesús y
cumplidas en el N.T. (Luc. 24:27-45). Debido a que la Biblia es inspirada,
sus palabras son inquebrantables y verdaderas (Juan 10: 34-36), eternas
(Matt. 24:35; 1 Ped 1: 22-25), enteramente confiables (Salmo 119:160),
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vivas y capaces de penetrar el corazón del hombre (Heb. 4:12). Por esta
razón, la inspirada Palabra de Dios realizará todo lo que El se ha
propuesto (Isa. 55:11).

IRA: Bíblicamente, es el juicio divino sobre el pecado y los pecadores. No


significa meramente una actitud impulsiva de Dios ante la impiedad, sino
que connota el odio, la repulsión, y la indignación de Dios ante el mal.
Dios es amor por naturaleza (1 Juan 4:16); no obstante, en Su justicia
debe castigar el pecado. La ejecución de este castigo es llamada la ira de
Dios. Se manifestará en su temible plenitud en el final Día del Juicio,
cuando aquellos que hayan rechazado la salvación serán enviados al lago
de fuego para su eterno castigo (Mat. 25:31-46; Apoc. 20:11-15). Además,
está presentemente manifestada en menor medida contra los inicuos
(Rom. 1:18-32) en el endurecimiento de sus corazones.
La ira se describe como la furia de Dios (Núm. 32:10-13), como siendo
acumulada (Rom. 2:5-8), y como muy grande (Zac. 7:12). La liberación del
creyente de la ira de Dios es a través de la expiación de Cristo (Rom. 5:8-
10). "Dios no nos ha dispuesto para ira, sino para alcanzar salvación por
medio de nuestro Señor Jesucristo" (1 Tes. 5:9).

JUICIO: La palabra juicio (griego krima) se refiere al acto de evaluar las


acciones de alguien; por extensión se refiere asimismo al castigo o condena
resultante de dicho acto. Existen varios juicios mencionados en el N.T.: El
juicio de los pecados del creyente (Juan 5:24), el juicio de la persona del
creyente (1 Cor. 11:31,32), el juicio de las obras del creyente (2 Cor. 5:10),
el juicio de las naciones (Mat. 25:31-46), y el juicio universal (Apoc. 20:11-
15). Probablemente estos dos últimos sean un mismo juicio.
No hay juicio para el cristiano con respecto a su salvación (Rom. 8:1).
Fuimos juzgados en Cristo, en la cruz, hace casi 20000 años. Sin embargo,
como cristianos seremos juzgados según nuestras obras (1 Cor 3: 10-15; 2
Cor. 5:10), muy posiblemente con grados variables de recompensa. Sin
embargo, cabe reiterar que este juicio de nuestras obras no afecta el hecho
ya consumado de nuestra salvación.

JUSTO, JUSTICIA: La justicia consiste en hacer lo correcto, y en un


contexto legal en dar las debidas recompensas o castigos. Es justo, pues,
que cada uno reciba lo que merece. Dios es misericordioso, pero también
es justo (Deut. 32:4, recto) y debe castigar el pecado. Merced a la gracia de
Dios, la justicia cayó sobre Su Hijo, de modo que la misericordia nos
beneficiase a nosotros, los que creemos en Cristo.

LAGAR: Cavidad rectangular ahuecada en roca, o construidos


artificialmente, en la que se pisaban las uvas, y de las que el jugo
resultante se encurria a un receptáculo ubicado en la parte inferior.

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LEVIATAN: Se entendía como un monstruo marino muy poderoso o como


el dragón, que de acuerdo con la mitología popular de la antigüedad
provocada eclipses cuando se envolvía alrededor del sol. En el libro de Job
se menciona dos veces y lo describe físicamente de una fuerza y apariencia
terrible. (Job 41:1-34).

MALIDICINCIA: Puede definirse como calumnia, difamación, o engaño, el


cual se logra desparramando falsos informes, o dando a conocer alguna
verdad en forma maliciosa. (Proverbios 12:17).

MANIFESTACIÓN: Manifestar algo significa “mostrar, revelar, estrenar,


hacer evidente, o hacer claro.” Una manifestación es un hecho o un
ejemplo de manifestar.
Primera de Timoteo 3:16 dice, “Dios fue manifestado en carne.” Este libro
usa la palabra manifestación para describir cualquier método, modo,
papel, o relación por lo cual Dios se revela a Sí mismo al hombre. Así
entonces, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo son manifestaciones de Dios
más bien que personas, porque la palabra personas contiene
connotaciones extrabíblicas de personalidades individualizadas que la
palabra manifiestación no contiene.

MAL: Puede definirse como la rebelión en contra de Dios. Es aquello


contrario a la voluntad de Dios. Existen males naturales (diluvios,
tormentas, hambrunas, etc.) y males morales (adulterio, homicidio,
idolatría, etc.). Los males naturales son una consecuencia de los males
morales. El pecado de Adán hizo que el pecado entrase en el mundo y
permitiera diluvios, tormentas, hambrunas, etc. El mal se originó con la
rebelión de Satanás (Isa. 14:12-14 Eze. 28:11-19) pero es continuado y
perpetuado por el hombre (Mat. 15:18-19).

MEDIACIÓN, MEDIADOR: Un mediador es alguien que interviene entre


dos partes, que las aproxima y facilita su reconciliación. La palabra
"mediador" no figura como tal en el A.T., pero sí el concepto. Dios entregó
la Ley a través de un mediador, Moisés (Gál. 3:19), quien fue un tipo del
mediador definitivo y verdadero, Jesús. La palabra mediador (griego µ ,
mesites) ocurre sólo unas pocas veces en el N.T.: 1 Tim. 2:5; Heb. 8:6;
9:15; 12:24. Es en el N.T. que la verdadera naturaleza de la mediación es
entendida en la persona de Jesucristo. El es el mediador de un mejor
pacto (Heb. 8:6). Jesús fue capaz de tornarse nuestro mediador al hacerse
hombre (Juan 1:1,14) y morir como nuestro sustituto (1 Ped. 1:18,19;
2:24). Así, El nos reconcilió con Dios (Efe. 2:16).

MITRA: Uno de los artículos de la vestimenta sagrada del sumo sacerdote.


(Isaías 22:18).
Se piensa que pudo ser una especie de turbante que se enrollaba en la
cabeza, sobre se colocaba la lamina de la diadema santa. (Éxodo 28:4).
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MESÍAS: Es la transliteración de la palabra hebrea que significa "ungido" .


Es el equivalente del término neotestamentario "cristo", que significa lo
mismo. Jesús, como el Mesías, fue ungido por Dios (Mat. 3:16) para llevar
a cabo su triple ministerio de Profeta, Sacerdote y Rey. Como el Mesías, ha
librado al creyente de las ataduras del pecado y le ha dado vida eterna. En
tal sentido, el Mesías es un Libertador, ya que nos ha liberado. El Mesías
fue prometido ya en el A.T. como proveniente de la descendencia de la
mujer (Gén. 3:15).

MISERICORDIA: La misericordia es la disposición a no ejecutar la justicia


cuando ésta es punitiva, el acto de condonar un merecido castigo. Debido
a nuestra pecaminosidad merecemos la muerte y eterna separación de
Dios (Rom. 6:23; Isa. 59:2), pero el mismo Dios proveyó la expiación por
nuestro pecado, y de esa manera nos mostró Su misericordia. Es decir que
Dios no entrega al cristiano a la consecuencia natural del pecado de éste,
la cual es la condenación. Es por la misericordia de Dios que Cristo "se
hizo pecado" en nuestro favor (2 Cor. 5:21) y cargó sobre Sí el castigo que
merecíamos (Isa. 53:4-5). De este modo, nos salvó de la condenación. Dios
nos salvó según Su misericordia (Tito 3:5) y se nos llama a practicar
nosotros mismos la misericordia, como un don de Dios (Rom. 12:8).
"Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" (Heb. 4:16).

MONOTEISMO: (Del griego: Monos= Único theos=Dios).


El monoteísmo es la creencia en un solo Dios, único y absoluto. El pueblo
hebreo ha sido el abanderado y defensor de la doctrina Monoteísta.
(Deuteronomio 6:4).

NAZARENO: La designación fue aplicada a nuestro señor Jesucristo por


los demonios. (Marcos 1:24).
También se utilizo para referirse a Jesús con respecto a su lugar de
procedencia, diciéndole a Jesús de Nazaret.

NECIO: En la Biblia, quien odia o desprecia a Dios; una persona


moralmente débil, quien desoye los consejos de los sabios y utiliza lo que
Dios le ha dado con fines egoístas. Es lujurioso (Prov. 7:22), haragán (Ecle.
10:15), no teme a Dios (Prov. 14:1), odia el conocimiento (Prov. 1:22), y es
justo en su propia opinión (Prov. 12:15). Como cristianos, hemos de evitar
la necedad (Efe. 5:4). Vea también Ecle. 7:25; Prov. 3:35, 10:8.

OCULTISMO: El ocultismo (de "oculto") pretende emplear para el provecho


propio fuerzas que están escondidas del común de los hombres pero que
pueden ser utilizadas si se sabe cómo. Involucra prácticas condenadas por
Dios, como la astrología (Isa. 47:13), el hacer maleficios (Deut. 18:11), la
consulta de espíritus (Deut. 18:11), la magia (Gén. 41:8), la hechicería
(Exo. 22:8), la brujería (Deut. 18:10), y el espiritismo (Deut. 18:11).
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Las prácticas ocultas como el empleo de tablas "Ouija", la adivinación por


naipes de Tarot, los horóscopos, y las sesiones espiritistas deben ser
completamente evitadas por los cristianos, pues además de ser peligrosas
para la salud mental y espiritual, son una abominación ante Dios. Por el
contrario, el rechazo abierto de tales cosas es una manifestación de una
conversión sincera a la Palabra del Señor (Hech. 19:18-20).

ORACIÓN: La oración es tanto un privilegio como un deber cristiano, a


través de la cual, mediante la intercesión del Espíritu Santo (Rom. 8:26)
nos comunicamos con Dios. Es la forma en que presentamos nuestra
confesión (1 Juan 1:9), pedidos (1 Tim. 2:1-3), intercesiones (Sant. 5:15),
acciones de gracias (Fil. 4:6), etc., a nuestro santo Dios. Se nos manda
orar (1 Tes. 5:17).
Algunos requisitos personales para la oración son un corazón puro (Salmo
66:18), fe en Cristo (Juan 14:13), y orar conforme a la voluntad de Dios (1
Juan 5:14). Podemos orar de pie (Neh. 9:5), de rodillas (Esd. 9:5), sentados
(1 Crón. 17:16-27), inclinados (Exo. 34:8), y con las manos (1 Tim. 2:8).

OMNIPOTENCIA: Un atributo que sólo Dios posee. Significa que El tiene


todo poder.

OMNIPRESENCIA: Un atributo que sólo Dios posee. Significa que El está


presente en todas partes a la vez. Debemos notar que esto es más de
simplemente la capacidad de aparecer dondequiera en cualquier momento
o la capacidad de estar en muchos lugares al mismo tiempo.

OMNISCIENCIA: Un atributo que sólo Dios posee. Significa que El tiene


todo conocimiento de todas las cosas, incluyendo la preciencia.

PACTO: Un pacto es acuerdo entre partes. El acuerdo, según las


costumbres del Cercano Oriente antiguo, consta de cinco partes: 1)
Identificación de las partes involucradas, 2) Un prólogo histórico en el cual
se establece el valor de la parte dominante sobre la base de sus actos, 3)
las condiciones del acuerdo, 4) las recompensas y castigos relacionados
respectivamente con el cumplimiento o la violación del pacto y 5)
formulación de los documentos en la cual cada parte recibe una copia del
acuerdo (por ejemplo, las dos tablas de piedra de los Diez Mandamientos).
En definitiva, los Pactos que Dios ha establecido con el hombre resultan en
nuestro beneficio. Recibimos bendiciones eternas mediante el Pacto de
gracia (para estudio adicional vea Gén. 2:16, 17; 9:1-17; 15:18; 26:3-5;
Gál. 3:16-18; Luc. 1:68-79; Heb. 13:20).

PANTEISMO: Es la creencia que no hace diferencia entre el creador y lo


creado y perciben a Dios como un todo existente, uno como extensión del
otro.

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PECADO: El pecado es todo aquello contrario a la Ley de Dios, que expresa


Su santa voluntad. Por ejemplo, si uno miente, comete pecado. ? Por qué?
Porque Dios ha ordenado no mentir (Exo. 20:16). Al hacer lo que Dios ha
prohibido, uno peca. Además, si uno deja de hacer lo que Dios ha
mandado, también peca (Sant. 4:17). En ambos casos, el resultado es la
separación eterna de Dios (Isa. 59:2). El pecado es iniquidad (1 Juan 1:3) e
injusticia (1 Juan 5:17). El pecado lleva a la ceguera espiritual (Juan 9:41)
y a la muerte (Rom. 6:23).
Pablo trata del pecado en la carta a los Romanos. Allí demuestra que todos,
judíos o no judíos, están bajo el dominio del pecado (Rom. 3:9). Pablo
prueba que el pecado no es simplemente algo malo que se ha hecho, sino,
básicamente, una condición del corazón humano (Rom. 3:3:10-12). En la
carta a los Efesios, Pablo afirma que "somos por naturaleza hijos de ira"
(Efe. 2:3). Sin embargo, "Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo
murió por los impíos" (Rom. 5:6).

PENTECOSTAL: Cincuenta días después de la muerte y resurrección de


nuestro Salvador y Señor Jesucristo, Dios derramó su Espíritu Santo
sobre un grupo de gente reunida en el aposento alto en Jerusalén (Hch.,
cap. 2). Ese día en que la iglesia nació, fue llamado "El día de Pentecostés
(Hch. 2:1).
El apóstol Pedro predicando dijo que esta experiencia gloriosa no era sólo
para aquella generación, sino para toda persona, en cualquier tiempo y
lugar que buscara de Dios. Porque la promesa es para ustedes, y para sus
hijos, y para todos los que estén lejos (Hch. 2:39).
Nosotros nos identificamos con todo lo relacionado a ésa experiencia de
recibir el Espíritu Santo por eso la Iglesia es "PENTECOSTAL". Por lo que
vivimos:
1. Una experiencia personal con Dios.
2. Poder para ser sanado, liberado de vicios, y ser transportado a una
dimensión más allá de simplemente vivir.
3. Gozo dentro de tu alma, que brota como ríos de agua viva.
4. Paz que sobrepasa todo entendimiento.
5. Conocimiento de la doctrina Apostólica; las mismas doctrinas
primitivas que practicaban los discípulos de nuestro Señor Jesucristo.

PERDÓN: El perdón es el acto deliberado de pasar completamente por alto


una ofensa, como si nunca hubiese existido. Es un concepto central de la
fe cristiana, como lo muestra el hecho de que existen en la Biblia tres
términos hebreos y cuatro griegos para expresar la idea de perdón. Ningún
otro libro sagrado excepto la Biblia enseña que Dios perdona
completamente los pecados. En las Escrituras se dice claramente que el

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perdón de Dios es tan pleno que el "olvida completamente" nuestros


pecados cuando otorga su perdón (Heb 10:17). Dios es quien toma la
iniciativa de perdonar (Col. 2:13).
Según la Biblia, existe un solo pecado por el cual Jesús dijo que no había
perdón del Padre, a saber, la blasfemia contra el Espíritu Santo (Mar. 3:28;
Mat. 12:32). El contexto de esta declaración indica que este pecado
consiste en atribuir a los demonios o espíritus impuros lo que en realidad
es obra del Espíritu Santo.

Para que el hombre reciba el perdón se requiere arrepentimiento (Luc.


17:3-4). Para que un Dios santo otorgue el perdón, se requiere
derramamiento de sangre (Heb. 9:22; Lev. 17:11). Nuestro perdón se basa
sobre el sacrificio de Cristo en la cruz (1 Juan 1:7; 2:12). Como cristianos,
se nos llama a perdonar de manera tan plena como nosotros mismos
hemos recibido el perdón de Dios (Mat 6:12; Col. 3:13).

PRESCIENCIA: Es el conocimiento anticipado de las cosas que ocurrirán;


la presciencia es un atributo de Dios. El pasado, presente y futuro son
todos en un sentido "presentes" en la mente de Dios. El habita en la
eternidad (Isaías 57:15) y tiene conocimiento infinito (Isaías 41:22,23). Por
tanto conoce todas las cosas de antemano. En el N.T. el término puede
significar asimismo "causar que algo ocurra"; vea 1 Pedro 1:2,20.

POLITEISMO: Es la creencia en varios dioses o divinidades, a las cuales les


atribuyen poderes y capacidades particulares.

UNICIDAD: En referencia a Dios, la Unicidad significa el estado de ser


absoluta e indivisiblemente uno, o uno de valor numérico. También, puede
haber una unicidad entre Dios y el hombre y entre el hombre y el hombre
en el sentido de unicidad de mente y de propósito. Este libro usa el
término Unicidad (con mayúscula) para significar la doctrina de que Dios
es absolutamente uno en el valor numérico, que Jesús es el Dios único, y
que Dios no es una pluralidad de personas. Así entonces la Unicidad es un
término moderno básicamente equivalente al modalismo o al
monarquianismo modalístico.

RAWACH-PNEUMA: Los antiguos hebreos utilizaban RAWACH para definir


el Espíritu y con ella también expresan la idea del halito o viento; lo propio
hacían los griegos con la palabra.

RECONCILIAR, RECONCILIACIÓN: La reconciliación involucra un cambio


para bien en la relación entre dos o más personas, antes distanciadas o
enemistadas. En teología, se refiere a un cambio de esta clase en la
relación entre Dios y el hombre. Somos por naturaleza "hijos de ira" (Efe.
2:3) y enemigos de Dios (Efe. 2:11-15). Sin embargo, "...fuimos
reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo..." (Rom. 5:10). A casa de
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la muerte de Jesucristo, la relación del cristiano con Dios experimenta un


cambio favorable. Nos tornamos ahora capaces de tener comunión con El
(1 Juan 1:3), lo que antes no nos era posible. Así, somos reconciliados con
El (Rom. 5:10-11). Una grave consecuencia del pecado es que nos separa
de Dios (Isa. 59:2), pero esto ha sido atacado y solucionado en la cruz; fue
logrado por Dios, en Cristo (2 Cor. 5:18).

REDENCIÓN: Redimir significa rescatar a alguien de la esclavitud. A


menudo implica pagar un rescate, un precio que hace posible la redención.
Los israelitas fueron redimidos de Egipto. Nosotros fuimos redimidos del
poder del pecado y de la maldición de la Ley (Gál. 3:13) a través de Jesús
(Rom. 3:24; Col. 1:14). Fuimos comprados por un precio, que fue el del
sacrificio de Jesucristo (1 Cor. 6:20; 7:23).

PNEUMA: Esto ha dado origen a la interpretación del Espíritu Santo solo


con una fuerza activa, pero la Biblia muestra que esa fuerza tiene
capacidad de oir, hablar, pensar, amar y voluntad propia, por lo tanto es
mas solo una fuerza activa.

TENTACIÓN: La tentación es aquello que nos mueve a pecar. Dios no


puede ser tentado (Sant.1:13). En cambio, nosotros podemos ser tentados
por nuestra lujuria (Sant.1:13-15), codicia (1 Tim. 6:9), falta de
examinarnos a nosotros mismos (Gál. 6:1), y el presuntuoso orgullo de la
vida (1 Juan 2:16), entre otras causas. Dios no tienta a nadie (Sant. 1: 13),
mientras que Satanás es el tentador por excelencia. Tuvo éxito con Eva, al
hacerle primero dudar de lo que Dios había dicho, al insinuar que El había
mentido, y al excitar el apetito de la mujer (Gén. 1-6): saciaría su hambre,
le daba placer y le abriría la mente. Satanás ha seguido tentando a todos
en sus deseos más primarios (comida, bebida, sexo), como en su codicia,
orgullo y ambición, para que desobedezcamos a Dios. Mucho después del
episodio del Edén, intentó el mismo procedimiento con Jesús, pero aquí
fracasó ruidosamente (Mat. 4:1-11). Jesús nos enseñó a orar para ser
librados de la tentación (Mat. 6:13) ya que el Señor es capaz de librarnos
de ella (2 Ped. 2:9). Dios no ha de permitir que seamos tentados más de lo
que El sabe que podemos resistir (1 Cor. 10:13). Por tanto, en Cristo
realmente tenemos el poder de resistir a Satanás (1 Ped. 5:18). Ya no
estamos inermes, y el diablo nada puede contra nosotros si nuestra
voluntad, fortalecida por el Espíritu Santo, no cede a la tentación.

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Bibliografía

Biblia Devocional De Estudio. 1991


La Liga Bíblica.
La Santa Biblia. 1960
Sociedades Bíblicas En América Latina
La Biblia de las Américas (© 1997 Lockman)

La Nueva Biblia de los Hispanos (© 2005 Lockman)

Reina Valera Gómez (© 2010)

Reina Valera (1909)

Sagradas Escrituras (1569)

Diccionario WEBSTER

Diccionario TEOLOGICO

Todos los escritos están apoyados con la escritura inspirada por


el Espíritu Santo y el uso de varias escrituras de los hijos de
Dios, para provecho de todo aquel creyente lector de la palabra
de Dios.

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Otros libros del mismo Autor:

1. Haciendo Discípulos – HD.


2. Sobre toda Carne.
3. Pasos Indispensables para la Salvación.
4. Indiscutiblemente.
5. Doctrinas Cristianas (Tomos 1, 2 y 3).
6. El Hijo de Dios.
7. El agua y el Espíritu - Los Dos Bautismos.
8. ¿Qué Creemos?
9. Las Maquinaciones de Satanás.
10. El Poder del Cristiano.
11. La Gracia.
12. El Diacono y la Diaconiza.
13. ¿Cómo ganar almas?
14. El libro Negro.
15. El camino a la inmortalidad.
16. ¿Cómo explicar el camino de la salvación?
17. Las enfermedades con propósitos.
18. Tratados metódicos 1,2 y 3.
19. Jóvenes predicadores – los 300 mensajes. (Tomos 1,
2, 3, 4,5, y 6).
20. Un Rey, un Dios y un Nombre.
21. Las Armas del Cristiano.
22. Preguntas y respuestas monoteístas.
23. Seminario cristiano en la casa y en el templo.
24. Vida devocional (Tomos 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7).
25. El diezmo y la línea de tiempo.
26. Los mal bautizados.
27. No sé orar.

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“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de


él.” (Proverbios 22:6 (Reina-Valera 1960 (RVR1960).

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