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Así, la problemática que se cierne en torno a este ilícito, es tema del presente
análisis, el cual requiere de definiciones y conceptos precisos a fin de optimizar
su desarrollo y, posteriores conclusiones.
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funcionamiento de una empresa, configuran delitos económicos por la
actuación de un sujeto individual al interior de la propia empresa. Iniciaremos
este punto brindando algunos conceptos genéricos acerca de la persona
jurídica pues existen algunas teorías que pretenden definirla tales como la
teoría de la ficción y la teoría de la realidad. La primera de estas teorías califica
a la persona jurídica como un ser ficticio y que no existe sino para la realización
de fines jurídicos mientras que, la teoría de la realidad la considera como una
persona real colectiva formada por hombres reunidos y organizados en una
corporación que persigue fines que trascienden la esfera de los intereses
individuales, ello, a través de la común fuerza de voluntad y acción de sus
integrantes.
Por nuestra parte, opinamos que estas dos teorías resultan insuficientes para
poder luego arribar a una conclusión certera acerca de si debe recaer sobre la
empresa algún tipo de sanción penal, por dicha razón y para efectos prácticos,
vamos a preferir el concepto de PERSONA JURIDICA al de EMPRESA.
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el mercado. Ahora bien, un tema que nos interesa mucho discutir es el referido
a la trascendencia de la persona jurídica en la economía actual; sabemos que
la participación de los agentes en el mercado se rige por el Principio de
maximización de beneficios, es decir, que se busca el máximo beneficio al
menor costo posible.
Aceptando esta idea también debemos aceptar que uno de los medios más
eficaces para lograr este fin es actuar en el mercado a través de una persona
jurídica, puesto que la acumulación de capitales que se presenta en las
empresas permite evidentemente una mejor posición a la hora de ofertar o
demandar un bien o un servicio que la que podría tener otra empresa que
tenga menos capital acumulado o un sujeto que actúe en forma individual en el
mercado. Por ello no cabe duda en afirmar que la constitución de una persona
jurídica es el mejor medio de afrontar con éxito el competitivo mercado actual;
sin embargo, tampoco podemos ignorar que así como hay quienes utilizan a las
personas jurídicas dentro de los límites legales, también los hay quienes se
“encubren” detrás de una empresa para facilitar y desplegar una actividad
delictiva que transgrede el orden socio-económico y en donde la actividad del
principal responsable está ligada a la función que éste cumple al interior de la
empresa.
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cobrando importancia la noción de CRIMINALIDAD DE EMPRESA, como la
suma de todos los delitos que se cometen a partir de la actuación de una
empresa a tr avés de entidades colectivas. Esta categoría de criminalidad de
empresa establece entonces una frontera, por un lado, respecto de los delitos
económicos cometidos al margen de una actividad empresarial y del otro,
respecto de los delitos cometidos dentro de la empresa contra la empresa
misma o contra los miembros de ella.
a) ¿Hasta qué punto y bajo qué condiciones el que actúa realmente como
representante de una empresa puede ser perseguido por tal condición?
b) ¿Hasta qué punto y bajo qué condiciones puede ser responsable
penalmente la empresa misma?
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acusados ni ser enviadas a la cárcel, no siendo éstas las únicas razones que
abonan a favor de la tesis de que no es posible atribuir una responsabilidad
penal a las personas jurídicas; por consiguiente, que se debe recurrir en todo
caso, a la imposición de una sanción accesoria, civil o administrativa hacia la
empresa.
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La figura del “actuar por otro” nace entonces como una solución a la
imposibilidad de aplicar una sanción penal a la persona jurídica, por otro lado,
si se ha decidido sancionar a la persona natural no es porque ostente el cargo
de representante de la empresa sino porque es quien realiza finalmente la
acción prohibida en ejercicio del cargo que ostenta. Además, debemos tomar
en cuenta que son las personas naturales las autoras materiales del delito y
dejarlas impunes porque ya se impuso una pena a las empresas que
representan, constituiría una verdadera omisión en la represión del delito y de
sus autores.
Ahora bien, es obvio que ante la comisión de estos actos indebi dos se
presentan dificultades probatorias tales como, que se haga una tarea casi
imposible identificar a la persona natural responsable del delito cometido al
interior de la empresa para la cual actúa, por lo que en atención a esta
dificultad referida a individualizar a los órganos de gestión de la persona
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jurídica se aconseja admitir la responsabilidad penal de las personas jurídicas y
por lo tanto, aceptar la aplicación de sanciones a la propia empresa. En este
punto es importante señalar que el Artículo 95º de nuestro Código Penal
permite constituir a la persona jurídica o persona natural en cuyo nombre ha
actuado el funcionario o dependiente o representante respectivamente, en
tercero civil responsable asegurando así el pago de la reparación civil
corres pondiente.
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- Prohibición a la sociedad, asociación, fundación, cooperativa o comité de
realizar en el futuro actividades de la clase de aquellas en cuyo ejercicio se
haya cometido, favorecido o encubierto el delito. Esta prohibición podrá
tener carácter temporal o definitivo no pudiendo exceder los 5 años.
Algo importante a destacar es que cuando el Juez ordena imponer alguna de
estas medidas, debe ordenar también a las autoridades competentes que
dispongan la intervención de la persona jurídica en salvaguarda de los
derechos de los trabajadores.
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De otro lado, es necesario precisar que luego de verificar la calidad del sujeto
activo (socio fundador, miembro del Directorio, del Consejo de Administración,
del Consejo de Vigilancia, administrador o liquidador de la empresa) lo que hay
que verificar esencialmente, es cual o cuales de las modalidades descritas en
el Artículo 198º del Código Penal se han configurado. Para ello es primordial
disponer la realización de una PERICIA CONTABLE que permita determinar
con certeza si se han fraguado o falseado los balances o las partidas contables
de la empresa con el fin de omitir o consignar en su caso, beneficios o pérdidas
inexistentes. Esta pericia la dispone el Fiscal Penal decretando su realización a
la División Especializada de la Policía Nacional del Perú que resulte más
conveniente de acuerdo al caso que se presenta, pudiéndose recurrir a los
peritos contables que laboran en la División de Investigación de Estafas, la
Policía del Ministerio Público, la Dirección de la Policía Fiscal, etc.
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sólo a la propia persona jurídica sino también, a los terceros interesados, esta
pericia de valorización que se decreta cuando ya se ha iniciado el proceso
penal requiere de su ratificación a nivel judicial a fin de que ostente eficacia
probatoria; por su parte, la información que se pueda requerir a los Registros
Públicos ( Registro de Personas Jurídicas) es también muy importante ya que a
través de estos datos se puede detectar la modalidad descrita en el inciso 3)
del Artículo 198º del CP (Promover por cualquier medio fraudulento, falsas
cotizaciones de acciones, títulos o participaciones), ya que todo agregado o
información en tal sentido debe quedar registrado necesariamente en esta
entidad.
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