Es un termino que se utiliza para referirse a un movimiento político-
religioso que busca una interpretación rigurosa del Corán y que justifica el uso de la violencia para alcanzar objetivos políticos. Está en contra de corrientes laicistas en el mundo musulmán y de cualquier influencia venida de occidente que pueda pervertir las enseñanzas del islam. Así los principales conflictos del fundamentalismo islámico con el mundo secular tienen que ver con los derechos humanos, la prevalencia de la ley civil sobre la religión, la separación de culto y Estado y la igualdad entre hombres y mujeres. Su principal objetivo es el establecimiento de una sociedad ordenada según los preceptos tradicionales islámicos, evitando todas las prácticas consideradas fruto de influencias externas, especialmente occidentales, con la implantación de la Sharia (Senda) y nace a partir de la resistencia de las sociedades musulmanas ante el imperialismo europeo en cabeza de Francia y Reino Unido en el Siglo XIX.