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SOSTENIBILIDAD

El desarrollo sostenible requiere un enfoque integral que tome en consideración las


preocupaciones ambientales junto con el desarrollo económico.

En 1987, la Comisión Brundtland de las Naciones Unidas definió la sostenibilidad


como lo que permite satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la
habilidad de las futuras generaciones de satisfacer sus necesidades propias.

Hoy en día, hay casi 140 países en desarrollo en el mundo que buscan formas de
satisfacer sus propias necesidades de desarrollo, pero con la creciente amenaza
del cambio climático, se deben realizar esfuerzos concretos para asegurar que el
desarrollo de hoy no afecte o impacte de forma negativa a las generaciones futuras.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible conforman el esquema para mejorar las vidas
de las poblaciones alrededor del mundo y mitigar los peligrosos efectos originados
por el hombre relacionados con el cambio climático.

El ODS 13: Acción Climática, hace un llamado para integrar medidas para la prevención
del cambio climático dentro de esquemas de desarrollo.

El ODS 14: La Vida Bajo el Agua, y el ODS 15: La Vida en el Suelo, también hacen un
llamado para prácticas más sostenibles en el uso de los recursos naturales del planeta.

DESARROLLO SOSTENIBLE Y LA SALUD

Dentro de los 17 ODS se encuentra un objetivo especifico para el tema de la salud.

Objetivo 3: SALUD Y BIENESTAR


Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades

Garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades es


esencial para el desarrollo sostenible.

Actualmente, el mundo se enfrenta a una crisis sanitaria mundial sin precedentes; la


COVID-19 está propagando el sufrimiento humano, desestabilizando la economía
mundial y cambiando drásticamente las vidas de miles de millones de personas en
todo el mundo.

Antes de la pandemia, se consiguieron grandes avances en la mejora de la salud


de millones de personas.

En concreto, estos grandes avances se alcanzaron al aumentar la esperanza de


vida y reducir algunas de las causas de muerte comunes asociadas con la
mortalidad infantil y materna.

Sin embargo, se necesitan más esfuerzos para erradicar por completo una gran
variedad de enfermedades y abordar un gran número de problemas de salud,
tanto constantes como emergentes.

A través de:
 una financiación más eficiente de los sistemas sanitarios,
 un mayor saneamiento e higiene, y
 un mayor acceso al personal médico, se podrán conseguir avances significativos
a la hora de ayudar a salvar las vidas de millones de personas.

Las emergencias sanitarias, como la derivada de la COVID-19, suponen un riesgo


mundial y han demostrado que la preparación es vital.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo señaló las grandes diferencias
relativas a las capacidades de los países para lidiar con la crisis de la COVID-19 y
recuperarse de ella. La pandemia constituye un punto de inflexión en lo referente a la
preparación para las emergencias sanitarias y la inversión en servicios públicos vitales
del siglo XXI.

 En los últimos años se han producido algunos avances en la mejora de la


sanidad mundial. Por ejemplo, 146 de los 200 países, o zonas, ya han
alcanzado, o están en vías de alcanzar, la meta de los ODS relativa a la
mortalidad de los menores de 5 años. El tratamiento eficaz del VIH ha reducido
las muertes relacionadas con el sida en el mundo en un 52 % desde 2010 y, al
menos, una enfermedad tropical desatendida ha sido eliminada en 47 países.

 Sin embargo, no se ha avanzado lo suficiente en otros ámbitos, como en el de la
reducción de la mortalidad materna y en la ampliación de la cobertura sanitaria
universal. En 2020, aproximadamente 800 mujeres murieron cada día a
consecuencia del embarazo o del parto en todo el mundo. Y 381 millones de
personas se vieron abocadas, o más abocadas, a la pobreza extrema en 2019,
debido a los pagos directos en concepto de sanidad.

 La pandemia del COVID-19 y las crisis actuales han impedido avanzar hacia el
Objetivo 3. La vacunación infantil ha experimentado el mayor descenso en tres
décadas, y las muertes por tuberculosis y paludismo han aumentado en
comparación con los niveles anteriores a la pandemia.

 Para superar estos contratiempos, y subsanar las deficiencias tradicionales en la
atención sanitaria, es necesario aumentar la inversión en los sistemas de
salud para apoyar a los países en su recuperación y crear resiliencia
(confianza en si mismo para superar situaciones adversas) frente a futuras
amenazas sanitarias.

ACCIONES POR UN PLANETA SALUDABLE

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible explican cómo podemos proteger nuestro medio
ambiente y frenar el cambio climático, desde los bosques hasta los océanos, pasando por
todos los lugares intermedios. Piensa en el consumo eléctrico y en los viajes que haces.
Revisa tu forma de comer. Reutiliza todo lo que puedas. Hay muchas posibilidades de
actuar, y todas suman.

Ahorra energía en casa


Gran parte de nuestra electricidad y calefacción funciona con carbón, petróleo y gas.
Utiliza menos energía reduciendo el uso de la calefacción y el aire acondicionado,
cambiando a bombillas LED y electrodomésticos de bajo consumo, lavando la ropa con
agua fría o tendiendo la ropa mojada en lugar de utilizar la secadora. Mejorar la eficiencia
energética de tu casa a través de, por ejemplo, un mejor aislamiento o reemplazar el
horno de petróleo o gas por una bomba de calor eléctrica, puede reducir la huella de
carbono hasta en 900 kilogramos de CO2 equivalente al año.

Cambia el tipo de energía de tu casa


Pregunta a tu compañía eléctrica si la energía de tu hogar procede del petróleo, carbón o
gas. Si es posible, comprueba si puedes cambiar a fuentes renovables, como la eólica o
la solar. O bien instala paneles solares en tu tejado para generar la energía de tu vivienda.
Cambiar la energía de tu casa de petróleo, gas o carbón a fuentes renovables de energía,
como la eólica o la solar, puede reducir tu huella de carbono hasta en 1,5 toneladas de
CO2 equivalente al año.

Desplázate a pie, en bicicleta o en transporte público


Las carreteras del mundo están saturadas de vehículos, la mayoría de los cuales usan
diésel o gasolina. Caminar o ir en bicicleta, en lugar de conducir, reduce las emisiones de
gases de efecto invernadero y supone un beneficio para la salud y la forma física. Para
distancias más largas, considera viajar en tren o autobús. Y comparte el coche siempre
que sea posible. Vivir sin coche puede reducir la huella de carbono hasta en 2 toneladas
de CO2 equivalente al año, en comparación con un estilo de vida con coche.

Cambia a un vehículo eléctrico


Si estás pensando comprar un coche, considera la posibilidad de adquirir un modelo
eléctrico, ya que cada vez se comercializan más modelos a un menor precio. En muchos
países, los coches eléctricos contribuyen a reducir la contaminación atmosférica y causan
muchas menos emisiones de gases de efecto invernadero que los vehículos de gasolina o
diésel. No obstante, muchos coches eléctricos siguen funcionando aún con combustibles
fósiles, y las baterías y motores requieren minerales raros que, por lo general, tienen un
alto coste tanto medioambiental como social. Cambiar un coche de gasolina o diésel por
un vehículo eléctrico puede reducir tu huella de carbono hasta en 2 toneladas de
CO2 equivalente al año, mientras que un vehículo híbrido puede ahorrarte hasta 700
kilogramos de CO2 equivalente al año.

Considera tus desplazamientos


Los aviones usan grandes cantidades de combustibles fósiles y producen importantes
emisiones de gases de efecto invernadero. Esto hace que volar menos sea una de las
formas más rápidas de reducir el impacto medioambiental. Cuando sea posible, reúnete
virtualmente, desplázate en tren o no hagas un viaje de larga distancia si no es necesario.
Tomar un vuelo menos de larga distancia puede reducir tu huella de carbono hasta en
casi 2 toneladas de CO2 equivalente.

Consume menos, reutiliza, repara y recicla


Los aparatos electrónicos, la ropa y otros artículos que compramos generan emisiones de
carbono en cada eslabón de la cadena de producción, desde la extracción de las materias
primas hasta la fabricación y el transporte de los productos al mercado. Para proteger
nuestro clima, compra menos cosas, compra de segunda mano, repara lo que puedas y
recicla. Tan solo los plásticos generaron 1800 millones de toneladas métricas de
emisiones de gases de efecto invernadero en 2019, el 3,4 % del total mundial. Menos del
10 % se recicla, y una vez desechado el plástico, puede perdurar durante cientos de años.
Comprar menos ropa nueva (y otros bienes de consumo) también puede reducir tu huella
de carbono. Cada kilogramo de tejido que se produce genera aproximadamente 17
kilogramos de CO2 equivalente.

Come más verduras


Comer más verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas, y
menos carne y productos lácteos, puede reducir considerablemente tu impacto
medioambiental. La producción de alimentos de origen vegetal suele generar menos
emisiones de gases de efecto invernadero y requiere menos energía, tierra y agua.
Cambiar de una dieta mixta a una vegetariana puede reducir tu huella de carbono hasta
en 500 kilogramos de CO2 equivalente al año (o hasta en 900 kilogramos si es una dieta
vegana).

Tira menos comida


Cuando tiras comida, también desperdicias los recursos y la energía que se utilizaron
para cultivarla, producirla, envasarla y transportarla. Y cuando los alimentos se pudren en
un vertedero, producen metano, un potente gas de efecto invernadero. Así pues, utiliza lo
que compres y convierte en abono los restos. Disminuir los residuos de los alimentos
puede reducir tu huella de carbono hasta en 300 kilogramos de CO2 equivalente al año.
Cultiva especies autóctonas
Si tienes un jardín o incluso una o dos plantas exteriores, procura elegir especies
autóctonas. Puedes usar una aplicación de identificación de plantas para orientarte.
Además, piensa en sustituir las no autóctonas, especialmente las consideradas invasoras.
Las plantas, los animales e insectos dependen los unos de los otros. La mayoría de los
insectos no comen plantas no autóctonas, lo que significa que los pájaros y otras especies
pierden también una fuente de alimento. La biodiversidad se resiente. Incluso un solo
árbol o arbusto puede dar cobijo a otras especies, pero recuerda evitar los insecticidas y
otros productos químicos.

Mantén limpio tu entorno


Los seres humanos, los animales y las plantas sufren las consecuencias de la
contaminación del suelo y el agua por la basura desechada de forma inadecuada. Utiliza
lo que necesites y, cuando tengas que tirar algo, hazlo correctamente. Educa a los demás
para que hagan lo mismo y participa en las limpiezas locales de parques, ríos, playas y
otros lugares. Cada año la gente tira 2000 millones de toneladas de basura.
Aproximadamente un tercio causa daños al medio ambiente, desde la obstrucción de las
reservas de agua hasta el envenenamiento del suelo.

Haz que tu dinero valga la pena


Todo aquello en lo que gastamos dinero afecta al planeta. Tú puedes elegir los bienes y
servicios que financias. Para reducir tu impacto ambiental, elige productos de empresas
que estén comprometidas con el uso responsable de los recursos y con la reducción de
sus emisiones de gases y residuos. Si inviertes tu dinero en un fondo de pensiones, por
ejemplo, podrías estar apoyando los combustibles fósiles o la deforestación. Asegurarte
de que tus ahorros se invierten en empresas medioambientalmente sostenibles puede
reducir en gran medida tu huella de carbono.

Expresa tu opinión

Habla y haz que otros se unan a la acción. Es una de las formas más rápidas y eficaces
de marcar la diferencia. Habla con tus vecinos, colegas, amigos y familiares. Haz saber a
los dueños de negocios que apoyas los cambios valientes, desde productos y envases sin
plásticos hasta vehículos sin emisiones. Apela a los líderes locales y mundiales para que
actúen ya. La acción por el clima es una tarea de todos y que nos concierne a todos.
Nadie puede hacerlo solo, pero podemos hacerlo todos juntos. Descubre algunas
ideas aquí.

Ecoturismo y desarrollo sostenible


Turismo sostenible
Descripción
El turismo sostenible o turismo sustentable es aquel que sigue los principios de
sostenibilidad, minimizando el impacto sobre el medio ambiente y la cultura local, al
tiempo que contribuye a generar ingresos y empleo para la población local.

La ONU reconoce el papel del ecoturismo como elemento clave para erradicar la
pobreza y proteger el medio ambiente

Desde el 2013, Su Asamblea General aprueba una resolución en la que se


destacan las oportunidades del Turismo
La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) insta a los Estados miembros a
que adopten políticas que promuevan el ecoturismo. En una resolución aprobada por
unanimidad, la organización subraya la importancia del Turismo en la lucha contra la
pobreza, la protección del medio ambiente y la promoción del desarrollo sostenible.
La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) reconoce el valor del Turismo
como instrumento para fomentar el desarrollo sostenible. La organización ha aprobado
por unanimidad una resolución en la que se resalta el papel del ecoturismo en la lucha
contra la pobreza y la protección del medio ambiente.

La resolución, titulada ‘Promoción del ecoturismo para la erradicación de la pobreza y


la protección del medio ambiente’, insta a los Estados miembros de las Naciones
Unidas a adoptar políticas que promuevan el ecoturismo, subrayando sus "efectos
positivos en la generación de ingresos, la creación de empleos y la educación y, en
consecuencia, en la lucha contra la pobreza y el hambre". Además, reconoce que "el
ecoturismo crea importantes oportunidades de conservación, protección y uso
sostenible de la diversidad biológica y de las zonas naturales, al alentar a las
comunidades locales e indígenas de los países en que se encuentran y a los turistas a
preservar y respetar el patrimonio natural y cultural".

Un futuro ‘más justo y sostenible’

La resolución, presentada por Marruecos y patrocinada por un número récord de 105


delegaciones, tiene su origen en las recomendaciones incluidas en un informe
preparado por la Organización Mundial del Turismo (OMT) a partir de las respuestas
de 48 Estados miembros. Es por ello que la OMT "se felicita de la adopción de esta
resolución sobre la importancia del ecoturismo", afirma su secretario general, Taleb
Rifai, para quien el apoyo recibido "demuestra claramente que el Turismo sostenible
tiene un papel vital que desempeñar en un futuro más justo y sostenible para todos".

En sintonía con las recomendaciones de la OMT, la resolución destaca la necesidad


de que los planes nacionales de Turismo tengan en cuenta la demanda de los
mercados y las ventajas competitivas locales. Alienta, además, a los Estados
miembros a promover la inversión en ecoturismo, de acuerdo con sus respectivas
legislaciones, "para lo cual pueden crear pequeñas y medianas empresas, incentivar
las cooperativas y facilitar el acceso a financiación mediante servicios financieros
inclusivos".

La OMT reafirmó su compromiso con el Turismo sostenible en Futuralia

La OMT ha mostrado en todo momento su apuesta por un desarrollo sostenible del


Turismo. Así, en el Foro para la Sostenibilidad Medioambiental del Turismo en España
(Futuralia), Rifai advirtió de que "la explosión turística hace aún más necesario apostar
por el desarrollo sostenible". A su juicio, "el desarrollo nunca puede desligarse de la
responsabilidad medioambiental", ya que "si no cuidamos nuestro entorno las
consecuencias serán muy negativas".

En el mismo sentido se ha pronunciado el presidente de Futuralia, Eugenio de


Quesada, que señala que "en España, como destino líder del Turismo vacacional de
‘sol y playa’, el Empresariado turístico español es especialmente sensible en materia
de sostenibilidad medioambiental de los recursos turísticos". "Entre los principales
objetivos impuestos al Turismo y los modos de transporte, está la reducción de CO2",
recuerda el presidente del Foro, y "a este respecto, los principales grupos turísticos
europeos aplican actualmente directrices de sostenibilidad en su estrategia global,
haciendo partícipes a sus clientes y empleados de buenas prácticas
medioambientales". "Lo más destacable es que estas buenas prácticas son exigidas,
cada vez más, por los viajeros, que reclaman vacaciones sostenibles", apunta De
Quesada.

OBJETIVO 12
PRODUCCION Y CONSUMO RESPONSABLES
El consumo y la producción mundiales (fuerzas impulsoras de la economía mundial)
dependen del uso del medio ambiente natural y de los recursos de una manera que
continúa teniendo efectos destructivos sobre el planeta.
El progreso económico y social conseguido durante el último siglo ha estado
acompañado de una degradación medioambiental que está poniendo en peligro los
mismos sistemas de los que depende nuestro desarrollo futuro (y ciertamente, nuestra
supervivencia).
Estos son algunos hechos y cifras:

 Cada año, se estima que un tercio de toda la comida producida (el equivalente a
1300 millones de toneladas con un valor cercano al billón de dólares) acaba
pudriéndose en los cubos de basura de los consumidores y minoristas, o
estropeándose debido a un transporte y unas prácticas de recolección
deficientes.
 Si todo el mundo cambiase sus bombillas por unas energéticamente eficientes,
se ahorrarían 120 000 millones de dólares estadounidenses al año.
 En caso de que la población mundial alcance los 9600 millones de personas en
2050, se podría necesitar el equivalente a casi tres planetas para proporcionar
los recursos naturales necesarios para mantener los estilos de vida actuales.
La pandemia de la COVID-19 ofrece a los países la oportunidad de elaborar planes de
recuperación que reviertan las tendencias actuales y cambien nuestros patrones de
consumo y producción hacia un futuro más sostenible.
El consumo y la producción sostenibles consisten en hacer más y mejor con menos.
También se trata de desvincular el crecimiento económico de la degradación
medioambiental, aumentar la eficiencia de recursos y promover estilos de vida
sostenibles.
El consumo y la producción sostenibles también pueden contribuir de manera
sustancial a la mitigación de la pobreza y a la transición hacia economías verdes y con
bajas emisiones de carbono.

 El rastro material per cápita en los países de renta alta es 10 veces superior a la
de los países de renta baja. El mundo también va muy mal encaminado en sus
esfuerzos por reducir a la mitad el desperdicio y las pérdidas de alimentos per
cápita para 2030.
 Las crisis mundiales provocaron un resurgimiento de las subvenciones a los
combustibles fósiles, que casi se duplicaron de 2020 a 2021.
 Ha aumentado la información sobre sostenibilidad empresarial y sobre políticas
de contratación pública, pero ha decrecido en cuanto al consumo y al
seguimiento del turismo sostenibles.
 El consumo y la producción responsables deben formar parte integral de la
recuperación tras la pandemia y de los planes de aceleración de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible. Es crucial implementar políticas que apoyen un cambio
hacia prácticas sostenibles y desvinculen el crecimiento económico del uso de
los recursos.

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