Está en la página 1de 26

PSICOONCOLOGÍA. Vol. 8, Núm. 1, 2011, pp.

143-168
ISSN: 1696-7240 - DOI: 10.5209/rev_PSIC.2011.v8.n1.11

HACIA UN MODELO DE TOMA DE DECISIONES COMPARTIDA PARA


EL FINAL DE LA VIDA

Javier Barbero1, Concepción Prados2 y Alicia González1


1
Servicio de Hematología del Hospital Universitario La Paz (Madrid)
2
Servicio de Neumología del Hospital Universitario La Paz. (Madrid)
3
Idi Paz. (Madrid)

Resumen Abstract

La toma de decisiones es una práctica diaria Decision making is a task all human
de todos los seres humanos. En dicha práctica beings have to face up to daily. The underlying
los criterios que se utilizan se conforman en basis for this practice is formed and marked
base a experiencias pasadas, modelos cotidia- by former experiences, every day applied
nos o incluso inercias nunca cuestionadas. En or even automatized models that are never
el ámbito clínico, sin embargo, debe exigirse un questioned. In the clinical setting, however, a
quehacer crítico a la hora de discernir los pro- critical reflexion is necessary when deciding
cedimientos y criterios óptimos para la toma procedures and criterias for making decisions,
de decisiones, requiriéndose análisis y juicios requiring analysis and effective and agile
efectivos y ágiles. A nuestro entender, un plan- decisions. In our view, a highly interesting
teamiento altamente interesante para abordar approach to tackle decisions in the ambit of the
decisiones en el ámbito del final de la vida es end-of-life is the Shared Decision-Making. In
el de Toma de Decisiones Compartidas (TDC). this paper we intend, at first, to conceptualize
En el presente texto se pretende, en un primer the most relevant variables according to that
momento, conceptualizar las variables consi- model, and then to propose a protocol to act as
deradas más relevantes en dicho modelo, para a facilitating tool for making difficult decisions
proponer posteriormente un protocolo que ac- to which the patients and their families may be
túe como herramienta facilitadora de la toma exposed to.
de decisiones complicadas a las que pueden
verse expuestos los pacientes y sus familiares. Key words. Shared decision making, pallia�
�������
tive care, end of life, bioethics.
Palabras clave: Toma de decisiones compar�
tidas, cuidados paliativos, final de vida, bioé�
tica.

INTRODUCCIÓN está ajustada a unos criterios debidamen�


te internalizados que, como constancias
La toma de decisiones es una práctica comportamentales, simplifican la vida.
diaria de todos los seres humanos, tanto Además, estas decisiones se construyen en
en el ámbito personal como en el profesio� cadena, es decir, en medio de un proceso
nal. La inmensa mayor parte de las veces decisional plagado de secuenciales micro�

Correspondencia:

Javier Barbero,
Servicio de Hematología y Hemoterapia.
Hospital Universitario La Paz. Pº Castellana 261, 28046-Madrid.
E-mail: jbarbero.hulp@salud.madrid.org
144 Javier Barbero et al.

decisiones. Habitualmente, entre los que agudo-crítico cuya crisis ya no se puede


contamos con el derecho de recibir un sa� resolver positivamente; la transición al CP
lario a fin de mes –y quizás con la excep� se suele dar cuando el enfermo con un
ción de los fríos días de invierno– uno no proceso crónico (neoplasia, enfermedad
se plantea conscientemente qué decisión neurológica grave, etc.) pasa a una situa�
tomar con respecto a acudir o no acudir ción de terminalidad. En ambos casos el
esa mañana al trabajo. impacto emocional es muy importante y
Los criterios, en las rutinas diarias, se va a condicionar el proceso y, además,
conforman en base a la experiencia pasa� la toma de decisiones principal conlleva
da, los modelos cotidianos o incluso desde un cúmulo de nuevas tomas de decisiones
las inercias nunca cuestionadas. Es más, la añadidas para nada fáciles (retirada o/y no
costumbre suele ser vivida como bondad, inicio de tratamientos de soporte vital, po�
de ahí la dificultad en replantear determi� sibilidad de sedación, planteamiento –si
nadas decisiones que rompen con rutinas no se ha hecho antes– de elaboración de
ya instauradas. Es el denominado realismo instrucciones previas, etc., etc.). Como es
moral. Se acaba de entender como bueno evidente, en torno a toda decisión clíni�
aquello que habitualmente existe, lo que ca aparecen distintos valores en juego,
racionalmente no deja de ser de un proble� lo que revela la necesidad de tener en
ma, al menos si planteamos la necesidad cuenta tanto los datos técnicos como los
del progreso. valores éticos que puedan estar en con�
En el ámbito clínico, no obstante, hay flicto. Desde esta doble vertiente, técnica
circunstancias que exigen un quehacer y ética, abordaremos el proceso de toma
crítico a la hora de discernir los proce� de decisiones.
dimientos y los criterios para la toma de A nuestro entender, un planteamiento
decisiones. Ya no sólo por la relevancia altamente interesante como modelo para
habitual de las decisiones –tiene que ver este ámbito del final de la vida es el de
con valores muy sensibles para las per� Toma de Decisiones Compartidas (TDC),
sonas, como pueden ser la salud, la vida que inicialmente intentaremos conceptua�
y la calidad de vida– sino también por lo lizar. En concreto, desarrollaremos las va�
cambiante que son muchas de las varia� riables referentes a la indicación clínica, la
bles intervinientes, lo que exige análisis y elección del paciente, el tipo formal de de�
juicio crítico realmente efectivos y ágiles. cisiones –dilemáticas o problemáticas–, la
En los escenarios cercanos al final de información, la conocida como comunica�
la vida, las dos decisiones probablemente ción difícil, los estilos de relación clínica
más difíciles para los profesionales son la y el proceso de deliberación, que incluye
limitación del esfuerzo terapéutico(LET)(1) tanto variables técnicas, entre ellas las co�
y la transición al cuidado paliativo (CP). municativas, como variables éticas. Poste�
Ambas exigen un cambio radical de ac� riormente propondremos un protocolo que
titud terapéutica. En las dos supone la re� integre las variables relevantes previamen�
nuncia a intentar curar al paciente de sus te comentadas y que actúe como herra�
patologías de base; también en las dos mienta activa y facilitadora de la toma de
se pretende instaurar de manera predomi� decisiones complicadas a las que pueden
nante la dinámica del cuidar. Ambas son verse expuestos los pacientes y sus fami�
dolorosas, se impone la aceptación de los liares. Para finalizar, expondremos un caso
límites (fronteras) de la medicina y de la de LET, con un documento de TDC ad hoc
limitación (déficit) de la condición huma� y las reflexiones últimas pertinentes.
na. La LET suele realizarse con el paciente
Hacia un modelo de toma de decisiones compartida para el final de la vida   145

MARCO CONCEPTUAL: DELIBERACIÓN, nir la TDC como la interacción médico-pa-


INCERTIDUMBRE Y COUNSELLING ciente en la que hay dos vías de intercam-
bio de información con la participación de
Se está trabajando mucho en la com� ambas partes en la decisión(4,5). Desde las
prensión del concepto de toma de decisio� responsabilidades del profesional, al pa�
nes compartida (TDC)(2), en inglés shared ciente se le provee de información sobre la
decision making. La expresión TDC fue evidencia de la eficacia del diagnostico o
definida en primer lugar por la President’s de las opciones de tratamiento y el médico
Comission for the Study of Ethical Problems explora los valores personales del paciente
in Medicine and Biomedical and Behavio- relevantes para la decisión particular. En
ral Research, en su informe Making Health último término, los dos intervinientes to�
Care Decisions(3), que se centró en el con� man conjuntamente las decisiones.
sentimiento informado. Este informe se pu� Sin embargo, no parece claro cuál es
blicó hace casi 30 años (1982) y concibe el principio, el mecanismo(6) que media
la TDC como un proceso de mutuo respeto para conseguir estos objetivos de proce�
y colaboración: so. Por otra parte, el método en sí mismo
“Normalmente esto consistirá en discu- parece insuficientemente operativo(7). Apa�
siones entre el profesional y el paciente que recen muchas definiciones en la literatu�
traen el conocimiento, las preocupaciones ra, pero inconsistentes entre ellas. Autores
y la perspectiva de cada uno al proceso como Towle y Godolphin(8) se centran en
de búsqueda de acuerdo en el curso de las competencias comunicativas tanto del
un tratamiento. Esto significa sencillamente médico como del paciente; otros colocan
que el médico o cualquier otro profesional en el médico la responsabilidad de explo�
invita al paciente a participar en un diálogo rar y visualizar la opinión del paciente.
en el que el profesional intenta ayudar al Otros cuantos destacan la importancia de
paciente a comprender la situación médi- proporcionar información al paciente real�
ca y los cursos disponibles de acción, y mente basada en evidencia, mientras que
el paciente expone sus preocupaciones y otros priorizan la relevancia del vínculo
sus deseos. Esto no implica recitar mecá- terapéutico. También en la literatura apa�
nicamente la abstrusa información médi- recen otros constructos similares como la
ca, pero debería incluir herramientas que toma de decisiones informada(9), la concor�
aportaran al paciente una mayor compren- dancia(10,11), la elección del paciente basa�
sión de su condición y una valoración de da en la evidencia(12,13) y la participación
sus consecuencias (p. 38). El proceso de mutua(14).
toma de decisiones compartidas requiere Makoul y Clayman(7) realizan una in�
que un clínico no busque solamente com- teresante revisión de las variables con�
prender las necesidades de cada paciente ceptuales desde las que se define en la
y desarrollar alternativas razonables para literatura el concepto de TDC. Recogen
satisfacer esas necesidades, sino también aquellas que aparecen en más de un 10%
presentar las alternativas de un modo que de los artículos consultados. En la Tabla 1
permita a los pacientes elegir la que ellos las señalamos. Llama la atención que sólo
prefieren. Para participar en este proceso, hay dos variables (valores / preferencias
el paciente debe establecer un diálogo con del paciente y opciones) que superan el
el clínico y dejar clara su visión del bien- dintel del 50%.
estar”. También es llamativo que ninguno
Ciñéndonos al ámbito médico, para de los instrumentos disponibles tome en
contextualizar la reflexión, podíamos defi� cuenta el carácter interactivo de la TDC.
146 Javier Barbero et al.

Tabla 1. Categorías mencionadas en al menos el 10% de los artículos en los que


se define la TDC, elaborado por G. Makoul y M. Clayman(7)

61,7% Valores del paciente / preferencias


50,9% Opciones
46,0% Colaboración
37,3% Participación del paciente
36,6% Educación del paciente
35,4% Beneficios / riesgos (pros y contras)
31,7% Deliberación / negociación
30,4% Conocimiento del doctor / recomendaciones
29,2% Acuerdo mutuo
26,7% Procesos / fases
23,6% Término medio
23,0% Intercambio de información
18.0% Hacer o explícitamente aplazar la decisión
16,8% Evidencia presente
13.0% Roles definidos (deseo de involucración)
11,8% Información imparcial
11,8% Verificar / clarificar comprensión
11,2% Flexibilidad / enfoque individualizado
10,6% Respeto mutuo

Ni el rendimiento de las habilidades de sarrollado a partir de la deliberación,


cualquiera de los participantes, ni la per� concepto capturado desde la bioética
cepción posterior del paciente de su parti� occidental y contemporánea sobre todo
cipación nos dan una estimación adecua� a partir de los desarrollos del profesor
da de la extensión con la cual la comuni� Diego Gracia(15) y a partir también de la
cación ha sido realmente compartida entre sistematización como modelo de relación
las partes. En resumen, el paradigma pro� terapéutica realizada por Linda y Ezequiel
metedor de la TDC parece necesitar con� Emanuel(16). Este modelo viene comple�
siderar su carácter interpersonal y propor� mentado por la reflexión sobre el manejo
cionar explicaciones acerca de su modo de la condición de incertidumbre en la
de funcionamiento. decisión clínica y por la necesidad de de�
Nosotros proponemos un modelo de sarrollar estrategias comunicativas como el
TDC que puede ser fundamentado y de� counselling(17), facilitadoras claves del pro�
Hacia un modelo de toma de decisiones compartida para el final de la vida   147

ceso de toma de decisiones. No hay que del equipo sanitario, la eficacia atribuida
olvidar que la TDC sirve a un propósito a los tratamientos, etc. Todo ello son esce�
comunicativo y terapéutico y por tanto ha narios de incertidumbre.
de seguir un proceso formal, abstraído de Ya centrándonos en la TDC, si partimos
las situaciones concretas, como puede ser que se basa en dos elementos, a saber, el
el proceso deliberativo, y una estrategia carácter de doble dirección de la transfe-
de comunicación interpersonal mediadora rencia y la igualdad en la relación inter-
de la transferencia de contenidos y valores personal, parece claro que metodológica�
entre las partes. mente la TDC tendrá que especificar qué
Una breve consideración en torno al estrategia se ha de utilizar para comunicar
papel de la incertidumbre. En primer lu� incertidumbre.
gar, no perder la perspectiva de que es
un aspecto clave de la comunicación del CUESTIONES CLAVES
riesgo. La incertidumbre es inherente al
pronóstico individual, a la capacidad de La cuestión de la indicación clínica
un tratamiento en mejorar la salud del pa�
ciente, a la evaluación de la comprensión La indicación clínica no depende úni�
del paciente de las explicaciones dadas, camente del nivel de conocimientos del
etc., etc. Además la incertidumbre difícil� profesional. Los conocimientos son con�
mente puede ser resuelta en una conver� dición necesaria pero no suficiente para
sación, pues suele estar cargada no sólo una correcta toma de decisiones en este
de datos técnicos promedio, sino también ámbito. Como bien nos dice el Harrison(19),
de la dificultad de abordar la subjetividad manual clásico de la medicina, existen de�
y la personalización. Independientemente terminadas condiciones necesarias para la
de la decisión particular de que se trate toma de decisiones. En primer lugar, una
(tratamiento de una recaída, cambio de habilidad que permita extraer a partir de
actitud a LET, etc.), podemos entender la un cúmulo de signos físicos contradic�
incertidumbre como el contenido central torios y de los datos del laboratorio sólo
de la comunicación decisional. En reali� aquéllos datos que son de importancia
dad, el intercambio de información implí� crucial a la hora de saber si es necesario
citamente se refiere a una estrategia para “tratar u observar” un caso difícil; es decir,
comunicar incertidumbres. En el ámbito discernir qué datos son relevantes y cuáles
de la oncología, Kasper et al. (2008)(18) pertenecen al espacio de lo indiferente. En
han investigado acerca de las temáticas de segundo lugar, la necesidad de una cierta
incertidumbre en la persona con cáncer capacidad para determinar cuándo un in�
(ver Tabla 2). Ciertamente, no son pocas. A dicio clínico merece estudiarse o bien es
modo de ejemplo, la integración social (la una “falsa alarma”; dicho de otro modo,
fiabilidad de los apoyos sociales de cara de los datos teóricamente relevantes cuá�
al afrontamiento de la enfermedad), el les han de ser trabajados y cuáles aban�
diagnóstico y el pronóstico, la necesidad donados; en último término, se plantea la
de descifrar la información y conducta del necesidad de herramientas para valorar si
médico, la repercusión en otros ámbitos el tratamiento propuesto entraña para el
vitales como puede ser el laboral, la atri� paciente un riesgo mayor que la propia en�
bución causal de la aparición de la enfer� fermedad; en otras palabras, una adecuada
medad, el compromiso a adquirir en las valoración de riesgos.
decisiones (no querer parecer muy pesado, Los profesionales tenemos una respon�
etc.), la valoración sobre la competencia sabilidad crucial en realizar indicaciones
148 Javier Barbero et al.

Tabla 2. Categorías de incertidumbre, definiciones y afirmaciones de ejemplos de


entrevistas a gente que sufre cáncer. Adaptado de Kasper et al.(18)

Incerti- con respecto Esta categoría incluye Afirmación típica


dumbre a… incertidumbres relacionadas
con…

1 Integración … la fiabilidad de las A menudo pienso en


social relaciones sociales de mi esposa, me pregunto
cara a las dinámicas de la cuánto tiempo podrá
enfermedad aguantar.

2 Diagnóstico y El estado normal de la No sé cómo interpretar


pronóstico enfermedad y su curso futuro. esta clase de dolor que
nunca sentí antes, ¿sabes?

3 Descifrar La interpretación de la Mi médico me habló del


información conducta del equipo médico procedimiento diagnóstico
y otras informaciones adicional. Pienso que él
recibidas por el paciente. ya sabía lo del tumor,
pero no quería decírmelo.

4 El dominio de La habilidad de afrontar la Entonces, qué pasa con lo


requerimientos enfermedad relacionada con de mi trabajo…
los cambios vitales.

5 Atribución Integración cognitiva de ser Quizás hice algo


causal afectado por una enfermedad equivocado en mi vida.
crónica. Quizás Dios… bien, no
sé…

6 Grado propio Hasta dónde el paciente Me preocupa si vuelvo


preferido de tiene la voluntad de jugar un loco a mi médico
compromiso papel activo en la interacción expresándole todas mis
médico-paciente. dudas…

7 Confiabilidad Competencias profesionales Yo creo que él está al día.


del médico y personales del equipo Al menos así lo espero…
médico.

8 Tratamiento La eficacia de un tratamiento Al principio, yo


tanto como de otras leía algunos libros
actividades de soporte. de medicina china,
acupuntura, etc. Pero
afortunadamente la
quimio no fue tan dura.
Hacia un modelo de toma de decisiones compartida para el final de la vida   149

diagnósticas y terapéuticas ajustadas a cri� encabezamiento de este apartado. Distin�


terios de buena práctica clínica, es decir, guimos, en aras de facilitar la reflexión,
la decisión de la indicación, no indicación entre el ámbito clínico y pretendidamente
o contraindicación de un determinado objetivo de la indicación (más inclinado
procedimiento (medicamentoso, psicote� hacia el lado de la protección y promo�
rapéutico, quirúrgico, etc…) ha de estar ción de la salud biológica del sujeto) y
fundamentada en la denominada como el ámbito personal y pretendidamente
medicina –u otras disciplinas– basada en subjetivo –sin ningún matiz peyorativo en
la evidencia, con los mejores niveles de ello– de la elección (más tendente hacia
certidumbre posibles. Éste es el terreno de el lado de la protección y la promoción
los profesionales y, en torno a él, es en el de la salud biográfica de la persona). Tan�
que aparece el principio de no-maleficen� to la indicación como la elección forman
cia. Es decir, nuestra gran responsabilidad parte intrínseca de la decisión. No obs�
en la decisión es no hacer nada que esté tante, seguiremos manteniendo el térmi�
contraindicado, proponer intervenciones no decisión indistintamente, pues es el
indicadas y tolerar –si no hay otra alter� contexto el que aporta los matices, en un
nativa y no transgrede significativamente sentido u otro.
el principio de justicia– las decisiones que En esta línea, para que la decisión, (es
pertenecen a la no-indicación. decir, para que la elección…) sea clara�
mente autónoma, se han de dar estas cua�
La elección del paciente tro condiciones:

El profesional, en el proceso de toma a) La decisión ha de ser informada,


de decisiones, ha de ser celoso del terre� es decir, el paciente ha de conocer
no de la indicación, es su responsabilidad, el contenido de las alternativas, los
pero obviamente, no puede ser el único efectos y riesgos esperados de cada
criterio utilizado. Un paciente puede re� una de ellas en sus distintas tempo�
chazar un tratamiento indicado y solicitar ralidades, incluida la alternativa del
uno no-indicado (aunque no esté contra� no-tratamiento, etc.
indicado), si hay otras variables de tipo b) La decisión ha de ser voluntaria; di�
biográfico relevantes que piden ser tenidas cho de otro modo: ni coaccionada
en cuenta. Por ejemplo, un paciente en el ni manipulada. La coacción aparece
final de su vida, que padece un dolor in� cuando se vierte una amenaza, sea
coercible, realmente refractario, y que pre� explícita o implícita, y la manipu�
fiere no ser sedado, aunque esté indicado, lación puede darse tanto por dis�
por su deseo de recibir a y despedirse de torsión cognitiva (presentación no
su única hija que vive en Australia y que adecuada de los datos, por ejemplo)
viene a verle. como por el conocido como chan�
El profesional indica, pero el paciente taje emocional.
elige –o al menos así debería ser–, y lo c) La decisión ha de realizarse por
hace habitualmente dentro de la gama de una persona mentalmente compe-
alternativas técnicas que están indicadas. tente(21), tanto desde el punto de
Incluso puede rechazar el tratamiento, vista cognitivo (capacidad de va�
como bien refleja la Ley 41/2002(20), de lorar alternativas, de comparar las
Autonomía del Paciente. consecuencias previstas, de justifi�
Hemos puesto a propósito el término car la decisión…), como desde el
“elección” y no el de “decisión” en el emocional (no en presencia de una
150 Javier Barbero et al.

depresión importante o de un ata� ante una palabra polisémica a la que de�


que de pánico, etc.). bemos acercarnos desde distintos marcos
d) La decisión ha de ser auténtica, es conceptuales. Sin aclarar estas cuestiones
decir, al menos no ha de entrar en previas difícilmente podremos ponernos
contradicción frontal con el mundo de acuerdo y llegar a algún consenso. Par�
de valores de la persona. Es un cri� timos de la hipótesis de que estamos, al
terio de falsación. No es necesario menos, delante de tres acepciones:
que justifique la correlación de la a) La primera podríamos denominarla la
decisión con sus valores, pero sí al verdad objetiva. Se trata de adecuar la pa�
menos que no entre en clara contra� labra a la realidad material de los hechos.
dicción con los mismos. Aquí va a Esta acepción proviene del mundo de la
ser crucial valorar los mecanismos Grecia Clásica, fundamentalmente de los
de afrontamiento (o mecanismos de platónicos, que nos hablan de la existencia
defensa) de la persona, pues deter� de un mundo de la luz y un mundo de las
minadas estrategias, como puede sombras. La tarea del “filósofo”, es decir,
ser la negación, si son desadaptati� del “amigo de la sabiduría” es desvelar
vas, pueden hacer una decisión in- lo oscuro y llevarlo a la luz, pasar de la
auténtica. ignorancia a la verdad objetiva. A partir
de ahí, por medio de convencionalismos,
Los pacientes suelen aportar al proce� daremos nombre a la verdad que ilumina�
so de toma de decisiones tres elementos mos, de una manera u otra. Por ejemplo,
importantes: información, expectativas las enfermeras convienen que una puntua�
y preferencias y en la transacción de los ción < 14 en la escala de Norton objetiva�
tres aparecerá esencialmente su mundo de mente implica un determinado riesgo de
valores; sobre el contenido y el nivel de úlceras por presión para el paciente. Es
estos tres elementos habremos de estable� una verdad convencional, pero “objetiva”.
cer un adecuado proceso de deliberación. En el caso de los médicos, después de rea�
Nuestra formación clínica nos facilita la lizar un diagnóstico diferencial, se puede
exploración de la información que trae el determinar que una tumoración en grado
paciente sobre su estado físico y sobre su “x” de Dukes supone un cáncer con un
bienestar o malestar corporal, a partir de pronóstico estimado de –pongamos– me�
sus síntomas; no obstante, la exploración nor de tres meses. Esta es la verdad...
de expectativas y preferencias es algo más Para los griegos este tipo de verdad
complejo, así como el nivel de informa� no estaba al alcance de todos los huma�
ción que desea el paciente. Todo ello, nos, sino solamente a disposición de unos
como luego veremos, tiene que ver con la cuantos. En el terreno social, sólo será el
denominada “comunicación difícil”. rey filósofo el que pueda determinar qué
es verdadero en la polis y en el terreno
La información biológico, sólo será el médico el único
capaz de conocer la verdad en un orga�
Vamos a pararnos, con un cierto dete� nismo humano. Esto, como luego veremos,
nimiento, en la cuestión a veces tan con� va a tener consecuencias muy concretas.
flictiva de la información a los pacientes, No olvidemos que la información es una
porque para tomar decisiones, el paciente fuente de poder.
tiene que poder ejercer el conocido como Actualmente, en el terreno sanitario,
“derecho a la verdad(22)”. Pero ¿qué es eso muchos profesionales, en sentido riguroso,
de “la verdad”? Indudablemente estamos sólo admitirían como verdadero lo que se
Hacia un modelo de toma de decisiones compartida para el final de la vida   151

ha probado experimentalmente, en estu� científica y de sus intereses generalizables


dios controlados, doble ciego, prospecti� plantearán posturas correctas y, por tanto,
vos, con muestras randomizadas y –¡cómo verdaderas.
no!–, publicado en revistas científicas de c) La tercera acepción está muy vincu�
alto prestigio. Es el lenguaje objetivo de lada a la anterior y viene a referir la ver�
los datos estadísticos. Si no tanto de la dad como un concepto relacional desde el
estadística inferencial, sí al menos de la doble matiz de fidelidad y confianza. Esta
estadística descriptiva. tercera acepción proviene de una raíz his�
b) La segunda acepción del término tórica tan importante para nosotros como
verdad tiene matices estrictamente mora- es el mundo semita, en su tradición judeo�
les. Resulta curioso observar cómo existe cristiana. Revisando algunos textos sagra�
un deslizamiento conceptual de los valo� dos de los judíos (Antiguo Testamento) o
res lógicos (lo correcto o incorrecto), a es� cristianos (el Nuevo Testamento) podemos
timaciones de verdadero / falso y de éstas encontrar expresiones tan sorprendentes
a valoraciones morales de bueno / malo. como “la verdad os hará libres” (Jn 8, 32).
Puede parecer extraño, pero las valoracio� ¿Se refiere a que el conocimiento, la infor�
nes de correcto, bello y verdadero suelen mación sobre la realidad da poder y éste te
correlacionar con la de bueno, mientras da más posibilidades de ser libre? No pare�
que las de incorrecto, feo y falso con el ce. Según los exegetas, hace referencia a la
valor moral de maldad. En algunos códigos verdad como un tipo de vínculo con Dios
morales antiguos se llega a admitir que, basado en la confianza y la fidelidad, sien�
ante la duda de dos sospechosos de un do esto lo que realmente libera al hombre.
delito, tiene más probabilidades de ser el También resulta curioso observar algu�
delincuente el “peor encarado”. Estas va� nas expresiones castellanas, probablemen�
loraciones se pueden trasladar a nuestro te con un origen semítico en su construc�
contexto actual. Una persona sucia (llama� ción. Cuando decimos que “Pedro es un
tivo el doble matiz), incorrectamente ves� amigo de verdad” nos estamos refiriendo
tida, desastrada... a las 2 de la madrugada básicamente a que me puedo fiar a fondo
levanta en nosotros sospechas de persona de él, que me merece toda la confianza,
peligrosa de la que conviene alejarse. De no al hecho de que me vaya a desvelar
ella se espera una conducta inmoral. De el lado oscuro de su vida o que yo pue�
igual modo que un drogodependiente del da hacer lo mismo. Eso sí, normalmente
que se suele decir que sistemáticamen� desde la relación de confianza y fidelidad
te miente, de esta afirmación sacamos la probablemente también surgirá compartir
conclusión no sólo de que sea incorrecto eso que está oculto, pero no es condición
lo que nos dice –es decir, no ajustado a indispensable. De hecho, en la vida diaria
la realidad–, sino que tiene una catadura no solemos exigir a los amigos, en una re�
moral sospechosa. En la relación clínica lación madura, conocer toda su vida, sino
con los pacientes se pueden esconder, fidelidad y confianza. En la misma línea,
de forma no necesariamente consciente, contamos con alguna que otra curiosa ex�
puntos de vista similares. Cuando aparece presión como la de “ése... es un falso”.
conflicto entre los pacientes y los profesio� ¿Qué significa, que no cuenta nada, que
nales, se tiende a pensar que aquéllos, en es tímido, que oculta necesariamente in�
función de su deterioro y de sus intereses formación? Más bien, que es una persona
particulares realizan planteamientos inco� que no me inspira ninguna confianza y
rrectos y, por tanto, falsos, mientras que los de la que creo que debo desconfiar, con
profesionales, en función de su capacidad la que no puedo mantener una verdadera
152 Javier Barbero et al.

relación. En un planteamiento de TDC difí� dad objetiva”, material; esta verdad


cilmente se podrá desarrollar si la relación, la averiguaremos explorando –con
si el vínculo terapéutico no está basado en técnicas comunicativas pertinen�
la fidelidad y en la confianza. tes– el mundo vital de la persona,
En el ámbito sanitario, ante situacio� para evitar tanto el pacto de silen-
nes de diagnóstico y/o pronóstico grave cio, como el “encarnizamiento in-
tradicionalmente se suelen aducir distintos formativo”.
argumentos(23,24) para no decir la verdad a · ofertarle una garantía de soporte
los pacientes: adecuada ante la fragilidad que su�
1º “Engaño benevolente”: “lo que uno pone la enfermedad y la fase termi�
no conoce no puede herirle y puede ayu� nal.
darle”. Informar sólo añadiría un plus de
ansiedad al paciente y esto es evitable. Es La información y la fidelidad relacional
un planteamiento puramente consecuen� se construyen, entonces, mediante un pro�
cialista, aunque desconocedor de los re� ceso, no en sucesos puntuales, donde la
sultados de la literatura1. clave, más que en el nivel de información,
2º Los profesionales no tienen capaci� se encuentra en el nivel de comunicación
dad para conocer la “verdad completa” y, afectiva y efectiva que se logra. Desde esta
aunque lo fueran, muchos pacientes no se� perspectiva, podremos considerar la infor-
rían capaces de comprender el objetivo y mación válida como:
las implicaciones de la información.
3º Los enfermos con patologías graves · integradora (tiene en cuenta la rea�
y/o clínica de deterioro, incluso cuando lidad paciente / familia / contexto
dicen que quieren saber, en realidad pre� sociocultural)
fieren no saber. · dinámica y de doble dirección
Que el desvelar la información, en · secuencial, atenta a la evolución de
principio, daña más que beneficia ha sido los intervinientes. Importancia del
desmentido por la investigación(25). Es más, concepto “economía” de la verdad
es conocido que los pacientes que cono� o del proceso “información a pla�
cen su diagnóstico, no sólo no pierden la zos”.
esperanza, sino que muestran más con� · finalista, pues puede ser un medio
fianza en el cuidado que reciben. idóneo para regulación emocional,
El acceso a la verdad es un derecho de autonomía en las decisiones, adhe�
todos los pacientes. Sencillamente porque sión al tratamiento, adaptación a la
uno tiene derecho a decidir, con apoyo y situación, etc.
con conocimiento de causa, sobre aspec�
tos tan importantes de su vida como pue� Comunicación difícil
de ser su proceso de salud/enfermedad,
de vida/muerte. ¿Pero qué significa eso de Comunicar malas o micro-malas(26)
ser fieles a la verdad del paciente? Por lo noticias, responder a preguntas difíciles,
menos, siguiendo las dos acepciones fun� abordar la cuestión del pacto de silencio,
damentales de nuestra tradición, que se tan típico de los CP, incorporar el apoyo
puedan cumplir estas dos condiciones: emocional al proceso informativo, acoger
las reacciones ansiosas de pacientes y fa�
· ofrecerle la información objetiva de miliares, etc., todos ellos son ejemplos de
todo lo que quiera saber y sólo lo la denominada como comunicación difí�
que quiera saber acerca de su “ver� cil. No podemos plantearnos una adecua�
Hacia un modelo de toma de decisiones compartida para el final de la vida   153

da toma de decisiones si no contamos con en problemas técnicos no-éticos, y es por


herramientas comunicativas para afrontar eso muy del gusto de los utilitaristas y tam�
estas situaciones. ¿Qué decisión se puede bién de los deontologistas duros (los extre�
tomar tras la comunicación de una mala mos acaban tocándose).
noticia si no conocemos las pautas de ma� Los partidarios de la aproximación
nejo de reacciones tan habituales como problemática subrayan la importancia del
el bloqueo o el estallido emocional? De proceso más que de la meta. Se trata de
todos es conocida la influencia que puede una aproximación “deliberacionista”. Su
tener una emoción como el miedo, por objetivo principal es el procedimiento, no
poner sólo un ejemplo, en cualquier pro� la conclusión, entre otras razones porque
ceso de toma de decisiones y, más aún, no es evidente que todos los problemas
cuando incide en algo tan radicalmente morales tengan siempre solución, y en los
importante como es la salud o la calidad casos en que sí, tampoco es evidente que
de vida. sólo sea una y la misma para todos. Los
La participación en el proceso de toma problemas son cuestiones que no sabemos
de decisiones ha de ser, a nuestro enten� si seremos capaces de resolver, ni cómo lo
der, claramente interdisciplinar. El sistema haremos. La solución no está presente des�
abandona a los médicos a su suerte, sin de el comienzo y, por tanto, no puede ser
darles las herramientas necesarias para la decisión entre dos posibles respuestas,
el manejo de la comunicación difícil. En sino la creación, la producción de una res-
primer lugar los pacientes, pero también puesta propia y adecuada que pueda pro�
los profesionales de la medicina tienen el piciarse desde un proceso de TDC, porque
derecho a poder contar con profesionales tendrá en cuenta los intereses y valores de
expertos en estas lides, como son los psi� todas las partes en conflicto.
cólogos(27), que faciliten el complejo pro�
ceso de toma de decisiones, que incluye La relación clínica
tanto acoger la ansiedad que le acompaña
como prevenir e intervenir frente a la posi� Ezekiel y Linda Emanuel(16) han llega�
ble aparición del sentimiento de culpa en do a distinguir cuatro modelos de relación
los intervinientes. clínica, basándose en cómo se tratan en
cada uno de ellos los valores y la auto�
El tipo de decisiones: dilemáticas o nomía del paciente, las obligaciones y el
problemáticas rol del médico. Concretamente, se refieren
a los modelos paternalista, informativo,
Escribe Diego Gracia(28) que existen dos interpretativo y deliberativo. Ellos defien�
tipos de aproximación fundamental a los den este último, aunque afirman que “…
problemas éticos, y también al uso de las diferentes modelos pueden ser apropiados
metodologías para darles respuesta, que cuando varían las circunstancias clínicas.
pueden llamarse “dilemático” y “proble- De hecho, los cuatro modelos pueden
mático”. La aproximación dilemática ge� servir de guía a médicos y pacientes en
neralmente elige entre dos posibilidades diferentes momentos. Sin embargo, es im-
diferentes, y utiliza una metodología “de� portante determinar un modelo que pueda
cisionista” basada en la creencia de que ser asumido por todas las partes, una base
los problemas éticos tienen siempre y ne� de referencia; los otros modelos podrán ser
cesariamente una respuesta y que ésta es usados excepcionalmente, pero requerirán
siempre única. Este método de decisión una justificación basada en las circunstan-
acaba convirtiendo los problemas éticos cias concretas de la situación médica”.
154 Javier Barbero et al.

Los procesos de TDC son claramente valores añadidos al de la curación o super�


compatibles con el modelo de delibera- vivencia, es decir, al de la vida biológica,
ción, dado que éste admite que los valores facilitando la posibilidad de estar abiertos a
pueden evolucionar y estar abiertos a dis� nuevas jerarquías y preferencias que inclu�
cusión cuando entran en conflicto (no se yan aspectos tan subjetivos pero tan trans�
trata sólo de rescatar los valores fijos de un cendentales como el de la calidad de vida;
paciente, escondidos en la hojarasca de las por otro lado, la deliberación, huyendo de
emociones que conlleva la enfermedad), la perspectiva dilemática, también permite
que los interlocutores son reconocidos aceptar la perspectiva de proceso y, más
como sujetos y no sólo como provisores o en concreto, de proceso de adaptación,
receptores de cuidados y que se puede lle� lo que también nos facilita, por poner un
gar a un compromiso entre los criterios de ejemplo muy común al final de la vida,
indicación y los de elección a partir de la contemplar el derecho al miedo y a que
escucha atenta y empática de cada una de el proceso de TDC no siga un curso lineal.
las partes. Desde esta perspectiva, las obli�
gaciones del profesional están en estructu� El proceso de deliberación moral
rar la deliberación, informar al paciente de
las alternativas técnicas disponibles, ayu� Posiblemente, el amable lector, si no le
darle a visibilizar los valores que hay en hemos aburrido suficientemente con este
juego en la decisión, las posibilidades que texto y ha llegado hasta el presente párra�
ofrece su autonomía moral, así como las fo, se habrá preguntado si tras un buscado
limitaciones (sobre todo desde el ámbito proceso de TDC se encuentra el objetivo
de la no-maleficencia y de la justicia) y, de llegar a acuerdos. Es más, algunos, de
en último término, realizar la intervención vocación más autonomista, hasta podrían
elegida por él. afirmar que esto no puede ser un objetivo
Desde el punto de vista de la TDC el sino, en todo caso, una consecuencia bien
modelo deliberativo ofrece particularida� recibida pero no necesariamente buscada,
des muy interesantes. El profesional se si� porque aquí lo realmente importante es
túa en el plano del acompañamiento de que el paciente elija en función de sus
un paciente en un proceso en el que el valores (expresados habitualmente en for�
protagonista, por así decirlo, es el pacien� ma de preferencias o expectativas). En la
te y el coprotagonista es el profesional, misma línea, muchos se preguntarán si el
pues éste decide no mirar hacia otro lado respeto a la autonomía moral del pacien�
ni abandonar a su suerte a ese paciente te nos obliga solamente a exponer alter�
que, desde su autonomía moral, nos pue� nativas, suficientemente bien informadas,
de estar pidiendo que no le dejemos solo pero no a proponer determinados itinera�
en un difícil y a veces doloroso camino. rios asistenciales, precisamente en aras del
Para el que en último término elige –el respeto debido a los pacientes. Dicho de
paciente– va a ser mucho más fácil hacerlo otro modo, no sólo se trata de –obviamen�
si se sabe realmente acompañado por un te– no coaccionar y no manipular, sino
interlocutor para él tan importante como también de no proponer para no condi�
el profesional que domina el ámbito de la cionar en función de nuestros deseos o
indicación técnica. particularidades.
Para un proceso de TDC, la autonomía Nuestra posición es un tanto distinta. A
del paciente, desde la deliberación, se con� nuestro entender, hay un terreno, el de la
cibe como un claro autodesarrollo moral, intersubjetividad, que trata de determina�
lo que permite incorporar claramente otros dos valores ampliamente compartidos con
Hacia un modelo de toma de decisiones compartida para el final de la vida   155

la comunidad moral a la que permanece� al lenguaje ético en torno a los va�


mos. Por poner un ejemplo, la mayor parte lores. Cuando un paciente dice que
de las personas prefieren no padecer dolor “no es justo que tenga que esperar
físico que sufrirlo y, por tanto, es claramen� 20 minutos a una consulta”, proba�
te legítimo proponer de manera preventiva blemente funciona con un sentido
una determinada analgesia siguiendo pro� de lo que es la justicia muy distinto
tocolos consensuados por los especialis� al que habitualmente manejamos en
tas. Por tanto, tengo la responsabilidad de los hospitales, por ejemplo. Difícil�
proponer y no sólo exponer el protocolo mente podemos llegar a acuerdos
y mi objetivo será llegar a acuerdos con sin un mínimo de lenguaje común,
el paciente en esta materia, porque me de ahí la necesidad de un esfuerzo
parece muy central desde una perspectiva comunicativo por nuestra parte.
terapéutica. No obstante, el proceso (de b) Una fundamentación racional(30)
deliberación) compartido acaba teniendo (no emocional ni creencial) de las
sentido aunque el resultado no haya sido valoraciones. Las emociones suelen
la consecución de un acuerdo. ser malas consejeras para la toma
Conviene no olvidar que, como se afir� de decisiones (sobre todo –pero no
ma en una publicación de la Organización sólo– la angustia y el miedo); las
Médica Colegial precisamente en torno a creencias, por otra parte, son impor�
la ética en CP(29), “el objetivo de la delibe- tantes para las decisiones individua�
ración es la toma de decisiones prudentes les, pero inoperantes si hay interés
o razonables. No se trata de que todo el real en llegar a algún tipo de acuer�
mundo adopte la misma decisión ante un do en una sociedad plural.
caso concreto, sino que todos, tomen la c) Una metodología racional(31) de aná�
que tomen, lleguen a decisiones pruden- lisis de lo que hay en juego y del
tes. Se trata de incrementar la prudencia proceso. No se suele llegar a acuer�
de las decisiones elegidas, aunque éstas dos por ensayo y error, ni bajo un fal�
no coincidan entre sí. El hecho de que las so criterio de la autoridad, sino que
decisiones varíen entre las personas no es tiene su(s) propia(s) metodologías(s),
problema grave, siempre y cuando todas que han de ser conocidas suficiente�
sean prudentes. La deliberación es un pro- mente por el clínico. Igual que no se
cedimiento que intenta enriquecer el análi- diagnostica un linfoma por el mero
sis a fin de incrementar la prudencia”. ojo clínico, tampoco el proceso de�
Llegar a acuerdos no siempre es fácil. cisional se puede dejar al arbitrio de
¿Cuáles son las condiciones que nos per- la intuición o de la experiencia parti�
miten poder llegar a acuerdos, en un ám� cular de cada uno.
bito tan complejo como el de la relación d) Diferencia entre una ética de mí-
clínica en escenarios de dificultad? nimos y una ética de máximos. Na�
die duda de la responsabilidad en
a) En primer lugar, un lenguaje más respetar los mínimos morales, cuya
unívoco. El lenguaje clínico puede transgresión nos sitúa debajo del
parecernos poco equívoco, sin em� umbral de la moralidad, lo que les
bargo, forma parte de un universo convierte en innegociables. Un pa�
comunicativo muy restringido, el de ciente, por ejemplo, no puede exigir
los profesionales, al que no suele a un médico, en función del prin�
tener acceso en detalle la población cipio de autonomía, que le ponga
general. Y no digamos con respecto un tratamiento claramente contra�
156 Javier Barbero et al.

indicado. Ahora bien, para llegar a dría describir brevemente otras determi�
acuerdos necesitamos que se con� nadas precondiciones deliberativas, real�
templen los proyectos de vida de mente necesarias, aunque no suficientes,
las personas, es decir, su dimensión para que el profesional pudiera desarrollar
biográfica, que es la que construye el proceso de deliberación:
los ideales de virtud o felicidad, la
perspectiva de máximos. La vida va • Pregunta explícita por las emocio-
mucho más allá de la necesidad de nes, fragilidades o prejuicios que
regulación de las transaminasas. me pueden estar impidiendo escu�
e) Reconocimiento del otro como un char al otro, así como por los me-
interlocutor válido en condiciones canismos de defensa propios y des-
de simetría moral, es decir, como adaptativos que también interfieren
un equal moral al que se le acepta en esa escucha.
porque es otro y no necesariamente • Autorregulación emocional, com�
por lo que piense. La gente respeta- patible con un tono vehemente, que
ble lo es toda, no sólo la que piensa no impositivo, en la expresión de
como nosotros. Este reconocimien� los argumentos.
to nos permite acercarnos al otro • Aceptación de la incertidumbre y
como una riqueza (su realidad es del ámbito de las probabilidades.
mucho más rica que mi concepción • Prudencia, entendida ésta como
sobre él), como una oportunidad y virtud intelectual que permite tomar
no como una amenaza. En la misma decisiones racionales, o al menos
línea, ese reconocimiento para ser razonables, en condiciones de in�
operativo nos demanda una actitud certidumbre.
real de estar expuesto a los argu� • Esfuerzo por diferenciar los valores,
mentos y la posición de los otros y las razones y las emociones en el
dispuesto a aprender de los mismos. proceso de deliberación. No olvidar
Reconocer al otro significa también que los sentimientos no tienen cate�
asumir la diferencia y la comple� goría moral, no son en sí ni buenos
mentariedad del ámbito de la indi� ni malos. La responsabilidad ética
cación y del ámbito de la elección. surge a la hora de plantearnos qué
f) Actitud deliberativa, que conlleva hacemos con ellos, si construir hu�
el planteamiento de la interacción manidad y vida o destruirlas.
como un proceso racional y conjun- • Aceptación de que toda confron-
to de búsqueda de la verdad multi� tación sin acogida del mundo vital
direccional, que huye de toda co� (emocional y axiológico) del otro es
municación unidireccional tipo “co� una agresión.
nozco la verdad y tengo estrategias • Garantía de soporte, es decir, de
para comunicársela sin alterarle”. que se seguirá apoyando, aunque la
Esta actitud deliberativa integra la opción elegida por el paciente no
paradoja de vivir con convicciones coincida con la que el profesional
y estar abierto a la provisionalidad sostiene. El apoyo, en determinados
de las mismas. Sí a las conviccio� casos excepcionales, podrá ser vía
nes; no a los dogmatismos. derivación.
• Aceptación de un modelo de rela-
Además de estas condiciones necesa� ción deliberativo (que no paterna�
rias para poder llegar a acuerdos, conven� lista ni informativo), que utiliza la
Hacia un modelo de toma de decisiones compartida para el final de la vida   157

propuesta racional (y no la mani� intentará ir haciendo conjuntamen-


pulación, ni la coacción) y la aser- te el proceso de toma de decisio-
tividad (y no la agresividad ni la nes, en el que iremos confrontando
inhibición). las distintas alternativas y en el que
• Contar con estrategias comunica- la actitud central será la de respeto
tivas tipo “counselling”, suficiente� a sus valores y a su ritmo.
mente bien entrenadas y supervisa� 2. Los procesos quedan facilitados
das, garante técnico imprescindible. cuando son realizados en contextos
No hay que olvidar que aunque so� habilitantes, es decir, creando espa�
lemos –equivocadamente– encerrar cios que faciliten la tranquilidad y la
los procesos de toma de decisiones menor presión emocional.
en las salas de reuniones en las que 3. Mostrar disponibilidad y accesibili-
hacemos sesiones clínicas en los dad para volver a abordar las cues�
Servicios (deliberación “in vitro”), tiones en el caso de que sigan pre�
donde normalmente se debería ju- sentándose dudas, de modo que se
gar el partido es delante del pacien� facilite la expresión de las mismas
te, para poder realizar un auténtico de manera continua.
proceso de TDC (deliberación “in 4. Explicitación de la garantía de so-
vivo”). porte, es decir, que –como afirmá�
bamos antes– decida lo que decida,
PROTOCOLO DE ACOMPAÑAMIENTO le vamos a seguir apoyando en su
AL PACIENTE EN EL PROCESO DE proceso.
TOMA DE DECISIONES COMPARTIDAS
Sirviéndonos de los trabajos en el ám�
Un proceso de TDC no es un momen� bito de la bioética clínica del profesor
to único que se da en una conversación Gracia, ya referenciados, y de la reflexión
puntual. Comienza en el primer encuentro y experiencia clínica de largos años, el
con el paciente y se va madurando en todo protocolo que ahora presentamos inten�
el recorrido asistencial. Parece importan� ta recoger una metodología que aunque,
te poder explicitar en algún momento de inicialmente, pueda parecer compleja, la
ese proceso la presencia de las siguientes práctica diaria nos dice que, una vez en�
claves: trenada, ayuda enormemente al trabajo
clínico. En la Tabla 3 aparecen escueta�
1. Ambiente de acogida, en el que mente los pasos a dar, pasos que pasamos
desde el comienzo se aclara que se seguidamente a desarrollar:

Tabla 3. Adaptado de Antequera et al.(29)

Procedimiento de análisis de los conflictos, para la TDC


a) Aclaración de los hechos (tanto datos objetivos como subjetivos).
b) Identificación de los problemas que aparecen y elección del problema central.
c) Identificación de los valores en conflicto en el problema central.
d) Estudio de los cursos de acción posibles, tanto de los extremos como intermedios.
e) Identificación del (o de los) curso(s) óptimo(s) de acción.
f) Toma de decisiones compartida.
g) Pruebas de consistencia.
158 Javier Barbero et al.

1. Discusión de los aspectos técnicos. 4. Estudio de los “cursos de acción”


Es el momento de los hechos clí- posibles, tanto de los extremos
nicos, el diagnóstico, el pronóstico como de los intermedios. Los cur�
y los tratamientos. Parece muy im� sos extremos son los cursos a evi�
portante una buena clarificación de tar, pues suelen transgredir uno de
estos hechos, tanto médicos, como los valores en conflicto de manera
psicológicos o de otro tipo, tanto de muy clara. Los cursos intermedios
los datos objetivos como de los sub� pueden ser múltiples y su búsqueda
jetivos, porque los errores en esta conjunta puede ser enormemente
materia los arrastraremos en los pa� creativa y rica.
sos ulteriores del análisis. 5. Deliberación sobre el (los) curso(s)
2. Identificación de los problemas que de acción óptimo(s). Pueden ser va�
aparecen, para después poder je- rios y, en ocasiones, secuenciales.
rarquizarlos; elección posterior del Son aquéllos que lesionan menos
problema central sobre el que desa� los valores en conflicto.
rrollar los siguientes pasos. Una for� 6. Toma de Decisiones Compartida.
ma útil de enunciar los problemas 7. Pruebas de consistencia de la(s)
es hacerlo en forma de preguntas. decisión(es). Son muy útiles para
3. Identificación de los valores en comprobar, una vez tomada la deci�
conflicto en el problema central del sión, la fortaleza de la misma, pues
caso. Usamos el término valores por permite reafirmarnos en que no se
su gran amplitud y su máxima ambi� ha perdido el rumbo. Serían estas
güedad. Valores son todas aquellas tres:
cosas que son importantes para un • Prueba de la legalidad: ¿Es legal
ser humano y que nos exigen res� la decisión que va a tomar?
peto. La vida es un valor, la salud • Prueba de la publicidad: ¿Estaría
también lo es, como asimismo el dispuesto a defenderla pública-
respeto a las creencias religiosas o mente?
las tradiciones de las personas. El • Prueba del tiempo: ¿Tomaría
lenguaje de los valores abarca otros esta misma decisión si pudiera
muchos lenguajes como el de los esperar algún tiempo más?
derechos humanos, el de los cuatro Cuando las decisiones tomadas están
principios de la bioética, etc. Para dentro del marco legal (donde se hospeda
que haya conflicto, tiene que haber un porcentaje muy mayoritario de la po�
dos o más valores que nos exijan blación), cuando se estaría dispuesto a de�
respeto y que se opongan entre sí, fenderlas en distintos foros, porque están
o que no sea posible tomar en con� sólidamente justificadas, y cuando no han
sideración a la vez. En medicina es sido tomadas bajo la presión de la urgen�
frecuente que uno de los valores en cia, parece que es más fácil que pudiéra�
conflicto sea la vida y otro el bien� mos calificar la decisión como prudente.
estar del paciente, o la escasez de 8. Redacción y firmas, si es el caso, de
recursos, etc. Metodológicamente a un Documento de TDC. Sabemos lo
veces es útil identificar una especie que cuesta en nuestro entorno dejar
de tabla de valores en juego para, por escrito, firmar; sin embargo, lo
posteriormente, señalar cuáles de escrito también genera compromi�
ellos entran en conflicto y cuáles sos; además, ofrece una determina�
no. da percepción de control y puede
Hacia un modelo de toma de decisiones compartida para el final de la vida   159

ayudar a la disminución de la culpa importante aclarar desde el princi�


en los familiares si la decisión ha pio quién quiere el paciente que le
sido muy comprometida. acompañen en el proceso de toma
de decisiones, sea en el papel de
Nos parece de especial relevancia de� consejeros, de representantes, etc.,
tenernos en la discusión de los puntos 4 y el que ellos definan. Es la mejor ma�
5, ya que consideramos que el proceso de nera de evitar presiones indebidas y
deliberación habrá de tener algunas varia� propiciar criterios y apoyos espera�
bles importantes, en lo que denominamos dos, lo que favorece la percepción
la “trama dialéctica”, que hace referencia de control y también de prevención
a la necesidad de tener en cuenta ambos de posibles conflictos. Por otro lado,
polos de la variable, los cuáles no son ne� conocer quiénes son los posibles
cesariamente opuestos, pero sí están en afectados en la toma de decisiones
íntima relación (ver Tabla 4) y, con mayor (stake holders) también será de uti�
o menor peso, necesitan ser considerados. lidad. Si hay alguien en contra de
Los comentamos brevemente: determinadas decisiones, es impor�
tante saberlo para valorar en qué
1. Dilema – Problema. Ya hemos co� medida puede afectar al proceso.
mentado la necesidad de clarificar 3. Indicación – Elección. Es esencial
bien cuál es el territorio de la deli� tener claro que son dos ámbitos
beración que, en la búsqueda de al� distintos, también con responsabi�
ternativas, intenta evitar los plantea� lidades diferenciales y ambas for�
mientos dilemáticos de tipo sí/no, man parte intrínseca de la toma
blanco/negro. Ello implica aceptar de decisiones, como hemos ya ido
la complejidad y ampliar las pers� viendo y analizando. En nuestra ex�
pectivas. periencia, el elemento nuclear de
2. Otros Intervinientes – Afectados en la bioética clínica, al menos en los
el proceso de decisión. Parece muy países del Primer Mundo, estriba
en la dialéctica entre la indicación
y la elección.
Tabla 4. Conceptos útiles en trama 4. Riesgos – Beneficios. El balance de
dialéctica para un proceso de Toma riesgos y beneficios no sólo se per�
de Decisiones Compartida fila frente a la salud biológica, sino
también frente a la que podemos
1) Dilema – Problema. denominar como salud biográfica,
2) Otros Intervinientes – Afectados en es decir, la que tiene que ver con
el proceso de decisión. los proyectos vitales de las perso�
3) Indicación – Elección. nas. Dicho de otro modo, ese ba�
4) Riesgos – Beneficios. lance no se articula teniendo sólo
5) Circunstancias – Consecuencias. en cuenta los riesgos para la vida
6) Contextos – Procesos. biológica o los beneficios para la
7) Fines y Medios supervivencia. Esta dialéctica tam�
8) Necesidades – Satisfactores. bién podía haberse presentado, en
9) Corto Plazo – Largo Plazo. sentido estricto, entre quality of life
10) Emociones – Valores. y sanctity of life(32).
11) Urgente – Necesario. 5. Circunstancias – consecuencias.
12) Reversibilidad – Irreversibilidad. Toda toma de decisiones sin valo�
160 Javier Barbero et al.

ración de consecuencias de las dis� beración determinada y habrá mo�


tintas opciones es, cuanto menos, mentos en los que no será posible
imprudente. La valoración de con� efectuarla, sencillamente porque se
secuencias es la que nos permitirá, ve muy cerca del conflicto y ello le
cuando sea necesario, hacer excep- produce miedo, un miedo que pue�
ciones a los principios, a lo deon� de anular a la persona.
tológico, a lo normativo. Pongamos 7. Fines – Medios. Este binomio, de
por caso: la sedación irreversible de clara raigambre ética es central y,
un enfermo en situación avanzada- desafortunadamente, no siempre
terminal tiene una parte de decisión fácil de distinguir, por la tendencia
que corresponde básicamente al humana de absolutizar determina�
sujeto enfermo. Puede haber algún das mediaciones y, desde ahí, re�
caso, realmente particular, de ne� convertirlas en fines en sí mismos.
gación pronóstica adaptativa en el Con un ejemplo lo veremos más
paciente, que nos invita a pensar a claro. Cuando hay familiares de
los profesionales que plantearle ex� enfermos avanzados-terminales que
plícitamente esa opción al paciente montan la conocida como “Conspi-
puede incrementar un sufrimiento ración – Pacto de Silencio”, en rea�
significativo, claramente evitable lidad presuponen que los clínicos
e innecesario. Las consecuencias tenemos un interés central en in�
previsibles en el futuro y las cir� formar al paciente de todo; en pri�
cunstancias sujetas a determinados mer lugar, porque es su derecho y,
presentes son variables que ayudan además, porque es la única manera
a personalizar unas decisiones que, de que sus decisiones puedan ser
obviamente, no pueden ajustarse a correctas. Es decir, conciben que la
ningún contenido material de pro� información es un fin en sí mismo.
tocolo. Este binomio también po� No lo entendemos así. El objetivo,
dría haber sido expresado como el fin de la intervención con un pa�
Normativo – Excepcional, porque ciente avanzado será el bienestar,
las excepciones se suelen hacer en el confort, la calidad de vida… y
función de consecuencias graves y para ello utilizaremos mediaciones
probables previstas. como los opiáceos, el apoyo emo�
6. Contextos – Procesos. La diferen� cional… y la información, que son
cia entre eficacia y efectividad nos claramente medios. Por ello mis�
ayuda a situar esta realidad. Un tra� mo, al paciente que desee no ser
tamiento eficaz puede ser efectivo informado se le respetará, porque
en un contexto y no serlo en otro muy probablemente el recorte o la
concreto. Si no tienes en cuenta las ausencia de información le ayudará
condiciones reales de las personas, a su bienestar. Será muy difícil de�
habrá propuestas justificadas desde liberar si existe a la base una con�
la medicina basada en la evidencia fusión importante en la categoriza�
que realmente no van a funcionar. ción fines-medios.
Lo mismo ocurre con la perspectiva 8. Satisfactores – Necesidades. Va en
de proceso y, más específicamente, la misma línea, pero es útil su di�
de proceso de adaptación. Habrá ferenciación. Por ejemplo, los ele�
momentos en que el paciente estará mentos técnicos (sean diagnósticos,
preparado para realizar una deli� terapéuticos, etc.) son habitualmen�
Hacia un modelo de toma de decisiones compartida para el final de la vida   161

te satisfactores de determinadas ne� O la misma angustia. En la puerta


cesidades, pero su consideración de Urgencias de muchos hospitales
es equívoca. La disposición de los se ve a hijos que intentan forzar el
satisfactores no obliga a su utiliza� ingreso de un padre en situación
ción. Dicho de otro modo: no todo terminal en la UVI y lo argumen�
lo técnicamente posible es ética� tan en que “mientras hay vida hay
mente aceptable, porque no nece� esperanza”, cuando en realidad es
sariamente responde a una necesi� la propia angustia lo que les lleva a
dad. Por ejemplo, cuántas veces se plantear esa exigencia.
utilizan pruebas diagnósticas (teóri� 11.Urgente – Necesario. También las
cos satisfactores de la necesidad de prisas son malas consejeras y tra�
saber) cuyos resultados realmente bajar desde la urgencia nos hace
no se van a tomar en cuenta para perder perspectiva. Un ejemplo ha�
la toma de decisiones. La tempes� bitual: la toma de decisiones tiene
tad de movimientos –utilización de que ver también con las dinámicas
múltiples satisfactores–, por ejem� preventivas, pero si no se delibera
plo, suele responder a la necesidad a fondo sobre ellas, dado que no
de resolver la angustia propia más son urgentes, los resultados a largo
que a identificar soluciones provi� plazo pueden no ser lo beneficiosos
sionales. que uno desearía.
9. Corto Plazo – Largo Plazo. La tem� 12.Reversibilidad – Irreversibilidad.
poralidad es una dimensión central Cuanto más irreversible sea una de�
en la experiencia humana. Las per� cisión, más ha de estar justificada.
sonas nos solemos mover más por Este binomio no es habitual, pero
los resultados inmediatos que por su importancia es radical, dada la
cualquier otra variable (por ejem� imposibilidad en corregir diferentes
plo, podemos encender un cigarrillo cursos de acción. La dinámica de lo
para disminuir la ansiedad, aunque temporal y reversible facilita estrate�
conozcamos lo predisponente que gias de revaluación de resultados y
puede ser el tabaco para el cáncer posibilita corregir los errores.
pulmonar). En cuanto a los resulta�
dos en salud esta dimensión parece Todos estos binomios pueden formu�
básica, porque hay pacientes que larse, en función del caso, en forma de
no tienen largo plazo, pero lo bus� preguntas, que pueden ser claves para el
can y lo desean y está, por tanto, en proceso deliberativo. De hecho, en mu�
función de su posible negación, el chas ocasiones es útil que el propio pro�
hecho de que no quieran despren� fesional sugiera al paciente formularse al�
derse del deseo. gunas preguntas importantes. A modo de
10.Emociones – Valores. En todo pro� ejemplo: ¿Quiénes pueden verse realmen�
ceso de deliberación sobre un tema te afectados por esta decisión que estamos
importante surgirán las emociones. valorando?, ¿qué beneficios esperamos de
Será interesante identificar qué emo� esta alternativa, qué riesgos asumimos con
ciones están en el proceso y cómo ella?, ¿qué consecuencias podrían tener
están influyendo en el mismo. Por cada una de estas decisiones?, ¿qué carga
ejemplo, una emoción muy presen� emocional implica el tomar esta decisión?,
te es el miedo, demasiado mal con� etc.
sejero para la toma de decisiones.
162 Javier Barbero et al.

A PROPÓSITO DE UN CASO DE TOMA caso, tanto de la enferma como de la


DE DECISIONES COMPARTIDA EN familia. Se realiza colocación de venti�
UN PROCESO DE LIMITACIÓN DEL lación mecánica no invasiva (VMNI) tipo
ESFUERZO TERAPÉUTICO BiPAP a cánula de traqueostomía. A los
tres días de estancia aparece una fuerte
Motivo de consulta: EAJ es una mujer desaturación y sepsis. Por primera vez se
de 18 años de edad, con incapacidad ju� habla a fondo con los padres, comen�
rídica, que es remitida al Servicio de Neu� tando el estado de la hija y sus posi�
mología desde la Reanimación de Trauma� bilidades. Ante el estado de la paciente
tología de un gran hospital público, donde y las posibilidades expuestas, la madre
estuvo ingresada durante 5 meses tras ci� nos preguntó: ¿Qué haría usted? Se le
rugía de artrodesis de columna. expusieron dos escenarios: en la Reani�
Antecedentes personales significativos: mación habría conexión a ventilación
microcefalia congénita, encefalopatía gra� mecánica, mayor riesgo de infecciones,
ve, crisis comiciales, múltiples malforma� menor posibilidad de visitas y una posi�
ciones (polidactilia, hipertrofia de labios ble supervivencia más corta; en la planta
menores, escoliosis). Incontinente. No se de Neumología, más o menos igual su�
relaciona con el medio. pervivencia, una presencia constante de
Tratamiento habitual: Lexatin 1,5 al la familia, una conexión similar a ven�
día; Luminal 0,1 al día; Noctamid por la tilación mecánica y un tratamiento de
noche. las complicaciones intercurrentes que no
Enfermedad actual: la paciente fue in� requirieran medidas extraordinarias. La
tervenida 5 meses antes de artrodesis ver� madre volvió a repetir la pregunta y se le
tebral posterior con fijación sacra para co� contesta: Creemos que por todo lo dicho
rrección de escoliosis. Se consigue extubar estará mejor con nosotros, en la planta.
24 h. después de la cirugía. No obstante, Si empeora y cambian de opinión siem-
dos días más tarde presenta un cuadro de pre podemos llamar a la Reanimación.
insuficiencia respiratoria aguda grave, se Consultó con su marido y se decidió que
ingresa en la Reanimación y recibe una permaneciese en la planta de Neumolo�
intubación oro-traqueal. gía. Se constató un cambio de relación
En la Reanimación presenta múltiples con la familia a partir de consultarles
infecciones respiratorias por P. aeruginosa cambios de actitud en los cuidados de
multirresistente así como dificultad para la paciente y posibilitando una relación
expectorar y para el destete. Desde que más cercana. A partir del cambio de ac�
tiene la traqueostomía se han manifestado titud se empezó a plantear decisiones de
desaturaciones y crisis comiciales. proceso a tomar con su hija. Se consulta
Posteriormente se estabiliza y se pauta con el equipo de psicólogos de Hema�
seguimiento neurológico y sonda nasogás� tología (Neumología no dispone de ese
trica para nutrición. Se pasa a sedestación recurso), se van tomando decisiones y se
en una silla especial. Desde el punto de realiza por escrito un documento de TDC
vista respiratorio aparece una coloniza� que se firma. Exponemos el documento,
ción por P. aeruginosa; mantiene unas bue� aclarando en la columna de la derecha
nas saturaciones con oxígeno y ventilación la perspectiva de fondo de los distintos
mecánica. párrafos.
Se pasa a la planta de Neumología, Los abajo firmantes... EXPONEN las si�
donde tienen conocimiento previo del guientes consideraciones:
Hacia un modelo de toma de decisiones compartida para el final de la vida   163

Después de haber deliberado sobre el estado de salud • Proceso: deliberación.


de EAJ y la compleja situación actual, todos compar� • Objetivos: CV + ↓ Sufri�
timos el objetivo y el deseo de priorizar su calidad de miento
vida y de que no sufra innecesariamente.

Queremos hacer este camino de decisiones juntos, • Voluntad de decisiones


porque entendemos que la toma de decisiones com� compartidas.
partida disminuye el riesgo de equivocarnos, al tener • Corrección del riesgo.
tanto en cuenta la dimensión médico-sanitaria de • Dimensión biológica y bio�
EAJ, como su dimensión biográfica, conocida sobra� gráfica.
damente por sus padres. Todo ello es compatible con • Responsabilidad de los pa�
la afirmación de que los principales responsables de dres y corresponsabilidad
EAJ son sus padres, pero que los profesionales quie� de los profesionales. Garan�
ren corresponsabilizarse de este proceso para apoyar tía de soporte.
tanto a la paciente como a su familia.

Nuestro deseo es preservar la dignidad que a EAJ le • Reconocimiento explícito


pertenece por el hecho de ser persona. de la dignidad de la pacien�
te.

Entendemos que los criterios de calidad de vida para • Concreción de CV / bienes�


EAJ se centran en que pueda vivir en su hogar de tar: vivir con su familia.
XXXXXX (XXX), en compañía de su familia, más es� • Reconocimiento del papel
pecíficamente de sus padres, hermanos y abuelos. beneficente de la familia.
Ellos son los que pueden aportarle el bienestar que
EAJ necesita.

Apreciamos que la vida de EAJ ha sido vivida como • Reconocimiento de la apor�


un regalo para su entorno familiar, que la concibe tación de la paciente a su
como “un ángel del cielo, una sonrisa y una mirada entorno.
permanente”.

Tanto la médico como el psicólogo quieren explicitar • Reconocimiento del papel


que los cuidados y las atenciones de los padres a EAJ cuidador de los padres, en
están siendo impecables y valoramos enormemente su vertiente práctica y afec�
el cuidado práctico y afectivo que otorgan a su hija. tiva.
Sin duda alguna, sin estos cuidados difícilmente EAJ
hubiera podido llegar a la edad que ahora tiene.

También los profesionales queremos hacer constar • Reconocimiento de la va�


que los padres han tomado siempre las decisiones lidez de las decisiones to�
más convenientes a la luz de los datos disponibles en madas previamente por los
cada momento. Si las cosas no han ido como todos padres.
hubiéramos deseado no ha sido por una conducta • Prevención de futura culpa.
imprudente, sino porque las consecuencias de las
decisiones no pueden ser siempre predecibles.
164 Javier Barbero et al.

(Todos los reconocimientos pretenden intentara remontar, siempre y cuan�


un encuadre terapéutico, la facilitación de do ello le permitiera poder seguir
la posterior toma de decisiones y la pre� ingresada en la planta. Si precisara
vención de un posible duelo complicado). el ingreso en la Unidad de Cuidados
Intensivos, rechazamos la reanima�
A la luz de estas consideraciones, ción cardipulmonar.
ACORDAMOS ADOPTAR LAS SIGUIEN� · Aceptamos que le hagan una gas�
TES DECISIONES: trostomía para facilitar la nutrición.
· Aceptamos la sedación profunda e
· Rechazar un nuevo ingreso en la irreversible si no hay otra posibili�
Unidad de Cuidados Intensivos. dad para controlar determinados
· Rechazar la implantación de un síntomas que generen sufrimiento a
respirador para mantener la función EAJ.
respiratoria. · Solicitamos que se le provea de
· Rechazar cualquier tipo de medidas aquellos cuidados y tratamientos or�
especiales extraordinarias, como dinarios que respondan a problemas
puede ser, a modo de ejemplo, la de salud habituales y que no sean ni
diálisis. muy invasivos ni muy molestos para
· Si tuviera una parada cardiorrespi� EAJ.
ratoria fácilmente reanimable, es� · Rechazamos de plano la eutanasia
taríamos de acuerdo en que se la activa y directa para EAJ.

Somos conscientes de que la salud de EAJ está en un • Explicación de la posible


momento crítico y que si llegara el doloroso momen� causa de muerte. Preven�
to de su muerte, ésta no habría sido producida por ción de duelo complicado.
las decisiones tomadas, sino por el proceso natural
y las complicaciones de sus distintas enfermedades.
La médico y el psicólogo quieren agradecer a los pa� • Agradecimiento a los padres
dres la valentía para hablar de estas cosas, pues aun por la valentía a la hora de
sabiendo que el hablar y el decidir clarifica enorme� afrontar las dificultades.
mente la tarea de los profesionales y las decisiones de
los padres a la hora de perseguir el bienestar de EAJ,
no por ello deja de ser doloroso para estos últimos el
abordar estas cuestiones.
Este documento puede ser revocado por los padres en • Posibilidad de revocación.
cualquier momento.
Firmas de los padres y profesionales. • Firmas de padres y profesio�
nales.

Al mes de firmarse el documento, la pa� aportando mientras tanto medicación para


ciente entra en crisis con una insuficiencia alivio de los síntomas respiratorios. La pa�
respiratoria grave. Se aplican tratamientos ciente presenta cada vez más signos de
ordinarios, incluyendo la colocación de la molestia y de inquietud y se acuerda con
VMNI, y no se resuelve la crisis. Se avisa los padres, ante la no respuesta terapéutica
al padre, que trabajaba fuera de la ciudad, y ante los acuerdos firmados, la sedación
Hacia un modelo de toma de decisiones compartida para el final de la vida   165

profunda e irreversible. La paciente fallece Conviene señalar que, en la estructura


a las 36 h. Los padres, con el dolor propio vincular, existen un protagonista (el pa�
de la situación, manifiestan la tranquilidad ciente o su representante) y un coprotago-
de haber hecho lo que tocaba y estaba nista (el profesional) y en su funcionalidad
consensuado, en función de los valores el “yo” del paciente no se sitúa frente al
que había en juego y no en función de la “tú” del profesional o en sentido inverso,
angustia que inevitablemente podía acom� sino que mutuamente deliberan para con�
pañar a la situación y a las decisiones. jugar en clave de primera persona del plu�
El concepto de TDC no remite única� ral, en clave de un “nosotros”, a sabiendas
mente al vínculo paciente (representante) que el procedimiento es conjunto aunque
– profesional responsable del seguimiento, la última decisión, de no haber consenso y
sino también a compartir decisiones entre si no se nos exige nada realmente malefi�
profesionales y entre Servicios clínicos. En cente o injusto, acaba siendo del paciente.
el caso presentado el proceso se gestionó Es otra manera de entender el principio de
profesionalmente entre la médico pneumó� autonomía. El proceso conjunto, común,
loga y el psicólogo; en otros muchos casos compartido de toma de decisiones integra
se desarrolla entre el Servicio implicado y la dinámica de la elección y de la indica�
el Equipo de CP, etc. Este vínculo inter� ción, sin olvidarse de que de lo que esta�
disciplinar e inter-Servicios facilita enor� mos hablando, fundamentalmente, es de la
memente estos procesos; no sólo porque salud, la enfermedad, la vida y la muerte
amplíe el campo de mira, sino también del propio paciente.
porque ayuda a cotejar opiniones, a dismi� b) ¿Qué tipo de relación se estable-
nuir el riesgo de pérdida de horizonte por ce en ese proceso de TDC? Una relación
cuestiones emocionales (por ejemplo, re� deliberativa –ni paternalista ni meramen�
lación ya muy cargada), a compensar ten� te informativa– que supone vínculo y que
siones y a objetivar la indicación clínica. conlleva compromiso. El compromiso va
más allá que la implicación. De hecho los
ÚLTIMAS REFLEXIONES adjetivos son importantes: solemos hablar
de implicación emocional y de compro�
a) Se ha hablado en todo este trabajo de miso moral. En la TDC hay un claro com�
lo que supone un proceso de TDC. Ahora promiso ético con la realidad global de la
bien, en definitiva, ¿Quién acaba tomando persona (tanto biológica como biográfica),
las decisiones y –fundamentalmente– las lo que supone trabajar el proceso desde
más críticas? La experiencia nos dice que una dinámica específica de acompaña-
las podemos tomar conjuntamente si en miento. Deliberación y acompañamiento
la deliberación realmente conjugamos la tienen mucho en común. Puede haber
realidad y el deseo, los hechos y los valo� acompañamiento sin deliberación, si es
res, las razones y las emociones; si además que en el itinerario de acompañamiento
nos reconocemos realmente como interlo� no se entra en el ámbito de la toma de
cutores válidos en condiciones de simetría decisiones; sin embargo, no puede haber
moral y si, por último, somos capaces de auténtica deliberación acerca de lo que
no huir los unos de los otros. Una manera hay en juego para una decisión si no se
de huir es ir tomando nosotros habitual� realiza desde una actitud de acompaña�
mente las decisiones, excepto cuando hay miento. La persona puede tener dudas,
un conflicto importante, que entonces le sensación de indefensión, incertidumbre...
decimos al otro que ejerza él desde su y necesitar un compañero de viaje que,
maravillosa autonomía. además de ayudarle a discernir entre va�
166 Javier Barbero et al.

lores, medios y fines, etc., le sostenga en introspección y discernimiento hacia uno


ese viaje, sobre todo en los momentos de mismo, lo que evitará estar proyectando
más dificultad. Acompañar, en el terreno nuestras dificultades y nuestras posiciones
de la enfermedad, se exige para deliberar, en el que tenemos en frente. Enriquecer
porque exige sostener, si toca, en medio esta perspectiva de TDC nos invita a pro�
de la desolación. mover el diálogo frente a la imposición,
c) Participar en un proceso de TDC, la explicitación frente a los supuestos, la
¿no supone una cierta sobreimplicación confianza frente a la sospecha, la conside�
para el profesional? No necesariamente. ración del otro primeramente como per�
En primer lugar, en el proceso de delibe� sona-ciudadano que no como enfermo-in/
ración te encuentras con datos positivos firme. En definitiva, una llamada a aceptar
y relevantes y con valores de la perso� el reto que supone todo encuentro signifi-
na que nos permite contrabalancear los cativo (está la vida y la calidad de vida en
datos más preocupantes, problemáticos y juego), entre personas.
amenazantes, lo que favorece el equili� Llamamos a la reflexión acerca de la
brio emocional para la relación. Podemos necesidad de identificación del tipo de
decir que el médico –u otro profesional– proceso(s) preponderante(s) de toma de
que delibera se agota (supone asumir la decisiones que utilizamos, de forma cons�
intensidad del vínculo), pero no se que- ciente o no, en nuestros Servicios asis�
ma, porque la riqueza recibida en la de� tenciales. Tienen detrás un modelo. Tomar
liberación compensa las frustraciones vi� conciencia de ello es el primer paso para
vidas; de hecho, la experiencia es que el promover mejoras. A partir de ahí, puede
encuentro deliberativo se convierte en un ser interesante poner en marcha iniciati�
proceso y escenario de claro aprendizaje vas que nos ayuden a profundizar en esta
mutuo. Además, el trabajo de una TDC línea. Una de ellas, en algunos Servicios,
permite que la persona enferma perciba han sido los programas de elaboración
que a ti, profesional, te importa lo que a de Instrucciones Previas(33), en los que el
él le importa (porque lo acoges en la de� proceso acaba siendo al menos tan inte�
liberación), lo que fortalece un vínculo de resante como el mismo resultado. Ya ven
confianza, tolerancia y compromiso, los qué cosas, compartir un proceso de toma
mejores antídotos contra el miedo. de decisiones, correcta y conscientemen�
La incertidumbre y el miedo suelen te, es la mejor manera de reivindicar el
estar presentes en todo proceso de toma derecho a la autonomía moral de la per�
de decisiones. Precisamente, conocerlo y sona. Un buen guionista podrá plasmar
ser conscientes de ello, paradójicamen� la película de su propia vida si cuenta
te da control. Los propios pacientes nos con un buen equipo de producción que
reflejan que en la propia deliberación, le ayude a que su proyecto no quede tan
gracias a la actitud de acogida perciben solo en el mundo de las ideas o de las
menos amenaza en medio de la incer� buenas intenciones. El productor peleará
tidumbre y pueden, desde la confianza, para que ese film represente fielmente la
descansar en los momentos de mayor in� letra y la música, el alma y el corazón de
seguridad. lo que el guionista autobiográfico ha des�
Promover y participar en procesos de tacado como propio... y el autor del guión
TDC es todo un desafío para los profesio� contará siempre con el productor para que
nales. Nos hace ver que para lograr una le facilite la más bella realización de su
buena comunicación y deliberación con el deseo.
otro necesitamos alimentar una adecuada
Hacia un modelo de toma de decisiones compartida para el final de la vida   167

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS basics. JAMA 1999; 282: 2313-20. Doi:


10.1001/jama.282.24.2313.
1. Barbero J, Romeo C, Gijón P, Júdez J. 10. Taylor S, Pickens J, Geden E. Interactional
Limitación del esfuerzo terapéutico. styles of nurse practitioners and physicians
En: Gracia D, Júdez J, editores. Ética en regarding patient decision making. Nurs
la práctica clínica. Madrid: Fundación Res 1989; 38:50-5.
Ciencias de la Salud / Triacastela, 2004; 11. Jordan J, Ellis S, Chambers R. Defining
161-81. shared decision making and concordance:
2. O’Connor A, Stacey D, Entwistle V et al. are they one and the same? Postgrad Med J
Decision aids for people facing health 2002; 78: 383-4.
treatment or screening decisions. Cochrane 12. Ruland C, Bakken S. Developing,
Database Syst Rev: CD001431, 2003. Doi: implementing, and evaluating decision
10.1200/JCO.2010.29.9768. support systems for shared decision making
3. President’s Commission for the Study in patient care: A conceptual model and
of Ethical Problems in Medicine and case illustration. J Biomed Inform 2002;
Biomedical and Behavioral Research. 35:313-21.
Making Health Care Decisions. The ethical 13. Ford S, Schofield T, Hope T. What are the
and legal implications of informed consent ingredients for a successful evidence-based
in the patient-practitioner relationship. patient choice consultation? A qualitative
Washington, 1982. study. Soc Sci Med 2003; 56: 589-602.
4. Charles C, Gafni A, Whelan T. Shared Doi: 10.1016/S0277-9536(02)00056-4.
decision-making in the medical encounter: 14. Stubblefield C, Mutha S. Provider-patient
what does it mean? (Or it takes at least two roles in chronic disease management. J
to tango). Soc Sci Med 1997; 44 (5): 651- Allied Health 2002;31: 87-92.
61. 15. Gracia D. La deliberación moral: el método
5. Charles C, Gafni A, Whelan T. Decision- de la ética clínica. Med Clin (Barc) 2001;
making in the physician-patient encounter: 117: 18-23.
Revisting the shared treatment decision- 16. Emanuel EJ, Emanuel LL. Four Models of
making model. Soc Sci Med 1999; 49: the Physician-Patient Relationship. JAMA
681-92. 1992; 267: 2221-2226. (Trad. cast: Cuatro
6. Kasper J, Lenz M. Criteria for the modelos de la relación médico-paciente. En:
development and evaluation of decision Couceiro A, editor. Bioética para clínicos.
aids. Z Artl Fortbild Qualitatssich 2005; 99: Madrid: Triacastela, 1999. p. 109-26.
359-65. 17. Arranz P, Barbero J, Barreto P, Bayés R.
7. Makoul G, Clayman M. An integrated Intervención emocional en Cuidados
model of shared decision making in Paliativos. Modelo y protocolos. Barcelona:
medical encounters. Patient Educ Couns Ariel, 2003.
2006; 60 (3): 301-12. Doi: 10.1016/j. 18. Kasper J, Geiger F, Freiberger, S and
pec.2005.06.010. Schmidt A. Decision-related uncertainties
8. Towle, A, Godolphin W. Framework perceived by people with Cancer
for teaching and learning informed modelling the subject of shared decision
shared decision making. Br Med J 1999; making. Psychooncology 2008, 17, 42–8.
319(7212):766-771. Doi: 10.1016/j. Doi: 10.1002/pon.1190.
pec.2005.06.010. 19. Harrison TR, Fauci A, Brawnwald E,
9. Braddock C, Edwards K, Haseng N, Laidley Kasper DL. Principios de Medicina Interna,
T, Lewinson W. Informed decision making 14 edición. Madrid: McGraw-Hill /
in outpatient practice: time to get back to Interamericana de España, S.A, 1998.
168 Javier Barbero et al.

20. Ley 41/2002, básica reguladora de la 27. Barbero J. Psicólogos en Cuidados


autonomía del paciente y de derechos y Paliativos: El largo camino de la extrañeza
obligaciones en materia de información y a la Integración. Clin Contemp 2010; 1, 1:
documentación clínica. BOE núm 274, de 39-48.
15 de noviembre de 2002. p. 40126-32. 28. Gracia D. Moral Deliberation. The role
21. Barbero J. Paciente no competente y of methodologies in clinical ethics. Med
capacidad de elección. Jano 2008 (21-27 Health Care Philos 2001; 4:223-32. Doi:
nov); 1717: 33-5. 10.1023/A:1011445128427.
22. Barbero J. El derecho del paciente a la 29. Antequera JM, Barbero J, Bátiz J. et al. Ética
información: el arte de comunicar. An Sist en cuidados paliativos. Guías de ética en la
Sanit Navar 2006; 29, 3: 19-27. práctica médica – 2. Madrid: Fundación de
23. Beauchamp TL, Childress JF. Principios Ciencias de la Salud, 2006.
de Ética Biomédica. Barcelona: Masson, 30. Gracia D. Fundamentos de Bioética.
1999. (Traducción de la 4ª edición). Madrid: Eudema Universidad, 1989.
24. Centeno C, Núñez Olarte JM. Estudios 31. Gracia D. Procedimientos de Decisión en
sobre la comunicación del diagnóstico de Ética Clínica. Madrid: Eudema, 1991.
cáncer en España. Med Clin (Barc) 1998; 32. Barbero J. Calidad de vida guiada por
110: 744-50. los valores. Reflexiones desde una Casa
25. Simón P, Domenech P, Sánchez Beiza L, de Acogida para Enfermos de Sida. En:
Blanco T, Frutos B, Barrio I. ¿Querría usted Quaderni di Bioètica e Cultura 2: The
saber que tiene cáncer? Med Fam 1994; 4, Sanctity of Life. Roma 1994; 139-49.
3: 127-36. 33. Barbero J, Díaz L, Coca C, del Rincón C,
26. Díaz-Sayas L, Cruzado JA, Barbero J. López-Fando T. Las Instrucciones Previas
Estudio de las micro-malas noticias en en funcionamiento: una herramienta legal
pacientes hematológicos hospitalizados. con valor psicoterapéutico. Psicooncología
La comunicación médica diaria. 2008; 5, 1: 117-27.
Psicooncología 2010; 7,1: 175-91.

También podría gustarte