1.

Ana Obregón, una actriz y presentadora española ampliamente conocida, compartió públicamente
su experiencia con la gestación subrogada. Después de superar una lucha contra el cáncer, Ana
deseaba ser madre, pero su salud había comprometido su capacidad de llevar a cabo un embarazo
seguro. Optó por la gestación subrogada, eligiendo a una mujer en Estados Unidos para llevar a
término el embarazo.

2.El caso de Ana Obregón y la excepción legal para los niños de vientres en alquiler es digno de
análisis ético y bioético debido a las diversas implicaciones que tiene en términos de derechos del
niño, explotación, autonomía, justicia y valores sociales. Estas cuestiones resaltan la importancia de
sopesar cuidadosamente los aspectos morales y éticos involucrados en la gestación subrogada y en la
creación de excepciones legales en este contexto.

3.En el caso de Ana Obregón y la "excepción" legal para los niños nacidos de gestación subrogada, la
aplicación de estos principios bioéticos es crucial para evaluar si se están respetando los derechos y el
bienestar de todas las partes involucradas. Los principios de autonomía, beneficencia, no maleficencia
y justicia ofrecen un marco ético para considerar la complejidad moral de la situación y tomar
decisiones informadas y éticas

4.Los filósofos teóricos actúan como una voz de precaución y reflexión en un mundo en el que los
avances científicos pueden moverse a un ritmo vertiginoso. Ayudan a anticipar posibles
consecuencias no deseadas, riesgos para la humanidad y dilemas éticos que pueden surgir a medida
que se exploran nuevos campos científicos, como la biotecnología, la inteligencia artificial y la
genética. Al cuestionar los motivos detrás de la investigación y resaltar las implicaciones éticas, los
filósofos teóricos permiten que la sociedad evalúe si los avances científicos deberían avanzar y bajo
qué condiciones. La relación entre la ética y la ciencia es compleja y a menudo conflictiva. Los
filósofos teóricos deben equilibrar la necesidad de avances científicos que pueden mejorar la calidad
de vida con la responsabilidad de considerar las implicaciones éticas y morales a largo plazo. En
última instancia, su trabajo es esencial para garantizar que el progreso científico se alinee con los
valores y el bienestar de la humanidad, evitando posibles desviaciones que podrían tener
consecuencias indeseables.