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De la idea a la pantalla

S te v e n D, K atz
Traducción: Marta H eras
ó La c o m p o s ic ió n de p l a n o s
las c o n e x i o n e s espaciales
El tamaño del plano
Todos sabemos que las unidades universales de composición son el plano
largo, el p lan o m edio y el prim er plano. Estos planos son un-desarrollo del
sistem a de continuidad en la m edida en que son.pordpnes superpuestas de
un m ism o espacio-y.sólo-tienen sentido en su relación entre ellas. Es decir,
se utilizan en .com bm aciónpara crear un orden espacio-tem poral coheren-
te. Aunque pueden utilizarse para describir espacios tan vastos como el sis­
tema solar o tan pequeños.com o la cabeza de.un alfiler, cuando utilizam os
estos térm inos siem pre sabem os cuál es el tam año aproxim ado de la zonn
,, encuadrada. La razón es que la escala de los planos está en función del sujo
¡j td y guardan una relación proporcional entre ellos.
Un plano largo del World Trade Center incluye en cuadro las dos torres
gem elas com pletas y una buena porción de M anhattan; un plano m edio del
edificio cortará algunos de los pisos inferiores. A l acercarnos para un p ri­
m er plano, una sola ventana puede llenar el cuadro. N o hay reglas fijas para
el uso de estos térm inos, y hasta los térm inos m ism os varían. En la figura
•6.1 de la página 122 se m uestran las alturas básicas del encuadre para la figu­
ra hum ana.
E l.cam b io d e.tam añ o -v aría d e u n p lan o a o tro , p ero está d e te rm i­
n ad o p o r lo s lím ites de la id e n tifica c ió n . M ien tras p o d am o s recon ocer
5 cada p la n o c o m o n n fragm en to sup erpu esto’ d é rp la n o g en eral, es acep
| tab le e f cam bio de escala. De h ech o , h asta esta d e fin ició n debe tener cu
i cu en ta el cam bio.en lo s e stilo s de m o n taje a lo larg o de v a ria s década».
D u ran te las cin co p rim era s d écad as de la h isto ria d e l cin e el paso del
p lan o g e n e ra l al p rim e r p la n o era co n sid e ra d o un s a lto d em asiad o
b ru sco p ara el p ú b lic o , a m en os que se in terca la ra un p la n o m ed iy de
't transición,.Los-.rno.ntadores d e H o lly w oo d ten ían p ro h ib id o yu xtn po
’ n er un p lan o g e n e r a f 6qn,.un-prim er p lan o p ara n o c re a r co n fu sió n en
el p ú blico só b re la lo c a liz a c ió n ex acta d e l p rim er p ian o . E n la acturill
dad , tras-varias décad as de fam iliaridad con las conv en cion es de H olly
w ood , el p ú blico acepta_sin.problem as los cam b ios de escala extrem on
En cu alq u ier .caso, lo m ás p rob ab le es q u e ja cap acid ad de comprenolrtn
del p ú b lico fu era p o r d e la n te de las co n se rv a d o ra s re g la s de m o n ln jr
del p asad o.
Pero la relación visual entre los diferentes planos no es más que la mllnt I
de la estrategia estilística de. la continuidad. Lo más frecuente es que loa j >1«
nos se relacionen por d ed u cción o inferencia. P or ejem plo, vem os un plmm
general de u n hom bre acercándose a una puerta. A continuación corlam i w
a un prim erísim o p lan o de su m ano m oviendo el picaporte. Aunque ni
p icaporte fu era dem asiado peq u eñ o para atraer n uestra atención en f I
plano general, suponem os que e?tá relacionado con el plano anterior poi qnr
resulta lógico, aunque podríam os estar viendo otra puerta en otro tlenipi>
y lugar. L a jó g ic a n arrativa y la conexión visual entre los planos contiilm
yen a crear la sensación de un espacio continuo. Estos dos conceptos, ln cnunn
|; y efecto y él reconocim iento espacial, proporcionan la base sobre la q ......ir
i ! organiza el estilo.de continuidad.

La composición-de píanos las' conexiones espacíala 121


Los planos largos, planos medios y primeros planos pueden describir cual­
Alturas de encuadre: quier sujeto o localización, pero se utilizan sobre todo para la descripción de
la figura humana. Estos térm inos adquieren un significado especial en rela­
ción con las figuras. Aquí los cambios de escala entre planos no se relacionan ¡ „
sólo por elreconodm iento deductivo oW5li¡d; sino que el encuadre viene deter-
nunado por las convenciones del arte posrenacentista o las reglas de las com- ■ ~-
Primerísimo plano
posiciones generalmente consideradas agradables y equilibradas. -
Primer plano medio
Primer plano completo El primer plano
Primer plano general La televisión ha contribuido en gran m edida a difundir el uso del prim er
plano, que nos acerca m ás a la acción, com pensando así el pequeño tama-
flod eT a pantalla. Para las secuencias de diálogo predom ina el encuadre de
Plano corto 1P ca la z a y hombros. Los productoreTpréócupadós fundam entalmente por los
costes prefieren los planos más cortos porque son m ás fáciles de ilum inar
y pueden com binarse con casi cualquier p lano, reduciendo la cantidad de
cobertura necesaria. La p referencia'porlos primeros planos ha llegado a los
largom etrajes a m edida que m ás y más directores de cine pasan de la tele- í^.
visión a la pantalla grande.
Plano medio-corto En el cine los ojos son los que m andan. Jean-Luc Godard dijo en una
ocasión que el corte m ás natural es el corte en la m irada. El poder evoca­
dor de este gesto explica en parte la historia de am or del cine con los gui­
ños, m iradas de soslayo, m iradas fijas, lágrim as, m iradas de reojo, m iradas
Plano medio airadas y tüdcret registro de expresiones dom inadas por los ojos. Los ojos
quizás sean el rasgo más expresivo del rostro hum ano, al com unicar en silen­
cio lo que la boca necesita transm itir sobre todo con palabras y sonidos._Una [
m irada puede decirnos que un objeto fuera de cuadro es interesante y en 5
qué dirección se encüentrá.'D el m ism o m odo que la longitud focal del bbje-
tivo"y la posición de la cámara"pueden situar al espectador en una relación
definida con los sujetos de la pantalla, la dirección de la.m irada de un suje­
to define claramente las relaciones espaciales en elCgspaclo escénico.'Los espec­
tad ores son esp ecialm ente sen sibles a las incongru encias en k s líneas
visuales entre dos sujetos que se están m irando y eri la m ayoría de" las situa­
ciones puedeñ'détecTár facilm erü élas pequeñas desviaciones en las m ira­
das. E l uso de "téleprom pters^' alineados con el eje del objetivo se ha
Plano medio completo popularizado sSbre-todOporque el público se da cuenta de cuándo un actor
está m irando un "telep rom p ter" ligeram ente descentrado.
El primer plano puede hacernos establecer una relación más íntima con
los sujetos de la pantalla q u elaq u e normalmente establecemos con cualquiera
fuera de nuestro círculo de fam iliares y amigos más cercanos. En ocasiones se
puede abusar de esta capacidad de escrutinio, con lo que el prim er plano pasa
a ser una violación del ámbito privado al forzar un grado J e Intim idad qué
s 5 I^ é lfé r ía “Cbmpártifsé por mutuo consentimiento. Pero la cám ara no nece-
'síta’ése consentimiento,'sobre todo si está equipada con un teleobjetivo. Los ,
cámaras de los noticiarios de televisión se entrometen con frecuencia en las vidas \t
de las familias en momentSs de dolor uHüzmdoprimerjsimos planos. Los espec­
ta d o res pueden sentii'se'incómódbs al contemplar secuencias de las que en su
vida diariainormalmente tendrían el tacto de apartarse. \
En todas las culturas hay costumbres relativas a la intim idad, el contac­
Plano completo. to físico y la conducta aceptable basadas en las distancias perm itidas entre la
genté én_a í^ ta s s ir u a e io n e s . ELcmeasta puede utilizar la cámara para regis­
trar estás distancias sociales de tal m odo que reaccionemos a ellas como si se
Figura ó . l : Alturas b ásicas de encuadre p ara la figura hum ana. estuvieran produciendo dentro de nuestro propio espacio personal. El primer

122 Plano a plano La composición de planos: las conexiones espaciales 123


plano no sólo puede revelar la intimidad; puede también hacernos sentir que
nos estamos entrometiendo en momentos íntimos o compartiendo un momen­
to vulnerable, como si la persona en pantalla se hubiera abierto a nosotros. Pode­
mos llegar a sentirnos desconectados o emocionalmente implicados con los acon-
¡ tecimientos y personajes de la pantalla, sobre todo m ediante la m anipulación (
! del espacio con el objetivo de la cámara.
La figura 6.2 m uestra una serie de ocho encuadres de prim eros planos
en tres form atos de pantalla, el form ato de la Academ ia, que es el m ismo
que para 16 mm. y la televisión (1:1,33); la pantalla ancha (1:1,85) y el pro­
ceso anam órfico del C inem ascope (1:2,35).
Las imágenes se m uestran em parejadas, tal y como podrían aparecer en
una secuencia, porque el equilibrio o desequilibrio de cualquier encuadre depen­
de de los planos que lo preceden y lo siguen. En los dos primeros encuadres
los sujetos están situados exactamente en el centro. A l pasar la vista por estos
dos encuadres, "leyéndolos" como si estuvieran montados, nos dam os cuen­
ta de que el cambio de planos carece de ritm o porque los ojos permanecen fijos
en el centro de la pantalla. Compárelos con los encuadres 3 y 4. Aquí las com ­
posiciones descentradas de los primeros planos alternados obligan a la vista
_ a moverse a izquierda y derecha, creando un cierto dinamismo. Este efecto sé \
\ acusa más a medida que aum enta la anchura de la pantalla. Es un buen ejem - ¡
\ pío de lo que significa el arte secuencial, en el que las composiciones no se valo- j
i ran aisladamente sino por el modo de combinarse en una secuencia.
Las convenciones del arte occidental se inclinan por los retratos en los
que e l? 0 s]:r0 jn }m iri 0iie..sítúajigeram en te descentrado para evitar las irri­
tantes com posiciones sim étricásTüa solución h ab itu ares'd ejar esp acio adi-j
"cional del lado de la pantalla hacia el que m ira el sujeto y m ás espacio en|%
la parte inferior del encuadre que en la superior. En el cine el uso de com - •
posiciones descentradas es m ás común a m edida que se ensancha la pan-

Igura 6 .2 : Primeros planos en tres formatos de ventanilla.

talla. Pero esto no debe ser un obstáculo para la experim entación. No Imy
ninguna razón para que los cineastas acepten estas limitacioneu si mi «r n|un
tan a su estilo de diseño. Los ejem plos siguientes ilustran proporcionen >l. l
encuadre com unes y m enos comunes.

Es posible aprovechar al m áxim o el ancho de la pantalla, com o w tn in


en la figura 6.3, que m uestra algunas opciones poco convendonnlm ili

124 Plano a plano La composición de planos: las conexionas atpacíale” I ’J '■


com posición de retratos. Es p osible utilizar encuadres m arcadam ente des­
centrados en cualquier form ato d e ventanilla, aunque el efecto es m ás acu­
sado cuanto más ancha es la pantalla. Este tipo de composición últimamente
es bastante habitual en los anuncios televisivos, influidos por las artes grá­
ficas para la publicidad. A su vez, esta tendencia ha ejercido una influen ­
cia sutil sobre el cine, que tiende a tomar prestadas las técnicas de otras artes.
A menudo se presenten primerísimos planos de los ojos,Ja boca y las ore­
jas, gehaiálm éflBp aíaa n jtá p ^ parte concreta de ía narración. Por ejemplo,
el plano de una mujer que vuelve a casa sola de noche por una calle desierta pue­
de estar seguido de un primerísimo plano de su oreja al oírse el débil sonido de
unos pasos. En esa misma situación podría utilizarse un primer plano del m ie­
do reflejado en sus ojos. Son soluciones habituales; si empieza a experimentar,
encontrará muchas más maneras de utilizarlos primeros planos de macro. La fi­
gura 6.4 muestráTréíTversiones de primerísimos planos y planos macro. En to­
dos los casos el punto de vista estaba frente al rostro o a unlado de éste, centrándose
en los rasgos faciales. Se trata simplemente de una convención más, que no tie­
ne por qué poner límites a su estilo personal. Pueden utilizarse puntos de vista,

Figura 6 .3

encuadres y tamaños de plano poco convencionales para experimentar con las


posibilidades del retrato jugando con las texturas, la luz y la infinita variedad de
I formas. Esto no quiere decir que haya que renunciar a los métodos tradiciona-
! les. No están en absoluto agotados y pueden ser tan expresivos, impactantes y
i conmovedores como las técnicas más experimentales.

El plano medio
3 Antes de que la televisión em pezara a insistir en el uso de prim eros y p ri­
m erísim os planos, el plano m edio era el vehículo habitual de las secuencias
de diálogo desde los prim eros tiem pos del sonoro. Este plano combina las
cualidades más ú tiles del plano general y el prim er plano y sigue u tilizán-
t dose m ucho en la televisión y los largom etrajes. Com o el plano general, el -
plano medio capta los gestos y el lenguaje corporal del actor, pero sigue están- 1
do lo bastante cerca com o para registrar las sutiles variaciones en la expre- J
. sión d el rostro.
El plano m edio es tam bién el form ato general en el que se com ponen
los planos de grupo en las secuencias de diálogo. Las agrupaciones típicas

La composición efe planos: ¡as conexionas espaciales 127


J las razones de la infrautilización del plano largo es que exige que las secuencias
1 * de diálogo se interpreten.en tomas prolongadas. La razón es que el plana largo
“encuadra habitualmente a todos los personajes que hablan en la secuencia, con
lo que hace innecesaria la alternancia de planos medios y primeros planos.-Si se
utiliza el plano largo con estos dos encuadres másajustados, el esquema de mon­
taje invariablemente se mueve en un registro más cercano y no regresa al plano
largo. Mientras que los planos medio y largo pueden abarcar la acción de una se­
cuencia sin recurrir a otros planos para completar la narración, un primer plano
generalmente puede ir acompañado de otros primeros planos, planos medios o
planos largos para satisfacer las exigencias narrativas de una secuencia.
Una de las características m ás atractivas del plano largo es que permite
al actor utilizar el lenguaje corporal. Este tipo de expresión física ha desapa­
2 recido casi por completo de las películas desde la época del cine mudo. Una
vez m ás, los responsables son la televisión y los productores tacaños, porque
no hay nada más barato de rodar o ilum inar que el prim er plano. Esto se-hace
- evidente en la manera de fotografiar los bailes para los vídeos m usicales, que
i rara vez muestran la figura entera en planos prolongados.
, En cuanto a la com posición, el plano largo de una sola figura ofrece
m uchas de las posibilidades de encuadre asim étrico del prim er plano. La
línea vertical de una figura de p ie encaja fácilm ente en los diseños centra­
dos en los esquem as gráficos, sobre todo en los form atos m ás anchos..
La figura 6.5 de la página 130 presenta dos ejem plos del.equilibrio del
encuadre en planos largos. El encuadre ligeram ente descentrado es tan
! com ún hoy en día que un sujeto situado en el centro tiene casi tanta fu er­
3 za como una com posición m arcadam ente descentrada.

E! eje
El planteam iento general de este libro es el de.estimular la búsqueda de solu
dones adaptadas a las necesidades individuales del cineasta. M uchas de las
soluciones que se dan como ejemplos forman parte de estrategias reconocibles,
pero la visión personal del cineasta puede rechazar en cualquier momento los
sistemas, las prácticas aceptadas, la sabiduría tradicional o las convenciones.
: Una vez dicho esto, podem os estudiar ahora la regla más básica de colocación
Figura 6 .4 I de la cámara observada en el sistema de continuidad: el eje.
.....' La finalidad del eje es bien sim ple: org anizarías posiciones de la cá.ma
*»ra para m antener.una dirección y espacio coherentes en la pantalla. Tam
son el plano de dos,, de tres, de cuatro o de cinco. Cuando hay m ás de cinco
bien es útil para la organización del plan de rodaje. Com o cada vez que la
intérpretes en cuadro la cám ara a m enudo tiene que retroceder hasta la esca­
cám ara pasa a una nueva posición hay que volver a ilum inar el plató, resu]
la de planos generales para incluirlos a todos, a m enos que las figuras estén
ta lógico agrupar los planos que tienen un punto de vista parecido y rodar-
significativam ente superpuestas. En este m om ento el plano m edio goza de
\ los a la vez (rodar p or cam pos de luz). Esto ahorra el trabajo de ilum inar
la m ism a popularidad que el prim er plano, pero siem pre y cuando se uti­
' cualquier posición de la cám ara m ás de una vez.
lice en com binación con prim eros planos, no como el marco principal de una
Podem os im aginar el eje com o una división.im aginaria que atraviesa
secuencia. En esta sección-no vam os a ver ejem plos de planos m edios, de
el espacio frente a la cám ara. Se concibió originalm ente para asegurarse.ck:
los que hablarem os con más detalle en la sección del libro dedicada a las
prácticas. .. que al rodar una secuencia desde varias posiciones distintas de cámara, éstas
] pudieran montarse sin una confusa inversión de las mitades izquierda y derc-
1 cha de la pantalla. De esta m anera, los sujetos que se m ueven en el encua­
El plano largo dre en un plano continúan m oviéndose en la m ism a dirección en el plano
' El plano largo como alternativa al plano medio o al primer plano ha caído en de- siguiente. El eje se conoce tam bién por "regla de los ciento ochenta grados"
|suso en los últimos veinte años, relegado al papel de plano de definición cuan- o "e je de la acción", y se ilustra en la figura 6.6 de la página 131. Para man
\do es necesario relacionar a un personaje y un decorado en un solo plano. Los ci­ tener una dirección coherente en pantalla de dos personas sentadas a una
neastas parecen poco dispuestos a representar una secuencia en un plano am- 1 I mesa, el sistema de continuidad propone que se trace un eje imaginario entre
püo cuando puede ser sustituido por un plano medio o un primer plano. Una de i ellas. La dirección de eje puede ser la que prefiera el director, pero por lo

128 Plano a plano La composición de planos: las conexiones espaciales 12 9


*
CAMARA

CAMARA

Figura 6 .6

Figura 6.73

general es la de las m iradas entre los sujetos que protagonizan la escena.


Una vez determ inado el eje se delim ita un espacio de trabajo de 180 grados
(el sem icírculo gris). Para una escena o secuencia determ inadas sólo es
( posible colocar la cám ara dentro de este sem icírculo. El resultado es que la
I dirección en pantalla de los planos tom ados desde un lado del eje será
í coherente. Es lo que vem os en la figura 6.7, que m uestra los planos obteni­
dos con las cám aras A, B y C de la figura 6 .6. Se dice que las p osiciones de
cámara fuera del espacio de trabajo som breado en gris están saltándose el eje. Figura 6.8
La figura 6,8 m uestra lo que ocurre si m ontam os seguidos dos planos tom a­
dos a ambos lados del eje, en este caso con las cám aras A y F. El resultado
es que el hom bre está m irando la nuca de la mujer. res siem pre es posible yuxtaponer dos planos cualesquiera entre sí. El sis-
^ tema incluye todos lo s tam años básicos de los planos y los ángulos de
| cám ara utilizados para las secuencias de diálogo en el estilo de continui-
El sistema de planificación en triángulo ; dad. El sistem a en triángulo se utiliza para todo tipo de situaciones, inclu-
Cuando se utiliza el eje hay otra convención, la del sistema en triángulo para , yendo sujetos aislados y secuencias de acción. Se utiliza continuam ente en
la colocación de la cámara, que es una manera abreviada de describir las posi­ I los program as de televisión en directo como concursos, program as depor-
ciones de cám ara a u n lado del eje. El sistem a postula que todos los planos i tivos y com edias de enredo. A unque en los sigu ientes ejem plos se han
básicos posibles para cualquier sujeto pueden tomarse desde tres puntos den­ representado tres cám aras, puede m overse una sola cám ara hasta cada
tro del espacio de trabajo d e los ciento ochenta grados. Al conectar los tresi punto del triángulo para tom ar uno por uno los distintos puntos de vista.
puntos, obtenem os un triángulo de forma y tam año v ariables, dependien-| Es lo que se hace a m enudo en los largom etrajes. Sin em bargo, el sistem a
do de las posiciones de las cám aras. En el sistem a de esquem as triangula - 5 en triángulo es adecuado para un m ontaje de varias cám aras siem pre que

130 Plano a plano La composición de planos: las conexiones espaciales 131


no sean necesarios grandes m ovim ientos de la puesta en escena o de la cáma­
PLANOS C O N ESCO RZO
ra. Esto plantearía el problem a de que una cám ara pasaría p or delante de
otra. H ay cinco m ontajes básicos de la cám ara que pueden utilizarse den¿
tro del triángulo: planos oblicuos individuales (planos m edios o prim eros
planos), planos m áster de dos, planos con escorzo, planos individuales de
punto de vista (planos m edios o prim eros planos) y planos de perfil.
En la figura 6.9, las posiciones de cám ara A y C son planos oblicuos de
los dos sujetos sentados a la m esa. La posición B es un plano de dos. Por
supuesto, los encuadres que acom pañan a cada posición de cám ara pueden
variar, y las cám aras A y C pueden tom ar plan os de cualquier tam año,
desde un prim erísim o plano hasta u n plano largo.
La figura 6.10 es el segundo montaje triangular para los planos con escor­ CÁM A RA A C Á M A RA C
zo. Las cám aras A y C se colocan en la con escorzo. La cám ara B sigue
tomando el plano de dos como en la figura 6.9, y por lo tanto no ha sido inclui­
da en los siguientes ejem plos. Las variaciones sólo se obtienen con las posi­
ciones de las cám aras exteriores o laterales.

Figura 6.1 0

En el esquem a representado en la figura 6.11, las cám aras A y C se han


situado inm ediatam ente por dentro del eje, .o más exactam ente la mirada
de los sujetos. Las posiciones de cám ara A y C se utilizan ahora para tom ar
prim eros planos desde el punto de vista de cada uno de los sujetos. En este
caso el sujeto que no está siendo fotografiado se apartará para colocar la cámn-
ra en posición. Es lo que indica la línea discontinua.

PRIMEROS PLANOS DE PUNTO DE VISTA

A C

Figura 6 .9 Figura 6 .11

132 Plano a plano La composición de planos: las conexiones espaciales 133


La figura 6.12 m uestra la última de las disposiciones posibles en el m éto­ LA CREACIÓN DE UN N UEVO EJE
do en triángulo: los planos de perfil utilizando las cám aras A y C. Com o es
natural, el ángulo exacto del plano, la com posición y el tam año del plano
pueden variar hasta el infinito dentro del triángulo siem pre que n o se
infrinja la regla del eje.

PIA N O S DE PERFIL

Figura 6.1 3

Una vez determinada el nuevo eje, la cámara puede saltarse el antiguo


eje en cualquier punto dentro del nuevo espacio de trabajo siempre que se man­
tenga la mirada entre los dos hombres. Observe que el espacio incluye tam bién
a la mujer. Aunque la regla de los ciento ochenta grados lo perm ita, no se
situará una cámara en el cuadrante X para fotografiar a la mujer. Cuando
se la vuelva a ver en un plano, la cám ara estará colocada de acuerdo con el
eje anterior. Esto es lo que se llama plano de situación. La lógica convencional
recom ienda reutilizar los ejes y sus correspondientes posiciones de cáma-
x
|ra para favorecer una im presión coherente del espacio m ediante la repeti-
' ción. Una vezéstab lecid o el m odelo básico de m ontaje (y la geografía del
plano), no es necesario el plano de giro para justificar un regreso al eje ante­
rior, ya que el espectador ya tiene una imagen general de las relaciones espa­
ciales entre los actores.
El cam bio de ejes es considerablem ente m enos com plicado en la prác­
tica. El plan de rodaje se organiza de m anera que todos los planos tomados
desde un punto de vista determ inado sean coherentes, aunque los diálogos
no se rueden en orden. M ás tarde se m ontan los planos en el orden correc­
to. En la pantalla puede dar la impresión de que el eje variable sigue un e s q u e * :
m a m ucho m ás com plicado de lo que realm ente es. ,..i

Determinación de un nuevo eje cuando un intérprete lo cruza


La creación de un nuevo eje a partir de una nueva mirada Un segundo m étodo para determ inar un nuevo eje es hacer que uno de los
j La única ocasión en la que se perm ite que la cám ara salte el eje es cuando j intérpretes de una escena salte su propio eje. Esto se ilustra en la figura 6.14
¡ se establece uno nuevo. U na de las m aneras de hacerlo es la ilustrada en la ¡ de la página — . Com o antes, el eje está entre la pareja sentada y el espacio
figura 6.13. En este ejem plo, el antiguo eje se había establecido entre la pare­ de trabajo para la cám ara está en el lado m ás próxim o al eje (A). En el Paso
ja sentada a la m esa. Un segundo hom bre se acerca a la m esa y el hom bre uno, el actor se levanta de la m esa y cruza el eje hasta una nueva posición
sentad'o dirige su atención hacia él. Esta nueva m irada determ ina un nuevo en el espacio B. En cuanto el hombre restablece el contacto visual con la mujer
eje con su correspondiente espacio de trabajo de ciento ochenta grados en el Paso dos, queda determ inada el nuevo eje. El nuevo eje m anda sobre i
para la cámara, el sem icírculo som breado. La determ inación de un nuevo la anterior, que pierde su validez. Una vez m ás, se crea un espacio de tra­
eje se introduce generalm ente con un plano de una persona que dirige su i bajo de ciento ochenta grados. El único requisito para esta estrategia es que\
atención hacia una nueva zona o persona dentro del encuadre. Este plano el cam bio de posición del actor ha de verse claram ente en un plano que per- \
de giro enlaza los dos ejes. m ita reorientarse al espectador.

134 Plano a plano La composición de planos: las conexiones espaciales 135


ESPACIO DE TRABAJO ALTERNATIVO
Paso 1

Figura 6.1 5

mfc*
Parte 1 Parte 2

i I-
líi-
i(t" * ■
ili. : »■:

Figura 6 .1 4 Plan o
(a su

O tro fa c to r a ten er en cu en ta a l d e term in a r cu a lq u ier n u ev o eje es


q u é lado va a u tiliz a r se p a ra la cám ara. La fig u ra 6.15 de la p ág in a —
ilu stra un m o n ta je a lte rn a tiv o al de la fig u ra 6 .1 4 . E sta vez el esp acio
de trabajo de la cám ara está del lado op u esto del eje. A m bas opcion es son
te jí!
i® i a ceptables siem pre que el nu evo espacio concuerde con el plano de g iro tom ado
d esde el e je an terior. E s lo q u e m u estra la fig u ra 6.16. La P arte 1 m u estra
el e je y el c o rre s p o n d ie n te e sp a cio d e tr a b a jo s e m ic ir c u la r p ara la
cámara. La línea que corta el semicírculo en dos es el nuevo eje que quedará
determinado cuando el hombre se ponga de pie y m ire de frente a la mujer. Figura 6 .1 6
Las cám aras A y B representan las alternativas para el plano de giro utili­
zad o para re g istra r el p aso d e l h o m b re a la n u ev a p o sició n . La P a rte 2
del esquem a m uestra el esp a d o de trabajo de ciento ochenta grados que
Com o regla general, el área de trabajo elegida para cada nuevo eje
re su lta ría de u tiliz a r la p o s ic ió n de cám ara B p ara el p lan o de giro. La
m antiene la cámara en el centro del grupo al rodar diálogos en una mesa o
P arte 3 m u estra el esp a cio de tra b a jo de c ien to o ch en ta grad os c o rre s ­
un recinto lim itado.
p o n d ien te a la p o sic ió n d e cám ara A p a r a el p la n o de giro.

136 Plano a plano La composición de planos: las conexiones espaciales 137


a soluciones más interesantes de los
El movimiento de la cámara por encima del eje
planos. En primer lugar, el montaje
No sólo los actores pueden saltar el eje determinando así otro nuevo; la cáma- 1¡ j en c o n tin u id a d n o es la ú n ica
ra tam bién puede m overse en panorám ica, travelling o sobre una grúa j ! manera de organizar las imágenes
hasta un nuevo espacio y un nuevo eje. Esto se consigue fácilm ente siem - ! cinem atográficas: otros m étodos,
pre que el m ovim iento de la cám ara sea continuo. En esta situ ación no es como el m ontaje cinético o analí-
necesario determ inar u na m irada y la cám ara puede m overse de un lado a r tico, pueden en trar en conflicto (
otro de la m irada entre dos intérpretes sin crear confusión. La figura 6.17 con la continuidad estricta y sin 1
m uestra una versión de esta estrategia con un recorrido curvo para la cám a­ em bargo ofrecer m ejores solucio- i
ra (la línea discontinua negra) que cruza el eje. | nes a los problem as creativos. En :
segundó”lugar, los espectadores
de hoy dom inan de tal manera el
lenguaje visual que son capaces
de "le e r" los esquem as de m onta­
je poco convencionales con relati­
va facilidad. Tenga en cuenta que
en algunas secuencias pueden obte-
. nerse resultados m ás dinámicos si
[' se cruza el eje y se invierte la direc-
| ción de pantalla. M ás tarde estu­
diarem os con m ás d etalle otros
tipos de m ontaje, pero por ahora,
m ientras seguim os analizando el
eje, tenga presente que hay m ane­
ras alternativas de organizar los
fig ura ó. 18: El eje sigue la dirección del movimiento.
planos.

Las secuencias de acción


En las secuencias de acción a menudo no hay mirada que determine el eje. En es­
te caso, el eje sigue el movimiento dominante del sujeto del plano. Si un coche per­
sigue a otro, el eje es la trayectoria de los coches, como se muestra en la figura 6.18.
Insertos ("cutaways") y planos de transición Si los dos coches van uno junto al otro, puede determinarse unjfeje adiciónal e ntre
O tra m anera de sa lta r el eje hasta otra p arte de la secuencia es interrum -' Jo s coches. Yo lallamó eje de mirada impíícífoporque cuando los conductores de los
pir la geografía de una secuencia con un plano claram ente relacionado con / coches no ocupan un lugar destacado en el plano, los coches pasan a ser los sím-
J a acción, pero no con la geografía de la escena. P or ejem plo, d igam os que ¡ bolos de los conductores y de su mirada. Esta situación es típica de los planos de
hem os determ inado el eje en una secuencia en el aula de u n colegio. Q ue­ "coches, barcos, aviones o cualquier otro medio de transporte con conductor. La fi­
remos saltar el eje, pero ninguna de las estrategias que hem os visto en los gura 6.19 muestra los dos ejes. Los planos tomados a ambos lados del eje de mo­
ejem plos an teriores fu ncion aría para la acción de esta secuencia. En este vimiento (posiciones de cámara A, C y B, D) producirán una inversión de la di­
caso, tom am os un p rim er p lano del cuad erno de un estud ian te o de otro rección de pantalla al montarse en sucesión, como vemos en las viñetas corres­
detalle pertinente. Este corte tiene la m ism a función que el plano de giro. pondientes del "storyboard". El eje de mirada implícito es un caso especial y só­
Cuando regresam os a la acción p rin cip al, la cám ara puede saltar el eje y lo manda temporalmente sobre el eje de movimiento. Por lo demás, la regla es que
determ inar uno nuevo. Esta solución se utiliza generalm ente com o tecur- > el eje de movimiento es el predominante. Aunque pueda parecer que éste tipo de
so de em ergencia en el proceso de m ontaje cuando surgen problem as de | situación es el que se intenta evitar con la regla de los ciento ochenta grados, lo |
continuidad. | cierto es que es un esquema de montajehastante habitual-incluso en secuencias i
' de diálogo en las que hay un eje de movimiento y uñ eje de mirada implícito.
. Es lo que ocurre en El P adrin o t í, cuando el jo v en V ito C orleone con­
El eje para sujetos y acciones en movimiento duce un pequeño cam ión p or las atestad as calles de N ueva York. Fanuc-
[ En mi opinión, la m ayor utilidad del eje es la de organizar la fotografía en i ci, el rey del crim en local, está sentad o a su lado y los dos conversan
L ia s secuencias de diálogo con m uchos actores. A unque la dirección de p a n -"' m ientras el coche avanza. Se han utilizado dos planos de m ovim iento, uno
talla puede parecer crucial para la com prensión de la relación entre sujetos a cada lado del coche, que encuadran una buena parte del coche y del fondo
m oviéndose con rapidez — por ejem plo, coches en una secuencia de perse­ en m ovim iento. M ontados ju n to s, los planos form an una pareja de p la­
cución— la observancia estricta del eje puede ser un obstáculo para llegar nos con escorzo m uy am plios. C ada vez que hay un corte du rante la con­

138 Plano a plano La composición de planos: las conexiones espaciales 139


resulta m olesta y es un buen ejem plo de la libertad de acción que ofrece
la regla de los ciento ochenta grados.

El cambio de eje en las secuencias de acción


Las estrategias para saltar "correctam en te" el eje en situaciones sin diálo­
go son básicam ente las m ism as que las que hem os visto para las secuencias
de diálogo, a partir de la figura 6.13 de la página — . La única diferencia es
que el eje principal del m ovim iento es sustituido por la m irada. Recapitu
lando, hay tres m aneras fundam entales de determ inar un nuevo eje/moví
m iento:

| 1) U n sujeto (coche, caballo, persona, etc.) puede saltar el eje determinan


I do así otro nuevo con la dirección de su nuevo eje de m ovim iento.

i 2) La cám ara puede saltar el eje, ya sea siguiendo a un sujeto hasta un


nuevo espacio escénico o sim plem ente desplazándose a un nuevo punto de
; vista para conseguir m ayor variedad gráfica.

j 3) U n nuevo sujeto pu ede en trar en cuadro y p asar a ser el. eje de m o v i­


m ien to dom inante fren te al eje origin al. Es un caso análogo al de la flgu ■
c ; ra 6.13, cuando un n u ev o personaje entraba en la escena y determ ina!).!
una nueva m irada.

Figura 6 .1 9 , Parfe 1: Dos posibles ejes


El salfo del eje cuando se está sobre él
, Cuanto m ás cerca esté la cám ara del eje m ás difícil es detectar cuándo la ha
'cruzado. En la figura 6.20 las posiciones de cám ara A y B están sobre el eje , 1
de m anera que al m ontarse juntas producen una inversión de la dirección
PLANO DESDE LA CÁM ARA
Ide pantalla. Este tipo de secuencia probablem ente se habría evitado hace
EN POSICION C
sesenta años; pero hoy en día el público no tiene problem as para com
p rend erla geografía del espacio escénico en este esquem a de m ontaje. R'iln
inversión es más llam ativa que otros ejem plos de rodaje sobre el eje porqur
el sujeto está de perfil. Cuando la m irada del sujeto es la m ism a que el eje
obtenem os una vista anterior y otra posterior, que ayudan al espectador .i
diferenciar los planos.
Cuando se está rodando generalm ente no es necesario realizar elnbo
radas puestas en escena y análisis lógicos para en contrar la m anera de
determ inar un nuevo eje. Estoy convencido de que si el cineasta tiene un
sólido conocim iento de la geografía cinem atográfica, una buena visión
general de la secuencia y ha tom ado notas detalladas de lo que-va a rodar
PLANO DESDE LA CÁM ARA I y lo que ya ha rodado, probablem ente no tropiece con grandes dificultad™
EN POSICION A 1 de continuidad.

Conclusión
La regla de los ciento ochenta grados no es m ás que una regla si se la accp
ta sin cuestionam ientos. M i opinión personal es que m uchos de sus supura
Figura 6 .1 9 , Parte 2 tos son exagerados. El público ha dado pruebas de ser m ucho m ás sagaz en
la com prensión de las relaciones espaciales en las películas de lo que geno
versació n se in v ierte la d irecció n del fon d o. La bru sq u ed ad del corte raím ente se supone. D irectores com o O zu, Bresson y D reyer desarrollaron
pod ría haberse su av izad o si los plan o s fu eran m ás co rto s, con lo qu e técnicas narrativas que a menudo infringen las convenciones de la continuid.u I
Vito y Fanucci ocuparían todo el cuadro. Pero la alternancia de plan os no para alcanzar sus objetivos. El espectador, exigente en otros aspectos, no se

14 0 Plano a plano La composición de planos: las conexiones espaciales 14 J


das de críticas centradas en el análisis de la izquierda de las lim itaciones
de la técnica narrativa tradicional, puede que la discusión se equilibre un
tanto al afirm ar mi convicción de que ningún estilo de realización cinem a­
Figura 6 .2 0 , Parte 1: El eje. Al montarse juntos, tográfica es superior a los demás. Si le parece que algún estilo o com bina­
los planos obtenidos con las cám aras A y B ción de estilos es adecuado para su trabajo, no hay razón para que no
invierten la dirección de pantalla.
experim ente. Si hay algo cierto en las artes, es que no hay reglas.

siente confundido por sus estilos visuales. A diferencia de Godard y el*"!


m ovim iento de cineastas radicales, estos directores no estaban rebelándo- j
se contra el estilo de continuidad, y sus soluciones visuales a cuestiones temá- \
ticas son más variadas y personales que el estilo a m enudo am anerado de*'
la izquierda.
H ace diez años la defensa del eje se habría considerado reaccionaria y
era descartada sin contem placiones p or casi todas las tendencias del cine
alternativo. Probablem ente todavía sea dem asiado pronto para realizar
una justa reevaluación del estilo de continuidad. Pero después de cuatro déca­

142 Plano a plano La composición de planos: las conexiones espaciales '■143


w

7 El m o n tajb :
la s co n e x io n e s te m p o ra le s
n 1920 el cineasta y teórico sov iético Lev K u lesh ov realizó un exp e­

E rim ento que se ha h echo fam oso en el que d em ostró que el sig n ifica­
do de una secuencia de planos puede crearse totalm ente m ediante el
m ontaje. K uleshov utilizó un p rim er plano del rostro inexp resivo del
actor ruso M oszhukhin como plano de reacción de tres secuencias distintas.
En ellas se ve al actor "rea ccio n a n d o " a un cuenco de sopa, im a m ujer en
un ataúd y un niño ju gan do con un osito de p elu ch e. El pú blico que veta
las escenas se m aravillaba ante la sensibilidad de la interpretación de Mosz-
. hukhin en cada situación, aunque se trataba en todos los casos era del mismo
prim er plano.
Aunque es innegable el potencial del proceso de m ontaje de determ i­
nar el sentido, este tipo de farsa al por mayor es un caso especial. En la mayo­
ría de las p elícu las de fic c ió n , los plan os casi n u n ca son b loq u es de-
construcción neutros tal y com o los utilizó Kuleshov, sino que han sido com ­
puestos para expresar una idea y contar una historia de acuerdo con el guión.
Cada plano, junto con la banda sonora que lo acompaña, contiene información
narrativa y gráfica que predeterm ina las decisiones clave del m ontaje, como
la duración y el orden de los planos. Esta visión del m ontaje pone el acen­
to en el papel del director y el guionista a la hora de determ inar la lógica
■ de la narración que proporciona la base para cualquier decisión que tome
el montador.
Cuando hablam os de la lógica de la narración, nos estam os refiriendo
en realidad a la estructura de los planos, las secuencias y las escenas. La estruc­
tura controla el orden en que la información sobre la historia se ofrece al espec­
tador. Es tan importante para el proceso narrativo como la información misma
que se ofrece. Com o la estructura de las películas puede presentarse en un
"sto ry b o ard " de m aneras fuera del alcance de un guión, el proceso de
visualización puede considerarse parte de la escritura y, en últim o térm i­
no, del proceso de m ontaje.

El impulso narrativo
La definición tantas veces citada que dio el novelista E. M. Forster del argu­
m ento es un buen punto de partida para em pezar a com prender el tipo de
lógica estructural que determina las elecciones de m ontaje. Forster enumeró
en prim er lugar una serie de acontecim ientos que no constituían un argu
mentó: "E l rey m urió y la reina m urió." Pero, observaba Forster, si decim os
"E l rey m urió y la reina se m urió de p en a" ya tenem os un argum ento, por
que hay una relación causal.
En el curso de cualquier historia, esta relación entre causa y efecto es \
, la intriga subyacente que consigue la participación del lector. Y lo hace
pidiendo al lector que participe estableciendo las relaciones lógicas entro
los acontecim ientos. El ejem plo de Forster se ha sim plificado para aclarar
una idea y n o n o s m uestra cómo podría presentar un au to ría relación entre
el rey y la reina. Por ejem plo, en los prim eros capítulos puede que la reina
se m uestre indiferente a la m uerte del rey. Pero a m edida que avanza la his-

El montaje: las conexiones temporales 145


toria, e) autor puede ir revelando pequeños detalles que aclaren que la ta contiene veneno, esto nos moverá a hacer toda clase de preguntas relativas al
reina, que ahora ocupa el trono, tiene buen cuidado de no m ostrar sus sen ­ qué, quién, cuándo, dónde y por qué del veneno. Como aportamos todo tipo de
tim ientos por m iedo a que sus súbditos la consideren débil. O puede que conocimientos y experiencias personales a cualquier historia que leamos o con­
en el prim er capítulo nos enterem os de la m uerte de la reina y hasta la últi­ templemos en la pantalla, especularemos sobre las posibles respuestas a todas
ma página no descubram os que la causa de su enferm edad era la m uerte las preguntas planteadas. Prácticamente todas las estrategias de montaje del ci- «
del rey. En am bos casos, el orden y el m odo de revelar el argum ento invi­ í¡ ne de ficción están concebidas para presentar un entramado de expectativas en !
tan al lector a la especulación, aunque en cada versión de la historia se reia- i una serie de planos, El resultad oesel movimiento narrativo.
... ten los m ism os acontecim ientos básicos. Esta m anera de disponer los planos es fundam ental en el m ontaje cine­
En la literatura, las causas y efectos se presentan a m enudo com o un m atográfico. H asta el "m on taje d ialéctico", que en opinión del cineasta
esquema de preguntas y respuestas que estim ula la participación del lec­ soviético,Sergei Eisenstein era una alternativa al m ontaje de causa y efec­
tor. El tipico final de capítulo de un serial en el que el protagonista queda to, explotaba el m ovim iento narrativo creando expectativas y form ulando
colgado sobre un precipicio y la respuesta a la pregunta de qué ocurrirá a preguntas. En el esquema dialéctico de planos de Eisenstein de tesis—antí­
continuación se retrasa para crear "su sp en se" es un ejem plo extrem o de la tesis— síntesis, los dos prim eros planos form ulan la pregunta "¿C u ál e s la-.-,-
explotación de este recurso. _s_.„ relación entre estas ideas?" La respuesta, ofrecida por Eisenstein en el plano
.......* , Las historias que utilizan una estrategia de preguntas y respuestas í núm ero tres, es la síntesis. E n este análisis, el "m on taje sov iético" y el m on­
pueden organizarse de m uchas m aneras. Una pregunta puede responder- taje en continuidad de H ollyw ood no son polos opuestos sino variaciones
se m ediante la acum ulación de detalles a lo largo de varias docenas de sobre el m ism o principio de estrategias a base de preguntas y respuestas.
páginas o puede ser respondida d e m anera concisa poco después de haber
sido planteada. De hecho, la presentación de la inform ación en forma de pre­ Los esquemas de preguntas y respuestas
guntas y respuestas está generalm ente presente en cada página de una his­
toria, operando sim ultáneam ente a varios niveles. Esto es tan cierto en el El esquem a m ás sen cillo de pregunta y respuesta para el m ontaje sólo
caso de un guión o película com o para una novela o relato breve. El m on­ requiere dos planos: por ejemplo, el plano de una persona mirando algo fuera
taje en continuidad está basado en esta clase de estrategias de preguntas y de cuadro seguido de un plano d el objeto que está observando. Los esque­
respuestas, aunque generalm ente hablam os de conexiones. A continuación m as no tienen lim itaciones de extensión y pueden necesitarse docenas de
enum ero los tres tipos de conexiones básicas que se encuentran en el m on­ planos para com pletar un ciclo de preguntas y respuestas. O los esquem as
taje en continuidad: pueden variarse alterando el orden de los planos. A unque no solem os
h ablar en estos térm inos de su narrativa, gran parte de lo que apreciam os
i en las películas de directores como Buñuel, Hitchcock, Godard, Welles y Truf-
Conexiones temporales: Cortamos de un hombre dejando caer su vaso
en un plano a otro plano del vaso rompiéndose en el suelo. ; faut está en su manera de desarrollar los esquemas de preguntas y respuestas
que estim ulan al espectador.
Conexiones espaciales: Cortamos de un plano general de la Casa Blan­
ca a un detalle reconocible de la misma en un plano más corto; por ejem­ El contexto
plo, el pórtico y la entrada principal.
El sentido de cualquier esquema dado de preguntas y respuestas puede
am pliarse o modificarse al cambiar el contexto en que se encuadra. Por ejem­
......Conexiones lógicas: Pasamos de un plano largo de la Casa Blanca a un
plo, en el experimento de Kuleshov nuestra comprensión de la reacción del hom­
plano del Presidente sentado en un despacho. En esta combinación no
bre ante la sopa, el ataúd y el niño está determinada por nuestra suposición
son necesarias las conexiones temporales o espaciales. Si reconocemos
de que el hombre está sinceram ente emocionado en cada escena. Si se añade
la Casa Blanca y reconocemos al Presidente, establecemos la conexión
una nueva escena que deje claro que sus reacciones son fingidas, interpreta­
lógica de que está sentado en un despacho de la Casa Blanca, aunque
remos de otra manera las secuencias originales. Aunque pueda parecer una
no se ofrezca ninguna información que nos diga que estamos en la Casa
estratagema muy rudim entaria, la manipulación de esta clase de elementos
Blanca.

Com o ve, estos tipos de conexiones crean la ilusión de u n m undo real


y palpable. Probablem ente podam os considerarlas conexiones de base que
determ inan el entorno de una película,-pero tam bién pueden utilizarse
para construir el argum ento y el contenido dram ático.

El movimiento narrativo
Para hacer avanzar la narración no sólo es necesario hacer preguntas sino tam- i
bién crear expectativas. Por ejemplo, en el caso de los dos planos utilizados pa­
ra mostrar al hombre que deja caer el vaso, las preguntas y respuestas sólo se uti­
lizan para representar la acción. Pero si sabemos que una de las bebidas de la fies­ Figura 7.1 : La relación de preguntas y respuestas entre planos los enlaza en una cadena con superposiciones.

El montaje: las conexiones temporales 147


narrativos era decisiva para la creación de "suspense" en las. películas de Hitch- Ejem p lo 3
coek o la construcción de un "g ag" de Buster Keaton. Vamos a cam biar de nuevo el contexto n arrativo. Esta vez sabem os que la
herm ana de Tom está buscándolo. Pero hasta este momento no la hemos visto
aparecer en la historia y no sabemos qué aspecto tiene. El contexto, presentado
El uso de los esquemas
en una secuencia anterior, no revela el paradero de Tom. Al empezar la secuen­
En. mi opinión, la cuestión principal a la hora de visu alizar no son los ele­ cia recibim os la prim era respuesta.
m entos gráficos de un plano o secuencia sino la estructura de la secuencia; í.
dicho de otro m odo, lo que el espectador sabe y cuándo lo sabe. P or lo gene­ Plano C: Tom y una chica desnudos y tendidos sobre una m anta en
ral las ideas con interés com positivo proceden más de la im aginación narra­ el claro. .
tiva que d e la experim entación gráfica radical. A R espuesta: "Tom está aq u í."
La primera serie de ejemplos ilustra cómo el contexto narrativo y el esque­
m a de preguntas y respuestas determ inan la lectura de una secuencia. Plano A: Una chica entra en el bosque.
Pregunta: "¿E s ésa L au ra?"
E jem p lo 1
Contexto narrativo: N uestra secuencia se desarrolla en el bosque en un día Plano B: Laura se para en seco a pocos m etros del claro.
de verano. Laura, una adolescente, está buscando a Tom, su herm ano mayor, g Respuesta: "É sta es Lau ra."
En este m om ento de la historia todavía no hem os visto a Tom, así que no
sabem os qué aspecto tiene. Al m ostrar a Tom en una situación com prom etida en el plano inicial,
se establece una situ ación llena de "su sp en se" para el resto de la secuen­
Plano A: Laura entra en el bosque. cia. Cuando Laura entra en el bosque en el segundo plano se enciende la
Pregunta: "¿D ónd e está Tom?" m echa y sabem os que es posible que se produzca un encuentro em barazo­

Plano B: Laura se para en seco a pocos m etros de un claro.


c so. H itchcock organizaba a m enudo las secuencias de este m odo al situar
al público en una posición privilegiada (e incóm oda), proporcionándoles
N ueva pregunta: "¿Q ué h a en contrado?" inform ación que el protagonista necesita desesperadam ente pero no puede
obtener. Un adorno adicional de la misma idea podría frustrar nuestras expec­
Plano C: Tom y una chica desnudos y tendidos sobre una m anta en tativas si dejam os que Laura en tu en tra a otras parejas h aciendo el am or en
el claro. el bosque antes de descubrir a Tom. Estos encuentros prelim inares estarí­
R espuesta: "Laura ha encontrado a su h erm ano." an concebidos para anim arnos a creer por un m omento que Laura ha encon-
t trado a Tom antes de revelarnos que no conoce a las parejas. Esto n os hará
Este es un esquem a sencillo de m ontaje a base de preguntas 3' respuestas, sentirnos inseguros sobre nuestra capacidad para conjeturar lo que va a ocu-
en el que el espectador puede prever fácilm ente el desenlace. En el siguien­ . rrir y más expuestos a la sorpresa del encuentro.
te ejemplo, si alteram os ligeram ente el contexto de m anera que sabem os qué Adem ás del contexto narrativo creado p or el cineasta, el público apor­
aspecto tiene Tom, el plano C pasa a ser una respuesta al plano A, plante­ ta ciertas suposiciones a su interpretación de cualquier escena utilizada por
ando al m ism o tiem po una nueva pregunta. el cineasta. Estas suposiciones pueden incluir nociones de gran arraigo
popular sobre la m oralidad o la fam iliaridad con las convenciones narrati­
Ejem plo 2 vas. El cineasta puede ju gar con estas suposiciones apoyándolas o subver-
tiéndolas.
Plano A: Lau ra entra en el bosque. Es lo que h izo H itchcock, de manera bastante p erversa, en Psicosis, al
Pregunta: "¿D ónd e está Tom ?" matar a la persona que durante el prim er tercio de la película el público toma
por el protagonista. Es algo totalmente inesperado que rompe todas las reglas
Plano C: Tom y una chica desnudos y tendidos sobre una m anta en ® de la narrativa convencional. El resultado es que el p úblico se siente total­
el claro. m ente despojado, com o de hecho lo estaba, de cualquier tipo de razón
R espuesta: "Tom está aquí." moral en el mundo de ficción que contempla. La conclusión que se desprende
N ueva pregunta: "¿Pod rá Laura encontrar a Tom ?" de estos ejemplos es la siguiente: los esquemas de m ontaje y el contexto narra-
:¡ tivo no presentan necesariam ente los acontecim ientos de una historia en un
Plano B: Laura se para en seco a pocos m etros del claro. _ ! orden cronológico sim ple.
R espuesta: "L au ra h a encontrado a Tom ."
Más variaciones del esquema de preguntas y respuestas
Si ahora queremos prolongar el tiempo antes de la llegada de Laura en el j ¡
■í B, el espectador compartirá un secreto con el cineasta al saber que Tom \ ' Adem ás de alterar el orden de los esquem as de preguntas y respuestas, pue­
j está cerca de allí, en una situación comprometedora. Este esquema de mon- den variarse el ritm o y la coordinación de los esquem as reteniendo parte o
taje coloca una respuesta antes de la pregunta, creando de este modo "suspense". toda la información narrativa esperada durante algunos planos o varias esce­
Podemos conseguirlo cambiando el orden de los planos y ajustando el contexto. nas. También es posible plantear m ás de una pregunta o respuesta dentro

148 Plano a plano El montaje: las conexiones temporales 14 9


del m ism o plano o com binarlas dentro de un plano. Podem os ver algunos En el fotogram a 1 se plantean dos preguntas: ¿Quién abre la puerta? y
ejem plos utilizando un m ini-guión de serie negra: ¿De quién es la mano que asoma detrás de la puerta? Cuando la persona entra
en la habitación en el fotogram a 2 obtenem os una respuesta parcial, al ente­
• Puede plantearse una pregunta en un plano que se responda varios rarnos de que se trata de un hom bre. Pero el fotogram a 2 tam bién plantea
planos después y no en el plano siguiente. la pregunta del significado del charco de tinta negra en el suelo. En el foto­
grama 3 el hom bre pone la m ano sobre la hoja de papel que está en la mesa.
Secu en cia A Esto responde a la pregunta de su identidad, ya que ahora sabem os que es
el hom bre al que le falta un dedo, pero se plantea una nueva pregunta: ¿Por
qué se ha recortado cuidadosam ente una parte de la carta? Por últim o, en
el fotogram a 4 n o s enteram os de que la pistola está en el suelo. Pero se plan­
tea una nueva pregunta: ¿Q uién es la m ujer de pie junto a la pistola?
Comparada con los ejemplos anteriores, esta última serie incluye mucha
m ás inform ación en el m ism o núm ero de planos. Se trata de una exagera­
En este caso la m irada del plano inicial norm alm ente sería respondi­ ción de los esquem as de preguntas y respuestas, pero estas m ism as estra-
da por un plano de la pistola. Pero la respuesta ha sido aplazada m ientras j . tegias han sido sutilmente utilizadas por Bergman, Kurosawa, Dreyer y otros
los planos 2 y 3 m uestran al hombre encendiendo la luz. ! m uchos cineastas para construir una ficción psicológica e im plicar al espec-
1 tador en los dilem as m orales que presentaban.
• Puede darse una respuesta en un plano y plantear después la pregunta.
Si intentam os im aginar una representación gráfica de las relaciones de
preguntas y respuestas que hem os estado viendo, los planos no aparecen
Secu en cia B
conectados borde con borde cuando el m ontador ordena el m aterial roda­
do, sino que parecen m ás bien una serie de viñetas superpuestas, como una
baraja abierta en abanico. La figura 7.1 de la página 147 m uestra la relación
narrativa entre planos dentro de una serie. Cada uno está conectado al
, sigu iente por alguna relación causa-efecto. A lgunos planos tienen más
i im portancia narrativa que otros, m ientras que otros se quedan en segunde
| térm ino sin responder a preguntas o plantear otras nuevas, apoyando sim -
En esta versión el corte a la m irada ha sido invertido, de m anera que
; píam ente la inform ación existente con detalles adicionales.
vem os el objeto de atención antes que la m irada sobre él.
• Una pregunta puede ser planteada y explicada con más detalle en una se­
rie de planos antes de ser respondida en un solo plano o una serie de planos.
Los límites de comprensión
Como las técnicas narrativas de preguntas y respuestas a menudo relacionan de
Secu en cia C manera indirecta las diferentes informaciones, este estilo indirecto puede pro­
vocar confusión en el lego en la materia al aparecer descrito en un guión, lista de
planos o "storyboard". Los guionistas, directores y montadores pueden ser ani­
mados a evitar los esquemas poco comunes de preguntas y respuestas, debido
a la errónea creencia de que los resultados estarán más claros para el público. U n
ejemplo sería el clásico plano de situación al principio de una secuencia. Por ejem­
plo, una secuencia acaba cuando nos enteramos de que la suplente en una obra
Por supuesto, la pregunta en estos planos es quién es la persona que se dirige al teatro para sustituir a la protagonista enferma. En el plano inicial de
entra por la puerta y por qué. La respuesta parcial es que se trata de un hom ­ la siguiente secuencia vemos el teatro. Este esquema familiar nos muestra sim­
bre, y en el fotogram a 3 vem os que le falta un dedo. En el fotogram a 4 nos plemente lo que ya esperábamos ver y no contribuye mucho a crear expectati­
enteram os de que está ahí para buscar la pistola. vas ni aporta nada al movimiento narrativo. Pero si la presentación del teatro es­
tá compuesta de planos separados que plantean preguntas, el espectador se ocu­
• En un plano o planos puede plantearse más de una pregunta. Por con­ pará de relacionar estas piezas para componer una afirmación significativa. Ob-
siguiente, en un p lano o planos puede darse m ás de una respuesta. ¡ serve esta secuencia de planos como presentación de la localización del teatro:
Un primer plano de algunos programas de teatro arrugados en el suelo.
S ecu en cia D
+ U n prim er plano de decorados teatrales en un basurero.
+ Un prim er plano de una m arquesina vacia en la que faltan
la mayoría de las letras.
= Una obra clausurada.
E s una alternativa narrativa a un plano de situación que m uestre la facha­
da de un teatro con un gran letrero sobre las puertas de entrada con la
palabra "cerrado" en grandes letras. Las dos versiones son estrategias fam i­

150 Plano a plano El montaje: las conexiones temporales 151


liares, y la lección no es una solución en concreto sino la idea general de que Cualquier cineasta conoce la utilidad del procedimiento, ya que se puede mover
la narrativa ha de involucrar al espectador en todo m omento. la cámara para tomar puntos de vista.adicionales con bastante rapidez, com ­
A m edida que los esquem as de m ontaje narrativo se hacen m ás com ­ parada con el tiempo necesario para ilum inar un plató y preparar una secuen­
plejos y sincopados, es cada vez más difícil realizarlos sin una planificación cia. Una vez cubiertas las necesidades técnicas y dram áticas de la secuencia,
considerable. Com o hem os visto, los esquem as m ás arriesgados a m enudo los directores a menudo sienten la tentación de tomar todos los planos posi­
suponen una superposición de preguntas y respuestas de un plano a otro. bles antes de desm ontar las luces y pasar a la secuencia siguiente. Además, la
Esta precisa interrelación entre planos tiende a lim itar las opciones de m on­ película es relativamente barata comparada con el coste total de la producción
taje hasta reducirlas a un plan cuidadosam ente elaborado. P or otra parte, para un día completo de rodaje. Incluso cuando se usa un "storyboard" sue­
las opciones d e m ontaje elim inadas son casi siem pre soluciones de rutina. le adoptarse la m isma actitud; el núm ero de planos adicionales que se ruedci i
En cierto m odo, las estrategias de m ontaje de toda la vida son fácilm ente depende de la seguridad y la experiencia del director. Y por últim o está el fac­
intercam biables precisam ente porque carecen de las relaciones de conexión tor del entusiasmo. A m uchos directores sim plem ente les encanta tomar im á­
de las estrategias m ás com plejas de preguntas y respuestas. Esto nos lleva genes. Incluso después de que haber enlatado todos los planos necesarios, si
al tema de cubrirse en el rodaje de la acción. hace buen tiempo o la ilum inacióny el decorado son m uy buenos, puede resul­
tar m uy difícil dar por term inado el rodaje.
Uno de los aspectos m ás útiles de rodar cubriéndose es que la acción se
Montar en cámara o rodar "cubriéndose" representa hasta el final para la mayoría de las situaciones, aunque el direc
En teoría, un "sto ry b o ard " bien desarrollado puede m ostrar al director tor sólo tenga previsto utilizar una pequeña parte de una tom a determinada.
todos los planos que necesita para una secuencia. Si el director y el opera­ Esto es de gran utilidad a lá hora de rodar diálogo. Por ejem plo, una secuen­
dor ruedan las viñetas tal y como aparecen sobre el papel, hasta puede cal­ cia en la que un padre habla a sus hijos aparece en el "storyboard" de maní'
cularse la d uración de los planos. M ás adelante, el m ontador sólo tiene que ra que el único que habla es el padre. En los "storyboards" el ¡5adre es presentado
recortar algunos planos aquí y allá para que encajen lim piam ente entre sí. en un plano de tres que pasa en travelling junto a los niños y acaba con un prl
Este m étodo de rodaje se llama m ontar en cám ara y requiere un guión p er­ m er plano de papá. Toda la secuencia se interpreta en una sola toma larga. Aun­
fecto, un "sto ryb o ard " perfecto y una ejecución perfecta de cada plano. El que todos los miembros del equipo creativo puedan estar de acuerdo en que
optimismo puede ser una virtud, pero pasar por alto todas las cosas que pue­ así es como hay que fotografiar la secuencia, no sería prudente depender de
den salir mal en la realización de una película — que son m uchas— es una un solo plano sin tomar planos de reacción de los niños al m ism o tiempo. 121
tem eridad! C ortar en cám ara es como trabajar sobre el alam bre sin red. director estará entonces cubierto en caso de que haya algún problema con el
plano de movimiento, lo que no quedará claro hasta ver las primeras pruebas.
El punto de vista alternativo parte del supuesto de que la perfección es
inalcanzable para em pezar a hablar, y por lo tanto no merece la pena aspirar Supongamos ahora que en lugar de utilizar el largo plano de travelling 111
a ella. Los directores que piensan así y que no están muy seguros de cómo visua­ dicado en el "storyboard", el director prefiere rodar cubriéndose. Probablemei i
te tome un plano medio y un primer plano del padre y los mismos planos de los
lizar ruedan las secuencias recurriendo a una fórmula programada de posi­
ciones de cámara. Este sistema, basado habitualm ente en el sistema en trián­ niños, seis planos en total. Probablemente ruede también un plano de tres con
gulo para la colocación de la cámara, se llama cubrise y utiliza varias posiciones escorzo de los niños y un contraplano con.escorzo del padre. Serían ocho pos i
de cámara para cada acción, asegurándose así de que será posible montar una ciones en total. La cantidad de tiempo necesaria para iluminar y fotografiar to
secuencia lógica en el proceso de montaje. Norm alm ente basta con una selec­ dos estos planos podría fácilmente obligar a sacrificar el travelling. Está es la elec •
ción formularia de planos generales, m edios y primeros planos para hacerse íción-práctica^ntre rodar cubriénse y el montar en cámara.
con una transcripción básica de cada secuencia, y la aportación del m ontador Este ejem plo debería dejar claro que el equilibrio entre los dos m éto­
adquiere mucha importancia. Aunque cubrirse es una manera extremadamente dos depende de cada situación. Es evidente que algunas secuencias son más
segura de rodar, tam bién resulta poco inspirada, al renunciar a las estrategias fáciles de rodar que otras, por razones técnicas o dramáticas. A veces es poal
visuales diseñadas específicamente para responder a las necesidades de una ble rodar cubriéndose y m ovim ientos complicados de travelling u otros mon
secuencia a menos que se hayan tomado primero todos los planos para cubrir­ tajes que llevan m ucho tiempo. Pero puede estar seguro de que m uchos di-
se. Por desgracia, dentro del calendario de rodaje con frecuencia sólo hay tiem­ los planos no se utilizarán en el m ontaje final. Parte del aprendizaje dol o fi­
po para rodar la cobertura, y la consecuencia es que muchos planteamientos cio de visualizar consiste en tener una buena noción de lo que va a fund o
visuales interesantes no se ponen nunca en práctica. n ar antes de poner la cám ara en m archa. Todos los directores se dejan un
Cada m étodo, m ontar en cámara o rodar cubriéndose, tiene sus ventajas m argen de error y se cubren, pero saber p or adelantado qué funciona y qué
y desventajas y rara vez se utiliza en exclusiva en la realización de largom e­ no se traduce en una media alta de planos utilizables. La recom pensa no ns
trajes. Por esta razón, "cubrirse" puede referirse no sólo a un sistema de colo­ el dinero ahorrado al rodarse m enos posiciones, sino el tiempo adicional que
cación de la cámara sino también al rodaje de planos de recurso adicionales puede utilizarse para correr m ayores riesgos artísticos con una puesta en
(además de los que aparecen en el "storyboard") si hay tiempo suficiente o si escena, planos e interpretaciones m ás am biciosas.
el director se ha arriesgado con un planteam iento poco com ún para una
secuencia. Una vez que se ha iluminado y hecho un ensayo mecánico del pia­ La composición de la acción para el montaje
fó y que se han rodado los planos esenciales necesarios para la narración de
la historia, la actitud del director y del operador es por lo general la de "ya que H asta aquí este capítulo se ha centrado en el m ontaje desde el punto de vía tu
estamos aquí, más vale que tomemos algunos planos de recurso por si acaso ". de quien visualiza la película, poniendo el acento en la narración de la hlíilo

152 Plano a plano El montaje: las conexiones-temporales J53


ria y el m ovimiento narrativo. Pueden encontrarse estudios detallados de las Plano nen presente esta estrategia esencial del m ontaje plani­
técnicas de montaje para el montador, además de los procedimientos en la sala cie salida fican la acción de m anera que se superponga al punto de
de montaje, en varios m anuales que encontrará en la sección de lecturas reco­ corte previsto entre diferentes posiciones de cámara.
mendadas al final del libro. Sin embargo, cualquier cineasta que quiera visua­
lizar una secuencia encontrará útil un breve repaso a estas técnicas. Las entradas y salidas
Cuando el sujeto de un plano entra o sale de cuadro, la
Los cortes en movimiento práctica com ún es hacer el corte cuando el sujeto toda­
vía está parcialm ente en cuadro. La figura 7.3 m uestra la
Como se dijo al principio del capítulo, los puntos de corte son "colocad os"
Punto posición de un sujeto en un plano de salida y otro de entra­
en el plano o al m enos el director los tiene en cuenta durante la puesta en
de empalme da. El efecto sobre la pantalla es el de suavizar el corte y
escena de la acción. Hay tres m aneras de m ontar un plano para m antener
acelerar el ritm o de la acción.
la continuidad de la acción Cuando se com binan dos o m ás vistas de un suje-

Intervalos de corte Plano


de entrada Cortar saliendo de campo
para la acción Se trata de una estrategia alternativa para cortar un m ovi-
, m iento uniendo puntos de vista distintos del mismo suje­
Figura 7.3 to. En lu g ar de cortar m ientras el sujeto está en cuadro,
se espera a que salga de cuadro antes de hacer el corte a
un nuevo p lano. En esta estrategia es h abitual quedarse
un instante en el encuadre vacío del plano de salida. En la figura 7.4 vemos
un ejem plo. En el plano de salida hay unos pájaros que entran en cuadro,
dándonos así una acción que contem plar durante uno o dos segundos como
m ínim o al final del plano (en nuestro diagram a el últim o fotogram a repre­
senta lo que serían veinticuatro o más foto-
Plano de salida gramas reales de la película).
Hay varias opciones a la hora de cor­
tar al plano de entrada después de despejar
el cuadro, dependiendo del tiempo que
se mantenga el cuadro vacío en el plano de
A _________________________ ^ /£_________________ salida. Una opción es que el plano de entra­
da (A) se abra sin el sujeto en cuadro. Este
Antes del salto En pleno salto Después del principio puede ser de d uración variable,
dependiendo de la acción en el plano antes
Figura 7 .2 : Intervalos de corte p ara ta acción
de la llegada del sujeto principal. Si empe­
Esta composición se zam os en un parque lleno de gente o un
mantiene uno o dos arroyuelo en el bosque, el principio cum ­
to. Supongam os que tenem os un plano de un niñ o corriendo por el jardín segundos ple la función de un plano de situación y
de su casa y saltando por encim a del seto a la acera, como vem os en la figu­ puede m antenerse varios segundos. Una
ra 7.2. La prim era tom a abarca toda la extensión de la acción. Ahora deci­ segunda opción es que el plano de entra­
dim os cortar a un nuevo punto de vista en algún m om ento de la prim era da (B) se abra con el sujeto ya en cuadro.
tom a. Tenem os tres opciones: 1) Podem os co rta r al nuevo plano en el No es una práctica h abitual en el estilo de
momento en que el niño llega al seto y em pieza a saltar. 2) Podem os cortar continuidad, ya que resulta un tanto brus­
al nuevo plano cuando el niño está en pleno salto. 3) Podemos cortar al nuevo co. Una tercera altern ativa sería cortar
plano después de su aterrizaje en el suelo. cuando el sujeto está parcialm ente dentro
Todos ellos son puntos de corte aceptables, pero la práctica com ún en de cuadro, como se m uestra en la figura
el estilo de continuidad situaría el corte en algún m omento de la acción más anterior (7.3).
que antes o después del salto del chico. Así se consigue disim ular más el El m étodo de fuera de cam po puede
corte y hacer invisible la transición al nuevo plano. El m om ento exacto del verse de dos m aneras. En prim er lugar
corte depende del sujeto y del sentido del m ovim iento del montador. sirve para enlazar planos del m ism o suje­
El corte en plena acción se encuentra en prácticam ente todos los tipos to sobre fondos distintos. E n este caso
de secuencias, ya esté el sujeto d el plano.llevándose un vaso a los labios o cumple una función parecida a la del enca­
simplemente volviendo la cabeza o m oviendo los ojos. Los cineastas .que tie- ¡gura 7 .4 denado y señala un intervalo de tiempo.

154 Plano a plano E l montaje: las conexiones temporales 155


La segunda función es la de despejar el cuadro en sustitución del corte en
la acción, de m anera que un plano de entrada y otro de salida representen
un tiempo continuo. En general, vaciar el cuadro es una salida fácil para los
directores preocupados por preservar la continuidad, ya que con esta téc­
nica es casi im posible com eter un error de continuidad. De hecho, es un corte
tan flexible que puede utilizarse para enlazar planos tom ados desde lados
opuestos del eje.
Una últim a estrategia es la ilustrada en la figura 7.5. En
esta versión el plano de salida acaba con el sujeto claram en­
te dentro de cuadro. El plano de entrada em pieza antes de que
aparezca el sujeto y se m antiene sobre un encuadre despeja­
do durante p or lo m enos un segundo antes de la entrada del
sujeto (una vez m ás el fotogram a despejado del diagram a
representa m uchos m ás fotogram as despejados).

El montaje y la visualización
Una de las ventajas de conocer los procedim ientos conven­
cionales de m ontaje es que dan al cineasta un punto de par­
tida a la hora de visualizar. La planificación de una secuencia
en particular resulta m ás fácil si se tienen claros los tipos de
m ovim iento que ofrecen oportunidades de corte. E n cual­
quier secuencia el cineasta visualizará el tiempo que deben verse
determ inadas acciones antes de pasar a otro plano. Luego
tratará de p lanificar la acción en ese punto de m anera que el
m ontaje tenga un desencadenante visual.
Esto pu ede p arecer m ucho m ás autom ático de lo que
realm ente es. Si estas reglas parecen dem asiado restrictivas
hay que recordar que pueden infringirse en cualquier momen­
to en beneficio de una idea mejor. El valor de com prender los
procedim ientos de m ontaje es que perm iten al d irector visua­
lizar una im agen general de las posiciones de cám ara nece­
sarias para una secuencia entera, con lo que puede concen trar
su atención en las n ecesidades dram áticas de la secuencia.
8 A p lic a c ió n de
IO S PR IN CIPIO S BÁSICO S
La sucesión de planos
La sucesión de planos es el nom bre que se da al efecto cinético de una
secuencia de planos. Es una descripción acertada, ya que.evoca la im agen
de un río5, que puede ser turbulento, tranquilo o tortuoso e incluso girar sobre
sí m ismo en pleno curso. Una secuencia de planos a m enudo está compuesta
de com plicadas relaciones rítm icas y dinám icas de continuidad que, como
u n río, se funden en una sola estructura unificada. Pero por intrincadas que
sean las relaciones entre los planos, hay dos ingredientes secuenciales fu n ­
damentales para nuestra comprensión de la visualización: el tamaño del plano
y'la posición de la cámara. También hay m uchos otros elem entos com posi­
tivos fam iliares para los artistas de la fotografía y la pintura que aportan
algo a la secuencia, pero la posición de la cámara y el tam año del plano son
las variables físicas dom inantes que determ inan la sucesión de planos. En
este capítulo vam os a concentrarnos en el tamaño del plano.
La relación básica entre los planos generales, m edios y prim eros pla­
nos y el punto de vista queda clara si preparam os una secuencia que pre­
sente a un sujeto dentro de un decorado. Vamos a elegir un ejem plo sencillo
para poder concentrarnos en el diseño gráfico del encuadre. El propósito
de este prim er ejercicio es cobrar una m ayor conciencia de la variedad de
cualidades cinéticas que pueden obtenerse con algunos planos sencillos.
Antes de em pezar vam os a determ inar los tipos de planos más habi­
tuales y sus abreviaturas (en castellano y en inglés).

Prim erísim o plano PPE


Prim er plano med PPM
Prim er plano PP
Plano m edio PM
Plano general PG
Plano largo PL
Plano muy general PMG
Últim o térm ino UT
Prim er térm ino PT
Con escorzo PCE
Punto de vista PV

La presentación de una localización variando el tamaño del plano


A pesar de lo fundam ental que es el cambio de tamaño del plano para el esti­
lo de continuidad, los cineastas raram ente lo estudian en profundidad. El
poner a prueba su capacidad para ju zgar el efecto de las variaciones gráfi­
cas en una secuencia le ayudará a agudizar su percepción del am biente, el
punto de vista, el ritmo, el compás, la distancia em ocional y el propósito dra­
$"Shot flow " en el origi­
m ático de las situaciones narrativas.
nal; " f l o w " es " f l u ir " En las series siguientes de viñetas fotográficas vamos a presentar la loca­
(N .deJaT.) lización de una casa para estudiar las consecuencias d el tam año del plano.

Aplicación de los principios básicos 159


Hay tres estrategias básicas de continuidad posibles para describir la loca­ Tape ahora con una m ano los fotogram as 2 y 5 y observe las dos parejas de
lización: la cám ara puede m overse hacia la casa em pezando por un plano planos resultantes, 1-3 y 4-6. A sí puede ver la m agnitud del salto que puede
general; puede alejarse desde un prim er plano de algún detalle de la casa darse en el esp ad o m anteniendo la unidad espacial.
para revelar toda la localización, o puede crear una im agen de la totalidad
a base de prim eros planos. 2 3

VERSIÓN UN O
En el prim er p ar de secuencias, los fotogram as 1-3 y 4-6, podem os com pa­
rar la relación gráfica entre los planos al variar la escala. Cada secuencia crea
m ovim iento, y h ay que tener en cuenta las variaciones de la velocidad y la
aceleración en cada versión. Los fotogramas 1-3, por ejemplo, muestran pocos
cam bios entre los fotogram as 1 y 2 hasta que la casa se acerca de golpe en
el fotogram a 3. La segunda secuencia es m ás dinám ica, debido en gran
parte a que el fotogram a 6 ocupa todo el cuadro. También podem os ju zgar
el efecto de "retroceso" desde un sujeto al leer las viñetas fotográficas invir-
tiendo el orden, de derecha a izquierda.
Dejando a un lado el análisis de momento, observe cada secuencia como
una frase com pleta. Una de las técnicas necesarias para la v isu alización es
el desarrollo de una comprensión intuitiva del efecto general de una secuen­
cia sobre los m ecanism os perceptivos. Intente im aginar una línea argu-
m ental para estas secuencias, con sonido y m úsica. R ecórralas con la vista,
im aginando que ya están m ontadas. Esta es básicam ente la técnica que
necesitará para pasar el texto de un guión a "storyb oard ".

VERSION TRES
En este ejem plo se com paran cuatro secuencias. En prim er lugar hay un tra­
tam iento sencillo de un cam bio de tam año del plano desde un picado muy
acusado (fotogram as 1-3). En los fotogram as 4-6 se añade el m ovim iento de
rotación, pero sin cam bios en el tam año del plano. A continuación com bi­
nam os las dos técnicas, acercándonos en un recorrido circular como se
m uestra en los fotogram as 7-9.

VERSIÓN DOS

Aquí tenem os una gam a m ás am plia de planos. En los ejem plos anteriores
cada secuencia m ostraba la casa acercándose, pero sin revelar nueva infor­
m ación. Ahora se añade un verdadero p rim er plano en los fotogram as 3 y
6, y vem os un letrero que dice "S e vend e", El cam bio de escala es radical;
la cám ara recorre aproxim adam ente cuatrocientos m etros entre los planos.

160 Plano a plano Aplicación de los principios básicos 161


VERSIÓN CIN CO
Por últim o, en los fotogram as 10-12 nos m ovem os en tres planos: hacia
abajo, acercándonos y describiendo un arco alrededor de la casa. Vamos a tratar esta nueva serie de planos de m anera un tanto distinta,
com poniendo una localización a partir de detalles con los que el especta­
dor reconstruirá la totalidad de la imagen. Para ello nos basarem os en un

10 11 12 uso más iconográfico y abstracto de las im ágenes. Por esta razón em peza­
rem os con una lista de planos, ideas sobre la casa expresadas en im ágenes
individuales. Para apoyam os en alguna referencia nos serviremos de ún con­
texto narrativo. Ésta es nuestra historia: Un divorcio ha dividido a una
fam ilia y la casa que ocupaban está a la venta. A continuación dam os una
lista de im ágenes que en mi opinión expresan esta idea.

1) Bicicleta oxidada abandonada fuera de la casa.


2) Buzón caído en el suelo.
3) Folletos de propaganda sin recoger am ontonados en el porche.
4) Cristales rotos en las ventanas
5) H abitaciones vacías que se ven por las ventanas rotas.
6) Cartel de Se vende.
VERSIÓN CUATRO 7) Cable de televisión desconectado.
8) Perrera vacía volcada.
En las dos in terp retacio n es sigu ientes p asam os de un prim er plano a un 9) H uellas de vandalism o (graffiti a un lado de la casa).
plano general, con un m ovim iento b ásicam ente de retroceso. En am bos 10) Cajas de m udanzas llenas de basura.
casos los dos puntos de vista frontales acaban con un plano aéreo oblicuo,
con el resultad o de un esquem a de m ontaje m ás dinám ico. Este co n tras­ El siguiente "storyboad " está basado en algunas de estas ideas.
te visual en m ovim iento es un valioso efecto gráfico que prueba la fu er­
za de un sim ple cam bio de ángulo. E n am bos ejem plos los dos prim eros
planos de cada secuencia establecen un eje de m ovim iento: en el tercer foto­
g ram a esp eram os que el m o vim ien to co n tin ú e en linea recta retro ce­
diendo desde la puerta prin cip al de la casa, pero en lugar de eso h ay un
gran salto en la escala y el ángulo.

162 Piano a plano Aplicación de los principios básicos 163


tfyÁ-
m
Com o acabam os de ver, una secuencia básica de tres o seis planos ven y un calcetín se cae de la cama. Cortamos a la viñeta 3, con el chico en pri-
puede tratarse de distintas m aneras, incluso cuando se utiliza una cám ara m erísimo térm ino y el padre en el exterior.
estática para grabar a un sujeto sim ple. Parte del proceso de visualización El cineasta se detiene aquí al darse cuenta de que la planificación de
consiste en comparar "borradores" del "storyboard" como acabamos de hacer, la secuencia no funciona. Le parece que la viñeta 1 debería m ostrar la casa
recom binando viejas y nuevas ideas hasta que la secuencia queda exacta­ en un contexto más am plio: es decir, el vecindario y el pasado. También le
m ente como querem os. El valor de ejercicios como los que acabam os de ver parece que el segundo fotogram a de la ventana es dem asiado oblicuo, aun­
es que ayudan a los cineastas a desarrollar la capacidad de im aginar una que le gusta el encuadre im provisado que sólo m uestra una parte de la cama
historia en secuencias completas, al mejorar su memoria visual y su conciencia del chico y n o al chico. Prueba una nueva planificación.
de los num erosos elem entos gráficos que com ponen cu alq u ier plano y
secuencia. En el ejem plo siguiente verem os el proceso de diseño a través de VERSION DOS
los ojos de un cineasta. Al personalizar los ejem plos de este m odo tendre­
m os una oportunidad de ver no sólo los resultados del proceso creativo, sino El cineasta comienza la nueva secuencia con un-picado que le aparta lige­
el proceso m ismo. ram ente de la acción. Le parece que el picado podría ser m ás suave, pero
la inclusión de más terreno alrededor de la casa abre u n poco más el espa­
cio que el plano inicial original. El padre sale en la viñeta 1 y cuando se diri­
PRIMER PROBLEMA NARRATIVO: EL PLANO ESTÁTICO ge al garaje encuentra algo en el césped. Cuando se inclina a recogerlo
Un cineasta está recorriendo una localización para la secuencia inicial de cortam os a la viñeta 2. Ha encontrado una zapatilla de deportes. M enean­
una película basada en sus experiencias infantiles. La secuencia tiene que do la cabeza, da unos cuantos pasos hacia la cám ara hasta un plano m edio
desarrollarse en un barrio residencial de las afueras. Pasa p or una calleci- y suspira. C orte al fotogram a 3. El chico se vuelve en la cam a y su pie des­
ta en la que una hilera de árboles y la m anera en que el sol cae sobre el pavi­ calzo sobresale por debajo de las m antas. Oím os una puerta abrirse fuera
mento le evoca recuerdos fam iliares. Sale del coche y cam ina por la acera de cuadro, y m ientras el chico se remueve buscando una postura más cómo­
hasta una casa que se parece m ucho a la prim era casa de su fam ilia. De pie da la mano de su padre entra en cuadro y cuelga la zapatilla del poste de
al borde del jard ín delantero, em pieza a im aginar la prim era secuencia de la cama.
la película. Para esta primera secuencia no le parece necesario 9eguir las indi­
caciones del guión al p ie de la letra; sim plem ente n ecesita presen tar la
época, los personajes y el tono de la historia.
La secuencia, tal y com o la escribió originalm ente el cineasta, descri­
bía una mañana de un día laborable cuando, como de costum bre, era el últi­
mo de la fam ilia en despertarse. La m ayor parte de la acción se desarrollaba
en la cocina, con m uy poco diálogo. Pero m ientras el cineasta está frente a
esta casa real ilum inada por el sol, nuevos recuerdos acuden a su m ente.
Recuerda la frustración de sus padres ante sus descuidos, las chaquetas y xa- w * vHt'süf
jerseys perdidos en el colegio y los libros de texto olvidados en el autobús. w i jtw uc&s (mti. wv >» w» ”
Recuerda una m añana, cuando tenía diez añ o s...

VERSION TRES
VERSION UN O
E n esta nueva versión la p elí­
En esta primera secuencia el cineasta decide limitarse a los planos estáticos uti­ cula funde a un plano inicial de
lizando panorám icas limitadas para seguir la acción. Empieza con un senci­ u na n ave e sp a cia l de co lo r
llo plano general de la casa en la viñeta 1 . Después de unos momentos el padre naranja brillante que llena la
sale por la puerta principal en dirección al garaje. Un nuevo plano en la viñe­ pantalla en la viñeta l a , osci­
ta 2 muestra la ventana del dormitorio del chico, por la que podemos ver una lando y agitándose en la brisa
esquina de la cama cuando e l padre pasa frente a ella. Las mantas se remue- de la mañana. La cámara retro­
cede y nos dam os cuenta de
1 2 que estamos viendo una come­
ta rota y arrugada empalada en
la s ram as m ás a lta s de un
árbol, ilum inado desde atrás
por los brillantes rayos del sol.
El v ien to arranca la com eta
d el árb o l; ésta cae fu era de
[ftP F / WNPW «
cuadro, mostrando la casa más

164 Plano a plano Aplicación de los principios básicos 165


V ER S IÓ N CUATRO
En esta versión fin al el cineasta ha com binado diversos elem entos para
elaborar una secuencia com pleta.

RETROCEDER DESDE PRIMER PLANO DE COMETA.


EL VIENTO TIR A LA COMETA AL SUELO.
CÁMARA EN PANORÁMICA CON COMETA
Ib

EW >rt 'BCP. W «JMMLtf WH6M 1H£ f * p gNQ?R$ 1I t f fW) rW W SIf*:


p/p ejins ase». (2* ce 1W vcok owwr C&11P& Ha r.

4 V

JWTUWÜ O lí* rt»r WrtH SO*, rnb I !. (. 'Uj^ F /A . ___g.J yro?Peo ATSNMSfi, üw
ip ñtvrtff^£. fbor*c¿£W. cm. w¿8*ih & *. v<

abajo en la viñeta l a . El padre sale de la casa y va al garaje en la viñeta Ib .


. Corte al chico en la cama en la viñeta 2. Se oye al fondo el sonido de la puer­
ta del garaje al abrirse. C orte a la puerta del garaje en la viñeta 3. El padre
se dirige al coche y volvem os a cortar al chico en la cama en la viñeta 4. El
chico se da la vuelta y vem os prim ero un pie con un calcetín pasar delante
de la ventana y luego el otro pie descalzo pasando también. Por la venta­
na vem os al padre sacando el coche del cam ino m archa atrás.
El cineasta ve inm ediatam ente una m anera de m ejorar la viñeta 4
ciñendo más el encuadre (viñeta 5). Nada m ás pasar el coche junto a la ven­
tana oím os el chirrido de los frenos. Corte a un contrapicado del camino de
entrada y el coche, que se ha detenido a pocos m etros de la zapatilla. Se abre
la puerta del coche y la cámara corrige ligeram ente el encuadre para incluir
al padre (sólo los pies) saliendo del coche en la viñeta 6.
Una vez m ás, el cineasta se detiene en este punto para reconsiderar su
últim a versión. Ha encontrado algunas ideas que le gustan, pero se da
cuenta de que tiene que reordenarlas. En p rim er lugar, decide m antener la
cometa pero utilizando un punto de vista más bajo. De este modo puede incluir
parte d^ los alrededores antes de bajar en panorámica hasta la casa. En segun­
do lugar, le parece que la historia se concentra dem asiado en el chico y su
padre. Preferiría incluir a algunos de los dem ás m iem bros de la fam ilia en
II el ajetreo y las prisas matinales por empezar el día. Para esto necesitaría inter­
calar nuevos personajes, lo que contribuirá a reducir la atención sobre la acción
de la zapatilla de deportes.

I ló ó Plano a plano Aplicación de los principios básicos 167

I
ESTÁ ESPERANDO A PAPÁ CUANDO
SUBE LOS ESCALONES. ÉL TOMA EL M ALETÍN.

CÁMARA EN PICADO SOBRE LA CAMA. P IE IZQ UIERDO


CON CALCETÍN APARECE BAJO LAS MANTAS.
PAPÁ SO N RÍE CON T IM ID E Z AL BAJAR P IE DESCALZO APARECE DESPUÉS. PAPÁ HACE
LOS ESCALONES. MAMÁ SALE RETROCEDER EL COCHE POR EL CAMINO EN ÚLTIMO
HACIA CÁMARA. TÉRMINO (EFECTO ESPECIAL DE SONIDO).
CHIRRIDO DE FRENOS FUERA DE CUADRO.

CHICO S E ARRESLA LAS MANTAS M IENTRAS DUERME. PAPÁ SA LE DEL COCHE. ZAPATILLA AL FONDO,
DETRÁS DEL COCHE.

Aplicación de los principios básicos 169


o
'■éM .

MAMA ABRE LA PUERTA DEL BAÑO "¿SE HA LEVANTADO


PETER?" H IJA DICE Y Y y o QUÉ SÉ?" (EFECTO
ESPECIAL DE SONIDO) TIM BRE DE LA PUERTA. EL COCHE DE PAPÁ ENTRA EN CUADRO.
MAMÁ SALE CRUZANDO EL CUADRO. DESPUÉS DE UNOS SEGUNDOS APARECE LA COMETA.
FIN DE LA SECUENCIA

:■ El análisis del cineasta


El cineasta se detiene en este punto porque ha agotado las posibilidades de
su últim a propuesta para la secuencia inicial. M uchas de las ideas podrían
m ejorarse y sim plificarse si fuera posible u sar el travelling y panorám icas,
pero de momento el cineasta está m ás preocupado p or el tono y el sentido
generales de la secuencia. No tiene sentido perfeccionar las ideas gráfica­
m ente si van a ser descartadas porque no están al servicio de la historia. El
cineasta encuentra originales sus soluciones e incidentes para la historia —
los descuidos tanto del padre como del hijo y el chiste de la com eta— pero
el punto de vista del chico se ha perdido al idear un p rincipio lleno de inci­
MAMÁ ABRE LA PUERTA PRINCIPAL. VE A PAPÁ '■m i dencias. La com eta podría seguir funcionando com o elem ento lírico aisla­
SALIENDO EN EL COCHE. MIRA HACIA ABAJO -■'/■! i do, pero después del plano inicial, el punto de vista de la secuencia debería
Y VE LA ZAPATILLA EN LA ENTRADA. pasar al chico y quedarse con él. El cineasta lo apunta en su cuaderno para
una versión posterior de la m isma secuencia.
PANORÁMICA CON EL COCHE SALIENDO
POR EL CAMINO. EL H ILO DE LA COMETA
QUE CUELSA DEL ÁRBOL S E ENSANCHA Resumen
AL PARACHOQUES. S E ALEJA
ARRASTRANDO LA Algunas observaciones sobre esta última secuencia de "storyboard". Un "story-
board " elaborado con más detalle podría m ostrar cada etapa de la acción
repitiendo el objeto en m ovim iento en el encuadre. Es lo que ocurre en la
viñeta 6, cuando se ve a la m adre representada dos veces en la habitación.
Pero en la viñeta 7, la aparición del pie izquierdo del chico, seguido por el
pie derecho, se m uestra en una sola viñeta, con una explicación escrita. Como
nuestro cineasta conoce las alternativas de m ontaje y los detalles de la pla­
n ificación de la secuencia y diseña sus propias viñetas, no hay peligro de
confusión. Sin embargo, cuando se representa la acción en "storyboard" para
otro director, es necesario incluir todos los m ovim ientos im portantes para
evitar los m alentendidos.

170 Plano a plano Aplicación de los principios básicos 171


9 !>a p l a n i f i c a c i ó n p e l a s
S E C U E N C IA S DE D I Á L O G O
uando se planifican secuencias de diálogo para la cám ara, el director

C debe cum plir dos objetivos: la exp resión sincera de las relaciones
hum anas y la presentación de estas relaciones ante el espectador. El pri­
m er objetivo viene determ inado por el guión y la interpretación del actor.
El segundo objetivo viene determ inado por la puesta en escena, la fotografía
y el m ontaje. Pero en el plató el director se encuentra a m enudo con que las
necesidades prácticas y dram áticas de la cámara entran en contradicción con
el trabajo del actor. No hay una solución correcta o incorrecta a esta oposi­
ción clásica, sólo la que dé m ejor resultado en una situ ación determ inada.
El desafio visual de la planificación de una secuencia es en esencia un pro­
blema espacial: la capacidad para predecir en un espacio tridimensional lo que
funcionará en una pantalla en dos dimensiones. Resulta especialmente difícil vi­
sualizar el efecto espacial de una secuencia filmada porque abarca muchos ele­
mentos variables diferentes, como la composición cambiante de la imagen fil­
mada cuando el sujeto o la cámara se mueven. Sólo unas pocas docenas de di­
rectores de la historia del cine de ficción han practicado un estilo de puesta en es­
cena reconocible; se trata de una técnica particularmente difícil de dominar. El
desafío es aún más difícil por la falta de oportunidades para practicar el oficio.

Un método para visualizar la puesta en escena


En las artes, la técnica es en gran parte una cuestión de m ejorar la percep­
ción. En la m úsica, por ejem plo, esto significa aprender a o ír con m ás p re­
cisión; en el cine significa aprender .a ver con m ás claridad. La "v isió n "
cinem atográfica en concreto está basada en la m em oria y el reconocim ien­
to espacial, técnicas que pueden aprenderse y p erfeccionarse. Éste será
nuestro objetivo en los capítulos siguientes.
En prim er lugar, necesitarem os u n vocabulario básico de planos y posi­
ciones del actor. Cualquier sistema de construcción servirá, siempre que el cine­
asta utilice siempre los m ism os elem entos. El estilo de continuidad de Holly­
w ood sirve a nuestros propósitos, al ofrecer un conjunto de soluciones
familiares que pueden desglosarse en un sistema de módulos de construcción.
Pero este planteam iento planificado no está pensado sim plem ente para ofre­
cer soluciones de repertorio. Conociendo las posiciones básicas que adopta la
gente al hablar y las posiciones de cámara correspondientes utilizadas para
grabarla, tendrá una base segura a partir de la cual podrá improvisar, trans­
gredir las reglas y arriesgarse con soluciones creativas, al tiempo que cumple
con su responsabilidad básica hacia los actores, el guión y su visión personal.

Esta aproxim ación espacial consta de cinco apartados básicos:


Planificación de los actores fijos
Planificación de los actores en m ovim iento
Utilización de la profundidad de campo
Planificación de los m ovim ientos de la cámara
Planificación de los m ovim ientos de la cámara com binados con los
m ovim ientos de los actores

La planificación de las secuencias d e diálogo 173


Los primeros módulos de construcción que vamos a estudiar son los mode­ ticamente imposible de realizar con rapidez, y menos aún repetidamente. Por
los de planificación para dos sujetos. En los ejem plos de viñetas fotográficas lo tanto, la cámara en movimiento en un plano secuencia con diálogo suele man­
se compararán los puntos de vista de la cámara, los objetivos y los esquemas tener una dirección general de la mirada. Estudiaremos esto con más detalle
de montaje para que vea cómo las pequeñas alteraciones cambian nuestra per­ en el capítulo sobre los m ovim ientos de cámara.
cepción de una escena. Una vez establecidos los esquemas de planificación para
dos sujetos, podremos aplicar estos mismos principios generales a las situa­
El tamaño del plano y la distancia
ciones con tres y cuatro sujetos en los capítulos posteriores.
Antes de pasar a los ejemplos prácticos, es necesario estudiar primero algu­ Una versión del plano máster, el plano m edio de dos, era tan tipica de las
nas de las convenciones básicas de planificación de secuencias que se encuen­ películas am ericanas de los años treinta y cuarenta que los franceses lo lla­
tran en el cine de ficción, teniendo en cuenta que representan el punto de par­ m an el "p lan A m ericain" o plano am ericano. A principios de los años trein­
tida de nuevas ideas m ás que los límites de lo que es permisible. ta el plano de dos se utilizaba para cubrir secuencias enteras de diálogo sin
recurrir a prim eros planos. Esto se debía en parte a la llegada del sonido a
las películas y a las largas tiradas de diálogo que vinieron con él. Las volu­
La posición frontal
m inosas cám aras insonorizadas eran más difíciles de m over que las cáma­
Se trata de una convención básica del arte occidental. No es m ás que una ras utilizadas para las películas m udas y el plano de dos reducía la necesidad
manera de decir que los sujetos de una im agen m uestran tendencia a situar­ de m over la cámara. Esta lim itación técnica se superó rápidam ente, pero el
se frente al espectador o, en el caso del cine, frente a la cám ara. M uchas de plano de dos se siguió utilizando durante años porque era considerado un
las disposiciones escénicas de las películas son básicam ente frontales, lo que m étodo de encuadre relajado para las com edias y m usicales.
significa que los sujetos que mantienen una conversación por lo general miran Personalm ente m e gustan la distancia y la objetividad que proporcio­
más a la cám ara que el uno al otro. Este tipo de colocación del cuerpo no nan los planos de dos y los planos de cuerpo entero. El cuerpo puede ser
deja de tener sus precedentes en la vida real, pero en las películas a m enu­ m aravillosamente expresivo, y la gente a menudo utiliza el lenguaje corporal
do se adapta a las necesidades de la cámara. para indicar su relación con los demás: por ejem plo, con la m anera de estar
Una secuencia que coloca a los actores en posición frontal puede gra­ en una h abitación o los diferentes m odos de acercarse a un rival, un amigo
barse en un solo plano máster. Pero si uno de los actores es apartado de la o un am ante. La m anera de m overse de una persona puede ser tan carac­
cámara (total o parcialm ente) necesitarem os m ás de una posición de cám a­ terística como su voz, y casi todos nosotros som os capaces de identificar a
ra para ver los rostros de los dos actores. Es un ejem plo de los dos plante­ un am igo a distancia por algún gesto típico m ucho antes de verle la cara.
am ientos principales de la planificación en función del m ontaje: uno en que El m ovim iento corporal expresivo entra dentro del ám bito del plano largo
los actores se colocan frente a una posición de cám ara única y otro en que y el plano m edio. Se pueden representar secuencias enteras a esta distan­
se m ontan varias posiciones de cámara distintas. cia sin recurrir en ningún m om ento al prim er plano.

El plano máster El montaje de plano y contraplano


El plano máster es un plano lo bastante amplio para abarcar a todos los acto­ Cuando se ve a los intérpretes alternativam ente en prim er plano, el m on­
res presentes en la escena y que se prolonga durante toda la acción. Cuan­ taje de plano y contraplano es una de las soluciones m ás útiles. Ninguna
do los directores hablan del m áster, por lo general se refieren a una parte otra estrategia de m ontaje representa m ejor que ésta el estilo de H ollyw o­
de un plan para cubrirse, en el que se incluyen otras posiciones de cámara od. La popularidad de esta disposición se debe a que ofrece la gama más
determ inadas por e l sistem a en triángulo que se com binarán en el m onta­ am plia de opciones de m ontaje y presenta dos ventajas im portantes sobre
je. Pero también hay ocasiones en que el plano máster es el único que el direc­ el plano de dos. La prim era es que podem os ver la reacción aislada de cada
tor considera necesario, en estas ocasiones se denom ina plano secuencia. sujeto a lo que se está diciendo; la segunda es que el punto de vista cambia
dentro de la secuencia. Adem ás, el "racco rd " entre las m iradas de los dos
personajes ayuda a crear una sensación de unidad espacial.
El plano secuencia
Normalmente en el plano máster la cámara se m antiene inmóvil, sobre todo
Las miradas y el contacto visual
si está previsto cortar a otras posiciones de cámara. Si el m áster es un plano
con movimiento, la cámara se desplaza con fluidez en un travelling a lo largo En cualquier plano de un actor, cuanto más cerca esté la m irada de la cám a­
de toda la escena, básicamente combinando varios ángulos de la cámara que ra más íntim o será nuestro contacto con el actor. En el caso m ás extrem o el
en una secuencia m ontada se tomarían en planos individuales. Este plantea­ actor puede m irar directam ente al objetivo y establecer contacto visual con
miento de la planificación se conoce también por plano secuencia y general­ el espectador Esta relación de máxima confrontación puede ser bastante impre­
mente utiliza los m ovim ientos de los actores en combinación con ios despla­ sionante.
zamientos de la cámara. Por lo general el plano secuencia respeta la posición El contacto visual directo se utiliza sobre todo en las secuencias de cáma­
frontal más que una secuencia editada. La razón es que en el m ontaje se adm i­ ra subjetiva en las que se obliga al público a ver las cosas por los ojos de uno
ten y se yuxtaponen de manera rutinaria planos opuestos hasta un m áximo de los personajes. Esto es relativam ente poco frecuente en el cine de ficción,
de ciento ochenta grados. Un cambio equivalente en un plano secuencia es prác­ donde las secuencias de diálogo se ruedan casi siem pre con las m iradas de

174 Piano a plano La planificación de las secuencias de diálogo 175


los actores ligeramente a la.izquierda o la derecha de la cámara. En este caso,
la práctica com ún es m antener la m ism a distancia a la cám ara para las
m iradas en los prim eros planos alternados de dos o m ás actores. La figura
9.1 com para distintos m ontajes para prim eros planos, cada uno con posi­
ciones relativas diferentes de la m irada y la cám ara.

Figura 9.1 Figura 9 .2 : Esquem as.

Posición: se refiere a la dirección hacia la que miran los actores dentro


Una vez que conozca m ejor las im plicaciones p sicológicas y dram áti­ de un esquema. Para cualquier esquema dado puede haber muchas
cas de las m iradas y el contacto visual, podrá realizar pequeñas alteracio­ posiciones.
nes dentro de una secuencia para conseguir m ayor im pacto dram ático.
Lo más importante es que la posición está relacionada con la composición del
El sistema de planificación de una secuencia encuadre. Esto significa que una vez situada la cámara para un esquema
determinado, la colocación m ás sutil de los actores (la dirección hacia la que
El director norm almente se apoya en una serie de estrategias generales para m iran en el cuadro) viene determinada por sus posiciones. U n director expe­
preparar cualquier secuencia, a menos que dedique mucho tiempo a ejercita® :'! rimentado tendrá en cuenta sim ultáneam ente el esquema y la posición, pero
en la visualización de todas las posibilidades de montaje y colocación del actor. al principio se comprenden más fácilmente como conceptos distintos. En la figu­
Si da m ayor libertad a los actores pueden surgir nuevas e interesantes opcio­ ra 9.3 se muestran tres posiciones típicas del esquema en I.
nes, pero a menos que dom ine bien el arte de planificar para-la cámara, el pro­ Una última cuestión: el esquem a en I para dos actores es el m ódulo b ási­
ceso de producción acabará por frustrar sus experimentos. Tendrá que enfren­ co de nuestro sistema. Esto se debe a que el eje sólo puede es tablecerse entre dos
tarse al operador y al productor, que no comprenderán por qué no deja de ensayar personas a la vez. Cuando en una conversación intervienen más de dos perso­
diferentes puestas en escena, con la consiguiente pérdida de tiem po y con fre­ nas, el eje se desplaza como se explicaba en el capítulo 6. Es una buena noticia,
cuencia de espontaneidad en los actores. ya que por lo tanto sólo tendremos que
La técnica que le falta a este d irector es la capacidad d e visu alizar a los aprenderlas posiciones para dos sujetos
actores y la cám ara en el esp acio, y la com posición resultante de cualquier y luego aplicarlas a grupos mayores. Des­
com binación de estos elem entos. Y es aquí donde entra en ju ego el sistem a de el punto de vista del operador, el es­
de esquem as para la planificación. quema e n l se encuentra dentro de los es­
quemas en A y en L siempre que sea ne­
Los esquemas de letras cesario tomar una serie de primeros pla­
nos y planos individuales.
El sistema de planificación de secuencias que utilizarem os a partir de ahora
distingue dos tipos d e colocación del actor: el esquem a y la posición. Empe­
zarem os por el esquem a. La planificación de diálogos entre
dos sujetos
Esquema: Hay tres esquemas básicos de distribución de Figuras en un encua­ Para mayor claridad, la mayoría délas vi­
dre. Los llamaremos esquemas en "A ", "I" y "L". Son las letras que for­ ñetas fotográficas de este capítulo han si­
man los actores al agruparse vistos desde arriba. do rodadas en entornos sencillos prepa­
rados para la cámara estática. Más ade­
L a im portancia de los esquem as reside en que son las disposiciones más sen ­ lante veremos cómo el movimiento de la
cillas de actores en fu n ción del eje. Por lo tanto, los esquem as de planificación cámara o de los intérpretes puede susti­
se relacionan con la colocación d e ¡a cámara. tuir al montaje. Por ahora, la cámara es­
Como puede ver en la página siguiente, los esquemas en A y L requieren tá bloqueada y las secuencias de fotogra-
tres o más intérpretes para completar la forma de la letra. La única combinación Figura 9 .3 : Posiciones. Todas las f í a s representan diferentes posiciones de
para dos sujetos es el esquema en I. En la figura 9.2 tenemos los íxes,esquemas. posiciones siguen el esquem a en I. cámara que se han montado juntas.

176 Plano a plano La planificación de las secuencias de diálogo 177


POSICIÓN UNO POSICIÓN UNO

Frente a frente CO N ESCORZO

La posición más elem ental de dos personas que hablan es frente a frente, La serie siguiente muestra el clásico montaje de plano y contraplano en encua­
con los hombros paralelos. La prim era opción es encuadrar a los sujetos de dres con escorzo. Podrían ser la continuación lógica de las p uestas en esce­
perfil, como se m uestra en las seis prim eras viñetas. na de perfil de la página anterior. Aunque los planos con escorzo normalmente
Desde el punto de vista compositivo, esta planificación permite establecer se ruedan por parejas, guardando el "racco rd " y m anteniendo el objetivo
fuertes oposiciones entre los sujetos. En esta disposición no vemos con dema­ y el encuadre, pueden m ontarse ju ntas parejas m ixtas. Pero en un diálogo
siada claridad las expresiones de los intérpretes, a menos que el encuadre sea muy continuado son m ás com unes las parejas con "raccord ".
cerrado (viñeta 6). Si se utilizan primeros planos individuales la cámara gene­ En encuadres más ceñidos hay dos estra tegias básicas para los planos con
ralmente vuelve a colocarse para rodar contraplanos con escorzo, aunque des­ escorzo. Los encuadres 3 y 4 incluyen la cabeza entera del sujeto en primer tér­
de luego también es posible tomar primeros planos individuales de perfil. mino. En los encuadres 5 y 6 entre un tercio y la mitad del cuadro está bloqueado,
aislando de manera contundente al intérprete que mira a la cámara.

178 Piano a plano La planificación de las secuencias de diálogo 179


POSICIÓN UN O P O S IC IÓ N U N O

PLANOS CO N ESCO RZO CO N OBJETIVOS LARGOS CONTRAPLANOS C O N CONTRAPICADO


En la serie siguiente de planos con escorzo (encuadres 1-6), siem pre den­ En la serie siguiente tenem os otra versión del m ontaje de plano y contra­
tro de la planificación de la Posición 1, la longitud focal del objetivo em pie­ plano de la Posición 1, que podríam os d escribir com o planos por encima
za en 120 mm. y se aum enta hasta 200 mm. Los resultados saltan a la vista. de las caderas. Se trata de posiciones dinám icas en contrapicado que tien­
Obsérvese que p or prim era vez el encuadre de la cara es un auténtico plano den a situar a los sujetos en una relación de enfrentam iento. En los encua­
con escorzo, ya que vemos el hombro y el cuello del sujeto que cierra el encua­ dres 1 y el contrapicado es muy leve y los sujetos n o están tan separados
dre. Esta com binación de objetivo y encuadre ceñido produce una sensación com o en los encuadres 3 y 4, que están tomados con la cám ara a un metro
m ás íntim a que la que se obtendría con un objetivo m ás corto. de altura. En los encuadres 5 y 6 se ha aum entado la distancia focal del obje­
tivo (100 m m .) para desenfocar m ás al sujeto enm arcado en prim er térm i­
no, destacando de este m odo la figura en segundo térm ino.

1 2

180 Plano a plano La planificación de las secuencias de diálogo IB


P O S IC IÓ N D O S

Hombro con hombro

Esta posición básicam ente frontal ofrece más opciones que la m ayoría de
las otras, porque es posible ver a los actores totalm ente de frente o de per­
fil en el mismo plano. En nuestro ejem plo los sujetos m iran hacia adelan­
te, observando un m apa de carreteras abierto sobre el capó del coche, pero
cuando hablan entre ellos se vuelven de perfil a la cámara.
Los encuadres 1-3 son plan os de dos sen cillo s. Cualquiera de ellos
podría servir com o plano m áster, aunque el encuadre 1 es u n poco am plio
p ara una co n v ersació n . In ten te im agin ar una secu en cia de d iálogo al En los encuadres 7-9 abrimos con un plano medio de dos. Esta vez hemos
m irar estos encuadres. Probablem ente se dé cuen ta de que el tam año del sustituido los prim eros planos de la versión anterior por un plano de dos
plano influye en el tipo de secu encia que le viene a la m ente. Q uizás de perfil m oviendo la cám ara a un lado e invirtiendo a continuación el
pueda consid erar esto com o u n ejercicio in v ertid o , porque casi siem pre plano con escorzo. Por desgracia, los encuadres no llenan el cuadro tanto
se en co n trará en la situ a ció n c o n tra ria : im a g in a r un p lan o para una como me gustaría. Si se tratara de un "storyboard " ya sabría por adelanta­
secuencia de un guión. do que los planos tienen que ser m ás ceñidos.

ísSÜSESÉ

Los encuadres 4, 5 y 6 ilustran una secuencia real. Em pezam os con el


plano de dos de perfil en el encuadre 4 y pasam os a los prim eros planos de En esta última serie, encuadres 10-12, empezamos con el plano máster segui­
perfil en los encuadres 5 y 6 . La cám ara se acercará para los prim eros pla­ do por dos primeros planos. Esta vez abrimos con un plano de dos oblicuo. La cá­
nos, pero seguirá orientada para el m ismo ángulo de visión que en el plano mara se desplaza a un lado para el montaje de plano y contraplano en primeros
de dos más am plio. (En mi opinión este uso de los prim eros planos tiende planos. Compárelos con los dos primeros planos de perfil que utilizamos antes en
a diluir la secuencia, aunque en el estilo de continuidad es un corte per­ los encuadres 5 y 6. Observe que estos nuevos primeros planos transmiten una pre­
fectamente válido.) sencia más fuerte. Esto ocurre porque cada sujeto en el primer plano está mirando
en nuestra dirección (la de la cámara), incluyéndonosen cierto modo en la secuencia.

182 Plano a plano La planificación de las secuencias de diálogo 183


P O S IC IÓ N CU ATRO
P O S IC IÓ N TRES
A partir de la Posición 4, vam os a estud iar algunas planificaciones que
Esta puesta en escena básica sitúa las figuras en un ángulo de noventa gra­
crean tensión. En todos los casos esto se debe a la ausencia de contacto visu- >
dos. Es un térm ino m edio entre la disposición de hom bros paralelos de la
al entre los intérpretes. En esta serie, la m ujer se ha alejado de su com pa­
Posición 1 y la de hom bro con hombro de la Posición 2. Es una p ostura más
ñero y la separación se siente claram ente. Este tipo de encuadre sitúa al
desenfadada, no la que esperaríam os ver s i la pareja estuviera discutiendo
espectador en una posición privilegiada porque podem os ver lo que el
o m anteniendo una conversación íntim a. La relación m ás relajada entre
hombre no ve: las reacciones de la m ujer a sus palabras.
ellos perm ite a la pareja apartar la vista uno del otro y variar las p osicio­
Una planificación en profundidad de este tipo nos sitúa claram ente en
nes de la cabeza.
una relación más íntim a con uno de los intérpretes. Es una elección clara
En el plano de dos oblicuo de los encuadres 1 y 2 el intérprete frente a
de un punto de vista, que depende de la disposición frontal básica de la secuen­
la cámara ocupa la posición más favorecida. Este tipo de disposición es pare­
cia. En esta planificación de la secuencia un contraplano alteraría radical­
cido a los planos con escorzo, y el espectador espera ver un contraplano del
m ente el punto de v ista. Si se busca una relació n m ás neutral con los
intérprete que ocupa la posición secundaria.
intérpretes, pueden utilizarse otros tipos de puesta en escena, probablemente
El plano de dos de frente de los encuadres 3 y 4 sitúa a los intérpretes
más adecuados. Como puede ver, no he utilizado ningún contraplano en esta
en igualdad de térm inos, y por lo tanto es la elección lógica para un plano
planificación, esencialm ente frontal.
m áster si no se u tilizan prim eros planos ni contraplanos. La alternativa es
En el encuadre 1 el plano de dos está compuesto en profundidad con un
que el intérprete que ocupa la posición secundaria se vuelva hacia la cám a­
bbjetivo de 30 mm. El resultado es que hay una ligera distorsión visible en el
ra para obtener el equivalente a un contraplano. Com o en cualquiera de los
rostro del intérprete en primer término, y el intérprete en segundo término pare­
esquem as en " I " , pueden utilizarse planos con escorzo y prim eros planos,
ce estar muy alejado, aunque a los actores sólo los separa una m esa de picnic,
aunque esto tiende a obligar a los sujetos a adoptar la Posición 2, en la que
la relación entre ellos es más directa. Una de las maneras de mantener la posi­
ción oblicua es com poner el plano de dos desde m uy cerca y cerrar el espa­
cio entre los sujetos. En los encuadres 5 y 6 vem os una versión de esta
técnica en plano y contraplano.

Los encuadres 4 , 5 y 6 presentan una alternativa ligeram ente m odlil-


cada. El plano de dos inicial es más abierto, dando al espectador un poco
más de espacio. El prim er plano del encuadre 5 tam bién se ha alargado (es
casi un plano m edio) para relajar más el encuadre. El encuadre 6 m uestra
un prim er plano tom ado desde una posición m ás baja. Com pare la sen sa­
ción que produce este encuadre con el encuadre 3 de arriba. El resultado de
estos cam bios es que la secuencia es m enos enfática.

La planificación de las secuencias do diálogo 1l i t


POSICIÓN CIN CO

Esta es otra puesta en escena que expresa separación y tensión. E l lengua­


je corporal de los brazos cruzados de la m ujer y las m anos del hombre en
los bolsillos o en las caderas confirm an la interpretación de la secuencia. El En los encuadres 5 y 6 vem os un par de contraplanos m ás ceñidos. En
encuadre puede utilizarse para acentuar el dram atism o de la situación, estos planos el encuadre com bina u n prim er plano con un plano medio. La
pero es básicam ente neutral al no tom ar p artido p or ninguno de los acto­ diferencia más evidente es que en el encuadre 6 se ven los rostros de los dos
res. En esta versión la m ujer se niega a m irar al hom bre. Por supuesto, esto actores, m ientras que el encuadre 5 es en realidad un plano con escorzo.
en una m anera de controlar al otro, y podem os im aginar que el hom bre se Si es necesario ocultar la expresión de la m ujer, podríam os encuadrar
encuentra en una posición m ás débil. También podríam os proponer una la secuencia desde el lado opuesto de la acción en los encuadres anteriores.
secuencia en la que el hom bre echa en cara a la m ujer alguna m entira dicha En este caso estaríam os cruzando el eje.
por ella. En este caso el hom bre ocuparía el papel dom inante. Esta planificación em pezarla con el plano elevado d el encuadre 7, sal­
Em pezamos con un picado en el encuadre 1. E ste punto de vista gene­ taría el eje hasta el encuadre 8 y saltaría el eje una vez más hasta el encua­
ralm ente sirve para crear una sensación de tensión y aislam iento. El entor­ dre 9. Este tipo de planificación y secuencia de planos no es en absoluto
no abierto contribuye a reforzar esta sensación. El corte al plano de dos del característico del estilo de continuidad, pero esto se debe en gran parte a
encuadre 2 es una opción de m ontaje válida, pero yo preferiría m ostrar a la ortodoxia pocas veces cuestionada de la convención de los ciento ochen­
los intérpretes más separados. La secuencia siguiente (encuadres 3 y 4) ta grados. No descarte autom áticam ente un plano sim plem ente porque le
m uestra un par de p lanos y contraplanos oblicuos. obligue a saltar el eje. Si funciona, utilícelo.

La planificación de las secuencias de diálogo 187


P O S IC IÓ N SEIS P O S IC IO N SIETE

Esta puesta en escena dram ática basa gran parte de su eficacia en retrasar
el contacto visual. Su valor reside en su claridad, relacionada en cierto sen ­ Con esta planificación de secuencia continuamos con el despliegue de intér­
tido con el plano de dos hom bro con hom bro. La diferencia es que la pues­ p retes que no estab lecen contacto visu al. Com o los dos actores m iran
ta en escena nos perm ite identificarnos con el intérprete en prim er término. fuera de la pan talla en direccion es distin tas, la atención del esp ectador
M i opinión sobre este tipo de disposición es que el exceso de cortes destruye está dividida entre el intérprete al fondo y el de p rim er térm ino. El resul­
la unidad de la secuencia. tado es una situ ación dram ática m ás relajad a y d esen vu elta. O bserve
que el actor al fondo está m irando m ás allá de la actriz en prim er térm i­
En el encuadre 1 vem os un plano general de la posición, pero el encua­
no. Con esto se d irige la atención del esp ectador hacia ella y se da unidad
dre 2 probablem ente sea la m ejor distancia para un plano máster. En este
al plano.
tipo de puesta en escena el intérprete situado al fondo tiene espacio para
m overse, caminar, dar m edia vuelta o salir m om entáneam ente de cuadro, Considere esta serie como una comparación de prim eros planos. El pri­
m ientras que el intérprete en prim er térm ino está lim itado a un espacio más mer plano medio del hombre es un buen ejemplo de cómo el tamaño del plano
pequeño para que los dos actores p erm anezcan dentro de cuadro. Los contribuye a dar unidad espacial a la secuencia. Aprenda a m over los ojos
encuadres 3 y 4 m uestran cómo puede controlarse la identificación al situar­ sobre las imágenes sin analizarlas. Leer un "storyboard" es cuestión de m on­
nos en relación íntim a con el hombre. Si se utilizan cortes, el par de primeros tar con la m irada. Esto es m ás fácil cuando se está im aginando una secuen­
planos de los encuadres 5 y 6 m antienen la sensación de separación. cia real.

188 Plano a plano La planificación de las secuencias de diálogo 189


m r

P O S IC IÓ N O C H O j f 1 PO S IC IÓ N N U EV E

I .i siguiente versión es una variación de la planificación anterior. Como antes, Esta serie presenta una planificación en la que la oposición entre los acto­
los intérpretes están situados perpendicularm ente entre sí, pero esta vez el -:íS® - 4 res es tan grande que da la im presión de form ar parte de una comedia
nc-tor en último térm ino aparta la m irada del otro intérprete. Los tres pares musical. Esto sólo es válido si imaginamos que los intérpretes son conscientes
de fotos son un buen ejem plo de las diferentes m aneras de determ inar la de la presencia del otro y han adoptado una postura desafiante. Podem os
relación del espectador con los intérpretes. En los encuadres 1 y 2 la m ujer cam biar esta interpretación fácilm ente si im aginam os que la secuencia se
que m ira a la cámara ocupa una posición ligeram ente más favorecida. Por desarrolla en el andén de una estación de tren y que el hom bre ha sido con­
regla general, el intérprete cuyos ojos se ven m ás claram ente es el que tratado para seguir a la mujer. El hom bre se adentra en la m ultitud y da la
dom ina el plano. Com o hem os visto antes, una planificación de secuencia espalda a la mujer. En este caso la puesta en escena sería adecuada para una
cu profundidad nos anim a a identificarnos con el actor en prim er término. película de m isterio y no una comedia.
I ’or último, los planos oblicuos de los encuadres 5 y 6 tienden a equilibrar Al com parar las planificaciones de los encuadres 1 a 4 verá que la d is­
lii atención sobre las dos figuras, ya que am bos actores apartan la mirada posición un tanto rebuscada de los encuadres 1 y 2 parece m enos artificial
de la cámara. \ a m edida que nos acercam os en los encuadres 3 y 4.

' /III
1 2

190 Plano a plano La planificación de las secuencias de diálogo 191


Personalm ente, lüs encuadres 5 a 10 m e parecen los m ás acertados
para esta posición. Los seis encuadres son m uy evocadores, porque el giro POSICIÓN DIEZ
de las cabezas indica que el actor que aparece en cuadro está escuchando
algo fuera de cuadro. En cierto modo es una versión auditiva del corte en Las tres secuencias siguientes recogen una puesta en escena en la que los
la mirada. actores están situados a d iferentes alturas. Esto por lo general significa que
los planos ceñidos de dos se encuadran con una inclinación hacia arriba o
hacia abajo, aunque en encuadres más generales no resulte necesario. En esta
serie no aparecen contraplanos, aunque desde luego se trata de una varia­
ción posible.
Dedique algún tiempo a observar la sucesión de planos en estas secuen­
cias. Intente "le e r" los encuadres de derecha a izquierda o diagonalm ente
para obtener distintas com binaciones. Cualquiera de estos planos funcio­
na ju nto a cualquier otro, pero cada uno transm ite una sensación y un sen­
tido del espacio ligeram ente distintos. El desarrollo de la capacidad para
predecir las relaciones entre planos en una secuencia le ayudará a la hora
de com poner los planos individuales.
H ay innum erables variaciones sobre planificaciones con dos intérpre-
te§ que no hemos visto, pero prácticamente todas las posibilidades compartirán
las cualidades físicas y emocionales básicas de al menos una de las posiciones
ilustradas. L o im portante no es m em orizar todas las disposiciones conce­
bibles de actor y cám ara, sino agudizar la percepción de las relaciones entre
los elem entos q u ed eterm in an las cualidades dram áticas de un plano.

192 Plano a plano


La planificación de las secuencias de diálogo 193
1 © ILa p l a n i f i c a c i ó n d e
S E C U E N C I A S DE D I Á L O G O S
CON T R E S S U J E T O S

A
hora que hem os visto las diez posiciones para el esquem a en "1",
podemos añadir un tercer intérprete a nuestras puestas en escena, con
lo que será posible trabajar con los esquem as en "A " y en "L". Recuer­
de que nuestro sistem a está basado en tres supuestos:
•El esquem a en I es el m ódulo m ás sim ple. Se encuentra tam bién en
los esquem as en A y en L.
•Los esquemas determinan la colocación de la cámara, basada en el eje.
•La posición determ ina la colocación de los actores en el cuadro, basa­
da en el esquem a básico de planificación.

La diferencia entre los esquemas en A y en L


Com o los actores no siem pre están colocados en un alineam iento exacto en
A o en L, no siem pre es fácil decidir qué esquema aplicar. En este caso la
colocación de la cám ara es el factor determinante.
Figura 10.1: Los Por ejemplo, cuando se coloca a los actores para un plano de tres puede
encuadres 1 y 2 encontrarse con que dos actores están frente al tercero. Si el tercer actor queda
muestran a uno de los encuadrado entre los
sujetos frente a otros otros dos, la disposi­
cios. Como la figura ción escénica es la del
aislada en negro está esquem a en A. Si el
flanqueada por las tercer actor se alinea
otras dos, se trata de por fuera de los otros
un esquema en A . Los dos, la disposición es
encuadres 3 y 4 la del esquem a en L.
muestran la disposición Este aspecto de la pla­
alternativa para el n ific a c ió n se llam a
plano a tres en el que o p osició n . La figu ra
1•el sujeto aislado es 10 .1 m uestra los dis­
; apartado a un lado. Se tintos tipos de oposi­
trata de un esquem a en c io n e s q u e p u ed en
Sjjt los encuadres 5 y 6 conseguirse.
i ilustran el tipo de
oposición que puede
¡"obtenerse si Los esquemas y
i desglosamos el plano posiciones básicas
de tres en un plano de En las planificaciones -
■ dos frente a un primer de d o s acto re s del
plano. En los encuadres capítulo anterior, los
7-9 todos los actores se modelos de las viñetas
enfrentan de manera fotográficas se coloca­
■equivalente en ron en espacios abier­
.j: primeros planos. tos. Una vez estable-

La planificación de secuencias de diálogos con tres sujetos ¡9 5


cidas las posiciones básicas en esos ejemplos, podemos estudiar ahora las pla­ Esquema en A (versión uno)
nificaciones con una alineación menos precisa.
Al añadir un intérprete adicional hem os aumentado enorm em ente el Aquí tenemos la misma disposición escénica que acabam os de ver en la figu­
número de combinaciones posibles de esquemas y posiciones. No necesitamos ra 10.3. El encuadre 1 es la única com binación de m ontaje y puesta en esce­
revisarlas todas, porque sabem os que cualquier combinación puede reducir­ na para este esquem a que nos perm ite ver claram ente a todos los sujetos.
se a las diez posiciones del esquema en I que ya hem os visto. Y tam bién pode­ Esto hace que sea la elección evidente para el plano máster.
mos invertir el proceso y construir docenas de planificaciones de tres actores En la prim era serie de encuadres (2-5), los planos individuales (planos
a partir de las diez posiciones. Esta idea se m uestra en la figura 10.2. m edios y prim eros planos) se utilizan después del plano m áster inicial. Esto
tiene dos consecuencias. En prim er lugar, tiende a fragm entar el espacio, y
Figura 10.2: Aquí vemos cómo la en segundo lugar, nos im pide ver al actor que h abla y a los actores que lo
parte recuadrada de los esquemas escuchan en el m ism o plano. Com párelo con la siguiente secuencia.
en A y en L ha sido sustituida por
las dos posiciones alternativas del
esquema en I de la parte superior
de la figura. El recuadro podría
trazarse horizontal o djagonalmente
con la misma facilidad, siempre que
rodee a dos intérpretes.

Antes de m irar los ejem plos de las viñetas fotográficas, podem os revi­
sar la aplicación del eje en las secuencias con tres actores. La figura 10.3 m ues­
tra una planificación tipica del esquema en A.

Figura 10.3: En esta planificación


con esquema en A en primer lugar
determiné el ángulo de visión gene­
ral. Aunque la cámara puede descri­
bir un círculo completo (3ó0 grados)
alrededor de los actores, la secuen­
cia debe tener una orientación bási­
ca de la visión. Las circunstancias
varían con cada secuencia, pero en
este caso la secuencia se inicia con
una vista desde la cámara 1. El diá­
logo empieza entre los actores a y c,
con lo cual queda establecida el eje
entre ellos. Las posiciones de cámara
1 y 2 para los planos con escorzo
están situadas fuera del eje. Ahora
el actor b habla con el actor c, esta­ GENERAL
bleciendo un nuevo eje entre ellos. N ,
¿A qué lado del eje situaremos la
cámara? Aquí entra en juego la
visión general. En lugar de situar una nueva posición de cámara por fuera de los actores a y b,
como hicimos con los actores a y c, nos quedamos al mismo lado del actor a. Ahora, cuando el
actor b habla con el actor c, nos quedamos en el mismo lado que el actor b y utilizamos la posi­
ción de cámara 2. ¿Y la posición de cámara 3? ¿Necesitamos realmente este punto de vista? Con
todos los puntos de vista que ya tenemos, puede que no sea necesario. Este ejemplo puede resol­
verse de otras maneras, pero la ¡dea general es la de reutilizar las posiciones cuando sea posible
en lugar de crear continuamente otras nuevas cada vez que se establece un nuevo eje.

En los siguientes ejem plos vam os a estudiar algunas situaciones com u­


nes y otras no tan com unes de planificaciones con tres actores.

J 96 Plano a plano La planificación de secuencias de diálogos con tres sujetos J 9 7


En la siguiente serie de-seis encuadres (6-11), los planos con escorzo se situándole en relación directa con el espectador. En el encuadre 2 vemos a las
han utilizado para unificar el espacio. Después del plano de situación, es m ujeres de perfil; su relación con el espectador es de deferencia. Da la im pre­
posible rodar cóm odam ente una conversación entera en planos con escor­ sión de que las mujeres escuchan y el hombre ocupa una posición de autori­
zo con algún plano de tres o de dos de vez en cuando para variar el ritmo. dad. El encuadre 3 mantiene esta relación, aunque no vemos el rostro del hom­
Com o puede ver, los planos con escorzo están encuadrados del m ism o bre. Esto se debe a que un plano hacia abajo de este tipo no es la clase de encuadre
modo que si la plan ificació n se hubiera resuelto para sólo dos actores. previsible si cualquiera de las m ujeres tuviera algo importante que decir.
Todas las variaciones de planos con escorzo en el esquem a en I presenta­
das en el último capítulo son aplicables a la puesta en escena que vemos aquí. 2 3

Com pare los encuadres 4-6 con la últim a serie. El encuadre 4 sitúa al
hom bre en una relación muy directa con el espectador. Personalm ente no
m e gusta la interpretación del espacio en los encuadres 4 y 5. El encuadre
5 se ha rodado con un objetivo de 40 m m., que m e parece dem asiado abier­
to. ¿Qué opina del encuadre 6? Mire ahora am bas secuencias y compare la
experiencia de "leerlas". ¿Qué secuencia le parece más lograda en términos
. de sucesión de planos? Si pudiera sustituir planos de una secuencia por algu­
nos planos de la otra, ¿cuáles elegiría?

Observe en la serie siguiente cómo la presencia del hom bre pierde


fuerza cuando no está en posición frontal. Antes dominaba la situación; ahora
está en una posición de reacción. Si empezáramos con una imagen de la mujer
frente a la cám ara seguida p or el plano de perfil del hom bre del encuadre
7, la m ujer ocuparía la posición de autoridad.

Esquema en A (versión dos)


\
En esta planificación del esquema en "A " las figuras se sitúan directamente
frente a frente, como ocurriría en una entrevista o reunión en la que los parti­
cipantes se relacionan en un contexto formal. También ésta es una planifica­
ción m uy común en la que los actores pueden estar de pie o sentados. Obser­
ve que la mirada del hombre en el encuadre 1 está muy próxima a la cámara,

198 Plano a plano La planificación de secuencias de diálogos con tres sujetos 199
Esquema en L (versión uno)

Aquí tenemos un ejem plo de un uso tipico del esquem a en L. Una vista obli­
cua en el encuadre 1 pasa a un contrapicado con escorzo en el encuadre 2 .
En realidad estam os viendo una parte del brazo del hom bre, no su hombro,
con lo que se m antiene la unidad espacial del plano inicial. Pasam os luego
a dos prim eros planos. O bserve el ritm o creado con cuatro encuadres por
el cambio del tam año del plano y del ángulo de la cámara. N os vam os acer­
cando cada vez m ás durante tres encuadres y luego retrocedem os hasta un
Esquema en A (versión dos) prim er plano ligeram ente m ás largo en el encuadre 4. Com pare esto con la
serie siguiente.
Las dos series de encuadres que siguen son una buena com paración entre
el espacio superpuesto y el espacio d iscontinuo dentro de un encuadre. El
encuadre 10 de la fila sup erior es un plano con escorzo e incluye una parte
del hombre del plano anterior. Esto es lo que quiere decir el espacio super­
puesto. El prim er contraplano del encuadre 11 no incluye espacio del plano
anterior y por lo tanto es discontinuo. La superposición liga el espacio escé­
nico. Al m ismo tiem po, los prim eros planos com o los de los encuadres 12
y 14 aíslan a un sujeto de un m odo que p odría tener una ju stificación dra­
mática.
Observe cómo los encuadres 11 y 13 funcionan como planos de giro, diri­
giendo nuestra atención hacia el prim er p lano correspondiente, el encua­
dre 12 o el 14. La dirección de la mirada del hombre es el factor determinante.
El corte en su giro de cabeza es una eficaz ind icación para el m ontaje.
Una últim a cuestión a subrayar es la im portancia de la elección del obje­
tivo. Todos estos planos se fotografiaron en e l intervalo de 50 a 90 mm. Los
planos de tres, encuadres 9 y 13, eran los más cortos, (50 mm.), y quizás habría
sido posible llevar a las m ujeres en prim er térm ino a una relación de m ayor
proxim idad con el hom bre con un objetivo más largo. La m anipulación del
espacio escénico con el objetivo es una técnica m uy eficaz, pero si no se u ti­
liza con cuidado pu ede p roducir contradicciones espaciales.

Los encuadres 5-7 m uestran cóm o sería la secuencia si sólo utilizára­


m os planos de tres con escorzo. Podría rodarse toda una conversación de
este modo, aunque el encuadre 6 sería un poco más ceñido. En términos gene­
rales, esta secuencia produce una sensación m ás relajada y estable que la
versión anterior.

10 Plano a plano La planificación de secuencias de diálogos con tres sujetos 201


Esquema en L (versión dos)

Aquí tenem os otra versión del esquem a en L. Esta vez el plano inicial de la
secuencia es un plano de dos. Hasta el encuadre 3 no tenemos una vista gene­
ral del espacio escénico. Es una estrategia interesante para iniciar una
secuencia, ocultando deliberadam ente el contexto total de la secuencia. En
el encuadre 1 vem os tam bién un uso típico del plano de dos. Es típico por­
que el esquem a en L generalm ente agrupa a los dos actores en el lado largo
Esquema en I
de la L. La disposición en L, con los actores sentados o de pie, se utiliza casi
siem pre cuando uno de los actores se dirige a los otros dos. Se trata de una versión simple de una puesta en escena corriente. Una vez más
podemos ver que las opciones de montaje se inclinan por los esquemas de pla­
no y contraplano. Si no se utiliza el montaje, podemos em plear planificacio­
nes en profundidad más complejas, pero con mucha frecuencia la mejor mane­
ra de encuadrar la acción es a base de planos con escorzo, planos de dos y
primeros planos. En esta serie vemos esta estrategia funcionar con eficacia. Al
añadir un movim iento de travelling y recolocar a los actores, hemos obteni­
do m uchos de los mismos puntos de vista que se ven en planos múltiples uti­
lizando sólo el plano máster. Más tarde veremos técnicas de puesta en escena
que utilizan un plano m áster para una secuencia completa.

Podem os com parar el uso de los planos de tres en esta última serie con
el plano de dos de la serie anterior. Los dos planos de tres son encuadres
con escorzo. En la fila inferior se m uestra un plano d e tres alternativo. Una
última cuestión: Los encuadres en todas estas series son necesariamente peque­
ños por razones de presentación. En una sala de cine los sujetos de estos pla­
nos aparecerían m ucho m ás cercanos e íntim os.

202 Plano a plano La planificación de secuencias de diálogos con tres sujetos 203
Esquema en A (Planificación en profundidad na 1)

La serie siguiente es una planificación poco común de una secuencia de diá­


logo. La he incluido com o estudio de la planificación en profundidad y del
uso de los objetivos.
Los encuadres 1-4 son disposiciones sencillas de los actores. Se establece
un eje entre el hom bre y las dos mujeres. Respetando el eje, podem os m over­
nos al plano de d os contrapicado (encuadre 3) o a los planos sucesivos con
escorzo de las m ujeres (encuadre 4), que establecen un nuevo eje.

1 2
Esquema en A (Planificación en profundidad n2 2)

Esta planificación en profundidad es un buen ejem plo del uso de la potii


ción frontal. H a sido diseñado para funcionar sin contraplanos o planos líi li ■
rales. La cám ara puede m overse hasta el fondo para presentar a la mujer
que cruza la verja. Después del plano de situación una secuencia organizad.i
de este m odo podría usar solam ente los encuadres 2 y 3 para toda la con ­
versación.

Si queremos profundizar más en la relación entre el hombre y las m uje­ Los encuadres 4-6 representan una delim itación alternativa del espn
res podem os u tilizar un p ar de contraplanos. Podríam os saltar el eje de la ció escénico. En esta versión la secuencia se inicia con la m ujer en último
siguiente m anera: em pezam os la secuencia con un plano m edio del hom ­ término. Su mirada nos intriga y cortamos al encuadre más largo de los otro.'i
bre en el encuadre 5..Á continuación podría venir el giro de cabeza del hom ­ dos actores, el 5. Se trata de un corte en la m irada, pero no es un plano de
bre que se vu elve a m irar a las m ujeres en prim er térm ino en el encuadre punto de vista. Para eso sería necesario invertir la posición. Por últim o, nos
6. Unos segundos después el hombre da m edia vu elta y podem os cortar al alejam os com pletam ente en un plano general de situ ación . E ste podría
encuadre 7. Ahora podem os cortar a los planos de dos o los planos con escor­ cum plir la función de pausa dram ática a m itad de la secuencia o como
zo de la serie anterior. También tenem os la opción de cortar a planos con plano final.
escorzo del lado opuesto a la s m ujeres después del encuadre 7.

La planificación de secuencias de diálogos con fres sujetos 2 0 5


Esquema en A (Experimentos con el eje)

Esta disposición en A sitúa a los actores a diferentes alturas para obtener


puntos de vista interesantes. Es tam bién un ejem plo de uso poco ortodoxo Esquema en L (versión tres)
del eje. Los encuadres 1 y 2 establecen el eje de una m anera poco conven­
cional, al no estar basada en las m iradas de los actores. El encuadre 3 es un Aquí tenemos una interpretación distinta de la secuencia anterior. En esta
desplazam iento radical a un contrapicado. Pero la geografía de la secuen­ versión el corte en la m irada es el que enlaza m uchos de los planos. Com en­
cia estaba tan clara en el encuadre 1 que recordam os dónde estaba sentado zam os con el plano de tres en el encuadre 1 (el tercer chico está escondido
el chico sobre la barandilla. La culata del rifle tam bién se ha incluido deli­ detrás de la barandilla). En el encuadre 2 cortam os a un contraplano en el
beradam ente en el plano como referente espacial. que el chico gira la cabeza para mirar. Un nuevo contraplano y pasam os al
El encuadre 4 observa el nuevo eje establecido entre los dos chicos sobre prim er plano del chico detrás de la barandilla, que le devuelve la mirada.
la barandilla, pero en el encuadre 5 no respetamos ese eje para tomar el plano En el encuadre 4 el chico sentado en la barandilla lanza un guijarro al chico
del chico de pie en el suelo. El encuadre 6 es un plano de situación y el encua­ situado detrás de ésta, que m ira hacia arriba en el encuadre 5. N os abrim os
dre 7 cruza de nuevo el eje. E s probable que una secuencia real se sirviera a un plano general en el encuadre 6, en el que el chico en prim er térm ino
de giros de cabeza y otras indicaciones espaciales para dar m ayor cohesión llam a a sus dos am igos. Esto provoca el giro de cabeza del chico en prim er
al esquem a de m ontaje. Pero es usted quien decide si este planteam iento en plano en el encuadre 7. Durante toda esta secuencia los cortes han sido indi­
el que se incum ple la regla es el adecuado. cados o bien por la acción o bien por el corte en la m irada.

La planificación de secuencias de diálogos con tres sujetos 2 0 7


11 La p la n ific a c ió n de
SECU EN CIAS DE D I Á L O G O S
CON C U A T R O O M Á S A C T O R E S
a planificación de secuencias de diálogos con cuatro o más sujetos utiliza

L los mismos esquemas en A, I y L que hemos usado para las secuencias de


diálogo con tres actores. Pero a medida que aumenta el número de actores
aumentan tam bién los posibles planos individuales o de grupo. Por ejemplo,
en una secuencia con cinco sujetos hay cinco posibles primeros planos, nue­
ve planos de dos, seis planos de tres, seis planos de cuatro y un plano máster
de cinco personas; aproximadamente 27 pianos. Es evidente que este núm e­
ro de opciones es abrumador para cualquier secuencia, y aunque algunas dis­
posiciones son claramente poco prácticas, la fotografía de agrupamientos de
más de tres sujetos es una cuestión de concretar y simplificar.
En casi todos los casos, la estructura dramática de la historia hace el traba­
jo por nosotros al representar una visión generalizada de la situación de las per­
sonas mediante las acciones de algunos individuos. En términos prácticos, en­
contramos esto en cualquier secuencia en la que participe un gran número de
personas cuando nos concentramos en las experiencias clave de los personajes
principales dentro de un marco temporal condensado. Aunque se trata de con­
venciones dramáticas, se parecen anuestra experiencia de cualquieragrupamiento
dem uchas personas en la vida re­
al. En una fiesta, por ejemplo, In
gente se organiza en grupo» pe­
queños sim plem ente porque rn
demasiado difícil conversar con
más de cinco o seis person»! n In
vez. Incluso cuando una |m u » m
consigue la atención de los denuVi
invitados, básicamente se traía de
una situación entre dos persona;,,
el orador y su público. Cuando
rueda a un grupo grande de per
sonas en el que hablan varios ac
lores, con frecuencia se prefieren
losprimerosplanosa losplanos do
grupo con tres o cuatro actores,
porque así es más fácil reconocer
a los actores.
Si m iram os la figura 11.1
vemos a un hombre rodeado por
siete personas. Es poco probnblr
que cada uno de estos actores
tenga un papel Im portante con
m ucho diálogo. Incluso aunque
fuera así, con casi absoluta seflii
Figura 11.1
ridad uno o dos de los nctnnvi

La planificación de secuencias de diálogos con cuatro o tnós oí l<un» JOV


destacarían como los intér­
pretes principales. La clave
p ara la c o lo c a c ió n de la
cámara reside en la identi­
ficación de los actores que
interpretan los papeles prin­
cipales en la secuencia.
La figura 11.2 m uestra
el eje que se establece entre
los dos intérpretes princi­
pales de la secuencia. P ue­
den u tiliz a r se p rim e ro s
planos de los otros actores,
pero la planificación bási­
ca m antiene el eje estable­
cido por estos actores.
La figura 11.3 muestra
lo que ocurre si tres actores
intervienen en el diálogo a
partes iguales. En este caso se
aplica el esquema en A y la
cámara puede ser colocada
de acuerdo con éste. Como
vimos en el capítulo ante­
rior, a la hora de determ inar el eje incluso el esquema en A queda en última
instancia reducido a la posición en I de dos sujetos.'Los actores que no tienen En la figura 11.4 se aplica la misma lógica a cuatro intérpretes clave. En
frases pueden incluirse en el plano, pero la posición de la cámara está limita- esta situación tenem os m últiples m iradas o ejes potenciales. Aunque es
da por el área de trabajo de ciento ochenta grados a un lado del eje. posible determ inar la situación de la cámara para cada pareja de actores,
hay una manera más sencilla de resolver la puesta en escena. Lim ítese a unas
pocas disposiciones clave. Si establece m ás de cuatro m iradas para m over­
se por el espacio en un grupo grande, estará creándose problem as innece­
sarios. La línea de puntos de la figura 11.4 representa un eje básico que permite
el uso de prim eros planos, planos individuales, planos de-dos y planos de
grupo. Esto significa que estam os estableciendo una dirección general de
la visión.
En este p unto h ay que m encionar que toda este interés por el eje y el
m ontaje de la cámara es propio de un estilo de m ontaje activo. En cualquiera
de los ejem plos anteriores de planificaciones de grandes grupos, podría u ti­
lizarse una sola posición de cám ara, con lo que evidentem ente se elim ina­
rían problem as de continuidad.
Aunque resulta fácil visualizarla en ilustraciones vistas desde arriba
y sin obstáculos, visualizar una secuencia cuando se está en el plató con un
reparto numeroso no tiene nada de fácil. Pero por complicada que sea la pues­
ta en escena, la situación de la cámara para cualquier secuencia se determinará
fácilm ente si se tiene presente el eje, independientem ente de que decida res­
petarlo o no. El director jap onés Yasujiro Ozu, cuyo estilo escénico le obli­
gaba a saltarse el eje, era tan coherente en su rechazo de las reglas tradicionales
de continuidad como cualquier director de H olly wood lo es en su cum pli­
m iento. El propósito de describir la planificación en función del eje es ayu­
dar al director a tomar decisiones bien razonadas. El eje y los esquemas basados
en el eje deben considerarse un sistema de organización, no una opción esté­
tica. Si encuentra m ás útil algún nuevo m étodo de trabajo m ás innovador,
Figura 11.3
tanto mejor.

2 1 0 Piano a plano La planificación de secuencias de diálogos con cuatro o más adores 2 1 1


Esquema en L
Esquema en A (versión uno) Este es un buen ejem plo de cóm o puede tratarse un grupo de cuatro acto­
res en prim eros planos, pianos de dos y de tres. En esta disposición las dos ¡.
Esta vez hay cinco actores sentados en círculo. En este caso se puede in ter­ niñas sentadas ju ntas funcionan claram ente como un plano de dos y cons­
pretar la puesta en escena como un esquem a en I, en A ó en L dependien­ tituyen el centro de la secuencia. Podem os encuadrarlas com o si fueran un
do de los actores que lleven el peso de la secuencia. La determ inación del solo actor frente al niño, lo que significa que estam os trabajando básicamente
eje, el ángulo de visión general y el esquem a escénico depende de usted. con el esquem a en I.
En esta situ ación, el ángulo de visión predom inante es con escorzo de En el encuadre 1 presentamos a todo el grupo y pasamos a un plano de
la abuela, a quien vem os en la figura 3. Todos los otros actores pueden ser tres general con escorzo en el encuadre 2 (la cuarta figura es parcialmente visi­
vistos desde esta posición. Para ver a la abuela sólo es necesario un con­ ble). El plano de dos con escorzo del encuadre 3, el plano de dos del encuadre
traplano. 4 y el plano medio individual del encuadre 5 constituyen un tratamiento sim ­
En esta situación el eje es extrem adamente flexible. La razón es que por plificado de la secuencia, suponiendo que sea necesario un montaje posterior.
lo general viene determ inada por la m irada de los actores que aparecen en Para m ostrar lo fácil que sería representar la secuencia para un único
la secuencia. Com o puede ver, hay tantas m iradas posibles en esta planifi­ plano máster, observe el encuadre 2. Si la cámara se desplazara algunos metros
cación circular de la secuencia que pod ríam os establecer fácilm ente un a la derecha y se inclinara un poco hacia arriba, quedarían encuadradas las
nuevo eje en cualquier punto del espacio escénico. cuatro figuras. En esta disposición las figuras sentadas estarían de perfil y
Los encuadres 2 , 3 y 4 m uestran un esquem a de m ontaje en el que los la figura de pie estaría frente a la cámara.
sujetos a los lados de la m esa se ven en planos oblicuos, básicam ente desde
el punto de vista de la abuela en el encuadre 3. Una alternativa poco con­
1
vencional sería la de los planos con escorzo a am bos lados de la abuela, en
los encuadres 5 y 6.

2 12 Plano a plano la planificación de secuencias de diálogos con cuatro o más actores 213
Esquema en A (versión dos) Posiciones frontales para una sola colocación

La serie siguiente de nueve viñetas m uestra tres posibilidades de planifi­ En este punto ya debe haberse fam iliarizado con las diversas posibilidades
cación en las que se com paran los esquem as en I, L y A. En el prim er ejem ­ de planificación de secuencias de diálogo con dos, tres, cuatro o más suje­
plo tenemos una disposición en tres ángulos tipica del esquem a en I. El tos, que reconocerá como esquem as de encuadre y m ontaje. En los grupos
encuadre 1 muestra la posición frontal centrada. Acercándose más, pero toda­ de tamaño medio en los que cada sujeto tiene importancia dramática, a menu­
vía situada en el punto m edio entre los sujetos, la cámara gira a izquierda do son recom endables las planificaciones de planos máster. Los tres ejem ­
y derecha para tom ar los encuadres 2 y 3. plos siguientes muestran planificaciones asimétricas y el uso de la profundidad
En la segunda secuencia com enzam os con la niña que está de pie, en la colocación de las figuras.
situada a un lado de las figuras sentadas. Éste es el esquem a en L. Al mismo
tiempo la cámara se ha m ovido a una posición casi coincidente con el eje y
fuera del espacio escénico. Dos planos oblicuos nos proporcionan un plano
individual y un plano de tres.
En la secuencia siguiente tenemos una interpretación de la misma secuen­
cia con el esquema en A. En este caso la niña de pie está alineada de tal modo
que queda flanqueada por los sujetos de los encuadres 7 y 8. En estos dos pla­

________ i
nos el eje prácticamente pasa por el punto donde está colocada la cámara.
Los esquem as tam bién pueden m ezclarse. Si lee verticalm ente las viñe­
tas, por ejemplo los planos 1 ,4 y 7, con esquemas en I, L y A respectivamente,
verá que se pueden com binar con bastante facilidad. La alternativa básica
es entre encuadres sim étricos y asim étricos. Esto es sobre todo evidente en
el esquem a de plano y contraplano.

En un plano m áster de grupo en el que la acción se planifica para un solo


punto de vista, la secuencia se transforma con demasiada facilidad en un pros­
cenio teatral. En lugar de organizar la secuencia a través del encuadre, los acto­
res pueden situarse a lo largo del eje del objetivo, como en el grupo de chicos
en un pasillo de los encuadres 1 y 2. Aquí los actores están vistos de perfil. Los
actores en prim er término pueden apartar ocasionalmente la vista de la cáma­
ra para interactuar con los actores en último término, pero también puede indi­
cárseles que hablen o respondan a los actores frente a ellos.

274 Plano a plano La planificación de secuencias de diálogos con cuatro o más actores 215
Las posiciones frontales en profundidad do planificam os una secuencia de diálogo en una m ultitud, los sujetos que
conversan siguen situándose de acuerdo con los conceptos que aplicamos
En la siguiente serie de encuadres se ha utilizado una composición en profundi­
a dos, tres o cuatro actores. No obstante, hay algunas técnicas de cámara adi­
dad con un actor en primer término, cerca de la cámara. La disposición teatral
cionales que pueden resolver algunos de los problem as espaciales que su r­
excesivamente artificiosa del encuadre 3 ha sido modificada en el encuadre 4, de
gen cuando el espacio escénico está atestado de gente.
manera que los actores del fondo se agrupen de manera más relajada.
Hay dos planteam ientos básicos para rodar diálogos en una m ultitud
La evolución de las composiciones en los encuadres 1-6 muestra el procesa
o alrededor de ella: la cám ara o bien m ira hacia fuera desde el interior de
de planificación realizado en el plato por el director, los actores y el operador. Los
la multitud o m ira hacia dentro desde el exterior. La realización de cada una
encuadres 1 a 6 son todos ellos diferentes modos de abordar la misma secuencia;
de estas opciones depende en gran m edida de la longitud focal del objeti­
el encuadre 5 es el que más se acerca a una solución aceptable. Pero yo proba­
vo utilizado. Los .planos encuadrados desde el interior de la acción n or­
blemente haría avanzar ligeramente a la figura sentada a la derecha.
m alm ente se tom an con un objetivo corto o norm al, m ientras que los planos
Cuando se planifican grupos, los cineastas a veces tienen m iedo de que
tom ados desde fuera de la acción se fotografían con un teleobjetivo,
los actores no se vean claram ente dentro del encuadre. Si se com ponen las
figuras en exceso el resultado es artificioso, y el único rem edio es renunciar
a un encuadre ordenado. En los ejemplos siguientes las figuras se superponen Los teleobjetivos
o aparecen cortadas en el encuadre, y esta libertad ofrece m uchas m ás
opciones de planificación. Este estilo de com posición se conoce como encua­ A parte del atractivo visual específico de un plano con teleobjetivo, los obje­
dre abierto y hablarem os m ás de él en otro capítulo. tivos largos se han popularizado para el rodaje d e grandes m ultitudes por
razones logísticas. Por ejem plo, es posible sim ular grandes m asas de gente
con un núm ero lim itado de extras estratégicam ente situados en profundi­
1 dad para el teleobjetivo. Adem ás, debido a su escasa profundidad de campo,
el teleobjetivo puede aislar a los sujetos principales de los elem entos situa-
dos.-en prim er y últim o térm ino, ya se trate de una m ultitud fingida o real.
Adem ás, la cám ara puede estar situada a cierta distancia de la m u lti­
tud, facilitando el trabajo del operador. Las relaciones espaciales dentro de
los planos y entre planos son im precisas debido a la escasa profundidad de
cam po, y es difícil identificar la localización concreta de la acción. El tele­
objetivo perm ite a los operadores trabajar discretam ente con m ultitudes,
haciendo posible la fotografía de actores en situaciones reales (com o en las
fotos que acom pañan esta sección.)
El uso del teleobjetivo exige que la cámara se mantenga fuera de la acción.
Si la cám ara estuviera en m edio de la m ultitud tendría que estar a una gran
distancia de los actores para poder encuadrarlos, con lo cual se interpon
drían demasiados extras entre la cámara y los sujetos. El resultado sería que
.la m ultitud eclipsaría a los actores. Por lo tanto, los planos con teleobjeli
vó de sujetos dentro de u na -multitud deben planificarse ¿uidadosám entc
para tener exactam ente el núm ero adecuado de personas m oviéndose entre
la cámara y los actores. Com o este núm ero resulta ser bastante bajo, con diez
o quince extras se.puede conseguir dar la im presión de una gran m ultitud,

Los objetivos cortos


La puesta en escena de la acción para un objetivo corto es m ucho más d ifí­
cil. Por lo general la cámara está dentro de la acción, cerca del sujeto del plano.
Como ocurre con el teleobjetivo, hay que situar cuidadosam ente a los extras
entre la cám ara y el sujeto, pero la m ayor profundidad de cam po y claridad
del objetivo n orm al es m enos flexible a la hora.de encuadrar. La colocación
de las figuras es m ucho m ás difícil, y una p equeña alteración de cualquier
elem ento p uede echar a perder el plano. Si la cám ara y el sujeto se m ueven
Las multitudes y grandes grupos son necesarios m uchos m ás extras, y com o la cám ara está dentro de la
acción, un cuarto de giro abarca noventa grados de espacio. Para llenar este
Para acabar la sección dedicada a la planificación de secuencias de diálo­ espacio pueden necesitarse docenas o cientos de extras. Al m ism o tiempo,
gos vamos a estudiar el tratam iento de los actores individuales rodeados la cámara y el equipo tienen que trabajar m uy cerca unos de otros y para
por una m ultitud ó en cualquier otra reunión de m uchas personas. Cuan­ desplazar el travelling o las luces es necesario despejar la zona.

2 16 Plano a piano La planificación de secuencias de diálogos con cuatro o más actores 2 1 7


- W -

Por todo ello, el objetivo norm al presenta ventajas indudables para la


creación de una geografía com prensible, así com o por sus cualidades grá­
ficas específicas. P or lo general es necesario planificar las acciones físicas
con objetivos m ás cortos, m ientras que las planificaciones de diálogo pue­
den rodarse con un teleobjetivo. Ahora podem os ver algunos ejem plos de
planos reales. siendo el centro de atención, yo creo que es posible reconocerlos si sus
ropas o su aspecto ya se conocen por planos anteriores. El encuadre 4 fue
tom ado con un objetivo de 500 mm. desde el otro lado de la calle, utilizan­
Comparación de objetivos para secuencias de multitudes
do a dos espectadores en primer término como encuadre. Por último, los encua­
La flecha señala a los sujetos de nuestros planos. El encuadre 1 es un plano dres 5 y 6, tom ados con un objetivo de 50 m m., están en el perím etro de la
con un objetivo m oderadam ente angular (35 m m .) exterior a la acción. El acción, casi en lo más denso de la multitud.
encuadre 2 ha sido rodado a través del desfile y enfoca a nuestros sujetos Term inamos con una com paración de objetivos. En el p rim er ejem plo
desde dentro de la acción utilizando un objetivo de 40 mm. se ha utilizado un objetivo de 40 mm. con las figuras a m edia distancia, en
el segundo un objetivo de 50 mm. con las figuras en prim er térm ino y en el
1 2 últim o un objetivo de 300 mm. con las figuras al fondo.

En el encuadre 3 estamos de nuevo en el m ismo lado de la calle que nues­


tros sujetos, esta vez con un objetivo más largo para acercar más el fondo.
Un efecto no dem asiado convencional es que los sujetos están desenfoca­
dos debido a la poca profundidad de campo. Aunque algunos cineastas están
en contra de que los actores principales queden desenfocados aunque sigan

3 4

218 Plano a plano La planificación de secuencias de diálogos con cuatro o más adores 2 1 9
1 2 La p l a n i f i c a c i ó n m ó v il

uando Fred A staire se m archó de Broadw ay para trabajar en los estu­

C dios RKO resumió así sus ideas sobre el cine y el baile: "O baila la cám a­
ra o bailo yo/' No es m al consejo para un coreógrafo, pero es además
una concisa descripción de los dos m étodos básicos de planificación de la
acción en m ovim iento: m over la cám ara o m over el sujeto.
E n los tres capítulos an teriores sob re p lan ificació n de secu encias de
diálogos hem os constru id o secu encias utilizan d o m últiples puntos de
vista de la cámara para atraer la atención del espectador: la cámara se movía
alred ed or de los actores que p erm anecían en una posición fija. H ay otra
alternativa a esta manera de planificar la acción: dirigir la atención del espec­
tador de un sujeto a otro h acien d o que los sujetos se m uevan dentro del
esp acio encuadrado p or la cám ara. En la p ráctica los d os m étod os se
com binan con frecuencia para p resen tar una secu encia dram ática v aria­
da y flu id a. A dem ás de m ontar ju n tos m últip les puntos de vista y de
m over al sujeto dentro del cuadro, tam bién podem os m over la cám ara en
un plano grúa o de travelling. Estos tres m étodos d e fotog rafiar la acción
en secuencia constituyen toda la gama de técnicas de planificación de cáma­
ra y sujeto.
En la figura 12.1, los encuadres 1 y 2 ilustran un montaje sencillo de plano
y contraplano utilizando encuadres con escorzo. Es una m anera sim ple de
abordar una secuencia de diálogo si los sujetos perm anecen inm óviles. La
alternativa es perm itir a los actores recolocarse como parte de la acción en
un solo plano, como se m uestra en los encuadres 3 y 4. AI hacer que el hom -

Figura 12.1

figura 12.1: Los


¡^encuadres 1 y 2
muestran el
montaje de plano y
S | tontraplano. Los
; encuadres 3 y 4
representan un Corte a:
plano continuo en
el que el hombre se
. da la vuelta para
i mirar a cám ara.
iEsta estrategia se
sirve de la
¡.‘«planificación móvil
f para conseguir los
■ mismos resultados
Mjuecon el montaje.

2 2 0 Plano a plano La planificación móvil 221


bre se vuelva en el encuadre 4 obtenem os la visión frontal que antes reque­ bién podem os invertir el proceso y diseñar un plano continuo construido
ría un nuevo plano. a partir de esos m ism os incidentes clave de la acción.
Una variación de esta misma idea de sustituir el montaje por el movimiento Ya hem os visto los m ódulos de construcción para este método en los
del actor se m uestra en la figura 12.2. Esta vez la chica situada al fondo avan­ esquem as y posiciones catalogados en ios capítulos anteriores sobre plani- -
za hasta que la vemos en prim er plano. El hombre de espaldas a la cámara del ficación de secuencias. El trabajo de coreografiar el m ovim iento con los acto­
encuadre 1 se vuelve con ella, de manera que ambos quedan frente a la cám a­ res es sim plem ente una cuestión de relacion ar esquem as y p osiciones
ra. En cierto sentido hemos obtenido el equivalente de un plano medio con escor­ distintas de m anera que todas las vistas individuales de una secuencia se
zo, un primer plano y un plano de dos sin recurrir al montaje. enlacen en un solo plano.
Estos dos ejem plos de puesta en escena m óvil le darán la idea básica.
El único criterio que el m ovim iento del actor debe satisfacer es que tenga
Planificación móvil (Ejemplo ns 1)
una m otivación. Este tipo de planificación entra dentro de la categoría de
"a ccio n es", que p ueden ser cualquier cosa desde encender un cigarrillo (el Vamos a intentar construir una secuencia sencilla de dos posiciones u tili­
clásico ejem plo de "a cció n " de los años cuarenta) hasta un actor m ovién­ zando el m ovim iento de la cám ara y un sujeto que cam bia de posición en
dose por el dormitorio mientras se viste por la m añana. En realidad no habría el plano. Esta estrategia se ilustra en la figura 12.3. El m ovimiento de la cáma­
que inventar nunca "a ccio n es" artificiales para añadir m ovim iento a una ra y del actor representa un solo plano sin cortes. Los diagram as adjuntos
secuencia. Si la historia, los actores y el proceso de dirección funcionan de m uestran una vista aérea de la coreografía.
manera coordinada, de esta colaboración surgirán acertadas observaciones
de la conducta hum ana.
Figura 12.3
Los módulos de construcción
Piense en la secuencia más larga y enrevesada que recuerde haber visto en
una película. Im agine ahora que puede dibujar esa secuencia en un "sto ry ­
board". Como no puede representar el movimiento continuo en una sola viñe­
ta, tendría que elegir m om entos clave de la acción y dibujarlos en una serie
de viñetas. Esto en realidad es bastante fácil, porque la m ayor parte de la
acción planificada para un plano largo sin interrupciones está compuesta
por estos m ismos m om entos coreografiados en una sucesión fluida. Tam-

Figura 12.2

Estos encuadres
separados b la;
izquierda
representan un
solo plano. Al
utilizar un
Corte a: encuadre cerrado
con movimiento,:
los actores se ven
en diferentes
posiciones y
tamaños, igual
que si
hubiéramos
cortado entre
varias posiciones Empezamos con un ... la cámara avanza en travelling cuando la niña
de cámara. encuadre con escorzo y ... que está de pie da la vuelta a la mesa.

2 22 Plano a plano La planificación móvil 223


Imagine que las dos chicas de las fotografías llevan unos m omentos con­ Frustrado, el chico se levanta y se aleja unos pasos sin dejar de hablar
versando en el plano general con escorzo del encuadre 1. En lugar de cor­ con la chica (encuadre 3). D espués de unos instan tes vuelve a la m esa
tar a un nuevo plano de la chica sentada cuando empieza a hablar, avanzamos (encuadre 4), enfadado, e intenta provocar algún tipo de reacción en ella.
la cám ara sobre el travelling un poco m ás de un metro m ientras la chica del La cám ara no se ha*movido durante esta acción.
som brero cam ina hasta el otro lado de la chica sentada. En esta versión la
cámara y la actriz se m ueven sim ultáneam ente, y la planificación final del
encuadre 6 nos p erm ite ver a las dos actrices. Q uizás haya reconocido esta
disposición: es la posición cinco de las planificaciones para dos actores del
capítulo 9. Este tipo particular de m ovim iento, en el que un sujeto se des­
plaza en la dirección opuesta a la cám ara, se llam a contramovimiento. En esta
versión la chica que pasa junto a la cámara sale un momento de cuadro, pero
la acción com pleta es m uy breve y desde el encuadre 1 hasta el encuadre 6
sólo han transcurrido unos segundos. Por supuesto, el tiem po y las p osi­
ciones varían considerablem ente y tienen un gran im pacto en el acento
dram ático dentro de la secuencia.
Ahora estamos preparados para intentar un plano secuencia m ucho más
ambicioso utilizando esquem as y posiciones escénicas aprendidas en los tres
capítulos anteriores. Podem os em pezar p or la posición 4, versión n° 8, de
las planificaciones de diálogo entre dos sujetos (capítulo 9) y combinarla con
otra posición en la m esa de picnic. Las páginas siguientes m uestran cómo
una serie de planos aislados puede com binarse en un solo plano m ovien­ §
do los actores y la cámara.

Planificación móvil (Ejemplo n2 2)


En el en cu ad re 1 la ch ica se n iega a h a ce r ca so a su n o v io . É ste av an za
y se sie n ta a l o tro la d o de la m esa en el en cu a d re 2. L o s esq u em as Ahora el chico se dirige hacia la cám ara y ésta avanza unos m etros en
m u estra n el m o v im ie n to de la cá m a ra p a ra a co m o d a rse a la n u ev a travelling delante de é l hasta que se vuelve para m irar de frente a la chica
p u esta en escen a. en el encuadre 5. Cuando el chico habla, ella se v u elve hacia él para escu
charlo (encuadre 6). M ientras esto ocurre la cámara vuelve en travelling hacln
ella, dejando al chico fuera de cuadro. Una vez queda encuadrada en un plano
m edio, la cámara se detiene unos instantes.

2 24 Plano a plano La planificación móvil 2 25


La cámara pasa lentam ente delante de la chica en el encuadre 7, mientras de vía de cinco metros aproximadamente. Estas técnicas son la planificación
el chico vuelve a entrar en cuadro y se sienta detrás de ella en el encuadre 8. en profundidad para variar el encuadre, una panorám ica desde una p osi­
La cámara se detiene en este encuadre unos instantes, pero cuando el chico se ción fija para m odificar el encuadre, un retroceso sobre el m ism o recorrido
inclina a la izquierda por encima de la m esa se m ueve con él y se acerca en un invirtiendo la dirección de la cámara, siguiendo a un sujeto (el chico) y luego
plano más ceñido cuando él hace un último ruego a la chica en el encuadre 9. al otro (la chica) y acercándose a un sujeto para luego retroceder de huevo.
La visualización del m ontaje de una secuencia exige la colaboración en
el plató del director, los actores, el operador, el tiem po, los im previstos y
cualquier m iem bro del equipo a quien se le ocurra una buena idea en ese
m om ento. El operador de cám ara es especialm ente im portante. La veloci­
dad y el ritm o del m ovim iento de la cám ara y el desplazam iento de la aten­
ción de un actor a otro son en últim o térm ino responsabilidad suya..Estas
sutilezas no pueden predecirse en un "storyb oard " y deben resolverse en
el plató durante los ensayos. La com unicación entre el operador y el direc­
tor debe ser m uy precisa para que el director consiga lo que quiere.

Cómo agilizar su estilo de puesta en escena


■Mientras el director ayuda a los actores a preparar sus actuaciones e inter­
pretar el guión, está sopesando las consecuencias visuales y técnicas de cual­
quier im provisación escénica realizada en el plató. Las restricciones que
impone la cámara a los movimientos de los actores generalmente representan
una distracción para éstos, y las planificaciones com plicadas no hacen más
que agravar el problem a. Por un lado, el director quiere facilitar el trabajo
del actor, pero tam bién tiene un plan visual que debe cumplir. N o hay nin­
guna solución m ágica a esta oposición de objetivos, excepto que el direc­
Finalm ente el chico se da por vencido y haciendo un últim o com enta­ tor tenga un am plio conocim iento de las opciones creativas. Las propuestas
rio se pone en pie en el encuadre 10. La cám ara retrocede unos m etros hasta que siguen están pensadas para superar algunas de las convenciones escé­
un plano m ás am plio cuando el chico se aleja. El encuadre final del plano nicas que disuaden a los directores de correr riesgos.
es el del fotogram a 1 1 .
En este ejem plo de pu esta en escena m óvil de un plano secuencia Acción y reacción
hemos utilizado varias técnicas distintas para aprovechar al máximo un tramo

10 11 En p rim er lugar, en una co n v ersació n sólo hay dos tip os de p lan os, de
acción y de re acció n . Los cin ea sta s a m enudo se p reocu p an d e m a sia ­
do por la acció n , cuando lo cierto es
q u e la re a c c ió n e s tan re v e la d o ra
com o la acción . Si lo tiene en cu en ta
agilizará sus plan ificaciones, porque
esto supone que la persona que habla
n o tie n e p o r q u é s e r el c e n tro de
aten ción . A la izq u ierd a tenem os un
ejem p lo.
La coreografía de la figura 12,4
m uestra al hom bre en segundo térm i­
no describiendo un círculo alrededor
del sujeto principal. Com o podem os
ver en los dos en cu ad res, la m ayor
parte de la acción del actor en segun­
Figura 12.4: La flecha señala el recorrido del actor en
do térm ino está fuera de cuadro. La
cámara se acerca hasta un primer plano
segundo término, que p asa una vez junio a la cám ara antes
de la figura en prim er térm ino para
: de entrar en cuadro a la derecha de ésta. Nuestra única
que podamos ver su reacción a la larga
^ indicación de la posición del actor en segundo término es el
1P movimiento de la cab e za o los ojos del actor en primer
parrafada del actor en segundo térm i­
no m ientras sale de cuadro.
término, que podría seguir al otro hombre en su recorrido.

2 26 Plano a plano La planificación móvil 2 2 7


La reacción no tiene p or qué ser un prim er plano del rostro del hom ­
bre También podría ser un prim er plano d e sú s m anos m ientras juega n er­ La pr o fu n d id a d
viosam ente con las llaves del coche o de su pie golpeando im paciente, o
cualquier otra ind icación física o visual de sus sentim ientos. Si la persona
que reacciona está m irando una chim enea, podríam os ver las llam as duran­ CAM PO
te un largo m om ento o solam ente un plano d e las cenizas. El com partir su
punto de vista puede ayudarnos a com prender m ejor su reacción.

H
asta ahora nos hem os concentrado en la colocación del sujeto frente a
la cámara. En prim er lugar hem os visto un sistem a de esquemas y posi­
El desplazamiento del centro de interés ciones para organizar la puesta en escena de los actores. En segundo
La cám ara que sigu e a un sujeto que es el centro de interés puede m overse lugar hem os visto distintas m aneras de m over a los actores para poder
alrededor de otros actores para que el sujeto nos guíe hacia las reacciones com binar varios esquem as y posiciones escénicas en un único plano core-
de los otros actores. Esto puede hacerse en un solo plano. E l sujeto que es ografiado. Este planteam iento pone el acento en los puntos en el espacio más
el centro de interés n o necesita dom inar em ocionalm ente la secuencia, sino que en el espacio m ism o. A unque esto nos da un control considerable de
que puede tener alguna inform ación p articu lar que sea de interés para los los elem entos com positivos dentro del cuadro, n o habrem os agotado total­
otros actores. D esde un punto de vista p ráctico la ventaja de esta puesta en m ente el tema de la puesta en escena hasta que no estudiem os el espacio
escena es que un actor se m ueve m ientras los otros perm anecen fijos. escénico en el que se m ueven los actores.
Un ejem plo extrem o de la estrategia de desplazam iento del centro de H oy en día es com ún oír hablar de directores de largom etrajes com er­
interés es el del sargento de la infantería de m arina entrenando a los nue­ ciales que ruedan las secuencias de diálogo con cinco o seis posiciones para
vos reclutas, una secuencia que hem os visto en m uchas películas. Si la un solo actor. Es un claro síntom a de indecisión y de incapacidad de ate­
cám ara sigue al sargento en panorám ica en un plano continuo prolongado nerse a un p unto de vista dom inante. E s cierto que si los planos se ju zga­
cuando éste se m ueve dentro y alrededor de un pequeño grupo de solda­ ran tan sólo por sus cualidades pictóricas, hay docenas o quizás centenares
dos en form ación, el fondo incluirá los rostros de los reclutas a la vez que de com posiciones interesantes que un director y un operador podrían con­
presenta al sargento. Si se realiza con cuidado, esta técnica escénica puede cebir. Podem os reducir él problem a a sus dim ensiones reales organizando
proporcionar m uchas oportunidades de incluir acción y reacciones sim ul­ las posibilidades de acuerdo con algunos conceptos espaciales básicos.
táneam ente en una variedad de com posiciones.
El círculo de acción dramática
El estilo indirecto Independientem ente de lo que ruede, el espacio delante de la cám ara tiene
No es necesario insistir en todos los aspectos de la historia y todas las fra­ unos lím ites dentro de los cuales se desarrolla la secuencia. Com o.m étodo
ses del diálogo. El cine es un m edio tan directo que contener su poder de organización del espacio escénico, vam os a dividir este área de acción
expresivo de vez en cuando es una m anera de destacar todos los demás en tres segm entos utilizando los térm inos tradicionales para la profundi­
m om entos. E n la p lan ificación de los actores y la elección de las posiciones dad en las artes gráficas: el prim er término, inm ediatam ente delante del obje­
de cámara esto podría suponer que parte de la acción queda relegada a ulti­ tivo, el segundo térm ino y, en el extrem o m ás alejado de la localización, el
m o térm ino aunque sea fundam ental para la narración. últim o térm ino. A l planificar la acción para la cámara, estos térm inos tie­
D el m ism o m odo, la idea de que una frase im portante pide un prim er nen un significado especial. Sim plificando, el círculo de acción dram ática
plano es sencillam ente falsa, A menudo la gente presta más atención a la per­ para cualquier secuencia viene determ inado por el tam año y la forma del
sona que h abla m ás suavem ente. Para el cineasta esto significa que no esta espacio cubierto por la acción.
obligado a inten tar com poner cualquier m om ento dram ático ocupando
toda la p antalla. A veces el gesto más insignificante es el más revelador.
En la acción/Fuera de la acción
En un estadio de fútbol el espacio está. claram ente definido: los jugadores
están dentro de los límites del campo y los espectadores en las tribunas. Supo­
niendo que el ju ego sea el centro de atención, sólo h ay dos m aneras de ver
la acción: desde fuera, como espectador, o desde el interior, observando la
acción a su alrededor como un ju gad or en el campo.
La cámara puede registrarla acción y el espacio de dos maneras básicas. Aquí
la variable es la "form a" de la acción. Un desfile, por ejemplo, puede aparecer en
una larga línea a medida que se acerca a la cámara, prolongándose en la distan­
cia a lo largo del primer término, el segundo término y el fondo, pero si cruza
nuestro camino horizontalmente, las figuras que avanzan ocupan una pequeña
porción del segundo término como una cortina que atraviese nuestro campo de
visión. Si estamos en el patio de recreo de una escuela primaria, un juego de "tú-

La profundidad de campo 2 2 9
2 2 8 Plano a plano
lallevas" puede presentar una forma mucho más caótica que un desfile o un par­ Las posiciones de cámara A, B y C están todas en la acción. Para que cual­
tido de fútbol, con niños corriendo en todas las direcciones y desapareciendo de­ quiera de estas cám aras pudiera cubrir el m ovim iento com pleto del actor
trás del edificio del colegio o de nosotros. En esta situación la tarea del cineasta desde la cabina hasta el coche, tendría que d escribir una panorám ica hasta
consiste en decidir qué parte de la acción completa quiere presentar y desde qué quedar dirigida fuera del círculo. A dem ás, la im portancia del hombre
punto de vista la va a observar. En la mayoría de los casos la acción física de una aum enta o dism inuye dependiendo de si camina hacia la cámara o se aleja
secuencia tiene momentos de intensidad dramática de más importancia que los de ella. En cierto sentido, la acción tiene un principio, un m edio y un final,
demás. Al decidir dónde y cómo hay que planificar la acción más importante pa­ como un pequeño dram a autónom o. La posición dentro de la acción afec­
ra la cámara, el cineasta controla el punto de vista, el grado de identificación del ta tam bién al punto de vista: las posiciones A, B y C acentúan nuestra iden­
espectador y la dirección emocional de cualquier secuencia. tificación con el vendedor, m ientras que las posiciones D, E y F tom an
planos que tienden a una observación más distanciada y neutral.
Las posiciones de cám ara fu era de la acción pueden cubrir el m ovi­
La planificación en profundidad m iento com pleto del actor con m uy p ocas o ninguna panorám ica si se uti­
Para nuestro primer ejem plo sobre el círculo de acción dramática vamos a con­ liza un objetivo lo bastante angular. Una cámara fuera de la acción m antiene
centrarnos en la situación de la cámara más que en la disposición de la esce­ una vista fija y lim itada de todo el m ovim iento del hom bre, m ientras que
na. Ésta es la secuencia: un hombre camina desde una cabina telefónica has­ una cámara en la acción puede hacer una panorámica de hasta ciento ochen­
ta su coche. En la figura 13.1 una ilustración de perfil nos muestra la localización. ta grados para fotografiar la m isma acción. A dem ás, cuando es fotografia­
do desde fuera de la acción el actor m antiene aproxim adam ente el m ism o
tamaño en todo el plano. Si es fotografiado por una cámara dentro de la acción
su tamaño dentro del encuadre variará considerablem ente.
Cuando hay m ás de un actor en escena, el círculo de acción dram ática
está determ inado por la colocación de los actores. Si los actores se m antie­
nen en el esquem a en A, I o L sin m overse, el círculo de acción dram ática
se traza exactam ente alrededor de este esquema de colocación.

Figura 13.1: Ext. cabina telefónica — barrio residencial. La finalidad del círculo de acción dramática
Com o los esquem as en A , I y L , el círculo de acción es una m anera de con­
Vamos a suponer en prim er lugar que no tenemos la posibilidad de mon­ siderar las situaciones escénicas para encontrar disposiciones fam iliares de
tar varias vistas distintas y que la acción va a ser fotografiada en un plano la cámara y el sujeto. La prim era ventaja de analizar la acción de este m odo
único. La vista aérea de la figura 13.2 ilustra las posiciones de cámara den­ es que el cineasta puede descubrir nuevas maneras de organizar una secuen­
tro y fuera del círculo de acción dramática. La form a del círculo viene deter­ cia. Resulta especialm ente útil cuando ayuda al d irector a hacerse una idea
minada por el espacio cubierto por el actor que camina hacia el coche. Si tuviera general de una puesta en escena complicada.
que desviarse del sendero de baldosas por cualquier razón, el círculo de acción Para llegar a fam iliarizarse con el círculo de acción, aprenda a obser­
incluiría este espacio adicional. var las secuencias de cine y televisión en térm inos de espacio más que de
planos. Para ello h ay que visu alizar la geografía de la localización y la
posición de la cám ara dentro de ese espacio. Un buen ejercicio consiste en
seguir las posiciones de la cám ara para cualquier secuencia situada en un
interior. Preste especial atención a la m anera en que se presenta cada nueva
secuencia en los planos iniciales. Pronto em pezará a reconocer las estrate­
gias básicas para la presentación del espacio escénico y aprenderá cómo afec­
ta a la narración cada m étodo diferente.
Por ejem plo, el operador Gordon Willis sitúa a m enudo la cámara en
el interior del círculo de acción y perm ite que los actores se m uevan a su
alrededor como si la cámara fuera un testigo íntimo. El resultado son encua­
dres y com posiciones en los que un actor pasa a pocos centím etros del obje­
tivo, ocultando m om entáneam ente el fondo. En el extrem o opuesto, el
Figura 13.2: director Jim Jarm usch prefiere m antenerse distanciado de la acción, utili­
El círculo se traza zando con frecuencia encuadres gráficos inexpresivos que son como viñe­
exactamente tas de úna historieta. M uchas veces Jarm usch prefiere m antenerse fuera del
alrededor del círculo de acción durante secuencias enteras. Observando la obra de una selec­
espacio general ción aleatoria de cineastas, como Bernardo Bertolucci, O tto Prem inger,
que el actor recorre David Lynch, Spike Lee y Fran^ois Truffaut, conseguirem os ejem plos de las
en su movimiento. diferentes m aneras posibles de presentar el espacio.

230 Plano a plano La profundidad de campo 231


La profundidad interior A.
Si observam os las m aneras utilizadas por una am plia selección de
directores para presentar una secuencia en una habitación, com probarem os
Figura 13 .4
que sólo hay tres lugares posibles donde colocar la cámara: el prim er tér­
m ino, el m edio fondo o el último térm ino. La figura 13.3 m uestra una vista
A . La técnica de planificación m ás común
aérea de una h abitación con una cám ara situada ju nto a la puerta, una
es la de situar la cám ara fuera de la
segunda en el centro de la habitación y una tercera en la pared m ás alejada
de la puerta. Si un actor entra en la h abitación y se sienta a la m esa, la elec­ acción y enfocar a un grupo de actores en
una parte de la habitación. Generalm ente
ción de la posición de cám ara determ inará si e l actor se acerca a la cám ara
e s necesario el montaje p ara diferenciar
(B ó C) o se aleja de ella (A). Com o la habitación es relativam ente pequeña,
m ás, y a que todos los actores están
las tres posiciones se encuentran dentro del círculo de acción.
aproxim adam ente a la m isma distancia de
la cám ara y por lo tanto se ven en
tamaños de planos similares.
i

B. U na planificación en profundidad de
este tipo es típica de Orson W elles y
W illiam W yler. Permite el uso de una sola
organización, de modo que ei m ontaje, de
utilizarse, se mantiene a niveles mínimos.

C. Ésta es una versión exag erad a de un


tipo de planificación en el que la cám ara
está en el centro del círculo de acción. Es
prácticamente la antítesis de la posición
Figura 13.3
frontal. La cám ara puede enfocar cualquier
punto desde esta posición central, pero el
Una vez establecida la localización con una de las tres posiciones b ási­ despliegue de los actores por el perímetro
cas de cám ara, la siguiente decisión es la puesta en escena de los actores. de la habitación obliga a recurrir al
La figura 13.4 incluye tres diagram as de habitaciones, que ilustran cada uno montaje, y a que ninguna composición
de los tres usos básicos del círculo de acción. N o im porta cuál de los esque­ aislad a puede a b a rcar a m ás de dos
mas de planificación (A, I o L) estem os utilizando. Lo que nos interesa aquí intérpretes.
es si la cámara está dentro o fuera de la acción. Por ejem plo, podríam os tener
un esquem a en A m uy ceñido, con los actores m uy ju n tos, o un esquem a en
A en el que estén repartidos por la habitación. Para cualquier esquem a
dado la cámara puede estar dentro o fuera de la acción.

232 Plano a plano La p rofundidad d e campo 2 3 3


con profundidad de foco. Pero com o cualquier objetivo sigue presentando
La planificación en profundidad
lim itaciones en la profundidad de cam po que perm ite alcanzar, se han
El uso de una gran profundidad en la planificación de los planos obedece desarrollado técnicas especiales para la fotografía con profundidad de foco.
a dos propósitos: uno, puede hacer innecesario el m ontaje al perm itir al cine­
asta com poner los sujetos dentro de un solo plano; y dos, perm ite al direc­ Efectos especiales para conseguir profundidad
tor destacar selectivam en te los elem entos dram áticos. G ráficam ente, la
puesta en escena en profundidad depende del uso de la escala. Esto crea opo­ H ay varias alternativas a los objetivos angulares para la fotografía con pro­
siciones dentro del encuadre que pueden sustituir a la diferenciación de los fundidad de foco. En Ciudadano Kane algunas de las com posiciones con
actores norm alm ente establecida m ediante el m ontaje. Lo hem os visto en profundidad de foco m ás espectaculares se lograron con efectos realizados
varios de los esquem as y posiciones ilustrados en capítulos anteriores. en la cámara que en aquella época no podían conseguirse sim plem ente cón
Aunque podría p arecer axiom ático que los actores m ás próxim os a la cám a­ un gran angular. Estos efectos se lograron exponiendo dos veces la pelícu­
ra dom inan más el encuadre que los que están m ás alejados, es posible des­ la con la cámara bloqueada. P or ejem plo, en la prim era exposición se tapa­
viar la atención hacia el actor más alejado m ediante el uso de la ilum inación, ba con un ocultador un lado del encuadre m ientras el lado destapado se
la profundidad de campo y el contexto narrativo. La planificación móvil puede enfocaba sobre un elem ento en prim er término m uy cerca de la cámara. Para
am pliar aún más las posibilidades de diferentes acentuaciones al perm itir la siguiente exposición se rebobinaba la película hasta el punto de partida
que los actores próxim os y alejados de la cámara intercambien sus posiciones y se cubría el lado opuesto del encuadre para que el prim er término foto­
o se encuentren en el segundo término en plano de igualdad. grafiado no fuera afectado p or la segunda exposición. D urante el segundo
Ésta es la diferencia escénica fundam ental entre el uso de la profundi­ pase de la cámara se volvía a enfocar el objetivo sobre un elem ento en últi­
dad espacial de Jean Renoir y de Orson W elles. En La regla del ju eg o R enoir mo término y se grababa sobre el lado previam ente oculto del encuadre. De
m ovía a los actores desde el prim er térm ino a l ú ltim o dentro de la m isma este m odo se com binaban dos zonas enfocadas en una sola tira de pelícu­
disposición, utilizándolos para d irigir la atención del espectador de un la, perm itiendo efectos de extrem ada profundidad de foco.
escenario al sigu iente e introducir así la sigu iente etapa de la historia. En el plano final de Recuerda de H itchcock, com partim os el punto de
W elles, en cam bio, prefería separar a los actores en los diferentes espacios vista de un hom bre que está a punto de suicidarse. Vemos su mano en pri­
del prim er y últim o térm ino. Esto se hacía con frecuencia en Ciudadano m erísim o plano cuando gira la pistola hacia la cámara (él m ism o) y dispa­
Kane para aislar em ocionalm ente a Kane de los que lo rodeaban. Hacia el ra. Este tipo de encuadre dinám ico era una práctica com ún en los cómics
final de la p elícula K ane y Susan Alexander son situados en una planifica­ de aventuras de la época, pero Hitchcock se dio cuenta de que no podía m an­
ción en profundidad en los extrem os opuestos de una inmensa habitación, tener enfocados al m ism o tiem po la pistola en prim er térm ino y el fondo.
cada uno de ellos aprisionado en el espado por la cámara. El espacio de Welles Su solución fue ordenar al departam ento de accesorios que fabricara una
se utiliza para separar a estos personajes; R enoir utiliza el espacio para que m ano y una pistola de tamaño descom unal. Estos accesorios podían colo­
los personajes se crucen. carse más lejos del objetivo dentro de la profundidad de cam po y seguir lle­
Otro uso más conceptual de la profundidad de cuadro es la conexión nando el cuadro como si se encontraran en prim erísim o térm ino.
de ideas a través del espacio. Por ejem plo, un reloj en prim erísim o térm i­
no puede recordarnos que al anciano situado en últim o término no le queda
Las lentes de campo partido
mucha vida. No hay razón para limitar el encuadre a sólo dos niveles de sig­
nificado, y la profundidad de cuadro puede dividirse en tantas zonas d ife­ Una de las soluciones m ás sencillas al problem a de rodar espacios en p ri­
renciadas como el cineasta sea capaz de definir claram ente. m er o últim o térm ino extrem os es utilizar una lente de cam po partido. Una
lente dióptrica completa (o sin dividir) es simplemente una lente que se colo­
ca sobre el objetivo principal ya en la cámara para poder fotografiar el pri­
La fotografía con profundidad de foco
m er plano. Técnicam ente, un dióptrico es una unidad de m edida de la
La puesta en escena en profundidad a menudo se confunde con la fotografía longitud focal negativa de una lente divergente, pero con los años ha p asa­
con profundidad de foco. Aunque con frecuencia se utilizan en com bina­ do a designar un accesorio para un objetivo de prim er plano. Las lentes dióp-
ción, la relación entre ellas no es autom ática. Hay ocasiones en las que la tricas van acopladas al extrem o del objetivo principal com o un filtro. Como
planificación en profundidad perm ite que el p rim er o el último término esté un dióptrico perm ite al objetivo enfocar más cerca del sujeto, un dióptrico
ligeram ente desenfocado por razones gráficas, o se puede desplazar el cen­ de cam po partido hace lo m ismo, pero sólo a un lado del objetivo. El lado
tro de atención trasladando la zona enfocada de un sujeto alejado a otro más sin cubrir conserva la longitud focal norm al, m ientras que el lado cubierto
cercano. El tipo de profundidad de foco que se asocia a Orson W elles, tiene una longitud focal m ás corta. Por lo tanto, el objetivo puede enfocar
W illiam W yler y el operador G regg Tolland utilizaba objetivos de longitu­ objetos alejados y próxim os sim ultáneam ente. Pero el efecto no es perfec­
des focales cortas con aperturas de diafragmas pequeñas para mantener enfo­ to. Como la lente sólo cubre parte del objetivo, la línea donde em pieza el
cados el primeT y ú ltim o térm inos. Cuando apareció com o estilo de puesta efecto se ve ligeram ente borrosa. Esta línea debe ocultarse m ediante la
en escena en los años cuarenta, la fotografía con profundidad de foco era com posición ingeniosa de todos los elem entos del plano. Adem ás, los dióp-
el úl timo grito de la tecnología. Las películas más rápidas actuales (que per­ tricos partidos sólo pueden utilizarse con la cámara bloqueada para elementos
m iten aperturas m enores y una m ayor profundidad de campo) han am plia­ en prim er y últim o término lim itados a un lado del objetivo, de m anera que
do la extensión de la zona enfocada, facilitando considerablem ente el trabajo ninguna persona,u objeto salte el eje.

2 3 4 Plano a plano La profundidad de campo 2 3 5


nes y son idos superpuestos. Lo conseguía utilizando teleobjetivos a la
m anera docum ental tradicional, para acercarse m ás, pero tam bién con un
nuevo m étodo, rodando los planos largos y m edios en el form ato de pan­
talla ancha, con lo que sus planos m áster quedaban com prim idos.

Los esquemas de planificación y los teleobjetivos


Los teleobjetivos, al eliminar la profundidad en el encuadre, acentúan la anchu­
ra del espacio escénico. La diferenciación entre los esquem as de plan ifica­
ción se hace más difícil a m enos que los actores estén separados lateralmente.
Este efecto es especialm ente acusado cuando los sujetos están superpues­
tos en el encuadre. La planificación m óvil es igualm ente problem ática con
los teleobjetivos, ya que sólo los m ovim ientos laterales destacan eficaz­
m ente los m om entos clave de una secuencia. Los sujetos que se desplazan
en profundidad parecen m overse sin llegar a un nuevo espacio. P or la
m isma razón, el m ovim iento de la cám ara en profundidad será casi im per­
En el encuadre 1 la ceptible.
cab e za del hom bre está Por el contrario, los movimientos laterales de la cámara con un teleobjetivo
fuera del alcance d e la exageran los planos en profundidad. Por ejem plo, un m ovim iento de tra-
profundidad de cam po. vellin g lateral crea fuertes tensiones visuales entre dos sujetos situados a
Utilizando el dióplrico de pocos metros de distancia. El último término, que se acerca debido a la carac­
campo partido, en el terística com presión espacial de los teleobjetivos, destacará m oviéndose a
encuadre 2 se consigue través del encuadre com o u n enorm e cicloram a.
enfocar el primer y La tendencia a u tilizar objetivos más largos en el cine de ficción sigue
último términos. Las vigente. El atractivo del teleobjetivo es en gran parte visual, pero tam bién
lentes dióptricas pueden se ha popularizado porque elim ina m uchos de los problem as de continui­
girarse y colocarse de dad de la puesta en escena de la acción. El resultado es que en la últim a déca­
m anera que la línea da ha dism inuido la com plejidad y variedad de las soluciones escénicas en
divisoria (encuadre 3) se el estilo de continuidad.
sitúe en el lugar m ás
conveniente del plano.

Los encuadres 1 y 2 de la figura 13.5 m uestran el efecto de una lente


de campo p artido en un encuadre convencional con escorzo. En este caso,
un objetivo de 40 mm. con una apertura de diafragma 8 (f 8) no consigue enfo­
car a los dos sujetos d el encuadre 1. Com o puede ver, el hombre está desen­
focado. U tilizando el dióptrico de cam po partido la parte trasera de la
cabeza d el hom bre queda nítidam ente definida, aunque sólo está a unos 35
ó 45 cm. del objetivo. La localización del eje d ivisorio se m uestra en el
encuadre 3. Es posible detectar esta línea ligeram ente borrosa en la foto.

La profundidad comprimida
Donde Welles y Renoir utilizaban la fotografía con profundidad de foco, cine­
astas com o R obert A ltm an y A kira Kurosaw a buscaron inspiración en las
películas docum entales, apropiándose de las técnicas con teleobjetivo del
docum ental. Para K urosaw a el efecto de enfoque sup erficial característico
de los teleobjetivos se incorporaba a su estilo, ya extrem adam ente perso­
nal y de registros variad os, basado fundam entalm ente en la técnica de
H ollyw ood. A ltm an , p or su parte, desarrolló un estilo que se apoyaba
m ucho más en el uso de objetivos largos, creando una puesta en escena de
apagadas resonancias oníricas en la que vem os a los personajes en im áge­

236 Plano a plano l a profundidad de campo 2 3 7


14 LOS ÁNGULOS
DE L A C Á M A R A
n el cine de ficción hay m uchas razones para variar el ángulo de visión.

E Se puede cam biar el ángulo para seguir al sujeto, revelar u ocultar


inform ación sobre la historia, cam biar el punto de vista, proporcionar
variedad gráfica, presentar una localización o crear el tono am biental. De
todas estas razones, el objetivo principal para muchos cineastas es el de seguir
al sujeto. Este planteam iento tiende a olvidar la Im portancia del espacio en
el que se desarrolla la acción, cuando es éste el que de hecho proporciona
el contexto que define al sujeto.
Esta división entre sujeto y espacio es parte una herencia del sistema de
los estudios de los años treinta y cuarenta. Para reducir gastos en los costosos
rodajes en localizaciones, las secuencias de diálogo se rodaban en platós del
estudio y posteriormente se componían con m aterial de archivo de distintas
localizaciones, creando la ilusión de un mundo con continuidad espacial. Los
poco convincentes planos trucados de un coche avanzando ante un fondo pro­
yectado nunca engañaron a nadie, pero de todos m odos la historia y las estre­
llas eran los únicos elementos que se consideraban verdaderamente importantes.
El público pagaba por ver a las estrellas, y si las estrellas eran de su gusto los
efectos poco convincentes no se tenían en cuenta. Presentando el espacio
escénico en un plano general y pasando a los planos medios para fotografiar
al sujeto, los estudios con frecuencia ahorraban dinero a costa de la expresión
plena del contexto espacial y dramático de una secuencia.
H oy en día sigue existiendo esta separación entre sujeto y entorno, y
aunque el rodaje en localizaciones ha sustituido al estudio, m uchos direc­
tores siguen considerando que las im ágenes de los actores son el ingrediente
principal de la narración y el escenario el equivalente del decorado escénico,
cuya única función es la de presentar cada nuevo plano.
Lo cierto es que el sujeto nunca está separado del escenario, ni en el sen­
tido narrativo ni en el pictórico. El sujeto de un plano a m enudo es el suje­
to y el decorado considerados como un todo inseparable desde el punto de
vista creativo, en el que cada uno influye en el otro. Juntos pueden dar el
tono y el ambiente de la secuencia, moldear los elementos psicológicos y dra­
m áticos e interactuar para buscar nuevos sentidos en cualquier plano. La
relación espacial entre el sujeto y el entorno está en gran m edida en función
del ángulo de la cámara.
Los ángulos de la cámara no significan nada por sí solos. El análisis sim ­
plista (ya superado) que sostiene que los contrapicados de un sujeto lo
colocan en una posición dom inante m ientras que los picados lo colocan en
una posición de inferioridad, sólo es válido en determ inadas situaciones.
E l valor de un plano depende en realidad del relato.
Por ejemplo, en Ciudadano Kane se utilizan contrapicados durante toda la
película, pero su significado depende del contexto. En las primeras secuencias
de la juventud de Kane, cuando parece un temerario cruzado, puede que alber­
guemos sentimientos ambivalentes sobre su uso del poder, pero probablemente
envidiemos su ca pacidad para desairar a las poderosas fuerzas del poder esta­
blecido, representadas por su cargante tutor, Thatcher. En la mayoría de las
secuencias los techos son bajos, y Welles, que era bastante alto, parece dorm­

ios ángulos de la cámara 23.9


nar su entorno. Al final d e la película, Kane, un anciano que ha perdido gran la pantalla le parecen más reales que el espacio de la sala de cine. Los psicó­
parte de su influencia, sigue siendo fotografiado en contrapicados, pero aho­ logos llaman a esta ilusión transferencia. Aunque a menudo no se admite, una
ra los inmensos espacios de las habitaciones y salas de Xanadú le dominan a de las razones para variar el ángulo de visión es la de provocar la excitación
él, que parece pequeño en comparación. El relato socava la interpretación tra­ física de la transferencia, una experiencia habitual en el espectador de cine. No
dicional de los contrapicados. hay que recurrir necesariam ente a complicados m ovim ientos de cámara y
amplios horizontes para producir este efecto; una secuencia en un restauran­
te a testado puede ser tan evocadora como otra situada en un inm enso bosque
La colocación del espectador
si los ángulos de cámara están bien elegidos, Com o la transferencia involucra
En el cine el espectador se identifica con la cámara. Cuando la cámara se m ue­ al público en cualquier m ovim iento de cámara o cambio de ángulo en una
ve, ya sea en un plano de travelling o m ediante el m ontaje, el espectador tam­ secuencia montada, el espectador pasa a formar parte de la coreografía. Las
bién experimenta la sensación de m ovim iento, y a menudo las im ágenes de secuencias complejas pueden aportar perfectam ente una experiencia tan cre­
ativa rítm ica y espacialxnente com o un baile, lo que depende en gran medida
de la disposición de los ángulos de la cámara y de la perspectiva.
Figura 14.1 Una m anera de aprender cóm o actúa un cam bio de perspectiva de un
plano a otro en una secuencia es reducir la perspectiva a form as sim ples.
Una vez comprendidas las formas básicas, podrá reconocerlas más fácilmente
A. _ B. al preparar las secuencias.

La perspectiva
Todos los dibujantes de "storyb oard " y todos los diseñadores de produc­
ción conocen a fondo los principios de la perspectiva y los utilizan con fre­
cuencia para visualizar platós y ángulos de cámara. El conocim iento de la
perspectiva da al dibujante del "storyb oard " la libertad de im aginar pun­
tos de vista distintos en un decorado real o crear un decorado totalm ente
im aginario. Este tipo de representación se llam a perspectiva lineal y es
uno de los muchos sistem as de dibujo, ni más ni m enos válido que cualquier
otro, aunque se ajusta con bastante exactitud a nuestra m anera de ver el
La perspectiva linea! m undo. La perspectiva lineal ha sido el m étodo p rincipal para crear la ilu ­
sión de espacio en los dibujos figurativos desde el Renacim iento.
Y a estem os m iran d o u na h a b itació n , un Pero cuando un cineasta pone un plano detrás de otro la interacción entre
edificio o un bosque frondoso, h a y algunos las im ágenes produce un tipo totalm ente distinto de experiencia espacial,
puntos de vista q u e a ce n tu a rá n m ás que lo que podem os llam ar perspectiva secuencial. A sí es como se crea el tipo
otros la p rofu nd idad y el volum en. de coreografía cinem atográfica que incluye al espectador en el espacio de
Los c in co cu b o s d e la fig u r a 14.1 la pantalla, un factor fundam ental en el diseño de la sucesión de planos.
ilustran cóm o se u tiliza la perspectiva lin­ Para comprender mejor el efecto de una serie de ángulos de cámara pode­
e al p a ra c re a r la ilusión d e profu nd id ad. mos estudiar alsujeto con métodos tradicionales, como el estudio de la perspectiva.
El cubo A e stá visto d e fren te. Este tipo d e Las ilustraciones de los cubos de la figura 14.1 muestran las formas básicas.
representación se conoce por vista ortogonal Vamos a tomar ahora las distintas vistas del cubo y utilizarlas como base
y no se propone m o strar la persp e ctiv a. El para una localización de un "storyboard". Podemos construir sobre el cubo un
cubo B está ligeram en te g ira d o , d e m an e­ "drugstore" con un gran cartel en un alto poste separado del edificio. La figu­
ra que muestra una superficie adicional. Esta ra 14.2 muestra el "drugstore" en perspectiva de uno, dos y tres puntos de fuga.
superficie está en e sco rzo y las lineas supe­ Veamos ahora cuatro versiones de la perspectiva secuencial en forma
rior e inferior convergen en el horizonte. Es de "storyboard". La acción es simple: un hombre llega en su coche al "d rugs­
la p e rsp ectiva con un punto de fu g a. El tore" en busca de un teléfono. Va hacia la puerta, pero luego ve que hay una
cubo C e stá d ib u ja d o con d o s puntos de cabina al lado del edificio. Se dirige a la cabina y hace una llam ada.
fu g a. El cubo D está g ira d o d e tal m an e ra El propósito de los ejem plos siguientes es ilustrar la sucesión de pla­
que dos de los lad os se ven en escorzo. Esto nos como una variación rítm ica de ángulos. En el.estilo de continuidad esto
h a c e a ú n m ás a c u s a d a la im presión de supone situ ar el volum en de un espacio determ inado m oviéndose por ese
profu nd idad. El cub o E se ha dib u ja d o en espacio. Donde hay m ovim iento hay aceleración, velocidad e inercia, y el
perspectiva con tres puntos de fu g a. Este m ontaje en continuidad puede dictar sus propias leyes físicas. Esta clase de
d ib ujo e s el que produ ce u na m ayo r se n ­ "balística de p lan os" se acentúa al m áximo en el tipo de vistas dinám icas
sación d e p rofu nd idad . que vienen a continuación.

2 4 0 Plano a plano Los ángulos de la cámara 241


Figura 1 4 .2

-- ,

1 s

i g Vista a la altura de los ojos


1
E n esta p rim era v e rsió n h em o s u tilizad o
v ista s fro n tales a la altu ra de lo s ojos. El-
en cu ad re in ic ia l 1 u tiliz a la s su p erficies
Perspectiva de un punto de fuga p lan as de los ed ificio s p ara acen tu ar el
e fe c to de la c a rre te r a a le já n d o s e en la
d ista n cia . L as v ista s al n iv el de los ojos
tiend en a se r estab les y p u ed en serv ir de
con traste a las com p osicion es d inám icas.
C om p are estas v ista s al n iv e l de los ojos
con las c o m p o sicio n es m ás ob licu as de
la serie sig u ien te.

Picado 1
Observe que estos tres planos se suceden con
fluidez en un movimiento general. En primer
lugar, el grado de la perspectiva aumenta en
cada encuadre: el encuadre 1 es más plano, el
encuadre 2 tiene más volumen y el encuadre
3 m uestra los tres planos en retroceso, de ma­
nera que la profundidad del plano aumenta
a m edida que avanzamos. En segundo lugar,
los planos se van cerrando a m edida que nos
aproximamos a la cabina telefónica, lo que
produce una sensación de avance. Esta clase
de sucesión de planos es progresiva.

2 42 Plano a plano ios ángulos de la cámara 2 4 3


El espacio frente al sujeto
Una manera de ver los ángulos de la cámara y cómo representan el espacio escé­
nico es elaborar un "storyboard" sin el sujeto, concentrándose exclusiva­
mente en el fondo. Éste ha sido mi planteam iento en los "storyboards" del
"drugstore". Al visualizar esa secuencia, hice muchos bocetos y los recorté para
poder reordenarlos fácilmente sobre la mesa de dibujo. Cada vez que ordenaba
los dibujos de una manera diferente podía imaginar una versión distinta de
la secuencia. C ualquier cambio del punto de vista evocaba sutiles cambios de
tono, ritmo e incluso de los acontecimientos que se narran en la secuencia.
M erece la pena tener esto en cuenta al diseñar las secuencias. Del
m ism o m odo que sustituim os los esquem as de puesta en escena basados en
los sujetos por el concepto esp acial del círculo d e acción, podem os encua­
drar los planos basándonos en el decorado más que en el sujeto. El sujeto
Picado 2 acabará siendo el factor determ inante, pero para entonces puede haber
La serie siguiente no es progresiva encontrado m uchas ideas nuevas.
nifica que la vista oblicua de un
entra en conflicto con la vista del Tendencias recientes en la representación perspectiva
siguiente. El grado y la dirección de
antagonismo varían, pero es La m anera de fotografiar los interiores ha cam biado a lo largo de los ú lti­
los dos últim os encuadres. m os veinticinco años. El rodaje en localizaciones ha sustituido poco a poco
a los decorados de estudio, n o sólo por razones económ icas sino tam bién
a causa de la tendencia cada vez m ás acusada hacia un realismo que los deco­
rados de estudio difícilm ente pueden proporcionar. Sin los techos y pare­
des m óviles del p lató de un estudio, es necesario u tilizar objetivos de gran
angular en los espacios a menudo exiguos de un interior real para poder encua­
drar los planos de figuras enteras. Los cineastas a m enudo eligen los o b je­
tivos para resolver estos problem as prácticos, con lo que las consideraciones
pictóricas pasan a segundo plano.
Si se encuentra en un interior en el que la perspectiva del plano con gran
angular viene determ inada p or el tam año de la habitación m ás que por el
diseño, intente utilizar un objetivo más largo. Estos objetivos perm iten
entre otras cosas rodar a través de puertas y ventanas, pasando junto a los
objetos en prim er térm ino en lugar de intentar encontrar un encuadre des­
pejado en la habitación. El plano de interiores con gran angular es un recur­
so clásico de la televisión, y com o refleja una exigencia presupuestaria m ás
que una decisión artística, pueden surgir nuevas ideas si se insiste en ev i­
tar este lugar común.
Podem os ver ahora una situación narrativa que perm ite una gran varie­
dad de com binaciones de ángulos y objetivos: la secuencia de acción.

Contrapicado El problema narrativo (Los ángulos de la cámara en acción)


Este es otro ejem plo de encuadres La siguiente secuencia de acción representa un partido de béisbol en un des­
nicos. Aquí el contraste es ligero hasta los campado. El tratam iento de la secuencia es hum orístico y un tanto exage­
últim os encuadres. Com párelo con las rado, lo que hace recom endable el uso de ángulos de cám ara m uy acusados
tas al n iv el de los ojos, que para conseguir el efecto buscado.
m ism a distancia general al El "storyb oard " com ienza a m edia tarde de un día ventoso, con un sol
serie pero son m ucho m enos brillante y nubes interm itentes. H ay un bateador en la base. El tanteo es de
tres lanzam ientos y dos golpes. L a luz del sol da en los ojos al bateador, que
no puede ver bien. Por suerte, algunas nubes deshilvanadas tapan m om en­
táneam ente el sol y le dan un respiro, pero el "p itch er" se hace el rem olón
arreglándose los cordones de las zapatillas hasta que vuelve a salir el sol.

244 Plano a plano Los ángulos de la cámara 245


1. El tanteo es de tres lanzam ientos y dos golpes. 4 . El "pitcher" em pieza a preparase para el lanzamiento.

2. El sol obliga a l bateador a g u iñar los ojos cuando intenta ver dónde
ostán situados los jugadores a l otro extremo del cam po.

..>''5^^^-'"'' " ....... ............

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3 . Punto de vista del bateador del sol brillante. ó. Las nubes tapan el sol.

2 46 Plano a plano Los ángulos de la cámara 2 4 7


7 . El "pitcher", que no quiere ponérselo fácil al bateador, se hace el
remolón arreglándose el cordón de la zapatilla.

\ 1. La cám ara apunta directamente hacia arriba cuando la pelota pasa


8. El "pitcher" se pone de pie cuando vuelve a salir el sol. El equipo
junto al sol a c ám ara lenta y las nubes vuelven a tapar el sol.
bateador le abuchea m ientras se prepara p ara lan zar y . . .

9. Pasam os a cám ara lenta p ara el lanzam iento. 12. Las som bras se desvanecen a cám ara lenta.

248 Plano a plano Los ángulos do la cámara 2 49


1ó. Un chico sentado en la colina se incorpora de un salto p a ra observar
la pelota que se eleva por el cielo. "¡C aray!"

14. ¡Cracl Volvemos a la velocidad normal de la cám ara cuando el


bateador golpea la pelota.

18. Continúa la panorám ica siguiendo a la pelota. i B ^

Los ángulos de la cámara 251


19. C Termina la panorám ica cuando la pelóla se aproxim a a un poste telefónico. f\ÉLV£R £0WÍ
RUNHlN)^ UP.
2 2 . La m ujer dentro de la c a sa d a un salto cuando la pelota
hace añicos la ventana. El jugador llega corriendo en busca
d e la pelota.

23 . La pelota v a botando por el


tejado, rueda por el canalón y se
2 0 . La pelota rebota en el poste..
cuela por la tubería de desagüe.
mu- w>&
oom
¡ni»
¿ fflu f.

2 1 . Y entra directamente por la ventana de una casa vecina.

2 5 2 Plano a plano
io s ángulos de la cámara 2 53
29. En el cam po de béisbol, el bateador se dirige a la tercera base. El
jugador aparece al fondo con la pelota y la lan za.

27 . La pelota sale disp arad a de la tub ería...

3 0 . El segunda base y el centrocampista no consiguen recoger la pelota.

2 5 4 Plano a plano ios ángulos de la cámara 255


y — ............ .. ■—...... .....................................
34 . El jugador situado entre la segunda y la tercera base recoge la pelota
y la la n za a la prim era b ase m ientras el bateador corre en prim er término.

31. El bateador llega a la tercera base.

3 5 . Plano m uy elevado. C á m ara lenta. La cám ara se mueve en panorám ica


con la som bra del bateador a la carrera. La pelota entra lentamente en el
plano. Es una carrera de som bras.

3 2 . El "pitcher" grita "(idiotas!" a los jugadores del cuadro central.

33. El bateador se dirige a su base. base de partida mientras el "catcher" se prepara.

2 56 Plano a plano Los ángulos de la cámara 2 5 7


fl 5 LOS ENCUADRES
a bierto s y cerra d o s
os términos abierto y cerrado en las composiciones se utilizan para describir

L los tipos de técnicas y estrategias de encuadre concebidas para incluir o excluir


al espectador del espacio del cuadro. En el cine, los encuadres abiertos son
composiciones como los que solem os encontrar en los documentales, donde
el cineasta no puede controlar muchos de los elementos encuadrados. En
estas planificaciones es posible que varios sujetos queden parcialmente cor­
tados por elborde del cuadro o parcialmente ocultos por elementos en primer
término. Los encuadres cerrados son composiciones con sujetos cuidadosamente
situados para conseguir la máxima calidad y equilibrio gráfico. Es m uy pro­
bable encontrar esta m anera de componer las im ágenes cuando la cámara se
sitúa fuera del círculo de acción. Las formas abiertas parecen más realistas, mien­
primer plano de la prim era base. El pie del bateador tras que las formas cerradas parecen planificadas.
y la m ano del "catcher" se acercan lentamente a la Esta distinción no deja de presentar contradicciones. Por supuesto, lo
base. Ei polvo cubre todo el cuadro. cierto es que todas las com posiciones han sido preparadas por el fotógra­
fo hasta cierto punto, ya sea esto evidente para el espectador o no. Los anun­
Resumen cios televisivos han tomado prestado la imagen gráfica de los documentales,
Como puede ver en esta breve historia, los ángulos de la cámara dependen en . ordenando cuidadosam ente las com posiciones para que parezcan desor­
gran medida de la narración, igual que otras estrategias gráficas y escénicas. denadas. Este tipo de estudiada desenvoltura se aprovecha de la asociación
En este caso, la cámara lenta y el uso de las som bras han determinado algu­ que generalm ente hace el público entre el estilo docum ental y el reportaje
nos de los ángulos de la cámara, así como el uso de la "planificación gráfica'', objetivo. Por otra parte, m uchos docum entalistas realizan com posiciones
ya que la pelota se desplazaba muy por encima de la escena mientras las som ­ m uy trabajadas, esperando semanas o meses las condiciones exactas de clima
bras en el suelo funcionaban como si fueran actores en escena. Como es nat­ y estación para obtener una im agen m ás impactante. En nuestra cultura satu­
ural, el obligar a la cámara a seguir una acción situada en puntos muy altos y rada de imágenes cada vez resulta más difícil distinguir entre las formas abier­
muy bajos influye mucho en los ángulos de la cámara necesarios para grabar tas y cerradas, dado que los creadores de im ágenes de todo tipo son bien
la escena. Por supuesto, las pequeñas variaciones en el ángulo de la cámara conscientes de su interpretación popular y a m enudo las utilizan para enga­
son tan im portantes como los ángulos de visión más extremos y contribuyen ñ ar al espectador.
a marcar un ritm o de movimiento. Probablem ente lo m ejor sea considerar los encuadres abiertos y cerra­
Tengo que añadir que este "storyb oard " es un prim er borrador basa­ dos descripciones generales, teniendo presente que las técnicas adoptan su
do en dibujos esquem áticos que se utilizaron para organizar la idea de par­ significado según el contexto en que se sitúen. Para el cineasta de ficción el
tida. Los prim eros veinte bocetos prelim inares se dibujaron a lápiz en poco aspecto más interesante de los encuadres abiertos y cerrados es cómo se uti­
más de una hora. M ás de la m itad de las viñetas no sufrieron cam bios de lizan para ofrecer al espectador diferentes grados de participación e inti­
im portancia desde estas prim eras com posiciones, m ientras que el resto fue midad con los sujetos en la pantalla. El uso que hace el cineasta de esta relación
dibujado de nuevo. En la práctica puede h ab er dos o veinte borradores de nos lleva a la cuestión de la distancia estética.
un "storyboard" hasta que las ideas se resuelven de m anera satisfactoria.
Por ejemplo, la idea inicial era sim plem ente que un lanzador llegara a la base
La distancia estética
y com pletara una carrera. La historia del sol y las nubes y la cám ara lenta
surgió a partir de los prim eros bocetos. Cuando em pecé a pasar a tinta las La distancia estética es una expresión utilizada para describir el grado en
viñetas decidí añadir el chiste un tanto fantasioso de la tubería de desagüe, que una obra de arte m anipula al espectador. Toda com unicación es en
que probablem ente no sobreviviría al siguiente borrador. cierto m odo m anipuladora, pero algunas obras ofrecen al espectador más
oportunidades que otras para la reflexión y la participación en el m om en­
to de verlas. La distancia estética es un térm ino m uy adecuado para el cine,
porqué a diferencia del novelista o el poeta el cineasta crea realm ente la ilu­
sión de profundidad y distancia físicas en el cuadro, y por últim o en la sala
de cine. El tamaño de un plano, desde un prim erísim o plano hasta un piano
largo, define una relación física entre el público y el sujeto que tiene im pli­
caciones p sicológicas y en últim o térm ino morales.

2 5 8 Plano a plano Los encuadres abiertos y cerrados 2 59


F

Los niveles de intimidad liza la profundidad de cam po para d estacar selectiv am en te a uno de los
sujetos. A unque gen eralm en te se cree que el actor enfocado es el que
En el siguiente grupo de ejemplos vamos a ver las maneras en las que el encua­ m ás d estaca, no siem pre ocurre así. E ligien d o el encuadre y la acción
dre, la elección del ángulo de la cámara y del objetivo afectan al grado de adecuadas, el actor desenfocado puede convertirse en el sujeto central. El
im plicación del espectador con el espacio escénico y los individuos que apa­ cineasta elige el encuadre 1 porqu e quiere en trar despacio en la secu e n ­
recen en la escena. cia y le parece que los encuadres 2 y 3 son demasiado íntimos en este momen­
N uestra n arració n sigu e a un hom bre y una m ujer en la cam a. El to de la acción.
hom bre ha pasad o la n o ch e con la m ujer después de haberla cono cid o la
noche anterior. Sabe que ella se arrepiente de h aberlo inv itad o a su ap ar­
tam en to, y ahora, cuando la luz de la m añana en tra en la h ab itación , los
dos se m uestran reacios a h acer frente a las m utuas exp ectativ as que han
despertado en el otro. El cineasta quiere llevar al esp ectador al in terior
del círculo de acció n dram ática para que pu eda sen tir la intim id ad de la
relación. Com o la secu encia está escrita d esde el punto de v ista del h o m ­
bre, el d irector cree que debe m antener ese punto de vista en la com p o­
sició n de los planos.

Encuadre abierto

Versión uno
Encuadre abierto
El cineasta d ecid e com enzar la secuencia con un plano general del d o r­
m itorio. Rueda tres planos de prueba, 1, 2 y 3, y los coloca uno ju nto al Versión tres
otro. Com o la secuencia está escrita desde el punto de vista del hom bre,
elige una vista d esde el lado de la cam a ocupad o p o r éste. Sitú a la cám a­
El cineasta com para los dos nuevos planos, en este caso contraplanos que
ra en contrapicado para que sea m ás fácil ver al hom bre que a la m ujer, se u tilizarán después del plano anterior. Tras haber m antenido la distancia
alen tan d o de este m odo nuestra id e n tifica ció n con aquél. El cineasta em ocional en el últim o plano, decide acercarse un poco m ás esta vez. Elige
estud ia sus opciones y se da cuenta de que los encuadres 2 y 3 prob ab le­ el encuadre 2. Con ello quiere involucrar al espectador de m anera más ín ti­
m ente estén dem asiado cerca del sujeto. C om o tiene previsto pasar a p ri­
ma y aprovechar el contraste visual que produce el cam bio de tamaño.
meros planos más adelante en la secuencia le gustaría que hubiera un cambio
significativo del tam año del plano entre el plano inicial y los prim eros p la­
nos p revistos. Por lo tanto, elige el encuadre 1 para iniciar la secuencia.

Encuadre abierto

Versión cuatro
Encuadre abierto
El cineasta revisa la secuencia y no está satisfecho con su última elección
Versión dos Le gusta, acercarse m ás en el contraplano, pero le parece que el prlm n
plano del hombre destaca demasiado. También le gustaría ver mejor a la niu|n
El cineasta decide acercarse para tom ar u n plano de la m ujer y realiza tres Ahora se da cuenta de que el encuadre 2 se centra dem asiado en la posición
planos con escorzo para elegir entre ellos. En todos queda claro que el hom ­ del hom bre; dem asiado egocéntrico. Prueba dos nuevas com posición™ ,
bre está m irando a la m ujer. O bserve cóm o en los encuadres 2 y 3 se u ti- los encuadres 3 y 4.

260 Plano a plano ios encuadres abiertos y carrath >i 7A1


menos cerrado, pero sigue manteniendo una postura neutral y distante. Obser­
ve que la oblicuidad tiende a ab rir un poco el plano.
El cineasta prefiere el encuadre 1 y considera la posibilidad de plani­
ficar la acción de m anera que los actores tengan que incorporarse en la cama
para representarla. Antes de hacerlo prueba otra serie de planos.

Estos dos encuadres son extrem adam ente abiertos. En am bos la m ujer
ha sido colocada de otra m anera para darle la espalda al hombre. Los pla­
nos son casi idénticos, con la diferencia de que el encuadre 4 nos perm ite
ver el rostro de la mujer, aunque no entra dentro de la profundidad de campo.
Lo que es más im portante, podem os ver que está despierta y con los ojos
abiertos. Cada plano afecta profundam ente a la acentuación dram ática de
la secuencia. El encuadre 3 expresa la incapacidad del hom bre para com ­ Encuadre cerrado
prender a la m ujer. Ella se interpone entre nosotros y el hom bre, y sin
em bargo ella tam bién está oculta a nuestra vista. En cierto m odo estam os Versión dos
ocupando la misma posición del hombre. El encuadre 4 es penosamente reve­
lador. Ahora vemos que la m ujer está despierta y no se siente capaz de m irar­ Los tres encuadres de esta últim a serie de com posición cerrada son una
le a la cara. Hay una fuerte im presión de separación. Éste es el plano que secuencia, no versiones individuales de un plano máster. El cineasta decide
elige el cineasta. que si no va a utilizar primeros planos o planos medios de la pareja puede man­
El encuadre abierto crea un contexto en el que com partim os el punto tener la distancia emocional al temando los planos desde ambos lados de la cama
de vista psicológico del hombre m ediante el uso del encuadre y los elementos según oigamos los pensam ientos del hombre o de la mujer. Este plantea­
de la historia. S i el cineasta hubiera querido que el espectador pudiera con­ miento es muy elaborado y evita la identificación psicológica con el persona­
templar la escena desde un punto de vista neutral, podría haberla realiza­ je, fundam ental en el estilo de continuidad. Ninguno de los dos plantea­
do con encuadres cerrados. Este distanciam iento no es absoluto sino que, mientos garantiza un tratamiento equilibrado del sujeto, aunque las estrategias
como en el caso de las estrategias para encuadres abiertos, puede tener diver­ del encuadre abierto y otras técnicas de distanciamiento han sido encomiadas
sos grados. Es poco frecuente encontrar una película que utilice exclusiva­ por cineastas radicales que las consideran menos manipuladoras. En el fon­
m ente encuadres abiertos o cerrados. El cineasta decide volver a plantearse do siempre se manipula al espectador, sea cual sea la técnica empleada, y una
la secuencia del dorm itorio utilizando un encuadre cerrado que perm ita al película no puede tener más integridad que la que perm itan las intenciones y
espectador contem plar el desarrollo de la secuencia involucrándose menos la perspicacia del cineasta, independientemente de la técnica.
física y em ocionalm ente.

Encuadre cerrado

Versión uno

El cineasta p rueba tres posiciones de cám ara distintas para el plano inicial,
los encuadres 1 ,2 y 3. El encuadre 1 es sim étrico, con poca tensión dinámica
que nos lleve hasta el plano siguiente. Esto perm ite al espectador acceder
al encuadre y a la acción sin el tirón de la sucesión de planos. Pero la acción
está tan alejada que es necesario pasar a un plano más cercano para ver más
detalles. El cineasta puede optar por m antener este plano durante toda la
secuencia y llevar la acción hacia la cám ara, h aciendo salir a la pareja de la
cam a en lugar de cam biar de punto de vista m ediante cortes. El encuadre
Las estrategias de encuadre
2 ofrece una vista m ejor de la pareja y lim ita el grado de intim idad que p er­
cibe el espectador al situar a la pareja desde un punto de vista que no per­ Com o acabam os de ver, los encuadres abiertos se sirv en de los elem en ­
tenece a la escala hum ana. En este caso no sólo estam os fuera del círculo de tos en p rim er térm ino para rod ear a un sujeto y h acerlo destacar, o com o
acción dramática, sino por encima de él. Por ú) timo, el encuadre 3 es el plano un m odo de situ ar al sujeto dentro de un nuevo contexto o, in clu ir al

2 6 2 Plano a plano Los encuadres abiertos y cerrados 2 63


espectador en el espacio escénico. Las estrategias de encuadre se utilizan
tam bién por razones puram ente com positivas para aum entar la sensación
de profundidad en el encuadre. M ás abajo se m uestran varios estrategias
de encuadre.
En la figura 15.1 las puertas hacen las veces de encuadre dentro del encua­
dre, distanciándonos de la acción. N osotros ocupam os la posición del indis­
creto que espía una conversación.

Figura 15.1
Figura 15.3
También pueden aislarse los diferentes niveles de acción, como en el
plano siguiente d e la figura 15.2. En este caso la arquitectura se utiliza para Los espejos siempre han fascinado a los cineastas y pueden ser una mane­
encuadrar la acción. ra de com binar el m ontaje de "p lan o y contraplano" en un solo plano. En
la figura 15.4 vem os u n plano de este tipo.

Figura 15.2
Figura 15 .4
En la figura 15.3 vemos cómo los teleobjetivos, al comprimir la acción en
profundidad, agrupan frente a la cámara muchos de los elementos del primer Podem os pasar ahora al punto de vista, el tema del capítulo siguien­
término (que en realidad puede estar muy lejos). Este uso de las estrategias de te, que está íntim am ente relacionado con el tipo de estrategias de encuadre
encuadre tiende a ocultar información revelando sólo fragmentos del sujeto prin­ que acabam os de ver.
cipal. Es lo contrario de un encuadre de una ventana o una puerta, que dirige
nuestra atención de manera más enfática al sujeto dentro del cuadrado.

2 64 Plano a plano Los encuadres abiertos y cerrados 2 65


m

El p u n t o de vista
n el últim o capítulo sobre encuadres abiertos y cerrados hem os visto de

E qué maneras las técnicas gráficas y de montaje determinan el nivel de impli­


cación del espectador con los personajes de la pantalla. El punto de
vista, por otra parte, determina con quién se identifica el espectador. Los dos
conceptos están estrecham ente relacionados y casi siem pre funcionan ju n ­
tos en cualquier secuencia.
Cada plano de una película expresa un punto de vista, y en el cine de fic­
ción el punto de vista cambia con frecuencia, a veces con cada nuevo plano.
En la mayoría de los casos el punto de vista— también llamado a menudo posi­
ción narrativa— es invisible para el espectador, aunque el efecto acumulado
de los cambios afecta profundamente a la interpretación que el público da a
cualquier secuencia. Aparte de las conocidas técnicas subjetivas, como las uti­
lizadas por Alfred Hitchcock, por lo general no se presta atención a la influen­
cia de la situación de la cámara, el montaje y la composición sobre la posición
narrativa de cualquier secuencia. Probablemente esto explique el hecho de que
el punto de vista, que puede ser la contribución más importante del director
a la película, se trate con tanta indiferencia en m uchas películas. La posición
narrativa es a menudo el resultado accidental de las cuestiones técnicas o narra­
tivas, o peor aún, de una m anipulación despiadada.
Para com prender m ejor cómo se puede utilizar la cám ara para deter­
m inar el punto de vista, vam os a em pezar por estudiar tres tipos de narra­
ción utilizados en el cine, tomando prestada la term inología de la literatura
para indicar el punto de vista.

El punto de vista en primera persona


Para las narraciones en prim era persona pueden servirnos de ejem plo las
técnicas subjetivas de H itchcock en las que vemos los acontecim ientos por
los ojos de un personaje, el "y o " de la historia. El uso prolongado del punto
de vista subjetivo siem pre ha resultado incóm odo en el cine de ficción,
sobre todo porque sólo tenemos el punto de vista visual de un personaje y
se nos sustrae la visión de sus reacciones a través de los gestos faciales o de
otra clase.

El punto de vista limitado de tercera persona


El punto de vista lim itado de tercera persona, que presenta la acción como
si fuera vista por un observador ideal, es el estilo narrativo m ás com ún en
las películas de H ollyw ood, pero raram ente se utiliza como punto de vista
exclusivo. La mayor parte del tiempo se combina con el uso limitado de pasa­
jes om niscientes y subjetivos.

El punto de vista omnisciente


Para que la película se vea desde un punto de vista omnisciente tenemos que
saber lo que están pensando los personajes. Para ello es necesario algún tipo
de narración, con una voz en "o ff" o recursos gráficos. Muchos encuentran la
voz del narrador un recurso demasiado obvio y poco cinematográfico y rara
vez se utiliza. En realidad sólo se han hecho timidos intentos de explorar los

B punto de vista 2 6 7
recursos d é la narración en "o ff"; hasta ahora ningún director de cine comer­ de los actores en escena, dependiendo de las m iradas y del contexto narra­
cial ha desarrollado un estilo que combine las palabras y las imágenes de mane­ tivo. En térm inos generales, cuanto m ás cerca esté la cám ara de la mirada de ün
ra especialmente original. El campo está abierto a las nuevas ideas, actor en prim er plano, m ayor será el grado de identificación.

Los niveles de identificación La implicación e identificación del espectador


En una novela o relato breve nunca hay ninguna duda sobre cuál es el punto H ay d os m aneras de determ inar la identificación del espectador: m edian­
de vista de la narración. En el cine el punto de vista puede estar menos defi­ te el control gráfico o m ediante el control narrativo. El control gráfico pro­
nido, y en algunos casos un plano puede sugerir una posición narrativa a medio duce nuestra id entificación con el actor utilizando la com posición y la
camino entre una tercera persona y un plano totalmente subjetivo. puesta en escena. El plano subjetivo m odificado que hem os visto en la
En el m ontaje el mecanismo que tiene m ás fuerza para señalar una entra­ página anterior es un ejem plo de control gráfico determ inado por la colo­
da es la m irada de un actor en prim er plano. La figura 16.1 ilustra un m on­ cación del actor dentro del encuadre.
taje típico de un piano de punto de vista: el corte en la mirada. Bajo este plano
E l control narrativo dirige nuestra identificación utilizando diversas
inicial hay tres posibles prim eros contraplanos.
estrategias, pero éstas dependen en gran m edida del m ontaje. Por ejem plo,
En el encuadre 1 un hombre mira a una mujer sentada junto a él en un coche.
en una historia de m isterio la tram a generalm ente sigue al detective. Las
En el encuadre 2 cortam os a su punto de vista, un prim er plano de la mujer
secuencias em piezan cuando el detective llega a un lugar y term inan cuan­
que le devuelve la mirada. Como se trata de un plano subjetivo de la cámara,
do sale de la escena. Incluso cuando este tipo de historia está narrada en posi­
ella m ira directam ente a cámara. Utilizado de este modo, es evidente que el
ciones de cám ara lim itadas de tercera persona y encuadres cerrados, el
prim er plano está tomado desde el punto de vista del hombre. Compárelo con
contexto n arrativo da a entender que estam os enterándonos de los aconte­
el prim er plano del encuadre 3, tomado a unos cuarenta y cinco grados de la
cim ientos desde el punto de vista del detective.
mirada de la mujer. Es claramente una vista limitada de tercera persona. El pla­
no no nos mueve a identificam os con el hombre ni con la mujer. ¿Pero qué ocu­
rre si movemos la cámara unos cuantos grados fuera de la mirada de la mujer, La construcción del punto de vista
como se m uestra en el encuadre 4? En este caso nuestra relación con el hom­
bre es más estrecha, siem pre que la narración presente el prim er plano como No hay reglas estrictas para el control gráfico y narrativo del punto de
su mirada. En cierto m odo se trata de un plano subjetivo modificado. vista. Am bos factores dependen el uno del otro para adquirir su pleno sen ­
Éste es un concepto m uy útil: H ay grados de subjetividad, o más exacta­ tido. Una de las técnicas más importantes que el cineasta aprende con la expe­
mente grados de identificación para cualquier plano. Por esta razón los planos riencia es a reconocer, de m anera m uy intuitiva, el punto de vista dominante
con escorzo y los planos de dos pueden favorecer el punto de vista de uno en cualquier plano o secuencia.
En los siguientes ejem plos el cineasta vuelve a la secuencia del hom ­
bre y la m ujer en la cam a del capitulo anterior. Esta prim era serie de viñe­
Figura l ó . l tas fotográficas planifica una secuencia subjetiva utilizando el corte en la
m irada para introducir los planos. Pero los principios básicos que vem os
aquí son tam bién aplicables a las situ aciones dram áticas que no son pu ra­
m ente subjetivas.

El punto de vista (Versión uno)


E l cineasta em pieza el encuadre 1 con un fundido de negro com o equiva­
lente subjetivo del hom bre que abre los ojos al despertarse por la m añana.
E l encuadre la es el prim er plano de la m ujer desde el punto de vista del
hom bre después del fundido. El encuadre 2 es un prim er contrapiano del

1 la 2

2 6 8 Plano a plano
hombre, parcialm ente oculto por las m antas. Es una inversión del habitual El punto de vista (Versión tres)
m ontaje del corte en la m irada. En esta versión el plano de punto de vista
viene antes y la "m ira d a " después. Esta vez el cineasta ha ideado una secuencia auditivo/subjetiva. El espec­
El cineasta decide rehacer la secuencia con un nuevo plano inicial de tador verá y oirá las cosas desde el punto de vista del hombre. Esta prolongada
la m ujer en el encuadre 3. Esta vez sólo vem os la parte p osterior de la cabe­ secuencia em pieza m ás abajo y continúa en la página siguiente. E l encua­
za y los dedos en el pelo. Se vuelve hacia la cám ara en el encuadre 3, com ­ dre 1 se abre en la oscuridad. Se oyen el sonido de una respiración suave,
pletando el m ovim iento en el encuadre 3a. El encuadre 4 funciona com o el y la im agen funde lentam ente a los encuadres 2-4, que son prim eros planos
corte en la m irada, aunque no vem os los ojos del hom bre en este plano ceñi­ de las m antas m oviéndose al ritm o regular de la respiración de la mujer. En
do con escorzo. Com pare este encuadre con el encuadre 2 de la serie ante­ el encuadre 5 vemos un prim er plano del hom bre, casi un prim er plano de
rior. Am bos cum plen la función de identificar el prim er plano de la m ujer su oreja. Éste es el equivalente auditivo de un corte en la m irada que em pie­
como un plano de punto de vista. ce con un plano de los ojos. C ortam os al encuadre 6, un prim er plano del
rostro de la m ujer con su respiración acentuada por la banda sonora. En el
ehcuadre 7 volvem os al hom bre, que está despierto y observa a la mujer. El
3 3a 4 encuadre 8 es un plano visual subjetivo del hombro de la mujer desde el punto
de vista del hom bre cuando ella se aparta de él. En el encuadre 9 volvem os
a un primerísimo plano del ojo del hombre observando a la mujer. En el encua­
dre 10 el cineasta cambia bruscam ente al punto de vista de la mujer. M antene­
m os este plano varios segundos, hasta que la m ujer sale de cuadro al
incorporarse.
En el encuadre 11 la m ujer se sienta al borde de la cama y luego se vuel­
ve hacia el hombre en el encuadre 12. El cineasta corta en la mirada a un plano
con escorzo. Como el encuadre 13 con escorzo de la m ujer es tan cerrado y
está claramente alineado con su mirada, compartimos su punto de vista gene­
ral y nos identificam os con ella. El cineasta no lleva la secuencia más allá
de este m omento, pero realiza un últim o cambio al lim itar el núm ero de pla­
El punto de vista (Versión dos) nos sustituyendo los planos 12 y 13 por un solo contraplano de dos en el
El cineasta decide iniciar la secuencia con un m ontaje tradicional de punto de encuadre 14. En este caso el encuadre incluye en un solo plano la m irada
vista, empezando por un primerísimo plano del ojo. A continuación viene el de la m ujer y el objeto de su m irada. Es interesante observar que aunque la
obligado contraplano de punto de vista y un plano de dos con escorzo. A ho­ acción es vista desde la posición de una tercera persona, la planificación de
ra volvemos a mirar la versión anterior. Estas podrían ser las alternativas que la secuencia alienta nuestra identificación con la mujer. A nivel visual, el suje­
le ofrece el montador en un m ontaje prelim inar basado en estos pocos planos. to del plano es la m ujer m irando al hom bre. Pero esto no es m ás que una
Si el material ha sido rodado con una cámara fija podría cambiar fácilmente m anera de despertar nuestro interés por conocer su reacción a lo que está
el orden de los planos. Pero si para los planos se han utilizado m ovimientos viendo. El sujeto secundario del plano son los pensam ientos de la mujer, y a
de "zoom " o de la cámara, sus opciones quedarían reducidas, suponiendo que que su reacción no se exterioriza en los diálogos o en cualquier otra acción.
se atenga a la práctica tradicional de la continuidad. Al pedir al espectador que tenga en cuenta los sentim ientos de la mujer, este
m ontaje com parte m uchas de las cualidades de un plano subjetivo.

270 Plano a plano El punto de vista 271


El control narrativo del punto de vista
8p En la situación siguiente una m ujer busca a su m arido en la playa y lo
«#■1 encuentra sentado solo junto al mar. Nuestra intención aquí es encontrar mane­
ras de conseguir la identificación del espectador con uno de los personajes
de una secuencia.

El control narrativo (Versión uno)


La prim era secuencia utiliza el clásico m ontaje subjetivo: en el encuadre 1
una m ujer m ira algo fuera de cuadro; en el encuadre 2 vem os el objeto de
s,u atención. En el encuadre 3 se establece la relación geográfica en un plano
de dos. En esta secuencia nos identificam os con la m ujer por dos razones:
primera, es la persona que acompaña a los espectadores al interior de la esce­
na. Segunda, en el encuadre 3 el plano de dos privilegia su mirada. Está iden­
tificación está ligeram ente debilitada al encontrarnos fuera del círculo de
acción dram ática, aproxim ándonos al punto de vista de un observador
neutral.
Compárela con la serie siguiente, encuadres 4 a 6, que acaba con un plano
distinto. En este caso nos hem os m antenido dentro de la m irada de la m ujer
en el plano final, pero desde el punto de vista opuesto. Estas dos estrate­
gias gráficas alientan nuestra identificación con la m ujer de m aneras dis­
tintas. Es interesante observar que el hecho de estar m ás cerca del hombre
en el encuadre 6 no dism inuye de m anera significativa nuestra identifica­
ción con ella. Esto se debe a que el contexto narrativo de la secuencia, ini­
ciada con la mujer, determ ina nuestra m anera de leer los planos siguientes.

El punto do visto 27.1


El control narrativo (Versión dos) El control narrativo (Versión tres)
En esta serie final combinamos las estrategias de las versiones uno y dos para
En la serie siguiente podemos ver lo que ocurre si comenzam os la secuencia ver cómo puede controlarse la identificación sutil. En el encuadre 1 em pe­
anterior con el hombre. La cuestión es si de este modo nos identificamos con
zam os en el hombre y cortam os directam enle a la m ujer que lo está m iran­
él en lugar de la mujer. La respuesta, en mi opinión, es que el punto de vista do. Si nos detenemos aquí, nos identificaremos con la mujer. El corte al punto
está dividido entre la m ujer y el hom bre, dependiendo del montaje. Para
de vista de la mujer refuerza nuestra identificación con ella, así como el encua­
comprobarlo, observe esta secuencia tal y como podría verla sobre la panta­
dre final que sigue su mirada. Pero vuelva a m irar ahora los planos: como
lla. En primer lugar, mida ios planos al leerlos de manera que los planos del puede ver, el prim er plano del hombre tiene más fuerza visual y el hombre
hombre sean más prolongados que los de la mujer. Lea ahora la secuencia alar­
está en tres planos, m ientras que la mujer sólo está en dos.
gando los planos de la m ujer (encuadres 2-3). La identificación generalmen­
te se inclinará por el sujeto que perm anece más tiempo en pantalla. Además,
está claro que la m ujer mira al hombre, m ientras que la atención del hombre
no está enfocada en ninguna actividad que podamos compartir fácilmente.
Parte de la estrategia de este m ontaje es el plano perpendicular del hom­
bre, que contrasta con la m irada de la mujer. Con él se introduce otro factor
en la determinación del punto de vista en relación con la mirada. Cualquier
aspecto de un plano que sugiera que uno de los sujetos está sumido en sus pen­
samientos establece unas condiciones favorables para la identificación. Los pla­
nos de los ojos y los primeros planos en general entran dentro de esta catego­
ría. Ésa es la razón de que el plano por encima de la cadera de la mujer en el
encuadre 3 no apoye demasiado el corte en la mirada del encuadre 2. Si se sus­
tituyera por un plano con escorzo que m ostrara la cabeza de la mujer, es posi­
ble que nuestra identificación con ella fuera más intensa.

Está claro que el tipo de plano y la asociación entre planos es más


im portante a la hora de desarrollar un punto de vista coherente que el
núm ero de planos asignados a un personaje determ inado. Por último, es
im portante que el sujeto con el que nos identificam os sea visto de m anera
coherente. En esta últim a serie, los dos planos de la m ujer desde el m ismo
ángulo contribuyen a la identificación m ás eficazm ente que los tres planos
del hom bre, cada uno desde una posición distinta.

El punto de vista 2 75
Parte VI
La cámara
en movimiento
1 7 La pa n o r á m ica
n los cuatro capítulos siguientes vam os a v er las técnicas de uso de la

E cámara en m ovim iento. En términos generales, un plano en m ovimiento


es m ás difícil y lento de realizar que un plano estático, pero también ofre­
ce oportunidades gráficas y dram áticas que son patrim onio exclusivo del
cine. E l m ovim iento de la cám ara sustituye a las series de planos m ontados
utilizadas para seguir a un sujeto, para establecer relaciones entre las ideas,
para crear variedad gráfica y rítm ica o para sim ular el m ovim iento de un
sujeto en una secuencia subjetiva.
De los tres tipos de m ovim ientos de cámara, la panorám ica, el trave-
lling y la grúa, sólo la panorámica se realiza sin m over la cámara de una posi­
ción a otra. Cuando la cám ara se m ueve por el espacio sobre una grúa o una
plataform a rodante se dice que está "v iajan d o "6. A m enudo los diferentes
tipos de m ovim ientos de cám ara se com binan en un solo plano, y un plano
grúa o de travelling necesita por lo general algo de panorám ica para man­
tener al sujeto dentro de cuadro. En un plano secuencia, un plano móvil puede
combinar un movim iento de grúa con otro desplazamiento lateral sobre vías
al m ism o tiempo que utiliza la panorám ica y el "zo o m " para encuadrar la
acción coreografiada.
La panorám ica es el m ás sencillo de los planos de m ovim iento, relati­
vam ente fácil de realizar con un equipo m odesto. Com o todos los planos
de m ovim iento, es una alternativa al m ontaje que proporciona varios pun­
tos de vista dentro del m ism o plano.

La panorámica y el cabeceo
La panorám ica es sum am ente v ersátil y es uno de los m ovim ientos m ás
fáciles de realizar, al no requ erir preparación n i el pesado equipo de los
travelling y los planos grúa. En la panorám ica horizontal la cámara puede
girar sobre su eje vertical h asta trescientos sesenta grados, abarcando
todo el h orizonte visible. T am bién pu ede apu ntarse h acia arriba o hacia
abajo en una panorám ica vertical o cabeceo. La d iferencia entre la p an o­
rám ica y los otros tipos de m ovim ientos de cám ara es que la cám ara gira
sobre un eje desde una posición, sin desplazarse. Por consiguiente, la pano­
rám ica no proporciona los dram áticos cam bios de p erspectiva de los pla­
nos de travellin g, planos grúa o los tom ados a m ano. En este aspecto es
como un p lan o estático. Por otra parte, la panorám ica pu ede recorrer el
espacio m ás rápidam ente que los travelling y p lanos-grúa, en los que hay
que desplazar físicam en te la cám ara p or encim a del su elo, generalm en­
te con un operador y su ayudante. La panorám ica pu ede encuadrar fácil­
m ente una p ortería en un cam po de fú tbol y p asar a la portería contraria
en un segundo. El travellin g m ás rápido tardaría quince segundos o más
en recorrer la m ism a distancia.

La panorám ica puede utilizarse para:


• Incluir m ayor espacio del que puede vérse en un encuadre fijo.
• Seguir la acción en sus desplazam ientos.
• Relacionar gráficam ente dos o más puntos de interés.
4"To travel" en inglés; de
ahf el térm in o "tr a v e ­ • Relacionar o sugerir una relación lógica entre dos o m ás sujetos.
lling". (N. de la T.)

La panorámica 2 79
El plano panorámico espacio generalm ente se sitúa la cám ara dentro de la acción. Si el sujeto se
m ueve, la cámara se verá obligada a realizar panorám icas más extensas que
El uso m ás conocido de la panorám ica es el lento recorrido de un paisaje, si está observando la acción a distancia.
un elem ento clásico de las películas caseras o de exteriores en las que apa­
recen grandes espacios abiertos. La panorám ica escénica se utiliza gene­
ralmente como plano de situación. Otros usos típicos son la panorámica vertical La panorámica y los objetivos
hacia arriba o hacia abajo de un rascacielos para producir una sensación de
altura y la panorám ica horizontal para expresar la inm ensidad de locali­ La sensación de m ovim iento y de espacio en un plano no depende exclu­
zaciones com o el desierto o el océano, que se extienden m ucho m ás allá de sivam ente de la am plitud del m ovim iento panorám ico. En todas las situ a­
los lim ites de un encuadre fijo. ciones, la sensación de m ovim iento y de espacio tam bién puede manipularse
con la elección del objetivo. Los objetivos de m ayor longitud focal, p or
Howard H aw ks utilizó una panorám ica de ciento ochenta grados de
ejem plo, aum entan la sensación de velocidad en los objetos que cruzan el
este tipo en un fam oso plano del "w estern " R ío Rojo. En la m adrugada del
prim er .día del m asivo transporte de ganado que es el tema central de la pelí­ cam po de visión. Com o un objetivo m ás largo sólo encuadra una pequeña
parte del fondo com parado con un gran angular, es posible conseguir que
cula, H aw ks quería m ostrar la inm ensidad de la em presa y el enorm e reba­
ño. Colocó la cám ara en m edio del rebaño, cerca de varios de los personajes un m ovim iento pan orám ico que recorra una pequ eña d istancia lateral
parezca m ás largo que el tom ado con un gran angular.
principales a lomos de sus caballos. Empieza una lenta panorámica, que mues­
tra la excitación antes de la partida de los vaqueros y las m iles de cabezas Cuando se hace un movimiento panorámico también se puede utilizar un
de ganado que se pierden de vista en todas las direcciones. La cám ara gira objetivo largo para crear una mayor sensación de movimiento. El director A la­
en sem icírculo hasta llegar a la figura im periosa de Joh n Wayne treinta ra Kurosawa utiliza a m enudo la panorámica con teleobjetivo en acciones en
segundos m ás tarde. Com o líder del grupo de hom bres que se ju egan sus las que intervienen elementos situados en primer término, m edio fondo y últi­
ranchos en el éxito de esta em presa, W ayne es responsable de sus fam ilias m o término para conseguir distintos niveles de movim iento y profundidad.
y de sus futuros. La panorám ica nos perm ite com partir el m om ento en el La pequeña profundidad de campo captada por el teleobjetivo se utiliza para
que m edita sobre la enorm idad de lo que está a punto de hacer. El plano nos aislar al sujeto, además de aum entar la sensación de movim iento al despla­
dice que los hombres son pequeños y la tarea grande. En el contexto del "w es­ zarse la cámara. En sus películas de samurais Kurosawa a menudo seguía a
tern ", está relación define tam bién el coraje de los hombres. figuras corriendo o a caballos al galope por los bosques, dejando que el fon­
do se convierta en una sucesión de m anchas borrosas de luz y sombra, m ien­
tras que los elementos en primer término, como los árboles, cortan rítmicamente
La panorámica para corregir el encuadre el encuadre produciendo un efecto de estrobo.
El uso del teleobjetivo para este tipo de planos requiere destreza en el mane­
El uso m ás discreto de la panorám ica es el de seguir la acción cuando ésta
jo de la cámara; las panorám icas a gran velocidad pueden ser difíciles, sobre
se desplaza en u n área lim itada o sobre un cam po de visión m ucho m ayor
todo en condiciones de poca luz. Con todo, los teleobjetivos de largo alcance
que el del encuadre. En el prim er caso, la panorám ica se utiliza para corre­
pueden utilizarse con muy buenos resultados en situaciones complicadas. Al
gir el encuadre de un sujeto para que perm anezca en la parte del cuadro dese­
cubrir el descenso de rápidos en canoa para Deliverance, de John Boorman, el
ada. Por ejem plo, la corrección del encuadre podría utilizarse para seguir
a un detective de la policía m ientras va y viene p o r la habitación detrás de
un sospechoso que está siendo interrogado. El detective puede no salir
nunca de un área m ayor que el campo de visión del encuadre, pero el m ovi­
m iento de la cám ara reproduce la tendencia hum ana a.m over la cabeza y
los ojos para mantener las áreas de interés centradas en nuestro cono de visión.
El ligero movim iento necesario para seguir al detective distrae menos la aten­
ción que una cámara fijada en su posición, dado que el movimiento del detec­
tive dentro del encuadre fijo crearía desequilibrios en la com posición. La
alternativa entre corregir el encuadre o fijar la cám ara en posición depen­
de del propósito dram ático de la secuencia.

La panorámica para cubrir la acción


Cuando el campo de visión es grande y el m ovim iento de cámara necesario
para seguir la acción prolongado, la panorám ica puede cubrir grandes espa­
cios más rápidamente que cualquier otra clase de movim iento de cámara.
La situ ación de la cám ara es fundam ental para seguir la acción en
panorám ica. Com o en cualquier otra consid eración escénica, el tipo de
panorám ica necesario depende de que la cám ara esté dentro o fuera del cír­
culo de acción dram ática. Para acentuar la sensación de m ovim iento y de

2 8 0 Plano a plano la panorám ica 281


operador Vilmos Zsigmond usó un objetivo de 1.000 mm. para seguir la tra­ cuando dobla una esquina y
yectoria errática e imprevisible de los protagonistas en el río. El objetivo de 1.000 se mueve de izquierda a de­
mm. es prácticamente el objetivo más largo disponible para cámaras y exige recha, hasta pasar por detrás
un encuadre y un enfoque sumamente precisos. A unque Zsigmond fue pre­ de la mujer sentada en el co­
venido de que podría tener problemas para seguir la acción con este objetivo, che en primer término.
su experiencia es que la secuencia fue bastante fácil de rodar. La panorámica
para establecer
La panorámica para crear efectos gráficos o dinámicos relaciones lógicas
La panorám ica es m uy m anipuladora y lleva fácilm ente la vista de un lugar A dem ás de utilizarse para
a otro. Un coche que pasa o el m ovim iento de las hojas caídas barrid as por seguir la acción, la panorá­
el viento pueden ser la excusa para una panorám ica de una zona de im por­ m ica tam bién puede servir
tancia para la narración. El coche o las hojas pueden no tener una relación com o m ecanism o de rela­
concreta con la acción de la historia, pero la panorám ica es un m ovim ien­ figura 17 .3 : La profundidad p asa del fondo a! primer término. ción de elem en tos dentro
to tan irresistible que normalmente no nos cuestionamos el efecto, aceptándolo d e l e n cu a d re, al in v ita r
como una estrategia gráfica. La figura 17.1 de la página 281 ilustra una estra­ a u to m á tica m en te a e s ta ­
tegia de este tipo para atraer la atención. blecer una conexión lógica. Cuando la panorám ica se desplaza de un punto
Una versión un poco más complicada de esta técnica es la panorámica cru­ de interés a otro plantea la pregunta: "¿C u ál es la relación entre estos dos
zada, en la que un sujeto en movimiento nos lleva hasta otro sujeto en movimiento. objetos?" D ependiendo de la estrategia narrativa, la relación puede ser
Para ello es necesario que se crucen los caminos de los dos sujetos. Las panorá­ inmediatamente evidente o el cineasta puede preferir crear más tensión narra­
micas cruzadas de este tipo tienen una cualidad coreográfica: la atención salta tiva guardándose la respuesta para m ás adelante. En cualquier caso, la
de un sujeto al otro impulsada en gran medida por la fuerza cinética. El movi­ panorámica yuxtapone elementos de un modo que despierta claramente nues­
miento no está limitado a una sola dirección (como en los ejemplos del coche y tro interés por la relación entre ellos.
las hojas). De he­ Resumen
cho, la dirección de
La cámara acompaña en panorámica a esta pareja... La panorám ica es una herram ienta extrem adam ente versátil que parece
la p a n o rá m ica
puede cambiar to­ haber caído en desgracia. Muchos cineastas contemporáneos prefieren el corte
talmente, movién­ como m étodo para relacionar espacios y elem entos narrativos, pues les
dose en una direc­ proporciona m ayor libertad de m ontaje. El resultado es que su uso del
ción primero y lue­ espacio es lim itado y puede parecer inconexo.
go en la contraria La próxim a vez que esté en un lugar de m ucha actividad — la tienda
sin so lu c ió n de de ultram arinos, el aparcam iento de un centro comercial o la cola para el
continuidad. Si la cine— im agínese una secuencia que incluya muchas de las im ágenes que
acción es prolon­ le rodean. Im agine luego que relaciona estas im ágenes m ediante una pano­
gada — por ejem­ rám ica continua. Probablem ente le sorprenda observar cómo se superpo­
plo, una danza en nen y se cruzan las acciones que se producen a su alrededor. Es inevitable
una sala debaile—• que algunas im ágenes tengan una relación lógica entre ellas, pero en algu­
las panorám icas nos casos utilizará la panorám ica para relacionar im ágenes basándose úni­
cruzadas pueden cam ente en su com patibilidad gráfica y m ás tarde se dará cuenta de que de
funcionar como un este m odo aparecen relaciones lógicas que no se le habían ocurrido antes.
m ovimiento per­ EJEMPLOS NARRATIVOS
petuo, pasando de
una pareja a otra Volvemos ahora al problem a narrativo que vim os por últim a vez en el capí­
indefinidamente. tulo 8. Se trata de la secuencia en la que un chico se despierta en su dorm i­
La figura 17.2 ilustra el esquema básico de cruce. torio m ientras su herm ana se prepara para ir al colegio, su m adre hace el
desayuno y su padre sale de casa para ir al trabajo. En la versión cuyo
"storyboard " vim os al final del capítulo 8 sólo se utilizaban planos estáti­
La panorámica para destacar la profundidad cos. En esta nueva versión el cineasta decide ensayar un estilo narrativo dis­
tinto utilizando panorám icas prolongadas.
Aunque por lo general la panorámica desplaza nuestra atención horizontal o ver­
ticalmente a través del encuadre, también puede utilizarse para dirigir nuestra Versión uno
atención a elementos próximos o alejados dispuestos a distintos niveles de pro­
fundidad. La figura 17.3 ilustra una panorámica que empieza con un niño en úl­ El cineasta utiliza dos estrategias narrativas taquigráficas que piensa pre­
timo término que corre por la calle hacia la cámara. La cámara-sigue al corredor sentar en cortes alternados. La película se inicia con un prim er plano de la

2 8 2 Plano a plano La panorám ica 2 83


nevera y las num erosas notas, cartas y postales pegadas a la puerta con im a­
nes. La cám ara recorre en panorám ica estas notas, captando fragm entos de
m ensajes e im ágenes. Éstos se alternan con una panorám ica del m ism o
El esquem a de planta ilustra la posición de los distintos
estilo que encuadra distintos objetos sobre el suelo del dorm itorio del chico,
elementos del "storyboard". La cám ara está en la posición
como vem os en la figura 17.4.
A . Em pieza apuntando hacia el triángulo del avión de papel
El "sto ryb o ard " em pieza en el encuadre 1 con una vista general de la
sobre el suelo, sube por el brazo del chico hasta los carteles
puerta de la nevera, en las que las líneas a m edia tinta señalan el recorrido
colgados de la pared detrás de él, recorre la pared de
de la cámara. En la panorám ica real la cám ara sólo encuadra parcialm ente
izquierda a derecha hasta llegar a la puerta y luego vuelve
los mensajes:
en panorám ica hasta el chico en la cam a. Las acciones
1. Un recordatorio de una
concretas se describen en los "storyboards" siguientes.
cita con el dentista.
2. Una nota del colegio 1
p a ra lo s p a d res d e l ch ico :
"Q u e rid o s s e ñ o r y señ o ra
Dreyfuss, Mark ha llegado tar­
de al colegio seis veces en el
últim o mes. N o ha entregado
varias de las tareas y está ya La película com ienza con un gran F 5 7 rojo. La
bastante atrasado en matemá­ cám ara retrocede p ara m ostrar que el número está
ticas. Ha dicho que sus retrasos escrito en el a la de un avión de papel p ara que
se deben a un trastorno ner­ p are zca un avión de c a z a .
vioso. Le he pedido que traiga
una nota del m édico..."
3. Una postal del señor
D reyfuss desde un hotel de
Chicago.
4. U na seg u n d a po stal
del señor D reyfuss, tam bién C uando la cám ara retrocede nos dam os cuenta de qun «I
de viaje de negocios. avión de papel es en realidad un exam en de ortografía y
5. Una tercera postal del Figura 17 .4 : La cám ara em pieza en un primerísimo plano de un imán que el F 5 7 no e s una idea del chico p a ra identificar
señor Dreyfuss. N os dam os sobre la n evera, una de esas caritas sonrientes. Luego retrocede aeronaves sino el suspenso escrito por su profesor. Vemos
cuenta de que viaja m ucho. hasta cubrir una zo n a del tam año aproxim ado de una postal y el nombre del chico.
6. Un chiste recortado de em pieza a recorrer en panorám ica todas las notas y postales
una página de G ood H ouseke- pegadas a la puerta de la nevera. Mientras tanto oímos los sonidos
eping. de la cocina y a la señora Dreyfuss hablando con su hija adolescente.
7. Una segunda nota del
colegio interesándose por la
prim era nota y solicitando una reunión con el señor y la señora D reyfuss.
M ientras vem os el plano de la nevera en el encuadre 1 oím os a la seño­
ra Dreyfuss en la cocina preguntándole a su hija si M ark se ha levantado
La cám ara recorre un sándw ich sobre un plata,
ya. Con esta sencilla p anorám ica nos enteram os de que M ark tiene proble­
un vaso volcado y la m ano del chico colgando
mas en el colegio y de que su padre hace m uchos viajes de trabajo.
a un lado de la cam a.

Versión dos
El cineasta opina que esta prim era idea tiene interés visual, pero a m enos
que esta estrategia se utilice para los títulos de crédito al principio de la pelí­
cula es demasiado abstracta para el principio, que debe ser siem pre bastante l a cám ara sube por el b raza del chico pero no encuadra
expositivo. su ca ra , continuando hacia arriba y por encima do la
Prepara una nueva idea en la que la panorám ica prolongada sobre los cam a hasta llegar a varios carteles en la pared. En cada
objetos "d elato res" pasa al dorm itorio del chico. E n este plan la cám ara se uno de los carteles el chico ha puesto una foto da su cara
sitúa en un lugar central de la acción, de m anera que cubra casi ciento sobre la fotografía original. A sí, aparece con los grupos
ochenta grados del espacio. de rock U 2 y Pink Floyd y en la portada do Timo.

2 84 Plano a plano ia panorámica 2 0 5


5
El plan o grú a

La cám ara continúa en panorám ica


eneralm ente se cree que el plano grúa es un m ovim iento exclusiva­

G
hacia la derecha, mostrando m ás
carteles, entre ellos uno del primer m ente vertical, pero en realidad la grúa es capaz de m overse en
hombre en la Luna/ pero el rostro de m uchas direcciones, aunque su característica m ás notable es su capa­
Neil Armstrong h a sido cubierta por cidad de desplazamiento en vertical. Usado de este modo, el plano grúa qui­
una foto de M ark Dreyfuss. zás sea el m ovim iento m enos naturalista del repertorio de la cám ara móvil.
No se asem eja a ninguna p ercepción de la experiencia norm al, ya que rara
Ó vez vemos el mundo desde la posición privilegiada en que nos sitúa un movi­
m iento de grúa a gran altura.
Los p lan os-grúa son m ajestuosos por n aturaleza y m antien en n ues­
tra atención, ind epend ientem en te del sujeto fotografiad o , p or el puro
p lacer físico del m ovim iento: el pod er del exótico punto de vísta y el
seductor cambio de p erspectiva nos absorbe. Utilizado al principio de una
La cám ara continúa hasta la puerta secuencia, el plano grúa acentúa la sensación de presencia al m ism o tiem ­
del dormitorio, donde M ark ha po que m uestra la geografía de un entorno. El plano grúa que entra en una
colocado otra de sus fotos sobre el localización es un plano de "é ra se una v e z " que dirige n uestra atención
cuerpo de un culturista. de lo general a lo particular. M ien tras la p anorám ica de situ ación recorre
una am p lia exten sión de esp acio su p erv isand o un m undo ficticio , el
7
p lan o grúa nos perm ite "se n tir" las dim ensiones de ese m undo pen e­
trando en el espacio y confirm ando su realidad m ediante la ilusión de pro­
fundidad.
El p lan o grúa tie n e m u ch os o tro s u sos ad em ás de la g ra n d io si­
dad épica del p lan o de situ ació n . E n E n caden ados de A lfred H itch cock,
la grúa se u tiliza en una fie sta p ara b a ja r dos p iso s d esd e el techo de
una enorm e sala hasta unas llaves en la mano de Ingrid Bergman. El propó­
Se abre la puerta y la herm ana de M ark
sito aq u í es su b ra y a r la ten sió n p sico ló g ica que re p rese n tan las llav es
entra llevando un p ar de vaqueros. Los
en la h isto ria .
la n z a ...
Otro m ovim iento de esta clase utilizado para m anifestar la angustia de
8 un personaje es el plano inicial de El último tango en París, de Bernardo Ber-
tolucci. M arión Brando cam ina por la acera bajo un tren elevado después
del suicidio de su m ujer. La cám ara revela su tormento al descender súbi­
tam ente y con rapidez hasta un prim er plano de su rostro alzado cuando
le grita ai cielo.
A d em ás de u tilizarse p ara m over la cám ara dentro de un p lan o , la
grúa puede servir como trípode m óvil. La grúa puede situ ar rápidam ente
la cám ara d en tro de una escen a p ara ro d a r p la n o s e stá tic o s que de
. . . . y la cám ara sigue a los otro modo requerirían un andamiaje o un trípode. En la época de las grandes
vaqueros por el a ir e ... p ro d u ccio n es de los estu d io s de H olly w oo d , lo s p la tó s de lo s e stu ­
d ios eran el em p lazam ien to id eal p ara u n a grúa p orq u e in clu so en los
9 peq u eñ os in terio res las pared es y los techos eran m óviles, lo que s ig n i­
fica que pod ían q u itarse fácilm en te para abrir p aso a las lu ces o d esp e­
ja r el cam p o de v isión de la cám ara. Las v o lu m in o sas cám aras M itch el
se d esp lazab an ráp id am en te dentro del p lató y el d irecto r podía h acer
co rre ccio n es ráp id as de la p o sició n de la cám ara. H oy en d ía, cuan do
la m ay o ría de las p e lícu la s se ru ed a n en lo ca liz a c io n e s re a le s, esta
libertad de m ovim ientos con una gran grúa sólo es posible en exteriores,
. ... hasta que aterrizan encim a de M ark. pero el cin easta in telig en te qu e com p rende la d iv ersid ad d e usos de la
Es la prim era vez que lo vem os realmente, grúa la utilizará para algo más que unos cuantos vistosos planos de m ovi­
pero lo reconocemos por las fotografías. m ien to.

2 8 6 Plano a plano El plano grúa 2 8 7


La gama de movimientos
La gam a de m ovim ientos d epende del tipo de grúa, pero p or lo general
la cám ara puede su bir y b a ja r en un arco alred ed or de su base. Los b ra­
zos extensibles y las jirafas, accesorios que se añaden a m uchos travelling,
se incluyen en la fam ilia de las grúas. C om o el travellin g pu ed e m over­
se lateralm ente en un plan o, la gam a de m o vim ien tos aum enta en orm e­
m ente al añ adirle la capacid ad de desplazam iento v ertical d e la jirafa. La
figura 18.1 m uestra toda la gama de m o vim ien tos de una grúa operada
por control rem oto desde un punto fijo. C u and o el terreno lo perm ite, la
grúa tam bién pu ede descend er p or debajo de su base, d oblando casi su
alcance en vertical.
Cuando la base está en m ovim iento la grúa puede continuar m ovién­
dose en vertical, aum entando de este m odo enorm em ente el área cubierta.
Se puede fijar una grúa o una jirafa a un cám ara car o a cualquier otra pla­
taform a m óvil estable para poder desplazarse verticalm ente ju nto a un
sujeto en m ovim iento. La figura 18.2 m uestra una grúa accionada p or con ­
trol rem oto m oviéndose sobre la vía al m ism o tiem po que realiza un m ovi­
m iento en vertical. De h echo, no siem pre es aconsejable seguir todos los
m ovim ientos de u n sujeto, aunque los nuevos equipos de soportes para la taciones, la tendencia es a obligar a la cám ara a seguir servilm ente al suje­
cám ara tienen m uchísim a m ovilidad. Hasta hace poco, las lim itaciones de to. Esto obliga a m enudo a seguir un recorrido dificultoso sim plem ente para
las cám aras m ás pesadas y los aparejos de las grúas obligaban a los opera­ m antener al sujeto en un plano m edio o plano general durante toda la
dores de cámara a resolver los problem as técnicos ideando soluciones de acción. A unque pueda ser una prueba de ingenio técnico, carece de la pers­
m ontaje en las que colabora el sujeto y la cámara, Al desaparecer estas limi- pectiva y la variedad com positiva que se consiguen con un m ovim iento do‘
1 cám ara más sim ple cuando el tam año del plano varía al acercarse o alejar­
se el sujeto de la cámara.
La grúa tam bién puede ser un observador entrom etido. No sólo puede
elevarse para tener una visión general de la escena, sino que puede pasar
de ahí a los detalles para volver luego al plano general. Una grúa puede sor­
tear un obstáculo como una valla o una pared. La figura 18.3 m uestra la clase
de m ovim iento gim nástico que puede conseguirse con los nuevos m odelos
de grúas por control remoto.

Figura 18.1: La gam a de movimientos. Figura 18.3: El observador entrometido.

288 Plano a plano El plano grúa 2 8 9


El punto de vista cender lentamente desde este símbolo d éla cristiandad hasta la congregación
de Afrikáners,todos blancos, que no deja cruzar las puertas de la iglesia a una
Un m ovim iento de grúa puede reforzar la sensación de subjetividad de un pareja negra. Éste es solo el tipo de simbolismo más evidente, pero ilustra la
plano imitando el recorrido general de un sujeto, como se m uestra en la figu­ relación cinematográfica entre la técnica y el uso conceptual de las imágenes.
ra 18.4. Cuando el sujeto sube una colina para m irar al otro lado de la cres­ Naturalm ente, pueden buscarse comparaciones más sutiles que permitan al
ta, la cámara le sigue desde atrás. Como la información se nos revela al mismo espectador mayor libertad de interpretación, pero lo importante es que el pla­
tiempo que al sujeto, vem os las cosas desde su punto de vista general. no grúa es algo más que una herramienta para la invención pictórica.

El equipo
En los últimos años, los dispositivos de control remoto y las cámaras con moni-
toraje por vídeo a través del objetivo han estimulado el desarrollo de varia­
ciones de las tradicionales grúas y brazos extensibles. Estos nuevos equipos
perm iten al operador de cámara controlar el encuadre y el enfoque de la
cámara a distancia (en lugar de montarse en la grúa con la cámara), lo que supo­
ne una m ayor m ovilidad de la cámara. Dos de los equipo más conocidos, la
grúa Louma y el sistema Skycam, son dispositivos para m over la cámara basa­
dos exclusivamente en el m anejo por control remoto. La grúa Louma utiliza
úna jirafa sobre una plataforma de travelling en una combinación similar al
del travelling y brazo extensible tradicionales, pero como la cámara y los con­
troles especializados pesan bastante menos que un aparejo operado manual­
mente, el ligero brazo de la jirafa y el travelling tienen una gama de movimientos
enorme. La cámara se suspendí debajo del brazo de la jirafa y puede recorrer
espacios que no están al alcance de ningún otro dispositivo, permitiendo la rea­
lización de movimientos complicados dentro, fuera y alrededor de espacios
atestados, como las multitudes o el tráfico en las calles.
La Skycam es un dispositivo de control remoto que funciona con un sis­
Figura 18.4: El punto de vísta.
tema de cables. Se suspenden cuatro cables por encima del suelo con un arma­
Para seguir la m irada de un sujeto no hay por qué cubrir una larga dis­ zón de postes, o desde el techo form ando un cuadrado. Los cuatro cables
tancia. Un brazo de jirafa sobre un travelling, que sigue siendo b ásica­ van anclados a un arnés especial para la cám ara suspendido entre las cua­
mente un plano grúa, puede im itar a una persona que se agacha súbitamente. tro esquinas de anclaje. Cada uno de los cuatro cables va enrollado alrede­
La figura 18.5 m uestra un m ovim iento bastante sencillo que m overá al dor de una bobina controlada por ordenador. A l controlar la cantidad de cable
espectador a interpretar el plano como lo que ve el hombre al m irar por deba­ que se suelta o vuelve a enrollarse alrededor de las bobinas puede contro­
jo de la puerta del garaje. La cámara encuadrará al sujeto agachado, u tili­ larse la posición de la cámara.
zándolo como elem ento de encuadre, o pasará a su lado para continuar Un desarrollo posterior em parentado con éste es el uso de sistem as de
acercándose hacia el objeto de su interés. control del m ovim iento perfeccionados para los efectos especiales, consi­
Como todos los pla­ guiendo asi "trávelin s inteligen tes" que pueden program arse por ordena­
nos con m o vim ien to s dor para realizar movimientos complejos con especificaciones muy rigurosas.
prolongados, el plano Com o en el sistem a de control rem oto, el control del m ovim iento m aneja
grúa pu ede utilizarse todas las funciones de la cámara que normalmente se controlan manualmente
como plano secuencia — el enfoque, la apertura del diafragm a, el desplazam iento vertical y h ori­
que pasa de un centro zontal, la panorám ica, la panorám ica vertical y el "r o ll"— y alm acena las
de interés a otro. Esto órdenes en un ordenador. Una vez registrado en la m em oria, p or muy com ­
puede ser útil para rea­ plicado que sea el m ovim iento puede repetirse indefinidam ente para rea­
lizar comparaciones. Por lizar exposiciones m últiples para los efectos especiales.
ejemplo, para un esce­
n a rio en S u d á frica la
La visualización para los movimientos de grúa
grúa puede pasar de un
p rim er p la n o de una No hay m anera de evitarlo: la ejecución de un m ovim iento de grúa consu­
cruz en el tejado del her­ me m ucho tiempo en el plató. Por lo tanto, una p lanificación y preparación
m oso ca m p a n a rio de cuidadosa es fundam ental. Com o la grúa se mueve por el espacio en tres
una ig lesia para d es- _. . dim ensiones, las m aquetas son un m étodo excelente de planificar la coor­
Figura 18.5: El punto de vista.
dinación de los distintos departam entos de producción. C ontra la creencia

2 9 0 Plano a plano El plano grúa 291


general, las m aquetas no.suponen necesariam ente un gasto m uy importante.
Por ejem plo, se pueden hacer fotocopias am pliadas baratas de las fotos del
escenario real y utilizarlas como fondo. Pueden recortarse fotografías de los
edificios, pegarlas a paneles de poliespán y colocarlas a la escala adecua­
da ante el telón de fondo. Esto es tan útil para coreografiar la acción como
para p la n ifica r el m ovim iento de la cám ara, sob re todo si intervien en
muchas personas en el plano.
Las herram ientas nuevas más fascinantes para la planificación de movi­
m ientos de grúa o planos secuencia son los diferentes program as de dise­
ño asistido p or ordenador (com puter-aided design, CAD) utilizados para
la visualización. Este tipo de programas, demasiado caros para los ordenadores
personales, perm iten al cineasta visualizar por adelantado un m ovim ien­
to de cám ara com pleto para cualquier objetivo. Los decorados m ás com ­
plicados pueden diseñarse en el ordenador en cuestión de horas. Una vez
se ha introducido el plano del edificio o la localización, la anim ación de los
m ovim ientos de cám ara puede realizarse en pocos m inutos para com parar
varias versiones y archivarlas com o referencia. En las figuras 18.6 y 18.7 se
m uestran los encuadres clave para dos planos grúa diseñados por o rd ena­
dor. A quí sólo vem os una selección de encuadres, pero el ordenador puede
volver a representar el m ovimiento real com pleto en la pantalla. Estos ejem ­
plos se han realizado con VirtusWalkThrough, que opera en tiempo real, per­
m itiendo al cineasta m overse por el espacio tridim ensional de la pantalla
como si estuviera en la localización real. Cualquier m ovim iento de la cám a­
ra puede grabarse en el programa y archivarse para su comparación con cual­
quier otro m ovimiento. Puede variarse fácilmente la velocidad, coordinación,
longitud focal y dirección del m ovim iento y realizarse ajustes muy preci­
sos que se verán inm ediatam ente en el monitor.

El aprendizaje de los movimientos


Aparte de las claras ventajas que ofrecen los program as CAD para la pla­
nificación de planos difíciles, este tipo de visualización es una h erram ien­
ta extraord inaria para aprender las sutilezas de los m ovim ientos de la
cámara. Como cualquier técnica relacionada con el movimiento y la percepción,
com o el baile o la gim nasia, el control de la coreografía de la cám ara m ejo­
ra con la práctica. Por desgracia, un cineasta tiene pocas oportunidades de
perfeccionar su percepción y dom inio del movim iento sin una grúa o un tra-
velling con el que pueda trabajar regularm ente. Los nuevos program as
CAD suponen un gran avance en la resolución de este problem a al pro­
porcionar un sustituto muy verosím il para cualquier tipo de m ovim iento
de cámara. En este m om ento, VirtusW alkThrough ofrece el m ejor entorno
de aprendizaje para los m ovim ientos de cám ara, ya que es posible cam inar
o volar por un escenario en tiem po real una vez que se ha creado. Esto per­
m ite al cineasta repetir un m ovim iento de cám ara hasta obtener el encua­
dre y la balística que busca exactam ente. Cada m ovim iento produce una
sensación única y un plano grúa con una subida m uy abrupta enm arca una
narración de distinto m odo que un plano grúa que se m ueva lateralm ente
en su ascenso. U tilizando los program as CAD como taller, el cineasta puede
llegar a dom inar técnicas que antes costaba años aprender.

El plano grúa 293


E l tr a v ellin g
l travelling se utiliza p ara seguir a un sujeto o exp lorar el espacio.

E Puede ser un plano simple de un solo sujeto o un complicado plano secuen­


cia que relaciona m últiples elem entos de la h istoria variando la puesta
en escena y la composición en un solo movim iento fluido. Pero hasta los tra­
velling m ás intrincados se comprenderán más fácilm ente si observam os los
m ódulos narrativos y gráficos en los que se basan.

El circulo de acción y la cámara móvil


El círculo de acción dram ática es casi el m ism o para la cám ara m óvil que
para la cám ara estacio n aria que vim os en el capítulo 13. P or ejem plo, si
h ay un b aile en un salón y la cám ara está en la p ista rod eada de b ailari­
n es, está en la acción. Si la cámara recorre íjn balcón en travelling para cubrir
la acción de las p arejas b ailand o a cierta distancia, está fu e r a de la acción.
Lo m ism o ocurriría si la cám ara fuera estacionaria. La d iferen cia entre la
cám ara estacion aria y la cám ara m óvil es que esta últim a pu ede en trar o
salir de la acción dentro del m ism o p lano. En térm inos de la h istoria, esto
significa p asar de la vista general a la p articu lar o v iceversa. Este cam bio
entre el in terior y el exterior del círculo de acción es una de las caracte­
rísticas m ás útiles de la cám ara en m ovim iento: perm ite al cineasta estruc­
tu rar v isu alm ente los elem entos de la historia.

La distancia sujeto-cámara
Adem ás de entrar o salir del círculo de acción, la cámara puede acercarse
o alejarse de un sujeto para determ inar nuestra identificación con él. A de­
más, un plano en m ovim iento se desarrolla en el tiempo, de m anera que la
im portancia que se da al sujeto varía dentro del plano.
En com paración, un prim er plano fijo sólo ofrece un valor gráfico para
toda la duración del plano, pero un primer plano en movimiento puede incluir
una escala de valores desde un prim er plano general hasta un prim erísim o
plano. Dependiendo de si el m ovim iento se acerca o se aleja del sujeto, el
aum ento o la dism inución general de nuestra identificación con él (o cual­
quier otro efecto del encuadre) varía durante el plano.

La planificación del travelling


P od em o s id e n tifica r las d iv ersa s m an eras p o sib le s de p la n ific a r un
travellin g si tenem os en cuenta en p rim er lugar la relación de la cám ara
m óv il con el círcu lo de acció n , y en segun do lu g ar la d ista n c ia en tre el
sujeto y la cám ara. Estos dos factores determ inan el tipo de relación espa­
cial q ue se establece entre la cám ara y el sujeto de cualq uier plano. In d e­
pendientem ente de que la cámara esté dentro o fuera del círculo de acción,
la distancia sujeto-cám ara puede aum entar, dism inuir o p erm anecer inva­
riab le.
C om o vim os en el c a p ítu lo 5, una de la s m an eras d e d e sg lo sa r
una secuencia del guión en planos es buscar el punto de vista de la secuen­
cia y la d ista n cia em ocion al ad ecu ad a en tre el e sp ecta d o r y el su jeto .

294 Plano a plano E l travelling 295


P o r su p u esto , an tes de a n a liz a r una secu e n cia es p o sib le qu e ya tenga figu ra 19.1 m uestra los pu ntos de vista básicos
p en sa d o un p la n o en m o v im ien to qu e se le ha o cu rrid o m ie n tra s leía para el travelling. Los su jeto s p u eden adem ás
el gu ión . A ún a sí, p u ed e re su lta r ú til h a ce r una lista de los elem en to s en cu ad rarse en prim er plan o, plano m edio o de
que h a y que d e sta c a r en el p lan o im a g in a d o . S i d ib u ja un esq u em a cuerpo entero, según se sitú e la cám ara dentro o
del travelling pu ede apuntar los m om entos clave a lo largo del recorrido fuera de la acción . Este m ism o p lan o paralelo
de la cámara, que pueden incluir frases importantes o la coreografía concre­ de travellin g se u tiliza con frecuencia para gra­
ta del actor. M ien tra s q ue esta cla se d e p la n ifica c ió n p u ed e u tiliz a rse b ar conv ersacion es en coch es, a cab allo , en b ar­
p ara o rg a n iz a r un p la n o d eterm in a d o , cu an d o h a y q ue d e cid irse p or cos o cu alq u ier otro m edio de transporte. Este
a lg ú n p lan o p a ra re g istra r una a cció n co m p lica d a re su lta ú til p en sar plano tam bién es útil en las secuencias de acción
en térm in o s del c írcu lo de a cció n d ra m á tica . En ei re sto de este c a p í­ en las que con frecu en cia se u tiliz a n cám aras
tu lo vam o s a estu d ia r las e stra te g ia s b á sic a s de la cám ara m ó v il p ara m o n tad as en co ch es p ara d esp lazarse ju n to a
h a ce rn o s con un v o c a b u la rio de los m o v im ien to s. su jetos que se m ueven con rapidez.

El travelling para introducir un sujeto o localización El travelling más rápido o más lento
que el sujeto
U n travelling puede inspeccionar una localización o un sujeto, revelándo­
En realidad se trata de una variación del travelling
lo lentam ente al enfocar detalles aislados de todo el decorado. Esto puede
paralelo. La única diferencia es que la cám ara se
hacerse desde dentro o desde fuera del círculo de acción. Una de las posi­
m ueve a una velocidad distinta que el sujeto. De
b ilid ades es la de em pezar con la cám ara en prim er plano y retroceder
este modo el sujeto se irá acercando a la cámara al avanzar o se quedará atrás
luego hasta una vista general, pasando de los detalles concretos a las líne­
cuando la cám ara se m ueve m ás deprisa (figura 19.2). A sí el cineasta tiene
as generales. Por ejem plo, la cám ara avanza p or la acera de una calle llena
la oportunidad de dejar que el sujeto entre o salga del círculo de acción m ien­
de tiendas abandonadas. A l principio la vista es un prim er plano, así que
tras la cám ara se mueve.
sólo vem os pintura d escascarillada, cristales rotos y otras señales de d ete­
Si usam os un travelling para m ostrar que un corredor está perdiendo
rioro en una panadería. Los detalles de la prim era tienda exhiben los sig­
puestos en una carrera, la cám ara puede m overse ligeram ente más depri­
nos de un negocio fam iliar fracasado. La cám ara retrocede, pasando junto
sa que el atleta, adelantándole en el transcurso del plano. Si querem os mos­
a fachadas de tiendas en ruinas y negocios vacíos. En m uchos de los esca­
trar al atleta ganando.la carrera, obviam ente harem os que se m ueva más
parates hay carteles de "C erra d o " o "C e se de n ego cio". Un vagabundo
deprisa que la cámara. Para una secuencia de acción es un plano m ás diná­
duerm e en la entrada de una tienda vacía. Los signos de un desastre eco­
m ico que el travelling paralelo convencional, porque presenta un desarro
nóm ico se revelan poco a poco hasta que la vista abarca la calle entera. De
lio en la pantalla m ientras el sujeto cruza el cuadro. Atrae m ás nuestr.i
este m odo, el m ovim iento de la cám ara relaciona la depresión económ ica
atención que un plano en el que la cám ara y el sujeto se m ueven a la misma
que asóla toda la ciudad con el nivel individual al m ostram os prim ero la
velocidad. A dem ás, cuando la cám ara se m ueve a distinta velocidad que el
panadería.
A m enudo un travellin g sigu e un recorrido lateral ju n to a los sujetos
repartid os sobre una gran su p erficie, com o la feria del cond ado o los
coches en m edio d el tráfico; un ejem plo sería el largo travelling de Godard
p asan do de un coche a otro y a otro en W eekend. A unque pu ede resultar
p ráctico y oportuno seg u ir una trayecto ria recta, el travellin g n o está
limitado a las líneas rectas. La cámara tam bién puede doblar esquinas, avan­
zar y retroceder, detenerse y em pezar a moverse de nuevo, cambiar de velo­
cidad, volver sobre su propio cam ino, en cuad rar a los sujetos en prim er
plano o en plano general, atravesar pu ertas y ventanas o seg u ir cu al­
q uier otro esquem a visu al que el cineasta pu eda conceb ir y el equipo
sea capaz de realizar.
La cám ara se mueve m ás despacio que ei sujeto.
lL
El travelling a la misma velocidad que el sujeto
E l uso m ás conocido del travellin g es el de esco lta r a dos o m ás personas
que conversan. C uando el su jeto y la cám ara se m ueven a la m ism a v elo ­
cidad y la d istancia su jeto-cám ara no cam bia, el p lan o en m ovim iento es
el equivalente co m p ositivo de un p lan o estático . La cám ara puede avan ­
za r inm ediatam ente p or d elante o p or detrás de los sujetos, puede h acer­
lo en un recorrido paralelo a su m isma altura o puede seguirlos en paralelo
d esde una po sició n ligeram en te p o r d elante o p or d etrás de ello s. La La cám ara se mueve m ás deprisa que el sujeto.

2 96 Plano a plano El travelling 2 97


sujeto la perspectiva queda acentuada por tres planos de m ovim iento — el Quizás el uso más conocido del plano de retroceso o de retorno es
último térm ino, el sujeto y el prim er término— en lugar de dos, com o ocu­ como plano de introducción al principio de una secuencia. Esta conocida
rre cuando la cám ara y el sujeto se desplazan a la m ism a velocidad. La uti­ técnica establece una relación entre el objeto al principio del plano y el
lización de tres planos de m ovimiento aumenta la sensación de profundidad. decorado en el que está situado. Con un uso de la cámara típicam ente expo­
El sujeto y la cám ara no sólo pueden m overse a distintas velocidades; sitivo, ésta podría retroceder desde un abrigo raído pero caro y m ostrar que
también pueden variar la velocidad en un m ism o plano. Cuando está rodan­ está sobre u n silla en un sórdido apartam ento de una sola habitación. Esta
do una conversación, la cám ara puede m antenerse a la altura de los suje­ com posición irónica nos revela que el propietario del abrigo, en otro tiem ­
tos y luego am inorar la velocidad, dejando que los sujetos pasen por delante po un adinerado hom bre de negocios, lo ha perdido todo excepto esta últi­
y la dejen atrás. O tra variación es hacer que los sujetos adelanten a la cám a­ m a posesión de días más felices.
ra m óvil y luego ésta em piece a seguirlos a la m ism a velocidad. Otra ver­
dión más podría ser dejar la cámara quieta mientras se acerca la pareja y luego Cambio del ángulo de cámara dentro del plano
em pezar a m overse con ellos a la m isma velocidad durante toda la con­
versación y hacer que dejen la cám ara atrás al final de la secuencia. Todas La figura '19.4 ilustra un típico montaje de travelling en una secuencia de diálo­
estas variaciones tienen el m ism o propósito: crear la sensación de que esta­ go. En este esquema de travelling paralelo la cámara se mueve junto a la pareja.
m os espiando una conversación real que continúa después de que los suje­ La cámara está a una altura ligeramente por debajo del nivel de los ojos, pero co­
tos hayan pasado de largo. mo está separada varios metros del sujeto, el ángulo de visión no se diferencia
de un plano a la altura de los ojos, como se ve en la viñeta Adel "storyboard". Si
los actores suben el tono de la conversación hasta una airada discusión, el direc­
Movimiento de acercamiento o alejamiento de un sujeto tor podría cortar aun en­
cuadre más contrapica­
Hasta ahora hem os estudiado el travelling en paralelo. La cám ara tam bién
do para conseguir una
puede acercarse o alejarse directam ente de un sujeto o un objeto, aum en­
composición más diná­
tando o dism inuyendo su im portancia dentro del contexto de la historia. El
mica. Normalmente esto
m ovim iento básico puede verse en la figura 19.3.
requ eriría cortar a un
Un m ovim iento de travelling hacia el rostro de un sujeto puede u tili­
nuevo ángulo. Una solu­
zarse para destacar el m om ento en el que un personaje se da cuenta de algo.
ción alte rn ativ a sería
Esta convención habitual se monta a m enudo con un corte en la mirada. Por acercar más los actores a
ejem plo, una m ujer llega a u n bar y encuentra a su m arido abrazando a otra la cámara, obligándola a
mujer. H ay tres m ovim ientos de cám ara posibles: 1) La cámara se acerca en inclinarsehaciaarriba pa­
travelling hasta un prim er plano de la mujer que m ira a su marido, 2 ) la cáma­
ra incluir sus cabezas en
ra se acerca en travelling al m arido y 3) los dos planos de travelling se u ti­ un plano medio. La vi­
lizan consecutivam ente.
ñeta B del "storyboard"
Un travelling puede también restar im portancia a un sujeto alejándo­ muestra el resultado de
se de él. Este m ovim iento tam bién produce una sensación de aislam iento acercar a la pareja a una
del sujeto. Por ejem plo, una m ujer está en el andén de una estación cuan­ distancia de uno o dos
do el tren arranca con su única hija a bordo. La cám ara podría estar m on­ metros del objetivo. Si la
tada en un tren y retroceder desde la m ujer en el andén, expresando de este cámara se acerca en íra-
m odo su sensación de pérdida ante la partida de su hija. velling a la pareja se con­
sigue el mismo efecto.

El travelling
alrededor de
un sujeto
La cámara puede rodear
el círculo de acción dra­
mática trazando una cir­
cu n feren cia com p leta
Figura 19.4: P ara com binar los contrapicados y
con centro en el sujeto,
picados en un solo travelling, cam bie la distancia
como se m uestra en la
sujeto-cám ara. C uando los sujetos se acercan ai
fig u ra 19.5. H ay d os
travelling, la cám ara debe inclinarse hacia arriba
ejemplos m uy similares
p ara mantenerlos encuadrados. El cam bio de ángulo
de un uso radical de esta
se mu'estra en las viñetas de "storyboard" A y B.

El travelling 2 9 9
estrategia en las pelí­ La entrada en un interior
culas H annah y sus
hermanas, de Woody El travelling se coloca de manera que
Alien, y Los intoca­ la cámara vaya frente al sujeto, como se
bles, de Brian DePal- ve en la figura 19.6. La cámara está
ma. En ambas pelí­ inm óvil m ientras el sujeto se acerca.
c u la s h a y una vía Cuando está a pocos metros de la cáma­
c irc u la r c o m p le ta ra, el travelling retrocede al interior de
que rodea a las per­ la habitación, seguido por el sujeto.
sonas sentadas a una La cámara también puede preceder
mesa. Incluso cuan­ al sujeto desde cualquier ángulo o reco­
do el movimiento de rrido, utilizando una vía curva o una pla­
la cámara es lento, el taforma provisional de tablones o con­
plano está concebi­ trachapado. La figura 19.7 muestra al­
do para distraer la gunos ángulos de entrada típicos. Si el
atención de los per­ movimiento es pequeño, otra variación
so n ajes de m anera podría ser la de añadir un brazo extenst-
que pod am os ev a­ ble al travelling. El travelling se queda­
luar la situación en ría dentro de la casa, sobre elsuelo del es­
conjunto. En Los into­ Figuro 19.5 Figura 19.6 pado interior, y el brazo extensible y la
cables e l travélling cir­ cámara saldrían por lapuerta. Cuando el
cu la r sim b o liz a el sujeto se acerca a la puerta el travelling
hecho de que ios cuatro defensores de la justicia, individuos de diversas pro- retrocede hasta que el brazo extensible
cedencias,Jhan formado por fin un equipo. La cámara los rodea, unificándo­ queda al otro lado de la puerta, esperan­
los en el espacio. do elavancedelsujeto. La figura 19.8 ilus­
A lien utiliza un travelling circular sim ilar com o una especie de parén­ tra una de las ventajas de esta solución.
tesis. Aquí la cám ara rodea a las herm anas sentadas a la mesa con tanta rapi­ Como hay unos escalones que llevan a la
dez que se impone a su conversación. El plano pasa por alto sus observaciones puerta principal,el travellingtendría que
y opiniones y las pone ante nosotros para que las exam inem os con atención. colocarse sobre una rampa con una lige­
El espectador es colocado en una posición superior, al saber que lo que dicen ra inclinación. Aparte del tiempo necc
las herm anas revela lo que no saben sobre ellas m ismas. sano para construir la rampa, sería un pln-
Otro uso posible del travelling circular es el que podemos ver en El color no difícil de ejecutar sin tropiezos. El bi'.i
del dinero (1986), de M artin Scorsese, la continuación (veinticinco años des­ zo de la grúa resuelve el problemay oíi< ■
pués) del estudio de Robert Rossen de un ju gad or de billar buscavidas en ce bastante flexibilidad si es necesario
El buscavidas (1961). E n este caso la cám ara se u tiliza para expresar el esta­ cambiar la planificadón.
do de ánimo del personaje. La cámara gira alrededor del personaje, Fast Eddie,
Induso sin el brazo extensible la cá­
con un encuadre d e p rim er plano cuando entra en su prim era com petición Figura 19.7 mara y el travellingpueden situarse eni'l
m undial desde que se retiró veinte años atrás. Se siente m om entáneam en­
interior y seguir conectando los espacios
te abrum ado por la agitación a su alrededor, y el m ovim iento de la cám ara
exteriores e interiores mediante un m o­
expresa los sentim ientos de Eddie en un solo gesto.
vimiento de travelling. Si la cámara está
cerca del marco déla puerta puedeapun-
tarse hacia fueraparaencuadraríoquepa-
La combinación de espacios interiores y exteriores
recerá un plano exterior, ya que el marco
El cambio entre escenarios interiores y exteriores contiguos se resuelve nor­ de la puerta.no es visible. Cuando el su­
malmente con un corte entre planos para cada espado. Esto elimina el problema jeto se acerca a la puerta desde fuera, la
de equilibrar la ilum inación interior con la exterior, que pueden ser muy dis­ cámara retrocede hacia el interior de la ha-
tintas. A l ser fotografiados p o r separado, no es necesario que los dos escena­ bitadón hasta que el marco de la puerta
rios sean contiguos, de m odo que un interior de estudio puede combinarse con ylahabitadónquedanincluidqsenelpla-
un decorado real al aire libre al otro lado del mundo. Es una clara ventaja des­ no. Otea alternativa es utilizar un "zoom"
de el punto de vista d el jefe de pxoducción, pero artísticam ente la separación para cubrir el avance del sujeto, acortán­
entre exteriores e interiores debilita la unidad espadal. dolo gradualmente para encuadrar alsu-
La alternativa es m over la cám ara del interior al exterior o viceversa jeto. AI fmaldplanoinduirápartedel mar­
en un m ovim iento ininterrum pido. Éstas son algunas de las posibilidades: Figura 19.8 co de la puerta y parte de la habitación.

3 0 0 Plano a plano El travelling 301


El rodaje de un interior desde una posición exterior ble el marco y el espectador no se da cuenta de que la cámara está dentro de
la habitación. Cuando la cámara sigue en panorámica al sujeto que entra por
También es posible pasar de un espacio exterior a uno interior haciendo que la puerta, cruza rápidamente el muro y el marco de la puerta y sigue al suje­
el sujeto pase junto a una cámara en m ovimiento, como se m uestra en la figu­ to al interior de la casa. En este m omento el espectador se da cuenta de que ha
ra 19.9. En este caso la cám ara acompaña en panorám ica a l sujeto hasta el estado observando al sujeto desde el interior de una habitación. Con este esque­
um bral de la puerta, pero perm anece en el exterior. El sujeto pasa al inte­ ma la vía puede colocarse dentro de la habitación de manera que el plano en
rior y la cám ara fotografía la escena interior desde fuera. Con la puesta en m ovim iento pueda continuar en el espacio interior.
escena y el objetivo adecuados, se conseguirá la im presión de que la cám a­ Como es evidente, la posición de la cámara depende de la habitación
ra ha entrado en la localización. y de las acciones del sujeto, pero el principio es el m ism o en los tres ú lti­
m os planos: la visión selectiva desde la cám ara puede producir la im pre­
sión de que ésta ha pasado de un interior a un exterior (o al contrario) al
seguir a un sujeto.

El montaje del travelling


M uchas veces los directores no conocen bien las reglas de m ontaje para el
travelling y se resisten a usarlos en muchas situaciones. Este temor a los posi­
b les problem as de m ontaje es infundado; aparte del eje, que hay que tener
en cuenta tanto en los planos en m ovim iento como en los estáticos, los tra­
velling no plantean especiales problem as de continuidad, a excepción de
la dificultad de ejecutar una acción prolongada. Com o decíam os en el capí­
tulo sobre el m ontaje, un travelling puede llevar m ucho tiem po y el direc­
tor puede encontrarse en la situación de tener que jugarse el éxito de una
secuencia en un solo plano m óvil prolongado. Las lim itaciones de tiempo
pueden obligarle a renunciar a rodar m aterial para cubrirse y com o apoyo,
y esto explica la creencia general de que los travelling son difíciles de m on­
tar. N aturalm ente, si u n travelling es la única versión de una acción deter­
m inada en una secuencia, no habrá m anera de m odificar el m etraje a menos
que se elim ine el plano, y con él la acción que describe.
para rodar el interior. Esto nos lleva al auténtico problem a de m ontaje que plantea el trave-
lling: no es fácil intercalar un plano estático en un travelling de la misma
El rodaje a través de ventanas para combinar interiores y exteriores acción. Es el único caso com plicado, causante de la exagerada creencia de
que los planos estáticos y en m ovim iento pueden ser difíciles de unir sin
lin este último m ontaje la cámara móvil se sitúa en un decorado interior. Des­ problem as. Persiste la creencia de que hay alguna regla general, con la
de ahí encuadra por la ventana a un sujeto que se acerca a la casa (figura 19.10). m isma función que el eje, que determ ina los im perativos de la continuidad
La cámara está lo bastante cerca del cristal de la ventana para que no sea visi- para el travelling. Tal regla no existe.
Aparte de interrumpir un plano en m ovimiento con un breve plano está­
tico d é la misma acción, no hay reglas especiales de m ontaje para los planos
m óviles que no sean igualmente aplicables a los planos estáticos. Los planos
estáticos puede unirse fácilmente a los planos móviles, y éstos a otros planos
m óviles, o yuxtaponerse en una serie prolongada de planos móviles. De
hecho, en determinadas situaciones una serie de planos móviles integra mejor
el movimiento que una serie similar de planos estáticos. Por ejemplo, una serie
de trávelins breves moviéndose a lo largo de las filas de soldados en forma­
ción puede montarse de m anera que cada plano lleve al siguiente. Una serie
sim ilar de planos estáticos parecería demasiado montada.
Un plano en m ovim iento tiende a preparar al espectador para la com ­
plejidad gráfica y el cam bio en el siguiente plano de una secuencia. En
m uchas situaciones el plano m óvil puede suavizar las transiciones gráficas
de m anera parecida a como el encadenado suaviza las transiciones tem po­
rales. Por ejemplo, un salto de im agen (en el que la cámara se desplaza menos
de 20 grados sin saltos tem porales) es m enos brusco si se realiza entre dos
Figura 19.10: El rodaje a través de ventanas p ara com binar interiores y exteriores. planos en m ovim iento.

3.02 ‘Plano a plano El travelling 303


Aunque la cámara en movimiento pueda introducir un cambio de ángu­ El plano se rodó en realidad utilizando una m iniatura del exterior y un deco­
lo o de movim iento en el plano siguiente, la continuidad sigue dependiendo rado a escala real para el final del m ovim iento en el interior, pero el pro­
de los m ismos tipos de estrategias compositivas y de m ontaje que hacen posi­ longado cubo o túnel perspectivo sería el m ism o en cualquier caso.
ble una sucesión fluida de planos en una serie de planos estáticos.

Los planos en movimiento y los ángulos de cámara


La cámara en m ovim iento refuerza el efecto de todas las otras indicaciones
perspectivas que nos ayudan a calcu larla distancia. Como identificam os las
posiciones de la cám ara por la perspectiva que reproducen, es lógico que
la cámara en m ovim iento intensifique nuestra percepción del espacio desde
cualquier punto de vista. E n el capítulo sobre las posiciones de cámara
vimos que la perspectiva de tres puntos de fuga proporcionaba la mayor can­
tidad de inform ación sobre las relaciones espaciales para cualquiera de las
vistas posibles de un objeto en el espacio. D el m ism o m odo, la cám ara en
m ovim iento puede pasar por uno, dos o tres planos de m ovim iento. Para
m overse sim ultáneam ente en tres planos, la cám ara debe avanzar o retro­
ceder a la vez que se m ueve en vertical o en horizontal. Si la cámara reali­
za este tipo de m ovim iento m ientras encuadra un objeto en una perspectiva
de tres puntos de fuga, conseguiremos el máximo grado de profundidad posi­
ble para una escena determ inada. El uso de elem entos en prim er térm ino
o de otras estrategias gráficas o com positivas que ayuden al espectador a
com prender las relaciones espaciales reforzará aún m ás la sensación de
profundidad.

La colocación del espectador y la cámara en movimiento


La colocación, como vimos en el capítulo 14, es el desplazam iento del espec­
tador a distintas posiciones de una secuencia m ediante cam bios en el ángu­
lo de la cám ara. Entonces la com parábam os a una coreografía, porque el
espectador percibe toda una serie de efectos cinéticos y físicos tan cuida­
dosamente organizados como un baile. La coreografía de la sucesión de pla­
nos está presente en cualquier secuencia de planos, pero es más evidente
cuando la cámara está en m ovim iento.
Un plano en m ovim iento puede pasar por varios puntos de vísta o pre­
sentar un único ángulo de visión en el transcurso de un plano. Cuando sigue
a un sujeto a una distancia fija el ángulo del plano no cambia. Pero si la cám a­
ra se acerca o se separa del sujeto el ángulo puede cambiar. Los directores
interesados en aprovechar el "tiró n " de este tipo de cam bio de perspectiva
aprenden a p lanificar la acción para obligar a la cám ara a desplazarse a lo
largo de m ás de un eje, o alrededor de los objetos para incluir una serie de
puntos de vista.
Podem os representar los desplazam ientos de la perspectiva en los
m ovim ientos de la cám ara en dibujos que yo llam o "tú n eles de perspecti­
v a ". E ste tipo de esquem a es en realidad una extensión del "cu bo del Qua-
troccen to", el térm ino utilizado para describir la concepción del espacio
pictórico en un cuadro o un dibujo que se inició con el desarrollo de la pers­
pectiva lineal en el Renacim iento.
La figura 19.11 ilustra dos fam osos planos en m ovim iento. En prim er
lugar está el largo plano grúa descendente d e Encadenados de Alfred Hitch-
cock. La cám ara desciende dos pisos y term ina en un prim er plano de un
llavero en la m ano de Ingrid Bergman. El largo m ovim iento de la grúa para
entrar en el cabaret El R ancho de Ciudadano K ane es algo m ás com plicado. El plano-grúa que atraviesa el tragaluz en Ciudadano Kane.

3 04 Plano a plano El travelling 3 0 5


O La c o r eo g r a fía del
¡TRAVELLING
na vez descritos los tipos básicos de planos en m ovim iento, podem os

U estudiar cómo se pueden com binar la planificación de los actores en


profundidad y los m últiples centros de interés m ediante el travelling.
Las variaciones posibles con un m ontaje sim ple para el travelling pueden
abarcar desde un conciso m ovim iento junto a dos actores que están hablan­
do hasta el plano secuencia con m últiples personajes que relaciona varios
elem entos y decorados de la historia.

La cámara en movimiento y la planificación móvil


H ay dos opciones de plan ificación p osibles con la cá m a ra m óvil: prim e­
ra, se puede m over la cám ara alred ed or de un sujeto fijo, com o vim os en
el cap ítu lo a n terior; seg u n d a, el su jeto y la cám ara pu eden m overse
sim ultáneam ente.
Del m ism o m odo que hay esqu em as b ásicos de p u esta en escena
para los diálogos en los planos e stático s, tam bién hay m ovim ientos b ási­
cos de la cám ara para la puesta en escena de la acción. Estos m ovim ien­
tos están determ inados por dos consid eraciones prácticas: 1 ) la extensión
del m ovim iento de la cám ara cuando se desplaza en travellin g o con otro
tipo de equipo y 2 ) el hecho de que es m ás fácil m over a los actores que
m over la cám ara.
Los m ovim ientos básicos de cám ara resum idos en este capítulo cons­
tituyen un sistem a flexib le que le ayu dará a com prender cóm o se puede
integrar la coreografía de la cám ara con los actores. El objetivo últim o de
este sistem a es el de alen tar y facilitar un uso variado del esp acio, el
án gu lo de la cám ara y la com p osició n , am p liand o así lo s lím ites del
encuadre.
Nuestro sistema de puesta en escena para la cámara m óvil se divide en
dos partes:

• La coreografía del travelling: se ocupa del recorrido de un sujeto en


m ovim iento en relación con el recorrido de la cámara.

• Esquem as y posiciones: éste es el m ism o sistem a de puesta en esce­


na de actores que utilizam os para los planos estáticos en los capítu­
los 9 ,1 0 y 11.

La idea básica de nuestro sistema de planificación para la cám ara móvil


es que es posible conectar un núm ero cualquiera de planos aislados para fo rm ar
un solo p la n o in in terru m pido. E ste p lan team ien to an aliza u n p lan o en
m ovim iento tal y com o se representa en el "sto ry b o ard ". C ad a viñeta
del "storyboard" representa un esquema de planificación estático que puede
unirse a otras viñetas para form ar un plano único utilizando el movim iento
de la cám ara y la puesta en escena m óvil.
Podem os em pezar estudiando el uso más sencillo de un m ovim iento
de travelling en línea recta.

La coreografía del travelling 3 0 7


Coreografía de travelling uno mará desde la distancia al principio del plano y se aleje en la distancia hacia el fi­
nal del plano.
En la figura 20.1 vem os tres versiones distintas del travelling básico, lado
Con este tipo de planificación la cám ara puede estar inm óvil al prin ­
a lado. D ebajo de cada travelling está encuadrado el sujeto tal y como lo ve
cipio del plano, cuando el sujeto se acerca, y em pezar luego a m overse len ­
la cámara. En cada uno de los tres movimientos de cámara, la distancia cáma­
tam ente cuando consigue el encuadre buscado. Este encuadre se m antiene
ra-sujeto perm ane­
durante la m ayor parte del plano. Cuando el m ovim iento de travelling está
ce in v a ria b le y
a punto de concluir, se invierte el procedimiento y la cámara aminora la velo­
representa una uni­
cidad, posiblem ente hasta detenerse por completo, m ientras el sujeto se aleja
dad o m ódulo cons­
de la cám ara en el área de partida. La aproxim ación puede com enzar a
tructivo básico. Este
§ L mucha distancia de la cám ara para que el sujeto se vea por prim era vez en
tipo de planificación
un plano largo con aire y pueda salir en un encuadre similar.
se utiliza continua­
I- mente en las secuen­
c ia s de d iá lo g o , Coreografía de travelling dos
aunque casi siempre
con un plano m edio La figura 20.3 es una variación en la que el área de aproximación no es una sim­
o un plano largo. En ple introducción, sino parte de la acción dramática principal del plano. En este
su form a m ás sim ­ caso la aproximación se realiza directam ente hacia la cámara. Si se tratara de
ple, el plano comien­ una secuencia de diálogo, los sujetos estarían hablando-mientras se acercan
za con el sujeto y la al travelling, antes de que la cámara em piece a moverse. Ya es una convención
c á m a ra en m o v i­ habitual la de perm itir que el público oiga claramente la conversación de los
m iento y acaba sin sujetos incluso cuando están m uy alejados de la cámara.
q u e se p ro d u z ca n Com o puede ver, esta coreografía com bina dos m ódulos de construc­
cam bios en la dis- ción del "storyb oard ": un plano largo frontal y un plano m edio de perfil.
tancia cám ara-suje- '^ura La ilustración m uestra a los sujetos cam inando lado a lado durante todo el
to. En este sentido el sujeto se ve de m anera muy parecida a como aparecería m ovim iento de travelling, pero com o es natural el director es lib re de colo­
en un plano estático, con sólo un ligero m ovim iento visible al fondo. car a los actores siguiendo-cualquiera de los esquem as de planificación y
Es posible cortar entre cualquiera de estos planos móviles para variar el posiciones resum idos en e l capítulo 9.
tamaño del plano, pero una manera más fluida de cambiar el encuadre es ha­
cer que el sujeto se acerque o se aleje de la cámara en el transcurso del plano.
Esto se hace generalmente al principio o al final del plano. En la vista aérea de
la vía recta que muestra la figura 20.2, las zonas sombreadas a ambos extremos
de la vía representan las posibles áreas de aproximación o de partida para cual­
quier sujeto que se m ueva paralelo a la vía. El cineasta debe tener en cuenta la
amplia gama de opciones que le ofrecen las zonas sombreadas, ya que la apro­
ximación puede utilizase para incluir cualquier zona de la localización que sea
de interés. Dependiendo del ángulo de aproximación o de partida, la cámara
tiene que hacer una panorámica para seguir al sujeto. A sí tiene la oportunidad
de incluir una buena parte de la acción que se desarrolla cerca de la cámara, in-
c lu s o a n te s de
Area de aproximación Área de alejamiento q u e e m p ie c e a
a la vía de la vía moverse.
El largo reco­

\ Y
rrido entre los cír­
culos puede utili-
zarse para foto­
•r grafiar al sujeto en

1 — I cualquiera de los
encuadres que ve­
mos en la figura
20.1 , a condición
i dequ eelsu jetose
acerque a la cá-
Figura 2 0 .2 Figura 20.3

308 Plano a plano La coreografía del travelling 3 0 9


Coreografía de travelling tres Coreografía de travelling cuatro
La figura 20.4 muestra cómo se pueden combinar tres planos: un perfil de cuer­ La figura 20.6 es casi idéntica al esquem a anterior de giro en S, con una dife- '
po entero, un plano largo frontal y un plano m edio de perfil. Para combinar rencia importante: los actores cruzan la vía. También aquí se combinan un pla­
estas vistas la cámara se no largo o general con un plano general frontal y un plano medio, pero con
mueve al principio del un cambio de dirección, como se
plano a la misma velo­ ve en la viñeta C del "storybo­
cidad que los sujetos, ard". Si este cambio de direc­
deteniéndose cuando los ción resulta desconcertante, es
sujetos se vuelven para perfectamente comprensible en
acercarse a la cámara. el plano real, ya que es gradual.
C uando los sujetos se El punto de giro de la cámara
v u elven p or segun da puede estar a cualquiera de los
vez para cam inar para­ dos lados de la trayectoria de los
lelos a la vía, la cámara actores cuando cruzan la vía.
em pieza a m overse de Las variaciones de este tipo están
nuevo. Otras variacio­ en función del decorado y de
n es p o sib le s p o d ría n las necesidades específicas de
in clu ir una puesta en la secuencia.
escena que se desarro­ El cruce de la vía puede
lle a diferentes alturas. funcionar para cualquier m on­
P or ejem plo, el trave­ taje de travelling de esta sec­
lling puede colocarse en ción. Al mover la acción alrede­
un muelle, al lado de un dor de la cámara y obligarla a
crucero. La primera par­ incluir ciento ochenta grados de
te del m ovimiento de la Figura 20.6
espacio, ésta queda situada en el
cámara seguirá al sujeto centro del círculo de acción.
a bordo del barco m ien­ Figura 2 0 .4
tras cam ina ju nto a la
Coreografía de travelling cinco
barandilla, seis metros por encima de la cámara, que se mueve paralela a la La figura 20.7 invierte el encuadre de los dos esquemas anteriores de giro en
vía. Como vemos en la figura 20.5, el actor puede acercarse luego a la cámara S, de manera que los actores empiezan cerca de la cámara y luego se alejan.
al bajar por la rampa de embarque y term inar el últim o tramo del plano sobre Como en los otros giros en S, se trata de una combinación de tres encuadres.
el muelle, caminando junto a la cámara. Lógicam ente, la aplicación de éste o cualquier otro m ovim iento core-
ografiado a un problem a de planificación real depende de la localización,
pero los principios básicos son
válidos para cualquier sujeto,
ya se trate de dos personas con­
versando, un coche o una lan­
cha motora.
Hasta se puede prescindir
de la vía del travelling, utilizada
aquí como una m anera cóm o­
da de indicar el recorrido de
la cám ara. La cám ara podría
m ontarse con la m isma facili­
dad sobre una grúa, una jirafa
accionada por control rem oto,
un cámara car o un aparejo de
Steadicam, cada uno de los cua­
les contribuye con su persona­
lidad p ecu liar y su gam a de
*= >
m o v im ien to s al p ro ceso de
diseño del plano.
Figura 2 0 .5 : El movimiento de travelling cubre al sujeto a diferentes alturas. Figura 20 .6

310 Plano a plano La coreografía del travelling 3 1 1


Coreografía de travelling seis (la revelación del espacio) La coreografía ampliada
La figura 20.8 em pieza con el sujeto en prim er plano. El sujeto se aleja obli­ Ahora que hem os visto v arias p osibilid ad es de coreog rafía de la cám ara
cuam ente al m ism o tiem po que se va revelando el fondo. En este caso, el y el sujeto, podem os hacer m ontajes más com plicados com binando los siete
m o v im ie n to de tr a v e llin g esq u em as de travellin g.
puede considerarse una com ­ Por ejemplo, podemos h il­
binación de dos planos que a vanar los esqu em as tres,
m enudo se utilizan em pareja­ siete y cinco para un tra­
dos: el primer plano de un suje­ velling en e l parque (figu­
to y un corte en su m irada. Por Travelling siete ra 20.10). A d em ás, todos
ejem plo, la figura 20.7 podría lo s p la n o s q u e h em o s
incluir al principio de la secuen­ v is to p u e d e n u n irse y
cia al sujeto acercándose a la c o m b in a rs e c o n m o v i­
cámara para un prim er plano, m ientos ad icionales de la
N os detenemos en su mirada y cám ara. La fig u ra 20.10
Travelling tres Travelling cinco
su reacción al entorno que no m u estra un m o n ta je de
está incluido en el encuadre. trav ellin g sen cillo , pero
Esto nos obliga a v er el deco­ Figura 2 0 .1 0 : Tres esquem as de travelling com binados en la creación de podría ser fácilm ente sus­
rado a través de la experiencia una coreografía com pleja. tituido por una grúa para
del sujeto. Cuando se aleja de a ñ a d ir m o v im ie n to en
la cám ara, el fondo se revela vertical.
poco a poco y nos enteramos de
que el hom bre está cam inan- p. ura g
El control del recorrido de la cámara en lugar del recorrido del sujeto
do entre las ruinas hum eantes
de una fábrica que se ha incen­ Hasta aquí hemos visto sólo planos de travelling en los que la coreografía de los
diado. M ientras el plano sigue abriéndose, vem os a las víctim as del fuego movimientos del sujeto se realizaba alrededor de una vía recta. Pero muchas ve­
atendidas por la policía y el equipo m édico de em ergencia. ces esto no es posible; por ejemplo, cuando la acción debe seguir una carretera, un
sendero en el bosque o cualquier otra ruta fijada, o cuando el terreno limita los mo­
Coreografía de travelling siete vimientos de los sujetos. En este caso, las variaciones gráficas dentro del plano —
es decir, el tamaño del plano y el ángulo de la cámara— dependen enteramente de
La figura 20.9 m uestra una inversión de la estrategia que acabamos de ver en
la colocación de la cámara y la elección del objetivo. En los tres ejemplos siguien­
la coreografía de travelling seis. Esta vez empezamos con un plano general que
tes vamos a volver a la coreografía ampliada que hemos visto en la figura 20. 10 ,
nos revela el'decorado. En lugar de ser introducidos en la secuencia estudiando
sólo que en esta ocasión los recorridos de la cámara han sido elegidos para ilustrar
la reacción de un actor determinado ante su entorno, examinamos prim ero la
la utilidad de volver
localización y en segundo lugar
sobre sus pasos y el
al actor acercándose a nosotros.
"countering".
Si esta puesta en escena se uti­
E n la fig u ra
lizara en la localización dé la
20.11 la cámara atra­
fábrica dé la coreografía de tra­
viesa la escena en
velling seis, nos form aríam os
diagonal en direc­
nuestra propia opinión del lugar
ción opuesta al suje­
y de la acción. Cuando p or ú lti-'
to. Es un contramo­
mo vem os al actor en prim er
v im ie n to que c o ­
plano al final del plano, nos sen­
mienza con el sujeto
timos interesados en averiguar
frente a la cám ara
si reaccionará ante el desastre
hasta que ésta pasa el
igual que nosotros. Es otro ejem­
c e n tro d e l p la n o ,
plo de control del espado utili­
momento en el cual
zado para definir una estrategia
el sujeto mira en di­
de preguntas y respuestas. Las
rección contraria a la
coreografías de travelling seis y
cám ara. Com o en
siete son planos que alientan la Figura 2 0 .1 1 : Contramovimiento prolongado. En este esquem a la cám ara y el c u a lq u ie r m o v i-
comparación entre el sujeto y la sujeto se mueven en direcciones opuestas, la s (lechas indican el movimiento miento en el que el
localización. figuro 20 9 panorám ico de la cám ara.

3 1 2 Plano a plano Lo coreografía del travelling 313


sujeto cruza la trayectoria de la cámara, hay una inversión de la dirección de pan­ El travelling alrededor de un obstáculo
talla. Como el cambio es gradual, este salto del eje es poco aparente.
En la figura 20.12 la cámara avanza hacia el sujeto hasta el centro del plano y Si hay una lección que aprender sobre la planificación del m ovim iento para
luego invierte la direccióny regresa en la misma dirección general del sujeto. La in­ la cámara en travelling es que siem pre es m ejor trabajar a favor del esce­
nario y no en su contra. Con dem asiada frecuencia los directores dependen
versión de la cámara es generalmente una maniobra desconcertante, a menos que
del puro virtuosism o técnico (y la paciencia) de
la cámara se detenga antes de cambiar de dirección. Esto podría justificarse si el su­
sus equipos para mover la cámara por un terre­
jeto se detuviera un
no difícil. La grúa Loum a, la Skycam , la Stea-
momento para reali-
dicam y otros soportes de cám ara diseñados
zaralguna acción; por
ejemplo, quitarse la para am pliar su capacidad de m ovim iento de
chaqueta en un día ca­ la cám ara tienen su función, pero la baza más
eficaz a la que puede recurrir ün director es sin
luroso. La acción po­
ninguna duda la puesta en escena ingeniosa. En
dría organizarse así:
la figura 20.14 la cám ara no puede seguir al
lacámarayelsujetose
acercan hasta encon­ sujeto de cerca e incluir el fondo deseado por el director porque la piscina
se interpone en su camino. Un brazo extensible o una grúa operada por con­
trarse tras recorrer
aproximadamenteun trol remoto podrían colocar a la cámara por encim a del agua en m edio de
tercio de la distancia. la piscina, pero hay una solución igualm ente válida que es m ás fácil de eje­
El sujeto y la cámara cutar. La acción podría planifi­
se detienen en este carse de m anera que la cámara
punto y el sujeto se encuadre la zona ocupada por el
quita la chaqueta y se sujeto y la piscina en un plano
enjuga la frente con Figura 2 0 .1 2 : La cám ara se acerca al sujeto (flechas grises) y luego invierte la general, llegando a la zona media
unpañuelo. Después dirección, manteniéndose por delante de éste (flechas negras). al m ism o tiempo que el sujeto. _
de irnos instantes, el Podríam os desarrollar aún
sujeto sigue su camino y la cámara retrocede por el mismo sendero que acaba de re­ más la idea prolongando el movi-
correr. El espectador no se dará cuenta de que la cámara está volviendo sobre sus mien to del sujeto y la cámara en
pasos por un terreno un contramovimiento que rodee
familiar, porque ésta a la m ujer en la tum bona, como fig ura 2 0 .1 5
apunta en una nueva La flecha en el diagrama de la dere­ vem os en la figura 20.15.
dirección. cha indica la dirección del travelling De hecho, dejar obstáculos
que se ilustra más abajo. entre el sujeto y la cámara puede resultar útil si se utilizan como elem en­
En la fig u ra
20.13 tenem os una tos de encuadre. En la acción ilustrada en la figura 20.16 un camionero
vista lateral del es­
quema quehemos es­ Figura 20.1 ó: La cám ara a v a n za paralela ai cam ionero cuando éste entra en la
tado estudiando. El oficina. Com o se ve en el "storyboard", la línea de cam iones en movimiento se
recorrido de la cáma­ aprovecha p ara encuadrar. C uando el cam ionero entra en la oficina la cám ara lo
ra es paralelo y sigue encuadra por la ventana en la viñeta 4 .
la misma dirección
que el recorrido del 1 2
sujeto en tres áreas.
Cuando el sujeto se
acerca directamente
a la cámara, ésta ha­
ce una pausa hasta
que el sujeto se vuel­
ve para seguir el si-
guiente/ecorrido pa­ V w T;í; -<
vv
ralelo. Éste es un ca­
so en el que es nece­
sario detener la cá­
Figura 2 0 .1 3 : La dirección del movimiento de la cám ara viene indicada por la
mara para mantener
línea ininterrumpida del diagram a. La cám ara avan za paralela al sujeto durante
encuadradoalsujeto.
el movimiento lateral, haciendo una pausa cuando el sujeto se acerca a la cámara.

3 14 Plano a plano La coreografía del travelling 3 1 5


camina a lo largo de uña línea de camiones que se m ueve lentam ente. El plan El travelling y la planificación para conectar varios elementos de la
original era seguir al cam ionero en paralelo m ientras recorre la larga dis­ historia
tancia que lo separa de la oficina. Los cam iones pasarían al fondo y el
cam ionero estaría en prim er térm ino. Para realizar el plano de este m odo Podem os llevar aún más lejos la idea que acabam os de v er com binando el
los cam iones tendrían que avanzar por el arcén. Pero supongam os que esto travelling lateral, las panorám icas cruzadas, la puesta en escena m óvil y el
resulta imposible el día del rodaje porque las lluvias han hecho el arcén intran­ encuadre en profundidad. Las siguientes cinco viñetas de "storyb oard "
sitable. El director podría idear un plano alternativo en el que los cam io­ describen una acción que se pod ría rodar fácilm ente en encuadres indivi­
n es está n en p rim e r térm in o y el ca m io n ero al fo n d o , in v irtie n d o la duales.
planificación planeada originalmente. En la nueva versión los camiones ocul­ Los diagram as A-C, a partir de esta página, m uestran cóm o las accio­
tan al hombre en una gran parte de su recorrido. Cuando el cam ionero nes individuales pueden unirse en un solo plano ininterrum pido. Los d ife­
entra en la oficina se introduce un segundo obstáculo (el edificio). La cám a­ rentes elem entos se sitúan en profundidad y se m ueven en direcciones
ra se acerca a la ventana y entra con un lento "z o o m " hasta encuadrar por opuestas que se cruzan frente a la cám ara. El prim er elem ento es un coche
el cristal al cam ionero hablando con su jefe. P erm itir que un obstáculo que entra en plano en prim er térm ino y se d irige h acia el últim o término. La
oculte al sujeto principal sigue siendo una solución perfectam ente acepta­ cám ara sigue al coche en un largo travelling que se desplaza de izquierda
ble y de interés gráfico. ■a derecha hasta que el coche sale de cuadro. E l segundo elem ento son los
tres chicos que entran en cuadro en segundo término. La cám ara cam bia de
dirección, volviendo sobre el espacio que acaba de cubrir y siguiendo a los
El cambio de sujetos dentro de un plano cfyicos m ientras hablan. El tercer elem ento es una chica que entra en plano
Los ejemplos anteriores de travelling se ocupan de un solo sujeto. Uno de los va­ por el fon do. Pasa junto a los chicos en dirección a la cám ara, y ésta la sigue
lores del plano de travelling prolongado es su capacidad para unir distintos ele­ hasta el prim er térm ino. En este punto uno de los chicos se acerca corrien­
mentos de la historia, pasando de un sujeto a otro dentro del mismo plano. La fi­ do para hablar con ella.
gura 20.17 es un ejemplo de una estrategia básica para pasar de un elemento a
otro. La técnica es en realidad una panorámica cruzada realizada mientras la cá­
mara avanza en travelling. El plano empieza encuadrando al coche cuando éste DIAGRAMA A
en tra en c u a d ro
(" d o lly " b lan co ).
Luego sigue al co­
che en un recorrido
paralelo. Cuando el
coche empieza a ale­
jarse, llega un chico
en una bicicleta y la
cámara lo recoge en
el p unto de cruce, si­
guiéndolo en pano­
rámica hasta apun­
tar en una nueva di­
rección. La cámara
cambia de dirección
("dolly" negro) y si­
gue al chico en un
recorrido paralelo
\
hasta que éste sale
del plano. Si unnue-
vo sujeto entrara por
donde ha salido el
chico, el proceso po­ M .
dría invertirse hasta Se inicia la secuencia y la cámara sigue en
que la cámara vol­
2
panorámica al coche que entra en cuadro,
viera a la posición y como se muestra en la viñeta 1. El coche se
el encuadre de los dirige hacia el fondoy la cámara losigue en
prim eros fotogra­ un travelling paralelo por el aparcamiento,
manteniendo el coche en un plano general
mas del plano. Figura20. , 7 como se muestra en la viñeta 2.

3 1 6 Plano a plano Lo coreografía del travelling 3 1 7


DIAGRAMA B
Planos de travelling subjetivos y subjetivos modificados
H asta ahora los planos de travelling que hem os visto encuadran al sujeto
como lo vería un observador neutral. Un travelling también puede tener una
m otivación subjetiva, ya sea con un plano largo de punto de vista o un plano
subjetivo m odificado que incluya al sujeto en el encuadre. Por ejem plo, un
hom bre se dirige hasta el borde de un saliente cubierto de hierba para b us­
car a su m ujer y a su herm ana, sentadas más abajo en la playa. En los ejem ­
plos siguientes los encuadres individuales representan un travelling continuo.
La prim era versión m uestra un travelling subjetivo com pleto en el que
la cámara se mueve hacia las dos m ujeres sentadas en la playa. Normalmente
el travelling se introduciría en un plano anterior del hom bre m irando a las
m ujeres m ientras camina hacia ellas.

El coche sale de cuadro mientras dos chicos caminan en segundo


término, moviéndose en la dirección opuesta (viñeta 3). Ahora la
cámara.sigue a los chicos, manteniéndolos en segundo término
mientras hablan. Se dirigen al extremo opuesto del
aparcamiento.

DIAGRAMA C DIAGRAMA D
La chica empieza a alejarse en la bicicleta. La versión siguiente es una variación del travelling subjetivo en el que
El chico se acerca a la cámara; cambian de la cám ara se acerca al sujeto y al hom bre que las observa. Se trata de una
lugar. Ella se detiene y lo llama.
situación en la que la "m irad a" del hombre está implícita. Aunque no vemos
sus ojos, está claro que m ira a las m ujeres. Cuando la cám ara se acerca
hacia el hombre, pasa de la m irada objetiva a la subjetiva. A l utilizar el brazo
del hombre para encuadrar el plano, la identificación del espectador con aquél
es estim ulada por su proxim idad a la cámara.

frente a la cámara cuando


se da media vuelta en el
encuadre con escorzo de la
viñeta 6, Después de
despedirse, ella se marcha
en *u bicicleta.

Un tercer chico se reúne con los otros dos y la cámora se detiene


con ellos mientras hablan. Una chica entra por el fondo en Fin de la secuencia. En esta últim a versión nos encontram os con una situación interesan­
bicicleta y pasa a primer término, comovemos en la viñeta 4. te, en la que el hombre entra en su propio plano subjetivo. La cámara se des­
Ahora la cámara dirige a ella su atención. Uno de los chicos plaza ju nto al hombre cuando éste se acerca a las m ujeres en la playa. Una
corre detrás de la chica y hablan un momento (viñeta 5).

3 18 Plano a plano La coreografía d el travelling 3 19


vez m ás, la proxim idad de.la cám ara provoca nuestra identificación con el
hombre. M ientras el hom bre se adentra en la playa la cámara deja de m over­
se. A hora el hom bre baja la pendiente y se reúne con las m ujeres, y el plano
Las tr a n sic io n es
vuelve a l tono objetivo.

as uniones entre los planos son tan im portantes como los planos mismos

L y p or lo general indican cam bios de tiem po y de lugar en las películas


de ficción. Hoy en día se utilizan transiciones de casi cualquier tipo, con
soluciones m ás experimentales en los anuncios comerciales y los vídeos m usi­
cales. E n total sólo hay siete m aneras de u nir entre sí dos porciones de p elí­
cula. Son las siguientes:

• El corte • Abre de negro


• El encadenado • Abre de blanco
• La cortinilla • El fundido a blanco
• El fundido en negro (o versiones en cualquier otro color)

El corte
La costum bre y las convenciones h an determ inado que el encadenado indi­
que el paso del tiem po, m ientras que el corte es una transición en el tiem­
po presente. Aunque esta generalización era aceptable para la m ayoría de
las películas de los años treinta y cuarenta, hoy hay m uchas m ás excepcio-
' nes. El corte es el que ha sufrido los m ayores cam bios y se aplica de m ane­
ra m ucho m ás am p lia para co n e ctar distintos p eriod os de tiem po. La
televisión ha popularizado las técnicas que aceleran el argum ento, y el
corte se ha convertido en la transición preferida. Un uso que se ha popula­
rizado m ucho en la televisión (ahora tam bién en el cine) es la secuencia de
"m on tage" unida por m edio de cortes. Esta secuencia se utiliza para cubrir
un intervalo de horas, m ás que de días o sem anas. Tomemos por ejem plo
la secuencia de "m ontage" de Tiburón, de StevenSpielberg, en la que el agen­
te Brody, el capitán Q uint y H ooper m ontan la jau la para el tiburón a bordo
del barco de pesca, el Orea. La secuencia está compuesta por seis planos, cada
uno de tres segundos de duración, con una duración total aproxim ada de
dieciocho segundos, en los que se condensa una acción que probablem en ­
te dura m edia hora. En este caso, las com posiciones se organizan oblicua­
m ente, buscando fuertes contrastes gráficos en planos m edios y prim eros
planos, lo que nos avisa del h echo de que la continuidad n orm al en tiem ­
po real h a sido interrum pida. E l resultado es una secuencia de gran inten­
sidad rítm ica, vigorosa pero fluida. Otro uso de esta técnica, con una sola
com posición y ángulo de cám ara, podría ser el de m ostrar la construcción
de una casa o la evolución de una fam ilia, resum iendo sem anas y años en
unos cuantos segundos. Este tipo de secuencias norm alm ente m antiene la
correspondencia entre fotogram as, consiguiendo así una detención del
m ovim iento un tanto elem ental, utilizada a m enudo por su efecto cómico.

El encadenado
E l encadenado, que en otra época llegó a ser casi un lugar com ún, vuelve
a parecer una novedad al haber sido sustituido por el corte para m uchas de
sus funciones en los últim os años. En cualquier caso, lo m ejor es que el direc­
tor ignore las m odas y utilíce la técnica que m ejor funcione en una situa-
ción determ inada.

320 Plano a plano Las transiciones 321

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