Epístolas Generales | - SBM

Trabajo Práctico N°1

Julian Emanuel Porto Pettinicchi

19 de Agosto de 2023
Julian Emanuel Porto Pettinicchi

Introducción
1. Santiago
2. Pedro
3. Juan
4. Judas

Preguntas a responder: ¿Quiénes fueron? - ¿Su vida antes de conocer a Jesús? - ¿Su vida durante
el ministerio de Jesús? - ¿Su vida durante el tiempo de la iglesia primitiva? - ¿Episodios bíblicos
destacados del escritor? - ¿Cómo murieron? - Otros datos que se encuentren.

Santiago:
Santiago es el autor de la epístola llamada con su mismo nombre, es reconocido en la
biblia también con el nombre de Jacobo y por ser el medio hermano de Jesús. Por razones
lógicas, fué judio, residente de Galilea, puntualmente Nazaret, ya que era hijo directo de José y
Maria. Es muy probable que haya hablado araméo y griego, ya que en Galilea se encontraba una
ruta comercial importante, además su epístola está escrita en un excelente griego. Como oficio,
es seguro que aprendió el de su padre Jose, carpintería. Además gracias a 1 Corintios 9:5 se
deduce que tuvo esposa.

El hecho de ser medio hermano de nuestro Señor Jesús, le permitió haber compartido con Él
toda su niñez, adolescencia y probablemente juventud adulta, incluso llegando a trabajar juntos
con su padre José (hipótesis). Es necesario remarcar que Santiago en un principio no creyó en
Cristo, esto se puede interpretar gracias a Marcos 3:21; donde probablemente llegó a calificar a
Jesús como un loco, además encontramos una generalización en Juan 7:5 de cómo sus
hermanos no creían en Él. Entonces según registros bíblicos en un principio, se encuentra con un
Santiago incrédulo e incluso blasfemo, ya que el título de loco hacia Jesús no es el más
apropiado hacia su persona.

La pregunta que todos se hacen si conocen solo hasta esa parte de la historia es; ¿En
qué momento Santiago pasa de ser un incrédulo, a seguidor de Jesús y escritor de una carta

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cristocéntrica, que luego se convertiría en Epístola? Para responder esa pregunta es necesario
aclarar que los evangelios no dan registro de que Santiago o alguno de sus hermanos haya
creído en Jesús como el mesías. Es recién en el libro de Hechos, en el capítulo 1 verso 14, que la
biblia da señal de un Santiago creyente en la verdad, ya que estaba reunido entre los 120
creyentes que se encontraban en el aposento alto esperando la promesa del Espíritu Santo. No
se sabe cuándo fué el momento exacto de quiebre en su incredulidad, pero los teólogos estiman
que fue luego de la muerte, resurrección y tal vez ascensión del Mesías. Esto se afirma gracias a
las palabras del apóstol Pablo en 1 Corintios 15:7 donde dice “Luego apareció a Jacobo”.

Literalmente en el momento exacto del surgimiento de la iglesia primitiva, Santiago

estuvo presente y fue parte de dicho acontecimiento, no como un vidente únicamente, sino
como un fiel creyente del Señor Jesucristo. Ese momento no fué el pináculo de su vida cristiana,
sino que fue solo el comienzo de un aumento progesivo. Varios versículos del libro de Hechos y
algunos en Gálatas, dejan en evidencia la función importante que Dios encargó a Santiago,
quedando éste como un pilar fundamental en el liderazgo de la iglesia de Jerusalén. Por
ejemplo: Santiago fué el mediador en un conflicto preeminente en la iglesia primitiva, el de la
salvación por gracia pero sin dejar ciertas prácticas de la ley como la circuncisión de lado. A
causa de ese conflicto, se realizó el primer concilio entre los apóstoles, Bernabé y líderes de la
iglesia, en donde Santiago fué el mediador, como autoridad de la iglesia de Jerusalén en quién
estaba focalizado el liderazgo. Posiblemente, diez años después de ese concilio, cuando Pablo
llega a la iglesia de Jerusalén antes de ser juzgado por Roma, la biblia dice que “Santiago y
todos los ancianos de la iglesia de Jerusalén se congregaron”, es decir que incluso diez años
después del primer concilio, Santiago seguía siendo el líder de la iglesia. Su epístola, destaca el
buscar la justicia, de hecho la tradición conoce a Santiago como Santiago el justo. El enfoque de
su carta era el crecimiento en la sabiduría de la iglesia, una sabiduría que se reflejaba en lo
práctico y no solamente en lo intelectual.

Finalmente, respecto a su muerte, la tradición afirma que en el año 65 d/c fue martirizado.
Comenzando todo con un arresto bajo la autoridad del sanedrín, fue acusado de quebrantar la
ley mosaica y condenado a morir. La historia que corrió a lo largo de los siglos, dice que fué
arrojado del borde del templo, apedreado y golpeado ferozmente en el piso. Uno de los
registros que habla de esto es una cita, que alude a Clemente de Alejandría, que registra
Eusebio de Cesarea en su escrito llamado “La historia de la iglesia” o “Historia eclesiástica”. En
este documento histórico, en la cita que se realiza se dice lo siguiente respecto a Santiago;
“quien fue arrojado desde el parapeto y golpeado hasta la muerte con una porra;”

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Pedro:
Gracias a lo que se registra a lo largo de los evangelios, se sabe con certeza que Pedro
antes de conocerse con dicho nombre, era llamado Simón hijo de Jonás únicamente. Es recién
en su llamamiento como discípulo que es renombrado por Jesús como Cefas (arameo) o Pedro
(griego). Otros de los datos que se conocen con seguridad son que, por razones obvias, Pedro
era judio, de la ciudad Galilea, nacido en Betsaida y con el oficio de pescador. Gracias a Mateo
8:14, Marcos 1:29-31 y Lucas 4:38 se entiende que este vivía en Capernaum, estaba casado y SU
SUEGRA VIVÍA CON ÉL al tiempo de comenzar el ministerio con Jesús. Además la tradición
basada en un escrito de Clemente de Alejandría, tenía hijos. Sin embargo, no hay recursos
fidedignos que aseguren eso.

Algo que es innegable, es la preeminencia de Pedro durante el ministerio de Jesús y el

surgimiento de la iglesia primitiva; o esto es lo que los evangelios y el libro de los hechos dejan
registrado. Para ejemplificar este punto, se puede utilizar como argumento el hecho de que en
los evangelios sinópticos, al hacerse mención de los doce apóstoles, en todas las listas se
comienza nombrando a Simón Pedro. Fue también quien en reiteradas ocasiones hizo de vocero
de los demás apóstoles (Juan 6:68, Mateo 16:16, Mateo 14:28, Mateo 17:4, Mateo 26:33),
respondiendo a Jesús antes que cualquier otro de los discípulos. Es por esto último que Jesús
en muchas ocasiones, en medio de todos los discípulos, se dirigía en diálogo exclusivamente a
él. Como argumento extra, durante el ministerio de Jesús, se puede destacar que Pedro fue
espectador de momentos clave del ministerio de Jesús; como por ejemplo la transfiguración en
el monte de los olivos (Mateo 17:1), la resurrección de la hija de Jairo (Mateo 5:37,40), el momento
de oración y angustia de Jesús en Getsemaní (Mateo 26:37). En el surgimiento de la iglesia
primitiva, luego de la llenura del Espíritu Santo, Pedro fué el primero de los apóstoles en predicar
(Hechos 2:14) y el primero, junto a Juan, en realizar un milagro sobrenatural como levantar a un
cojo en nombre del Señor (Hechos 3:6). Otra razón para interpretar cierto grado de preeminencia
en los relatos bíblicos es que; Pablo en 1 Corintios 9:5 hace una mención especial a Pedro en
una misma oración donde hace alusión a todos los apóstoles, también en Gálatas 2:9 es
reconocido por ser una columna en la iglesia de Jerusalén. En el caminar de la iglesia, Hechos
10:10-16 describe que fue quien recibió una visión para confirmar algo tan trascendental, como
que el evangelio podía y debía ser predicado también a los gentiles. Se puede registrar una
ocasión en la que fué encarcelado por el rey Herodes a causa de predicar el evangelio, en
Hechos 12:4, pero fué liberado de manera milagrosa por un ángel del Señor. Su primera epístola,
se escribió con el fin de consolar a la iglesia, la cual era fuertemente perseguida hasta la muerte.
Buscaba enseñar cómo vivir de manera victoriosa en medio de la hostilidad, sin perder la
esperanza, sin amargarse, mientras esperaban a su Señor. En cambio su segunda epístola fue

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escrita con el fin de exhibir, estorbar y derribar la manifestación de los falsos maestros dentro de
la iglesia.

Respecto a su muerte, únicamente se puede hablar según la tradición, la cual está

basada en la palabra de los padres de la iglesia católica. Estos afirman que Pedro fué martirizado
por el mandato de Nerón, cabeza abajo por petición propia, en el circo de la colina vaticana,
Roma.

Juan:
El apóstol Juan, también escritor del evangelio de Juan y el libro de Apocalípsis.
Conocido como hermano menor de Santiago e hijo de Zebedeo, nativo de Galilea. Su madre es
mencionada en Mateo 20:20, no con un nombre exacto, pero estudiosos consideran que pudo
haber sido Salomé, la cual también era seguidora de Jesús. Trabajaba con el oficio de pescador,
de hecho fue en ese contexto en el cual el Señor (arameo), que significa hijo del trueno (griego),
probablemente haciendo referencia a su personalidad intensa y extrovertida. Diferentes teólogos
consideran que Juan tenía entre 16 y 19 años al momento de ser llamado por Jesús; llegan a esta
teoría a causa de que:

1) Juan trabajaba con su hermano mayor y su padre, esto da un indicio de que era aún
bastante jóven.
2) Escribió el libro de apocalipsis en los años 90 aproximadamente.
3) Fué el último de los apóstoles en morir y era poco común que en aquella época las
personas vivieran tanto tiempo.

Al igual que el apóstol Pedro, Juan estuvo en momentos claves del ministerio de Jesús,
tales como; en la resurrección de la hija de Jairo, en la transfiguración de Jesús, y en el huerto de
Getsemaní. Se puede observar su carácter impulsivo, por el cual Jesús lo apodó “hijo del trueno”,
en Marcos 9:38 cuando le prohibieron a otro hombre expulsar demonios en nombre de Jesús.
También en Lucas 9:54, donde tuvieron la intención junto a su hermano Jacobo de hacer
descender fuego del cielo para consumir al pueblo samaritano. Otro de los datos interesantes
acerca de Juan, se puede observar a lo largo del evangelio con su mismo nombre, esto es el
título autorreferencial que escoge para su persona, el cual es “el discípulo amado”. Algunas
preguntas que surgen al leer eso son tales como: ¿Por qué se denomina a sí mismo de esa
manera? ¿Es posible que Jesús lo haya amado más que al resto de discípulos? Una postura
adoptada por algunos teólogos es que Juan tenía un corazón de amor, él amaba y era amado.
Con eso en mente, sumado al proceso de transformación y perfeccionamiento por el cual pasó a
lo largo de su vida mediante la gracia de Cristo, se entiende que él busca destacar que era
amado por Cristo a pesar de sus equivocaciones a lo largo de su caminar con Jesús. Estas

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equivocaciones pueden ser el momento en el cual quiso quemar a los samaritanos, o cuando
demandó un lugar en el reino de los cielos que no le correspondía demandar. Juan busca
destacar y festejar la gracia de Cristo, hacia su persona.

Hay un registro en la biblia en el momento de la crucificción de Jesús, que involucra a

Juan de una manera muy llamativa. Esto está en Juan 19:27, donde Jesús dice “he ahí tu madre”.
Podemos ver como la responsabilidad de cuidar a Maria, es estirada hacia Juan, más allá de un
lazo sanguíneo. A continuación el mismo versículo afirma “y desde aquella hora el discípulo la
recibió en su casa.”, la tradición afirma que Juan se mantuvo en Jerusalén hasta que Maria, la
madre de Jesús, murió. También se puede decir que Juan basa su teología en el amor, el amor
en diversas formas y maneras; tanto de Dios hacia la humanidad, de la humanidad hacia Dios y
de la humanidad hacia sí misma. En lo que respecta a la iglesia primitiva, al parecer Juan era
reconocido y destacado en esta al igual que Pedro, ya que en Hechos 1:13 Juan está en segundo
lugar de la lista de los que se encontraban en el Aposento Alto. También en Hechos es
reconocido junto a Pedro en distintas ocasiones destacables luego de pentecostés, estas son: La
sanidad del cojo de nacimiento (Hechos 3), el discurso de Pedro al pueblo en el pórtico de
Salomón (Hechos 3), el momento de hablar ante el sanedrín (Hechos 4). No se sabe mucho de
su participación en la iglesia primitiva, sin embargo gracias a Gálatas 2:9 se puede interpretar
que fué parte del liderazgo fundamental en la iglesia de Jerusalén al menos durante un tiempo.

Algunos teólogos consideran que su destino luego de estar en Jerusalén fué por Efeso,
donde lideraba la iglesia allí. Finalmente se conoce que Juan fué expulsado a la isla de Patmos,
donde murió alrededor del año 98 d/C. La tradición comparte que una de las frases que él
repetía de manera constante en su vejez era “Hijitos míos, amaos unos a otros”.

Judas:
La biblia no brinda demasiado información de este Judas en particular, el cual los
teólogos, a diferencia de los estudiosos de la antigüedad, afirman que es el medio hermano de
Jesús, hijo de José y de Maria. Pero algo que sí puede afirmarse, es que es el hermano de
Santiago, el mismo que fué líder fundamental en la iglesia de Jerusalén y escritor de la epístola
con su nombre. Esto ya atribuye bastante información de su vida previamente al ministerio de
Jesús e incluso a su muerte, resurrección y ascensión. Judas aparentemente al igual que su
hermano, no creyó que Jesús fuera el Mesías. El hecho de haber vivido con un hombre que no
cometió pecado, puede dar lugar a pensar que hubo cierto grado de irritabilidad de su parte.
Aparentemente la familiaridad con su medio hermano, lo llevó a no creer o desestimar a Cristo
durante su ministerio, incluso posiblemente siendo partícipe de las opiniones que parte de su
familia tenía hacia Jesús, las cuales lo tildaron como “fuera de sí” o en otras palabras, loco. Esto

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habilita la pregunta qué es ¿Cómo pasa de la incredulidad a escribir una epístola? ¿Dónde está el
punto de quiebre en su falta de fe? Algo que podemos saber, es que la incredulidad fué
derribada, gracias a lo que este declara en Judas 1:1 “SIERVO DE JESUCRISTO”. Se entiende que
al igual que su hermano, luego de la ascensión de Jesús, este creyó. Algunos creen que
después del pentecostés, se convirtió en un maestro viajero y misionero de los creyentes
judio-cristianos. No se conocen más datos fidedignos de este autor.