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CURSO
DE
INGRESO
2024
Carrera: ABOGACÍA
Módulo I
Módulo I: Lectura y comprensión de textos en la práctica del derecho.
Programa académico:
Eje 1: Ser abogado/a
Función social de la disciplina y la profesión. El Abogado y sus distintos roles. Abogacía y Ética
Cuccato, M. (s.f). Algunas reflexiones sobre lenguaje jurídico como lenguaje de especialidad: más
expresión que verdadera comunicación. Centro de Estudios e Investigaciones Lingüísticos Instituto
de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales. FAHCE-CONICET Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación Universidad Nacional de La Plata.
https://www.pensamientopenal.com.ar/system/files/2021/03/doctrina48868.pdf
Llinás Volpe, M. (2002). Lenguaje Jurídico. Filosofía del lenguaje. Universidad Externado de
Colombia.
Bibliografía Eje 3
Alvarado, M y Yeannoteguy, A. (2007). La escritura y sus formas discursivas. Eudeba
Eduardo Juan Couture Etcheverry, fue un gran jurista Uruguayo que en 1948
escribió de manera excepcional los diez mandamientos del abogado, también
conocido cómo el Código del Abogado ó el Decalogo del Abogado.
EL ABOGADO
Y EL FUTURO
EDICIÓN ESPECIAL
Autores:
ROBERTO A. PUNTE
MATILDE PÉREZ
NÉSTOR PEDRO SAGÜÉS
MARÍA ALEJANDRA CORTIÑAS
GONZALO PEREDA
Consejo de Redacción:
Gabriel Fernando Limodio, Luis María Caterina, Martín J. Acevedo
Miño, Daniel Alejandro Herrera y Nelson G. A. Cossari
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Contenido
EDICIÓN ESPECIAL
PRESENTACIÓN
Alejandro Borda: Director de El Derecho
Marco Rufino: Coordinador de Redacción de El Derecho
La profesión del jurista: reflexiones en el día del abogado, por
Alejandro Borda
Autores:
Cita Digital: ED-MMMCDVI-605
ROBERTO A. PUNTE
MATILDE PÉREZ
DOCTRINA
NÉSTOR PEDRO SAGÜÉS
29 de agosto: Día del Abogado. A los soldados de lo justo:
MARÍA ALEJANDRA
notas sobre CORTIÑAS
el oficio del abogado, por Roberto A. Punte
GONZALO PEREDA
Cita Digital: ED-MMMCDVI-606
Abogacía
Consejo dedigital. De la toga al metaverso, por Matilde Pérez
Redacción:
Cita Digital:
Gabriel ED-MMMCDVI-607
Fernando Limodio, Luis María Caterina, Martín J. Acevedo
Miño, Daniel Alejandro Herrera y Nelson G. A. Cossari
Digitalización judicial, debido proceso y derechos fundamen-
tales, por Néstor Pedro Sagüés
Cita Digital: ED-MMMCDVI-609
JURISPRUDENCIA
ABOGADO: Ejercicio profesional: referencia a los profesiona-
les de la abogacía como “caranchos”; expresiones desapren-
sivas y deshonrosas; libertad de expresión; exceso. DAÑO
MORAL: Daño moral colectivo: rubro indemnizable; moderna
responsabilidad objetiva social. COLEGIO PÚBLICO DE ABO-
GADOS: Legitimación procesal (Juzgado Nacional Civil Nº
79, junio 13-2022)
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PRESENTACIÓN
Un nuevo aniversario del nacimiento de Juan Bautista ridad en materia de las tecnologías de la información y de
Alberdi, el ilustre Tucumano, figura central del sistema la comunicación.
constitucional argentino, nos invita a pensar sobre el pa- A continuación, Néstor Pedro Sagüés nos lleva al
pel del abogado en la sociedad y frente a los desafíos que mundo del debido proceso y de la protección de los de-
nos plantea el futuro. rechos fundamentales. Comienza con un dato empírico:
El objetivo de la paz social, tan propio de la función la digitalización del mundo judicial es un proceso que,
del derecho, obliga a los abogados a actuar con conoci- en Latinoamérica, tiene pocas décadas de lanzamiento y
miento y responsabilidad. Es justamente lo que Roberto desarrollo. Sin embargo, inmediatamente afirma que es un
A. Punte pone de relieve en sus notas sobre el oficio del proceso incontenible y en vías de continuo desarrollo, con
abogado, con las que abrimos este número especial dedi- pretensiones de totalidad e irreversibilidad.
cado a los abogados en su día. En su trabajo, procura demostrar que la digitalización
En esas líneas, Punte plasma su experiencia de más debe respetar las reglas del debido proceso, que es jus-
de medio siglo en el ejercicio de la profesión. Así, se to, razonable y no arbitrario. Por ende, la digitalización
refiere al trabajo del abogado litigante, en primer lugar, no puede caer en el exceso ritual ni importar trabas a un
frente al cliente, y, luego, ante el tribunal para resguardar adecuado acceso a la justicia y a la tutela judicial efecti-
el derecho de su defendido. Por ello, hace bien en resal- va. En este sentido, alerta que, cuando el grado exigido
tar la importancia de encuadrar jurídicamente el caso de de suficiencia en la capacitación digital respecto de los
manera correcta y de argumentar de modo convincente. instrumentos judiciales es desproporcionado, absurdo, ar-
Asimismo, señala el rol creativo del letrado, que coadyu- bitrario, contrario al recto sentido común, o incurre en ex-
va al reconocimiento de derechos, y que no debe nunca centricidades y desmesuras, se puede lesionar un ejercicio
perder la inspiración de la búsqueda de la verdad y la normal y sensato del derecho de defensa, y llegado el caso
justicia. pecar de inconstitucionalidad.
La profesión de abogado, desde hace siglos, hace un También plantea que no siempre la vía digital es la me-
aporte relevante a la vida social. Es que la labor del jurista jor y llama a ser cuidadosos en el entusiasmo que anima
resulta significativa a la hora de la solución de conflictos la introducción de nuevas tecnologías en el trámite pro-
que inevitablemente surgen en la comunidad. Ahora bien, cesal. Es que ciertos procesos constitucionales protecto-
en los tiempos que nos toca vivir, es necesario advertir res de derechos fundamentales deben someterse a reglas
que han aparecido desafíos inusitados para los abogados, constitucionales explícitas o implícitas que propicien su
entre los cuales no podemos obviar el impacto que han fácil diligenciamiento e incluso su planteo simplemente
tenido las nuevas tecnologías en el quehacer profesional. por vía oral.
Esa influencia se ha materializado no solo en las cues- Por último, pregona que se fomenten programas in-
tiones de derecho de fondo, sino también en la práctica tensos de capacitación –de manera prudente y no robó-
cotidiana. tica– en la temática digital, en los escenarios habituales
Nuestro trabajo como litigantes, asesores de empresas, de la práctica tribunalicia (en diversos niveles: universita-
jueces, árbitros o mediadores ha sido transformado por la rio, judicial, ministerio público, colegios profesionales de
influencia de los mecanismos tecnológicos. Incluso los abogados).
sistemas de enseñanza del Derecho han sido afectados de Por su parte, María Alejandra Cortiñas nos mues-
manera sustantiva, planteando desafíos y problemas inédi- tra los efectos benéficos de las modernas tecnologías en la
tos a profesores y estudiantes. mediación, que han irrumpido satisfactoriamente en este
Esta mirada hacia el futuro, atravesada por las nuevas ámbito a partir del aislamiento decretado con motivo de la
tecnologías que inundan nuestras vidas, nos ha impulsa- pandemia de covid-19 y de las normas dictadas por la Au-
do a meditar acerca de la profesión del abogado: en eso toridad de Control. Resalta las diferentes y variadas ven-
consiste el núcleo esencial de análisis de esta publicación. tajas que ha traído la mediación “virtual”, entre las que
Y para tal objetivo, contamos con el aporte de profesores destaca la optimización del tiempo para los abogados, la
e investigadores quienes se animaron a compartir sus re- reducción de gastos en viáticos, la puntualidad. También
flexiones. destaca que los procesos de mediación por estos medios
Matilde Pérez, primero, repasa cómo ha sido el im- han traído beneficios concretos para las partes; por ejem-
pacto de la tecnología en la sociedad desde la década del plo, los programas que facilitan la mediación impulsan
noventa, a través del uso de la computadora, el fax, el a que las partes respeten a quien tiene la palabra, evitan
correo electrónico, la masificación del celular, la firma que los participantes se encimen al hablar y esto, a la vez,
electrónica o la creación automatizada de documentos y facilita la escucha de los intervinientes. Es decir, ayudan
contratos como parte del hacer jurídico. a ordenar el diálogo necesario en cualquier proceso de
Hoy, los abogados, nos encontramos invadidos por un mediación.
nuevo vocabulario tecnológico (que nos lleva a incorpo- Por todo ello, la autora propicia que se instale un sis-
rar palabras y conceptos, como “metaverso”, “criptomo- tema mixto, que delegue en las partes o el mediador la
nedas”, “token”, entre tantas otras) que complementa el facultad de decidir cómo celebrar las audiencias, si de
ejercicio profesional para defender los intereses indivi- manera presencial o virtual.
duales, siempre ordenados al bien común. Nos dice la au- Finalmente, Gonzalo Pereda se concentra en la en-
tora que la digitalización supone una transformación de señanza universitaria del derecho y en la incorporación de
los operadores jurídicos marcada por esta estandarización los mecanismos tecnológicos como herramienta educati-
y automatización, y por la aparición del algoritmo y de la va. Así, se refiere al abogado docente y los desafíos en el
Inteligencia Artificial. aula (muchos de ellos suscitados a partir de la menciona-
Entre otras muchas cosas, pone de relieve el impacto da pandemia).
de las nuevas tecnologías en la trazabilidad y privacidad Pereda parte de un concepto claro: no parece posible
de datos, en el cuidado de la salud, en la automatización (más allá de que existan ciertas ofertas educativas en este
inteligente, en la manipulación genética y, también, en sentido) una sustitución absoluta de la presencialidad por
los procesos de toma de decisiones automatizadas en lo la virtualidad. En efecto, no pueden ignorarse los ries-
jurídico, que llevan a redefinir el ejercicio profesional. No gos que encierra una virtualidad pura, pues en ese estado
obstante, también advierte que este proceso tecnológico de situación desaparecen los contactos interpersonales, lo
debe tener puesta su mirada –y esto debe ser destacado– que acarrea innumerables problemas, tales como la falta
en la persona humana y en su intrínseca dignidad. De allí de integración con la comunidad universitaria, el debili-
la necesidad de incorporar competencias del abogado en tamiento de los lazos entre los mismos estudiantes y la
la interpretación y en el desarrollo de marcos normativos menor profundización en los diálogos con los profesores.
que protejan la privacidad, la bioseguridad y la cibersegu- Por otra parte, también se generan problemas con estos
últimos, sobre todo los de mayor edad, pues crecen las
(*) Director de la editorial El Derecho. Correo electrónico: aborda@ dificultades en la comprensión de la tecnología y ello difi-
bordakrieger.com.ar. culta la difusión de sus saberes.
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Sin embargo, tampoco la idea puede ser pregonar una nales. Esto se refleja, en parte, en una reciente sentencia
presencialidad absoluta porque la virtualidad también de un tribunal de primera instancia(1), que hemos incluido
tiene ventajas que deben destacarse. Claro está que, pa- en este diario. Se trata de un fallo que pone en su lugar la
ra que tales ventajas puedan ser debidamente explota- relevancia del rol del abogado y que señala expresamente
das, es necesario que los alumnos participen de manera que no puede permitirse que se naturalice la agresión o el
comprometida, con la bibliografía estudiada o al menos desprestigio de la profesión con publicaciones que agre-
leída, y que el profesor sepa usar las diferentes herra- dan su honor, pues son auxiliares de la justicia, y el buen
mientas que la tecnología brinda, como cuestionarios au- funcionamiento de este poder del Estado interesa a toda la
tocorregibles que repasen y refuercen los temas vistos en comunidad.
clase, o la presentación de casos prácticos para su análi- Con todo lo dicho, queda invitarlos a la lectura. Final-
sis grupal. mente, y bajo el amparo de Santo Tomás Moro, quiero
Sin duda que existen más temas que deberíamos tratar. desearles a todos mis colegas: ¡feliz Día del Abogado!
Quizás, los aquí desarrollados impulsen a otros autores a
VOCES: ABOGADO - DEMANDA - PROCESO JUDICIAL -
aportar nuevas reflexiones. Por nuestra parte, creemos que
PODER JUDICIAL - NOTIFICACIÓN - INFORMÁ-
hemos tomado un puñado de cuestiones que nos permiten
TICA - TECNOLOGÍA - CORTE SUPREMA DE LA
avizorar la importancia de nuestro trabajo y la necesidad
NACIÓN - DOMICILIO - DEFENSA EN JUICIO - EX-
de honrarlo debidamente en todo tiempo y lugar.
PEDIENTE JUDICIAL - EJERCICIO PROFESIONAL
En tal sentido, no debe perderse de vista la importan-
- JUECES - DERECHO PROCESAL - SENTENCIA
cia enorme que tiene el trabajo profesional en la ansiada
- PROCESO ORDINARIO - RECURSOS - JURISPRU-
búsqueda de la paz social. Ciertamente, existen abogados
DENCIA - CONSTITUCIÓN NACIONAL - COMUNI-
que no honran nuestra profesión, pero ello no puede ocul-
CACIONES ELECTRÓNICAS - NORMAS DE EMER-
tarnos que un número significativamente mayor defiende
GENCIA - CONSEJO DE LA MAGISTRATURA
los intereses de sus clientes honestamente y, del mismo
modo, que un número significativamente mayor de jueces
(1) Juzgado Nacional en lo Civil Nº 79, “Colegio Público de Abo-
conducen sus tribunales con rectitud. gados de la Capital Federal c. Unión de Aseguradoras de Riesgos del
Es nuestro deber resguardar la dignidad del abogado Trabajo s/daños y perjuicios - ordinario” (Expte. Nº 77106/2017),
y velar por el fiel cumplimiento de los deberes profesio- sentencia del 13/6/2022.
DOCTRINA
29 DE AGOSTO: DÍA DEL ABOGADO
En este 29 de agosto, día de conmemoración del traba- argumental con la que se exhibirá el planteo. El guion
jo de los abogados, he pensado dirigir la atención hacia será testeado, primero, en la mediación prejudicial o en
algunos aspectos poco analizados de nuestra profesión. las tratativas extrajudiciales y, luego, llevado, ahora por
Los presentaré en los siguientes puntos. escrito, ante los jueces.
El primero de ellos, refiere al rol cuasi judicial que im- En esta etapa preparatoria, el abogado es “el primer
plica la tarea de entrevistar a quienes serán nuestros clien- juez del caso”, el que determina si ve razones o solo ca-
tes, escuchar su relato, discernir lo nuclear de lo acceso- prichos. Es aquel que, en palabras de Linares, emplea el
rio. También, la definición del tipo o figura jurídica en la “buen sentido jurídico”: “[t]odos conocemos algunos abo-
que podría encuadrar el germen del planteo de la acción gados que tienen esa admirable virtud técnica de entrever
o defensa que se deba asumir. Habrá que elegir las reglas rápidamente la solución de los asuntos legales, aun cuan-
de derecho y la fundamentación de justicia con la cual se do no sean los de su especialidad. Es un don que, además
acorazará lo que haya que debatir, se abonarán los puntos de innato, es cultivable con la experiencia y el estudio”(1).
de fortaleza y las pruebas que demuestren las peticiones. Si el abogado encuentra un sostén razonable de hecho y
Deberá el abogado, ante todo, aprender a separar lo de derecho, pasará a delimitar y resaltar los valores de
emocional de lo técnicamente defendible, a evitar los las posturas propias (y las debilidades de la contraria). Y
sesgos distorsivos, que muchas veces contaminan estas luego, madurado el perfil de los hechos, determinadas las
narraciones; debe un buen jurista superar las dificultades pruebas documentales informativas, posiblemente pericia-
que surgen del carácter del interlocutor, de su modo de les, confesionales y testimoniales, comienza otra tarea.
expresarse, más o menos hábil, de la mayor o menor ri- Me refiero a la difícil redacción de los escritos, a la
queza del lenguaje. Y, luego, depurado el material infor- graduación de los argumentos retóricos, para dirigirlos al
mado, cabe al letrado otorgarle el perfil a la construcción lector más difícil: el juez. Debemos llamar la atención del
juez (o en su defecto del escribiente o relator que redacta
Nota de Redacción: Sobre el tema ver, además, los siguientes traba-
o prepara los despachos). Para eso, es clave saber ilumi-
jos publicados en El Derecho: Ética: La enseñanza universitaria de la nar fuertemente los puntos de vista propios y a la par arro-
ética de la abogacía, por Armando S. Andruet (h.), ED, 189-920; Políti- jar sombras y dudas sobre los de la contraparte. Y no es
ca y derecho. Sobre la enseñanza de la política en la carrera de dere- menor el adecuado planteo jurídico. En especial cuando
cho, por Sergio R. Castaño, ED, 196-1040; La enseñanza del derecho. se está innovando en territorios poco transitados, sobre los
La necesaria consideración de los problemas concretos de la comuni-
dad a la luz de los derechos fundamentales. Objeto de la formación que haya escasos precedentes. Esto, que es común a todos
de los hombres de derecho, por José M. Abram Luján, Héctor P. Iribarne los juicios, se advierte con más nitidez cuando se analiza
y Marcelo J. Salomone Freire, ED, 202-627; La enseñanza del derecho el origen de institutos novedosos, como ha ocurrido en
constitucional: la necesidad de volver a las fuentes (Algunas reflexiones nuestro derecho al inicio del amparo, el per saltum, las
en torno al XVIII Encuentro de Profesores de Derecho Constitucional),
por María C. Recalde, EDCO, 2007-409; Los problemas morales y los
medidas cautelares autónomas, las presentaciones como
problemas éticos, por Félix A. Lamas, ED, 229-758; La naturaleza polí- amicus curiae, las exposiciones en audiencias conciliato-
tica de la ética, por José L. Widow, ED, 252-656; “Mediatización” y rias, entre otros.
ambigüedad ética (¿defensores o cómplices?), por Guillermo F. Peyrano, Aquí el abogado se convierte en un explorador que,
ED, 254-889; Algunos aportes en torno a ética judicial, por Matías N. con su ingenio, se introduce en territorios desconocidos,
Morel Quirno, ED, 262-741; El decoro como exigencia ética del juez,
por Alejandro A. Fiorenza, ED, 262-867; El nuevo Código Civil y Co- para abrir rutas nuevas; esa empresa, desde luego, debe
mercial y el rol de nuestra formación jurídica, por Mario Antonio Zinny, inspirarse siempre en la búsqueda de la verdad y de la
ED, 263-870; La enseñanza de la Constitución en el sistema educativo justicia. Por ejemplo, frente a los problemas inflaciona-
mendocino: previsiones legislativas desde 1983 a la actualidad, por rios tan reiterados en nuestro país, los abogados litigantes
Ezequiel A. Cánepa, EDCO, 2015-547; Los pasos iniciales de los profe-
sores de derecho, por Julio Chiappini, ED, 271-870; Experiencias univer-
desarrollan las virtudes correctivas propias de la teoría de
sitarias en el extranjero, por Santiago Legarre, ED, 272-945. Todos los la equivalencia de las contraprestaciones (para evitar que
artículos citados pueden consultarse en www.elderechodigital.com.ar. aquello que se reclama pierda su valor); de la misma ma-
(*) Abogado (UCA). Traductor público nacional (UBA). Profesor
Emérito de Derecho Constitucional (UCA). Mediador matriculado. Abo-
gado en ejercicio desde hace cincuenta y seis años. Correo electróni- (1) Linares, Juan Francisco, “El buen sentido jurídico”, El Derecho,
co: punte@bscp.com.ar. tomo 84, p. 841, 1979.
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nera, quien camina por tribunales busca nuevos significan- efectivos: el ya mencionado juicio de amparo, los habeas
tes para superar los obstáculos de la burocracia judicial. corpus colectivos, el derecho de réplica, la protección ex-
La tarea del abogado que quiere abrir nuevos caminos traordinaria de los derechos constitucionales afectados.
se parece a la de los navegantes que, en el siglo XVI, En este sentido, el abogado también tiene algo similar
se lanzaron a los mares ignotos del oeste, en búsqueda al “soldado desconocido”, pues pocas veces se recuerda
de nuevas tierras, y más tarde de la ansiada vía que les el nombre de quienes batallaron la apertura de nuevos ca-
permitiera llegar por agua a las tierras exóticas de las es- minos jurisprudenciales. Y, las más de las veces, esto no
pecies del Pacífico. No fue uno sino muchos los que fra- fue (solamente) mérito del tribunal que dictó la sentencia,
casaron, cuando entraban a los grandes ríos que se les sino del abogado que hizo el planteo, lo litigó con bravura
abrían –el Orinoco, el Amazonas, el Plata–. Finalmente, y lo llevó al éxito.
encontraron, allá en el sur de los vientos bramadores, el Hay muchas calles en nuestras ciudades que recuer-
ansiado paso que aliviaría los viajes marítimos y permiti- dan a quienes han vencido o caído heroicamente en ba-
ría circunvalar el globo. tallas para hacer crecer a la patria, pero muy pocas que
Del mismo modo, los abogados, generación tras ge- homenajean a aquellos que han luchado por la vigencia
neración, caso tras caso, exploran territorios sin cami- irrebatible del derecho y de la justicia. A esos héroes de
nos, con la única brújula de su inteligencia y educación; lo justo, les dedico este pequeño homenaje: ¡feliz Día del
son ellos quienes arremeten contra las rutinas, el tiempo Abogado!
y los monótonos artilugios del mero trámite. En medio, VOCES: ABOGADO - DEMANDA - PROCESO JUDICIAL -
deben mantenerse actualizados: conocer los cambios le- PODER JUDICIAL - NOTIFICACIÓN - INFORMÁ-
gales y jurisprudenciales, las formalidades, adaptarse a TICA - TECNOLOGÍA - CORTE SUPREMA DE LA
las n ovedades y capacitarse. Tanto más ahora que la tec- NACIÓN - DOMICILIO - DEFENSA EN JUICIO - EX-
nología exige al profesional convertirse en un “abogado PEDIENTE JUDICIAL - EJERCICIO PROFESIONAL
digital”. - JUECES - DERECHO PROCESAL - SENTENCIA
Como sea, tarde o temprano, los esfuerzos del buen - PROCESO ORDINARIO - RECURSOS - JURISPRU-
abogado provocan nuevas doctrinas, amplían derechos, DENCIA - CONSTITUCIÓN NACIONAL - COMUNI-
ayudan a diseñar nuevos institutos, luego legislados. Pue- CACIONES ELECTRÓNICAS - NORMAS DE EMER-
do apuntar, sobre esto, algunos ejemplos clásicos, pero GENCIA - CONSEJO DE LA MAGISTRATURA
El verdadero reto de la “abogacía digital” está en pro- que se genera con su cliente o con los justiciables o con
curar que el sentido de la dignidad humana no se trans- los administrados.
forme en una reducción a la voluntad individual, a la El abogado digital sí requiere del desarrollo de nuevas
negación de la naturaleza y sus condicionamientos(6), en competencias que son transversales a otros saberes que
que nuestros datos se transformen en la nueva Ruta de las se integran en el ejercicio profesional, lo complementan
Especias o las democracias representativas en meros ins- y lo enriquecen y fortaleciendo la privacidad y la confi-
trumentos del publicitado transhumanismo(7). dencialidad como dos pilares del oficio. Muchas de estas
competencias son comunes a todas las áreas de conoci-
II. Abogado digital. Abogado de competencias miento, otras son específicas o revisitadas, lo que permite,
transversales además, el intercambio de saberes entre profesiones.
Las exigencias económicas, demográficas, normativas Es que son tiempos de una economía en la que los prin-
y tecnológicas ponen de manifiesto un proceso de trans- cipales recursos son las materias primas y la energía, a
formación en el desarrollo del ejercicio profesional en los los que se añade el conocimiento, ya no como modo de
últimos setenta años, con una aceleración impensada a crecimiento personal y movilidad social, sino como bien
raíz de la pandemia. de cambio(11).
Esta Revolución 4.0 hace repensar el Derecho, la pro- Conocimiento que debe ser acompañado por el uso de
tección de los individuos y sociedades y el respeto de sus un lenguaje claro(12) por los operadores jurídicos, es un
derechos y garantías, así como la (re)creación de meca- modo de hacer mejor la vida de las personas; en igual sen-
nismos para lograr la construcción de certezas ante las tido, estas innovaciones tecnológicas hacer crecer, desa-
inseguridades jurídicas y científicas. rrollarse al abogado digital aplicando lo que tiene sabido,
Los procesos de codificación, descodificación y recodi- interpretando e investigando sobre aquello que es presente
ficación, en el caso del Derecho Privado, se trasladaron al y futuro.
ejercicio profesional desde aquellos abogados que, como
III. La abogacía digital y el mundo virtual
médico clínico, conocían, sabían e interpretaban el Dere-
cho como un todo. El crecimiento demográfico, los pro- El abogado digital convive con situaciones en las que
cesos de mecanización, así como la producción en serie, la frontera jurídica territorial se desdibuja, por lo que el
por citar algunos factores, fueron llevando a la idea de un Derecho internacional y las nuevas formas de autorregula-
abogado experto en determinadas áreas. ción, soft law y normas de compliance conviven de mane-
Así, nacieron las especializaciones que se tradujeron ra más o menos armónica.
en los planes de enseñanza de muchas universidades, con En la vida cotidiana, la automatización pone en jaque
un tronco común de asignaturas y diversas orientaciones a todos los actores, porque hay una sustitución de la inte-
en la última etapa de la carrera, o bien en el dictado de rrelación entre las personas. Se alteran los mecanismos de
posgrados y doctorados. Sin embargo, no se consideraba ingeniería social con la virtualidad propia subyacente que
el aspecto tecnológico como algo necesario o trascenden- es el contacto social.
te para el ejercicio profesional. A la par, su ámbito de actividad se traslada en gran
Este estado de cosas se modifica a partir de la déca- parte a un mundo cibernético, que estructura nuevas rea-
da del noventa con el uso de la computadora como parte lidades jurídicas y sociales con nuevas formas para la re-
del hacer jurídico en todas sus facetas, el fax, el correo solución de necesidades y conflictos, en las que los roles
electrónico y la masificación del celular, junto con la apa- se intercambian de manera constante. En ese sentido, los
rición de la firma electrónica, la creación automatizada ciudadanos digitales son partícipes activos a través de las
de documentos y contratos que fueron dejando de lado la diversas plataformas, redes sociales, que en muchos casos
máquina de escribir y el papel carbónico. En paralelo, se buscan modificar, innovar o extinguir un orden jurídico
modifican las estructuras de los estudios jurídicos que, en preexistente.
muchos casos, se organizan bajo forma empresarial con La globalización que, en la Edad Moderna, encaró el
estrategia de mercado y con expansión nacional, regional derecho comercial, se traslada hoy al mundo virtual don-
o internacional. de los dos mayores activos no son las grandes empresas,
La digitalización supone una transformación de los sino el conocimiento y los datos personales, que son los
operadores jurídicos marcada por esta estandarización y que dan valor económico y perdurabilidad en el mercado.
automatización, de modo que el ejercicio profesional se La proliferación del metaverso(13) –desde sus inicios
transforma en una suerte de proceso de producción en- con Haboo(14) o Second Life(15) a la más moderna Me-
cadenado del que son parte los abogados, los jueces, los
expertos, la administración, y en todo ello, un nuevo actor
reas que se plantean a la futura generación de juristas son en especial
llamado algoritmo y su hija, la Inteligencia Artificial (IA). difíciles y precisamente por eso es de particular atracción para todo
En este punto, muchos vaticinaron el fin del ejercicio jurista verdaderamente activo”.
de la abogacía(8) ante la sustitución por estos sistemas; (11) Economía del conocimiento: “Es el conjunto de actividades
así, identificaron a la abogacía con la toga y la peluca o el económicas que requieren un intensivo aporte del conocimiento hu-
mano para generar valor y ofrecer a la sociedad nuevos productos
birrete como lo arcaico, lo pasado de moda. y servicios, que pueden ser aprovechados por todas las ramas de la
Nada más lejos. El Derecho no es un viejo carro al producción. Algunas de ellas son la industria del software, producción
que hay que arrastrar. Por el contrario, tiene nuevos ropa- o postproducción audiovisual, biotecnología, servicios geológicos y
jes, pero su esencia se mantiene(9). La del abogado, tam- de prospección, servicios relacionados con la electrónica y las co-
bién(10). El abogado tiene su mejor capital en la confianza municaciones, servicios profesionales, nanotecnología y nanociencia,
industria aeroespacial y satelital o tecnologías espaciales”. “Economía
del Conocimiento. Herramientas para impulsar el desarrollo, la innova-
(6) Puppinck, G. Mi deseo es la ley. Montesinos F. y Montes M. ción y la creatividad en toda la cadena de producción”, disponible en:
(Trads.), Madrid, Ed. Encuentro, 2020, pág. 21. https://www.argentina.gob.ar/produccion/economia-del-conocimien-
(7) El término transhumanismo es acuñado en 1957 por el biólogo to (fecha de consulta:29/6/2022).
J. Huxley, quien consideraba que los humanos pueden mejorarse a tra- (12) González Zurro, G. “Sentencias en lenguaje claro”, La Ley,
vés de la ciencia y la técnica. En 1980, Max More forja los principios 26/12/2018, cita online AR/DOC/2608/2018. “… El acceso a la
de la corriente bajo dos premisas: el modo más rápido y eficaz para justicia comprende el derecho a la información en lenguaje claro. Para
la mejora de la condición humana y que no existen límites en la trans- ello este usuario, en su rol de justiciable, debe contar con idéntica
formación tecnológica del mundo ni el perfeccionamiento de las perso- claridad de información, es decir, que la tramitación de un proceso (ya
nas, por ende, el homo sapiens está destinado a ser un mero recuerdo. sea oral o escrito) y en particular la sentencia sea en lenguaje claro. La
(8) Susskind, R. The End of Lawyers. Rethinking the Nature of the Federación Internacional de Lenguaje Claro lo define así: ‘Si la lengua,
Legal Services. Oxford University Press, Nueva York, 2009. En este la estructura y el diseño son tan claros que el público al que está des-
libro afirma que los abogados tradicionales serán reemplazados por tinado puede encontrar fácilmente lo que necesita, comprende lo que
sistemas avanzados de IA o por trabajadores menos costosos apoya- encuentra y usa esa información…’”.
dos por la tecnología o procesos estandarizados e, incluso, por ciuda- (13) Metaverso es una expresión que aparece por primera vez en
danos ayudados por herramientas de Internet. la novela Snow Crash de N. Stephenson, al igual que el vocablo ava-
(9) Lamanna Guiñazú, E.; Pérez, M. “El daño jurídico frente a las tar. En dicha novela un repartidor de pizza del mundo real vive una
nuevas tecnologías. Los presupuestos del daño resarcible: remedio an- experiencia “paralela” en ese ciberespacio llamado Metaverso, donde
tiguo frente a nuevos daños”, ED, 289, 25/9/2020. Cita digital: ED su avatar se enfrenta a un ladrón.
CMXXXVI-114. (14) Habbo es una comunidad virtual online en la que se puede
(10) Radbruch, G. “La renovación del derecho” en Relativismo y crear un avatar, chatear, construir salas, diseñar juegos o desarrollar
Derecho. Bogotá, Temis, 2009, pág. 13. Dice allí: “… La actual ge- habilidades. Permite la compra de mobiliario virtual con mensajes de
neración se encuentra en relación íntima ampliamente favorable hacia SMS, tarjetas o transferencias. Comenzó su actividad en 2001, a par-
el estudio del Derecho. Colocados en la vida económica y social an- tir de un proyecto de diseñadores finlandeses. Información disponible
tes que otras generaciones, pueden también los jóvenes experimentar en Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Habbo (fecha de consul-
por sí mismos los entrelazamientos internos del Derecho en todas las ta: 23/6/2022).
relaciones económicas y sociales y obtener con esa experiencia cono- (15) Second Life. En 1999, la empresa Linden Lab desarrolló un
cimientos e inclinaciones por las materias jurídicas. Igualmente, las ta- programa que permite a los usuarios la inmersión en el mundo virtual.
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ta(16)– plantea si el Derecho como tal es trasladable a esta La monitorización de los parámetros corporales a tra-
realidad inventada y, por tanto, todo el ordenamiento ju- vés de los dispositivos con finalidad médica (Medical IoT
rídico y sus operadores (abogados, jueces, fiscales, justi- o MI oT): los marcapasos o los implantes cocleares im-
ciables). pactan en la utilización de datos biométricos y de salud,
La identificación con la masa crítica tecnológica y los con diversos procesos de tratamiento y usos secundarios,
condicionantes sociales permiten la aparición de nuevas así como en la determinación de la aplicación de los prin-
realidades y de necesidades jurídicas que requieren con- cipios de prevención y precaución, de la reparación o de
ciliar las respuestas del ordenamiento jurídico con los los riesgos del desarrollo frente a los productos elabora-
instrumentos de autorregulación, buenas prácticas o com- dos (incorporando al concepto a las innovaciones tecno-
pliance, así como con los principios jurídicos y éticos. lógicas).
En estos últimos cinco años, el uso de las plataformas Ello refuerza la presencia de la persona humana (y su
digitales como forma de interacción social, la imposición intrínseca dignidad) como eje protectorio en este proceso
del uso de medios de pago digital, así como la comerciali- de incorporación en el que las competencias del abogado
zación de los datos personales, bajo el ropaje de la gratui- en la interpretación y en el desarrollo de marcos normati-
dad de las aplicaciones, abren un abanico de situaciones vos se expandan a la privacidad, a la bioseguridad y a la
por resolver. ciberseguridad en materia de las tecnologías de la infor-
Tecnologías inasibles que impactan en la trazabilidad y mación y de la comunicación (TIC)(20).
privacidad de datos, automatización inteligente, realidad Se observan tres grandes bloques vinculados a los
extendida, manipulación genética, redes neuronales, pro- dispositivos móviles de los que se valen tanto la Web
cesos de toma de decisiones automatizadas en lo jurídi- 3.0 como a la realidad del metaverso y su interacción
co(17), que llevan a redefinir el ejercicio profesional. en Internet. a) Tecnologías ponibles: dispositivos mime-
Tecnologías de realidad virtual, aumentada, mixta o tizados para su portabilidad y ubicuidad, como el caso
entendida conviven con otros ecosistemas digitales, como de los anteojos inteligentes, cascos de realidad virtual,
los tokens, las criptomonedas, las técnicas de identidad y aumentada o mixta; b) dispositivos que dan cuenta de la
entidad digital con interacciones realistas que proyectan actividad de las personas, una suerte de radiografía que
movimientos de usuarios y de expresiones faciales. conlleva una mayor vulnerabilidad para los individuos
En todas ellas, el abogado digital debe contar con las en caso de uso incorrecto de datos; c) domótica en la
herramientas que le permitan determinar si estos bienes que la las tecnologías de control y automatización son
inmateriales podrán ser asimilados a las cosas; si, por tan- aplicadas al ámbito de la vivienda, lo que permite ges-
to, sobre ellas hay un derecho de propiedad inmaterial o, tionar de manera eficiente la energía, aporta seguridad y
por el contrario, se aplicará el régimen de los derechos comodidad(21).
reales. En todos los casos, se crea un mundo en el que se inte-
En idéntico sentido, si la responsabilidad aplicable será gra lo real, lo virtual y lo digital, en entornos variados que
objetiva o subjetiva, según se consideren actividades peli- llevan a la aparición de nuevos ecosistemas.
grosas o riesgosas, o también es posible que la responsa- Estas situaciones no son más que meros ejemplos de
bilidad recaiga en el sujeto programador, en el titular de la los desafíos del abogado digital: la transparencia, la cons-
actividad o en el dueño del avatar. trucción de certezas, la protección de los derechos y ga-
Otro aspecto por considerar es el marco jurídico que se rantías, así como la toma de conciencia de la expansión de
despliega en el Internet de las Cosas (IoT)(18) y en el Inter- la protección de los consumidores que son destinatarios
net de los Cuerpos (IoB)(19), pues la utilización de disposi- de todas estas nuevas tecnologías, permiten el fortaleci-
tivos conectados en el desarrollo profesional y en la vida miento del ejercicio profesional frente a las posiciones ca-
cotidiana requieren indagar en nuevas miradas sobre las tastrofistas que auguraban su fin ante la automatización
relaciones de consumo y los propios conceptos de consu- de los procesos o la posibilidad de aparición de robots-
midor y de pacientes, así como en materia de seguridad y abogados.
posibilidad de creación de sesgos.
IV. Formación de abogados con competencias
digitales(22)
Este programa derivaría en la aplicación Linder Word en las que los
consumidores pueden participar de juegos orientados a tareas especí-
Es una realidad que es necesario incorporar al proceso
ficas y socializar en entornos tridimensionales. Es de acceso gratuito, de aprendizaje en la carrera de grado contenidos vincula-
sin embargo, la adquisición de “terrenos” está vedada. Los alquileres dos con el impacto del mundo digital en el Derecho como
carecen de protección jurídica. Hay también terrenos abiertos en los ciencia, su transversalidad con otros y la necesidad de for-
que se pueden construir los denominados “sand box” o areneros. In- mar profesionales con competencias y herramientas ante
formación disponible en Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/
Second_Life (fecha de consulta: 23/6/2022). la realidad de la innovación 4.0.
(16) Meta. Desarrollada por Facebook, ellos consideran que es la Es necesario, además, una revisión de los contenidos
siguiente evolución en las conexiones sociales, en las que a través de en la que se integren los saberes provenientes del nuevo
los espacios 3D puedan relacionarse, aprender, colaborar en forma escenario jurídico que nace con las nuevas tecnologías,
colectiva, como un espacio abierto a todos en el ámbito de una inno-
vación responsable. Información disponible en la página web oficial
así como un mayor aprovechamiento de las TIC, de ma-
de la empresa: https://about.facebook.com/ltam/meta/ (fecha de nera que se pueda acceder a formación, información, in-
consulta: 23/6/2022). teracción, comunicación y muchas otras posibilidades que
(17) Prometea. Sistema de IA predictiva que combina reconocimien- incluyen metodologías del aprendizaje, la planificación de
to de lenguaje humano, automatización y predicción, utilizando una la carrera y el dictado de clases.
técnica de aprendizaje automático automatizado. En su faz predictiva
permite obtener la solución aplicable en menos de veinte segundos a Las diversas facetas de la abogacía digital expuestas a
partir del ingreso de número de caso, basada en reconocimiento de modo de ejemplo en este trabajo ponen de relieve el abor-
patrones de decisiones judiciales de anteriores instancias. Información daje de los vínculos jurídicos en contextos en los que las
disponible en: http://thomsonreuterslatam.com/2017/10/la-primera- nuevas tecnologías alteran la relación de equilibrio entre
inteligencia-artificial-predictiva-al-servicio-de-la-justicia-prometea/ (fe-
cha de consulta: 2/7/2022).
los sujetos; el impacto en la protección de los derechos
En el ejercicio privado de la profesión, existen sistemas de IA que y garantías constitucionales; la protección de las perso-
permiten el cruce de información y la realización de monitoreos que nas humanas y jurídicas frente a la incorporación de la
posibilitan llegar a la conclusión de procesos.
(18) Kumar, S. et al. “Internet of Things is a Revolutionary Approach
for Future Technology Enhancement a Review”. Journal of Big Data 6, (20) Reglamento 2019/881 del Parlamento Europeo y del Consejo,
Article number: 111, 2019. Disponible en: https://journalofbigdata. relativo a la Agencia Europea para Ciberseguridad. A través de esta
springeropen.com/articles/10.1186/s40537-019-0268-2 (fecha de norma, se procura garantizar un nivel adecuado de ciberseguridad de
consulta: 2/7/2022). Internet de las cosas (IoT) impacta en el estilo los productos, servicios y procesos informáticos en la Unión para evitar
de vida de las personas. Ciudades, hogares inteligentes, control de la fragmentar el mercado interno. Disponible en: https://eur-lex.europa.
contaminación y la energía, integración de terminales del hogar y el eu/legal-content/EN/TXT/?uri=uriserv:OJ.L_.2019.151.01.0015.01.
trabajo, con el desafío para los abogados en relación con los defectos ENG (fecha de consulta: 23/6/2022).
de producto, riesgos de desarrollo, privacidad, uso primario y secun- (21) Dictamen 08/2014 sobre la Evolución del Internet de los Ob-
dario de los datos recogidos bajo estas redes. jetos del Grupo de Trabajo sobre la Protección de los datos con rela-
(19) Lee, M.; Bourdreaux, B. et al. The Internet of Bodies: Opportu- ción a los arts. 29 y 30 de la Directiva 95/46/CE del Parlamento y
nities, Risks and Governance. Santa Mónica, Rand Corporation, enero del Consejo del 24/10/1995. Disponible en: https://www.aec.es/
2020. Disponible en: https://www.rand.org/pubs/research_reports/ conocimiento/documento/dictamen-8-2014-sobre-la-evolucion-reciente-
RR3226.html (fecha de consulta: 2/7/2022). La implantación de dis- de-la-internet-de-los-objetos/ (fecha de consulta: 23/6/2022).
positivos conectados como prótesis articuladas o microchips en pa- (22) Este acápite recoge parte de los contenidos vertidos en la
cientes comprometidos en su movilidad o enfermedades deformantes, Presentación del Informe para la Comisión de Abogacía Digital de la
sin duda, mejoran la calidad de vida de las personas, pero plantean Facultad de Derecho de la Universidad Católica Argentina “Nuevas
varios desafíos: seguridad, protección de datos, dignidad de la perso- tecnologías, enseñanza del derecho y derecho público”, elaborado
na, vulnerabilidades. junto con la doctora Florencia Ratti, en abril de 2022.
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(https://colabogadosjujuy.com)
https://colabogadosjujuy.com/tribunal-de-etica/ 1/12
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https://colabogadosjujuy.com/tribunal-de-etica/ 3/12
2/6/23, 11:29 TRIBUNAL DE ÉTICA – Colegio de Abogados de Jujuy
El Tribunal de Ética conoce y juzga los casos de faltas cometidas por los matriculados en el
ejercicio de la profesión, y en todos aquellos casos en que se haya violado la ética profesional.
La sentencia es notificada al denunciado, y éste tiene 10 días para apelarla ante el Tribunal
Contencioso Administrativo de la Provincia.
Durante la tramitación de una causa ética, puede disponerse la remisión de oficios, solicitud de
informes, requerir expedientes administrativos o judiciales, disponer la realización de audiencias
testimoniales y pericias, todo ello a fin de determinar la verdad objetiva de los hechos.
Las sanciones disciplinarias son: a) Advertencia privada o en presencia del Consejo Directivo, b)
Censura en la misma forma, c) multa hasta una cantidad igual al 50% del sueldo básico de un
juez de 1º instancia, d) suspensión hasta seis meses en el ejercicio profesional, e) exclusión del
ejercicio profesional.
PREAMBULO.-
Las normas de ética que se establecen más abajo no importan la negación de otras no
expresadas y que puedan resultar del ejercicio profesional consciente y digno. No debe
entenderse que permitan todo cuanto no prohiban expresamente, porque son tan sólo
directivas generales, impartidas para los abogados que deseen sinceramente evitar errores de
conducta o faltas contra la moral profesional. Parten de la base de que exista en el abogado una
firme conciencia moral, sin la cual ellas carecerían de sentido y de eficacia. “El sentimiento de la
responsabilidad profesional es un elemento interno que anima el conjunto de reglas de una
profesión más bien que constituir una regla legal de esa profesión.” (Julien Bonnecase. “Precis de
pratique judiciaire et extrajudiciaire, Paris 1907, pár.188) Así concebidas, es claro que sólo aspiran
a traducir los principios que todo abogado honorable se habría trazado a sí mismo, una vez
ganada suficiente experiencia en la profesión. Pues, en verdad, ” la disciplina profesional es leve
para los cuidadosos de su dignidad y apenas añade nada a los deberes que una conciencia un
poco delicada se traza a sí misma.” (Raymond Poincaré, citado por Angel Ossorio en ” El alma de
https://colabogadosjujuy.com/tribunal-de-etica/ 4/12
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la toga”, Madrid 1920, página 81.) Tienden a fijar conceptos, a disipar algunas dudas y a
sistematizar por primera vez entre nosotros el cuerpo de reglas morales que debe gobernar la
profesión.
“Esta es la hora en que toda clase que no quiera ser barrida del porvenir inminente, debe realizar
sin hipocresías su examen de conciencia y preguntarse sobre qué títulos de utilidad común
podrá fundar su derecho a existir mañana en una sociedad mejor que ésta.”(Pedro Calamandrei,
“Demasiados abogados”, trad.Xirau, Madrid, 1926, pág.46). Realizado el examen que aconseja el
profesor italiano, parece indudable que esos títulos deben ser el cumplimiento celoso de las
funciones públicas y de utilidad general ajenas a la profesión y la colaboración eficiente al
progreso del derecho hacia una más justa organización social. El abogado no debe olvidar nunca
que su ministerio importa una operación de servicio público, como lo señala Jean Appleton (
“Traité de la profession d’avccat” París, 1923, pár.223), la cual ante todo comporta deberes que es
necesario cumplir celosamente. Debe, además, compenetrarse de la realidad económica
circundante, para servir en la medida en que se lo permita su rol las legítimas aspiraciones de
reforma. Nadie mejor que él puede conocer las injusticias y las fallas de la actual organización y
nadie más indicado que él para contribuir a atenuarlas o suprimirlas, sea mediante su
colaboración en las reformas legislativas, sea en el ejercicio profesional diario realizado con una
clara comprensión de su significado. Estas reglas son la expresión de la firme esperanza de que
los abogados argentinos pueden ponerse muy pronto a la altura de su verdadero rol.
NORMAS DE ÉTICA
1ª. CONDUCTA DEL ABOGADO: En su carácter de auxiliar principal de la administración de
justicia, el abogado debe ser desinteresado y probo, llevar hasta muy lejos el respeto de sí
mismo, y guardar celosamente su independencia hacia los clientes, hacia los poderes públicos, y
especialmente, hacia los magistrados. Debe actuar con irreprochable dignidad, no sólo en el
ejercicio de su profesión, sino también en su vida privada: llamado a apreciar, a veces a juzgar los
actos de otros, ejerce un ministerio que no puede desempeñar con autoridad sino a condición
de ser él mismo respetable. En suma, su conducta profesional o privada, no debe jamás infringir
las normas del honor de la delicadeza que caracterizan la del hombre de bien.
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2ª. PROBIDAD: La probidad que se exige al abogado no importa tan sólo corrección desde el
punto de vista pecuniario: requiere además lealtad personal, veracidad, buena fe. Así, por
ejemplo, no debe aconsejar ningún acto fraudulento, formular afirmaciones o negaciones
inexactas, efectuar en sus escritos citaciones tendenciosamente incompletas, aproximativas o
contrarias a la verdad, retener indebidamente documentos ni demorar la devolución de
expedientes.
3ª. DESINTERES: El desinterés que debe caracterizar al abogado no consiste en el desprecio del
provecho pecuniario, sino en el cuidadd de que la perspectiva de tal provecho no sea nunca la
causa determinante de ninguno de sus actos.
4ª. DIGNIDAD EN LA VIDA PRIVADA: En su vida privada el abogado debe eludir cuanto pueda
afectar su independencia económica, comprometer su decoro o disminuir, aunque sea en
mínima medida, la consideración pública que debe siempre merecer. Debe evitar que se le
protesten documentos, se le haga objeto de persecuciones judiciales o procedimientos
precautorios, pues la repetición de tales medidas revelaría un desorden incompatible con el
ejercicio profesional. Debe abstenerse de evacuar consultas o conferencias con sus clientes en
lugares públicos, poco adecuados a tal objeto. Por su situación especial de técnico del derecho
no debe usar ciertas defensas como la excepción de juego. En suma, debe tratar de conducirse
con el máximo de rigor moral, para asegurarse así la mayor estimación pública.
5ª. RESPETO DE LA LEY: Es deber primordial de los abogados respetar y hacer respetar la ley y
las autoridades públicas. Deben cumplir estrictamente las disposiciones fiscales que gravan la
profesión, pagando en su oportunidad, los impuestos o derechos que correspondan.
7ª. ESTILO: En sus expresiones verbales o escritas el abogado debe usar de la moderación y
energía adecuadas, tratando de decir todo lo necesario y nada más que lo necesario al
patrocinio. En la crítica del fallo o de los actos de un magistrado, debe cuidarse de proceder con
el máximo de respeto a la persona del mismo, absteniéndose de toda expresión violenta o
sarcástica. En cuanto al colega adversario, toda personalización constituye falta contra la
solidaridad profesional y es, además, grave error de técnica del patrocinio. Finalmente, aún la
parte contraria debe ser objeto de consideraciones, pues si puede tratarla con adecuada
severidad cuando lo impongan las exigencias de la defensa, el abogado sólo se ajustará a su
verdadero rol evitando toda vejación inútil, toda violencia impropia.
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15ª. PUBLICACION DE ESCRITOS JUDICIALES: Salvo causa justificada, el abogado debe evitar
toda publicación de escritos judiciales antes de haber recaído sentencia ejecutoria en el pleito
relativo, absteniéndose en absoluto de discutir en periódicos los asuntos pendientes de
resolución. Una vez concluido el pleito, puede publicar en folleto sus escritos y las sentencias,
dictámenes fiscales, etc., pero no puede hacer lo propio con los escritos del adversario si no está
autorizado por su letrado. En caso de publicar tal folleto deberá evitar todo comentario
inadecuado, guardando la actitud más prescindente posible hacia la contraparte y, desde luego,
hacia los jueces.
17ª. ALCANCE DEL SECRETO PROFESIONAL: La obligación del secreto se extiende a las
confidencias efectuadas por terceros al abogado, en razón de su ministerio. Es así que debe
guardar reserva acerca de las conversaciones efectuadas para realizar una transacción que
fracasó y respecto a los hechos que ha conocido sólo por tal medio. Esta extensión del secreto
profesional es muy importante, pues si no fuese observada, el abogado vería seriamente
dificultado su rol de conciliador, tan útil a los litigantes. El secreto cubre también las confidencias
intempestivas de los colegas.
18ª. EXTINCION DE LA OBLIGACION DEL SECRETO: La obligación del secreto profesional cede a
las necesidades de la defensa personal del abogado, cuando es objeto de persecuciones de su
cliente. Puede revelar entonces lo que sea indispensable para su defensa y exhibir al mismo
objeto, los documentos que aquél le haya confiado.
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20ª. LEALTAD HACIA EL CLIENTE: Después de aceptado un asunto y aunque no haya sido aún
iniciado el juicio, el abogado no puede revocar su determinación para sumir la defensa del
adversario de su cliente.
21ª. OBLIGACIONES DEL PATROCINIO: Debe el abogado actuar con el mayor celo y contracción,
prestando su patrocinio de acuerdo al legítimo interés de su cliente. Debe concurrir a las
audiencias y a las visitas de cárceles, cuando defienda a detenidos en ellas; y realizar todas las
diligencias que requiera la mayor eficacia de su intervención. Goza de absoluta libertad en los
medios a emplearse, siempre, desde luego, que sean legítimos. Debe oponerse a las
incorrecciones del cliente, abandonando el patrocinio si no puede impedir la consumación de
ellas. En su carácter de consejero, que actúa con independencia completa, se cuidará de no
compartir la pasión del litigante, al que debe dirigir y no seguir ciegamente. No debe aceptar
mayor número de asuntos que el que puede hogadamente defender, pues ni el cúmulo de
trabajo, ni la escasa importancia de la causa, ni ninguna otra consideración podrían excusar su
negligencia, su morosidad o su abandono. En resumen, debe ejercer su ministerio a conciencia.
22ª. ABANDONO DEL PATROCINIO: Una vez aceptado el asunto, el abogado debe hacer lo
posible por no renunciar a la continuación del patrocinio. Si por motivos atendibles decide no
obstante interrumpir su actuación, debe cuidar de que su alejamiento no sea intempestivo, vale
decir, que no se produzca en circunstancias en que el cliente no pueda encontrar otro
patrocinante o defensor.
23ª. DESLEALTAD O ENGAÑOS DEL CLIENTE: Si el abandono del patrocinio se debe a una
deslealtad del cliente, que en una u otra forma le ha ocultado la verdad o le ha hecho objeto de
engaños, debe el abogado reservarse cuidadosamente las causas que lo determinan a alejarse,
siempre que la revelación de las mismas pueda perjudicar al litigante. El cumplimiento de su
deber y especialmente el respeto del secreto profesional deben estar por encima de toda
reacción personal, de toda legítima exigencia de amor propio.
24ª. NO ASEGURAR EL ÉXITO DEL ASUNTO: El abogado no debe nunca asegurar al cliente el
éxito del pleito. Debe limitarse a significarle si su derecho está o no amparado por la ley y cúales
son, en su caso, las probabilidades de éxito judicial; pero no debe darle una certeza que él mismo
no puede tener.
25ª. DEVOLUCION DE FONDOS: Los fondos o valores del cliente que por cualquier motivo sean
percibidos por el abogado deben ser inmediatamente entregados a aquél o aplicados al objeto
indicado por él mismo. La simple demora en comunicar o restituir es ya una falta grave contra el
honor profesional.
26ª. REEMPLAZO POR UN COLEGA: El general, el abogado no puede, sin consentimiento del
cliente, poner a un colega en su lugar, especialmente si tal substitución tiene por resultado una
elevación del monto de los honorarios. Puede no obstante hacerse reemplazar en caso de
impedimento súbito e imprevisto, dando inmediato aviso al cliente.
27ª. RELACIONES CON EL ADVERSARIO: El abogado no debe tratar nunca con el adversario de
su cliente, sino con el abogado o procurador. Puede hacerlo cuando dicho adversario actúe
personalmente o cuando su patrocinante no le sea conocido por tratarse de un pleito aún no
iniciado; pero en tales casos, está en el deber de informarle expresamente de su situación de
defensor de su adversario. Debe asimismo evitar las persecuciones excesivas, los gastos inútiles,
toda medida o diligencia que no sean necesarias para la defensa de su cliente.
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2/6/23, 11:29 TRIBUNAL DE ÉTICA – Colegio de Abogados de Jujuy
28ª. LOS HONORARIOS: Como norma general en materia de honorarios, los abogados deben
tener presente que la profesión no tiene otro objeto esencial que el de colaborador en la
administración de la Justicia. El provecho o retribución, muy legítimos sin duda, son sólo
accesorios, porque nunca pueden constituir decorosamente el móvil determinante de los actos
profesionales.
29ª. ESTIMACION DE LOS HONORARIOS: Es deber del abogado esforzarse en lograr el mayor
acierto en la estimación de su honorario, manteniéndose dentro de una razonable moderación.
Debe tratar de evitar todo error por exceso o por defecto, pues la dignidad profesional resulta tan
comprometida por la estimación demasiado alta como por la desproporcionadamente baja.
31ª. TRABAJOS QUE DEBEN SER RETRIBUIDOS: En la consideración de los servicios que deben
ser retribuidos, recomiéndase tener en cuenta, si es posible, en forma separada:
a) Las actuaciones esenciales establecidas por la ley para el desarrollo del juicio en las distintas
instancias;
b) Las actuaciones de prueba;
c) Las actuaciones de trámite;
d) Los incidentes ocasionales;
e) Los trabajos fuera del expediente: conferencias, consultas, correspondencia, gestiones
diversas, etc.
32ª. BASES PARA LA APRECIACION DE LOS HONORARIOS: Para la estimación del monto del
honorario, recomiéndase la consideración de los siguientes factores:
33ª. REGULACION JUDICIAL: Aunque las leyes no lo exijan, recomiéndase a los abogados que al
solicitar regulación judicial de sus honorarios, formulen su estimación, expresando
concretamente los fundamentos de la misma.
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con el arbitraje de aquella institución, recomiéndase especialmente a los abogados sigan tal
procedimiento.
35ª. ACCION JUDICIAL: Los abogados deben evitar los apremios por honorarios hasta donde sea
compatible con su derecho a percibir una retribución razonable por sus servicios. En caso de
verse forzados a acudir a la vía judicial, deben hacerse representar o patrocinar por un colega.
36ª. SUELDOS: El honorario puede convertirse en un sueldo fijo anual o mensual, siempre que el
importe del mismo constituya una adecuada retribución de los servicios profesionales prestados.
37ª. ANTICIPOS: El abogado puede solicitar del cliente entregas a cuenta de honorarios o gastos,
siempre que observe la moderación adecuada a su ministerio. (Reglas 28 y 29).
38ª. PROHIBICION DEL PACTO DE CUOTA LITIS: En las provincias en que esté legalmente
prohibido el pacto de cuota litis, así como en los asuntos que deban radicarse ante los tribunales
federales o ante los ordinarios de la Capital Federal, los abogados deben abstenerse en absoluto
de pactar participación alguna en el resultado del pleito. Tampoco debe celebrarse nunca dicho
pacto por los defensores del obrero en los juicios por accidente de trabajo.
39ª. REGLAMENTACION DEL PACTO DE CUOTA LITIS: En las provincias en las que no esté
prohibido dicho pacto, pueden los abogados celebrarlo, siempre que lo hagan antes de entrar a
prestar sus servicios profesionales y se sujeten a las siguientes condiciones:
La participación del abogado no debe ser nunca mayor que la del cliente;
La participación convenida se entiende siempre por la totalidad del trabajo profesional en todas
las instancias y hasta la definitiva conclusión del litigio.Si éste se soluciona antes de realizarse
todos los trabajos que podían considerarse verosímilmente previstos, tendrá el cliente derecho a
disminuir en forma proporcional la participación;
40ª. RELACIONES CON LOS MAGISTRADOS: La actitud del abogado hacia los magistrados debe
ser deferente independencia. Es de su deber guardarles respeto y consideración, así como
abstenerse de toda familiaridad fuera del lugar, aunque mantenga relaciones de amistad con
alguno de ellos, debe cuidarse de no exteriorizarlas en el Tribunal. Debe estar en todo momento
dispuesto a prestar su apoyo a la magistratura, cuya alta función social requiere un constante
auspicio de la opinión forense. Pero debe mantener siempre cuidadosamente la más plena
autonomía; recordando que si es auxiliar, no es dependiente de la administración de Justicia.
41ª. RECUSACIONES: El abogado debe hacer uso del recurso excepcional de las recusaciones
con gran parquedad y moderación, recordando que el abuso de ellas compromete a un tiempo
la majestad de la justicia y la dignidad de la profesión. Debe cuidarse más especialmente aún, si
cabe, en los casos en que aquellas pueden deducirse sin expresión de causa.
https://colabogadosjujuy.com/tribunal-de-etica/ 11/12
2/6/23, 11:29 TRIBUNAL DE ÉTICA – Colegio de Abogados de Jujuy
43ª. INFLUENCIA PERSONAL SOBRE LOS JUECES: Constituye falta grave toda tentativa de
ejercer influencia sobre los magistrados mediante relaciones de amistad, vinculaciones políticas,
o cualquier otro procedimiento. El abogado que se libra a tales maniobras afecta tanto la justicia
de su propia causa cuanto el prestigio de su profesión. Constituye asimismo falta grave por la
deslealtad que importa hacia el colega adversario, la práctica de mantener conversaciones
privadas con los magistrados, relativas a los asuntos que tienen a resolución, cuando se expresen
en las mismas argumentos o consideracioness que no constan en los escritos presentados al
expediente.
44ª. RELACIONES DEL ABOGADO CON SUS COLEGAS: El abogado debe hacer cuanto esté a su
alcance para que las relaciones con sus colegas se caractericen por la confraternidad, esa
vinculación “fundada en el sentimiento de la solidaridad profesional, de los deberes que impone
y de la confianza mutua que presume”. Debe respetar en todo momento la dignidad del colega,
proscribiendo a su respecto las expresiones hirientes y las insinuaciones malévolas. Debe
impedir toda maledicencia del cliente hacia su anterior abogado o hacia el patrocinante de su
adversario. La confianza, la lealtad, la benevolencia, deben constituir la disposición habitual hacia
el colega, al que debe facilitarse la solución de inconvenientes momentáneos – enfermedad,
duelo o ausencia – y considerarle siempre en un pie de igualdad, salvo los respetos tradicionales
guardados a la edad y a las autoridades del Colegio.
https://colabogadosjujuy.com/tribunal-de-etica/ 12/12
Algunas reflexiones sobre lenguaje jurídico como lenguaje de especialidad: más
expresión que verdadera comunicación
Todos sabemos que el lenguaje es una cuestión social y pública; hace posible la
comunicación entre los seres humanos en los múltiples entornos en que éstos se
desenvuelven. Sabemos, además, que en nuestra vida cotidiana empleamos palabras
simples, sencillas, que nos resultan familiares, a fin de “retratar”, es decir, representar,
el mundo directamente percibido por los sentidos y transmitido por la cultura. Sin
embargo, en el lenguaje cotidiano, debe notarse la injerencia de temas referidos a la
civilización tecnológica y especializada, dado que las palabras que designan en estos
entornos pasan a ser, en muchas oportunidades, también de uso habitual. En efecto, el
lenguaje tiende a adaptarse a la evolución y a la especialización de los conocimientos, y
a las experiencias compartidas.
No obstante, a pesar de esta suerte de “indistinción” entre los usos más cotidianos o
generales y aquellos más específicos, debemos reconocer la existencia de algunas
expresiones peculiares y saber diferenciar, consecuentemente, una palabra común de lo
que se llama “término”, es decir, de una palabra que surge en el marco de un “lenguaje
especializado o profesional”. Las primeras son entendidas por los hablantes sin
necesidad de cualquier tipo de definición; las segundas sólo se comprenden si los
hablantes conocen su definición. Esto puede provocar, sin duda, desajustes que
dificultan la comunicación entre las personas. Así, si un hablante usa una palabra
técnica sin saber su definición no le asignará un significado pleno, o si un hablante lee o
escucha una palabra técnica, no la comprenderá totalmente y, por tanto, no logrará una
verdadera interacción con el sujeto que la produjo; por ejemplo, las palabras “colación”
o “repetir” no tendrán el mismo significado para un abogado que para un hablante lego
en Derecho.
El “lenguaje jurídico” o el “lenguaje del derecho” constituye una de las formas como
se emplea la lengua; y se incluye, precisamente, dentro de los llamados “lenguajes
especializados o profesionales”. Con este nombre se designa a aquellos lenguajes que
son “para el entendimiento entre quienes comparten saberes, creencias, actividades o
aficiones no comunes” (Lázaro, 1990: 27).
Asimismo, los diversos autores que tratan el tema de estos tipos de lenguaje (Cabré,
1999; Bermúdez Fernández y otros, 2006) afirman que, para poder definir
adecuadamente un “lenguaje de especialidad o lenguaje profesional” es imprescindible
tener en cuenta su orientación comunicativa y el nivel de destinación. En tal sentido,
observan que la dimensión social –denominada “sociolectal”- va a determinar la
especificidad de los textos por los que dicho lenguaje se realiza y ésta, a su vez, orienta
y restringe la variedad del lenguaje –denominada variedad “funcional” “técnica”, o
tecnolectal- que, sea cual fuere, se moverá siempre dentro de los límites de un lenguaje
temáticamente y terminológicamente más acotado. Esto influye indudablemente tanto
en el vocabulario que los usuarios de este lenguaje seleccionan y en las estructuras
lingüísticas que utilizan, cuanto en la constitución y dinámica de la propia comunidad
en la que los textos se construyen –escritores, lectores, instituciones, tipos de
protocolos, roles adoptados, grados de participación, y modalidades expresivas-y,
consecuentemente, en el sistema de valores sociales y culturales que se ponen en juego
en las diversas realizaciones.
Aquí debemos enfatizar que en los textos jurídicos la materia en cuestión no sólo es
la realidad extratextual -las acciones humanas- sino también es la lengua misma, dado
que en ellos la lengua no es sólo un instrumento de expresión que sirve para representar
dicha realidad sino que el lenguaje mismo se “tematiza”, es decir, se autorrepresenta en
cada una de las manifestaciones que conforman la comunicación jurídica, como se
puede constatar, en los siguientes ejemplos: en la justificación que sostiene la resolución
judicial por la que se convierten los “hechos” en materia de discusión o en “razones”
desplegadas en la argumentación que otorga racionalidad a un “fallo”; en el plexo
normativo en el que se legitiman las decisiones y cuya existencia es básicamente de
naturaleza lingüístico-discursiva; o en las múltiples acciones verbales que se despliegan
en los protocolos propios de la comunicación jurídica, ya que en ellos se “peticiona”, se
“afirma”, se “sentencia”, se “solicita”, se “recurre”, entre muchísimas otras.
Por otro lado, la discursividad jurídica se puede caracterizar por otras propiedades:
Ø En primer lugar, por una fuerte “intertextualidad”, dado que se citan un cúmulo
de otros textos que proveen, de acuerdo con Duarte y Martínez, 1995,
“soluciones lingüísticas distintas”, que presuponen puntos de vista diferentes y
requieren de una amplia competencia lingüística y cultural.
Ø En segundo lugar, por su “procesualidad”, pues en muchos casos los textos
deben reunir y sintetizar fases de procesos judiciales diferentes; dicho en otras
palabras, las “voces” de todos aquellos sujetos sociales que integran y
participan en el complejo diálogo institucional – aquí la relación con la
“intertextualidad” resulta evidente.
Ø En tercer lugar, por su carácter “declarativo”, porque los textos jurídicos
modifican o crean la realidad tanto como la vida de los ciudadanos (Cucatto,
2005, 2007, 2008; Trujillo, 1996; Ramón Trives, 1997; Rodriguez Aguilera,
1969).
Ø En cuarto lugar, por su “objetividad” o “veracidad”, ya que existe un intento por
borrar las marcas de subjetividad a fin de que la responsabilidad enunciativa
quede diluida en una forma general, impersonal e institucional; es, en realidad,
la institución la que habla, y la que le otorga autoridad y validez a los textos.
Ø En quinto lugar, por su fuerte “escrituridad” (Montolío y López Samaniego,
2008; Cucatto, 2009), debido a las propias restricciones impuestas por la “civil
law”; no obstante, debemos destacar el rol fundamental que ocupa la oralidad y
las “contaminaciones” que se producen entre estas dos modalidades del
lenguaje verbal.
Ø En sexto lugar, por su “asimetría pragmática” (Pardo, 1996; Cucatto, 2009),
esto es, por tratarse de una “lengua de especialidad o profesional” que sólo es
dominada por un grupo o sector social, el acceso al sistema lingüístico se
complejiza ya que éste puede no ser compartido por un destinatario lego, y esto,
junto con el poco dominio o habilidad expresiva que suelen exhibirse en
algunos de los textos provoca que se transforme la capacidad del lenguaje para
conducir la interpretación y, como consecuencia, se debilite su poder para
propiciar un cambio epistémico, es decir, un incremento o transformación
cualitativa del conocimiento del mundo extratextual de manera tal de
convertirse en un acto de comunicación genuino.
Esta “asimetría pragmática” que suele revelar el lenguaje jurídico como “lenguaje de
especialidad o profesional”, se advierte no sólo en la utilización de un vocabulario
técnico o “tecnolecto” (“novación“ ), sino también en el uso –y abuso- de los siguientes
dispositivos verbales: preferencia por los latinismos (“lato sensu”), arcaísmos
(“fecho”), fórmulas esteriotipadas (“es mi íntima y sincera convicción”); tendencia al
empleo excesivo de verbos no conjugados –infinitivos, participios y gerundios-
(“accionar”, “perpetrado”, “escapando”); y a nominalizar las estructuras –los verbos o
acciones tienden a transformarse en sustantivos- (“desapoderamiento”). Asimismo se
manifiesta en la elección de estructuras impersonales (“se encuentra probado”) y
pasivas (“G fue interceptado por S”), en las que se anula el sujeto o se lo ubica en una
posición menos prominente, que, en ocasiones, dificultan la comprensión de los textos;
todo esto sumado a la presencia de hipotaxis –proliferación de estructuras subordinadas,
encastradas o “anidadas” unas dentro de otras-, con períodos oracionales extensos y
conceptualmente densos, o bien de parataxis o coordinación con formas yuxtapuestas.
Además, claro está, que los textos jurídicos ostentan una organización material y
estructural de sus contenidos mediante “apartados” o “secciones” que, indudablemente,
correlacionan con la selección léxica y sintáctica antes enunciadas, aunque, en algunas
oportunidades, opera como un “corset” que restringe la fluidez en la expresión.
En suma, todos estos recursos lingüísticos que caracterizan el lenguaje jurídico dan
cuenta de una gran formalidad y una fuerte “ritualización” en los usos lingüísticos que,
muchas veces, atenta contra su interpretabilidad.
Sin embargo, debe notarse que, a pesar de que este lenguaje es usado, generalmente,
por profesionales especializados, esto es, los abogados, es también verdad que en los
tribunales, fiscalías, y en ciertos contextos es empleado por profesionales que no son
precisamente abogados (administrativos, técnicos o peritos, policías, por ejemplo).
Igualmente, es posible decir que un ciudadano cualquiera está en condiciones de usar el
lenguaje jurídico si, por ejemplo, opta por escribir siguiendo sus modelos. Incluso,
contrariamente a muchos otros “lenguajes de especialidad o profesionales”, el
destinatario de los mensajes transmitidos a través del lenguaje jurídico es la ciudadanía
en su conjunto, o parte de ella, o un sujeto en particular. De este modo, debemos
considerar, entonces, que el lenguaje jurídico no es un instrumento que se emplea
solamente en la comunicación interna dentro de la profesión y la práctica judicial,
aunque se identifique fuertemente con ella (Mattila, 2006).
Ahora bien, si comparamos estas características distintivas del lenguaje jurídico con
aquellas con las que asociamos la lengua general, común o estándar, podemos afirmar
que éste es un lenguaje que se reconoce por cierto “amaneramiento”, “opacidad”, “falta
de naturalidad” y “oscurantismo” que atentan contra la claridad y la concisión que
deberían requerir todos los textos para poder ser satisfactoria y apropiadamente
comprendidos (Cucatto, 2009). En el mismo sentido, tampoco debe olvidarse que, según
destacan algunos estudiosos (Duarte y Martínez, 1995; Mattila, 2006), el lenguaje
jurídico opera como una variante funcional del lenguaje natural, se basa en el lenguaje
general o común, y a ambos los rige la misma gramática pues ambos responden a la
gramática del español. Por esto, bien podría aceptarse que resultaría comunicativamente
eficaz que el primero aceptara algunas restricciones del segundo, para no resultar
“ilegible” desde el punto de vista del público en general, o sea, de los lectores vulgares.
Desde nuestra posición, podría decirse que en los textos jurídicos no se alcanza un
verdadero “contacto mental” entre los interlocutores, y, por lo tanto, no se procura
tampoco establecer un contacto verbal, social, cultural. Acordamos con De Miguel
(2000) en considerar el lenguaje jurídico-administrativo como un “lenguaje fallido”; con
Gibbons (2004), quien habla de un “fracaso comunicativo”; o con Montolío y López
Samaniego (2008), cuando aluden a las “patologías discursivas”. Los textos jurídicos no
son textos que se suelen producir a fin de ser comprendidos por la ciudadanía, en
general, que es quien participa como destinatario directo de la Ley y el Derecho. Por
ejemplo, de la lectura crítica de algunas Sentencias se evidencia que esta utilización
deficitaria del lenguaje provoca que no se cumpla con el rol de mediador que debe
poseer el Juez, entre el ciudadano y el Derecho, para que se ejerza con ellas la “eficacia
vinculante de sus decisiones respecto al conjunto de la población” (Duarte y Martínez,
1995); ni se facilita la tarea del abogado, quien debe mediar entre los ciudadanos y los
tribunales de justicia, a través de la lectura e interpretación de estos protocolos escritos.
En los recursos verbales empleados se puede comprobar lo que Bruner (1988, 1997,
2002) llama “falta de sensatez”, que lleva a una comunicación lateralizada e
hipercodificada, en la que el lector lego, esto es, el ciudadano común, no es tenido
prácticamente en cuenta. Por el contrario, el colega de la especialidad tiende a ser
considerado; aunque, en ocasiones, al enfrentarse con un texto insuficientemente escrito
tiene dificultades para acceder a la información transmitida. También se pone de relieve,
como ya hemos visto, un modo de pensar o una mentalidad jurídica que expresa una
fuerte ritualización: las formas que revisten el acto poseen una gran injerencia, y el
lenguaje pone en escena, justamente, la formalidad, la complejidad y la pluralidad
enunciativa propia de dicho acto. El pensar jurídico es un pensar denso o pesado
conceptualmente –está saturado de contenidos-; pero, muchas veces, por deficiencias en
la producción, no logra volcarse en conceptos lingüísticos ordenados, explícitos y
fáciles de comprender, o sea, no se alcanza una composición apropiada (Cucatto, 2009).
En este punto, creemos que son varios los temas en torno a los cuales discutir y los
objetivos sobre los cuales apuntar a fin de mejorar la producción y la comprensión de
textos y así, restituir el lugar que la reflexión lingüística debería ocupar en la
comunicación jurídica. Uno de estos temas radicaría en tomar conciencia del valor del
lenguaje, en general, y del lenguaje jurídico, en particular, como instrumentos de
expresión pero, fundamentalmente, de “comunicación” por antonomasia. Al respecto,
proponemos abordar el lenguaje jurídico de dos modos:
a) como un objeto en sí, lo que posibilita “desautomatizar” el trabajo con los textos
jurídicos, y reconocer, sistematizar e interiorizar los diversos elementos, niveles y
fenómenos que los caracterizan -haciendo hincapié en aspectos estructurales (léxicos,
sintácticos, textuales), pero considerando dichos textos siempre como “hechos
comunicativos”- y;
b) como saber mediador, puesto que la reflexión sistemática y motivada sobre el
lenguaje jurídico en sus diversas manifestaciones textuales hace posible reivindicar su
importancia como medio para apropiarse (y representar) estructuras de conocimiento
por las que se configura simbólicamente la “realidad” o “el mundo”.
Lenguaje jurídico
Filosofía del lenguaje
Impreso en Argentina
Printed in Argentina
Dice GERARD CORNU* que
“el docente, nunca sabe qué harán los
alumnos con aquello que reciben en clase”.
En el presente libro intentamos materializar
en alguna medida estas palabras.
PRÓLOGO 11
BIBLIOGRAFÍA 135
EL AUTOR 147
PRÓLOGO
H. La argumentación
1. PERELMAN y OLBRECHTS-TYTECA.
32
J. La analogía y la disyunción
1. El reduccionismo
2. La ficción jurídica
3. La abstracción
1
Se ha tratado de ofrecer una clasificación lo más sencilla posible. En los textos especializados aparecen
algunas clasificaciones algo más complejas, que buscan la mayor precisión posible y que distinguen
entre conectores y ordenadores del discurso, pero a los efectos de la enseñanza de la lengua
consideramos que bien puede utilizarse la que consignamos en este capítulo.
6. Esta variedad de designaciones obedece a cómo han denominado este fenómeno distintos lingüistas.
7. En este capítulo se han usado fragmentos literarios, justamente, para mostrar que, a pesar de ese menor
requerimiento del texto literario, ningún texto escapa a la necesidad de cohesión.
8. Véase el capítulo 8.
Bibliografía
Chafe, W. L.: "Giveness, Constrativeness, Definitiveness, Subjets and To- pics", en Li, CN (ed.): Subject
andTopics. N.Y., Academic Press, 1976.
Danés, F.: "Zur linguistchen Analyse Textstruktier", en Folia Lingüística IV, 1970 (traducción de G. Ciapuscio,
en mimeo).
Villaga Koch, I.: "Cohesión y coherencia: verso y reverso", en Morphé, junio 93-junio 94
Capítulo 6
Parecería ser que el conocimiento humano necesita las clasificaciones como un instrumento
para ordenar los saberes. En efecto, las clasificaciones son una gran ayuda para describir los objetos, puesto
que permiten establecer entre ellos relaciones y diferencias útiles para conocerlos y usarlos mejor. Por esa
razón, desde su constitución como disciplina, la lingüística del texto se preocupó por tratar de establecer
una clasificación de las entidades que constituyen su objeto de estudio.
Por otra parte, es cierto que la mayoría de los usuarios de una lengua puede reconocer
distintas clases de textos: puede distinguir una receta de cocina de un cuento y un poema de un artículo
periodístico. Pero una disciplina necesita clasificaciones más rigurosas y, en el caso de los propósitos de
este libro, las clasificaciones son útiles para la pedagogía. Con este propósito, la clasificación puede
servirnos para describir los rasgos de un tipo de texto, lo que a su vez servirá para producir textos de ese
mismo tipo o para interpretar con más eficacia lo que se lee:
"Para conocer de forma operativa la propia lengua (y obviamente también para un
conocimiento teórico) es preciso dominar no sólo las estructuras fonológicas,
morfológicas, sintácticas y léxicas en el sentido tradicional, sino también l.ia
estructuras textuales, esto es, los procesos o mecanismos que determinan la
configuración de un texto."
Las clasificaciones de los textos, en realidad, podrían parecer pobres frente a las
clasificaciones de las ciencias, que son duras y rigurosas; lo que queremos decir es que, si tomamos un
ejemplo de las ciencias naturales, una planta será labiada o dicotiledónea o leguminosa, o pertenecerá a la
familia de las rosáceas, pero nunca la botánica admitiría que una planta fuera "predominantemente
leguminosa, pero con rasgos propios de los cereales". En esas disciplinas las diferencias entre los objetos
son claras y estables.
En cambio, cuando se trata de textos, las clasificaciones o tipologías no pueden hacerse con el
mismo rigor. Esto ocurre porque los objetos llamados textos son culturales y por eso mismo cambiantes, es
decir que sus propiedades se transforman por el uso y según las condiciones históricas de las sociedades en
que circulan (por ejemplo, en la sociedad actual ya no tiene circulación la poesía épica, o textos que en la
Edad Media tenían carácter religioso son considerados en la actualidad como literarios). Además, las
propiedades de estos objetos llamados textos son de diverso orden: pueden ser relativas al uso, al portador,
a los elementos lingüísticos, al contenido, a la ordenación o la disposición de ese contenido...
Este variado tenor de las características de los textos, ha generado diversas clasificaciones,
según distintos criterios. Sin embargo, las últimas investigaciones están de acuerdo en que la mayoría de
ellos ofrece alguna desventaja, que se acentúa cuando se utiliza un único criterio para clasificar. De hecho,
los trabajos más recientes proponen que se entrecrucen los criterios, algunos de los cuales se exponen a
continuación.
El criterio de funcionalidad
Posiblemente, si en una reunión social alguien hace una crítica al estado de la educación, lo que se diga
podrá tener un carácter bastante banal. En cambio, si se emite un enunciado muy semejante en el pasillo de
una institución educativa, tal vez tenga un carácter de queja; o un carácter político si aparece en el artículo
editorial de un diario. Resulta bastante evidente que al cambiar la situación comunicativa, el mismo
referente —la educación— será tratado con otro registro, con otro léxico, con otro aparato paralingüístico y
no verbal, con distinto aparato paratextual, porque el emisor se referirá a ese tema —y el receptor
interpretará lo que se diga— con una intención distinta. En una reunión social es posible que la intención
responda a la necesidad de mantenerse en contacto o bien de mostrarse versado sobre un tema. En un
pasillo escolar es posible que la intención del emisor sea la de expresar sentimientos de malestar o de
insatisfacción; en un artículo periodístico o en boca de un político probablemente responda a intenciones
de crítica a un ministro o de respuesta a reclamos de los gremios docentes.
Como puede verse a través del ejemplo, no sólo la intención del emisor es lo que definirá las
características gramaticales, estructurales y retóricas de un texto, sino la situación comunicativa en que se
emita. Ahora bien, tanto las intenciones del emisor como las situaciones comunicativas que ofrece una
sociedad, se repiten, de manera que pueden agruparse, tipologizarse. Esto ha conducido a establecer una
tipología de los textos que circulan en una sociedad, en función de esas situaciones comunicativas en que
aparecen: a través del análisis de los elementos comunes que esos textos muestran en situaciones
similares, se establecieron categorías que reúnen esos elementos y conforman tipos de textos particulares.
La reiteración de las situaciones sociales y de los tipos de texto que se usan en ellas permite establecer que
hay tipos de texto habituales en una sociedad porque son el resultado de la suma de ciertas situaciones
comunicativas y de ciertas intencionalidades de los hablantes.
Uno de los criterios que se usa, entonces, para clasificar textos, ha sido el de la intencionalidad.
Pero no nos referimos a la intención personal del emisor al producir, sino a la función de un texto, a su
finalidad dentro del entramado social. Y esta función se liga, necesariamente con las funciones del lenguaje.
Las intenciones de los hablantes al emitir enunciados, no son intenciones relacionadas con la voluntad
101
individual, con el aparato psíquico de cada individuo, sino que aparecen agrupadas en las funciones del
lenguaje, categorizadas por Jakobson y que fueron ya expuestas en un capítulo anterior de este libro.
Para decirlo de otra manera: con el concepto de funciones del lenguaje1, tal como fue expuesto
por Jakobson, se están categorizando ciertas intencionalidades que los seres humanos ejercen a través del
lenguaje: informar, crear, expresar las emociones, influir sobre los otros, etcétera. Los textos, entonces,
serían el vehículo para esas intenciones, y podrían clasificarse según la función predominante. Habría así
textos referenciales o informativos, poéticos o literarios, apelativos, expresivos, metalingüísticos y fáticos.
Sin embargo, este criterio funcional o de la finalidad comunicativa resulta insuficiente, puesto
que no da cuenta del vínculo entre la función del lenguaje y el contenido del texto. Veamos.
Las finalidades comunicativas parecerían estar ligadas a intenciones y situaciones, pero éstas
son inseparables de los objetos que hay en una sociedad; no sólo los objetos materiales, sino los virtuales,
hipotéticos, imaginarios, teóricos y conceptuales. Por ejemplo, la función referencial del lenguaje tendría la
finalidad o la función comunicativa de hacer saber, pero esa acción está ligada a diversos objetos: la ciencia,
las noticias, un sueño, algo que ocurrió en la esquina. ¿Se pueden agrupar en una misma categoría los
textos que hacen saber la ciencia, la noticia y la historia? ¿Son semejantes en el modo en que están
relacionados sus componentes? ¿Se dirigen de la misma manera al lector? ¿Usan los mismos tiempos
verbales? ¿Todos se preocupan por utilizar un lenguaje exacto y riguroso? ¿Sus portadores son los mismos?
Ocurre que en estos textos la intención funcional (acción) hacer saber cambia de objeto y se producen
entonces diferencias en la organización interna de los textos y en sus rasgos lingüísticos.
Algo semejante ocurre entre lo que se denomina el "discurso político" y el "discurso
publicitario": ambos vehiculizan la función apelativa, es decir que su finalidad consiste en un hacer hacer,
ambos tratan de convencer a la instancia receptora de que haga algo; de que piense de cierta manera y en
consecuencia vote o dé su apoyo, o de que piense de cierta manera y en consecuencia decida comprar un
producto o un servicio. Sin embargo, esta similitud funcional no resulta suficiente para explicar rasgos
específicos de esos textos; el cambio de objeto establece matices muy distintos en el modo en que se ejerce
la apelación.
Por otra parte, los tipos de texto determinados por las funciones del lenguaje presentan una
serie de variedades que es difícil caracterizar sólo por la función y que tampoco se diferencian sólo por su
objeto. Por ejemplo, los textos de la ciencia y los del periodismo se ocupan de objetos diversos: la primera
trata con hechos objetivos, exactos, repetibles, verificables y precisos; el segundo con hechos humanos,
actuales, más o menos efímeros e irrepetibles. Pero además, también los discursos de la ciencia y el
periodismo2 aparecen en portadores diferentes.
Si se usara el criterio del objeto tratado por el texto, sería un criterio de contenido según el cual
habría textos políticos, publicitarios, científicos, periodísticos, familiares, ficcionales, no ficcionales,
etcétera. Esta consideración está más cercana al conocimiento intuitivo de los hablantes y carece de rigor,
porque no explica ni describe las diferencias de rasgos lingüísticos y de estructura que existen entre los
textos.
El criterio de la secuencia
Algunos autores' han propuesto como criterio clasificatorio la secuencia. La idea de secuencia
se refiere a la estructura con que están dispuestas las ideas o los hechos que el texto comunica, al modo en que
están jerarquizadas unas con respecto a otras, lo cual permitiría, por ejemplo, diferenciar entre secuencias
descriptivas, narrativas, argumentativas, expositivas y conversacionales.
Por ejemplo, una secuencia narrativa se ocupa de los hechos y los ordena en concatenación,
mediante una cierta causalidad; en cambio, una secuencia descriptiva se ocupa de las cualidades de los
objetos y puede ordenar esas cualidades en forma de clasificación, comparación, o según los distintos
puntos de vista del observador. Las secuencias que establece Adam son: narrativa, descriptiva,
argumentativa, instruccional (de órdenes y procedimientos), explicativo-expositiva y dialogal-conversacional.
1 7'{
Nos parece que una dificultad notoria de esta forma de agrupación es que los tipos que se
conforman serían de una alta heterogeneidad. Por ejemplo, la argumentación ideológica y científica, ambas,
se ubicarían dentro del mismo grupo de secuencia argumentativa que la publicidad. Del mismo modo, la
crónica del casamiento de una actriz, un libro de historia y una novela pertenecerían a la misma categoría,
porque tienen una secuencia narrativa predominante con segmentos de secuencia descriptiva.
A esto se suma que esta ¡dea de jerarquía en la estructuración y disposición de las ideas y de
las oraciones dentro del texto no respondería algunas preguntas: ¿Por qué en las narraciones se usan
determinados tiempos verbales? ¿Por qué en las descripciones se suelen usar el presente y el pretérito
imperfecto? ¿Por qué aparecen tantas marcas de primera y segunda persona en algunos textos políticos?
¿Qué tienen en común un diálogo telefónico y una carta? ¿A qué se deben las diferencias en la
argumentación de una publicidad y de un editorial?
Ante las dificultades que hemos tratado de resumir, las propuestas más recientes de una
tipología textual proponen entrecruzar distintos niveles de análisis para establecer los tipos textuales de
mayor circulación en una sociedad.
Para los fines que nos hemos propuesto en este libro, creemos que la tipologización más
adecuada es la que proponen Rodríguez y Kauff- man4, quienes entrecruzan los criterios de función y trama
y caracterizan este último del siguiente modo:
[…] los textos se configuran de distintas maneras para manifestar las mismas
funciones del lenguaje o los mismos contenidos. Y, en concordancia con las raíces
etimológicas de la palabra texto (texto proviene del latín textum, tejido, tela,
entramado, entrelazado), aceptemos que otro criterio de clasificación adecuado,
para cruzar con el de las funciones, podría ser el referido a las distintas maneras
de entrelazar los hilos, de entramar, de tejer, es decir, a los diversos modos
de estructurar los distintos recursos de la lengua para vehiculizar las
funciones del lenguaje. [....] El texto es el tapiz: combina distintos recursos
de la lengua, combina distintas clases de oraciones, selecciona clases de
palabras, privilegia determinadas relaciones sintácticas, etc., para trasmitir
distintas intencionalidades.
Se observará que los nombres de las tramas son los mismos que los de las secuencias que
mencionamos en el apartado anterior. Sin embargo, el concepto de trama es más amplio porque abarca:
a) el tipo de secuencia en que se ordenan los componentes textuales,
b) los rasgos lingüísticos y gramaticales propios de esos textos: por ejemplo, los modos y
tiempos verbales, el predominio de alguna persona gramatical, la abundancia o no de
formas verbales impersonales, la abundancia o no de ciertas clases de palabras como
adjetivos, verbos o pronombres, el uso de algún tipo en especial de conectores.
Y nosotros agregaríamos:
c) el contenido, u objetos del mundo a que se refiere el texto.
103
Principales tramas textuales6
Trama narrativa
Ejemplo:
□ Trama descriptiva
Se caracteriza por la comunicación de las características de los objetos (incluyendo las personas)
y de los procesos. Entre sus componentes no se establece una relación jerárquica como en la trama
narrativa, sino que el orden de importancia en que aparecen es equivalente. La secuencia está basada
entonces en la coordinación y yuxtaposición de las partes. Los recursos lingüísticos más habituales son:
Ejemplo:
A un costado del baldío, en el techo de un tranvía abandonado, duerme un gato.
En el tranvía, esqueleto comido por los vientos y la humedad y la sal, vive gente;
hay ropa tendida en el cerco de alambre. Un niño descalzo, con una bolsa al hombro,
saluda desde lejos agitando la mano. El campito huele a retamas.
□ Trama argumentativa
Sus objetos son las ideas, las creencias, las opiniones, los cono cimientos, los juicios de valor.
Lo que se comunica es la defensa o apoyo de unas y la refutación de otras. La secuencia es de tipo jerárquico
porque se ordenan las ideas en partes bien diferenciadas: generalmente se estable ce la cuestión sobre la que
se va a desarrollar la argumentación; la posición que se va a defender, y luego se desarrollan diversos
procedimientos que apelan a la lógica para presentar las pruebas que apoyen esa posición y que lleven a
alguna conclusión.
Los recursos lingüísticos más habituales son:
• los conectores que enlacen las ideas y los argumentos, principalmente los que comunican:
causa,
consecuencia,
contrastes,
condiciones,
objeciones parciales.
Ejemplo:
"La naturaleza humana no es en sí ni buena ni mala, es la educación la que la hace
buena o mala. Más allá del ser, la educación apunta al deber ser. Presupone la
perfectibilidad del hombre". Cuanto más se eleva el individuo en la sociedad, más
acepta responsabilidades y más importancia reviste este deber ser. Cabe esperar
de un jefe de Estado o de gobierno, de un diputado, de un responsable sindical
o de na dignatario religioso una perfecta probidad moral además de sus
competencias. Cuanto más educado se está más alto se llega, en el sentido moral
tanto como social. Hace falta, pues, tener confianza en la capacidad del hombre
de superarse, y en la de la educación para ayudarle a ello.
□ Trama conversacional
Esta trama no se distingue por ocuparse de determinados objetos del mundo, sino que está
caracterizada por un tipo de acción particular denominada intercambio. La secuencia está determinada por el
hecho de que se cambien los turnos de palabra, y en esta sucesión de turnos, los sujetos intervinientes en una
conversación están comprometidos en la construcción de un texto único.
Los recursos lingüísticos más notables están referidos al uso de los pronombres personales.
Ejemplo:
-Janos, mi mujer le gusta, ¿verdad? Pero ustedes dos son distintos. Ahora estoy
borracho y ella está sola. Puede usted ir... Le juego el puente: ella es como el
azar y usted no. […]
105
—Pero...
—Ella me lo dijo. Usted le recuerda a alguien. Alguien que nunca conoció.
Función referencial
Esta victoria y los celos que produjo, hizo que estallase al fin el rompimiento
de Dorrego con el Gral. Rodríguez y con Rosas, que venía diseñándose cada día más
por las operaciones y rivalidades electorales que se debatían ardientemente en
la ciudad.
Noticia periodística
Los cuatro textos anteriores comparten la intencionalidad de hacer saber y por lo tanto todos
vehiculizan la función referencial o informativa del lenguaje, pero es evidente que sus características
difieren lo suficiente para constituir distintos tipos de texto.
Si se entrecruzan las distintas tramas que se han visto antes, con la función referencial,
resultan los siguientes tipos textuales con sus variedades7:
• Noticia, biografía, relato histórico, carta, relato de experimento científico (Trama narrativa).
Texto científico:
Texto periodístico:
Texto histórico
Tal vez el cuadro de la figura 6. 1 ofrezca un modo de ordenar loda la información que
hemos venido consignando en este último apartado, pero es conveniente tener en cuenta que los cuadros
pueden ser muy atractivos por las facilidades que implica su organización, pero también son
reduccionistas y esquemáticos.
107
Función del Acción o Trama Tipo de Variedad Objetos de los Rasgos Observaciones
lenguaje intención predominante texto que se ocupa lingüísticos
Función apelativa
- Públicos temporales, y
relaciones
causales
Descriptiva Periodístico Reseña Idem anterior Pronombres Portador
personales característico
consejos, etc., pero cuando se trata de textos escritos, en general, puede decirse que la influencia se ejerce
En la oralidad cotidiana, esta influencia se ejerce mediante las órdenes, advertencias,
Se propone la acción hacer hacer, que se podría formular más precisamente como un influir
Función apelativa + Tramas: Tipos de texto
Textos publicitarios y de propaganda social con sus variedades: aviso, folleto, cartel (trama descriptiva
y/o argumentativa)
Textos instructivos con sus variedades: recetas, instrucciones sobre procedimientos (trama
descriptiva)
109
Caracterización de algunas variedades
Son los que se proponen algún tipo de interpretación de un sector del mundo: son los llamados
"libro de ensayo" o "artículos de ensayo". Se diferencian de los artículos periodísticos en que su punto de
partida no es un hecho actual, sino que suele tratar más bien con objetos teóricos e hipotéticos, pero su
hacer hacer es semejante al del tipo anterior. Objetos: ideas, creencias, opiniones Trama: argumentativa
Textos políticos8
Su hacer hacer se caracteriza también por el hacer pensar de la misma manera que el emisor,
pero estos textos difieren de los textos de opinión por la situación comunicativa en que se insertan y por la
esfera específica del mundo a que se refieren. Los textos de opinión pueden referirse a la esfera política,
pero también a muchos otros aspectos de la actividad humana. Los textos políticos se caracterizan por:
• Se emiten en una situación y en un lugar que se considera político porque corresponde a alguna institución
que se ocupa de esos asuntos: casas de gobierno, legislaturas, sedes de partidos políticos, asambleas,
manifestaciones o medios de comunicación masivos.
Los emiten personas ligadas a esa actividad o que están en alguno de los lugares mencionados.
Tienen varios destinatarios y de distinto orden. En líneas generales, se dirigen a los partidarios para
que apoyen, a los no partidarios para atraerlos y a los adversarios para ejercer la polémica, la
advertencia, la amenaza, o la descalificación.
Suelen utilizar técnicas propias de la retórica para persuadir, o bien son polémicos.
En mayor medida que otros textos —aunque todos los textos están inter- conectados— responden
a textos anteriores (esto puede observarse muy bien en reportajes radiales) y producen a su vez
otros textos en réplica.
Los textos de opinión y los textos políticos tienen ciertos elementos comunes en su trama,
principalmente en lo que respecta a la organización o superestructura, la que suele responder a los
siguientes lineamientos:
Caracterización de una situación por medio de una trama descriptiva y/o narrativa.
El emisor comunica su posición con respecto a esa situación.
Textos publicitarios
Tienen distintas variedades según el portador. Se caracterizan, además por un peso muy
fuerte de lo ¡cónico; son textos mixtos en los cuales lo verbal no acompaña a la imagen, o viceversa, sino
que ambos componen el texto a través de una acción persuasiva conjunta.
Objetos: bienes y servicios; todo lo relacionado con el intercambio económico.
Tramas: descriptiva, narrativa, argumentativa. Variedades : aviso, folleto,
cartel.
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