Está en la página 1de 35

DD351 – DIAGNÓSTICO E INTERVENCIÓN EN CONDUCTAS DE RIESGO Y ADICCIONES

ACTIVIDAD PRÁCTICA

CASO 1: REQUIEM FOR A DREAM

1. Luego de estudiar el caso descrito, elige uno de los tres personajes principales (Sara
Goldfarb, Harry Goldfarb o Marion) y realiza:
a) Diagnóstico DSM-V

Para responder a las interrogantes de esta actividad, se profundizará en el personaje de Harry


Goldfard.

Criterios Diagnóstico DSM-5 para el Trastorno por Consumo de Opioides


Un patrón problemático de uso de opioides que conduce a un deterioro o angustia
clínicamente significativos, que se manifiesta por al menos dos de los siguientes, que
ocurren dentro de un período de 12 meses:
Los opioides a menudo se toman en grandes cantidades o durante un período más
1.
largo de lo previsto.
Existe un deseo persistente o esfuerzos fallidos para reducir o controlar el uso de
2.
opioides.
Se dedica una gran cantidad de tiempo a las actividades necesarias para obtener el
3.
opioide, usarlo o recuperarse de sus efectos.
4. Antojo, o un fuerte deseo o urgencia de usar opioides.
El uso recurrente de opioides resulta en un incumplimiento de las obligaciones de
5.
roles principales en el trabajo, la escuela o el hogar.
Uso continuo de opioides a pesar de tener problemas sociales o interpersonales
6.
persistentes o recurrentes causados o exacerbados por los efectos de los opioides.
Las actividades sociales, ocupacionales o recreativas importantes se abandonan o
7.
reducen debido al uso de opioides.
8. Uso recurrente de opioides en situaciones en las que es físicamente peligroso.
Uso continuo de opioides a pesar del conocimiento de tener un problema físico o
9. psicológico persistente o recurrente que probablemente haya sido causado o
exacerbado por la sustancia.
10. *Tolerancia, como se define por cualquiera de los siguientes:
La necesidad de cantidades marcadamente aumentadas de opioides para lograr la
a.
intoxicación o el efecto deseado.
Un efecto notablemente disminuido con el uso continuo de la misma cantidad de
b.
un opioide.
11. *Retirada, como se manifiesta por cualquiera de los siguientes:
El síndrome de abstinencia de opioides característico (consulte los Criterios A y B
a.
de los criterios establecidos para la abstinencia de opioides).
Los opioides (o una sustancia estrechamente relacionada) se toman para aliviar o
b.
evitar los síntomas de abstinencia.
* Nota: Este criterio no se considera cumplido para aquellos que toman opioides únicamente bajo la
supervisión médica adecuada.
Tabla 1.1
Fuente: DSM 5
Cumplimiento de Criterios Diagnóstico DSM-5 para el Trastorno por Consumo de Opioides
en Harry Goldfard
Un patrón problemático de uso de opioides que conduce a un deterioro o angustia
clínicamente significativos, que se manifiesta por al menos dos de los siguientes, que
ocurren dentro de un período de 12 meses:
Harry toma grandes cantidades de heroína de manera constante y durante un período
1. mucho más largo de lo que inicialmente podría haber previsto, lo que demuestra
claramente su adicción y su patrón de consumo excesivo.
En la película, vemos cómo Harry intenta en varias ocasiones dejar la droga y se
2. muestra decidido a superar su adicción, pero siempre recae en su consumo de
heroína, lo que demuestra sus esfuerzos infructuosos por controlar su adicción.
En la película, se muestra que dedica una gran cantidad de tiempo a actividades
relacionadas con la obtención de heroína, su uso y la recuperación de los efectos de la
droga. Por ejemplo, gran parte de la trama se centra en sus esfuerzos por conseguir la
3.
droga, su preparación y consumo, y los efectos que experimenta después. Esta
dedicación de tiempo a actividades relacionadas con la heroína es evidente a lo largo
de la película.
A lo largo de la película, se muestra que experimenta un fuerte deseo o urgencia de
consumir heroína. Su adicción es evidente en las escenas en las que anhela la droga y
siente un deseo intenso de usar opioides, lo que lo lleva a buscar constantemente su
próxima dosis. Este anhelo de heroína es un componente clave de su adicción. el viaje
4. que realiza Harry con su amigo Tyrone en automóvil en busca de drogas en Florida
puede considerarse un ejemplo de antojo o fuerte deseo de usar opioides. Durante
ese viaje, Harry y Tyrone están ansiosos por conseguir heroína, lo que demuestra su
urgencia y deseo de consumir opioides. Esto ilustra claramente el fuerte anhelo de la
droga.
A medida que avanza la trama, su uso recurrente de opioides, en este caso, la heroína,
resulta en un incumplimiento de sus obligaciones en roles importantes. Por ejemplo,
vemos que no puede mantener un trabajo estable, lo que le lleva a empeñar objetos y
realizar actividades ilegales para conseguir dinero para las drogas.
5. El horrible desenlace de la relación entre Harry y Marion en la película es un ejemplo
claro de cómo su uso recurrente de opioides, en este caso, la heroína, resulta en un
incumplimiento de las obligaciones de roles principales en su vida, incluida su relación
con Marion. La adicción de Harry y sus comportamientos relacionados con las drogas
causan la ruptura de su relación
En diferentes momentos de la trama se muestra que continúa usando heroína, a pesar
de experimentar problemas sociales y relaciones interpersonales persistentes o
recurrentes causados o exacerbados por los efectos de las drogas. Su adicción a la
6.
heroína contribuye a la deterioración de sus relaciones con Marion, Tyrone, su madre
y otros, lo que demuestra que persiste en el uso de opioides a pesar de los problemas
que causa en sus relaciones personales y sociales.
A medida que su adicción a la heroína se profundiza, vemos que abandona o reduce
significativamente actividades sociales, ocupacionales y recreativas importantes en su
vida. Por ejemplo, deja de lado sus ambiciones artísticas y su relación con Marion se
7.
deteriora, lo que afecta su vida ocupacional y su participación en actividades
recreativas. Su adicción a los opioides tiene un impacto negativo en su capacidad para
llevar una vida plena y comprometerse en estas actividades significativas.
Harry consume la droga en entornos poco seguros, como en lugares donde corre el
8.
riesgo de ser arrestado o en circunstancias en las que su salud física está en peligro,
como cuando su brazo se gangrena debido al uso de heroína. Esto demuestra un
comportamiento riesgoso relacionado con su adicción.
Mientras la trama avanza y a medida que el espectador puede ver cerrarse el arco del
personaje, la adicción de Harry a la heroína afecta negativamente su relación con
Marion. Se vuelven distantes, desconfiados y, en última instancia, traicionan la
confianza el uno del otro debido a su búsqueda constante de drogas y su
desesperación.
9.
Desde una perspectiva psicológica, este conflicto en su relación con Marion causa
angustia y sufrimiento emocional a Harry. A pesar de ser consciente de que su adicción
está dañando su relación y su bienestar psicológico, no puede dejar de consumir
heroína. Esto ejemplifica la persistencia en el uso de opioides a pesar de las
consecuencias negativas en su salud mental y en sus relaciones personales.
10. *Tolerancia, como se define por cualquiera de los siguientes:
Harry se inyecta en el brazo gangrenado podría interpretarse como una
manifestación de la necesidad de cantidades marcadamente aumentadas de
opioides para lograr el efecto deseado, en este caso, también anestésico. A
medida que avanza la película, Harry se muestra desesperado y dispuesto a tomar
a.
medidas extremas, como inyectarse en un área gravemente afectada de su cuerpo,
para mantener su consumo de heroína y lograr el efecto deseado. Esto podría
considerarse una muestra de tolerancia, aunque la película no se centra
específicamente en este aspecto diagnóstico.
Un efecto notablemente disminuido con el uso continuo de la misma cantidad de
b.
un opioide.
11. *Retirada, como se manifiesta por cualquiera de los siguientes:
El síndrome de abstinencia de opioides característico (consulte los Criterios A y B
a.
de los criterios establecidos para la abstinencia de opioides).
A lo largo de la trama, se muestra que Harry y su amigo recurren a la heroína para
evitar los síntomas de abstinencia y mantener su adicción. Un claro ejemplo es
cuando Harry y Tyrone se quedan sin heroína, se sienten físicamente mal debido a
los síntomas de abstinencia, como la ansiedad, los temblores y la incomodidad
general. En respuesta a estos síntomas, buscan desesperadamente conseguir más
heroína para aliviar sus malestares. Esto demuestra cómo el uso de opioides, en
b.
este caso, la heroína, se emplea para evitar o aliviar los síntomas de abstinencia y
mantener la adicción. Por ejemplo, específicamente en la secuencia en que Harry
y Tyrone viajan a Florida para obtener heroína, están desesperados por aliviar los
síntomas de la abstinencia que están experimentando. Esta búsqueda constante
de la droga para evitar la abstinencia ilustra cómo el uso de opioides está
relacionado con la necesidad de aliviar los síntomas de abstinencia.
Tabla 1.2
Fuente: Elaboración propia.

Referencias:

Se cumple el criterio.
No se cumple el criterio.
Tabla 1.3
Fuente: Elaboración propia.

Especificaciones:
(En remisión temprana o en remisión sostenida)

En el contexto de la película no se muestra claramente que Harry esté en remisión temprana ni


en remisión sostenida del trastorno por uso de opioides. La película se enfoca principalmente
en la progresión de la adicción y las consecuencias devastadoras en la vida de los personajes, y
no se proporciona información específica sobre su estado de remisión.

Dado que la película no se centra en mostrar los momentos posteriores a la adicción o la


recuperación de los personajes, no es posible determinar con certeza si Harry cumple con los
criterios de remisión temprana o sostenida en el contexto de la trama de la película.

Especificaciones:

(En terapia de mantenimiento o en entorno controlado)

Nuevamente, en el contexto de la película no se proporciona información específica sobre si los


personajes, incluyendo a Harry, llegan a una terapia de mantenimiento o a un entorno
controlado. La película se centra en representar la adicción a la heroína y sus efectos en la vida
de los personajes, pero no se profundiza en los detalles de las terapias o entornos de
tratamiento específicos.

Dado que la película no aborda explícitamente la terapia de mantenimiento o un entorno


controlado, no es posible determinar si los personajes cumplen con estos especificadores en el
contexto de la trama de la película.

Especificaciones:

(Gravedad actual)

La gravedad del trastorno por uso de opioides experimentado por Harry puede considerarse
como "grave". A lo largo de la película, se observan los siguientes síntomas:

1. Uso recurrente de opioides: A lo largo de la película, se muestra que Harry consume


heroína de manera constante y descontrolada.

2. Dedicación de tiempo a actividades relacionadas con las drogas: Harry pasa gran parte
de su tiempo buscando opioides y realizando actividades ilegales para obtener dinero
para las drogas, como el robo de objetos.

3. Interrupción de roles importantes en la vida: Harry y Marion abandonan sus objetivos y


sueños, como la carrera artística de Marion y el trabajo de Harry, debido a su adicción
a la heroína.
4. Uso continuo de opioides a pesar de problemas sociales e interpersonales: La adicción
afecta negativamente las relaciones de los personajes, como la relación entre Harry y
Marion, o Harry y su madre Sara, lo que demuestra la persistencia en el uso de
opioides a pesar de los problemas sociales.

5. Abandono de actividades importantes: Harry abandona sus objetivos y pasiones, como


su deseo de tener una vida “normal” y ayudar a su novia en su carrera artística o en el
deseo de su amigo Tyrone de "ser alguien".

6. Uso continuo a pesar del conocimiento de problemas físicos y psicológicos: Harry


continúa usando heroína a pesar de la gangrena en su brazo y de los problemas de
salud mental que experimenta, como se muestra en la película.

Estos seis síntomas ilustran cómo Harry experimenta un trastorno por uso de opioides de
gravedad "grave" en la película.

Diagnóstico: Trastorno por Consumo de Opioides Grave; F11.2 según DSM 5 (2013); 304.00
según CIE-10 (1992)

La heroína, una sustancia psicoactiva sintética pero de origen natural que ha causado estragos
en la vida de numerosas personas, se ha convertido en un tema de interés tanto desde una
perspectiva clínica como cultural. Como lo afirman Isabella Cruz Marín, María Del Pilar Murcia
Zorrilla y Johnny Javier Orejuela Gómez en su estudio de 2019, la heroína es un opiáceo que ha
estado presente en la sociedad desde hace décadas. Esta poderosa sustancia ha sido objeto de
estudio y preocupación debido a sus efectos en el sistema nervioso central, que pueden
generar cambios significativos tanto a nivel físico como psicológico (Cruz et al, 2019).

En "Réquiem por un sueño," la película dirigida por Darren Aronofsky, se retrata de manera
impactante el consumo y abuso de la heroína. Los personajes principales de la película, Harry,
Marion y Tyrone, experimentan una intensa relación con esta sustancia adictiva que los lleva a
una espiral de autodestrucción. La heroína se convierte en una fuente de placer, euforia y
escape de la realidad para estos personajes, pero a medida que avanza la trama, los efectos
destructivos de la droga se hacen evidentes en sus vidas (Cruz et al, 2019).

Uno de los aspectos más notorios de la heroína es su capacidad para crear dependencia en
quienes la consumen. Los personajes de la película, después de su primer encuentro con la
droga, se sienten impulsados a continuar consumiéndola para evitar el síndrome de
abstinencia. Este síndrome se manifiesta en forma de malestar emocional, insomnio,
irritabilidad y ansias intensas de conseguir más heroína. En el film, este aspecto se hace
evidente cuando los personajes buscan desesperadamente conseguir más heroína para aliviar
sus malestares, como cuando recurren al robo de objetos personales de Sara, la madre de
Harry (Cruz et al, 2019).

Además, la película ilustra cómo el consumo de heroína puede llevar a la pérdida de control y
la necesidad de incrementar la dosis para experimentar el mismo efecto placentero que tenían
al principio. Los personajes en "Réquiem por un sueño" caen en una espiral de consumo cada
vez más destructiva, lo que se refleja en sus comportamientos compulsivos y su pérdida de
control sobre su propia vida (Cruz et al, 2019).

La heroína, como se retrata en la película, no solo afecta la esfera física y sanitaria de los
personajes, sino que también tiene un impacto devastador en su vida personal, familiar y
social. Los personajes experimentan un deterioro progresivo en sus relaciones, abandonan sus
sueños y metas, y se sumergen en un mundo de caos y desesperación. La adicción a la heroína
se convierte en el centro de sus vidas, y su búsqueda incesante de la droga los lleva a
situaciones peligrosas y autodestructivas (Cruz et al, 2019).

Consideraciones Adicionales

La heroína, ese opioide devastador que ha cobrado una presencia ominosa en la sociedad, se
origina en un proceso químico que comienza con la morfina clorhidrato. Esta morfina se
somete a la combinación de anhídrido acético y calor, dando como resultado dos formas
distintas de heroína. La primera, conocida como heroína marrón, se utiliza para el consumo a
través de la inhalación o el fumado, mientras que la segunda, la heroína clorhidrato, de aspecto
blanco, se administra principalmente a través de la vía intravenosa (Smith, 2012). Estos
métodos de consumo, desgarradoramente representados en la película, son testimonios vivos
de la versatilidad de esta sustancia adictiva.

No obstante, la triste realidad que enfrentan los personajes de "Requiem por un Sueño" va más
allá de los distintos métodos de administración de la heroína. Se encuentran al borde de un
precipicio en constante riesgo de sobredosis. La sobredosis de heroína es una amenaza letal,
un estado que no siempre lleva a una muerte instantánea, sino que puede conducir a un
estado de sopor y, en última instancia, a una insuficiencia respiratoria aguda potencialmente
mortal (Kerr et al., 2008). Los personajes de la película experimentan este peligro de manera
vívida, lo que sirve como un recordatorio impactante de la peligrosidad de la heroína en la vida
real.
La epidemia de heroína y opioides que se observa a nivel global es alarmante. El aumento en el
consumo de heroína y otros opioides es un problema de salud pública que ha llegado a niveles
críticos en todo el mundo (Degenhardt et al., 2013). Las consecuencias son devastadoras, ya
que los opioides, incluida la heroína, representan una parte significativa de las muertes
relacionadas con el consumo de drogas. La Unión Europea no escapa a esta triste realidad, y la
heroína se ha convertido en la sustancia opioide más consumida en el mercado de drogas
europeo (EMCDDA, 2020). Incluso en países con tasas de consumo de heroína aparentemente
más bajas, como Colombia, los impactos en la salud y el riesgo de muerte siguen siendo
considerables (Fernández et al., 2001).

El problema se agrava por la incertidumbre en cuanto a la pureza de la heroína en el mercado


ilícito. La dosis mínima de heroína pura es sorprendentemente pequeña, pero en la calle, la
heroína suele estar mezclada con otras sustancias, lo que hace difícil determinar su pureza.
Esta falta de transparencia en la composición química de la droga contribuye aún más a los
riesgos asociados con su consumo. Las sobredosis de heroína,, son a menudo el resultado de
esta toxicidad polifarmacéutica (Darke, Torok & Ross, 2017).

Además de los impactos fisiológicos, la heroína arrastra graves repercusiones sociales y


psicológicas. Aquellos atrapados en la espiral de la adicción a menudo enfrentan el rechazo de
la sociedad en general, incluyendo a sus propias familias. La película "Requiem por un Sueño"
ilustra vívidamente este aislamiento social que sufren los personajes. Sus relaciones personales
se desmoronan, y su capacidad para mantener relaciones de pareja estables se desvanece, lo
que coincide con las dificultades que enfrentan los adictos a la heroína en la vida real (Noto, &
Galduróz, 1999). La película también retrata cómo el consumo de heroína afecta
negativamente la atención, la memoria y la ejecución, lo que obstaculiza seriamente la
capacidad de los personajes para conservar empleos y cumplir con sus responsabilidades
diarias.

2. Propón tres instrumentos que se le pasarían al paciente.

Para responder a esta pregunta, imaginemos que la trama de la película continúa y Harry es un
paciente en recuperación de adicciones, dentro del enfoque de terapia ocupacional:

PRIMER INSTRUMENTO - El Cuestionario Ocupacional (OQ) (Martínes, 2018) es una


herramienta útil en el contexto de la terapia ocupacional para ayudar a las personas, como
Harry, que están en proceso de recuperación de adicciones. Este instrumento de autorregistro
permite a Harry llevar un seguimiento detallado de sus actividades y ocupaciones a lo largo de
una semana o un período de tiempo determinado. A continuación, profundizaremos en cómo
este cuestionario puede ser beneficioso para Harry y su proceso de recuperación:

1. Autoconciencia: El Cuestionario Ocupacional ayudaría a Harry a desarrollar una mayor


autoconciencia sobre cómo utiliza su tiempo. A menudo, las personas en recuperación
pueden tener dificultades para identificar cómo ocupan su día, especialmente si
estaban muy enfocadas en la adicción. Al registrar sus actividades diarias, Harry podría
obtener una imagen clara de sus rutinas, lo que le brinda la oportunidad de reflexionar
sobre sus elecciones y comportamientos (Caballero, 1971).

2. Identificación de actividades significativas: A través del autorregistro, Harry podría


identificar las actividades que le resultan significativas o satisfactorias. Esto es crucial
porque las actividades significativas pueden desempeñar un papel importante en su
recuperación al proporcionarle un sentido de propósito y bienestar. Al prestar atención
a las actividades que le interesan y le generan satisfacción, Harry puede aprender a
incorporar más de estas actividades en su vida diaria (Carpena et al, 2022).

3. Detección de patrones de comportamiento: El Cuestionario Ocupacional también


permitiría a Harry detectar patrones de comportamiento. Puede ayudarlo a identificar
si existe una relación entre ciertas actividades o momentos del día y las posibles
recaídas o impulsos relacionados con la adicción. Esto le brinda información valiosa
para comprender cuándo y por qué pueden surgir desafíos en su recuperación (Revelo,
2013).

4. Planificación de actividades saludables: Una vez que Harry haya registrado sus
actividades, puede colaborar con su terapeuta ocupacional para planificar un horario
que incluya más actividades saludables y significativas. Esto podría incluir actividades
recreativas, sociales, educativas o laborales que lo mantengan ocupado de manera
positiva y ayuden a llenar el vacío que solía ocupar la adicción (Peral, 2017).

5. Evaluación del equilibrio ocupacional: El cuestionario también podría ayudar a Harry a


evaluar el equilibrio ocupacional en su vida. Al observar cómo distribuye su tiempo
entre actividades, puede determinar si está dedicando suficiente tiempo a áreas
importantes, como la familia, el trabajo, el autocuidado y el ocio. Esto es fundamental
para garantizar una vida equilibrada y saludable en la recuperación (Revelo, 2013).

6. Evolución del progreso: A medida que Harry continúa utilizando el Cuestionario


Ocupacional a lo largo del tiempo, puede evaluar su progreso y cómo ha evolucionado
su rutina y sus intereses. Esto le permite rastrear su recuperación y celebrar los logros
alcanzados (Carpena, 2022).

El Cuestionario Ocupacional es una herramienta valiosa para que Harry tome conciencia de sus
actividades diarias, identifique actividades significativas, detecte patrones de comportamiento
y planifique una rutina saludable. Al colaborar con su terapeuta ocupacional, Harry podría
utilizar esta información para apoyar su proceso de recuperación y trabajar hacia una vida más
equilibrada y significativa en su camino hacia la recuperación de la adicción (FUNIBER, 2007).

SEGUNDO INSTRUMENTO – El Listado de Roles es un instrumento que podría ser


especialmente valioso en el proceso de recuperación de Harry, ya que le permitiría explorar y
reflexionar sobre los roles que ha desempeñado en el pasado, los roles que está
desempeñando en la actualidad y los roles que le gustaría desempeñar en el futuro (Mota,
2008). A continuación, profundizaremos en cómo este instrumento puede ser beneficioso para
Harry y su proceso de recuperación:

1. Autoevaluación de identidades sociales: El Listado de Roles brinda a Harry la


oportunidad de autoevaluar y reflexionar sobre las diferentes identidades sociales que
ha tenido a lo largo de su vida. Esto es importante porque las identidades sociales
están vinculadas a normas y obligaciones específicas. Al explorar estos roles, Harry
puede comprender mejor cómo cada uno de ellos ha influido en sus acciones y
decisiones relacionadas con la adicción (Carpena, 2022).

2. Reconocimiento de patrones: Al mirar los roles que ha desempeñado en el pasado,


Harry puede reconocer patrones de comportamiento relacionados con su adicción.
Puede identificar si ciertos roles o entornos sociales lo llevaron a la adicción o si hubo
momentos en los que los roles desempeñaron un papel positivo en su vida. Esta
comprensión puede ayudarlo a tomar decisiones más informadas en su recuperación
(Mota, 2008).

3. Exploración de nuevas identidades y objetivos: Harry también puede utilizar el Listado


de Roles como una herramienta para explorar nuevas identidades y objetivos en su
vida en recuperación. Puede considerar roles y actividades que le gustaría desempeñar
en el futuro y que estén en línea con una vida más saludable y significativa. Esto puede
incluir roles relacionados con el trabajo, la familia, la comunidad o el ocio (Carpena,
2022).
4. Fomento del sentido de propósito: La exploración de nuevos roles y la identificación
de objetivos futuros pueden ayudar a Harry a desarrollar un sentido de propósito en la
recuperación. Al establecer metas y aspiraciones relacionadas con los roles que le
gustaría desempeñar, Harry puede encontrar una motivación adicional para
mantenerse enfocado en su proceso de recuperación (Mota, 2008).

5. Colaboración con el terapeuta ocupacional: El Listado de Roles es una herramienta


que Harry puede utilizar en colaboración con su terapeuta ocupacional. Juntos, pueden
revisar sus roles pasados y presentes, discutir cómo estos roles pueden influir en su
recuperación y planificar estrategias para incorporar nuevos roles significativos en su
vida (Mota, 2008).

6. Conexión con el entorno social: Los roles a menudo están relacionados con la
interacción social. Al explorar sus roles, Harry puede considerar cómo estos roles
impactan sus relaciones con otras personas. Esto puede ser especialmente relevante
en la recuperación, ya que construir y mantener conexiones sociales saludables es
fundamental (Carpena, 2022).

El Listado de Roles es una herramienta que promueve la autorreflexión, la exploración de


nuevas identidades sociales y el fomento del sentido de propósito en la recuperación de Harry.
Al utilizar este instrumento, Harry podría comprender mejor la influencia de los roles en su vida
y trabajar hacia una vida más equilibrada y significativa en su camino hacia la recuperación de
la adicción. La colaboración con un terapeuta ocupacional puede potenciar aún más el impacto
positivo de este instrumento en su proceso de recuperación.

TERCER INSTRUMENTO – El Cuestionario Volicional (VQ) es un instrumento valioso que se


utiliza para evaluar la motivación de una persona y el impacto del entorno en su voluntad o
volición. En el contexto de la recuperación de Harry, este instrumento podría tener un impacto
significativo en su proceso de recuperación al profundizar en aspectos clave relacionados con la
motivación y la voluntad (de las Heras et al, 1998). A continuación, exploraremos con más
detalle cómo el Cuestionario Volicional puede ser beneficioso para Harry:

1. Evaluación de la motivación: El VQ le permite a Harry evaluar su nivel de motivación


para mantenerse en recuperación. Puede calificar su motivación actual y reflexionar
sobre las razones detrás de su deseo de dejar atrás la adicción. Identificar y
comprender sus fuentes de motivación es fundamental para la recuperación, ya que le
permite fortalecer su compromiso (Fernández, 2017).
2. Autoeficacia y control personal: El Cuestionario Volicional también aborda la
autoeficacia, que se refiere a la creencia de una persona en su capacidad para llevar a
cabo las acciones necesarias para alcanzar sus metas. Harry puede usar el instrumento
para evaluar su autoeficacia en el contexto de la recuperación y reflexionar sobre su
sentido de control sobre sus acciones y decisiones (Fernández, 2017).

3. Impacto del entorno: Una parte importante del VQ se enfoca en cómo el entorno
influye en la motivación y la voluntad de una persona. Harry puede considerar cómo
los factores ambientales, como las amistades, la familia, el trabajo o el acceso a
sustancias, pueden afectar su determinación para mantenerse en recuperación. Esto
puede ayudarlo a identificar áreas en las que necesita apoyo adicional o cambios en su
entorno (Chavarri et al, 2017).

4. Identificación de desafíos: Al responder al VQ, Harry puede identificar los desafíos


específicos que enfrenta en su proceso de recuperación. Esto incluye factores que
pueden debilitar su motivación o autoeficacia. Reconocer estos desafíos es el primer
paso para abordarlos y buscar estrategias para superarlos (Gallardo, 2022).

5. Planificación de estrategias: El VQ puede servir como una base para la planificación de


estrategias. Después de evaluar su motivación, autoeficacia y el impacto del entorno,
Harry y su terapeuta pueden trabajar juntos para desarrollar un plan de acción que
fortalezca su motivación, mejore su autoeficacia y aborde los factores ambientales que
pueden amenazar su recuperación (Chavarri, 2017).

6. Seguimiento y ajuste: El VQ también puede usarse de manera continua para evaluar


cómo evoluciona la motivación y la voluntad de Harry a lo largo del tiempo. Esto
permite un seguimiento constante de su progreso y la capacidad de ajustar estrategias
según sea necesario (Gallardo, 2022).

El Cuestionario Volicional es una herramienta valiosa que podría ayudar a Harry a evaluar y
comprender su motivación, autoeficacia y cómo su entorno afecta su voluntad de mantenerse
en recuperación. Este instrumento facilita la identificación de áreas que requieren atención y
apoyo, lo que puede ser fundamental en su camino hacia una vida libre de adicciones. Al
colaborar con un terapeuta ocupacional, Harry puede utilizar los resultados del VQ para
desarrollar estrategias efectivas que fortalezcan su compromiso con la recuperación y aborden
los desafíos que pueda encontrar.
La utilización de estos instrumentos, como el Cuestionario Ocupacional (OQ), el Listado de
Roles y el Cuestionario Volicional (VQ), en el contexto de la recuperación de Harry de las
adicciones, puede proporcionar una comprensión más profunda y precisa de varios aspectos
importantes de su vida y proceso de recuperación. Aquí se profundiza en cómo estos
instrumentos pueden ser valiosos para Harry y su terapeuta ocupacional:

1. Personalización del plan de intervención: La información recopilada a través de estos


instrumentos puede ser utilizada por su terapeuta ocupacional para adaptar su plan de
intervención. Al comprender sus actividades ocupacionales, roles y motivación, el
terapeuta puede diseñar un plan de intervención más personalizado y centrado en las
necesidades y metas específicas de Harry. Esto asegura que la terapia ocupacional se
ajuste de manera efectiva a sus circunstancias y desafíos individuales.

2. Establecimiento de objetivos: Con la información de estos instrumentos, Harry y su


terapeuta ocupacional pueden establecer objetivos claros y realistas para su
recuperación. Esto puede incluir la identificación de actividades ocupacionales
saludables que Harry disfruta y la integración de nuevos roles y responsabilidades en
su vida. Los objetivos pueden basarse en su nivel de motivación y la evaluación de sus
capacidades actuales.

3. Seguimiento del progreso: A lo largo de su proceso de recuperación, estos


instrumentos también se pueden utilizar para medir el progreso de Harry. El
seguimiento constante le permite a Harry y a su terapeuta ocupacional ajustar su plan
de intervención según sea necesario para abordar cualquier cambio en sus actividades,
roles o niveles de motivación.

Estos instrumentos desempeñan un papel crucial en el proceso de recuperación de Harry,


proporcionando información valiosa para adaptar su plan de intervención en terapia
ocupacional. Permiten una comprensión más completa de sus actividades diarias, roles,
motivación y necesidades, lo que a su vez facilita la formulación de estrategias y metas
específicas para su recuperación. La personalización de la terapia ocupacional es fundamental
para abordar de manera efectiva su adicción y trabajar hacia una vida más saludable y
significativa.

3. Propón tipo de intervención para paciente y justifícala.


Para poder justificar la intervención seleccionada, tal como se solicita en la pregunta, es
necesario comenzar explicando algunas nociones del modelo teórico que explica el consumo,
ya que es desde el mismo paradigma con el que se posicionará la intervención.

La terapia cognitivo-conductual se basa en una fusión de las teorías conductuales, de


aprendizaje social y cognitivas. Este enfoque se centra en un análisis exhaustivo del papel de
los pensamientos y cogniciones en la aparición de síntomas psicológicos, los cuales están
relacionados con la realidad externa. La premisa fundamental es que las personas moldean su
percepción de la realidad a partir de la naturaleza de sus pensamientos. En última instancia,
estas cogniciones actúan como la lente a través de la cual las personas interpretan su entorno.
Por lo tanto, el malestar psicológico no se origina únicamente en los eventos en sí, sino en la
interpretación que se les atribuye (FUNIBER, 2007).

Se ha propuesto una interesante perspectiva que categoriza las variables cognitivas en tres
niveles distintos: pensamientos automáticos superficiales, procesos cognitivos intermedios y
estructuras cognitivas profundas, también conocidas como esquemas cognitivos. Los
pensamientos automáticos corresponden al diálogo interno que una persona mantiene,
reflejando respuestas automáticas ante situaciones específicas. Por otro lado, los procesos
cognitivos influyen en cómo percibimos, codificamos, interpretamos y recordamos el entorno
que nos rodea. Por último, los esquemas cognitivos representan patrones relativamente
estables mediante los cuales interpretamos los eventos y situaciones. (Beck, Wright, Newman y
Liese, 1993).

El Enfoque Cognitivo en la Terapia de Adicciones persigue el objetivo de analizar la secuencia


de eventos que lleva a un individuo a consumir sustancias. Además, se investigan las creencias
disfuncionales profundamente arraigadas en las personas con problemas de adicción. A lo largo
del proceso terapéutico, el paciente aprende a identificar y modificar patrones de pensamiento
erróneos, colaborando estrechamente con el terapeuta para ajustar su estilo de pensamiento a
su vida cotidiana (Beck et al., 2011). Es fundamental destacar que este enfoque terapéutico ha
demostrado ser especialmente efectivo en la prevención de recaídas (Sánchez-Hervás, Gradolí,
y Gallús, 2004).

En la órbita de este enfoque terapéutico, encontramos un recurso sumamente relevante


conocido como la "Escala de Creencias sobre el Abuso de Sustancias". Este instrumento se
convierte en un prisma a través del cual podemos analizar y comprender la película "Requiem
por un Sueño" desde una perspectiva psicológica. Esta escala presenta un compendio de
creencias que resuenan entre aquellos que se ven envueltos en el consumo de sustancias
adictivas. Estas creencias capturan la forma en que los individuos interpretan su relación con
las sustancias y cómo estas influyen en su bienestar psicológico (FUNIBER, 2007). Al observar
esta escala en relación con la película, podemos identificar afirmaciones que se alinean con los
personajes y su experiencia:

1. "La vida sin la utilización de drogas resulta monótona."

• Esta creencia encuentra eco en la película a medida que los personajes buscan
emociones intensas y se sienten atrapados en una rutina de dependencia.

2. "El consumo de drogas es la única vía para aumentar mi creatividad y productividad."

• Se puede reconocer esta creencia en la búsqueda de inspiración por parte de


los personajes, quienes a menudo recurren a las drogas para encontrar esa
chispa creativa.

3. "No puedo desenvolverme sin ellas."

• Esta creencia se refleja en la desesperación de los personajes por mantener su


consumo de drogas, ya que sienten que no pueden funcionar sin ellas.

4. "Constituye el único método para enfrentar el sufrimiento en mi vida."

• Los personajes de la película utilizan las drogas como una vía para enfrentar el
dolor emocional y la adversidad en sus vidas.

5. "No estoy preparado para renunciar al consumo de drogas."

• La resistencia a dejar las drogas es un tema recurrente en "Requiem por un


Sueño", y esta creencia se refleja en la lucha de los personajes por abandonar
su adicción.

6. "Los deseos intensos y las urgencias me impulsan a consumir drogas."

• La película muestra cómo los antojos y las urgencias ejercen un fuerte control
sobre los personajes, impulsándolos a buscar la siguiente dosis.

7. "Incluso si dejo de consumir drogas, mi calidad de vida no mejorará."

• Esta creencia se manifiesta en la sensación de desesperanza que rodea a los


personajes, quienes dudan de que sus vidas puedan mejorar incluso si dejan
de consumir drogas.
Estos ejemplos ilustran las cogniciones disfuncionales que moldean el comportamiento adictivo
de los personajes en la película "Requiem por un Sueño". La escala de creencias sobre el abuso
de sustancias proporciona una lente útil para comprender cómo estas creencias influyen en su
experiencia y su lucha contra la adicción (FUNIBER, 2007).

Dentro de este contexto, se torna esencial desentrañar cómo determinadas creencias


arraigadas modelan el consumo de sustancias. Estas creencias operan como un conjunto de
concepciones que abarcan la búsqueda de placer, la resolución de problemas, el alivio y la
evasión. Entre las creencias disfuncionales más recurrentes destacan:

a) La creencia de que se necesita la sustancia para mantener el equilibrio psicológico y


emocional.

• Esta creencia sugiere que el individuo percibe la sustancia como un recurso vital para
mantener su bienestar psicológico y emocional.

b) La expectativa de que la sustancia mejorará el funcionamiento social e intelectual.

• Aquí, la persona anticipa que el consumo de la sustancia tendrá un impacto positivo en


su capacidad para interactuar socialmente y su desempeño intelectual.

c) La creencia de que se experimentará placer y excitación al consumirla.

• Esta creencia alude a la anticipación de emociones placenteras y estimulantes


asociadas al consumo de la sustancia.

d) La idea de que la droga proporcionará energía y poder.

• En este caso, se percibe que la sustancia confiere energía y un sentimiento de


empoderamiento al individuo.

e) La creencia de que la droga aliviará el dolor, la ansiedad, la tensión y la depresión.

• Esta creencia implica que la sustancia es vista como un remedio para aliviar el
sufrimiento emocional y mental.

f) La convicción de que, a menos que se haga algo para satisfacer el deseo o neutralizar la
angustia, esta persistirá y probablemente empeorará.

• Aquí, la persona siente que debe satisfacer sus antojos o enfrentar la angustia
emocional de lo contrario esta empeorará con el tiempo.
Es relevante destacar que estas creencias pueden variar de un individuo a otro, pero tienden a
organizarse en áreas críticas relacionadas con la autoeficacia, las expectativas de resultados y
las atribuciones de causalidad (FUNIBER, 2007).

Pensemos sobre las ideas anteriormente planteadas, asociándolas a la película “Requiem por
un Sueño”. Por ejemplo, la relación de Harry Goldfarb con la heroína ilustra cómo la creencia
de que la sustancia es la única vía para aumentar la creatividad y productividad puede conducir
a un patrón adictivo. Harry, un talentoso artista, inicialmente utiliza la droga con la expectativa
de que mejorará su capacidad creativa, pero esta creencia lo sumerge en un ciclo destructivo
de abuso de sustancias.

De manera similar, Marion Silver refleja la idea de que la droga proporcionará placer y
excitación. Su búsqueda incesante de la euforia y el placer a través del consumo de drogas la
lleva a un camino de adicción y autodestrucción.

En cuanto a Sara Goldfarb, su creencia en que la dieta de las píldoras la hará sentirse más
deseable y valiosa muestra cómo las expectativas de resultados positivos pueden influir en el
consumo de sustancias, incluso si estas sustancias son prescritas.

Las atribuciones de causalidad también son evidentes en la película. Por ejemplo, los
personajes pueden atribuir su consumo de drogas a factores externos, como la presión social o
la falta de oportunidades, lo que refuerza su sensación de falta de control. Estas atribuciones
pueden verse en las experiencias de Tyrone y su historia de vida en el contexto del tráfico de
drogas.

Al explorar estas dinámicas en "Requiem por un Sueño", podemos comprender cómo estas
creencias influyen en el comportamiento adictivo de los personajes y cómo estas creencias a
menudo los atrapan en un ciclo autodestructivo. La película ofrece una poderosa
representación de cómo las creencias disfuncionales moldean las vidas de aquellos que luchan
con la adicción a las sustancias.

La autoeficacia es un concepto central en este contexto, refleja el juicio de una persona sobre
su capacidad para lidiar con éxito en situaciones desafiantes o de alto riesgo. Individuos con
alta autoeficacia creen que pueden afrontar la vida sin necesidad de recurrir al consumo de
drogas, mientras que aquellos con baja autoeficacia pueden percibir que dependen de las
sustancias para funcionar (López et al, 2002). Por lo general, una autoeficacia más alta se
asocia con un menor riesgo de consumo de sustancias. La noción de autoeficacia, que
desempeña un papel central en este contexto, se manifiesta a lo largo de la película y refleja el
juicio de una persona sobre su capacidad para afrontar con éxito situaciones desafiantes o de
alto riesgo. Los personajes de la película exhiben niveles variables de autoeficacia, lo que tiene
un impacto significativo en sus relaciones con las sustancias adictivas. Por ejemplo, Harry
Goldfarb, a pesar de su talento artístico, experimenta una baja autoeficacia al principio y
percibe que necesita la heroína para sobrellevar su vida. Su adicción es un reflejo de esta
creencia inicial en su propia incapacidad para funcionar sin la sustancia.

De manera similar, Marion Silver, cuya búsqueda constante de euforia y placer a través de las
drogas la sumerge en una adicción cada vez más profunda, ilustra cómo las expectativas de
resultados positivos pueden impulsar el consumo de sustancias. Su creencia en que las drogas
le proporcionarán la felicidad y la satisfacción contribuye a su caída en la adicción.

Las expectativas de resultados, por otro lado, se refieren a las anticipaciones de las personas
acerca de los efectos de una sustancia adictiva. Las expectativas de resultados positivos pueden
actuar como un impulsor del consumo de sustancias (González et al, 2012). Por ejemplo, si
alguien espera que consumir una droga le haga sentirse bien, es más probable que recurra a
esa sustancia. En la película se pueden observar claramente las expectativas de resultados
positivos como un impulsor del consumo de sustancias a través de los personajes y sus
experiencias. Por ejemplo, Harry, tiene la expectativa de que consumir heroína le
proporcionará un escape de su vida monótona y le permitirá experimentar una sensación de
bienestar y placer. Esta expectativa positiva lo lleva a consumir la droga de manera recurrente,
a pesar de los graves riesgos y consecuencias negativas que conlleva su adicción.

Marion Silver, también ilustra este principio. Marion busca constantemente la euforia y el
placer a través del consumo de drogas, creyendo que le brindarán la felicidad y la satisfacción
que anhela. Estas expectativas de resultados positivos son un poderoso motivador para su
adicción, y a medida que la trama avanza, la vemos cada vez más inmersa en una espiral
descendente de consumo de sustancias.

En ambos casos, las expectativas de resultados positivos desempeñan un papel fundamental


en el comportamiento adictivo de los personajes. La película muestra de manera impactante
cómo estas creencias pueden llevar a las personas a caer en la adicción y, eventualmente, a
enfrentar consecuencias devastadoras en sus vidas.

Las atribuciones de causalidad también desempeñan un papel crucial, ya que reflejan las
creencias de una persona sobre si el uso de la droga se debe a factores internos o externos. Las
atribuciones de causalidad pueden influir significativamente en el proceso de tratamiento
(Pérez, 2002). Por ejemplo, si alguien atribuye su consumo de drogas a factores externos, como
la influencia de su familia, puede sentir que no tiene control sobre su consumo y estar en una
posición pasiva. En contraste, si atribuye su consumo a factores internos, como una debilidad
personal, puede ser más propenso a sentirse responsable y buscar el cambio. En la película, las
atribuciones de causalidad también se manifiestan. Por ejemplo, cuando los personajes
atribuyen su consumo de drogas a factores externos, como la influencia de su entorno social o
la presión de los traficantes, se sienten atrapados en un ciclo de consumo sin control. La
percepción de que su adicción es el resultado de influencias externas puede llevarlos a adoptar
una actitud pasiva y a renunciar al cambio.

Por otro lado, aquellos personajes que asumen una atribución de causalidad interna,
responsabilizándose de su adicción como una debilidad personal, pueden sentirse más
motivados para buscar el cambio y la recuperación.

El enfoque del modelo cognitivo-conductual resalta la importancia de reconocer los procesos


de toma de decisiones que conducen a un individuo hacia el consumo de sustancias o la
recaída (Ustárroz, 2012).

La impulsividad es un componente recurrente en muchas personas que luchan con problemas


de adicción y tiene sus raíces en creencias disfuncionales relacionadas con la causalidad y la
autoeficacia (de Sola, 2013). En la película, vemos cómo algunos personajes creen que no
pueden controlar su consumo debido a factores externos, lo que los lleva a carecer de
autorregulación. A medida que avanza la trama, se revela una mayor sensibilidad a los cambios
emocionales, una capacidad limitada de autocontrol y la ausencia de estrategias efectivas para
afrontar estados de malestar. Estas creencias adictivas a menudo están arraigadas en creencias
más profundas e inconscientes, conocidas como creencias nucleares.

Estas creencias nucleares se pueden dividir en dos categorías en relación con la película. En
primer lugar, están los esquemas nucleares relacionados con la supervivencia personal, el
logro, la motivación, la libertad y la autonomía, que son visibles en los personajes y sus
aspiraciones. En segundo lugar, existen creencias relacionadas con la conexión con otros
individuos o grupos y con el sentimiento de ser querido o aceptado, lo que se manifiesta en las
relaciones interpersonales de los protagonistas. En situaciones específicas de la película, estas
creencias pueden activarse, generando emociones que influyen en su comportamiento adictivo
(González et al, 2012).

La película también ejemplifica cómo estas creencias pueden activarse en situaciones


específicas, conocidas como situaciones estímulo o señales, ya sean de origen interno o
externo. Desde la presencia de personas consumiendo drogas en un bar hasta estados
emocionales como la tristeza o la soledad que experimentan los personajes, estas situaciones
actúan como desencadenantes de sus adicciones. En el proceso terapéutico, resulta crucial
identificar y capacitar a la persona para que reconozca y tolere estas situaciones
desencadenantes.

Además, la película demuestra que, aunque varias personas compartan la misma cognición
sobre un evento, no todas experimentarán el mismo malestar psicológico. La relación
individual de cada personaje con sus pensamientos y emociones juega un papel fundamental
en esta variación. En este sentido, las metacogniciones, que son procesos y estructuras
cognitivas responsables del monitoreo y control de las cogniciones, influyen en la experiencia
de cada personaje en la película, lo que aporta una capa adicional de complejidad a sus luchas
con la adicción (Tobar, 2017).

El enfoque cognitivo-conductual proporciona una sólida base teórica para analizar cómo las
creencias y cogniciones son fundamentales en la evolución del consumo de sustancias, así
como en la recuperación y prevención de recaídas. Este enfoque terapéutico es esencial para
abordar las creencias disfuncionales y transformar los patrones de pensamiento de las
personas, lo que resulta en una recuperación exitosa y un bienestar psicológico duradero. La
película "Requiem por un Sueño" ilustra claramente esta dinámica a lo largo de sus personajes
y sus luchas con la adicción, ofreciendo un reflejo vívido de cómo estas creencias impactan sus
vidas y experiencias (Revelo, 2013).

Como se ha podido inferir, la estrategia de intervención para el personaje de Harry en


"Requiem por un Sueño" sería fundamentada en el enfoque cognitivo-conductual,
considerando las terapias y técnicas mencionadas. Aquí está la justificación para emplear esta
estrategia (Revelo, 2013):

1. Entrenamiento en habilidades sociales y de afrontamiento: Harry muestra dificultades


en sus relaciones interpersonales y carece de habilidades efectivas para afrontar
situaciones estresantes. La mejora de sus habilidades sociales y de afrontamiento sería
esencial para lidiar con los desafíos que enfrenta y reducir la necesidad de recurrir a las
drogas como una vía de escape.

2. Manejo de contingencias: Dado que Harry ha experimentado consecuencias negativas


relacionadas con su adicción, como la pérdida de su brazo, implementar un sistema de
manejo de contingencias podría ser efectivo. Esto implica recompensar
comportamientos no adictivos y sancionar los relacionados con el consumo de drogas,
fomentando así la abstinencia.
3. Exposición a señales: Harry se ve rodeado de señales que le recuerdan su adicción,
como la presencia de otros consumidores de drogas y su entorno en deterioro. La
exposición controlada a estas señales podría ayudarle a aprender a resistir la tentación
y reducir su vulnerabilidad a las recaídas.

4. Prevención de recaídas: Harry ha tenido problemas de recaída en el pasado. La


prevención de recaídas sería esencial para ayudarle a identificar y afrontar situaciones
de alto riesgo y mantener su recuperación a largo plazo.

5. Detección de pensamiento: La identificación y modificación de los pensamientos


disfuncionales relacionados con la adicción son cruciales. Harry tiene creencias
arraigadas sobre su incapacidad para funcionar sin las drogas, y esas creencias
necesitan ser abordadas y transformadas para promover su recuperación.

6. Entrenamiento en solución de problemas y toma de decisiones: Harry a menudo


toma decisiones impulsivas que lo llevan al consumo de drogas. El entrenamiento en
solución de problemas y toma de decisiones le ayudaría a evaluar las situaciones de
manera más racional y tomar decisiones más saludables.

7. Reestructuración cognitiva: La reestructuración cognitiva implica cambiar las creencias


disfuncionales. En el caso de Harry, esto sería fundamental para modificar sus
creencias sobre su necesidad de drogas y su capacidad para vivir sin ellas.

Dada la complejidad de los desafíos que enfrenta Harry en su lucha contra la adicción, un
enfoque cognitivo-conductual que incorpore estas estrategias de intervención puede ofrecerle
las herramientas necesarias para superar su adicción y lograr una recuperación exitosa. Estas
técnicas abordan tanto los aspectos cognitivos como los comportamentales de su adicción,
brindándole un enfoque integral para su tratamiento (Tobar, 2017).

Siguiendo los lineamientos planteados por Tobar (2017), un posible modelo de intervención
terapéutica para Harry desde el enfoque cognitivo-conductual, se centraría en abordar su
problema de adicción a las drogas y ayudarlo a mantener la abstinencia. El objetivo principal de
esta intervención sería promover el cambio en su comportamiento y cogniciones relacionadas
con el consumo de sustancias, fomentando su recuperación y evitando recaídas.

En primer lugar, se llevaría a cabo un entrenamiento en habilidades de afrontamiento, que


involucraría el desarrollo de estrategias cognitivas y conductuales para que Harry pueda
enfrentar las situaciones relacionadas con el consumo de drogas. Esto incluiría habilidades para
rechazar el consumo, desarrollar habilidades de escucha y conversación, entrenamiento en
solución de problemas, comunicación no verbal, entrenamiento en asertividad, rechazo de
peticiones, expresión de sentimientos, aceptación y realización de críticas, así como aprender a
reforzar la conducta de los demás. Estas habilidades ayudarán a Harry a lidiar con los
desencadenantes y las situaciones sociales que lo impulsan al consumo (Tobar, 2017).

En segundo lugar, se aplicaría la terapia de exposición a señales. Esto se basaría en los


principios del condicionamiento clásico para deshacer la asociación entre los estímulos que
previamente estaban relacionados con el consumo de drogas y la respuesta de consumo. A
través de la exposición repetida a estas señales sin el consumo posterior, se busca que Harry
pierda la respuesta condicionada al estímulo, reduciendo así su deseo de consumir (Tobar,
2017).

La prevención de recaídas sería otro componente fundamental. En esta fase, se entrenaría a


Harry en la identificación de situaciones de alto riesgo de consumo, el autorregistro y análisis
funcional de su consumo, y en el desarrollo de estrategias para afrontar el craving. También se
abordarían los pensamientos disfuncionales asociados al consumo y se le proporcionaría
herramientas para solucionar problemas y evitar recaídas (Revelo, 2013).

Además, se incluiría un enfoque de intervención en metacognición, centrándose en la


conciencia de sus propios pensamientos y emociones. La atención plena, o mindfulness, se
utilizaría para ayudar a Harry a aceptar sus emociones sin juicio y a reconocer sus estados
emocionales y las señales de su cuerpo, lo que le permitiría desarrollar un mayor autocontrol y
una regulación emocional más efectiva (Revelo, 2013).

El objetivo final de este modelo de intervención sería ayudar a Harry a abstenerse del
consumo de drogas, desarrollar habilidades de afrontamiento efectivas, prevenir recaídas y
promover una mejor calidad de vida. La combinación de estas estrategias cognitivas y
conductuales contribuiría a su recuperación y a mantener la abstinencia, además de mejorar su
bienestar emocional y social (Tobar, 2017).

CASO 2: SESIÓN CLÍNICA

a) Trata de obtener las creencias que sostienen el consumo, tratando en la


medida de lo posible de distinguir niveles entre ellas.

En la viñeta clínica se pueden identificar varias creencias que parecen sostener el consumo de
drogas. Estas creencias pueden variar en profundidad, desde pensamientos automáticos hasta
creencias nucleares más arraigadas.
Nivel de pensamientos automáticos (superficial):

1. "Me hacen sentir muy bien": Esta es una creencia superficial que refleja el placer
inmediato que el paciente experimenta al consumir drogas.

2. "Cuando veo que alguien más lo hace, es como si quisiera formar parte de la
muchedumbre": Esta creencia también es de nivel superficial y sugiere la influencia de
la presión social y el deseo de pertenecer a un grupo.

Nivel intermedio:

3. "Una vez más no te hará daño": Esta creencia refleja una justificación que el paciente
utiliza para permitirse consumir drogas nuevamente. Puede estar relacionada con la
minimización de riesgos.

4. "El precio que pagas por no consumir es tener estos impulsos, y éstos, ciertamente,
son un fastidio": Esta creencia refleja cómo los impulsos de consumo pueden generar
malestar cuando el paciente intenta abstenerse.

Nivel profundo (esquemas nucleares):

5. "Me siento mejor conmigo mismo cuando no tomo coca": Esta creencia refleja una
percepción más arraigada de sí mismo y cómo se siente en relación con el consumo de
drogas. Puede ser considerada una creencia nuclear relacionada con la autoestima.

6. "Mi vida es una mentira": Esta creencia apunta a una profunda disonancia entre la
imagen de sí mismo cuando consume drogas y su verdadera identidad. Puede
relacionarse con creencias nucleares sobre la identidad y la autenticidad.

Es importante destacar que estas creencias pueden variar en intensidad y significado para el
paciente, y pueden estar en constante cambio durante el proceso terapéutico. Identificar y
abordar estas creencias en diferentes niveles es fundamental para ayudar al paciente a
comprender los factores subyacentes que mantienen su consumo de sustancias y trabajar en
su modificación.

El texto "Evolución de las creencias nucleares relacionadas con la adicción en


drogodependientes con y sin trastornos de personalidad" de Martínez et al. (2012) ofrece una
perspicaz perspectiva sobre la relación entre las creencias y la adicción en pacientes con
trastornos por consumo de sustancias. Según este enfoque cognitivo, existe una conexión
fundamental entre las creencias disfuncionales relacionadas con la adicción y las variables
mediadoras y de resultado, como el craving, las expectativas de autoeficacia y las recaídas.
El modelo cognitivo propone que la modificación de las creencias nucleares relacionadas con la
adicción es esencial para el proceso de recuperación de los pacientes drogodependientes. Esto
implica la identificación de las creencias que influyen en el craving y en el curso del
tratamiento. Como Beck, Wright, Newman y Liese (1999) sugirieron, se trata de concienciar al
paciente acerca de la interconexión entre estas creencias, el deseo de consumir y las conductas
de consumo.

Las creencias nucleares relacionadas con la adicción abarcan una amplia gama de aspectos,
incluyendo la funcionalidad del consumo, como pensamientos permisivos hacia el mismo, y las
atribuciones acerca de la capacidad de recuperación o la utilidad del tratamiento. Entre estas
creencias, las expectativas de autoeficacia y los resultados tienen un impacto significativo en el
craving y, en consecuencia, en la eficacia del tratamiento (Chicharro, Pedrero y Pérez, 2007;
DiClemente, Fairhurst y Piotrowski, 1995).

En particular, la relación entre las creencias y el deseo de consumo de drogas, o craving, se ha


demostrado en estudios previos (Martínez-González y Verdejo-García, 2011). La intensidad del
craving se relaciona de manera predecible con la identificación del paciente con creencias
nucleares relacionadas con la adicción. Además, se observa que los niveles de craving tienden a
disminuir a medida que avanza el tratamiento, posiblemente debido a la progresiva eliminación
de estas creencias. Sin embargo, en los pacientes con trastornos de personalidad comórbidos,
la evolución de estas creencias puede ser más irregular y resistente.

Este análisis detallado aporta una comprensión más profunda de cómo las creencias en
diferentes niveles influyen en la adicción y el tratamiento, destacando la importancia de
abordar estas creencias en la terapia cognitiva de las adicciones (Martínez et al., 2012).

En el caso clínico, observamos que el terapeuta utiliza un enfoque cognitivo-conductual para


explorar las creencias del paciente sobre el consumo de drogas. El terapeuta ayuda al paciente
a identificar las ventajas y desventajas de usar drogas. Esto es coherente con la idea del texto
de Martínez et al. (2012), que resalta la importancia de identificar las creencias relacionadas
con la adicción en pacientes drogodependientes.

En el caso, el paciente menciona que usar drogas lo hace sentir bien y le permite integrarse con
los demás. Estas creencias pueden considerarse como "creencias disfuncionales" relacionadas
con el consumo, similar a lo que se discute en el texto. El texto señala que las creencias
relacionadas con la funcionalidad del consumo y las expectativas de autoeficacia tienen un
gran impacto en el craving y el curso del tratamiento. En el caso clínico, estas creencias se
relacionan con el deseo de consumir drogas y la motivación del paciente para dejar de hacerlo.
Además, el texto de Martínez et al. (2012) sugiere que las creencias pueden cambiar a lo largo
del tratamiento. En el caso clínico, vemos al terapeuta trabajando con el paciente para explorar
estas creencias y hacerlas conscientes. El terapeuta también identifica cómo las creencias
influyen en el comportamiento del paciente, como darle permiso a sí mismo para seguir
consumiendo. Esto es coherente con la idea de que la modificación de las creencias nucleares
relacionadas con la adicción es esencial para la recuperación, como propone el modelo
cognitivo.

El texto sobre el que venimos versando menciona la importancia de considerar la comorbilidad


de trastornos de personalidad en la evolución de las creencias. En el caso clínico, no se
menciona la presencia de trastornos de personalidad, pero el texto de Martínez et al. (2012)
sugiere que los pacientes con trastornos de personalidad pueden tener más dificultades para
modificar sus creencias. Esto destaca la importancia de evaluar y abordar las creencias en
pacientes con diferentes características clínicas.

b) En qué momento de cambio se encuentra.

En la etapa de contemplación, que, dentro del Modelo Transteórico de Cambio de Conducta


propuesto por Prochaska y DiClemente (1983), es un período crucial en el proceso de
modificación de conductas, como el consumo de drogas. Durante esta fase, los individuos son
plenamente conscientes de los problemas vinculados a su comportamiento y están
considerando seriamente la posibilidad de realizar un cambio. En esta etapa, se produce una
ambivalencia característica, ya que coexisten actitudes contradictorias hacia el cambio de
comportamiento (Prochaska et al., 1992).

El diálogo clínico proporcionado ilustra con precisión esta ambivalencia. El paciente señala
tanto las ventajas como las desventajas relacionadas con el uso de drogas. Menciona que el
consumo de drogas le brinda un breve bienestar y la sensación de integración en un grupo
social que también consume sustancias. Esta percepción de ventajas del consumo refleja la
teoría del "balance de decisiones" en el MT, donde los individuos tienden a evaluar los pros y
los contras del cambio y pueden experimentar resistencia debido a la percepción de beneficios
asociados con el consumo (Prochaska y DiClemente, 1983).

Al mismo tiempo, el paciente reconoce las ventajas de no consumir drogas, como el ahorro
económico, la claridad mental, la motivación para trabajar y la capacidad de mantener
relaciones familiares. Estas percepciones reflejan el proceso de identificación de "beneficios
anticipados" del cambio, donde el individuo comienza a reconocer los posibles aspectos
positivos de abstenerse del consumo de sustancias (Prochaska et al., 1992). La identificación de
estas ventajas proporciona una base sólida para fomentar la motivación hacia el cambio.

Además de las ventajas y desventajas, el paciente menciona la presencia de pensamientos que


lo impulsan a consumir drogas nuevamente. Describe una "voz" interna que le sugiere que
consumir una vez más no le causará daño. Estos pensamientos pueden entenderse como una
forma de creencias permisivas en el contexto de una posible recaída, un aspecto crítico en el
proceso de cambio (Prochaska y DiClemente, 1983).

La comprensión de esta etapa es fundamental para los profesionales de la salud y los


terapeutas, ya que proporciona información valiosa sobre la disposición del individuo para
cambiar y los obstáculos que pueden encontrar en su camino hacia la recuperación. Además,
es crucial abordar estas ambivalencias de manera empática y colaborativa, brindando apoyo y
recursos para facilitar el proceso de toma de decisiones y el eventual cambio de
comportamiento (Miller y Rollnick, 2012).

Entonces, el diálogo clínico retrata claramente la etapa de contemplación del Modelo


Transteórico de Cambio.

El proceso de contemplación implica la evaluación de las ventajas y desventajas de cambiar o


no cambiar, y estos pensamientos ambivalentes son comunes en esta etapa. Varios autores,
como Velicer et al. (1985) y DiClemente (2003), han subrayado la importancia de reconocer y
abordar esta ambivalencia. Identificar las ventajas y desventajas, así como los factores que
perpetúan el comportamiento, como las creencias permisivas, es un paso crucial para avanzar
hacia etapas posteriores del cambio.

Es importante destacar que la ambivalencia puede ser una fuente de conflicto interno para el
individuo. La teoría del cambio de conflicto de Janis y Mann (1977) proporciona una lente útil
para comprender este conflicto. Según esta teoría, cuando un individuo se enfrenta a
decisiones difíciles, como el cambio de comportamiento, puede experimentar una lucha
interna entre los pros y los contras. Esta lucha puede prolongar la permanencia en la etapa de
contemplación o incluso llevar a una recaída si no se aborda adecuadamente.

Por lo tanto, la terapia en esta etapa debe centrarse en la exploración de las ventajas y
desventajas, el reconocimiento de las creencias permisivas y la gestión de la ambivalencia. La
terapia motivacional, desarrollada por Miller y Rollnick (1991), es un enfoque ampliamente
utilizado en esta etapa para ayudar a los individuos a explorar sus motivaciones para el cambio
y resolver la ambivalencia. La terapia motivacional se basa en la empatía, la aceptación y la
colaboración, lo que facilita un entorno de apoyo para el paciente (Rollnick y Miller, 1995).

El terapeuta debe fomentar una comunicación abierta y no confrontativa, permitiendo que el


paciente hable sobre las ventajas percibidas del consumo de drogas sin juzgar o presionar para
el cambio (Rollnick & Miller, 1995). Además, el terapeuta debe ayudar al paciente a explorar
sus motivaciones para cambiar y destacar las desventajas del comportamiento actual de
manera comprensiva (Prochaska & DiClemente, 1983).

Un aspecto importante de la etapa de contemplación es la identificación de creencias y


patrones de pensamiento disfuncionales que sustentan el comportamiento problemático (Beck
& Beck, 2011). El análisis funcional, centrado en las cogniciones automáticas y las emociones
asociadas al consumo, puede proporcionar información valiosa sobre los desencadenantes del
comportamiento de consumo (Beck & Beck, 2011).

La terapia cognitivo-conductual en esta etapa se enfoca en el desarrollo de estrategias


cognitivas para promover el cambio. Esto puede incluir la identificación y cuestionamiento de
creencias irracionales, como la creencia permisiva mencionada por el paciente, que dice "una
vez más no te hará daño" (Beck & Beck, 2011). El terapeuta trabaja en la sustitución de estos
pensamientos negativos por pensamientos más realistas y adaptativos. Además, se promueve
la autorreflexión y la toma de conciencia de las consecuencias negativas del comportamiento
actual (Ellis, 1962; Linehan, 1993).

c) Qué tipo de intervención realizarías con esta persona.

El enfoque de la intervención se basa en la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), una


aproximación psicoterapéutica que ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de problemas
de adicción (Beck, 1993; Ellis, 1976; Meichenbaum, 1977). La TCC se centra en identificar y
modificar los patrones de pensamiento disfuncionales y las respuestas emocionales y
conductuales asociadas al consumo de drogas (Beck, 1993).

La TCC es ampliamente utilizada para tratar trastornos por consumo de sustancias debido a su
enfoque en la identificación y modificación de pensamientos y comportamientos
disfuncionales que contribuyen a la adicción. Este enfoque permite a las personas abordar la
ambivalencia y tomar decisiones más informadas y saludables en relación con el uso de drogas
(Beck, 1993; Ellis, 1976; Meichenbaum, 1977).

Estrategias y Herramientas de la TCC en el Caso Clínico:


1. Entrenamiento de la Toma de Decisiones (Meichenbaum, 1977): Ayudar a la persona
a evaluar las ventajas y desventajas del consumo de drogas. Esto incluye cuestionar las
creencias irracionales y permisivas, como "una vez más no te hará daño" y
reemplazarlas por pensamientos racionales y basados en evidencia.

2. Identificación y Refutación de Creencias Irracionales (Ellis, 1976): Identificar las


creencias irracionales que respaldan el consumo de drogas, como "necesito consumir
para encajar". Luego, desafiar estas creencias y reemplazarlas por pensamientos
racionales y saludables.

3. Entrenamiento de Habilidades de Afrontamiento (Meichenbaum, 1977): Enseñar


estrategias para lidiar con los impulsos y el malestar emocional que pueden llevar al
consumo de drogas. Esto incluye técnicas de relajación, mindfulness y la planificación
de actividades alternativas.

4. Prevención de Recaídas (Beck, 1993): Ayudar a la persona a desarrollar un plan de


prevención de recaídas que incluya estrategias concretas para evitar el consumo de
drogas en situaciones de alto riesgo. Esto implica reconocer las señales de alerta y
cómo responder a ellas.

5. Reestructuración Cognitiva (Beck, 1993): Trabajar para modificar patrones de


pensamiento negativos y auto-críticos, como el sentimiento de culpa después de
consumir drogas.

6. Manejo de Emociones (Beck, 1993): Desarrollar habilidades para regular las


emociones y lidiar con el malestar emocional de una manera saludable y constructiva.

La revisión y la práctica repetida de estas estrategias son esenciales para ayudar al paciente a
tomar decisiones más saludables en el futuro y evitar el consumo de drogas (Beck, 1993; Ellis,
1976; Meichenbaum, 1977). El terapeuta también proporciona tarjetas de recuerdo que
contienen las ventajas y desventajas del consumo de drogas como recordatorios visuales para
el paciente, lo que refuerza el proceso terapéutico (Beck, 1993).

La rehabilitación cognitiva es un componente crucial en el tratamiento de las adicciones. Se ha


observado que los déficits cognitivos están fuertemente relacionados con la adicción y pueden
afectar la eficacia de los tratamientos tradicionales. Según Pedrero-Pérez et al. (2010), la
rehabilitación cognitiva se enfoca en áreas del funcionamiento neuropsicológico, como la
memoria, la atención, la planificación y la toma de decisiones, que son fundamentales para la
vida cotidiana y el aprendizaje.
Además, se ha destacado que la rehabilitación cognitiva no se limita a daño cerebral
traumático, sino que es aplicable en diversos contextos clínicos y frente a diferentes patologías,
incluyendo trastornos esquizofrénicos, del estado de ánimo, adictivos y deterioro cognitivo
leve. Esto sugiere que la rehabilitación cognitiva es una estrategia versátil en el tratamiento de
diversas condiciones (Pedrero-Pérez et al., 2010).

Entonces, otra perspectiva desde la que sostenemos que debería realizarse la intervención, en
el encuadre de la TCC, es la rehabilitación cognitiva, que se encuentra enmarcada en la nueva
generación de terapias neurocomportamentales que consideran los sustratos biológicos
subyacentes a las manifestaciones psicopatológicas. El enfoque va más allá de la remisión de
los síntomas y busca modificar los mecanismos neuropsicológicos subyacentes a la adicción.
Esto resalta la importancia de tratar no solo los síntomas, sino también las causas subyacentes
(Pedrero-Pérez et al., 2010).

Diversos modelos han sido propuestos para abordar la rehabilitación cognitiva de manera
efectiva. Uno de ellos, el Neuropsychological Educational Approach to Cognitive Remediation
(NEAR), se ha diseñado para pacientes con psicopatología sin daño cerebral primario y se
centra en el aprendizaje optimizado y la mejora del funcionamiento sociocognitivo en
actividades de la vida diaria. Este enfoque resalta la importancia de personalizar la
rehabilitación según las necesidades del paciente (Pedrero-Pérez et al., 2010).

Los autores también destacan la relevancia de la terapia ocupacional en la rehabilitación


cognitiva. Enfoques funcionales de rehabilitación cognitiva se centran en el desempeño en
contextos reales, como el hogar del paciente. Esto implica que la rehabilitación no se limita al
entorno clínico, sino que se extiende a situaciones cotidianas (Pedrero-Pérez et al., 2010).

Estudios realizados en pacientes con dependencia alcohólica han demostrado que las técnicas
de rehabilitación cognitiva pueden mejorar significativamente el compromiso con el
tratamiento, la adhesión y el rendimiento cognitivo. Los pacientes que recibieron
entrenamiento cognitivo mostraron mejoras en áreas como el procesamiento de la
información, la toma de decisiones y las habilidades visuoconstructivas. Estos resultados
sugieren que la rehabilitación cognitiva puede complementar y mejorar los tratamientos
tradicionales para las adicciones (Pedrero-Pérez et al., 2010).

La rehabilitación cognitiva se ha destacado como un componente integral en el tratamiento de


las adicciones. Hallazgos recientes han subrayado la importancia de esta intervención en base a
la existencia de neurogénesis en áreas cerebrales relacionadas con el aprendizaje y la
plasticidad del cerebro. Además, factores epigenéticos y cambios estructurales en el cerebro
pueden ser inducidos mediante el entrenamiento cognitivo (Pedrero-Pérez et al., 2010).

Según los autores Allen et al. (2010), los déficits cognitivos que son comunes en pacientes con
dependencia alcohólica parecen responder de manera satisfactoria a técnicas de rehabilitación
cognitiva. Sin embargo, es importante señalar que hasta ese momento, no se habían
demostrado de manera concluyente los beneficios de incorporar la rehabilitación cognitiva en
programas de tratamiento tradicionales.

Roehrich y Goldman (2010) llevaron a cabo un estudio que asignó aleatoriamente a sujetos con
dependencia alcohólica a diferentes condiciones, incluyendo terapia cognitiva estándar. Los
resultados mostraron que los grupos que recibieron terapia cognitiva mejoraron
significativamente en la adquisición de contenidos terapéuticos y en su rendimiento cognitivo,
lo que sugiere que la inclusión de técnicas de rehabilitación cognitiva puede aumentar la
eficacia del tratamiento.

Grohman y Fals-Stewart (2010) realizaron un estudio en el que asignaron aleatoriamente a


pacientes adictos a una variedad de condiciones experimentales, incluyendo terapia cognitiva
mediante software. Los resultados indicaron que los pacientes que recibieron terapia cognitiva
permanecieron en tratamiento durante más tiempo y mostraron una mayor tasa de éxito en
comparación con los otros grupos.

Goldstein et al. (2010) llevaron a cabo un estudio con pacientes diagnosticados con
dependencia alcohólica y otros trastornos del eje I. Los resultados mostraron que los sujetos
asignados a la terapia cognitiva experimentaron mejoras significativas en el procesamiento de
la información, la toma de decisiones y las habilidades visuoconstructivas, lo que respalda la
efectividad del entrenamiento cognitivo en el tratamiento de personas adictas al alcohol.

Todos estos estudios resaltan la importancia de la rehabilitación cognitiva como un


complemento eficaz en el tratamiento de las adicciones, particularmente en pacientes con
dependencia alcohólica. Los resultados sugieren que la terapia cognitiva puede aumentar la
participación activa, la adhesión al tratamiento y la mejora en el funcionamiento cognitivo, lo
que conduce a mejores resultados terapéuticos (Pedrero-Pérez et al., 2010).

Basándonos en los hallazgos y la evidencia presentada en los textos de Pedrero-Pérez et al.


(2010), junto con la contribución de otros autores relevantes como Fals-Stewart y Lam )2009),
podemos argumentar que la inclusión de la rehabilitación cognitiva como parte integral del
tratamiento en el caso clínico sería una estrategia terapéutica significativa y respaldada por la
investigación. Los estudios revisados en estos textos demuestran que la adicción a sustancias
puede tener un impacto perjudicial en las funciones cognitivas de los individuos, lo que a su
vez afecta negativamente su participación en el tratamiento y su recuperación.

En el caso clínico, el paciente presenta dificultades cognitivas, como olvidar las tareas del
tratamiento, comprender las instrucciones y mantener la motivación. Estos desafíos son
precisamente los que la rehabilitación cognitiva se ha diseñado para abordar. La evidencia
presentada sugiere que, al incorporar estrategias de rehabilitación cognitiva en el tratamiento,
es probable que el paciente experimente mejoras significativas en su funcionamiento cognitivo.
Este resultado no solo facilitaría la realización de tareas terapéuticas, sino que también podría
aumentar su compromiso con el tratamiento y su capacidad para tomar decisiones informadas
sobre su recuperación.

En última instancia, considerando el respaldo de Pedrero-Pérez et al. (2010), Fals-Stewart y


Lam (2009) y otros autores, se puede afirmar que la integración de la rehabilitación cognitiva
en el plan de tratamiento del paciente en el caso clínico puede contribuir sustancialmente a
mejorar su recuperación de la adicción y a superar los desafíos cognitivos que dificultan su
progreso. Este enfoque respaldado por la investigación ofrece una estrategia prometedora para
abordar las complejas necesidades de los pacientes con adicciones y, en última instancia,
mejorar sus perspectivas de recuperación. (Pedrero-Pérez et al., 2010; Fals-Stewart y Lam,
2009)
Referencias Bibliográficas

American Psychiatric Association. (2014). DSM-5: Manual diagnóstico y estadístico de los


trastornos mentales.

Arias, J. M. C., & Pérez, L. F. C. (2021). Adicción a heroína: estrategias de intervención. SUJETOS,
126.

Beck, A. T., & Dozois, D. J. (2011). Cognitive therapy: current status and future directions.

Beck, A. T., Wright, F. D., Newman, C. F. y Liese, B. L. (1999). Terapia cognitiva de las
drogodependencias.

Beck, J. S., & Beck, A. T. (2011). Cognitive Behavior Therapy: Basics and Beyond.

Brown, A. R. (2018). A systematic review of psychosocial interventions in treatment of opioid


addiction. Journal of Social Work Practice in the Addictions, 18(3), 249-269.

Caballero, J. J. (1971). La juventud europea actual: comparación entre una encuesta española y
una encuesta italiana.

Carpena-Niño, M. G., Cuesta-García, & Madroñero-Miguel, B. (2022). Conocimiento y Uso de


las Herramientas de Evaluación del Modelo de Ocupación Humana por Terapeutas
Ocupacionales en España: Artículo de investigación.

Cazares, R. R., Silva, L. C. P., García, F. L., Flores, A. A. F., & Saucedo, I. C. (2022). Programa de
intervención cognitivoconductual en jóvenes con problemas por abuso de drogas.
Revista Electrónica de Psicología Iztacala, 25(2), 568-588.

Chavarri, N., & Galleguillos, S. (2017). Descripción de la volición de las madres de niños
prematuros en la unidad de cuidados intensivos de neonatología.

Cruz Marín, I., Murcia Zorrilla, M. D. P., & Orejuela Gómez, J. J. (2021). Significación atribuida a
la experiencia de consumo adictivo de heroína en sujetos no institucionalizados en
comunidad terapéutica.

Darke, S., Torok, M., & Ross, J. (2017). Developmental trajectories to heroin dependence:
Theoretical and clinical issues. Journal of Applied Social Psychology, 47(3), 165-171.
de las Heras, C. G., Geist, O. R., Kielhofner, O. G., Li, Y., & Abelenda, J. (1998). VOLICIONAL (VQ).

De Morais, J., Brandt, S. D., Jorge, R., Christie, R., Gallegos, A., Sedefov, R., & Evans-Brown, M.
(2020). EMCDDA technical report on the new psychoactive substance methyl 2-{[1-(4-
fluorobutyl)-1H-indole-3-carbonyl] amino}-3, 3-dimethylbutanoate.

de Sola Gutiérrez, J., Valladolid, G. R., & de Fonseca, F. R. (2013). La impulsividad:¿ Antesala de
las adicciones comportamentales?.

Degenhardt, L., Whiteford, H. A., Ferrari, A. J., Baxter, A. J., Charlson, F. J., Hall, W. D., ... & Vos,
T. (2013). Global burden of disease attributable to illicit drug use and dependence:
findings from the Global Burden of Disease Study 2010. The Lancet, 382(9904), 1564-
1574.

DiClemente, C. C. (2003). Addiction and change: How addictions develop and addicted people
recover.

Ellis, A. (1962). Reason and Emotion in Psychotherapy.

Fernández Miranda, J. J., Portilla, G. G., Martínez, S., Gutierrez Cienfuegos, E., & Bobes Garcia,
J. (2001). Consumo de drogas ilegales y alcohol antes ya lo largo de 6 años de
mantenimiento con metadona y variables relacionadas. Adicciones (Palma de
Mallorca), 179-188.

Fernández-Catalina, P., & Ballesteros-Pérez, F. (2017). La rehabilitación psicosocial de personas


con trastorno mental: un modelo para la recuperación e integración comunitaria.

FUNIBER (2007). Diagnóstico e intervención en conductas de riesgo y adicciones. España.

Gallardo Molpeceres, E. (2022). Plan individualizado de rehabilitación: abordaje de una


persona con desafío volicional severo desde una perspectiva ocupacional.

Goldstein RZ, Volkow ND. (2022). Drug addiction and its underlying neurobiological basis:
Neuroimaging evidence for the involvement of the frontal cortex. Am J Psychiatry 2002;
159: 1642-52.

González, J. M. M., & García, A. V. (2012). Evolución de las creencias nucleares relacionadas con
la adicción en drogodependientes con y sin trastornos de personalidad.
González, J. M., García, A. V., & Iglesias, E. B. (2012). Estudio exploratorio del impacto de las
creencias nucleares relacionadas con la adicción en el consumo tras la abstinencia.

Grohman K, Fals-Stewart W. (2009) Computer-assisted cognitive rehabilitation with substance-


abusing patients: effects on treatment response. J Cogn Rehabil 2003; 21: 2-9.

Guía de Bolsillo de la Clasificación CIE-10: Clasificación de los Trastornos Mentales y del


Comportamiento (2000). Ed. Médica Panamericana.

Janis, I. L., & Mann, L. (1977). Decision making: A psychological analysis of conflict, choice, and
commitment.

Keegan, E. (2012). Perspectiva cognitivo-conductual del abuso de sustancias. Intersecciones


Psicológicas, 3, 5-8.

Kerr, D., Dietze, P., & Kelly, A. M. (2008). Intranasal naloxone for the treatment of suspected
heroin overdose. Addiction, 103(3), 379-386.

Lado, G. C., & Grondona, J. (2012). Creencias asociadas al consumo en pacientes adictos a
sustancias. Tercera presentación.

Linehan, M. M. (1993). Cognitive-behavioral treatment of borderline personality disorder.

López-Torrecillas, F., Salvador, M., Verdejo, A., & Cobo, P. (2002). Autoeficacia y consumo de
drogas: una revisión.

Martínez Ribera, M. (2018). Adaptación del cuestionario OGQ a la población española (OGQ-E).

McWhirter, P. T., Florenzano U, R., & Soublette L, M. P. (2002). El modelo transteorico y su


aplicación al tratamiento de adolescentes com problemas de abuso de drogas.

Miller, W. R., & Rollnick, S. (2012). Motivational interviewing: Helping people change.

Miranda, J. J. F., & Cienfuegos, E. G. (2005). Trastornos de personalidad y dependencia de


heroína: una relación por determinar. Adicciones, 17(2), 95-110.

Murcia, M., & Orejuela, J. (2014). Las comunidades teoterapéuticas y psicoterapéuticas como
tratamiento contra la adicción a SPA: una aproximación a su estado del arte. Revista
CES Psicología, 7 (2), 153-172.
Noto, A. R., & Galduróz, J. C. F. (1999). O uso de drogas psicotrópicas e a prevenção no Brasil.
Ciência & Saúde Coletiva, 4, 145-151.

Olarte, J. M. N., López, M. D. C. F., Jiménez, M. C., Isac, M. S., Aznar, C. P., Garzón, M. L. S., &
Méndez, S. G. (2018). Manejo de conductas aberrantes inducidas por opioides en una
consulta externa de «cuidados paliativos precoces». Medicina Paliativa, 25(3), 175-183.

Orejuela, J., & Patiño, J. (2016). De la psicoterapia a la teoterapia: Murcia, Mau oretives res
pecta lal proceso feoterapéutico en personas adictas a sustancias psicoactivas con
experiencia previa en psicoterapia.

Pedrero Pérez, E. J. (2002). Atribuciones en drogodependencias.

Pedrero-Pérez, E. J., Rojo-Mota, G., Ruiz-Sánchez de León, J. M., Llanero-Luque, M., & Puerta-
García, C. (2011). Rehabilitación cognitiva en el tratamiento de las adicciones.

Peral Gómez, P. (2017). Equilibrio Ocupacional en Estudiantes de Terapia Ocupacional.

Prochaska, J. O., & DiClemente, C. C. (1983). Stages and processes of self-change of smoking.

Prochaska, J. O., DiClemente, C. C. (1983). Stages and processes of self-change of smoking:


Toward an integrative model of change.

Prochaska, J. O., Velicer, W. F., Rossi, J. S., Goldstein, M. G., Marcus, B. H., Rakowski, W., ... &
Rossi, S. R. (1992). Stages of change and decisional balance for 12 problem behaviors.

Revelo Tapia, J. S. (2013). Analisis Psicometrico de una prueba prototipo de personalidad Coop-
A (cuestionario ocupacional pentafactorial de la personalidad) para la poblacion
ecuatoriana.

Rollnick, S., & Miller, W. R. (1995). What is motivational interviewing?

Rollnick, S., & Miller, W. R. (1995). What is motivational interviewing?

Sánchez-Hervás, E., Gradolí, V. T., & Gallús, E. M. (2004). Un modelo de tratamiento


psicoterapéutico en adicciones.
Smith, R. J., & Aston-Jones, G. (2012). Orexin/hypocretin 1 receptor antagonist reduces heroin
self-administration and cue-induced heroin seeking. European Journal of Neuroscience,
35(5), 798-804.

Tobar, R. A. T. (2017). Abuso de sustancias psicoactivas. Modelo y terapia cognitiva.

Ustárroz, J. T. (2012). Cognición social en adicciones.

Veilleux, J. C., Colvin, P. J., Anderson, J., York, C., & Heinz, A. J. (2010). A review of opioid
dependence treatment: pharmacological and psychosocial interventions to treat opioid
addiction. Clinical psychology review, 30(2), 155-166.

Velicer, W. F., DiClemente, C. C., Rossi, J. S., & Prochaska, J. O. (1985). A decisional balance
measure for assessing and predicting smoking status.

Vettore, G. P., Braga, M. L., Prado, M. D. D., & Caldeira, S. R. D. S. L. (2022). Impulsividade versus
Autocontrole do Comportamento Adicto a partir do filme'Requiem for a Dream',
segundo a Análise do Comportamento.

Wright, F. D., Beck, A. T., Newman, C. F., & Liese, B. S. (1993). Cognitive therapy of substance
abuse: theoretical rationale. NIDA research monograph, 137, 123-123.

También podría gustarte