Spitberg En 1615, ante el peligro inminente de ser saqueada por el pirata holandés Joris Spitberg, Santa Rosa brindó protección a la ciudad Lima. Spitberg fue contratado por Holanda para tomar por asalto el virreinato del Perú.
Lluvia de flores perfumadas
frente al Papa Clemente IX Este es uno de los milagros más conocidos de la santa limeña. Según la leyenda, el Papa Clemente IX estaba escéptico acerca de los poderes y milagros de Santa Rosa y quiso probarlos antes de beatificarla. Curaba a los enfermos con la imagen del Niño Jesús
Otro de los milagros por los cuales creció el
fervor de los limeños hacia Santa Rosa fue la sanación de los enfermos, valiéndose de una estampita de Jesús al que llamaba “niño doctorcito” y rezaba diariamente. La aparición al pueblo filipino y su protección durante la II Guerra Mundial
Otra de las historias que se cuentan de
Santa Rosa es el milagro de su aparición a varios centenares de filipinos que huían del asedio japonés durante la guerra.
Ocurrió durante la ocupación japonesa de
las islas Filipinas en las cercanías de un poblado llamado Bucol, después rebautizado como Santa Rosa Laguna.
Conversar con los animales
Otro de los enigmas en torno a la vida de esta santa es que se le atribuía el poder de hablar y ser obedecida por los animales, al igual que a San Francisco de Asís, San Martín de Porras y San Antonio de Padua.
Se dice que las aves, los animales de corral y
hasta los mosquitos la obedecían. Ella afirmaba que normalmente trababa amistad con los animales y les pedía que alabaran a Dios.
Según la leyenda, siendo niña escuchó a su
madre decir que mataría a un gallo que ella tenía porque no cantaba. Fue entonces cuando la pequeña le ordenó al gallo cantar y el ave lo hizo, evitando así su condena.