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y esclerosis múltiple
por el D R . O RLANDO G ARCEA
Jefe del Departamento de Enfermedades Demielinizantes del Servicio de
Neurología del Hospital Ramos Mejía. Miembro del Comité Médico Asesor de EMA.
Hombres y mujeres
Por lo general, las disfunciones sexuales en la EM están asociadas a
los trastornos esfinterianos. Esto obedece a que las vías nerviosas se
encuentran íntimamente relacionadas, determinando que el com-
promiso neurológico de una de ellas casi siempre involucre a la otra.
Los cambios que se registran dentro del sistema nervioso con moti-
vo de la enfermedad constituyen la primera causa de disfunción se-
xual en ambos sexos.
◗ Entre las mujeres, los problemas más frecuentes son la falta
de deseo sexual, la disminución en la lubricación vaginal
y la ausencia de orgasmo.
◗ En cuanto a los hombres, la disfunción eréctil es la alteración
más común, aunque también se observan eyaculación precoz
o retardada, además de falta de interés sexual.
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EM, a pesar de lo cual se puede sitoria o definitiva luego de con-
afirmar que, tanto en hombres traída la enfermedad. El grado
como en mujeres, alrededor de de discapacidad también resul-
un 70% presentan algún tipo tará un elemento condicionan-
de trastorno o modificación en te en el desarrollo de una dis-
su sexualidad de manera tran- función sexual.
Dialogar honestamente
Un problema relativamente frecuente se plantea cuando la pare-
ja sexual de la persona con EM es además su cuidador. Ambos
pueden tener dificultades en adaptarse a la situación de cuidador
o enfermo y más tarde, a la de compañero sexual.
En la medida de lo posible, la persona encargada de los cuidados
o ayuda a la persona con EM no debería ser su pareja. Situacio-
nes de este tipo pueden generar sensación de dependencia y tam-
bién de vergüenza, que pueden finalmente producir resentimien-
to entre los miembros de la pareja.
La aparición de la EM en la vida de una persona puede ser causa
de angustia, cambios en el humor o depresión que suelen expre-
sarse a través de una pérdida del deseo sexual o la sensación de
que la persona ya no resulta deseable para su pareja; mientras
tanto, ésta puede sentirse rechazada, con el consiguiente enojo.
Esto llevará al aislamiento de ambas partes, provocando situacio-
nes angustia y resentimiento.
Sólo una conversación abierta y honesta ayudará a resolver estas
situaciones.
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erección eficaz. Y su eficacia ha utilizada bajo control médico.
sido demostrada recientemen- ■ En la mujer, la disminución
te, en un estudio realizado en de la lubricación vaginal pue-
un grupo de hombres con EM de llevar a una relación sexual
que padecían trastornos en la no placentera e inclusive dolo-
erección. De todas formas, rosa. Este problema puede ser
existen algunas contraindica- fácilmente resuelto con la
ciones para su uso (sobre todo aplicación de un gel lubrican-
de indole cardiológicas), que te soluble en agua previo al ac-
determinan que sólo puede ser to sexual.
Disminución de la sensibilidad
En cuanto a la disminución de quirirse telefóni-
la sensibilidad en el área geni- camente o por La aplicación
tal, puede constituir un proble- correo, mante- de un gel
ma tanto en el hombre como niendo de este lubricante
en la mujer. Esto puede llegar a modo la privaci- resuelve
compensarse a través de un es- dad. Siempre se- fácilmente
tímulo más vigoroso, ya sea ma- rá necesario un la disminución
nual o con el uso de vibradores. diálogo abierto de lubricación
Este tipo de instrumentos debe- y sincero con vaginal.
rían ser seriamente considera- la pareja sexual,
dos para incrementar la sensi- tratando de bus-
bilidad de la zona genital. car áreas erógenas alternativas
En la actualidad pueden ad- capaces de generar placer.
Diversos recursos
En algunas personas la actividad sexual puede verse comprome-
tida de manera indirecta por la presencia de síntomas como fati-
ga, trastornos de los esfínteres, dolor o espasmos musculares,
que son habituales en la EM.
◗ Frecuentemente la falta de deseo o la incapacidad de sostener una
actividad sexual se deben a la fatiga. La utilización de medicamen-
tos como la Amantadina, la Pemolina o el Modafinil pueden dismi-
nuir la sensación de fatiga. Si esto no resulta, puede planearse la ac-
tividad sexual para un momento del día como la mañana, en que
se dispone de mayor energía, así como adoptar posiciones que re-
sulten menos fatigosas durante el acto sexual.
◗ Un mejor control de la vejiga puede conseguirse evitando ingerir lí-
quidos unas horas antes de la actividad sexual y tratando de eva-
cuar la vejiga con anterioridad.
◗ En ocasiones, una medicación anticolinérgica puede reducir la ne-
cesidad de micciones muy frecuentes, aunque deberá tenerse en
cuenta que ésta u otras drogas pueden ser causa de disminución en
el rendimiento sexual. Siempre deberá consultarse al médico sobre
esta posibilidad.
◗ Medicamentos como la tizanidina o el baclofén pueden ser admi-
nistrados previamente para evitar la aparición de espasmos muscu-
lares que puedan interferir con el acto sexual.
Distintos síntomas de la EM pueden influir en el rendimiento se-
xual de la persona, pero se pueden tratar enérgicamente con el
fin de manejar las limitaciones físicas y lograr un estado de con-
fort que permita una actividad sexual plena.
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les a alcanzar. rían considerar a los trastornos
Los médicos Otras expresio- de sexualidad como un sínto-
deberían nes de la sexua- ma de la enfermedad que me-
abordar más lidad como ca- rece suficiente consideración
directamente ricias, besos, e importancia como para ser
el tema de la actitudes eróti- consultado con los profesio-
sexualidad con cas y diversos nales sin sentirse avergonza-
sus pacientes. estímulos se- dos. Por nuestra parte, los mé-
xuales sólo son dicos deberíamos abordar más
consideradas directamente el tema de la se-
como pasos previos y no como xualidad sin temor a que esto
sexo real. sea interpreta-
En este punto, una vez más do como una
conviene recordar que los inte- intromisión en Es necesario
grantes de la pareja deberían la vida íntima y posible que la
adoptar una actitud más abier- de nuestros pa- pareja aprenda
ta y estar dispuestos a descubrir cientes. a hablar
nuevas formas de brindar y re- La consulta sinceramente
cibir placer como un medio de profesional, el en torno de sus
compensar limitaciones sexua- diálogo con la dificultades
les, sin sentirse avergonzados pareja y con sexuales.
ni con temor al ridículo. La se- otras personas
xualidad, como proceso en per- afectadas por la
manente cambio y adaptación, EM, además de la búsqueda de
requiere de cada miembro de la información sobre sexualidad,
pareja un permanente esfuerzo permitirá resolver los proble-
y dedicación para encontrar for- mas que puedan presentarse y,
mas de nutrir y mantener la in- de este modo, continuar man-
timidad. teniendo una vida sexual acti-
Las personas con EM debe- va y plena.
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Los tres pasos de la respuesta
sexual
¿De qué depende la respuesta sexual normal? De estímulos de di-
verso origen (táctiles, visuales, emocionales) que llegan al cere-
bro y generan una respuesta en forma de señales eléctricas que
determinan la excitación y la respuesta sexual. Los estímulos son
transmitidos desde el cerebro, pasando por la médula espinal,
para llegar finalmente a los órganos sexuales. Como vemos, esta
vía nerviosa es lo suficientemente larga como para que un proce-
so desmilienizante en algún nivel pueda llegar a comprometer su
funcionamiento, provocando una especie de “cortocircuito”.
Existen evidencias de otro centro sexual ubicado en la parte baja
de la médula espinal. Si este centro permanece íntegro podrían
producirse respuestas sexuales “reflejas”, como por ejemplo una
erección en el hombre ante un estímulo apropiado.
◗ Deseo
◗ Orgasmo.
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Planificación familiar
y esclerosis múltiple
por el D R . J ORGE C ORREALE
Jefe de la Sección Neuroinmunología y Enfermedades Desmielinizantes,
departamento de Neurología, Instituto de Investigaciones Dr. Raúl Carrea, FLENI.
Presidente del Comité Médico Asesor de EMA.
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1 ¿Puedo tener un hijo obstante, en este como en
si sufro de EM? otros aspectos del desarrollo
En general, la decisión de tener personal, el esfuerzo de adap-
un hijo deberá basarse en una tación, junto con el apoyo fa-
serie de factores personales, fa- miliar, puede contribuir a su-
miliares y económicos. perar las dificultades y desem-
Dado que la EM no afecta peñar una vida activa y satis-
la fertilidad, esta decisión no factoria.
deberá basarse únicamente en
la presencia de EM en uno de ■
2 ¿Puede la EM afectar
los miembros de la pareja: la mi embarazo?
misma es absolutamente in- La EM no afecta el curso del em-
dividual y deberá valorarse en barazo, el trabajo de parto, o el
relación a las necesidades de la parto en sí mismo.
pareja, además de los recur- Por otra parte, esta enferme-
sos familiares y económicos. dad no se ha visto asociada con
La futura e hipotética apari- un incremento en la incidencia
ción de un nuevo brote de la de embarazos ectópicos, abor-
enfermedad puede limitar la tos espontáneos, malformacio-
capacidad de atención o de- nes fetales o complicaciones du-
dicación hacia los hijos. No rante el trabajo de parto.
El factor hereditario
La EM no es una enfermedad hereditaria. Es posible transmitir
cierta susceptibilidad a contraer la enfermedad, pero de todas
formas esta transmisión está relacionada a múltiples genes. Por
sí sola, no implica que el recién nacido desarrolle EM.
El riesgo de contraer la enfermedad en un niño gestado por una
madre portadora de EM es del 3% durante el transcurso de su vi-
da. Si el padre es el portador de la enfermedad, el riesgo es de al-
rededor de un 2%. Estas cifras son mayores a las observadas en la
población general, donde el riesgo de padecer EM es de alrede-
dor de 0.1%.
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3 ¿Puede el embarazo riesgo es 3 veces
empeorar mis síntomas mayor al obser- La EM no afecta
asociados a EM? vado en cada pa- por sí misma
Hasta 1950 se consideró que el ciente fuera del la capacidad de
embarazo presentaba un efec- período de em- la madre para
to negativo sobre el curso de la barazo. Por lo amamantar
EM, y por lo tanto se aconseja- tanto, es aconse- a su bebé.
ba evitarlo. Estudios posterio- jable planear el
res demostraron que los nueve período postpar-
meses de gestación (particular- to para recibir adecuada ayuda
mente el segundo y tercer tri- en el cuidado del recién nacido
mestre) se asocian con un des- si fuera necesario.
censo en las posibilidades de Las mujeres con EM deberían
nuevos brotes. El embarazo pro- contar con 3 meses de licencia
tege contra la EM. postparto, si fuera posible. Has-
Probablemente, esta obser- ta hace algunos años, a fin de
vación refleje el hecho de que disminuir el riesgo de exacerba-
la gestación es un estado natu- ciones en esta etapa, sólo se po-
ral de inmunosupresión. Facto- día sugerir un adecuado reposo
res maternos, placentarios y fe- y aliviar el estrés postparto. Ac-
tales combinados producen tualmente es aconsejable, ade-
una regulación de la respuesta más, que las flamantes mamás
inmunológica en EM, la cual es comiencen a recibir medica-
probablemente mediada por los ción inmunomoduladora den-
cambios hormonales propios tro de la primera semana pos-
del embarazo o bien por una se- terior al parto.
rie de proteínas inmunoregula-
doras asociadas a la gestación. ■
4 ¿Puede mi disabilidad
Por el contrario, durante los incrementarse como
primeros 3-6 meses posteriores resultado del embarazo?
al parto, entre el 20 y el 40 % de Nuestro conocimiento actual
las mujeres experimentan nue- sobre EM sugiere que el embara-
vos ataques o empeoramiento zo no afecta la disabilidad a lar-
de los síntomas previos. Este go plazo de la EM.
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5 ¿Puede la interrupción mar la decisión
del embarazo afectar más adecuada El trabajo
mis síntomas? para cada pa- de parto debe
Por sí mismo, el padecimiento ciente. Deberá ser similar
de EM no es una indicación pa- considerarse la al de cualquier
ra finalizar el embarazo. Existe posibilidad de otro embarazo.
un riesgo de exacerbación de la recibir esteroi-
enfermedad luego de la inte- des durante el
rrupción del embarazo, inde- trabajo de parto y el parto mis-
pendientemente del momen- mo, si la paciente ha recibido
to de la gestación en el cual se corticoesteroides durante más
realiza. Los abortos terapéuti- de 2 semanas en el año previo.
cos o espontáneos son seguidos
de un incremento del riesgo de ■
7 ¿Qué anestésicos
exacerbación de la enferme- son seguros durante
dad, similar al observado en el el trabajo de parto
postparto de un embarazo a tér- o cesárea?
mino. Las opciones son similares a las
de la población general. El uso
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6 ¿Puede la EM afectar de anestesia peridural se ha in-
mi parto? crementado tanto durante el
El trabajo de parto debe ser si- trabajo de parto como durante
milar al de cualquier otro emba- la cirugía de pacientes con EM.
razo. En términos generales, las No obstante, no existen eviden-
pacientes con EM pueden tener cias que demuestren una ma-
un parto por vía vaginal como yor seguridad de la anestesia pe-
cualquier otra mujer. No obstan- ridural comparada con la anes-
te, esta aseveración debe ser to- tesia general.
mada con cautela en aquellas
pacientes con disabilidad im- ■
8 ¿Puedo amamantar
portante, o con fatiga que limi- a mi bebé si tengo EM?
te su trabajo de parto. Esta enfermedad no afecta por
En todos los casos, el trabajo sí misma la capacidad de la ma-
conjunto de obstetras, aneste- dre para amamantar a su bebé.
sistas y neurólogos facilitará to- No obstante, las pacientes que
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comienzan a recibir tratamien- terrumpir la lactancia, dado que
to inmunomodulador en el estas drogas pueden vehiculizar-
postparto inmediato deben in- se a través de la leche materna.
Planificación familiar
La planificación familiar en pacientes con EM debe considerar
dos grupos de cuestiones.
◗ Por una parte, hay que tomar en cuenta el impacto en el corto pla-
zo: embarazo, post-parto, lactancia y salud del recién nacido. En los
párrafos previos hemos procurado dar respuesta a las dudas más
frecuentes que se generan con respecto a estos temas.
◗ El segundo grupo de cuestiones está referido a la evolución de
la enfermedad y su impacto en el largo plazo. Con frecuencia,
pacientes con EM desean conocer cómo podrán desempeñar sus
tareas maternas/paternas en un futuro. Sin lugar a dudas, estas
cuestiones son más difíciles de responder, dado que la EM es
una enfermedad impredecible en su curso y sintomatología.
Por tal razón, en estas instancias los médicos se deben manejar
con cifras que expresan tan sólo la posibilidad y no una certeza
absoluta.
En referencia a la evolución de la enfermedad, la pareja debe ser
estimulada a considerar la siguientes cuestiones:
◗ La seguridad económica y emocional futura.
◗ La forma en la cual desean llevar a cabo su maternidad/paternidad
futura cada uno de los integrantes de la pareja.
◗ La flexibilidad existente en el cumplimiento de los diferentes roles
en el ámbito familiar
La consideración de estas diferentes cuestiones permitirá arribar
a distintas conclusiones, dado que cada persona y cada pareja se-
guramente tendrá respuestas diferentes.
El conocimiento de todos estos factores en su conjunto permiti-
rá que cada pareja pueda tomar por sí misma la decisión perso-
nal de tener un hijo.
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Anticoncepción
Cualquiera de los métodos anticonceptivos utilizados por otras
mujeres puede utilizarse durante el curso de EM. La elección del
mejor método deberá discutirse con el profesional ginecólogo y
adaptarse a cada paciente en particular.
Al momento actual, si bien distintos componentes hormonales pa-
recen tener efecto sobre el curso de la enfermedad, no existen evi-
dencias de que el uso de anticonceptivos orales modifique el ries-
go de desarrollar EM o aumente la frecuencia de exacerbaciones.
De igual manera, no existen evidencias que demuestren que la
utilización de dispositivos intrauterinos (DIU) pudiera desencade-
nar reacciones inmunológicas indeseables en pacientes con EM.
La elección deberá basarse en adoptar el método más efectivo y
fácil de ser instrumentado para cada paciente.
No existen datos que indiquen que el uso de inmunomodulado-
res en hombres pueda determinar la aparición de alteraciones en
el recién nacido. Por lo tanto, no se sugiere interrumpir su utili-
zación durante la búsqueda de un embarazo.
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