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38 D. Pincheira-Donoso
dificulta la elaboración de conclusiones MATERIAL Y MÉTODO
más definitivas acerca de su diversidad y
biogeografía (Pincheira-Donoso, 2006). Se estudiaron diversas poblaciones pro-
cedentes de Chile y Perú (ver apéndice),
Las contribuciones de Donoso-Barros cuyas características morfológicas,
(1966, 1970) han resultado de particular cromáticas y distribucionales permiten
interés para el entendimiento de la estruc- reconocer las formas P. gerrhopygus y P.
tura biológica de este linaje, establecien- inaequalis identificadas por Donoso-Ba-
do conclusiones consideradas como esen- rros (1966), Veloso y Navarro (1988) y
ciales para el desarrollo posterior de otros Capetillo et al. (1992). Los análisis com-
estudios. En un trabajo clásico, Donoso- parativos están desarrollados sobre tres
Barros (1970) señaló que P. inaequalis es tipos de caracteres: (i) coloración: varia-
un sinónimo de P. lepidopygus, mientras bilidad de los patrones en diferentes eta-
que el P. inaequalis referido anterior- pas del desarrollo ontogénetico; (ii)
mente para Chile por este mismo autor morfométricas: se analizaron las varia-
(Donoso-Barros, 1966) quedaba a la es- bles longitud hocico-cloaca (desde el ex-
pera de un estudio definitivo. Pese a ello, tremo del escudo rostral hasta el margen
Veloso y Navarro (1988) nuevamente anterior de la cloaca), y las variables
incluyeron a P. inaequalis en la derivadas longitud axila-ingle/longitud
herpetología chilena. Posteriormente hocico-cloaca, y longitud extremidad
Capetillo et al. (1992) estudiaron los li- posterior/longitud hocico-cloaca, de modo
mites distribucionales, fenotípicos y de cuantificar potenciales diferencias en-
citogenéticos entre P. gerrhopygus y P. tre las poblaciones identificadas como P.
inaequalis. Sin embargo, poco después, gerrhopygus y P. inaequalis, ya sea en
Núñez y Jaksic (1992) consideraron que base a su distribución o a sus patrones de
la forma reconocida por Capetillo et al. coloración (ver introducción; también
(1992) como P. inaequalis merecía un Capetillo et al., 1992); y (iii) distribución
análisis adicional, identificando a tal es- geográfica: las variables (i) y (ii) fueron
pecie como Phyllodactylus sp, a la espera analizadas bajo un contexto
de un estudio más detallado. biogeográfico, de modo de establecer si
El análisis de numerosas muestras de las diferentes morfologías descritas como
Phyllodactylus procedentes del sur de diagnósticas de ambas especies tienen
Perú, y de las áreas costeras, y de valles correlación con diferentes áreas de distri-
y desiertos interiores de las regiones bución (ver Capetillo et al., 1992), o si
Primera y Segunda de Chile, permiten aparecen sobrepuestas. Todas las varia-
dudar de los criterios de Capetillo et al. bles continuas fueron previamente trans-
(1992) y Veloso y Navarro (1988). Esto formadas a valores de logaritmo natural
sugiere suponer que las formas recono- (ln) con el objetivo de reducir los efectos
cidas como P. gerrhopygus y P. de la heterocedasticidad (Field, 2006).
inaequalis constituyen una única espe- Test posteriores de Shapiro-Wilk y
cie de amplia distribución. Kolmogorov-Smirnov permitieron esta-
blecer la distribución normal de los valo-
res estudiados (en todos los casos se obtu-
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Figura 1. Variación en el patrón de coloración de Phyllodactylus gerrhopygus procedentes de diferentes
localidades entre el sur de Perú y el norte de Chile. (a) Juveniles procedente de Iquique (Pri-
mera Región de Chile) mostrando el típico patrón “inaequaloide”, (b) Adulto procedente de
Tacna (Perú) mostrando el típico patrón “gerrhopygus”, (c) Juvenil “inaequaloide” procedente
de Calama (Segunda Región de Chile), (d) Adulto procedente de Calama, mostrando patrón
intermedio entre inaequalis y gerrhopygus, (e) Subadulto procedente de Pampa del Tamarugal
(Segunda Región de Chile) con patrón intermedio, y (f) Adulto procedente de Hornitos (norte
de Antofagasta, Segunda Región de Chile), con típico patrón “gerrhopygus”
Figure 1. Variation in the colour pattern of Phyllodactylus gerrhopygus from different localities between
Southern Peru and Northern Chile. (a) Juvenile from Iquique (First Region of Chile) showing
the “inaequaloid” pattern, (b) Adult from Tacna (Peru) showing the common “gerrhopygus”
pattern, (c) Juvenile “inaequaloid” from Calama (Second Region of Chile), (d) Adult from
Calama, showing intermediate pattern between inaequalis and gerrhopygus, (e) Subadult from
Pampa del Tamarugal (Second Region of Chile) with intermediate pattern, and (f) Adult from
Hornitos (north of Antofagasta, Second Region of Chile), with the common “gerrhopygus”
pattern
dorsal predominante en los adultos, defini- Región, agosto 1, 1980; (MNHN) 0666,
do por fina punteadura de distribución Antofagasta, Segunda Región, julio 1, 1980;
irregular, sin barras transversas aparentes. (MNHN) 0667, 0669-0675, 0677, 0679-0680,
Antofagasta, Segunda Región, enero 1, 1980;
Material estudiado. Chile: (MNHN) 0577, (MNHN) 0668, 0676, 0678, Antofagasta,
Antofagasta, Segunda Región, febrero 1, 1981; Segunda Región, diciembre 1, 1980; (MNHN)
(MNHN) 0662, 0663, Antofagasta, Segunda 1755, 1756, sin localidad precisa, sin fecha;
Región, octubre 1, 1980; (MNHN) 0664, (MNHN) 2857, entre el Valle de Lluta y el
Antofagasta, Segunda Región, septiembre 17, Valle de Azapa, Primera Región, agosto 9,
1980; (MNHN) 0665, Antofagasta, Segunda 1997; (MNHN) 3166-3172, Hornitos, Segun-
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de Perú. Material depositado en la colec- localidades el diseño del material es muy
ción de John P. Valladares (JPV) tiene variable, siempre situado en un gradiente
procedencia de esta misma localidad, sin continuo, con adultos irregularmente sal-
mostrar diferencias de diseño. Su presen- picados de marrón, y campo vertebral
cia en el Valle de Azapa, al sur de Lluta, inmaculado o provisto de una línea verte-
ha sido documentada por Donoso-Barros bral café negruzca muy conspicua y
(1966), existiendo en el material estudia- entrecortada, mientras que los infantiles
do (Apéndice) un grupo de especímenes suelen exhibir un patrón “inaequaloide”.
procedentes de esta área, que no muestran Los juveniles exhiben estados interme-
diferencias con el material peruano ni con dios de continuidad entre ambos extre-
aquel procedente de Lluta. Siguiendo por mos ontogenéticos (Figura 1). Existen
la costa chilena hacia el sur, la especie ha también infantiles con el diseño común
sido recolectada en Playa Corazones, al de los adultos, y adultos muy jóvenes con
sur de Arica, en la misma Región. En esta patrón todavía algo “inaequaloide”.
población los ejemplares adultos mues-
En territorio chileno, la especie se
tran un diseño de punteaduras dispuestas
extiende también por los valles desérticos
en forma irregular, sin patrón definido
y oasis interiores, entre los 20°S y los 22°
(Figura 1b, f), mientras que en los infan-
30’S, habitando el Valle de Mamiña (ma-
tiles el colorido es marcadamente
terial referido por Donoso-Barros, 1966).
“inaequaloide” (Figura 1a, c), con barras
Esta área constituye el límite septentrio-
transversas bien definidas y con los flan-
nal de distribución en los desiertos inte-
cos salpicados de matices blancos. Los
riores tarapaqueños. Más al sur, la espe-
ejemplares juveniles, muestran un diseño
cie es común en el Oasis de Pica y en La
intermedio entre adultos e infantiles (Fi-
Huayca, donde aparece caracterizada por
gure 1e). Donoso-Barros (1966) señaló
un diseño de pequeñas manchas oscuras
material de esta especie procedente de la
muy irregularmente dispuestas, semejan-
localidad de Colorado en Iquique y de la
te al de las poblaciones adultas de
Playa de Iquique, en la Primera Región.
Antofagasta, Hornitos y Tocopilla. A tra-
Más al sur, la especie es sumamente abun-
vés de la Pampa del Tamarugal, como
dante en Antofagasta, lugar de donde
ecosistema de continuidad biocenótica
procede una considerable fracción del
hasta el Río Loa, se extienden las pobla-
material de estudio. Capetillo et al. (1992)
ciones de Phyllodactylus, que alcanzan
utilizaron esta ciudad como referente para
hasta la localidad de Quillagua, zona por
estudiar su material atribuible a P.
donde atraviesa este río, ubicada al sur-
inaequalis. Entre las ciudades de
este del Salar de Llamara. Allí los ejem-
Antofagasta e Iquique la especie es bas-
plares muestran un diseño de salpicaduras
tante común en Tocopilla, al sur de los
irregulares muy finas, pudiendo fusionar-
22°S, en la Segunda Región, extendién-
se entre sí, asemejándose mucho a los
dose hasta la localidad costera de Hornitos,
adultos de la costa de Chile y a aquellos
al norte de Mejillones (23°S). Como ya se
del sur de Perú. Siguiendo hacia el oriente
dijo, Paposo marca el límite austral de
por el sistema del Loa, en la Segunda
distribución de esta forma. En todas estas
Región, estos geckos llegan hasta Calama,
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Inicialmente resulta muy necesario dis-
cutir acerca de los principios generales de
la nomenclatura utilizada por Capetillo et
al. (1992), quienes establecieron algunos
caracteres diagnósticos para diferenciar a
P. gerrhopygus y P. inaequalis (fide Do-
noso-Barros, 1966). Estos autores seña-
lan que la población distribuida en la
costa de Chile, entre Iquique y
Antofagasta, y ampliamente distribuida
por la costa peruana (área que incluye el
sistema biocenótico de Tacna), corres-
pondería a P. inaequalis, mientras que
aquella distribuida en “el interior de Figura 2. Distribución geográfica de Phyllodactylus
Iquique, tanto en los Oasis del desierto gerrhopyus (Wiegmann) en Chile y Perú
como en Mamiña, en la precordillera” y Figure 2. Geographic distribution of Phyllodactylus
en La Huayca (al noroeste de Pica) co- gerrhopyus (Wiegmann) in Chile and
Peru
rrespondería a P. gerrhopygus. Tales iden-
tificaciones resultan erróneas si se tiene
en consideración que la tierra típica de
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esta última especie es Tacna, en Perú de gerrhopygus de Capetillo et al. (1992)
(Donoso-Barros, 1970; Peters y Donoso- representan los extremos de tal variabili-
Barros, 1970), localidad situada al sur- dad ontogenética. Capetillo et al. (1992)
oeste de dicho país, muy próxima a la al establecer las distribuciones geográfi-
costa, e incluida dentro del rango geográ- cas de las dos especies que reconocieron,
fico descrito para la forma inaequalis por señalaron que P. gerrhopygus se distribu-
Capetillo et al. (1992), mientras que la tierra ye exclusivamente en los oasis y
típica de P. inaequalis corresponde a precordilleras al interior de Iquique, mien-
Pacasmayo, en el norte de Perú (Cope, tras que P. inaequalis se distribuiría en la
1876; Peters y Donoso-Barros, 1970; costa entre Iquique y Antofagasta, y en
Pincheira-Donoso, 2006). Por esto, hubiese Mamiña, al interior de Iquique, superpo-
resultado más razonable llamar P. niendo en esta última localidad su distri-
gerrhopygus a la forma que diferenciaron bución con P. gerrhopygus. El mapa de la
en la costa, y no a aquella aislada en los figura 6 de estos autores carece de especi-
desiertos y valles interiores, mientras que la ficaciones simbológicas, sin embargo, es
denominación de esta última hubiese gene- posible deducir que los círculos represen-
rado un marco de discusión de mayor exten- tan a P. inaequalis, los cuadrados a P.
sión, que pudiese haber puesto en duda la gerrhopygus y el triángulo a P. heterurus.
existencia de P. inaequalis en Chile. De esta manera, inaequalis y gerrhopygus
(fide Capetillo et al., 1992) serían espe-
Las extensas series de ejemplares es-
cies simpátricas en Mamiña y La Huayca,
tudiados de Chile y Perú (ver apéndice)
mientras que gerrhopygus estaría en
no permiten encontrar acuerdo con las
simpatría con heterurus, y no con
conclusiones de Capetillo et al. (1992),
inaequalis en Pica. Este esquema
dado que no es posible establecer un lími-
biogeográfico resulta bastante improba-
te entre las formas que denominan P.
ble, teniendo en cuenta que las poblacio-
inaequalis de aquellas que llaman P.
nes de Pica, Mamiña y La Huayca presen-
gerrhopygus. Según nuestras observacio-
tan como sistema de continuidad
nes, el diseño de inaequalis (fide Capetillo
distribucional con la costa la Pampa del
et al., 1992) aparece en la mayoría de los
Tamarugal, donde habita P. gerrhopygus,
ejemplares infantiles, y muy ocasional-
conectándose de esta forma con las po-
mente, y menos definido, en los juveniles
blaciones conespecíficas de Quillagua y
y adultos. Por otra parte, en los adultos
Calama, asociadas al Río Loa. Estas po-
predomina el diseño descrito por Capetillo
blaciones estarían a su vez conectadas
et al. (1992) y Donoso-Barros (1966)
entre sí por el mismo sistema límnico,
para gerrhopygus, que aparece menos
apareciendo como clara evidencia de aque-
representado en algunos infantiles. Los
llo la presencia de poblaciones continuas
ejemplares ontogenéticamente interme-
de Microlophus theresioides en Pica, Pam-
dios entre adultos e infantiles muestran
pa del Tamarugal y el sistema del Río
diseños “inaequaloides” difusos o de adul-
Loa, entre Calama y Quillagua. De hecho,
tos (Fig. 1). Esto permite reconocer un
incluso existe una población en los alre-
gradiente continuo entre infantiles y adul-
dedores de Antofagasta atribuible a esta
tos, en el que los patrones de inaequalis y
especie de tropidúrino, que se extendería
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AGRADECIMIENTOS DONOSO-BARROS, R., 1966. Reptiles de
El autor agradece en forma especial a Chile. Ed. Universidad de Chile,
Santiago. 458 pp.
Herman Núñez, Museo Nacional de His-
DONOSO-BARROS, R., 1970. Catálogo
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le, por permitir el examen de parte de las FIELD, A., 2006. Discovering statistics us-
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Contreras y Elvira Solar, quienes permi- don. 779 pp.
tieron un detallado estudio de la colec- NAVARRO, J., M. SALLABERRY, A
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