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Rosario de las Lágrimas

de la Virgen Dolorosa
ORACIÓN

¡Oh! Jesú s crucificado, postrados a


tus pies, te ofrecemos las lá grimas de
tu Santísima Madre, que te
acompañ ó con ardiente y compasivo
Amor, en el Doloroso camino de la
Cruz. Concédenos, oh Buen Maestro,
que sigamos de todo corazó n, las
enseñ anzas que por medio de sus
lá grimas nos ha dado, para que,
cumpliendo con tu Santísima
voluntad en la tierra, nos hagamos
dignos del honor de alabarte en el
cielo por toda la eternidad. Amén.
(Este rosario, se rezará en el rosario
de 7 misterios, que corresponde a los
7 dolores de la Santísima Virgen y
que se compone cada uno de siete
Jaculatorias.)

En lugar del Padre Nuestro se dirá:


V/. Oh Jesú s, mira las lá grimas de
quien tanto te amó en la tierra,
R/. Y que te ama aú n má s
ardientemente en el cielo.

En lugar del Ave María se dirá (7


veces):
V/. Oh Jesú s, oye nuestras oraciones.
R/. Por las lá grimas de tu Santísima
Madre.
PRIMER MISTERIO
La profecía de Simeón

PRIMER DOLOR: Me compadezco, ¡oh


Madre de Dolores!, por la aflicció n que
sufrió tu tierno corazó n, en la profecía
del santo anciano Simeó n.
V/. Oh Jesú s, mira las lá grimas de quien
tanto te amó en la tierra,
R/. Y que te ama aú n má s
ardientemente en el cielo.
V/. Oh Jesú s, oye nuestras oraciones.
R/. Por las lágrimas de tu Santísima
Madre.
SEGUNDO MISTERIO
La huida de Egipto

SEGUNDO DOLOR: Me compadezco,


¡oh Madre de Dolores!, por aquellas
angustias que tu sensibilísimo corazó n
sufrió en la huida a Egipto, y en tu
estancia en aquella tierra de idó latras.
V/. Oh Jesú s, mira las lá grimas de quien
tanto te amó en la tierra,
R/. Y que te ama aú n má s
ardientemente en el cielo.
V/. Oh Jesú s, oye nuestras oraciones.
R/. Por las lágrimas de tu Santísima
Madre.
TERCER MISTERIO
El niño perdido en el templo

TERCER DOLOR: Me compadezco, ¡oh


Madre de Dolores!, por aquellas
afanosas ansias que tuvo tu solícito
corazó n, en la pérdida tu amado Jesú s.
V/. Oh Jesú s, mira las lá grimas de quien
tanto te amó en la tierra,
R/. Y que te ama aú n má s
ardientemente en el cielo.
V/. Oh Jesú s, oye nuestras oraciones.
R/. Por las lágrimas de tu Santísima
Madre.
CUARTO MISTERIO
María se encuentra con Jesús
camino al Calvario

CUARTO DOLOR: Me compadezco, ¡oh


Madre de Dolores!, por aquella
consternació n que tu maternal corazó n
sintió al encontrarte con Jesú s, cuando
llevaba la cruz.
V/. Oh Jesú s, mira las lá grimas de quien
tanto te amó en la tierra,
R/. Y que te ama aú n má s
ardientemente en el cielo.
V/. Oh Jesú s, oye nuestras oraciones.
R/. Por las lágrimas de tu Santísima
Madre.
QUINTO MISTERIO
Jesús muere en la cruz

QUINTO DOLOR: Me compadezco, ¡oh


Madre de Dolores!, por aquel martirio
que tu generoso corazó n padeció ,
asistiendo a la agonía de Jesú s en la
Cruz.
V/. Oh Jesú s, mira las lá grimas de quien
tanto te amó en la tierra,
R/. Y que te ama aú n má s
ardientemente en el cielo.
V/. Oh Jesú s, oye nuestras oraciones.
R/. Por las lágrimas de tu Santísima
Madre.
SEXTO MISTERIO
María recibe el cuerpo de Jesús
al ser bajado de la Cruz

SEXTO DOLOR: Me compadezco, ¡oh


Madre de Dolores!, por aquella herida
que tu compasivo corazó n sufrió en la
lanzada que abrió el costado de Jesú s,
he hirió su amabilísimo corazó n.
V/. Oh Jesú s, mira las lá grimas de quien
tanto te amó en la tierra,
R/. Y que te ama aú n má s
ardientemente en el cielo.
V/. Oh Jesú s, oye nuestras oraciones.
R/. Por las lágrimas de tu Santísima
Madre.
SÉPTIMO MISTERIO
Jesús es colocado en el sepulcro
SÉPTIMO DOLOR: Me compadezco, ¡oh
Madre de Dolores!, por aquel intenso
dolor que tu amantísimo corazó n
experimentó en la sepultura de Jesú s.
V/. Oh Jesú s, mira las lá grimas de quien
tanto te amó en la tierra,
R/. Y que te ama aú n má s
ardientemente en el cielo.
V/. Oh Jesú s, oye nuestras oraciones.
R/. Por las lágrimas de tu Santísima
Madre.
ORACIÓN
¡OH María! Madre del Amor, del dolor y
de la compasión, te rogamos que unas
nuestras oraciones con las tuyas, para
que Jesú s, tu Hijo Divino a quien
invocamos, oiga nuestras sú plicas, en
nombre de tus lágrimas maternales, y
nos conceda la paz que tan ardiente
buscamos, para que así podamos
obtener la corona de la vida eterna.
Amén.
Las lá grimas de la Madre de nuestro
Señ or Jesucristo. ¿Quién podrá
resistirse a ella? Nadie, ni siquiera
aquel que es autor de la vida.
Cuando las tormentas, las ansiedades
y dolores llenen nuestro corazó n,
elevemos nuestros pensamientos a
Dios. Por las lá grimas de su Santísima
Madre, ablandaremos má s su Corazó n
Divino.
ORACIÓN FINAL

Tus lá grimas, ¡Oh Virgen Inmaculada!,


tienen un valor inmenso ante el trono
del Omnipotente, por lo tanto, te
ruego que me concedas la gracia que
necesito para vencer al espíritu del
mal, para que por el amor
Misericordioso del Señ or pueda
hacerme digno del favor que tan
ardientemente solicito para mi
santificació n. ¡Oh que afortunado y
feliz seré entonces!

PLEGARIA DE LOS SIETE DOLORES


1. Cuando me halle cercana a la agonía,
sin fuerza y pérdida la razó n,
ampá rame tu amor, Virgen María, por
la espada que hirió tu corazó n.
Dios te salve María…
2. Cuando satá n me tienda crueles
lazos, intentando perder el alma mía,
ocú ltame piadosa entre tus brazos. No
me dejes un punto en aquel día.
Dios te salve María…
3. Cuando mis ojos al ver el crucifijo
no queden eclipsados y sin luz, haz, ¡Oh
Madre! que en mi alma esté fija la
memoria del que expiró en la cruz.
Dios te salve María…

4. Cuando mi boca, falta del aliento no


pueda tu santo nombre balbucir,
ruego ¡Oh Madre! por tu hondo
sentimiento, me asistas con tu gracia
hasta morir.
Dios te salve María…
5. Cuando solo me dejen los mortales
en total abandono y orfandad; Señ ora,
Tú consolará s mis males, por tu
angustia y amarga soledad.
Dios te salve María…
6. Cuando mi ú ltimo aliento de en el
mundo y se hunda mi espíritu ante
Dios, pueda hallarte en su juicio
tremebundo, en mi defensa suplicando
tú .
Dios te salve María…
7. Cuando por fin, mi cuerpo miserable
se encuentre envuelto en sábana
mortuoria, alcánzame de Dios, Madre
admirable que mi alma goce sempiterna
gloria.
Dios te salve María…
LETANÍAS DE LOS DOLORES DE
MARÍA SANTÍSIMA

Señ or Ten piedad de Nosotros


Cristo Ten piedad de Nosotros
Señ or Ten piedad de nosotros
Cristo Óyenos
Cristo Escúchanos
Dios Padre Celestial
Ten Piedad De Nosotros
Dios, Hijo redentor del mundo
Ten Piedad De Nosotros
Dios Espíritu Santo
Ten Piedad De Nosotros
Trinidad Santa que eres un solo Dios
Ten Piedad De Nosotros
Santa María Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios Ruega por…
Santa Virgen de las Vírgenes
Madre Crucificada
Madre de los Dolores
Madre bañ ada en lá grimas
Madre afligida
Madre abandonada
Madre Desolada
Madre privada de su hijo
Madre traspasada con una espada
Madre llena de angustias
Madre clavada con el corazó n en la cruz
Madre llena de tristezas
Fuente de lá grimas
Abismo de tribulaciones
Espejo de paciencia
Roca de constancia
Ancora de confianza
Refugio de los abandonados
Escudo de los oprimidos
Triunfadora de los incrédulos
Alivio de los desdichados
Remedio de los enfermos
Fuerza de los débiles
Puerto de los ná ufragos
Calma de las tempestades
Recurso de los afligidos
Terror de los Malvados
Tesoro de los fieles
Ojo de los profetas
Sostén de los Apó stoles
Corona de los Má rtires
Luz de los confesores
Consuelo de las viudas
Alegría de todos los santos.
Cordero de Dios que quitas el pecado
del mundo. Perdónanos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado
del mundo. Escúchanos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado
del mundo. Ten piedad de nosotros.

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