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UNIDAD EDUCATIVA SANTA MARÍA DE LOS ÁNGELES

TURNO TARDE

PROFESORA:

LIC. FELIZA CARVAJAL C.

INTEGRANTES:

CURSO:

2° de primaria “C”

FECHA:

11 de octubre del 2023

EL ALTO - BOLIVIA
LOS ANFIBIOS

1.INTRODUCCION.

Los anfibios son un


grupo de animales
vertebrados
caracterizados por su
versatilidad a la hora de
vivir, puesto que son
capaces de hacerlo en el
agua, pero también en la
tierra. De hecho, el nombre que tienen, que procede del griego (“amphibios”),
viene a significar algo así como “vivir dos vidas”. Pero, que esta sea una
característica típica de este grupo de animales no significa que todos la cumplan,
ya que existen muchos anfibios que prefieren vivir permanentemente en la tierra
o solo en el agua. En cualquier caso, todos los anfibios comienzan su vida en el
agua con branquias y colas y, ya a medida que crecen, desarrollan pulmones y
piernas para su vida en la tierra.

2. CARACTERÍSTICAS DE LOS ANFIBIOS.


Los anfibios son animales de sangre fría (tienen la misma temperatura que el aire
o que el agua que les rodea), tienen la piel húmeda, lisa y viscosa y no tienen ni
pelo, ni plumas, ni escamas como otros animales. Su piel es permeable (el aire
puede atravesarla), y esto hace que muchos anfibios respiren a través de la
piel en lugar de hacerlo a través de los pulmones.
Se cree que los anfibios son los vertebrados más antiguos de la Tierra, pues
existen desde hace cientos de millones de años. ¿No es increíble? Y es muy
probable que sea esa antigüedad la que haga que existan más de 7.000 especies
distintas, aunque todas ellas puedan englobarse en: sapos y ranas, tritones y
salamandras, gusanos ciegos y cecilias. Sin embargo, aunque todos estos grupos
sean anfibios, existen en realidad muchas diferencias (sobre todo de tipo
estructural) entre ellos. Por ejemplo, las ranas y los sapos no tienen cola y son
algo rechonchos con extremidades traseras largas y muy poderosas ideales para
saltar. Por el contrario, las cecilias son animales que carecen de extremidades y
muy parecidas a los gusanos. Por su parte, los tritones y las salamandras sí que
tienen colas y dos pares de extremidades más o menos del mismo tamaño.
Mucha gente confunde las salamandras con las lagartijas y viceversa, pero en
realidad son muy diferentes. Las salamandras, a diferencia de las lagartijas,
tienen una piel suave y viscosa, pasan por un estado de larva y prefieren las áreas
boscosas y frías para vivir.
La mayoría de los anfibios brincan o gatean hasta la zona de agua más cercana
cuando se ven amenazadas o en peligro, y casi todos poseen unas glándulas en su
piel que generan líquidos venenosos y de mal sabor. El sapo común y algunas otras
especies, además de esto, tienen la capacidad de hincharse cuando se encuentran
en peligro para despistar a sus depredadores.

3. VIDA Y REPRODUCCIÓN DE LOS ANFIBIOS.


El ciclo de vida de los anfibios comienza con un huevo, y dichos huevos se ponen
cubiertos como de una especie de gelatina, generalmente en agua dulce y
estancada y a menudo entre plantas acuáticas.
Una larva habitualmente nace de un huevo (las larvas de rana y sapo se conocen
comúnmente como renacuajos). Entonces, la larva se convierte lentamente en un
adulto al crecerle las piernas y los brazos y al desarrollar pulmones. Dicha
etapa puede durar entre 2 semanas y 2 años y, una vez que se completa el
cambio, el anfibio adulto emerge del agua y pasa la mayor parte de su vida en la
tierra cerca, eso sí, de zonas con cierta o mucha humedad.
Pero debemos tener en cuenta que, aunque esta metamorfosis de la vida acuática
a la terrestre se da en miembros de los tres grupos de anfibios, pueden darse
muchas variantes. ¡Recuerda que existen más de 7.000 especies! Por ejemplo,
algunas ranas ponen sus huevos en tierra y otras, como la rana marsupial, los
ponen dentro de una bolsa que se sitúa en su propia espalda.

4. QUÉ COMEN Y DÓNDE VIVEN LOS ANFIBIOS (ALIMENTACION Y


HABITAD)

Los anfibios adultos son carnívoros y depredadores, lo que quiere decir que
comen una gran variedad de alimentos que incluyen arañas, escarabajos o
gusanos. Algunos de ellos, como las ranas, tienen lenguas largas con puntas
pegajosas que mueven y estiran mucho para atrapar a sus presas.
Son animales capaces de comer casi cualquier cosa que se acerque lo suficiente
a sus bocas, lo que puede incluir diferentes tipos de insectos, caracoles, pájaros,
ratones o murciélagos, pero algunas especies suelen inclinarse más por algún
alimento en particular, como algunas ranas que se alimentan básicamente de
termitas y de hormigas. Incluso hay especies que pueden llegar a comer otro
tipo de alimentos (no animales vivos) más parecidos a los que ingieren los gatos
y los perros domésticos, o especies vegetarianas, como la rana arborícola
brasileña que se alimenta de deliciosas frutas y bayas.
Pero… ¿dónde viven? Los anfibios se encuentran en casi todos los tipos de
entornos, incluidos los desiertos. Debido a que los anfibios generalmente tienen
una piel húmeda y permeable, podemos llegar a pensar que no les irá bien en
condiciones cálidas y secas, pero lo cierto es que son animales muy versátiles
y han establecido muchas adaptaciones para sobrevivir a casi todos los entornos.
Algunos sapos del desierto se entierran bajo tierra y solo salen cada pocos años
cuando cae una buena lluvia para reproducirse en los charcos efímeros. Otras
ranas o sapos secretan cera con la que recubren su piel para protegerse de la
desecación o solo permanecen activos de noche, cuando las temperaturas son
más frescas. En cualquier caso, la mayoría de los anfibios adultos pasan
prácticamente casi toda su vida en tierra, generalmente en hábitats húmedos, y
solo regresan al agua para reproducirse en primavera.

5. TIPOS DE ANFIBIOS MAS COMUNES.

La rana común qué come y dónde vive


Las ranas son un
tipo de anfibio
de tamaño más o
menos pequeño,
pertenecen al
grupo de los
animales
vertebrados y
tienen la
particularidad
de ser
animales capaces de vivir tanto en la tierra como en el agua. Al ser anfibios, la
temperatura corporal de las ranas es la misma que la temperatura ambiente, y
su piel es capaz de absorber el agua suficiente en su cuerpo como para no tener
que beber agua para sobrevivir.
Las ranas poseen patas traseras fuertes que les permiten saltar hacia adelante
y a una gran distancia. Las patas delanteras o brazos son de un tamaño más corto,
por lo que a menudo las utilizan para sostenerse en posición sentada. Las ranas
también son capaces de respirar a través de sus pulmones y a través de su piel,
y esto se debe a la forma y estructura de su corazón, que tiene una cámara
menos que las cuatro habituales.
La rana es un animal que tiene bastantes enemigos, como los mapaches, las
tortugas, los murciélagos, los peces… ¡incluso los humanos! Y es que las ranas
pueden llegar a formar parte en determinados lugares del menú alimenticio de
las personas. Para protegerse de las amenazas y de los enemigos las ranas
tienen diferentes tipos de protección, como por ejemplo las glándulas que poseen
en su piel, que segregan veneno. Cuando esta característica es necesaria, la piel
se oculta y el cuerpo se recubre de ese veneno, lo que hará que el enemigo se vea
disuadido y se aleje. Pero además de ese veneno la rana también usa los colores
para protegerse. Si al aproximarse un enemigo observa un color muy brillante en
la rana (fundamentalmente amarillo o rojo), será mejor que salga corriendo, pues
es una advertencia de su toxicidad y de su mal sabor.
En cuanto a su tamaño, la rana más pequeña es la rana pigmea cubana, que no llega
ni a 1’5 centímetros de largo, y una de las ranas más grandes es la rana gigante
o rana Goliat, propia de África central, que puede llegar a medir hasta 30
centímetros.

Qué comen las ranas comunes


Las ranas comunes son carnívoras, por lo que se alimentan de una gran variedad
de presas invertebradas (casi siempre de noche) entre las que se encuentran las
babosas y los caracoles. Y es que la dieta de la rana consiste principalmente en
insectos, pequeños animales como lombrices de tierra, peces pequeños o arañas.
La mayoría de las ranas tienen la lengua pegajosa, por lo que para atrapar a un
insecto la sacan rápidamente. Una vez fuera, y al ser pegajosa, el insecto se
queda atrapado y la rana puede tragárselo de una sola pieza. Esta característica
es fundamental, ya que al tener dientes solo en la mandíbula superior no tienen
unas dotes muy buenas para masticar.
La piel también puede ser una increíble fuente de nutrición para las ranas, una
actividad que realizan cuando se produce la muda de su propia piel. A su vez, las
ranas también son alimentos muy atractivos para una gran variedad de vida
animal, por lo que son una especie muy vulnerable.

Dónde viven las ranas comunes


Las ranas, al igual que los sapos, se pueden encontrar en casi cualquier lugar
excepto en la Antártida, porque no son animales que toleren el frío, por eso la
mayoría de las especies se encuentran en regiones tropicales y países más
cálidos. Las que sí que habitan en lugares más fríos suelen hibernar durante esos
meses más adversos, como los osos, bien en madrigueras o en el fondo de algún
estanque.
Tal vez puedas encontrar ranas en agua dulce o cerca de lugares que tengan agua,
como estanques o arroyos, aunque no todas las ranas disfrutan tanto del remojo,
por lo que algunas solo acuden al agua para reproducirse. También existen ranas
que disfrutan de vivir en los árboles, y este tipo de ranas poseen unas pequeñas
almohadillas pegajosas en los dedos de sus patas delanteras y traseras (manos y
pies) para poder agarrarse mejor al tronco mientras trepan. Los estanques de
jardín son especialmente importantes para las ranas comunes típicas de las
ciudades, pues suelen depender de ellos.
Otras ranas tienen la particularidad de ser como excavadoras (ranas
madrigueras), y suelen caracterizarse por unas patas tan cortas que no les
permiten saltar ni hacer grandes desplazamientos.

Otros datos curiosos sobre las ranas


 Una rana muda completamente de piel aproximadamente una vez a la semana.
Después de quitarse la piel vieja y muerta, la rana generalmente se la come. ¡Le
resulta un plato delicioso!
 Cuando una rana se traga a su presa, parpadea, lo que hace que sus globos
oculares se vean empujados hacia abajo, hacia la parte superior de la boca, lo
que le sirve para conducir mejor la comida hacia la garganta.
 La mayoría de las ranas tienen dientes, aunque generalmente solo en la mandíbula
superior. Dichos dientes se
utilizan para mantener a la
presa en su lugar hasta que
la rana pueda tragársela.
 Los seres humanos no solo
pueden llegar a comerse las
ranas, sino que también son
culpables, en buena medida,
de la destrucción del
hábitat natural de las
mismas, lo que está
dificultando mucho su ritmo
natural de vida y su
reproducción.

Los sapos: qué comen y dónde viven


Los sapos son unos anfibios muy comunes que se caracterizan por tener
verrugas, una piel muy seca con unas glándulas que reciben el nombre
de “parotoides” … Dichas glándulas producen un pequeño líquido que
es venenoso y que sirve a estos animales como sistema de defensa de sus
depredadores, que pueden ser serpientes, mapaches o aves rapaces. Aunque los
sapos sean animales de un tamaño bastante reducido, este veneno es muy
potente y puede causar la muerte de muchos animales de pequeño y mediano
tamaño y a los humanos puede producirles algunas alergias.
Pero los sapos no se defienden de sus enemigos solo con ese veneno
llamado “bufotoxina”, sino que también pueden inflar su cuerpo para
parecer menos apetitosos o mezclarse y camuflarse en el entorno gracias a sus
colores, casi siempre marrón o verde. Sin embargo, también existen sapos de
colores más brillantes, y ese brillo que tienen en su piel advierte a los enemigos
de su peligrosidad: ¡son venenosos!
El sapo de menor tamaño se sitúa principalmente en América del Norte, y es el
sapo de roble o Bufo Quercicus, que puede llegar a tener una longitud de poco
más de 3 centímetros. En cambio, uno de los sapos más grandes conocidos puede
llegar a medir hasta 23 centímetros, y recibe el nombre de sapo de caña
o Rhinella Marina.
A su vez cada especie de sapo emite un sonido distinto, una especie de llamada
que suele ir dirigida al apareamiento. Los machos, por ejemplo, emiten sonidos
especiales para atraer a las hembras y para mantener al resto de machos bien
alejados de su zona. Una vez que se consigue el apareamiento y se fertilizan los
huevos nacen los “renacuajos” (o larvas de anfibio), es decir, las crías de los
sapos adultos.
Los renacuajos, antes de desarrollar las patas, tienen colas para nadar y
branquias para poder respirar debajo del agua. A medida que pasa el tiempo su
cola se vuelve cada vez más pequeña hasta que finalmente desaparece, al igual
que sus branquias, que también se pierden. Y es que el renacuajo ya no necesita
nada de eso, porque gracias a las patas que le crecen al hacerse mayor ya no
necesita permanecer todo el tiempo debajo del agua y puede llevar una vida
terrestre. A este proceso le podemos denominar “metamorfosis”, y es un
proceso que dura unos dos meses y que convierte a los renacuajos en sapos
adultos.
Como curiosidad debes saber que no todos los sapos viven esa etapa de
renacuajos. Sin embargo, sí que todos los anfibios necesitan una fuente de agua
no contaminada para reproducirse.

Qué comen los sapos


Al igual que las ranas la mayoría de los sapos comen insectos y otros artrópodos,
aunque algunas especies se alimentan de reptiles, pequeños mamíferos o incluso
otros anfibios. Lo único seguro es que los sapos tienen siempre mucho apetito y
pueden llegar a tragarse a sus presas (habitualmente babosas, escarabajos,
orugas u hormigas) completamente enteras y vivas. ¡Incluso algunas presas más
grandes como ranas o ratones!
La tradición dice que los sapos siempre han sido grandes amigos de profesiones
como la de jardinero, y pueden llegar a ser animales muy amigables y dóciles.
¿Has probado alguna vez a llamar a alguno? ¡Tal vez consigas que te haga caso!

Dónde viven los sapos


Los sapos se encuentran en todos los continentes, excepto en la Antártida,
aunque los sapos adultos suelen preferir los climas húmedos y muy abiertos,
llenos de campos y praderas. Aunque también es habitual ver sapos en jardines
y patios (como el sapo americano o Anaxyrus Americanus) o incluso sapos de
ciudad, como los sapos comunes que podemos encontrar fácilmente en Gran
Bretaña especialmente en verano.
El invierno no es la época favorita de los sapos, por eso es habitual que en dichos
meses de frío desaparezcan y se refugien en agujeros hechos por otros animales
o en resquicios y refugios.

¿En qué se diferencian el sapo y la rana?


Muchas personas confunden las ranas con los sapos y viceversa, por lo que a
continuación te añadimos unas breves características básicas para aprender a
diferenciarlos:
 Los sapos tienen piel seca y verrugosa y patas más cortas que las ranas.
 Los sapos se arrastran y las ranas se mueven con saltos cortos.
 Las ranas tienen una cabeza y una forma más angular en comparación con los
sapos.
 Solo las ranas tienen un parche o cresta oscura detrás de sus ojos.
 Las ranas ponen sus huevos en grupo, mientras que los sapos los ponen en hileras.

Otros datos curiosos sobre los sapos


 Si tocamos un sapo no nos convertiremos en rana ni nos saldrán verrugas, pero
sí que podríamos tener una leve irritación causada por la toxina (una especie de
leche blanquecina) que genera su piel contra los depredadores.
 Varias especies de sapos están clasificadas como especies en peligro o
amenazadas, y la mayor amenaza a la que se enfrentan es el deterioro del medio
ambiente, así como la presencia cada vez mayor de especies invasoras.
 La mayoría de sapos viven entre 5 y 10 años, salvo el sapo común (Bufo Bufo) que
puede llegar a vivir… ¡hasta 40 años!
El tritón: qué come y dónde vive

Los tritones son pequeños anfibios semi-acuáticos que parecen una mezcla
curiosa entre las ranas y los lagartos. ¡Son muy bonitos y especiales! Además,
poseen algunas características muy concretas, por ejemplo, la peligrosidad que
pueden tener a pesar de parecer seres increíblemente amistosos. Al igual que
ocurre con la toxina de los sapos, la piel de los tritones segrega un veneno para
defenderse de las amenazas externas, aunque es un veneno más peligroso que el
de los sapos porque sí que podría llegar a matar a una persona fácilmente.

Los tritones forman parte de la familia de las salamandras y se conocen más de


sesenta especies diferentes. Es decir, que todos los tritones son salamandras
en realidad, pero no todas las salamandras son tritones y, aunque las diferencias
entre ellos son muy pocas, una de ellas es que los tritones (a diferencia de las
salamandras) suelen pasar casi todo su tiempo en el agua. ¡Les encanta estar en
remojo!
En cuanto a su cuerpo, los tritones tienen forma de lagarto y se componen
de cuatro patas y de una cola muy larga. La mayoría tienen la piel suave y húmeda,
aunque algunos tienen una piel rugosa y granulada, como es el caso de los tritones
“de piel áspera”, que reciben su nombre precisamente por dichas características
especiales. Además, los tritones, también en su mayoría, poseen pulmones bien
desarrollados, y solo algunas especies conservan las branquias llegados a la edad
adulta.
Muchos tritones utilizan el color de su piel (verde, negro o marrón)
para camuflarse y escapar de los depredadores, y al igual que ocurre con los
sapos algunos tienen colores muy brillantes como señal de advertencia de su
toxicidad y peligrosidad. Es decir… ¡que no son una buena comida!

Qué comen los tritones


Cuando los tritones viven en tierra se alimentan de insectos, babosas o gusanos.
En el agua, sin embargo, se alimentan de otro tipo de cosas, como de insectos,
caracoles de agua, crustáceos pequeños o renacuajos.
Como adultos, aunque dependiendo de la especie, los tritones viven en la tierra
alrededor de dos tercios de sus vidas y, cuanto mayores son, mayores son
también las presas que pueden cazar. Son animales muy activos (unos más
durante el día y otros más durante la noche) y se pasan la mayor parte de su
tiempo descansando en zonas fresquitas o buscando comida.
Como las ranas y los sapos, usan su lengua pegajosa para atrapar deliciosos y
sabrosos bocados, como por ejemplo moscas, ácaros, gusanos, arañas…que se
pegan a su lengua. Una vez cazada la presa la lengua se enrolla y… ¡Ale hop!

Dónde viven los tritones


Los tritones se pueden encontrar en todo el hemisferio norte: en América del
Norte, Europa, Asia, África del Norte…, aunque prefieren las zonas cálidas y
húmedas, pues es en las que pueden permanecer más tiempo activos. Como hemos
visto, algunos viven en tierra y otros prefieren casi exclusivamente el agua. Por
ejemplo, existe una especie de tritón (el llamado tritón cocodrilo) que habita en
Japón, y en concreto en las islas del sur, en espacios pantanosos, praderas,
bosques o zonas de cultivo. El tritón de manchas rojas, por su parte, se encuentra
en estanques, marismas y lagos de zonas del este, como en las de Norteamérica.
Cuando están en tierra, generalmente se esconden debajo de piedras, troncos,
rocas, montones de abono y áreas oscuras y húmedas. Cuando están en estanques
se esconden bajo el agua en densos matorrales o zonas de espesa vegetación.

Otros datos curiosos sobre los tritones


 Algunos anfibios, como los lagartos, tienen la capacidad de regenerar sus
extremidades, pero los tritones pueden hacer que crezca otra (incluidos los
órganos) en tan solo cuestión de semanas.
 El tritón más grande que se conoce es “el gran tritón crestado”, típico de Gran
Bretaña, ya que puede crecer el doble que otros tritones (hasta 18 cm. de largo).
¡También puede llegar a vivir unos 15 años!
 Los tritones machos de crestas grandes poseen una gran habilidad para el
cortejo. Se ponen de pie sobre sus patas delanteras y se colocan frente a una
hembra con la espalda arqueada mientras agitan su cola y su cresta. ¡Es un
auténtico espectáculo!
 La bella y curiosa apariencia de los tritones atrajo mucho a nuestros
antepasados, y por eso los tritones se convirtieron en unas criaturas legendarias
en la antigua Babilonia, Grecia o Roma, al igual que el dios Tritón, que también
lleva su nombre.
 En la Edad Media los tritones fueron asociados con los espíritus malvados, y
muchas leyendas hablaban de cómo las brujas los empleaban en sus diferentes
pócimas.
 Entre el año 1985 y el 2005, seis
misiones diferentes enviaron
tritones en misiones espaciales, una
elección motivada en buena medida
por la increíble capacidad de
sobreponerse que tienen estos
animales.
Las salamandras rojas: qué comen y dónde viven

Las salamandras rojas deben su nombre al color que presenta su piel en los
costados y en la espalda, que es de un tono rojo brillante (que alerta de su
toxicidad), un color que mantienen mientras son jóvenes y que van perdiendo a
medida que crecen. Además de este tono rojizo, estas salamandras presentan
ciertas manchas de color negro en la espalda y tienen los ojos de color
amarillento.
Estos animales poseen extremidades delanteras y traseras (con cuatro dedos en
las primeras y cinco en las segundas), tienen la piel bastante suave y no tienen
escamas. En cuanto a su tamaño, estas salamandras suelen crecer entre 10
centímetros y 18 de largo. También tienen una cola corta y algunos surcos a lo
largo de su cuerpo, y tanto los machos como las hembras son bastante similares,
aunque las hembras pueden llegar a alcanzar un mayor tamaño. Con la edad, estas
salamandras pueden llegar a ir perdiendo su color rojo brillante.
Como todos los anfibios, las salamandras rojas nacen de los huevos. Cuando nacen
por primera vez viven en forma de larva (como un renacuajo), algo que sucede
durante unos dos años aproximadamente. Durante este tiempo viven en el agua
y respiran a través de branquias, como los peces. Luego, tras un proceso de
metamorfosis, les van creciendo las patas hasta convertirse definitivamente en
adultos, pasando a respirar a través de la piel y del recubrimiento de sus bocas,
porque son seres que carecen de pulmones (es una especie “pletodóntida”).
Qué comen las salamandras rojas
Las salamandras rojas son animales nocturnos, por lo que normalmente cazan de
noche, y son animales carnívoros. Como tales, las salamandras rojas se alimentan
de otros animales, y algunos de sus platos favoritos son las arañas, los caracoles,
las babosas o las lombrices. Pero si tienen hambre de verdad… ¡incluso pueden
llegar a comerse a otras salamandras!
Las salamandras rojas en estado de larva a menudo buscan alimento en hábitats
acuáticos. En los primeros dos o tres años de vida consumen muchas moscas
acuáticas, crustáceos y otras larvas de insectos acuáticos y salamandras, y
continúan con esta alimentación hasta que se convierten en adultas. Continuarán
con esta dieta hasta que se conviertan en adultos.

Dónde viven las salamandras rojas


La salamandra roja es propia de las zonas del este de Estados Unidos, y pueden
encontrarse alrededor de arroyos y manantiales fríos. Cuando llegan a la edad
adulta estas salamandras son casi siempre acuáticas y pueden llegar a habitar
las zonas más profundas de los manantiales, donde las temperaturas son menos
variables. Cuando llega la primavera algunas migran y se refugian debajo de
troncos, piedras y masas de hojas en bosques caducifolios o mixtos en regiones
más terrestres hasta que pasa el verano. Durante las noches lluviosas pueden
llegar a verse salamandras rojas buscando comida, aunque casi siempre están
escondidas, de hecho, muchas llegan a habitar cuevas (especialmente las
hembras) para poner sus huevos.

Otros datos interesantes sobre la salamandra roja


 Las salamandras rojas se parecen mucho al tritón rojo, que también es muy
venenoso, lo que favorece que algunos depredadores eviten a este tipo de
animales.
 Son animales que se reproducen entre el otoño y el invierno y que llegan a poner
una media de unos setenta huevos.
 Como todos los anfibios, son de sangre fría, lo que significa que tienen que
regular su temperatura corporal utilizando su entorno exterior.
 Los principales depredadores de la salamandra roja son los pájaros, los
mapaches y los zorrillos.
 Hay cuatro subespecies de
salamandra roja y todas pueden
llegar a vivir unos veinte años.
 Las salamandras rojas disfrutan de
los arroyos de agua pura,
porque son animales muy sensibles,
por lo que son víctimas de la
contaminación, así como de la
deforestación o de la
sedimentación de los arroyos.

6. DATOS CURIOSOS SOBRE LOS ANFIBIOS


 El color ayuda a los anfibios a encontrar pareja y a esconderse de los
depredadores y otras amenazas externas.
 Algunas ranas pueden llegar a congelarse durante el invierno y aun así sobrevivir.
 La rana más venenosa es la rana dardo dorado, que tiene suficientes secreciones
tóxicas en la piel como para matar hasta a 10 personas.
 La rana que mejor salta es la rana arborícola sudamericana, que puede llegar a
alcanzar los 9 metros de distancia.
 Mientras que las ranas tienen la piel suave, la piel de los sapos es áspera y rugosa,
debido a estructuras especiales que secretan fluidos venenosos de su piel.
 Más del 75% de todas las especies de sapos y ranas del mundo viven en selvas
tropicales.
 Muchas ranas y salamandras tienen la capacidad de cuidar a sus crías, ya sea
cuidando sus huevos, llevándose a sus crías con ellas o alimentando a los
renacuajos.
 Las cecilias son anfibios que no tienen piernas ni brazos y que se parecen mucho
a las serpientes y a los gusanos. Algunas de ellas pueden ser muy largas y alcanzar
longitudes de casi metro y medio.
 ¿Sabías que las cecilias reciben también el curioso nombre
de gimnofiones o gymnophionas y que tienen una nariz puntiaguda que les sirve
para excavar la tierra y adentrarse en el barro?

7. CUIDADOS Y CONCLUSIONES.
Los anfibios son importantes dentro de la cadena alimenticia, son controladores
de plagas que afectan a los humanos, como los insectos de los que se alimentan,
hay especies nocivas para el ser humano, como las que transmiten enfermedades
como el dengue, el Zika o la malaria; o bien insectos que son plaga de cultivos
agrícolas, como langostas y algunas especies de escarabajos. En este sentido, los
anfibios ayudan a controlar poblaciones de insectos que diseminan enfermedades
o que perjudican gravemente a la agricultura.
En un contexto médico o farmacológico, la piel de los anfibios posee una gran
variedad de substancias con cualidades analgésicas y antibióticas, esto provoca
que grandes empresas farmacéuticas los capturan indiscriminadamente para
experimentos.
Es por eso que debemos cuidarlos y protegerlos, evitar la caza indiscriminada,
para así preservar las especies y evitar la extinción.

En conclusión, podemos decir que los anfibios pueden vivir fuera del agua, pero
sólo en lugares húmedos y en los que de vez en cuando hay lluvias abundantes
para poderse reproducir, por lo tanto, no se han independizado totalmente del
medio acuático. Y su existencia es de suma importancia para el ecosistema.

8. WEBGRAFIA

 www.juegosinfantiles.bosquedefantasias.com/cienciasnaturales/seres-
vivos/animales-anfibios
 www.arbolabc.com/animales-para-ninos/anfibios
 www.zoobarcelona.cat/es/animales/anfibios

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