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Para el psicoanálisis la libido es la energía sexual que realza con placeres específicos
algunas funciones vitales como el comer, la regulación intestinal y el movimiento
corporal. "Sólo después de haber resultado exitosamente una cierta secuencia de esos
usos pregenitales de la libido, la sexualidad del niño(a) alcanza una breve genitalidad
infantil, que de inmediato se vuelve cada vez más latente, transformada y desviada,
pues la maquinaría genital sigue siendo inmadura y los primeros objetos del deseo
sexual inmaduro están prohibidos para siempre por el tabú universal del incesto".
(Erikson, Eric, 1993, p.53)
Fase oral
De esta coordinación entre madre e hijo(a) resulta una alta recompensa en términos de
placer libidinal. A través de la boca y el pezón se genera una atmósfera de calor y
mutualidad que ambos, madre e hijo(a), disfrutan plenamente y responden con la
relajación.
Al inicio, la pulsión sexual se satisface por medio de una función vital, la alimentación,
pero posteriormente adquiere autonomía y a través del chupeteo se satisface en forma
auto erótica.
En la segunda parte de esta fase "... la capacidad para asumir una actitud más activa y
dirigida, y el placer derivado de ella, se desarrollan y maduran (en el niño). Aparecen
los dientes, y con ellos el placer inherente a morder cosas duras, que no ceden a la
presión, en morder objetos blandos y en destrozar otros con los dientes..." (Erikson,
Eric, 1993, p.66).
Para Freud en esta primera fase la libido está vinculada con la necesidad de
mantenerse vivo mediante la succión de líquidos y la masticación de sólidos. Pero no
solo la ingestión de alimentos satisface la necesidad de respirar y crecer por medio de
la absorción. Estas formas de erotismo oral permiten el desarrollo de formas de
relación social: la capacidad de obtener y tomar. Estas son formas de autoconservación
necesaria para el ser humano en esta etapa de la vida.
Fase anal
El niño(a) debe aprender a cooperar con una persona más poderosa lo que provoca
experiencia nuevas de satisfacción y ansiedad. La satisfacción viene de cumplir los
deseo de sus padres, avisar y controlar. La ansiedad proviene de la vergüenza y la
desaprobación de los demás.
La función autoconservadora del erotismo anal está dada por el proceso de evacuación
de los intestinos y la vejiga y por el placer que provoca el haberlo hecho bien. Este
sentimiento de bienestar compensa, al inicio de esta fase, los frecuentes malestar y
tensiones padecidos por el niño(a), mientras sus intestinos aprenden a realizar su
función diaria.
Fase fálica
Es la "fase de organización infantil de la libido que sigue a las fases oral y anal y se
caracteriza por una unificación de las pulsiones parciales bajo la primacía de los
órganos genitales, pero a diferencia de la organización genital puberal, el niño o la niña
no reconocen en esta fase más que un solo órgano genitales, el masculino, y la
oposición de los sexos equivale a la oposición fálico – castrado..." (Laplanche, Jean y
Jean – Bertrand Pontalis, 194,9 p. 148).
En esta fase es vivido el Complejo de Edipo, más o menos entre los 3 y 5 años de
edad, su declinación señala el inicio del período la latencia. Este Complejo desempeña
un papel fundamental en la estructuración de la personalidad y en la orientación del
deseo sexual.
A esta edad los niños(as) inician una actividad masturbatoria. Pasan mucho rato
tocando sus genitales, no solo por el placer que les proporciona, sino porque lo han
descubierto y quieren explorarlo y conocerlo.
Por otro lado, el desarrollo de su inteligencia le posibilita hacer comparaciones entre las
cosas y clasificarlas. Puede diferenciar entre un genital y otro y agrupar en una misma
categoría a todos los que tienen pene y diferenciarlos de los que tienen vagina.
Empieza a clasificar a hombres y mujeres y él (ella) se incluye en uno u otro por
comparación. El descubrimiento del sexo lleva al niño(a) a explorar y conocer más.
Esto lo hace mediante dos formas:
Esta capacidad para imitar es adquirida por el niño y la niña no solo porque descubren
que pertenecen a un sexo sino porque es una forma de acceder al padre del sexo
opuesto. En su elaboración del Complejo de Edipo el niño y la niña "se dan cuenta" de
que pareciéndoseles al padre del mismo sexo pueden lograr que el padre del sexo
opuesto se "enamore" de él o ella. Cuando aparece la prohibición del incesto en la
relación padre – hija o madre – hijo y la castración como castigo, el (la) reprime su
deseo que el progenitor, para ya las características culturales y comportamentales que
caracterizan a cada sexo han sido adquiridas por el infante a través de la imitación.
Por esta razón no es necesario forzar a los niños (as) a que aprendan a ser hombres o
mujeres. Ellos mismos, en su proceso de imitación irán aprendiendo a hacerlo sin
necesidad de exigencias o imposiciones innecesarias. Lo importante es que los
modelos por imitar sean lo suficientemente adecuados.
Como en las etapas anteriores, la genital también agrega una modalidad de relación
social que es la conquista. El niño(a) aprende a conquistar, a competir, a insistir para
alcanzar una meta y esto le produce placer.
Período de latencia
Este período se ubica entre la fase fálica y la fase genital, se inicia más o menos entre
los 5 y 6 años de edad. Es un considerado como una etapa en la que se detiene la
evolución de la sexualidad, ya que hay una disminución de las actividades sexuales, se
desexualizan las relaciones de objeto y de los sentimientos (predomina la ternura sobre
los deseos sexuales), aparecen sentimientos como pudor y asco y aspiraciones
morales y estéticas, se intensifica la represión, lo que provoca una amnesia al inicio del
período, se transforma la libido hacia los objetos en identificación con los padres y se
dirige la energía sexual hacia otras actividades no sexuales como el estudio, el deporte,
etc.
A pesar de que hay una disminución de la actividad sexual siempre los(as) niños(as)
hablan de tener novio o novia y expresan sus preferencias al respecto. Este período se
inicia con la declinación del Complejo de Edipo.
Los primeros cinco años de la vida del niño están marcados por una intensa actividad
sexual, pero, a partir de los seis, el niño entra en una época de calma sexual llamada
latencia (Freud, 1905). Se entiende que durante los años de la primaria el niño está
menos interesado en lo sexual; aparecen sentimientos de pudor y aspiraciones
morales. Surgen mecanismos de defensa que le ayudan a manejar los conflictos
sexuales, a desarrollar tareas socialmente aceptadas y logros culturales.
Fase genital
En la adolescencia temprana los contactos son predominantes con jóvenes del mismo
sexo como una forma de reafirmar su identidad. Forman grupos del mismo sexo que
les permite compartir vivencias, ensayar y comentar conductas en relación con el sexo
opuesto y calmar sus temores e inseguridades en relación con estos contactos.
Algunas conductas presentadas por los adolescentes en esta etapa pueden aparecer
de corte homosexual, pero en realidad no lo son.
Las relaciones amorosas se inician con interés en el sexo opuesto, que será seguido
por un interés inconsciente o conciente de serle atractivo(a) a éste. "Posteriormente el
adolescente se enamora, primero de personas mayores a ellos y no disponibles..."
Estos amores no accesibles le brindan al joven la seguridad de que podrá explorar en
la fantasía todo lo que desee y sin que deba enfrentarse a la persona amada en la
realidad... Si los adultos se encargan de hacer que estos objetos amados se tornen
accesibles, pueden ocurrir una serie de importantes problemas psicológicos." (Miranda,
Delia, 1991, p. 66 – 67).
Para concluir el psicoanálisis a comprobado que las personas, aún las sanas
mentalmente, están trabadas en sus ciclos sexuales. En su intimidad, en sus relaciones
de pareja y en el coito se evidencias las huellas que ha dejado su paso por las fases
pregenitales. Sin embargo estas huellas no siempre son concientes y se dan en mayor
o menor grado en cada persona. Muchas personas "... Prefieren incorporar o retener,
eliminar o intrusar, antes que disfrutar de la mutualidad de los patrones genitales.
Muchos otros prefieren ser independientes o tener a alguien que dependan de ellos,
destruir o ser destruidos, antes que amar con madurez... No cabe duda de que un
juego sexual pleno es el mejor recurso para resolver los residuos pregenitales..."
(Erikson, Eric, 1993, p. 81)
Las etapas del desarrollo psicosocial de Erikson
Erik Erikson desarrolló, en la segunda mitad del siglo XX, una de las teorías más
populares e influyentes del desarrollo: la desarrollo psicosocial.
Las etapas del desarrollo psicosocial de Erikson
Las etapas del desarrollo psicosocial de Erikson responden a una teoría psicoanalítica
integral que identifica una serie de momentos por los que un individuo sano pasa a lo
largo de su historia vital. Cada etapa se caracterizaría por una crisis psicosocial de dos
fuerzas en conflicto.
Erikson, al igual que Sigmund Freud, creía que la personalidad se desarrollaba en una
serie de fases. La diferencia fundamental es que Freud se centró en las etapas
psicosexuales. Por su parte, Erikson se enfocó en el desarrollo psicosocial. Él estaba
interesado en cómo la interacción y las relaciones sociales desempeñaban un papel en
el crecimiento de los seres humanos.
Los niños que tienen éxito en esta etapa se sienten capaces y confiados para guiar a
otros. Aquellos que no logran adquirir estas habilidades es probable que se queden con
un sentimiento de culpa, dudas y falta de iniciativa.
La culpa es buena en el sentido de que demuestra la capacidad de los niños para
reconocer cuando han hecho algo mal. Sin embargo, la culpa excesiva e inmerecida
puede hacer que el niño descarte desafíos por no sentirse capaz de afrontarlos: el
sentimiento de culpa no deja de ser uno de los nutrientes más ricos del miedo.
En palabras de Papalia, Wendkos y Duskin: «los niños que aprenden cómo regular
esas pulsiones contrarias desarrollan la virtud del propósito, el valor de prever y
perseguir metas sin inhibirse demasiado por la culpa o el temor al castigo».
Así, los adolescentes configuran su identidad al solucionar tres problemas: escoger una
ocupación, adoptar valores y tener una identidad sexual satisfactoria. Cuando ellos
consiguen solucionar la crisis de esta etapa, desarrollan la virtud de la fidelidad. En el
ciclo vital completado, el autor indica que esta virtud puede estar asociada con la
identificación con ciertos valores, a una idolología, religión o grupo étnico.
La generatividad no es necesaria para que los adultos vivan. Sin embargo, la falta de
ella puede robar a una persona un mayor sentido de logro. En esta etapa la virtud que
se desarrollar es el interés por los demás, el cuidad. En el artículo citado al inicio, Nelso
Bordignon señala que es un sentimiento de responsabilidad que «transciende la
atención a la propia familia y trabajo. Un sentimiento de responsabilidad universal para
todos los hijos y por todo producto del trabajo humano».
Etapa 8. Integridad del ego vs. Desesperación (65 años en adelante): sabiduría
En la última parte de las etapas del desarrollo psicosocial de Erikson, las personas
pueden elegir la desesperación o la integridad. Pensemos que el envejecimiento es en
buena medida una acumulación de pérdidas que demandan compensaciones. Por otro
lado, aparece la sensación de que se ha dejado más tiempo atrás del que queda por
delante.
De esta mirada al pasado puede nacer la desesperación y la nostalgia en forma de
niebla o, por el contrario, la sensación de que las huellas dejadas, lo compartido y lo
logrado, ha merecido la pena. Una mirada u otra marcará de alguna manera lo que la
persona espere del futuro y del presente.
Las personas que alcanzan una visión íntegra de sus vidas no tienen problemas a la
hora de reconciliarse con aquella persona del pasado que quizá en algún momento no
supo estar a la altura. Reafirman el valor de su existencia y reconocen su importancia,
no solo para ellos mismos, sino también para otras personas. La virtud que las
personas desarrollan si resuelven la crisis es la sabiduría.
Para Erikson, esta virtud se basa en la aceptación de la vida que se ha tenido. Es no
entregarse a los «debería haber hecho…» o «podría haber sido…». Implica una
acogida incondicional de la existencia tal como fue y tal como está siendo aquí y ahora.
Una de las fortalezas de la teoría psicosocial es que proporciona un marco amplio
desde el cual ver el desarrollo a lo largo de toda la vida. También nos permite enfatizar
la naturaleza social de los seres humanos y la importante influencia que tienen las
relaciones sociales en el desarrollo.
Sin embargo, la teoría del desarrollo psicosocial de Erikson puede ser cuestionada
sobre si sus etapas deben considerarse como secuenciales, y solo ocurren dentro de
los rangos de edad que sugiere. Existe un debate sobre si las personas solo intentan
definir su identidad durante los años de la adolescencia o si una etapa no puede
empezar hasta haber cerrado completamente la anterior.
Una considerable debilidad de la teoría del desarrollo psicosocial de Erikson es que los
mecanismos exactos para resolver conflictos y pasar de una etapa a la siguiente no
están bien descritos o desarrollados. En este sentido, la teoría no detalla exactamente
qué tipo de experiencias son necesarias en cada etapa para resolver con éxito los
conflictos y pasar a la siguiente etapa.
Teoría del Aprendizaje de Jean Piaget.
Jean Piaget (1896 – 1980) fue un psicólogo, biólogo y epistemólogo suizo. Desarrolló
sus tesis en torno al estudio del desarrollo psicológico en la infancia y la teoría
constructivista del desarrollo de la inteligencia. De ahí surgió lo que conocemos como
la Teoría del Aprendizaje de Piaget.
Jean Piaget es uno de los más conocidos psicólogos del enfoque constructivista, una
corriente que bebe directamente de las teorías del aprendizaje de autores como Lev
Vygotsky o David Ausubel.
¿Por qué se dice que Piaget es constructivista? En términos generales, porque este
autor entiende el aprendizaje como una reorganización de las estructuras cognitivas
existentes en cada momento. Es decir: para él, los cambios en nuestro conocimiento,
esos saltos cualitativos que nos llevan a interiorizar nuevos conocimientos a partir de
nuestra experiencia, se explican por una recombinación que actúa sobre los esquemas
mentales que tenemos a mano tal como nos muestra la Teoría del Aprendizaje de
Piaget.
Jean Piaget sostiene que un esquema es una estructura mental concreta que puede
ser transportada y sistematizada. Un esquema puede generarse en muchos grados
diferentes de abstracción. En las primeras etapas de la niñez, uno de los primeros
esquemas es el del ‘objeto permanente’, que permite al niño hacer referencia a objetos
que no se encuentran dentro de su alcance perceptivo en ese momento. Tiempo más
tarde, el niño alcanza el esquema de ‘tipos de objetos’, mediante el cual es capaz de
agrupar los distintos objetos en base a diferentes “clases”, así como comprender la
relación que tienen estas clases con otras.
La idea de “esquema” en Piaget es bastante similar a la idea tradicional de ‘concepto’,
con la salvedad de que el suizo hace referencia a estructuras cognitivas y operaciones
mentales, y no a clasificaciones de orden perceptual.
Además de entender el aprendizaje como un proceso de constante organización de los
esquemas, Piaget cree que es fruto de la adaptación. Según la Teoría del Aprendizaje
de Piaget, el aprendizaje es un proceso que sólo tiene sentido ante situaciones de
cambio. Por eso, aprender es en parte saber adaptarse a esas novedades. Este
psicólogo explica la dinámica de adaptación mediante dos procesos que veremos a
continuación: la asimilación y la acomodación.
Con un marcado influjo de las ideas asociadas al darwinismo, Jean Piaget construye,
con su Teoría del Aprendizaje, un modelo que resultaría fuertemente controvertido. Así,
describe la mente de los organismos humanos como el resultado de dos “funciones
estables”: la organización, cuyos principios ya hemos visto, y la adaptación, que es el
proceso de ajuste por el cual el conocimiento del individuo y la información que le llega
del entorno se adaptan el uno al otro. A su vez, dentro de la dinámica de adaptación
operan dos procesos: la asimilación y la acomodación.
Asimilación
Acomodación
Equilibración
El método de Vygotsky
Los aportes dados por Vygotsky a la Psicología Evolutiva, representan una referencia
de gran relevancia en campos de la teoría evolutiva tales como: desarrollo
sociocognitivo de la primera infancia, aparición del lenguaje y la comunicación,
construcción del lenguaje escrito y otros aspectos. La perspectiva evolutiva de
Vygotsky es el método principal de su trabajo, señala que un comportamiento sólo
puede ser entendido si se estudian sus fases, su cambio, es decir; su historia
(Vygotsky, 1979). Este énfasis le da prioridad al análisis de los procesos, considerando
que el argumento principal del análisis genético es que los procesos psicológicos del
ser humano solamente pueden ser entendidos mediante la consideración de la forma y
el momento de su intervención durante el desarrollo. Analizó los efectos de la
interrupción y las intervenciones sobre ellos; dando lugar a las variantes del análisis
genético: el método genético-comparativo y el método experimental-evolutivo
(Vygotsky, 1979). La concepción del desarrollo sería incompleta sin la distinción y
articulación de los cuatro ámbitos en que aplicó su método genético: filogenético
(desarrollo de la especie humana), Vygotsky se interesa por las razones que permiten
la aparición de funciones psicológicas exclusivamente humanas (funciones superiores),
histórico sociocultural señala que este ámbito es el que engendra sistemas artificiales
complejos y arbitrarios que regulan la conducta social, ontogenético que representa el
punto de encuentro de la evolución biológica y sociocultural y microgenético (desarrollo
de aspectos específicos del repertorio psicológico de los sujetos), que persigue una
manera de estudiar in vivo la construcción de un proceso psicológico.
Pensamiento y Lenguaje
Vygotsky (1979), señala que todo aprendizaje en la escuela siempre tiene una historia
previa, todo niño ya ha tenido experiencias antes de entrar en la fase escolar, por tanto
aprendizaje y desarrollo están interrelacionados desde los primeros días de vida del
niño. Refiere dos niveles evolutivos: el nivel evolutivo real, que comprende el nivel de
desarrollo de las funciones mentales de un niño, supone aquellas actividades que los
niños pueden realizar por sí solos y que son indicativas de sus capacidades mentales.
Por otro lado, si se le ofrece ayuda o se le muestra cómo resolver un problema y lo
soluciona, es decir, si el niño no logra una solución independientemente del problema,
sino que llega a ella con la ayuda de otros constituye su nivel de desarrollo potencial.
Lo que los niños pueden hacer con ayuda de “otros”, en cierto sentido, es más
indicativo de su desarrollo mental que lo que pueden hacer por sí solos. Se demostró
que la capacidad de los niños, de idéntico nivel de desarrollo mental para aprender bajo
la guía de un maestro variaba en gran medida, e igualmente el subsiguiente curso de
su aprendizaje sería distinto. Esta diferencia es la que denominó Zona de Desarrollo
Próximo: “No es otra cosa que la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado
por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo
potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un
adulto o en colaboración con otro compañero más capaz.” (1979: 133). El nivel real de
desarrollo revela la resolución independiente de un problema, define las funciones que
ya han madurado, caracteriza el desarrollo mental retrospectivamente. La Zona de
Desarrollo Próximo define aquellas funciones que todavía no han madurado, pero que
se hallan en proceso de maduración, en este sentido se caracteriza el desarrollo mental
prospectivamente. La relación que establece Vygotsky entre aprendizaje y desarrollo se
fundamenta en la Ley Genética General, donde se establece que toda función en el
desarrollo cultural del niño aparece dos veces, o en dos planos. Primero aparece en el
plano social y luego en el plano psicológico. Primero aparece entre la gente como una
categoría intrerpsicológica y luego dentro del niño como una categoría intrapsicológica
(Werstch, 1988). De esta manera se considera que el aprendizaje estimula y activa una
variedad de procesos mentales que afloran en el marco de la interacción con otras
personas, interacción que ocurre en diversos contextos y es siempre mediada por el
lenguaje. Esos procesos, que en cierta medida reproducen esas formas de interacción
social, son internalizadas en el proceso de aprendizaje social hasta convertirse en
modos de autorregulación.
Se señalan tres ideas básicas que tienen relevancia en educación: a.) Desarrollo
psicológico visto de manera prospectiva. En el proceso educativo normalmente se
evalúan las capacidades o funciones que el niño domina completamente y que ejerce
de manera independiente, la idea es comprender en el curso de desarrollo, el
surgimiento de lo que es nuevo (desarrollo de procesos que se encuentran en estado
embrionario). La Zona de Desarrollo EDUCERE, ARTÍCULOS, AÑO 5, Nº 13, ABRIL -
MAYO - JUNIO, 2001 44 BEATRIZ CARRERA Y CLEMEN MAZZARELLA Próximo es
el dominio psicológico en constante transformación, de manera que el educador debe
intervenir en esta zona con el objeto de provocar en los estudiantes los avances que no
sucederían espontáneamente. b.) Los procesos de aprendizaje ponen en marcha los
procesos de desarrollo. La trayectoria del desarrollo es de afuera hacia adentro por
medio de la internalización de los procesos interpsicológicos; de este modo, si se
considera que el aprendizaje impulsa el desarrollo resulta que la escuela es el agente
encargado y tiene un papel fundamental en la promoción del desarrollo psicológico del
niño. c.) Intervención de otros miembros del grupo social como mediadores entre
cultura e individuo. Esta interacción promueve los procesos interpsicológicos que
posteriormente serán internalizados. La intervención deliberada de otros miembros de
la cultura en el aprendizaje de los niños es esencial para el proceso de desarrollo
infantil. La escuela en cuanto a creación cultural de las sociedades letradas desempeña
un papel especial en la construcción del desarrollo integral de los miembros de esas
sociedades.
Experiencias educativas.
EL APRENDIZAJE: DEFINICIÓN.
• Según Robbins, el aprendizaje es cualquier cambio de la conducta,
relativamente permanente, que se presenta como consecuencia de una
experiencia.
• Según Kolb, el aprendizaje sería la adquisición de nuevos conocimientos
a un grado de generar nuevas conductas.
TIPOS:
APRENDIZAJE ASOCIATIVO:
– Condicionamiento clásico: aprendizaje asociativo cuándo existen dos
acontecimientos.
– Condicionamiento operante: aprendizaje asociativo entre una respuesta y
sus consecuencias.
Tal y como hizo Lev Vygotsky, Albert Bandura también centra el foco de su estudio
sobre los procesos de aprendizaje en la interacción entre el aprendiz y el entorno. Y,
más concretamente, entre el aprendiz y el entorno social. Mientras que los psicólogos
conductistas explicaban la adquisición de nuevas habilidades y conocimientos
mediante una aproximación gradual basada en varios ensayos con reforzamiento,
Bandura intentó explicar por qué los sujetos que aprenden unos de otros pueden ver
cómo su nivel de conocimiento da un salto cualitativo importante de una sola vez, sin
necesidad de muchos ensayos. La clave la encontramos en la palabra "social" que está
incluida en la TAS.
La teoría se basa en que hay tipos de aprendizaje donde el refuerzo directo no es el
principal mecanismo de enseñanza, sino que el elemento social puede dar lugar al
desarrollo de un nuevo aprendizaje entre los individuos. Teoría del aprendizaje social
es útil para explicar cómo las personas pueden aprender cosas nuevas y desarrollar
nuevas conductas mediante la observación de otros individuos. Así pues, esta teoría se
ocupa del proceso de aprendizaje por observación entre las personas.
En la teoría del aprendizaje social de Albert Bandura elaborada el año 1977 se basa en
teorías del aprendizaje conductista sobre el condicionamiento clásico y el
condicionamiento operante. Sin embargo, añade dos ideas importantes:
Los procesos de mediación se producen entre estímulos y respuestas.
Conducta es aprendida desde el medio ambiente a través del proceso de
aprendizaje por observación.
Los conductistas, dice Bandura, subestiman la dimensión social del comportamiento
reduciéndola a un esquema según el cual una persona influye sobre otra y hace que se
desencadenen mecanismos de asociación en la segunda. Ese proceso no es
interacción, sino más bien un envío de paquetes de información de un organismo a
otro. Por eso, la Teoría del Aprendizaje Social propuesta por Bandura incluye el factor
conductual y el factor cognitivo, dos componentes sin los cuales no pueden entenderse
las relaciones sociales.
Aprendizaje y refuerzo.
Por un lado, Bandura admite que cuando aprendemos estamos ligados a ciertos
procesos de condicionamiento y refuerzo positivo o negativo. Del mismo modo,
reconoce que no puede entenderse nuestro comportamiento si no tomamos en
consideración los aspectos de nuestro entorno que nos están influyendo a modo de
presiones externas, tal y como dirían los conductistas.
Ambiente.
Ciertamente, para que exista una sociedad, por pequeña que esta sea, tiene que haber
un contexto, un espacio en el que existan todos sus miembros. A su vez, ese espacio
nos condiciona en mayor o menor grado por el simple hecho de que nosotros estamos
insertados en él.
Es difícil no estar de acuerdo con esto: resulta imposible imaginar a un jugador de
fútbol aprendiendo a jugar por sí sólo, en un gran vacío. El jugador refinará su técnica
viendo no sólo cuál es la mejor manera de marcar goles, sino también leyendo las
reacciones de sus compañeros de equipo, el árbitro e incluso el público. De hecho, muy
probablemente ni siquiera habría empezado a interesarse por este deporte si no le
hubiera empujado a ello una cierta presión social. Muchas veces son los demás
quienes fijan parte de nuestros objetivos de aprendizaje.
El factor cognitivo.
Sin embargo, nos recuerda Bandura, también hay que tener en cuenta la otra cara de
la moneda de la Teoría del Aprendizaje Social: el factor cognitivo. El aprendiz no es un
sujeto pasivo que asiste desapasionadamente a la ceremonia de su aprendizaje, sino
que participa activamente en el proceso e incluso espera cosas de esta etapa de
formación: tiene expectativas. En un contexto de aprendizaje interpersonal somos
capaces de prever los resultados novedosos de nuestras acciones (de manera
acertada o equivocada), y por lo tanto no dependemos totalmente del
condicionamiento, que se basa en la repetición. Es decir: somos capaces de
transformar nuestras experiencias en actos originales en previsión de una situación
futura que nunca antes se había producido.
Gracias a los procesos psicológicos que los conductistas no se han molestado en
estudiar, utilizamos nuestra continua entrada de datos de todos los tipos para dar un
salto cualitativo hacia adelante e imaginar situaciones futuras que aún no se han dado.
Aprendizaje vicario.
El pináculo del aspecto social es el aprendizaje vicario remarcado por Bandura, en el
que un organismo es capaz de extraer enseñanzas a partir de la observación de lo que
hace otro. Así, somos capaces de aprender haciendo algo difícilmente medible en un
laboratorio: la observación (y atención) con la que seguimos las aventuras de alguien.
¿Recuerdas las polémicas que se desatan periódicamente sobre la conveniencia o no
de que los niños y niñas vean ciertas películas o series de televisión? No son un caso
aislado: muchos adultos encuentran tentador participar en Reality Shows al ponderar
los pros y los contras de lo que les pasa a los concursantes de la última edición.
Un término medio.
En definitiva, Bandura utiliza su modelo de la Teoría del Aprendizaje Social para
recordarnos que, como aprendices en continua formación, nuestros procesos
psicológicos privados e impredecibles son importantes. Sin embargo, a pesar de que
son secretos y nos pertenecen sólo a nosotros, estos procesos psicológicos tienen un
origen que, en parte, es social. Es precisamente gracias a nuestra capacidad de vernos
a nosotros mismos en la conducta de los demás por lo que podemos decidir qué
funciona y qué no funciona.