Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
“Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y
pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo”.
Números 11:17
Dios está hablando aquí de visión no de una ambición Visión versus Ambición
Hay una gran diferencia entre visión y ambición. Visión es la perspectiva de Dios
acerca del futuro. La ambición está ligada al ego y es enemiga de la visión. La
ambición, tiene armas como, las agendas personales y la falta de compromiso.
Una persona que tiene una agenda personal carece de compromiso, y no le
permite a Dios ser Dios. Los obstáculos más grandes de la visión de una casa son
las agendas personales y la falta de compromiso.
¿Qué es el ADN de una casa?
El ADN de una casa es la “forma particular” de como se hacen las cosas en la
casa. Es la manera particular como el Espíritu de Dios se mueve y opera por
medio de la cabeza, que es el Pastor.
Capturando el ADN de la casa
Nuestra casa —nuestra iglesia—, tiene que tener un sello que la identifique, y
tiene que ser “lo Sobrenatural”. En nuestra casa, el poder y la presencia de Dios
tienen que ser evidentes y se tienen que manifestar, no sólo en los servicios en
el templo, sino también en las en las Casas de Paz, cual debe ser la
manifestación, la liberación, y la sanidad.
Una señal de que la gente ha recibido la visión de la casa es Que ha capturado el
espíritu de la visión y no sólo la letra de la misma. ¿Conoce usted la visión de su
casa espiritual? Hay muchos que conocen el texto de la visión, pero no se
identifican con su espíritu.
Implementando la Visión
Bíblicamente, la visión siempre es dada por Dios a una persona, nunca a un
comité. Una vez que Él ha dado la visión, entonces añade la gente que se
identifica con ella y la lleva a cabo. Por eso, antes de implementar una visión,
debemos asegurarnos que la gente ha capturado el espíritu de la visión.
Dios nos ha llamado a ser embajadores de la iglesia donde estamos (embajadores
del Reino), y a traer lo Sobrenatural donde quiera que vayamos. Para eso nos ha
dado unción, habilidad, talento y carisma, los cuales son perfeccionados en
nuestra fidelidad. Podemos ser muy talentosos, pero si no somos fieles no
encajamos en la visión. Dios nos pone donde él sabe que podemos ministrar Su
poder Sobrenatural. Dios no sólo quiere vernos envueltos en la visión. ¡Él quiere
vernos comprometidos con el!
“No escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos míos
amados. Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos
padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio. Por tanto,
os ruego que me imitéis. Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo
amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera
que enseño en todas partes y en todas las iglesias”. 1 Corintios 4:14-17
Cuando no tenemos el espíritu del hombre de Dios (el padre de la casa),
contaminamos la visión original. Cuando capturamos la visión —el espíritu de la
casa o el ADN de la casa—, tendremos la visión no sólo en nuestra mente, sino en
nuestro corazón.
Capturar el espíritu de la casa es una forma de recibir nuestra herencia y
bendiciones.
Se ha preguntado, ¿por qué algunas personas nunca captan el espíritu de la casa,
aun después de pasar años en la iglesia, mientras que otros que acaban de llegar
ya están siendo usados en milagros, y maravillas? La respuesta es, porque los
últimos sí captaron el espíritu de la visión.