Cristología exclusivista:

Se dice que es una reflexión teológica que sostiene el valor de la unicidad de la

mediación de Jesucristo, pero sin una consideración seria de la universalidad de tal
mediación.
Dentro de la cristología exclusivista podemos encontrar diferentes expresiones:
Karl Barth y Jamel L. Garrett ambos dicen acerca de los conceptos de revelación
general y revelación especial:
- Revelación general: es la que se descubre en el universo creado y en las
conciencias de los seres vivos.
- Revelación especial: es la revelación histórica de Dios al pueblo de Israel y por
medio de Jesucristo.

Karl Barth
La teología de Barth tiene punto de partida en el concepto de revelación. Barth niega la
existencia del término revelación general, según él, la revelación es algo muy grande
como para ser usado en los leves atisbos de Dios que el pecador puede ver en la
Creación, es necesario para él oír la palabra de reconciliación, para así poder ver con la
claridad y la nitidez que en la Creación no puede. Es así como Cristo es la Palabra de
Dios y su única revelación.
Esta Palabra de Dios, es proclamada por la Iglesia en la predicación. Ni la predicación,
ni las Escrituras son, en sí mismas, Palabra de Dios, sino que llegan a serlo por obra de
revelación de Dios al ser humano. Es por la Revelación que las Escrituras reciben el
poder reconciliatorio que tienen.
Barth demuestra un pensamiento eclesiocentrista al decir que la Iglesia es el centro
depositario y transmisor de la revelación de Dios. Es en ella que la reconciliación que
viene de Jesucristo, revelado en las Escrituras, y actuante por medio del Espíritu Santo
en la experiencia de la conversión de los creyentes.
LA PRENDA PRIMARIA DE LA REVELACIÓN ES LA HUMANIDAD DE
JESUCRISTO, LA PRENDA SECUNDARIA ES LA IGLESIA, QUE ES SU
CUERPO. FUERA DE LA IGLESIA (SI ES CONCEBIDA DE ESTE MODO), NO
PUEDE HABER TAL COSA COMO FE EN LA REVELACIÓN O COMPRENSIÓN
DE ELLA.

James L. Garrett
Este hombre dice; “Por lo tanto, la revelación específicamente cristiana de Dios es la
revelación especial o histórica. A diferencia de Karl Barth, Garrett afirma que la Biblia
da testimonio acerca de la revelación general.
Cuando James habla de esto diferencia “revelación general de “teología natural”.
La revelación general contribuye a explicar el fenómeno religioso universal, a establecer
un punto de contacto entre los cristianos y los incrédulos, a fundamentar la inexcusable
responsabilidad de todos los seres humanos hacia Dios por sus pecados y a incentivar
las misiones cristianas. Su última concepción acerca de la revelación general es
interesante: “La revelación general, tal como se recibe y aplica, según Pablo, no provee
a los seres humanos de un conocimiento suficiente, efectivo y redentor de Dios y de su
voluntad: 1) Esta revelación ha sido oscurecida y corrompida por el pecado humano.
Los seres humanos no responden a ella viviendo en conformidad a la luz y la verdad de
la revelación general. 2) Esta revelación proporciona un cierto conocimiento de Dios
como el creador y fiel sustentador del universo y de la existencia humana, pero no
puede suplir un conocimiento transformador del santo amor hacia los pecadores. 3)
Paradójicamente, esta revelación es suficiente para condenar a los seres humanos como
pecadores, pero no es en sí suficiente como para redimirlos o salvarlos del pecado o
para facilitarles el acceso a la comunión con Dios”.
Es realmente fuerte lo que James Garrett dice acerca de la revelación general. Es
suficiente para condenar al hombre como pecador, pero no es suficiente para salvarle.
Distinto de Barth, él cree en la revelación general pero no como agente salvífico sino
preparatorio.
¿Cuáles son los aportes de estos autores?
A) Necesidad y primicia de la revelación divina. La revelación divina es esencial
para la salvación humana, ya que ésta nunca es ni puede ser obra humana.
B) Revelación divina y religió humana. Pertenece a una de las grandes intuiciones
teológicas de K. Barth trazar la diferencia entre revelación y religión.
C) Centralidad de Jesucristo como único Salvador. Es también un mérito presente en esta
perspectiva -el afirmar la centralidad y unicidad de Jesucristo como Salvador. La
doctrina de la unicidad de Jesucristo como James L. Garret, Teología sistemática. Vol. I
(El Paso; Casa Bautista de Publicaciones, 1996) 57. Ibid., 62. mediador está
salvaguardada: en sentido estricto y siendo fieles al Nuevo Testamento, no es posible
postular una pluralidad de mediadores salvíficos.
D) La importancia de la Iglesia y de las Escrituras. Finalmente, estos autores subrayan con
acierto una cuestión misionológica impostergable: la iglesia debe predicar a Jesucristo
conforme a las Escrituras como aspecto prioritario de su misión integral. Aquí se realza
el valor insustituible de la iglesia y el punto de partida irremplazable de la Biblia para el
pensamiento teológico.
E) La realidad del pecado y la necesidad de salvación. La realidad del pecado es universal
y la necesidad de salvación también lo es. Los seres humanos se hallan imposibilitados
de salvarse por sí mismos y la intervención de Dios para redimir y reconciliar a la
humanidad es imprescindible

Algunos cuestionamientos:
Aún así, estos aportes necesitan de algunas precisiones para que no se desvirtúen.
A) Alcance, contenido y propósito de la revelación divina. Aunque es cierto que
la soteriología parte de la primicia de la revelación divina, también es cierto
que la revelación de Dios y la posibilidad de salvación no pueden limitarse a
algunas de sus criaturas, esto sería un acto discriminativo e injusto de parte
de Dios; incluso desde la perspectiva neotestamentaria: hace salir su sol
sobre buenos y malos, y llover sobre justos e injustos (Mat. 5: 45) o que Dios
no hace acepción de personas” (Hch.lO: 34). ¿qué de la salvación de los que
 nunca han oído hablar de Jesús de Nazareth? ¿Qué de los millones y millones que
murieron sin que les fuera predicado el evangelio? ¿Quedan, acaso, excluidos de la
revelación y de la posibilidad de salvación divinas?
B)