Historia de Catamarca

A mediados del Siglo XVI, España descubrió la región cuando el capitán Diego de Almagro
buscaba un paso a Chile.

La primera fundación de Catamarca fue llevada a cabo por el capitán Juan Pérez de Zurita, en
el año 1558, en el Valle de Quimivil (departamento de Belén), con el nombre de San Juan dela
Riberade Londres, en homenaje a María Tudor, reina de Inglaterra y esposa de Felipe II, rey
de España.

Durante muchas décadas la ciudad fue atacada por los aborígenes y reconstruida en
reiteradas ocasiones.
Finalmente, el 5 de Julio de 1683, el conquistador Fernando de Mendoza y Mate de Luna
fundó una nueva ciudad, esta vez al pie del Cerro Ambato y a orillas del río del Valle. La llamó
San Fernando del Valle de Catamarca, nombre y ubicación geográfica que conserva hasta la
actualidad.

La provincia no era ajena a los cambios políticos que se producían en el país a partir de 1810.
Hacia 1817, unitarios y federales ya combatían en suelo catamarqueño.

Debido a esta situación de desgobierno, en 1820, el caudillo tucumano Bernabé Aráoz fundó
una nación independiente,la República Federaldel Tucumán, que comprendía los territorios
de Catamarca, Santiago del Estero y Tucumán.

Por ese motivo, los gobernadores de Salta y Santiago del Estero -Martín Güemes y Felipe
Ibarra, respectivamente- le declararon la guerra. Güemes decía que Aráoz le negaba el apoyo
para acabar con los realistas y decidió atacarla Repúblicadel Tucumán e invadir Catamarca.

Fue así como la provincia se separó y el 25 de agosto de 1821, bajo el mando del gobernador
intendente Nicolás Avellaneda y Tula, se declaró independiente y autónoma de sus
dominadores tucumanos.

Desde ese momento Catamarca vivió en una relativa tranquilidad. Logró unificarse en 1853,
cuando se sancionóla ConstituciónNacional.

En esa época surgió una de las figuras claves de los procesos políticos de la provincia: Fray
Mamerto Esquiú, gran defensor de los intereses regionales y cuya humildad fue el estandarte
de su vida franciscana.

En el año 1620, el español Manuel de Zalazar encuentra en la gruta dela Choya, la imagen de
una virgen de rostro moreno que era venerada por los aborígenes.La Virgendel Valle o
Morenita, como la llaman los catamarqueños, recibe todos los 8 de diciembre la visita de
numerosos peregrinos que le rinden culto.