Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
2/42
Se pide 39
Solución 39
Recursos 41
Bibliografía 41
Glosario. 42
3/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
I. Introducción
En esta unidad didáctica se sintetizan los aspectos más elementales de la especialidad de
toxicología, sobre todo en aquellos extremos en los que entronca con la investigación criminal y, más
específicamente, con la medicina legal.
Se puede suponer que en algún lugar del mundo primitivo el miembro de una tribu de la incipiente
humanidad se dio cuenta de los efectos de la exposición a diversas sustancias cuando otro miembro de
la tribu enfermó o murió al consumir alguna planta, hongo, mineral o animal. Este conocimiento
proporcionaría un gran poder con doble cara: la cara benigna, al permitir prevenir los efectos negativos,
y la cara maligna o habilidad para matar con los mismos efectos.
Esta verosímil hipótesis no escrita del comienzo de la toxicología sigue con muchos testimonios
documentados: se puede decir que cada época histórica ha tenido “su tóxico”, bien con fines positivos
(caza, exterminio de plagas, cura de enfermedades...) o bien con fines negativos, es decir, criminales.
Lo s grandes imperios mesopotámico y egipcio conocían y usaban los venenos incluso como
medios de ajusticiamiento legal. Conocían los glucósidos cianogénicos provenientes de la semilla de
melocotón. Además, su mitología estaba repleta de casos mortales por consumo de picadura de
escorpiones o mordedura de serpientes.
En Oriente se encuentran evidencias de investigación médica de venenos (de hecho, algunos autores
indican que la práctica del suttee o incineración de la viuda viva se instituyó para “desanimar” a la
cónyuge de un intento homicida).
Muchos nombres ilustres han ido dejando en la historia su conocimiento en toxicología, pero quizá el
más reseñable sea el de Mitrídates, rey de Ponto (en la moderna Turquía), que vivió alrededor del año
100 a. C. Como muchos de sus coetáneos, estaba preocupado por la idea de ser envenenado y
desarrolló un sistema de prevención o antidotismo que aún hoy se conoce como “mitridatismo”, a base
de consumir pequeñas dosis de diversos tóxicos.
Entre los pueblos precolombinos en América, tanto del norte como del sur, se conocían los
efectos del curare, estrofanto, ácaros o venenos de reptiles, sobre todo para emponzoñar las flechas.
4/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Los griegos fueron los que aportaron el término toxicon o flecha, ya que impregnaban las puntas de
sus flechas con venenos para incrementar la acción nociva. De ahí se ha derivado el término “tóxico”,
así como “intoxicación” o “toxicología”.
También en la Grecia clásica aparecen los primeros nombres de envenenadores, tales como Medea
(sacerdotisa de Hécate, que usaba la colchicina en el llamado “azafrán de los pantanos”) u Olimpia,
madre de Alejandro Magno, que se vio implicada en varias muertes por veneno; Hipócrates hacía jurar a
sus alumnos que nunca traficarían con venenos en su práctica médica.
Pero los griegos también usaron sumarialmente los venenos, llegando a tener el “veneno del Estado de
Atenas”, probablemente un compuesto de coniína, que terminó con la vida de Sócrates.
Los romanos clásicos documentaron una gran escalada de envenenamientos criminales, donde hay
que destacar a Locusta, envenenadora personal al servicio de Nerón. Livia, mujer de Augusto, usó la
belladona para eliminar a los enemigos.
Es en la Italia renacentista donde la toxicología mortal tiene sus “mejores” exponentes. Quien tenía
el mejor veneno tenía el poder y la riqueza. El llamado Consejo de los Diez, una organización
secretísima, en Venecia, dejó diversas recetas de venenos en las que los principales ingredientes eran el
arsénico, el cloruro de mercurio o sublimado corrosivo. Un guante, un perfume, una joya..., podían ser
vehículos de muerte, por lo que los poderosos se rodearon de catavenenos y de investigadores para
crear mejores medios de “deshacerse” de sus adversarios.
Nombres como los de Borgia se han convertido en sinónimos de envenenadores. La señora Giulia
Toffana produjo la llamada acqua Toffana con trióxido de arsénico que pudo matar a unas 600
personas. Los Medici introdujeron la venenosa pasión en Francia, donde prosperó dando “artistas” del
envenenamiento, como la marquesa de Brinvilliers, que, antes de ser ajusticiada, envenenó a muchas
personas con derivados de arsénico.
La democratización de la sociedad amplió el círculo del veneno, sacándolo del ámbito de los nobles
y quedando en manos de la población general. Lo cual impulsó el desarrollo de la toxicología legal. En
este campo, debe reseñarse el nombre de Mateo B. Orfila (1787-1853), que demostró la penetración
de los tóxicos en los tejidos cuando antes se creía que solo quedaban en el tubo digestivo.
5/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Múltiples autores a partir del siglo xv dan nacimiento a la toxicología forense como auxilio de la
justicia.
A partir del siglo xix deben reseñarse nombres como los de Marsh (que desarrolló un método de
cuantificación del arsénico), Otto y Stas (que inventaron un método para extraer alcaloides y venenos
orgánicos del cuerpo humano).
Hasta el día de hoy, se ha ido avanzando de modo que se han creado protocolos específicos de
determinación de tóxicos, recogida, estudio e interpretación de resultados, así como se ha conseguido
que la toxicología sea una especialidad académicamente reconocida.
La toxicología, como muchos campos de la ciencia, debe vencer a la rápida evolución de los
fenómenos tóxicos, sobre todo desde que el uso industrial y doméstico de los tóxicos permite la
exposición accidental a estos y el uso bélico amplifica las posibilidades letales de compuestos más
sofisticados.
II. Objetivos
Hoy día, la toxicología es una ciencia diversificada y con amplio espectro de estudio:
ambiental, laboral, alimentario, farmacológico, veterinario, etc.
6/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Por otro lado, la ciencia química y farmacéutica proporcionan múltiples agentes tóxicos al ser
humano, en su vida profesional o en su vida rutinaria (botiquines caseros, productos de limpieza, etc.) o
en su contacto con el medio ambiente, y que, a su vez, pueden ocasionar daños en la salud individual o
colectiva.
Así pues, si los médicos clínicos deben estar alerta ante posibles casos de intoxicación, con más
razón los médicos forenses o legistas deberán conocer las diferentes posibilidades de ser intoxicado, ya
que per se la intoxicación puede generar una investigación judicial y el tribunal requerirá la evidencia de un
estudio toxicológico objetivo.
Accidental
Afortunadamente, es la causa más frecuente de intoxicación, sobre todo en el ámbito doméstico, con
medicamentos o productos de limpieza, o bien de sustancias de abuso que queden al alcance de
menores; pero también son reseñables las intoxicaciones accidentales en el ámbito profesional.
Suicida
Homicida
La mera sospecha de intoxicación criminal desencadena una actuación judicial y médico-forense. Los
tóxicos más “eficaces” por sus características organolépticas son de uso restringido y difícil
adquisición, pero es cierto que el criminal puede emplear tóxicos menos “adecuados” o la muerte por
intoxicación puede darse en el seno de una negligencia médica o de un vertido al medio ambiente.
En definitiva, la toxicología forense es una ciencia especializada que auxilia en los casos judiciales en
los que están implicados tóxicos o sustancias, ya sea de ámbito ilícito como legales, y lo hará:
7/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Tóxico
Se suelen usar dos términos, “tóxico” y “veneno”, que pueden dar lugar a cierta confusión. En los
textos clásicos se utiliza más el término “veneno”, que se referiría a una sustancia dotada de alta
toxicidad y/o utilizada con fines criminales. Más recientemente el término utilizado de preferencia es
“tóxico”, que englobaría los venenos clásicos y también todas aquellas otras sustancias que pueden
resultar perjudiciales en función de la dosis.
Así pues, la toxicología considera como venenos o tóxicos aquellas sustancias que tienen una
capacidad inherente para producir efectos adversos perjudiciales en el organismo.
En la práctica se puede definir un tóxico como “todo agente químico que ingresado en el
organismo altera elementos bioquímicos fundamentales para la vida”. Esta definición excluiría los
agentes físicos y los microorganismos causantes de toxiinfecciones que normalmente son objeto de
estudio en otras disciplinas.
Además, establece un estrecho nexo entre la toxicología y la bioquímica a través de los mecanismos
de acción tóxica y la lesión bioquímica inicial. Por otro lado, un veneno deberá entenderse como todo
tóxico usado con intención letal, y un xenobiótico/tóxico, como cualquier sustancia externa que se
incorpora al organismo.
Toxicidad
La presencia de un tóxico en el medio (agua que se bebe, aire que se respira, etc.) solo indica riesgo,
es decir, probabilidad de que ocurran efectos adversos. Cuando penetra en el organismo e interactúa
con sus dianas o receptores dando lugar a una respuesta biológica, entonces se habla de impregnación.
Sin embargo, no se considera intoxicación propiamente dicha hasta que no aparecen síntomas o
signos tóxicos; es decir, cuando las alteraciones bioquímicas han alcanzado tal intensidad que se
manifiestan clínicamente. Obviamente, las medidas preventivas de la intoxicación surtirán más efecto si
se aplican durante la fase de riesgo o de impregnación.
8/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Dosis DL50
Dosis DLm
IDA
Dosis diaria admisible según los conocimientos sin que se produzcan efectos tóxicos a largo plazo.
TLV
Concentración establecida a la que se supone que puede permanecer un trabajador expuesto a un
tóxico concreto ocho horas diarias cinco días por semana.
Intoxicación
Así considerado, todas las sustancias de la naturaleza pueden ser tóxicas y entre un alimento, un
medicamento o un veneno solo se distinguiría la dosis. Se pueden clasificar las intoxicaciones de la
siguiente manera:
Agudas: aquellas que se manifiestan en las primeras 24 horas tras la exposición al tóxico en
dosis única o varias dosis en absorción rápida. Pueden cursar con curación rápida o con
muerte. El ejemplo más claro es la intoxicación con etanol.
Subagudas: exposiciones frecuentes o repetidas durante días o semanas antes de que
aparezcan los síntomas. El término “subagudo” no implica levedad de la intoxicación.
Crónicas: se deben a la exposición prolongada al tóxico y generalmente por acúmulo de este
en los tejidos. Suelen dar sintomatología larvada e inespecífica a lo largo del tiempo. En
ocasiones se puede dar el fenómeno de agudización de una intoxicación crónica. Muy típico
es el caso del antiguo insecticida DDT, que se acumulaba en la grasa, de modo que, en un
adelgazamiento o pérdida de tejido graso, se podría liberar en sangre, dando sintomatología
de intoxicación aguda mucho tiempo después de haber cesado la exposición a dicho tóxico.
Por otro lado, se pueden encontrar diversas maneras de clasificar los tóxicos:
9/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Según el órgano diana o aquel por el que tiene mayor afinidad el tóxico
Por supuesto, estos conceptos básicos y clasificaciones generales afectan a cualquier tóxico o
xenobiótico al margen de la etiología médico-legal que se vea implicada.
3.2. Toxicocinética
10/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Exposición
El modo en que el tóxico se pone en relación o llega al organismo. Puede ser de las siguientes maneras:
Inhalatoria o respiratoria.
Digestiva (sólidos, líquidos o gases; la vía más frecuente en suicidios y accidentes).
Cutánea (son muy frecuentes hoy día los fármacos dados mediante parches).
Placentaria (paso del tóxico al feto desde la circulación sanguínea de la gestante).
Leche materna o lactancia.
Parenteral (inyección intramuscular o intravenosa).
Absorción
Se refiere a la entrada del tóxico en la célula atravesando la membrana plasmática, lo que va a depender
del grado de ionización (las formas no ionizadas atraviesan mejor), del coeficiente de partición (los
altos coeficientes lípido/agua atraviesan mejor), del tamaño de la molécula (las moléculas más pequeñas
y las más esféricas pasan mejor la membrana celular) o bien de liposolubilidad/hidrosolubilidad del
tóxico.
Dependiendo de estas circunstancias moleculares y/o químicas, se darán distintos tipos de absorción
(figura 1):
11/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Figura 1. Procesos de absorción de tóxicos. En sentido de las agujas del reloj: difusión pasiva, difusión
facilitada, difusión activa y endocitosis.
Fuente: elaboración propia.
Pasiva
A favor de gradiente de concentración. Se trata de moléculas con elevada solubilidad en lípidos, poco
grado de ionización y pequeño tamaño y peso molecular. Es decir, no precisan de ningún mecanismo
adicional para atravesar la membrana celular.
Facilitada
Se realiza a favor de un gradiente de concentración, sin gasto de energía, pero la molécula necesita un
transportador (carrier) a modo de “puerta giratoria” de entrada hacia la célula a través de la membrana.
Activa
La entrada se realiza en contra de gradiente de concentración, de modo que la molécula del tóxico
requiere un carrier con gasto de energía (a cargo del ATP).
Endocitosis
Es un proceso activo muy habitual en sustancias como las vitaminas. Puede ser pinocitosis o
fagocitosis. La membrana celular se invagina englobando a la sustancia a introducir en la célula y lo hará
como una vacuola que se digerirá liberando el producto en el citoplasma.
Distribución
12/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Tiene lugar cuando el tóxico llega al órgano diana o se reparte de modo inespecífico, según sus
propiedades, dando síntomas clínicos. Muchos se unen a la albúmina u a otras lipoproteínas.
Metabolización
El organismo procesa el tóxico para “marcarlo” como elemento a eliminar, convertirlo en algo menos
nocivo, pero, en algunas ocasiones, como elemento más activo. Los pasos más elementales de la
biotransformación o metabolismo son los siguientes:
1
El tóxico se convierte en otro menos tóxico o en uno más tóxico, ambos llamados metabolitos
(oxidación, reducción, hidrólisis).
Eliminación
Por vía renal, pulmonar o biliar, a través de la leche, orina, sudor, lágrimas...
No obstante las generalidades de su paso por el organismo, los diversos tóxicos pueden ver
eventualmente modificada su toxicidad por diversos factores:
Factores ambientales
13/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Factores personales
Raza.
Edad.
Sexo.
Estado de salud.
Dieta.
Idiosincrasia.
Medicamentos.
14/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Intoxicación por metales (aluminio, plomo, arsénico, cadmio, cromo, mercurio, talio).
15/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Ya se ha mencionado que cualquier tóxico, o cualquier producto ajeno al organismo, puede ser letal de
modo accidental, pero no es eso lo que lo convierte en un veneno.
La letalidad dependerá de factores como la dosis, la idiosincrasia personal, etc., pero como
definición un veneno lo será por la intención de matar con la que se ha usado.
Decía John Trestrial que si todos los enterrados en un cementerio y que hubieran sido envenenados
levantaran la mano, asombraría el número, y si bien esta es una afirmación alejada de la realidad, lo cierto es
que, desde el comienzo de la historia, el ser humano ha sabido emplear tóxicos naturales (animales,
vegetales o minerales) o artificiales para acabar con sus semejantes.
Fácil de obtener.
Químicamente estable.
16/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
4.2. El envenenador
Cualquiera puede ser agente de un envenenamiento, y es un falso mito que la mayoría sean mujeres por
el hecho de que, por creencias comunes, “tienen menos fuerza para un crimen violento”. Lo cierto es que,
al margen del sexo, un envenenador puede surgir de:
Sustrato educativo
Que proporcionan información más o menos veraz de las posibilidades de usar un producto como
veneno.
Lugar de trabajo
No solo los sanitarios, sino aquellos que trabajan en laboratorios, almacenes o fábricas de diversos
productos, profesionales de jardinería, controladores de plagas, etc.
Boca a boca
A veces el mero hecho de comentar en el entorno inmediato casos de envenenamiento puede hacer
“saltar la idea” de cometer un asesinato en una mente dispuesta.
Específicos
Los primeros presentan una motivación o razonamiento para su crimen, que puede ser obtención de
dinero, eliminación de un rival, celos, venganza o ambición política.
Aaleatorios
Para los aleatorios no hay una clara motivación, y entre lo que los lleva a envenenar a un semejante
pueden estar su propio ego, el aburrimiento, el sadismo o la manipulación.
En ocasiones, la víctima del envenenamiento es, a su vez, el criminal, cuando usa el veneno para acabar
con su propia vida y, de modo “compartido”, con la vida de las personas que quiere y a las que quiere
evitar “el sufrimiento de una vida sin sentido”.
17/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
En muchos casos la acción del veneno ocasiona síntomas inespecíficos que pueden desorientar al
afectado o incluso a los médicos. No obstante, es posible advertir síntomas propios y específicos en
algunos tóxicos muy empleados con finalidad criminal y que se resumen en la figura 3.
Por su parte, el médico forense puede verse implicado en el estudio de un asunto de envenenamiento en
los siguientes casos:
Individuo vivo
Individuo fallecido
Realizando una autopsia judicial minuciosa que incluya analítica, según el protocolo.
Examinando el lugar donde se encontró a la víctima (vómito, ropas con residuo…), donde se administró
el veneno (comida, medicinas, copas…), el lugar de almacenamiento, el lugar de preparación y los
lugares de adquisición posibles.
18/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Por otro lado, el uso de los tóxicos pasa por la mística, la costumbre, la farmacia o la promoción de las
relaciones sociales. Y no hay duda de que el tráfico ilícito o la delincuencia asociada a las drogas son
competencia judicial y de las fuerzas del orden. Y, sin duda, la repercusión directa del consumo de
drogas sobre el individuo es, de principio a fin, una cuestión de salud y será el médico clínico quien
diagnosticará, atenderá y prevendrá los efectos tóxicos sobre el ser humano.
Médico forense
Pero cuando los efectos superan los límites del individuo y entran en conflicto con el equilibrio de la
sociedad y las normas que la concilian, se convierten también en objeto de estudio del médico forense.
Este es una figura distintiva, quien por el por el hecho de ser médico (o a pesar de serlo) no ejerce la
medicina en el sentido de tratar al individuo en su salud personal, sino que asesora al juez instructor en
aquellas materias de salud que intervienen en un procedimiento judicial. Es decir, de alguna forma
atiende a la salud social, entendiendo que esta puede verse afectada por la actitud o la enfermedad de
algunos de sus individuos. Y todo ello persiguiendo convertir en evidencias sus observaciones para que
puedan ser usadas por el juez en una sentencia incuestionable.
Conceptos importantes
Abuso
Dependencia
Tolerancia
Desarrollo progresivo de “acostumbramiento” físico, de modo que para obtener los mismos efectos
hay que tomar mayor dosis.
19/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
En términos generales, los casos objeto del estudio médico-legal, en cuestiones de consumo de
drogadicción, serán los siguientes:
Los derivados de actos directos de un consumidor habitual bien por la patología crónica
asociada o bien actuando en la búsqueda impulsiva de la droga o intentando evitar la aparición del
síndrome de abstinencia.
Las infracciones en las que incurren los toxicómanos son casi ilimitadas, pero en el área que afecta a la
tarea médico-legal se pueden encontrar las siguientes:
Accidentes de circulación
Al conducir bajo el efecto de tóxicos, lo que altera en diversos grados los necesarios reflejos y
condiciones idóneas en el manejo del vehículo.
Con o sin uso de armas. Se trata muchas veces de efectos desinhibidores del tóxico, que pone al
individuo en situación de impulsividad, agresividad inmotivada y baja tolerancia a la frustración.
En muchos casos, la situación de marginalidad social propicia la violencia, pero en otros casos se
puede facilitar la violencia cuando el individuo busca la droga o cuando intenta evitar los efectos de la
abstinencia o “mono”.
20/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Homicidios y asesinatos
Estos pueden tener lugar de modo impulsivo o irreflexivo, para conseguir dinero para obtener
droga, o para acallar a la víctima del robo, para evitar ser delatados…, de modo premeditado, por la
necesidad de obtener el tóxico, o bien al ser el autor dirigido por un efecto psicótico (muy evidente
sobre todo en el caso de los celos patológicos y reacciones paranoides o efectos alucinógenos),
pero también en cualquier otro evento en el que se vea implicado el consumidor de tóxicos.
Prostitución
Violencia doméstica
Secuestro
Para obtener dinero o como represalia, a modo “ajuste de cuentas”, entre colectivos relacionados
con los tóxicos.
Robo o hurto
Muy frecuentes al comienzo del escarceo de las drogas, en el medio familiar, para luego extenderse a
personas ajenas, sobre todo para conseguir dinero para obtener droga, o para conseguir el
reconocimiento del grupo de delincuentes.
Marginalidad
Dada por el deterioro personal y social al que el consumo crónico de tóxicos conduce.
El individuo no solo abandona el entorno familiar y laboral, sino los circuitos administrativos
sanitarios, pudiendo llegar a la vida en la calle, mal comiendo, sin higiene ni control sanitario, lo que
agrava su salud en general.
Los efectos de un tóxico sobre la capacidad de un ser humano para reaccionar con eficacia ante
dificultades le sitúan de modo general en una “debilidad” ante los actos de otros.
21/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Por otro lado, la impulsividad y la imprudencia asociadas al consumo del tóxico pueden convertir al
individuo en víctima de diversos actos delictivos.
Sobre todo atropellos, cuando por acción irresponsable el toxicómano no respeta las normas de
circulación o deambula por lugares de circulación de vehículos.
Agresiones sexuales
Ya sea porque el agresor “aprovecha” la debilidad de raciocinio intoxicado para ejercer un acto
sexual no consentido o porque el agresor ha buscado de modo intencionado la intoxicación de la
víctima para facilitar la agresión.
Por otro lado, y en cualquier caso, el médico forense puede ser requerido para evaluar los siguientes
aspectos inmediatos:
Además, la defensa del detenido, el ministerio fiscal o el propio magistrado pueden solicitar que se
evalúe la imputabilidad de este por razones de intoxicación. La imputabilidad es un concepto
estrictamente jurídico y entiende que el individuo, para ser responsabilizado de sus actos delictivos, debe
ser también “culpable”, es decir, debe entender perfectamente y con claro raciocinio la diferencia entre el
bien y el mal; de ahí que en la valoración de la imputabilidad sea esencial la valoración médico-forense.
El hecho delictivo, según la doctrina jurídica, debe ser realizado por un ser humano, estar previsto o
tipificado y penado por una sanción. En definitiva, la imputabilidad penal es la capacidad para actuar
culpablemente.
Todo adulto, en principio, es imputable, pero si no tiene libertad de acción, si no tiene plena
conciencia de los actos que realiza o su madurez física o psíquica no corresponden a su edad, la
imputabilidad puede anularse o atenuarse.
En este sentido, el médico forense deberá atender a los siguientes criterios para relacionar causa-efecto
la influencia del tóxico en la comisión del delito:
Criterio cualitativo (el tipo de perturbación, en este caso, la afectación o patología originada por la
droga).
Criterio cuantitativo (la intensidad o grado de afectación en el individuo por el consumo tóxico).
22/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Relación de causalidad o de sentido entre el hecho delictivo cometido y el trastorno inducido por el
consumo de tóxicos.
De forma similar al caso penal, el individuo intoxicado de modo agudo o crónico puede interferir en
aquellos actos regulados por el Código Civil.
Hay que tener en cuenta que, si bien las normas penales afectan a actos muchas veces de
comprensión elemental entre el bien y el mal, los actos y derechos civiles suelen requerir mayor
abstracción o inteligencia.
De modo didáctico, se puede hacer un paralelismo entre la imputabilidad (a nivel penal) y la capacidad (a
nivel civil). Si la imputabilidad deriva de la libre voluntad del individuo para actuar, lo que permite que
pueda ser acusado con todo el “peso de la ley”, la capacidad civil hace referencia a las cualidades
intelectivas y sensoriales del individuo para ejercer sus derechos como persona social, con eficacia y en su
propio provecho.
Es muy frecuente que uno de los elementos a proteger en el toxicodependiente sean sus bienes
materiales, por lo que puede plantearse una curatela o incapacidad parcial para actos económicos,
quedando el individuo libre para el resto de actos civiles.
El médico deberá evaluar alteraciones o minusvalías relacionadas con el consumo tóxico que genere
invalidez o reclamación de prestaciones a la Seguridad Social.
23/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Para empezar, y a diferencia de una consulta médica clínica, el sujeto a examinar en la clínica
médico-forense o zona habilitada para reconocimientos médicos puede no llegar por su pie de
modo “voluntario”, sino aparecer custodiado por agentes de Policía o Guardia Civil, o incluso
podría estar cumpliendo un régimen preventivo o definitivo en un centro penitenciario donde
también se realizaría la exploración médico-forense.
Anamnesis
O entrevista directa del afectado para elaborar una buena historia clínica.
En ella se recabará de modo importante el relato vivencial del paciente en cuanto al inicio del consumo,
tipos de tóxicos, tipo de vía de consumo (oral, esnifada, inyectada…), composición de su entorno familiar,
estudios realizados, relaciones sociales, trabajos y fracaso laboral, tratamientos médicos y afectación
clínica relacionada o no con el consumo de tóxicos.
Es conveniente redactar entrecomilladas las expresiones literales del individuo que sean más expresivas o
que le definan mejor.
Exploración externa
Sobre todo en aquellos casos que pueda delatar el consumo de tóxicos: tatuajes, marcas de
identificación, señales de punción venosa, recorridos varicosos, signos de infecciones cutáneas
recurrentes, cicatrices antiguas o recientes, estado del tabique nasal y de la dentadura, estado del pelo y las
uñas, y todo aquello que pueda ser significativo o identificador, incluidos objetos acompañantes y ropa.
No hay un cuadro específico psiquiátrico que acompañe a cada tóxico, pero, sin duda, la acción de los
tóxicos (sean o no de consumo ilícito) produce desinhibición, euforia, exacerbación de psicopatología
existente con progresiva desestructuración psicosocial y proclividad a cometer delitos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha apuntado los siguientes cuadros clínicos asociados al
consumo de tóxicos:
24/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Síndrome de dependencia.
Síndrome de abstinencia.
Toma de muestras
El individuo a estudiar debe ser informado de las pruebas a realizar y de las consecuencias que los
resultados pueden tener sobre su expediente judicial y la toma de muestra debe hacerse con todas las
garantías de protección de derechos del afectado.
Puede requerirse la toma de muestras con interés toxicológico en un momento inicial, en la detención o
en el curso de las diligencias por el propio juez instructor o ser admitida por este a petición de las partes
implicadas.
Pelo
Recibe los tóxicos por la circulación sanguínea durante su fase de crecimiento o desde el exterior
(sudor, descamación cutánea, líquidos, dedos manchados, humo de la sustancia fumada, etc.).
Las ventajas del pelo como indicio en el estudio de los tóxicos son las siguientes:
25/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Sangre
Tiene la ventaja de que muchas de las drogas a estudiar se encuentran sin metabolizar en sangre, lo
que aporta información directa del consumo, pero tiene el inconveniente de que su recogida es cruenta e
invasiva y que las dosis halladas son del orden de diez veces menores que en orina, por lo que las
técnicas de análisis deben ser de mayor sensibilidad.
Otro aspecto a considerar, a la vez ventaja e inconveniente, es que las drogas y sus metabolitos
desaparecen antes que en la orina, lo que significa que un resultado positivo implica un consumo
reciente y si es negativo puede implicar o no consumo o consumo lejano en el tiempo.
Orina
Es sin duda la muestra “preferida” en casos de individuos vivos por su fácil obtención y análisis y
por ser uno de los fluidos que proporciona mayor información toxicológica.
En orina se encuentran cifras más altas de drogas y sus metabolitos (algunos de ellos específicos, lo
que permite una identificación inequívoca de consumo) y durante más tiempo.
26/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Hay que tener en cuenta que una mera cifra en fluidos corporales no tiene significado si no se relacionan
con el caso concreto y el resto de diligencias practicadas.
Debe tenderse a una redacción en lenguaje claro y comprensible para el mundo jurídico, al que va
dirigido.
Presumible situación del acusado en el momento de los hechos dada la evolución en el consumo o las
patologías asociadas y relación del consumo de tóxicos con el tipo de delito.
Hay que tener en cuenta que la misión del perito médico-forense es asesorar, no resolver sobre el
objeto de la pericia. Es el juez el encargado de “valorar los dictámenes periciales según las reglas
de la sana crítica”.
27/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Accidentes laborales (sobre todo debidos a caídas de altura, incidentes con maquinaria peligrosa,
manipulaciones de productos químicos, etc.).
3
Resultados de peleas, reyertas, conflictos con bandas.
Suicidio por marginalidad o ruina, así como por alteraciones mentales asociadas o derivadas del
consumo.
Muerte por resultado de la acción directa del tóxico (sobredosis, reacciones adversas, rotura de
bolas de droga en el intestino o body packer syndrome) o por adulterantes o diluyentes en la
composición del producto usado.
Como en cualquier investigación judicial por fallecimiento, la sistemática del estudio médico-forense
deberá constar de los siguientes pasos:
Parte esencial de la investigación en la que, además de un estudio preliminar del cuerpo, se pueden
advertir utensilios y parafernalia relacionada con el consumo de tóxicos, vómitos, hemorragias, signos de
violencia en el entorno, medicaciones, ropas, historial clínico previo, etc.
Todo ello debe ser fotografiado en su relación con el entorno, reseñado y recogido para ulteriores
exámenes periciales.
Autopsia judicial
Examen externo
Hay que tener en cuenta que muchos de los cambios externos dados por el consumo de tóxicos se
deben a consumos prolongados y no aparecen o son poco evidenciables cuando el consumo es
eventual o reciente.
28/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Examen interno
Muchos de los hallazgos son inespecíficos y habrán de ser interpretados en el contexto general del
caso. Es sobre todo de interés estudiar, en primer lugar, el encéfalo (en el que se pueden encontrar
congestión, edema, microhemorragias perivasculares, angeítis necrotizante y eventual meningitis, así
como otras lesiones por infección viral, bacteriana o micótica).
Toma de muestras
Fundamentalmente debería atenderse a los siguientes elementos en caso de autopsias con investigación
de tóxicos:
Estómago y contenido.
Un riñón completo, fragmento de 500 gramos de hígado.
Encéfalo (500 g).
Fluidos: orina (por punción de la vejiga o tras abrirla), sangre (la única muestra que permite un
conservante para evitar la coagulación), bilis o humor vítreo.
Otros: uñas, grasa y músculo esquelético, pulmón o piel alrededor del lugar de la punción
venosa.
En casos de cadáveres antiguos, pueden recogerse tierra del enterramiento, húmero, tibia, fémur
y vértebras.
Pueden tomarse muestras orgánicas diversas para estudio anatomopatológico que demuestre las
patologías somáticas apreciadas en examen interno y que puedan tener relación con el caso en
estudio y, sobre todo, con el consumo de tóxicos.
Según preceptos formales, pero, sobre todo, conciso, y con unas conclusiones que al juzgador le
permitan aclarar la parte médica del caso en litigio y la relación del consumo de tóxicos con los
hechos.
29/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Por supuesto, es unánime el criterio médico que separa el concepto de delincuente del de
consumidor abusivo de tóxicos, es decir, no todos los que afrentan las normas sociales están
“amparados” por el consumo de tóxicos, ni todos los consumidores abusivos de tóxicos infringen
la ley.
Pero cierto es que muchos toxicómanos llegan a traspasar la frontera legal delinquiendo de modos que
pueden sistematizarse como sigue en función del tipo de tóxico:
Opioides
Muchos estudios distinguen cuatro tipos de dependientes de opioides con respecto a su actitud ante las
normas sociales.
Aquellos socialmente integrados y cuya adicción suele pasar desapercibida para su entorno y no
acostumbran a delinquir dado que tienen facilidad para adquirir el tóxico, bien por su nivel económico,
bien por ser profesionales de la salud con acceso a las drogas.
Aquellos que por su dependencia así como por comerciar con droga incurren en todo tipo de actos
antisociales y delictivos. Además, suelen constituir el prototipo de drogodependiente.
Aquellos que llevan ocasionalmente una vida socialmente ordenada y en otros momentos no tanto.
Aquellos que se encuentran en una situación de gran aislamiento y marginación social; suelen convivir
los síntomas del consumo abusivo con problemática de patología mental.
Los diversos opiáceos se mantienen en sangre entre una y cuatro horas, pero pueden ser detectados,
libres o metabolizados, hasta tres días tras el consumo. En orina se puede hallar morfina libre, heroína libre
(si este ha sido el producto consumido) y, de modo específico, el metabolito 6-0-monoacetilmorfina.
Por otro lado, la imputabilidad solo se verá afectada si los hechos se cometen en fase de intoxicación
aguda o cuando el individuo, tras un consumo prolongado, ha visto muy mermada su libre voluntad.
30/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Cannabinoides y derivados
Hay muchas publicaciones divergentes en cuanto al efecto directo del cannabis y se ha generado una
gran confusión en torno al uso terapéutico de los derivados de este.
Se ha pretendido relacionar la posible capacidad terapéutica de uno de los 60 cannabinoides activos que
contiene la marihuana con la supuesta bondad de todo el producto. Sin embargo, nada tiene que ver la
investigación médica con el consumo recreativo del hachís y la marihuana, que tantos problemas físicos,
psíquicos y sociales origina.
La planta Cannabis sativa es el producto original y sus efectos psicoactivos son debidos al
principio activo tetrahidrocannabinol (THC).
El hachís, en forma de resina prensada, tiene un más alto contenido de THC. Al consumirse
fumado llega rápidamente al cerebro y sus efectos se notan en pocos minutos.
Efectos psíquicos
Se sugiere que el abuso de cannabis origina un estado “amotivacional” con disminución del resultado
particular en lo laboral, social o personal, con pérdida de interés, ruina por abandono del trabajo, etc., lo
cual, excepcionalmente, ocasiona conflictos con la norma.
Efectos somáticos
Los cannabinoides tienen una vida media en sangre de 14 a 38 horas. Se liberan lentamente porque se
distribuyen en los tejidos grasos y se pueden encontrar en orina hasta seis semanas después, según
acostumbramiento, en concentración progresivamente decreciente.
A nivel puramente forense, hay que decir que la imputabilidad penal no suele afectarse, al menos en
momentos iniciales del consumo, pero la capacidad civil sí se altera muy frecuentemente, así como hay que
en cuenta el hecho de que los consumidores de cannabis requieren frecuentes internamientos involuntarios.
31/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Cocaína
Es una droga psicoestimulante que llega con rapidez al cerebro (sobre todo inhalada o esnifada) y
provoca efectos a los pocos minutos del consumo.
Los efectos más habituales sobre el organismo son la falta de fatiga, la inhibición del apetito, la
reducción del sueño, hipertensión, hemorragias cerebrales, cardiopatía isquémica, patología respiratoria,
incluida la perforación del tabique nasal tras un consumo prolongado por esta vía.
Por otro, lado, la cocaína es una de las drogas con mayor intensidad de dependencia psíquica,
cuyos efectos iniciales son los “agradables”, tales como euforia, locuacidad, hiperactividad, aumento del
deseo sexual o la aceleración mental, si bien en el curso del consumo frecuentemente puede provocar
depresión, irritabilidad y psicosis paranoide.
Durante años se dudó de la capacidad de la cocaína para provocar graves daños en los usuarios y se la
asociaba a una positiva imagen social, al éxito y a la diversión. Poco después se evidenciaron clínicamente
los perjuicios sanitarios y personales de los consumidores de cocaína.
Como en la mayoría de los casos de abuso de tóxicos, se pueden asociar diferentes actos ilícitos
relacionados con el consumo de cocaína, siempre dependiendo del grado de afectación del individuo:
Tráfico, estafas, robos de dinero, objetos de valor o de sustancias para vender, prostitución u otras
actividades sexuales (tanto femeninas como masculinas), dilapidación del patrimonio personal o familiar,
pérdida de ahorros…
Desde meras faltas o disminución del rendimiento en el trabajo hasta especial riesgo de accidentes
imprudentes, sobre todo cuando el adicto ejerce profesiones como piloto, controlador, cirujano,
operario de central nuclear, conductor de vehículos o maquinarias, etc.
Agresiones sexuales, sadismo, ritos, fiestas sexuales en grupo, etc., sobre todo cuando el consumo de
cocaína deriva en incremento del estado de ánimo, euforia y aumento de la libido.
Alteraciones de conducta
Con violencia, agresividad, fugas, etc., sobre todo cuando el consumo tóxico ha provocado
psicopatología con alucinaciones, ansiedad, inquietud o actitud paranoide.
La cocaína suele tener una vida media en sangre de dos a cinco horas, mientras que sus metabolitos
(sobre todo la benzoilecgonina) permanecen en la orina hasta cuatro días. De modo orientativo, si no se
encuentran metabolitos en la orina puede sospecharse que ha habido manipulación de la muestra.
En casos de consumo concomitante con alcohol etílico, puede hallarse el metabolito cocaetileno por
transesterificación de la cocaína con alcohol etílico.
32/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Los consumidores de cocaína pueden ser juzgados con plena responsabilidad, si bien eventualmente
(y dependiendo del delito) pueden ver atenuada o anulada por trastorno transitorio su imputabilidad. A nivel
civil, la repercusión de la cocaína sobre la capacidad no es frecuente o bien se altera con el consumo muy
prolongado, con severa afectación mental.
Drogas sintéticas
Los primeros síntomas psíquicos favorecen el consumo, dado que producen empatía, euforia,
desinhibición, locuacidad y aumento del deseo sexual, con progresivo agobio, confusión, crisis de
ansiedad, trastornos depresivos y alteraciones psicóticas.
Cualquiera de las drogas de síntesis ha revelado una severa afectación orgánica sobre todo sobre el
sistema de salud, y especialmente cuando su consumo suele ser concomitante con alcohol u otros tóxicos
que potencian los efectos negativos sobre la salud.
A nivel penal, la responsabilidad o imputabilidad quedan muy afectadas o totalmente anuladas, sobre
todo cuando el delito se comete en fase de consumo agudo, y la capacidad civil puede alterarse con el
consumo prolongado.
Fueron drogas muy populares y toleradas en todos los ámbitos sociales, pero cuando empezaron a
analizarse clínicamente se advirtieron los perjuicios importantes y se prohibió su consumo sin receta
médica. No obstante, se sortea tal control médico y suelen consumirse en zonas de recreo, en combinación
con otros estimulantes y alcohol.
A nivel somático se dan taquicardias, insomnio, sequedad de boca, sudoración, hipertensión arterial,
trastornos digestivos, colapso circulatorio y contractura mandibular.
33/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Los casos periciales en los que suelen verse implicados individuos adictos a las anfetaminas son los
siguientes: conductas violentas, fugas, conducción temeraria, agresiones inmotivadas, robos y falsificación
de recetas, relaciones sexuales arriesgadas (con posibles enfermedades de transmisión sexual, embarazos)
y progresivo deterioro amotivacional y abandono laboral, personal o social.
Con una vida media de cuatro a 24 horas en sangre, el examen puede ser positivo en orina hasta cuatro
días después del consumo. El metabolito más específico es la β-metil-fenetilalanina pero hay que ser
cuidadosos en la interpretación, pues pueden darse falsos positivos en fases de putrefacción, cuando
existan metabolitos del aminoácido fenilalanina o en la interacción con otros fármacos.
La capacidad civil no suele verse afectada en momentos iniciales del consumo, pero puede llegar
a alterarse con el consumo crónico o concomitante con otros tóxicos.
Por otro lado, la imputabilidad sí puede estar afectada cuando el delito coincide con una intoxicación
aguda, pero, superada esta fase, es raro que la libre voluntad del individuo quede afectada, de modo que
puede ser responsable de sus actos con todo el peso de la ley.
Otros tóxicos
Aunque el espectro de tóxicos de abuso estudiados en este manual se limita a los anteriores, es quizá
interesante completar el estudio de forma breve con otros productos que se encuentran igualmente en el
“mercado” de la adicción tóxica y con similares exigencias para la medicina legal:
Producto de la fermentación de azúcares. A su acción química en el organismo, con una primera fase
de desinhibición y posteriormente de depresión del sistema nervioso central, se añaden su facilidad de
consumo, legal y barato, y su capacidad de socialización inicial.
Puede ser ingerido, inhalado, aplicado en la piel o inyectado. Rápidamente llega al cerebro y al tejido
graso, condicionado por el sexo, la edad, la genética, el alimento en el estómago o el acostumbramiento.
Se mide en sangre, orina o humor vítreo y en aire expirado.
Se dice que el etanol o alcohol etílico es un auténtico factor criminógeno. De hecho, en los momentos
de mayor consumo de alcohol (fines de semana, fiestas, etc.), aumentan de modo notable los hechos
delictivos:
34/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Son depresores del sistema nervioso central, de uso terapéutico legal pero con un importante
mercado ilegal. Facilitan el “paso a la acción”, aunque suelen dejar lagunas de memoria.
Por otro lado, facilitan la desinhibición inicial y el descontrol de impulsos con conductas auto- y
heteroagresivas, y sus consumidores pueden ser víctimas de caídas y accidentes al quedarse dormidos
circulando con vehículos o en la actividad en alturas.
Son productos que generan una rápida dependencia y tolerancia, sobre todo psicológica.
Aunque su uso suele ser eventual o de fin de semana, se suelen tomar con alcohol y generan cuadros
psicodislépticos, con alteración de ánimo, afectos, memoria, pensamiento y juicio críticos, de modo
que desembocan en conductas anormales (causadas por miedo, rabia, angustia y alucinaciones), como
arrojarse por una ventana, salir desnudo, agresiones sexuales, accidentes, juego de ruleta rusa, ingreso
en sectas violentas, vagabundeo o despersonalización.
Finalmente, hay que mencionar otros aspectos de conflicto entre la ley y el consumo de tóxicos, que,
igualmente, pueden ser competencia pericial del médico forense:
Dopaje.
El uso de diferentes tipos de sustancias para obtener mejoras en el rendimiento deportivo no solo
resulta una actividad reprobable en sociedad y contraria al espíritu de limpieza deportiva, sino que, a
menudo, es una actividad ilegal recogida en reglamentos específicos o en el Código Penal.
Deportista consumidor.
Traficante o vendedor.
35/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Médico o personal sanitario a cargo de la salud del deportista y, sin embargo, implicado en el
suministro de drogas y el trazado de estrategia de consumo específica.
Negligencia médica.
Históricamente, la profesión médica (y los demás cuerpos sanitarios) ha tenido una relación muy
estrecha con las drogas.
Por un lado, estos profesionales las han podido experimentar en propia persona cuando sus efectos
negativos no se conocían (como en el caso de la morfina); por otro lado, pueden verse “tentados” a
usarlas de modo negligente o directamente ilícito por su disponibilidad fácil.
A continuación, se ofrece una lista de los casos más comunes de mala actuación en el ámbito
médico-sanitario respecto de drogas o tóxicos:
Al propio tóxico.
A los adulterantes añadidos (talco, etc.).
36/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Politoxicomanías.
Alcohol etílico, heroína, hachís, tabaco y otros tóxicos se consumen muy frecuentemente de modo
concomitante, lo que incrementa la posibilidad de afectación del individuo en su salud y actividad
delictiva.
La medicina legal o forense deberá aportar información detallada sobre las diversas acciones para
aproximar la situación del individuo durante los hechos.
VI. Resumen
En esta unidad didáctica se han sintetizado los conceptos más básicos de la especialidad de
toxicología, cuya magnitud excedería un espacio tan restringido pero que es esencial en la práctica
médico-legal.
Con mucha frecuencia, los especialistas en medicina legal deben hacer uso de sus conocimientos en
toxicología porque los tóxicos pueden ser los protagonistas en una diligencia judicial o una
investigación criminológica; puede ser la víctima la que lo es por estar bajo los efectos de un producto
ajeno a su organismo. Puede ser el agente del delito el que reclame que la influencia de tóxicos ha sido lo
que le ha impulsado a cometer el delito. Puede darse en casos de individuos tanto vivos como cadáveres.
En cualquier caso, la actuación del médico forense o especialista en medicina legal estará sujeta a
estrictos protocolos que perseguirán conseguir las muestras adecuadas en el organismo del individuo para
que los resultados de laboratorio supongan una auténtica evidencia ante el tribunal.
La única diferencia la marcará la propia etiología médico-legal: intoxicación accidental (lo más habitual),
suicida u homicida.
En esta unidad se han apuntado los diversos conceptos básicos en toxicología para establecer diferentes
puntos:
El que los tóxicos usados con intención criminal son conocidos como venenos.
Y, finalmente, que muchos productos tóxicos, usados como drogas de dependencia o ilícitas, van a
desencadenar gran cantidad de hechos ilícitos y, por tanto, investigación médico-legal.
37/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
38/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Ejercicios
Caso práctico
Datos
Un colegio organiza un campamento de verano en el que conviven 100 menores y 15 monitores.
Se ha encargado el servicio de comidas a una empresa externa que a diario acude con los paquetes de
comidas preparados para calentar y consumir.
A los diez días del comienzo del campamento, la mitad de los niños y sus monitores presentan un
cuadro inespecífico de fiebre moderada a alta, diarrea, vómitos, dolor de tipo cólico, náuseas y debilidad
general. Algunos de los niños deben ser hospitalizados y un monitor fallece.
Se pide
El alumno deberá desarrollar las siguientes cuestiones:
2
¿Qué actuación tendrá el médico forense con los afectados no fallecidos?
Solución
1
Al ser una muerte inesperada y sospechosa de criminalidad, deberá hacerse una autopsia médico-
legal con la correspondiente toma de muestras.
Igualmente, se procederá a tomar muestras de los vivos para saber el agente que ocasiona los
síntomas y desencadenar las correspondientes acciones judiciales.
39/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
La etiología más probable es la intoxicación alimentaria accidental por gérmenes que han colonizado la
comida, no obstante, habrá que investigar si ha habido negligencia o intencionalidad en tal intoxicación.
40/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Recursos
Bibliografía
Disposition of Toxic Drugs and Chemical en Man :
Baselt, Randall, C.; Cravey, Robert H. Foster City, California: Chemical Toxicology Institute,
1994.
Fundamentos de toxicología :
Klaassen, C. D.; Watkins, J. B. Casarett y Doull. Madrid: McGraw Hill Interamericana; 2005.
Carrasco Gómez, Juan José; Maza Martín, Jose Manuel. La Ley; 2003.
Mechanistic Toxicology :
Medicina legal :
Medicina legal :
41/42
Aspectos médico-legales de la toxicología
Toxicology :
Marquardt, H.; Schäfer, S.; Mcclellan, R.; Welsch, F. London: Academic Press; 1999.
Glosario.
MEDICAMENTO: Sustancia ajena al organismo (tóxico) que sirve para curar o prevenir una
enfermedad, para reducir sus efectos sobre el organismo o para aliviar un dolor físico.
VENENO: Cualquier sustancia química dañina usada con intención de matar. Paracelso
indicó que todas las sustancias son tóxicas a dosis altas, lo que incluye sustancias tan
“inocentes” como el agua, vitaminas, oxígeno, medicamentos, etc. Pueden ser animales,
minerales, vegetales o sintéticas.
42/42