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El actual sistema monetario internacional

El sistema monetario internacional trata de ajustarse siempre a las condiciones cambiantes de la economía
mundial. Durante los últimos 20 años, el ritmo de los cambios se aceleró. Ningún sistema de tipos de cambio
fijos habría admitido transformaciones tan dramáticas. Parece que, en un mundo que experimenta un proceso de
cambio estructural profundo, la única opción es el sistema de tipos de cambio flexibles.

Resulta imposible resumir todos los cambios que ocurren en el mundo. Mencionaremos sólo algunos:

• El poder económico relativo de los distintos países y continentes está en constante transformación. El
peso relativo de la economía estadounidense en la economía mundial decrece. Esto no se debe a una
supuesta decadencia de Estados Unidos, sino al increíble ascenso económico de los países de Asia:
primero Japón, después los cuatro tigres13 y recientemente China e India.
• Se producen desequilibrios crecientes en el mercado, que tienen que ver con el cambio en el poder
económico. Debido a su enorme déficit comercial, Estados Unidos se ha vuelto la “locomotora” de la
economía mundial. Una recesión grave en ese país puede desencadenar efectos incalculables para los
países exportadores.
• Se modifican constantemente los precios relativos (petróleo, metales, café, semiconductores, etc.). Un
deterioro brusco de los términos de intercambio14 puede convertir rápidamente un país superavitario en
deficitario.
• Se crean bloques económicos regionales (Europa, América del Norte y Asia).
• Los países que formaban el bloque comunista en gran medida ya se integraron a la economía global.

Después del derrumbe definitivo del sistema de Bretton Woods, en 1973, el FMI tuvo que buscar un nuevo papel
para justificar su existencia. Éste incluye:

1. Monitorear la política económica de los países miembros.


2. Promover políticas fiscales y monetarias responsables.
3. Impulsar el desarrollo del sector privado y de los mercados libres. Ayudar a los gobiernos a crear
un entorno institucional y político para que el sector privado pueda crecer.
4. Señalar los puntos débiles en cada economía nacional (prender los focos rojos) y exigir medidas
correctivas.
5. Organizar paquetes de rescate para los países en problemas: México (1995); Tailandia, Corea del
Sur e Indonesia (1997); Irlanda (2010), y Grecia (2012). El país que acepta el rescate está obligado
a firmar una carta de intenciones en la cual se compromete a resolver los problemas que provocaron
la crisis.
6. Promover las reformas de los sistemas financieros de los países miembros.
7. Coordinar los esfuerzos internacionales para perfeccionar el sistema monetario internacional.

No obstante los innumerables choques externos que ha padecido la economía mundial en los últimos años, el
sistema monetario internacional ha funcionado bastante bien. Sin embargo, la volatilidad de los tipos de cambio
genera una gran preocupación.

De acuerdo con algunos teóricos, un sistema monetario ideal tendría los siguientes atributos:

1. Tipos de cambio fijos.


2. Libertad de los movimientos internacionales de capital.
3. Independencia de las políticas monetarias.

Cualquier país puede tener sólo dos de los tres atributos. Es el trilema fundamental de la macroeconomía: no se
puede al mismo tiempo tener un tipo de cambio fijo, mantener un mercado de capitales abierto y gozar de
autonomía monetaria. La mayoría de los países elige el libre movimiento de capital y una política monetaria
independiente. Los que optaron por el consejo monetario tienen el tipo de cambio fijo y el libre movimiento de
capital, pero carecen de política monetaria autónoma. Algunos países, como Malasia, tienen el tipo de cambio
fijo y una política monetaria independiente pero restringen los flujos de capital.

La crisis financiera de Argentina en 2001 se puede explicar por los intentos de tener una política monetaria
autónoma, a pesar del tipo de cambio fijo y la cuenta de capital abierta. Cuando esto provocó una crisis de
confianza y la fuga de capitales, el gobierno argentino limitó los movimientos de capital aferrándose al tipo de
cambio fijo. Como la crisis siguió agravándose, adoptó la libre flotación
de la moneda. El afán de tenerlo todo puede resultar muy caro.

Para que los tipos de cambio fijos funcionen, los países deben homogeneizar sus políticas macroeconómicas.
Parece difícil que los 188 países que integran el FMI establezcan alguna política común mediante negociaciones.
Sin embargo, todo parece indicar que la disciplina del mercado está logrando esta hazaña.

Para ser competitivos en un mundo globalizado los países deben:

• Eliminar las barreras comerciales.


• Otorgar autonomía a sus bancos centrales y bajar la inflación.
• Sanear las finanzas públicas y modernizar el sistema impositivo.
• Reducir la deuda pública como porcentaje del PIB.
• Desregular sus economías y fortalecer la economía de mercado.
• Privatizar las empresas paraestatales e impulsar la competencia.
• Fomentar el ahorro y la inversión.
• Invertir en infraestructura física y capital humano.

Parece como si los mercados financieros internacionales tuvieran una lista de políticas económicas correctas y
evaluaran cada país continuamente según esa lista. Si un país aplica las políticas adecuadas en un rubro, obtiene
una palomita. En el caso contrario, obtiene un tachón. Los países con el mayor número de palomitas son
generosamente recompensados por los mercados internacionales: acceso ilimitado al crédito, entrada de la
inversión extranjera directa, bajas tasas de interés, entre otros beneficios. Los países con el mayor número de
tachones reciben un castigo: salida de capitales, negación del crédito, tasas de interés altas. De esta manera, la
disciplina del mercado está logrando lo que sería imposible en una conferencia internacional al estilo de Bretton
Woods.

TAREA:

Luego de haber leído este apartado en un ambiente prepandemia COVID-19 se le solicita al estudiante realizar
un análisis (máximo una página) de cómo esta última crisis ha modificado el sistema monetario internacional.

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