Está en la página 1de 17

Giovani

Andrei

Apasionada
“Prometo ser tan fuerte como me enseñaste un día
Y esperar con paciencia el día de nuestro reencuentro”
Apasionada
Dedicado a mi ex pareja, que en paz descanse.
Este libro cuenta lo que fuimos y siempre seremos.
Un beso al cielo mi amor

A. D. C. M. E.
Hoy he venido a despedirme de ti.
Mi última despedida

Poco a poco
te fuiste introduciendo en mi corazón,
incluso antes de que yo me diera cuenta,
no sabía hasta donde llegarías,
no lo sabía hasta hoy,
hoy que en silencio me dices adiós,
así fue como entraste,
así también te vas.

No sabía que dolería tanto también,


hiciste que me llenará de ti,
ahora lo único que haces
es destrozarme el alma,
ahora este adiós me consume.

Debí haberte ignorado,


debí haber fingido no escucharte
la primera vez en que oí tu voz,
debí rechazar tu encanto,
ahora es tarde….

Mi corazón se hace pedazos,


no debí quererte...
¿En qué momento perdí la razón?
¿En qué momento empecé a necesitarte tanto?
Ahora es demasiado tarde.

Duele saber qué te vas,


duele saber que sólo duró hasta hoy,
tonto fue creer que el amor existe,
o al menos que exista para mí.

Dijiste adiós en silencio,


ahora eso me lastima,
ni tu amistad me queda,
te vi diferente,
te imaginé diferente...

Ahora, ignoro quién eres,


como realmente eres.
¿Cómo pude llegar a quererte sin haberte visto?
¿Cómo pude caer ante tu encanto?
Ahora sé que es tarde,
ahora tu adiós me hiere,
ahora, todo duele...
Ahora que no voy escribirte,
leerte, ni hablar contigo...
Hubiese querido hacer más por ti,
dedicarte más horas,
quizá de alguna forma,
piensen en mi después,
quizá así no me dirías adiós ahora.

Pensar en ti me lastima,
no puedo cambiar nada,
ahora, quiero olvidar todo de ti.
El recordarte duele continuamente...

Duele tanto que lloró mirando al cielo,


viendo como todo se desvanece,
viendo como el amor se aleja,
viendo como todo desaparece,
viendo cómo te vas.

Sólo me toca entender...

Me toca aprender como dejar de querer,


al final, todo lo que viene...
De alguna forma se va.

Te quiero, pero renuncio a ti,


también esta es mi despedida.

Sé que no vas a regresar,


ni puedo hallarte
y ni tú sabes dónde estoy;
Te quiero,
pero es la última vez que lo digo,
este es el final de todo,
aunque duela
este también es mi adiós.
¿Quieres que escribamos nuestra propia historia?
Solo imagina que somos todo lo que puedas imaginar, sin poner titulo o etiqueta;
y es que eres mi punto débil y no sabes lo aterrador y emocionante que es eso, en
tu mirada existe la prueba viviente de que en esta vida existe algo más que la
muerte. Y en mis noches de lecturas la lluvia era mi sonido favorito, hasta que te
escuche reír la primera vez, no importaba cuanto brillaba la luna, el sol, siempre
recordare el brillar de tus ojos al caer el alba.
Esta es la primera vez que te recuerdo después de casi 5 años de haberte perdido,
y creo que te has vuelto mi libro favorito, puedo pasarme una vida entera
leyéndote y aun así siempre encontraría algo nuevo que adorar de ti, y se que en
esta oscuridad que he vivido aun tengo la certeza que es en tus ojos donde quiero
quedarme.
Déjame darte un sentido mas a un inicio o fin en lo inesperado, porque me perdí
en tu cuerpo, como me pierdo al contemplar las estrellas admirando su belleza,
impactado por aquello que me hizo sentir en ese momento, pensé que era la luna
que me hipnotizaba o la noche que me embriagaba, pero me di cuenta que tu
eres a la que en verdad deseaba. Sigo extrañando aun esas rarezas de tu universo,
aun siento que el acto de tu ausencia hace que quiera volver a estar contigo una
vida eterna.
Díganme que no soy el único que cree en su propia historia con un inicio y un
final inolvidable. Hoy eres la tinta que cubre la paginas de este escrito.
“Éramos muy jóvenes para saber amar”, que típica frase de boulevard, de un
bohemio que no necesita estar ebrio para recordarte en cada noche. Aquellos
recuerdos que desempolve de nuestro cajón de recuerdos de una historia sellada.
Los vuelvo a sacar y la herida se abre lentamente con un baso de wiski sin hielo.
Ausencia eres y olvido serás. Pero solo imagina.

Siempre serás el punto final que nunca quise escribir, y aquí va el segundo acto
de mas hermoso que existe en el mundo; y es el dejarnos ir. Y es así como termina
el viaje del astronauta, donde vio las estrellas, pero jamás pudo tocarlas. Y de
pronto ya no éramos dos, solo era yo tratando de respirar el mismo aire que al
final era lo único que compartíamos, me despedí, pidiéndole al universo llevarte
conmigo, porque supongo que eso es el amor, pertenecer, aunque sea a la
distancia, éramos una historia tan hermosa que termine siendo yo y mi bolígrafo.
A ti querido lector, agradécele por mí en cada página que me hizo feliz, regresa e
intenta cambiar el final, por que no sabes cuantas veces lo intente. Mi pequeña
estrella ve y brilla para el mundo, seré un espectador mas en todas tus noches,
solo quedara este libro y mi mente para recordar lo mucho que te ame en vida, y
si aun mi mente me fallara, me volvería a enamorar de ti por un libro.

Dia.

Hoy me entere que ella murió en un trágico accidente regresando a casa, el


destino quiso hacerme sufrir, lo hizo de la forma mas bella y dolorosa con la que
pudo golpearme. Corrí por ella al hospital, luche contra mis lágrimas, mi miedo; e
incluso hasta con la vida misma para aguantar un segundo más sin ti, pero todo
se desmoronaba en mí, al encontrarte echada sin respiración en esa camilla de
hospital, te abrasé con todas mis fuerzas y entre lágrimas te decía: “No me dejes
solo mi amor, despierta. Vámonos a casa, por favor no me dejes solo, mi amor”
No quería dejar de abrazarte, porque sabia que iba a ser la última vez que iba
sentir tu cuerpo cerca al mío, la última vez que te iba a tener cerca de mí. No
quería soltarte, pero de tanto llorar me quede dormido sobre ti y al despertar tu
cuerpo ya no estaba. Fue la noche donde el dolor mas profundo fue mi silencio y
mis lágrimas, aquellas palabras que nunca te termine de decirte. Quería que todo
fuese un sueño, siempre fuimos esas ganas de querer ser todo, pero al final
terminamos siendo una historia, dulce y tierna. “No me olvides, volveré a verte” y
así es como dos enamorados se despiden de por vida sin darse cuenta, en otra
vida se volverán a encontrarse.

Noche

¿Dónde se ocultan los miedos cuando no están? ¿Por qué la luna siempre parece
estar triste? ¿Es porque está sola? ¿o porque todos los poetas la nombran en los
poemas de amor, pero nunca nadie se enamoró de ella? ¿En qué momento me
volví tan fuerte? ¿Cuántos deseos han cumplido las fuentes de monedas? ¿Y las
velas de cumpleaños? ¿Por qué el silencio aturde tanto? ¿Dónde quedaron los
trozos de mí que nunca volví a encontrar las veces que me rompí? ¿Cuál será mi
nuevo dolor? ¿Y mi próxima alegría? ¿Por qué vivimos haciéndonos preguntas?
¿Algunas de estas tendrá respuesta?

Sabes bien que la oscuridad no me gusta y no sé si podre sobrevivir a esta noche y


saber que solo las luces artificiales nos mantienen a salvo después las ocho me
aterra. También me aterra que siempre te vayas antes del amanecer cuando te
recuerdo, pero eso es un riesgo que tengo que asumir al embriagarme al ver tu
fotografía entre mis manos, si sobrevivo a esta oscuridad tómame de mis sueños y
sostén las cuerdas de mi sonrisa y quiéreme a oscuras y convénceme de no querer
dormir. La madrugada siempre me hace creer que seremos eternos, pero el sol se
encarga de volverme a la realidad de esta vida sin ti, por eso le tengo tanto miedo
a la oscuridad de la noche, porque me hace creer lo que no es, y eso, lo de las
falsas esperanzas, es el peligro mortal de cualquier escritor, que se ha lanzado al
vacío de unos brazos que no están dispuestos a sostener.
Hay algo de belleza en el caos.
No me importaría verte una vez cada tanto mes. Siempre y cuando en mi vida no
te vuelvas un “A veces” porque, aunque no quisiera, a veces le temo a olvidar, y a
veces, la cabeza pierdo al recordar. Porque a veces el corazón se llega apagar, para
luego otras veces parecer que amenaza con explotar. Porque a veces creo saber
muy bien, hacia donde debo partir, pero también hay veces en que el miedo me
encierra y me impide seguir, porque a veces mis días pasan llenos de soledad y
solo me percato cuando me envuelve la luz del ocaso. Pero a veces y solo a veces
le temo a la falta que me puedas hacer si en mi vida eso llegaras a ser un “a veces”.
Y con esto concluyo, para ella solo fui un capitulo en su vida, mientras que mi
libro llevaba su nombre. Pero como todo sueño perfecto, siempre tiene su final,
después de 5 años desperté del coma, y dejé de soñar con ella. Por que al cerrar el
libro todo se había esfumado. Amar lo imposible es sufrir lo innegable, pero
también es vivir lo inolvidable. Dar una segunda oportunidad es como leer este
libro de nuevo, ya sabes el final. Y pensar que algún día te odié, pero resultaste
ser la persona que me salvo cuando más lo necesitaba, y yo no te pude salvar a ti.
Y simplemente tuve que aceptar que éramos como el sol y la luna, almas gemelas
distintas al buscarse para toda la eternidad sin poder alcanzarse. Y llego el día en
donde las estrellas se apagaron, la luna se deprimió, las aves dejaron de cantar y
así las dos almas se dejaron de amar, al final, los barcos que junta el viento los
separa la marea.
Ya no quiero ser un desconocido, te sigo esperando en el mismo lugar con una
carta diferente de cada día, te echo de menos.
Todos estamos de tratar de olvidar algo que nos hizo daño, recordando mirando
el cielo nos ponemos a pensar que los sueños no tendrán un fin, pero al caer el
alba los sueños ya no existen.
He llorado en mis noches mas oscuras, y he vuelto al pasado esta noche, me mire
a mi mismo, extraño ser ese chico que reía, pero ahora está al borde de la música
y composición en un cuarto lleno de drogas y alcohol. Después de mil historias,
mil emociones, mil momentos, pude aceptar mi muerte.
Basado en hechos reales
Quien diría que estaría contando la historia de mi víctima, dije que te protegería
de los demás, pero nunca de mí, te dije que te amaría hasta la muerte, ¿qué te
hizo pensar que me refería a la mía? Pensé que me había enamorado de ti, pero
solo te veía en mi. No puede haber dos villanos en esta historia. Alguna ves te
imaginaste que quien terminaría con tu vida, seria el que juro protegerla, no es
culpa mía que tú te alejaras, yo siempre mencione que quería tu corazón para mí.
Y al final murió, ¿de qué murió? Se ahogo con palabras que nuca dijo. Yo seguiré
esperando oír su voz, así sea en la eternidad
Necesite un tiempo para entender tu adiós, fue así como te he olvidado en mi
imaginación, porque aprendí de la forma mas dolorosa que no todo será para
siempre. Maldita sea, eras la única persona que podía hacerme daño y lo hiciste.

Dime que me amas, por favor, dímelo una vez más. Es que a veces suena su risa
cuando esta todo en silencio, como si me recordara que la vida nunca muere. Si
nuestro destino no era estar juntos, te doy gracias por regalarme un poco de tu
historia.
La historia de los días sin Ti

Déjame que te cuente,


un cuento de buenas noches,
para niñas rebeldes.
Érase una vez un país,
que, tras un invierno rojo,
sufrió un asedio,
y casi sin querer,
llego una primavera,
con una esquina rota.
Los hombres buscaban el sentido,
a esta noche eterna,
que les privó de un último adiós,
y de la ridícula idea,
de no volver a verte.
Esta historia parecía interminable,
la gente iba y venía,
sin hacer caso a los médicos,
ni a las enfermeras,
por suerte la ceguera termino,
y el mundo dejo de estar escondido.
Llego la metamorfosis,
y nos dimos cuenta que no estábamos solos,
teníamos el mar,
teníamos el sol,
teníamos a nuestros amigos,
éramos cometas en el cielo,
en un mundo feliz.
¡Oh! capitán mi capitán,
no hay cuento perfecto,
sin cicatrices,
pero no olvides,
que siempre,
donde quieras,
la sombra del viento,
te llevara a un lugar donde ir,
juntos;
nada más.
Resilencia,
así es como termina,
los días sin ti.
posdata,
te quiero.
Te has ido y con tu partida has dejado a todos incrédulos ante el hecho de que no
volveremos a verte más. Creo que nunca se está preparado para dejar ir a alguien
a quien amas tanto, alguien que es parte de tu vida, de tus días, de tu ser. Te has
ido y con ello te has llevado infinidad de sonrisas, en su lugar has dejado un mar
de lágrimas, lagrimas que no cesan, lagrimas que duelen.

Me gustaría decirte que he estado bien, que no te preocupes por mí, que he
vuelto a sonreír. Lamentablemente no es así. Me sigues doliendo en lo más
profundo de mí y es que sin mentir te he necesitado demasiado. Te he echado
mucho de menos y no ha sido fácil asimilar que ya no vuelvas a estar nunca más a
mi lado, al menos no físicamente.

Me sigo haciendo mal viendo aquellas fotografías tuyas, nuestras. Y es que ¿cómo
puedo comprender que tu llamado haya sido tan rápido? No importa cuánto
hayas vivido, solo sé que me hubiese gustado que fueses eterna y que siguieras
aquí conmigo, dándome tu amor y tu cariño. Tus cuidados, tu protección y el
cómo me hacías sentir como un niño.

Quisiera no llorarte más, porque sé que no te dejo descansar, pero mi calendario


se estacionó en ese día, ese día en el que partiste. Día en el que mi corazón se
partió en mil pedazos, ese día en el que una parte de mí también murió junto
contigo, en el que dejé de tener abrigo y mi sonrisa desapareció.

A veces sueño que has regresado y me siento tan feliz como no lo soy desde que
en aquel frío ataúd tuve que darte un último beso y decirte adiós. Me platicas
tantas cosas y yo me encuentro tan curioso e intrigado que no dejo de poner
atención a cada palabra. Reímos a carcajadas y el tiempo transcurre muy a prisa,
deseo detenerlo, pero entre más lo deseo parece avanzar con más rapidez y deseo
con todas mis fuerzas pedir cinco minutos más de sueño o que simplemente
nadie me despierte, pero entonces sucede, vuelvo a la realidad, una triste realidad
en la que ya no estás.

Es cierto que sigues presente en cada recuerdo. Sigues presente en mi mente, en


mi corazón y a ti dedico cada pensamiento. Sigues presente en fotografías, en
ciertos lugares, en la gente, en algunos objetos. En el aire, en los días, en las risas
y en los sueños de los que no quisiera despertar y es que en ellos junto contigo
vuelvo a sentir y tener paz.

Te has ido tan inesperadamente que ni siquiera he tenido tiempo de decirte todo
lo que te quiero. Lo mucho que han significado para mi todos los días que me
regalaste tu compañía. Lo mucho que ahora aprecio cada regaño, cada consejo,
cada palabra de aliento. Los aplausos que me dedicaste en mis victorias y aquellos
impulsos que me diste para levantarme de cada derrota.

No puedes imaginarte siquiera lo mucho que continúo echándote de menos. Lo


mucho que deseo volver abrazarte, volver a escucharte. Y sin embargo pese a mi
dolor me queda la gran satisfacción de que viviste plenamente. Que realizaste
todas aquellas cosas que en su momento deseaste. Que cumpliste sueños, metas y
planes.

Te he de seguir recordando, como ese ser divino que siempre tenía una sonrisa en
los labios. Prometo ser más fuerte y con mis lágrimas ya no retenerte. Prometo no
romperme más al recordarte y no desear con tanta intensidad tu presencia para
que finalmente puedas descansar. Prometo aceptar la voluntad del cielo y no
esperar más tu llegada. Aunque la esperanza de volverte a ver seguirá aquí,
conmigo. Prometo no hacer más rabietas comportándome como un niño por el
deseo de tenerte conmigo. Prometo ser tan fuerte como me enseñaste un día. Y
esperar con paciencia el día de nuestro reencuentro.

Mi vida no ha sido fácil para nada, he vivido entre sonrisas y tristeza, entre
ilusiones y decepciones, entre la verdad y la mentira, al menos algo de lo que no
me puedo quejar es que de todo me ha tocado al menos un poco, y aunque sigo
pensando que la vida no siempre es justa, puedo aceptar que en cada caída
aprendí algo nuevo e importante y como mínimo a no caer de la misma manera
por segunda vez, si bien es cierto que hay experiencias o personas que me hubiera
gustado omitir, puedo decir que a pesar de lo difícil que en su momento parecían
hoy desde una mirada más objetiva y obviamente fuera del problema en cuestión,
puedo afirmar que la mayoría no eran para tanto. Con el tiempo y con tantos
problemas que toca superar, y unos que llegan cuando aún no terminamos con
los anteriores todos andamos corriendo de un lado a otro siempre con prisa, y
quizás nos olvidamos de la mayoría, y si bien creo que los aspectos negativos que
nos hacen recordar cosas tristes o dolorosas deben de olvidarse cuanto antes, las
lecciones que aprendimos deberían de valorarse más, también deberíamos de
tener una especie de registro donde apuntemos cada batalla que hemos librado y
de la cual salimos triunfadores, porque nunca falta el nuevo problema grande que
nos llega a la vida y nos abruma y por un tiempo nos hace creer que esta vez no
seremos capaces de superarle, quizás si tuviéramos un registro de todos nuestros
triunfos solo con mirarle tomaríamos más confianza y valor y comprenderíamos
que no ha habido problema que se nos resistiera por mucho. No pretendo decir
que mi vida es perfecta, o que no me gustaría mejorar algunas cosas más, pero
creo que no me siento tentado por esa idea de querer cambiar mi pasado, porque
si lo hiciera seguramente no sería la persona que ahora soy, vivo convencido de
que todo lo que paso fue por algo y que incluso las cosas malas valieron la pena
por la lección que me dejaron, es por eso que hoy quiero brindar por todas
aquellas pruebas dolorosas que he dejado en el pasado, por todas esas marcas que
he logrado superar, porque en cada una de ellas encontré un pedazo de la
persona que ahora soy.
Dicen que el amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera y todo lo soporta, lo
que nadie dice es que no amas a alguien realmente hasta que esa persona te
lastima en lo más profundo de tu ser y aún con el dolor tan grande que te llega a
causar, sigues pensando que es la mejor persona que pudiste conocer.
Suena realmente estúpido e insensato, pero ¿qué de sensato tiene el amor?
Sé que no importa todo lo que haya hecho o haya dejado de hacer por ti, porque
uno jamás valora lo que obtiene de quien tiene a lado. Las personas valoran todo
lo que haces por ellas cuando uno no está más y justo eso te pasará, valorarás
todo lo que hice por ti cuando me haya ido, cuando no puedas encontrarme ni
siquiera en tus sueños, en los atardeceres, en mis canciones favoritas, en mis
cartas, en las fotografías o en los lugares a los que alguna vez fuimos. Pronto
tendrás una nueva víctima pero descuida, no hay reclamo de por medio, suponía
que eso pasaría tarde o temprano, eres el tipo de persona que no puede estar sola,
que no vive si no tiene el papel de victimaria, eres justo el tipo de persona que
nadie quisiera tener en su vida, al menos no siendo consciente de cuánto puedes
llegar a lastimar, y es que quiero pensar que no sabes lo mucho que eres capaz de
herir y cuando lo llegas a saber, no dices ni haces nada, crees que la palabra
¨perdón¨, a secas, sin sentimiento de por medio, basta, sin importar cuánto hayas
herido o destruido la vida del otro.
Y dentro de todo, mi error más grande fue amarte a ti, como debí amarme a mí
mismo. Pero descuida, aunque hoy te escribo desde el fondo de mi dolor, mañana
tus recuerdos serán cenizas.
Después de mucho tiempo de haber perdido a mi ex pareja, hoy escribo estas
ultimas palabras para la persona que pudo abrir mi corazón después de muchos
años. Y se que al leer este libro se rompe en dos como mi alma y mi ser, es
verdad, ella fue mi pasado, pero mi presente y futuro eres tu ahora, y eres la
historia que continua después de esta, porque no quiero contar otra historia de
amor si no es contigo, eres mi última historia para toda la vida, esa historia que
llevara tu nombre y contara todo lo que somos y siempre lo contaremos desde un
altar.

Déjame arreglarlo, déjame repararte el corazón, déjame ser el hombre que te


mereces y déjame darte todo lo que te prometí alguna vez.
Sé que no podrás confiar con facilidad nuevamente en mí pero haré todo lo que
esté en mis manos para que las cosas marchen y funcionen como siempre
debieron ser.
No importa cuánto tiempo tenga que esperar, continuaré aquí en nuestro hogar,
en estas paredes que también te esperan, sé que cada minuto que transcurra
valdrá la pena.
Te extraño, regresa, por favor.

El segundo amor ¿Existe? Eso me pregunte yo todos los días y no sabía que
responderme, lo consultaba y escuchaba cientos de opiniones diferentes, pero
ninguna llegaba a cerrar mi duda.

Para mí que tuve una hermosa pero mala experiencia con mi primer amor era
raro poder imaginarme estar con otra persona, quererla después de haber amado
demasiado a la persona con la que pasaba mis mejores días, con la que me
desahogaba siempre, con la que me divertía, reía y lloraba sin ningún miedo, con
esa persona que me hacía sentir seguro y no me hacía dudar jamás de si me
quería o no, lo más lindo que tenía y lo único que quería.

Después de tantos días, después de tantos años de estar en una relación, de idas y
vueltas, de sus dudas de si quería seguir o no.

Lloré, y no se imaginan cuánto, no podía dormir de tan mal que estaba…Tuve


muchos días de tortura, dormía deseando despertar con un «te extraño» de ella.
Lo ahogaba a mensajes diciéndole cuanto la necesitaba, y era cierto, la necesitaba
muchísimo.

Comencé a hacer mi vida y sin darme cuenta, sin entender cómo, sin esperarlo y
sin buscarlo llegó una persona, la que menos imaginaba, ¿Que si la quise tanto?
No, al principio no, me sentí a gusto del todo, sí puedo decir que me atraía
mucho y me gustaba lo mucho que se preocupaba, pero era difícil pues las dudas
seguían en mí.

Pasó el tiempo y hoy, puedo decir que soy una persona feliz con alguien que no
dejé entrar tan fácil. Tener a mi actual historia de amor me hizo ver las cosas de
otra manera, tener pensamientos que jamás había tenido, agradecer cada día, me
hizo vivir feliz.

Hoy lo único que le puedo decir a mi primer amor es gracias y perdón.


Agradecerle por haberme hecho feliz en su tiempo, por enseñarme a valorarme la
próxima vez que tenga a alguien a mi lado, agradecerle porque me enseñó a
querer con todo lo que tengo y sé, aprendí, que nunca se debe hacerlo del todo. Y
que me perdone, por ahogarla tanto, por insistirle en recuperar algo que sin
dudas estaba perdido, que me perdone por ser ese idiota que hacía lo que ella
quería.

El segundo amor sí existe, y llega cuando menos te lo esperas, llega sin buscarlo,
el amor verdadero llega, te atrapa y te hace sentir cosas infinitas e inexplicables,
es eso que te hace ser mejor persona.

Como todo tendrá sus cosas negativas, pero sin dudas va a ser una de las cosas
más lindas que te pueda pasar y puedas recordar. Porque este libro conto una
parte de mi primer amor, el segundo amor que llego a mi vida está contando una
historia que existirá en el sitio de los “Juntos por siempre”.

Ella está aquí en este libro, en cada palabra que me costó cada lagrima, mi
segundo amor y el ultimo para toda la vida, ella que me inspira a seguir
escribiendo y componiendo, ella que despertó mis sentimientos después de
haberlos destruidos por un amor que no está, a ella que le escribo desde las
puertas del infierno donde nos quemamos de pasión. A ella que sigue siendo mi
refugio en mi soledad, a ella que hace de mi mundo el más maravilloso de la
tierra. Ella se llama …..
Continuara....
Giovani
Andrei
Escritor y Compositor

También podría gustarte