¡Hey tú!... Ha pasado ya un tiempo desde la última vez.

Sabes, durante estos años el mundo ha cambiado, ya no es el

mismo que conocíamos y el tiempo pasa tan de prisa sin que
pueda siquiera pensarlo. Todas las mañanas me levanto
pensando, que cada día es un nuevo comienzo, pero es inevitable
pensar, que me gustaría volverte algún día ver. No dejo que eso
me debilite, al contrario, me vuelve más fuerte porque sé que
estás conmigo desde la inmensidad. Me enseñaste como robarle
la rutina al tiempo para no caer en la monotonía.
Hoy en día las letras se han convertido en algo importante en mi
vida, un pequeño refugio donde la profundidad que me
transmite cada línea, me transporta a una nueva experiencia.
En ese camino alguien me ha dicho, que soy la fuente de su
inspiración ¿te imaginas? Yo toda una musa inspiradora (si,
lo sé. Mi encanto es algo que inevitablemente herede de ti).
Durante estos años las adversidades nos han golpeado, pero
aun así, no han podido derribarnos, permanecemos de pie e
intermitentes, como la luz propia de las estrellas que contemplo
alrededor de la luna, cuando el suspiro de la noche me lleva a
recordar cada cosa de nosotras juntas, mientras aprendo a vivir
sin ti. Puedo oír el sonido de tu risa, la conexión de nuestra
complicidad, que se convirtió en un lazo que anhelo que
permanezca a través del tiempo y el espacio como una estrella
fugaz que viaja eternamente por todo el universo. Por qué no
importa donde vayas, siempre serás parte de mí, así como yo soy
parte de ti.