Las plantas son seres vivos que pertenecen a un reino de la
naturaleza llamado Planta, en el cual encontramos a una serie de organismos que no pueden desplazarse de un lugar a otro, y autótrofos, es decir, que producen su propio alimento a través del proceso de la fotosíntesis.
Las encontramos en parte importante de la superficie terrestre y
muchas veces las distinguimos por su color verde, por las llamativas flores que tienen algunas o por la gran variedad de formas y tamaños que pueden adquirir.
Están en todas partes: son parte de este grupo de organismos las
gramíneas de los campos de fútbol y de las plazas de la ciudad, los árboles de los parques y bosques, los arbustos con los que decoramos nuestros jardines, las flores con que adornamos la mesa del comedor, entre muchas otras.
Aunque las plantas son sumamente diversas, tanto en forma, como
en tamaño, modo de vida, clima, necesidades fisiológicas o tipo de reproducción, comparten un conjunto de características que permite agruparlas en la misma categoría de organismos.
Las plantas son organismos eucariotas pluricelulares, lo que
significa que están compuestos por células en cuyo interior hay “divisiones” o “compartimientos” rodeados por membranas que separan ciertos componentes del resto de elementos del citosol.
A dichos compartimientos los denominamos orgánulos celulares.
Como organismos eucariotas, su orgánulo más característico es el núcleo, que es el lugar de la célula donde se almacena el material hereditario conocido como ácido desoxirribonucleico o ADN.