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Contenidos

Prólogo…………………………………………………………….6

Introducción……………………………………………………….7

Entremedio ………………………………………………………8
Despierto de un sueño ……………………………………………………………….14

La guía para football de Lee………………………………………21

Secretos........................................................................................25
“En caso de que hayas olvidado cómo se siente” ………………………………30
Tengo el hocico lleno de lengua de zorro ………………………………………..42

Informe de un partido de Dev ………………………………….....51

La historia de Brain…………………………………….................53
No te preocupes por eso……………………………………………………………..96

Mirando videos ……………………………………………………99


La puerta se abre…………….………………………………………………………130
Una pesada pata llega a descansar sobre mi hombro ………………………...173

Cuarto y Largo………………………………………………….…180
Escucho el artificial ‘clic’ de una foto. ………………………………………….227
Bajo la velocidad y empiezo a girar, para mirar arriba ...............................311
Patas se agolpan en mi visión ........................................................................336

Falsa Alba ……………………………………………….......340

Sobre el Autor ………………………………………….................362

Sobre el Artista …………………………………………...............362

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Para Jim, Justin, Kevin Y Mark, quienes aman el football y las personas –animal, y a
todos cuyos equipos han ganado el Super Bowls desde que los conozco.

¿Mi turno?

Esta es una historia de ficción...


Todos los personajes y eventos presentados en ella son ficticios.

OUT OF POSITION
Copyright January, 2009 by Kyell Gold
All rights reserved, including the right to reproduce this book, or portions thereof,
in any form.

Published by Sofawolf Press St. Paul, Minnesota


http://www.sofawolf.com
ISBN 978-0-9791496-9-6
Arte de Portada by Blotch
Ilustraciones por Blotch

Traducción: Leo Teroi


1era Revision: Sly_Silver
Revisión Final: Leo Teroi

Nota:
Esto es una adaptación no oficial por lo cual obviamente se van a encontrar ciertas
disfunciones con el texto original pero manteniendo todo lo posible la historia para
comprensión del lector, como es el caso de las expresiones propias de Estados Unidos.
Con los nombres de lugares, equipos y sitios cosa que se hizo con alguno y con otros
no por la funcionalidad de los mismos en español. Recuerden esto a la hora de leer el
archivo y por favor esto lo hago para que más personas conozcan al autor de modo que
no está permitida cualquier tipo de difusión fuera del foro o página de donde se sacó y
si tienen la posibilidad compren el libro aunque esté en ingles. Gracias y disfruten.
Leo Teroi.

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Prólogo
Esta no es una historia sobre football. Es un romance que toma lugar en un mundo que
yo creé, aproximadamente basado en nuestro mundo contemporáneo, en el cual el
football juega un papel importante. Hago hincapié en esto por dos razones: primero,
para animarte a continuar leyendo si no eres un fan del juego, ya que sospecho que la
mayoría de los fans del romance furry gay no lo son; segundo, para parcialmente
excusar las inexactitudes en mi representación del juego y el “detrás de escena” de los
atletas.

Esta es una historia acerca de las relaciones. Es sobre las diferentes percepciones de
responsabilidades hay en una relación, y acerca de los sacrificios que haces y las
recompensas que ganas. Es acerca de aprender que la persona que eres en una relación
puede ser distinta de la persona que eras antes de la relación, pero no sólo aceptar eso
sino también incorporarlo.

Pero si, hay una razonable cantidad de football en estas páginas. Disfruto mirar el juego.
Disfruto el mundo de fantasía artificial que los fans construyen alrededor de él y en el
cual los atletas habitan. Si te gusta mi disminución de esto y te gustaría leer más,
recomiendo “A few second of panic” de Stefan Fatsis, una honesta y profunda
constancia del campo de entrenamiento con un equipo de la NFL escrita por un
periodista quien también está entrenando con los jugadores. El football es un deporte
físico en la superficie, pero lo que Fatsis descubre es mucho más un juego mental. Hay
cientos de jóvenes que pueden arrojar un balón, pero son sólo quizás un par de docenas
quienes pueden hacerlo y tomar decisiones efectivas bajo presión. Un error mental en el
momento equivocado puede costarte un punto, un juego, un nuevo contrato, una carrera.

Algo de eso, ya sabes, está en una relación.

Ya sea que disfrutes el football o no, o disfrutes mis percepciones de él en estas páginas,
espero que disfrutes las aventuras de un zorro y un tigre intentando descubrir su lugar en
el mundo. Como parece pasarme seguido, no esperaba que esto se volviera una novela,
pero los personajes no se irían hasta que hubiese escrito más, y más, y más, y entonces
ahora sostienes el resultado en tus manos. Gracias por darles a ellos una oportunidad de
contar su historia.

Ky, enero 2009.

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Introducción
(Dev)
Alguien me preguntó recientemente como había empezado todo esto. “Bueno”, dije,
“empezó con una chica.” Él se río. Yo cambié el tema. Pero me dejó pensando de
vuelta en esa noche donde todo cambió. Dios, era joven entonces. No fue hace mucho,
pero era joven. ¿Sabes que quiero decir?

Yo era un estudiante de la Universidad Forester. Cuando pienso sobre eso ahora, me


veo a mí mismo caminando a través de la niebla de la mañana que a veces rodeaba el
lago. Mi vida era así – caminar a través de senderos que conocía, no mirando mucho
más lejos, sin preocuparme por lo que no podía ver. Pero Randy, Mike y yo pensábamos
que lo sabíamos todo. Atletas de primera en un pequeño campus, caminando por ahí
como si el lugar nos perteneciera. Pensábamos que sabíamos sobre la escuela.
Pensábamos que sabíamos a cerca de la vida. Pensábamos que sabíamos a cerca del
amor.

Yo, pensaba que el amor era revolcarse en la cama, un alivio de latidos, y caer dormido.
El amor era una esencia placentera, una suave sombra de pelaje, una sonrisa dispuesta.
El amor era una chica sexy, una chica que no me despertaría en la mañana, una chica
que esperaría hasta que yo la llamara. Mike quería un buen trasero; Randy buscaba un
gran pecho; pero yo amaba el hocico y las orejas. Una chica con un lindo rostro, cuyos
ojos se iluminaran cuando ella me viera, cuya voz me hiciera hormiguear. Al menos, ese
era mi sueño. Nunca pensé que la encontraría. No hasta esa noche.

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Entremedio
(Dev)
Abril 2006
La encontré justo después de la medianoche.

Salí con los chicos a Fang, tomando, riendo, haciendo chistes, mirando las bellezas.
Todos sabían que el equipo iba ahí a tomar cada noche de sábado, entonces las señoritas
se colocaban al final de la barra. Miramos, elegimos, tomamos lo que queremos. La
Universidad Forester no es un gran escuela de football, pero siempre hay unas cuantas
chicas listas y dispuestas por algún deportista que viniera.

No sé cuanto había estado ella en el bar, pero no estaba riendo con la tigresa quien había
estado intentado captar mi atención por una hora, y ella no volvió del baño de mujeres
con el dulce aspecto de perra como la que se fue con mi amigo Randy. Ella estaba entre
las chicas y los chicos, sentada en su propio pequeño mundo, y el asunto es que lo que
me atrajo de ella, es que no parecía importarle. Ella habitaba su mundo, lo llenaba, y no
necesitaba al resto de nosotros.

La ardilla al lado de ella sigue arrojando miradas desde debajo de sus pintados parpados
a ambos grupos, celosa de las chicas lindas, desesperada por una cita. Pero la pequeña
zorra1 era diferente. Ella ignoraba a todos mientras sorbía algo incoloro de un alto y
delgado vaso, inclinándolo expertamente en su estrecho hocico rojizo. Las orejas
chocolate tragan la tenue luz, pero ocasionalmente puedo ver el blanco en el interior de
estas cuando se mueven de un lado a otro. Sé que está escuchando tanto a nosotros
como a las chicas, y ahora que estoy mirando más de cerca, puedo ver la pequeña curva
de su sonrisa.

“Hey. ¡Hey! ¿Dev?”

Vuelvo súbitamente a Mike, el puma quien juega conmigo en la defensa, al otro costado
del campo. “¿Huh?”

“Dije, ¿Vas a ir con esa o no?” Él dispara un pulgar hacia la tigresa, con toda la
delicadeza de un ladrillo pintado de beige.

Miro de nuevo a la zorra. Ella está usando una blusa blanca y lisa, compensada con un
brazalete dorado en un brazo. Falda marrón. Y su larga, suelta y rojiza cola. “No”

“Muy bien, voy por ella.” Él tomó mi pata extendida y la sacudió. “Te veo mañana.”

1
No peyoratvo.

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“Si.” Me quedé con Jason y Eck, un lobo y un coyote quienes ocupan nuestras
posiciones y las de los wideouts en la reserva. Ellos están mirando a la zorra también, y
entonces a mí.

Nunca estuve muy interesado por los zorros, para ser honesto. Son pequeños y siempre
están tratando de ser más listos que tú. Muchos de ellos piensan que son demasiado
inteligentes si te atrapan diciendo algo estúpido. Si, son lindos, y ellos lo saben, pero
son más problemas de los que valen.

La tigresa me da otra mirada, pero mi desinterés debió ser obvio, porque ella se va con
Mike.

Eck aclara su garganta. “Hey, uh, estaba pensando en ir por esa zorra 2.”

“Eso es bueno.” Digo, levantándome. “Sigue pensando en eso.”

Sus murmullos murieron detrás de mí mientras caminaba a la barra. La ardilla se


reanima por un momento esperanzada, hasta que me coloco al otro lado de la zorra,
entonces ella de desploma de nuevo. Me importa un carajo.

De cerca, la zorra aún etá despampanante, ni un pelo fuera de lugar. Ella pretende no
darse cuenta de mí al principio, pero medí mi tiempo muy bien; Ella justo está
terminando su bebida. “¿Te compro otra?”. Dije.

Ella gira hacia a mi, sus ojos son brillantes y azules. Lentes de contacto, pensé, pero
Dios, eran hermosos como la curva de su sonrisa. “En realidad”, dijo ella, en una baja y
profunda voz que me recordó a Lauren Bacollie, “Acabo de terminar aquí. Ya estaba
por irme a casa.”

“Oh”, No puedo decir si con esto me estaba “tratando de ignorar” o no. Con cualquier
otra chica, habría contestado con un, “¿Qué tal si te hago compañía?”, pero por alguna
razón dudo.

Ella mira al frente, sólo podía ver un ojo. “Esta es la parte donde tu me ofreces caminar
conmigo a casa.”

Esa voz estaba poniéndome algo acalorado. “Entonces ¿Puedo caminar contigo?”

Ella se encogió de hombros. “Conozco mi propio camino, y no estoy ebria.

Malditos zorros. Malditos sean. Estoy a punto de irme disgustado, cuando veo que hay
una chispa en sus ojos, una oportunidad, y quizás, tan sólo quizás, esta vez valdría la
pena el problema. “Si”, dije, “Pero es tarde y está oscuro. Toda clase de personas
desagradables andando por ahí. No quisiera que fueras atacada.

“¿No crees que pueda cuidar de mi misma?”. Sus patas marrón chocolate jugaban con la
pequeña caja de fósforos sobre el mostrador, pasándolo rápidamente entre sus dedos.

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Aquí no está usando un peyorativo, sino que en el texto original usa “vixen” que significa zorro hembra.

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Imagino esos dedos ocupados en otras actividades y me comienzo a excitar.

“Estoy seguro que puedes”, dije, “¿Pero no sería más placentero dejarme cuidarte?”. Lo
dije en un sutil doble sentido ahí.

Ella duda. Decido jugar un poco de su propio juego con ella, ya que obviamente está
interesada ahora. “Pero si tu prefieres volar sola esta noche”. Pretendo levantarme.

Ella me deja ponerme de pie, incluso deja que camine hacia la puerta. Entonces la
escucho detrás de mí cuando estoy pasando la enorme rockola que solo está ahí de
adorno. “Bueno”, dijo ella, “si te vas a ir de todas formas”.

Me doy la vuelta para verla inclinándose sobre la rockola, la pequeña pulsera roja sobre
uno de sus brazos y esa sonrisa satisfecha en su hocico. Ofrezco mi brazo izquierdo, y
ella lo toma, tocándome por primera vez.

Su brazo era ligero pero fuerte, y se sente bien en el mío. Ella apenas se acerca a mi
pecho, pero mientras caminamos a fuera del lugar, me da la rara sensación de que soy
sólo un accesorio naranja con rayas negras, como la pulsera que, ahora, ella había
puesto en su otro brazo.

Ella vive en una decaída calle fuera del campus, sin un número o buzón, de la clase
donde hay seis habitaciones, 12 estudiantes y dos baños. Ella abre la puerta y mueve su
cola, esperando a que haga el siguiente movimiento.

“Bueno…Estás en casa”. Miré la pintura descascarada del marco de la puerta.

Ella me da una de esas sonrisas. “¿Vas a pedirme que te agradezca por la escolta?”

Si lo hago, ella me arrastrará a uno de esos juegos de nuevo. Así que no lo hago.

Su hocico es suave y dulce, ella no se resiste a mi lengua. Me inclino para tomas sus
hombros, y ella pone sus brazos alrededor de mi cintura. Respondo la suave roce de su
cola contra mis piernas, envolviendo la mía con la suya, manteniéndola abrazada.

“Entonces sólo estabas tomando agua”, digo cuando nos separamos, exhalando.

Ella sólo sonríe de nuevo y desliza una de esas delicadas y hábiles patas hacía abajo por
mi estomago, y no se detiene cuando ella alcanzó la palpitante erección debajo de él.
“Creo que será mejor que entres.”

No puedo decir nada. Sólo la sigo.

Ella me guía por dos tramos de escaleras, con esa espesa cola sacudiéndose
tentadoramente enfrente de mí. Quiero subir las escaleras de a dos escalones, de a tres,
pero ella camina lentamente, con sus patas subiendo sin hacer ruido. Y es aquí, en el
cerrado y vacio espacio del pasillo, donde por primera vez noto algo raro en su aroma.
Ella intenta hacerlo masculino, añadiéndole alguna clase de esencia a su femenino
aroma natural y resultando en algo entre las dos cosas.

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Eso no me molesta. Siempre me han gustado la chicas que pueden arrojar un balón y
leer un libro, y un montón de ellas usan toques de aroma masculino para distinguirlas de
las “cabezas de burbuja” que son mucho mejores para tener sexo y verse lindas. Ya sé
que ella no era una de ese tipo.

Su departamento está limpio y ordenado, un gran estudio con una cocina parcial
separada. Apenas tengo tiempo de registrar los posters de un zorro macho en traje de
baño y de los Beatles antes que de ella cierra la puerta y deje su bolso en el pequeño
pedestal al lado de esta.
“Ahora”, dice ella, “creo que estaba diciendo ´gracias´”.

Nos besamos de nuevo, un profundo beso, un asombroso beso. Su lengua gira alrededor
de la mía, su estomago acaricia arriba y abajo contra mi erección hasta que yo gimo
contra ella. No puedo evitarlo

Ella rompe el beso y me sonríe, casi ronroneando. “Pobre gatito”, ella dijo, “Déjame
darte una pata”.

Algunos sonidos escapan de mi garganta, pero no estoy seguro que. Ella desabrocha mis
pantalones y los baja, y mis bóxers los siguen poco después. Puedo sentir la humedad en
estos cuando ella los baja. Estoy goteando como radiador de dormitorio.

Ella aplica ambas patas en ello, arrastra sus suaves almohadillas a lo largo de miembro,
sus garras incitando a través del pelaje que cubre mis bolas, cosquilleando detrás de
ellas y alrededor de mis muslos. Ella parece tener más de 10 dedos. No puedo separar
las sensaciones. Cuando fuerzo otro gemido, ella toma control de mi pene y tira,
“Vamos a la cama”, dice ella con esa voz ronca. En ese momento ella podría haberme
dicho que saltara por la ventana y estaría a mitad del camino al suelo antes de darme
cuenta que algo andaba mal.

Su cama era un sillón que se desdoblaba en una cama. Ella me sienta en el borde y se
arrodilla entre mis piernas, acariciándome con ambas patas, pero no lo suficientemente
firme como para moverme con ella, sólo lo suficiente para provocar y excitar. Mi cola
se azota contra el sofá en busca de algo en que enrollarse. Mis patas agarran sus
hombros. Y veo ese delgado hocico moverse hacia adelante, la pequeña lengua rosa
encontrándose con mi enorme y rosado miembro, la emoción fue electica cuando ella
lamió el goteo de mi punta. A un montón de chicas no les gustaba eso; ellas te
masturbarían o te dejarían cogerlas, pero nos les gusta hacer nada de lamer, o… Oh
Dios ella la mete toda en su boca y yo me estremezco sobre la cama, se siente tan bien.

Ella lama alrededor con esa suave lengua, deslizándose arriba y abajo y añadiendo algo
de succión, y mis piernas empezan a patear contra el piso. No puedo aguantar mucho
más esto, quiero estar dentro de ella, la quiero contra mí. Pero no puedo hacerla parar.

Finalmente, con un esfuerzo, alejo sus hombros. Sus ojos se encuentran con los míos, y
siento como que ella sabe lo que voy a hacer incluso antes de que me incline y la suba
en brazos a la cama, sentándome con las piernas separadas. Me muevo hacia atrás de
manera que ella pueda arrodillarse encima de mí e intentar empujar para abajo sobre mi
pene, pero ella se resiste por primera vez.

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No puedo apartar mis ojos de los suyos. Había una luz en ellos y una sonrisa en su
hocico. Ella debe tener su ropa interior puesta todavía. Deslizo una pata debajo de su
falda y tomo mi tiempo, recorriendo mis garras sobre sus muslos y piernas, y hasta sus
caderas.

Ella no está usando ropa interior.

Llevo mi pata a su sexo, con mi corazón palpitando, y mi pene tan ansioso como el resto
de mí. Y mis dedos, esperando una hendidura, tocan una peluda bolsa.

Miro a ella. Ella está sonriendo ahora, una de esas sonrisas de zorro. Muevo mi pata
arriba y encontré una funda y un muy duro pene.

“¡Dios!”, Maldigo y me arrastro hacia atrás sobre la cama, pero ella –el– me sigue y
lleva ambas patas sobre mis hombros.

“Vamos, guapo”, dice él, con su nariz a una pulgada de la mía. “Estábamos teniendo un
lindo rato. Aún dejaré que me cojas.”.

Sus ojos me detienen. Estoy acostado en una cama con mi pata en el pene de algún otro
chico, congelado. Y entonces él se inclina y me besa, y cada parte fue tan buena como
antes, y mi mente está gritando, ¡Sal de una maldita vez de ahí!, pero mi pene estaba
diciendo ¡Méteselo de una vez maldita sea!

No hubo respuesta, realmente. No en esta etapa, no cuando su lengua esta derritiéndose


en mi boca y causando un corto circuito en mi cerebro. Y entonces él se aparta y besa
mi nariz y dice, “Nadie tiene que saberlo”. Yo sólo asiento con la cabeza, mudo.

Él agarra un tubo de algo y lo unta detrás de él, debajo de su cola. Puedo olerlo
débilmente, algo excitante. Aún estoy sosteniendo su pene y el está sacudiéndose en mi
pata. Entonces él toma el mío en su pata, sus delicadas y fuertes patas, y me siento bajo
su cola, y me deslizo adentro de él, fuegos artificiales aparecieron en frente de mis ojos.

Apenas estoy consciente de moverme, metiéndosela y sacándolo. Su ágil cuerpo se


mueve de un lado a otro sobre el mío, saltando en mi pata mientras él se inclina adelante
para besarme de nuevo. Levanto mis piernas para estar todo el camino adentro de él, y
por la primera vez el hace sonidos de pasión también, un chillón gemido en mi boca, sus
patas puestas alrededor mío, mientras me monta con pasión. Todo lo que puedo pensar
es en empujar mis caderas en ese ajustado, cálido y resbaloso espacio, y sostener al
zorro mientras aullo en el clímax, liberándonos de nuestro beso mientras acabo
fuertemente dentro de él, con mi cuerpo entero tenso y estremeciéndose, un orgasmo
como no puedo recordar haber tenido nunca.

Creo que me desmayé por un minuto. Estoy tumbado sobre la cama, aún con mi
miembro dentro de él, y mi pata aún está alrededor de su miembro, húmeda y pegajosa.
Ninguno de nosotros se mueve. Abro mis ojos y veo los brillos azules mirándome.
“¿Estás bien, semental?”, Él tiene esa divertida sonrisa.

“Rrrrrrrsi”. Trago; intento separar la conexión entre lo que mi pata estaba agarrando y el
hermoso hocico enfrente del mío cuando se él inclina adelante para besarme de nuevo,

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con ternura. La pasión aún está ahí, la consciencia de nuestro intacto e intimo contacto,
pero es sobrio, exhausto.

“Entonces acabas de hacer el amor con otro chico”, me dice el zorro. “Sonó como que te
gustó, también.”

Estoy demasiado relajado ahora para ser provocado, “Como sea”, murmuré.

“¿Has hecho esto antes?”

Sacudo mi cabeza, y eso parece satisfacerlo. Besa mi nariz. “Bueno, eres


endemoniadamente bueno. Voy a limpiarme por unos minutos. Si no estás aquí cuando
vuelva… está bien. Sólo quiero que recuerdes esto.”

¿¿Recordar?? Me pongo tenso de nuevo y no puedo reprimir un quejido cuando él se


desliza fuera de mí, su trasero apreta mi sensitivo pene exquisitamente y finalmente me
libera. Mi cola barre sobre la cama satisfactoriamente.

Él se va por un rato, durante el cual me percato de los patrones del daño de la humedad
sobre su techo y caigo en una placentera vaguedad. Considero irme, pero la felicidad
post-orgásmica es demasiado linda para arruinarla con actividad.

Cuando él vuelve, sólo está usando bóxers, nada más. Lo miro detenidamente con
curiosidad. ¿Cómo pude haberlo confundido con una chica? Él está caminando
diferente, actuando diferente ahora que su secreto fue revelado. Su cola aún arqueada,
pero no se sacude tanto; sus caderas no se balancean. Es casi como que fuera un zorro
diferente, como si acabara de coger con su hermana. Pero sus ojos son los mismos
resplandores azules, y su sonrisa es la misma cuando él me mira en la cama, esta vez es
una dulce y genuina sonrisa, o quizás mi adormecido cerebro no es capaz de ver el
engreimiento. “¿Quieres quitarte esa camiseta?”, dice él suavemente, y asento. Él me
ayuda con eso, limpia mi estomago y pene con una suave pieza de tela, me pongo de
nuevo mi bóxer, y entonces él dice “No tengo otro lugar donde más dormir”.

Muevo una pata, sin importarme. El se desliza sobre la cama y se acurruca hacia atrás
contra mí, con esa esponjada cola entre nosotros, mi entrepierna contra su trasero. Dejo
mi brazo caer sobre él, rodeándolo, porque no parecía haber algún otro lugar mejor. Y
entonces me quedo dormido.

Cinco de la mañana. Despierto de un sueño en el cual acababa de coger con otro chico y
él estaba acostado aún al lado mío, con su cola cosquilleando mi brazo. El pánico
helado me invade. Salgo de la cama sin despertarlo, encontro mi ropa plegada cerca al
lado de la cama y me la llevo. Me visto en el pasillo y bajo las escaleras tan ligeramente
como puedo.

Nadie tiene que saber, dijo él. Mis pensamientos son un bullicio mientras camino tres
calles abajo sin verlas, finalmente encontrando una referencia en la débil luz del pre-
amanecer y dirigiéndome a mi dormitorio.

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Diablos, claro que nadie más tiene que saberlo. Si él intenta venir a donde está el
equipo, chantajeándome…. Será mejor que no se meta conmigo. ¿O que si él viene
queriendo más? ¡Mierda! Agarro mi cabeza entre mis patas. Lidiaré con eso cuando
pase. Le diré que tiene al tigre equivocado. Pretenderé no reconocerlo. Pediría ayuda a
mis compañeros de equipo para sacarle la mierda a golpes. Bueno, no. Un par de chicos
fueron echados del equipo el año pasado por golpear a un marica. Ok, entonces nos
aseguraríamos de no ser atrapados, eso es todo.

En ese caso ¿Qué diablos estaría él pensando que estaba haciendo? ¿Él no sabría que yo
estarba furioso? Pude haber arrancado sus bolas justo ahí. Pude haber roto su
mandíbula. Pequeño maldito zorro, intentando engañar al gran estúpido tigre. Bueno,
déja que lo intente de nuevo. Déjalo intentar, maldita sea.

Entro indignado al dormitorio, con la cola hecha un tic, y las patas apretadas en puños.
Cinco y veinte a.m. El canguro de seguridad en el escritorio me reconoce, no me pide
identificación. Bien. Probablemente explotaría con él. Vuelvo a la habitación y doy
gracias a dios de que Randy aún esté dormido. La espesa esencia de él viene de adentro
de la habitación diciéndome que tuvo un buen “trabajo de mano”, porque puedo oler a la
perra, también. Me tiro sobre mi cama e intento no dejar que el olor me recorde al zorro.

Para evitar la inevitable pregunta de Randy sobre el zorro, finjo estar dormido cuando él
se levanta y se viste. Pero tenemos práctica ese día, y no importa cuando intenta
quedarme del otro lado del campo, él finalmente me atrapa.

“¿Hey, como estuvo esa zorra3?” dice él, cuando tomamos un respiro entre jugadas.
“Espero que lo tuvieras mejor de lo que yo tuve. Ella estaba bien con masturbarme, pero
no pude lograr que se abriera. Perra4 frígida.”

Me da un escalofrío, mi cuerpo fluye con una breve memoria del placer de la última
noche de nuevo. Post-shock: el tercero desde que dejé la casa del zorro esa mañana.
Nueva sensación para mí. “Nah, ella sólo le gustaba provocar. ¿Cómo lo sabes?”

“Eck”. Él apunta su hocico hacia el coyote, quien estaba mirándonos con una
combinación de enojo y envidia que caracteriza a un buen jugador de reserva. Él sólo es
un estudiante de primer año; él estará de titular cuando me gradúe seguramente. A Jason
parece gustarle estar en la banca. Probablemente él estaría allí.

“Si, ella sólo era…Caminé con ella a su casa…tuve un beso…”. Me voy apagando. Y
otro beso y otro… “Uh, eso fue todo”.

Randy se río. “¡Rechazado!”, dice él, y gracias a dios el entrenador nos tomó para hacer
una jugada porque no hubiese sido capaz de reírme con él.

Cómo están las cosas, quedo hecho un panqueque dos veces en la práctica. Una vez
cuando recibo un impacto de otro post-shock, y otra cuando mira al cielo y veo el brillo
azul de una apasionaba mirada. La segunda vez, el entrenador me manda a la banca y le

3
Ídem 2.
4
Usa el peyorativo, en el texto original “bitch”.

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da una palmada a Eck, no Jason, para que tome mi lugar.

Estoy paranoico en las duchas de tener una erección mirando a los otros chicos, pero no
pasa. Es lo mismo de siempre. Ninguno de ellos me excita ni un poco. Vuelvo a
agitarme en ira hacia el zorro. De alguna manera él me engañó para quedar excitado por
él, cuando claramente no soy gay.

Para probarlo, traigo de vuelta el recuerdo de una dulce porrista que cogí la semana
pasada y me masturbo en la ducha esa noche en el dormitorio, gimiendo y apoyado
contra el muro. Limpio mi semen, dejándolo ir por el drenaje, y me siento satisfecho de
que no pensé en el zorro ni una vez. Ese es como el último momento de satisfacción que
tengo durante un tiempo.

La semana siguiente es una absoluta pesadilla. Despierto en la cama excitado la mañana


del lunes y creo olfatearlo a él en la habitación, pero es sólo el residuo de un sueño que
no recuerdo. Que estuviese soñando con él y despertase excitado me preocupa un poco,
pero no puedo dejar de pensar en él. Intente enojarme de nuevo, pero ya no podía ver su
engreimiento. Sólo veo esa dulce sonrisa, sentir esa tensión alrededor de mi pene, ese
suave hocico suyo, la manera que el empujaba en mí cuando

(hicimos el amor)

cogimos. Me siento en clase e intento expresar mis recuerdos en abstractos garabatos,


cubriendo una página con ellos y sólo dándome cuenta cuando los estudiantes a mi
alrededor se levantaron de que no tenía idea de que habñia sido la clase.

Martes, repruebo un examen.

Miércoles, Randy me pregunta si estoy enamorado. Le doy un golpe en el estómago.


Platicamos un rato y me siento mejor como por una hora. Después de eso, salimos por
cervezas y me pierdo de nuevo.

Jueves, escapo de las clases y busco a esta porrista. Supongo que quizás algo sexo
normal a la antigua sacaría a ese maldito zorro de mi mente. Ella es una alegre mapache,
con un gran “portaequipaje” y una gran actitud, ella es muy ruidosa en la cama.
Establezco un record de velocidad saliendo por la puerta cuando acabamos.

Viernes, me rindo y vuelvo al bar con los chicos.

Estamos sentados en nuestro grupo, las chicas en el suyo y la ardilla está en el bar, sola.
No puedo seguir la conversación, y eventualmente lo chicos dejan de intentar incluirme.
Paso cerca de la ardilla y me siento al lado de ella, con una pata sobre la mesa en donde
la zorra--el zorro estuvo sentado hace una semana.

Ella mira alrededor para ver si había alguien más ahí, entonces me dirije sus grandes
ojos de nuevo. “¿Le invitarías un trago a una chica? “

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“Si”. Le hago una seña al barman. “Un vaso de Wild Turkey y uno de lo que sea que
ella está tomando”. Entrego el dinero.

Interesada ahora, la ardilla se endereza. Intento no marearme con su perfume. “¿Tú te


fuiste con esa zorra? ¿Volviste por algo menos mordaz?”. Sus prominentes incisivos se
mostran cuando ella rie.

Hago una mueca. Incluso la conversación que están teniendo los chicos sobre cual
superhéroe de película es el mejor es mejor que esto, la cual consistía mayormente en
citar sus partes favoritas con sonidos de disparos. “¿La conoces? ¿La zorra que estaba
aquí la semana pasada?”

El barman sirve mi trago, y alguna cerveza clara enfrente de la ardilla. Dreno mi trago
antes que él tuviera oportunidad de alejarse. La ardilla pone una cara de desprecio. “No,
no conozco a la idiota creída”

“Bien. Disfruta tu cerveza”. Me levanto y me voy, ignorándola murmurar “imbecil” y el


“Hey, Dev” de Randy. Por un momento, ya afuera en la noche, me preocupo de que él
me siga, pero quizás el recorda lo del miércoles, y no quiere meterse en eso de nuevo. Él
preferiría estar en los brazos de una de las dos perras de pechos grandes en la otra punta
de la barra. Desearía que eso fuera todo lo que yo quería.

Intento encontrar la casa una vez más, pero no hay números en la calle y todas las casas
se ven parecidas. Ni siquiera sé por qué estoy buscándolo. Quiero gritarle al zorro.
Quiero agarrarlo. Quiero tomarlo por la garganta y decirle que saliera de una maldita
vez de mi cabeza. Quiero besarlo de nuevo. Un hurón me pregunta si estoy perdido
mientras camino de un pórtico a otro, y contesto, “Amigo, no sabes ni la mitad”. Me
deja en paz.

Encuentro lo que estoy seguro es la casa correcta tres veces. Cada vez me quedo ahí por
quince minutos intentando recordar si el patrón de la pintura descascarada es familiar o
no. Reviso los nombres de los buzones, pero ni siquiera sé el nombre del pequeño
maldito, y no ponen “pequeño zorro marica” en la lista de nombres. Un montón de
personas llegaron a casa mientras estaba buscando en los porches, pero solo una zorra, y
ella era definitivamente una zorra5. De verdad.

A las 12:30 de la noche encuentro una calle diagonal que se veía exactamente como la
calle que había estado buscando por todos lados durante dos horas. Miro todas casas de
esa calle y encuentro la casa correcta dos veces más.

A la 1:30 de la mañana vuelvo al bar y me voy con la primera chica que veo, que no
estuviese acompañada y no fuera la pintada ardilla. La llevo a mi habitación y vamos
directo a “eso”, y está bien. No fue fabuloso. Sin fuegos artificiales. La echo a las 3,
vuelvo a mi cama y me quedo ahí mirando el techo. Se me ocurre la loca idea de que si
uso binoculares y miro a través de las ventanas de la planta alta, puedo llegar a
encontrar el techo que tenía el patrón específico del daño de la humedad que recuerdo y
entonces sabría donde él vive. Voy tan lejos como para revisar en internet para ver
donde puedo conseguir un par de binoculares de acercamiento, y me doy cuenta que me

5
Idem 3

17
he vuelto completamente loco. Estoy sentado en mi escritorio a las cuatro de la maldita
mañana comprando binoculares para que pudiera buscar el techo de un apartamento
donde había tenido la única experiencia gay de mi vida. Sin mencionar cuan loco me
vería caminando, subiendo y bajando por la calle mirando a través de las ventanas del
tercer piso. León Cristo6.

Necesito encontrar a ese zorro. Quiero sacarlo de mi cabeza, y de una manera u otra,
voy a conseguir lo que quiero.

La práctica del sábado es otro desastre. Estoy con dos horas de sueño y el entrenador me
manda al equipo de reserva para los últimos ejercicios del día, donde fui puesto con un
novato de receptor quien era un zorro rojo. Aunque él no es mi zorro; es como seis pies
de alto y sólo tiene que levantar la cabeza un poco para verme a los ojos. Además tiene
una voz profunda. Pero tenía el mismo hocico delgado y dos veces termino
imaginándolo deslizándose sobre mi pene y pierdo mi concentración.

Espero que el resto del equipo se fuera para tomar mi ducha.

No sé qué hacer. Vuelvo sobre mis pasos desde el bar el día siguiente, esta vez pidiendo
prestado el auto de Randy y encontrando la calle correcta. Absolutamente seguro esta
vez. Me estaciono a las siete en punto, me quedo sentado en el auto mirando toda la
calle, a todos quienes van y vienen.

Ocho y media. Pasa un lobo policía y me pregunta si necesitaba ayuda. Dije que estaba
esperando a un amigo del equipo de futbol. Él revisa mi identificación y me deja solo.
Gracias a dios hay algunos fans en esta ciudad.

Nueve y veinte. Dos zorros machos aparecen, riendo y hablando. Ellos pasan justo por
mi auto y entran a un edificio, tres puertas abajo. Ninguno es él. Estoy muy seguro.
Hago una nota del edificio de todas maneras.

Diez y treinta y tres. Me enderezo en mi asiento. Es él. No hay duda. Está vestido con
una pulcra camiseta azul con botones y jeans, cargando una gastada mochila sobre un
hombro. No pretendiendo ser una mujer ahora. Mis garras se extenden, haciendo hoyos
en el asiento de Randy. No puedo ver su expresión, pero sé que tiene esa sonría creída
sobre su hocico.

No es hasta que él está a medio camino hasta mi auto que me percato de que no está
solo. Él está caminando con un mustélido extrañamente alto, hurón, comadreja o algo, y
diablos, la primera cosa que pienso es ¿Qué diablos está haciendo con ese chico? Por
supuesto, lo que quiero decir con eso, razoné, es si ellos entran al edificio, juntos, podría
ser la casa de la comadreja.

No entran. Ellos se detienen en frente de una de las casas. El zorro sube el primer
escalón de manera que pudiera ver a su amigo comadreja a los ojos. Ellos hablan por un
par de minutos y entonces la comadreja sigue su camino.

6
Referencia bíblica a Cristo y el símbolo de fuerza que es el León según la biblia católica.

18
Esa es la casa correcta, lo recuerdo ahora. Ese marco de puerta, ese viejo pedazo de
cinta sobre la ventana. Mi corazón late más rápido.

El zorro entra. La comadreja despeja la calle y gira en la esquina, fuera de vista. Yo


salgo del auto.

Camino a la casa simplemente como si viviera allí. Gran problema: el portón está
cerrado. Miro a través del portón. Había nombres en el buzón, pero los números de
departamento sólo dicen 1, 2, 3. No puedo deducir si él es R. Michaelson o W. Farrel.
No puedo entrar. No hay problema. Simplemente usaré por la escalera de incendios.

Se me ocurre de nuevo, cuando encuentro la ventana del pasillo entreabierta y me meto


a través de esta, que he ido muy lejos. Afortunadamente, también estoy lejos de
preocuparme.

Podría no haber reconocido el edificio, pero cuando llego al tercer piso, sé cuál era su
puerta. Podría haber un imán de tigres adentro, cuya fuerza me está atrayendo hacía
adentro. Llamo a la puerta antes de saber que estaba haciendo, antes de ocurrírseme que
voy a decir. No puedo esperar un minuto más, y además, bien puedo estar ahí otras
cuatro horas y no ocurrírseme que decir.

Su aroma me llega un momento antes de que él abra la puerta. Tengo un momento de


sorpresa ante su infantil melancolía antes de que él evalúe la situación y se relaje en una
sonrisa. “Vaya, vaya, Devlin Miski. ¿Cómo entraste?”

Me atrapa con la guardia baja porque saber mi nombre. “Uh, por la escalera
emergencia”.

Hay un centello de humor, devolviéndome la mirada. “Ya veo. ¿Volviste por más, o
volviste para golpear al marica?”

No puedo dar voz al torbellino de emociones en mi pecho. “¿A qué carajo estás
jugando?” Grito, más fuerte de lo que quisiera.

Sus ojos se mueven rápidamente a la puerta opuesta, y él se encoge de hombros. “Los


deportista de esta escuela me desquician. Estás en la División II de Football 7, por el
amor de Dios. Ni siquiera estar de aspirar a jugar profesionalmente, pero caminas
por ahí como si esta ciudad te perteneciera. A pesar de nuestra tolerante cultura, tú aún
vas por ahí haciendo chistes de maricas y golpeando gays.”

Él está hablando de ese incidente del año pasado del cual todos se habían olvidado.
“¡No tuve nada que ver con eso! Y el entrenador expulsó a los chicos del equipo.”

“Sí, bueno”. Se encoge de hombros de nuevo. ”Expulsados del equipo de football. Que
alegría. Se me ocurrió la idea de tener a uno de ustedes en la cama, entonces podría
contarles a mis amigos sobre eso, quizás les daría algo en que pensar.”

7
División intermedia de la National Collegiate Athletic Association (NCAA) (Asociación Nacional
Atlética Universitaria). Existen las divisiones I, II y III, siendo la División I la más competitiva y sus
jugadores tienen más posibilidades de conseguir una beca y/o jugar profesionalmente.

19
“¿Sólo uno?”.

De nuevo, la leve duda, y ahora soy lo suficientemente rápido para ver su sorpresa antes
de que recobrarse. “Mira, lo que sea que quieras, vamos a terminar con esto ¿Ok?”

“No sé lo que quiero”. Aullo. Mis garras se extienden y se retraen, se extienden y se


retraen, y mi cola está azotando.

Él me mira y me dice con una voz femenina como de Lauren Becollie de nuevo. “Bueno
guapo, regresa a verme cuando lo sepas.”
El empieza a cerrar la puerta. No puedo dejarlo irse y no puedo seguirlo. No puedo
dormir con mujeres y no puedo dormir con chicos. Estoy atrapado entre mundos y eso
me está rompiéndo a pedazos.

Meto mi pie en la puerta. Él retrocede un par de pasos. Le grito, “¡Tú me has arruinado
para las mujeres!”.

Nos quedamos ahí de pie y nos miramos el uno al otro por una eternidad. Lentamente,
él pone esa creída sonrisa en su hocico, pero hay una triste dulzura detrás de ella
también. “Oh, cariño,” el dice y extiende esos gentiles dedos para cosquillear mi
barbilla. “Tú nunca fuiste para las mujeres”.

Pone el más ligero énfasis en esa última palabra. Lo miro. Quiero sacar esa sonrisa de su
hocico. Quiero golpear su rostro, noquearlo, hacerlo retractarse. Odio su engreimiento.
Odio su olor. Odio el abismo que hay entre nosotros, el hecho que él estáé de pie tan
perfectamente en su mundo, donde él pertenece, que ya no sé a dónde pertenezco yo.

Odio el hecho de que él tiene razón.

Entro a su departamento y lo agarro. Él se retuerce en el medio segundo antes de


presionar mi hocico contra el suyo, entonces él se derrite en el beso.

Lo había olvidado.

Es como un trago de agua después de una práctica completa. Es entrar en un aire


acondicionado en un día caluroso de verano. Es como una humeante taza de chocolate
caliente mirando la nieve en la ventana. Es todo eso combinado cien veces. Es pasión.
Son fuegos artificiales. Es tan bueno que me olvido de todo, incluso donde estoy, hasta
que escucho el ruido de la puerta que se cierra detrás de mí y siento la pierna del zorro
retirándose para que la puerta se cierre.

Bajo la mirada a sus brillantes ojos azules y él está enseñando esa satisfecha y engreída
sonrisa de nuevo. Entonces lo levanto y lo llevo a la cama para hacer exactamente lo
que sabía que él quería que yo hiciera.

Malditos zorros.

20
La guía para football de Lee
(Lee)

Cuando tenía siete años, tenía a varios compañeros de clase que me preguntaban si
quería que los Devils o los Firebirds ganaran el campeonato. No sabía de lo que estaban
hablando. A mi papá le gustaba el football, pero a mí me gustaban los relatos, y pude
haber dicho un par de cosas que no debí haber dicho de las personas a quienes les
gustaba ver matones corriendo sobre un campo y golpeándose unos a otros. De manera
que mientras mi mamá estaba sacudiendo arena de patio de juegos de mi rostro y pecho
y cola, mi papá empezó a explicarme el football.

Incluso aunque aún estaba en esa edad donde quería ser como mi papá, no tenía
mucho interés en el football. Pero con el campeonato acercándose, él pensó que era el
momento perfecto para enseñarme. Como cualquier otra cosa que él ha hecho en su vida
–y he repasado la lista más de una vez– él me metió en el football. Entonces si eres uno
de esos chicos a quienes les gustan el ajedrez y los libros, escucha atento, porque
leyendo esta historia estas en el medio de cómo es crecer en la Secundaria Nicholas
Dempsey. No tiene que gustarte el football para entenderlo, como mi papá me dijo, pero
eso ayuda.

Mira, lo que siempre odié del football era que yo era malo para ello. Había jugado
sólo un juego para entonces, en el campamento. No entendía las reglas. Para mí, era
sólo una estúpida excusa para que los chicos grandes les dieran una paliza a los chicos
pequeños. Lo que mi papá me dijo entonces era que el football era como un juego de
ajedrez.

Aguarda. No te vayas. Imagina que tienes a estos once chicos. Cada uno puede
moverse de cierta manera. Quieres adelantar tu posición (simbolizada por el balón)
sobre el campo, ya sea dándoselo a una de las piezas y que esta lo lleve hacia adelante, o
por pasarlo a alguna pieza que esté más abajo en el campo. Los chicos que están
alineados justo en el límite son la línea ofensiva– como un rompeolas. Detrás de ellos se
ubica el mariscal de campo8, y detrás de él, el corredor9(o running back) y el fullback10.
Ellos son los que llevarán el balón si escoges llevarlo corriendo. En los bordes están los
chicos rápidos cuyo trabajo es correr campo abajo y estar listos si escoges arrojar el
balón: los receptores11 y los tight end12.

8 En ingles quarterback.
9 En ingles “halfback”.
10 También conocido en varios medios latinoamericanos como “corredor de poder”.
11En ingles Wide receivers. Posición especializada en recibir los pases del mariscal de campo para logra
un touchdown o avanzar yardas.
12 Último hombre de la línea defensiva, es decir que está en un extremo de esta.

21
Tu mariscal de campo es como una reina (y créeme, muchos de ellos lo son más de
lo que pensarías). Él es la pieza más poderosa y él dirige la ofensiva. Lobos y leones
hacen buenos mariscales, porque ellos tienen esta mentalidad de manada innata. La
línea ofensiva son como peones: ellos sólo se mueven una muy corta distancia, y su
trabajo es proteger a la reina. Tú tienes a grandes y agresivos chicos ahí, como osos y
jabalís, porque ellos también tienen que mover a los defensores de manera que dejen
lugar por donde puedan pasar los corredores. Esto es más duro de lo que suena, pero no
voy a entrar en detalles. Los tight end (Si, hemos escuchado todos los chistes13) o
ayudan bloqueando o corren una corta distancia campo abajo para actuar como un
receptor. Entonces tienes a los corredores y los fullback, normalmente carcayús y
caballos, quienes son los alfiles: tienen que moverse a través de los espacios abiertos
por los peones. Los caballos serían los tight end y los slot receiver14, quienes pueden
ayudar a defender o “saltar” cortas distancias campo abajo. Y los wide receivers son
torres, quienes toman ventaja de las largas “columnas” abiertas y corren campo abajo.
Para todos estos últimos, tienen ciervos, chitas, y zorros. Y lo que tienes que hacer con
estas piezas es diseñar una estrategia que te ayude a ganar terreno, programar una serie
de movimientos con anticipación, y observarlos ir. Mientras tanto nuestro oponente
tiene sus propios once tipos, y está intentando adivinar que van a hacer nuestros chicos
para detenerlos.

Si estás defendiendo, tu objetivo es detener el progreso del otro equipo. De paso, esta
es la parte del football que odio, porque yo nunca podía taclear, y ellos podrían
derribarme con un brazo. Los QB15 empiezan con el balón, entonces vas detrás de él.
Miras la situación en el campo, miras la manera en que las piezas se están ubicando, y
ubicas a tus chicos para, con algo de suerte, interrumpir lo que la ofensiva está
haciendo. Tu línea de defensa, ubicándose a lo largo de la línea ofensiva, ya está
atacando, lo cual es el por qué los mejores tienden a ser grandes y rápidos predadores,
como enormes gatos. Entonces tienes un puñado de chicos que se quedan detrás de la
línea defensiva para lidiar con los wide receivers y los tight end si estos se meten en ese
territorio. Los mejores que hay son predadores de tamaño mediano, como coyotes,
zorros más grandes y chitas. Y porque es un campo enorme, tienes que decidir cosas
como asignar un defensor para cada jugador ofensivo, de manera específica, o hacer que
los defensores sólo cubran secciones del campo, y así sucesivamente.

Y así por el estilo, para no hacer las cosas más complicadas, pero hay algo más, los
cuales son llamados “equipos especiales”. Si un equipo no mueve el balón lo
suficientemente bien en la ofensiva, estos terminan pateándolo, o hacia el otro equipo
(una patada de despeje) o a través de la meta, si están lo suficientemente cerca. Los
caballos y conejos, usualmente hacen la patada, por su puesto. Por el otro lado,
necesitas alguien rápido y hábil para atrapar la patada e intentar regresar el balón, y

13 Esto se refiere a un doble sentido puesto que en el texto original (“tight end”) tiene varias
interpretaciones, una de ellas significaría de “parte posterior ajustada o apretada.”
14
Nombre menos formal dado a los tight ends o receptores que se posicionan separados del resto.
15 quarterback

22
aunque hay un par de conejos que son buenos para esto, los mejores siempre han sido
las comadrejas y las nutrias.

Lo que hace al football más interesante que el ajedrez es que las piezas pueden
pensar (bueno, algunas de ellas) y tomar decisiones sobre el campo. Ellos saben lo que
se supone que deben hacer, pero si ven algo que los bloquea, pueden hacer un ajuste y
cambiarlo. A veces hacen cosas realmente estúpidas, lo cual es divertido, y a veces
hacen cosas increíbles, lo cual es aún más divertido.

Además, digo, son chicos en ropas ajustadas. Hay acercamientos de los mariscales
poniendo sus patas bajo el centro de la cola (con algún definitivo contacto). Hay
abundancia de músculos, ocasional agarre de colas, y después de los juegos, hay
nalgadas ¿Cómo no puede gustar este deporte?

23
24
Secretos
(Dev)

Mediados de Noviembre 2006

Tengo un secreto.

Lo he tenido por un par de meses. Mis compañeros de equipo sabían que tenía un
secreto desde octubre. Igual que el entrenador el entrenador. Ellos aún no saben que es,
y han parado de preguntar. El periódico de la escuela empezó a preguntarme por
entonces, y no se han detenido. No le he dicho a nadie que es.

Tuvimos nuestra primera nevada ayer. La nieve aún está sobre el suelo cuando nos
ponemos en posición en el campo, jugando contra Hilltown State. Ellos tienen a este
increíble receptor, un chita llamado Rex Millen, él está a punto de anotar veinte
touchdowns este año, en once partidos. Es el monstruo del año.

Es gato contra gato cuando nos alineamos. Lo veo mirarme y sé lo que él está pensando:
Demasiado grande, quizás él es rápido pero no tiene mi velocidad, Sólo pásalo y
llévalo campo abajo, él sólo tiene suerte, por eso está consiguiendo esos números, pero
su suerte se acaba hoy. Sé que él estaba pensando esa última parte porque él lo dijo, tan
frio como la nieve sobre el terreno. “Tu suerte se acaba hoy”

Le regreso una sonrisa. “Esa es la única cosa que va a funcionar hoy”, le digo y levanto
la mirada a las gradas justo como hago antes de cada partido.

En medio de la sección de estudiantes, en el mismo asiento de siempre, hay una zorra.


Ella está usando una blusa blanca, falda marrón, y si estoy a ubicado en el lado derecho
del campo, puedo ver la intensidad de sus brillantes ojos azules. Si levanto la mirada
mientras estoy en la banca, ella está hablando a un “cola anillada” y una comadreja al
lado de ella, o a veces ella está mirándome, pero es más relajado, más casual, y podría
conseguir una sonrisa. No cuando estamos empezando con una jugada. Ella está
observándome, y miro para estar seguro que ella esta mirándome, y entonces me alineo.

Los escucho lanzar el balón, pero es un sonido distante. Lo que estoy buscando es la
jugada delante de mí. Él se agita, éste, no puede mantenerse quieto, excepto cuando la
jugada está por comenzar. Puedo ver la concentración en sus ojos, su cola deja de
moverse. Un segundo, casi exactamente. Entonces sé a donde va a ir él y lo derribo ahí.

25
Tengo permitido atacarlo dentro de las cinco yardas. Hago dos pasos y lo embisto,
deshago su patrón, entonces voy a donde creo que el irá. Si el quarterback es bueno, él
ve que la estrategia está bloqueada y no hace el lanzamiento.

Ellos tienen un nuevo QB, un gran lobo negro. Él es bueno. Pero es un novato. Él ve el
juego bloqueado en medio de su lanzamiento, entra en pánico, intenta cambiar la
dirección, pierde el balón. Lo deja caer. Geoff, uno de los dos toros en nuestra línea
defensiva, se lanza encima.

Eck es un coyote, mi contraparte en el otro lado del campo. “Él va a tener que mirar esa
jugada un par de cientos de veces,” dice él, y reímos la risa de chicos que han estado
plantados en frente de filmaciones de partidos. Nos sentamos en la banca, levanto la
mirada a las gradas, y obtengo una sonrisa.

No hago ninguna atrapada en ese juego. Hay una que pude haber hecho, pero ya es tarde
en el juego y mis patas están cansadas, afecta hasta la punta de mis dedos. Restrinjo a
Rex a sólo dos recepciones, doce yardas en total, antes de que dejan de intentar pasarle
el balón. Él sigue hablando basura todo el juego, pero para el cuarto cuarto él está en la
banca y su entrenador le da una oportunidad a un novato de primer año. Nuestro
entrenador pone a Eck sobre le novato y a mí al otro lado, pero para ese punto el juego
ya ha terminado de todos modos.

Estamos 7-1 a mitad de Noviembre. Eso es muy bueno, en caso de que no lo sepas.

Los chicos me fastidian un poco. “Hey, Dev, ninguna atrapado hoy ¿Cuál es el
problema?

“Me sentía mal por el chico”, les digo, sonriendo.

Randy, un gran lobo quien es mi compañero de dormitorio y nuestro linebacker medio,


me codea. “Quizás deberías venir a Fang con nosotros de nuevo”.

Todos ellos se preguntan si ese es mi secreto, que ya no voy al “mercado de carne” los
viernes. Randy piensa que lo sabe, pero no le ha contado a nadie, a menos que cuentes
indirectas como esa. Es difícil mantener un secreto a tu compañero de dormitorio. No
tan difícil con Randy, quizás, pero aún así.

Entonces le doy pequeñas pistas aquí y allá. No deliberadamente, sólo lo suficiente para
que él pueda armar el rompecabezas de forma no enteramente correcta. Odio admitirlo,
pero empiezo a divertirme haciéndolo.

Por supuesto, cuando se trata de ser astuto, tengo al mejor maestro.

26
27
Agosto 2006
He estado en sentado en el auto de Randy por casi una hora. La powerade de 32oz. se
ha acabado; incluso con la ventana baja, estoy jadeando por el calor.

Sé el nombre de la calle en la que estoy esta vez. Y sé que la casa la cual estoy mirando
y he estado mirando durante los últimos 56 minutos, acorde el pequeño reloj LED del
auto, es la correcta. Sé un montón más de lo que sabía la última primavera, cuando
estaba sentado en este mismo auto en esta misma calle.

Lo que aún no sé es que carajos hacer.

Dos largos meses en casa, de vacaciones de la escuela, el football, y esta casa. La


primera semana fue mala, pero lentamente se puso mejor, y ayer cuando volví a la
escuela, pensé, no necesito volver.

Pero todo el día de ayer, a través de orientación, el almuerzo, calentamiento, me quede


pensando que no haría daño pasar por ahí. La mayoría de los estudiantes
probablemente no habían vuelto aún. Sólo para ver si la casa aún estaba ahí.

Todo el día de ayer y todo el día de hoy, peleé contra la urgencia, y entonces, porque
teníamos la tarde libre, le pedí a Randy si podía prestarme su auto. Conduje hasta la
casa hace cincuenta y siete minutos, me detuve, y no me he movido desde entonces. Dos
veces abrí mi puerta, una incluso puse una pata afuera, sobre la calle, pero ambas
veces volví a mi asiento y cerré la puerta. Quiero subir a la puerta, lo quiero con un
hambre física. Quiero irme, borrar esta complicación de mi vida. Quiero, por sobre
todo, que me digan que es lo que quiero.

Dos minutos más tarde, justo bajo la marca de una hora, la puerta de la casa se abre.
El zorro en un impecable vestido de verano color crema se queda de pie en la entrada y
me sonríe. Tengo escalofríos a lo largo de mi espina que hace a mi cola curvarse, y ya
no hay ninguna duda. No con esa sonrisa y esos ojos azules. Mi cuerpo, por un
momento, no es más que un recuerdo viviente moldeado por esas patas chocolate.

Salgo fuera del auto, subo las escaleras del frente, me quedo de pie en la puerta en un
parpadeo, mirando a esos ojos, y hay un brillo en ellos que me deja hormigueando todo
el cuerpo.

“Ese es un vestido nuevo, Lee”. Murmuro.

“Lo compré para ti.” Dice en una baja y ronca voz que había escuchado sólo en mis
sueños por dos meses. Tomo sus esbeltos hombros en mis patas y me inclino para un
beso.

Tengo que cerrar mis ojos. Él aroma, la lengua, las patas deslizándose sobre mí, el
ligero estremecimiento en el cuerpo cuando mis patas lo sujetan fuerte…

¿Bueno para mí? Diablos, no

Simplemente bueno.

28
Mediados de Noviembre 2006
Me deshago de Randy muy fácilmente. Él tiene cosas que hacer, y yo también. Sé que
no estoy pasando exactamente inadvertido cuando camino calle abajo, pero estoy
relajado, más confiado, y actúo como que pertenezco ahí, justo como me han enseñado
a hacer. Sin ropa de colegio, sin chaqueta de football, Sólo un tigre de seis pies de alto
paseando calle abajo.

Aún observo alrededor para ver si alguien está mirando antes de saltar los escalones a la
casa. En la sombra del porche, toco el timbre, y aunque el zorro vive en el tercer piso,
no tengo que esperar ni un minuto antes de estar siguiendo esa espesa cola roja a arriba
por dos tramos de escalera. Con cada paso, me pongo más y más excitado, y por el
tiempo en que llegamos arriba, estoy saltando sobre mis talones y consigo una sonrisa y
un bajo “Paciencia”, cuando las patas chocolate abren la puerta y me hace pasar.

Nos besamos de nuevo adentro, y esas patas pasan por mi estómago, levantando mi
camiseta, metiéndose en mis pantalones sin dudar. Gimo cuando estas me acarician
sobre mi ropa interior, un ronco gruñido, intento de un jadeo que trae un suave besito en
respuesta. Mantengo mis patas ocupadas acariciando ese delgado y tenso trasero,
levantando la cola y desabrochándole la falda.

Cae al piso apenas haciendo ruido. Mis patas se deslizan sobre el pelaje desnudo bajo la
cola, alrededor de las caderas, y al frente. Detrás de la aterciopelada blusa blanca, el
afelpado pelaje blanco llega a un pico en una bien proporcionada cresta de blanco.
Debajo de este, un “saco” de pelaje color blanco, y sobre él, un duro miembro rosa
reflejando el mío.

Traigo al zorro más cerca de manera que pudiera sentirlo contra mí. El frota su erección
en mi pierna mientras sus patas pasan a lo largo de la mía. Ese era un gran secreto. Pero
no es mi más grande secreto.

Agosto 2006

Este es el momento donde dudo. Han pasado dos meses, y sentir otro pene contra mí
empieza a sentirse tan raro como se sentía en Abril. No, quizás no tan raro, pero lo
suficientemente extraño como para hacerme dudar.

Él inclina su cabeza atrás y la sonrisa curvándose hacia las esquinas de su hocico es


tan familiar como su aroma y el toque de sus patas. “¿Cuál es el problema?”dice para
provocarme ligeramente. “¿Me has estado viendo como una zorra16 durante estos dos
meses?”

“No”, Digo de golpe. “Yo sólo…”

16
Femenino de zorro. No peyorativo.

29
30
Antes de saber que está haciendo, él ha tomado mi pata en la suya y la pone justo en su
miembro. “Aquí tienes”, dijo, “en caso de que hayas olvidado como se siente”.

¿Cómo podría? Sólo bajo la mirada para verlo, sin mover mi pata. Mis almohadillas
hormigueaban donde tocaban la cálida carne. Y la extrañeza va desapareciendo
mientras mi memoria regresa, tomándome, y empujándome hacia él de nuevo.

“Eso es mejor”, murmura él, y acaricia con su hocico mi pecho cuando comenzo a
mover mi pata arriba y abajo, recordando la sensación de él y descubriéndola
nuevamente. Es lindo provocar esa expresión en su hocico también, los ojos cerrados y
la suave y dichosa sonrisa. Hay sólo una expresión que me gusta ver más, y tengo un
presentimiento de que estaré viéndola de nuevo dentro de poco.

Eventualmente, él abre sus ojos y toca mi pezón con su fría nariz, entonces con su
cálida lengua. Me estremezco, él muerde, apretando el pequeño botón y entonces
liberándolo cuando se deja caer sobre sus rodillas. La pequeña pata me sostiene
mientras su cálida lengua lame lentamente a lo largo hacia arriba.

Esta es la parte donde tengo que sostenerme contra el muro.

Él toma todo el largo en su hocico, calidez y dicha golpean como olas contra mí.
Cualquier rocosa resistencia que tenía hacia él, no mucho después había sido reducida
a arena. En algún punto, empiezo a hacer un ronco gruñido de placer. No recuerdo
hacerlo conscientemente, pero puedo oírlo, y puedo decir que por el rápido movimiento
de sus orejas que él también lo escucha.

Respiro pesadamente y mi cola es azota por todo el lugar.

Él se pone de pie, camina a donde el vestido crema está tirado en el piso, y me deja
mirarlo de arriba hacia abajo. Lo hago, hambrientamente, bebiendo ese cuerpo de
cinco pies y algo de alto, delgado, probablemente de la mitad de mi peso. Todo blanco
al frente, su pecho rebosa de pelaje, sin músculo. Un estómago que podría rodear con
ambas patas. Pelaje marrón rojizo a la distancia, pero más de cerca es de tres diferente
matices de naranja, algunos tan oscuros como el marrón, otros casi amarillo. Me
recuerda a las hojas en otoño.

Nunca conocí a un chico que pudiera ser lindo. O convertirme en un maldito poeta.

Él pone una de sus marrones patas alrededor de mi resbaladizo miembro y tira de él,
no tan gentilmente empujándome a la cama. Gruño un poco y juego a resistirme antes
de seguir. Su sonrisa dice “A quien estas engañando” sin tener que dejar que las
palabras pasen por sus labios.

En la cama, él empuja contra mi pecho con una gentil pata. He tenido doscientas
cincuenta libras de lobo golpeando contra mí y no me he rendido en el suelo. Me
recuesto sobre la cama y me quedo sobre mi espalda como un conejito.

Él sube encima de mí, extendiéndose sobre mi estómago y meneando esa suave, larga y
mullida cola sobre mi miembro. Pongo mis patas sobre sus caderas.

31
Mediados de Noviembre 2006

Su largo y rosado miembro rebota en frente de mi nariz. Al igual que saltar desde el
trampolín alto, preparo mi mente y me muevo a delante antes de que mi buen juicio
pudiera detenerme, con la lengua afuera y los ojos cerrados. Puedo oler muy bien su
aroma a zorro, y cuando la punta de mi lengua roza su parte baja, puedo escuchar el
cambio en su respiración.

No es ni cercanamente tan malo como me había dicho a mí mismo que sería. Es como
lamerme a mí mismo, sólo que más pequeño y con un olor más fuerte. Lamo de nuevo,
manteniendo mi ritmo ahora que he empezado, y puedo sentir el más ligero temblor en
sus caderas cuando presiono mi lengua hacia arriba, dejando caer su miembro contra
esta antes de lamer hacia arriba de nuevo.

Diablos. Esto es un poco divertido.

Siento todo el largo de su pene, comenzando en la base y sientiendo una buena cantidad
de su esencia en mi nariz en el proceso. Mi lengua es lo suficientemente grande para
cubrir su miembro, y así lo hago, rozando arriba, abajo y sosteniendo sus piernas en su
lugar porque él está empezando a retorcerse. Se lo hago por un poco más y entonces
abro mis ojos y levanto la mirada hacia él.

Su lengua estaba colgando afuera de un lado de su hocico y él me sonríe cuando me


detengo. “No fue tan malo ¿o sí?” dijo.

Le sonrío. “Dímelo tú”.

“No tan mal. Para tu primera vez”. Él toca mi nariz con la punta de un dedo. “Todo es
cuestión práctica”.

“Si, si”. Sabía que el sólo estaba bromeando. Entonces lo sujeto por las caderas y
ronroneo. “Hablando de práctica ¿No es tiempo de que practiques agrandando ese
pequeño y ajustado agujero tuyo? “

“Si te viera más de una vez a la semana, no estaría tan ajustado y estrecho.” Él ronronea.
Para ser un zorro el ronronea como un profesional.

“Si te viera más de una vez a la semana,” jadeo cuando él se sienta hacia atrás,
contoneando su pequeño y ajustado trasero más de lo realmente necesario para meter mi
palpitante miembro dentro de él. “no tendría suficiente energía para jugar football.”

La calidez me rodea. El movimiento de su sensual cuerpo encima del mío y la estrechez


sujetando mi pene, todo eso enviando temblores por todo mi ser, haciendo mi pelaje
ultra sensitivo a cada toque. Su cola rozando mis piernas son las caricias de un amante.
Sus patas sobre mi estómago y pecho son una dicha. Y cuando el susurra algo como
“Tendré que probar esa teoría alguna vez”, y se inclina para besarme, todas las palabras
que conozco son echadas de mi cabeza. Todo lo que puedo hacer es sujetar sus
costados, sostenerlo contra mí, y llevar mis labios de nuevo y de nuevo a esa increíble
calidez.
32
Ahí, en algún lugar, mis patas quedan envueltas alrededor de su miembro, y estoy
ordeñándolo con entusiasmo. El movimiento se alimenta en mis sensaciones, y puedo
sentir el rugido entrando en mi garganta cuando todo sólo se pone mejor y mejor. Lo
sostengo, conteniéndolo hasta el final, pero se me va, hacia arriba y al exterior, y rujo en
su hocico, sintiendo su cuerpo sacudirse con mi pasión y la suya propia.
Hasta el último abril, solía decir que interceptar un pase y regresarlo para una anotación
era mejor que el sexo.

Ya no digo eso más.

Agosto 2006
“¿Porqué no usas pantis?” Pregunto. Estamos acostados sobre la cama, desnudos, aún
jadeando y sucios, pero desconectados. Su departamento no tiene ningún
acondicionador de aire, e incluso con las ventanas abiertas, el calor es sofocante. He
estado repasando mis patas a lo largo de las líneas de su pelaje y él ha estado pintando
mis rayas con sus marrones dedos. Por el momento, mi confusión se ha ido.

“¿Quieres que lo haga?”. Él contesta como para eludir la pregunta, con sus dedos
provocando y sus ojos azules posados en mí.

“No lo sé. “Digo. “Sólo estaba preguntando”.

Él me estudia por un momento más largo, y entonces sonríe. “No es que eso me excite.”
Él dijo. “Es sólo para que yo pueda verte en público.”

“Compraste un nuevo vestido.” Mi pata está descansando sobre su “acabado” y


pegajoso miembro cuando lo digo. Estoy débilmente consiente que en otra vida, el otro
yo hubiera cortado su pata en vez de ponerla en el pene de otro chico. Espero que el
otro yo no recuerde este momento, si es que regresa.

“¿Sabes que tan pesada es esa falda? Esta a 90 grados17 afuera. Moriría.”

“¿Entonces compraste un vestido para ser capaz de besarme en la puerta?”

“Bueno,” dice él, “¿Hubieras frotado mi pene si hubiera respondido a la puerta con mi
camiseta y Dockers18?

Le doy otra caricia resuelta. “Claro”.

“Claro”, él repite, y entonces se aleja de mí, hacía el baño. “¿Quieres acompañarme


en la ducha?”.

17
En E.E. U.U. Usan un sistema distinto al de Latino América.
18
Marca de ropa.

33
Lo miro ahí de pie y todos esos pensamientos sobre hojas regresaron cuando el alisa su
pelaje. Pero la ducha… Nunca nos habíamos duchado juntos. Él nunca lo preguntó.

“No, está bien”. Dije.

Él ladea su hocico. “Es grande para ambos”,él dice. “Te has duchado aquí antes”.
“Lo sé. Sólo no quiero”. Y porque no quiero decirle la razón real, digo, “Sólo déjalo
así”.

Aparece la temida ceja arqueada. “Entonces ¿Coges a un chico por el culo, pero no te
bañas con él después de eso? ¿No te duchas con tus compañeros del football todo el
tiempo?”

Había olvidado la manera en que el parece saber exactamente lo que estoy pensando y
“corta” justo en eso. Él debería ser pre-médico, le había dicho, por la manera en que
hace incisiones. “Si, Doc, y quizás no quiero estar pensando en esta ducha durante Esa
ducha ¿Bien?”

“Ok, semental”, dice él. ´Semental´ es su nombre para mí cuando él se enoja conmigo
porque estoy siendo un tipo estúpido. ´Doc´ es mi nombre para él cuando él está sobre
analizándome. Él uso de los viejos nombre de la primavera pasada es tranquilizador y
familiar, incluso aunque sólo somos amigos con derecho19.

Él se encoge de hombros y camina al baño, balanceando su cola detrás de él y


meneando ese tierno trasero de un lado al otro. En la puerta, se detiene, posa y dice, en
esa voz de Lauren Bacollie, “Si cambias de opinión, sólo entra”.

Estoy a medio camino al baño antes de recordarme a mí mismo porque no debería


entrar. Estoy en la puerta antes de detenerme a mí mismo.

Dos semanas más tarde, la brisa del verano ya avanzado que hace sonar el crujido de
las hojas de afuera atraviesa sus persianas y enfría el apartamento. Adentro, mis dedos
imitan sus movimientos, a través de la suavidad de su pelaje. Él está recostado sobre su
estómago con el hocico puesto hacia mí, las patas debajo la almohada, dejándome
acariciarlo. Tengo la impresión de que fue un poco doloroso para él esta vez, pero él
no ha dicho nada y yo no he preguntado.

“Te vi en el juego”. Digo después de un par de minutos.

Las esquinas de su hocico se arrugan. “Hay una razón por la que usé esa ropa y me
senté en la grada delantera. Aún así te tomó dos cuartos darte cuenta”.

Era verdad; No lo había visto hasta que estuvimos corriendo adentro, en el medio-
tiempo. “Fue nuestro primer juego. Lo sé, sólo de pre-temporada, pero estaba
emocionado.”

19
En el texto original la frase es “Fuck-buddies”. La traducción literal no tiene mucho sentido así
que lo cambie para que tenga más concordancia con el idioma.

34
“Ciertamente no estabas concentrado en la defensa”

Esa duele un poco. “Tuve un buen partido”.

“Ya sabes”, él dice, con un ojo azul perforándome, “He visto estos músculos de cerca y
personalmente. Sé lo que eres capaz de hacer y cuando simplemente estás siguiendo los
movimientos.”

“¿Seguir los movimientos?”

“Mm-hmm”. Su cola se balanceada de lado a lado.”La primer jugada del segundo


cuarto. Dejaste al puma pasarte. Podrías haberlo detenido fácilmente. Tuviste suerte de
que el soltara el balón”.

Abro mi hocico para decir algo, pero entonces recuerdo la jugada, y lo cierro de nuevo.
Él continúa. “No estás en ningún riego de perder tu trabajo. Aunque, tu compañero,
¿cuál es su nombre? ¿Mike? Si él no hace progresos, ese coyote estará empezando de
titular antes de octubre.”

El entrenador le había gritado eso a Mike, el otro defensor, pero él lo había gritado en
el vestuario y yo no lo había mencionado. Trazo la curva de su espina con una garra, y
el tiembla. “¿Qué más?”.

Bosteza. “Te estás alineando descuidadamente. Parece como que estas bromeando con
ese lobo y que sólo te pones cerca de tu posición.”

“¿Entonces?”. Estoy empezando a alucinar un poco. Es como si acabara de acostarme


con mi entrenador.

“Entonces ellos te ponen en una posición por una razón. Que te alinees un pie hacia un
lado, delata tus movimientos.”

“¿Qué hay del resto del equipo?”. Tengo una pata sobre su trasero y la muevo arriba
sobre su espalda, no queriendo recordar el sexo mientras estamos hablando sobre
football.

Él parpadea, lentamente. “Sólo estaba mirándote a ti. No sabía que tenía que reportar
a todo el equipo.”

“Sabes mucho sobre football”.

Ahora, hay una definitiva sonrisa sobre su hocico. “He visto chicos ir saltando en
pantalones ajustados desde que tenía once. Es lindo, pero se vuelve aburrido si no le
pones un poco de pensamiento encima.”

“¿No te gusto más fuera de esos pantalones ajustados?” Él sólo me sonríe. Me relajo
un poco. “¿De cualquier manera, qué importa? ¿Porqué no sólo divertirse? ¿No eras
tú quien dijo que somos todos atletas de la División II sin oportunidad de jugar
profesionalmente?”

35
Sus ojos azules se encuentran con los míos y sus orejas se mueven rápidamente atrás,
entonces adelante. “Bueno”, dice él suavemente, “creo que no siempre tengo razón”.

“Eso es un alivio”. Digo, y él responde bruscamente con algo acerca de un promedio


de bateo más grande y yo le pregunto qué deporte piensa que estoy jugando, de
cualquier modo.

Y comienzo a entrever mi secreto, tenuemente.

Octubre 2006
El teléfono suena. Conseguimos un identificador de llamadas el mes pasado, así que
digo, “Hola, mamá”, cuando contesto.

“Hola, cariño”, dice mamá, “¿Cómo estás? ¿Estás nervioso?”

“No. Es sólo otro partido”.

“Porque todos pensamos que es maravilloso lo que estás haciendo, pero si no juegas
bien hoy, está bien”.

Deseo que nuestro teléfono tuviera un cable para que pueda enredarlo alrededor de mi
pata cuando empiezo a caminar por la habitación. “¿Qué quieres decir, si no juego
bien?”

“Oh, estoy segura que lo harás, cariño.” dice ella no muy convencida. “Sólo no quiero
que te sientas mal si no lo haces”.

“¿Cómo está Gregory?” Preguntó, porque prefiero escuchar su balbuceo de cinco


minutos sobre mi hermano en la escuela de leyes que escuchar algo más de la
insoportable conversación sobre como eventualmente voy a fracasar. Consigo mi deseo.
Entonces pido hablar con mi papá.

“Buena jugada el último partido,” dice él.

“Gracias ¿Has estado ejercitándote más?”

Ciertamente no les digo a mis padres mi secreto. Les doy la frase que le doy el
periódico. “Las cosas empezaron a congeniar”.

“Hm”. Hay un momento de pausa, y entonces él dice. “Si hubieras jugado así en la
secundaria, estarías en North State ahora.”

“Vamos, papá,” digo, intentando hacer un chiste de eso. “Mis notas no eran lo bastante
malas para North State.”

Él sólo gruñe y dice, “Podrías jugar donde sea que quieras.”

36
Estoy cansado de esta conversación, también. “¿Cómo va el taller?”

Consigo un par de acotados comentarios, otro par de palabras con mamá, y entonces les
digo que tengo que apresurarme para la práctica matutina. Lo cual hago, pero no por
otra media hora. Me hundo en la cama y suspiro. ¿No se supone que los padres te hacen
sentir bien?

Él teléfono suena de nuevo.

Ahora es mi turno para enjabonarme. Cuando acabo de poner el champú en el pelaje de


la espalda de Lee, levanto su cola. Me gusta la manera en que él se estremece cuando
froto ahí debajo, como si fuera un pequeño tic. Probablemente él piensa que no me doy
cuenta, o quizás él quiere hacerme pensar que él piensa que no me doy cuenta. Como
sea, es tierno, así que lo hago bastante. Tres veces durante esta ducha.

“Estamos trabajando realmente duro en este obra”. Él dice inesperadamente.

“¿En cuál?”

“Habitación cuadrada”, él dice, “Es un dram-mmmmmmmma”. Elijo ese momento para


enjabonar debajo de su cola, y dejo mi pata ahí cuando él se inclino hacia atrás sobre
ella. Si no nos hubiéramos agotado hace media hora, la habría dejado ahí más tiempo.
Como van las cosas, siento un pequeño estímulo, y cuando llego a enjabonar entre sus
piernas, él no está completamente relajado tampoco. Pero ha sido un largo día y ambos
estamos cansados.

“Es sobre una familia de zorros. El padre descubre algo en el pasado de la madre y la
familia tiene que continuar a pesar de eso.” Él me ayuda a enjuagarme, regresándome
mi manoseo con un apretón sobre mi miembro. “Es un papel con mucho diálogo.
Probablemente no exactamente tu fuerte.”

“Probablemente no.” Digo agradablemente, ayudando a quitar el jabón de su pelaje. Me


siento demasiado relajado para saltar a su anzuelo.

Él empieza a maquinar mientras nos secamos con toallas. “¿El martes es el día que no
tienes práctica?”

“Si.”

Él me sonríe. “¿A dónde vas a almuerzar?”. “¿Por qué?” Se el porqué, sólo estoy dando
evasivas.

Él sabe eso, y resopla. “Para que pueda decirle al entrenador de West Hillman donde
envenenar tu comida antes del próximo partido ¿Tú qué piensas?”

“No sé”. Digo lentamente.

37
“No es un problema de matemáticas”, dice él.

“Lo sé. En ese caso podría sólo mirar las respuestas.”

Él resopla, pesadamente. “Piensa en eso. Voy a la cama”.

Me junto con él en la cama, sabiendo que lo que sea que él quiere, terminaré dándoselo.

Él se sienta enfrente de mí en la cafetería Maple Hall, 12:02 p.m. del martes. Si no fuera
por los ojos azules y la confianza con la que se sienta, podría no reconocerlo: El está
usando, no una blusa, sino una camiseta con cuello que sólo deja mostrar un pequeño
pedazo del blanco pelaje de su pecho, y su trasero, en vez de ser una sugestiva curva
debajo de una falda, esta ajustadamente definido por sus jeans, dejando muy poco a mi
ya estallante imaginación.

Nunca había visto a un chico de esa manera en público antes. Me pregunto si la gente
puede notarlo.

“Lindo día”, dice él, mirando a fuera donde las hojas recién están empezando a cambiar,
manchas de amarillo en el verde, y el cielo azul detrás de ellas.

“Sí”, digo, tomando otro mordisco de mi pavo tetrazini.

“Oh, deja de preocuparte”. Baja su voz. “A nadie le importa que estemos comiendo
juntos”.

“¿Qué tal si alguien me vio ir a tu casa?”, digo, en voz muy baja, “y entonces me ve
aquí. ¿Y los razona?”

Él arruga su nariz al primer bocado que levanta hasta su hocico, lo come con una
expresión un poco disgustada. “Creo que les estas dando demasiado crédito a los
estudiantes de aquí”, dice mientras mastica. “Los cerebro-maniacos20 de mi edificio aún
piensan que comparto la habitación con mi hermana”.

“¿Es en serio?”

Él asiente. “Uno de ellos me dijo el otro día, ‘hey, tu hermana tiene un novio enorme
que viene cuando estas fuera ¿Lo sabías?’.”

Siento una helada una preocupación sujetar con abrazaderas mi estómago. “¿Ellos me
vieron?”

“No eres exactamente invisible. Como sea, le dije, ‘ella es mi hermana, no mi novia. Es
una chica grande”. Y ahí se acabó el asunto.” Se encoge de hombros y toma otro
bocado. “Así que cálmate.”

20
En el original Brainiacs, unión de brain (cerebro) y Maniacs (maniáticos).

38
“Es fácil para ti decirlo, doc.” gruño. “Tú no estás arriesgando nada.”

“Estoy arriesgando tener un atractivo novio en el equipo de football.” Él lanza una


sonrisa la cual no registro inmediatamente porque no podía creer que acabara de decir
eso tan alto, incluso si lo hizo susurrado.

“¡¡Shhh!!” Lo callo, entrado en pánico.

La sonrisa cambia a una de sus sonrisas creídas. “Cálmate,” dice, “Nadie está tan cerca
como para escuchar. Lo sé. Tengo una excelente audición”.

“Bueno, escucha esto,” gruño, consciente de que mi miedo le está dando a mi voz un
tono que necesariamente no quiero que tenga. “Esta fue una estúpida idea y no quiero
hacerlo de nuevo.”

Veo sus orejas moverse hacia atrás, pero el sólo me da ese gesto de hombros y dice,
“Bien”.

Comemos en silencio por un rato, y entonces somos interrumpidos por dos jóvenes
coyotes chicas quienes quieren saber si realmente estoy en el equipo de football y si
realmente soy Devlin Miski, quien regresó una intercepción para la anotación ganadora
contra St. Francis hace dos semanas. Lee balbucea algo sobre mis cuatro recepciones la
última semana, pero ellas no parecen ser capaces de verlo o escucharlo, entonces asiento
y sonrío, y les doy las gracias por verlo. Ellas me preguntaron si podía presentarles a
Eck, y les digo que vayan a Fang el viernes por la noche si quieren conocerlo.

“¿Ves?” él dice cuando ellas se van. “Soy invisible”.

No puedo decir si él está contento con eso o no. Cuando quiere ser neutral, es muy
difícil leerlo. “Para ellas”, digo, pero por cualquiera que fuese la razón, el miedo y el
pánico habían disminuido. “Pero ellas son sólo chicas, después de todo”.

Sé que él tiene una pequeña vena misántropa, y bastante seguro, él sonríe en respuesta.
“Buscando un papi. Ellas vieron lo que querían y se pusieron las anteojeras.”

Odio decirlo, pero el resto del almuerzo en realidad es muy placentero. Hablamos sobre
nuestras clases y cosas de las que nunca hablamos en la cama, y por la hora en que él se
levanta para ir a su seminario de las Civilizaciones del Mundo, ni siquiera parpadeo
cuando él dice, “¿La próxima semana?” Sólo asiento con la cabeza.

Lo veo irse, y cuando estoy poniendo mi bandeja en la cinta transportadora y pensando


en nuestro almuerzo, recuerdo la sonrisa que me dio, aquella de cuando él me llamo su
novio. Habría pensado que él estaría usando su sonrisa posesiva, o su sonrisa de “estoy
diciendo algo para shockearte”, su creída sonrisa de soy más listo que tú, pero no fue
ninguna de esas. Fue, tanto como puedo decirlo, una genuina y completa sonrisa de soy
feliz, y mientras doy una vuelta, afuera, en el fresco aire de otoño, me pregunto si mi
pequeño zorro tiene algún secreto propio.

39
Quería ir a la obra yo solo, pero Randy siente curiosidad sobre porque quiero ir a ver
algo llamado “La habitación cuadrada”, y no puedo disuadirlo de venir. Él se ve
dubitativo cuando llegamos ahí y ve los letreros pintados a mano y la coneja pintada a
mano, entregando volantes. Ella, por otro lado, ni siquiera parpadea, sólo sonríe con
ambos dientes y nos da el programa, una fotocopia doblada.

Randy luce incluso más dubitativo cuando mi programa no sigue el suyo al cesto de
basura apenas pasamos las puertas. No me doy cuenta de su mirada hasta que encuentro
el nombre “Wiley Farrel” en la lista del elenco. Entonces lo veo mirándome con la
esquina de sus ojos, y meto el papel casualmente en mi bolsillo.

Mi zorro no es el protagonista en la obra, pero es el principal personaje secundario, y él


es bueno. Desearía saber más sobre teatro para poder decirle eso, del mismo modo en
que él sabe de football. Todo lo que sé es que si no hubiera leído su nombre en el
programa, no hubiera sabido que era él. Incluso en el vestido.

Randy se sienta silenciosamente durante el primer acto, en el cual el personaje principal


pelea y la esposa se retira a su habitación. Mi zorro interpreta a la hija adolescente, y
creo que entiendo porque él está interpretando a una chica: los padres, son ambos
zorros. Debe haber una escases de zorras21 en la compañía, la esposa es la de los
diálogos más largos. Ella no es mala, pero mi zorro es fantástico.

En el segundo acto, Randy se pone inquieto y empieza a moverse en el asiento, y


entonces susurrándome cosas como “¿Porqué ella cepilla sólo parte de su cola?” y
“¿Eso se supone que es un pastel de limón?” y “¿Porqué él se queda con ella? ¡Si fuera
yo, rompería la puerta!” Intento ignorarlo, pero me encuentro a mí mismo estando de
acuerdo con él. Cuando mi zorro no está en el escenario, mi atención se desvía, y
honestamente no puedo decir que entiendo el desolado final. Pero aplaudo con el resto
del público cuando termina e ignoro los susurros de las personas alrededor de nosotros
quienes están ofendidos por nuestra plática. Hey, si la obra fuera mejor, ellos serían
capaces de no prestarnos atención.

Vamos a Smoket´s después de la obra, un bar para beber, no un “mercado de carne”.


Randy bebe ruidosamente su Coors22 y yo pido un Miller, y él me da una gran sonrisa.
“Entonces eso era ¿Verdad?”

“¿Qué?” Parece que él piensa que descubrió algo.

“Estás saliendo con esa zorra ¿Verdad? ¿Son de ella las llamadas de teléfono que
recibes?”

Me da un frió temblor. Me toma un par de segundos recordar que había dos zorras en la
obra, porque sólo puedo pensar en mi falsa-zorra. “¿Cuál?” Pregunto cautelosamente.

21
Hembra del zorro. Original vixens.
22
Bebida alcohólica blanca

40
“Hey”, dice él, “Por mí está bien si quieres ponerte serio afuera de tu especie. Sin
preocupaciones sobre cachorros ni nada ¿Cierto?” El viejo y buen Randy, siempre
yendo directo sobre temas de corazón.

Lo bueno es, que él sólo quería saber. Y ahora que lo sabe, o piensa que lo sabe, está
contento. Él sabe algo que el resto del equipo no sabe. Me imagino que lo llevaré a un
par de obras más, mantenerlo feliz, con suerte evitando que haga demasiadas preguntas.
Le dejo pensar que sabe mi secreto. Él está más cerca que nadie, y aún así no tan cerca
como para preocuparme.

Hasta dos semanas más tarde, cuando regreso a la habitación para encontrarlo sentado
en la cama, hablándole a mi zorro en blusa y falda.

Me detengo paralizado en la entrada, con el hocico colgando medio abierto. La cola de


Randy está meneando, haciendo sonidos de golpes contra la cama. “Hey”, dice él,
sonriendo tan ancho que espero ver plumas de canario salir de su hocico. “Me encontré
a Lee afuera del teatro y la invité a la habitación. Deberías traerla por aquí más
seguido.”

“Si, querido”, dice él, y puedo ver por el destello en sus ojos azules que está disfrutando
esto. “Tienes un encantador compañero de habitación”.

Miro alrededor. “Lo siento”, digo, buscando evasivas mientras pienso en cómo sacarlo
de aquí sin que Randy empiece a sospechar. “¿Quisiste decir el lobo de ahí quien una
vez intentó tocar la Quinta de Beethoven con pedos?”

“¡Oh!” Lee finge interés. Al menos, espero que esté fingiendo. “Él tiene un gusto por
los clásicos”.

“El gusto de una Old Hilltown”. Cruzo hasta mi cama y me siento.

Randy no había estado del todo seguro de cómo tomar mi comentario, pero él había
sonreído durante este. La mención de cerveza restauró su confianza. Ahora él hace un
ademán al pequeño congelador que tenemos. “Aún tengo un par, si quieres…”

“Está bien”, dice Lee. “Estoy segura que es mejor en mi imaginación”. Él gira hacia mí
y me da una sonrisa. “¿Sin beso?”

Oh, Dios. Él quiere besarme en frente de Randy. Miró de nuevo hacía él y veo la sonrisa
de su hocico curvarse un poco más. Parece imposible que Randy no se diera cuenta de
las cosas que yo no puedo evitar ver: el ligeramente más ancho y masculino hocico; la
manera en que las caderas no resaltan lo suficiente; la aspereza alrededor de la base de

41
42
sus garras. Pero no puedo pensar en una buena excusa para no continuar, y Randy aún
sonríe con esa sonrisa de “te descubrí”. Entonces me acerco y me inclino, con la
intención de darle un suave y rápido beso sobre el hocico.

Tengo el hocico lleno de lengua de zorro y una instantánea erección. No sostenemos el


beso tanto como normalmente lo hacemos, pero es bastante. Retrocedo y me siento,
duro, en mi cama, apenas escuchando el débil “¡Wooooo!” de Randy.

Lee esta lamiendo sus labios y sonriendo. No puedo creer que no haya un bulto debajo
de esa falda como lo hay en mis jeans. Randy frota sus patas juntas. “Ya veo lo que ves
en ella, Dev. ¡Woof! Desearía poder encontrar una linda perra23 para besar así”.

“Oh, apuesto que hay más que sólo perras que besarían así,” dice el zorro
despreocupadamente. Mis garras se hunden en la cama ¿Porqué él está haciendo esto?

“Seguro,” dice Randy, tan calmadamente que no puedo creerlo. “Pero no me gusta salir
con alguien que no es de mi especie. Sólo yo personalmente,” dice él apresuradamente.
“Dev aquí presente, le gusta acostarse con cualquiera. Por mí está bien.”

“Oh ¿Lo hace?” dice Lee, y me mira a mí. Aún no puedo creer que Randy no entendiera
él lo que quiso decir con el último comentario. Afortunadamente, Randy está más
preocupado por el que él mismo había dicho.

“Oh, quiero decir, solía hacerlo. Pero no este año. Él ya no viene a Fang. Eso es porque
pensé que él estaba viéndose a alguien en serio. No sé porqué él no nos presentó antes.”

“Si, Dev ¿Porqué en la tierra no lo hiciste?” Él zorro sonríe.

“Porque quiero mantenerte toda sólo para mí”, digo a entre dientes.

Randy palmea sus rodillas y sonríe. “Él es siempre así”, dice. “No me dejaría copiarle
en la clase de historia tampoco.”

Las orejas del zorro hicieron un rápido movimiento, y veo el principio de problemas en
sus ojos. “De todas formas, no creí que tuvieras problemas pasando las clases,” dice.
“¿Su entrenador no se encarga de eso?”

“Seguro”, dice Randy, para demostrar su otro gran talento además del football: decir
exactamente lo equivocado. Entonces, de hecho, él encadena eso a algo medianamente
razonable: “Pero estamos todos celosos de tipos como Dev que no necesitan ninguna
ayuda”.

“Hey,” digo yo, adelantándome al siguiente mordaz comentario del zorro, “¿Qué tal si
vamos por algo de tomar? ¿O de beber?”. Nos decidimos por la pizzería local, lo cual en
retrospectiva resulta ser la peor idea que he tenido en un largo tiempo.

Lee sólo pide una soda. De dieta, por supuesto. Randy y yo pedimos nuestra favorito:
dos porciones con todo. Estamos comiendo, y la conversación es al menos no tan

23
Hembra del perro. No despectivo

43
puntiaguda como había sido en la habitación, cuando otro plato se deja caer en la mesa
al lado mío y trescientas libras de oso se lanza sobre las sillas de plástico, las cuales eran
más fuertes de lo que parecían. “Hey, Dev, hey, Randy”.

“Hey, Jack”. Jack es el ancla de nuestra línea defensiva. Y si él está aquí, entonces los
otros tres no están muy lejos. Miro a los ojos de Lee, cuando el otro oso, el elefante, y el
caballo24 arriman sillas a nuestra mesa. Ellos quieren conocer a Lee, la presento como
mi tutora de Culturas del Mundo, con una mirada de advertencia a Randy. Él me da un
amplio guiño que sólo un topo –o cuatro jugadores de football atiborrándose con pizza–
podría no ver.

El zorro, mientras tanto, se mantiene relajado, pero después de unos minutos noto que él
está sentando un poco demasiado rígido, sus orejas se mantienen moviéndose muy
ligeramente, y su cola está más alborotada que lo normal. Mantengo media oreja en la
conversación mientras intento recordar donde había visto eso antes. Y viene a mí
cuando termino el resto de mi pizza.

El rápido mover de orejas y la cola alborotada, al menos, lo recuerdo del tiempo en que
entré sin permiso en su edificio, con ojos salvajes, una semana después de nuestra
primera noche juntos, cuando él me había engañado para ir a la cama. Él no sabía si iba
a besarlo o a golpearlo, y aunque él tenía una mirada valiente, como hace ahora, era
claro que estaba un poco asustado. Una vez que me doy cuenta, es tan obvio para mí
como todas las señales de que él es varón.

“Hey, Lee,” digo, y su hocico se precipita sobre mí. “¿No dijiste que tenías una clase
mañana temprano? Vamos, te acompaño a casa.”

Él luce como que quiere discutir, especialmente cuando Jack dice, “Ah, sólo duerme en
la clase,” pero me estiro y tomo su pata, y él se levanta.

“Muy lindo conocerlos a todos,” él dice, el matorral de su cola baja y sus orejas se
detienen también. “Espero que podamos hacer esto de nuevo alguna vez”.

Afuera, él camina rígidamente al lado mío, el frío del aire invernal no tiene nada que ver
con lo que él está emitiendo. “Entonces como––”, finalmente empiezo, intentando hacer
conversación, y él me interrumpe.

“Rescatado al pobre e indefenso gay25 de los grande y malos jugadores de football,” él


dice. “¿Eso es lo que estás pensando?” Él no está usando su voz de zorra26, lo cual es un
poco desconcertante.

“¿Huh?”

“¿No te dije que puedo cuidar de mí mismo?”

“¿Qué, esta noche?” Estoy totalmente confundido. Pensé que estaba haciendo algo lindo
por ayudarlo en una mala situación. No puedo imaginarme que hice mal.

24
En el original Stallion, que significa caballo padre o Semental.
25
En el original Fairy, que en este caso es un peyorativo para homosexual.
26
Ídem 16.

44
“Ciertamente no necesito tu ayuda para protegerme de un montón de primitivos
deportistas como ellos.”

“Hey,” digo. “Ellos no son tan brillantes, pero no son malos tipos”.

“Seguro”, él dice, “si necesitas un frasco de pepinillos abierto o un marica golpeado.”

“¿Es eso de lo que se trata? Te lo dije, eso chicos ya no están en el equipo. No salimos
con ellos.”

“Oh, como si hiciera la diferencia que específicos chicos fueran. Ellos son todos
iguales”.

Me detengo, con mis patas en mis caderas, y por un momento pienso que él no va a
detenerse. Entonces se detiene, un par de pasos más adelante, se da la vuelta y me mira.
“¿Bien? ¿Qué hay de mí?”

Los ojos azules se entornan en la luz amarilla del farol de la calle. Un mapache camina
pasándonos y resistimos su mirada nerviosa cuando él pasa entre nosotros, no queriendo
meterse en medio de nuestra disputa. Si él escuchó a la zorra 27 hablando con una voz de
macho, no podemos decirlo, pero él desaparece a la vuelta de la esquina y entonces Lee
empieza a caminar, más tranquilamente pero no menos apasionadamente.

“Bueno, he sido una buena influencia en ti ¿No?”

“¿Tú? ¿Tú?” Ahora soy yo quien está levantando la voz, y camina. “¡Hey! No…
Escucha, yo…”. Soy incoherente, resoplando, intentando formar los pensamientos en
palabras, y no quiero correr detrás de él porque sé que eso es lo que él quiere que haga,
y maldigo mis patas cuando estas me llevan calle abajo, doblando la esquina que él
había doblado.

“Escucha, Doc,” digo, “Soy quien soy, y… y no tomes crédito por como actúo sólo
porque que pienses que eres listo. No es por ti que no quedaste golpeado esa noche
cuando volví. Es por mí.”

“Oh,” él dice en su voz engreída, esa que eriza mi pelaje hasta el final, “creo que tuve
algo que ver con eso”.

“¡Dios!” Exploto. “¡Puedes ser una maldita perra28 a veces!”

Un zorro blanco en el lado opuesto de la calle escucha mis palabras y nos mira por un
momento, preguntándose si él debería intervenir esperando no tener que hacerlo. Lo
saludo con una pata, refunfuñando, “Lo siento, está bien”, y un momento después él
envuelve su chaqueta de cuero sobre sí y continúa.

“Y tú, semental,” sisea Lee, “puedes ser un tremendo idiota”.

27
Ídem 23.
28
Peyorativo.

45
Él sigue caminando. Cierro mis puños, permitiendome a mi mismo sólo dar la vuelta e
ir a casa. No lo sigas, me digo a mí mismo.

“Mira”, digo, caminando a unos pasos detrás de él. Levanta su nariz sólo un poco y no
me mira. “Te saqué de ahí porque se veía como una mala situación ¡Sólo estaba tratando
de ayudar!”

“Ya te lo dije, no necesito tu ayuda”, dice él.

“Lo sé”, digo. “Sigues repitiéndolo.”

“Aparentemente toma un par de intentos hacerte entender algunas cosas”, dice él, tardío.

“¿Sabes?”, digo, “Te quejas sin parar sobre como los jugadores de football les gusta
golpear maricas y como somos deportistas primitivos y aún así pareces feliz de sentarte
ahí con un montón de ellos, sólo buscando problemas ¿Por qué haces eso, huh? ¿Por
qué no sólo los dejas en paz?

“Dejarlos en paz”, dice él bruscamente. “Es fácil para ti decirlo ¿Por qué ellos no sólo
nos dejan en paz a nosotros?”

Por un momento, creo que él se refiere a mí y a él, no a la colectiva población gay no-
jugadora de football. Las cosas cobran claridad, lentamente. “¿Por qué no puedes
dejarlo?”

“Sólo dejarlo. No pensar en eso. Cuan apropiado para un jugador de football”. Él vuelve
la espalda.

Corro tras él, agarro sus hombros. Él tironea quedando libre y me quedo mirándolo a los
ojos. “Eso no es justo”.

Puedo ver su respiración cuando el exhala. “Tampoco lo fue lo que le paso a Brian”.

“Brian no está aquí”, señalo. “Yo estoy”.

Sus orejas se mueven hacia atrás, pero no de una manera furiosa. Veo réplicas pasar
como rayo por sus ojos, pero se las guarda y sólo me da la espalda de nuevo.

No tengo que correr para agarrarlo, y esta vez, él no tira cuando tomo su hombro y lo
giro hacia a mí. Una liviana neblina flota en al aire entre nosotros, la niebla de nuestro
aliento combinado con el frescor de la noche. Su esencia es fuerte en mi nariz; puedo
oler su ira correspondiendo con la mía, y todas las otras emociones debajo de esta.
Siento ganas de darle una cachetada o gritarle.

“¡Solamente no te alejes de mí, diablos!” digo, más alto de lo que es necesario.

“Oh ¿Ahora se supone que no sólo lo olvide? ¿No querías recién que dejara a todos esos
jugadores de football en paz?” Sus ojos están perforándome, desafiándome, y quiero

46
sacudirlo, él está siendo tan frustrante. Agarro su otro hombro y él pone sus patas en mi
estómago, y empuja para alejarse de mí. Nos congelamos ahí.

Puedo sentir su calor, el latir de su corazón haciendo juego con el rápido azotar de mi
cola. Mis patas están firmes sobre sus hombros, mi sangre está caliente, y estoy
pensando que simplemente debería irme. Dejar que ambos nos calmemos, eso sería lo
más sensato. Pero no quiero estar calmado. Parte de mi ira es a sabiendas de que él está
en lo correcto, y estoy seguro al ver en sus ojos que sabe que yo tengo razón también.
Pero hay más en sus ojos; la ira ya no es lo dominante, aunque esta persiste en su
esencia. Lo que veo ahí refleja lo que está combatiendo contra la ira adentro mío,
reflejando el cambio que puedo sentir en mi expresión.

En un latido, en el silencio con su pregunta flotando en el aire, la tensión entre nosotros


cambia, y ambos lo sentimos. Ambos nos habíamos puesto nerviosos, y no importa si
fue una discusión lo que lo hizo. Estábamos respirando caliente y agitados, calentando
la noche, y la ira y amargura están sumidos en algo más cuando miro a sus azules ojos y
digo. “No…no lo olvides.” Entonces estoy apretándolo contra mí y estamos juntos y
besándonos en medio de la calle, y el frío de la noche se ha ido. Todo lo que puedo
sentir es su calor contra el mío. Nuestras ropas bien podrían no estar ahí. Tengo una pata
debajo de su cola y él está agarrando mi trasero y gracias a Dios él está en blusa y falda,
porque ni siquiera me detuve a pensar en lo que los transeúntes podrían ver.
“¿A cuántas calles está tu casa?” Digo en suspiro cuando nos separamos.

“Seis”, dice con la lengua colgando ligeramente afuera.

“Llegaremos ahí más rápido si te llevo cargando”, digo, y por una vez, él no rechaza mi
ayuda.

Septiembre 2006
Y aún está mi gran secreto que falta por contar.

Es la mañana de nuestro primer juego real. El ritual de Randy para comenzar la


temporada es tener resaca la mañana del sábado, entonces cuando suena el teléfono, él
aúlla y agarra su cabeza. “¡¡Cállalo!!”

Sonrío y agarro el teléfono. “Probablemente es el entrenador asegurándose de que


estemos levantados”, digo, apretando un botón en el teléfono.

“Hola”, dice su voz en mi oreja, una voz baja y ronca. Me congelo.

Después de un momento de silencio, “¿Hola?”. Su voz normal.

“Hola,” finalmente digo.

47
Él se ríe.

“¿Sorprendido?”

“Si.”

“Haré esto rápido. Sólo quería recordarte de lo que eres capaz de hacer. Espero con
ansias quedar impresionado hoy.”

“¿Vas a ir?”

“Por supuesto. No me lo perdería. Usaré tu atuendo favorito.”

Sonrío. En el último par de juegos de pre-temporada, él se había aparecido en su ropa


regular, con amigos. “¿Vienes sólo?”

“En realidad, no.”

“Okay.”No le pido explicación porque a sus amigos no les importa si él se viste como
una mujer en público. Si alguien puede explicar, ese es Lee. “Te veré ahí entonces”.

“Hazme estar enorgulloso”. Para eso, él veolve a su voz femenina, estoy temblando un
poco cuando cuelgo.

Estoy totalmente listo para explicarle a Randy que era un amigo mío de afuera de la
ciudad, pero él aún está sosteniendo su cabeza y quejándose, no parece importarle.

La hora de juego es demente, el estadio está abarrotado y los fanáticos se vuelven


locos, pero encuentro a Lee en las gradas casi inmediatamente. Él está a la mitad de la
sección de estudiantes, en blusa y falda, hablando con amigos. No nos saludamos, pero
sé que él ve que yo lo veo. Con eso terminado, pongo toda mi atención en el juego.

He estado volviéndome mejor en la pre-temporada, pero este partido es algo más. Ni


siquiera puedo decir con seguridad qué es diferente, no hasta después. Todo lo que sé
es que estoy recordando todo y estoy hambriento por el balón. Entiendo por primera
vez que quieren decir cuando dicen que le juego viene a ti. Es un increíble sentimiento.

Intercepto tres pases antes de que ellos dejan de lanzarlos para mi lado, y arruino más
jugadas de las que puedo contar. Incluso salvo un touchdown cuando fuerzo a su
corredor a dejar caer el balón. A Mike lo queman dos veces por anotaciones, pero de
todos modos ganamos por un gol de campo.

El entrenador me da el balón del partido –el primero que he tenido. Lo llevo conmigo
esa noche incluso aunque es estúpido, podría pasar que me reconozcan, pero no me
importa. Quiero que él lo vea.

Por supuesto, cuando llego al apartamento, hay un par otras bolas que demandan mi
atención. Nuestras ropas no duran mucho, y muy pronto estamos en la cama jugando y
hablando un poco como solemos hacer. Él hace algunos comentarios sobre mí teniendo
sólo suerte, y finalmente digo. “No tengo suerte, soy bueno”.

48
Su engreída y astuta sonrisa se extiende de oreja a oreja. “Te dije que lo eras”, dice.

“Entonces ¿Qué?” pregunto, aún capaz de formar palabra porque aunque estamos
desnudos muy cerca el uno del otro, él aún no se había estirado para alcanzar el
lubricante para terminar nuestro pequeño juego. Estoy tan animado por dentro que casi
no lo necesito. “¿Tienes alguna cosa estilo Bull Durham29 por aquí?”

El zorro se ríe. “No soy tan viejo ¿Lo parezco?” Su pata se estira a la de mesa de
noche.

Ahí va mi centro del habla. Sólo sacudo mi cabeza. Algo frío se desliza a lo largo de mi
erección. La anticipación y excitación me tienen temblando y retorciéndome, entonces
me las desahogo en su erección, ya que se está tomando su dulce tiempo. Él se tuerce
un poco, entonces se apoya y dice, “¿Me siento así de viejo?”Cuando él se sienta sobre
mí y oh querido dios todo se derrite por ese par de gloriosos segundos.

Cuando termino con mi ducha, él está acostado bajo el cobertor, y agarro mi balón
antes de unírmele. Él levanta una ceja. “No estoy tan dilatado”, dice él.

Se lo lanzo y lo atrapa contra su pecho. “¿El balón del partido?”

“Si.” Me meto bajo el cobertor y sonrío. No, más que una sonrisa; no puedo parar de
mostrar los dientes.

Él mira perspicazmente hacia mí. “Tu sincronización estuvo fuera de lugar la mayoría
del tercer cuarto. Cuando pensaste que ellos no iban a arrojar para tu lado, te pusiste
perezoso.”

“Ellos no estaban arrojando para mi lado”. Señalé.

“No quiere decir que puedas alejarte de la jugada.”

Mis orejas van hacia atrás, sólo un poco. “Había mucha acción ahí”.

Él gira el balón en sus patas. “Mucha en ambos lados del campo.”

Me dejo caer contra la almohada. “Dios, nadie es perfecto”.

“No quiere decir que no puedas intentar serlo.” Él lleva el balón a su nariz e inhala.

“Pensé que era muy bueno”. Me quejo.

“Eres bueno”, él dice. “Pero puedes ser mejor. Tienes que ser mejor en el próximo
nivel.”

Giro mi cabeza. Sus ojos azules están al nivel de los míos. “¿Las profesionales?”.

29
Película estadounidense con referencia deportiva, estrenada en el año 1988.

49
“Seguro”, él dice, y deja el balón cuidadosamente en el piso. “Este es un buen
comienzo. ¿Vas a conseguir once más?”

¿Once más? “¿No puedo sólo estar orgulloso de este?”

“Deberías estarlo”, dice él, y bosteza inmensamente. “Yo lo estoy”

Él simplemente lo dijo, sin énfasis, como si fuera la cosa más normal del mundo,
cuando no dijgo nada en respuesta, él se inclina hacia arriba para un suave beso, y
entonces se da vuelta para apoyarse contra mi espalda. Pongo mi brazo alrededor de él
y lo acerco estrechamente contra mí, atrapando su alborotada y aún húmeda cola
contra mi pecho, moviendo mi miembro entre sus glúteos, descansando mi hocico sobre
sus orejas. Él se duerme casi inmediatamente. Yo me quedo despierto.

¿Cómo pueden dos simples palabras dejarme mirando a su muro, conteniendo el


aliento por miedo de despertarme y haberlas soñado? ¿Cómo puede este pequeño zorro
hacer el mejor día de mi vida aún mejor? Desearía tener mejores palabras para
describir cómo me estoy sintiendo. Lo mejor que puedo hacer es decir que se siente
como estar puesto debajo de su cola y viviendo ese momento de placer de nuevo y de
nuevo, sólo que el punto de placer no está en mi ingle. Está adentro de mi pecho, y
nunca he sentido algo como esto antes.

Acaricio el pelaje de su pecho, sin querer irme a dormir, sin querer que este momento
termine. Entierro mi nariz en su pelaje y cierro mis ojos e inhalo. Puedo sentirme
quedándome dormido, y pienso, quiero sentirme así de nuevo. Me sentiré así de nuevo.
Haré que él esté orgulloso de mí.

Y sé que no sólo lo estoy haciendo por él, sino también por mí. Aunque no me importa
hacerlo por causa de él; es él quien me dio ese pequeño empujón que necesitaba, me
dio algo por qué jugar. Él es mi Gipper, my Rudy, mi “niño muriendo en el hospital”.

¿Once balones más? Será fácil.

Ahora, tengo un secreto.

50
Informe De Un Partido de Dev
Okay, con Lee diciéndote lo que los jugadores de football supuestamente deben
hacer, yo puedo acompañarte a través de cómo transcurre un juego. Los equipos lanzan
una moneda al comienzo del partido. El ganador consigue elegir si quieren hacer el
saque inicial o recibir. Recibir quiere decir que empiezas a la ofensiva y tienes la
primera oportunidad para una anotación. Pero a veces los equipos quieren hacer el saque
inicial porque si empiezas la primera mitad a la defensiva, empiezas la segunda mitad a
la ofensiva. También, si detienes al otro equipo en seguida, en la primera jugada, eso le
da un montón de energía a tu ofensiva. Todos los entrenadores tienen en mente esto.
Sólo sé que me gustaba ser el primero en el campo.

Cuando un equipo consigue el balón, se alinean como Lee describió. Tienen cuatro
oportunidades para mover el balón diez yardas; esos son “downs”. Entonces están el
primer down, el segundo down, el tercer down, cuarto down. No sé porque lo llamaron
así, sólo lo hacen. Como sea, en el primer down usualmente intentas llevar el balón por
tierra. Eso quiere decir que el QB pasa el balón al RB30 y él intenta hacer diez yardas
sobre el campo. En realidad si él llega a cuatro o cinco yardas es muy bueno, en el
segundo down puedes intentar ir corriendo de nuevo. Si puedes conseguir tres o cuatro
yardas cada vez que lleves corriendo el balón, puedes seguir corriendo todo el día.

La cosa es que, si no consigues diez yardas en cuatro intentos, el otro equipo


consigue el balón. Así que la mayoría de las veces sólo usas tres intentos, y si no
consigues diez yardas, haces una patada de despeje. Hacer una patada de despeje es
donde el pateador patea el balón campo abajo y el otro equipo puede atraparlo e intentar
regresarlo. Básicamente haces eso de manera que no tengan el balón desde el punto
donde no conseguiste las diez yardas. Esto es llamado “posición de campo”, como en
tener una buena posición de campo (cerca de la meta del otro equipo) o una mala
posición de equipo (cerca de tu propia meta).

La otra cosa que puedes hacer en el cuarto down, si tienes una buena posición de
campo, es patear un gol de campo. Si te has acercado a la meta del otro equipo, pero no
estás en ella, tienes a tu pateador31 para patear el balón a través de los postes de meta
(los verticales, llamamos así a los brazos en cada lado), y consigues tres puntos si lo
logras.

Una vez que logras tus diez yardas, tienes una nueva serie de downs. Esto se
mantiene hasta que haces una patada de despeje, o haces un gol de campo, o anotas un

30 Abreviatura de Running Back, es decir el corredor.


31 En el original: Kicker

51
touchdown al llegar a la meta del otro equipo. O –aquí es donde entro yo– hasta que uno
de sus jugadores pierde el balón y el otro equipo la obtiene. Tiene que ser una bola
“viva”, lo cual es complicado y hay un montón de reglas alrededor de ello pero
esencialmente quiere decir que la jugada aún no ha terminado. Entonces si tu corredor
suelta el balón y yo lo tomo, o tu quarterback es malísimo en los pases y consigo
interceptar el paso antes de que el receptor lo haga, entonces eso es un “cambio de
posición” y el balón nos pertenece. Podemos llevarla tan lejos como podamos en esa
jugada, de manera que nuestra ofensiva se encargue en la próxima.

Eso es el por qué amo jugar de defensa. Logramos estar en las grandes jugadas, los
cambia-juegos que “cambian la marea”, “cambian el momento”, como quieras llamarlo.
No hay nada como el sentimiento que obtienes cuando tienes tus patas en el balón como
un defensor. Nada.

No por decir que no hay nada mejor. Sólo nada como eso.

52
La Historia De Brian
(Lee)

Diciembre 2006
Biiiiiiiiiiip.

“Hey, Wiley, es Brian. De nuevo”

La pausa antes del “de nuevo” está perfectamente medida. Si él la dejara ser parte de la
oración, yo podría haberla pasado por alto. Ese momento de duda no es porque él esté
preguntándose si debe sacar el tema. Está ahí para que él pueda dejarme consciente de
que él sabe que he estado evitando sus llamadas.

“Recibí tu mensaje del próximo fin de semana. Que lástima que tú estarás fuera de la
ciudad”.

Dicho justo con la cantidad correcta de sarcasmo. No tengo dudas de que él lo lamenta.
Sé que él duda que realmente estoy fuera de la ciudad. Afortunadamente para mí, lo
estaré; no lo pospondría para que él se apareciera inesperadamente en mi puerta, para
pescarme. Una razón por la que nunca hubiéramos funcionado como pareja: pensamos
demasiado parecido.

“¿Porqué no me llamas alguna vez un domingo en la tarde, entre las siete y las nueve?
Arreglaré mi próxima visita alrededor de tu horario”.

Yo sabía que sólo sería capaz de salirme con la mía llamando un par de veces cuando
sabía que él estaría afuera. Y también sabía que no sería capaz de evitarlo por siempre.

“Espero hablar contigo pronto”

53
Oh, él es bueno. Una frase simple, cubierta expertamente con expectación, tristeza, y un
toque de molestia. Justo lo suficiente para hacerme sentir culpable.

Biiiiiiiiiiiip.

Brian es un gran actor justo por esa razón. Él raramente deja que se le escape cualquier
cosa sin una dirección y un objetivo, y él da en el blanco más seguido que lo que falla.
Él me introdujo en la actuación, pero nunca seré tan bueno como él.

Por supuesto, eso también es indirectamente el porqué él ya no asiste a Forester.

Nos llevamos bien el primer día que nos conocimos, octubre de mí primer año: Dos
chicos gay de ciudades del medio-oeste, sentados en la orientación de Gays y Lesbianas
de Forester32, ambos sentados ahí con sus colas meneándose, pensando que es por esto
que vinimos a Forester. Otros chicos de primer año estaban ahí también, pero cuando la
mofeta de manchas se levantó y dijo, “He estado esperando toda mi vida para estar
aquí”, lo cual fue casi palabra por palabra lo que había planeado decir, sonreí tan
ampliamente que él me dio un rápido guiño cuando se sentó.

Después de la reunión, fuimos todos por unos tragos. Brian y yo nos quedamos hasta el
cierre del Bar, entonces volvimos a su dormitorio y hablamos hasta las cuatro de la
mañana. No dormimos juntos, ni siquiera nos besamos, ni entonces ni nunca. Él dijo
que era porque éramos demasiado parecidos, pero la verdad es más prosaica. Esa
primera noche, ambos estábamos híper-conscientes de la charla de “sexo seguro” que
nos habían dado en la orientación. Pronto después de eso, él se salió con Tad, y por el
tiempo en que ellos rompieron (una memorables escena que valdría una historia en si
misma), yo estaba saliendo con Micha. Después de eso, ambos estábamos tan cómodos
con nuestra amistad como para querer dormir juntos.

No es que no tuviéramos algunas parejas en común. Él salió con Micha después de que
yo lo hice, y ambos dormimos con el cola anillada llamado Allen, quien se unió a
FLAG33 en nuestro segundo año. Comparar parejas fue siempre bueno durante horas de
conversación, tomando un par de cervezas entre cada malicioso y a veces nostálgico
comentario (“que lástima…esa lenta cabeza en ese hermoso trasero”). Pero Brian y yo
nunca carecíamos de cosas de que hablar. Él era un estudiante de Artes del Teatro y yo
estaba en Inglés, así que él me llevó a unirme a la Compañía Teatral de Forester y yo le
hice a leer a Wilde. Ambos amábamos los deportes, y aunque me gustaban los
mecanismos del football y las tácticas mientras que a él le gustaba seguir a los jugadores
y seguir las estadísticas, a ambos nos gustaba mirar los traseros de los chicos en
pantalla. Brian solía decir que es la cosa más gay que puedes hacer mientras actúas
como hetero.

32
En el original: Forester Lesbians And Gays.
33
Abreviatura de Forester Lesbians And Gays.

54
Los lunes por la noche son las reuniones de FLAG, y he estado evitando esas también.
Pero para saciar algo de la culpa de la llamada de Brian, voy ahí esta noche.

Ir a una reunión de FLAG no es tan fácil como sólo presentarse en el Richman F. Baker
Center a las 8 pm. No, hay todo un ritual alrededor de ello. Cena en la Clase de Pavilion
1939, primero, donde mi llegada a la mesa es recibida con asombro fingido diseñado
para esconder el real.

“¡Wiley Farrel, vivo y respirando!”

“¡Hey, miren, chicos, este newbie es un zorro de verdad!”

“Oh, Señor Farrel, que gusto es que baje del escenario y se mezcle con nosotros, los
plebeyos comunes.”

“¿Visitando los barrios bajos, Lee?”

El falso acento sureño pertenece a Allen, el cola anillada quien prerapa escenarios a la
compañía de teatro, y a quien había mencionado antes. El aficionado a los juegos de
palabras es Liz, una tejona quien usa overoles de jean donde sea. Ambos están en su
primer año. Daniel es el único de segundo año, un flaco y esbelto mapache quien se
obsesiona con su peso. Jake, el puma quien es su actual romance, es un estudiante de
último año como yo, aunque él no entró a FLAG hasta nuestro segundo año. Salió del
closet en verano y sus padres lo echaron. El último año ellos lo dejaron volver.

Y la larguirucha comadreja quien no dice nada, sólo acerca su silla y me sonríe, ese es
Salim, mi mejor amigo ahora. No le dije que vendría esta noche, pero sabía que él no
estaría sorprendido. Me preguntó porqué había dejado de ir. Cuando no le dije, sólo se
encogió de hombros y dijo, “Volverás cuando estés listo para volver”. Y nunca volvió a
preguntar.

“Hola, damas,” digo con un además. “Lo siento: Damas y Liz. Si, sentí que era tiempo.
Todos han sufrido sin mi clásico encanto y buenas observaciones por mucho tiempo.”

Liz resopla y, siendo una tejona, no lo hace excepcionalmente bien. Daniel mueve sus
ojos y dice, “¡Oh, Señor Zorro!” y finge un desmayo.

Salim me da una ligera sonrisa y dice, “No comas los ejotes, han estado ahí por siglos.”

“Conseguí un montón fresco,” digo, escarbando en la cocina a la King.

“Entonces ¿A qué debemos el honor, Lee?” dice Jake, con sus orejas de negro afelpado
moviéndose en mi dirección.

“’La habitación Cuadrada’ ya terminó,” digo entre bocados de crema y pollo. “Y


terminamos el borrador de ‘Monkey Wrench’34, así que no hay más reuniones de
guíon.”

34
En español ‘Llave Inglesa’

55
“¿Tú escribiste una muy buen aparte parte de esa, Bandera Roja35?” Liz piensa que ese
apodo es tierno, porque (según ella) me gusta llamar la atención. Además ella piensa
que el ‘FLAG’ atado es un bonus. Liz piensa en un montón de cosas raras.

Le dirijo un cortés movimiento de mis orejas y entonces regreso su atención a la mesa


en general. “No, he hecho suficiente actuación por un tiempo,” digo. “Pero si quieres un
papel, tenemos ‘Screaming Baby’ aún sin casting.”

“¿Resolvieron sus problemas con la escritura?” Dice Salim, y por un par de minutos
desvíamos la conversación a los pros y contras de Jeffrey Purgudgeon, mi co-escritor en
la obra.

Allen, predeciblemente, es quien la trae de nuevo en torno a mí. “Entonces ¿Duermes


con él?”

“¿Jeffrey?” Resoplo. “Su conocimiento del sexo es puramente teórico, el es tan “recto”
que podrías calibrar una regla con él36. Se queda absolutamente confundido con el
concepto de cualquier relación no tradicional. Escribí una pareja gay en el guión y creo
que él aún piensa que ellos son ‘sólo buenos amigos’.” Hago una pausa por el efecto.
“El beso sí lo dejo pensando un poco.”

El cola anillada apoya sus codos sobre la mesa mientras tomo otro par de bocados. Él
espera hasta que levanto la vista para ver su mirada fija y su acompañante sonrisa
burlona. “Bueno entonces ¿Quién es tu nuevo ‘buen amigo’?”

Tomo un largo tiempo para masticar mi comida. “¿Por qué?” Digo. “¿Cansado de andar
con todos esos chicos y estás ansioso de conocer a alguien nuevo?”

Allen arquea una ceja. “Bueno, si él está por encima del famoso estándar de Lee,
entonces debe ser algo para ver. Y todos tenemos curiosidad por saber quién pudo haber
atrapado tu atención por más que un mes.”

Sonrío en respuesta. “Mira, incluso si estuviera saliendo con alguien ¿Por qué lo traería
aquí, a la casa de las mil dagas?” Estoy jugando un doble juego aquí, no confirmando la
existencia de mi amigo y no mencionando un género intencionalmente.

“Sólo quinientas dagas cuando no estás cerca.” Jack me da una palmada en el hombro.

“Siempre y cuando las mantengas en sus fundas,” digo. “De verdad, voy a intentar venir
a más reuniones de ahora en delante.”

“Cool,” dice Daniel, y aleja su plato.

“Oh, vamos,” dice Liz, devolviéndolo a su lugar. “Mejor termina eso o haré que Jake
sujete mientras yo te lo meto por la garganta.”

“No lo sé,” dice Allen, “Parece que le están creciendo lo cachetes alrededor de la cara.”

35
Apodo que originalmente es “Red Flag”
36
La frase original es:… he is so straight you could calibrate a ruler…. Es un juego de palabras, ya que
‘straight’ puede significar recto o heterosexual.

56
“¡Allen!” Dice Jake.

“Ciudad de gordos”, interrumpo, y Jake me amenaza en broma mientras Liz mira a


Allen, Daniel se ve preocupado, y Salim ríe de manera torpe. “No los escuches,” dice
Liz, “sólo come.”

El mapache se ve dudoso, pero toma otro par de bocados. Miramos hasta que él nos
mira con el ceño fruncido.

“Hey,” dice Allen después de un minutos, “¿Sabes? Brian va a estar en la ciudad el


próximo fin de semana. Vamos a tener una pequeña fiesta en nuestra casa. Deberías
venir, Lee.”

“No puedo,” digo, “Voy a estar afuera de la ciudad.” Estoy seguro que Brian le dijo eso,
y su intento de una sonrisa inocente lo confirma. “¿Oh? ¿A dónde?”

“Voy a ir a Giancolo para divertirme en la nieve,” digo suavemente.

“Bueno, tú aún puedes venir, Salim,” dice Allen.

Salim inclina su cabeza hacia mí. “Voy a darle un aventón al zorro.”

“¿Oh, con que así es como es?”

“No esa clase de viaje,” digo.

El humor cae en picada. Allen me mira, y puedo ver los pensamientos en su cabeza: Él
le dirá a Salim, pero no a mí. Me siento muy seguro de que él no puede llegar a la
verdad desde donde él está. Tampoco pueden Jake o Liz, quienes ambos se ven un poco
desconcertados. Pero se rinden rápidamente. Allen se queda mirándome, dando vueltas
a mis palabras en su cabeza, buscando esa pista que resolverá el vulpino misterio.

Daniel levanta la vista de su plato en el silencio, su negra ‘mascara’ gira de un lado al


otro. “¿Qué?”

“Ah, nada,” dice Allen. Se reclina sobre su silla. “Lo mismo de siempre ¿Eh, Lee?”

Muevo rápido mis orejas. “¿Por qué cambiar ahora?” Le doy mi mejor sonrisa de zorro,
y él me sonríe en respuesta,

“Juro por Dios,” dice Jake, “No sé cómo es que ustedes dos pueden estar en la misma
habitación sin arrancarse el pelaje el uno al otro.”

“Eso sólo paso una vez,” digo, y Allen ríe tontamente, rompiendo la tensión. Terminé
mi cena y nos dirigimos a la reunión.

Las reuniones de FLAG están son dirigidas por un oso polar de la escuela de negocios
llamado Keith, cuyo inmaculado pelaje y dicción son de lo que nosotros, los de ultimo
año, hablamos en la parte trasera de la habitación. Allen se nos une, haciendo

57
comentarios de cuan feliz estaba de no postularse para presidente. Antes cuando Jake
organizaba las reuniones, tenían una vibra mucho más amigable, y las reuniones tenían
un componente social. Ahora era todo negocios, sin lugar para nuestras burlas de
compañeros.

Nuestro pequeño grupo salió a Kitteridge´s por café después de que termina la reunión,
como siempre. Nos nos quedamos ahí hasta la medianoche relatando lo que hemos
hecho además de unos cuantos chismes. El asunto de dónde había estado yo no
apareció. Es como que soy parte del grupo otra vez, sentándonos en ronda, disipando el
vapor sobre los cafés con leche, mirando a las postales cubriendo los muros.
Brevemente, me pregunto si Brian podría haberme enviado una.

“Eso fue lindo,” le digo a Salim mientras caminamos a casa.

Él sonríe y se encoge de hombros. “Es lo que es”.

“Quizás no debí haber evitado las reuniones por tanto tiempo.”

“Parecía que te estaba yendo bien”.

“Simplemente nunca empecé de nuevo después del verano. Fue fácil no extrañarlo, con
Dev y todo.”

Salim me da un golpe mientras caminamos. “Voy a llegar a conocerlo ¿Cierto?”

“Si.” No me molesto en ocultar mi nerviosismo, pero tenía más que ver con cómo
reaccionará a Salim que al revés. Salim ya sabe que esperar, y él es tan equilibrado, que
no puedo imaginarlo algo alterándolo. Cuando le cuento que estaba pasando, su cola se
mueve nerviosamente, se inclina hacia atrás por un momento, y entonces dice, “Bueno,
puedo ver por qué has estado teniendo problemas. Asumo que no le has contado a
Brian”. Y esa fue toda su reacción.

Le conté a Brian cosas que nunca le he dicho a nadie más. Le oculté cosas, por
supuesto, pero eran pequeñas cosas, como lo que Tad dijo sobre él la semana antes de
de que rompieran. Le conté todo, salvo un par de cosas hirientes que me guardé para mí.
A parte de eso, nunca hubo muchos secretos entre nosotros.

Todo el grupo de la cena de FLAG tenía las luces encendidas en cuanto a secretos.
Cuando Allen y yo dormimos juntos, tres semanas después de que durmió con Brian, la
frase “otro anillo en su cola” fue acuñada. Cuando Jake reprobó su examen parcial de
economía y no sabía si se graduaría, todos nosotros ofrecimos planes de acción (Brian y
yo recomendamos un tutor de economía quien terminó ayudándolo a pasar). Y cuando
el asunto con Brian sucedió, antes que apareciera en los periódicos, nuestro grupo ya lo
sabía todo. Esa noche, no llegamos a casa después del café sino hasta las 3 a.m., y
ninguno de nosotros durmió cuando llegamos, nerviosos por la cafeína y la ira.

58
Brian y yo éramos la columna vertebral de las cenas FLAG. Salim y Daniel se unieron a
nosotros es el primer año, reemplazando a los chicos quienes se habían graduado.
Cuando lo hicieron, Brian y yo éramos quienes repartíamos las invitaciones, no porque
estuviera formalmente decidido que lo haríamos, sino porque los otros nos lo dejaron.
Sabíamos que ellos se encajarían, y lo hicieron. Estaba especialmente feliz de tener a
Salim ahí, más adelante.

Ellos en realidad no pudieron ver mucho de Brian. Y una vez que él se fue, el grupo
simplemente fue demasiado diferente, al menos para mí. Pero me había dicho eso a mí
mismo por tanto tiempo, intentado convencerme de que esa era la razón por la que había
dejado de ir, que había olvidado cuanto de eso seguía siendo igual.

Estábamos en la canción cinco del primer CD cuando surge el tema de Brian. Salim ha
estado conduciendo a ritmo constante y confiable; cada vez que veo el velocímetro este
marca 73 mph37, una asombrosa hazaña considerando que él no tiene control de crucero.
Es sólo un viaje de tres horas, pero he estado inquieto todo el tiempo: cambiando de
posición mi cola contra el asiento, moviendo mi peso, flexionando una pierna debajo
mío, sentándome apropiadamente de nuevo, mirando afuera de la ventana, mirando a
Salim, mirando mis propias patas sobre mis rodillas. Todo esto mientras Salim está
hablando sobre las clases, sobre el escenario, sobre esperar que el clima se mantenga–
es uno de esos despejados días de invierno donde puedes ver las ráfagas de blanco
cuando los caños de escape de los autos dejan toda la pequeña humedad que contienen
en el aire frío.

Diciembre llega a Forester gentilmente; usualmente las grandes tormentas no ocurren


hasta finales de enero, principios de febrero. Aún así, los viajes en auto son un tema
dudoso entre El Día de Acción de Gracias y San Patricio, y no tenía el dinero para
alquilar un auto o tomar un avión a Chikewa Falls, así que tener un mejor amigo con un
auto de trabajo fue la única forma en la que iba a llegar al juego. Yo iba a pagar por el
combustible, y mi…novio… había pagado el hospedaje.

Aún se siente raro llamarlo así. He tenido novios antes, montones de ellos. Es un
término casual, descuidadamente colgado aproximadamente cuando dejas de ver a otros
chicos por un par de semanas. Lo usas orgullosamente con tus amigos heteros porque es
una validación de tu estilo de vida: Soy gay y una pareja comprometida. ¡Allí tienes el
“mito de la promiscuidad"! Lo usas orgullosamente con tus amigos gay en la manera
que una mujer enseña los anillos de compromiso: ¡Miren, tengo a alguien
comprometido conmigo! Y la tonta verdad es que había un mundo de diferencia entre
los novios que he tenido, y el novio que tengo ahora.

Usamos el término cuando sea que conseguimos una aspiración de compromiso, pero
como el amor en sí mismo, cuando piensas que has llegado a la cumbre, encuentras que
hay algo más detrás de ella. En la secundaria, cuando tuve mi primera experiencia
sexual, pensé que éramos novios la mañana siguiente. Segundo año de universidad,
cuando Micha me llamó su novio, miré en retrospectiva a la secundaria y me reí de cuan
ingenuo había sido. Ahora, miró atrás a eso y río, pero más calmadamente, porque

37
Significa 73 milla por hora (Sistema Ingles)

59
empiezo a preguntarme qué estaré sintiendo cuando mire atrás dentro de un par de años
más, y si me estaré riendo entonces de mi ignorancia de ahora. Porque Micha era y es
un dulce, dulce zorro ártico. Pero nunca hubiera conducido tres horas para ver uno de
sus debates.

“Escuché de Brian anoche,” dijo Salim inesperadamente cuando la quinta canción del
álbum está llegando a un cierre en un aullido de guitarras. Le baja el volumen a la
música del auto.

“Huh”. Hago un sonido evasivo y miro a fuera de la ventana, viendo al viento correr
estre los esqueletos de los árboles

“Él preguntó por ti, preguntó si estabas evitándolo”.

“Él sabe que eso estoy haciendo.” Sigo mirando afuera de la ventana.

“Él no sabe por qué”

“Si lo supiera,” dije, “No tendría que evitarlo.”

“Sencillamente deberías contárselo, Lee,” dice, “Él entenderá”.

“Me matará”.

“Quizás,” él concede, “pero al final de todo, él entenderá. Quiero decir, no es como que
estás saliendo con uno de los chicos quienes le hicieron esa cosa terrible…”

“No es sólo eso,” suspiro. “Me preocupa que él haga algo…”

“¿Precipitado? “ Salim ladea su cabeza. “Nunca mencionaste esto antes”.

“No quería hablar mucho sobre eso. Sólo me siento muy culpable por eso, y siento que
esto está echándo la culpa sobre él. Al mismo tiempo…tú realmente no llegaste a
conocer a Brian. Él era impulsivo a veces.”

“¿Entonces de que estás preocupado?”

Suena tonto y sin importancia, diciéndolo en voz alta. “Solíamos hablar sobre los gays
en los deportes, y que sólo haría falta que un atleta popular saliese del closet para
comenzar una cascada. Él estaría tan emocionado de descubrir que uno de nuestros
jugadores estrellas es gay.”

“Él podría llamar al periódico”. Asiento con la cabeza. “Okay,” dice Salim. “Sé que mi
memoria no es siempre perfecta, pero Lee ¿Pero no es eso lo que te habías propuesto a
hacer desde el principio?”

“No. Sólo quería llevarme uno de ellos a la cama, mostrarles que ellos podían ser un
poco gay. Darles ese pensamiento la próxima vez que ellos dijeran ‘marica’, un ‘hey,
ese soy yo también’. Hacerlos parar y pensar, cosa difícil de hacer para ellos.”

60
“¿A pesar del hecho de que la mayoría de los estudios muestran que mientras más un
homofóbico sospecha que podría ser gay, más homofóbico tiende a ser?”

Miro de perfil a la comadreja. Sus ojos están fijos en el camino, pero sus orejas están
fijas en mí. “Okay, parte de ello, también, era querer tener esto para mantenerlos a raya.
En caso de que algo más pasase.”

“Podrías amenazar con ir al periódico.” “Si”, digo, muy a mi pesar.

“Entonces en parte te preocupa que Brian hará esto porque es algo que tú mismo podrías
hacer.”

“Bueno, sí. Brian y yo solíamos pensar parecido.”

El ‘solíamos’ se mantiene en el aire hasta que Salim lo disipa. “¿Por qué no quieres ir a
los periódicos? ¿Temes que él te odie?”

“En parte,” admito. “Pero pienso que … él es realmente bueno. Quiero decir, sabía que
podía ser bueno, pero sencillamente está totalmente en otro nivel este año. Podría ser un
jugador profesional, Salim. Había un reclutador38 de los Dragones en el último partido.”

“¿Por él?”

“Podría ser él, podría ser nuestra defensa izquierda. Él no es holgazán tampoco.”

La comadreja ríe tontamente. “No sé como sabes esas cosas”.

“He estado viendo football por un largo tiempo.” Le sonrío.

“He ido a tres juegos contigo y aún no veo las cosas que tú ves. Yo veo jugadores
chocando unos con otros como si fueran autos chocones.”

“Toma práctica, te lo sigo diciendo. Y tienes que ir a ver sus traseros de vez en cuando.”

Él suspira. “Entonces ¿Por qué los visten tan ajustado?”

Brian y yo solíamos discutir sobre cual jugador de nuestro equipo tenía el mejor trasero.
Lo hacíamos en las gradas, lo cual estaba bien porque nunca decíamos en voz alta a qué
estábamos viendo, sólo “hey, mira el número 61.” “Oh, sí, pero mira al 37.” “Aún me
gusta el 61.” Cualquiera con medio cerebro podía darse cuenta, excepto en un juego de
football, lo cual excluye la mitad de la audiencia, incluso en una escuela de artes
liberales como Forester. Era osado y nos hacía sentir peligrosos sin ponernos en un
peligro real.

38
Se refiere a los empleados de los equipos profesionales encargados de observar el desmpeño de los
jugadores que el equipo podría considerar contratar.

61
En cuanto al football profesional, me gustaba mirar en nuestro departamento en los
dormitorios, donde donde la mayoría del piso sabía que eramos gays, así que era de
esperarse que haciéramos comentarios como “Guau39, me gustaría tenerlo debajo mi
cola” y cosas por el estilo. Nos sentábamos entre las chicas y los chicos, nos
divertíamos bastante. Incluso cuando me mudé por razones monetarias, iba al
dormitorio cada domingo por la tarde durante la temporada de football.

Ser abierto e indiscretos alrededor del football, creció entrelazado con nuestras
identidades, Brian y yo. Sabía que cuando lo miraba solo, en Acción de Gracias en casa
con mi padre, o en las vacaciones de invierno, de alguna manera era diferente, no tan
divertido. No es que no hubiese salido del closet con mis padres, pero tampoco lo era
que deseara atletas en voz alta enfrente de ellos. Y cuando estaba en casa, no era Wiley
Farrel: zorro gay, era Wiley, hijo de Brenly y Eileen Farrel, quien una vez cayó por las
escaleras desnudo a la edad de 7 años y anunció a una cena con invitados que mi ropa
estaba tratando de estrangularme. Mirar football en casa era una cosa de familia; pero el
football en sí mismo se había vuelto algo diferente, y no podía regresarlo a la manera en
que solía ser. Y ahora, seguía siendo algo diferente.

Salim podrá no entender de football, pero él ama la comida que venden ahí. Mientras
registro las líneas laterales por reclutadores profesionales, y hago mi usual contacto
visual pre-juego con mi novio (Mi novio. Mi novio.), él encuentra un puesto de hot dogs
y regresa con cuatro de ellos y un par de bebidas. Observo la comida dudosamente.
“¿Cuántos de estos son para mí?”

Él me da una animada sonrisa. “Tantos como quieras”. Él me da una de las bebidas.


“Además de esta agua con gas”.

“¿Agua con gas?” la pruebo; esta muy dulce.

“Okay, no tenían agua con gas.” Me alcanza uno de los hot dogs con mostaza, y lo tomó
con una amplia sonrisa.

“Esta es mostaza Dijon ¿Cierto?” digo, lamiendo uno de las puntas amarillo brillante.

“Absolutamente, mi amigo,” dice Salim. “Y cien por ciento pura carne de pollo.”

Hago una escena de oler el hot dog antes de morderlo. “Ah, haute cuisine”.

Salím ya estaba a la mitad de su hot dog, el amarillo de la mostaza mancha todo


alrededor de su pelaje marrón y blanco. “Lo adoro,” él dice, “¿Algún reclutador por
aquí?”

Señalo abajo, a la línea de banda. “De nuevo hay un sujeto de los Dragones. El de la
chaqueta verde ¿Ves? Y creo que hay un tipo de las Orcas en la otra línea de la banda.
Tiene un portapapeles, una cámara y está usando sus colores, azul y blanco.”

39
En el original Holy cow

62
“¿Donde juegan las Orcas?” dice él entre un bocado de hot dog.

“Millenport,” digo, mirando con los binoculares. “Si…ahí está su logo en su camiseta”.

“¿Ellos son algo buenos?”

“No.”

El juego comienza con algunas fanfarrias; es la segunda ronda de la División II de las


eliminatorias40, después de todo. Forester está en las eliminatorias por primera vez en
cinco años. Su recompensa por ganar su primer juego, su primera victoria de
eliminatoria en veinticinco años, es jugar con los Firedogs de Chikewa State.

“¿Los Firedogs son buenos?” pregunta Salim.

“Número uno en las encuestas”, le cuento, mirando a los jugadores mientras se alinean.
“Su QB es demente. Míralo, el número 14 ¿El lobo blanco conversando con la
porrista?”

“¿Demente es bueno?” Salim agarra lo binoculares. “Lindo,” murmura, “Aunque,


decolorodo. Puedo ver las raíces en su cola.

“No hay nada falso en sus brazos,” digo. “Espera hasta verlo lanzar”. Yo no lo he
hecho, personalmente, y estoy algo emocionado sobre eso en un par de niveles. Adoro
las grandes demostraciones de atletismo, y todo lo que he leído dice que Seito es el
mejor en la D-II41, y probablemente podría estar de titular en la D-I. Él no había sido
reclutado porque no era nada bueno en la secundaria, pero ha hecho grandes progresos,
y los reclutadores están aquí probablemente para verlo a él, no a mi tigre.

Está bien. La otra cosa por la que estoy emocionado es mirar a mi tigre defendiendo
contra los pases del lobo. Porque no importan a quien los reclutadores vinieron a ver.
No se perderán un gran desempeño.

“¿Tienes frío?” Me pregunta Salim cuando ellos se alinean para la patada inicial.

“No.”

“Tus patas están temblando. Y te estás sacudiendo de aquí para allá.”

Aprieto mis patas juntas. “Sólo quiero que él lo haga bien”.

40
Playoff; post temporada, o partidos que se juegan después de la temporada regular en la que participan
los mejores equipos de dicha temporada.
41
Se refiere a la escuela de Division II. Un nivel intermedio de competición en la Asociacion Nacional
Atlética Colegial (National Collegiate Athletic Association) entidad que organiza la mayoría de los
programas deportivos universitarios en EE.UU.. Las escuelas de división II suelen ser pequeñas
universidades públicas y muchos institutos privados. Ofrecen el más alto (y más caro) nivel competitivo
en deportes intercolegiales ofrecidos por la División I y el nivel sin beca como la División III

63
Incluso aunque estoy mirando al campo, puedo sentir sus ojos en mí. Estos me hacen
mover mis bigotes. “Nunca te he visto así de nervioso”.

“Es un gran juego,” digo, “y tú no viniste al de la semana pasada.”

Él suelta una risa, y me da una palmada en el brazo. “Va a hacerlo bien. Mira, ellos
ganaron el lanzamiento de la moneda ¿Eso es bueno, cierto? Y ahí viene tu tigre.”

“Si.” La ofensiva de los Firedogs aparece también. Se alinean a lo largo unos de otros.
Aquí vamos.

Debería ser más inteligente en vez de preocuparme por Dev. Él conoce ya sus jugadas y
asignaciones, y se apega a ellas perfectamente, incluso cuando está claro que ellos no
tienen intensión de lanzar para su lado del campo. El lobo blanco muestra su brazo en la
segunda jugada, retrocediendo y entonces lanzando por los aires un pase perfecto que
llega al suelo en la línea de diez yardas sólo porque su receptor dejó ir el balón entre sus
patas.

“Wow”, respiro, y Salim me mira.

“Eso fue bueno ¿Huh?”

Asiento con la cabeza. “Estamos en problemas”.

Pero llegando al medio tiempo, Chikewa Falls está arriba 10-7. Dev se acerca al balón
cuatro veces; una vez le da un manotazo en el aire, dos veces hace una gran tacleada, y
una vez manotea una posible intersección pero la deja caer. Los Firedogs obtienen sus
únicos puntos sobre el suelo; Forester consigue los suyos de la misma manera en el otro
lado.

Más tarde en el tercer cuarto, Dev está jugando atrás mientras dos receptores de los
Firedogs aceleran a cada lado del campo. El más rápido, un chacal, esta sobre el lado
del campo de Dev, mientras el jaguar en el otro lado del campo ha estado recibiendo la
mayoría de los pases. Ellos han hecho esta jugada un par de veces y siempre va al
jaguar, pero esta vez el chacal se ve más concentrado. “Que no te engañen, Dev”,
murmuro bajo mi respiración. De nuevo, no necesito preocuparme. Él mira al hacia el
jaguar y finge un paso en esa dirección; justo cuando el lobo blanco arquea su brazo
para lanzar, mi tigre gira y va por el chacal. Ellos se encuentran en el balón, y aunque el
chacal es más rápido, Dev es más alto. Él extiende una de sus enormes patas, atrapando
el balón en el aire, rozando las patas extendidas del chacal, y esta vez Dev lo agarra
firmemente mientras cae, entonces recobra el equilibrio, esquiva a los Firedgos que
súbitamente se han vuelto defensores, regresando a las cincuenta yardas42 antes de que
el chacal lo taclee y lo derribe.

Estoy de pie con el resto de los estudiantes de Forester gritando y alentando, y lo veo a
él levantando la vista hacia mí mientras se contonea fuera del campo en una multitud de
abrazos y choces de cinco. Tres jugadas más tarde, nuestro QB esquiva y salta,
quedando vivo mientras la diagramada jugada se degenera en un todos contra todos

42
Yardas

64
campo abajo, y de todos los posibles, encuentra a nuestro somnoliento tight end solo en
las cinco yardas43. Él llega hasta el coyote con un tiro perfecto y Kiley corre para la
anotación. 14-10 Forester.

“Mierda44”, digo a Salim. “Podríamos estar yendo a las semis”. Él parpadea. “Eso es
bueno ¿Cierto?”

Ambas defensas juegan inspiradas durante la mitad del cuarto cuarto. El lobo blanco
intenta otros dos pases largos, completando uno al jaguar mientras que Dev desvía el
otro, pero no sacan nada más que un gol de campo con ello. 14-13 Forester. No
podemos hacer nada contra ellos y ellos recuperan el balón a cinco minutos de terminar
el juego.

El lobo blanco intenta otro pase al chacal. Está perfectamente colocado, cae justo en sus
patas extendidas. Nada puede hacer Dev sino taclearlo, pero eso lo hace bien. Ellos
agotan el reloj con algunas jugadas por tierra, y normalmente no estaría preocupado por
un gol de campo porque los pateadores de la D-II apestan casi universalmente, pero él
suyo ya ha hecho dos tantos hoy. Lo veo practicando en el lateral del campo, un conejo
con una pierna decente, y cuando llegan a las veinte, me desplomo en mi asiento.

Salim mira a la tabla de anotaciones y entonces a mí. “Si logran la patada, ganan.” Dice
él.

“Sip.”

El conejo aparece con veinte segundo en el reloj. Dev está alineado para ayudar a
bloquear, pero Chikewa tiene un buen equipo. Sacan el balón, es una atrapada perfecta,
y el conejo la lleva a cabo. 16-14 Chikewa. Quedan ocho segundos.

Nuestra única esperanza es con nuestro QB, pero Darron no tiene el brazo tan fuerte
para hacer abarcar todo camino campo abajo. Creo que los entrenadores les dijeron a los
regresores45, que retrocedieran para conseguir tantas yardas como pudiesen, porque
cuando ellos atrapan el balón en las quince, en vez de bajarlo e inmediato, salen
corriendo. Un zorro rojo lleva el balón, uno de nuestros receptores, y tiene la suficiente
habilidad para correr hasta las cincuenta yardas. Desafortunadamente, se desvía por los
laterales demasiado tarde, y lo detienen lo suficiente. Se acaba el tiempo. Juego
terminado.

Veo los hombros de Dev desplomarse, quiero bajar corriendo ahí en seguida, abrazarlo,
decirle que todo va a estar bien. En vez de eso, agarro la pata de Salim. “Vamos.”

Él chilla mientras lo arrastro hasta al pasillo y bajamos, contra la corriente de


desalentados estudiantes de Forester. “¿A dónde vamos? ¡Ow! ¡Zorro loco, más
despacio!”

43
Ídem 42
44
En el original: “Holy shit.”
45
En el original: returner guys. Son los jugadores de equipos especiales que se ocupan, en caso de una
patada de despeje del equipo contrario, de “regresar” el balón, para acercarse lo más posible a la zona de
anotación del contrario, de modo de obtener una mejor posición cuando su equipo tome la ofensiva.

65
“Cállate,” digo “Sólo sígueme.” Veo a los equipos en el campo dándose un apretón de
patas, estoy contento de ver a Dev encontrarse con Seito y abrazarlo. Los dos
intercambian algunas palabras y veo al lobo sacudiendo su cabeza, y a ambos ríen.

Llegamos abajo, cerca del campo, y giro a mi izquierda. Ahora, la multitud se ha


dispersado, entonces puedo ver al cazatalentos de los Dragones, un alto y fornido puma
con una chaqueta verde escribiendo algunas notas en su portapapeles. Cuando estamos a
un par de pies de él, empiezo a hablarle a Salim en voz alta sobre la defensa de Forester,
cosas como “nunca habríamos llegado tan lejos sin Miski46” y explicando un par de las
mejores jugadas que lo había visto hacer. Salim no tiene que disimular mucho, sólo
hacer algunas preguntas, y es muy bueno en eso.

Las orejas del cazatalentos se mueven rápidamente hacia atrás cuando empiezo a
describir una de las otras jugadas, y digo a Salim, “No muchas personas se darían
cuenta de su trabajo en esa.”

“Vi esa jugada.” Dice el cazatalentos. Él se da la vuelta para verme. “¿Es amigo tuyo?”

“Si,” sonrío. “Pero aún así es un buen jugador.”

El cazatalentos asiente mirándome de arriba para abajo. “¿Qué pensaste sobre Chikewa
alejándose de la cobertura tan tarde en el juego?”

“Ellos sabían que nuestro QB no podía vencerlos. Ellos tienen algunos buenos DB´s47 y
nuestros receptores48 son sólo promedios. Nuestra fuerza en partido son los corredores.

“¿Quién es el segundo mejor jugador de tu equipo?”

“Nuestro defensa izquierdo,” digo prontamente. “Es por eso que hacemos todas nuestras
jugadas en su lado. Él abre agujeros en la jugada para nuestros corredores y nos da
tiempo para hacer un buen pase. Él tuvo un muy buen partido también.”

“Si, lo tuvo”. El reclutador duda por un momento, entonces busca en su bolsillo y me da


una tarjeta. “Morty DeWitt. Estoy con los Dragones.”

Tomo la tarjeta y sonrío. “Lo sé. Lo he visto en el último par de juegos de Forester.
Estaba esperando que estuviera mirando a Dev.”

“Lo estamos”, él dice, “no es que eso quiera decir algo”.

“Lo sé.” Le doy una agradable sonrisa. “Sólo estoy contento de ver que él esté
generando algún interés.”

46
Antes dicho, apellido de Dev.
47
Siglas que significan "Defensive Back", jugadores que tienen como responsabilidad primaria prevenir
que los Wide receivers atrapen el balón en pases (aunque también pueden cortar carreras o ayudar en la
línea de golpeo). También se usa el término para definir cualquier back defensivo, que no necesariamente
tiene una posición fija, ya que puede ser, Cornerback (CB), Free Safety (FS), Strong Safety (SS) o
Nickelback (NB).
48
En el original wideouts, otra manera de decir wide receivers, pero se traduce igual.

66
Él desvía la mirada y pone su portapapeles en su bolso. “¿Tú no sabes por casualidad lo
que prendió el fuego debajo su cola o sí?”

Salim tose en su pata. Luzco angelical cuando digo, “Pienso que él finalmente vio su
potencial y decidió aprovecharlo.”

Él asiente y levanta su bolso. “Bien por él. Veo un montón de chicos quienes nunca
llegan tan lejos. Necesito resolver los números finales, pero hay buenas posibilidades de
que los veamos en alguna de las conjuntas49. Y tú tienes muy buen ojo también.” Él
indica la tarjeta la cual aún estoy sosteniendo. “Si Miski queda invitado a las conjuntas,
ven tú también. Hazme un llamado y te invitaré un trago.”

Extiendo la tarjeta hacia él, despidiéndome, y la meto en mi bolsillo. “Gracias,” digo.


“Lo haré.”

Brian quería ir a Hollywood después de la universidad –después de un apropiado


internado en Broadway, por supuesto, aprendiendo teatro a la manera clásica. Como un
estudiante de inglés, estaba consciente que mis opciones de carrera estaban igualmente
limitadas. Pasaría por la usual gama de opciones: aceptar un trabajo menor y escribir
publicidades de internet hasta que mi novela fuera publicada, trabajar en un trabajo de
mierda de venta al por menor hasta que mi novela fuera publicada, o vivir en el sótano
de mis padres hasta que mi novela fuera publicada. Nunca dudé que escribiría una
novela, durante todo mi segundo año, estudié diligentemente las técnicas de escritores
de novela.

En mi tercer año me metí en la escritura de obras con el grupo de teatro, y súbitamente


tuve todo un nuevo panorama por explorar. Siempre me había gustado mucho escribir
diálogo, y aquí había un medio que era todo diálogo –perfecto para mí. Brian me alentó,
y escribí papeles para él en mis obras. Incluso había un papel para él en “La Habitación
Cuadrada”, pero nunca llegó a interpretarlo.

Era divertido como, de todas las cosas que habían cambiado nuestras vidas, nunca
sospechamos que el football pudiera ser la más significativa.

Es justo después de que Salim me dice por tercera vez que me quede quieto que Dev
entra caminando en el restaurante.

49
Manera abreviada de decir NFL Scouting Combine. Una especie de exhibición de una semana de
duración (durante Febrero) donde los jugadores de football universaitarios toman pruebas físicas y
mentales en frente de los entrenadores, gerentes generales y reclutadores de la Liga Nacional de Football
(NFL)

67
Digo “restaurante” aunque es sólo un pequeño café anexado al hotel, y digo
“caminando” aunque Dev está arrastra los pies, con la cabeza baja y su cola
arrastrándose sobre el piso. Sé cómo se siente, pero no puedo evitar que mi cola se
meneé cuando él me mira a los ojos, espero ver una emoción similar.

En vez de eso, él sólo baja de nuevo la mirada mientras se acerca a nuestra mesa,
empujando su silla y desplomándose sobre ella. Él evita mi mirada como un niño quien
ha hecho algo malo.

“Dev,” digo, “este es Salim. Te he contado un poco sobre él.”

“Hey,” dice Salim.

“Hola,” dice Dev. “Perdón por decepcionarte.”

Él dijo eso hacia a un punto sobre la mesa entre Salim y yo, pero es definitivamente
dirigido a mí. “Jugaste un excelente partido,” le respondo, “No pudiste haberlo hecho
mejor. No puedes anotar puntos por nuestra ofensiva.”

Él se encoge de hombros, jugando con sus cubiertos. Me arrepiento de haber invitado a


la cena a Salim, ahora maldiciendo por no haber anticipado esto. Dev había tenido una
gran racha esta temporada que olvide, hasta ahora, cómo reaccionaría a una derrota. Y
esta le dolía mucho más porque eran las eliminatorias, y porque piensa que me
decepcionó.

Eso sólo me determina a arreglarlo. Me apoyó sobre la mesa hacia Dev y gentilmente
levanto su barbilla. “Hey, si vas a estar de malas,” digo, “volvamos a la habitación.”

Su cabeza se levanta bruscamente. Él se ve enojado al principio, y entonces obstinado


dice, “Bien,” pero no se mueve.
“Recuerdas como se juega el football ¿Cierto? ¿Estás consciente de lo que haces sólo
sucede cuando tú estás en el campo?”

Él mira a Salim, quien luce inseguro de como reaccionar. “Sé cómo jugar…”

“Quiero decir, a menos que Darron estuviera mirandote a la banca para que tomes sus
decisiones. En cuyo caso, si, diría que nos decepcionaste, porque ese pase que lanzó
hacia la cobertura50 fue pura basura y él debería saberlo mejor.”

“Pude haber salvado aquella jugada en largo.”

“No, no pudiste.” Eso lo detiene. “Eres bueno, pero no eres Red Lightning. Ellos
ejecutaron un perfecto out51 y Seito hizo caer el balón exactamente donde necesitaba
hacerlo. No podías haberlo prevenido, así que para de actuar como un idiota y disfruta
la cena.”

50
Es decir un bloqueo o marca por parte del contrario.
51
Patrón de jugada ofensiva en la cual un receptor corre en línea recta hacia la zona de anotación pero
después de cierto número de pasos corta, girando 90 grados hacia la línea de banda, alejándose del
quarterback.

68
“Oh, muy lindo,” él dijo. “Tú no tienes idea de cómo es estar ahí afuera.”

“Sé lo que vi y lo que vi fue un perfecto pase contra en cual hiciste lo mejor que pudiste.
Tú alteraste el juego significativamente e hiciste un gran trabajo y me estás enojando
por estar todo triste por eso.”

“¿No estás decepcionado de que volvemos a casa?”

Él está actuado más desenvuelto ahora, y probablemente puedo parar, pero estoy a
mitad del asunto. “Seguro, pero bajamos del número uno en el minuto final. Quiero
decir, un par de descansos y ganábamos esa cosa. Ellos son mejores que nosotros,
créeme. Estaba mirando.”

Eso lo hace erizarse. “Oh,” él dice fríamente.

“Ya sabes, no todo es sobre ti,” digo. “No tienen a nadie que pueda igualarte, y tú lo
sabes. Ahí está, lo dije en voz alta.”

Nos miramos el uno al otro por un segundo, hasta que Salim hace un ruido y Dev y yo
miramos hacia él. “Lo siento,” dice Dev, y me mira con una boba sonrisa. “A veces el
zorro y yo nos ponemos así.”

Salim se ve incierto entre nosotros. “¿Debería irme?” él me pregunta.

Sacudo mi cabeza y sonrío. “No te preocupes por eso ¿Cómo está el Cosmo52?”

“Está bien,” dice Salim, y entonces gira a Dev. “Hey, pienso que jugaste muy bien”.

Dev lo mira y dice “gracias” de una manera claramente improvisada.

“No, en serio,” Salim dice. “Wiley me explicó todo y pude ver lo que él estaba
diciendo.”

“Oh, ¿Lo hizo?” Dice Dev, y me dirije una de esas miradas que tensa el cordón entre mi
corazón y mi miembro, gracias a dios que ellos están hablando porque por un momento
no sería capaz de hablar. Gracias a dios dos veces más ya que Dev no sabe de lo que es
capaz de hacerme con esa mirada.

La cena continúa bastante bien después de eso. Salim se relaja cuando dejamos de
discutir, y todos disfrutamos del vino que él ordena. Hablamos de las renovaciones en el
campus, las noticias del mundo, el mundo de la ciencia, Salim y Dev descubrieron que
ambos tomaron la misma clase hace dos años. Salim es un estudiante de química y la
tomó en su primer año; Dev lo tomó en su segundo año. Ellos intercambian historias de
la clase mientras sorbo el vino y juego con las patas de Dev debajo la mesa.

Después de cenar, Salim nos sonríe a ambos tímidamente y dice, “Así que, estaba
pensando en tomar un paseo por un par de horas. Hay una película en cartelera en el
teatro del campus y quiero verla.”

52
Cosmpolitan, bebida alcohólica.

69
“¿Oh? ¿Qué película?” Pregunta Dev antes de que yo lo codeo bruscamente.

Salim sólo sonríe y se encoge de hombros. “No recuerdo el nombre”, dice él, y Dev,
entendiendo, luce avergonzado.

“Oh, bueno, disfrútala,” él dice. “Probablemente me haya ido cuando vuelvas. Tengo
que volver al hotel del equipo. El bus sale como a las siete de la mañana.”

Ellos estrechan sus patas, y Salim dice, “Me alegra mucho haberte conocido.”

“Lindo de su parte dejarnos solos,” dice Dev cuando él se ha ido.

“Nada de lindo,” digo. “Él quería quedarse y mirar.”

Esto es probablemente un error, porque Dev aún tiene todos esos preconceptos sobre los
gays y en lo que ellos andan. Sus párpados se ensanchan, entonces se estrechan, y
entonces lo distraigo, riéndome. “Es un chiste, semental.”

Él gruñe, y dice, “Muy bien ¿Terminamos?”

Él se refiere a la mesa. Yo asiento, entonces él coloca algo de dinero sobre la cuenta.


Digo, “Vamos”.

Apenas estamos del otro lado de la puerta de la habitación de hotel cuando él me


empuja contra esta y presiona su hocico contra el mío. Me tuerzo y pongo mis patas
alrededor de él, gimiendo en un profundo beso.

Él empuja su lengua contra la mía y gruñe profundo desde el fondo de su garganta. Dev
no es un amante gentil de ninguna manera, incluso cuando cree que está siendo suave.
Su lengua y patas presionan en mí con determinada resolución, siempre haciéndome
sentir que él está peleando una batalla en el interior y forzándose a sí mismo a tocarme.
Por supuesto, lo sé mejor a estas alturas. Él juega football de la misma manera, con
rápidos y fuertes movimientos; así es simplemente como es él. En el football, es una
ventaja. En el romance, toma un poco acostumbrarse.

Siempre soy yo el primero con mis patas bajo sus pantalones. Sólo lo veo una vez a la
semana, y para cuando nuestra cita del sábado se llega, ya estoy hambriento por él.
Además, siempre pareció necesario “excitarlo”. Ahora, esta noche, cuando tengo una
pata debajo de sus pantalones, él ya está excitado y es claro que él se puso en marcha
solo sin mi ayuda.

Le doy algo de asistencia de todos modos, frotando mi pata contra él mientras nos
besamos y obteniendo un gruñido más profundo. Amo ese gruñido. Alcanza a alguna
zona primal en mi cerebro que ahuyenta las estupideces fuera de mí. Conscientemente,
sé que él nunca me lastimaría, y es sólo una demostración de su poder, pero aún así me
provca esa pequeña sensación de excitación. Él es mi propia montaña rusa privada, una
visceral emoción en muchos niveles, y nunca me canso de él.

70
Él desliza su pata bajo mi camiseta, la levanta, y gimo en su hocico, inhalando desde mi
estómago para su disfrute. No hemos roto el beso, y eso no es nada nuevo. Nuestros
besos podrían establecer records mundiales, y cuando los rompemos, veo mis ansias por
más reflejadas en su leonados ojos. Por ahora, nuestros hocicos permanecen cerrados, y
nuestras patas se deslizan sobre cada uno de nosotros.

No es hasta que rompemos el beso y empezamos a caminar a la cama que tengo un


sentimiento extraño, me detengo y le sonrío.

“¿Qué?” dice él, claramente impaciente pero interesado, porque usualmente no me


detengo a la mitad de las cosas.

“Esto se siente diferente,” digo, haciendo un gesto alrededor de la habitación. “Primera


vez que lo hacemos fuera de mi apartamento.”

“¿Si?” Él mira en rededor a la habitación. “Y tú no estás usando un vestido.”

Ladeo mi cabeza. “¿Eso no te molesta?”

A modo de respuesta, el se acerca y desabrocha mis pantalones, enviándolos al piso.


“¿Te parece que me molesta, doc?”

Empiezo a responder, pero él pone su pata sobre mi pene y comienza a frotarlo, mis
pensamientos sobre cómo ha progresado nuestra relación ya no parecen ni remotamente
tan importantes, así que lo empujo sobre la cama sin decir otra palabra.

Él aún no está muy acostumbrado al oral, aunque lo ha intentado un par de veces, pero
cuando lo veo acostado de espaldas en la cama, ese bien formado bulto empujando
contra su bóxer, eso es lo único en lo que puedo pensar. Lo deslizo abajo y paso mis
dedos negros detrás de su magnífico y rosado pene, levantándolo de encima de su
estómago y mirando su expresión cuando lo hago.

Sus ojos están entrecerrados y una pata está tensada sobre las sábanas, anticipándose a
lo que voy a hacer. Me gusta alargar la anticipación, ahora que él me conoce lo
suficientemente bien para saber lo que sigue, así que por mucho que quiera sólo
meterme todo su largo miembro en mi hocico, empiezo sólo a respirar sobre él.

Sus dedos se mueven nerviosamente. Respiro de nuevo, dejando mis dedos acariciar
muy ligeramente alrededor de la base, donde lo estoy sosteniendo, tirando la piel hacia
abajo. Él hace bajos sonidos de placer que no es ni un rugido ni un ronroneo, sino algo
entre medio de eso, él lo hace de nuevo cuando ligeramente paso la punta de mi lengua
sobre la punta de su pene. Puedo saborearlo, rico con un aroma a tigre, y no puedo
detenerme a mí mismo de presionar mi lengua más fuerte contra él para obtener más del
sabor.

Escucho el rasgar de sus garras extendiéndose sobre las sábanas. Oh, bueno. Bien
podría seguir adelante ahora que he empezado. Lamo de nuevo, limpiándolo, y entonces
deslizando su punta en mi hocico.

71
Él se estremece un poco y yo jadeo también, simplemente amando la sensación de él
contra mi lengua y el paladar de mi hocico. Me deslizo arriba y abajo, me pierdo en la
sensación, dejando mi pata acariciar su piel y testiculos, las suaves formas blancas que
siento tan bien emparejadas con la dureza deslizándose a través de mis labios.

Pero no es todo físico. Mientras estoy sobre él, estoy recordando la gracia y el poder de
su cuerpo corriendo sobre el campo. Escucho los sonidos de placer que él hace y me
excita un poco más el saber de soy yo quien los provoca. Sabiendo quién es él y quién
soy yo, es especial en una manera que nunca había sido con cualquiera de mis otros
novios. Ese grande y poderoso jugador de football está acostado sobre mi cama –bueno,
mi cama prestada, en este caso– muy a mi merced.

Cuando giro su falo alrededor de mi hocico, presionando mi lengua contra este, mi pata
libre para bajar más su bóxer más para seguir acariciándolo. Él ha levantado su propia
camiseta mientras había estado chupando, sin que yo lo notara, entonces dejo mis patas
vagar alrededor de sus finamente musculosas caderas y arriba, a su estómago, el cual
pone tenso para mí. Una vez que tengo su bóxer en su rodillas, me bajo el mío. Mi
erección no es tan impresionante como la de él, pero está igual de dura ahora, y cuando
lo dejo deslizarse afuera de mi hocico y me muevo para sentarme sobre él, él la rodea
con su pata y sonríe de una manera tan placentera como puedieras querer.

He traído algo de lubricante conmigo, guardado en el cajón con la Biblia. Mientras él


me toca con sus patas, me estiro sobre él y lo traigo, asegurándome que él lo vea cuando
lo abro con una entrenada pata. Él me mira con la insinuación de una sonrisa,
conteniendo el aliento, y sus patas apretando las sábanas. Puedo sentir el deseo; saliendo
de él en olas, como una esencia que llena mi nariz y penetra a través de mi pelaje.
Vierto demasiado lubricante y no me importa.

Estoy jadeando, tan impaciente como él, pongo el lubricante bajo mi cola y meto mis
dedos dentro. Lo provoco un poco al sólo sentarme ahí y juegar conmigo mismo, pero
también me excita a mí, arrodillándome sobre sus caderas, sintiendo el calor de su pene
sobre mi parte baja mientras mis dedos se deslizan arriba y abajo, un preludio para el
evento principal. Bajo y aprieto nuestras piernas juntas, empujando gentilmente. Su
respiración se torna áspera. Mi lengua queda colgando afuera.

Estoy listo, más que listo. El preludio se acabó; mi pata se desliza afuera y con ella
acaricio pene y lubricándolo. Saboreo de nuevo la magnífica dureza y masculinidad de
él, con mi pata frotando arriba y abajo hasta que él se retuerce y levanta sus piernas,
empujándose adelante. Sonrío, frotando mi resbaladizo trasero sobre su erección, y
entonces en un rápido movimiento, lo tiro arriba y empujo mis caderas atrás.

Él es grande. Estuve dolorido por dos días la primera vez que lo hicimos. Desde
entonces, bueno… he tenido práctica.

Él se desliza todo el camino adentro como si perteneciera allí, ambos cerramos nuestros
ojos. Amo mirar sus ojos girar cuando me deslizo adelante y atrás sobre él, así que abro
mis ojos primero. Mis caderas presionan hacia atrás hasta que mi trasero se retuerce
contra su pelaje. Me mantengo ahí y empiezo a moverme adelante y atrás.

72
Ahí van sus ojos, y sus patas suben a mis caderas, sosteniéndome mientras cabalgo su
pene. Me gusta intentar “venirme” al mismo tiempo que él, pero mayormente me gusta
asegurarme que él se venga primero y entonces puedo venirme muy rápidamente.
Diablos, con su enorme miembro entrando y saliendo de mí, es todo lo que puedo hacer
para contenerme y no desparramarme sobre todo su pecho.

Cada nervio de mi cuerpo está hormigueando. Debajo de mí, el atrativo tigre está
gimiendo, jadeando fuerte, sus caderas empiezan a golpear contra las mías. Creo que él
ha pasado el punto de saber lo que está haciendo. Sus patas están muy firmes sobre mis
piernas, los pulgares están hundiéndose en mis caderas. Puedo sentir la fuerza de su
poder, y aún así yo estoy dirigiendo la acción, sólo un pequeño zorro montando al tigre.

Y cuando él se viene, es hermoso. Sus piernas se detienen detrás de mí y desahoga un


gimiente rugido, golpeando fuerte sus caderas en mí, cada músculo en su cuerpo esta
tensionado tan fuerte que siento que soy parte de él. Yo estoy masturbándome
rápidamente, y un momento más tarde soy parte de ello, mis músculos duros contra los
suyos, sacudiéndose a tono con él, mientras mi clímax se fortalece del suyo.

Estos son mis momentos favoritos con él. Él está jadeando, mirándome y sonriendo.
Aún puedo sentir su dura calidez adentro de mí y puedo oler nuestros clímax en el aire.
Es el momento cuando sé exactamente lo que él está sintiendo, porque yo lo siento
también. Me inclino sobre él, ignorando mi pegajoso desastre en su pelaje, y lo beso en
los labios, gentilmente, con nuestra impulsiva necesidad saciada.

Sus patas viajan arriba y debajo de mi costado, con las garras medio extendidas
trazando caminos a través de mi pelaje, haciendo mi sensitiva piel estremecerse en
respuesta. Miro alrededor de nuevo y una vez más tengo el sentimiento que al sacar
nuestra relación afuera de mi apartamento, la hemos hecho madurar, más real.

Abro mi hocico para decir algo, y él aprieta mis costados. “Terminemos de sacarnos la
ropa, doc,” él dice, sacándose su bóxerdel todo. “¿Crees que la ducha sea lo
suficientemente grande para los dos?”

Lo creo, y lo es.

Es un estereotipo decir que las personas gay en su mayoría sólo hablan de sexo.
Ciertamente Brian y yo hablábamos de un montón de cosas, como ya he dicho, pero
honestamente, el sexo siempre aparecía bastante. En el pequeño puñado de estudiantes
gay con lo que lo he hecho (¿Y que tan seco hace que esto suene?), se que puedes decir
que las personas gay se enfocan en el sexo porque eso es lo que las hace diferentes, eso
es lo que las define como un grupo. Pero he estado alrededor de grupos de chicos
heteros, y ellos también hablan mucho sobre sexo. Es más una cosa de chicos que una
cosa de gays.

Brian y yo fuimos más allá de la técnica y el tamaño. Estábamos de lleno en la filosofía


del sexo. Como confirmados compañeros no interesados, éramos libres de hablar de lo
que este significaba sin que ninguno se preocupara de que estuviéramos hablando sobre

73
algo que el otro hubiera hecho. Y chico, si que lo hicimos. A veces hasta las 3 a.m. en el
salón del dormitorio, con la caja de donas hace mucho vacía, y tazas de café frías y
secas.

Brian era un actor, como he dicho, y su filosofía podía ser destilada hasta su núcleo
como “las personas siempre están actuando.” Incluso durante el sexo, según sostenía él,
siempre estaba pesando en cómo debía actuar, que tono de gemido daría un mejor
efecto, cuando seria un momento dramático para terminar. No creía que él tuviera ese
nivel de control, pero él aseguraba que lo tenía. Se lo pregunté a Allen una vez. Él dijo,
“No lo sé, pero cada vez que terminábamos, quería aplaudir.”

Así que Brian creía que todo el mundo actuaba de esa manera, o aspiraba a hacerlo. Él
tenía la apreciación por el amor de un actor; eso es decir que él sabía exactamente como
actuaría alguien enamorado. No creo que él se haya sentido el amor alguna vez, lo cual
no es una condena; en la época de nuestras discusiones, tampoco yo lo había sentido. La
diferencia era que yo pensaba que sí lo había sentido y él sabía que él no.

Mira, yo era un romántico. Aún lo soy. Amo leer cualquier libro que tenga un toque de
romance en él, desde las viejas obras de Shakespeare hasta las modernas fantasías
basura. Y sólo porque estaba inmerso en las historias, más que por intentar imaginarme
como transmitir las emociones que los personajes estaban sintiendo, creía en el amor.
Estuve enamorado en la secundaria, pero mientras menos se hable sobre eso, mejor.
Pensé que Micha y yo estábamos enamorados, pero realmente fue sólo amistad, con
sexo.

Para Brian, eso era todo lo que el amor era: una manera en la que accedes a actuar en
público con un cierto buen amigo, y si actúan bien juntos, lo formalizas. O, en nuestro
caso, sólo continuar haciéndolo, ya que en ese tiempo, el matrimonio no entraba
realmente en nuestro pensamiento excepto como una cruzada política.

Pero yo pensé que el amor era lo opuesto a la actuación. El sexo es el típico acto de
ponerte a ti mismo en una posición en la que no puedes hacer nada sino ser honesto,
donde tu cuerpo se agita y tu lengua cuelga fuera, haces ruidos locos y todo eso eres tú.
Escoges a la persona a quien amas para hacerlo, y ellos hacen lo mismo, y han visto –
quizás no las almas uno del otro, pero un pequeño vislumbre de lo que son ambos,
compartiendo un parte privada de ustedes mismos. El amor es la extensión natural de
eso, permitiéndote relajarte y ser tú mismo con alguien. Dejando de lado la actuación
que adoptamos cada día. Porque Brian estaba bien en esa consideración: siempre
estamos actuando, de una manera u otra. Es sólo que para la mayoría de nosotros, es
cansador. Al final del día, queremos ir a casa y relajarnos con alguien quien no necesite
que seamos alguien más de lo que somos. Y encontrar a esa persona es difícil. Es muy,
muy difícil.

No creo que Brian la haya encontrado.

Me toma más tiempo secar mi pelaje, y cuando salgo de la ducha, el está medio vestido
y sentado en el borde de la cama, sin camiseta. Él sonríe cuando salgo, y la mirada en

74
sus ojos es apreciativa para con mi cuerpo desnudo, pero no lujuriosa, no ahora. Y
también es un poco distante. Él ha estado pensando.

“Es raro,” él comienza. “Estar aquí, de esta manera.”

Asiento con la cabeza, seleccionando un par de holgados shorts, y entonces los pongo a
un lado. No tengo la intención de salir de nuevo. “Aunque, me gusta.”

“A mí también,” dice él rápidamente, y entonces inclina su hocico. “Simplemente estoy


digiriendo que la temporada de football se acabo. Quiero decir, terminó. Creo que
pasaré la primavera entrenando y quizás ver si puedo quedar invitado a las conjuntas,
pero… Puede que nunca me ponga un uniforme de nuevo.”

Me siento a su lado y descanso una pata sobre la suya. “Lo harás, tonto,” digo. “Eres
demasiado bueno. Había cazatalentos ahí hoy ¿Sabes?”

Sus orejas se animan. “Me imagino que los había. Pero probablemente estaban todos
aquí para ver a Seito.”

Sus esperanzados ojos y cola moviéndose no refleja sus intentos de ser humilde.
“Probablemente,” digo ligeramente.

“¿Estuvo ese cazatalentos de los Dragones ahí de nuevo?” Él mueve rápidamente su


cola sobre la mía.

“¿Cuál?” Finjo ignorancia, y él desliza una pata arriba, sobre mi miembro. “Tú sabes
cual,” él dice, apretando.

Me retuerzo, meneando mi cola, pensando de un tiempo cuando él no estaba ni siquiera


cómodo sentado al lado de mí cuando estoy desnudo. “Oh, ese. Si, él estaba ahí.”

“¿Hablaste con él?” Su pata permanece donde está.

“¿Qué podría decirle a él?” Aúllo dramáticamente cuando el aprieta de nuevo. “Okay,
okay, quizás intercambié un par de palabras con él.”

Él sonríe anchamente y me deja ir. Me inclino contra él y él desliza su brazo alrededor


de mí. “¿Entonces?”

“Él dice que teníamos un buen clima hoy.”

Dev suspira y sacude su cabeza. “Zorros,” se queja.

Le cuento, eventualmente, y compartimos algo más de tiempo afirmando nuestra


relación en este nuevo entorno antes de que él tiene que volver con el equipo. Él me
deja con un beso y un suspiro, y una promesa de encontrarnos de nuevo para almorzar.

Estoy exhausto por el día, así que me quedo dormido antes de que Salim vuelve y
realmente no hablamos hasta que estamos en camino de vuelta a casa. Estoy mirando

75
por la ventana, sólo medio escuchando la música, y su risa me saca bruscamente de eso.
Le dirijo una mirada y sin decir nada, y lo veo sonreír.

“Nunca antes te había visto tan callado,” dice él.

“Estoy un poco cansado.”

Él asiente. “Creo que he cambiado de opinión.” Muevo rápidamente mis orejas


curiosamente hacia él. “¿Sobre qué?”

“Iba a decir que deberías renunciar al jugador de football. Cuando al principio me


contaste sobre él, pensé que sería sólo un temporal, un… ¿Cómo lo llama Allen? Una
aventura. Ya sabes, una emoción. Entonces pensé que estabas llevándolo un demasiado
lejos, porque era peligroso. Tú me dijiste que había más, pero…no lo veía.”

“Me gusta el peligro”, me río tontamente.

“Pero hay más. Eso es obvio.”

“Si.” Descanso mi hocico sobre una pata. “¿Salim?”

“¿Si?”

“¿Crees que el sexo es realmente esencial para amar? Quiero decir, ¿Puedes sobrevivir
unq relación si el sexo pasa por una temporada seca?”

Él mira detenidamente a través del auto. “Perdóname, pero la habitación no olía como
una temporada seca.”

Mis orejas se ruborizan un poco, pero sonrío. “No, yo… yo sólo estaba preguntando. Lo
que tú piensas, quiero decir.”

Él se encoge de hombros. “Hay poco que ganar planeando para una sequia, durante un
monzón.”

Mi cola se mueve nerviosamente detrás de mí. “Sólo estoy preguntando ¿Sabes?”.

“Nunca tuve el problema”

“Yo tampoco.” Pero eso no quiere decir que no quiero hablar de eso. Quiero a Salim, y
él es un gran amigo, pero es difícil engancharlo en discusiones académicas. Él es un
ingeniero mecánico, muy concreto. A veces es muy culto, olvido eso.

Permanezco callado por un rato largo, pensando sobre Dev y su futuro, yo y mi futuro,
nosotros y nuestro futuro, cuando Salim rompe el silencio de nuevo. Lo que dice no es
una sorpresa porque la moteada mofeta ha estado en el fondo de mi mente todo el día.

“Aún creo que deberías contárselo a Brian.”

76
Fue hace como un año atrás, en Patty´s, afuera del campus de la Universidad Forester.
Patty´s es un bar gay-friendly, pero no un bar gay, donde Brian y yo solíamos tener
algunas de nuestras conversaciones de tarde-noche. Un domingo, nuestro segundo año,
le pedimos al barman cambiar el televisor a los partidos del football, y eventualmente
eso se volvió nuestras salidas para mirar football.

En esta particular noche de domingo, yo estaba estudiando y Brian estaba más que un
poco alegre. Él había besado al chico que estaba viendo por ese tiempo justo ahí en el
bar, y el chico se molestó un poco con el DPA53 y se fue. Eso es Demostración Pública
de Afecto54, una de las cosas de las que hablábamos un montón en FLAG. Eso me lo
contó él, y el resto me lo contó Brian, más tarde.

Un par de linebackers del equipo de football habían decidido detenerse para entrar y
mirar el resto del juego del domingo a la noche con una cerveza. La charla en el bar
pasó al predeciblemente pésimo desempeño del equipo de Forester el año pasado, y
porque Brian estaba involucrado, la discusión fue de ambas manera, bien informada y
sin piedad.

Brain sostiene que él no la empezó. Él dijo que los dos jugadores de football estaban
jactándose de que eran mejores que los Dragones (quienes son malos, pero no tan
malos). Ellos dicen que él empezó a hablar basura del equipo de football de Forester, y
cuando uno de ellos dijo “¿Sabes quienes somos nosotros?”, él dijo, “Seguro.
Reconocería ese trasero en cualquier lugar”. Brian oficialmente negó haber dicho eso,
pero a mí él me dijo, “No lo sé. Estaba muy borracho. Suena como algo que yo diría
¿No?”

Hay un montón de cosas que él había dicho sobre el equipo de football de Forester.
Pensando en él, diciéndoselas en un bar a un par de jugadores de footbal de Forester aún
me hace hacer una mueca de dolor.

Ellos dicen que él se les insinuó a pesar de los numeroso y firmes rechazos. Él está muy
seguro que no lo hizo. Yo le creo en esa parte. Suena más como que ellos lo vieron con
su cita y decidieron que este estúpido y engreído marica, quien pensó que sabía de
football, necesitaba una lección.

Fuera cual fuere la motivación, ellos esperaron a que el juego terminara, entonces lo
siguieron afuera del bar. No sé qué pasó después, porque él tampoco lo sabe. Él
recuerda un poco de devolverle los golpes a los jugadores de football. Entonces despertó
en el hospital con la mandíbula rota, dos costillas rotas y una concusión.

Los jugadores dicen que ellos sólo lo siguieron por un corto rato y entonces se fueron
sin tener ningún contacto. Nadie les creyó, pero fue justo lo suficiente para salvarlos de
ser acusados de ataque. El alcohol en sangre de Brian era cerca de .14 cuando él fue
traído al hospital, así que su testimonio no iba a ser creíble. Los jugadores fueron
echados del equipo de football por la mala publicidad y porque ellos no iban a jugar
profesionalmente de todos modos, así que el entrenador pudo permitirse hacer el gesto.
Y una vez que ellos habían perdido su estatus del football, la palabra se propagó por el

53
En el original PDA.
54
En el original Public Display of Affection.

77
campus, en la manera en que las cosas se propagan en una comunidad, que ellos estaban
orgullosos de haber golpeado a Brian y salir impunes.

Mientras Brian estuvo en el hospital, lo visité dos o tres noches a la semana, tan seguido
como podía, y tramamos varias conspiraciones de venganza, mientras más ridículo,
mejor. Lo que él no me había dicho es que sus padres estaban facilitando el papeleo par
que él fuera transferido a otra escuela para empezar el semestre de primavera. Él me lo
contó justo antes de que nos fuéramos en las vacaciones de Navidad.

Yo estaba devastado. Él dijo que sus padres insistieron, que no lo escucharían, que él
había intentado persuadirlos hasta el último minuto. Casi le creí, al gran actor.

Salim está en lo correcto, lo sé. Así que llamé a Brian la noche del domingo, cuando él
me había dicho que llegaría a casa de su viaje.

Él contesta al segundo tono. “Hola, Wiley.” El sonido de su voz, la realidad de nuestro


contacto, me regresa en el tiempo un año o más. Eso sólo subraya lo mucho que las
cosas han cambiado.

“Hey, Brian”

Él nunca deja que un silencio se vuelva incómodo. “Me alegra que finalmente te pongas
en contacto conmigo.”

“Gracias por dejar tan detalladas instrucciones”.

“Parecían necesarias.”

Rechaza. Esquiva. Responde. “Entonces ¿Cuándo estarás de vuelta en la ciudad?”

“La semana anterior a Navidad. Tengo finales hasta el 19, regreso el 20. ¿Cuándo te vas
tú?”

“El veintidós.”

Brian hace una pausa sólo lo suficientemente larga para que yo le ofrezca reunirme con
él. Cuando no lo hago, él responde. “Entonces, suena a que podríamos vernos. ¿Cena el
21?”

“Tengo un final ese día. Puedo encontrarme contigo alrededor de las cuatro.”

“Esa es una cena temprana.”

“Tengo planes para cenar”.

El sabe inmediatamente que significa eso. “¿Tu última noche en el campus? Oh, Wiley
¿Porqué no me invitaste? Me encantaría conocerlo.”

78
Él me desafía a contradecirlo, a hacerme decirme que no es un novio del que no le he
contado, y estoy casi listo para mentir, pero no puedo. No a él. Él lo sabría.

“Lo siento,” digo. “Tres son multitud ¿Recuerdas?”

Él me ha enviado a casa con esa línea en más de una ocasión. “Touché”, dice él.
“Entonces ahora sé porque has estado evitándome.”

“No estaba mintiendo sobre estar fuera de la ciudad este fin de semana,” digo.

“Lo sé,” dice él. “Revisé.”

“Sabía que lo harías.”

“¿A dónde fuiste?”

“Salim y yo hicimos un pequeño viaje”.

“¿Estás saliendo con Salim?”

“No dije eso.” Hay algo vigorizante en dar vueltas y vueltas de esta manera. Sé que
eventualmente conseguirá la verdad, pero él disfruta esto tanto como yo. Probablemente
más.

“¿Entonces a donde fuiste?”

“Chikewa Falls.”

Él ha estado siguiendo a Forester, por supuesto. “Horrible partido”, dice. “Pero nos
vimos bien”.

“Mejor de lo que nos hemos visto en años”.

“Ese Seito va jugar en las ligas profesionales.”

“Él se veía como un profesional. Nos demolió.”

“Aunque teníamos un muy buen DB. Ese tigre, Miski. Él realmente salió en escena este
año.”

Mi garganta está seca. “Si,” alcanzo a decir.

“Darron es muy bueno, también. Él podría terminar en la Liga de Arena55. Y ese chico
de receptor56, el zorro. Él va a ser bueno, también.

55
Arena Football League. Es una liga de fútbol americano la cual se juega en campo cerrado, en estadios
o arenas bajo techo de dimensiones más pequeñas que el fútbol americano convencional.
56
En el original, wideout.

79
“No hay duda”, digo, sintiéndome un poco presumido de que él no notara nuestra
defensa izquierda.

“¿Entonces qué tal, Wiley? ¿A quién estás viendo? ¿Por qué estás evitándome?”

Él está intentando atraparme con la guardia baja. Es muy infantil que eso me moleste.
“¿Porqué”, digo tartamudeando, “asumes que todo se trata de tí?”

“Porque usualmente así es.”

“Aún estás actuando ahí en East Bumfuck?”

“Eso es East Dumbfuck57, y si, por supuesto. Aún estoy actuando. Un actor no
abandona su oficio por contratiempo menor.”

“Un par mas de ‘contratiempos menores’ podrían matarte, Spotty.58”

Él me da una ronca risa. “Siempre cuidándome. No te preocupes, me cuido sólo ahora.


Sólo actúo apropiadamente gay.”

“¿Eres el ‘mejor amigo gay’?”

“Absolutamente. Sólo necesito una lindísima dama para darle consejos de relaciones.
¿Qué hay de ti? ¿Cómo están todos en FLAG?

“Están bien. Keith aún es un pesado.

“Eso escucho. Aun así ellos están haciendo un buen trabajo ¿Cierto? ¿Dónde fue el
picnic este año?”

Cada otoño, FLAG tiene un picnic al aire libre, simplemente es algo como “hey, vengan
a ver a los maricas, no damos miedo”. Este es el primer año que no fui. Intento recordar
lo que los chicos me contaron, o lo que Salim me contó, sobre eso. Porque, súbitamente
me doy cuenta, él había tendido otra trampa para mí, y si confesaba no saber sobre eso,
él iba preguntar por qué. “Fue fuera del Booker Hall,” digo, lo cual en donde había sido
dos de los tres años a los que fui.

Sólo hubo una ligera pausa, no lo suficiente para poder decir si lo hice bien o no. “¿Fue
divertido?” dice él.

“Estuvo bien. Aunque te extrañé ahí.” Bien podría actuarlo lo más que se pueda, para
bien o mal.

“Si. Desearía poder haber estado ahí.” Me relajo un poco. Aún si lo dije bien o el no lo
sabe.

57
Juego de palabras, “Dumb” significa tonto o denso y “fuck” puede significar una variedad de
maldiciones.
58
“Spotty” en inglés significa con motas o moteado. Lo dejo en inglés porque es un apodo y suena mejor
así.

80
Intercambiamos algún pequeño chisme más y entonces el termina con “Es bueno hablar
contigo de nuevo, Wiley.”

“Es bueno hablar contigo, también,” digo, y colgamos. Intento no pensar demasiado en
su tono cuando él dijo eso último, sobre ser bueno hablar conmigo. Fue sincero, y un
poco resignado. Él sabe que estoy ocultando algo, y creo que él piensa que sabe lo que
es.

Me pregunto si no acabo de cometer un gran error.

La primavera después de que Brian se fue, pasé un montón de tiempo con los chicos de
FLAG y el grupo de teatro. Era ahí donde estaban mis amigos. Hablé con Brian todo el
tiempo esa primavera, pero lo que no le dije era que estaba formulando mi propio plan
para vengarme de los jugadores de football en general. Y ciertamente no le conté
cuando mi plan tuvo éxito más allá de mis más salvajes sueños. O cuando fui más lejos
que eso.

Debí haberle contado sobre eso la primera noche con Dev. Estaba tan orgulloso de mí
mismo, anotando uno sobre el gran atleta, dándole su primera experiencia gay. Pero
aquí estaba el asunto. Realmente esperaba que él se fuera tan pronto como pudiese.

Él se quedó toda la noche.

No esperaba verlo de nuevo, pero sabía que era diferente cuando le hable a Brian esa
semana. Debí haber presumido, debí haber alardeado sobre eso, pero no podía
imaginarme como decirlo. Creo que estaba esperando algo como, esperaré y veré como
resulta. Sabía que estaba siendo un idiota. Ni siquiera sabía porque quería verlo de
nuevo. No me importaba. Nunca había pasado excepto en un campo de football o en mis
sueños.

Él volvió.

Se volvió algo más que sólo una broma, y mientras más avanzaba, menos podía contarle
a Brian sobre eso. Pronto dejé de ir a FLAG, porque todos conocían a Brian; no sólo me
juzgarían, ellos se lo contarían. El grupo de teatro, al menos, nunca preguntó demasiado
sobre mi vida personal. Empecé a salir con Salim sólo para ser capaz de hablar con
alguien, para construir un puente entre esa parte de mi vida y esta otra. No podía
contarle a Dev sobre las cosas del activismo. No podía hablarle a nadie más a cerca de
él. Me estaba divirtiendo mucho con Dev y sus amigos, a veces a expensas suyas y a
veces no, y estaba realmente disfrutando del grupo de teatro, pero aún había algo que
faltaba.

El problema era que, no sabía lo que era. Brian se aseguró de recordármelo. En grande.

Mi último final fue brutal, tres trabajo elegidos de seis posibles preguntas. Escribí hasta
el último minuto, intercambiando exhaustas sonrisas de triunfo con los otros

81
estudiantes, y me fui. Llegué a Goose´s diez minutos temprano. Por supuesto, Brian aún
no estaba ahí.

Goose´s está igual que siempre. Incluso en el tiempo de calma entre el almuerzo y la
cena, había estudiantes cuyos finales terminaron juntos con el mío, relajándose con café,
pastel, sándwiches, galletas, el famoso pastel de carne de Goose´s o sólo agua gratis.
Las fotos sobre los muros mostraban virtualmente el mismo Goose´s en el que me senté:
lleno con estudiantes de todas las especies charlando sobre los grises manteles a
cuadros, comiendo la misma comida y servida, en algunos casos, por las mismas
camareras.

“Hola, cariño.” Una alta hurón aparece. “¿Café?”

“Hola, Bev”. Bev es una de las que está en una de las viejas fotos. Ella me conoce de
cuando Brian y yo solíamos salir por aquí. “Sólo agua mineral.”

“En un momento”. Ella escribe algo y se aleja.

Huelo a Brian antes de verlo. Muevo mis orejas para seguirlo mientas él se desliza en el
asiento pasándome.

El mismo y viejo Brian. Pelaje negro con puntos blanco, físicamente rondando entre
delgado y escuálido, una camisa de estación, de seda, acomodada sobre su estrechos
hombros, pantalones de sarga. Sarga59 y Jeans, solían llamarnos el semestre de otoño
del segundo año, un recuerdo que desancla y flota a la superficie mientras lo veo
sentarse.

Es tan extraño estar así de cerca de él de nuevo. En Goose´s, con Bev trayéndome mi
agua y bajando la mirada a Brian como si él hubiera estado allí el día anterior, diciendo,
“¿Café?” y él asintiendo con la cabeza, pudo ser mi primer año en la universidad, o
segundo año, o principios del tercero. Pero cuando Brian finalmente me mira a los ojos
y dice, “Wiley Farrel,” puedo ver el canino inferior roto en un pedacito. Cuando el gira
su cabeza, puedo ver la luz del sol a través de la muesca en su oreja. Él está marcado,
igual de marcado como yo lo estoy, y sé que él puede ver las marcas en mí también.

“Así que,” él dice, mirando a las fotos. “Aún el mismo.”

“Nunca cambió,” Miro constantemente hacia él, enfrente mío. “¿Cómo has estado?”

Él se encoge de hombros. “Me estoy acostumbrando. Hay un buen grupo de teatro.”

“¿Realmente bueno?”

Él sonríe. “Mejor, ahora”

“Por supuesto que lo son.” El mismo viejo Brian. “¿Entonces deberíamos acabar con
esto o qué?”

59
En el original, “slacks”. Pantalones largo pero anchos.

82
“Oh, Wiley. Al menos espera hasta que tenga mi café.” Él me dirige una tímida sonrisa,
y en el momento justo, Bev aparece con su café y lo desliza sobre la mesa. Él la vio
venir detras de mí, por supuesto.

“Gracias.” Le dice a ella. Él sopla su café, se toma su tiempo para revolver algo de
azúcar en él, entonces lo lleva a sus labios. Tomo un trago de mi agua. Él pretende no
notar que lo observo.

Finalmente, él baja la tasa. “Entonces,” dice él, mirando directo hacia mí. “Sé lo que
está pasando.”

“En serio.” Mi corazón palpita con miedo y alivio. Sería mucho más fácil si no tengo
que contarle.

“Estás viendo a una chica.”

Quiero reír, pero sale como una media risa combinada con un hipo asfixiante. Brian me
mira extrañado, pero le hago un ademán para continuar. “Todo encaja”, dice él, pero
con menos certeza. “Estas viendo a alguien de la que tú no quieres contarme. Dejaste de
ir a las reuniones de FLAG. Estas tratando de seguir el camino ‘recto60 porque estás
asustado de lo que me pasó a mí.”

No puedo evitarlo. Mi trasero aún está sintiendo el recuerdo del gran pene de Dev. “Oh,
hermana,” me rio tontamente. “No creo que haya sido menos ‘recto que ahora.”

La molestia se esboza a través de su hocico; la realización, lo sé, de que su discurso


preparado se fue por la ventana. Escucho su cola golpear el asiento. “¿Entonces, qué,
sólo dejaste de ir a FLAG porque era aburrido?”

“Por supuesto era aburrido sin ti.” Mi momento había sido pospuesto, pero sólo
temporalmente. “Tú me dijiste que lo sería. Keith no tiene tu sentido de la oportunidad.”

“Nadie lo tiene, hermana.”

“Y el ciertamente no tiene tu humildad.”

Brian sonríe satisfechamente. “Entonces ¿Te uniste a algún grupo activista nacional?
¿Lambda?” “No realmente.”

“¿Estás saliendo con… un canguro?” “Tú siempre odiaste a los canguros”.

“Aún los odio.” Él toma un sorbo de su café. “¿Es algo que hice, Wiley?”

Oh, la culpa, el dolor. “Si, Spotty” Pongo una pata en mi pecho. “Has roto mi pobre
corazón de zorro.”

60
En el original, straight way. La traducción literal es “camino recto” o “camino derecho”, pero es un
juego de palabras; straight puede significar derecho/recto o heterosexual.

83
“No me digas eso,” dice él. “Tu corazón de zorro nunca ha estado agrietado, mucho
menos roto.”

“No por falta de intentos.”

Él baja su tasa. “Muy bien. Corta con esta mierda. ¿Qué está pasando? Ya, sólo
cuéntame.”

Aquí va. “Estoy viendo a un chico”. Siento como que estoy saliendo del closet con mis
padres de nuevo.

Él espera, entonces dice, “Ese es un comienzo ¿Él tiene nombre?”

“Si. Devlin. Devlin Miski.”

“Okey.” Le toma un segundo. “Espera un minuto ¿Miski? ¿El tigre?” Él me mira


boquiabierto. “¿Del equipo de football?”

“Si.” No puedo decir cómo él va a reaccionar. Aún está aturdido. La tensión está
matándome, entonces digo algo estúpido. “Él es lindo”.

“¿Lindo?” Su voz es cortante. No alta, sólo cortante. “¿Ese hormonal montón de sobre
medicados músculos es lindo?” Él señala su diente roto. “¿Esto se ve lindo?”

“Él no hizo eso”. Digo bruscamente.

“Oh, como si importase,” contesta, bruscamente. “¿Crees que ellos no son todos telas
cortadas por la misma tijera? Ellos golpean gente para vivir. Están destinados a vivir de
eso ¿No lees los estudios?”

“Él no es así”.

“Él es demasiado bueno para no serlo,” lanza Brian en respuesta. “Un día, terminarás
con algo peor que esto.”

“Puedo cuidar de mí mismo.” Me cruzo de brazos.

“Oh, sí ¿Has usado alguna vez tus susodichas habilidades para pelear?”

“Pase la prueba para nikyu el año pasado.”

“El mundo real no tiene colchonetas, Tippy.”

“Entonces quizás, tendré en buen juicio y procuraré no andar borracho, Spotty.”

Él me mira furioso. “Si tuvieras buen juicio, no andarías por ahí con un maldito atleta.”

“Él no es sólo un atleta.” Las personas de la mesa de al lado están mirándonos. Bajo mi
vos. “Empecé a hacerlo por ti.”

84
“¿Por mí?” Él sacude su cabeza. “¿Qué, así podíamos tener cicatrices iguales? Él
hospital no es una experiencia de unión.”

“Olvídalo.” Súbitamente no quiero continuar ahí, recordando todos mis miedos


anteriores. Pero Brian está lejos de acabar.

“¿Este es otro escenario de tu eterna cruzada para probar que tu eres mejor que yo? ¿Yo
coqueteo con un par de jugadores de football, entonces tú sales con uno? En cualquier
caso¿Cómo lo conociste? ¿Anuncios personales? ¿’Zorro hábil en el arte de imponerse
ante los demás buscando pene sujeto a macho de músculos para auto-validación’?”

Gruño suavemente. Los guantes están fuera, ahora. “Quizás estaba buscando alguien
que no escapara de una pelea.”

Su mandíbula se cierra con un ‘click’, y entonces el ríe en tono grave. “Eso sí que es
gracioso ¿Qué has hecho tú sino escapar? Realmente has invertido tiempo en asegurar
tus derechos civiles ahora que eres cogido regularmente ¿No, puta? ¿Has llevado a tu
chico de los músculos a las reuniones de FLAG? ¿O él esta manteniéndote en el closet
junto con sus uniformes?”

“Él no está ‘manteniéndome’ en ningún lado. Tú no lo entenderías.”

“¿Entender qué? ¿Cómo el zorro con quien solía hablar de asistir a marchas ya ni
siquiera está yendo a las actividades locales del campus? ¿Cómo es que ni siquiera
sabías dónde era el picnic este año? ¡Diablos, Wiley, yo sabía donde era! Porque a
diferencia tuya, he estado siguiendo a FLAG y peleando por mis derechos.”

“Si, has sido de gran ayuda desde East Bumfuck”, digo. “Muy fácil retirarse y lanzar
piedras a distancia ¿no?

“Mis padres…”

“Oh, a la mierda con eso.” Estoy gruñendo, y no estoy enojado sólo con él. Me odio a
mi mismo cuando gruño, pero no puedo hacer nada. “Tú querías largarte de aquí. Te
escapaste.”

Él se inclina adelante. “¿Puedes imaginarme ir a través de todo ese año como ‘el marica
que fue golpeado’?”

“Si, puedo.” Digo. “Serías un símbolo. Pudiste hacer algo bueno. Pudiste hablar.

“Es fácil para ti decirlo,” dice él, y su voz es amarga. “No quiero revivirlo una y otra
vez”

“Entonces sólo quieres pelear en maneras en las que estés cómodo peleando. No
importa que pudiera ser lo mejor.”

Sus ojos centellan, filosos, y mi pelaje pica. “¿Qué hay de ti? ¿Vas a exhibir a tu
jugador de football cuando él se vuelva profesional?”

85
“No,” digo rotundamente, “y tampoco tú.”

“Pero Tip, que sería lo mejor ¿Qué importa? ¿Sólo quieres pelear en la forma en que
estás cómodo peleando?”

“Eso lo lastimaría. Y eso me lastimaría a mí”.

“Él va a lastimarte de todos modos. De una u otra manera. Cuando llegue a los
profesionales, él va a estar nadando en dinero y bajo la presión de ser hetero, causada
por resto de los primitivos y de las tontas masas quienes los siguen. Tú serás un
inconveniente, una idea tardía, un recuerdo. Si lo crees de otra manera, eres un idiota.

“Entonces soy un idiota.” Vierto lo último de mi agua en mi garganta. “Al menos soy
un idiota con un novio.”

“Por ahora. Hasta que él te golpee.”

“¿Puedes darle “repetir” a tu CD de ‘seria advertencia’, Spotty?”

“Hey, conozco los signos, Tip. Cortar con tus amigos – listo. Cortar con tu red de
soporte – listo.”

“A él no le importa una mierda las reuniones de FLAG. Esa fue mi decisión.”

“Porque tu pensaste que a él no le gustaría.”

“No. Es por ti.”

Él esta sobresaltado. Por primera vez, creo, una genuina reacción. “¿Yo?”

Me reclino. “Si, tú. Porque sabía que reaccionarias de esta manera, y no quería a alguien
más teniendo la oportunidad de ver tu acto de reina del drama. Es tan entretenido”

“Vete a al mierda, Tip. Hablo en serio aquí. Este tipo no es bueno para ti.” Estoy harto
de esta conversación. “No tienes absolutamente ninguna idea de lo que es bueno para
mí.”

“Oh, vamos. No he estado lejos por tanto tiempo. Si me hablaras más…”

“¿Vas a actuar así cada vez que hablemos?”

Bev aparece para rellenar su vaso de café. Levantamos las tazas inmediatamente. Ella
pregunta si quiero otro vaso de agua y digo, “Sólo un poco”.

Ella mira de un lado a otro entre nosotros y dice, “¿Qué les parece una pipa de la paz?”

“No fumo”, dice Brian tensamente, y Bev se encoge de hombros y se va. Ella rompió el
ritmo de la conversación. Nos miramos el uno al otro en silencio, y finalmente digo,
“Entonces ¿Cómo son las clases allá?”

86
“Oh,” dice él cuando Bev regresa con el agua, “todos los profesores apestan. Pero los
estudiantes son peor. Al menos el teatro es bueno.”

Hablamos sobre la escuela por un rato, dando vuelta uno alrededor del otro61
cautelosamente, logrando terminar la conversación sin resumir argumentos. Pero ambos
sabemos que el tema aún está ahí, y alrededor de las seis, cuando reviso el reloj y digo
que necesito irme pronto, él hace un paso atrás en el ring.

“Entonces ¿Llegaré a conocerlo?”

Estudio su hocico. “Aún no. No creo estar listo para eso”.

“Está bien,” dice él y sus orejas bajan. “Probablemente estés todo acalambrado en tu
closet, de todos modos.”

Si comienzo a discutir otra vez, perderé mi cena con Dev. Entonces sólo me levanto y
digo, “Estaré en contacto,” y agarro su pata para sacudirla cuando el empieza a
levantarse. Sin abrazo. Sé que es de perras, pero no puedo forzarme a hacerlo.

“Gracias por el encuentro. Y por contármelo,” dice él.

“Gracias por tomarlo tan bien”.

Nos miramos el uno al otro momento, y entonces me alejo con un saludo con la pata,
dejándolo sentado en la gris mesa a cuadros en Goose´s, con Bev lista para traerle un
plato del famoso pastel de carne de Goose´s.

Maldito sea él, no puedo sacar sus palabras de mi cabeza, todo el camino de regreso a
mi casa, cuando me cambio, y todo el camino hacia el restaurante. Realmente has
invertido tiempo en asegurar tus derechos civiles ahora que eres cogido regularmente
¿No, puta? Todo acalambrado en tu closet. Pienso en como tendría que hablarle a Dev,
teniendo esta cena en un restaurante en lugar de mi apartamento, en cuan renuente está
él de ser visto conmigo en público, incluso en nuestros inofensivos almuerzos.

Intento recordarme a mí mismo del progreso que él había hecho, me digo a mí mismo
que es un lento y contínuo proceso. Eso no ayuda. He sido convenientemente alejado
del zorro que solía ser, el activista con metas nobles, por el zorro en que me he
convertido, escondiendo mi cabeza en arena naranja de rayas negras. Y Brian, con la
percepción de un amigo y con su propia y única crueldad, ha arrancado eso de todo lo
demás y lo restriega en mi cara, así no puedo ignorarlo más.

Si no fuera el último día del semestre, si no me estuviera yendo mañana por las
vacaciones, las cuales súbitamente se sienten como un sinsentido, cancelaría la cena con
Dev. Me conozco a mí mismo lo suficientemente bien como para reconocer el humor en
el que estoy, probablemente voy a decir algo que lo hiera. Me empiezo a preguntarme si
quizás he aprendido demasiado de Brian a través de los años. Aunque, no puedo hacer

61
Metáfora. Es decir dar rodeos a la conversación

87
nada sobre eso; necesito ver a Dev, y diablos también tengo que asegurarme de que él
pase un buen rato, así que voy a tener que vigilar mi hocico cuidadosamente.

Chez Jacques es un lugar de clase alta, pero es clase alta de universidad, lo que quiere
decir que es algo en lo que puedo pagar mi parte, si me lleno de pan y tengo una
ensalada como cena. Dev eligió el lugar; eso fue parte de nuestro trato. Yo insistí en un
restaurante, pero él tenía que elegirlo.

Él ya está esperandome cuando llego. “Hola”, dice él, y se ve un poco sorprendido.


Usualmente cuando salimos, me visto como mujer. Esta vez, alentado por las palabras
de Brian, me he vestido con un lindo atuendo formal. Con pantalones.

“¿Cómo me veo?” Lo incito intencionalmente, ya perdiendo mi batalla conmigo mismo.

Él me mira a los ojos y sonríe, ingenuamente. “Te ves bien,” dice él, “¿Qué hay de mí?”

Él esta hermoso, en un estupendo traje gris a cuadros y corbata roja. E incluso tiene una
camisa de vestir debajo. “Luces bien también”, digo, calmándome un poco. “¿Cuánto
tiempo esperaremos por una mesa?”

“Sólo estaba esperando por ti,” dice él, y hace una seña al maître62, un particular zorrillo
quien se acerca y nos lleva a un mesero hurón. El hurón saluda pasando las mesas,
guiándonos a una pequeña mesa para dos en un cenador, formado por el muro, al lado
de una ventana con cortinas.

El restaurante en sí mismo es hermoso, un salón en bordó profundo con detalles en


marrón y dorado, suaves y afelpadas alfombras, pinturas que son interesantes sin ser
presuntuosos, y una tenue iluminación que daba al lugar una suave y romántica
sensación de bienestar. Todas las parejas que veo son hombre-mujer, con una excepción
que luce como padre-hijo. Mi cerebro de activista, como algún reflejo atávico, palpita
una vez antes de decirle que se callara.

La mesa era preciosa también, con servilletas de tela, una vela roja ardiendo en un
elegante candelero plateado, y seis piezas de platearía para cada uno. Levanto uno de los
tres tenedores y lo giro. “My tío Rob solía decir que él nunca quisiera comer en un
restaurante lo suficientemente bueno como para requerir un diferente tenedor para cada
plato.”

Dev me dirige una ancha sonrisa. “Bueno, Sizzler estaba lleno.”

“Ese era el tío Rob,” digo, devolviendo el tenedor. “Papá piensa que él fue adoptado.”

“¿Entonces esto está bien?”

Cierro de golpe mi mandíbula a mi primera respuesta cuando me doy cuenta que él no


está preguntándome si esta cena es suficiente para comprar mis valores. “Es genial”,
digo, y él se relaja, aliviado.

62
Es algo así como un mozo pero de más jerarquía.

88
Y si lo es. Dev me pregunta si ordenamos vino, y mi idea de atenerse al pan y la
ensalada se desvaneció casi inmediatamente, cuando emparejo un chardonnay seco con
un salmón tártaro de aperitivo y ordeno mi ensalada de todos modos, mini espinaca con
nuez caramelizada y queso azul. Voy a ordenar una entrada también, lo sé. Estoy
demasiado hambriento para no hacerlo. Sólo tendré que pedir dinero a mis padres
cuando vaya a casa.

Este salmón es espectacular. Comemos en respetuoso silencio antes de que Dev


comienza a hablar sobre sus vacaciones de Navidad. Cena, villancicos, árbol del
navidad y regalos, en realidad quizás él tendrá unas lindas fiestas esta vez. Él ha tenido
problemas con sus padres y hermanos, pero su desempeño en esta temporada de football
ha levantado su estatus a los ojos de ellos, y parece que realmente pasará un buen
tiempo estas vacaciones. De seguro eso espero.

“¿Qué hay de ti, Lee?” Ya nos han traído nuestras ensaladas. Los quesos fuertes y el
aliño placenteramente ácido hacen hormiguear mi lengua. No consigo comer así muy
seguido, no sin mis padres.

“Oh…lo usual,” digo, “Es nuestro turno de invitar a la familia a casa. Creo que mi
primo tubo otro cachorro el año pasado, así que habrá tres de ellos corriendo por ahí.
Me quedaré en mi habitación e intentaré ignorar todo excepto por una simbólica
aparición en Navidad para los regalos y la cena. Al menos con ellos alrededor no tendré
que sentarme durante las películas caseras.” Si tengo suerte.

“Aw, Lee,” dice él, “¿No te gustan las fiestas?”

Me encojo de hombros. “Solían gustarme”.

Hemos hablado sobre la familia de Dev, pero no mucho sobre la mía. Él sabe que mis
padres fueron a ver “La Habitación Cuadrada” una vez, pero no lo que ellos pensaban al
respecto. Él sabe que estoy fuera del closet con ellos, pero no lo que ellos piensan sobre
eso. Él no sabe que pasé la Navidad siguiente a mi segundo año con Brian, en un
apartamento fuera del campus perteneciente a uno de los mayores en FLAG quien
probablemente asumió que sólo íbamos a tener sexo todo la semana, cuando en realidad
miramos TV, quedamos medio borrachos, cocinamos la peor cena de Navidad de todas,
y tuvimos increíbles montones de diversión; no es que mis padres me hicieran sentir tan
culpable por perderme las fiestas que no me atreva perderme la siguiente.

“A mí tampoco,” dice él, “pero aun intento divertirme en las fiestas.”

“Porque es importante para ellos ¿Cierto?” digo, violando mi regla de pensar mis
palabras dos veces antes de soltarlas.

“Sí,” dice él, con sus orejas hundiéndose más abajo, y ojos se estrechan un poco.
“Porque me preocupo por ellos.”

“¿Incluso aunque ellos realmente no se preocupan por ti?”

“Ellos se preocupan por mí”. Dice él, pero hay una nota de protesta en lugar de una de
afirmación. “Tú ni siquiera conoces a mis padres.”

89
“Sé lo que me has contado,” digo, y entonces tomo un trago de vino y dejo que el sabor
y la calidez me rodee por un momento. Es buen vino. Él es está empezando a responder
pero lo interrumpo, “Escucha, olvídalo.”

Él mozo se lleva nuestras ensaladas. Dev toma un sorbo de vino y me mira


detenidamente a través de la mesa. “¿Qué anda mal?”. Él parece un poco molesto, pero
creo que el vino está afectándolo a él también.

Empiezo a darme cuenta de golpe que no tiene que preocuparse por eso, que no es su
trabajo hacerme sentir mejor. Pero esta vez, me las arreglo para pararme a mí mismo.
“Estaré bien”, dije.

“No pregunté eso,” dice, más cortante. “Pregunté que andaba mal.”
Y ahora estoy a atrapado en otra trampa; habiendo hablado con Brian sobre Dev, me
encuentro a mí mismo renuente de hablarle a Dev sobre Brian. No sé porqué, pero
mientras estoy resolviéndolo cedo tanto como puedo. “Sé lo que preguntaste.” Digo.

“Por como actuaste parece que no,” replica, “¿Tanto problema tienes en creer que
realmente me preocupo?”

“No, mientras estemos en nuestro apartamento con nuestras ropas fuera no.” Respondo,
lo cual no es realmente lo mejor para decir en cualquier lugar en público, y mucho
menos en un restaurante bastante callado, pero mantengo mi voz baja y no creo que
alguien más pueda escucharme.

“Nos traje aquí ¿No?”, dice él, con sus orejas aplastándose.

“Esa no fue tu primera opción.”

“No, pero…” Él cierra su boca de golpe, y en su mirada se nota que todo está mal. No
está enojado, está herido, más herido de lo que debería estar.

Recuerdo vívidamente ir a un viaje de campo al museo cuando tenía diez años. Nos
dividimos en pares por ese día, mi compañero y yo –ni siquiera puedo recordar su
nombre ahora– sólo vagamos por el museo pasándola bien. Cuando llegamos al salón de
clases al día siguiente, la maestra empezó a llamarnos para hablar de las cosas que
habíamos visto que se relacionaban con la lección, y mi compañero y yo nos miramos el
uno al otro con horror cuando nos dimos cuenta que ambos nos habíamos perdido esta
crítica instrucción y que básicamente habíamos pasado todo el día jugando. Mi pelaje
picaba, mis orejas retrocedieron y se ruborizaron cuando lentamente entendí lo que
estaba a pasando y que había perdido algo importante que debí haber entendido.

Tengo ese sentimiento ahora. Mis orejas se ruborizan, y mi pelaje pica. “¿Pero qué?”
digo.

“No es nada,” él hace un ademán con una pata.

“Oh, por favor,” digo, “No te sientes ahí con tus orejas atrás, tus ojos caídos, tu cola
decaída, y me digas que no es nada.

90
“No puedes ver mi cola.” Dice él.

“No tengo que hacerlo. Incluso tus bigote están tristes.”

“No debí haber dicho nada,” dice él.

Y entonces tengo otra especie de revelación, no puedo preguntarle a él que es lo que le


molesta si no le digo que está que me está molestando a mí. Si, él es un gran y tonto
deportista, pero en primera, él no es tan tonto como se ve, ni de lejos. Segundo, él es mi
gran y tonto deportista. Entonces digo, “Bien. Te contaré lo mío si tú me cuentas lo
tuyo.”

Sus dorados ojos de abren, encontrándose con los míos. Él hace una pausa, lo
suficientemente larga para saber que él va en serio sobre lo que sea que es, que él no
sólo está poniendo esto para hacerme hablar. “Muy bien,” dice calmadamente, “Tú vas
primero.”

No puedo directamente negarme a eso. “Hable con Brian hoy,” digo, sacándolo en
seguida. “Le conté sobre nosotros”.

“Oh,” dice calmadamente,” ¿No fue bien?”

“Fue casi como pensé que iría,” digo.

“¿Entonces, nada bien?”

“No particularmente. Pero es mejor que no habérselo dicho, creo. Al menos ahora ya no
estoy escondiendo nada.”

Si, esa última afirmación fue una insinuación, y él la entiende. Él gruñe, “¿Tú crees que
esto es fácil para mí?”

Tomo otro trago de mi vino, porque en este momento no me gusto demasiado a mi


mismo. Me da tiempo para dejar a un lado mi primera respuesta y reemplazarla con,
“No, se que no lo es ¿Entonces que estaba molestándote?”

“Realmente no vale la pena…” él empieza, y lo detengo.

“Vamos, lo prometiste.”

Él desvía la mirada. “Bien,” dice, dudando y aún gruñendo un poco, “sabes, la razón por
la que sugerí tener la cena en tu apartamento era… creo que parte fue sólo que era más
fácil que salir, pero estoy contento de que salimos… pero también era que… iba a
intentar cocinar una cena para ti.”

Estoy libre de tener que responder por la llegada de nuestra comida, la cual es algo
bueno, porque me estoy sintiendo como un total idiota. El pollo rostizado con un ligero
glaseado citrus huele genial, pero no puedo obligarme a mí mismo a tomar un pedazo.
Dev come su filete, aún mirándome, y dice,” ¿Lee?”

91
Empujo mi silla hacia atrás, y digo ahogado, “Ya vuelvo”, y me alejo tan rápido como
puedo sin correr. Encuentro los baños y entro en el de hombres, entro precipitadamente
en una caseta desocupada, trabo la puerta, me siento, y empiezo a llorar.

No estaba listo para esa inesperada calidez por parte de mi tigre, no después del frío
encuentro con Brian. Y no esperaba empezar a llorar. Tengo esa sensación de calor en
mi pecho y la presión bajo mi hocico, sabía que si no me levantaba de la mesa,
terminaría haciendo alguna clase de escena. Estoy seguro que el vino tuvo algo que ver
con eso, pero no del todo.

Durante los últimos meses, he estado luchando por darme de cuenta de quien soy. Pensé
que lo sabía. Corriendo por ahí con Brian, estaba seguro de ello, y tan orgulloso, en
muchos sentidos de la palabra. El que Brian regresara y cortara como él lo hizo, me
lastimó, y parte de esa herida, por supuesto, es la realización de que él está en lo cierto.
Estoy más involucrado con tener relaciones sexuales que con avanzar la causa de los
derechos gay en cualquier sitio.

Y lo que Dev hizo, justo ahora, es tomar todo ese comportamiento egoísta mío, esa
traición a mis Amigos del Triangulo Rosa, y hacerlo correcto.

Porque eso es de lo que ser gay se trata. No; eso es de lo que estar vivo se trata. Es
amor. Si somos gente que se expresa con facilidad o no, por lo que estamos peleando es
el derecho a amar a quien queremos en la manera en que la hemos nacido para hacerlo.
A veces perdemos de vista eso, en todas las políticas y simbolismos en el que quedamos
atrapados. Dev me acaba de recordar eso. Esta cena, la mirada en sus ojos, la noche en
el Hotel Chikewa Falls, es todo porque lo elegí a él por sobre el movimiento. Es un
recordatorio de que mi traición no es realmente una traición. Es el ejercicio de los
derechos por los que estamos peleando. Que él haya venido desde donde lo hizo hasta el
punto donde puede expresar afecto –amor– por mí, eso es un regalo, y una victoria.

Lo que duele y me pone sentimental es que ese regalo vino a mí cuando estaba en mi
peor momento (o bien, dirigiéndome en esa dirección). Él me tomó en mi malísimo
humor y aún me ama, incluso si él no lo dijo con palabra. Entonces me quedo sentado y
presiono mi hocico entre mis patas, con la humedad lentamente filtrándose en ellas. No
puedo dejar que Dev me vea así, simplemente no puedo. Lo gracioso es que él
probablemente no tiene idea de lo que acaba de hacer. Probablemente él está
preocupado de que me ofendió, debería volver y rectificar eso. Ese pensamiento es el
que me hace tomar un par de respiraciones profundas y calmarme.

Inhalo mis mocos y seco mi nariz con mi pata. Algo de papel higiénico me ayuda a
limpiar mi hocico, seca mis ojos, y me prepara para volver a la mesa.

Él levanta la mirada cuando me acerco, y como había temido, sus orejas estaban
dobladas hacia atrás. Él me mira e intenta decir de golpe, “¿A dónde fuiste?” Pero no
hay autoridad a ello, y ni siquiera espera a que responda, “Lo siento, Lee,” dice, “Sé que
hice algo mal. Aún no soy realmente bueno en esto.”

92
“Oh, cállate, semental,” digo, sólo apenas capaz de contenerme a mí mismo de
abrazarlo justo ahí, en el restaurante. Me siento y le dirijo una gran sonrisa, con
animadas orejas y vitales bigotes y todo.

Él se aviva un poco. “¿Entonces estás bien?”

“Más que bien,” digo, y pruebo el pollo. “Deja de preocuparte tanto y terminemos la
cena así podemos volver a mi casa ¿si?” Él tiene su cola meneándose debajo de la mesa,
y llevo la mía debajo para descansarla sobre la suya.

Él mejora, masticando una pieza de filete, y deliberadamente la mastica lentamente,


acurrucando su cola contra la mía. La muevo rápidamente de un lado al otro y continúo
comiendo mi pollo, imitando los lentos bocados que él está tomando. Hacemos
pequeñas charlas y terminamos nuestra comida, con las colas aún tocándose.

De regreso en el apartamento, hacemos nuestro tradicional baile de ‘azotar la puerta y


sumergirse en el hocico del otro’. Aunque, esta vez, no meto mis patas bajo sus
pantalones. Él me tiene de contra la puerta, duro, de modo que él no puedo poner sus
patas en ningún otro lugar sino en mis pantalones, pero deslizo las mías sobre su
espalda y sólo lo sostengo, saboreando su tranquilizador peso y el calor de nuestras
lenguas jugando juntas.

Sus patas agarran el frente de mis pantalones, y él gruñe suavemente, frotando. Yo lo


aprieto contra mí, con mis brazos firmemente alrededor de él. Él rompe el beso yéndose
hacia atrás, dejando mi lengua colgando en el aire y con un indudablemente tonto
aspecto en mi hocico. “Me gusta más cuando usas la falda,” dice él.

Por un minuto, creo que él está diciendo que le gusto más vestido como una mujer.
Entonces veo el brillo en sus ojos y me doy cuenta que él está tratando de provocarme.
Entonces le doy una malintencionada sonrisa en respuesta, y digo, “Es todo lo mismo
una vez que me la quito.”

Desde ese punto, la ternura se mantiene hasta que estamos jadeando, exhaustos,
desnudos, y pegajosos en la cama. Usualmente me levanto para ducharme muy pronto,
pero esta vez no quiero dejar la calidez entre nosotros. Meses atrás, acostándome en la
curva de su brazo junto a su amplio pecho, mi pata sobre su estómago, se habría sentido
incómodo. Diablos, semanas atrás hubiera sido un poco incómodo. Ahora se siente bien,
y no quiero hacer nada para estropearlo. Entonces dudo, y digo, “Te voy a extrañar.”

Él se recuesta sobre la almohada, aún jadeando suavemente. “Si, yo también.”

“Estaba pensando,” digo, dudando, “quizás podría llamarte en Navidad.”

Él esta callado, procesando eso por un momento. “Si,” dice finalmente. “Llámame.”

“¿Puedo hablar con tu mamá?” digo, acariciando su cuello con mi nariz.

Él gruñe y me aprieta. “No me presiones.”

93
Nuestras mentes deben estar siguiendo ese comentario en direcciones similares, porque
después de un pequeño silencio, él dice, “No creo que sea capaz de llevarte a casa
alguna vez.”

En lo cual justo había estado pensando también. “¿Porqué, mamá y papá no están en
toda el asunto de los ‘maricas’?”

Él se estremece. “No mucho, realmente.” Él gira su cabeza de manera que su hocico


esta tocándose con el mío, nuestros ojos a menos de una mano de distancia. “Supongo
que tus padres están bien con eso.”

Le devuelvo su mirada de igual modo. “Ellos lo saben.” Lo cual él ya sabía. No es


difícil para ellos saberlo, cuando su hijo llega a casa con un montón de stickers de
“Poder Zorro Gay”63 y usando su prendedor de triangulo rosa. “¿Quieres que esto sea
más que sólo una cosa de colegio?”

Sus ojos permanecieron al nivel de los míos, pero su concentración se va a otro lado, y
entonces él gira su cabeza para descansar de nuevo contra la almohada. “No quiero
pensar en eso justo ahora”.

“Vamos a tener que pensar en eso alguna vez,” digo. “Al menos alguna vez en los
siguientes seis meses. Sabes, antes de la graduación.”

“No quiero pensar en eso ahora,” dice él.

“Como quieras,” digo, y entierro mi nariz en sus hombros.

Un momento después, él suspira. “No sé, Lee. Simplemente, aún es muy extraño.
Apenas me siento normal así.”

“Tú te sientes normal para mí.”

Él me aprieta otra vez, con afecto esta vez. “Quizás esa fue la palabra equivocada. Me
siento bien así. Y todas las cosas que aprendí en la iglesia y escuela se reducen al hecho
de que no estamos lastimando a nadie y ambos nos sentimos bien, así que eso es todo
¿Cierto? ¿Qué está mal con eso? Pero es más complicado. Están mis compañeros, y
amigos, y…”

Y el football. “Si, lo sé,” digo. “Si ayuda, es complicado para mí también.

“¿En serio? Pensé que lo tenías todo planeado dos movimientos adelante.” Sus patas
cosquillean mi costado, incitándome.

Me retuerzo felizmente, y entonces el portero eléctrico del edificio suena.

Sé quien es inmediatamente, y entonces me estiro para alcanzarlo. Dev dice, “¿Estás


esperando a alguien?”

63
Original: “Queer Fox Power.”

94
“No realmente,” digo. “Esperaba que no viniera. Vete, Brian,” digo cuando contesto.

Su voz contesta, no dificultosa al hablar. Bien. No está borracho, sólo algo inquieto.
“Déjame entrar. Sé que él está ahí. Sólo quiero decir hola.”

“Vete.”

“¿Cuál es el problema, Tip? ¿Los interrumpí en medio de algo? Perdón por eso. Pensé
que nunca te tomaba más de cinco minutos. Quizás eso era con los otros chicos.”

Suelto el tubo del telefono y me acuesto de nuevo en la cama con un suspiro.

“¿Tu mejor amigo?” Dice Dev en voz baja.

El timbre del teléfono interno suena de nuevo. “Lo era en un tiempo”, digo, sin
moverme a contestar. “Ahora ya no sé. Hemos desarrollado algunas… diferencia
filosóficas.” Pero ‘desarrollado’ no era cierto; ellas estuvieron ahí siempre, sólo bajo la
superficie y teóricas.

Suena de nuevo, y otra vez. “¿Cómo cuándo se dejaron el uno al otro solos?” dice Dev.

“Entre otras cosas.” Gruño suavemente y salgo de la cama, caminando sin hacer ruido,
desnudo, hacia el closet para tomar mi bata.

“¿No puedes sólo bajar el volumen?”

“Debes estar pensando en uno de esos lugares de película en los que, ustedes atletas,
viven,” digo, atando la bata suelta alrededor de mi cadera. “Sólo quédate ahí. Ya
vuelvo.”

“¿Seguro que no quieres que baje?” dice él cuando abro la puerta.

“Absolutamente. Puedo manejar esto.” Salgo y empiezo a bajar los dos tramos de
escaleras, esperando poder cumplir con mi fanfarronada.

Él está inclinado contra el marco de la puerta, con aspecto de aburrido mientras presiona
el botón una y otra vez. Cuando él me ve, levanta sus orejas y sonríe. “Sabía que no me
fallarías,” dice a través del vidrio, y pone una pata sobre la cerradura, esperando a que
yo abriera la puerta.

Me cruzo de brazos. “Bajé para decirte que te vayas a casa, Brian.”

“Aw, Tip, vine todo el camino hasta aquí. Lo prometo, no causaré una escena.”

“Ya lo has hecho,” digo. “¿Por qué no sólo me dejas en paz?”

“¡Porque no quiero verte herido!” Él iguala mi tono de voz. “¡Porque me preocupo por
ti!”

“Esto no es por mí. Esto es por ti.”

95
96
“No seas así. Vamos, sólo déjame entrar. Sólo quiero entrar y asegurarme de que estás
bien.”

“Estoy bien ¿Feliz? Ahora vete.”

“No puedo creer que estés haciendo esto. Habiendo sido amigos por tanto timepo ¿Eso
no significa nada para ti?”

“¿Eso eso no significa nada para ti?” Contraataco.

“Por supuesto que sí ¡Es por eso que estoy aquí!”

Suspiro y sacudo mi cabeza. “No voy a dejarte entrar. Sabes que soy tan terco como tú.”

“Oh, Tip, no tienes la más ligera–. “ Sus ojos de agrandan. Escucho pesados pasos en la
escalera detrás de mí. Genial. Justo lo que necesitaba.

Dev tiene sus pantalones puestos y está al pie de la escalera, mirándonos. Cuando me
doy la vuelta, le hago una seña para que suba. Lo último que necesito es que él
amenazase a Brian, y empeorar todo. Él pone un dedo sobre mi hocico y me lleva hacia
la puerta, deslizando sus brazos alrededor de mí para sostenerme contar él. Miro a su
rostro y entonces me volteo para mirar hacia Brian. Miramos hacia él juntos.

Él pasa su mirada de mí a Dev, levantando la vista. “¿Entonces eres tú quién esta


aprovechándose de Wiley?,” Él hace una cara de desprecio, ocultando su miedo muy
bien. Puedo ver el movimiento nervio en sus orejas antes de que él las calme, y la
manera en la que lleva sus patas al frente de su estómago se ve más despreocupado de lo
que realmente está.

“Nadie está aprovechándose de nadie,” retumba Dev. “Sólo estamos tratando de tener
un buena charla y dormir, apreciaríamos que dejes de hacer ruido.”

“Sólo quería decir hola y conocerte.”

“Y ahora ya has dicho hola. Buenas noches,” dice Dev, y empieza a darse la vuelta.

“Si tú lo lastimas,” dice Brian en una alta y espantada voz, “Te lastimaré el doble.”

Nos damos la vuelta, y Dev lleva su pata a mi pecho. “Amo a este zorro,” dice él. “Así
que no te preocupes por eso.” Y con eso, él deja a Brian estupefacto, me levanta en sus
brazos, y me lleva dos pisos arriba de vuelta al apartamento. Mi bata cuelga abierta lo
suficiente como para que cualquiera que pasara por ahí viera mi pegajoso miembro,
pero me importa un carajo. Paso todo el tiempo sólo apoyándome contra los hombros de
Dev, procesando sus palabras.

Cuando él me deja en el suelo de vuelta en el apartamento, estoy sonriendo como un


tonto. Él no me mira a los ojos de inmediato, pero me mantengo callado y sé que él me
vio. Finalmente, el levanta la mirada, sacude su cabeza y dice, “¿Qué?”

97
Lo pico gentilmente pico con un dedo en su desnudo estómago. “Sabía que me
amabas,” digo con la mejor astuta sonrisa.

El gira sus ojos. “Zorros,” rezonga, y me persigue de vuelta a la cama, donde la bata y
los pantalones pronto caen por uno de los lados, y, por ahora, todo está perfectamente
bien.

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(Lee)

Diciembre 2006
A partir del año pasado, si tú creciste sin hermanos, eres tres veces más propenso a estar
en terapia que si tuvieses un hermano o hermana. Sólo un poco de evidencia empírica de
que quizás la indivisa atención de tus padres no es necesariamente algo bueno.

Con el correr de los años, la Recapitulación Del Pasado se ha vuelto parte de nuestro
ritual de Navidad. Mi padre ama grabar videos caseros. Éramos la primera familia en
Fox Hollow en tener una videocámara, en ese entonces cuando estas eran cosas
voluminosas que casi lo ponen en el hospital con una espalda afectada. Mi madre ama
mostrar películas caseras, y desde que su polluelo (ese sería yo) voló del nido para
asistir a la universidad hace tres años y medio, la Recapitulación Del Pasado había
pasado de “ya que estamos sentados todos juntos, rellenos después de la cena ¿Porqué
no vemos algunas películas?”, a “¡Wiley! ¡Ven a la sala, tenemos que empezar las
películas ahora o no habremos acabado para la hora de dormir!”

Es diciembre veintitrés, y el especial de esta noche es Barbacoa del Día de la Memoria


1992, estelarizando: Firefox Wiley, edad 7. Me hundo contra el lado del sofá, acurruco
mi cola sobre mis rodillas, clavo mi codo en el brazo del sillón y descanso mi cabeza en
mi pata, mirando la película de hace catorce años. Ya no puedo decir si recuerdo ese día
o sólo creo que lo recuerdo porque he visto la película muchas veces. Es una de las
favoritas de mi madre.

“Te ves tan adorable usando ese pequeño casco,” ella dice. Me resisto a la tentación de
decirle que fue robado por Jimmy Galgin en tercer grado, incluso aunque sé que esa es
la siguiente cosa que preguntará. “¿Qué fue lo que le pasó?” dice ella.

Ella realmente no quiere saberlo. Eso es sólo el pie para que mi padre haga algún
comentario sobre su amigo, el bombero voluntario, quien me lo dio. “Sabes, Boll está
segundo en lista para jefe de la V.F.D. ahora,” dice, justo en su marca. “Vic Holbrush
está en cuarto.”

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Vic es de mi edad, un compañero de secundaria quien me saca el concepto de simpatía
de especies. “Vic no podría atinarle al urinal desde un pie de distancia,” digo, “Yo tenía
mejor puntería a los siete.”

Ahora, en la pantalla, he abierto el agua y estoy corriendo de vuelta al negocio al


extremo de la manguera. En un minuto, mojaré a mi padre y la barbacoa, arruinando
cincuenta dólares en filetes.

“Esos eran la mejor selección en filetes de La Granja Morningstar,” dice mi padre,


mirando a Firefox Wiley apuntando. “Me costaron cincuenta dólares. Ese si era dinero
en el ’92.”

“Sigue siendo dinero ahora,” digo yo.

“¿Necesitas dinero, cariño?” El brillo en los ojos de mi madre aparece en mi visión


periférica cuando ella voltea hacia mí.

“¿No lo necesitan todos?”

“Él no se preocupa por necesitar dinero,” mi Padre dice, “sino no estaría estudiando
Inglés”.

He posicionado mi brazo sobre el sofá de manera que puedo ver los ligeramente
brillantes números de mi reloj de pulsera. Técnicamente, faltan veintidós minutos para
cuando le he dicho a Dev que lo llamaría. Considero inventar una excusa para irme,
algo como otra llamada pactada. Pero entonces tendría que encontrar a alguien más a
quien llamar hasta que pueda llamar a Dev, y aunque hay un número de personas con
las que podría intentar, no puedo garantizar que alguno de ellos responda. Entonces
tendría que explicar porque la persona a la que estaba llamando no contestaba, y ellos
me harían pasar un mal rato cuando me fuese a hacer la llamada que realmente había
previsto.

Mentir sería más entretenido si no fuera tan malditamente complicado.

La barbacoa está goteando ahora. Siempre es entretenido distinguir quien está riendo y
quien esta maldiciendo durante el próximo par de minutos. Los amigos de mi Padre,
Kellen y Yolanda, cuyos nombres sólo recuerdo porque es la peluda cola de Kellen a la
que corro para esconderme detrás más tarde en este video, tienen placentera risas,
extrañamente similares y sobreagudas. La risa de mi madre es más rápida de lo que
usualmente es, probablemente está nerviosa porque mi padre está maldiciendo, al igual
que un lobo con quien solía trabajar mi padre. El tío Roger está haciendo ambos, y Tía
Millicent está intentando vanamente de cubrir ambos lados. Su hija, Amy, ahora casada
y con dos cachorros, está en algún lugar adentro.

“Eras un buen bombero,” dice mi Madre.

Es inútil señalar que sólo tenía siete años y sólo estaba jugando con una manguera de
jardín. “Ni siquiera había fuego,” digo, “y además, tenía siete ¿Quién escoge una carrera
basado en cómo se disfrazaba cuando tenía siete años?”

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“Cincuenta dólares en filetes arruinados.” Repite mi padre.

“¿No te divertiste haciéndolo?” me pregunta mi Madre.

Suspiro. “Por supuesto que sí. Siempre que causaba caos y arruinaba algo caro de Papá,
me divertía. Pero, ahora, no basas tu vida en lo que te divierte ¿o sí?”

“Wiley tiene razón,” dice mi Padre, pero por supuesto lo que una pata sostiene, lo otra
socava. “Eliges una carrera basado en el potencial de ganancias. Al menos, eso es lo que
yo hice.”

Dejamos ese comentario colgado en el aire, moviéndonos sobre el sillón de cuero


mientras el costoso proyector de muro reproduce películas sobre el muro de la sala,
especialmente pintado. En vez de los filetes, mi padre ahora está sirviendo
hamburguesas, y sobre la toma de mi mamá trayéndome una, la voz de él es claramente
audible, diciendo, “Genial, él es recompensado por arruinar mis filetes”. A pesar de eso,
o quizás porque puedo escucharlo –mis orejas están totalmente levantadas, como
usualmente solían estar en ese entonces– muerdo la hamburguesa con casi orgiástica
alegría, los jugos de la carne corren por el pelaje blanco de mi hocico con el kétchup
goteando en mis patas negras. La pata de mi Madre es visible en el cuadro, con la
inefectiva servilleta fácilmente esquivada mientras devoro la hamburguesa.

“¿Entonces qué vas a hacer?”, pregunta mi padre. “Ya viene la graduación ¿sabes?”

“¿En serio?” digo yo. “No nos dijeron eso.”

Mi madre suspira. “Desearía que no fueras así,” dice ella.

“No sé qué voy a hacer,” digo, “pero se me ocurrirá algo ¿Bien?”

“¿Lo estás disfrutando?” Puedo ver el brillo en los ojos de ella, de nuevo.

“Si, Madre, me encanta. ¿Podemos hablar de otra cosa ahora?”

Estoy listo para discutir cualquier otra cosa excepto por un área, la cual bien podría
tener un indicador automático encima por la rápidez con la que mi Mamá se concentra
en ella. “¿Cuándo vas a traer a casa a una linda zorra64?” dice ella.

Mi reloj marca las 7:56. Falta poco. “Tengo que hacer una llamada,” digo, y me levanto,
mi sombra brevemente oscurece mi imagen en el muro antes de salir, afuera de la sala.

Dev contesta al tercer tono. Trato de aferrarme a su profunda y ronca voz como si fuera
el cojín de un asiento de aerolínea en un inesperado acuatizaje. “Hola, buenmozo,” le
digo en esa voz de Lauren Bacollie que él ama.

“¿Estás pasando bien tu visita?” pregunta después de una pausa durante la cual lo
imagino ajustándose los pantalones. Él pensamiento me hace ajustar los míos.

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Femenino del zorro, no insulto.

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“Oh, es espectacular.” Mantengo mi voz baja, incluso aunque mis padres están aún
mirando sus recuerdos, escaleras abajo, en el otro lado de la casa. El estudio está
perturbadoramente silencioso. “Estamos jugando toda clase de juegos de Navidad.”

“¿Cómo Monopoly?”

“Como ‘Hacer Admitir A Wiley Que Cada Decisión Que ha Hecho Desde Que Se Fue
De Casa Ha Sido Un Irreparable Desastre’. Hasta ahora, estoy ganando. Aunque faltan
dos días hasta Navidad. Aún no es el juego de nadie.”

“¿Incluso con tus primos ahí?”

“Ellos cancelaron. Alguno tuvo viruela, pulgas o….algo, realmente no entendí toda la
historia.” Mamá me contó, sólo que no la escuche.

Lo escucho suspirar. “Mi papá me ofreció conseguirme un trabajo con su amigo Jake
que maneja un taller mecánico en el centro de la ciudad.”

Eso me sorprendió. “¿Después de tu genial temporada?”

“Perdimos en los cuartos de final.”

“Yo estaba ahí.”

Él suelta una risita, suavemente. “Mmm. No, ellos piensan que tuve una gran temporada
y están intentando convencerme de unirme a la Liga de Arena o ir al extranjero.”

“Claro, Porque ¿Lo que los padres quieren es que sus hijos jueguen en un exótico país
extranjero? “

“¿Por centavos comparado con la UFL?”

“Y un taller mecánico es un mejor uso para tu titulo en Economía.”

“Sería en la oficina administrativa. Contabilidad, libros, y cosas como esa.”

Me acurruco en el brazo de la silla y tomo un sorbo de agua. “¿No estás realmente


considerándolo?”

“No,” dice él. “Voy a ir a la UFL .Y tu también irás.”

“Ese es mi tigre.” Miró las escaleras. Aún siguen viendo las películas caseras. “Te
extraño,” digo suavemente.

“También te extraño,” dice él sin dudarlo.

Entonces sé que está sólo. “Extraño tu pene,” digo, volviendo a Lauren Bacollie.

“¡Lee!” La medio ahogada exclamación de Dev es perfecta, atrapado entre lo que él


quiere y lo que piensa que es correcto.

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“En serio,” ronroneo. “Me encanaría sentirlo deslizándose dentro mí justo ahora. Todo
grande, y duro…”

“Lee, basta.”

“Estoy desnudo justo ahora,” miento. “Piensa en eso, mi cuerpo presionando contra el
tuyo, tu pene adentro…”

“No puedo…”

“Cierra la puerta”, sugiero en mi voz normal.

Él suspira. “Espera”.

Sonrió, y deslizo una pata dentro de mis pantalones.

Veinte satisfactorios minutos después, me siento lo suficientemente relajado para volver


a la Inquisición. La película que tenemos ahora es de nuestro viaje familiar al Lago
Callahee. He cambiado de ocupación de bombero a navegante, un orgulloso cachorro de
nueve años encargado del mapa de la familia. Sin embargo, este no es mi viaje favorito.
Mi favorito es uno de hace cuatro años, cuando me las arreglé para guiar al auto de la
familia al Salón De La Fama Del Rock´n´Roll y el Parque de Diversiones ‘White
Island’, esto último había sido expresamente prohibido por mi padre. A los nueve aún
estoy orgulloso de tener el control sobre el mapa para torcerlo para mis propios fines,
pero puedo ver las semillas de la posterior rebelión en la intensidad con la que estudio el
mapa. Y hay un momento, cuando Mamá dice en el micrófono suavemente, “Mira cuan
duro está intentando memorizar las ruta,” cuando veo el movimiento rápido de mis
orejas y recuerdo con claridad lo que estaba pensando en ese momento. No estaba
memorizando la ruta. Estaba tomando valor para preguntar si podíamos tomar una
desviación para ver el campo de práctica de los Boxers de Boliat; sólo a una hora de
desviación. Escuché el comentario de mi madre y no hice la pregunta. Un par de años
más tarde, no sería tan tímido. Por cuando que tuve quince, ya había perdido mis
privilegios de navegación.

Es divertido. Recuerdo todo de ese momento en particular: el aroma de galletas duras en


el auto, la cerveza de mi padre, la esencia de la mascarilla de mi madre cuando ella aún
usaba salvia, el peculiar brillo de las luces golpeando el mapa a través de la ventana, e
incluso estar sediento por una Coca. Pero no, dos minutos más tarde, me veo a mí
mismo bajando el mapa, y hora no tengo idea de lo que estaba pensando. El cachorro de
la pantalla está mirando los árboles pasar, descansando su hocico sobre un flaco brazo,
perdido en su propio mundo, como solía estarlo a menudo. Y ese mundo está perdido
para mí.

“¿Estabas hablando con ese Brian?” Mi madre no mira hacia mí.

Acerco mi cola hacia mis rodillas. “No.”

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“¿Vas a hablarle?”

“Puedo manejar mis propios asuntos.”

Mi padre interrumpe. “Le hemos pedido muchas veces quede deje de dejar mensajes
para ti aquí.”

Me hundo más en el sillón. “¿Cuántas veces ha llamado?”

“No muchas”, dice mamá, cuando papá dice, “Siete.”

Cierro mis ojos, intentando no imaginar los sarcásticos mensajes. Me pregunto si él


mencionó a Dev en algunos de los mensajes. Me pregunto alguna manera posible de
preguntarles.

“Ya no quiero que llame más aquí,” dice papá.

Doblo mis orejas hacia atrás. “No sé que puedo hacer sobre eso.”

“Muy bien,” dice mi padre, “Si necesitas más incentivos, aquí va. Si recibimos otro
mensaje de él después de Navidad, no recibirás tú dinero mensual.”

Eso me hace sentarme derecho. “Le hablé ¿Qué quieres que haga, borrar el número de
su memoria?”

“Eres inteligente. Se te puede ocurrir algo.”

“¿Por qué no conoces a una linda chica?” Inserta mi madre en el silencio. “No me digas
que no hay alguna linda zorra ahí en Forester.”

“Sólo las atrevidas,” digo automáticamente, aún ahogándome de calor por la amenaza.
“Las lindas van al cielo”. A veces bromeamos sobre eso en mi pequeño círculo dentro
de los Gays y Lesbianas de Forester.

“No te pases de listo”, dice Papá. Por alguna razón, eso lo provocó.

“No puedo hacer nada,” digo, “así es como me criaron.”

“Yo nunca te crié para responder,” dice él.

“Mono ve, mono hace.” Las respuestas agudas son casi automáticas para mí, pero
parecen dejarlo perplejo. No tengo un historial de engancharlo a él en esta clase de “ida
y vuelta”, pero estoy intentando cualquier cosa para retrasar la “conversación de la
zorra”.

“Quizás yo debería llamar a Brian, entonces.”

“Mira,” digo, apuntando a la pantalla. “¿No es esta la parte donde ese pez casi lo tira al
agua a Papá?”

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Brian deja dos mensajes más el día siguiente. Lo sé porque reviso el contestador cuando
volvemos de la película (“Una Parábola de Navidad”, la cual obviamente vemos para
complacer a mamá). Llego tan lejos como “Estoy hablando para Wiley” antes de borrar
ambos mensajes. Mi madre, a un pie de distancia, declara estrepitosamente que va a
empezar la cena, y sale ruidosamente hacia la cocina. Mi padre no me mira ni dice nada.
Pero parece claro que su regalo para mí de un celular nuevo está, al menos, un tanto
retrasado.

Mientras mi madre prepara la cena de navidad, mi padre sugiere un juego de billar


abajo, en el salón de juegos. Yo accedo, sintiéndome generoso. Después de que él gana
el primer partido, dice, “¿Estás viendo a alguien?” Todo despreocupado, su orejas
arriba, cola neutral, pero cuidadosamente evitando mirarme.

Ordeno la bolas para él y me alejo mientras el comienza. “Pensé que no querías


escuchar sobre esa parte de mi vida.”

¡Snap! Las bolas de esparcen. Él mete la 2. “No quiero escuchar sobre las citas de
tratamiento de pelaje de tu madre tampoco, pero lo escucho y pago por ello. Al menos
tu…” Él hace una pausa, evaluando la mesa, y se mueve para un tiro limpio sobre la 4.
“…estilo de vida no me cuesta nada. A diferencia de tu educación.”

“Buena apertura”, comento cuando él mete la 4. “Y buen tiro.”

“Sólo quiero asegurarme de que estás siendo cuidadoso,” dice él, pasando en frente de
mí. Su cola casi rosa mis piernas. Doy un paso hacia atrás para darle espacio. “Supongo
que tú y Brian solían salir todo el tiempo y ahora no. Eso molesta a tu madre. Sólo no
quiero que salgas lastimado.”

“Por ‘lastimado’, quieres decir ‘enfermo’ ¿Cierto?” Él mete la bola 6, pero lo deja en
una dura posición ahora. Él no responde. Así que continuo. “Brian era mi mejor amigo.
Nunca salimos.”

“¿Tú nunca trajiste a tu mejor amigo a casa?”

Lo veo meter la 3. La bola blanca no rueda lo suficientemente lejos como para hacer un
tiro fácil sobre la 7. “Nunca arreglamos para coordinarlo.”

“¿A él no le gusta el Football?” Él va a intentar la 7 de todos modos. Difícil tiro. Lo


falla.

Veo mi mejor tiro y me alineo pata meter la 12. “Es más como que diferimos en un
aspecto específico del football.” Me embolso la 12 y doy la vuelta a la mesa, buscando
otra apertura. “¿Qué dijo?”

Él me observa. “Parece preocupado por ti.”

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“Él no sabe de lo que está hablando.” Me alineo para la 14. Él espera hasta que tiro. La
bola avanza lentamente hacia el hoyo y cae con un golpe. “Le daré mi número de
celular si quieres. Así no tendrás que hablar con él.”

“Wiley”, dice mi Padre, retrocediendo para salir de mi camino cuando preparo la 10,
“¿Este jugador de football está ofreciéndote drogas?”

Me río, y levanto el taco. “Siempre son las drogas ¿No es cierto?”

“Entonces si hay un jugador de football.”

“Si,” digo, y golpeo la 10 a través de la mesa, lanzándola en la esquina. “Él es un


cornerback65 de Forester y es realmente bueno.”

“¿Bueno en football, o bueno en general?”

Me detengo en eso y levanto una ceja. Mi padre mueve rápidamente una oreja.
“Ambos”, digo finalmente.

“Muy bien,” dice él. “Tu madre ya tiene su taza de ‘Los Abuelos Son Para Mimar. Yo
no tengo ningún apuro.” Él indica con una garra a la mesa. “Tienes un buen tiro sobre la
15.”

Sobre el billar, siempre está en lo correcto. Me alineo para meterla, limpia, y entonces
por supuesto la bola blanca revota hacia la buchaca del lado.

Ya puedo ver por la posición de la mesa que él tiene el juego ganado. “Eso es lo que
gano por seguir tu consejo”, digo suavemente cuando él hace el primero de sus cuatro
tiros. La 5 cae.

“Fue un buen consejo,” dijo él. “Sólo es que fuiste a por demasiado.” Mete. La 1 se ha
ido.

“¿Cómo voy a aprender si no lo hago?”

Él hunde la 6, llevando a descansar la bola blanca a seis pulgadas de la 8, espacio


despejado entre ella y la buchaca del lado. “La Buchaca del lado,” dice él, y entonces,
mientras está alineándose, “Sólo no sé porqué no aplicas eso a tu carrera.”

Golpe. Mete. Juego terminado.

Tengo otra llamada, corta, con mi tigre el día de Navidad, una nerviosa cuestión porque
las familias de ambos se están preguntando que estamos haciendo al teléfono ese día,

65
En varios medios latinoamericanos llamado también Esquinero. posición defensiva del fútbol
americano en la que un jugador se coloca en la línea de scrimmage en posición contraria al wide receiver.

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pero vale la peña intercambiar ese, “Feliz Navidad”, y sólo por un momento compartir
el día especial. Al menos, lo es para mí, y suena como que lo es para él también.

Menos divertida es la llamada con Brian. Por mucho que odie que la amenaza de mi
Padre fuerce mis acciones, realmente no puedo permitirme perder el pago mensual. Así
que lo llamo, el día después de Navidad. “Oh, hola, Tip,” dice él.

“Oh, hola, Brian,” respondo.

“¿Cómo ha sido tu Navidad?” pregunta él, como si todo fuera normal entre nosotros.

“Ha sido simplemente extraordinaria. ¿Qué tal la tuya?”

“¿La estás pasando con él?”

“¿Con quién?”

“Tú sabes a quien me refiero. El jugador de football.”

“¿Cuál? ¿Fisher Kingston?”

Él resopla. “Ya quisieras.”

Miro alrededor. Mis padres están escaleras abajo, bien fuera del alcance de su oído.
“Por supuesto,” digo. “Me la está chupándo justo ahora.”

Él hace un ruido disgustado. “¿Cuándo vas a despertar?”

Pensé que sería divertido tomarle el pelo, pero simplemente estoy cansado de él.
“Déjanos en paz.”

“Te lo estoy diciendo––“

“No, yo te lo estoy diciendo. Si quieres vengarte del equipo de football, quizás no


debiste haber escapado a la mitad de la nada. Si te importase…”

No estoy seguro de que voy a decir. Él salta en el intervalo. “No estaría llamando si no
me preocupara por ti.”

“Guárdatelo para la audición,” digo, “Mira, deja de llamar a mis padres. Y no llames a
mi habitación. Mis padres me dieron un celular.”

“Vas a necesitar alguien con quien hablar un día.”

“No voy a darte el número”

“Tip––“

“¡Deja de intentar pretender que te importa!” Estoy casi gritando en el teléfono. “¡Deja
de fingir que no te rendiste!”

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Él absorbe eso por un momento. “No esperes que te visite en el hospital.” Él cuelga
antes de que poder responderle.

Cuelgo el teléfono y sólo me siento ahí hasta que mi madre llama, “¿Wiley?, ¿Está todo
bien?”

“Bien,” le digo, y bajo las escaleras. “No creo que Brian los moleste más.”

Ellos no preguntan más, pero al menos se abstienen de hacer preguntas sobre mi vida
amorosa o la carrera esa tarde. Quiero desesperadamente llamar a Dev, sólo escuchar su
voz, pero sé que él está ocupado con las cosas de su propia familia. Y estaremos de
vuelta en la escuela dentro una semana más.

Si acaso por la pre-Navidad o por la llamada de teléfono con Brian, mis padres me dejan
en paz el resto de la semana y me dejan tener tiempo para mí mismo. Llamo a Dev dos
veces más, pero no consigo hablar, así que para cuando estoy de vuelta en mi viejo
apartamento, no puedo mantener mis patas o mi cola quietos por la anticipación de verlo
de nuevo. Ya estoy completamente erecto cuando él entra por la puerta. Juzgando por la
velocidad con la cual nuestras ropas caen al suelo, él se siente de la misma manera.

“¿Qué estabas haciendo en Navidad, cuando te llamé?” le pregunto, después del acto.

Él pasa sus garras a través del pelaje sobre mi pecho, baja a mi estómago, la cola
acomodada apropiadamente sobre mis caderas. “Mirando una película.”

“¿Una Historia de Navidad?”

“Los Diez Mandamientos.”

“Yikes”.

Él suelta una risita, la suave oleada de respiración cosquilleándome los bigotes. Él huele
mi champú, pero su aliento es de carne por la cena. “Es una tradición familiar. Aunque
con esa nueva película de natividad a punto de salir, apuesto a que cambiaremos a esa.”

“¿’Una Parábola de Navidad’? Nosotros vimos esa.” Mis ojos quieren cerrarse, pero los
fuerzo a quedarse abiertos, para mantenerme bebiendo en la mirada de sus ojos. “No
quiero ir a clases mañana.”

“¿Qué estás diciendo?”

Le cuento rápidamente las clases: una tesis de Inglés, un ensayo de literatura del siglo
XVIII, una clase de escritura creativa, y una clase de cine que estoy tomando para llenar
el tiempo. “No debería sudar para pasarlas todas para graduarme. La tesis va a ser fácil
una vez decida qué hacer. Sólo el ensayo de litertura es algo molesta. Autores del siglo
dieciocho, ugh. Al menos Oliver Goldsmith es algo entretenido. Tu sólo vas a tomando
ese seminario de aplicación de la teoría económica ¿Cierto?”

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“Aplicación de la Teoría Económica para Planificación de Ciudad, si, y, um,” sus orejas
se mueven rápidamente, “Estudios de Género del Siglo XXI.”

No puedo evitarlo, riéndome tontamente. “¿Qué?”

Él pica mi estómago con un dedo. “Necesitada un crédito más, y era una clases de
martes a jueves como la otra.”

“¿Ese era el único seminario de martes y jueves?” mientras más me río, más él me pica.

“Necesitaba mantener mi semana de cuatro días,” dice él, “para practicar para las
‘conjuntas’66.”

Suspiro. “¿No se supone que ya tengas noticias? Está sólo a un mes y medio.”

“Recibí una llamada de un agente,” dice él. “Rod algo”

“¿Ni siquiera pueden esperar a que llegue tu invitación oficial? Malditos tiburones.”

“Creo que dijo que él es un gato montés,” dice Dev, pero veo el tic en sus bigotes.

“Espera un minuto.” Empujo mi nariz justo contra la suya. “¡Tú ya tienes tu invitación!”
La sonrisa se extiende a lo largo de su hocico. “Oh, tú…“ Me estiro para hacerle
cosquillas, pero él toma mis patas y rueda quedando encima de mí, sujetándome.

“Recibí la carta después de que tú llamaste, el día después de Navidad,” dice él,
presionándome en la cama, con sus ojos brillando. “Quería ver cuánto tiempo podía
mantenerlo en secreto.”

Me tuerzo para acomodarme debajo de él, y le sonrió en respuesta. “¡Vas a ir a las


conjuntas!”

Él ronronea, y se ve satisfecho. “Y tú también.”

“Oh, sí.” Mis orejas de levantan. “Debería llamar a Morty”

Su nariz baja de mi hocico a mi garganta. “¿Justo ahora?”

Me estremezco. “No,” digo en un suspiro. “Ahora no.”

No puedo ver las prácticas de Dev, por supuesto. El entrenador está tan emocionado de
tener un chico que va a ir a las conjuntas que establece sesiones personales y cobra
favores a algunos amigos suyos de la D-I. Fui a una de las prácticas –en mi ropa regular,

66
Se refiere a la UFL conjunta.

109
no en mi atuendo de mujer– pero destaco porque no hay nadie más mirando.
Eventualmente el entrenador me grita que me vaya. Dev no me ve cuando me escabullo.

Entonces empiezo a registrar el internet buscando estadísticas y videos de los mejores


jugadores en su posición y darle consejos durante los almuerzos, cenas, y sexo. Me
gusta mirar su reacción cuando le estoy tomando el pelo, sosteniendo su ‘dureza’ en mi
pata. Él estará empezando a exitarse, y yo diré algo como, “Controla tu respiración,
necesitas trabajar en tu resistencia.” Usualmente le toma un momento procesar eso, y
entonces él me mira y dice algo sobre mantener mi mente en lo que estoy haciendo, y le
pregunto, ¿eso quiere decir que piensas que necesito más práctica?, y continuamos, con
un poco más de calor.

Esos son los buenos días, todo brillante y lleno de expectación, incluso aunque Dev se
preocupa más y más mientras el fin de semana se acerca. Ahora ha recibido muchas
cartas oficiales de la UFL sobre el cronograma, políticas y rigurosas pautas de
comportamiento. No es que él piensa que no será capaz de seguirlas; está preocupado
por lo que los otros chicos harán. No estoy hablando de las obvias como “las armas no
están permitidas”, estoy hablando de las que son como, “no interferir con las entrevistas
de otros jugadores”. Dev me pregunta por qué necesitarían detallar eso, y le comento
que esos chicos harán lo que sea para obtener un contrato con la UFL. Por su tardía
respuesta, lo veo preguntándose cuán lejos él iría para lograrlo.

Es la semana anterior a la conjunta cuando tenemos esa conversación, caminando a


través del centro comercial del campus lado a lado, sólo como dos amigos hablando del
futuro. Él tiene esa carta de política de comportamiento arrugada en un puño, metida en
su bolsillo, mientras que yo tengo mis patas sujetas detrás de mi espalda, con la cola
balanceándose discretamente. Otros estudiantes se arremolinan alrededor nuestro, lo
cual hubiera molestado a Dev hace algún tiempo. “No te preocupes por eso,” le digo.
“Sólo estate concentrado todo el tiempo.”

“Voy a estar preocupándome por el football”

“El football es 50% mental. Míralo de esta manera: usualmente cuando te alineas para
los ejercicios de entrenamiento, tienes que descubrir lo que el equipo opositor está
haciendo. Bien, la parte atlética esta vez es fácil, esta todo dispuesto para ti. Lo que
necesitas descubrir es lo que cada uno de los otros chicos en tu posición están haciendo,
y hacerlo mejor.”

“Genial,” dice con amargura. “Sólo haré eso entonces.”

“Estaré ahí para ayudar,” le digo rápidamente. Morty me lo recordó. Él quiere vernos
una noche antes a la que Dev tiene programado partir, para hablar sobre como yo iba a
ayudarlo. “Voy a estar aprendiendo a ser un reclutador.”

“No te informas de lo que otros prospectos hacen a puertas cerradas.”

Sonrío ampliamente hasta que él me mira. “Vamos,” digo, “Este soy yo ¿Recuerdas?”

“¿Que quieres decir con eso, doc?”

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Él ya está ansioso y frustrado, y estoy medio deliberadamente provocándolo. “Mis
benditos padres inculcaron en mí el don de la plática, y he estado desarrollándolo
muchos años en esta augusta institución,” digo. “Si hay un fragmento de información en
las conjuntas que podría ser de ayuda para mi cornerback favorito ¿Crees que me
detendré hasta que lo haya hecho salir de su escondite, por solitario qué este sea?”

Él sacude su cabeza, y entonces su expresión se torna toda seria, de la manera que lo


hace cuando tiene una idea. “Tú….”

“¿Cuán lejos iría?” Pongo mi voz ronca. “¿Cuán lejos crees tú, semental?”

“No,” dice él.

Me quedo en personaje. “¿Incluso aunque eso signifique la diferencia entre un contrato


de la UFL y un trabajo en el taller de tu padre?”

Él mira directamente. “Sólo no,” dice.

Es un lindo momento, esos celos en su expresión. “No puedo decir que podría tener que
hacer,” digo.

“Lee,” dice él, “podrías salir lastimado.”

Eso me hace callar, y bien. Maldito sea él por decir lo correcto para convertir mi
pequeño juego de ponerlo celoso en algo más serio. Espero un poco a que la calidez y el
nudo en mi garganta se disipen, mientras caminamos bajo el crujido de las hojas en los
árboles, y entonces digo, en mi voz normal, “¿A dónde quieres ir a cenar? ¿Mitchell
Hall o a Goose´s?”

Tenemos variantes sobre esta conversación un par de veces la semana siguiente, Dev
preocupándose por su desempeño atlético (y volverse cada vez más selectivo en cuanto
a lo que come) y su desempeño en la entrevista, y yo tratando de entrenarlo en eso
último y tranquilizándolo sobre lo primero. Por lo que puedo ver, él lo hará bien
siempre y cuando sea honesto y no intente mandarlos al otro mundo con algo que él no
está preparado para hacer. Sus tiempos son buenos para su posición –no geniales, pero
suficientemente bueno, y combinado con su inteligencia, no hay razón para que no
pueda jugar profesionalmente. Con excepción de que él no está seguro de que puede.

Paso la última noche antes de irnos con Dev, intentando sacar de su mente los
inminentes codazos, estímulos, evaluación, e interrogatorios que va a tener que soportar.
Por supuesto, lo hago a mi propia y vulpina manera.

“Seis punto ocho… vamos, puedes llegar a siete, sé que puedes.” Estoy presionando una
regla contra su erección mientras mi pata juega con sus bolas. Él gruñe y jadea,
intentando no reírse o manotearme. “¿Tú crees que Shamus Livingston se conformó con
seis punto ocho? ¿Crees que Seito va a conformarse con seis punto ocho?”

111
“Él es un lobo,” gruñe Dev, presionando sus caderas contra la regla como si eso
ayudara.

“Seis punto nueve…”

Él se sienta en la cama, entonces me quita la regla. “Dame eso.” Él la posiciona contra


sí mismo, se ve que ya ha pasado las siete, y me observa.

Le doy una dulce sonrisa. “Estabas tan lindo, no quería que te detuvieras.”

“Yo te daré algo que detener,” gruñe él, haciéndome acostar en la cama.

Mi pata se golpea con una de las mesas de los lados de la cama. “¡Espera! ¡Espera!” Él
hace una pausa, con su nariz a pulgadas de la mía. “¿Qué?”

Sonrío y levanto el cronómetro. “Necesitamos ver si puedes mejorar tu tiempo.”

Un momento después, el cronómetro está tirado contra el muro, estoy acostado sobre mi
estómago y todas las siete pulgadas metidas debajo de mi cola, empujando adelante y
atrás mientras doy algunos aullidos teatrales (la sorpresa es falsa, el placer no). Los
gruñidos-ronroneos de Dev se hacen más fuertes y la exquisita tensión de sus músculos
me sostiene como hierro envuelto en terciopelo. Sus inmensas patas sujetan mi pecho,
con las garras afuera sólo lo suficiente para cosquillear la piel a través del grueso pelaje
de mi pecho.

Con un profundo gruñido, sus patas y su cuerpo se tensan. Lo conozco tanto como a mí
mismo ahora, abrazándome contra él por el golpe del clímax en mí, envolviendo mi cola
alrededor de sus caderas tan lejos como puede. Y viene justo a tiempo, esa apasionada
ráfaga de movimiento, y en esta posición, la pasión y el empuje son casi suficientes para
venirme sin la ayuda de su pata, lo cual llega un momento después.

Jadeando, él se queda acostado encima de mí, empujándome hacia la pegajosa piscina


que acabo de crear. Jadeando, estoy demasiado cálido y pegajoso como para quejarme.
Es un pequeño juego de poderes que le gusta de vez en cuando, y tengo que decir que
no importa darle el gusto. No cuando él esta acariciándo mis orejas con el hocico y
mordiendo sobre el collar de pelo de mi cuello y haciendo esos lindos y pequeños
sonidos, retorciéndose en una deliciosa manera debajo mi cola.

Eventual y tristemente, tenemos que levantarnos y ducharnos. Pero no pasa mucho


tiempo hasta que estsmos acurrucados de nuevo, por última noche en un tiempo. Al
menos, yo estoy pensando eso incluso si él no. Porque estoy seguro que no está
pensándolo, ya que parece muy distraído cuando me acurruco contra él, poniendo su
brazo sobre mi pecho. “Dev,” digo. Él responde a la segunda vez que lo digo.

“¿Hm?”

Me acurrucuo más contra él. “Si tienes algún problema con los managers y los
reclutadores cuando te entrevisten, sólo imagínatelos desnudos.”

112
Por un segundo, él no sabe si hablo en serio. Entonces su brazo se tensa alrededor de mí
y suelta una risita. “Bien.”

Estoy casi dormido cuando él dice, “Espera ¿Quieres que me imagine desnudos a otros
hombres?”

Es mi turno de reír tontamente. Acaricio su brazo con mi hocico y no respondo.

Uno de los problemas de ir a las conjuntas, para mí, es saltarme las clases. No he hecho
un hábito de eso en tres años y medio en Forester, pero este semestre, con los
entrenamientos de Dev y la emoción del reclutamiento, he caído un poco de mis altos
estándares. No es un gran problema por un par de clases, pero hace picar mi pelaje si
pienso mucho en eso. Me gustaría no pensar en eso en lo absoluto, pero tengo que
mantenerme esquivando las preguntas de mi TA sobre el ensayo de literatura. Le digo
que tengo una cosa de familia esta semana y que no iría a clases (ignorando el rubor
extra en mi cuello que viene con el pensamiento de usar a mis padres como una excusa
para faltar), pero prometo leer “Charlotte Temple” y estar listo para la sesión de la
próxima semana. Él me pide hacer una reseña sobre los temas que estamos discutiendo
esta semana, si voy a perderme la clase. Ambos sabemos que eso es sólo un trabajo que
lleva mucho tiempo y vale poco, pero qué demonios, me está dejando faltar a una clase
presencial, así que accedo a hacerlo. A mis padres, no les digo nada. Ellos me llamarán
a mi celular, responderé preguntas sobre cosas de mis clases. Con algo de suerte, ellos
no llamaran en medio de una entrevista, o un ensayo, o algo.

He estado en Boliat sólo una vez, la ‘ciudad en el borde de mil maizales’ mi padre la
llamaba. Eso es maso menos cuántos de ellos cuento en el viaje. Cuando vinimos aquí
como una familia, era una parada en el camino hacia nuestros parientes al oeste, en Port
City. Nos quedamos en un Quality Rest67 sobre la carretera y nunca vimos la ciudad en
sí. Esta vez, navego a través de decadentes fábricas y parques industriales infestados de
hierbas, siguiendo las indicaciones de Morty a un bar llamado Kelly´s. Resulta ser
exactamente el tipo de lugar que esperarías en los alrededores del centro de Boliat,
afuera y adentro: desteñido letrero, viejo neón, banderines de los Boxers de Boliat en la
ventana, madera tan vieja como los Hilltown Bricklayers, grafitis tallados en cada poste,
débilmente iluminado, apestado de alcohol pasado y gente pasada. El barman, un viejo
y áspero hurón, revisa mi identificación dos veces y la huele tres veces antes de
servirme una cerveza. Tomo asiento en una mesa que está tan inclinada hacia un lado
que no puedo soltar mi cerveza, y mantengo un ojo sobre la puerta.

Morty entra con los hombros caídos un par de minutos tarde, con un “hey, Kelly,” al
hurón y un saludo con la pata a un mapache en el bar. Él está usando una linda chaqueta
deportiva con pantalones haciendo juego sobre los cuales con su cola, con apariencia de
soga, se menea perezosamente. No en mal forma, y lo bastante afortunado para ser un
puma, de manera que su panza no se ve tan mal en él como se vería, por decir, en mí (no
ese sentido). Él compra su cerveza y busca en la habitación antes de notarme. Él echa un
vistazo; yo asiento.

67
Una cadena de hoteles.

113
“No estaba seguro si recordaría como es que te ves,” dice él, aproximándose a la mesa.
“No tuve que hacerlo.”

“El único zorro en este lugar,” digo. Sacudimos patas. La suya es pesada, maciza,
apretando demasiado fuerte y entonces dejándola rápido. “Es bueno verte de nuevo.”

“Lo mismo digo,” dice él sin decirlo en serio. Él toma un trago de su cerveza cuando se
sienta. “Mierda, ha sido un largo día. Cuatro más por ir. Entonces, quieres ser un
reclutador.”

“Parece algo tan bueno como cualquier otra cosa que hacer.”

Él se encoge de hombros. “Es una vida. Muchos viajes, noches en vela. Vas a amarla.”

Y él la ama. Puedo ver eso en el brillo de sus ojos que él intenta ocultar detrás de su
cínica cara burlona de puma. “Adoro desglosar los juegos,” le cuento. “Y me gusta
hablar con los jugadores.”

“No haces mucho de eso,” dice él. “Sólo con los prospectos. Sólo lugares que me gusten
mucho. Y no hay mucho que querer.”

“¿Por qué no?”

“Porque,” él me señala con un rechoncho dedo, “tú le dices a un equipo que tome al
chico equivocado, y puedes perder tu trabajo. Fui despedido de Freestone porque les
dije que tomaran a Jerry Taga por sobre Mick Collinsworth.”

“Creí que Collinsworth era como una selección de sexta ronda68.”

Morty asiente. “Lo fue. Peco fue en picada sobre Collinsworth cuando nosotros lo
dejamos pasar. Taga vino a practicar y se dobló como un conejo en una mesa de póker.”
El mira alrededor del bar, quizás buscando conejos. “Collinsworth estaba de titular a la
semana ocho. Es ahí cuando Sam Bishop me mandó a llamar a su oficina y dice que
estaban recortando el equipo de reclutadores.”

“¿Por una selección de sexta ronda?”

“Gran error. Pero también, les dije a los Dragones que no tomaran a Shamus Livingston,
y aún estoy trabajando para ellos.”

“¿En serio?” Livingston estableció un record en tacleadas hechas por un novato en su


primer año, el año pasado.

“Si. Él me pareció aburrido.” Toma otro trago y entonces sonríe. “Ah, no es tan malo
como lo hago parecer, chico,” dice él. “Había otras cosas pasando en Freestone. Este
trabajo es como una gran familia disfuncional. Eres despedido de una actuación, hay
otra esperando.”
68
Cuando se recluta en las conjuntas, hay varias rondas de reclutamiento, en este caso se refiere a la
sexta.

114
“Sé de familias disfuncionales.” Le digo.

Él sonríe. “Encajarás bien. Entonces cuéntame sobre ti.”

Gasto veinte minutos en mi cuidadosamente ensayada biografía, y al final de ella él


asiente, pero no parece tan impresionado como esperaba. “Entonces has estado
alrededor del football un largo tiempo.”

Yo asiento. “Fui al partido de eliminatorias de Hilltown en el ’94.”

“Volveremos a estar ahí.” Estoy inclinado a descartar eso como su respuesta automática
excepto por que divaga un poco después de decirlo, mirando a una esquina oscura del
bar, y puedo ver los engranajes en su mente girar mientras él suma el talento del equipo
y las posibilidades, probablemente la lista del próximo año (la cual no ha sido revelada
aún). Y eso me excita.

“Lo haremos,” digo, “si Thallow y Vinge pueden mejorar este año, si TGV puede
proteger el lado ciego tan bien como lo hicieron el año pasado y si podemos reclutar un
par de novatos que puedan llenar los espacios en tacleadores y tight ends en lado
izquierdo.”

Un titileo de sorpresa se enciende en sus ojos cuando él se vuelve hacia mí, sus orejas
animándose ligeramente. “¿Sabes qué?” Sacudo mi cabeza. “Me recuerdas a mí mismo,
hace veinte años atrás.”

“Con una nariz más larga.”

“Más delgado también.” Él palmea la mesa, la cabeza inclinada, mirándome. “Tenía


todo un discurso sobre el reclutamiento listo para darte, advertirte para que te fueras,
pero eso realmente no importaría ¿o sí? Podría decirte que tienes que darte la vuelta y
ser cogido por el trasero cada noche y aún así querrías el trabajo.”

Sólo asiento, porque si digo algo, sería “incluso más”, o “estoy contando con ello,” no
creo que quiera tomar ese camino con Morty aún. Él termina su cerveza y hace una seña
por otra.

“Búscala tu mismo,” le grita el hurón.

Morty resopla y va hacia el bar. Cuando él regresa con su cerveza, extiende una pata
hacia mí. “Bueno, chico, si crees que puedes encontrar a un tacleador y un ‘end’
izquierdos, bienvenido a bordo. No estoy autorizado a contratar a tiempo completo, ya
le he hablado a club sobre trabajar con un asistente como un trabajador temporario.
Firma algo de papeleo mañana por la mañana, entonces iremos a la primera ronda de
entrenamientos, wideouts corriendo hasta las cuarenta. Espero que seas rápido
aprendiendo, porque después de eso vas a las entrevistas tú mismo mientras yo miro la
segunda ronda de wideouts. Te daré el programa mañana por la mañana cuando vayas a
firmar el papeleo.”

“¿Entrevistas yo solo?” Mi cola está moviéndose nerviosamente, emocionado.

115
“No te preocupes. Entrevistas de medios, en su mayoría basura. Nadie hace buenas
preguntas, los chicos, todos, dan respuestas del entrenador. Sólo una de esas cosas
tenemos que cubrir.” Él garabatea un hotel y un número de habitación en una servilleta
del bar y la desliza sobre la mesa hacia mí. Sus garras extendidas rasgan el borde
cuando la tomo. “¿Dónde te está quedando?”

Dev está en el Hyatt adjunto al centro de convención. No creímos que sería discreto
para mí quedarme ahí también. Sin mencionar que son casi trescientos dólares la noche.
“Motel 6, tomando la ruta por ese camino, gira a la derecha en la casa de crack y a la
izquierda de la fábrica abandonada y estás ahí.”

Él sonríe. “Un beneficio de este trabajo que me quedo en el centro de donde está la
acción. Pero solía quedarme ahí, en mis días. De hecho, creo que solía quedarme en esa
casa de crack.”

Estoy feliz que pueda hacer chistes que no involucren minorías. “Entonces ¿Hace
cuánto que has estado haciendo esto?” pregunto.

Él baja la mirada hacia su cerveza. “Treinta y dos años atrás fue mi primera conjunta.
Del ochenta y cuatro.” Él dice precipitadamente una lista de miembros del Salón de
Famosos con los cuales ha hablado, y entonces hace una pausa y dice, “Bennie Ringer”.

Frunzo el ceño. “Nunca escuché de él.”

“Por supuesto que no. Él fue mi primer ‘huracán’.” Él observa mis orejas bajar y mis
ceño más profundo. “’Huracán’. El que tuerce las cosas, la última hoja en el árbol o
alguna idiotez como esa. Es como Mike solía llamarlo, y aprendí de él. Un huracán es
un chico quien tiene espíritu, tiene talento, pero por una u otra razón nunca es reclutado,
nunca llegan a un equipo. Sabes en tus entrañas que él tiene lo que se requiere, pero no
aparece en las filmaciones, y simplemente no puedes persuadir a los jefes para darle una
oportunidad. Solía pasar que los huracanes simplemente desaparecían. Podrías toparte
con alguno de ellos enbolsando comestibles al año siguiente. Ahora, con la internet y el
football europeo y las Arenas y esa mierda, ellos nunca de desvanecen. Siguen
poniéndote al día con ellos. A veces incluso llegan a la liga después de un par de años y
piensas ‘ahí, ¿ves? yo tenía razón’.”

Ahora traga la cerveza. “¿Hay un huracán cada año?” pregunto.

“Seguro,” dice él. “Al menos uno.”

Me quedo callado, pensando en cómo el talento no es todo lo que se requiere para


conseguir una oportunidad, en esto o en cualquier profesión. Morty habla un poco más
sobre los viejos días, me muestra su PC de bolsillo con todos los jugadores en ella y el
programa que consiguió de un amigo suyo que le permite escribir notas en taquigrafía.
“Aún uso la tabla con sujetapapeles para los partidos,” dice él, “para los grandes
diagramas del campo. Pero para las conjuntas, esto es asombroso. Solía tener que llevar
una carpeta llena de papeles en un portafolio a todos lados. Ahora sólo llevo esto y un
par de tarjetas de memoria. Amo la tecnología.”

116
Igual yo – a veces. Se supone que Dev me enviaría un mensaje cuando llegara al hotel,
y el teléfono en mi bolsillo no ha sonado aún. No estoy preocupado, pero estoy
empezando a pensar que debería estarlo. Incluso cuando Morty y yo finalmente
estrechamos patas y nos separamos por la noche –“la última buena noche de sueño que
tendrás por unos cuantos días”, dice él– Dev aún no me ha mensajeado. Sostengo mi
teléfono en mi pata en el camino a casa, preguntándome si debería molestarlo o no, y
finalmente le envío un rápido texto: “¿ETS BN? 69”

Todo lo que eso hace es agravar mi sentido de soledad mientras intento distinguir si las
sirenas en la distancia están yendo por eso camino o no, haciendo mi camino alrededor
de vidrios rotos en la calle. La única otra persona a la vista es un oso que va arrastrando
los pies, tambaleándose contra la casas de la otra vereda. Pienso sobre él y si es un
huracán también, alguien que una vez tuvo talento y promesa que no apareció en
cámara, o si sólo tuvo algo de mala suerte.

Sé que sentir lástima por él, y por mí, no es productivo, pero es una calle silenciosa y
una luna solitaria, y el humor es imposible de disipar. Llegar a mi hotel ayuda un poco,
pero no mucho; a pesar de la acogedora luz y los adornos, la habitación huele peor de lo
que recuerdo. El agua sale del lavatorio con un tinte amarronado y un sabor a cobre, y
cuando me siento en la cama, siento el inconfundible cosquilleo de pulgas.

Entonces me pongo de nuevo mi ropa y voy a la oficina del gerente, donde pido spray
para pulgas y me dice que él gerente no está (por supuesto que no está), pero que las
mucamas tienen y promete hacer una nota para indicarles específicamente usarlo en mi
habitación mañana por la mañana, desafortunadamente todas las otras habitaciones
están tomadas y que a él relamente le gustaría ayudar pero está cansado y es tarde y sólo
estoy pagando veinte dólares la noche, después de todo. Él no dice esto último, pero no
tiene que hacerlo.

Regreso con dificultad a mi cuarto y me acuesto en el piso. Intento leer “Charlotte


Temple”, pero por dios del cielo, sí que es aburrido. Justo cuando cierro mis ojos, mi
teléfono vibra. Agarro mi celular, lo abro y veo el mensaje de Dev: “ACABO DE
LLEGAR. ¿QN ES BN?70” Sonrío, sostengo el teléfono contra mi pecho, e intento
quedarme dormido.

A pesar de un hombro rígido por dormir en el piso, estoy en buena forma para el día
siguiente. Firmar los papeles con Morty me toma sólo un par de minutos, tanto como
me toma revisar la legalidad y asegurarme que no estoy firmando nada importante
(básicamente sólo dicen que estoy trabajando para los Dragones en una pasantía sin
paga por un mes y que prometo no revelar nada de lo que aprenda a nadie que no trabaje
para los Dragones). Después de eso, tomamos café del hotel y trae su lista de
prospectos, la cual él tiene la amabilidad de imprimir para mi patas sin computadora.

Esta lista, tengo que decir, es bastante genial. Estos son todos a quienes los Dragones
están observando, lo cual es más o menos todas las trescientas personas en el campo. La
examino buscando el nombre de Dev, intentando hacer parecer que eso no es lo que

69
En el original: ARV OK? Que significaría, “¿Estás bien?”
70
En el original: “GOT HERE OK. WHOS ARV?” es un juego de palabras, Asume que ARV es una
persona y que Lee está preguntado por ella.

117
estoy haciendo, y lo encuentro cerca del final, incorrectamente listado como una
defensor de extremo de línea. Pienso en corregir a Morty, y decido que no sería la
acción apropiada en mi primera hora de empleo, y sólo curvo mis grandes orejas a
delante para escuchar.

Después de repasar el programa otra vez, nos dirigimos al primer entrenamiento y


miramos a los chicos practicar desde el grupo de reclutadores. Recibo un montón de
burlas por mi edad, cosas como, “¿Por qué no estás ahí afuera?” y “Morty, tu chico no
se parece a ti ¿Te diste cuenta?” y “¿Cuál es el problema, chico, ya fracasaste?”. Pero en
su mayor parte, ellos están concentrados en el entrenamiento igual que yo.

Es difícil mantenerlo profesional. Aquí hay más de treinta chicos de mi edad, veinte a
veintidós, magníficos atletas de todas las especies –y usando ropa completamente
ajustada, incluso aunque los que son osos aún tienen su pelaje de invierno completo.
Veo al mapache más en forma que haya visto, quien podría ser una superestrella en
algunas de las páginas web que visito; un coyote con piernas tan gruesas como mi
cintura quien había mudado y tiene su pelaje recortado, de manera que sus músculos
prácticamente saltan a la vista; y un chita cuyas líneas se difuminan incluso cuando está
inmóvil. Y eso es sólo el grupo de enfrente de mí. Donde quiera que mire, lindísimos
chicos flexionando, corriendo, posando, desempeñándose.

Mi tigre no está en este grupo, es una pena, me daría algo en que enfocarme sin sentir
culpa por la palpitante erección en mis pantalones. Tengo que mantener la lista enfrente
de mi entrepierna, como no había tenido que hacer desde la secundaria, permitiéndole
bajar y maldiciendo mi decisión de usar jeans en lugar de pantalones más holgados.
Desafortunadamente, para hacer mi trabajo, tengo que remitirme a la lista casi
constantemente, y hacer notas en ella, de manera que estiro mi cuello mirando hacia
abajo. Sería más fácil si hubiera algún lugar donde sentarse, pero estamos caminando
alrededor, intentando quedarnos tan cerca de la acción como se nos permite.

Para mi alivio, para cuando Marty viene a llamarme para las entrevistas, ya no me veo
como un excitado chico de secundaria. Sólo los cincuenta mejores aproximadamente
llegan a la entrevista de medios, y esos son repartidos por toda las conjuntas. Hay
veintitrés en los cuales los Dragones piensan que podrían estar interesados, doce de los
cuales tienen una razonable oportunidad de conseguir tal como van las cosas ahora, pero
con los negocios y todo, nunca se sabe, así que Morty, Vic (el otro reclutador de los
Dragones), y yo tenemos que cubrir a los veintitrés. El gerente general y director
personal de jugadores y el equipo de entrenamiento estarán concentrándose en las
pruebas físicas y establecerán entrevistas por la tarde con los jugadores en los que tienen
algún interés específico. Esas tienen un gran impacto en las decisiones de contrato. Los
reclutadores usualmente no asisten a ellas.

Entonces mientras estas continúan, Morty me lleva a mí y a Vic a cenar una pizzería
calle abajo. Él día ha sido agotador para mí; constantemente tengo que consultar mi
notas para recordar algunas de las cosas sobre las que quería conversar. No he tenido
oportunidad de llamar Dev en todo el día, pero está bien, porque él probablemente está
ocupado con las reuniones y exámenes médicos y físicos entre cosas. No se sí algún
equipo arregló entrevistas con él además los Dragones.

118
Me parece haberlo hecho muy bien para ser mi primer día. Morty me da un puñado de
entrevistas a la que asistir el día siguiente, en su mayoría jugadores que no creen que
conseguirán. Como Morty me dijo, y me dice de nuevo, las entrevistas son el peso
muerto de las conjuntas. Son sostenidas para beneficio de los medios, pero es bueno
para los reclutadores tener a alguien ahí. En casos raros, podrían aprender algo de la
respuesta a una pregunta, y los transcritos de las entrevistas no son realmente tan
confiables. Las leo detenidamente, de regreso en mi hotel, y entonces llamo a Dev.

Él no responde el teléfono. Dejo mi apestosa habitación y paseo bajo las estrellas por un
pequeño rato, y entonces decido que debo dormir algo, porque mañana va a ser incluso
más cansador que hoy. Y cuando me acomodo de nuevo en el piso (el servicio de
mucama no ha hecho realmente nada para ocuparse del problema de las pulgas más que
añadir al agudo olor químico del espray para pulgas a los aromas de la habitación), mi
teléfono suena.

“¡Esto es asombroso!” dice él de manera efervescente. “Estaba pasando el rato con todo
estos chicos y estábamos bromeando sobre las pruebas médicas. Creo que soy el más
pesado en el grupo.”

Su emoción hace mi cola menearse. “Por supuesto. No hay muchos tigres que puedan
cubrir un receptor.”

“Soy el único tigre. Hay un puma, aparte de eso hay como una docena de zorros,
algunos coyotes y un par de lobos.”

“¿Zorros?”

Él baja su voz. “Ninguno se ve tan bien como tú.”

“Ahora sé que estas mintiendo. Vi a los receptores practicar hoy.”

“Seguro, tienen músculos, si te gustan esa clase de cosas.”

Sonrío. “Quizás debería empezar a ejercitarme.”

Él resopla. “¿Cómo estuvo tu día?”

Le cuento, pero brevemente, porque quiero escuchar más de sus experiencias. “¿Otros
equipos pactaron entrevistas contigo?”

“Dos,” dice él. “Gateway y Highbourne.”

Intento pensar en lo que sé sobre esos equipos, pero mi cabeza está llena de los números
y las pruebas de hoy. “Genial,” digo. “¿Habrá alguna más o es sólo eso?”

“Hellentown dijo podrían venir a verme si tenían tiempo.”

“¡Bien!” Realmente lo es, incluso aunque no puedo sacar la conversación de Morty


sobre los ‘huracanes’ de mi cabeza. Ese no será Dev, si puedo hacer algo. Él es lo
bastante talentoso para hacerlo, creo yo, aunque después de pasar la mañana viendo a

119
los impecables especímenes físicos contra los que él está, tengo molestas dudas.
También tengo algo más. “Entonces ¿Crees que pueda hacerte una visita ahora?” digo,
frotando mi erección, aunque había estado a punto de dormirme.

“Oh, no sé, Lee, tengo que levantarme muy temprano mañana. ¿Quizás mañana en la
noche?”

Llevo atrás mi cabeza y miro el techo y suspiro. Esto es más importante que acostarme
con él esta noche. Además, siempre tengo mi pata lista si las cosas se ponen demasiado
tensas. “Seguro.”

“Yo también quiero,” él dice.

Lo interrumpo con, “Lo sé, pero esta es tu carrera. Puedo esperar hasta mañana.”

“¿Podrás?”

“Seguro,” digo, y entonces entiendo lo que quiere decir. Mi pata, la cual había bajado a
mi miembro, se aparta de este. “Si, esperaré.” Él ríe.

“Yo también.”

“¿Tienes que desnudarte con un montón de zorros de nuevo mañana?”

“No revisé el cronograma.” No puedo decir si él está respondiendo seriamente a mi


pregunta o no, no estando al teléfono. Otra razón para desear estar ahí en persona: Es
mucho más fácil tomarle el pelo.

“Bueno, si lo haces, puedes contármelo mañana en la noche.”

“Lo haré,” contesta él. “En detalle.”

Ahora sé que está bromeando.

El día siguiente estoy incluso más rígido por dormir en el suelo de nuevo, por no
mencionarlo en un modo distinto por mirar más esbeltos, en forma y musculosos chicos
ejecutar sus movimientos.

Estoy empezando a tener un sentimiento por ello, después de sólo un día, creo. Es
mucho más fácil mirar un montón de entrenamientos de manera consecutiva, y puedes
ver los chicos quienes tienen un real entusiasmo por el juego. Mirar la línea ofensiva es
tan diferente de ver las posiciones de los jugadores como el día y la noche. Ayer fue
todo acerca de la escuadra de agilidad, velocidad y coordinación. Hoy es sobre fuerza
bruta y sí, velocidad, pero un tipo distinto de velocidad. Le cuesta a un liniero mucho
más detener cuando ellos ya han hecho las 40, como una escuadra de camiones
aplicando los frenos con tanta seguridad como les es posible. Porque, por supuesto, en
el campo, lo que los parará será otro camión.

120
Su trabajo es detener a los monstruos de cruzar la línea para llegar a su quarterback, y
abrir hoyos en la línea para que los corredores pasen a través de ellos, entonces aquí
queremos peso y agilidad. Hay osos y jabalíes, un alce y dos rinocerontes, y un masivo
puma. Quiero llevarme al puma a un costado y decirle que cambie posiciones, porque él
claramente está sobre-musculado en un intento por compensar por su falta de peso. Él
estaría mejor en la línea defensiva con los lobos, tigres y otros pumas. Él corre con una
desanimada desesperación, como si supiera que no es tan bueno como el resto de ellos
pero sin creer que alguna vez lo será. Es más grande que Dev, pero ni cercanamente tan
fluido o entusiasta como mi tigre, quien estará demostrándolo mañana.

Las entrevistas que hago por mi cuenta son tan aburridas como Morty prometió. Escribo
un par cosas que me gustaría preguntar a algunos de estos chicos, y tomo notas sobre
temperamento cuando pienso que es necesario. Lo que aprendo de estas entrevistas es
que cada entrenador de universidad es el mejor del país, que cada programa está hasta el
tope de compañeros de equipo de calidad, que los novatos del próximo año van a ser el
más humilde y agradecido equipo de jugadores profesionales que haya visto, que el
cielo está lleno de parientes apoyando y mirando a esta clase de novatos y cuidándolos.
A un lobo (Jarco Kinnic, del norte, un jugador de segunda ronda probablemente)
aparentemente le habían dicho que necesitaba un pariente muerto, porque él cuenta una
llorosa historia sobre como su tía abuela lo había levantado en brazos cuando nació y le
dijo a su madre que su velocidad traería gran fortuna a su familia, pero que ella murió
antes de que pudiera verlo jugar football. Los reporteros más cercanos a mí ni siquiera
se molestaron en hacer más que una vaga nota sobre eso, prefiriendo eso en lugar de
discutir la calidad del servicio de escolta local.

Es en esa entrevista que veo a mi primer agente. Al menos, el primer agente identificado
como tal. Lo tomo por un oficial de las conjuntas al principio, su pelaje es demasiado
lacio y su traje muy cuidadosamente planchado. Pero uno de los reporteros en frente de
mi capta la vista del conejo acosando al lobo después de la entrevista, poniendo su brazo
alrededor del hombro del chico de una manera en que ningún oficial haría. “Patético,”
dice el reportero, el lobo al lado de él asiente, y entonces ellos se marchan juntos
dejándome mirando al conejo llevando a Kinnic afuera por la puerta que da a la parte
trasera del hotel. Todo lo que puedo pensar es sobre si Dev está en el radar de algún
agente.

Morty y Vic reconocen al agente, nadie con quien los Dragones tengan una buena
relación. Pero Kinnic no está alto en nuestra lista de todos modos. Morty calcula que si
él está tomando interés, algunos de los que queremos podrían estar cayendo más bajo,
así que él y Vic, ambos hacen un punto para revisar sus notas y hacer una
recomendación al equipo. El interrogatorio, de nuevo, es tan minucioso que siento que
alguien ha refregado mi cabeza. Apenas puedo recordar el sabor de mi pizza. Pero
cuando acaba, básicamente salto afuera del restaurante, hacia el hotel de Dev.

Lo llamo desde el lobby y digo, “¿Es este el famoso Devlin Miski? Creo que tengo una
entrevista personal programada para esta noche. Estoy muy ansioso de ver como
encajarás en mi programa. Tengo un hoyo que llenar para el que pienso serías perfecto.”

Él hace un ahogado sonido. “Lo siento,” dice él, “tengo otra entrevista ahora mismo
Mañana en la noche ¿Está bien?”

121
Toda la energía se drena de mí. Si, incluso ahí abajo. Me desplomo contra el muro. Es
su carrera, me recuerdo a mí mismo. “Si, por supuesto. Te llamaré entonces.”

“Gracias,” dice él, y lo escucho hablando con alguien más cuando cuelga.

El hotel tiene un bar y un lindo restaurante. Resisto la tentación de comprar una cerveza,
porque sé que una cerveza llevará a tres, y tres llevarán a estar deprimido, y no quiero
eso. Quiero decir, no quiero que se vuelva peor. Así que tomo una mesa en el
restaurante del hotel y pido el más insano postre en el menú, una pieza de pastel de
queso con chocolate y fresa encima, y pido crema batida extra. Me hace sentir un poco
mejor, lo suficiente para caminar de vuelta al agujero apestoso que tengo de habitación
infestado de pulgas y mi acogedora pieza de piso.

Observar a Dev desempeñarse al día siguiente casi lo compensa. Ahí está él, medio pie
más alto que la mayoría de los zorros y coyotes quienes tradicionalmente salen para la
posición de defensor71. Esta posición hace dos cosas: romper o interceptar pases, y
taclear corredores campo abajo. Los tres más importantes aspectos para esta posición
son velocidad, visión y decisión. Y entonces la velocidad un par de veces más. No hay
mucho interés en cuanto puede exhibir este grupo, pero todos están observando con
impaciencia cuando se alinean en hileras para hacer las 40.

Dev no va a ir bien contra los zorros, específicamente. Nosotros podríamos haber sido
engendrados para jugar esta posición. Rápidos, ágiles, y predadores, los mejores DB´s
siempre han sido zorros. Los coyotes postulados para esta posición son los especímenes
más ligeros; los coyotes más pesados con piernas más desarrolladas irán para wideouts,
donde todo lo que tiene que hacer es correr rápido, aprender a correr rutas, agarrar la
bola cuando esta cerca de ellos, y donde su peso extra es útil para bloquear cuando la
jugada no va hacia ellos. Pero los mejores cinco prospectos en esta posición, los chicos
quienes van a ir en las primeras tres rondas del reclutamiento, son todos zorros.

Además de Dev, hay unas cuantas otras especies: un ciervo de cola blanca, quien podría
tener una oportunidad, dos pequeños y ligeros gatos monteses, un puma y un zorrillo.
La única razón que puedo pensar para que el zorrillo este ahí es que quizás porque su
olor distrae a los receptores lo suficiente para interrumpir jugadas, pero cuando reviso la
lista de los Dragones, encuentro que en realidad está adelante de Dev. Huh.

Él me ve observándolo. Muevo una oreja; el mira y entonces al esquina de su boca se


curva repentinamente arriba, y regresa para calentar para la carrera. Él logra un muy
buen tiempo. Los zorros dominan la cima de la tabla, con Milt Russell, el mejor
prospecto, ardiendo con un 4.21 (eso es bueno). Dev es medio segundo más lento, 4,75,
lo suficiente bueno para la mitad del paquete. El zorrillo es más rápido de lo que hubiera
pensado, corriendo a 4.5. Esto prueba de que no siempre puedes juzgar por las especies.

Digresión: hay un montón de debate sobre cuanto importa medio segundo, y sin
mencionar centésimas de segundo. ¿No son la conciencia del campo y la inteligencia
mejor que medio segundo más de velocidad? Bueno, sí y no. En práctica, ese medio
segundo podría romper una jugada más, una bola a la que sólo alcanzas con la punta de
71
Defensive Back; defensor encargado de prevenir que los wide receiver (o wideouts) atrapen el balón en
pases.

122
los dedos y alteras su trayectoria, un tacleo que haces por poco. Más importante, no hay
manera de medir la conciencia del campo con un cronómetro. Morty me asegura que las
40 son sólo un factor en la decisión del equipo, pero no hay duda de que es uno
importante. Para Dev, sé que 4.75 es cercano a su mejor record personal. Había
esperado que pudiera llegar un poco más arriba de eso, pero al menos no se hizo
realmente ningún daño a sí mismo. Le doy un saludo con la pata cuando él se dirige
afuera del campo y me da una cálida sensación cuando consigo un saludo en respuesta.

Después de eso, Morty me lleva a una conferencia de prensa con un chico que los
Dragones están considerando fuertemente, un fuerte lobo quien jugó como tacleador
para Ocean State. La única preocupación del equipo, según Morty, es una corregible: su
juego de piernas necesita una pequeña mejora sobre el lado izquierdo. Lo vi
desempeñarse, y mi impresión es que él es de esos chicos que están tan acostumbrados a
ser el mejor que nunca se adaptan a tener que trabajar duro para mantenerse al filo. Si,
está bien, deduzco esto por verlo quizás cinco minutos, pero porque su nombre estaba
en mi lista y marcado, también me quedé cerca y lo escuché hablar. Él llamó al resto de
los chicos “punks” e incluso dijo que él era mejor que la mayoría de los otros jugadores.
Lo cual incluso por verlo por cinco minutos puedo decir que no lo era.

Así que estamos ahí sentados en el salón de prensa, y estoy escuchando su fanfarronada
continuar sobre cuanto él estaba esperando jugar en los profesionales, y si, por supuesto
su abuelo lo inspiró para jugar football y desea que él pudiera estar aquí hoy para ver
orgulloso este momento. “Él no tiene sentido de la perspectiva,” le digo a Morty, quien
se ve tan aburrido como yo. “Quiero decir, pídele que se compare con tacleadores del
Salón de la Fama. Apuesto que ni siquiera puede nombrar uno.”

Sus orejas se enderezan. Él levanta la mirada hacia el lobo atentamente. “No son tantos
de ellos en el Salón,” dice él.

Sólo entonces, el reportero enfrente de nosotros levanta su pata. “¿A qué jugador dirías
que se parece más a tu estilo?” dice.

Morty y yo, ambos lo miramos. Él es un lobo también, alto y delgado, y obviamente con
excelente oído. Ni siquiera noté sus orejas puestas hacia atrás.

El chico se endereza un poco, y entonces contesta con nombres de dos bien conocidos
tacleadores actualmente jugando quienes tienen un montón de prensa. Ellos
probablemente ni quiera llegarán a ser considerados para el Salón. Aunque, como
observó Morty, eso es más o menos evidente cuando juegas esa posición.

Tengo una impresión más apreciativa hacia Morty después de eso, y podría ser sólo mi
imaginación, pero esa respuesta no parece impactar bien sobre los reporteros en el
salón. Las preguntas se vuelven más frías y más rápidas, incluso si el lobo –el chico,
quiero decir– está hablando demasiado de sí mismo para notarlo.

“Buena pregunta, chico,” el lobo reportero en frente de nosotros dice cuando la


entrevista acaba y todo el mundo está estirándose, esperando la próxima.

“No lo hizo tan bien en esa ¿no?” digo.

123
Morty ríe. “Así que te diste cuenta” Yo asiento. “La mayoría de los sujetos, como
Tripski aquí presente,” él indica con una pata en la dirección del lobo, y el lobo inclina
su hocico, “son de la vieja escuela, como para ver un sentido de la historia. El chico
tiene actitud, y eso está bien, pero tienes que tener respeto por la historia también.”

“Acertaste en eso,” dice Tripski. “No es como que importe. Él tiene velocidad anormal,
alguien va a darle una oportunidad.” Él le echa un vistazo a Morty. “Pienso que tengo
una idea de quién.”

Morty me da una palmada sobre el hombro con el programa de la conjunta enrollado.


“Vamos, Lee,” dice, “alistémonos para la próxima.”

Mi aparentemente inocente pregunta es el tema principal en la cena. Vic está


impresionado, y me palmea en el hombro un par de veces. “Tú podrías costarle unos
cuantos miles,” dice, más de una vez, pero Morty no parece tan convencido.

“Eso lo decide el equipo,” contesta él, pero noto que él ha hecho una nota al lado del
nombre del lobo en su lista.

Estamos ahí dos horas y media y tres rondas de cerveza, destilando información,
intentando recordar cada matiz de todo lo que vimos a algunos chicos hacer y no hacer.
Es exhaustivo, pero al mismo tiempo no quiero que acabe.

“No te ves cansado,” me dice Morty un poco después de las ocho. “¿Aún estás en esto?”

Vic tiene su cabeza entre sus patas. “Estoy seco. Una cerveza más y estoy listo para
irme.”

Muevo rápidamente mis orejas. “Es sólo que, cuando esto termine, es todo. Yo vuelvo a
la escuela y a ‘Charlotte Temple”.

“No sabía que eras judío.” No puedo decir si Morty habla en serio o no.

“¿Es uno de tus profesores?” pregunta Vic, con una mirada hacia el puma.

Sacudo mi cabeza. “Realmente, uh, es esta aburrida novela del siglo XVIII sobre…
bueno, aún no estoy realmente seguro sobre que es. Es para una de mis clases de la
universidad.” Tomo otro trago. “Estas cosas son mucho más interesante.” Seguro, estoy
actuando un poco con ellos. Adoro el inglés, y ‘Charlotte Temple’ es realmente un libro
bien escrito. En verdad.

“Bien,” dice Vic, “tienes que pasar tus clases ¿cierto?”

“Si.” Casi hago un comentario sobre mis padres. Casi.

“Hey,” dice Morty, “¿Qué tal si damos fin a esto y vamos por esa última cerveza a
Kelly´s?”

“Claro,” dice Vic, y estoy de acuerdo en unirme. Sé que Dev está esperando, pero parte
de mí quiere hacerlo esperar un poco más. Más que eso, está tratando de agarrarse a esta

124
compañía, sintiendo que soy parte de toda la escena del football con estos hombres que
respetan lo que puedo hacer y lo que sé. Eso me hace sentir cálido por dentro. O quizás
eso es por la cerveza.

Cuando llegamos a Kelly´s, Morty compra la primera ronda, algo importado, lo cual es
una pequeña sorpresa. Brindamos todos. “Por otra conjunta en los libros,” dice Morty.

“Amén.” Vic y yo tragamos la cerveza. Después de las lo que tomamos en el


restaurante, sabe un poco a enlatadas, pero no voy a quejarme mientras Morty está
pagando.

Vic levanta su tarro a continuación. “Y por Lee,” dice él. “Tú has sido una gran ayuda
en esta ronda.”

“Gracias”. Mis orejas se mueven. No puedo evitar sonreír. “Ustedes chicos hacen
divertido el trabajo”

Tomamos todos, y entonces Morty y Vic se miran el uno al otro. Morty sonríe. “Vic y
yo hemos estado hablando,” dice, “¿Te gustaría quedarte con el club por un tiempo,
mirar algunas filmaciones con nosotros?”

Lo miró, entonces me vuelvo hacia Vic. Quiero pellizcarme. “La conjunta siempre es un
infierno,” dice Vic. “Tú lo manejaste realmente bien.”

Morty asiente. “Ahora, sería sólo una pasantía hasta el reclutamiento en abril. Después
de eso consideramos proponerte como un reclutador de tiempo completo. Si piensas que
es loco ahora, espera hasta que las universidades empiecen a practicar en verano.”

Aprieto mi tarro de cerveza. Mi cola quiere azotarse de un lado al otro como loca. “Uh,
¿Entonces cuanto es la paga de la pasantía?” Tan pronto como digo eso, maldigo a mi
padre por poner esos pensamientos en mi cabeza. Es un trabajo con los Dragones. ¿A
quién le importa cuánto pagan?

Morty y Vix intercambian una mirada. “Bueno,” dice el puma lentamente, “Veré lo que
puedo sacar del club. ¿Entonces qué piensas?”

Estoy sonriendo a punto de explotar. “La pasé muy bien con ustedes.,” digo. “Diablos,
sí.”

Sólo dos cervezas después que se me ocurre preguntarme qué efecto tendría en mi
horario escolar. Una cerveza más pospone esa preocupación para más tarde. Dos más e
insisto en irme a dormir, lo cual es verdad; sólo que no había dicho con quien.

Por este momento, ya conozco el lobby del hotel de Dev muy bien, y decido
sorprenderlo. La conjunta ha terminado, para todo intento y propósito, y todo lo que él
va a estar haciendo es empacar para ir a casa mañana. No será realmente una sorpresa,
porque él está esperándome, pero ni siquiera quiero esperar por una llamada. Estoy tan
emocionado que me toma tres intentos oprimir el botón de su piso, y cuando finalmente
llego ahí, la iluminación en el pasillo está toda rara y tengo que acercarme a las números

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de las puertas para verlos apropiadamente. Pero finalmente localizo el 517 y llamo a la
puerta.

Él contesta la puerta en traje y corbata, más de doscientas libras de músculo puesto en


elegancia de sastre, una vista que me pone un poco mareado. “¿Lee?” dice él cuando me
tambaleo adentro de la habitación y pasa una pata debajo de su camisa. La puerta se
cierra de golpe detrás de mí con un ‘slam’.

“No t-tenías que vestirte para m-mí,” digo. Diablos. Mejor no hablar mucho. Puede que
esté un poco borracho.

“Escucha,” dice él, “¿Puedes…?”

“Te ves genial.” Tengo cuidado enunciando cada palabra. “Te he extrañado.”

“Yo también te extrañé,” dice él. “Lee…”

Mi pata ya ha encontrado su entrepierna. “Extrañaba esto.”

Él gime, reaccionando inmediatamente a mi toque. Él también intenta alejarme un poco,


pero no estoy de humor para nuestros pequeños juegos. Quiero lo que está en mi pata, y
sé qué detendrá su juguetona resistencia.

Cayendo debajo del rango de sus patas, me pongo de rodillas y me concentro fuerte en
mis dedos. Afortunadamente, su cierre es bastante flojo y baja fácilmente. “Lee…” dice
de nuevo, jadeando pesadamente.

Mi pata se desliza a través de sus sueltos pantalones y a través de su bóxer, encontrando


su grande y cálida erección y apretándola. La saco y deslizo mi lengua hacia arriba
sobre ella. “¿Mmmm?” digo, ladeando hacia arriba mi hocico con una sonrisa.
Finalmente me siento en terreno sólido, figurativa y literalmente. Sobre mis rodillas,
estoy mucho menos desequilibrado, y sé adonde irá a parar el próximo par de minutos.
Incluso ligeramente borracho, aún puedo chupar penes. Y si no estuviera borracho,
probablemente entraría en algún inciso filosófico sobre cómo ser bueno en chupar penes
es un talento cuya cultivación es la marca de que una persona se da cuenta que no tiene
que ser sólo un “rapidito”, pero mi mente está un poco borrosa y, para ser honesto, tener
su largo y rígido trozo entre mis labios se siente tan bien para mí como probablemente
se siente para él. Sólo me dejo llevar, dando forma a mi hocico para su erección,
sintiéndolo con mi lengua, deslizándome hacia arriba de su longitud y alrededor de su
sensitiva y punzante punta, la cual siempre me da una pequeña punzada de memoria
debajo de mi cola.

Lo que sea que él estaba pensando, se ha ido cuando tomo sus bolas y deslizo mi hocico
arriba y abajo, dejando su miembro brillando y temblando. Con la pata libre,
desabrocho mis propios pantalones y dejo a mi erección colgando afuera, frotando una
pata a lo largo de mi miembro. ¿Ves? no puedo estar borracho, o no sería capaz de
ponerme así de duro. Sin embargo, nunca había estado borracho alrededor de mi tigre
antes. Quizás él es un afrodisiaco lo bastante poderoso como para contrarrestar los
efectos del alcohol. Si pudiera embotellar eso…pero no tengo que hacerlo. Yo lo tengo,
al diablo el resto.

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A este punto, estoy tan acabado que por mucho que me gustaría una reunión apropiada,
sería feliz si él se viniera en mi boca mientras me vengo y mancho todo el piso de la
habitación. Él está gimiendo, tengo mis ojos cerrados y mi boca llena de maravilloso y
delicioso tigre, metiéndose todo el camino hasta la parte trasera de mi garganta y
entonces sacándolo de manera que sólo la punta queda entre mis labios, dejando mi
lengua moverse juguetonamente. Puedo sentir mi cola erizándose y una agradable
calidez aumentando entre mis piernas, donde mi pata está trabajando más rápido.

“Lee…” él dice ahogadamente de nuevo entre gemidos.

Él está haciendo alguna clase de movimiento, probablemente hacia la cama. No necesito


llegar a la cama. Más que cualquier cosa justo ahora, sólo quiero terminar esto. Ignoro
la protesta, y el apriete de sus patas sobre mis hombros me dice que no era una protesta
tan sería de todos modos.

Aplico buena presión con la base de mi lengua contra su miembro mientras él lo desliza
adentro y afuera. Puedo saborear su aroma por sobre el ligeramente rancio sabor de la
cerveza, incluso más intoxicante y raro. Mis patas se sienten mojadas; froto mi pulgar
sobre la punta haciéndome estremecer, apretando mi creciente nudo. Él gruñe y azota su
cola alrededor para enrollarla debajo de mis hombros.

Es ahí cuando hay un ruidoso golpe en la puerta.

“Mmmph,” sigo, y no me detengo. Servicio de habitación o algo.

Dev reacciona abrupta y cortantemente, empujando mis hombros y dando un paso atrás,
entonces intentando desesperadamente guardar su erección, reluciendo de vuelta bajo
sus pantalones. “Lee,” susurra él, “Es Hellentown.”

“Olvídate de eso, Dev,” digo, sacando la referencia de la película. “Es Hellentown”

Él no está riendo, lo cual me molesta, pero no tengo tiempo para estar disgustado. Él
señala a la puerta y me fuerza ir hacia ella, empujándome a un lado en el último
momento dentro del closet de puerta corrediza. “Ya voy,” anuncia él, entonces baja la
mirada hacia mí y hace un gesto, sellando sus labios cerrados con su dedo. Él ha sido
brusco conmigo antes, y la intensidad siempre me asusta un poco. Me siento ahí, medio
enojado, medio aterrado, cuando la puerta del closet se cierra y escucho abriste la puerta
del cuarto del hotel.

“¿Devlin Miski? George Tuppan. Estos son los entrenadores Shymer y Jenkins.”

Puedo olerlos, por sobre el sexo y la cerveza y el espeso olor a tigre impregnando en el
traje de trotar sobre el cual estoy sentando, y ellos seguro como el diablo que pueden
olerme. “¿No odias cuando dejan a los zorros limpiar las habitaciones?” dice una voz
diferente. “Fiu. No pueden deshacerse de la peste.”

“Entren,” dice Dev, después de una incómoda pausa. Hay algún sonido de arrastre y se
alejan todos del closet, gracias a dios. Estoy congelado, no importándome incluso cerrar
el cierre de mis pantalones en caso de que ellos me escuchen. Cada respiración que hago

127
parece magnificada, resonando fuera de los muros del diminuto y confinado espacio.
Tengo que respirar por mi boca porque mi nariz silba.

“Es tarde,” dice – ¿Tuppan?– la primera voz, “así que vamos directo al grano.”

Ellos le hacen un montón de preguntas sobre sus compañeros de equipo, su actuación en


ciertos juegos y lo que él aprendió, y mientras ellos están haciendo esto yo me estoy
hundiendo más en el abatimiento. Estaba borracho, de hecho estoy borracho, y
nisiquiera me detuve a pensar que quizás él estaba tratando de detenerme porque había
arreglado una reunión. Sólo porque mi día terminó no significaba que el suyo también
lo iba a hacer. Y aquí estoy yo, poniendo en peligro su carrera porque estaba un poco
caliente. ¿Podría haber sido más egoísta? Posiblemente, aunque sería difícil imaginar
cómo. Me imagino al gerente general atrapándome en la habitación, con el miembro
colgando, borracho, y lo que eso significaría para Dev. Quizás no sólo el final de sus
oportunidades con Hellentown, sino con toda la liga, si salía a la luz. Un chico que a lo
mucho es una elección marginal, necesita cada ventaja que pueda conseguir, y un novio
que le gusta el sexo definitivamente aparece en la columna de desventajas. Estúpido,
estúpido zorro.

“Notamos,” dice uno de los entrenadores, “que tu juego mejoró significativamente tu


último año. Parece como que comprendiste algo.”

“Si, lo hice,” dice Dev.

Otra voz. “¿Eso fue por el entrenador, um…” Un crujido de papeles.

“Kimble. En parte,” dice Dev. “Pero también hubo un amigo mío quien…” Ellos lo
dejaron poner en orden sus pensamientos. “Él como que me señaló que había unas
cuantas cosas que podía estar haciendo mejor.”

“¿Nadie del personal de entrenamiento?” dice una voz, al mismo tiempo que otra dice.
“¿Qué tipo de cosas?”

Él enumera algunas de las cosas sobre las que habíamos hablado este último año; las
apropiadas posiciones para el juego, apropiado juego de piernas, precisión en rutas, y
leer las jugadas del oponente. Él está exagerando. Él ya era muy bueno corriendo rutas y
leyendo jugadas. Él simplemente era descuidado.

“Muy buen amigo” dice un entrenador.

Tuppan interrumpe de nuevo. “¿Sabe mucho sobre football?” él tiene una voz aguda, lo
cual me hace imaginármelo como una comadreja. Intento recordar si había visto alguna
foto de él, no me viene ninguna a la mente. El entrenador Shymer es un lobo, un fornido
quarterback de respaldo. Me encantaría preguntarle cómo se sintió celebrar la patada
que ganó el campeonato en el ‘73.

“Si,” dice Dev. “Él fue una gran ayuda.” ¿Imaginé el énfasis en el ‘fue’? Me arrastro,
intentando hacerlo tan silenciosamente cómo es posible. Me pregunto si puedo roer el
muro y entrar a la habitación de al lado sin hacer ruido. Probablemente no.

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Ellos hablan de football por otros diez o quince minutos, le dicen que estarán hablando
con su entrenador, y hacen preguntas sobre su familia. Digo diez o quince minutos
porque calculo más tarde que eso es cuánto dura la entrevista, pero si me hubieras
preguntado mientras estaba metido en el closet, hubiera dicho que fueron al menos dos
horas. Me pican una docena de lugares que no me atrevo a rascarme, mi miembro está
frío por estar afuera en el aire, mi boca está seca por no respirara por mi nariz, y cada
segundo que ellos no están hablando es un segundo en el cual me estoy diciendo a mi
mismo cuan idiota soy. Oh, y también, cuando mi erección se desvanece, tengo ganas
de orinar. Muchas ganas.

La única cosa que me detiene de hacer un desastre en el fondo del closet es que estoy
seguro que ellos lo olerán cuando salgan. La única cosa peor que estar atrapado seria ser
descubierto después de una exitosa entrevista, a lo cual suena esta entrevista. Para
colmo, ellos siguen haciéndole preguntas, justo donde imagino que termina la
entrevista, especialmente a las 10 u 11 o 1 am, o la hora que sea ahora. Por supuesto,
ellos se siguen preguntándole porqué él cambio de ser un defensa, lo cual es ridículo
porque él jamás jugó en defensa. Pero cuando él les dice eso, ellos regresan un minuto
después con “entonces ¿Cuándo hiciste el cambio?” Idiotas. No me extraña que hayan
perdido las eliminatorias seis años seguidos.

Mi espalda está rígida, mi vejiga está por estallar, mi cuello está matándome, mi pierna
derecha está dormida, y las pulgas del cuarto del hotel deben haberme seguido hasta
aquí y están teniendo una fiesta para todos sus amigos en mi cola, estómago, espalda y
todo. Me concentro en las preguntas y me recuerdo a mí mismo que ya he sido bastante
idiota, pensando de vuelta en cada cerveza y jurando que nunca, nunca, nunca me
pondría así de borracho de nuevo.

Son las 6 a.m. del siguiente martes cuando ellos finalmente se levantan y caminan por la
puerta. “Fue bueno hablar contigo,” dice Tuppan.

“Hellentown es una gran organización,” dice Dev. “Estaría orgulloso de ser parte de
ella.”

“Esperemos que funcione,” dice uno de los entrenadores, probablemente Shymer.


Escucho el lupino gruñido en su cansada voz áspera.

“Buenas noches,” dice Dev, y cierra la puerta.

Espero durante otra eternidad. Puedo escucharlo respirar al otro lado de la puerta, puedo
sentirlo estando de pie ahí, pero no me atrevo a moverme por miedo a que quizás los
tipos de Hellentown no se hayan ido. Lo cual es estúpido, por supuesto, porque ¿Qué
estarían haciendo todos agolpados juntos alrededor del closet con Dev? ¿Esperando
cuanto pasa antes de que orine en el piso del cuarto?

La puerta se abre. Dev baja la mirada hacia mí. “No puedo creer que te mantuviste en
silencio,” dice, retumbando.

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Me muevo rápidamente y con dificultad, pasándolo, al baño, abriendo y cerrando la
puerta rápidamente, ni siquiera esperando a escuchar si cerró, mientras me alivio,
gimiendo en satisfacción. Me doy una buena rascada al mismo tiempo, alborotando mi
cola y acomodándola de nuevo en su lugar. Cuando me subo el cierre y lavo mis patas,
dudo en frente de la puerta del baño, la cual ni siquiera está del todo cerrada. Con las
orejas bajas, la abro con calma, medio esperando que Dev estuviera acurrucado en la
cama mirando hacia otro lado de manera que pueda salir sigilosamente de la habitación.

Él está sentado justo en la cama, por supuesto, mirando hacia la puerta como si se
tratase de un quarterback oponente. Cuando asomo mi hocico afuera, él levanta una pata
y dobla un dedo, llamándome con una seña.

Es una sensación aterradora, un tipo de terror completamente diferente que cuando él


me tiró en el closet. Siempre he sido yo quien estaba en control, quien sabía lo que
estaba haciendo y sabía lo que Dev iba a hacer antes de que lo hiciera, la mitad del
tiempo. Sé que la he cagado, aquí, y no tengo idea que esperar de él. Su expresión es
completamente neutral y no puedo olerlo por sobre la cerveza de mi aliento. Camino
arrastrando los pies por el piso como un cachorro.

Por el lapso de varios latidos, nos miramos el uno al otro. Entonces ambos empezamos a
hablar al mismo tiempo, e, increíblemente, nuestras palabras son exactamente las
mismas.

“Lo siento…”

Yo lo miro. “¿Por qué en la verde tierra tendrías que disculparte?”

“Por tirarte en el closet.”

“¿El closet? ¡Merecía ser tirado por la ventana!”

Él me mira detenidamente. “Estás borracho.”

Es un momento tan surreal. Pensé que era jodidamente obvio, como que bien podría
también haber entrado tambaleándome, con mi lengua colgando afuera y mis ojos
cruzados. Apesto a cerveza, estoy hablando con dificultad… pero por supuesto, él no
tiene una nariz de zorro. Y súbitamente, toda la cosa, todo este escenario, es absurdo.
Por supuesto que estoy borracho. ¿Él pensó que sencillamente deambulaba por aquí
todo chiflado y excitado sin el beneficio del alcohol? Lo miro, y puedo ver cada arruga
en su muy ligero ceño, como si él estuviera empezando a decidir si está molesto por que
recién irrumpí en su habitación y empecé a chupárselo, o perdonarme porque estoy
borracho, o estar enojado porque estoy borracho, y no puedo evitarlo. Rio tontamente.

Él frunce el ceño un poco más, justo cuando mis tripas deciden enviarme una pequeña
burbuja de aire de regreso arriba. Esta a la mitad entre un eructo y un hipo, pero es el
sonido más gracioso del mundo. Rio tontamente de nuevo, y esta vez no puedo parar. Es
incluso más gracioso porque él sigue frunciendo el ceño, y tengo que agarrar mi
estómago, doblado por reír tanto. Me siento en el piso, en la linda y lujosa alfombra,
aullando de risa porque incluso si su cara no estuviera arrugada cómicamente intentando

131
saber que está pasando, la risas sólo están saliendo por sí mismas ahora de una forma en
la que no lo habían hecho en muchos años.

“Lee,” dice él pacientemente, haciéndome caer sobre mi costado, sacudiéndome con


risas. Me doy la vuelta sobre mi espalda y cierro mis ojos, esperando que sigan su curso
pero disfrutándolo al mismo tiempo. “¿Qué es tan gracioso?”

“Estoy borracho,” intento explicar entre risas resopladas. Sujetar una pata alrededor de
mi hocico sólo lastima mi garganta cuando las convulsiones son retenidas ahí, así que
las dejo salir.

“¿Y eso es divertido?”

“No,” digo ahogadamente, lo cual es lo bastante gracioso para hacerme reír de nuevo,
aunque intento no reír tan ruidosamente esta vez. Sacudiéndome en silencio, al menos
ya no puedo ver su rostro. He ido de excitado a deprimido a histérico en cerca de media
hora, cuarenta y cinco minutos máximo, y mientras más pienso en ello, más divertido
es.

Sé que Dev no va a ser paciente por mucho más, pero no tengo idea de qué es lo que
hará. Él se sienta a mí lado en el piso. “¿Te estás riendo de mí?”

Sacudo mi cabeza, pero sigo riendo. Él lleva su pata hacia atrás y abofetea mi hocico.
No fuerte, sólo lo suficiente para pausar mis risas.

Él nunca me ha golpeado, pero entonces, yo nunca había estado así de borracho y


riendo. Nuevo territorio para ambos, sin historia a la cual recurrir. Levanto la mirada
hacia él y juzgo si el golpe fue algo para preocuparme o no. Él realmente no se ve
molesto, ni particularmente inclinado a golpearme de nuevo. He parado de reír. Y me
siento más sobrio ahora. “¿Por qué fue eso?” pregunto.

“Para que pararas de reír,” responde él, muy razonablemente.

“¿Planeas hacer eso de nuevo, semental?”

Entonces, creo que él cae en la cuenta de que hay alguna historia ahí, sólo que no
nuestra. Él se encoge hacia atrás y su hocico baja. “No.”

Silencio. Ambos nos miramos. Se me ocurre que nunca terminé mi disculpa de antes.
“Lo siento,” dije. “Por irrumpir y aprovecharme de ti. Y por reírme, justo ahora. Es sólo
que todo parecía muy gracioso.”

“Nunca te he visto así de borracho,” dice él. “Es raro.”

“¿Y un poco gracioso?”

Su hocico hace una mueca de rareza. “Un poco.”

Nos quedamos ahí por un par de minutos más, sólo mirándonos el uno al otro. Su cola
se mueve de un lado al otro. La mía se queda quieta. “Perdón por golpearte,” dice él.

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Sacudo mi cabeza, ligeramente. “Está bien.” Estoy tratando de decidir entre besarlo o
levantarme para irme. Dormir sobre mi incómodo piso se siente como la apropiada
penitencia, pero el calor entre mis piernas está creciendo de nuevo con la proximidad de
Dev, manteniéndome anclado a él. Entonces sólo suspiro y digo, “Cuéntame sobre tu fin
de semana.”

“Vamos a la cama,” dice él, medio levantándose.

Levanto la mirada hacia él. “He dormido en el piso por tres noches,” digo. “Bueno para
la espalda.”

Puedo verlo intentando descubrir si hablo en serio o no. Entonces se inclina y me


levanta como si fuera un saco de ropa. Sosteniéndome sobre la cama, él duda. “¿No vas
a vomitar, o si?”

El techo y el mundo están sólo moderadamente temblorosos, y definitivamente no


dando vueltas. “No creo ¿Vas sacudirme?”

Él sonríe y me baja. “No esta noche.” Cuidadosamente, él se acuesta al lado mío de


nuevo. “¿Por qué estuviste bebiendo?”

“Soledad.”

Él me conoce demasiado bien como para dejarse engañar por esa. “Aja ¿Y quién estaba
tomando contigo?”

“Mi libido y mi pasión por ti.” Él sigue mirándome, sin apartar la vista. “Y Morty y
Vic.”

“Mesa llena,” él gruñe.

“Vaciamos varias botellas.”

Él sonríe. “¿Cuánto puede beber tu libido?”

“Estaba intentando mostrártelo,” digo con dignidad, “cuando esos tipos de Hellentwon
entraron.”

Consigo una buena risa de él por eso, y un beso en mi hocico. “Podría tomar una
cerveza después de este fin de semana,” dice él. “Fue más cansador que un partido.”

“¿Crees que tienes una oportunidad con alguien más?”

Él asiente. “Hellentown, quizás. Hilltown también.”

“Lastima que no hay mas ciudades con H en la liga.”

Él me sonríe. “Sería un ganador seguro.”

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“Como un tigre en un zorro,” digo.

“Mmm.” Él descansa una enorme pata sobre mi brazo, con las garras extendidas. Me
estremezco. “Creo que lo hice bien.”

“No rompiste ningún record en los 40.”

“Estuve cerca de mí mejor tiempo.”

“Pero no tu mejor tiempo.” Me estoy excitando de nuevo, sólo por estar cerca de él. Al
menos estoy lo bastante sobrio para frenarme de actuar sobre eso ahora. Creo.

Él frunce el ceño, entonces suspira. “No”

“Si estuvieras preocupado sobre todos los otros chicos, no deberías estarlo. Tú eres tan
bueno como cualquiera de ellos.”

Él nombra al mejor prospecto, el zorro que arrasó con todos. “¿Soy tan bueno como
Russell?”

“Puedes serlo.”

Él sacude su cabeza. “Necesitaría tu físico.”

Le doy un ligero empujón en el pecho. “El éxito es hacer lo mejor de tus habilidades
naturales, y eso incluye el cerebro.”

“Russell es muy listo.”

Hago un ademán con la pata. “¿Y qué? Tú eres más listo.”

“Estás borracho.” Él sacude su cabeza. Sus garras trazan líneas de fuego brazo abajo.
Estas se desvanecen lentamente. “No soy más listo.”

“Claro que lo eres.” Lo miro a lso ojos y sonrío. “Estás aquí conmigo ¿No? Q.E.D.”

Él medio sonríe. “No sé qué quiere decir eso, doc, pero no es football.”

“Quiere decir, cállate y bésame ya.”

Él lo hace, y el mundo se detiene, y es bueno. Sólo estamos él y yo, y un diminuto poco


de resaca residual en el fondo de mi cabeza. Cuando se detiene, cuando nos separamos,
miro en sus ojos. “¿Dev?”

“¿Hm?”

“¿Qué pasa si ere reclutado?”

Él me mira detenidamente. “Bien, no estoy seguro, pero creo que querrán que me ponga
un uniforme y juegue football. Sólo un cálculo. No soy todo educado como tú.”

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Sacudo mi cabeza. “Quiero decir, sobre nosotros.”

“Oh.”

“¿Voy a estar escondiéndome en closets en hoteles por todo el país? ¿Moviéndome


sigilosamente por ahí esperando que no nos descubran?”

Él se encoge de hombros. “Primero lo primero, creo. Si quedo en un equipo, me


preocupare por eso entonces.”

“¿Renunciarías a mí para jugar football?”

“Si quedo en un equipo, me preocuparé por eso.”

“Serás reclutado. Eres bueno, Así que…”

Por una respuesta, o quizás sólo para callarme, él me besa de nuevo. Tomo la indirecta y
dejo ir mi pregunta. De todos modos, faltan meses para que eso sea un problema.
Muevo mi pata hacia abajo a su costado, a sus caderas, sugiriendo más, y el rompe el
beso para mirarme. “¿Aún estás borracho?”

Sacudo mi cabeza. La habitación tambalea un poquito, pero regresa a lo normal


inmediatamente. Cuando él duda, extiendo mi pata libre y trazo una línea a lo largo de
sus caderas. “Quiero mostrarte que tan bueno puedes ser.”

“No voy a ser reclutado por eso,” dice él, pero el ronronea roncamente a mi toque.

“No hay nadie más aquí por quien esforzarse.”

Él aún está dudando. Muevo mis orejas rápidamente. “En serio ya no estoy tan así de
borracho ¿Acaso huelo?”

“No, sólo estaba preguntándome…” Detengo mi errante pata. Él se ve incierto. “¿Crees


que puedes averiguar…. si ascendí en alguna lista?”

Le doy una tramposa sonrisa. “Bueno, no se sobre eso,” digo.

Él cree que entiende, moviendo su pata abajo, a mi diafragma. “¿Necesito ser mas
persuasivo?”

“Quizás.” Espero hasta que él ha encontrado la erección entre mis piernas, y eso hace
que pensar más allá sea difícil. Muevo mis dedos sobre la suya, encontrándola justo tan
lista como la mía, entonces empiezo a desabrochar sus pantalones. Una vez que tengo
mi pata todo el camino adentro, arqueada alrededor del agradable y caliente miembro, la
conversación muere. Ahora él me besa, y aunque ya no estoy borracho (no mucho),
estoy un poco acomplejado por el sabor de la cerveza en mi boca. A Dev no parece
importarle, juzgando por la pasión con la cual su lengua la invade.

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Él mueve su peso, aguantándolo sobre mí y dejándose caer en mis pantalones mientras
mi pata lo acaricia, bajando sus pantalones cada vez más con cada caricia hasta que sus
bolas están colgando sobre su muslo desnudo. Juego alrededor de ellas y entonces froto
de nuevo hacia arriba esa deliciosa longitud. Él mete su pata adentro de mi sueltos
pantalones, las cálidas almohadillas agarrando mi erección tan estrechamente que gimo
contra su lengua, sonsacando un satisfecho gruñido cuando el choca su hocico con el
mío. Haciéndome saber cuánto me extrañó.

Lo trabajo más duro, ya sintiendo su goteo contra mis dedos. Lo quiero dentro de mí,
mucho, pero no tengo nada de lubricante encima y estoy seguro que no es la clase de
cosa que el hotel o la liga proveen a los chicos aquí. He usado el viejo “escupe y
lubrica” en el pasado, pero nunca con Dev. Él es muy grande. Pero la manera en la que
está empujando y presionando contra mí esta encendiendo un fuego en mi pene, y
mientras más lo imagino, más lo quiero.

Su respiración se está tornando más áspera. Aparto mi pata y la paso debajo de su


camiseta, disfrutando los duros músculos debajo su pelaje. En mi mente, puedo verlo
estirando, tenso y delgado sobre el campo, los músculos enroscados y tensados para
explotar con el arma que indica el inicio del juego. Los veo hincharse y estirarse en la
press de banca. Seguro, no puedo evitar ver a algunos de los otros chicos, pero no estoy
en la cama con ellos ¿O sí? Así que está bien. Estoy seguro que él no sólo me imagina a
mí cuando estamos en la cama. En realidad, no sé lo que él se imagina. Nunca he
preguntado.

Él se está poniendo más insistente con su pata, y esos pensamientos no son capaces de
ordenarse y ser coherentes, no con la atención que está prestando ahora a todo mi pene y
bolas, así que si voy a hacer algo además de quedarme ahí y venirme, tengob que
decidirme a hacerlo ahora.

Al demonio. Es una necesidad, no una opción. Me tuerzo, haciendo que se detenga, y


pongo mi boca alrededor de su pene de nuevo. Es sabor es mucho más fuerte de lo que
fue hace una hora, y lo saboreo, en su mayoría intentando dejarlo los suficiente
resbaladizo para que esto funcione, pero sin descuidar sus partes sensitivas. La lengua
está ahí, bien podría ser de utilidad.

Él se echa hacia atrás sobre la cama, todo el naranja, blanco y de rayas negras,
hermosos. Mantengo mis ojos abiertos sólo para que pueda admirarlo, y como sucede
seguido, me viene el pensamiento a mi mente de que haber encontrado este espíritu en
este talentoso, hermoso cuerpo es una enorme golpe de suerte de mi parte. La mayoría
de los jugadores de football, por el tiempo en que llegan a la universidad, están tan
acostumbrados a ser el centro de atención que su ego tiene que conseguir una habitación
separada. Dev pasó tres años estando por encima del promedio en un programa de poca
importancia en una escuela donde lo atlético era secundario a la educación, y a pesar del
hecho de que la mayoría de los chicos en el equipo no tuvo problemas en caminar por
ahí orgullosos como si les perteneciera el campus, aún así él nunca dejó que eso se le
subiera a la cabeza.

Además él era gay y no lo sabía. Eso está más allá de lo ardiente.

136
Entre rebotar arriba y abajo, mirarlo moverse nerviosamente y ronronear-gruñir, escupo
en mi pata y esparzo eso poco a poco debajo de mi cola, hasta que queda bien y
resbaladizo, Dev esta retorciéndose tanto que sé que mi boca estará llena del sabor a
tigre en otro minuto. No creo que él se haya dado cuenta de que más estaba haciendo, de
manera que es un poco de sorpresa cuando aparto su hocico, saco una pierna fuera de
mis pantalones, y me extiendo encima de él. Los ojos dorados se abren de golpe, y mi
miran a mí.

“¿Lee?” Yo sonrío satisfechamente y asiento, poniéndolo contra mi orificio. Supone un


montón de autocontrol para mí el hecho de no simplemente descender sobre él. “No
tenemos ningún…”

“Está bien,” Le digo, y empujo hacia abajo para demostrar mi punto. Sus ojos giran
hacia atrás y no se queja, a menos que un gemido ahogado y fuerte mientras sus patas
sujetan mis caderas sean una queja. Es más áspero de lo que usualmente es con
lubricante, pero se siente bien. Lo dejo sostener mis caderas, porque eso se siente bien
también, empujando arriba contra su fuerza y entonces dejándolo empujarme debajo de
nuevo. Me encargo de mi propio miembro, el cual está bien duro, sacando cualquier
efecto del alcohol de buena manera (aunque nunca he sido uno de esos chicos que no
pueden hacerlo mientras están borrachos).

Sé que el sexo no es lo mismo que el amor, pero realmente nos ayuda a expresar amor.
Mis estúpidas acciones de antes desparecen, y me retuerzo con mi tigre, ambos sentimos
las mismas sensaciones y compartimos la experiencia con el otro. Él toma confianza en
mí, yendo tan profundamente que lo siento a través de todo mi cuerpo, apretando la
mandíbula, erizando mi pelaje, arqueando mi cola y curvando los dedos de mis pies. Mi
pata se aprieta alrededor de mí mismo, jadeo cuando miro las contorsiones en su rostro
y lo siento empujarme hacia él, e igualo mis gruñidos a los suyos, levantando su
camiseta con mi otra pata de manera que puedo ver su pecho subir y bajar. Presiono mi
peso abajo contra él para sentir su poder mientras el empuja en respuesta, y me acerco
más a él cuando aumentamos bruscamente el ritmo para liberarnos juntos.

Es caliente y poderoso, sus garras enterrándose en mis muslos mientras los músculos de
su cuello se tensan. Sus bruscos y profundos empujes entierran su largo miembro en mí,
me llevan al límite también. Ladrando roncamente, me vacio en su pecho, los músculos
tensos, mi pata trabajando en mi mismo hasta sacar la última gota. Me estremezco y me
estiro hacia atrás para sentir la tensión de sus bolas, la presión donde él está entrando en
mí, y la dureza en la base de su miembro. Froto ahí mientras ambos lentamente nos
relajamos, jadeando, y nos miramos a los ojos.

Ahora siento la calidez, y con ella una oleada de somnolencia. Me apoyo sobre su pecho
con ambas patas, bajo para besarlo en el hocico, y el desliza sus patas arriba en mis
lados y me besa. “No hay nada como tú,” dice él con voz áspera.

“Tampoco como tú,” digo.

Lo dejo salirse de mí, con más alivio de lo usual. Mi cuerpo me cae a su lado, bostezo
enormemente, y me acurruco contra él. Él ronronea y lleva un brazo alrededor mío.
“Entonces,” dice él, “¿Crees que ahora puedes averiguar dónde estoy en las listas?”

137
“Mm.” Froto mi nariz en su corto pelaje, inhalando. “No lo sé.”

“¿Cuán más persuasivo,” el traza sus garras a través del pelaje de mi muslo, haciéndome
retorcerme, “necesito ser?”

“No es eso,” digo entre dientes. “Quiero decir los Dragones me ofrecieron un trabajo así
que no sé si tengo permitido contarte.”

Él se queda callado por un momento, sus garras se quedan quietas. “¿Ellos qué?”

“No es definitivo,” Digo, con los ojos aún cerrados.”Morty dice que le gustó lo que
hice, él va a recomendarme para que me den un trabajo de prueba por un par de meses.
Hasta el reclutamiento.”

Siento el picar de sus garras, pero él no dice nada, aún. Abro un ojo. Él está mirándome.
“¿Ibas a contarme esto cuando?”

Sonrío. “Después.”

“Ahora es después.”

“Y estoy diciéndotelo.”

Él me acerca más a él. “¡Eso es genial! Es como que fueras reclutado, casi.”

“Casi.” Tengo mucho sueño para quejarme de la semántica.

“¿Estás excitado?”

“Ya no.” Finjo súbita comprensión. “Oh, sobre el trabajo. Eso creo, sí.”

“¿Qué vas a hacer sobre la escuela?”

Sacudo mi cabeza. “Realmente no pensé en eso.”

“¿Qué hay de tus padres?”

¿Cuánto pagan? “No mates mi emoción.”

Él se queda callado por un poco más, acariciando mi pelaje, y entonces dice. “Voy a
bañarme. Ya vuelvo.”

“Mm,” Digo cuando él se aleja de mí, y esa es aproximadamente la última cosa que
recuerdo hasta que el sol me pega en el rostro a la mañana siguiente.

La cama aún huele a tigre, aunque me es difícil concentrarme en eso sobre el marcado
dolor detrás de mis ojos, palpitando en mi cabeza. No es la peor resaca que he tenido,
pero es bastante mala, y para agravarla, ahora estoy sintiendo los efectos de tener a un
tigre dentro de mí sin adecuada lubricación. En alguna parte durante la noche me
deshice de mis pantalones completamente, pero aún tenía una camiseta puesta, la cual

138
olía a cerveza. O quizás ese era yo. Puse las sabanas sobre mi cabeza e intenté volver a
dormir.

Algunos minutos, u horas, más tarde, vagamente pienso que escucho a alguien llamando
a la puerta. “Váyase,” murmuro en la almohada, doblando mis orejas hacia abajo y
metiéndolas bajo la suave goma espuma. Asumo, en mi confusión de resaca, que esto
sería el final del llamado.

Un momento más tarde, siento las mantas que están sobre mi culo y cola desnudos ser
arrastrada. Hago el peor movimiento posible: Dar la vuelta sobre mi costado para ver
quién es, lo cual tiene un doble efecto de enviar punzantes dolores a través de mi cabeza
y darle a la liebre que sostiene las mantas una completa vista de mi “equipamiento”.
Estoy orgulloso de decir que está completamente recuperado de las actividades de la
noche y que ha asumido su posición usual de las mañanas, completamente erecto. Miro
a la mucama por quizás medio segundo antes de que el dolor golpee y hago una mueca
de dolor, cerrando mis ojos de golpe y poniendo mis patas sobre mi hocico– habiéndolo
pensado, las hubiera puesto sobre algún otro lugar, pero esto fue un reflejo.

Las mantas caen de nuevo sobre mí. Escucho pies corriendo, y entonces la puerta
cerrarse. Creo que ella dijo algo. Espero que fuera “perdón”. Realmente no pude
entenderlo.

Después de una ducha, me siento mucho mejor. Encuentro mis pantalones y una nota de
Dev que dice que él tenía un desayuno de la liga y que no pudo despertarme. Lo cual
probablemente quiere decir que él no lo intento mucho, recordando que había estado
tomando, y sólo olvido dejar el letrero de “no molestar” afuera de la puerta. Decidí ir a
buscar mi propio desayuno de camino a mi hotel. Irme es la primera cosa que he
esperado hacer ahí.

Es sobre mi Mcmuffin que empiezo a pensar en lo que Dev dijo. ¿Qué haré con el
colegio? Porque la verdad es que no he estado realmente concentrado este semestre, y
voy a necesitar reforzarlo. La película y la escritura creativa podía hacerlo dormido,
pero apenas iba a un cuarto del libro que mi TA72 me pidió que leyera para la clase de el
ensayo de literatura, y no había hecho más que un boceto de mi tesis final. Bastante
necesito graduarme, de manera que no puedo simplemente abandonarlo todo. Golpeteo
la humeante taza de café con una garra y me pregunto si puedo falsificar la redacción
que prometí, y si la biblioteca estará abierta cuando regrese a Forester de manera que
pueda finalmente terminar de consultar algunas fuentes para decidir qué escribir en mi
tesis. Pero ambos pensamientos realmente sólo están sorteando el problema principal.

Si tomo este trabajo con los Dragones, entonces voy a tener que dejar la clase de
literatura. Creo que aún puedo graduarme si mantengo los otros dos y termino mi tesis.
Eso significaría un montón de noches sin sueño. Pero puedo hacerlo.

La interrogante real, por supuesto, es qué significaba más para mí, el trabajo o el título.
Tengo un sentido de orgullo con mi título, y ciertamente tengo la intención de
terminarlo si puedo. Pero el trabajo puede ser mi carrera. Y hey, siempre puedo ir a
conseguir el título más tarde. Conozco algunos estudiantes de último año de cincuenta

72
Tutor o tipo de profesor.

139
años. Si tengo que tomar otro año para terminarlo, puedo hacer eso. No importa lo que
mi padre piense.

Registro mi salida en mi hotel, con cierta elección de palabra para la calidad de la


habitación las cuales caen sobre unas despreocupadas orejas. En mi camino a la parada
del autobús, mi teléfono suena.

“Hola, sexy,” digo, esperando la voz de Dev al otro lado de la línea.

“¿Wiley?”

Oh, uh, mierda. Debo aprender a mirar el número antes de responder. “Hola, Madre.”

“¿Es este un…estás ocupado?”

“No, no, estoy bien.” Intento sacar de mi mente lo que acababa de decirle a mi madre.
“¿Qué pasa?”

“¿Dónde estás?”

Miro alrededor. “Afuera de algún Peet´s en Boliat.” Mierda. Olvidé mentir.

“¿Boliat? ¿Por qué estás en Boliat?”

“Había una cosa de football aquí.” Reviso un reloj cercano; tengo un montón de tiempo
para tomar mi autobús.

“No respondiste el teléfono en todo el fin de semana.”

“Lo he tenido conmigo.”

“Quiero decir tu otro teléfono.”

Giro mis ojos. “¿Porqué me dan este teléfono si sólo van a llamar a mi habitación?”

“Ese es el número que tenemos programado en nuestro teléfono. Tuve que llamar a la
compañía para averiguar este número ¿Qué estás haciendo en Boliat?”

“Lo que dije, había una cosa de football aquí.”

“¿Pero qué estás haciendo? ¿Sólo mirándolo?”

Casi. “Si, madre. Sólo mirando ¿Cómo estás?”

“Oh, estoy bien. Sólo voy al vivero hoy a comprar algunos tomates y quizás algunos
geranios para la nueva cerca que acabamos de poner ¿Has estado ahí toda la semana?”

“Sólo desde el miércoles a la noche ¿Cómo está el clima por ahí?”

“¿Miércoles a la noche? Wiley ¿Qué hay de tus clases?”

140
“Mis clases están bien.” Genial, esta vez sí mentí.

Ella pone ese tono en su voz. “Pero ¿Si te has ido toda la semana?” y ahora puedo
escuchar a mi padre al fondo. No puedo escuchar sus palabras, pero es el tono de ‘será
mejor que él no esté haciendo eso’ si no me equivoco “Él dice que están bien,” le dice
ella a él.

“Déjame hablar con él,” escucho a mi padre decir.

“Estoy en la estación del autobús. Necesito irme. Dile hola a Papá por mí.”

Él ya está al teléfono. “Wiley ¿No estás reprobando tus clases, o si?”

“Están bien. Estoy bien. Tengo que colgar”

“No estoy pagando treinta mil dólares…”

Odio este discurso. “Tomaste un préstamo.”

“Aún así está costándome dinero. Y tú estás tratándolo como si fuera alguna clase de
fiesta.”

Suspiro. “Estoy tomando el autobús de vuelta a Forester ahora. Sale en diez minutos.”

Mi madre vuelve a la línea. “Llámanos cuando llegues.”

“Lo haré, madre. Lo prometo.”

“Te amo.”

“Te amo también.” Cuelgo el teléfono y entro a Peer´s para comprar un café para el
viaje de vuelta. El autobús no se saldrá hasta dentro de media hora, y la estación está a
sólo dos cuadras.

Cuando llego a casa, hay dos mensajes en mí maquina: El primero de mi padre,


diciéndome que lo llame con un reporte sobre mis clases. El segundo es de Jason, mi
TA de el ensayo de literatura, diciéndome que él y mi consejero querían verme mañana
por la mañana, a las once. Si es conveniente. No lo es, pero no tengo nada programado
contra eso, así que tengo que presentarme. Jason es un buen tipo, un zorro árctico quien
ocasionalmente hace saltar mi gaydar. Digo ocasionalmente porque es más o menos
cuan seguido lo he estado viendo últimamente.

Él me saluda con una sonrisa, vestido prolijamente como es usual. Mi consejero, el Dr.
Schruft, huele como que ha estado usando la misma camiseta celeste y sweater marrón

141
claro por las últimas dos semanas. Para un gato montés, no es muy fastidioso. Él apenas
reconoce mi entrada cuando Jason dice, “Toma asiento.”

Esperamos a que él termine lo que sea que está haciendo con los papeles de su
escritorio, lo cual para mí se ve como intencionalmente hacerme esperar. Finalmente,
levanta la mirada y dice a Jason, “Sigamos.”

“Wiley,” dice Jason, “Queremos hablarte sobre la Critica de Literatura del Siglo
XVIII.” Él hace una pausa para esperar a que yo diga algo, pero la primera cosa que
viene a mi mente es si, sé que no me está yendo bien, lo cual no parece ser de ayuda
para mí. Así que me quedo callado, y él continúa. “Entregaste algunos buenos trabajos
el primer par de semanas del semestre, y realmente disfruté tu participación en la
discusión. Pero últimamente tu presencia ha estado perdida.”

“Estás reprobando.” Schruft dice abruptamente.

“Estaría feliz de darte una nota aprobatoria si entregas un trabajo del calibre de las
primeras dos tareas,” dice Jason. Su lenguaje corporal es compungido, así que estoy
adivinando que Schruft no sabía de nuestro pequeño arreglo sobre faltar toda la semana
por las conjuntas.

Schruft mira hacia mí. “Si piensas que simplemente porque has completado el noventa y
ocho por ciento del trabajo requerido de la carrera puedes ¿como se dice? Flojear en
esta última clase, estás equivocado. Pensé que habíamos dejado eso muy claro en tu
segundo año, cuando tuvimos nuestro primer encuentro y te dije que no toleraría nada
de holgazanear durante toda nuestra asociación. Simplemente porque esa asociación
está cerca de terminar, no siento que mis estándares están aflojándose.

“Lo recuerdo,” digo, porque es la única cosa en que puedo pensar que no me echará de
su oficina inmediatamente.

“Le dije al Dr. Schruft que no creo que estés tratando de pasar sin esforzarte,” dice
Jason, entonces gira hacia el gato montés. “He hablado con Wiley un par de veces y él
me ha asegurado que sus distracciones son legítimas.”

“¿Y qué distracciones son esas?”

Ahora ambos están mirándome, mientras intento recordar lo que le había dicho a Jason.
No tiene caso mentir sobre problemas familiares, porque ya mencioné el football, así
que mentir sólo lo empeorará. Odio mentir porque odio que me mientan, pero incluso si
ese no fuera el caso, no sería capaz de manejar el trabajo de recordar que había dicho y
a quien. “He estado explorando una pasantía,” digo cuidadosamente.

“¿Un periódico literario, quizás?” El Dr. Schruft usa bien el sarcasmo. “No recuerdo ver
una solicitud para una recomendación en mi escritorio.”

“Es…con un equipo de footbal.”

A juzgar únicamente por su reacción, podría haberles dicho que estaría esperando ser
nombrado el próximo CEO de General Motors. Él incómodo silencio se estira y estira

142
hasta que mi consejero dice, con exagerado incredulidad, “¿Un equipo de football?
¿Haciendo qué? ¿Marketing?”

“Reclutador,” les digo. “Resulta que soy bueno en eso.”

“Eso es genial,” dice Jason, con una sonrisa que siento genuina.

El Dr. Schruft dirige una fulminante mirada a él. “Lo que escojas con el título que te
ganas es, por supuesto, tu decisión y tu responsabilidad, Wiley. Como sea, lo que haces
para ganarlo es mía, al menos en parte. Y sería un incumplimiento de mi deber con mis
estudiantes fallar en advertirte que si persistes en seguir con esta… pasantía de
football… estarás poniendo seriamente en peligro tus oportunidades de llegar a ese
título.”

“Estaba esperando que pudiéramos arreglar algo.” Digo.

“Decidimos que si puedes sólo asistir a la mayoría del resto de las sesiones,” comienza
Jason.

Schruft lo corta. “Todo el resto de las sesiones, Wiley, y tomar parte activamente de las
discusiones. Y estregar todas las tareas por el resto del semestre.”

Las orejas de Jason bajan ligeramente y sus bigotes se mueven esporádicamente, los
ojos se le abren solo un poco. Un momento más tarde, capto un cambio en su acento:
sorpresa. “Yo pensé,” dice él, y Schruft lo interrumpe de nuevo.

“Todo el resto de las sesiones,” él repite.

Ambos me miran a mí. “Si pudiera sólo entregar los reportes,” digo, “y quizás venir a
una sesión a la semana.”

Antes de que Jason pueda sacar una palabra, Schruft empieza a hablar de nuevo.
“Wiley, déjame poner esto en términos que seas capaz de entender. Estás a una yarda de
la línea de meta, y esta clase es tu cuarto down. Cualquier fallo te dejará privado de tu
meta.”

Me freno de decirle que en football, uno no corre hacia la meta de uno mismo, y en su
lugar digo, “Es una oportunidad de una vez en la vida.”

Ambos me miran, Schruft enojado, Jason compasivo pero cauteloso. “Bien, entonces,”
dice Schruft, “parece que has decidido donde están tus prioridades.”

Intento hablarle a Morty esa tarde, pero él está en medio de algo. Dice que llamará de
vuelta. Entonces llamo a mi padre para sacármelo de encima con alguna evasiva verbal,
al menos temporalmente. Morty llama una hora más tarde.

“¿Has estado en West Hampburg?” me pregunta él.

143
“Desafortunadamente, no.”

“No vayas,” dice. “Es un foso. Hay un sólo bar decente en el lugar y cierra a la una.”

“¿En un campus universitario?”

“Si, lo sé. Los chicos deben estar bebiendo en algún otro lugar. Aunque no puedo
preguntarles. Es como preguntarle a tu jefe donde encontrar una prostituta.”

Pretendo no haber escuchado eso. “¿Es el día del último año ahí, creo?”

Él dice precipitadamente los nombres de algunos prospectos que ha visto. “Pero estas
llamando por el trabajo. McCallum está bien con que te traigamos, pero dice que no
podemos pagarte durante la pasantía. Y no te traeríamos en tiempo completo hasta julio,
justo después de que los campeonatos universitarios comiencen.”

“Okay.” Intento asegurarme que suene más alegre de cómo me siento.

“Me imagino que de todos modos no estarías haciendo dinero en tu escuela, ¿cierto?”

“Entonces ¿Puedo seguir con el colegio?” Quizás haya un lado bueno de no recibir paga
después de todo.

“Claro.” Él tose, una buena, tajante toz de cigarrillo. “No comenzamos usualmente hasta
las tardes de todos modos. Si puedes llegar a eso de la tres y trabajar durante el
almuerzo, eso es todo lo que necesitamos.”

La clase de crítica literaria, por supuesto, es las 1:30 los martes y jueves. Tendría que
irme media hora antes para llegar a las instalaciones de los Dragones a las tres.
“Déjame llamarte mañana,” digo.

Conseguí algo de tiempo, pero ya sé cuál es mi respuesta. Ser un reclutador, siendo útil
alrededor del juego, me hizo sentir mejor que cualquier cosa que haya hecho– como una
carrera, de todos modos. Incluso actuar. Entonces decido que intentaré arreglar los
horarios. Vuelvo a llamar a Morty y acepto la pasantía.

Por una semana, intento hacer ambos, dejando la clase a la mitad y llegando un poco
tarde a los Dragones. Es claro al final del jueves que ninguno de los grupos es feliz con
mi arreglo. Pero abandonar la clase de crítica literaria es serio, y es algo que, me guste o
no, voy a tener que discutir con mis padres.

Mi madre, predeciblemente, está encantada de escuchar mi voz. Ella quiere saber cómo
van las cosas, digo que genial, y considero mis opciones. Mi padre va a ser el gran
obstáculo, por supuesto. ¿Vale la pena poner a mi madre de mi lado sólo para tener a mi
padre mandándonos al diablo a ambos? No estoy seguro. Mientras pasa, no termino
tomando esa decisión de todos modos. Ella pregunta sobre las clases y antes de saberlo
digo, “Bien, tengo este problema.”

Casi puedo escuchar como sus orejas se levantan precipitadamente. “¿Cuál es el


problema, cariño?”

144
“Bien,” digo, “es sobre una de las clases que estoy tomando. Está interfiriendo con algo
que realmente quiero hacer, pero necesito pasarla para graduarme.”

“Si la necesitas para graduarte,” dice ella, “sigue tomando la clase.”

Tomo un respiro. “La cosa es,” digo, “si la otra cosa funciona, entonces podría no
necesitar graduarme.”

“No entiendo,” dice ella. “¿No necesitar graduarte? ¿Pero qué harías?”

Me tomo un buen largo tiempo para forzarme a decir las palabras. “Es algo de football.”

“Oh, Wiley.”

“Madre, conocí a este tipo, y él me ofreció un trabajo––”

“Es sólo un juego, no es algo que siquiera hayas jugado––”

“ ––con los Dragones, los Dragones de Hilltown––“

“––sé que lo has visto, pero también lo hicieron miles de otros chicos––“

“––Y podría llevarme a un trabajo real si soy bueno en ello, y soy––“

“Espera ¿Ni siquiera es un trabajo real?”

Sólo quizás, podría no haber presentado los hechos en el orden óptimo. “Es una
pasantía, madre, así es como todos empiezan.”

Pero ya escucho su llamado a mi padre, y un segundo después él levanta una extensión.


Genial, no los voy tener uno a la vez. “¿Qué es esto sobre el football?”

“Es una pasantía con los Dragones,” digo rápidamente.

Eso no previene a mi madre de salirse, “Harold, él está trabajando gratis.”

“¿No pudiste conseguir una pasantía pagada?” dice mi padre. “No es que los Dragones
necesiten dinero. Acaban de firmar con Hartwell por 17 millones.”

“¿Cuántos años?”

“¿Te ofrecieron un trabajo y no te dijeron esas cosas?”

“Si es más de tres, es demasiado.” Digo.

“No cambies el tema,” dice él. “Entonces ¿Cuál es el problema?”

Tomo un respiro, de nuevo, pero mi madre me lo interrumpe. “Él quiere dejar sus clases
y no graduarse.”

145
“Posponer la graduación,” digo. “Aún quiero graduarme.”

“¿Con clases de verano?”

Hay un silencio que sé que tengo que romper. Finalmente, lo hago. “En realidad, el
verano es un tiempo muy ocupado.”

“¿Entonces cuándo? ¿El próximo diciembre? ¿El próximo junio?”

“No lo sé.”

“Te lo diré,” dice mi padre. “Si consigues este trabajo, nunca volverás. No pagué casi
cien mil dólares para que tuvieras tres años y medio de una educación y ningún título.”

“Siempre es sobre el dinero contigo,” digo.

“Eso es porque conozco el valor de ello.” Otra variante, la misma vieja melodía. “He
intentado transmitírtelo a ti. Es obvio que he fallado.”

“Conozco el valor del dinero.” Paseo por la habitación. “Es sólo que hay otras cosas
también.”

“¿Como qué?”

Como decirlo, ¿cómo hacer un trabajo que no voy a odiar? O ¿vivir un sueño de la
infancia? “Como hacer un trabajo que es divertido.”

“No basas tu vida en lo que es divertido ¿Cierto?”

Maldito él por recordarme mis palabras. Maldito yo por decirlas. “Pensé que la
universidad era cuando estaba supuesto a descubrir la vida y tomar decisiones.”

“¿Crees que si no terminas la universidad, puedes seguir desperdiciando tu vida?”

“La terminaré, lo prometo,” digo yo, pero él no ha terminado.

“No te gradúas este junio, y tú serás responsable por tu propio presupuesto escolar.”

Toma un momento para que eso cause impacto en mí. Hago alguna áspera suposición en
mi cabeza. “¿Qué?”

“Ya me escuchaste.”

“No puedo creer que estés amenazándome. Como algún extorsionador de préstamos o
algo.”

Mi madre dice, bruscamente, “¡Wiley!”

146
“Sólo estamos haciendo nuestro trabajo como padres para asegurarnos que tengas una
buena educación.”

“Aparentemente estoy aprendiendo extorsión.”

“Wiley Victor Farrel.” Ella esta seria y rabiosa ahora. Siempre le tomó un par de
minutos ponerse a tono con papá y conmigo.

“Bien ¿Tienes otro nombre para eso, madre? Porque estoy seguro que no.”

“No importa como lo llames,” dice mi padre fríamente.

“Hablas en serio.”

“Sólo pruébame y velo.”

“Tienes mucho dinero. Sé que sí.”

“No es por el dinero. Es sobre principios.”

“Querrías que dejara pasar esta oportunidad sólo para conseguir un pedazo de papel.”

Él suena más indiferente de lo que está. Puedo imaginar las orejas echadas atrás, los
ojos entrecerrados. “Yo no llamaría a una pasantía sin paga sin promesa de algo más
como una ‘oportunidad’.”

“Esta es realmente la cosa más increíble que me han ofrecido. Millones de chicos
matarían por tener esta oportunidad.”

“Puedes conseguir algo mejor. No tienes que saltar a la primera oferta de trabajo que
consigues.”

Siento los comentarios amontonarse en mi garganta, luchando para salir. No puedo


sacar ninguno de ellos. “¡Esta no es sólo una oferta de trabajo!”

“Llámalo como quieras,” dice él, descortésmente. “Siempre y cuando nos entendamos.”

Ni siquiera sé qué decir. Mi padre no esperó a que saliera con algo. “¿Nos
entendemos?” dice él.

“Si,” me fuerzo a decir. “Sí, nos entendemos bien.” Es un esfuerzo no colgar el teléfono
de un golpe, forzarme a mí mismo a pasar a través de las cortesías del final de la
llamada hasta que puedo salir por la puerta.

Voy al campus por una caminata por el campus. La primavera esta sólo empezando a
asomarse a través de la coraza del invierno. Trozos de nieve se pegan a la parte inferior
de las ramas, desafiando al húmedo y templado aire. Las filas de árboles se sienten
como guardias de prisión, a pesar del hecho que siempre he amado pasear por esta área,
incluso en invierno. Siempre fui yo, entre todos mis amigos, quien amaba la escuela y
amaba ser parte de ella. Estudiando, aprendiendo, mirando football –– Brian se volvió

147
más cercano a mí al entender eso, pero él siempre encontró a Forester carente de algo.
Él hubiera sido feliz en Whiteford, en las afueras de la megalópolis Peco, en lugar de
estar a un par de horas al norte de la ciudad de segunda Aventira.

Para mí, Forester siempre ha estado bien. Puedo aprender, ser desafiado, a superar. Este
ultimo año con Dev me ha enseñado más que cualquier clase que haya tomado, y eso,
también, se lo debo a las sensibilidades del interior del país. En las costas, todo el
mundo es híper-consciente de lo que todo quiere decir. Dev no hubiera sido un inocente
deportista de closet –no, ni siquiera de closet, sino inconsciente– en ninguna costa. Él
hubiera entrenado sus defensas en elaborar discursos políticamente correctos, o
sarcasmo mordaz. Hubiéramos perdido los estribos el uno con el otro, él podría haber
lanzado un puñetazo (pero no realmente, eso es demasiado honesto para una reacción),
y nos hubiéramos ido por caminos separados. Justo ahora estaría felizmente o
preocupadamente preparándome por graduarme con un titulo en inglés, recordándome
el tiempo que tuve bajo la piel de uno de esos engreídos atletas, probablemente
contando la historia por cuarta vez en el té con mis igualmente altaneros amigos
literarios.

Mis padres crecieron en Port City. Ellos miran bajando sus narices, muy ligeramente,
para ver a las personas entre las cuales habían elegido vivir. Y eso, si pudiera
permitírseme alguna silla de psicoanálisis, es probablemente lo que les molesta de que
no me gradué. Ellos querían que fuera a Whiteford o a Pemberton en vez del mediano
nivel de Forester, eventualmente rindiéndose por el brillante historial de Forester en
artes liberales y porque prometí que me aplicaría. Pero yo dejando la escuela para tomar
algún trabajo en el football es simplemente muy del medio oeste para ellos. Para
muchos de nuestros vecinos, los chicos de mi generación eran los primero de sus
familiares en asistir a la universidad. Mis padres no querían que fuera el primero en una
larga línea en mi familia en fallar en graduarme por una clase. Quiero decir, ¿Qué dirían
los vecinos?

Deambulo por los terrenos, sintiendo el frío debajo de mis pies y mirando a las
esqueléticas ramas entrelazándose sobre mi cabeza. No puedo costear cien mil dólares,
ni siquiera con cualquier salario que podría conseguir con los Dragones. Pero cada parte
de mí se rebela contra ceder ante las amenazas, un tren en el que, irónicamente, mis
padres me habían criado ellos mismos. Sin mencionar que me divertí haciendo el
trabajo de los Dragones y soy bueno en ello. Si fuera sólo desobedecer a mis padres,
bueno, puedo manejar eso, como es videnciado por mi relación con un tigre macho.
Pero el dinero…. El pensamiento del peso de esa deuda cayendo sobre mis hombros me
hace encorvarme cuando camino.

Hablando de Dev, se supone que él viene esta noche. Él rentó un departamento fuera del
campus, pero no hemos ibo ahí en absoluto. Mi departamento es más cómodo, más
conveniente. Quizás debería ir a su departamento ahora, y no esperar hasta esta noche.
Él pensamiento de su brazos alrededor de mí me hace sentir cálido por dentro. Pero no
quiero involucrarlo en mi drama. Quizás sería mejor dejar que me calme un poco más
antes de estar juntos.

Para cuando me convenzo a mí mismo en dejarme verlo, ya es de tarde y él está en


camino. Eso está bien. Sólo no mencionaré a mis padres, decido. Sólo lo dejare
reconfortarme sin saber por qué.

148
“¿Ellos qué?”

Suspiro, y me rindo a la presión sobre mi hombro, girando sobre mi espalda para mirar
el hocico de Dev. Él está sobre su costado, ambos frescos por la ducha, pero cualquier
sueño post-coito se ha ido de su expresión. Él descansa una pata sobre mi estómago, a
pulgadas de mi exhausto miembro, en gesto íntimo pero no excitante. “Si dejo la clase
de crítica literaria y no me gradúo, ellos no pagarán mis préstamos escolares.”

“¿Cuánto…cuánto es eso?”

Descanso mi pata sobre la suya. “Algo cerca de cien grandes.”

Él asiente. “Igual que los míos. Aunque pensé que tus padres eran ricos.”

“No pagamos en efectivo por la instrucción. Mi padre movió algunas cosas de manera
que calificamos para un préstamo. Él dijo que los préstamos estudiantiles son una buena
inversión por la tasa de interés y los términos del pago.”

“¿Y porque puedes chantajear a sus hijos con ello?”

“Él está usando amenazas para forzarme a hacer algo que no quiero, no amenazándome
con exponer algún sucio…pequeño…secreto.” Punteo el último par de palabras con
ligeros roces sobre su miembro.

Él cierra sus ojos, pero no ronronea. “Eso es sólo….eso no es…” No digo nada,
moviendo mi pata a su cadera y acariciando el suave y ligeramente húmedo pelaje. Él
abre sus ojos para mirarme. “¿Entonces qué vas a hacer?”

“No lo sé.”

“Vamos.” Él me pica gentilmente en el estómago. “Tú siempre sabes que vas a hacer.”

Sacudo mi cabeza. “Realmente no. Debería tomar la clase de crítica literaria, es la única
opción sensata. Pero…”

“Pero no es lo que quieres.”

“Es una gran oportunidad.”

“¿Quizás Morty espere hasta el verano?”

Sacudo mi cabeza. “Quizás, pero no es probable. Quiero decir, para el verano ellos ya
van a querer estar rodando. Realmente necesitan ayuda mirando las filmaciones para el
reclutamiento. Podría quizás entrar en otoño, ir a los juegos con él…” Mi voz se va
apagando.

149
“¿Crees que él te dejará?”

Me apoyo contra él. “¿Quién sabe? Tengo la oportunidad ahora. No sé siquiera si la


tendré de nuevo. Le demostré algo en las conjuntas, pero si no puedo comprometerme
con la pasantía, no estoy seguro si tendré otra oportunidad. Lo dijo el mismo, hay chicos
haciendo fila por este trabajo.”

Algo cambia. Su expresión asume una intensidad que sólo he visto un par de veces.
Cuando nos conocimos por primera vez, cuando él no sabía que iba a pasar o porqué lo
atraía un zorro macho, él tenía la misma feroz determinación en sus estrechados ojos,
sus acampanadas fosas nasales, sus dientes expuestos. También, esa vez que él me
arrojó en el closet. Aunque, está vez, no es dirigida hacia mí.

“¿Cien mil, huh?”

“Algo así ¿Estás bien, semental?”

La pata sobre mi estomago presiona abajo. “Escucha,” él dice. “Trabaja con los
Dragones. Cuando sea reclutado, yo pagaré por tus prestamos.”

Cubro el shock con falta de seriedad. “Cuando seas reclutado ¿Quién fue y te hizo tan
confiado?”

Él se apoya más cerca de mí, su respiración caliente sobre mis bigotes. “Lo digo enserio
Tú me ayudaste el último año. Si quedo reclutado será por ti.”

“Vuelve al si,” digo. “Cualquier cosa que consigas por jugar football es por ti.”

“No.” Él me mira, moviendo su peso para sujetarme donde estoy. “Si mirara mi vida
como una película de algún juego, me vería a mí ir a la deriva. Ya sabes, siempre lo
bastante bueno para jugar con el equipo, nunca lo suficientemente bueno para destacar.
Hasta el último año. Entonces me vería súbitamente motivado, haciendo jugadas,
trabajando duro.” Su nariz choca con la mía. “Eso es por ti.”

“Morty le llama a eso ‘encender el interruptor’,” digo.

“Sí, bueno, tú encendiste muy bien mi interruptor,” dice él. Soy inundado de su aliento,
su aroma, el poder de su presencia.

Juego con su miembro y sonrío. “Puedo sentirlo.”

Él gruñe, sonriendo. “En serio, doc. Ve por ese trabajo de los Dragones. Si tus padres
realmente te hacen pagar tus propios gastos, yo los cubriré.”

Lo beso. Me siento aliviado, no sólo de la carga financiera, sino de la necesidad de tener


que tomar esta decisión, me llena tan cálidamente como él acababa de hacer hace poco.
“Gracias,” digo. “Date cuenta que si consigo este trabajo, es gracias a ti.”

“Lo cual es gracias a ti.”

150
“Pero tú hiciste el trabajo.”

Discutimos sobre esto por un rato más, hasta que él le pone un alto para empezar algo
más.
Habiendo tomado la decisión, es fácil evitar las llamadas telefónicas de mis padres. Me
siento casi mareado con la excitación y el desafío cuando hago el papeleo para dejar el
curso de crítica literaria, y explicar qué estoy haciendo en un almuerzo con Jason, por
insistencia de él. (En el Green Parlour. Definitivamente es gay). Está decepcionado,
pero respeta mi decisión. Más importantemente, él firma la forma por mí y, después de
lanzar indirectas un poco, dice que hablará con Schruft. Me imagino que como no me
estaré graduando, realmente ya no necesito hablar más con él. Él me pregunta si aún
estoy planeando graduarme alguna vez, y digo sí, eso quiero. Él me da su número y dice
que nos mantengamos en contacto, y se va a clase.

Me siento ahí un poco más. Espero que la tensión y el estrés se derritan ahora que la
obra está hecha, ahora que mis patas han empezado el camino. En cambio, no puedo
hacer nada sino pensar en lo que mis padres dirán. No me importa lo que ellos tengan
que decir, me digo a mí mismo, pero entonces es sólo yo hablándome a mí mismo, una
voz que quiero callar pero no puedo. Tres años y medio de trabajo, el orgullo que puse
en todo eso, descartado por una oportunidad en este trabajo ¿Vale la pena? Las dudas
corroen mis entrañas. Quiero correr tras Jason y decirle que rompa en pedazos la forma.
Podría llamarlo; en realidad saco mi celular y agendo su número, pero no oprimo
“Hablar”. Sólo lo miró y entonces tomo un respiro y guardo mi celular y camino por el
campus.

Así que no voy a graduarme. He hecho la mayoría del trabajo, pero no tendré el título.
Está bien, me recuerdo a mí mismo porque puedo sentir el pelo de mi cuello erizarse.
Siempre puedo volver y terminarlo más tarde. La gente lo hace todo el tiempo, tomando
semestres e incluso años completos

Pero aún así. Esta es la primera cosa, la primera gran cosa que he comenzado y no he
terminado. Lo abandoné. Esa palabra, cuando golpea en mi cabeza, me congela en mis
huellas. Es algo que mi padre diría–– lo dirá, no hay duda, cuando esa inevitable
conversación ocurra. No importa como lo huelas, es el aroma del abandono. Abandonar
para hacer algo mejor, absolutamente ¿Eso hace una diferencia? Probablemente no.

Camino de regreso a mi habitación, lentamente, alimentando el culpable dolor dentro de


mí con mas auto-flagelación ¿Realmente lo había intentado tan duro para hacer felices a
los Dragones y a Schruft? ¿O sólo había escapado por el trabajo de football,
abandonando el curso que era más difícil? Había tomado orgullo en todo lo que había
hecho en la universidad porque era un trabajo duro, no esquivándolo como Allen o
algunos de mis otros amigos, sin evitar las cosas difíciles.

Paso por el laboratorio de computación donde había estado haciendo investigación


sobre los prospectos, y eso sólo me deprime más. Demasiadas historias, testamentos al
poder de la persistencia, venciendo horrendos obstáculos para convertirse en jugadores
altamente solicitados. Él coyote de las pruebas para wideout, aquel con el pelaje
esculpido, he estado siguiéndolo como mi propio proyecto mascota. Él creció en un
barrio bajo de Peco. Su hermana mayor murió de una sobredosis de droga. Su padre le
arrancó la garganta a su madre. Su tía se encargó de él; ella murió de cáncer. Él es

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disléxico. Él fue puesto en clases de rehabilitación por cinco años hasta que alguien
pensó en darle la clase correcta de prueba. Y continúa, y continúa, y continúa. Él se
estará graduando entre los mejores diez de su clase, y se ha vuelto mejor en su posición
con cada año que estuvo en la universidad. Él no está en muchas tablas de
reclutamiento–– proyectado como una elección de última ronda, como mucho–– pero si
tengo algo que decir sobre eso, él no será un ‘huracán’.

Entonces cuando paso el laboratorio, pensando en él, me siento como una completa
mierda. Mírame: criado en la falda de los lujos, realmente nunca he querido o trabajado
tanto, y ni siquiera puedo terminar un maldito título de artes liberales. Quiero
arrancarme mi pelaje mientras doblo en la calle donde está mi apartamento.

Sin verlas, paso a través de las puertas y entro a mi habitación. Los estantes para libros
se ven polvorientos a la luz de la tarde. Empiezo a caminar hacia ellos y entonces
cambio de dirección para sentarme en la cama, sólo mirando a los títulos. No importa
cuán difícil mi relación con cada uno de ellos pudo haber sido en un principio, para el
tiempo en que nuestras clases terminaron ella se habían vuelto viejos amigos. Ahora
ellos me desprecian desde su esquina, diciéndome que ellos no tienen más uso para mí.

Tengo dos mensajes en mi maquina y nadie a quien quiera hablar. Tengo que alistarme
para ir a trabajar en media hora.

No queriendo hacer peso sobre él con mi auto-indulgente culpa, no queriendo escuchar


sus escusas por mí, evito a Dev por un par de días. La combinación de su creciente
insistencia además de mi decreciente culpa finalmente lleva a la noche del sábado a mi
apartamento donde, a pesar de mis mejores esfuerzos para sacarle su ropa, él insiste en
hablar primero.

“¿Cómo está yendo tu trabajo?” Quiere saber él.

“Bien.” Bajo sus bóxers, pero él juega-gruñe y me aparta.

“¿Sólo bien?”

Levanto la mirada hacia él, encontrando sus dorados ojos. “Si, miramos videos y tomo
notas sobre los jugadores.”

Él sonríe. “¿Has estado tomando notas sobre mí?”

“Ya sé todo lo que necesito saber sobre ti.” Deslizo mi brazo hacia abajo suyo y acuño
sus bolas, presionando el talón de mi pata en su miembro.

“Mmmf. Hablo en serio.”

“Yo también.” Para probarlo, empiezo a frotar, fuerte, consiguiendo que responda.

152
Él gira, posándose sobre su costado al lado de mí y atrapándome contra él. “Estás
actuando gracioso, Lee,” dice él. “¿Qué está pasando?”

“¿Esto es actuar gracioso?” Aprieto su miembro. “Ni siquiera estoy usando un vestido.”

“Doc,” dice él, “No te obligaré a contarme. Así que ni siquiera lo intentaré. Pero sé
cuando algo anda mal. Es como cuando me alíneo y el chico al que estoy cubriendo está
dos pies más adentro de donde usualmente está. No se ve correcto.”

“Para mí parece que estoy justo bajo el centro,” digo. Él se está poniendo muy duro.
Otro par de minutos y se rendirá, sólo lo dejaré cogerme, y después de eso él estará
somnoliento y me iré temprano.

“Ahora sólo estoy más preocupado porque no me dirás que es.” Él está descansando su
pata libre, la del brazo que no está puesto alrededor de mi pecho, sobre mi cadera.

“Mira, no es nada sobre lo que puedas hacer algo.” Digo. Mi pata se mantiene
trabajando.

Él empuja suavemente mi oreja. “Entonces hay algo.”

Diablos. “No es nada.”

Él ronronea contra mí. “Acabas de decir que era algo.”

“Dije que no era nada.”

“Nada sobre lo que pueda hacer algo. Eso no es lo mismo que sólo nada.”

“¿Eso es lo qué te están enseñando es esas clases de estudios de género, semental?” Lo


encuentro casi erecto, juego con mis dedos a lo largo de su miembro erecto. Sólo
olvídate de eso, le proyecto mentalmente a él.

Gentilmente él toma mi pata de su miembro y la sostiene. “Eso es lo que tú me


enseñaste.”

No es justo. Se supone que él consiga el dominio físico y yo consiga el dominio verbal.


Me siento malhumorado y engañado. “No quiero hablar,” digo firmemente. “Sólo
quiero coger.” Escupo la palabra afuera como un desafío.

Él me mira por un largo momento y entonces se da la vuelta, alejándose de mí sobre la


cama. “Estoy algo cansado.”

Me quedo ahí, absorbiendo sus palabras y considerando las posibilidades. Parte de mí


quiere darse la vuelta y acurrucarme contra él y decirle cuan asustado estoy de lo que
estoy haciendo. Pero no puedo hacer eso, porque ni siquiera estoy seguro de que
demonios está pasando, y él sólo me tranquilizará diciendo que cuando sea reclutado, él
me ayudará financieramente. No seré capaz de expresarle a él lo que está
molestándome, porque casi no tiene nada que ver con él. Es todo acerca de mí, como
tomé el camino fácil y en lo que eso me convierte. Él me mirará y me dirá, no entiendo,

153
puedo sentir la oleada de frustración hacia él. Así que corto la persecución y digo,
“Bien.”Me siento en la cama, levanto mi ropa. Él no dice una palabra en todo el tiempo
en que me estoy vistiendo, ni siquiera cuando me detengo en la puerta y volteo la
mirada hacia la cama. Capto un apagado ruido de resoplo, eso es todo. Entonces de
nuevo, eso podrían ser sólo ronquidos.

Camino por la ciudad por media hora. La cafetería de toda la noche está cerrada. La
única cosa abierta es una tienda de 24 horas, vacía excepto por un puercoespín detrás de
la registradora, de aspecto medio petrificado. Así que compro un terrible café y me
quedo por el estante de la revistas hasta que el puercoespín se pone nervioso,
observándo abiertamente hacia mí. Bien, pienso, vete al demonio también. Si fuera a
robar esta mierda de lugar, ya lo hubiera hecho.

El auto de Dev se ha ido de la calle cuando regreso. Me hubier anaimado a confrontarlo,


o quizás disculparme, y estoy molesto con él por tomar la opción lejos de mí, y también
aliviado por no tener que lidiar con eso esta noche. Aún estoy repitiendo la última
media hora en mi cabeza, caminando por mi habitación, entonces estoy desvestido y
listo para la cama cuando noto la luz parpadeante en mi máquina contestadora. Porque
aún estoy exaltado (en una forma diferente), mi primer pensamiento es que es Dev
llamando para disculparse y pidiéndome volver. Así que reproduzco el mensaje.

Hola, Wiley. Sólo quería hacerte saber que tú papá y yo reservamos nuestro vuelo para
ir a ver tu graduación. Ella continúa con detalles de los horarios de arribo y donde ellos
van a quedarse, pero las palabras sólo ruedan sobre y alrededor de mí. Ellos ya han
comprados sus pasajes ¿Por qué en la tierra piensan venir en avión? Es sólo un viaje de
cuatro horas en auto.

Me tengo ganas de llamarlos justo ahora, incluso aunque es pasada la media noche, para
decir, “Lo siento, sería mejor que cancelen esos pasajes. Sólo pon el par de cientos de
dólares en mi cuenta. Nunca me daré cuenta.” Pero ellos están dormidos, y si llamo esta
noche tendré que hablarles de nuevo mañana, y no voy a dejarme llevar eso. Tengo
trabajo mañana. Tiro las sábanas sobre mi cabeza e intento, inútilmente, dormir.

Dev no llama, ni esa noche ni la siguiente, lo cual es perfectamente normal para él. Él
me conoce la suficientemente bien para dejarme sólo cuando estoy como un
cascarrabias. Aún así, porque estoy como un cascarrabias, quiero que él me llame para
que pueda decirle que no quiero hablar con él. No es algo bueno que ya no tenga clases
a la mañana. Desayuno, deprimido, almuerzo, deprimido, y entonces voy a trabajar,
donde Morty no dice nada sobre mi actitud pero estoy dolorosamente consciente de ello
y no puedo hacer nada al respecto.

Ya el tercer día, es claro para mí que si continúo estando cascarrabias en la oficina de


los Dragones, bien podría perder mi oportunidad de hacer ese trabajo, también. No estoy
seguro que hacer sobre eso, pero “alguna otra cosa de lo que lo que estoy haciendo
actualmente” parece estar a la orden. Ir a ver a Dev implica soportar un montón de
basura que aún no estoy de humor para soportar, entonces eso sólo me deja salir. Solo,
porque no quiero infligir mi estado mental en algunos insospechados amigos,
especialmente unos que no he visto en semanas o meses.

154
No es por azar del destino que tropezara con Salim esa tarde. Deliberadamente había
salido, dejando el celular en mi habitación, a lugares donde usualmente Dev y yo no
vamos. Mis patas, desvíadas de esos familiares lugares preferidos, vagaron de vuelta a
mi memoria hacia Kitteridge´s Café, donde ordeno el plato de pastel de carne y pienso
ácidamente mientras este yace en mi estómago que quien sea que lo llamó ‘comida de
consuelo’ nunca lo había pedido aquí. Pero claro, vas a Goose´s por el pastel de carne.
Vas Kitteridge´s por el café, la compañía, o el ambiente. Está tenuemente iluminado,
pero aquellos de nosotros con un tapetum lucidum aún podemos leer las postales
empapelando los muros, enviadas por los estudiantes y alumnado semejante. Todo el
mundo ama probar su política de ‘colgaremos cualquier cosa’, a veces enviando
postales de blasfemia del propio campus de Forester. Haley, la propietaria, las cuelga
todas e incluso les dedica un pequeño panel para ellas, el cual llama “Rincón del
Primo”.

Kitteridge es un viejo lugar de encuentro de FLAG. Incluso aunque no es noche de


reunión, debería haber sabido––quizás lo hice–– que tropezaría con uno de ellos aquí.
De todos ellos, estoy contento de que fuera Salim.

Él aparece detrás de mí y dice en esa educada y acentuada voz, “Wiley. Es bueno


verte.”

Me doy la vuelta para verlo, y sonrío. “Hola, Salim. ¿Cómo has estado?”

Él se encoge de hombros. “Cursando mi último año. ¿Y tú?”

Mis entrañas se tuercen, con alguna dificultad, alrededor del pastel de carne. “No tanto.”

Él levanta su cabeza. “¿No?”

Abro mi hocico, lo cierro de nuevo, entonces lo considero. Ha sido cerca de medio año
desde que tuvimos una charla real, probablemente dos meses desde que lo vi en una
casual y alborotada cena. Recuerdo cuan reconfortante fue hablar con él, ahora, y una
maravilla que pudiera haberlo olvidado. “¿Tienes algún lugar en el que necesites estar?”

Él se sienta al otro lado de la mesa mientras le doy la situación en pocas palabras. Él me


felicita por el trabajo con los Dragones, entonces escucha silenciosamente mientras le
cuento sobre Schruft y abandonar la escuela. “Entonces,” digo, “eso es. Abandoné. La
escuela terminó para mí.”

“¿Te dejan usar las computadoras del laboratorio?”

Sonrío. Es como una pregunta tonta, pero es muy Salim. “Creo que aún no les han dicho
que me echen.”

“¿Que dijeron tus padres?”

Me encojo de hombros. “Nada que ellos puedan hacer al respecto ahora.”

Él inclina su cabeza. “¿Preocupado que tu novio no sea seleccionado para jugar?”

155
“Un poco,” admito. “Pero él tiene una buena oportunidad.”

Él asiente. “Hay muchas cosas de las que estar preocupándose, pero es lindo que la
escuela no sea una de ellas, al menos. Tengo que completar este diseño de fábrica por la
siguiente semana y el resto de mi grupo parece pensar que alguna clase de espíritu
mágico va a venir a hacer el trabajo por nosotros.”

Hablar con él sobre sus problemas de escuela, maravillosamente, alivia mi tensión.


Prometo llamarlo más seguido, ya que él es el único de mis amigos que ha conocido a
Dev. Compartimos un trozo de tarta de manzana a la mode mientras él me pregunta más
acerca del trabajo de los Dragones, y entonces sobre como es haber acabado con la
escuela.

“No me siente completo,” admito. “Aún camino por ahí sintiendo como que debería
tener tarea.”

“Como un miembro fantasma,” dice él.

Suelto una risita. “Si. Algo así.” Bastante así, ahora que lo pienso.

“Bueno,” dice él, “un tratamiento que ha probado ser efectivo es una caja espejo.”

“¿Una qué?”

Él mete una pata bajo su brazo y levanta ambos brazos. “Es una caja que engaña al
paciente con espejos. Para él parece como si su brazo izquierdo es el derecho y el
derecho es izquierdo. Entonces cuando él mueve ambos brazos, él piensa que ve el
miembro fantasma moverse.”

Levanto una ceja. “¿Y eso ayuda?”

Sus pequeños hombros se encojen mientras despliega sus brazos. “Eso parece.”

“La mente es una cosa engañosa.” Sorbo lo que queda de mi agua.

“Nunca subestimes el poder de la mente.”

Suelto una risita y asiento. “¿Qué es la mente?”

“No importa,” devuelve él inmediatamente. “¿Qué es la materia?”

“Olvídalo.” Compartimos una risa con nuestras citas de TV, pero en el fondo de mi
cabeza estoy pensando sobre lo que él dijo. Suena tonto ¿No?

Aliviado de la tarea, me quedo después de que él se ha ido a trabajar en su proyecto. El


café es estupendo aquí, especialmente la especialidad de la casa, un cinnamon latte de
soya con una oscuro chorro de expreso mediterráneo. Hacen una versión para cánidos,
con menos del fuerte polvo de cinnamon por nuestras sensitivas narices, lo cual es lo
que cuido mientras miro alrededor, a las postales. Mientras más te alejas del mostrador
del café, más dispersas se vuelven las postales. Parece que Haley colgó un nuevo lote

156
desde la última vez que estuve aquí, hace más o menos seis meses, así que me paseo
para verlas.

Alguien fue en un crucero de los Mares del Sur. No puedo leer el nombre. Un
“Hirosaki” (¿nombre o apellido?) envió una postal desde el extranjero. La descripción
dice, “La hermosa y majestuosa. Futaki es una montaña de fuerza, significando vida.”
Le doy la vuelta, y la montaña cumple con su facturación. Lindo. Hay otra carta de Josie
de New South Algo. Ella grita a “las chicas en el bloque D.” Otra, de rojas dunas de
polvo, tiene manchas de las dunas reales en la parte de atrás, convirtiendo la firma bajo
el alegre “¡Un amistoso nativo prometió enviar esto!” en una ilegible mancha. Entonces
noto una escritura familiar, y me agazapo para leer la carta.

“Los extraño a todos chicos. El café es una porquería aquí. Inviten un expreso por mí, y
sean buenos.” Está firmado, “B.D.” Ese es Brian, su pequeño apodo para sí mismo que
nadie siquiera usaba, en honor un famoso personaje de comic. Toco la postal, captando
un débil trazo de aroma de zorrillo. Fue enviada hace nueve meses, el comienzo del
primer año de Brian en su nueva universidad y bastante seguro, es la que aparece en la
imagen del otro lado: un edificio de ladrillo rojo con “Stubbaker Hall” en mullidas
letras amarillas pegadas sobre la imagen.

Suelto la carta y me enderezco. “Sé bueno,” algo que el grupo de FLAG solía decirse
los unos a los otros, por el pequeño sticker que dice, “La gente mala chupa; la gente
buena traga.”73 Un chiste interno, un desesperado intento para decirnos que él aún es
parte de nuestro grupo incluso aunque esté a millas de distancia, incluso aunque él huyó
de sus problemas de aquí y nos dejó soportándolos.

Más o menos de la misma manera en que estoy huyendo, creo, pero por supuesto que no
es como eso en lo absoluto ¿O sí? El estaba corriendo lejos; yo estoy corriendo hacia
adelante. Al menos creo que lo estoy. Me vuelvo a sentar y sorbo mi latte, mirando
alrededor de las postales. Odio sostener a Brian como un criterio, pero si pienso en ello,
éramos muy similares, hasta esa noche en que él resultó golpeado. Él abandonó después
de eso, huyó a un lugar seguro y sólo volvió a acecharme cuando él temía que no estaba
siguiendo su legado por él.

Llevo el latte afuera, a la vereda, dirigiéndome a casa, pero las memorias me siguen.
¿Era eso todo lo que había en ello? ¿Realmente Brian se preocupaba por mí, y yo estaba
tan absorto con Dev y mi vida aquí que simplemente lo pateé a un lado? Pienso en las
tranquilas noches que compartimos, los buenos tiempos y las conversaciones, y me
pregunto si quizás él entendería lo que estoy atravesando justo ahora. Sé que no debería
llamarlo, pero mirar a su escritura me hizo recordarlo contundentemente. Incluso hablar
con Salim, quien nunca conoció bien a Brian, me recordaba al zorrillo.

Cuando hablamos cerca de Navidad, recuerdo estar enojado, pero él ha respetado mi


privacidad desde entonces. Quiero pasar más tiempo con Salim, pero él está ocupado, y
no puedo llamar a mi tigre, no aún, no mientras aún podría explotar porque no estoy
seguro de que demonios estoy sintiendo. Brain es un experto en eso. Él siempre solía
decirme lo que estaba sintiendo.

73
Juego de palabras intrducible. En el original: “Mean people sucks; nice people swallow”.

157
Así que busco su número cuando llego a casa y llamo, aunque marco desde el teléfono
de mi habitación, no mi celular. Me digo a mi mismo que es por los minutos y el costo,
pero realmente es porque no quiero que él tenga ese número. Hace que mi pelaje se
erice, querer hablar, mantener esa distancia, pero saco esos pensamientos de mi cabeza.
Brian siempre dijo que yo pensaba demasiado.

“Estás pensando demasiado,” dice él cuando le he contado que estoy reflexionando


sobre no terminar la universidad. “¿Te ofrecieron un trabajo con los malditos Dragones
y estas preocupado por tu título en inglés? Especialmente con Schruft. Te dije que no lo
eligieras como tu consejero.”

“¿Con quién iba a ir?”

“Uh ¿Alguien más?”

“Como si fuera así de fácil.”

“Tippy,” dice él, “es tan difícil como tú lo haces.”

Y ahí está, cortando en el corazón de todo. Sería perfecto si él simplemente dejara la


frase donde está, pero por supuesto, siendo Brian, él tiene que agregar, “o tan difícil
como tú atleta estrella neandertal te lo hace.”

Intento no sonar tan irritado como me siento. “Dios, déjalo fuera de eso.”

“En serio ¿Qué vas a hacer cuando él no quede reclutado? Ya que estamos en el tema
¿Qué va a hacer si él queda reclutado?”

“¿Qué te hace pensar que no quedará?”

“¿Qué te hace pensar que lo hará?”

“¿Qué te hace pensar que importa?” La discusión verbal me lleva años atrás.

“¿Por qué rompiste con Allen?”

“¿Por qué tú rompiste con Allen?”

Él toma un tono crítico. “Su “hacer el amor” fue el punto más alto de la relación. En
público, parecía olvidar seguido que estábamos atados y perdía el hilo de la narrativa de
la relación.”

No puedo evitar ser divertido. “Él era bueno en la cama, si.”

“La segunda cosa más importante para ti.”

“Bueno, rompí con él porque estaba engañándome. Entonces ¿La fidelidad viene
primero?”

158
“¡Ennnnnh74! Gracias por jugar nuestro juego.”

“Como tú me conoces tan bien.” La diversión está disminuyendo. He olvidado que


cuando Brian me decía lo que estaba sintiendo, se ponía insoportable sobre ello.

“Hey, tres años de pasar la mayoría de nuestro tiempo juntos,” dice él. “Allen te engañó
antes de eso y te quedaste con él.”

“Si, y le dije que si me volvía a engañar rompería con él. Él lo hizo, yo lo hice,
quedamos como amigos. Fin de la historia.”

“No del todo.” Ahora él está tomando el tono de desenlace detectivesco. “Porque había
otra cosa que había cambiado ¿No es cierto, Sr. Farrel? Cuando empezaste a salir con él,
Allen era secretario del prestigioso Consejo de Actividades de los Estudiantiles ¿o no?”

“Creo que si.” Había olvidado eso.

“¿Y cuando tu rompiste?”

Eso regresa a mí lentamente. “Su periodo había terminado. Él estaba pensando en


presentarse para presidente pero decidió que no.”

“Al contrario de tus consejos.”

“¿Mis consejos? Le dije que tenía una buena oportunidad de hacer algo bueno. Él
decidió que en vez de eso pasaría tiempo trabajando con FLAG.”

“Y entonces tu rompiste con él.”

Ya entiendo la conexión. “Y tú piensas que rompí con él porque no iba a ser


presidente.”

“Tú siempre fuiste atraído por el poder, Tip.”

“¿No lo es todo el mundo?”

“Entonces… cuando tu atleta sea sólo un “hubiera sido”, una ex semi-estrella de


universidad, ¿Aún vas a amaaaaaaarlo?”

“El amor no termina cuando cae el telón, Brian. Y en todo caso, no es ninguno asunto
tuyo.”

“Nuestra amistad es mi asunto,” dice él, “Desde que él te alejó…”

“Tú te alejaste.” Digo. “¿Puedes olvidar eso?”

Él cambia inmediatamente por contrición.”Sólo extrañaba esto, es todo.”

74
Imita el sonido de la campana en los programas de concurso que dice que estas en lo correcto.

159
Presiono el teléfono a mi oreja. Es un pobre sustituto para las charlas que solíamos
tener. “Yo también.” Digo.

Hay una pausa en la cual, estoy seguro, él está buscando algo que decir que no sea sobre
Dev. “Entonces, los malditos Dragones,” es con lo que él sale. “¿Te has topado con Cog
Williams en las oficinas.”

“Seguro, él se queda cerca en caso de que ellos estén desesperados por un quarterback.”
Dándole una línea, sobre la cual él salta.

“Entonces ¿Por qué no lo descongelaron este año?” Nos reímos.

“¿Qué,” digo, “no te gusta ese nuevo chico, con las intercepciones?

“Al menos él no deja caer el balón.”

“No, Tarmudge se encarga de eso por él.”

“Que fan leal eres.”

Tomo un segundo para decidir cómo responder a eso. ”Para equipos que se han ganado
mi lealtad.”

Sé que él entendió el subtexto, pero él cambia de temas ligeramente. “Hey ¿Puedes


presentarme a McLauden?”

“¿Durante un juego? Claro, compra la entrada.”

Él resopla. “Quiero decir, como, detrás de escena.”

“Veremos qué puedo hacer.”

Puedo escuchar sus ojos rodando. “No voy a mencionar a tu precioso tigre.”

Me siento en la cama, mi cola se curva detrás de mí, me recuesto sobre mi almohada.


“Ese es un buen comienzo.”

“No hay nadie aquí con quien hablar. No creerías a los jodidos monos de este lugar. No
puedo esperar para decir adiós a este pueblo poca cosa.”

Con tacto, él no menciona que se estará graduando. “¿A dónde irás?”

“Quizás a Hilltown. No lo sé, mis padres se retiran a Chevali el próximo año. Quizás
ellos compren una casa por allí.”

“Tú eres su preciosa flor. Estoy seguro que solo tienes que pedírselos.”

“Más cerca de Hollywood, también. Ya sabes, en caso de que me venda


completamente.”

160
“¿Quién? ¿Tú, Spotty? ¿Salirte de tu camino por atención? Eso es para reírse.”

“¡Ouch! ¿Qué estas insinuando?”

Sonrío, me inclino hacia atrás, y cierro mis ojos. Siempre y cuando no mencione a Dev,
es casi como en los viejos tiempos. Casi. Aún hay algo extra, un dejo de necesidad hacia
él que no estaba ahí antes y es un poco inquietante viniendo del antiguamente ostentoso
y confiado zorrillo.

Sin embargo, al colgar el teléfono, los mundos se senten mucho mejor. No sólo porque
tuve una agradable charla con él, sino también porque puedo poner las cosas en un
mejor contexto. Brian huyó de aquí porque esa es la clase de persona que es: sobre
confiado y sobre compensativo, y cuando esa confianza fue destrozada, él no pudo lidiar
con eso. Así que escapó.

Eso no es lo que estoy haciendo ahora. Estoy dejando la escuela, sí, pero dejo que eso se
meta demasiado en mi cabeza. Estoy dejando porque tengo un novio y la oportunidad de
una sola vez en la vida, e incluso si mis padres intentan endeudarme con cien mil
dólares, no hay nada que preferiría estar haciendo que sentarme en la oficina de los
Dragones mirando video con Morty, compartiendo ideas.

Ok, eso no es verdad. Hay una cosa.

A mitad de camino a su casa, llamo. “He decidido dejar de ser un tonto,” digo. “Por
ahora.”

“Esas son buenas noticias.” Él mantiene un tono relajado.

Estoy caminando a lo largo de la calle en frente a la tienda de café, lejos de ella,


pasando la pequeña librería y la tienda de adelante “No estaba enojado contigo.”

“¿Lo estás ahora?”

Tengo que sonreír. “No. Quiero decir… la otra noche, fue por algo más.” Él no dice
nada. “Creo que estoy listo para hablar de eso. Si tienes tiempo para escuchar.”

“Tengo esta tarea de Estudios de Genero en la que estoy trabajando.”

Imagino como encoge sus hombros, la sonrisa que intenta ocultar cuando no quiere
parecer demasiado ansioso sobre algo. “Quizás podría ayudarte a estudiar.”

“No es una tarea de posiciones sexuales.”

“Ya veo, te dije que debías haber tomado esa clase de posiciones sexuales. Hubieras
sido todo un experto.”

Ahora, finalmente, consigo una risita. “¿Dónde estás?”

Levanto la mirada. “La Cuarta y Norwood. Justo por esa cafetería tiene tu imagen en el
muro.”

161
“¿La gran cadena nacional? ¿La del gran letrero verde?”

“Si.”

“¿De nuevo, cuál era su nombre?”

Él piensa que es divertido que me disguste tanto Starbucks. “Orina Caliente En Una
Taza Sobrevalorada.”

“Cierto, cierto.” Él hace una pausa, en la cual cruzo la calle. “¿Estás yendo a tu casa?”

“Pensé que podría hacerte una visita. Si eso está bien.”

“¿Aquí?”

“Si ¿Quieres que te lleve algo de Orina Caliente?”

“Entrarías ahí por mí.”

“Sólo para conseguir la taza.”

Le toma un minuto, y entonces se ríe. “Eres desagradable. No, estoy bien.”

“Nos vemos.”

De todos modos, me doy la vuelta y le compró una latte grande con jarabe de azúcar
extra. Él sonríe cuando se la entrego, justo cuando él abre la puerta. “Gee, gracias,” dice
él, “¿No pudiste esperar para usar el baño?”

“No la desperdicio, y no la quiero.” Nos quedamos ahí por unos minutos y nos miramos
a los ojos, yo inclinando mi cabeza hacia atrás, nos quedamos ahí de pie muy cerca. Él
pone una pata sobre mi hombro y me guía hacia la silla extra en su escritorio. Él se
sienta en su silla. Me dejo caer en la silla y miro alrededor. El entorno es justo lo que
hubiera esperado, pero aún así, la realidad de ello toma un momento para causar
impresión. Él escritorio al lado de un casi desnudo estante de libros, su laptop abierta a
una redacción entre medio de libros de escuela. Ropa en el piso, la puerta abierta del
baño mostrando una toalla húmeda mal colgada sobre el lavabo y mechones de pelaje
naranja y negro, visibles incluso a esta distancia. La puerta del dormitorio, el contorno
de una gran cama doble solo visible en las sombras de atrás. La sala está demasiado
iluminada para mi visión nocturna como para ver cualquier otra cosa más adentro, pero
se como se ve. Ayudé a distinguirlo.

Espero a que él pregunte, pero él sólo toma un trago de su latte. Tomo un respiro. “Toda
esta cosa de dejar la escuela es realmente difícil para mí.”

Él asiente. “Entiendo esa parte.”

162
“Es porque esta todo atado a quien soy.” Miro por la ventana. Él tiene una linda vista de
los olmos a lo largo de Beachwood. “Nunca dejé nada antes. Ni siquiera deje de leer un
libro a la mitad.”

“¿En serio?”

“Bueno, nada importante. Y ahora…. No me voy a graduar. Seré como uno de esos
tipos que ves en las noticias donde el reportero dice, “por supuesto, el nunca se graduó
de la universidad”, y niega con la cabeza.”

Él inclina su hocico. “¿Cómo los jugadores de football profesional?”

“Algo así.” Miro de nuevo a él, e indico la computadora en su escritorio. “Tú vas a
graduarte.”

Él resopla. “Sería difícil no hacerlo.” Entonces él ve el efecto que tiene en mí ese


comentario, y extiende su pata. “Lo siento.”

“No, tienes razón. Sería difícil no hacerlo.” Dejo su pata cubrir la mía de todos modos.

Nos quedamos callados después de eso. Él aprieta su pata, y sé que está intentando decir
algo. Pienso en como Brian nunca hubiera dejado que este silencio continuaran tanto, y
cuan lindo era eso.

“No lo sé todo sobre ti, Lee,” dice Dev, inclinándose adelante. “Como, porque todo esto
es la gran cosa. Quiero decir, entiendo a los padres y todo. Pero es como lo que tú
estuviste diciéndome de las conjuntas ¿Cierto? Sólo porque no di mi mejor esfuerzo ahí
no cambia lo que puedo hacer. Es una instantánea75, ¿No dijiste eso?”

“Es una muy importante instantánea,” digo. “Esto es la universidad. Eso es lo que se
queda contigo por el resto de tu vida. Es lo que prueba…” Escucho lo que estoy a punto
de decir, y cierro mi hocico de golpe.

Este zorro lo ama, Dev lo escucha también. “¿Qué?” dice él. “¿Prueba que eres
inteligente?”

“Prueba que puedes decidir sobre un curso de estudio, dedicarte tú mismo, seguirlo
hasta el final, y terminarlo. Conseguir algo. Que vas a ser un contribuyente que vale la
pena para la sociedad.”

Él levanta una ceja. “Que eres inteligente.”

“Es más que eso,” empiezo a decir, pero mis propias protestas simplemente suenan a
discutir conmigo ahora. Miro alrededor de su nada pretenciosa habitación, donde los
únicos libros en la habitación son sus libros de escuela, donde los posters sobre el muro
son figuras del deporte no adulteradas por carteles de películas ni citas de físicos
famosos. El aroma de su habitación es todo de él, poder y juventud. Dev es lo que es,
sinvergüenza y puro corazón. Volviendo de mi rápida mirada a sus dorados ojos,

75
Foto instantánea.

163
enfocados en mí, recuerdo que eso es una de las cosas que amo de él. Él está esperando
a que explique con detalle, pero sólo digo. “Si, que soy inteligente.”

Él asiente. “¿Cuántos chicos piensas que quieren trabajar para los Dragones?”

“Dev.”

Él levanta una pata. “¿Cuántos?”

Me encojo de hombros. “Todos ellos, creo.”

“Entonces, ellos te lo pidieron a ti.” Él me no quita sus ojos de encima. Él se puso de


esta manera cuando Brian estaba molestándonos, también. Es un extraño sentimiento, él
queriendo protegerme así. Siento como si yo fuera el único que debería estar
cuidándolo, precisamente porque él es tan fervorosamente él mismo, pero hay algo
extrañamente atractivo sobre dejarlo cuidarme. Es la misma clase de atractivo que yace
en el fondo de un trago: Está bien siempre y cuando conozca mi límite. Aún no estoy
ahí.

“Si. Gracias.” Él empieza a protestar. “Lo sé, lo sé. Tienes razón.”

“Demonios, claro que la tengo.” Él se levanta, agarra mi patas, y me levanta de un tirón.


“en mi libro, eso te hace muy inteligente. No importa lo que piensen tus padres.”

Me pongo rígido, y no en el buen sentido. “¿Realmente quieres sacar a mis padres


ahora?”

Sus brazos me rodean y me acercan a él. Nuestras narices se tocan. Inhalo el calor de su
aliento. “Lo siento,” dice él con una sonrisa. “Lo que quiero decir, es que eres el chico
más inteligente que conozco.”

Rozo sus labios con los míos, con las cosquillas del suave pelaje entre nosotros. “Dev,”
digo, “la mayoría de los que conoces son jugadores de football.”

“Y el entrenador,” dice él, pero es juguetón, incitándome.

Deslizo mi hocico a lo largo del suyo y froto nuestros bigotes juntos. “El entrenador,”
digo, “es una perfecta ilustración del dicho, ‘Quienes no pueden hacerlo, lo enseñan’. Él
desearía ser más inteligente para ser un jugador de football. Ni siquiera tiene idea de que
hacer para tenerte listo para la UFL76 mas allá de correr más ejercicios y trabajar más.

Sus patas soban mi espalda. “Suerte que te tengo.”

“Seguro.” Y mientras nos estamos besando, una idea viene a mí. Dev es mi caja de
espejos, el proyecto en el que debería estar invirtiendo mi energía. En vez de
diseccionar literatura del siglo XIX, trabajaría en una meta real. Ya había estado
ayudándolo un poco, pero por supuesto había más que podía estar haciendo. ”Oh,” digo,
alejando mi hocico, “necesitas ponerte en una red social.”

76
United Football League

164
Él pestañea, luciendo genuinamente herido. “¿Tan mal beso?”

Me río. “Los equipos– ellos me tiene mirando a todas estas redes para encontrar lo que
pueda sobre el carácter de los prospectos. Entonces necesitas ponerte y establecer tu
carácter.”

Sus patas agarran mi trasero con la misma certeza que lo harían con un balón de
football. “¿Justo ahora?”

Paso mi lengua subiendo su barbilla, sobre sus labios, a su nariz. “No,” digo, “no justo
ahora.”

Aunque, más tarde, le ayudo a quedar establecido en algunas de las redes que había
estado observando para Morty. Pasamos unas buenas dos horas en eso, y en realidad
pasamos un gran rato. “¿Hay otros doscientos cuarenta y tres tigres que juegan al
football en FriendNet?”

“’Jugar football’ puede significar cualquier cosa,” le digo. “Puede significar flag
football77 una vez al año con la familia.”

“¿Puede significar football de video juego?”

“Hay una etiqueta separada para video juegos, pero si, puede ser.” Sonrío. “O si no son
americanos, puede significar football soccer78.”

“¿Incluso video soccer?” “Incluso soccer de mesa.”

Él me da un codazo suave. “Yo juego soccer de mesa. Pon eso también.”

“Tu giras a los tipos.”

“¡Así es como tu juegas tú!”

Resoplo, tocándolo en el pecho con un dedo. “Así es como tu juegas.”

“Sólo porque no puedes ganarme…”

“Ven a Smokey´s a jugar billar conmigo alguna vez.”

Él sacude su cabeza. “Oh, espera. Si me enseñas a jugar billar, podría enlistar eso
también. Eso es bueno ¿Cierto? ¿Mientras más cosas, mejor?”

“Hay límites.” Busco más etiquetas. “No estoy seguro si jugar billar es algo bueno o
no.”

77
Modalidad del fútbol americano en el cual no hay tacles
78
Se que en america latina se dice y escribe futbol, pero para mantener la línea del libro adoptamos
soccer.

165
“¿Buena coordinación ojo-pata?”

Continuamos así por un par de horas. Para cuando estamos terminando, me doy cuenta
que aunque apenas habíamos dicho algo, habíamos dicho lo suficiente. Me siento lo
bastante bien para salir a cenar con él, bastante bien para quedarme y ver una película,
bastante bien para dormir en su cama por primera vez y despertarme en su casa por
primera vez en la mañana. Por alguna razón, eso me molestaba y me aliviaba al mismo
tiempo. Hay un persistente filo en ello, que ahora estoy dependiendo de él (porque no
podría terminar la universidad), pero la intimidad de estar aquí es suficiente para anular
eso. Supongo que podría agradecerle a Brian por ayudarme a relajarme lo suficiente
para poner en orden mi cabeza, pero dado el contexto, dudo que el aprecie el crédito.

Salimos para desayunar, hablando más sobre lo que podemos hacer para parecer más
atractivo para los equipos. Es una buena charla, siempre y cuando calle la parte de mi
cerebro que pregunta que va pasar con nuestra relación cuando él quede reclutado,
inmerso en el híper-masculino y homofóbico mundo de los deportes profesionales. Eso
está a meses de distancia; en el presente, él está aquí conmigo.

Hasta que él va a clases. Entonces regreso al laboratorio de computación y hago algo


más de investigación para los Dragones. Dev me ofreció usar su laptop, pero usar su
máquina para hacer trabajo del equipo se siente como un conflicto de intereses para mí.
Como sea, me gusta el laboratorio de computación, sentándome entre los otros
estudiantes. Eventualmente, me quitarán mi acceso de computadora y tendré que
hacerlo todo desde my laptop en casa, pero por ahora me gusta estar aquí, sintiendo
como si fuera parte de ellos y aún separado de ellos. Mis fechas límite son al mismo
tiempo más flexibles y más importantes que las suyas. Termino mi trabajo cuando lo
termine, no cuando un profesor me dice que es debido (aunque el borrador está ahí al
final de ello); sin embargo, si no lo completo, tengo algo más que sólo una mala
calificación. El fondo de mi cerebro está muy libre mientras estoy haciendo este escaneo
de rutina, así que tengo un montón de tiempo para pensar sobre esto y decidir que
quizás todo no esta tan mal. La pregunta de qué dice eso de mí, lo que significa, no va a
estar resuelta en un día, y eso es algo bueno.

Ya cuando vuelvo a mi casa, me siento más en paz de lo que había estado desde que
tuve esa charla con Jason. Este es mi camino, esta es mi vida, y Dev tiene razón.
Necesito enfocarme en lo que estoy haciendo, no lo que no he hecho o no puedo hacer.
Entrando de nuevo en mi apartamento, con los libros en mi estantería y el borrador de
un ensayo que había impreso aún sobre mi escritorio, siento regresar una punzada de la
depresión, pero la calmo fácilmente. Después de todo, necesito ir a trabajar. Intento
tomar una página del ‘libro de Dev’ y sólo enfocarme en ser yo, sin preocuparme en
todas las implicaciones existenciales y prácticas de lo que quiere decir ser yo, híper-
consiente de que cada pequeña parte constituye el compuesto.

Ahora, si tan sólo Dev pudiera hacer algo sobre mis padres.

Ellos llegan dos días después de que consigo una palmada aumenta-ego de parte de
Morty, en una cena para todo el equipo. Con el reclutamiento a tres semanas de
distancia, las cosas se habían puesto a sobre marcha, y mis inseguridades sobre salirme
de la universidad no están resueltas sino más bien archivadas. Entro en la oficina por
días enteros ahora, tres veces quedándome de noche, entonces lo positivo de no tener

166
clases es cegadoramente evidente. Lo negativo de todo el asunto se reduce a una sola
cosa: menos tiempo con Dev. Desde mi primera visita a su departamento, he pasado la
noche ahí una vez más y él ha pasado la noche en mi casa dos veces, cerca de un cuarto
de nuestro anterior promedio de tres veces a la semana. Él se mantiene ocupado
también, no sólo con sus clases sino con sus entrenamientos físicos, manteniendo su
presencia online, y con las llamadas de agentes.

No hay muchas. Las que él me deja escuchar en su máquina contestadora suenan


desesperadas, como Morty sin un trabajo estable. Dev reduce sus opciones a dos,
pidiendo mi ayuda para escoger entre ellas. No soy de mucha ayuda; Cuando los llamo
como ‘un amigo interesado’, ellos asumen que soy algún tipo de pariente y rezuman
donaires zalameros sin dar ninguna información en absoluto. Lo que sí conseguimos de
ellos es el nombre de algunos de sus otros clientes, aunque no nos darán información de
contacto. Por suerte, uno de ellos resulta estar en los Dragones, un liniero defensivo de
tercera línea. Soy capaz de sonsacar su teléfono celular de Morty para dárselo a Dev. No
estoy cerca cuando Dev hace la llamada, pero para cuando la cena pre-reclutamiento
llega, Dev había pactado con ese agente para representarlo, una comadreja llamada Hal
Oblegy.

Pero eso ha retrocedido muy lejos en mi cabeza en el día después de la cena, cuando
mayormente estoy sintiendo dolor de cabeza y temblores, y no está en lo absoluto en mi
mente, cuando Dev me lleva a cenar esa noche a Goose´s. Estoy gruñón y nervioso,
pero para su crédito se da cuenta que no es hacia él. Después de un par de minutos, yo
igual, así que empiezo a platicar sobre mis padres, tratando de ser gracioso y
mayormente fallando. Ejemplo: “Quizás si les digo que soy un fracaso justo cuando
ellos lleguen aquí, cortaría toda esa cosa de la ‘conversación’ incómoda que ellos van a
querer tener.” O: “Estoy seguro que ellos aún me amarán aunque no me gradúe.
Simplemente será la clase de amor como la que tienes por alguien quien ha aplastado
cada esperanza y sueño que hayas tenido por ellos.” A lo cual Dev dice, “Como apoyar
a los Dragones,” y tengo que reír y decirle que no tiene permitido ser más gracioso que
yo en frente de mis padres.

“¿Ellos piensan que eres gracioso?” pregunta él.

“¿Tú no?”

“Bueno, por supuesto.” Él sonríe en su bebida y baja su voz. “Pero, no creo que
bromees con ellos como bromeas conmigo.”

“No.” Pongo una pieza de pastel de pollo en mi plato. “Y tienes razón, probablemente
ellos no les parezca gracioso.”

“¿Entonces, voy a llegar a conocerlos? ¿Ya lo decidiste?”

Yo asiento con la cabeza. “Por supuesto. Eso nunca fue un problema. Sólo espero que
aún quieras estar conmigo después de ver de dónde vengo. Y cuando veas donde
quieren que cenemos. Garantizo que será en P.J.´s.”

“No pueden ser tan malos,” dice él.” Ellos te criaron.”

167
“La mayoría de lo que soy, fue gracias a la universidad.,” digo. “Tú podrías no creer
esto, pero era un tonto en la secundaria.”

“Aún eres un tonto,” dice él. Muevo rápidamente mis orejas hacia él, no queriendo
morder el anzuelo. ”Aunque está bien. Eres mi tonto.”

“Creí que sólo era un lugar para poner lo tuyo,79” digo.

Eso lo hace reír. “¿Ves?,” dice él, “simplemente deberías ser así de gracioso con tus
padres.”

Me quedo mirándolo serio, pero no puedo evitar que se me asome una sonrisa. “Primero
hagamos que te conozcan y trabajemos en los chistes obscenos mucho después.”

Él se encoge de hombros. Sé que él está pensando en contarle a su familia, en cómo,


cuándo, dónde y cómo demonios va a hacerlo. Su mamá simplemente estaría en
completa negación, pero él no tiene idea como reaccionaría su padre. Su padre siempre
había sido este diamante sin defectos de la masculinidad– jugó football en la secundaria,
trabajó en un taller, se suscribe a revistas porno– y Dev pasó gran parte de su niñez
tratando de estar a la altura de él. Su familia tiene toda esta extraña actitud sobre el
football, que era un deber hacerlo en la secundaria, pero que en la universidad no
debería estar perdiendo su tiempo en ello. No creo que su padre fuera a la universidad,
porque él lo ve como un lugar donde Dev debería estar adquiriendo habilidades para que
él pueda “hacerlo mejor que su viejo”. Él sabe sobre el football universitario, por
supuesto, y el último estupendo año de Dev parece haber acallado esa charla, pero antes
de eso él parecía pensar que el football universitario es algo que miras los sábados, no
algo en lo que su chico participara. Ahora él tiene el mismo obstáculo con la UFL,
donde él simplemente no puede creer que escogieran a Dev, no puede ubicar a su chico
en el mismo grupo con Russell y Kinnic (nombres que él conoce). Pero nada de eso es
porque no piense de Dev como todo un hombre. “Todo un hombre” en su mente, es
básicamente alguien a quien le gustan los autos, los deportes y las mujeres de su propia
especie, en cualquier orden.

Al menos mis padres están bien con que yo sea gay. Al menos tengo eso. Ellos aún no
quieren conocer a Dev, pero van a hacerlo.

No inmediatamente, por supuesto. No los recibo en el aeropuerto, porque ellos van a


alquilar un auto y dijeron que pasarían por mi departamento y me recogerían. Llaman
desde el aeropuerto, de nuevo desde el mostrador del alquiler de autos, y esta vez
contesto mi celular, manteniendo la conversación amable: “Estoy bien”, y “Nos vemos”.
Desde el momento en que desperté y me di cuenta que ellos ya estaban en el aire, he
estado flagelándome a mí mismo por dejar que las cosas llegaran a este punto. Debería
haberles dicho, dejarlos cancelar los pasajes de avión y estar enojados conmigo desde
lejos, donde no me preocuparía por ello. Ahora se me tiene que ocurrir como decirles en
persona, mirando las reacciones de ambos mientras lo hago.

Por supuesto, tenemos la cena en P.J. McGoven´s, el único restaurante cerca del campus
que ellos aprueban. La vez que los convencí de ir a Goose´s, dijeron que fue

79
Juego de palabras intraducible.

168
“interesante”, más tarde mi padre me dijo que mi madre tenía diarrea (“tú madre no
disfruto la comida ahí, durante ni después de la comida”). Aplazo la conversación al
pretender estar viendo el menú, pero una vez que he ordenado el sándwich de rosbif y
las bebidas han llegado, realmente ya no puedo posponer más las cosas.

“Conseguimos el programa,” dice mi madre. Ella está vestida formalmente, en un


vestido amarillo de satín con elegantes bordes dorados. “Estamos tan emocionados. Vi
que tienen un lugar para que los padres se queden durante la marcha. Nos saludaras
¿cierto?”

“No”, digo.

“Sabemos cuán difícil has sido este último semestre para ti,” dice mi padre. Él está
usando una bonita y casual camisa de negocios y pantalones de jean, sin corbata.
“Algún día, verás que terminar tus cursos fue lo mejor para ti.”

“Estamos orgullosos de ti,” dice mi madre suavemente.

Miro a uno y al otro. “¿Han estando practicando sus paliativos?”

Digo. Ellos intercambian miradas. “Mira,” dice mi padre, después de un respiro. “Sé
que hemos sido un poco duros y severos contigo. Es porque te amamos.”

“Amor duro.” Digo.

“Si,” dice mi madre brillantemente. Ella levanta el menú de la mesa. “Podemos discutir
eso mas tarde. Hoy es un día feliz. Vamos a disfrutarlo.” Sus orejas están en alto, los
aretes de perlas destellando en las luces del restaurante. Este es uno de esos lugares con
tema de viaje, con los falsos artefactos colgados en las paredes, todo alrededor, como en
T.G.I. Friday´s, pero arreglado con buen gusto para causar efecto. El menú tiene falsas
postales en el frente, y las entradas tienen nombres como “Sándwich de filete
Yorkshire” y “Croquet Monsieur”, para esa sensación de viajar por el mundo sin lo
vulgar de un Friday´s o un Adventure Burger.

“En realidad,” digo, tirando a la basura todos mis comentarios preparados, “no es un día
feliz.”

Orejas de ellos se levantan inmediatamente, las sonrisas se van como enviadas a


Yorkshire. Mi padre cae en la cuenta primero. “Será mejor que no quieras decir lo que
pienso que quieres decir.”

“Creo que sí,” digo, con la espalda presionada contra el respaldo de mi silla de madera.
Mi cola, puesta a través del espacio para la cola, esta curvada fuertemente debajo del
asiento. “Pero depende de lo que pienses que quiero decir.”

“No me jodas, Wiley,” dice mi padre, su voz es un ominoso rugido. “¿Vas a graduarte
hoy?”

169
Mi ingenio se seca. Mi miembro está tratando de arrastrarse hasta mi abdomen. La fibra
de la madera de la mesa es intensamente fascinante. Lentamente, muevo mi cabeza de
un lado al otro.

Escucho el inhalado chillido de mi madre. No escucho ninguna reacción de mi padre.


Nos sentamos ahí en el más largo silencio que he tenido que enfrentar, hasta que mi
madre lo rompe, angustiada, “¡Volamos todo el camino hasta aquí! ¿Por qué no nos
dijiste?”

“¿Cómo podría?” Ahora levanto la mirada hacia ellos, a uno y después el otro.
“Después de esa llamada por teléfono… y entonces sólo compraron los pasajes de avión
sin preguntar.”

La pata de mi padre está cerrada en un puño. Hay una pequeña raya de gris bajo su
pulgar, sobreponiéndose contra el negro. No recuerdo verla ahí antes. Me pregunto si él
va a golpearme. “Pensé que, después de esa charla, fuimos claros.”

“Tú fuiste claro. Tú asumiste…”

“Asumimos qué harías lo razonable.” Su voz, ligeramente levantada, hace dar vueltas
mi cabeza. Sacude la mirada de mi madre. “Creo que te sobreestimamos.”

“Bien, eso creo.” Digo malhumorado.

“Quizás puedas ayudarnos a entender qué demonios está pasando por tu cabeza.” Él
baja su voz un poco, lo suficiente para apaciguar a mi madre.

“Simplemente no tiene sentido, Wiley,” dice ella. “Dejaste pasar la oportunidad de una
buena educación.”

“He tenido una buena educación. La única cosa que no conseguí es un pedazo de papel
diciéndome que tuve una buena educación.”

“¿Piensas que sólo eso es tan bueno?” Mi padre se inclina hacia adelante. “Sin esa pieza
de papel, bien podrías no haber tenido nada. Y eso es por lo que estamos pagando.”

“Dejaste eso perfectamente claro,” digo. “Yo pagaré mis prestamos.”

“¿Cómo vas a hacer eso sin un título?” demanda mi padre. “¿Trabajando gratis para un
equipo de football?”

“Para tu información, van a recomendarme para un trabajo,” lanzo en respuesta.

“En serio,” dice él maliciosamente. “¿Qué clase de trabajo?”

El sarcasmo cierra mi hocico más efectivamente que las amenazas. “¿Cuál es la


diferencia?” Digo hacia mi cerveza de raíz, cabizbajo.

“Estamos interesados, Wiley, en serio.” Pero la voz de mi madre es desilusionada,


sombría.

170
“Si, cuéntanos tu gran proyecto para pagar tus prestamos.”

Una vez que mi novio sea reclutado, quiero decir, entonces él me dará el dinero. Él
cuidara de mí. Pero no puedo hacerme decir las palabras. “Voy a hacerlo ¿Sí? Sólo
envíenme la cuenta, o el papeleo, o lo que sea.”

Puedo escucharlos ponerse nerviosos alrededor de la mesa. Estoy seguro que ellos
pueden escuchar mis garras rasguñando el dorso de esta. Finalmente, mi padre deja salir
un largo suspiro. “¿Entonces por qué nos dejaste volar todo el camino hasta aquí? ¿No
pudiste decirnos por teléfono?”

El pensamiento de Dev aun está en mi cabeza, y entonces me aferro a ello. “Quiero que
conozcan a mi novio” Digo las palabras en voz alta, deliberadamente. La mofeta de la
mesa de al lado se da vuelta ligeramente, con sus orejas levantadas. El coyote quien está
trayendo nuestra comida se queda parado con los platos a medio camino de la mesa,
entonces pone su sonrisa profesional y los baja. Nos inquietamos silenciosamente y
movemos nuestras cabezas cuando él nos pregunta si necesitamos algo más…Las patas
de mi madre juegan con los cubiertos de plata. Ella no mira a ninguno de nosotros.

Mi padre ajusta sus anteojos. “No creo que este sea el momento ni el lugar,” dice él. “Y
mantén tu voz baja.”

“¿Lo ves aquí?” miro alrededor, melodramáticamente. Hay un tigre en la barra, y por un
momento pienso en decirle que ese es Dev, sólo para enloquecerlos. “Están tan
interesados en mi vida, pensé que querrían conocerlo.”

“Pero si no vas a graduarte,” dice mi madre, ¿Qué vas a hacer durante la ceremonia?”

Mi padre y yo la miramos. “No cambies el tema,” digo.

“Podríamos decir lo mismo a ti,” dice mi padre.

“Bien ¿Qué quieres que diga? Está hecho, se terminó. No puedo volver y subir cinco
créditos esta tarde para que pueda marchar mañana.”

Mi madre desmenuza su sándwich antes de comerlo. Realmente no estoy tan


hambriento, así que ignoro el olor de mi rosbif y pincho uno de los vegetales al vapor.
Sabe a cocido y podría ponerle sal, pimienta, o algo. Mi padre corta sus tiras de pollo.
“Sólo queremos saber que tienes un plan,” dice él.

“No es que quieres saber que tengo un plan,” digo. “Tú quieres saber que tengo tu
plan.”

“No,” dice mi padre en esa razonable voz que odio. “Si tienes otro plan que va a
funcionar, eso está bien.”

“Ya has escuchado mi plan,” digo. “Voy a trabajar para los Dragones. Voy a pagarte por
mi educación.”

171
“Eso no es un plan.” Él empieza a comer sus tiras de pollo, lentamente, metódicamente.
“Es una meta ¿Cómo planeas lograr eso?”

Miro a mi madre, quien está comiendo su sándwich y ahora mira hacia nosotros de
nuevo. “Bien, te lo diré, pero involucra a mi novio.”

Previsiblemente, ella baja sus ojos. Mi padre dice, “¿Tú crees que él va a ser reclutado?
¿Es eso? ¿Entonces sólo vivirás a expensas de él?”

“¿Vivir a expensas?” Mis tripas están anudadas. No podría comer el sándwich aún si
estuviera hambriento. “¿La gente aún habla así?”

“¿Qué pasará cuando rompan?”

“¿Qué te hace pensar que vamos a romper?”

Mi padre toma un respiro. “Wiley, estás en la universidad.”

No puedo resistir decirlo. ”No, ya no.”

Él entorna los ojos. Sus orejas van hacia atrás. “No puedes poner todas tus esperanzas
en ese tigre ¿Hace cuando que han estado juntos, seis meses?”

“Un año.” Eso es estirarlo, pero técnicamente correcto.

“Oh, este sándwich no está bueno.” Mi madre lo baja. “Tiene mucha mayonesa.”

“Es P.J.´s,” digo. “Hay mayonesa en todo.”

“Eres joven,” dice mi padre. “Sólo estamos intentando protegerte.”

“¿Protegerme? ¿De qué? ¿Los maliciosos comentarios de los Vernaxes cruzando la


calle?”

Ahora, mi madre nos mira a ambos. “Por favor, no peleen.”

“No estamos peleando,” dice mi padre.

Levanto una ceja y muevo rápidamente mis orejas hacia atrás. “¿Y tú piensas que
necesito consejos de relación?”

“Aún eres joven. Deberías estar explorando relaciones, no poniendo todas tus futuras
esperanzas en ellas.”

“No tendría que hacerlo si no estuvieras dándome cien mil dólares en deuda por la cual
ser responsable.” La mofeta de la siguiente mesa medio se da la vuelta al oír eso. Sus
orejas están todas hacia atrás ahora, y su novio está escuchándonos también.

“¡No tendrías esa deuda si te hubieras graduado!”

172
173
“¿No se supone que los padres deben amar a sus hijos sin importar que?”

“Te amamos,” protesta mi madre.

Mi padre se inclina sobre la mesa. “Sabemos que eres lo bastante listo para graduarte.
No te criamos para ser alguien que abandona.”

Empujo mi silla hacia atrás y me levanto. “Bueno, entonces cometieron algunos errores
¿No?”

“Siéntate,” gruñe él, con su voz profunda y lenta. Las mofetas en la mesa de al lado
están abiertamente mirando. El mesero coyote se queda parado a diez pies de distancia
en otra mesa que está mirando. Incluso algunas de las personas de la barra se han dado
la vuelta. El tigre que noté antes, vestido en un traje gris y corbata verde, esta alejándose
de la barra, pero no mirándonos.

“En serio,” digo. “No tengo hambre. Creo que sólo me iré a casa.” Que más voy a hacer
sino irme, alejarme cuando las cosas se ponen muy difíciles ¿Cierto? Eso es lo mío
ahora.

Mi madre levanta la mirada, sus ojos bien abierto como si no entendiera completamente
que está pasando. “Wiley Farrel,” dice mi padre, “si sabes lo que es bueno para ti, te
sentarás.”

“Claramente, no lo sé,” digo. Mi cola azota contra la silla. “Si lo supiera, me estaría
graduando mañana. Presentándote a mi novia, una linda zorra quien sería educada y
diría lo correcto y a estar esperando a estar casada en el otoño y embarazada el año
siguiente. Cómo la prima Amy ¿Cierto? Así es como desean que me hubiera vuelto.”

“Te amamos de la manera en que eres,” dice mi madre. Mi padre no dice nada.

Me doy la vuelta para irme, pero una esencia capta mi nariz. “¿Dev?”

Una pesada pata viene a descansar sobre mi hombro: el tigre en traje gris y corbata
verde. Ni siquiera lo reconocí. “Lee,” dice él. ”Pensé que querías que conociera a tus
padres.”

“Quería,” digo. “Pero no creo que eso vaya a pasar.”

“¿Por qué no? Estamos todos aquí.” Él se sienta en el asiento vacío, quedando su cabeza
más o menos a la altura de mi pecho, y sonríe a mis padres. “Hola. Soy Devlin Miski.
Es un placer conocerlos.”

“Brenly Farrel,” dice mi padre. “Mi esposa Eileen.” La mandíbula de mi madre cuelga
ligeramente abierta. “Entonces tú eres su…”

“Novio, si,” dice Dev agradablemente, lo suficiente suave para ser privado. “¿Lee?”

Lentamente me siento, porque por mucho que quiera irme, no quiero dejarlo solo con
ellos. Además, el acaba de llamarse a sí mismo mi novio. Realmente no puedo

174
abandonarlo. Cuando tiro hacia atrás la silla, la gente alrededor vuelve a sus propias
comidas, aunque las mofetas aún parecen estar escuchando.

“Esperaba tener un poco más de advertencia antes de conocerte,” dice mi padre, con una
puntual mirada hacia mí.

“Hey, yo no planeé esto,” digo. “Me imagine que enloquecerían con lo de la graduación
primero, y guardar esto para la noche de mañana. Dev hace cosas por su cuenta a veces.
Sin preguntar.”

“Estaba de casualidad aquí,” dice Dev, “Me gusta tomar un trago aquí a veces.”

Las orejas de mi madre se mueven rápidamente de un lado al otro. Ella se mantiene


dando pequeñas miradas a Dev. Mi padre pone sus patas juntas en frente de su plato.
“Bien, ya te hemos conocido. Si no te importa, estamos en medio de algo con nuestro
hijo.”

“En realidad,” digo, “Ya habíamos terminado que yo recuerde.”

“Ciertamente no ha terminado,” dice mi padre. “No creas que te has escapado de esto
por distraernos.”

Dev mira de aquí para allá. “Su hijo realmente pensó mucho en su futuro,” dice él.

“Aparentemente.” Mi padre enfoca sus orejas sobre mi tigre, levantando la mirada e


inclinándose adelante. “´Él dice que tú has prometido mantenerlo para que pueda
satisfacer este hobby suyo sin necesitar ningún dinero.”

“No exactamente,” dice Dev, y ahora yo también miro hacia él. Él no me mira, pero veo
el más leve movimiento de sus bigotes en la esquina de su boca. “Quiero decir, voy a
mantenerlo, si, pero no es un hobby. Es un trabajo, y él realmente es bueno en ello.”

“Tú vas a mantenerlo,” mi padre ha dejado su plato de tiras de pollo a un lado,


apoyando ambos codos sobre la mesa ahora. “¿Y qué vas a hacer ahora que la
temporada de football terminó?”

“Voy a jugar profesionalmente,” dice Dev, inmediatamente.

“¿Ese es tu plan?”

“Ese es nuestro plan,” interrumpo, poniéndome más cerca de Dev. “Sé mucho sobre lo
que los equipos están buscando. Le he ayudado a prepararse.”

“¿Por qué no sólo planean ganarse la lotería?” dice mi padre, no tan ácidamente como
yo lo hubiera dicho, pero aún así.

“No ganas la lotería con talento,” digo. “Él tiene el talento para jugar como profesional,
y es inteligente también.”

“El va a una escuela D-II”

175
“¿Oh, en serio? ¿Es ahí donde estamos? Pensé que esto era North State. Deben ser los
colores que me confunden.” Ves, así de ácido.

Mi padre mira ferozmente. Dev dice, “El punto es que estamos trabajando en esto
juntos. Lee está ayudándome y yo voy a ayudarlo. Eso es porque nos cuidamos el uno al
otro.”

“¿Y cuanto durará eso?” dice mi padre. “Si quedas reclutado, sólo lo dejaras atrás. Si
no, empezarán a pelear por el dinero y…”

Los vasos y los platos sobre la mesa se agitan cuando mi madre se levanta, su silla
suena ruidosamente hacia atrás. “No me siento bien,” dice ella. “Voy al baño.”

“Eileen,” dice mi padre, acercando su pata.

“¡Ya vuelvo!” su voz es aguda. Cuando ella se da la vuelta, puedo ver el erizamiento del
pelaje de su cola.

Ella se aleja rápido. Mi padre se da la vuelta y me mira a mí. “Sabes cuánto altera esto a
tu madre. ¿Cómo puedes ser tan desconsiderado como para hacer esto sin advertencia de
todo lo que…”

“No planeé esto.” Levanto mi voz, muy ligeramente.

“¿Porqué tu madre está alterada?” Me pregunta Dev.

“Ella quiere tener nietos,” digo, sin perder de vista a mi padre.

“Tú comenzaste esta relación,” dice él.

Dev retrocede. “¿Le contaste sobre eso?”

Las fosas nasales de mi padre de ensanchan, olfateando la tensión. “¿Sobre qué?”

Ahora ambos están observándome. Quiero decir que deberíamos hacer esto otra
ocasión, pero para mí se siente, de nuevo, como renunciar. El único problema es que no
puedo pensar en que otra cosa hacer. “¿Sabes qué? Sólo olvidémoslo. Estoy bien, estoy
bien con mi vida. No tienes que aprobar o siquiera saber algo de ella ¿Eso te hace
feliz?”

Mi padre me mira de nuevo a mí. “No realmente”

Me encojo de hombros. “Eso es lo que consigues. Ven, Dev. Vayamos por algo a
Goose´s.”

Él sacude su cabeza y se inclina hacia adelante sobre la mesa. “Señor Farrel, su hijo me
contó mucho sobre usted. Me contó como lo animaba a ser un bombero, como miraba
football con él, como lo impulsó para tener una buena educación. Yo quería ser
bombero cuando tenía siete y mis padres nunca me consiguieron un casco de bombero.”

176
Quiero detenerlo. Siento mi propia cola empezando a erizarse. Sé lo que va a intentar
hacer y simplemente no va a funcionar, no con mi padre, quien justo ahora está
dirigiéndome una filosa mirada, como una mirada de “no puedo creer que compartiste
nuestras memorias con él”. “Dev, está bien.” Digo.
“No, no,” dice mi padre, reclinándose hacia atrás. Se cruza sus brazos, golpeando
ligeramente con un dedo. “Déjalo hablar.”

Pateo el pie de Dev, intentando detenerlo, pero me ignora. “Sólo creo que te está
faltando algo muy importante aquí.”

Mi padre arquea una ceja. Mira hacia el baño, pero no hay señales de mi madre.
“Dime”.

Dev toma aliento. “Él habla de ustedes todo el tiempo.” Esto es técnicamente verdad,
pero dudo que ellos aprecien las palabras que uso. “Y era realmente importante para él
que ustedes me conocieran. Él aún quiere ser parte de su vida. Y usted quiere seguir
siendo parte de la suya. Es decir, usted aún no se ha ido. Esto no es fácil para mí
tampoco. Usted puede adivinar lo que la mayoría de mis amigos pensaría. Pero Lee es
importante para mí también. Entonces ¿No podemos… ¿No podemos hacer que esto
funcione?”

Me preparo para la respuesta de mi padre. Los ruidos del restaurante parecen más altos
de lo normal. La incómoda sinceridad de Dev parece tan de ciudad pequeña, tan de
Hilltown, así que empiezo a buscar defensas en mi mente. Me imagino a mí mismo
levantándome y yéndome con un elevado, “No te dejaré hablarle de ese modo.” Imagino
las otras varias cosas que podría regañarle sobre no apreciar las emociones reales, ser
sobre-analítico, cerrado e inaccesible– todas las cosas de las que he sido acusado yo
mismo por varias personas en el último par de años. Tengo todos estos comentarios
peleando por la posición dominante en mi cabeza. Y entonces ocurre un pequeño
milagro. “Realmente no lo había visto de ese modo.”

Medito sobre las palabras, el tono, buscando algún indicio de sarcasmo. Fallando en
encontrar alguno, miro la expresión de mi padre. Es pensativa, sus orejas hacia adelante,
hocico descansando en una pata. Él está mirando a Dev con la concentración que lo he
visto usar cuando estamos viendo el football y uno de los entrenadores hace algo
inesperado. Contengo mi aliento a través del silencio, temiendo decir algo quebrante el
milagro, temeroso incluso de llamar la atención a mí mismo en caso de que recuerde a
mi padre de que somos una familia de zorros que viven de burlarse uno de otros.

“Entonces,” dice Dev, con una sonrisa empezando a pintarse en las esquinas de su boca.
“¿Cree que podemos hablar?”

Mi padre mira hacia los baños de nuevo. “Hoy no.” Él me mira a mí ahora, con la
misma concentración. “Pero pronto, quizás. Hablaré con tu madre.”

“¿En serio?” No puedo mantener la interrogación fuera de mi voz.

Su expresión cambia a una más familiar combinación de exasperación y resolución. El


señala con un dedo al medio, entre mí y Dev, mirando por sobre el borde de sus

177
anteojos. “Sobre esto, sí. Pero sobre no graduarte… esa es otra historia. Estoy muy
decepcionado por las mentiras, la decepción…”

“Pero ¿crees que puedas hacer que mamá hable con Dev?”

“Eillen extraña las pequeñas patas corriendo por la casa,” dice mi padre. “Ese es el
porque tenemos que ver esas malditas películas caseras cada vez que estás en casa.”

“Espera un minuto,” digo. “¿Tampoco te gustan?”

Él resopla. “Las vemos algunas veces cuando no estás en casa, también. He visto esa
barbacoa arruinada probablemente unas cien veces desde que pasó. Pero,” él iguala mis
ojos con los suyos, “las veo de nuevo, porque es un pequeño sacrificio y hace a tu
madre feliz.”

“Algunos sacrificios no son tan pequeños,” digo.

“Por supuesto que no,” dice él. “Pero, hablando de eso…” Él se extiende hacia abajo, a
un pequeño bolso y me entrega en la mano una caja de DVD envuelta para regalo. “Este
iba a ser tu regalo de graduación. Parte de él, de todos modos. Son tus películas caseras
favoritas, en DVD así puedes verlas cada vez que quieras. O compartirlas.” Sus ojos
hacen un rápido movimiento a Dev.

Le doy vuelta a la caja en mi patas. “Gracias. Creo.”

“Gracias,” dice Dev con más entusiasmo. “¿Hay algún video ahí que sea realmente
vergonzoso para él?”

“Nada espero,” digo.

Él gira hacia mí con una gran sonrisa. “Bien.”

Dirijo una sonrisa en respuesta. “Al menos nadie grabó esta cena.”

Mi padre mira hacia los baños de nuevo, de donde mi madre finalmente sale. Ella
camina lentamente hacia nuestra mesa. Dev y yo seguimos su vista. “Quizás,” dice Dev,
levantándose, “debería esperar afuera.”

Comienzo a protestar, entonces siento la tensión del milagro aún alrededor mío, la
amenaza de destruirlo. “Pronto estaré afuera,” digo.

Mi padre dice, “Gracias. Fue un placer conocerte,” y estrecha la pata de Dev. Mi tigre
me da una completamente cálida sonrisa, no de la clase excitante, sino de la clase que
me hace querer envolver mis brazos alrededor de él y besarlo, de la clase que me hace
agradecerle a cualquiera de los poderes que está vigilándome por responder y
sobrepasar por mucho la llamada del deber. No puedo hacer nada sino mirar su cola
mientras él se va, elegante en su traje. Lo observo todo el camino hacia afuera, hasta
que la puerta se cierra detrás de él.

178
“Bien,” dice mi padre antes de que mi madre vuelva a la mesa. “Él no es ni
cercanamente tan malo como estaba esperando.”

Siento en mi sonrisa un eco de la que Dev me dio. “No,” digo. “No lo es.”

“¿Tu novio tuvo que irse?” Mi madre se sienta y sonríe como si nada hubiera pasado.

Yo asiento. “Él sólo quería decir hola.”

“¿Te estás sintiendo mejor?” Mi padre se acerca para tocar su brazo. Él sabe que todo
fue sólo una farsa, pero está siguiendo el juego. Pequeños sacrificios.

“Mucho.” Ella le sonríe, y entonces a mí. “¿Hablaron sobre el plan de Wiley para su
futuro?”

Mi padre asiente. Yo levanto el DVD. “Gracias por esto, también, mamá. No puedo
esperar para abrirlo.”

Ella sonríe, tomando el sándwich y dándole un gran mordisco. La mayonesa gotea en el


plato.

No me siento ganas de comer mi rosbif. Les digo que tengo que volver para terminar
algo de trabajo para mañana, y les doy un beso en el hocico para decir buenas noches.
Arreglamos para reunirnos para almorzar el día siguiente, antes de que ellos tengan que
irse, y mi padre dice, “Quizás tú amigo pueda visitarnos un rato.”

Balanceo el DVD en mi pata mientras camino a través del restaurante. Lo veré alguna
vez, con Dev, pero justo ahora quiero pensar y enfocarme en quien soy, no en quien
solía ser. Mirar películas sólo es útil cuando puedes aprender de ellas. El minuto en que
empiezas a vivirlas, a confundirla con el todo, ahí es cuando empieza a ser peligroso.
Soy tan culpable como mis padres en ese punto, todos nosotros quedamos atrapados en
nuestras imágenes de como solíamos ser. Se necesitó que Dev nos trajera al presente, de
su amor y sinceridad para cortar el nudo gordiano que habíamos atado en nosotros
mismo.

Quizás no cortarlo, exactamente, pienso cuando paso la señal de carretera diciendo


“Chevali 1,255 mi.” y la oxidada señal de “Un solo sentido”. Pero al menos lo aflojó.

Puedo verlo esperándome afuera, con las patas en los bolsillos de su traje, mirando al
tráfico pasar. Sólo mirándolo, tengo de nuevo ese sentimiento dentro de mí. Cada vez
que pienso que sé sobre el amor, cada vez que pienso que he descifrado a este tigre, él
me muestra otra capa, me da otro regalo. El letrero sobre la entrada/salida del
restaurante es un viejo anuncio de tabaco, de “Lucky Strikes”. Cuan maravillo, pienso,
cuan apropiado80. Pongo el DVD bajo un brazo y camino afuera para unirme a él.

80
La marca de cigarrillos, que en español significa “Golpes de suerte”.

179
Cuarto y Largo.
(Dev)

Julio 2008.
Despierto jadeando, con mi patas agarrando con fuerza las sábanas. Es la primera noche
de entrenamiento de campo, en el dormitorio en la Universidad White Sands. Siempre
tengo sueños raros mi primera noche en un nuevo lugar. Aunque este me es familiar, el
sueño de ‘no fui reclutado porque soy gay’. Ha venido de una forma u otra una docena
de veces en el último año y medio, desde el reclutamiento y durante de todo mi año de
novato. No lo había tenido demasiado fuera de temporada, pero aparentemente volver al
campo lo ha hecho volver de nuevo.

Así que hago lo que he aprendido a hacer, lo cual es sentarme, respirar profundamente,
me recuerdo a mí mismo la noche del reclutamiento real. Gracias a Lee, los Dragones
me contrataron, en la sexta ronda, y aunque Lee estaba conmigo, ambos teníamos
nuestra ropa puesta. Por un tiempo. Más tarde esa noche, cuando la celebración se
volvió privada, bueno, sí.

Tan inmensamente genial como fue el reclutamiento, tan alto como me sentí en ese
momento, con mi papá abrazándome, dándome palmadas en la espalda y todos mi
amigos haciendo chistes sobre comprarles autos nuevos y casas, el brillo de los ojos
azules de Lee y la manera en que él sólo me miraba sin decir nada, su sonrisa llegando
hasta la los extremos de sus mejillas… ¿Dónde estaba? Oh, cierto. Tan genial como fue
eso, rápidamente se volvió– ordinario, creo que es la mejor palabra.

En la orientación de novato, incluso aunque fue genial haber sido reclutado, aún había
más de doscientos chicos ahí. Y eso fue sólo este año. Esa cantidad de chicos llegaban a
la liga cada año. Es verdad, como nos recordaba el subcomisionado, no todos ellos
seguirían con sus nuevos equipos, pero eso no fue exactamente reconfortante. Asistimos
a seminarios sobre hablar con los medios, escuchamos a ex jugadores advertirnos sobre
andar con la clase correcta de amigos, y sobre tener asesoramiento financiero de un gato
montés en un rígido traje de Meerkat Lynch. Y entre paneles y charlas, miraba a los
otros novatos y me preguntaba, ¿Cuántos de ellos son gay? ¿Quién más está
escondiéndolo?

El único chico que realmente conocía ahí era Seito, el lobo blanco quarterback quien
nos venció en las eliminatorias el año pasado. Nos pusimos de acuerdo en que lo dos
íbamos a lograrlo, contra viento y marea. Él se fue a los Rocs, quienens alucinaron al

180
ver su brazo y precisión, y lo último que escuché es que él aún estaba ahí. Lee dice que
él va a ser su reserva el año próximo y le está yendo muy bien por sí mismo.

Deseo poder decir lo mismo de mí. Es humillante pasar de ser el corredor estrella al
equipo de tercera línea. León Cristo, los chicos en las profesionales son rápidos. Los
entrenadores hablaron sobre cambiarme de posición de corner a safety81, así que por un
tiempo estuve practicando ambas posiciones e intentando aprender dos libros de
jugadas. Pude jugar un juego en tiempo basura, el cuarto juego de la temporada, cuando
los Dragones estaban abajo con 41-3 y no tenían nada que perder. Me hicieron un
touchdown; un coyote quien me atrapó fuera de posición. El partido siguiente, con los
Dragones abajo 28-0, entré faltando 3 minutos del juego y fui llamado para un penalti
por interferencia de pase.

Creo que no fue la gran sorpresa que dos semanas después de eso, me pusieron como
parte de un intercambio para apuntalar su línea ofensiva. Así que ahora estoy jugando
para los Firebirds de Chevali, en el caliente y seco desierto. No me importa demasiado
el clima, y no me importa dejar a los Dragones, porque era muy claro que no iba a llegar
a titular ahí. Los Firebirds estaban escasos en de cornerbacks, así que entré a un par de
partidos, cerca del final. Pero entonces sobre el verano reclutaron a este nuevo joven
zorro cornerback, y súbitamente mi posición en el fondo de la tabla no se ve tan bien.

Afortunadamente, uno de los otros tigres en el equipo es un veterano quien en realidad


tiene tiempo para hablarme y ayudarme. Bien podrías conocer su nombre o no: Fisher
Kingston tiene dos anillos de campeonato, del equipo de los Rocs hace diez años. Él me
calmó y me hizo pasar la temporada, e incluso si el equipo terminó 4-12 y la mayoría
del personal de entrenamiento fue “cortado”, al menos tengo trabajo para este año. Aún
no es un trabajo como titular, pero es un trabajo. Por ahora.

Lo que me molesta más sobre el cambio es que me alejó de Lee. Cuando estaba en
Hilltown, podíamos vernos en las tardes, salir a cenar bastante seguido, y pasar la noche
regularmente. Chevali es tan calurosa como Hilltown es tan fría, tan plano como
Hilltown es, bueno, montañoso, y está tan al sur como Hilltown está al norte. Es un
vuelo de cuatro horas, imposible para una noche entre semana, incluso difícil para un fin
de semana. Así que nuestras noches regulares se volvieron 3 veces al mes, y entonces 2
veces al mes durante el final de la temporada. Chevali no llegó a las eliminatorias, tan
seguro como que el sol sale por el oeste (una cosa útil que me dijo mi padre cuando fui
transferido fue “al menos estarás en casa para Enero”), así que durante los últimos siete
meses más o menos, he estado en mi casa en Hilltown y las cosas volvieron a la
normalidad rápidamente.

Nuestra última noche juntos, antes de irme al campo de entrenamiento, fue un poco
tensa. Estaba nervioso por el campo, y que Lee estaba sintiéndose abandonado o algo.
Pero nos las arreglamos para descifrar una manera de resolver nuestras preocupaciones
y hacer la noche disfrutable. Estoy seguro que no tomará mucha imaginación adivinar
cómo. Le compré unos pasajes de avión para el primer fin de semana del campo, él
prometió buscar algunos buenos restaurantes en Chevali para que los visitemos, y nos
despedimos con un beso.

81
Cualquiera de los dos jugadores defensivos ubicados detrás de los linebackers.

181
Mi cama justo ahora es demasiado chica para compartirla con Lee, pero eso no me
detiene de imaginarlo acostado sobre mí. En la otra cama está mi amigo del año pasado,
compañero de dormitorio en el campo de entrenamiento: Charm, el caballo que patea
para los Firebirds. Él y Snaps, ambos jugadores en su segundo año como yo, me llaman
“Abuelo” porque me quedé en la escuela los cuatro años. Ellos tienen 21 ahora,
mientras que yo cumplí 23 en abril. Pero los tres pasamos horas jugando Football ‘08 en
la Xbox de Charm el año pasado, y nos mandamos e-mails durante el verano.
Ocasionalmente. La única cosa incómoda es, bueno, como anoche cuando llegamos.

“¡Abuelo!” Los abrazos de Charm están al borde de ser peligrosos para la vida, aunque
tenga la mitad de fuerza en los brazos de la que tiene en sus piernas. “¿Aún no te has
retirado?”

Cuando recupero el aliento, lo golpeo en el brazo. “Sí ¿Quién los mantendría a ustedes,
mequetrefes, en la línea si lo hiciera?”

Él ríe y agarra a Snaps, levantándolo en el aire. Creo que vi sus ojos salirse cuando
Charm lo bajó.

“Entonces,” dijo Charm, mirándonos primero a uno y luego al otro. “Sé que es lo que
me he estado muriendo por hacer por cuatro meses.”

Snaps mueve su pata enfrente de su hocico. “¿Bañarte?”

Cuando Charm baja su nariz y te mira, es mucha más nariz de lo que la mayoría de las
personas puede poner. “¿Abuelo, traes a esa novia tuya contigo?”

Sólo así, el cálido sentimiento de bienvenida obtuvo ese cálido y familiar sabor agrio.
Sacudí mi cabeza y espero que ellos no se dieran cuenta de la automática curva de mi
cola. “Ella tiene, ah, trabajo. No pudo irse. Además, una vez que empecemos la práctica
no tendremos nada de tiempo.”

“¿Qué hay de ti, Snaps? ¿Tienes atada una cadena?”

El carcayú sacudió la cabeza, e hizo una pantomima de alas. “Libre como un ave.”

“¡Genial! Tres para el Poodle Rosa.” Él pone un brazo alrededor de los hombros de
ambos y aprieta. “Es genial verlos de nuevo, chicos. Vamos a ir al cam-peo-nato este
año, lo sé. Si Hellentown puede estar en las eliminatorias, cualquiera puede. Todo el
talento que tenemos, el nuevo entrenador…”

“¿Samuelson?” Me agarro a cualquier cosa para cambiar del tema de novias y club de
strippers. “¿El Samuelson de ‘dos y seis en las eliminatorias’?”

“Al menos llegó ahí,” dijo Charm. “Él es un entrenador de jugadores, es lo que
escuche.”

“Ustedes estarás en el juego de campeonato,” dijo Snaps. Toda su postura se hundió


con la mención del equipo. “¿Vieron a ese chico nuevo que quedó como halfback? Y tú,
Abuelo, adquirieron a otro corner ¿Dónde te deja eso?”

182
“Al menos podemos viajar juntos buscando trabajos después de que nos corten.” Intenté
hacer un chiste, aunque el comentario de Snaps apuñaló la preocupación central de
cualquier jugador, joven o viejo. Excepto Charm.

“No sean nenas histéricas. Ustedes tienen experiencia y cerebro de su lado. El Abuelo
tiene años enteros de experiencia sobre ese chico ¿Cuál es su nombre?”

“Colin Smith,” dije. “El tuvo un 4.2 en las conjuntas. Dieciséis tacleadas y cinco
intercepciones el año pasado.”

Charm soltó un bufido, pero sus ojos se abrieron un poco. “Alguien ha estado haciendo
su tarea. ¿Preocupado, Abuelo?”

“Nah,” dije. “Saque diez puntos más que él en el ‘QuieresLamer82’.

El “Quieres Lamer” es nuestro apodo para la prueba de inteligencia que administran en


las conjuntas, en gran parte considerado como una gran pérdida de tiempo por todos. De
cien, realmente saque una calificación muy alta, en los setenta. Charm sacó treinta y
dos, lo cual es de donde viene el nombre, como en, “¿Treinta y dos? Cosneguí mi
trabajo de titular ¿Quieres lamer mis bolas?”

Él no es sofisticado, pero es divertido. Él silba y me da una palmada en la espalda. “Ese


es el espíritu. Ahora ¿Quién conduce? ¿Snaps, tienes tu camioneta? La mía está baja de
gasolina.”

Entonces fui al club de strippers con ellos, y puse un par de dólares en las prendas de
algunas strippers, y volví a mi dormitorio dos minutos antes del toque de queda. La
única cosa que no hice con ellos fue quedar excitado y masturbarme en el baño. No es
que me dijeran que eso es lo que iban a hacer, pero en un dormitorio con setenta chicos,
te imaginas esas cosas. Hay una razón por la que los dormitorios huelen a desinfectante
cada mañana cuando vas bañarte, y no es porque la escuela los mantiene limpios.

Son veces como esta, despertando de mi paranoico sueño en mitad de la noche, que me
hacen examinar la silueta muscular de Charm bajo las sabanas y desear que pudiera
tener una vida sin complicaciones. Él apenas se preocupa por asegurar el triunfo del
equipo. No es que necesite hacerlo– hay sólo otros dos o tres pateadores en la liga que
pueden patear tan lejos como él. Con ese rango, él ni siquiera necesita ser certero. Pero
como dije, no estoy mucho con él en el campo de juego.

No puedo volver a dormir después del sueño. Me siento ahí pensando en Lee, a mil
quinientas millas de distancia. Desearía que hubiera un club al que pudiera ir que me
ofreciera el mismo “llévame contigo” que Charm consigue. No es una cosa de “hetero o
gay”; es algo de estar soltero o no. Aunque tengo el presentimiento de que aunque
Charm tuviera una novia, él aún se divertiría saliendo a clubes. Yo solía hacerlo, pero
ahora simplemente me hace sentir incómodo y fuera de lugar, y tengo suficiente de eso
en el vestuario.

82
En el idioma original, “WannaLick”.

183
Ir al campo de entrenamiento casi me hace olvidar eso. No he estado en un campo con
un equipo entero en meses. La ofensiva y la defensa usan distintos colores, la ofensiva
en rojo de nuestra casa con números dorados, la defensa en dorado con números rojos.
Un pequeño grupo de lobos, los quarterbacks, se quedan separados de todos los demás,
y Aston, el mariscal, estira sobre una banca cercana, observándolos como un alfa
observa a sus cachorros. Los dos grupos pesados son las dos líneas, un par de elefantes
adentro con los osos y caballos en jersey rojo; fornidos tigres, otro oso, un par de lobos
musculosos en dorado. Cerca de los quarterbacks están los carcayús y los caballos más
pequeños en rojo, corredores bajo el ojo de Jaws, el carcayú83 sentándose al lado de
Aston en la banca. Y alrededor de la periferia del grupo rojo, siempre en movimiento,
los receptores84: un grupo de zorros, un par de chitas empujando y haciendo bromas, y
tres ciervos. Los más ligeros jugadores en dorado están estirando y bromeando: pumas,
coyotes y más zorros– incluyendo al chico nuevo, Colin, quien parece no poder
quedarse quieto, su cola esta menándose como una bandera y él salta de aquí para allá –
y yo.

Todo este rojo y dorado contrasta con el fondo de césped verde, el cielo azul, los
asientos rojo brillante de las gradas. La última vez que estuve en el campo fue en
Hilltown, donde la temperatura era más o menos la misma, pero había como tres o
cuatro veces más humedad, y el pelaje de todos quedaba todo esponjado. Aquí, es seco
como un hueso, pero no me molesta la picazón en mi pelaje. Tengo mi uniforme de
dorado puesto, número 57, y soy parte de los Firebird de Chevali. Tomó un momento
para detenrme y absorber todo.

Los otros cornerbacks y safeties me saludan, chicos que nunca llegué a conocer del todo
bien en media temporada, chicos quienes están más asegurados de quedarse con el
equipo, especialmente con este nuevo novato entrando listo para encender las cosas.
Hablamos sobre nuestros veranos, sobre los coyotes a quienes dejaron ir y ahora están
practicando con Freestone, sobre el zorro quien se retiró, sobre el nuevo chico de nuevo,
sobre quien va a largarse de la nómina. Nadie aparece y dice que voy a ser yo, pero dos
de los chicos mencionan que escucharon que Highbourne está corto de cornerbacks y
me miran a mí cuando lo dicen. Todos somos bastante buenos en dividir a nuestros
compañeros de equipo en los que están preocupados, los treinta afortunados a quienes
no cortarán, y los que no lo están, aquellos como Jaws, Aston, Charm, y Colin.
Estrellas, jugadores de rol establecido, y novatos altamente valorados. Lo que no puedo
hacer es situarme en un lado u otro de la división. Así que eventualmente, voy a hablar
con Fisher.

Más precisamente, Fisher viene a verme a mí. Incluso aunque pasamos un montón de
tiempo con diferentes unidades, él nota algo que está molestándome.
Desafortunadamente, él finalmente se acerca a mí el sábado, cuando Lee ha venido a
visitarme y está viéndonos practicar.

Tuve un pequeño shock la primera vez que lo vi: por primera vez en más o menos un
año, en vez de la casual camiseta Oxford y los pantalones que estaba usando la noche
anterior, él está vestido de mujer, con un vestido azul con flores y algo mas azul detrás

83
También conocido como glotón (gulo gulo).
84
Wide receivers.

184
de su oreja, no puedo ver bien qué es. Es eso o él se saltó la práctica y alguna zorra85
cualquiera ha aparecido para vernos jugar, pero eso parece improbable.

Y entonces me dió un segundo shock: alguien más acercándose a Lee. Él giró para ver
al zorrillo moteado, en camiseta y shorts, y sus orejas bajaron y su postura se tornó
rígida. Quería ver qué pasaba, pero fui llamado para volver al campo para la próxima
serie de carreras. Por el tiempo en que recuerdo mirar arriba un pequeño rato más tarde,
Lee está sentado solo de nuevo.

En el descanso, voy a las gradas para hablar con él. Es ahí cuando Fisher decide
acercarce trotando para unírseme. Realmente no puedo decirle que se vaya, entonces me
detengo a poca distancia de las gradas para interceptarlo. Para mi sorpresa, él sigue de
largo. “Ven,” dice él.

Es entonces cuando noto a la tigresa apoyándose sobre la barandilla un poco más abajo
de donde está Lee. Ella tiene la altura de él, linda, pero mayor. Se ve más como una
mamá que como una fanática, vestida con una simple camiseta y jeans, y entonces me
doy cuenta de a donde está yendo Fisher. Lo sigo, pero ahora intento hacerle una seña
con la pata a Lee. Él, por supuesto, me ignora.

“Dev, esta es Gena,” dice Fisher cuando nos acercamos. Él sonríe y frota su nariz con la
de ella; sus orejas están erguidas hacia adelante, hacia las del otro.

“Incluso más bonita de lo que él dijo,” digo, extendiendo una pata. Ella me da un suave
y firme agarre y una sonrisa que llega hasta sus orejas.

“Gracias,” dice ella, “y gracias por las flores de aniversario el mes pasado.”

Le lanzo una mirada a Fisher. Él tiene sus orejas hacia atrás y está estudiando el casco
que sostiene en sus patas con atención. “Yo, uh….”

Ella ríe. “Lo sé, se supone que Fisher tomara el crédito por ellas, pero él no sabía de qué
color eran.”

“Fish,” digo. “Te mande por e-mail la foto.”

Arrastra los pies en el suelo y no dice nada. Gena acaricia su hombro. “Está bien,” dice
ella. “De todos modos fue algo dulce.”

El comentario me pone extrañamente incómodo, como si ella pudiera ver que soy gay.
No se supone que los jugadores de football sean dulces. Digo, “Puse un recordatorio en
mi calendario cuando lo mencionaste, eso es todo. No es la gran cosa.”

“¿Ves?” dice ella a Fisher. “Una conversación por teléfono y el recuerda el día y todo.
Tú estabas ahí…”

“Si, si,” gruñe él, y mira sobre mi hombro. “¿Quién es ella?”

85
Hembra del zorro.

185
“Lee,” dice mi zorro, haciendo de chica, con una pata delicadamente extendida. Yo
medio giro para incluirlo en el círculo. Gena lo observa mientras Fisher da un paso
adelante.

“Así que tu eres quien ha estado manteniendo a Dev honesto.” Fisher suelta una risa.
”Oh,” dice Lee, con una tímida mirada hacia mí, “Sólo soy una zorra.”

“En realidad,” digo a Fisher, “¿Nos disculparían por un momento?”

“Ahora, Dev, no seas rudo,” dice Lee. “Es un placer conocer a tu compañero de equipo
y a su encantadora esposa.”

Gena se ve ligeramente desaprobatoria. Creo que eso de especies mezcladas no funciona


para ella. En cualquier caso, espero que sea eso. “¿Cuánto tiempo han estado juntos
ustedes dos?”

Intercambiamos mirada. “Dos años y medio,” digo, teniendo algo de satisfacción por el
confirmante asentir de Lee.

Eso deshiela a Gena un poco. “¿Novios de universidad?”

“Absolutamente,” dice Lee.

Los bigotes de Fisher se mueven, rozando los de Gena. “¿Ves?”, dice él, “No todos los
chicos se convierten en completos caza faldas cuando llegan a los profesionales.”

“Tú lo hiciste,” dice ella, y lame su nariz afectivamente.

“Bien,” dice él, “No tuve un amor de universidad tan dulce como tú. Ó como ¿la
señorita…?”

“Farrel,” dice Lee, estremeciéndome por usar su verdadero nombre. “Si no es usted todo
un caballero.”

“Sí,” dice Gena, dándole a Fisher una mirada de advertencia. “No lo es.”

Gruño en chiste. “Mantengan su suave conversación en ese lado de la cerca. Quizás


deberíamos volver al campo ¿huh?”

“Hey, hey,” dice él, mirando de mí a Gena y dando un paso atrás.

Lee pone una pata sobre mi brazo. “Ahora, Dev,” dice él, “Tú dijiste que el señor Fisher
te ha sido de gran de ayuda.”

“Mi madre solía decir, algunas personas te ayudaran a ir directo a una tumba temprana.”

Fisher parece herido. “ ¿No te mantuve tranquilo todo el tiempo fuera de temporada?”

“No sabía que habías tenido algo que ver con eso,” digo. “A menos que tuviese fotos
del dueño del equipo que él no quisiera que aparecieran en los diarios.”

186
“Gracias por esa imagen,” dice Fisher. “En realidad, créelo o no, he estado pensando
mucho sobre tu problema.”

“Oh,” dice Lee, “¿Le contaste? Pensé que eso era sólo entre tú y yo.”

Podría estrangularlo. Gene educadamente mira hacia otro lado. Fisher es demasiado de
un atleta para reírse de mí por eso. “Su otro problema,” dice él. “Colin Smith.”

“Sí, él es un problema,” dice Lee. “¿Cuál es tu solución?” La manera en que lo dice lo


hace sonar como que él ya tiene una solución, pero sí la tiene, no lo hemos discutido.

Fisher mira a Lee con un poco más de interés ahora. “Estamos cortos de Will,” dice él.
“Creo que Devlin podría encajar ahí.”

“Hm.” Lee considera esto, mirándome de arriba a abajo. “Sabe, podría estar en lo cierto,
Señor Kingston.”

“¿Qué es Will?” dice Gena.

“Wake-side Linebacker86,” digo.

“El Wake side87 es mi lado,” Fisher le dice a ella. “El lado opuesto del tight end.”

“Sería algo de ataque y llenar el lugar para las carreras, pero mayormente cobertura
corta,” dice Lee. “Dev es genial cubriendo. Él simplemente no puede competir en el
campo con los mejores receptores de la liga. Él nunca será titular como cornerback, ni
siquiera aquí.”

“Hey,” digo, expresándolo como una protesta a sus palabras, pero intentando hacerlo
una advertencia, también. Él está empezando a perder una poco el papel de mujer.

Fisher le da una curiosa mirada. “Eso es cierto,” dice él lentamente. “Él podría jugar de
safety, pero estamos abastecidos ahí. Él podría no comenzar de titular como linebacker,
pero podría ser un buen número dos. Tenemos a Corey Mitchell y no mucho después de
eso.”

“¿El chiflado?” pregunta Lee.

Gena sonríe. “Creo que ellos hablan del trabajo mucho más de lo que nosotros lo
hacemos.” Ella gira hacia Lee. “Cuando él llega a casa, la última cosa de la que quiero
hablar es sobre más football.”

“Es una látima,” responde mi zorro. “Yo simplemente no puedo tener suficiente.”

86
Uno de los tres tipos de Linebackers, el cual debe ser el más rápido de los tres, porque a menudo es
llamado para interferencia de pases.
87
En futbol americano, el Wake side es el lado opuesto al Strong side, el cual es donde hay más cantidad
de jugadores.

187
“Hey,” digo. “¿No es Steez ese de ahí? ¿Por qué no vamos a hablarle ahora mismo?”

“¿Steez?” Gena mira a Fisher.

“El entrenador de los linebackers. Sí, seguro.” Él le da otra mirada a Lee antes de irse.
Quiero ver a Lee alejarse, pero él se queda a hablar con Gena. Me fuerzo a mi mismo a
mirar de nuevo al campo, en donde Steez está hablando con, que coincidencia, Corey
Mitchell.

Fisher me cuenta un par de cosas sobre como quedar bien con Steez cuando nos
movemos para interceptarlo. La clave, dice él, es convencer a Gerrard Marvel, el coyote
quien juega de linebacker mediocampista y ha sido casi el asistente de Steez desde
finales del año pasado. Pero primero, por supuesto, tengo que conseguir que Steez y el
entrenador me dejen cambiar posiciones. Él se queda atrás y me da un pulgar en alto
cuando llegamos al rango de audición.

Steez es un puma, algo bajo, pero difícil de atrapar porque siempre está en movimiento.
Justo ahora parece que Corey está reteniéndolo. Su cola se mueve nerviosamente y él se
mantiene moviéndose de lado al otro.

“Déjame preguntarte algo, Corey. No hemos trabajado juntos antes, así que debo saber
esto antes para ser capaz de entrenarte.” Corey asiente, aparentemente inconsciente de
la mirada en los ojos de Steez y el tono de su voz. El puma más bajo pica con un dedo
el libro de jugadas que Corey está sosteniendo. “¿Leíste esto? ¿O sólo estas poniéndolo
debajo de tu almohada cada noche, esperando que el hada de los dientes mágicamente te
dé el entendimiento?”

“Lo leí,” dice Corey. “No enloquezcas. Sólo toma un tiempo.”

“Ya veo.” Steez cruza sus brazos. “Dime ¿Cuánto es un ‘tiempo’? ¿Una semana? ¿Un
mes? ¿Quizás en el último juego del año, cuando perdamos una vez más las
eliminatorias, finalmente entenderás nuestras jugadas?”

“Llámame ‘Matador’,” dice Corey.

Steez pone una mirada como si Corey acabara de bajar sus pantalones y enseñarle el
trasero. “¿Qué? ¿Qué? ¿Qué?” es todo lo que él logra decir.

“’Matador’ es mi apodo,” dice Corey. “Tengo que ser llamado así o no podre serlo.”

Los ojos del puma más bajo se ensanchan de nuevo. Su acento abruma tanto sus
siguientes palabras que casi no puedo entenderlas. “¡Te llamaré Matador cuando mates
algo! ¡Fuera de aquí, ve! ¡No pierdas tiempo aquí cuando podrías estar ignorando el
libro de jugadas!”

Corey le da una mirada desconcertada. Cuando él me cruza, sacude su cabeza y me da


uno de esos encogimientos de hombros de ‘cuál es su maldito problema’. Lo ignoro.
Steez ya está volviendo a la banca sacudiendo su cabeza, mirando hacia su tabla
portapapeles.

188
Miro de nuevo a Fisher, animándome, entonces lo paso en las gradas. Lee y Gena aún
están de pie juntos, mirándome. Tomo un respiro, me preparo, y corro tras el
entrenador.

“Entrenador Mikilios,” llamo, moviendo una pata.

Él se detiene, gira, levanta la mirada hacia mí. “Miski,” dice él. “Cornerback, fuera de
posición. ¿Qué?”

“¿Fuera de Posición?”

“Sí, sí. No bueno para ser corner ¿Qué?”

Su “¿qué?” se está volviendo cada vez mas cortante. “Tiene razón, estoy fuera de
posición. Fisher pensó que sería bueno como linebacker en el lado débil.”

Él asiente como si él ya hubiera pensado en la idea. “Es posible, si ¿Puedes estudiar un


libro de jugadas?”

“Sí, señor.”

Él se inclina más cerca. “¿Quieres jugar esta posición?”

“Si, señor,” digo. “Lo que sea que tenga que hacer para asegurar el triunfo del equipo.”

Él me estudia. “¿Tienes un apodo estúpido?”

Sacudo mi cabeza. “Los otros novatos me dicen ‘Abuelo’, eso es todo.”

“Ja.” Esto le divierte. “Cuéntame sobre los linebacker de lado débil. Vamos, habla.”

Hablamos por un rato. Él está mirando a su portapapeles, así que no puedo decir si en
serio está prestándome atención o no. Pero cuando paro, él dice, “¿Si? ¿Sí?”, así que
creo que si estaba. Le digo todo lo que puedo ‘sacar de la gorra’ de mis estudios y
conversaciones con Lee sobre football. Hablo acerca de mi experiencia en cobertura y
porque creo que sería un buen ajuste para mí. Le hablo sobre haber estudiado las
formaciones ofensivas así que puedo reconocer lo que el otro equipo está haciendo, y a
eso él levanta la mirada del portapapeles. “¿Estudias la ofensiva?”

Yo asiento. “Seguro.” Él se ve tan atento que digo, “¿No lo hace todo el mundo?” Por
supuesto, sé que no lo hace todo el mundo. Ese comentario es la clase de cosas que he
aprendido de Lee.

“No todo el mundo.” Él frota sus bigotes pensativamente. Llegamos a la banca, donde,
Gerrard Marvel está sorbiendo algo de agua. Él coyote levanta la mirada cuando Steez
me da una palmada en el brazo. “Le hablo al entrenador. Decide mañana o pasado
mañana. Al menos, quizás algo de competencia ponga a ‘Matador’ a leer libros, ¿ah?”

Gerrard está mirándome curiosamente. Yo les sonrió a ambos. “Él tendrá un montón de
tiempo para leer libros de jugadas en la banca.”

189
“Ja.” Él sonríe, se da la vuelta y empieza a hablar con Gerrard. Los dejo y troto de
vuelta a Fisher. Detrás de él, Lee y Gena están esperando. Pero nuestro descanso está
por terminar, así que agradecidamente no tenemos tiempo para darles más que una
rápida visión general de las prometedoras noticias antes de decir adiós. Los tigres se
besan, y Lee quiere besarme, pero evito eso. Gena lo invita a tomar un trago, pero con
una mirada hacia mí, lo rechaza, diciendo que está ocupado.

Es sólo cuando estoy observándolo irse que noto al zorrillo moteado, en lo alto de las
gradas, siguiéndolo

Le meciono eso a Lee esa noche en la cena en un linda casa de filetes, después de que el
camarero se ha llevado nuestros platos y estamos intentando digerir la comida. Estoy
intentando no caer dormido después del enorme filete y lo exhausto del día. “Ese era
Brian en las gradas hoy ¿no?”

Él toma un trago, terminando su vino. Chardonnay. Creo que finalmente he aprendido


eso. “Si.”

“¿Qué quería?”

Lee baja su vaso. Se encoge de hombros. “Sólo decir hola.”

“¿De qué hablaron?”

Ahora él me mira. “Él sólo quería decir hola.”

“¿Cómo sabía que estarías allí?”

“Bueno,” dice él, “supongo que lo leyó en la columna de Sociedad.”

Puedo sentir balanceándonos en el borde de una discusión. No vale la pena hacer ese
empujón extra. Después de todo, no es que Lee tenga prohibido estar con amigos suyos.
Y, de todos modos, estoy demasiado desgastado físicamente para estar listo para
provocar una justo ahora. “Hablando de Sociedad,” digo, “¿Por qué el nuevo atuendo?”

Eso me consigue una sonrisa. “Sólo quería verme bien para la nueva temporada de
football. ¿Aprobé?”

“Si,” digo. “¿Esto quiere decir que vas a estar haciendo eso mucho?”

“No lo sé.” Él repasa un dedo alrededor del borde de su vaso de agua, juntando la
condensación del vaso y entonces lamiéndolo lentamente. “¿Te gustó?”

Nunca se que decir a eso. Si digo sí, entonces es como que sólo me gusta él si está
vestido como una zorra. Si digo no, entonces estoy rechazándolo, de algún modo. Así
que lo esquivo, mirándolo lamer la almohadilla de su dedo, y digo, ”Engañaste a Fisher
y a Gena. Al menos por un rato.”

190
Él sonríe. “Ustedes tigres son todos fáciles de engañar.”

“Sólo no hagas nada como eso en mi dormitorio esta vez.”

Él baja sus orejas y cejas, retándome con su mirada. “¿Oh?”

“Es sólo… Es diferente aquí. Esto es serio.” Esa mirada me preocupa, porque sé que
quiere decir que él siente que estoy conteniéndolo. “No eres tú, son los chicos y el
equipo y todo. Esto es, ya sabes, profesional.”

“¿En serio? ¿En una liga de football profesional?”

Achato mis orejas. “No quise decirlo así.”

“Entonces ¿Cómo querías decirlo?” Él pone sus codos sobre la mesa y descansa su
hocico sobre sus patas. Puedo sentirnos acercándonos al borde de nuevo. Es parte de la
emoción y la tensión de estar con él.

Aunque, esta vez, siento que necesito ir más lejos. Busco las palabras correctas, “Los
chicos son… son más duros. En la universidad, sabes, todos estamos sólo metiendo la
pata, no era en serio. Aquí, es… es la vida real.” Puedo sentir cuan real es, en mis
adoloridos músculos y articulaciones.

“¿Tú crees que sólo estoy jugando?”

“Bueno ¿Qué estás haciendo?”

Debí ser más inteligente que esperar que eso lo calmara. “Si no lo sabes, entonces no sé
qué decirte.”

“¿Quieres que simplemente”, levanto mi voz, “te presente por el vestuario como mi
novio?”

“No,” dice él.

“Porque quizás podemos esperar a asegurar el triunfo del equipo antes de intentar ser
echado.”

“No sabes si serás echado.” Él mira alrededor de la casa de filetes a los manteles de
lino, las parejas hablando bajo sobre las velas, todas hombre-mujer. El único grupo de
todos hombres son las bulliciosas hienas en el puesto de la esquina y el ciervo entrado
en años en la mesa larga celebrando alguna clase de cena de negocios. “Alguien tiene
que hacerlo. Alguien va a hacerlo. Eventualmente.”

“Si alguien va a hacerlo, tendría que ser alguien como Jaws, una estrella quien es tan
duro que la gente no se atrevería a burlarse de él y los equipos lo contratarían sin
importar que. Él podría ser arrestado por cualquier cosa como un asesinato y tendría un
contrato de cinco años esperándolo cuando salga.”

191
“¿Lo está?”

“¿Qué? ¿Arrestado? No, él es un boy scout. Excepto por, ya sabes, si te metes en su


camino en una carrera…”

Lee sacude su cabeza. “Quiero decir ¿Él es gay?”

“¿Cómo diablos voy saber? Podría serlo.” Bajo mi voz de nuevo, mirando a la pareja de
mapaches al lado de nosotros. Están a cuatro pies de distancia, al alcance del oído, pero
ellos parecen estar absortos entre sí. “Yo podría ser el único.”

“No lo eres.” Él toma un trago de agua. “Las posibilidades están ahí, son al menos tres o
cuatro en cada equipo.”

“Okay, pero no tenemos exactamente una oración en circulo antes del juego, ni grito, ni
nada. ¿Qué hay de ti? ¿Morty sabe sobre de mí?”

Él se sacude como sí hubiera tenido un shock de electricidad estática. “Por supuesto que
no. No pondría tu carrera en riesgo así.”

“¿Y que si no fuera un jugador de football? ¿Qué tal si fuera sólo un chico?”

“Seguro,” dice él, pero entonces sus orejas caen y sus hombros se hunden. “Quizás.”

“¿Él sabe siquiera que eres….”

No sentamos en silencio, ojos cerrados, el esperando que yo termine la oración, yo


sabiendo que no tengo que hacerlo. Finalmente el sacude su cabeza, lentamente. “No”.

“Si,” digo. “Afróntalo, simplemente estamos en carreras donde tenemos que caminar
con cautela. En diez o quince años, cuando me retire…”

“Cambiará antes de eso,” dice él. “sólo que no seremos nosotros haciendo el cambio.”

“Estoy bien con eso,” digo. “Preferiría caminar con cautela y estar seguro. Tener un
chance de lograrlo estos diez o quince años.”

Él no responde. Él camarero regresa justo entonces para preguntar si queremos postre.


Yo aún estoy hambriento, pero él no, y puedo esperar. Así que rechazamos el postre y
sólo tomamos una corta caminata a través de la cálida noche de verano.
Deliberadamente nos mantenemos lejos del tema de nuestra relación y en su lugar
hablamos de su trabajo con los Dragones. Es su segundo año completo con ellos, y su
primer año como reclutador en los juegos de universidad por su cuenta. Lo tienen a
tiempo completo en el circuito universitario, mirando fimaciones de un partido después
de otro. Pensé que iba a ir a partidos de los Dragones cuando la temporada comenzó, o a
partridos del oponente próximo, pero aparentemente hay todo otro ramo del
departamento de reclutadores para manejar esos deberes. Él es un reclutador para
contratos, lo cual quiere decir que él sólo evalúa el talento para que el club lo contrate.
Así que la noche del sábado, él técnicamente debería estar mirando juegos en vivo, pero
hay un montón de tiempo para mirar las filmaciones más tarde.

192
Como una pequeña concesión con su trabajo, él ponemos el Juego de la Semana en la
habitación de hotel. Al menos, la TV está enfrente de nosotros y nuestros rostros están
hacia ella, él sobre su estómago y yo sobre su espalda, pero aunque fuera por mi vida,
no podría decirte cual fue el marcador o ni siquiera cuales equipos estaban jugando. Lee
probablemente podría, pero el siempre ha sido mejor en multi-tareas que yo. Recuerdo
pensar que sería divertido que alguien anotara un touchdown en el momento justo, pero
las anotaciones en el juego no pasan sino hasta más tarde, cuando estoy descansando
con mis bigotes acariciando sus orejas, y el mundo se toma su tiempo, girando
perezosamente a nuestro alrededor.

Steez me toma al día siguiente y me empuja dentro de la oficina del Entrenador, es la


primera vez que he estado tan cerca y en persona con el Entrenador Samuelson. La
oficina entre huele a lobo; él realmente pone su marca en ello. Ya ni siquiera puedo oler
el olor del entrenador Kimble, y él era un lobo también. Samuelson es de color gris
estándar, más oscuro debajo del hocico, pero lo que veo más es la intensidad de su
mirada. Él me dice que usualmente esto va al revés, que son ellos quienes sugieren
cambios en la posición de los jugadores, pero que piensan que es una buena idea para
mí. Él está sosteniendo un libro de jugadas diferente al que yo tengo. Tiene el mismo
logo rojo y dorado encima, pero dice “Linebackers.”

Steez, de pie detrás de mí con los brazos cruzados, sólo asiente con la cabeza cuando el
entrenador me pregunta sobre que tan serio estoy sobre esta nueva posición. Le doy al
lobo el mismo discurso. Él se queda fijo en mí con esos ojos amarillos antes de
ofrecerme el libro. “Es tuyo si lo quieres.”

Sopeso el libro de jugadas de Cornerbacks en mi pata. Me lo sé al derecho y al revés.


¿Puedo aprenderme otro libro entero? Realmente no tengo opción, me recuerdo. Es
avanzar o salir del camino. Dejo mi libro en su escritorio y agarro el libro de
Linebackers. Mis garras se enganchan a la cubierta plástica.

“Cuidado con eso,” dice el entrenador.

Steez me dirige una felina mirada. “Eres mío ahora. Los Linerbackers no practican ni
parecido a los cornerbacks. Reunión de linebackers mañana.” Él me señala, y veo su
áspera cola azotarse de nuevo. “No llegues tarde. El resto de hoy, entrenamiento
regular. ¡Ve!”

Me voy, guardo el libro nuevo cuidadosamente en mi casillero, y ataco la calistenia con


renovada energía y propósito. Por primera vez este año, me siento cruzando esa
división, hacia la confianza y seguridad.

Ogleby me llama la mañana siguiente.”¿Qué es esto que escuché sobre ti cambiando de


posición?” demanda saber él. Es divertido escucharlo demandar con su aguda voz de
hurón.

“¿Quién te llamó?”

“¡Está en el diario! Algo sobre ti en el diario que yo no puse ahí. ¿Qué demonios?”

193
“Parece como un buen ajuste,” dije. “Al Entrenador le parece bien.”

“León Jesucristo88 en su santa estaca, ¿Le parece bien al Entrenador? ¿El Entrenador
está a cargo de tu carrera? ¿Sabes el trabajo por el que paso intentando resolver el
mercado para ti? ¿Conseguirte el mejor trato que puedo, y tú vas cambiando posición
sin consultarme?”

“Cálmate,” digo. Ogleby es un agente medio decente, como Lee dice, por lo cual él
quiere decir qu es la mitad de un agente decente. Pero es el único que tengo.

“No me digas que me calme. ¡Yo te digo que te calmes! ¡Ese es mi trabajo!”

“Okey, pero tengo que llegar a la practica en un par de minutos,” digo.

“¿Te vas a quedar en esta posición? ¿Definitivamente? ¿Vas a tener la habilidad para
llegar al estándar?”

“No lo sé. Estoy practicando con los linebackers…”

“¿Eres el mejor? ¿Vas a estar de titular este año, quizás?” Él ha ido de furioso a
demasiado emocionado en aproximadamente treinta segundo.

“No lo sé. Escucha, necesito ir a practicar o no llegaré a titular.”

“Llámame después de que te digan. Llámame inmediatamente ¿me escuchas?”

Cuelgo el teléfono y sacudo mi cabeza. Si consigo un puesto de titular – ni siquiera me


dejo imaginar eso– Sería sólo el segundo de los clientes de Ogleby jugando de titular, y
el otro está en equipos especiales. Así que entiendo su emoción, pero aún así es
molesto.

Dejo a Ogleby fuera de mi mente después de eso, porque tengo que absorber todo.
Primero la práctica de los linebackers solos, entonces tener ejercicios regulares con el
equipo, y entonces volver a practicar solos en la tarde. La práctica de la mañana no es
peor que la de los cornerbacks, lo cual quiere decir que aún así es un infierno. Sin
embargo, la reunión de linebackers en la tarde es donde tengo por primera vez tengo una
idea de en qué me estoy metiendo.

“La posición de linebacker es la más importante en la defensa,” dice Steez en una


resonante voz. “Es la diferencia entre éxito y fracaso. Los equipos saben que la línea de
defensa89 se lanzará a los quarterbacks y cerrará los caminos para los corredores. Ellos
saben que los safeties y los corners cubren a los wideout90. Planean para eso. Lo que
ellos no planean es lo que es lo que ustedes van a hacer. A veces se quedarán atrás, a
veces avanzarán. Todo depende de su habilidad para,” él empieza a contar con sus
dedos, “aprender de la oposición, leer la defensa, reaccionar a la jugada. Aprender, leer,
reaccionar. Aprender, leer, reaccionar.”

88
Referencia de la biblia en al cual se suele asociar al Jesús con un león. En este caso, lo representa como
un león literalmente.
89
En el texto original: d-line, abreviatura de defense line.
90
Wide receiver.

194
El entrenador de linebackers con los Dragones sólo usó la palabra “aprender” sobre el
libro de jugadas, de esa manera no terminaríamos en el medio del campo mientras el
receptor que se supone deberíamos cubrir estaba dirigiéndose solo a la zona de meta.
Miro alrededor durante la charla. Los otros nuevos en el cuerpo de linebackers tienen
esa ancha sonrisa de “si, si”, excepto por el coyote con una oreja rota, quien parece ser
de mi edad. Él está concentrado en Steez, sus cejas arqueadas juntas. Matador sólo se ve
aburrido. Gerrard, sentado a un lado del entrenador, se detiene en su estudio del grupo
cuando él me ve mirándolo y me devuelve la mirada. Yo miro hacia otro lado.

“¿Cuál es la habilidad número uno de los mejores linebackers?” Steez nos mira a
nosotros alrededor.

El coyote con la oreja rota levanta una pata y dice, “Tacleo.”

Stezz sacude su cabeza. “No.”

Matador lanza al coyote una desdeñosa mirada. “Velocidad,” dice él sin levantar su
pata.

“No.” Steez se cruza de brazos y medio gira hacia Gerrard.

“Toma de decisiones,” dice el coyote, sin molestarse en ocultar el disgusto en su hocico


cuando mira a Matador.

Oh, genial. Toma de decisiones. ¿No tienen que de hecho saber algo antes de que
puedan tomar una decisión sobre ello?

“No te preocupes demasiado por eso,” me dice Fisher esa tarde. Su cola se menea
perezosamente detrás de él mientras pasa un balón de football de una pata a la otra.
Estamos sentados en mi habitación en las últimas horas de la luz del día, yo en mi cama
con mi nuevo libro de jugadas, él caminando como en el entrenamiento del día. Él dice
que a su edad necesita enfriarse tanto como entrar en calor. No veo como es que él aún
tiene energía para caminar después del día de práctica por el que acabamos de pasar.
“Eres buen estudiante. Ya lo aprenderás.”

“¿En dos semanas?” Ni siquiera miro hacia él, sólo sigo leyendo el libro de jugadas.

Él ríe y me da una palmada en el hombro. “Lo harás pasando los primeros cortes. Tú
eres más inteligente de lo que yo era cuando Victorino estaba intentando hacerme
aprender el libro de Línea defensiva.”

“Entonces tengo tres semanas.” Los círculos y las cruces todas borrosas en mis ojos.
Intento reenfocarme en la página.

“Escucha,” dice él, “habla con Gerrard. Él te ayudará.”

“¿Por qué él iba a hacer eso?” pregunto, deseando que él sólo me deje estudiar.

195
Charm tiene esta manera de azotar la puerta de manera que oscila y golpea el muro
cuando él entra. Él casi golpea el balón de Fisher cuando lo hace esta vez. “¡Hey,
Abuelo!” dice retumbando. “¿Juego rápido de 360?”

Los pateadores tienen cerca del uno por ciento de la práctica por la que pasamos el resto
de nosotros. Los odiamos. “No puedo.” Hago un gesto apuntando al libro de jugadas.
“Ve a buscar a Snaps.”

“Ah, él está estudiando también.” Charm deja caer el balón cuando Fisher se lo pasa, se
agacha para recogerlo del suelo. “Todos están muy estresados por aquí. Los chicos
necesitan relajarse o de otro modo no podrán rendir.”

Levanto la mirada a tiempo para ver su sonrisa satisfecha. “Habla por ti,” digo.

“Deberías trabajar en tus atrapadas.” Fisher está mirando a Charm. “De hecho podrías
tener que jugar football un día.”

Charm sonríe satisfecho, entonces lanza el balón fuerte a través de la habitación. Fisher
la agarra en el aire con una sola pata y con una gran sonrisa. “Yo no tengo garras,” dice
Charm.

“Con más razón.” Fisher balancea el balón perezosamente en una pata. Sus garras no
están extendidas, veo yo. “Tienes que dedicarte al juego. No puedes hacerlo siendo poco
brillante. Hey. ¿Cuántos pateadores se necesitan para anotar un touchdown?”

“Veamos como pateas un gol de campo, abuelo.” Él caballo tiene sus brazos cruzados,
mirando a Fisher.

“Pensé que ese era mi apodo,” digo.

“Podría serlo también,” dice Charm. “De todos modos, ya no se puede hablarles a
ustedes dos por separado.” Él patea el suelo, me lanza una mirada, y se va pisando
fuerte.

“No dejes que te distraiga.,” dice Fisher. “Uno en cada equipo. Piensan que el talento
los llevará a donde sea que necesiten ir. Si quieres quedarte en esta liga, tienes que
aplicarte, estudiar, aprender. No es suficiente con sólo presentarte y hacer tu trabajo.
Necesitas estar preparado para el trabajo de todos. Necesitas conocer el juego por dentro
y por afuera. Si fuera sólo sobre talento, yo ya estaría jugando al golf sobre césped
marrón ahora.”

“¿Tengo que aprender golf?” medio bromeo, aún estudiando los jugadas.

Él se encoge de hombros. “No es una mala idea. Sólo no te vuelvas tan bueno que seas
mejor que las estrellas.”

Mi celular suena. Mi primer pensamiento es que es Lee, entonces lo agarro y lo tengo


medio abierto antes de ver que el código de área es de la costa este. Ahora ya es
demasiado tarde para ignorarlo.

196
Ogleby empieza a hablar antes de que siquiera pueda decir algo. “¿Cómo te va?” chilla
él. “¿Vas a llegar al estándar? Escucha, tengo algo de interés por un par de equipos
quienes dicen que podrían usar un jugador de esquina de reserva. Podrías estar en
tercera línea en algún lugar fácil. Quizás segunda. ¿Quieres que hable con ellos?”

Le hago un gesto a Fisher, quien está volviendo a su dormitorio, para que se quede.
“No, voy a ser bueno aquí,” le digo. “Gracias.”

“¿Estás seguro? Hey, escucha, la prensa no está tomando mis comunicados sobre ti
¿Puedes resaltar y salir más?”

“Necesito estudiar para llegar al estándar,” digo. “¿Qué estás escribiendo?”

“Sólo cosas,” dice él. “No te preocupes por eso. ¿Quieres conocer a algunas
celebridades? Podrías salir con ellos, salir con una estrella joven o algo. Tengo un
amigo que conoce al tipo que representa a Caroll Chavon. ¿Sabes quién es ella, cierto?”

Realmente no me importa lo que digo, entonces sólo digo, “Claro.” Mi dedo traza las
responsabilidades del linebacker para la ‘45 Banana Split’ en el diagrama del libro de
jugadas.

Fisher aparentemente se enfrió lo suficiente para poder hacer algunos estiramientos. Él


se apoya contra el marco de la puerta.

“Ella hizo a la hermana para dos episodios de “La Casa de la Pantera”, Sony ha firmado
con ella para interpretar un papel secundario en “Mala Medicina 3”, ella está en su
camino al ascenso, justo como tú. ¿Qué dices?”

Doy vuelta a la página. Todas las jugadas en este libro están nombradas como postres, y
me está dando hambre. No sé lo que Lee pensaría de mí saliendo en una cita falsa con
una joven estrella. “Gracias, pero no gracias.”

“¿No gracias? ¿Me estás jodiendo? ¡Ella va a estar en ‘Mala Medicina 3’! ¿No sabes lo
que ‘Mala Medicina 2’ hizo?” No importaría auqnue quisiera responder. “¡Doscientos
millones!”

Esta jugada es “45 Chocolate Caliente”. Los números son algún tipo de clave para los
jugadores principales, pero no he descifrado de qué aún. “Eso es genial,” digo.

“¿Entonces la conocerás? Mira, si no te juntas con alguna estrella joven, entonces


¿Podrías quedar arrestado? ¿Algo que ponga tu nombre en los diarios?”

Lo difícil sobre estas formaciones es que mientras que me muestran donde tengo que
estar, no son buenos diciéndome a donde necesito ir. Todo eso depende de lo que el otro
lado esté haciendo. “¿No tienes algunas otras estrellas?” Esto hace a Fisher levantar su
mirada del estiramiento hacia mí.

“Ninguna tan buena como esta. Se lo haría yo mismo si fuera un pie más alto.” Él ríe
tontamente. “Okay, lo pondré para la noche del martes. Estas libre el martes ¿cierto?”

197
“No.”

“Bien. Te amo, chico, vuelve a estudiar. Noquéalos.”

Esto es mucho más complicado que ser cornerback o safety, lo cual involucra alinearse
en una de los dos o tres posiciones y ya sea quedarse atrás a esperar por la acción o
marcar un jugador en particular. Digo, distraídamente, “Adiós,” a la línea muerta del
teléfono.

“¿Tu Agente?” dice Fisher.

Lo veo estirar sus patas, y escucho el crujir de las articulaciones. Suena doloroso. “Vas
quedar en el equipo, ¿no?”

“Diablos, sí,” dice él, “soy un sobreviviente.”

“¿Yo lo soy?”

Él se acerca y se sienta al lado mío. “El mejor de los casos para ti como jugador de
esquina es ser llamado de nuevo a la banca por si alguien cae. Como linebacker, estás en
una sólida oportunidad para hacer triunfar al equipo como reserva. No tenemos a nadie
más en el Will”

“¿Conoces algunas de estas jugadas?” Señalo el libro en mi regazo. Él da vuelta un par


de páginas. “Algo. Vamos a repasarlo.” Miro a mis rodillas después de que él levanta el
libro. “¿Crees que pueda vencer a Matador?”

Él ojea el libro, leyendo rápido. “Puedes vencer a cualquiera que no tenga toda su mente
en el juego.”

Quiero preguntar, que hay de alguien quien sí lo hace, pero mi celular suena entonces.
Esta vez es Lee.

“Estoy cansado de las películas,” dice él. “¿Cuándo salgo para este fin de semana?”

“Si,” digo. “Um, sabes… anunciaron cortes para el Lunes y en serio necesito estudiar.”

“Oh,” dice él. “Bien.”

“No seas así,” digo. “Necesito tiempo y sabes que lo necesito.” Fisher está mirándome.
Cuando me ve mirándolo, él se levanta y empieza a irse de nuevo. Le hago una seña
para que se quede.

“Yo igual,” dice Lee.

“¿Qué quieres que haga?” digo.

“Sólo olvídalo,” dice él. “Llámame cuando vayas a tener tiempo de nuevo. Creo que
andaré con Brian este fin de semana.”

198
“Espera ¿Qué?” Él ya ha colgado. Miro al teléfono hasta que me doy cuenta que estoy
apretándolo tan fuerte que está en peligro de romperse. Lo meto de nuevo en mi bolsillo
y miro a Fisher, quien está observándome. Me encojo de hombros tan indiferentemente
como puedo. “Chicas.”

Él se sienta de nuevo, mirando el libro de jugadas. “¿Le comentaste a tu agente sobre


que tienes una chica?”

Es una extraña pregunta. “No le importaría ¿Por qué?”

“Suena como que él está intentando emparejarte con alguien. El mío solía hacerlo antes
de que me casara.”

“¿Cómo te manejas con la familia?”

Pasan un par de segundos antes de que él responde. “Oh, Gena cuida a los niños durante
la temporada. Voy a casa cuando puedo.”

“¿Los extrañas?”

“Por supuesto.” Él traza una garra a lo largo del libro. “Sunday de Caramelo 91 ¿Cuál es
tu responsabilidad?”

“¿Gena se acongoja porque te vas tanto tiempo durante la temporada?”

“Si ella quería alguien quien estuviera cerca todo el tiempo, no debería haber empezado
a salir con un jugador de football entonces.” Él hace una pausa, aún mirando a su libro.
“¿Sabes? Ahora, estás en una formación de níquel en esta jugada ¿Cuál es tu
responsabilidad aquí?”

Atribuyo su brusquedad a la preocupación de pasar la primera ronda de cortes 91. Es duro


hacer que mi mente piense en football de nuevo, pero la fuerzo. Muy pronto estoy
sumergido en ello, jugadas y formaciones y nombres se arremolinan en mi cabeza.

El año pasado, no sabía lo suficiente como para estar asustado del primer corte. Este
año, soy una especie de naufrago. Eso no ayuda cuando mi papá llama, diciéndome que
él está guardando un trabajo de contabilidad para mí en la concesionaria “por si las
dudas”. Le cuento sobre la nueva posición y él dice que es genial que no sólo me este
rindiendo, y que la oficina en la concesionaria tiene una ventana.

Hay suficiente incertidumbre sobre mi nueva posición que no estoy completamente


seguro hasta que veo a Steez y él me dice que esté en la práctica media hora antes,
mañana. Nadie que conozca, en efecto, ha ido al día siguiente, lo cual tomo como una
buena señal. Me manda al buzón de voz cuando llamo a Lee para contarle las buenas
noticias, pero él llama media hora más tarde y me felicita. Es la primera vez que hemos
hablado después de esa tarde en la que estaba estudiando con Fisher. No le pregunto qué
es lo que quería decir sobre andar con Brian, y él no menciona a Brian de nuevo. Él dice

91
Se refiere a la primera selección. “Corte” quiere decir en este caso que te sacan del equipo.

199
que debería ser capaz de venir para mi primer juego de pre-temporada contra Pelagia.
Lo registro y le compro los pasajes mientras hablamos, y cuelgo sintiéndome muy bien
sobre donde están las cosas, lo cual es bueno porque deja mi mente clara para
prepararme para el juego.

Los juegos de pre-temporada son cosas raras. Es casi como una práctica con otro
equipo, pero manteniendo el puntaje, y, oh, de paso, si no te desempeñas bien, puedes
quedar fuera del equipo a la semana siguiente. Como un examen de mitad de trimestre
en tus clases de universidad. No es el final, no es un trabajo real, pero es tan seguro
como el infierno que es una prueba. Y como en una prueba, realmente sabes que tan
bien lo vas a hacer.

Técnicamente, como el chico nuevo, debería estar con el tercer equipo, pero después de
un par de series mirando al segundo equipo jugar, Steez le dice al entrenador
Samuelson, “Vamos a meter a Miski.”

El entrenador mastica una vara de cuero crudo, como muchos de los lobos quienes
juegan football. Cuando él saca la vara de su hocico y me examina con sus claros ojos
amarillos, siento un poco de lo que los jugadores del equipo contrario deben haber
sentido, alineándose contra él en sus días de jugador.

“Hazlo,” dice él, y vuelve a su portapapeles.

Steez me hace una señal con la pata. “Ponte tu caso, Miski,” dice él. “Sal ahí la próxima
serie y llama adentro a Kintar.”

Me preparo y levanto la mirada hacía las gradas, hacia donde están los asientos de Lee.
Él está ahí arriba bien vestido –en una blusa azul, usando un gran sombrero blanco con
un ancho borde. Por un momento, estoy de vuelta en Forester, trotando al campo con mí
‘zorra’ mirándome y animándome. Casi troto a la posición de cornerback por eso, lo
cual sería un gran error. Me aseguro que es el último error que estoy cerca de cometer.

Mantengo un ojo sobre Lee de vez en cuando, y siento su ánimo. Las jugadas, todas,
parecen rutina, pero sólo en una veo algo de acción, una carrera hacia mí lado donde el
RB92 contrario atraviesa nuestra línea. Lo tecleo en las rodillas y lo tiro. Sería bueno
tener un tacleada salva-juego o intercepción, pero me las arreglaré para no cometer
ningún error grande. La posición aún se siente rara para mí; debería estar más lejos
campo abajo, debería estar marcando a los wideouts. Pero mantengo las prácticas en mi
cabeza, todas las jugadas y estudios que he hecho, y no meto la pata. Cuando corro
pasando a Gerrard, saliendo del campo cuando Steez llama al tercer equipo de defensa,
él coyote me despide con una sonrisa y un movimiento con la cabeza.

Busco a Lee con la mirada, para darle un pulgar en alto. Él está mirándome, me saluda
cuando le hago el gesto, y entonces gira– no es que pueda decirlo a esta distancia, pero
él parece molesto– hacia la persona que está al lado suyo. Tienen una breve y animada
discusión, lo cual es todo lo que veo antes de tener que prestarle atención a mis
compañeros de equipo de nuevo. Pero vi lo suficiente para atreverme a adivinar que la
persona al lado de él es un zorrillo moteado.

92
Running back

200
Después de eso, no puedo hacer nada sino mirar a las gradas de nuevo varias veces. Lee
está mirando el juego, a mí, y no hablando a Brian, si ese es quien está sentado al lado
de él. Por el tiempo en que el silbato final suena, me estoy sintiendo mejor, si no genial,
con respecto a la presencia de Brian.

Ganamos el partido, así que el discurso post-partido del Entrenador es uno optimista. Es
interesante escuchar al Entrenador Samuelson realizar discursos de victoria en
contraposición al Entrenador Gallick (Hilltown), quien era un verdadero sujeto del tipo
‘rah-rah’93, o el Entrenador Kimble (Chevali, el año pasado), quien no nos dejaría
disfrutar ni un solo momento de alguna clase de triunfo sin recordarnos cuanto trabajo
tuvimos que hacer.

Samuelson cae en algún punto en el medio. “Este juego no significa nada,” comienza él,
y entonces sonríe con esa gran sonrisa sobre su largo hocico que sólo los cánidos
pueden manejar. “Excepto que sí. Una victoria es una victoria, y quiero que se
acostumbren al sentimiento de ganar. Voy a pasar un montón de tiempo revisando
filmaciones con mi equipo para ver quienes nos dan la mejor oportunidad para mantener
este sentimiento ganador. Aquellos de ustedes con un interés en ser parte de eso deben
estar haciendo lo mismo.” Él nos mira a todos nosotros alrededor de la habitación.
“Buen trabajo, hombres. Vamos a prepararnos para el siguiente juego.”

Gerrard me agarra cuando estoy poniéndome mi camisa. “Buen trabajo ahí,” dice él.
“Vamos, un par de nosotros iremos a Mick´s.”

Tengo un par de horas antes de cuando tengo programado encontrarme con Lee. He
estado esperando eso porque será la primera vez que lo he visto desde que el
entrenamiento en el campo comenzó y que no estaré monopolizado por la práctica. “¿Es
ahí a donde salen los titulares?”

Él ríe y golpea mi brazo. “Aún no puedo invitarte a dónde van los titulares,” dice él.
“Pero sigue así. Quizás en unas semanas. Vamos, toda la defensa va a ir.”

Me pongo el resto de mi ropa y salgo al estacionamiento, donde todos nosotros nos


metemos en cuatro autos y nos dirigimos a una taberna irlandesa local que no había
conocido. Hemos estado en casa sólo tres días desde el campo terminó, así que aún
estoy reencontrándome con el centro de Chevali. Esta taberna está en el extremo norte,
en toda una sección que no me había molestado en explorar. Hay un gran salón en la
parte de atrás que ellos les dan a los chicos, donde todos nos sentamos, tomamos
cervezas y hablamos sobre el partido. Nunca he visto quien pone su tarjeta de crédito
para la cuenta, y, en efecto, al final de la tarde cuando ofrezco a pagar, recibo un gesto
con la pata, se ríen de ello y soy llamado ‘novato’.

Aunque, antes de eso, la tarde se puso interesante y un poco espantosa. Es cerca de una
hora, una hora y media después de que llegamos. La más grande preocupación en mi
mente es que Matador, al otro extremo de la mesa, se mantiene hablándoles a unos
chicos jóvenes en el tercer equipo y echando vistazos en mi dirección. Intento ignorarlo,

93
Hace referencia a lo que suelen decir las porristas para animar al final de una porra.

201
porque Gerrard y Carson están charlando conmigo, y no con él. Pero es en ese momento
en que Fisher llega.

Él se sienta al lado mío, desenfundando sus garras y golpeándolas sobre la deshuesada


madera de la mesa. “¿Dónde has estado?” pregunto.

“Estaba en mi camino,” dice él, con su voz baja. “Había una zorra intentando entrar en
los vestidores.”

“Estas casado,” digo, pero mi pelaje ya se está erizando.

“Cállate y escucha. Había un par de novatos andando por ahí. Ellos empezaron a ligar
con ella, y ella empezó a seguirles el juego. No iba a decir nada. Se veía inofensivo.”

“¿Por qué hubieras dicho algo?” digo yo, pero ya conozco la respuesta.

Los otros chicos han continuado con su propia conversación. Fisher los revisa antes de
continuar. “Ellos sacaron los rellenos fuera de su vestido. Resultó ser un chico vestido
de mujer.”

“Hay muchos tipos de gente,” me fuerzo a decir.

Él me mira constantemente. “Claro,” dice él. “Ellos iban a… no se que iban a hacer.”

“¿Fue Colin?” Estoy intentando que mi voz deje de temblar. No puedo decir si tengo
éxito.

Fisher toma una cerveza deslizada hacia él y la engancha con una suave y larga pata.
“Escolte al joven, eh, caballero afuera y le advertí que sea cuidadoso con lo que intenta
en el futuro.”

Los pubs son lugares ruidosos. Aún puedo escuchar el latir de mi corazón, “Hay
muchos tipos de gente,” es todo lo que puedo pensar para decir, débilmente, de nuevo.

“No estoy discutiendo eso,” dice él, y ahora mira directo a mí. “Sólo digo que algunas
personas deberían pensar bien lo que ponen en marcha antes de traerlo a los vestuarios.”

Quiero, terriblemente, preguntar si él reconoció al zorro. En realidad hago una marca


en la mesa con una garra pensando en eso. No puedo, no puedo, no puedo, me digo a mí
mismo. Que sospechosa y estúpida pregunta sería, qué montaña de problemas me
traería.

“¿No lo has visto por ahí antes, no?” digo.

Él me ira de nuevo, toma un trago, y no responde.

Me levanto. “Tengo que orinar,” digo. Camino rápido pasando los baños hacia la puerta
trasera y sólo me quedo de pie afuera, buscando rápidamente mi celular. Imagen tras
imagen pasan como un flash a través de mi cabeza: Lee siendo acosado por un montón
de jugadores de football, Lee con su vestido roto, Colin y la pandilla de novatos con los

202
que sale esperándome para confrontarme cuando vaya mañana. Y, también, la foto de
Brian en el periódico de la escuela después de que él fue golpeado. Me toma tres
intentos para apretar el número de marcado rápido correcto.

Él responde en el segundo tono, después de dos eternidades. “Hey,” dice él. “Gran
juego.”

“¿Estás bien?”

“Estoy bien.”

Espero. Él no dice nada más. “Suenas cansado,” digo finalmente.

“Te viste bien ahí afuera. La nueva posición y todo.”

“Gracias.” Empiezo a caminar de un lado al otro en el callejón. “¿Fuiste al vestuario


después del partido?”

Incluso obre el sonido del callejón, puedo escuchar el más ligero susurro de la
respiración en su suspiro. Puedo imaginármelo sentado en su cuarto de hotel,
sosteniendo el teléfono y cerrando sus ojos. Puedo ver el subir y bajar de su pecho
cuando él suspira. Porque, por supuesto, me lo estoy imaginando desnudo.

Yo no digo nada. Lo dejo estar listo a su propio tiempo. Estoy mirando hacia las
estrellas, las cuales incluso en la ciudad son asombrosamente brillantes. El suelo aún
está caliente cuando piso. En el ojo de mi mente, él está jugando con su cola, de la
manera en que lo hace cuando él no quiere que yo sepa que él no sabe la respuesta a
algo. Finalmente, él inhala. “¿Fisher te contó?”

“Creo que te reconoció.”

“Él no me dijo nada a mí.”

Me apoyo contra el muro. “No. Él vino y me lo dijo directamente a mí.”

“Diablos.” Él se oye sorprendido. “Lo siento.”

“¿Te lastimaron?”

“No.” Él responde rápido. “Ellos no iba a… Yo estaba bien.”

“Tú siempre dices eso.” Ahora que ya no estoy preocupado por él, empiezo a sentirme
molesto. “¿Qué hubiese pasado si Fisher no hubiera estado ahí?”

“Ellos sólo estaban haciéndose los tontos.”

Conozco la mirada en sus ojos justo ahora, la desafiante mirada que estaría teniendo si
estuviera en la habitación. “Había pensado que Brian no te dejaría olvidar lo que los
jugadores de football pueden hacer.”

203
“Él no tiene nada que ver con esto.”

“No dije que lo tuviera.”

“¿Vas a poder venir a verme esta noche?” Miro de vuelta a la taberna. En mi mente, él
aún está desnudo, y ahora está excitado, también. “Yo, uh, estoy afuera con algunos de
los chicos. Podría llegar un poco tarde.”

“Bueno, está bien. Si sale con los chicos.”

Hay una genuina herida en su voz. Me maldigo a mí mismo por no ser capaz de pensar
en que decir antes de decirlo. “No, quiero decir, iré. Sólo dame como ¿una hora?”

“No te metas en problemas.”

“No seas así.”

Él está callado. Yo Espero. “Estaré aquí,” dice finalmente.

Vuelvo adentro y termino mi cerveza, le doy a Fisher un puñetazo en el hombro y un


murmurado, “Gracias.” Hablamos un poco más sobre el partido, y entonces Gerrard
comienza a intercambiar historias con Fisher. Me mata irme, porque adoro escucharlos
hablar sobre grandes partidos y grandes jugadores, pero no puedo dejar a Lee solo en la
habitación de hotel demasiado tiempo, por el bien de ambos, por él y por mí. Cuando
hacemos una pausa, me levanto. Resulta que un par de los otros chicos están listos para
irse, así que consigo aventón en el estacionamiento y viajo hasta cerca del hotel.

Él no está desnudo cuando llego ahí. Extrañamente –para nosotros– él no se desnuda


hasta mucho más tarde esa noche. Cuando primero llego, él responde a la puerta y se
aleja de esta rápidamente hacia la cama. Creo que sé lo que está en su cabeza y estoy a
punto de decirle que quizás deberíamos hablar primero cuando él gira y se apoya sobre
el aparador. “Gracias por venir,” dice él, con su sonrisa forzada.

Él está cambiado en un camisa de polo amarrilla y jeans. La camisa de polo es suave


sobre las almohadillas de mis patas cuando lo abrazo. “¿Estás bien?”

“Te dije que lo estaba.” Él suena un poco molesto, pero se apoya en el abrazo. “Es
bueno verte.”

“¿Debería revisar si tienes moretones?” pico con un dedo su espalda y trasero.

Él se retuerce un poco. “No me hicieron nada.”

“¿Rompieron tu blusa? Me gustaba esa blusa.”

“No,” Él acaricia mi hombro con su nariz. “Hablemos de otras cosa.”

Él parece un poco malhumorado cuando me alejo para mirar en sus ojos. “No vuelvas a
venir al vestuario vestido como mujer.”

204
“Puedo––“

“Sé que puedes cuidarte solo.” Ahora él cierra su hocico y se ve incluso más
malhumorado. “Cristo León, Lee, no quiero decirte que hacer, pero ¿Por qué si quiera lo
hiciste?”

“Para verte ¿Qué creías?”

“Si, pero ¿El maldito vestuario? Es como si quisieras…” Me voy callando, sin querer
acusarlo directamente.

Por supuesto, él lo entiende. Él se aparta de mí. “Sólo porque soy un zorro no quiere
decir que haya una siniestra agenda para todo lo que hago.”

“¿Así que sólo querías coquetear con algunos jugadores profesionales?”

Él ladea su hocico, con los ojos aún abiertos. “¿Qué, no soy tan lindo como solía ser?”

“Te lo dije. Estos chicos son peligroso, inmaduros…”

Él da un paso hacia atrás, su cola enroscada bajo sus piernas. “Tú fuiste quien me dijo
que Brian estaba equivocado sobre ellos.”

Esta no es la tarde que quería, y tampoco creo que sea la tarde que él quería. Pero
cuando él menciona el nombre de Brian, no evitar decir. “Y otra cosa ¿Qué estaba
haciendo él en el partido”

“Él se acaba de mudar al área. Le gusta el football.” Pero sus orejas están atrás cuando
él dice esto.

“No tiene que sentarse contigo.”

“No conoce a nadie más.”

“¿Él no te molesta hasta el cansancio?”

“Yo tampoco no conozco a nadie más. No puedo exactamente sentarme con las esposas
de los jugadores.”

Él está siendo deliberadamente frustrante. Sé que a él no le agrada Brian, pero el


destello en sus ojos me dice que está intentando llegar a mí. No, no envidio por lo que
Brian pasó; si, me siento mal por él; si, entiendo su queja con los jugadores de football.
Nadie debería ser mandado al hospital no importa que tan desagradables sea.

Lo que no puedo tolerar de él es lo que le hizo a Lee. Ellos eran mejores amigos, antes
de que lo conociera, y entonces después de esa noche en que Brian fue golpeado, todo
se volvió agrio. Él se volvió amargo, se puso peor cuando Lee me conoció, intentó
hacernos romper un par de veces, y se volvió tan molesto que Lee cambió su número sin
decirle. De donde yo vengo, no les haces eso a los amigos. Tienes una pelear, quizás
golpearse un poco, pero al final del día siempre pueden contar el uno con el otro.

205
Brian traicionó a Lee, en lo que a mí concierne. Así que me preocupa que Lee esté
juntándose con él de nuevo. Él sólo está preparándolo para otra decepción. “¿De qué
hablaron?”

Él se encoje de hombros. “Football”

“¿Qué piensa de nuestras oportunidades este año?”

“Dijo que tendrías 4-12 de nuevo. Afuera de las eliminatorias para Halloween.”

“Al diablo con él.”

Ahora él tiene el tic en la esquina de su hocico que usualmente quiere decir que voy a
conseguir una sonrisa pronto. “A él le gustaría eso. Sacaría una foto.”

Cruzo la habitación para sentarme en la cama, cansado de hablar sobre Brian.


“Prométeme que no volverás a ir al vestuario vestido como mujer de nuevo.”

Él frunce el seño hasta el piso. “Bien,” dice él. Veo la cerrada curva de su cola, el
decaer de sus ojos, y penetra incluso en mi grueso cráneo que probablemente él estaba
aterrado en ese momento.

Nos quedamos así, yo sobre la cama, él apoyándose contra el aparador, hasta que digo,
“Entonces ¿Vas a venir aquí o qué?”

Obtengo una mirada y la oportunidad de ver la decisión ocurrir en su cabeza. Cuando se


acerca lentamente, con su cola baja. Pongo un brazo alrededor de él cuando se sienta,
sin decirle que lo protegeré, sin decirle que atraparé al idiota que lo agarró (él debería
pensarlo mejor antes de intentar engañar a otro zorro, aunque tampoco digo eso), sólo
estando ahí para que él se apoye en mí. Después de un momento, él lo hace.

“Estoy haciéndolo mejor,” digo. “Si puedo quedar en el equipo, las cosas se pondrán
más tranquilas.”

“No estarás libre hasta el final de la temporada.” Él suspira.

“Bueno, si querías a alguien cerca todo el año, no deberías haberte envuelto con un
jugador de football.” Él me ve severamente a mí, entonces agrego. “Pero estoy feliz de
que lo hicieras.”

Sus ojos se suavizan. “No es exactamente lo que me imaginé.”

“¿Cuándo?”

“Oh.” Él descansa una pata sobre mi pierna, rascándola vanamente. “Cuando solíamos
hablar sobre el futuro. Yo y los chicos de FLAG.” Él agrega esa última aparte a mi
beneficio, porque por supuesto él quiere decir él y Brian. “Dije que iba a mudarme a
Freestone y casarme con algún actor e íbamos a vivir en una casa de campo de piedra y
tener cacatúas.”

206
Intento no soltar una risa, sin éxito. Él me dirige una filosa mirada. Intento verme
inocente, y, de nuevo, fallo. “Eso es tan…gay,” digo.

“Bueno,” dice él, “sabías que era gay cuando empezamos a salir ¿cierto? Está todo este
asunto de que adoro los ‘pájaros’94.”

“Lo sé, pero… ¿Cacatúas?”

“A veces eran canarios.”

“Oh, entonces había flexibilidad.”

“¿Qué te gusta?”

“Soy parcial con loros grises. Buenas aves masculinas.”

Él sonríe. “Podemos tener un loro si quieres.”

Acaricio su hombro. “Aunque no puedo mudarme Freestone. A menos que sea


contratado.”

“No quieres jugar para ellos de todo modos. Ellos hacen pagar a los jugadores por la
limpieza de sus propios uniformes.”

“¿En serio?” Él asiente. Volteo hacia tras mi cola, acariciándolo sobre la cama. “No sé
donde escuchas estas cosas.”

“Es asombroso lo que los reclutadores dirán de otros equipo después de unas cervezas.”

Trazo mis garras hacia abajo en su brazo. Él se estremece y se acurruca más cerca.
“¿Realmente quieres eso?”

“¿Qué limpies tu propio uniforme?”

Pico con un dedo su costado. “La casa de campo de piedra, las cacatúas.”

“Pueden ser loros.” Respiro en su oreja. “No lo sé. Creía que sí, pero lo pienso y podría
haber sido una de esas cosas que quieres porque todos esperan que lo quieras ¿Sabes?”
No contesto. Él continúa. “Como Salím dijo, él sólo quería alguien de Delhia, y Allen
sólo quería alguien con quien ir a bailar en los antros, y todos nosotros no pensamos
sobre lo que realmente queríamos, solamente lo que sería apropiado querer para
nosotros.”

“¿Qué quería Brian?”

94
Juego de palabras. Cacatúa en ingles es “cockatoo” y la frase que dice Lee en ingles es “…where i love
cock”, que también puede interpretarse como “adoro los penes” ya que “cock” puede significar pene o
gallo. De ahí que hace un chiste con “cock” y “cockatoo”. No tiene sentido en español, asi que lo cambio.

207
Él no me mira. Su pata no para de moverse en mi pierna. “No recuerdo.”

Fue una estúpida pregunta la que hice. “Yo quería una gran familia, una casa en los
suburbios, un empleo estable.”

“¿No querías jugar football?”

Me río. “Más que cualquier cosa. Pero mis–– todos me dijeron que no iba a pasar.” Lo
acaricio con el hocico. “Incluso tú.”

“Sólo al principio.”

Es noche de partido, así que no tengo un toque de queda, una rara excepción. Siento la
tensión de la semana esfumarse, sólo sentándome con él y hablando sobre qué está
pasando en el mundo, que pasa con la gente que conocemos, de cómo son los nuevos
restaurante en Hilltown, y así. Cuando no nos sentimos como para hablar más, nos
acurrucamos para un lindo y largo rato.

Entonces nos desnudamos.

Fisher me evita por otra semana. Estoy tan ocupado con mis asignaciones, estudios y
trabajo con el segundo equipo (lo cual me merece un pequeño “Yuju” de Lee por
teléfono) que realmente no me doy cuenta hasta después de nuestro segundo juego de
pre-temporada cuando estoy en Mick´s con los chicos, miro alrededor y pienso, Dios,
no he hablado con Fisher en una semana. Por supuesto, estar en Mick´s estimula el
recuerdo correcto para descifrar porqué.

Lee no pudo venir a este juego; toda su oficina estaba en el juego de los Dragones en
Millenport, una salida de equipo. Pero él prometió mirarlo el lunes. Una de las ventajas
de su trabajo es que su oficina graba todo de todos los partidos y él puedo simplemente
ir, sacarlo de la videoteca y echarle un vistazo cuando tenga ganas. Incluso sin él en las
gradas, lo hice bien, sintiéndome más relajado con los chicos, más cómodo con Gerrard,
y como que encajo en general. El coyote con la oreja rota, Dix, es el Mike del segundo
equipo (linebacker de centro), con quien trabajo más de cerca. Entre él y Gerrard, en la
tercera semana en mi nueva posición, las cosas finalmente están empezando a tener
sentido. Estoy descubriendo que me gusta la flexibilidad en ello, a veces quedarse atrás
y marcar a los receptores quienes no van pasar sobre mí, y veces subir a atacar la
jugada en las líneas.

Es esa última parte en la que tengo que trabajar. Estoy acostumbrado a esperar que la
jugada venga a mí. Defender una jugada por tierra significa mucha más cacería de mi
parte, mirando para asegurarme de que el corredor tiene el balón, adivinar lo que está
haciendo, y evitar a sus compañeros de equipo en mi camino hacia él. No soy bueno en
esa última parte, no al principio, de modo que recibo muchos golpes desde mi lado
ciego. Sin embargo, trabajo duro.

208
Para mi sorpresa, Gerrard y Carson se me acercan después del segundo juego y me
dicen que quieren empezar a practicar conmigo, sesiones extra después de la práctica
regular. Incluso aunque la idea de hacer más trabajo después de la práctica regular es
loca, brinco a la oportunidad. “¿Por qué no practican con Corey?” Les pregunto.

Carson bufa. Él nunca dice mucho. Gerrad sólo dice, “Vamos a practicar contigo,” y ese
es el final del asunto. Nadie me dice que está pasando. Aunque, en este caso, no me
importa. Ellos me hacen sudar más duro de lo que Steez lo hace, pero también me lo
hacen más fácil de aprender. Empiezo a sentir que tenemos una buena relación, y nos
veo a nosotros tres trotando en el campo, la unidad de linebacker titulares. Me apego a
esa visión para atravesar esa hora y media extra de entrenamiento cada día.

En el tercer partido de pre-temporada, sólo soy derribado una vez, y salvo un par de
grandes jugadas. Lee me mira desde las gradas en jeans y una camisa verde de polo,
con Brian en ningún lado. Él cuarto y último partido de la pre-temporada es en Port
City. Juego menos, ya que ahora los titulares están levantándose para acelerar el paso,
pero realmente estoy mejorando en la posición. Stezz me da una palmada cuando salgo
del campo al final del juego, incluso aunque perdemos. Después de una siesta en la
habitación del hotel, me siento muy feliz, entonces decido ir a un restaurante que Lee
me recomendó para cenar.

Saliendo al lobby, me tropiezo con Fisher. “Hey,” dice él, “¿Tienes un minuto?”

“Claro. Sólo estoy yendo a cenar ¿Ya comiste?”

Él sacude su cabeza, siguiendo mi paso al lado mío a través de la puerta y afuera en la


calle. En realidad hace frío aquí, un cambio bienvenido del implacable calor de Chevali,
aunque está un poco húmedo.

Tenemos uno de esos silencios en los que estás esperando que el otro sujeto empiece a
hablar y esperando que no lo haga. Finalmente, decido romper el silencio. “Fisher…”

“Hay una cena de equipo el domingo a la noche,” dice él. “Por el comienzo de la
temporada, para los chicos quienes quedan en el equipo.”

Mis orejas se levantan. “¿Quedé en la lista final?”

Él hace un gesto con la pata a mi preocupación. “Lo estarás. Te vi jugar ahí hoy. No es
que hubiera mucha duda.”

“Yo tenía dudas.” No puedo hacer nada sino mirar a los rascacielos del centro de Port
City. Es sólo mi tercera vez aquí, y en realidad nunca había estado en el centro de la
ciudad. Ellos se ven majestuosos, empujando elevándose contra el cielo lleno de
estrellas.

“Yo no.” Él pone sus patas detrás de su espalda, mirando la calle. “Eres un chico
inteligente. Haces buenas decisiones.”

209
“Gracias.” Ahora no estoy seguro con lo que él va a continuar. Había pensado que esto
iba a ser sobre algo más. Y él no está sonriendo o dándome palmadas en el hombro
como normalmente haría si sólo hubiera aparecido para darme las buenas noticias.

“Puedes traer una cita a la cena.” Oh. Ahora lo entiendo. “Entonces, sólo quería decirte,
si necesitas una cita, Gena tiene un par de amigas quienes irían contigo.”

“Gracias,” digo, “pero creo que estoy bien.”

“Ambas son tigresas lindas y solteras. Trish incluso es más o menos de tu edad.”

“En serio, estoy bien.” No sé qué decirle.

Fisher disminuye el ritmo para igualarme el paso. “Si quieres, conozco un ‘servicio’ que
tienen algunas dulces chicas. Al menos, solían tenerlas.” Él no me está mirando y sus
orejas están medio camino hacia atrás.

Deseo que hubiera alguna manera para mí de terminar con esta conversación. “No voy a
llevar a nadie.”

“Deberías,” dice él. “Se vería bien. Simplemente… necesitas llevar a alguien…”

“Cristo León, sólo dilo. Trae a un chica, eso es lo que querías decir ¿cierto?”

Sus orejas van todo el camino hacia atrás. “Si.”

Miro hacia el lustroso mármol de las tiendas que vamos pasando. Puedo ver mi reflejo
mirándome morosamente. “Ya le dije a….ella…. que no viniera más ¿okey? No la
invitaría a la cena.” Lee va a estar furioso. Pero no puede venir a la cena, no puede estar
cerca del equipo. Alguien lo reconocería.

“Muy bien.” Dice él. “Hey, esto…esto no quiere decir nada sobre tu y yo.”

“Mierda.” Eso le da una sacudida para mirarme. Lo veo detrás de mí, reflejado en el
mármol. “Hablamos casi cada semana en fuera de temporada ¿Y ahora simplemente no
has querido hablarme durante las últimas semanas?”

“He estado ocupado intentando quedar en el equipo, igual que tú.” Él intenta poner una
expresión enojada.

“Sí, estoy seguro. Gracias por el consejo.” Acelero el paso, dando vuelta la esquina con
ningún destino específico. Él me alcanza fácilmente y me agarra del brazo.

“Puse un montón de trabajo en ayudarte a quedarte. No quiero verte tirarlo todo a la


basura.”

Tiro de mi brazo, soltándome. “No me sermonees.”

Nos miramos el uno al otro, cara a cara. La ira en sus ojos es genuina ahora. “Callate y
escucha ¿Has escuchado de Tony Calhoun?”

210
“No.”

“Por supuesto que no,” dice él, con la voz baja. “Él era un oso, comenzó un par de años
antes que yo en la liga. Cuando yo llegué, un par de chicos me contaron una historia
sobre él–– él ya no juegaba más. Él era marica, no hizo demasiado esfuerzo para
ocultarlo. Bueno, ellos lo sacaron a la luz cuando él estaba en el campo. Le dijeron al
entrenador que él era una distracción. Él no era genial, pero era lo suficientemente
bueno como para quedar en el equipo, y esos chicos, si se hubieran callado la boca y
jugado.” Fisher me pica en el pecho con un dedo. “Ellos se jactaban sobre ello, de cómo
lo sacaron fuera de la liga.”

Miro a cada lado. La calle es concurrida, un par de personas miran hacia nosotros
cuando pasan cerca. No creo que alguien lo escuchara. “Eso fue hace quince años,”
digo. “Y no soy él. Ya le dije a Lee…a ella…. Le dije a él que no viniera más. ¿Crees
que quiero problemas?” Siento la ira brotando en mí. Debería ser un alivio ventilar mi
secreto, con Fisher, el chico en mi equipo que elegiría para contarle si tuviera que
hacerlo, pero él está tomándolo mal, haciéndolo más difícil, no más fácil.

“No sé lo que quieres.”

“Quiero jugar football y que las malditas personas me dejen en paz.”

Él da un paso hacia atrás. “Okey,” dice él. “Sólo quería asegurarme.”

“Oh, y otra cosa,” digo, dándome la vuelta para irme. “Si en algún momento tuve ideas
de quizás decirle a alguien más en el equipo, ya te las arreglaste para convencerme de
que horrible idea sería esa. Así que felicitaciones.”

Él sigue mis pasos, agarrando mi brazo y perdiéndolo. “Es una horrible idea, eso es lo
que estado tratando de decir.”

“¿Crees que todos son tan intolerantes como tú?”

Ahora él gruñe, pero yo estoy gruñendo también, no preparado para echarme atrás. “Ya
te lo dije, no me importa lo que hagas con tu tiempo libre. Estoy cuidando al equipo.”

“Si, si, no te importa.” Le hago un gesto con la pata despectivamente. “Es por eso que
no me has hablado en tres semanas. Es por eso que no puedes hablar sobre esta mierda
sin darle vueltas. Es por eso que tuviste que estar doble extra seguro de que no lo traería
a él,” le escupo las palabras, “a la cena. Dime algo, Fish. Cuando ellos se jactaban de
haber echado a ese podre tipo de la liga ¿Te reíste y dijiste “buen trabajo?”

Es injusto, sé que es injusto, pero se siente bien cuando lo digo. Toda la ira se drena de
su hocico y me mira, con la boca abierta. Lo dejo ahí caminando a paso fuerte de vuelta
hacia el hotel, y él me deja ir con sólo un, “¡Hey! ¡Hey, vete a la mierda!” gritado sobre
mi hombro cuando me voy. Tomo una grasosa hamburguesa de comida rápida para
llevar y comerla en mi habitación, esperando por el amor de Dios que Charm no esté ahí
para poder acurrucarme y sentir lástima por mí mismo hasta dormirme.

211
Ogleby, con su impecable sentido de la sincronización, llama al día siguiente y me dice
que él finalmente estableció una reunión con esta pantera, cualquiera que sea su
nombre, Charlene o Charlotte. Ella se supone que está en un spa en Date Springs, a una
hora de vuelo de distancia, y él quiere que vaya ahí y sólo tropiece con ella. Le digo que
se vaya al demonio, que no voy a volar a Date Springs sólo para conocer a una chica
joven, guapa y poco inteligente con la que él quiere que ande. Él se pone agitado, en esa
chirriadora manera de hurón que tiene él, y le digo que ella bien puede venir a Chevali
si quiere conocerme, y le cuelgo, porque en este preciso momento él es la única persona
en el mundo a la que puedo hacerle eso.

En el día en que la última ronda de cortes es anunciada, estoy afuera en el campo,


lanzando el balón con los otros linebackers de reserva, no sentado en mí habitación
sosteniendo mi cola como los veinte chicos que piensan que están en la cuerda floja. Ser
‘cortado’ es un gran peso fuera de mi mente, incluso aunque sé que una posición de
titular está lejos en el futuro. Probablemente sea al menos capaz de jugar en tiempo
basura, trabajar duro y mostrarles a los entrenadores algo bueno ¿Quién sabe?

Por ahora, tres de los novatos quienes arrinconaron a Lee en el vestuario se han ido, se
lo cuento por celular cuando hablamos. Hacemos planes para cenar y para celebrar por
mí quedándome en el equipo dentro de una semana, la noche del lunes, una noche sin
toque de queda ya que estamos libres los martes hasta que la temporada comience.
Cerré el contrato para un condominio en el centro y debería estar listo para entonces. Él
me pregunta porqué no venir por el fin de semana, ya que no tenemos partido, y
claramente recuerdo no tener la intención de decirle porqué incluso mientras mi
estúpida boca estaba diciendo las palabras, “Hay una gran cena que para todos los que
quedaron en el equipo.”

“¿Puedo ir?” pregunta él inmediatamente.

“Muchos chicos no van a traer cita,” digo. Si estuviéramos juntos en persona, él sabría
inmediatamente que estoy mintiendo.

“Vamos,” responde él. “Compraré un nuevo vestido y todo.”

“Si,” digo. “Fisher vino a hablarme sobre eso.”

Él se queda en silencio por un momento. “¿Entonces él definitivamente lo sabe?”

“Probablemente,” digo. “Diablos, el equipo entero lo sabe, ahora.”

“Fueron sólo cinco chicos,” dice él. “Dos, ahora. Y ellos no saben que fue conmigo.”

“Collin aún está en el equipo.”

“Créeme, me veré completamente diferente. Incluso engañaré a Fisher.”

“¡No, no lo harás!” presiono el teléfono sobre mi oreja, caminando más rápidamente.


“Porque no vendrás.”

“Prometo que iré a ningún lugar cerca de los vestuarios.”

212
“No quiero que juegues disfrazado ni engañes a los jugadores de football en ningún
lugar,” le digo.

Él resopla. “¿Qué tal si me presentas como una afortunada fan quien ganó una
oportunidad para cenar con él poderoso Devlin Miski? No tendrás que mostrar nada de
afecto en lo absoluto.”

Repaso una pata sobre el cristal de la ventana, mirando afuera a la tarde cayendo sobre
el campus de la Universidad White Sands. Mi habitación da a un área común muy
similar al campo de la Forester. Extraño ese césped, la suave cama de pasto y la gentil
briza agitando mi pelaje mientras miraba hacia el cielo. “¿Qué quieres que haga?
¿Decirle a todo el equipo? ¿Decirlo a la prensa? ¿Crees que un linebacker recién
convertido de segunda línea puede sacar eso al público?”

“No es sobre tu posición,” dice él. “Es sobre quién eres.”

“¿Oh, sí? ¿Quién soy, doc?”

Hay un momento de silencio. “Eres Devlin Miski.,” dice él, tranquilamente.

Detrás de mí, en el área común, estudiantes quienes han llegado antes para el trimestre
de otoño están relajándose y platicando. Hay un par de comadrejas, chico y chica,
hablando con un caballo y una rata de desierto quienes también son, por supuesto, una
pareja. He conocido parejas así, el chico dos pies más alto y unas cien libras más pesado
que la chica, el trasero de los chistes. A las que he conocido no les importa, y por las
sonrisas que puedo ver desde mi ventana, parece que a esos dos no les importa tampoco.
“¿Puede Devlin Miski sacar eso?”

“Tiene que comenzar en algún lado,” dice él. “Tiene que empezar con alguien.”

Su voz suena tan cansada como yo me siento. “Eso suena como Brian hablando,” digo.

“Él no está equivocado siempre,” dice Lee.

“Quizás no,” digo, “pero su promedio apesta.”

Él se queda callado por otro latido o tres. “Diviértete en la cena,” dice él. “Tengo que
levantarme temprano para trabajar.”

Miro por la ventana después de eso por un largo rato, mirando a los chicos reír, hablar,
tomarse de las patas. Se ven tan jóvenes, tan confiados. No elegimos de quien
enamorarnos. A veces la naturaleza no encaja tan agradable y pulcramente en el resto de
tu vida. Sería más fácil ser un jugador de football si fuera un heterosexual mujeriego
como Charm. Por supuesto, él es natural en lo que hace también. Él es uno de esos
sujetos que transpirna confianza por cada poro, él y el caballo ahí abajo sobre los
arenoso campo, su brazo descansando sobre los hombros de novia rata, ambos riendo
como si no tuviera ni una preocupación en el mundo.

213
La semana siguiente de práctica es muy relajada, pero intensa al mismo tiempo. El
Entrenador Samuelson visita cada una de las prácticas del grupo separado en turno,
ladrándonos sobre la falta de energía, la falta de urgencia, pero a ninguno de nosotros se
nos escapa el meneo de su cola. Habíamos terminado la pre-temporada 2-2, pero la pre-
temporada significa nada, como cualquier entrenador te enseñaría. Los nuestros te dirán
eso con una semejantes sonrisas optimistas que puedes leer su emoción sobre el
progreso del equipo.

Me aferro a la defensa de segunda línea en las prácticas, pero Gerrard y Carson


mantiene las sesiones extra conmigo. Comienzo a preguntarme si ellos piensan que
estaré jugando con ellos en poco tiempo. Matador no sabe de las sesiones extra o no le
importa, pero sabe que algo está pasando y me evita, lo cual está bien porque me ahorra
la molestia de evitarlo a él.

Snaps fue cortado en la última ronda, lo cual hace a nuestra celebración un poco
agridulce. Charm y yo queremos sacarlo a tomar unos tragos esa noche, pero él dice que
su agente tiene un par de equipos interesados en él y que quiere contactarlos antes de
que cambien de opinión. Prometemos estar en contacto, y no podemos verlo irse en el
aeropuerto porque tenemos práctica. Cuando volvemos, él ya se ha ido. Entonces ahí va,
digo, Charm me dice que lo que necesito para animarme es un montón de chicas
desnudas.

En realidad es el día siguiente que estoy saliendo del campo de la práctica y esta
hermosa pantera negra en un liso y brillante vestido rojo se me aparece, ignorando a mis
compañeros de equipo. “Tú debes ser Dev,” ronronea ella, y cuando confirmo eso, ella
extiende una pata. “Encantada de conocerte finalmente.”

Ella es ligeramente más baja que yo. Su figura es perfecta, su expresión suave y
seductora. Sus brillantes ojos azules son anchos y claros. Intento recordar lo que Charm
dice a sus chicas. “Gracias por ser una fan.”

Su pata esta serena y firme. Ella ríe. “Claramente, tú no lo eres. Soy Caroll Chavon
¿Creo que mi pulga le hablo a tu pulga?”

“Oh, tu eres la actriz,” digo.

Colin, el wideout novato, estaba detrás de mí saliendo del campo y se detiene


boquiabierto junto con un par de jugadores más. “Tú estuviste en “Soft Touches” le
dice. Ella lo mira, él dice algo nervioso mientras sus orejas se doblan hacia atrás “Eso
creo”

Un coyote y un venado se quedan mirando fijamente a sus pechos. Ella les presta
atención por un segundo. “Por favor muchachos, sólo estoy aquí por Dev.” Ella les hace
un gesto con la pata y ellos siguen caminando, aunque los veo mirando a su trasero.

“Gracias,” digo. “Eso me hará muy popular.”

“Esto te hará más popular,” dice ella. “Esa es la idea ¿no?”

214
“Eso creo.” Sacudo mi cabeza. “No entiendo la mitad de las cosas que Ogleby hace.”

“Y él no entiendo un décimo de lo que tú haces. Es por eso tu eres jugador de football y


él un chupasangre.”

Le echo un vistazo a ella. “Te gustan los agentes ¿no?”

“Mi primer agente intento tomar el cincuenta por ciento de mi paga y sólo me consiguió
actuaciones en películas porno.” Ella ve mi mirada y sacude su cabeza. “No tomé
ningún de ellas. Ahórrate el tiempo. Mi segundo dijo que me daría más dinero si dormía
con él. Mi tercer agente me votó después de no hacerlo millonario en un año. Así que
estoy en el número cuatro ahora, más vieja y más sabia.” Toda la suave e inocente
mirada se ha ido remarcablemente. Ella se dio vuelta de manera que el sol no estuviera
más detrás de ella y puedo ver el gris metal en el azul de sus ojos.

“No te ves tan vieja,” Ahí, la primera cosa que he había dicho que era remotamente
apropiada.

Ella sonríe, repasa una pata hacia abajo sobre su vestido. “Gracias. Entonces nos
veremos bien juntos el domingo.”

“¿Domingo?” Me toma un minuto. “¿La cena del equipo?”

“Tienen una función de equipo, se supone que seamos vistos juntos, tiene sentido.”

El calor se levanta en mi pecho. “¿Fisher organizó esto?”

“¿Quién es Fisher? Te lo dije, mi pulga le habló a la tuya. De hecho,” Dice ella cuando
empezamos a ir a los vestuarios, “se supone que te juntes conmigo para cenar esta
noche, también, en el Salón Xeric.”

“¿Qué?” Siento que justo cuando estoy agarrándole la mano a las cosas, descubro que
hay patrones y jugadas que ni siquiera sabía que estaban en el libro.

Ella ríe, “Tu pulga obviamente no te habla tanto como lo hace el mío.”

“Creo que tiene miedo de llamarme.”

Ella le da a mis bíceps un buen apretón. “Yo también lo estaría, si te hiciera enojar.
Escuché buenas cosas sobre Xeric. Es el lugar para estar si eres lo bastante
desafortunado para estar en este sitio.”

Suspiro. “Okey”. Al menos es una mejor excusa para Charm que cualquier otra con la
que me podría tropezar.

“Por favor.” Ella pone una pata sobre mi pecho. Estoy impresionado por la firmeza en
ese simple toque. “Intenta controlar tu emoción.”

Eso es tan seco que tengo que reír. “Lo siento, yo sólo…”

215
Ella sacude su cabeza. “No, mira, está bien. Sólo es divertido.” Sus ojos recorren el
campo. “La mitad de esos chicos darían su testículo izquierdo por tener la invitación a
cenar que acabas de tener, y tu eres todo ‘supongo’.”

“No es nada de ti,” digo. “Es sólo que realmente no te conozco.”

“Es refrescante escucharte decir eso no en el sentido bíblico.”

Busco una respuesta apropiada para eso antes de darme cuenta cuán sincera es ella.
“Estoy deseando esa cena,” digo.

“Piensa en ello,” dice ella, con los dientes exhibiéndose en una deslumbrante sonrisa
cuando ella me deja ir al vestuario, “como un matrimonio arreglado.”

“He visto sus tetas,” es lo primero que dice Charm cuando le digo porque no puedo ir al
club de strippers con él.

“A este punto,” digo, “me sorprendería que no lo hubieras hecho.”

“En Oh-Four,” dice él. “No puedo recordar de que mes. Era, um, una de esas revistas de
sólo gatos.”

“Felicidades.”

“¿Aún las tiene antojables?”

“Cállate,” digo, “y dime si mi corbata esta derecha.”

Él la endereza por mí. “¿A dónde vas? Yo voy a salir con esa porrista, quizás podríamos
hacer un doble.”

“Salón Xeric,” digo. “¿Cuál porrista?”

Charm ahueca sus manos a mas o menos un pie de distancia de su pecho. “Ya sabes,
esa.” Él sacude su cabeza. “Pero no voy a llevarla a Xeric. Ella no es tan guapa.”

Sonrío satisfechamente. “¿Qué tan guapa tendría que ser?”

“¿Para el Xeric?” Él se estira hasta en cajón abierto al lado de su cama y saca una
revista, abriéndola de golpe al poster de una chita desnuda levantando sus enormes
pechos con sus patas.

“Gracias,” digo. “Ya entendí.”

“Puedes quedarte esta si quieres,” dice él, ofreciéndome la revista. “Porque ella no se va
a molestar.”

216
“Está bien,” Sostengo un pata en alto. “Estoy bien.”

No he estado en muchos lugares que son “el lugar para estar”. Siempre me hacen
preguntarme quien decidió estar ahí primero. Quizás el Salón Xeric pagó para que otras
personas lo siguieran. Esta bastante diseñado para lucir como un oasis de desierto, todo
arenoso marrón con una palmera falsa en cada mesa y un “lago” en el medio del área
del comedor. Sobre una isla en el medio del lago, una banda de ratas canguro está
tocando alguna clase de melodía suave. Los camareros están todos vestidos en
almidonadas camisas color gris pardo con corbatas color cobre, todos son zorros del
Sáhara, antílopes, o liebres del desierto, hatsa donde puedo ver.

Caroll está vestida en un tipo de vestido de seda que solo cubre un hombro y tiene
pliegues puestos alrededor de él. Se ve como que debería caerse de ella en un momento
de atención, y quizás sea que está diseñado para verse así. Ella se ve genial en él.

“No te preocupes por la cena,” dice ella. “Mi pulga paga por ella.”

“¿Dónde pones la tarjeta de crédito en esa cosa?” pregunto. Ella me guiña el ojo. “Sólo
digamos que si el camarero es un chico, a veces olvida cobrarla.”

Parpadeo. “Wow.”

Ella me mira. “Estoy bromeando. Tengo un Bolso.” Ella levanta una pequeña cosa
haciendo juego con el broche de nácar, casi tan grande como su pata.

Suelto una risa. “No estoy seguro de lo que estaba imaginando.”

“Yo estoy muy segura,” dice ella. “Los hombres no son difíciles de descifrar.”

“Eso creerías.”

Ella levanta una ceja. “Bueno, ese es todo el punto ¿No? De esto.” Ella señala con una
pata al salón.

Miro a la banda de ratas canguros, los camareros, la arena. “¿Atraer hombres?”

“No, no. Quiero decir tú y yo. Se supone debe hacerte más interesante para los hombres,
porque puedes atraer a una hermosa dama pantera ¿Cierto?” Ya hemos conseguido
nuestros tragos. Ella tiene alguna mezcla de frutas tropicales la cual revuelve y toma un
sorbo. “¿Cómo está tu Martini de cactus?”

Lo pruebo. “Es más o menos como imagino que sabrá un cactus ¿Qué hay de tus fans?”

“Oh, para mí sólo se supone que esto me haga más famosa para conseguir más fans. De
esa manera será más posible que los estudios me hagan una audición, y así
sucesivamente. Ya sabes como es.”

Yo asiento con la cabeza, y entonces me doy cuenta que no lo sé. Entonces le pregunto
sobre eso, y ella me cuenta sobre el sórdido pero muy interesante mundo de los más
bajos escalones (su palabra) de Hollywood. Entonces ella me pregunta sobre football,

217
así que le doy con tanto detalle cómo puedo de la vida en los más bajos escalones de los
jugadores de football. Comemos algo frito con coco y algo más con piña de entremés, lo
cual resulta ser toda su comida. Ella es paciente mientras engullo un filete de salmón,
rehúsa mi oferta a compartir un helado, aún así nos las arreglamos para irnos del salón a
tiempo para la turba de paparazzis (su palabra) que habían sido alertados de nuestra
cena juntos.

La turba es un tipo con una cámara, un maloliente berrendo quien toma un par de fotos
y entonces nos pide deletrear nuestros nombres para él. Caroll lo ve irse, y entonces
dice, “Oh, bueno. La próxima vez habrá más. Estás bien con que haya un próxima vez,
¿cierto?”

“Claro. Pasé un rato genial.” Hago una pequeña y torpe reverencia. “¿Entonces va a ser
mi cita en la cena del domingo?”

Ella ríe. “¿Me los estás pidiendo? Si, seré tu cita. Pasé un buen rato.”

Arreglamos para encontrarnos e ir a cenar juntos. Noto a ella dándome una extraña
mirada cuando nos separamos, pero no tengo idea que podría haber hecho mal, no
puedo descifrarlo. Mujeres, pienso. Ha pasado mucho tiempo desde que estuve en una
cita. Es desconcertante cuando pienso en ello, porque fui a mucha citas hasta que conocí
a Lee. Después de eso, nada. Bueno, un par de citas sin motivo donde estaba intentando
convencerme de que no era gay. No recuerdo mi estómago estando hecho nudos de esta
manera después de alguna de ellas.

Salir con Caroll se sintió como revivir las mejores partes de esos tiempos, el disfrutar de
conocer a alguien nuevo sin la presión de preguntarme si terminaremos en la cama, o
preguntándome que tan buena sería ella si lo estuviéramos. E incluso si no hubiera esta
artificialidad, ella es más natural que cualquier chica con la que haya salido en la
universidad. Podríamos tomarnos de las manos en público, besarnos en los vestuarios,
hablarle a los chicos sobre ella. Podría llevarla a mi casa y decirle a mis amigos que
estoy haciéndolo. Sería mucho…menos difícil.

Mierda, no puedo pensar así. Golpeo mi puño contra el muro, sin importarme si dejo
una marca o no. Mi corazón se acelera y me doy la vuelta, acostándome boca abajo en
la cama, mi cola azotando. Intento dormir sin pensar en Caroll ni Lee.

El día siguiente es el primero en el que puedo mudarme a mi apartamento. Es un


flamante desarrollo en Chevali, parte de un distrito de depósitos refaccionados. Es
genial porque puedo ir caminando al área del centro, es un viaje corto al estadio, y nadie
más del equipo vive cerca. Charm tiene una mansión de diez habitaciones en algún
lugar del cual él sólo ha visto un décimo. El apartamento es lo bastante grande para ser
espacioso para ser mí, con techos altos y ventanas grandes, una espectacular vista del
centro de la ciudad de un lado, los suburbios y las montañas distantes por el otro.
Ásperas montañas de desierto reales, no las verdes colinas de Hilltown.

Ogleby se encargó de mover todo desde mi casa en Hilltown. Se siente raro entrar con
dos maletas que tenía en el campo de entrenamiento y ver todas mis cosas aquí, como si
hubiera vivido ahí siempre. En realidad me pongo nostálgico por ese apartamento
mientras desempaco, recordando los buenos tiempos que tuve ahí, mayormente con Lee.

218
Espero que a él le guste la nueva casa. La habitación aún tiene ese aspecto de dormitorio
universitario: posters de estrellas de la música y viejos jugadores de football sobre todos
los muros, el estéreo en mi vieja cómoda, todo menos el estante de libros de bloques de
hormigón. Se sentiría completamente mío si no fuera por las barras en el techo, los
residuos del dueño anterior quien probablemente era un murciélago o una zarigüeya o
alguna otra especie que se cuelga para dormir. Le pedí a Ogleby que consiguiera
algunos muebles nuevos para la sala y el comedor y, mágicamente, pasó. La única cosa
que escogí de la sala es la TV. El comedor es completamente extraño. Estos se ven de
mucho mejor gusto de lo que yo siento que podría haberlo decorado. Lee los apreciará.

Me acuesto en mi cama de universidad, la cual aún se siente como mía, desde la textura
de las sábanas hasta el olor puesto en ellas durante cinco años, y pienso en Lee, como a
menudo hago, porque su aroma es casi tan fuerte como el mío sobre la cama. Él está a
mil quinientas millas de distancia, y yo mudado en mi nueva casa en el sudoeste. Sé que
no es permanente –nada lo es, en esta liga– pero demonios se siente mucho más
permanente que vivir con dos maletas en un dormitorio de universidad. Dejo eso de lado
y me concentro inventar una con buena forma de decirle que voy a llevar a Caroll a la
cena. Cuando caigo dormido, lo mejor que se me ocurre es no hacerlo en absoluto.

Durante una semana pospongo cualquier pregunta sobre la cena. Ni siquiera quiero
hablar sobre Caroll, porque Lee tan inteligente como es, descubriría que voy a llevarla.
De todos modos, no tengo mucha oportunidad de hablar con él: estamos practicando
sólo una vez al día ahora, pero tenemos sesiones de estudio que duran lo mismo, sin
mencionar las sesiones extra con Carson y Gerrard. Él está ocupado también, con las
sesiones de la universidad en plena marcha. Los Dragones lo tienen volando a una costa
para mirar un partido en la tarde del sábado, y entonces un vuelo para llegar a un partido
la noche del sábado, a una hora hacia el sur. Él me hace una llamada por teléfono al
final de ese último juego para hablar y relajarse de su día, al de la cual ambos
terminamos jadeando, casi desnudos, pegajosos, y tristes de que estamos a tres zonas
horarias de distancia.

Piadosamente, él no menciona la cena. Hablamos sobre lo que haremos el lunes, sobre


mi nueva casa y el restaurante en el centro que queremos probar. Él estará durmiendo
tarde y entonces viajando todo el domingo, entonces me despido diciéndole que lo veré
en el aeropuerto el lunes. Es una de las raras veces que puedo ir a buscarlo, ya que
tenemos todo el día libre.

Entonces el domingo, estoy de muy buen humor durante toda la práctica, la cual termina
temprano para alistarnos para la cena. Tengo exactamente un atuendo formal, un traje
gris de negocios que usé para el reclutamiento, pienso que se verá bien para la cena
hasta que Caroll se presenta escaleras abajo en un vestido azul pavo real que brilla a la
luz, ajorcas haciendo juego alrededor de su cuello y colgando de su oreja. Ella incluso
ha teñido su pelaje con reflejos azules, que veo justo cuando la luz los deslumbra. Y
déjame decirte, puedo recordar cuando mi corazón casi se hubiera detenido por tener
una pantera tan hermosa prestándome atención a mí – sin mencionar que efecto hubiera
tenido en otras partes.

Ella mira mi traje. No dice nada. Sacudo algo de mi pelaje fuera de él, saco una bola de
pelusa, y entonces aclaro mi garganta. “Um, ¿Lista?”

219
En respuesta, ella sonríe. “¿No tenemos medio hora de sobra?”

Miro de nuevo a la puerta de mi apartamento. “Um, no sé…”

“No estoy pidiendo entrar a tu casa,” dice ella, pero sus ojos hacen un rápido
movimiento hacia la puerta también. “Hay un lugar que conozco a un par de cuadras de
aquí. Podemos conseguirte un lindo smoking en media hora. ¿Está bien?”

“Oh.” Reviso el reloj. “Sí, claro.”

Veintinueve minutos más tarde, engalanado en el más cómodo smoking que he usado y
la primera vez que he tenido uno, estamos de nuevo en mi auto y en camino al Hotel
Tivoli, un hotel de cuatro estrellas al lado del estadio. “Ahí no,” dice ella cuando me
dirijo al estacionamiento. “Usa el valet parking.”

Realmente no entiendo porqué, pero sigo sus instrucciones, incluyendo el susurrado


“déjale uno de cinco” cuando le doy mis llaves al zorro gris en uniforme rojo. Hay un
pequeño grupo de reporteros esperando cerca de la entrada, incluyendo a nuestro amigo
el inconexo (su palabra) el fotógrafo de la cena pasada. Los flashes estallan, pero nadie
nos presta mucha atención a nosotros o pregunta alguna cosa específica, y la tormenta
de flashes que estalla detrás nuestro cuando otro auto se detiene, me dice justo cuanto
importamos.

“Es Aston,” le digo a ella. “Ven, vamos a nuestra mesa.”

“¿Quién?” pregunta ella mientras seguimos las señales con el logo de los Firebirds en
ellas.

“Aston es el quarterback. Es muy bueno para un chico del glamur. Has visto fotos de él:
el lobo con el pelaje blanco bajo su frente.”

“¡Oh!” Ella estira su cuello hacia atrás. “¿Su cita es Cheri Ringtail?”

“Quizás.” Maniobro a través del lobby lleno de gente. Ninguno de los fans sosteniendo
libros de autógrafos me reconoce. “Hey, Charm.”

El caballo me saluda desde el centro de los arrullos de una multitud de mujeres de


distintas especies. Sus ojos se detienen cuando ve a Caroll. Un momento más tarde, él
cierra su quijada y me da una ancha sonrisa y un sincero pulgar en alto. Algunas de las
mujeres alrededor de él se dan la vuelta y miran también, considerablemente menos
agradables. Entonces él hace un círculo con su otra mano mientras mete y saca su dedo
índice a través de esta. Alejo a Caroll lejos de él.

“¿No conoces a Cheri Ringtail?” dice ella cuando entramos al salón de baile. Ella
enumera algunas películas que Cheri Ringtail protagonizó; los títulos me suenan,
aunque no he visto ninguna de ella. De todos modos, sólo estoy medio escuchándola,
porque estoy registrando al salón por una mesa con alguien que conozca. Muchas de las
mesas ya están llenas: Gerrard y Carson están juntos con algunos de los otros
linebackers, y el resto de la dotación de linebackers están en una mesa con espacios

220
abiertos, pero Matador está ahí, así que paso. Otros jugadores están deambulando y
sentándose, entonces finalmente elijo una mesa casi vacía con la esperanza de que
Charm encuentre su camino hacia ella cuando haya terminado con la manada de fans.

La única otra pareja en la mesa son Colin Smith y una tímida zorra en una vestido de
seda rosa claro que casi se marchita cuando Caroll se sienta. “Abuelo ¿no?” Dice Colin
con una sonrisa. “Y recuerdo a la dama, por supuesto.” Tomo el asiento al lado de él e
intento no pensar en cuanto él me recuerda a Lee. Demasiado tarde, recuerdo que Colin
era uno de los novatos hostigando a Lee vestido de mujer, uno de los que sobrevivió a
los cortes. Aunque, no sé que hizo o quien fue el cabecilla. Quizás el sólo estaba
mirando. No me siento dispuesto muy amablemente hacia él, pero no puedo cambiar de
mesas ahora.

“¿Quieres traer algo de vino, novato?” Le sonrío mostrando los dientes.

Él me mira mientras pasa a Caroll cuando él se levanta. “¿Algo para usted, señora?”
“Lo mismo,” dice ella. Cuando él se ha ido, ella sacude su cabeza. “¿Puedes ordenarle
sólo así?”

“Él es un novato,” digo. “Primer año en la liga. Yo tuve que hacer lo mismo cuando
vine el año pasado. Créeme, buscar las bebidas está lejos de lo peor que tendrá que
hacer.”

“¿Este año?”

“Esta noche.” Sonrío.

Caroll mira a través de la mesa a la zorra y gira sus ojos. “Chicos, ¿eh? No importa
como los vistas, aún están en el patio de recreo. Hola, soy Caroll.”

“Oh, lo sé,” dice la zorra en una suave voz. “Leo ‘People’.”

Caroll se sienta un poco más derecha. “¿Y tú eres?”

“Penélope. Sólo Penélope. Ella mira alrededor del salón y entonces hacia abajo, a sus
cubiertos de nuevo.

“¿Hace cuanto que conoces a Colin?”

“Éramos novios en la secundaria.” Yo apenas puedo escucharla al otro lado de la mesa.

Caroll sonríe de alegría. “Eso es adorable,” dice ella. “Él es un zorro afortunado.”

Penélope sacude su cabeza. “Yo soy la afortunada.”

“Disparates,” dice Colin, regresando con una copa de vino para mí y una para Caroll. Él
se sienta, y acaricia la oreja de Penélope con el hocico afectivamente. “Es ella quien me
mantiene con los pies en tierra. Es muy fácil perderse y salirse del camino por agentes y
personas que sólo quieren aprovecharse de ti. ¿Cierto, cariño? Ella no me deja perder de
vista nada de eso.”

221
“Genial,” digo. Mi vino es blanco, un Chardonnay por el aroma. Eso me hace pensar en
Lee tanto como lo hizo el comentario del “zorro afortunado”. Y como si no tuviera
suficientes zorros en que pensar, otro más se dirige hacia la mesa, llevando una zorra
detrás de él. Ty Nakamura, un vulpino receptor también en su año de novato, saluda a
Colin con un choque de palmas, y se deja caer al otro lado de Penélope, comiéndose con
los ojos a Caroll abiertamente. A la zorra que está con él no parece importarle. Ella se
sienta e inmediatamente saca un pequeño espejo compacto para examinar su pelaje. No
tengo que preguntarle a él para saber que ellos dos no se han conocido desde la
secundaria. Estaría sorprendido si él la conociera hace más de una hora.

“Pienso que ambos son afortunados,” dice Caroll a Colin y Penélope. “Haber
encontrado a alguien especial y ser capaz mantenerse en ello es algo muy precioso en
estos días y época.”

Las orejas de ambos se mueven en esa adorable y ruborizada manera propia de los
zorros. Colin dice, “Siempre digo, un buen jugador de football necesita una buena dama
para estar en su mejor forma.”

“Seguro,” interrumpe Ty, “y los grandes jugadores de football necesitan tres o cuatro.”
Él se ríe, aparentemente inconsciente que nadie más está siguiéndole la corriente.
Aunque, tengo que admitir, estoy riendo.

“Voy a buscar algo de vino,” anuncia su zorra.

“Adelante,” dice él. Cuando ella se levanta, él agarra su cola y la deja correr a través de
su pata. “Encantadora ¿eh?” me dice él desde el otro lado de la mesa.

“Es bonita,” concuerdo.

Colin pone su pata sobre el hombro de Penélope y aclara su garganta para tener la
atención de Caroll. “¿Entonces vas a mantener a este viejo derecho?”

La elección de palabras me hace mirarlo fieramente, pero él está afortunadamente


distraído con Caroll y no se da cuenta. Lo estudio a él mientras Caroll responde y
decido que fue sólo la manera en que él habla, que él no ató ningún cabo de su
encuentro con Lee vestido de mujer. “Aún somos muy causales, sólo aprendiendo uno
del otro antes que hagamos un mayor compromiso. Lo sé,” dice ella a Penélope,
atrayendo mi ahí a tiempo para ver los ampliados ojos de la zorra, “No soy tu típica
estrella joven de Hollywood.”

Penélope sacude su cabeza. “Eres tan bonita como cualquiera del resto de ellas,” dice
Colin.

“Eres ardiente,” coincide Ty, con un guiño a mí.

Colin lo ignora. “Es tan lindo conocer a alguien cuya moral es más que sólo cosas que
reclaman estando en público.”

222
“Para ser justos,” dice Caroll, “si tomas la palabra de esos periodicuchos de chismes,
estamos rompiendo y reconciliándonos cada tres días. La mayoría de las damas que
conozco son mucho menos, debemos decir, activas.”

“Hey,” dice Ty, “no arruines mis fantasías.” Él gira en la silla, revisando el salón.
“¿Cuánto tiempo toma conseguir vino?”

Penélope se ruboriza de nuevo. “Lo siento,” dice la zorra, “Se que no debería leerlos…”

“Oh, por supuesto que deberías,” dice Caroll. ”Son gran entretenimiento. Sólo necesitas
mantener en mente que no son sobre personas reales.”

“Tú te ves muy real,” dice Colin.

Caroll sacude su cabeza. “Lo soy. Pero la Caroll Chavon en la revista no. Ella es una
fabricación de la gente que quiere creer que somos mejores y peores que ellos. Nos
elevan y nos destrozan.”

“No creerías lo que escribieron de Colin en su último año,” dice Penélope en alto.
“Dijeron que él había tomado dinero y mentido sobre ello. Fue terrible. Como si el
hiciera algo semejante.”

Las orejas de Colin se aplanan y asiente. Me siento un poco más comprensivo hacia él.
“Es lo mismo con nosotros,” digo. “Estábamos hablando sobre eso la otra noche.”
Parece muy de mercenarios agregar que estábamos discutiendo sobre cómo usar eso
para ventaja nuestra, y no es realmente lo mejor para decir a dos zorros cuyas orejas son
lo bastante inocentes para moverse cuando les dicen cuan afortunados son de estar
juntos.

La zorra de Ty vuelve con una copa medio llena de vino, con su nariz medio camino
dentro de esta, el hocico ya manchado de rojo. Ty dice, “Tuvimos todo eso en la
orientación de novato. Sólo tienes que ser realmente amable y no decir nada sino basura
sin sentido a ellos, e ignorar de lo que sea que traten de acusarte. ¿Qué, nada para mí?”

Su zorra traga otro trago de vino. “Consigue la tuya,” dice ella. “No soy una sirvienta.”

“¿Ven esto?” Ty se ríe. “Mujeres.”

Mientras Caroll y Penélope lo miran, y Colin dice algo apropiado y desaprobatorio,


ubico a Fisher caminando a través del salón, Gena un paso atrás de él. Sus ojos se
encuentran con los míos por un momento, entonces ambos desviamos la mirada al
mismo tiempo. Él va a otra mesa. La nuestra se llena con otro novato, un oso que
conozco sólo como Brick, un tacleador ofensivo cuyo nombre real resulta ser Usher
Partchan. Como la cita de Ty, la hermosa osa con Brick es, como diría Lee, trabajando
por hora.

Pero las damas se mantienen mayormente calladas mientras Ty, Brick y Colin hablan
sobre cosas de novatos. Interrumpo con mis experiencias del último año cuando no
estoy hablando tranquilamente con Caroll. Ella está interesada en el mundo del football,

223
o al menos es buena fingiendo, tanto que es ella quien me hace callar cuando el
Entrenador Samuelson se levanta para dar un discurso.

No recuerdo todas las palabras, pero es un discurso de motivación por un gran partido,
dejando aparte toda la temporada. El entrenador Gallick nunca hizo eso en Hilltown;
tampoco lo hizo el entrenador Kimble en Forester. Todos en el salón, o al menos en
nuestra mesa, nos emocionamos. Ty se levanta de un salto al final y mueve su puño de
arriba abajo. Al otro lado del salón, veo a Charm hacer lo mismo. Entonces todo el
mundo está levantándose y brindando. En la manera en que nos sentimos justo en ese
minuto, podemos derrotar a cualquiera. Un campeonato es un punto muerto.

El excitado murmullo en el salón se calma cuando los camareros traen la cena, la cual
consiste en gran parte de un montón de filetes. En nuestra mesa, una pequeña
competencia estalla sobre quien puede comer más rápido. Brick tiene una ventaja,
siendo un oso, pero hablando sobre desventaja desperdiciaría precioso tiempo para
comer, así que sólo echamos la comida en grandes cantidades, apenas tomándonos el
tiempo para cortar piezas tamaño bocado.

“Asqueroso,” dice Caroll, mirándome masticar tan rápido como puedo.

Trago. “¿Nosotros o el filete?”

“Tú,” dice ella, “aunque el filete no es primera categoría tampoco.”

“No me di cuenta,” balbuceo, mi boca ya está llena de nuevo.

Ella sacude su cabeza, mientras Brick levanta una pata hacia el camarero para pedir otro
filete.

Él termina siendo él único que pide tres filetes, y aunque él no termina el tercero, es
declarado ganador. Yo termino dos, de algún modo. Colin y Ty ambos llegan hasta un
par de bocados de su segundo antes de rendirse. Pilas de papas y ensalada son
empujadas al centro de la mesa mientras todos nosotros nos reclinamos en la
confortable confusión mental de la digestión. Incluso me siento más amable hacia
Colin. Él probablemente sólo estaba andando con los otros novatos. Él es demasiado
agradable para haber sido el que hostigó a Lee.

Hay un descanso antes del postre. Charlamos, despacio, mientras los entrenadores hacen
su recorrido por las mesas. Veo al Entrenador Samuelson visitar cada mesa antes de
detenerse en las nuestra. “¿Cómo están chicos?” dice él, con los brazos cruzados, y la
cola moviéndose de un lado al otro como un metrónomo. “¿Buen filete?”

“Urrrrgh,” respondemos generalmente.

“Ustedes chicos son el futuro de este equipo,” dice él, inclinándose más cerca.
“Tenemos muncha confianza en ustedes. Van a empezar participando este año, pero su
mayor contribución será abajo de la línea. Lo que voy a pedirles este año es que
aprendan tanto como puedan. Mantengan los ojos y las orejas abiertas.”

224
Él mira directo a mí. “Miski, tú estás dando un gran ejemplo para el resto del equipo.
Aprendiendo una nueva posición, haciendo progresos tan rápido según me dice el
entrenador Mikilios, vas a ayudar a asegurar un escuadrón de linebackers tan buenos
como cualquier otro en la liga.”

Siento un ardor que no tiene nada que ver con el filete. En ese momento, creo que soy el
mejor de la liga. “Gracias,” digo.

Él dice agradables palabras sobre los novatos, de Colin especialmente, y entonces pasa a
otra mesa. Los cuatro de nosotros intercambiamos miradas que se vuelven grande
sonrisas, entonces se que todos se sienten de la misma manera que yo. Las chicas no lo
entienden del todo. “Ustedes chicos,” dice Caroll. ”Sé que nosotros los actores tenemos
egos frágiles, pero no necesitamos que el director nos halague al principio del rodaje de
la película.”

“Quizás debería,” dice Brick, y entonces Ty le pregunta a Caroll porque dijo “actores”
en lugar de “actrices” y esa discusión dura durante todo el curso del postre.

Nos levantamos de la mesa y damos unas vueltas cuando se llevan el postre. No evito a
Fisher específicamente, pero Caroll y yo no lo cruzamos. Pasamos algo de tiempo
hablando con Gerrard y su esposa. Carson vino solo, uno de los pocos chicos que lo
hicieron. Caroll se lleva bien con todos e incluso hace salir algunas palaras de Carson,
para mi asombro. Charm se acerca y me da una palmada en la espalda en un momento,
señalando a Caroll a sus espaldas y ahuecando sus masivas manos enfrente de su pecho.
Giro los ojos.

Mientras la tarde transcurre, Gerrard y Carson empiezan a hablar sobre cuando irse.
“Espera hasta que Jaws y Aston se vayan,” dice la esposa de Gerrard. “Ellos
mantendrán a todos ocupados.”

“Quizás quiero firmar un par de autógrafos,” dice Gerrard. Él me sonríe. “Uno de los
gajes de ser titular, ya sabes.”

“Un par,” dice su esposa, “bien, pero si quieres arropar a los niños, no te puedes quedar
una hora como los hiciste en el beneficencia de la policía el mes pasado.”

Las orejas de Gerrard se doblan hacia atrás un poco, haciendo que su sonrisa se vea
avergonzada. “Tengo un deber con mis fans.”

“Si, si. Diez minutos, no más. Mira, ahí va Aston. Tomemos nuestras cosas.”

Corson y yo sonreímos el uno al otro cuando los coyotes se despiden. Caroll sacude su
cabeza. “Jugadores de football,” ella suspira. “Entonces ¿Cuándo deberíamos irnos?”

“No importa,” digo. “La reserva no tiene mucha atención. Cuando estés lista.”

“Estamos intentando cambiar eso, recuerda,” dice ella en voz baja. “Déjame ver cuando
los reporteros estén listos.” Ella revisa su teléfono.

“Estarán listos toda la noche,” digo.

225
“Para mí, quiero decir.” Ella hojea los mensajes.

Carson levanta su pata. “Me retiro, también,” dice él, y me da un puñetazo en el brazo.
“Te veo el Martes.”

Caroll cierra su teléfono de golpe y lo suelta en su bolso. “Tomemos nuestras cosas,”


ella dice.

“¿Tenía razón?” la molesto mientras regresamos a nuestra mesa, con ella a la cabeza.

“¿En cualquier momento?”

Ella me mira por encima de su hombro. “Están listo para mí ahora…”

“¿Eso qué quiere decir?” acelero el paso, al lado de ella. “¿Sólo quieres asegurarte que
ese fotógrafo esté ahí?”

“Cuando nos volvamos la más grande noticia, él será quien tendrá la historia desde el
principio,” dice ella. “Es sólo cortesía para asegurar que él siempre esté ahí cuando
seamos vistos.”
Sacudo mi cabeza. “La mayoría de mis jugadas de football no son tan complicada.”

“Tus jugadas terminan en diez segundos,” dice ella.

Salimos al lobby. Gerrard esta suspirando por un grupo de personas de un tercio del
tamaño de la multitud alrededor de Aston, cuya elegante sonrisa brilla en todas las
direcciones mientras firma para fans de todas las edades. Recuerdo la universidad,
cuando siempre había chicas esperando a hablar conmigo después de un partido, pero a
un año retirado de eso, el recuerdo es sólo un débil parpadeo.

Caroll y yo estamos a mitad de camino del pasillo cuando olfateo un aroma a zorrillo.
“Miski” una voz llama detrás de mí. La esencia es fastidiosamente familiar, la voz un
poco menos. Caroll y yo volteamos al mismo tiempo.

Hay un zorrillo moteado sosteniendo un celular con cámara. “Sonríe,” dice él. Un
momento más tarde, escucho el artificial ‘clic’ de una foto. Puedo ver la vil mirada en
su rostro, la salvaje sonrisa en su hocico, y un montón de cosas vienen irrumpiendo en
mi gran y estúpida cabeza, todas a la vez.

Mi primera reacción, ciertamente, no es una buena. “¡Dame eso!”

Golpeo el celular, perr él ya está pasando rápido a través de la multitud, esquivando a


través de los fans. Intento seguirlo, empujando con los hombros a la gente, con Caroll

226
227
tirando de mi camisa. “¿Cuál es el problema?” dice ella. “Queremos que la gente nos
tome fotos ¿Recuerdas?”

“No ese,” digo, dándome cuenta cuan estúpido debe sonarle a ella, pero enfocando toda
mi energía mental para mantener la vista en las copetudas orejas negras de Brian
mientras ondulan a través de la masa de la otra gente. Aún puedo olerlo, pero su olor no
es lo bastante fuerte para ayudarme si lo pierdo. Me abro paso a través de la multitud,
Caroll caminando detrás de mí. Gracias a dios los Firebirds no son más populares. Si
hubiera más fans en el lobby, no tendría oportunidad. Por otro lado, Brian no tiene
mucha experiencia moviendose a través y alrededor de jugadores de footbal como yo.

Él está a punto de escapar por el frente cuando me acerco lo suficiente para agarrar su
hombro. Él chilla y se da la vuelta, mirando desafiantemente, pero su voz es alta y
ajustada. “¡Quítate! Gritaré, lo haré.”

Caroll queda involucrada. “Dev,” dice ella. “¿Qué está pasando?”

“¿Por qué no le dices?” Brian aprovecha la aparición de Caroll para distraerme. “Dile
todo sobre tu susodicho novio ¿huh? Oh, cierto ¡Tampoco le contaste a él sobre ella!”

Lo dejo ir. Mi primer instinto es retroceder mi mano con un puño al final de ella, pero
afortunadamente mi buen juicio la detiene al mismo tiempo que Caroll. Brian recupera
algo de confianza. “Oh, sólo intenta eso,” dice él, su voz aún traicionando su subyacente
miedo. “Sólo inténtalo. Que historia será.”

Nos quedamos ahí y nos miramos el uno al otro. Entonces, para guardar algo de cara,
rujo, “Sal de aquí y no hagas nada con esa foto.”

Él sonríe satisfechamente, se da la vuelta y se va. Lo miro irse y entonces saco mi


propio teléfono. Caroll mira a Brian y entonces a mi teléfono, el cual ya está sobre mi
oreja. “Oooooookey,” dice ella. “Sé que no es mi asunto, pero al menos dime si debería
estar al teléfono con mi pulga pidiéndole una mejor forma de salir en los diarios.”

Yo suspiro. Ella no parece estar enloqueciendo. “No, está bien. Es sólo un tipo que tiene
algo contra mí. Necesito llegara casa ¿okey?”

Ella asiente. “Estaré en contacto,” dice ella. No se me ocurre hasta más tarde
preguntarme qué es lo que ella quiere decir con eso. Ya estoy marcando.

Por supuesto, me manda al buzón de voz. Él está viajando todo el día. “Hola,” digo
antes de que el tono siquiera haya terminado de sonar. “Soy yo. Escucha, ignora todo lo
que escuches de Brian. Hablaré contigo mañana sobre eso cuando te recoja. Te amo.” Y
entonces siento que deberá decir algo más, pero no puedo pensar en nada, entonces sólo
sostengo el teléfono en mi pata, y eventualmente llevo mi pulgar sobre el botón de
Colgar.

Pienso en él todo el camino de regreso, queriendo estrangular a Brian y a mí mismo


dependiendo de cómo cambia mi humor. De vuelta en mi departamento, intento de
nuevo, y esta vez él responde.

228
“¿Cómo estuvieron tus vuelos?” pregunto.

“Ugh,” dice él. “Cachorros llorando en dos de los tres vuelos. Asiento del medio en el
tercero. Pero por el lado bueno, tengo que hacerlo de nuevo mañana.”

“Pero estaré yo esperando para recogerte.”

“Eso ayuda ¿Entonces quién es la pantera en la foto que Brian me envió?”

“Mierda. Ese idiota…” La ira aprieta mi pata en un puño de nuevo.

“Recibí tu mensaje, amor. No estoy enojado ¿Quién es ella?”

Exhalo. “Ella es la estrella joven con la que mi pulga me puso.”

“¿Tu qué?”

“Ogleby. Lo siento. Es publicidad para las carreras de ambos, eso es todo.”

Él está callado. Puedo escucharlo moviéndose, desempacando quizás. “Entonces la


llevaste a la cena,” dice él finalmente.

“Si.”

Escucho más ruido: ropa, cajones, perchas de alambre. “Okey.”

“¿Okey ¿Sólo eso, Okey?”

“No sé, semental. ¿Quieres que me enoje? Estoy un poco cansado para eso justo ahora.
Tú dices que es sólo por espectáculo, bien, es sólo por espectáculo. Si quieres hablar
más de eso, podemos hablar mañana ¿bien?”

“No, está bien.” Digo. “Siento no habértelo dicho antes.”

“Yo también,” dice él.

Tengo que ser feliz con eso, hasta que realmente lo veo en el aeropuerto al día siguiente.
El viaje de vuelta a mi apartamento es silencio, y no del bueno y confortable tipo de
silencio. No es un silencio de enojo tampoco; conozco esos. No, este es un silencio de
“Lee está pensado las cosas”, lo cual me pone nervoso, porque sé que él está pensando
sobre Caroll, pero no sé en qué parte de todo el asunto de Caroll está pensando.

Al principio, el silencio no es la gran cosa, y no es como que él me está gritando. Si


hablo, él responde, y parece estar de buen humor, quizás un poco distante. Creo que se
animará cuando vea la casa nueva, y sus orejas se levantan un poco cuando lo hace. “A
quien sea que eligió este sillón para ti deberían dispararle,” dice él.

Me río, y lo llevo al comedor, donde la botella de vino que traje para él está puesta al
lado de dos copas. Él no reacciona a lo que pensé que era su chardonnay favorito,
excepto por decir, “¿Sin champagne?”

229
“¿Por qué champagne?”

“Para celebrar tu nueva casa.” Él da vuelta la botella.

Ni siquiera había pensado en eso. “Pensé que ese te gustaría,” digo.

“Me gusta.” Él me sonríe, baja la botella, y camina a abrazarme. “Gracias.”

“La comida debería estar aquí en cualquier minuto,” digo. “¿Quieres abrir eso?”

La abrimos, y en realidad es cerca de media hora más tarde que entregan la comida.
Había pensado, o esperado, que el vino facilitara las cosas, pero Lee aún está retraído,
aún callado, mirando por la ventana cuando la conversación desfallece, lo cual la hace
mucho más difícil de mantener, porque no soy bueno en ello cuando él realmente no
pone de su parte.

Él se anima de nuevo cuando la comida llega, ambos hambrientos, y es una verdadera


comida gourmet del restaurante que esta sobre la Cuarta: filete miñón, papas au gratin,
vegetales crujientes aún humeando, y media hogaza de pan caliente, incluso su propia
crema de mantequilla. Él me pregunta como conseguí que lo trajeran de Murray´s, y le
digo que cuando eres un reserva de Firebirds, puedes conseguir toda clase beneficios
especiales. Él quiere saber qué consiguen los titulares en el equipo, y le digo que cuando
empiece de titular, me mandarán un camarero.

Cuando él ríe, por un par de minutos, todo está casi tan bien como ha estado siempre.
Nos acurrucamos en el sillón y miramos una película, pero no es película muy buena, y
veo sus ojos arrastrarse a la ventana mirando los anuncios de neón del centro de la
ciudad.

Después de la película, le pregunto sobre su fin de semana. “No fue un gran partido,”
dice él. “Titus estaba once abajo con tres minutos de juego. Tenían este lobo QB
novato, Higgins, quien anotó una carrera, y entonces Cansino College suelta el balón en
su primera jugada después de eso y Titus recupera la bola. Higgins la lanza, no te
miento, a sesenta yardas, cayendo justo en los brazos de su mejor receptor –zorro–
quien, la espera….la deja caer.”

“Agh.” Yo agarro mi cabeza.

Él sonríe. “Se pone mejor. Siguiente jugada, exactamente la misma. El receptor corre
su ruta, el cornerback de Cansino hace la intercepción95.

“Estás bromeando.”

95
Junto con el fumble es una de las jugadas conocidas como turnover (pérdida de balón) y una de las
jugadas más eficaces del equipo defensivo. Cuando un jugador defensivo atrapa un pase del quarterback
rival antes de que el balón toque el suelo o salga del campo se consigue una intercepción y su equipo
obtiene automáticamente la posesión del balón, teniendo la oportunidad de continuar esa misma jugada
para buscar la anotación o como mínimo iniciar una serie ofensiva en el punto donde sea derribado.

230
Él sostiene una pata en alto. “Él no se tira al suelo. Él intenta correr con el balón de
nuevo.” Él sacude su cabeza. “¿Puede creer eso? Ventaja de tres puntos, un minuto en el
reloj, e intenta correr con él. Así que por supuesto, el zorro finalmente se redime.
Captura al corner por detrás, le saca el balón y se tira sobre él. Titus lo recupera,
cuarenta y cinco segundos en el reloj.

“¿Intentó correr de nuevo?” Mi entrenamiento de cornerback parece a siglos de


distancia, pero recuerdo eso tan claro como el día: intercepción al final del partido, con
la ventaja, igual a “tírate sobre el balón.”

“Con una ventaja. De todos modos, se alinean, Higgins lanza a la zona de anotación,
falla. Segundo down96, él hace un pase corto, y el corredor no llega a la zona de
anotación. El reloj corriendo. Doce segundos. Otro lanzamiento a la zona de anotación,
falla. Cuarto down y dos, Higgins forcejea y consigue el primer down. El reloj se
detiene para mover las cadenas97, y tan pronto lo tiene preparado, Higgins clava la bola.
Dos segundo restantes. Última jugada del partido, a casi doce yardas de la zona de
anotación. Down cuatro. Muestran el pase, Higgins retrocede, y corre en línea recta por
el medio. Touchdown.”

“Wow.” Acaricio su oreja y sonrío. “Qué bueno que tu trabajo te manda a ver buenos
partidos.”

“Ese es el primero de este año.” Él cierra sus ojos y se apoya en mi caricia. “La mayoría
fueron victorias fáciles 48-7. En realidad no es bueno cuando es un buen partido, porque
te quedas envuelto en el partido y terminas no mirando a los jugadores. Y mirar la
película después, y no es ni cercanamente tan efectivo. No captas el sentimiento del
juego, la confianza que este chico Higgins irradia, como todos sus chicos creen que él la
pondrá por ellos.” Él traza una pata sobre mi pierna perezosamente. “Si él tuviera
alguna clase de apoyo, estaría mucho más en los radares de los reclutadores.”

“¿Alguien más bueno en el partido?”

Él suspira. “El tacleador izquierdo, Cansino no es malo. El borderline es material para


los profesionales.” Su hocico gira para mirar al mío. “¿Cómo estuvo tu cena?”

“No tan buena como lo hubiera sido contigo.” Digo.

“¿Alguien hizo algo embarazoso?”

Deslizo mi pata debajo de su camisa mientras pienso sobre eso. “No más que lo usual.”

96
Se entiende por down u oportunidad el periodo comprendido entre la puesta en juego del balón y el fin
de la jugada.
El fin de una jugada está condicionado a diferentes circunstancias, siendo las comunes cuando un pase no
tiene éxito (pase incompleto), cuando el jugador que lleva el balón es derribado por un contrario dentro
del terreno de juego o bien cuando sale del mismo por las bandas ya sea por decisión propia o por ser
empujado por un contrario.
97
Mover las cadenas significa que el equipo que tiene el balón consiguió el primer down y las diez yardas
necesarias para ello son medidas por una cadena de diez yardas de longitud.

231
No estoy seguro si sólo soy paranoico o si realmente toma más persuasión de la usual
que él entre a la habitación. De lo que si estoy seguro es que una vez estamos ahí, y las
cosas están yendo en la manera en que las cosas siempre van, bueno, no exactamente de
la manera en lo hacen siempre. Quiero decir, ambos estamos listos, no me malentiendas
sobre eso. Pero él esta sobre su estómago, y yo debajo de su cola, y él sólo se queda ahí.
Usualmente incluso en esta posición él se está moviendo, empujando contra mí,
realmente empeñándose en ello. Todo lo que siento es la tensión de su espalda, y cada
tanto un movimiento hacia atrás de sus caderas, como si él hubiera recordado que yo
estoy aquí atrás. Su cola golpeando contra mí, pero no se envuelve alrededor mío.

Deslizo mis brazos alrededor de él, sujetándolo mientras mi miembro se desliza


adelante y atrás en su calor, intentando recapturar el sentimiento de unidad que hace
nuestro tiempo juntos tan bueno. Él es delgado pero enérgico, fuerte para su tamaño,
pero siempre he amado sujetar ese cuerpo y saber muy bien las cosas que pasan por su
cabeza, su espíritu, su corazón. Él responde, pone una pata sobre la mía, pero eso no
ayuda al sentimiento de que hay cosas que él no está compartiendo conmigo. Me
preocupo sobre eso hasta que no es realmente posible para mí preocuparme por nada
más, y entonces me acerco para asegurarme que él no está preocupándose tampoco.

Termina de la manera usual, con ambos jadeando y pegajosos, pero algo está faltando,
algo está un poco apagado. No diría que fue malo, pero no fue tan bueno como podría
haber sido. No quiero decir nada porque sé que la mitad del tiempo cuando hablo sólo
empeoro las cosas. Pero él tampoco dice nada, sólo cae dormido contra mí con un brazo
sobre mi pecho.

Deseo que pudiera dormirme. Ayudaría si este fuera un lugar familiar. Aunque es mi
cama, mis posters, mi zorro, la ventana me recuerda que afuera es un paisaje en el que
sólo he vivido por un par de semanas. Mi zorro, también, está extraño, y me empiezo a
preguntar si las cosas están cambiando.

Me toma una hora dormirme. Cuando despierto, recuerdo vagamente mi sueño,


desconectados y cambiantes paisajes en los cuales yo era una especie de agente secreto,
pero el villano con el que estaba luchando se convertía en el edificio en el cual lo estaba
persiguiendo, y entonces en una estrella en el cielo. Yo tenía una pequeña computadora
que me ayudaba a hacer un seguimiento de lo que él era, pero de alguna manera esta se
mantenía un paso detrás de él. Entonces insistía en que era yo, y tenía que reiniciarla.
Ahí es cuando desperté.

Lee está un poco más animado en la mañana, si no por mucho. Desayunamos en Chip´s
Java, dando la vuelta a la esquina, y nos sentamos calladamente en una mesa, él con su
latte y yo con mi café negro. Él compra un muffin de chocolate, yo compro una garra de
oso y una rosquilla, nos sentamos y comemos sin mucha conversación. Él me sonríe un
par de veces, pero no mucho más.

Entonces cuando volvemos a mi casa y él empieza a empacar, me doy cuenta que no


puedo dejarlo ir así. “Hey,” digo, “estás muy callado para ser un zorro ¿Qué pasa? ¿La
cosa con Caroll te molesta?”

“Nah,” dice él, y sigue empacando su bolso. “Ya te dije, está bien.”

232
“¿Qué es, entonces?”

Él se detiene y mira alrededor. “Bueno, esta realmente es una linda casa.”

“Gracias,” digo. “Si te hace sentir mejor, yo no elegí la mayoría de las decoraciones.”

“Lo sé.” Él apunta a la cama. “Necesitas sábanas nuevas. No, quiero decir, creo que
siempre pensé en esto como temporal, que volverías a Hilltown. Esto se siente
permanente, es todo.”

“Aún volveré fuera de temporada. Puedo costearme tener dos casas ahora ¿sabes?”

“Lo sé, lo sé.” Él sonríe, cuelga su bolso sobre un hombro, y se para en las puntas del
pie para besar mi nariz. “Sólo son cosas que necesito trabajar.” Su celular suena justo
entonces. Él revisa el número y lo ignora, entonces me mira a la vez. “Deberíamos ir al
aeropuerto.”

Usualmente cuando algo así le molesta, quiere morderme y me dice que lo deje sólo.
Ese silencio me preocupa como el demonio. Y no puedo sacudirme el sentimiento de
que él está, si no mintiéndome, al menos no diciéndome toda la verdad.

No puedo hacer nada por ello; Lo codeo suavemente un par de veces más en el camino
al aeropuerto, pero él cambia el tema cada vez. Me rindo y lo dejo irse con nuestra
versión pública de un beso: un abrazo con solo un brazo y acariciarlo con mi hocico a
través de sus orejas. Lo veo caminar a través de la entrada de seguridad. Desde el otro
lado, él se da la vuelta y levanta una pata. Yo sonrío, le devuelvo el saludo, y entonces
se va.

De vuelta en el mundo del football, con la temporada a la vuelta de la esquina, las cosas
suben de intensidad. Libros de jugadas y prácticas, entrenar y ser entrenado. No puedo
sacar a Lee y sus problemas de mi cabeza, así que la primera práctica es un desastre.
Una vez que conseguimos pasar el realmente básico trabajo de piernas, meto la pata
sobre todo el campo. Se supone que ejecute un 57 Tortilla Noruega98, y yo lo mezclo
con un 39 Crêpe Suzette, y termino golpeando a Colin, corriendo una corta ruta para
cubrir el espacio. “Fíjate por dónde vas,” dice él.

“Fíjate tu, novato,” estallo, dándole la espalda a él.

“Vuelve al juego,” Steez me dice.

Él odia el “Lo siento”, así que sólo asiento y troto de vuelta al inicio. Pero incluso
mientras él está ladrando jugadas e instrucciones, estoy recordando cómo se veía Lee en
mi auto, y sintiéndome culpable sobre Caroll. Me doy cuenta que me perdí
completamente en lo que fui llamado a hacer, entonces intento descifrarlo por donde
están todos los demás alineados y lo que están haciendo. Adivino mal.

Esta vez, Steez se levanta en mi cara. “¡Cabeza! ¡En! ¡El! ¡Juego!” grita él.

98
En el original, Baked Alaska.

233
“Lo siento,” balbuceo.

“¡No me des un lo siento! ¡Quiero verte jugar¡”

Troto de vuelta a la línea y enfoco completamente mi atención hacia él.

La tercera vez que meto la pata, él me manda a las duchas, figurativamente. “Vuelve
esta tarde, con la cabeza en su lugar,” grita él. “Tómate cinco, una siesta, un cura para la
resaca. Lo que sea.” Entonces se me acerca. “Los profesionales,” dice él, apuntando a su
cabeza, “tienen la cabeza en el juego siempre.”

Entonces me siento en el vacio vestuario al lado de mi casillero y pongo mi cabeza


contra él y me enojo conmigo mismo. Maldito sea Lee por su depresión reservada.
Necesito lograr esta posición, y en lugar de eso estoy saliendo al campo preocupándome
por él. Él es inteligente, él sabría que lo estaría. Es por eso que me dijo que no lo haga.

Bueno, bien. Él no quiere que me preocupe por él, no voy a hacerlo. He estado
haciéndolo bien con Carson y Gerrard, Matador sigue metiendo la pata. Tengo una
oportunidad de jugar como titular si mantengo mi cabeza en el juego. Esta práctica
podría haberme retrasado otra semana o dos, y eso me pone bien y excitado. Si Lee sólo
me hablara, yo no estaría así de alterado.

Empiezo a pasear por el vestuario. Olvídalo, me digo a mí mismo. Vuelve al juego.


Repaso el libro de jugadas. Eso funciona. Empiezo a recitarme las jugadas a mí mismo,
haciendo trabajo de piernas sobre el concreto del piso del vestuario. Un par de chicos
entran y me miran como si estuviera loco. Los ignoro también. Calla al mundo y
concéntrate en lo que necesitas hacer.

Esa tarde, estoy muy listo. Salimos para los ejercicios y estoy sumamente ansioso de
llegar a la línea de golpeo, el segundo equipo contra el segundo equipo en un partido
simulado. Football es todo lo que está en mi mente. Corro cada ruta. Le ladro a Dix
cuando pierde un paso. Veo una jugada desarrollarse y abandono mi patrón para
deshacerla. Me pongo caliente y sudoroso y no pienso ni una vez en Lee en toda la
tarde. Al final de la práctica, Steez capta mi atención al otro lado de de la línea de
banda. Él apunta a su cabeza y asiente. Yo asiento en respuesta y voy a las duchas, esta
vez en serio.

Esa noche, salgo con Charm, aunque lo convenzo de no ir a un club de strippers. Vamos
a Mick´s y quedamos muy destrozados. Yo camino casa después de llamarle un taxi a
él, y me tiro en mi cama. Él olor a zorro me pone excitado de nuevo, enojado con él por
su actitud, por no llamarme hoy, por el nada inspirador sexo, por no enojarse por lo
Caroll. No estoy lo suficientemente borracho para vomitar, pero estoy lo bastante
borracho para llamarlo.

Eso, por supuesto, no es una buena idea. Me contesta su buzón de voz, porque es una
hora más tarde en donde él está y probablemente está durmiendo. Pero empiezo con,
“Entonces no quieres atender el teléfono cuando llamo,” y continúo diciéndole que no
quiero hablar con él, que él puede resolver sus malditos propios problemas, y que si él
no quiere hablar conmigo que yo no quiero hablar con él. No recuerdo colgar, pero debo
haberlo hecho en algún punto, porque él teléfono está pagado cuando despierto.

234
Estoy en mi camino al estadio cuando el teléfono suena, y sólo es entonces que recuerdo
llamar la noche anterior. Ah, Dios. Sostengo el teléfono sin mirarlo, temeroso de ver el
nombre de Lee en el identificador de llamadas. Pero no puedo no contestarlo, así que lo
levanto y gracias a dios, es Ogleby.

Rompo con un “¿Qué?”

“¡Está funcionando! Chilla él alegremente. “Escucha: En la cena de equipo de Firebirds,


anoche…”

“No fue anoche,” interrumpo.

“Esto es de ayer. Escucha: En la cena de equipo de Firebirds anoche, podría haber


indicios de romance en el aire cuando el cornerback de reserva convertido en
linebacker, Devlin Miski, fue encontrado con la espléndida estrella joven –espléndida,
eso escuchaste–, Caroll Chavon, de “Panther House”: Miski, un tigre en su segundo
año, lucía especialmente bien junto con Chavon. Esto podría ser serio, ya que Miski
nunca ha sido visto en un cita con mujer antes.”

Algo sobre eso está haciendo estremecer mis bigotes. “¿De dónde viene eso?”

“¿Escuchaste eso? ‘Se veían especialmente bien’. Tienes que seguir viéndola, chico.
Está haciendo maravillas.”

“¿Fue ese tipo, el fotógrafo, cual sea su nombre?

“La foto no se ve mal tampoco, es de un teléfono celular, pero aún así, deberías vestirte
formal más seguido. Nunca te he visto en ese smoking antes ¿Ella lo eligió?”

“Ogleby ¿De dónde estás leyendo eso?”

“Es un blog online, pero no te preocupes, los blogs son tan buenos como los medios
principales estos días, eso es lo que escuché.”

“¿De quién es el blog?”

“¿Qué importa? Escucha, chico, voy a llamar al agente de Caroll y mostrarle esto a ella
y organizar algunos lugares más para que sean vistos. Te quiero.”

“¡Ogleby!” Casi paso una luz en rojo. Él ya se fue.

Durante el resto del viaje en auto, sostengo el teléfono como un huevo crudo, esperando
a que Lee reciba mi mensaje y llame. Quiero llamarlo, pedirle que revise este blog, pero
por supuesto no puedo hacer eso, no puedo sólo ir de un mensaje que le dejé estando
borracho a pedirle un favor. Cuando llego al estadio, tiro el teléfono en mi casillero y lo
dejo ahí, llevando nada sino football al campo conmigo, y tengo una gran práctica.

Esa tarde estamos libres para ir a entrenar en el salón de pesas. Aquí, puedo dejar toda
la ira y las preocupaciones sobre Lee volver claramente. Me doy cuenta que realmente

235
podría haberlo estropeado esta vez. Él estaba intentando resolver sus problemas y no
quería molestarme con ellos, y yo lo llamé y le grite, borracho. No es como si él no
hubiera hecho su cuota de cosas estúpidas estando borracho, pero al menos en su caso
estaba de rodillas intentando mamármela, lo cual no es algo que pueda tener en su
contra. Así que me castigo a mí mismo en el salón de pesas, apilando los pesos y
esforzándome hasta que mis músculos están gritándome que lo que sea que hice, ellos
aún necesitan arrastrar mi triste trasero y ¿podría descansar sólo un poco? Dejo la barra
con pesas traquetear sobre el estante y me quedo ahí respirando fuerte.

“Buen entrenamiento,” escucho decir a Fisher.

Gruño una respuesta. Toda mi ira hacia Lee queda desplazada hacia él casi
inmediatamente. Si tuviera tiempo para pensar en ello, pensaría que fue raro como pasó
eso. Tengo suficiente autocontrol para no empezar algo en medio del salón de pesas con
quien sabe quien más alrededor y al alcance del oído, pero no quiero presionar mi
suerte. Sólo espero que mi desinteresada respuesta sea suficiente para hacerlo irse al
demonio.

“La última vez que me presioné a mi mismo así, fue cuando conocí a Gena.” Continúa
él. “Ser votado por una tierna y pequeña tigresa. No puedo si quiera recordar su
nombre.”

“Dixie.” Me levanto y me alejo de él, hacia las pesas.

Él me sigue. “Oh sí. Creo que lo que estoy diciendo es, que entiendo cómo te estás
sintiendo, pero tomaste la decisión correcta.”

Es la desafortunada sincronización de ese comentario suyo, cuando soy capaz de girar


alrededor y ver que no hay nadie más en el salón de pesas, que me espolea para
finalmente responder. “¿De qué carajo estás hablando?”

Él parpadea. Estando cara a cara conmigo ahora él levanta su pata. “Calma,” dice él.
“Sólo me imaginé que le dijiste a tu amigo… me imaginé que lo terminaste, o algo.
Podría estar equivocado, pero nunca te he visto tan exaltado como lo has estado esta
semana. Entre la metida de pata en la primera práctica e ir a con todo desde entonces,
así es como me lo imagine.”

“¿Así es como te lo imaginaste?” digo.

Ahora él ensancha sus ojos. Veo sus hombros que se ensancharse y se tensarse. Él es
más bajo que yo, pero más musculoso, y en nuestras camisetas sin mangas, la diferencia
es obvia. Para lo único que importa. “No explotes sobre mí, novato.” Un gruñido se
arrastra en su voz. “No voy ser arrastrado por tu jodido estado mental.”

“¿Jodido?” me levanto en su cara y lo empujo en el pecho. “¿Eso es lo que piensas de


mí?”

Él se tambalea hacia atrás, se recupera rápido, y me empuja de regreso, más fuerte. “Tú
no eras nada así el año pasado.”

236
“Quizás sólo me estoy cansando de esconderlo. Como Tony como se llame.” Llego a
empujarlo de nuevo. Él agarra mi muñeca. La tuerzo para liberarla e intento de nuevo,
más como un puñetazo que como un empujón esta vez. Él lo desvía sólo parcialmente.

“¿Qué?” No puedo decir si él está sobresaltado por mi comentario o por el puñetazo


desviado. Él no regresa el empujón esta vez, pero no tiene que hacerlo. Ya estoy
bastante encendido.

“¿Sabes? Sólo toma tu maldita actitud de soy más sagrado que tú y vete a la mierda.”
Quiero que él tire un puño a este punto, así que puedo dejar de contenerme.

Él gruñe. “Maldito si me encuentras siendo comprensivo de nuevo.” Él se da la vuelta y


se aleja caminando.

De pie mirándolo, aprieto mis puños. Toda la ira que ha estado hirviendo en mí por el
día anterior llega al punto de ebullición, y él aún está en el salón, un objetivo
conveniente. Voy corriendo hacia él y agarro su hombro, girándolo. “¿Comprensivo?”
grito yo.

Él tiene reflejos de football. Él me empuja mientras aún estoy gritando. “¡A la mierda tu
comprensión!” lo empujo a una banca para pesas, donde se tambalea y casi cae. Voy
hacia él de nuevo, pero él está listo con un rápido puñetazo en el estómago, el cual duele
aunque lo bloqueo parcialmente. Me tira hacia un lado, sobre un muro, y voy directo
hacia él de nuevo, asestando uno en su mandíbula y otro en la parte superior de su
pecho.

Él se acerca y luchamos, donde él tiene la ventaja por su cuerpo más pesado y más bajo
centro de gravedad. Pero sostengo el mío propio, lo cual pienso más tarde es porque él
se está conteniendo y yo no. Ambos somos golpeados contra el muro un par de veces,
entonces él tropieza con una banca para pesas y lo tiro al piso.

Mi corazón salta cuando cunado miro hacia abajo, jadeando. Él mira hacia arriba, su
cola azotando a tiempo con la mía. Quiero decir algo devastador, algo que lo hiera en
alguna forma en lo que nuestra pelea no lo hizo, pero no puedo pensar en nada. Lo que
es más, él ya no se ve furioso conmigo, sólo algo aturdido, y ahora me siento peor
porque dejo salir toda esta ira y no está ayudando en nada. Entonces salgo del salón
caminando, golpeando mi puño contra uno de los casilleros en el pasillo en mi camino
hacia afuera

La lógica se filtra lentamente de nuevo en mi cabeza cuando me doy una ducha. Hay un
montón de penalidades por pelear con un compañero de equipo, hasta suspensión por un
partido. El agua gotea entre mis orejas y hacia abajo por el puente de mi nariz. Fisher no
dudaría en tenerme suspendido. Bueno, quizás dudaría. Ojala. Pero no estoy contando
con eso. Y no estoy seguro si no merezco una suspensión, la manera en que me estoy
sintiendo y la manera en que acabo de actuar. Como mínimo, creo que él lo reportará y
recomendará una multa o algo. Lo cual está bien. Las multas son un chiste entre el
equipo. ¿Veinte mil dólares, treinta mil dólares? Oh, hombre, no puedo comprar ese
segundo auto ahora. Incluso para alguien como yo, teniendo el mínimo salario de liga,
veinte mil dólares dolerían pero no mucho.

237
Lo que pienso no hacer es disculparme. Él merece ser noqueado, y aceptaré la penalidad
por ello. Eso, por supuesto, me recuerda de la cosa por la que sí necesito disculparme.
Supongo que ya es tiempo para darle a Lee una llamada. Él silencio de él había sido
¿Cuál es la palabra? ¿Ominoso?

Cuando saco el celular, veo que me he perdido un par de llamadas durante la práctica y
el entrenamiento con pesas, ambas de mis padres. Un poco preocupado, los llamo
inmediatamente y tengo a mi mamá en la línea. Le pregunto qué pasa, y ella dice que
justo iba a preguntarme eso a mí, porque ellos recibieron ese correo de voz de mí…

Tengo uno de esos momentos cuando mi pelaje se siente como que va a caérseme. ¡Por
supuesto! El marcado rápido para Lee está al lado del de casa, y por supuesto no
escuché muy de cerca el buzón de voz antes de hablar ¿o sí? Mamá quiere saber a quién
le estaba hablando, porque realmente no les he mencionado a Lee a ellos, sólo insinué
una o dos veces que estaba viendo a alguien. Digo vagamente algo sobre llevar las cosas
fuera de proporción, pero me sigue con las preguntas: ¿Quién no te hablará? ¿En quién
solías creer? ¿Qué hicieron ellos? ¿Por qué dije que mi cama se fundió como ellas? Las
prostitutas, mamá, digo, lo cual ella no cree, pero finalmente se cansa de preguntar.
Entonces recibo preguntas sobre cuando voy a estar en la alineación permanente, lo cual
no es nada fácil. Finalmente soy rescatado por el bip de llamada en espera de mi
teléfono.

“Es ella, Mamá, tengo que irme,” digo. Ella dice que la llame si estoy teniendo
problemas con alguna novia. Finalmente consigo un adiós de ella y cambio de línea con
una exhalación. “Hola.”

“Hey, chico, grandes noticias, contacte con el agente de Caroll y estás agendado para el
sábado a la noche. El sábado está bien ¿cierto?”

“¿Qué?” Me toma un segundo registrar la chillona voz de hurón.

“El sábado a la noche no estás haciendo nada ¿cierto?”

Jesús. “Si, creo…quiero decir…” miro alrededor del vestuario. Hay un par de chicos,
bromeando. “Necesito revisar.”

“¿Necesitas revisar? Qué necesitas revisar, esto es una obviedad, ustedes se están
llevando bien, están teniendo buena prensa…”

“Necesito revisar ¿okey?” Te hablo más tarde.”

Voy a toda velocidad a casa y me hecho en la cama, ahora armado con una legítima
excusa para llamar a Lee más allá que disculparme por un correo de voz que nunca
escuchó. Intento calmar el diluvio de emociones en mi cabeza antes de hacerlo.
Afortunadamente, Ogleby me ha distraído con un problema a taclear, y el resto de mi
mente está todo ocupada preguntándome que va a hacer Fisher sobre nuestra pelea. Pero
no hay nada que pueda hacer sobre eso, y tengo que llamar a Lee, así que tomo un
respiro y marco su número.

“Hola,” dice él, respondiendo al primer tono.

238
Sólo escuchar su voz de nuevo me da una oleada de alivio. Una pequeña, pero lo
suficiente para retraer mis garras de la sábana y sentir que la tensión se desvanece de
mis hombros y cola. “¿Te sientes mejor?”

“Algo ¿Qué tal tú?”

Me toma un pequeño tiempo ordenarme a través de las emociones de las última


veinticuatro horas. “Uh, bien. Hey, creo que Brian posteó esa foto de mí.”

“¿Viste eso?”

“No aún. Ogleby lo hizo. A él le encantó.”

“¿Qué pensaste?” Él esta callado, reservado en hacer esa pregunta.

“Sonaba como que había más en el post de lo que Ogleby estaba viendo.”

“Mm. Él es buen escritor cuando pone su mente en ello.”

“¿Puedes enviarme el enlace para que pueda verlo?”

“No hay mucho…sí, seguro, lo haré.” Escucho el bip de una laptop y sonidos de teclas.

“¿Qué hay en tu agenda para este fin de semana?” Pregunto.

Más sonidos de teclas. “En realidad voy a estar algo ocupado.”

Espero a que él me diga con qué, pero probablemente sólo son más juegos de football.
Aún así, me toma un segundo recordar hacer lo correcto. “Ogleby quiere que salga con
Caroll de nuevo.”

“Imaginé que no sería una cosa de una sola vez.”

“¿Entonces está bien?”

“Seguro, ya te dije eso.” Agrega él, después de una pausa y con menos aspereza,
“Gracias por hacérmelo saber.”

Es casi como que no hay nada malo. Dejo mi cola colgar sobre un lado de la cama y
pongo una pata detrás de mi cabeza. “¿Entonces el fin de semana siguiente? Tenemos a
New Kestle viniendo, debería ser un buen partido.”

“Um…voy a ir a Freestone y Port ese fin de semana.”

Algo está arrastrado en su voz. Mi cola se enrolla sobre la cama. “¿Todo el fin de
semana?”

“Es un largo viaje.

239
“¿Zorro?”

Él suspira. “Mira, estaba pensando…podrías necesitar concentrarte en el football hasta


que ganes el trabajo permanente.”

“Por supuesto que lo hago,” digo. “¿Entonces?”

“Entooonces…. Creo que yo soy un distracción.”

Yo resoplo. “¿Estás dándote cuenta de eso justo ahora?”

“Sólo digo que necesitas tener toda tu concentración.”

“Entonces ¿Sólo puedo concentrarme en una cosa a la vez?”

“Dev…”

Estoy enganchando las sábanas con una garra. La retraigo. “Lo siento ¿Entonces no
quieres verme de nuevo hasta que empiece de titular?”

“Eso no es lo que dije.”

“Eso es lo que yo escuché.”

El filo se desliza de vuelta en sus palabras. “Entonces escucha de nuevo. Sólo dije que
no creo que debamos vernos hasta que logres quedar en la alineación.”

Miro al otro lado de la habitación, afuera de la ventana, y miro las luces en el edificio de
oficinas del centro. Me pregunto si alguien está ahí mirando a través de su ventana hacia
a mí. “Has visto jugar a Matador ¿cierto?”

“Déjame deletrear esto para ti, semental. Tengo tanta confianza en ti que sé que esto no
te tomará un largo tiempo.”

“¿Y qué entonces? ¿Piensas que necesito algo de motivación extra?”

“Realmente yo no quiero hacer esto tampoco.” Él suena dolido, o molesto. O ambos.

Cierro mis ojos con fuerza y lo abros de nuevo para mirar los patrones de luz. Ellos
están fijos, inmóviles. Voy a la ventana sólo para ver a la gente abajo en la calle.
“Entonces si tú no quieres hacer esto, y yo no quiero hacerlo…”

“Sé cuán difícil es aprender una nueva posición. Y sé qué tipo de oportunidad tienes ahí,
y que tan importante es.”

“Jesús. Lee ¿Por qué tenemos que hacer esto por teléfono?” Pongo una pata contra el
vidrio. Mi reflejo se ve exhausto.

Él suelta una risa, secamente. “Date un minuto. Lo averiguarás.”

240
“Sabes lo que quiero decir.” Me doy cuenta de lo que yo he dicho después de eso. Miro
al tigre en el vidrio y sonrío. Antes de que él tenga chance de responder, continúo.
“¿Realmente crees eso?”

“Te veré dentro de un mes, lo apuesto.”

Pienso que un mes no sería nada. Pienso en Charm y sus clubes de strippers. Puedo ver
el brillante neón a un par de calles: un club al que él dice que fue, una vez. “¿Lo
apuestas?”

“Claro.”

“Muy bien, entonces.” Muchas personas toman la calle con el neón. Me pregunto
cuántos de ellas están yendo al club. “¿Qué tal esto para una apuesta? No te puedes
masturbar hasta que te vea de nuevo.”

Eso le saca una sobresaltada carcajada a él. “¿En serio?”

“Si,” digo. “¿Realmente tienes confianza en mí? Pruébalo.”

“Muy bien,” dice él, “pero tú tienes que hacerlo también.”

Miro hacia afuera de mi reflejo. “¿No masturbarme?”

“No venirse de ninguna manera, por ningún medio.”

“Para ninguno de nosotros.”

Él suena más relajado que en cualquier momento durante la llamada cuando dice,
“Hecho. Y ¿Dev?”

“¿Hm?”

“Eso incluye a Caroll.”

Me río. “Me aseguraré de decirle ¿Podemos aún hablar por teléfono? Quiero decir, tu y
yo.”

Él me regresa la carcajada y dice lo siguiente en su voz de Lauren Bacollie. “Sólo


intenta detenerme, guapo.”

Entonces vuelvo a la cama y le cuento sobre el mensaje que les deje a mis padres.
“Estaba borracho,” digo, “y tú estabas actuando raro. Gracias a dios que mi mamá fue
quien recibió el mensaje primero.”

“Si, lo siento,” dice él. “El shock de ver tu apartamento. No esperaba que me golpeara
así.”

“Pensé que fue por la cena. “Hey, ¿Has visto el post de Brian sobre eso?”

241
Él duda. “No. Te lo hubiera dicho.”

Por supuesto él lo haría. Entonces ¿Por qué siento una extraña punzada, una urgencia
por presionarlo más allá? “Debería haberle señalado eso a mi mamá,” digo. “Le dije que
estoy saliendo con un prostituta, pero ella no se trago eso.”

Él se ríe. “¿Cuánto tardó antes de preguntar cuando ibas a estar de titular?”

“Oh, eso es segundo en la lista. Después de las novias para ella, y después de la
concesionaria para mi papá.”

“Bueno,” dice él, “Tendrás una respuesta de ellos muy pronto.”

“Mejor para mí,” digo,” o mis bolas estallarán.”

Llamo a Ogleby después de eso y le digo que la noche del sábado estoy libre. Me estoy
sintiendo bien, acostado en la cama de nuevo, casi listo para salir a la ciudad para una
linda cena. O al menos, ya sabes, el pollo frito de Mick´s y papas fritas con queso. Y
entonces, en medio de la conversación, Ogleby chilla, “Genial, oh, y te haré saber para
cuándo estarán comprometidos.”

“Okey,” digo. “Espera ¿Qué?”

“Oh, su agente y yo nos pusimos a hablar y su agente dice que no hay nada para generar
prensa como un compromiso, entonces estuvimos pensando que cuando haya habido un
poco más de exposición y un poco más de prensa ahí afuera, sería un verdadero extra
para ustedes anunciar un compromiso. Entonces podrían pasar un par de meses
planeando la boda, siendo vistos juntos y después quizás con otras personas, y luego el
compromiso se acaba, a menos que realmente se gusten el uno al otro, en cuyo caso hay
una boda antes de que se separen. O quizás podemos hacer una boda de cualquier
forma, no lo sé, si ustedes son más tradicionales no tenemos que hacer eso.”

“Ogleby ¿Qué demonios…?”

“Okey, entonces eres más tradicional no hay problema, sólo el compromiso entonces.
Diles a tus padres de antemano para que no enloquezcan. Escucha, está bien, manejará a
toda la prensa escrita. No tienes que hacer nada excepto ir a citas, y estás bien con eso
¿cierto? Así que escucha, el sábado vas a ir a Pinchot´s ¿Sabes donde es eso?”

“¡Jesús, estamos en Crystal City el próximo fin de semana y no puedo salir la noche
antes de un juego y no puedo quedar comprometido!”

“Recién dijiste que podrías salir la noche del sábado. Pinchot´s es uno de los mejores
restaurantes en Crystal City y Caroll vive ahí, te dije que no te preocupes por el
compromiso, yo manejaré todo sobre eso. Vamos, chico, nadie toma en serio los
compromisos estos días.”

“No puedo quedar comprometido. Iré la noche del sábado, pero no puedo quedar
comprometido, así que sólo ––“

242
“Te escuché, chico, pero mira, sin ofender, necesitas enfocarte en el football, dejarme
manejar tu vida personal ¿Okey? ¿Quieres estar recibiendo la paga de novato el resto de
tu carrera o quieres algunos paquetes de confirmación?”

Me siento en la cama y grito en el teléfono. “Sin compromiso. Escúchame. Sin


compromiso.”

“Hablaremos sobre eso,” dice él. “Ve a arreglar tu cola del medio-oeste y diviértete el
sábado a la noche. “ Y entonces él me cuelga.

Sé que debería llamar a Lee de nuevo, pero terminamos la última conversación en tan
buena nota que no quiero arruinarla. Entonces sólo voy a Mick´s, ordeno una
hamburguesa y llamo a Caroll. Es un hora más temprano en Crystal City, ella estará
despierta.

“¿Compromiso?” dice ella. “Claro, tiene sentido.”

“No puedo hacerlo,” le digo, quitando el queso frío del plato con la última de las papas
fritas.

“¿Por qué no?”

Porque acabo de hacer las paces con mi novio quien está preocupado que al mudarme a
un apartamento esté alejándome de él, y si él estaba preocupado sobre eso… “Sólo, no
puedo.”

Entre los ruidos de donde está y los ruidos de Mick´s, apenas puedo escucharla. “Okay,
yo estoy en algo aquí. Vamos a salir el sábado ¿Cierto? Hablemos sobre eso en ese
momento.”

“Muy bien.” Cuelgo y me siento en Mick´s a tomar cervezas por otra hora hasta el toque
de queda. Los entrenadores a veces llaman para asegurarse de que estamos en casa, y,
de todos modos, necesito estar descansado. Lee y Ogleby tiene razón. Necesito
concentrarme en el football.

El día siguiente, me muestro aprensivo, esperando a que el entrenador me diga que


estoy suspendido o multado o ambos. Espero durante la práctica de la mañana, y nada
pasa. Stezz no se me acerca en el almuerzo. La práctica de la tarde con toda la defensa
continúa sin ningún obstáculo, una multa o una suspensión. El discurso post-práctica del
entrenador termina sin que él me pida que me quede. En el vestuario, finalmente capto
el ojo de Fisher.

Él me da una mirada sorprendente, un poco culpable y un poco furiosa, no es lo que


hubiera esperado de él. Intento arrinconarlo después de eso, pero él me desanima,
diciéndome que hablará conmigo más tarde y luego se marcha. Tengo su número de
celular, pero no quiero molestarlo. En vez de eso, llamo a Lee y le cuento sobre la pelea.
“Déjalo,” dice él. “Si él quiere hablar contigo, él te buscará.”

Es un buen consejo, pero sigo intentando arrinconar a Fisher. Él me evade durante todas
las prácticas de defensa, y desaparece al final del día antes de que termine de vestirme.

243
El viernes, él llega tarde al vuelo a Crystal City, sentándose en el otro extremo de donde
estoy yo, y todos están tan animados sobre nuestro primer juego que apenas me doy
cuenta. La práctica del viernes en la tarde en el estadio es por grupos, así que no lo veo
entonces; la del sábado en la mañana es sólo de la defensa pero él se la salta con alguna
clase de herida menor, y el sábado en la tarde y tarde-noche estamos supuestos a
estudiar videos, lo cual no se presta a la conversación. La sesión de videos de la tarde-
noche es opcional, y por supuesto, yo tengo otros planes.

Pinchot´s es uno de esos lugares que me hace sentir que estoy haciendo algo incorrecto,
sólo que nadie me dirá qué. El pangolín en smoking quien nos recibe da un pequeña
olfateada cuando no le doy mi abrigo. El zorro gris quien toma nuestras órdenes, toma
los menús rápido, de un movimiento, en la manera que yo le quitaría un balón a un
novato quien esta sosteniéndolo mal. No le digo nada a Caroll, porque no quiero sonar
como un novato yo mismo, pero me pone cohibido, encorvándome ligeramente sobre la
mesa.

Ordeno un chardonnay por hábito, y porque realmente no conozco ninguna otra bebida.
Estamos en el aperitivo, o más bien, yo estoy en el aperitivo y ella está mirándome
comer un camarón ensartado, cuando ella saca el tema del compromiso. “¿Por qué te
molesta?”

Ella está en un formal vestido rojo, el cual parecía sin tirantes hasta que ella se sentó y
vi las delgadas líneas que separan su pelaje. Acentúa su pecho, no es que lo necesite, y
ella se ha hecho un par de luces haciendo juego en el pelaje de su cabeza. Hay también
un lindo pendiente naranja que ella está usando, parte de un juego con sus brazaletes.
Paso el primer par de minutos de la comida sólo mirándola, preguntándome cómo se las
arregla ella para verse tan bien y hacerlo sentir tan sin esfuerzo. Lee puede hacer eso
también. No conozco a nadie más del equipo que pueda. Aston, quizás.

“No sé.” Giro mi tenedor una y otra vez en mi pata. “Es una mentira. No quiero hacer
eso.”

Caroll sonríe. “Eso es dulce, realmente lo es, pero entiendes que tú estás mintiendo todo
el tiempo ¿cierto? A tus amigos, a tu familia, a tus compañeros de equipo. Cuando no
les dices la verdad, esa es una mentira. Salir conmigo es una mentira. Si, está bien, yo
estoy mintiendo también.”

“Pero es…” Intento salir con las palabras correctas. “Es una gran mentira pública.”

Ella se encoje de hombros. “Cuando eres un figura pública, toda tu ‘imagen’ es una
mentira.”

Ensarto el último camarón y lo paso a través de la salsa de cóctel. “¿Puedes creer que
esto es un aperitivo de veinte dólares?” digo. “¿Había, cuantos, cinco camarones?”

“Seis, creo.” Ella sonríe. “Pero vienen en una copa de cristal cortado.”

Deslizo el dedo a lo largo de su borde. “Y mira el mantel, me dan un tenedor especial


sólo para comer camarones. Tengo garras.”

244
“Algunas personas quieren tenedores especiales,” dice ella, levantando la copa y viendo
su reflejo en la clara y brillante superficie. “Quieren los manteles y los camareros
presumidos y las pinturas de aspecto caro en las paredes y todo eso.”

El chardonnay, tengo que admitir, es bueno. Mejor que la primera vez que lo probé, en
esa cena con Lee la noche que Brian vino a mi apartamento a intentar espantarme, o
algo, y ese fue el mejor chardonnay que tuve hasta esta noche. Tendría que traer a Lee
aquí, pienso. Él lo disfrutaría.

“Estás viendo a alguien más ¿no? Alguien en serio.”

Giro de un tirón para encontrar sus ojos. “Que –– quiero decir, yo…”

Ella ríe. “Cálmate. Conozco esa mirada. Es dulce, realmente. Entonces ¿Es alguien que
tu agente no siente que es apropiado para ti? ¿No es un gato, o no sabe cómo
comportarse en público? ¿Algo así?”

“Um. Algo así.” Juego con mis cubiertos, mirando abajo.

“Mi madre adora el hecho de que estoy saliendo con un jugador de football,” dice ella.
“No he tenido el corazón para decirle que es falso. Creo que ella sabe, en cierto nivel,
pero ella ya no espera que funcione con alguno de mis novios, así que sólo lo dejo ir
hasta que rompamos oficialmente.”

“Espero que aún podamos ser amigos,” digo tan ligeramente como puedo manejarlo.

Sus ojos centellan en la luz de lo candelabros. “No imagino que eso sea un problema.
Ya que tienes mi número de celular personal.”

“¿Tiene más de un celular?”

“Tengo una línea de negocios, la cual es la que le doy a la mayoría de las personas. Ese
fue el primer número que te di ¿Recuerdas cuando te di el otro número, después de la
cena?”

Me siento como un idiota. “Pensé…. dios, pensé que habías cambiado de número.”

Su risa hace que el leopardo en la mesa de al lado gire y la mira con cara de bobo.
Cuando él vuelve a girar, su esposa (o novia) le dirige una repugnante mirada. Caroll ve
la mirada y susurra, cuando ponemos nuestra atención de nuevo el uno en el otro,
“Alguien no va a conseguir nada esta noche.”

“No lo sé,” digo. “Si él sólo se disculpa…”

Ella suelta una risita. “Mi anteúltimo novio solía mirar a otras mujeres constantemente.
Le hice comprarme una rosa por cada vez que él mirada alguien más. Tuve una
habitación llena antes de lo esperado.”

“¿Ese fue el cocainómano o el infiel? Espera, creo que puedo adivinar.”

245
“No, ese fue el caza trofeos. Él me votó cuando vio una oportunidad de negociar a
Tawny Blackfoot.”

“Aunque, es natural para los chicos mirar. ¿Una rosa cada vez?”

Ella sorbe de su propia copa de vino, el cual pienso que es un rosé o algo. Es rosado, en
cualquier proporción. “Era un juego. Después de la primera, él solía mirar a otra mujer
cada vez que él quería para darme una rosa. Él podía pagarlo. El papá era un ejecutivo
del estudio.”

“¿Es por eso que estabas saliendo con él?” Me arrepiento de la pregunta tan pronto
como la pregunto, suena ruín. Pero ella sólo se encoje de hombros.

“Por supuesto. Él era un buen tipo también. Eso hace la diferencia.”

“Eso esperaba.”

Llega el plato principal, rodaballo y espagueti (estaba nombrado algo más lujoso en el
menú) y mi langosta y filete (ella hizo una mueca cuando yo lo llamé “surf´n´turf”).
Podría no valer cincuenta dólares, pero tengo que admitir, es muy bueno.

Ordeno pastel de chocolate de postre, este es delgado y redondo, más pequeño que mi
pata, así que ordeno otro.

“No tenemos que hacerlo si realmente no te siente cómodo con ello,” dice ella mientras
estamos esperando.

La miro y pienso en eso. Es cierto, haría las cosas un poco más fáciles con el equipo
¿no? Y realmente no creo que a Lee le importe. Pero cada vez que me acerco a ese sitio,
pensando sobre anunciar mi intención de casarme con la hermosa pantera al otro lado de
la mesa, algo se enfría en mi nuca, y tengo ese sentimiento como cuando miro al otro
lado de campo y veo la bola volando hacia un receptor libre. “No sé porqué pero me
molesta.” Mantengo mi voz baja. “Me siento como una total herramienta. Sé que tienes
razón, sé que esto pasa todo el tiempo, pero… pero siempre eran ellos haciéndolo. No
yo.”

“¿Ellos?” Ella mueve rápidamente sus orejas. “¿Quieres decir nosotros?”

El segundo pastel de chocolate llega entonces, y empiezo a comer porque no sé si ella


está incluyéndome en ese “nosotros” o no, y no quiero responder de una manera ni de
otra. “¿Vas a hablarle a tu verdadero S.O sobre eso?” pregunta ella mientras termino el
pastel, agregando, “No gracias,” al último bocado que le ofrezco.

“He estado proponiéndolo,” digo. “Pensé que podría salirme de eso, y entonces no
tendría que sacar el tema.”

“¿Y nunca dirías nada sobre eso en absoluto?”

“Claro,” digo, “pero sería en una historia de “¿puedes creer lo que ellos querían que
hiciera?”.” Paso mi dedo sobre el menú de postres sin verlo.

246
“Y podrías decir como tú te levantaste y dijiste ‘Esto no pasará’ ¿cierto?”

Yo sonrío. “Algo así.”

“¿Y entonces que diría ella?”

La pregunta me atrapa fuera de guardia. Levanto la mirada hacia las pintura sobre la
cabeza de Caroll, alguna clase de confuso abstracto de fruta, e imagino como
continuaría la conversación. “Creo,” digo lentamente, “creo que, que fue muy lindo de
mí parte, pero realmente a ella no le importaría, o no le hubiera importado, o algo con
ese efecto.”

“No lo hace menos válido que sea sólo por ti,” dice ella. “¿Quieres café?”

“No por veinte dólares,” digo. “¿No hay un Starbucks por aquí cerca?”

Ella gira sus ojos, pero me lleva a una pequeña y linda tienda llamada Grano de Café y
Hoja de Té, el cual ella prefiere porque tiene un té mucho mejor que Starbucks. Los
lattes son buenos también, no es que realmente puedo notar la diferencia. Nuestro
fotógrafo no nos sigue pasado el restaurante, así que cuando nos vamos de la cafetería,
estamos por nuestra cuenta. Caroll parece un poco desilusionada, pero me gusta la
soledad. Por el tiempo en que nos separamos, estoy sintiéndome mejor sobre el
compromiso. Siento que puedo usar muchas de sus palabras para explicárselo a Lee, y
estará bien. Así que le digo que lo haré, y ella promete decírselo a su agente de manera
que no tengo que hablar con Ogleby.

Llego de vuelta al hotel temprano y paso algo de tiempo inventando detalles para
contarle a Charm sobre la anatomía de Caroll. Nos dormimos temprano, porque
necesitamos estar descansados para el domingo y el primer partido real de la temporada.

El día de apertura no es nada como en mi primer partido el año pasado, pero los
veteranos dicen que nunca es igual como en tu año de novato. Aunque, es muy genial.
Salimos al campo y es tan hermoso como el primer día en el campo de prácticas. La
principal diferencia es el ruido y el olor. El estadio en Crystal City está lleno, sesenta
mil personas de todas las diferentes especies, un mar de azul y dorado, una oleada de
esencias todas mezcladas juntas. Una cosa para la cual la práctica no puede prepararte,
incluso la pre-temporada no puede prepararte, es jugar este juego en frente de esta
multitud con la noción de que esto sí importa. Aquí es donde todo cuenta. Ya no puedes
reírte de los errores. Todos están jugando a su máximo, y nada viene fácil.

Crystal City ganó su división el año pasado. Ellos tienen un par de jugadores clave, un
caballo QB y dos receptores abiertos con los que a él le gusta extender en el campo. No
emparejamos bien con ellos, pero aguantamos hasta el segundo cuarto, cuando ellos la
rompen con un touchdown de pase largo y otra anotación hecho por una larga carrera.
En la carrera, veo a Matador dar un paso en falso y perder un tacleo. Steez lo ve
también.

A la mitad, estamos abajo 21-10. El entrenador Samuelson da un discurso de medio


tiempo que se reduce a “somos mejor que esto.” Me siento cerca de Gerrard y Carson, y

247
miro a Matador apoyarse contra el casillero a un par de pies de distancia. Charm es el
único de los otros que parece relajado, pero él siempre está relajado.

Lee me llama al teléfono con sincronización precisa, en los diez minutos entre el final
del discurso del entrenador y cuando tenemos que volver al campo. “Dile a ese puma
que mantenga sus ojos en su trabajo,” salta él.

“No tuve nada que ver con eso,” digo yo.

“Lo sé,” dice él. ”En realidad, no le digas eso. Estaré montando tu grande y caliente
miembro dentro de una semana por la manera en que le está yendo.”

Charm me nota ajustando mi uniforme en el camino de vuelta al campo. “Crystal City


tiene las mejores jodidas porristas en la liga, “dice él, codeándome. “¿Cual estas
revisando? ¿La tigresa? Yo tengo mi ojo sobre la zorra.”

El juego no se pone mucho mejor para nosotros en el tercer cuarto. Por el cuarto cuarto,
estamos en tiempo basura, y consigo salir con la segunda unidad y jugar la mayor parte
del cuarto. Esta es mi primera experiencia del juego real en mi nueva posición, pero no
dejo que eso me detenga. Pienso en Lee, lo imagino viéndome en la TV, hago cada
tacleo y hago caer a su RB99 de segunda línea para lograr una pérdida una vez. Por el
final del cuarto, me gusta pensar que el resto de los chicos han captado mi entusiasmo,
principalmente porque me mantengo gritándoles, “¡Jueguen con orgullo!” y Dix me
hace eco con: “¡No los dejen ir campo abajo!”

El esfuerzo de nuestra defensa permite a la ofensiva recuperarse por el final del partido
de manera que la puntuación final es sólo 35-24. El entrenador Samuelson nos reúne en
el vestuario y nos dice que peleamos duro, y que este es un buen comienzo para la
temporada. Tenemos nuestro primer juego de la serie como locales la próxima semana
contra Kerina, un juego de división contra el único equipo que fue peor que nosotros el
año pasado. Tengo una rápida charla con Lee, tiempo suficiente para decirme que lo
hice genial, antes de que tenemos que abordar el avión.

Es bueno estar en casa, incluso si tenemos que ir a la práctica el lunes. Sólo tenemos el
lunes libre cuando ganamos, dice el entrenador. Entonces salimos del avión la noche del
domingo, cayendo en la cama para despertarnos muy temprano para nuestra práctica, es
por eso que no es hasta el lunes en la noche que recibo un e-mail de Ogleby con un link
al sitio web de Brian.

Es uno de los seis enlaces que Ogleby me envía, pero reconozco el nombre y reviso ahí
primero, antes del artículo de ESPN. Brian posteo algo sobre mí, no relacionado a
Caroll en absoluto sino a mi desempeño en el partido. “Para aquellos de nosotros
familiares con la carrera universitaria de Miski, su desempeño fue una sorpresa,”
escribió Brian. “Él parecía estar en todos lados, adaptándose a su nueva posición con
facilidad, tan adaptable como lo recordamos de sus días en Forester.”

99
Runnerback

248
Intento volver y encontrar lo que él escribió sobre mí y Caroll, pero no puedo navegar
por el maldito sitio, y eventualmente me rindo y continúo a los otros artículos. Le
pregunto a Lee sobre ello esa noche.

“¿Viste esta cosa que escribió ESPN?”

“Tuviste medio párrafo ahí. Los chicos de Alto y Brillante escribieron un párrafo
completo.”

“Brian escribió casi un artículo entero.”

Escucho el ruido de su mandíbula cerrarse de golpe. “Si,” dice él, alargando la palabra.
“Mira, Dev, este no es realmente un buen momento…”

“Quiero decir, en realidad fue muy bueno ¿Qué cosa crees que se le metió? Pensé que
me odiaba.”

“Realmente debería estarme yendo,” dice Lee. “¿Puedo llamarte mañana?”

“Um. Claro.” Miro el reloj. Son sólo las diez, las once donde él está. “¿A dónde vas?”

“Sólo estoy cansado.”

Frunzo el ceño “¿Está todo bien?”

Él responde rápidamente. “Bien, cariño. Sólo, tengo que archivar mis reportes mañana y
Morty pasó la reunión a las ocho.”

“Muy bien,” digo lentamente. En el silencio del fondo, puedo escuchar un zumbido
apagado de un avión.

“Te hablaré mañana en la noche. Te amo,” dice él.

“Yo también te amo.” Cuelgo y camino a mi ventana. A mi derecha, escucho un


retumbo y miro al cielo a tiempo para ver las luces de un jet aterrizando en el aeropuerto
Internacional de Chevali.

Pienso en eso, la casa de Lee en Hilltown no está tan cerca de un aeropuerto, no que yo
recuerde. Y pasadas las once es un horario muy tarde para un avión estar volando sobre
un área residencial. Durante un par de nuestros vuelos el año pasado, cuando viajé con
los Dragones, tubimos que quedarnos en un hotel en la ruta porque nuestro vuelo no
podía aterrizar más tarde de las once de la noche.

Pero él no puede estar… ¿Podría estar?

Abro el teléfono de golpe y sostengo mi dedo sobre el botón. No quiero sólo llamar y
preguntarle donde está; No tengo nada excepto un presentimiento para basarme en ello.
Desearía que tuviera algo más, alguna otra buena razón para llamarlo. Porque odio todas
las sospechas en mi cabeza y es peor porque no sé qué sospecho de él. Él siempre es
reservado sobre sí mismo, pero nunca me ha dado una razón para dudar de él.

249
Mi garra roza el botón. Si no lo llamo, no seré capaz de dormir, ahora. Si lo llamo, no
podré retractarme. Levanto la mirada hacia la ventana y el reflejo en ella. Eres un idiota,
le digo al tigre del reflejo. Él podría estar viajando por trabajo, o visitando a su familia.
Aunque él me hubiera contado en ese caso ¿no? Y no sería tan sospechoso si no
hubiéramos tenido toda esa conversación sobre no vernos, la cual casi tuvo sentido, casi
pareció lógica. Ahora, mirando las luces del avión haciendo su camino en la distancia,
parece raro. ¿Por qué de repente él está tan preocupado sobre mí aprendiendo una nueva
posición ahora? ¿Por qué no hace un mes?

El vidrio es frío en mi pata. Miro a la ciudad en la noche. Hay lugares ahí afuera que
nunca noto durante el día. No es que esté mucho en casa durante el día. Miro el neón, la
gente paseando bajo las luces de la calle, y todo el tiempo mi garra está raspando de un
lado a otro sobre el botón de Hablar. Sólo un poco de presión, eso es todo lo que
tomaría.

Pero probablemente es nada. Y entonces él se sentiría molesto y yo como un idiota, y un


canalla por dudar de él. No quiero tener ese sentimiento, no con lo bien que me sentí
después de mi actuación en el juego. Aunque perdimos, me siento orgulloso del
esfuerzo que pusimos en ello. Rozo mi pulgar contra el botón de Hablar. Estoy
avergonzado del impulso de llamarlo, no orgulloso de él.

Esa realización es lo que me decide. Gruño, giro, y tiro el teléfono al otro lado de la
habitación antes de acostarme en la cama.

Como supuse que seria, el sueño no viene fácilmente. Me sacudo y me doy vueltas y
eventualmente me duermo en medio de la décima conversación imaginada con Lee.
Despierto a mitad de la noche aún pensando en eso, y aún está en mi mente en la
mañana. En el viaje en auto al estadio, me digo a mi mismo que lo que él quería era que
yo fuera capaz de concentrarme en el football, así que lo que sea que él está haciendo,
necesito sacarlo de mi mente y enfocarme en la práctica y el juego y, mañana, en el
video.

No es tan fácil como eso, pero consigo pasar el día sin meter la pata notablemente. En la
tarde, estoy más calmado, y cuando le hablo a Lee, le pregunto desde donde miró el
partido. Él dice que fue un hotel cerca de Alverston State. Le pregunto cuando volvió a
Hilltown, y él se queda callado y entonces dice que no fue hasta esta mañana. Empiezo
a presionarlo más, pero se me ocurre que no voy a conseguir ninguna respuesta de él en
el teléfono. Como la vez cuando yo estaba evadiendo sus preguntas sobre la cena.
Tendré que esperar a que él me vea en persona, y eso quiere decir que necesito ganarme
ese trabajo permanente.

Tengo marcada la semana cuatro con un círculo en mi calendario, porque esa es la


semana que estaremos en Hilltown, y si no estoy jugando de titular para entonces, me
mataría el estar en la ciudad de Lee y no verlo. La semana cinco estaría bien, porque
estaremos en Aventira, la cual está sólo a un par de horas de su casa en Hilltown. Para

250
entonces, tengo que estar comenzando de titular. Empiezo a creer que puedo hacerlo,
por la manera en que Matador jugó y la manera en que yo juego.

Kerina es muy malo. Acumulamos 31 puntos y los mantenemos en 24. Más importante,
juego una buena parte de la segunda mitad y detengo dos ataques donde pudieron haber
empatado el partido. Después del juego, salgo con Gerrard, Carson y el resto de la
defensa de primera línea. Matador no se nos une. Escuché más tarde que él salió con su
propio grupo, quejándose de la falta de respeto que estaba teniendo.

La semana siguiente en la práctica, o él finalmente se dio cuenta de lo que estaba


pasando, o alguien había hablado con él, porque practica como un demonio. Él está por
todas partes, gritando y golpeando su pecho, haciendo jugadas como nunca he visto. Lo
miro, finalmente dándome cuenta cómo él consiguió el trabajo permanente y cuál es su
potencial. Steez asiente aprobatoriamente, y yo empiezo a sentir un dolor nervioso.
Quien sabe porqué el decidió motivarse ahora, pero si Matador sigue jugando así, mis
bolas van a explotar en la semana seis.

Pesco a Gerrard en el vestuario después de esa práctica y menciono el juego de


Matador. “Si,” dice el coyote, “Finalmente llegamos a él.”

“Oh ¿Hablaste con él?” Me apoyo casualmente contra el casillero, intentando mantener
mis garras adentro. Una rara, incómoda sensación se arrastra sobre mí.

“Sí.” Él me sonríe. “Tú lo estás haciendo bien, nos estábamos preguntando cuanto iba a
tomarle ver que eres una verdadera amenaza para tomar su trabajo. Quizás el saldrá y
practicará con nosotros.”

“¿Así que ya no tendrán que practicar conmigo?” Aparece un tipo de amargura.


Comprensible, pienso.

“Hey,” dice él, “Nos gustó practicar contigo. Eres realmente bueno. Pero cuando él se
pone en marcha…uff.”

“¿Crees que él puede seguir jugando a este nivel?”

Gerrard asiente una vez. “¿Has vistos sus cintas?” sacudo mi cabeza. “La actitud
siempre ha sido su problema.”

“¿Entonces crees que estaré comenzando pronto?”

Él se encoje de hombros. “No sería lo mejor para el equipo. Pero nunca sabes que puede
pasar. Por el final de la temporada, si él no se mantiene así, seguro podrías meterte.” Él
debe haber visto mi expresión o el azote de mi cola, porque él me golpea mi hombro.
“Hey, eres bueno. Por el final de la temporada serás una sólida reserva o más. Otro año
y podrías tener un puesto permanente en la mitad de la liga.”

¿Otro año? Suprimo un gruñido de frustración y fuerzo una sonrisa. “Gracias.”

Salgo del estadio a la fría briza de otoño. Aquí en Chevali, eso es cerca de ochenta
grados. Pienso en casa ahora, el aroma de los campos y el maíz maduro, como la briza

251
traería el frío del otoño y yo empezaría a levantar la vista a los árboles y ver los puntos
de amarillo en ellos. Pienso en Forester y Hilltown, donde Lee está, y del frío de
septiembre que sale del lago para hacerte saber que es hora de las clases otra vez, y esa
nieve está justo a la vuelta de la esquina. Todo lo que consigo de la briza de septiembre
de Chevali es un poco de alivio de que ya no está a cien grados a la noche.

Bajo la ventanilla del auto cuando conduzco a casa y dejo el cálido aire agitar mi pelaje.
Pienso en Lee, como su pelaje se está volviendo más grueso y como él lo necesitará en
el otoño de Hilltown. Hay una parte de mí quiere conducir al aeropuerto en vez de ir a
casa, subirme a un vuelo de último minuto a Hilltown, y sorprenderlo. De acuerdo o no,
me urge una doble necesidad de quererlo y querer saber que está pasando con él. Y sería
tan fácil subirme ahí. Sé que una vez que estemos juntos en persona, haríamos las paces
justo como siempre hacemos.

Bueno, usualmente hacemos. Pienso en su última visita y eso le quita algo de energía a
ese impulso ¿Qué si hacía todo el camino hasta ahí y él era reservado de nuevo,
distante? Creo que yo enloquecería. No, iré a casa como un buen tigre y lo llamaré por
teléfono.

Mayormente me las arreglo para detenerme de gimotear mientras le cuento lo que


Gerrard dice. Él escucha pacientemente y dice, “Me preguntaba si era algo así.”

“No me dijiste nada sobre eso.”

“No quería tener razón. Pero vi jugar a Matador el año pasado, cuando él estaba
enfocado por el nuevo contrato, y tú lo viste también”

Estoy acostado en mi cama, mirando al techo. “Creo que no estaba prestando atención.”

“Sólo tendrás que mejorar,” dice él.

Se me hace díficil manejando eso. “Quizás no me escuchaste,” gruño. “Dije que podría
ser otro año.”

Su voz es seria, con un filo de burla. “¿Crees que voy a dejarte escapar del anzuelo por
eso?”

“Bueno ¿Qué demonios voy a hacer? ¿Golpearlo en las rodillas?”

“No,” dice él. “Esto no es jockey sobre hielo.”

Miro a las barras en mi techo y me pregunto si soportarían mi peso. “¿Entonces qué? Si


termino la temporada y no he comenzado ¿Simplemente no nos veremos en todo el
tiempo fuera de temporada?”

Él responde a la ligera, casi con poca seriedad. “Crucemos ese puente cuando lleguemos
a él.”

“No,” digo, “crucémoslo ahora. Quiero saber qué demonios está pasando con mi vida.
Hace dos semanas tenía un novio y una gran oportunidad en una posición permanente.

252
Ahora tengo una voz en un teléfono y un ‘quizás en un año’. Pero hey, las cosas con mi
novia falsa están yendo genial. Ella quiere casarse de mentira. Las únicas cosas buenas
en mi vida son fingidas.”

“Espera ¿Qué?”

“Fingidas. Ya sabes, como todas mis amistades en el equipo.”

“No, antes de eso,” dice él. “La cosa del matrimonio falso.”

“Oh,” explico el plan de compromiso de Ogleby, sin ninguna de las lujosas


justificaciones de Caroll. “Pero probablemente no lo haremos.”

“No lo sé,” dice él. “Podría no ser una buena idea. No me importaría, si eso es de lo que
estas preocupado. Sé que tú no tienes la intención.”

“Eso es genial,” digo. “Si no puedo tener un novio de verdad, al menos puedo tener un
falso compromiso.”

Él suspira. “Lo siento, cariño. Sé que esto es duro.”

“No tienes idea de cuan duro es.” Tengo una pata abajo sobre mi miembro cuando digo
eso.

“Créeme,” dice él, y entonces tose. “Deja de tocarte.”

Y no es mucho, pero ese pequeño pedazo de alivio, de entretenida conexión, me hace


pasar toda la noche.

Aunque no al día siguiente. Estoy malhumorado y enojado, y a pesar que me


desempeño bien durante la práctica, me desahogo con los compañeros de equipo en
lugar de animarlos, respuestas gruñonas, y generalmente actúo como un imbécil. Sé esto
y está bien conmigo, porque he sido tratado como mierda, pienso. Así que sé que
probablemente no es una buena idea contestar el teléfono cuando mis padres llaman,
mientras estoy viendo TV en mi apartamento cerca del final del día. Los reflejos
aparecen y contesto de todos modos, bajando el sonido de la TV.

“Sólo quería decirte que te viste bien el domingo,” dice papá, después de las usuales
bromas.

Eso debería hacerme sentir mejor. Debería hacerme sentir genial. Pero no lo hace.
“Gracias,” digo, en voz aburrida.

“No será mucho antes de que estés como titular ¿no?” él suena esperanzado, casi feliz.

“Si.”

“Le dije a Jerry en la tienda el lunes, mira, mi chico va a estar en esa alineación
permanente. Él dijo que cambiaron tu posición, y que no había manera, pero yo se lo
dije. Se lo dije.”

253
No puedo responder a eso. El tornillo en mi pecho gira, apretándose más. “Entonces,”
continúa mi padre, “¿Escuchaste algo? ¿Quizás será la semana después de la siguiente?
Definitivamente para Acción de Gracias ¿cierto?”

Sería tan fácil mentir, tan fácil decir, “Si,” y dejarlo resbalarse por la conversación.
Excepto que no es fácil en lo absoluto. “Probablemente no,” digo.

“Oh.” Ahí está la decepción. “Bien ¿Cuándo entonces?”

“¿Viste jugar a Matador esta semana?”

“¿Matador?”

“Corey, el tipo que juega en mi posición.” Él suena desconcertado. “Eso creo.”

“Él es bueno. Están usándome para motivarlo. Probablemente seré reserva durante un
tiempo.” Saboreo la amargura de las palabras. “Eso no suena muy prometedor.”

Tener una carrera como reserva en la liga no es una mala vida, por supuesto. Podría
decirle eso. Podría decirle cuanto amo el juego y los desafíos, las prácticas donde todos
aprenden un poco más sobre trabajar con cada uno de los otros, la manera que se siente
cuando rompo una jugada ofensiva. “Está bien” digo.

“Escucha, Dev, Si alguna vez quieres venir a trabajar en la concesionaria…”

“Dios, papá.” Mi voz se pone más alta. “Quiero jugar football. No quiero trabajar en un
maldita oficina.”

“Es una buen oficina,” dice él.

“¡Me importa un bledo! ¡Si quisiera trabajar ahí, estaría trabajando ahí ahora!”

Él se está poniendo más enojado ahora, también, levantando la voz para hacer frente a
mi humor. “Solo estoy diciendo, si no consigues lo que quieres de este trabajo…”

“¡Lo que tú quieres y lo que yo quiero no son lo mismo! ¡Estoy bien!” Grito.

“No suenas muy bien, es todo,” dice él, en ese tono que, cuando tenía diez años, quería
decir que estaba cerca de tener mi trasero azotado.

“¿Cómo demonios lo sabes?” gruño, y sin esperar por una respuesta, lanzo el celular al
otro lado de la habitación. Golpea en una esquina del muro y hace un horrible sonido
cuando cae, un traqueteo de muerte electrónica. Incluso desde el sillón, puedo ver la
retorcida forma, los cables expuestos. Volteo hacia la TV y me inclino hacia atrás.

Tengo que usar el teléfono en el vestuario para llamar a Lee al día siguiente y dejarle un
mensaje explicando porque no seré capaz de responder a sus llamadas por un par de
días. Sé que debo conseguir un teléfono nuevo, pero sigo posponiéndolo, pero entonces
es día de partido y ya no hay tiempo. Semana tres: New Kestle.

254
New Kestle no es un gran equipo, pero tampoco es uno malo. Ellos terminaron 8-8 el
año pasado, arriba de nosotros en la división, y esta semana están 1-1 en la semana tres,
justo como nosotros. Su principal fuerza es el juego de piernas, lo cual quiere decir que
cuando salgo ahí, si es que salgo, estaré apareciendo mucho en la línea. Su quarterback
tiende a hacer decisiones temerarias, y sus receptores no son muy rápidos. Pero su
corredor es brillante, un ciervo quien puede pasar entre los mejores tacleadores y quien
ha sido conocido por bajar su cabeza y usar sus astas para limpiar el campo cuando
tiene que hacerlo. Y les gusta hacerlo correr por el lado débil– mi lado.

Pero durante toda la primera mitad, parece que no estaré viendo mucha acción. Matador
está en su juego de nuevo, rompiendo jugadas, tacleando receptores, tan energizado que
Steez tiene una gran sonrisa en su hocico de puma en el medio tiempo, con el marcador
empatado 3-3. El entrenador Samuelson nos dice cuan orgulloso está de nuestra defensa
Y como la ofensiva va a aumentar en la segunda mitad. Escucho muy poco de ello,
pasando la mayoría de mi tiempo mirando a la banca a donde, aparentemente, está
dirigida mi carrera.

A través del tercer cuarto, intercambiamos touchdowns y el contador permanece


empatado.
Estoy sentado en el lateral al principio del cuarto, cuando New Kastle inicia otro
avance. Debería estar prestando más atención al juego, pero estoy sintiendo que el día es
gris y nublado a pesar de que el sol está quemando sobre mi pelaje. Levanto la mirada
mayormente cuando escucho fuertes aclamaciones de la multitud, lo cual pasa de nuevo
al minuto del cuarto cuarto.

No es sólo aclamación, es un grito ahogado colectivo seguido por una queja que
aumenta a un fuerte abucheo. Ese no es un buen sonido. Quiere decir que algo malo le
pasó a uno de nuestros jugadores. Me levanto, con todos los demás en la banca, y miro
arriba a la repetición en la enorme pantalla en vez de al campo.

Ahí está el ciervo de New Kestle, corriendo por el lado débil. Ahí está Matador, yendo a
encontrarse con él. El ciervo baja su cabeza.

Ahora, en la liga, tienes permitido usar los cuernos como armas, si los tienen. La razón
detrás de esto es que de acuerdo con el Orwell Act, la liga no puede discriminar basada
en las especies, y eso incluye la auto-mutilación, así que no puedes pedir que ninguno
del grupo con cornamenta corten sus cuernos para que sean elegibles, aunque puedes
poner en regla que tengan que cubrir sus puntas. Aunque, como balance, los defensores
también están permitidos a agarrar sus cuernos y usarlos para tirarlos, si es que los
tienen. Una de las cosas que repasamos esta semana es no ir por los cuernos, y aquí está
el porqué: la manera segura de agarrar los cuernos de un ciervo es por detrás, y si te
pones detrás de este ciervo, las posibilidades son que él estará fuera de tu alcance antes
de que le pongas una pata en sus cuernos. Definitivamente tienes que taclearlo por el
frente o por los lados. Y —esta es una verdad para todos los corredores, pero
especialmente a aquellos con cosas puntiagudas saliendo de sus cabezas— tienes que
taclearlos por abajo.

Esto es lo que Matador, en su redescubierto entusiasmo, había olvidado. En el campo, él


está escondido por un grupo de jugadores, y veo a nuestro doctor del equipo, un caballo

255
gris, trotando con sus asistentes detrás. De vuelta en la pantalla, Matador se pone en
posición de ataque cuando el ciervo corre hacia él. Él adivina bien, forcejea con el
ciervo, pero el ciervo es rápido, y por poco pasa. Matador no baja la velocidad. Él lo
agarra de los cuernos, sacando al ciervo de balance. El ciervo tropieza hacia adelante,
Matador tras él. Él agarra los cuernos de nuevo y gira alrededor del ciervo, pero pierde
su propio equilibrio en el proceso. Ellos caen juntos, Matador en el fondo, en un baile
en cámara lenta que es hipnótico en su inevitabilidad. Los cuernos del ciervo se
balancean inexorablemente hacia el pecho y hombro de Matador, encontrándose con
ellos al mismo tiempo que golpean contra el suelo.

Grito ahogadamente con la multitud cuando uno de los cuernos pasa a través del
hombro. Eso no debería pasar. Cortaron casi inmediatamente justo cuando el hocico de
Matador empieza a abrirse en un alarido, y de vuelta al primer tackle. Haciendo un
acercamiento, podemos ver dos de los capuchones de los cuernos salirse cuando
Matador las golpea. Así es como las puntas quedaron expuestas.

“¡Miski!” Me grita Steez. “¡Sal ahí ahora!”

La conexión en mi cabeza finalmente hace click entre el jugador lastimado yaciendo


sobre el campo con un hoyo del tamaño de un cuerno en su brazo y mi rol con el
equipo. Me levanto de un salto y agarro mi casco.

La multitud aún está callada, aturdida por la herida. Mientras troto hacia la línea,
levanto la mirada a los fans, a todos los seiscientos y algo, zorrillos, tejones, ciervos,
conejos, lobos y leopardos. Y zorros, montones de zorros. Ninguno de ellos el mío, pero
no es muy difícil imaginármelo ahí afuera. Sé que él está mirándome.
Gerrard y Carson se paran a cada lado de mí mientras vemos a Matador ser llevado
afuera del campo. “No agarres los cuernos,” me dice Gerrard. “Mierda, no.”

“Ellos adoran esa pantalla en el lado débil,” dice él. “Daré la señal si veo la formación”

Miramos al otro lado de la línea, al ciervo, quien tenía sus cuernos re-encapuchados y
está hablando a su quarterback. Él se encuentra con nuestras miradas como si
estuviésemos en la guerra. “Romperé sus malditas rodillas,” digo.

Gerrard sonríe y golpea mi brazo. “Bien.”

Carson aclara su garganta. Cuando giramos para mirarlo, él se fija en mí con sus felinos
ojos y dice, “No la cagues.”

Sacudo mi cabeza. Sacan a Matador del campo y el juego continúa. Alineándome,


empiezo a pensar sobre eso. Al fin. Estoy de titular ahora. Matador está fuera, se ha ido,
él estará en la lista de incapacitados por semanas. Quizás el resto de la temporada. Está
todo sobre mí.

Aún estoy pensando sobre eso cuando la bola sale y me doy cuenta que realmente no
tengo idea de que jugada es. La gente está corriendo alrededor y solo estoy
persiguiéndolos, sin ninguna idea de donde se supone que esté. Afortunadamente, la
jugada no es en mi área, y realmente nadie me llama en ella. Pero recibo una mirada de

256
Carson, y cuando miro al banquillo y veo a Steez, escucho su voz en mi cabeza
diciendo, “¡Vuelve al juego!” Pienso en Lee, mirando por TV.

Nos alineamos de nuevo. Despejo mi cabeza de todo menos del football. El equipo de
New Kestle se alinea a lo largo de nosotros, con estilizados unicornios en sus cascos.
Conozco esta jugada, se lo que necesito hacer. Gerrard me llama, “¡La pantalla del lado
débil! ¡La pantalla del lado débil!” y puedo verla desarrollándose en mi mente. El balón
sale. Sigo al ciervo hasta que atrapa el balón, entonces tomo sus piernas desde abajo.
Perdida de cinco yardas. Troto de nuevo a la línea y les muestro mi puño a la animada
multitud, entonces choco patas con Gerrard. Nos alineamos de nuevo, y sencillamente
juego football

Nuestro lado los mantiene sin anotaciones mientras nuestra ofensiva hace otra
anotación. Ellos recuperan el balón y se dirigen campo abajo, y yo hago un par de
tacleos más, al punto donde el ciervo empieza a evitarme. En una jugada, él hace un
movimiento alejándose de mí y se tropieza con uno de sus compañeros, dándole tiempo
a Gerrard para noquearlo. La bola cae libre. Fisher resulta ser uno de los que está más
cerca de ella. La recoge y empieza a correr. Corro tras él y tacleo a uno de los
Unicornios dándole caza, dejándolo despejado hasta la zona de anotación.

Nuestra ventaja de dos puntos se mantiene. Estamos 2-1 después de tres partidos, ya a
mitad de camino a la victoria total de la última temporada. El humor en el vestuario es
de apenas júbilo moderado. El entrenador nos da un discurso de no confiarnos
demasiado, pero él tiene una gran sonrisa canina sobre su hocico y estamos todos sobre
nuestros pies, codeando, golpeando y sonriendo con él. Él nos baja un poco los ánimos
hacia el final, cuando nos pide que bajemos nuestras cabezas en un rápido rezo por
Matador para que se recupere rápido. Ni siquiera me siento culpable por corregir mi
plegaria para decir “pero no tan rápido para que pueda mantener este trabajo.”

El entrenador y Steez se me acercan más tarde, distrayéndome de los otros chicos


burlarse de nuestro ciervo, Kendric, preguntándole porque él no había puesto un jugador
contrario en el hospital. El entrenador me dice que lo hice genial, que por ahora ellos
van a ponerme en el juego la próxima semana, y “veremos cómo vas”, después de eso.
Pero Steez me sonríe cuando el entrenador se va y dice, “Lo haces bien”.

Tengo que esperar hasta llegar a casa para llamar a Lee, y eso no pasa hasta después de
la cena de celebración y varios tragos. Okey, técnicamente, le doy una llamada rápida
en el bar para decirle que lo llamaré más tarde, y él me dice que lo hice genial y
entonces dice algunas otras cosas que me hacen sentir todo cálido y tengo que colgar.
Pero no es hasta que llego a casa que me acurruco en la cama, rebotando en el colchón y
haciendo planes para verlo en su casa en Hilltown la próxima semana. Incluso en el
barato teléfono temporal que tuve que comprar de camino al bar, él suena más animado
de lo que ha estado en semanas. Si él no está completamente tan alegre como yo lo
estoy, bueno, ¿Quién podría no estarlo? Acabo de obtener el trabajo y a mi novio de
vuelta, todo en la misma noche. Ni siquiera estallo con Ogleby cuando me llama con su
exagerada efusión hacia mí. En efecto, le digo que estaré en la ruta por el próximo par
de semanas, pero que cuando volvamos, organice otra cita con Caroll, que hablaremos
entonces del compromiso. Eso le envía espasmos de deleite de agente, durante los
cuales cuelgo.

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Tenemos el lunes libre, porque ganamos. Por la manera en que hemos estado jugando,
la mayoría de los chicos no están preocupados por nuestro próximo juego, en Hilltown.
Ellos están 0-3 hasta ahora. “Podríamos vencerlos con un brazo atado a mi espalda”, es
como lo pone Charm. Aún así, es mi primer juego como permanente, y quiero
asegurarme de no tomarlos a la ligera. Que yo no los tome a la ligera. Así que entro a las
instalaciones, me exhausto en el salón de pesas, y entonces me siento en la sala de
videos y veo a lo que nos estaremos enfrentando la próxima semana.

Entra Fisher. No hemos hablado desde la pelea. Él no dice nada, sólo se deja caer en una
de las otras sillas y mira conmigo. Observo un montón de videos del último juego de
Hilltown, y cuando ese termina, cargo el juego de la semana dos.

“Ellos apestan,” dice Fisher.

Empiezo a poner la cinta. “Si, pero nosotros apestamos el año pasado.”

“No así,” dice él. “Ellos estaban a tres y trece y se pusieron peor.”

Él tiene razón, por supuesto. No puedo ver a nadie quien me ponga al menos un poco
nervioso sobre enfrentarlos. Pero perseverantemente, sigo discutiendo con él. “No te
confíes.”

Él resopla. “No me des consejos.”

Dejo eso colgando, comenzando la cinta. Miramos el video del juego en silencio,
tomando notas. Colin entra parcialmente de paso, mira el juego con nosotros, y charla
un poco cuando la cinta termina. Cuando él pregunta, “¿Van a ver otra cinta?” Fisher y
yo nos miramos el uno al otro.

“Ya miramos el de la semana pasada,” digo, y se lo paso. “Es bastante de lo mismo.”

“Si,” dice Fisher. “Voy a darle a las pesas.”

“Está bien.” Colin se dirige al VCR cuando Fisher y yo nos vamos.

Afuera en el salón, es claro que él quiere decir algo pero no sabe qué. Así que empiezo.
“Genial touchdown.”

“Gracias por el bloqueo. Y felicitaciones por el trabajo como titular,” dice él.

“Hey, no arreglé que ese idiota tuviera su brazo corneado.”

“Él estará fuera por seis semanas por lo que escuché,” dice Fisher. Yo no respondo, pero
en mi cabeza estoy pensando ¿Es eso suficiente? ¿Puedo afianzar el trabajo? Él
continúa después de un minuto. “Te hablé y no me golpeaste. Así que creo que es una
buena señal.”

Me detengo en el salón de pesas. “Podemos entrar aquí, si quieres que yo entre.” Miro
por la ventana hacia adentro. “Aunque parece que Jaws está ejercitándose ¿Del lado de
quién crees que estará él?”

258
Él tiene esa mirada que pone cuando piensa que estoy siendo estúpido. “¿Te importa si
te pregunto algo?”

“Adelante.” Me cruzo de brazos.

Él sacude su cabeza, y entonces frota su hocico. “¿Qué demonios fue todo eso?”

Me río, y empiezo a caminar al salón. Él no se mueve. Me doy la vuelta hacia él. “¿En
serio?”

Él inclina su cabeza. Desde adentro del salón de entrenamiento, podemos escuchar al


carcayú esforzarse en las pesas. “Dije un par de cosas buenas y perdiste los estribos.”

“¿Cosas buenas?” Los sonidos del entrenamiento se cortan cuando la puerta se cierra.
“Actuaste tan superior, tan presumido...” Sus ojos se ensanchan. “Es como, es como,
como si tú fueras degradado a la reserva, y yo viniera y te diera una palmada en la
espalda y dijera que tal genial fue que tomaras el rol de reserva porque eso lo que era
mejor para el equipo.” Escupo la última palabra.

“Yo estaría bien con eso,” dice él. “Quiero decir, si no pudiera desempeñarme, y
hubiera un chico que pudiera jugar mejor...”

“Eso te mataría por dentro ¿No?” digo. “No ser capaz de salir ahí afuera de nuevo, jugar
el juego de la manera que aún puedes jugarlo aquí.” Doy una palmada a mi pecho,
mirando en sus ojos. “Mirar desde la banca mientras los otros chicos pueden tomar el
campo, ir de un lado al otro y no ser capaz de unirte, sólo porque tu cuerpo no te deja...
o que si supieras que aún puedes jugar el juego— ¿Que si cambiamos a 3-4 en defensa y
súbitamente no necesitan otro tacleador? Que si estás en la banca por la manera en que
ha ido tu vida, no porque ya no puedas jugar, sino porque no puedes jugar en la manera
en que el equipo quiere? ¿Y alguien viene y te da un palmada en la espalda y te dice en
ese maldito tono de voz presumido que eres un tipo genial por renunciar a tu
oportunidad de jugar porque es lo mejor para el equipo?”

Ahora él frunce el ceño. “Pero conseguiste el trabajo,” dice él. “Empezarás la próxima
semana.”

“Maldito Jesucristo león,” digo. “Olvídalo. Gracias por no reportarme.”

“No quiero que estés suspendido,” dice él, “si eso es lo que estabas pensando.”

Abro la puerta del salón de pesas de nuevo, y él agarra mi brazo. “Escucha, Dev,” dice.
“Ya no soy tan rápido, ni en el campo ni aquí.” Él da una palmada a su cabeza. “Pero no
soy un intolerante. Sólo quiero asegurarme que entendiste eso claro.”

“Como el cristal,” suelto. Él mira para seguirme, cuando la conversación terminó, pero
tengo algo más hirviendo, y no me siento como para contenerlo. “Sólo una cosa.”

Su relajada expresión se pone un poco más defensiva; sus orejas van hacia atrás y sus
ojos se ensanchan. “¿Qué?”

259
“Ese Tony Calhoun del que me contaste. Ese es el nombre ¿cierto?”

Él no da un paso hacia atrás, pero mueve su peso en esa posición, lejos de mí. Como un
gesto defensivo. “Si.”

“Ahora hay toda clase de cosas en el internet, sabes.” En realidad, tenía a Lee
averiguándolo por mí. Era mucho más rápido de esa manera. Fisher ensancha sus ojos y
se queda callado mientras hablo. “La cosa es, te recuerdo diciéndome que él se había
ido cuando tú entraste en la liga. Gracioso. Las nóminas muestran que él jugó en tu
equipo en tu año de novato. Como titular, incluso.”

“¿Lo hizo?”

“¿Por qué me mentiste, Fish?”

Él lleva su peso adelante de nuevo, como él lo hace justo antes del golpe, listo para
empujar su peso en el jugador que se acerca. “Diablos,” dice él, “eso fue hace más de
una década. Jugué en un montón de equipos desde entonces. Los chicos viene y van.”

“Recordaste bastante claro todo lo demás.” Me inclino hacia adelante también, sólo para
verlo retroceder de nuevo. “Sólo no podía figurarme eso. ¿Estas avergonzado de algo?”

Él no dice nada a eso. Me encojo de hombros y salgo a la pista, para enfriarme con una
carrera, porque me siento todo enérgico.

Aunque, no es sólo por Fisher. Empezando el martes, practico con el primer equipo,
donde todo se siente medio paso más rápido. Afortunadamente, todo mi trabajo con
Gerrard y Carson hace que me sea fácil entrar en ese rol. El martes y el miércoles, Steez
agrega pimienta a nuestra práctica con burlas hacia mí, sobre como Corey hubiera hecho
esa jugada, o Corey hubiera estado en el lugar correcto ahí. Esos comentarios van
disminuyendo conforme la semana continúa. Ya el sábado, me siento muy bien
preparado para lo que sea que Hilltown vaya a arrojarnos.

El otoño llega temprano en Hilltown. El estadio al aire libre es una de las grandes
ventajas de los Dragones, o solía serlo cuando eran buenos. En el frígido frío de
diciembre, equipos visitantes desde las dunas o de áreas de clima cálido como Chevali
están en una significante desventaja. Al inicio en la temporada, no es mucho
problema— usualmente. Este domingo tenemos vientos a 30 millas por hora y lluvias
torrenciales, haciendo difícil ver a más de diez pies en frente tuyo.

Pero las gradas aún así están llenas. Este es el estadio McLauden, e incluso si los fans
de los Dragones tienen que salir en chaquetas térmicas y botas de goma, malditos si
ellos van a perderse un juego por algo tan trivial como el clima. Muy cerca del túnel de
donde salimos hay un grupo de lobos sin camisa, el pelaje alrededor de sus grandes
barrigas blancas teñido de verde. Los colores están corriendose atravesando su mojado
pelaje gris.

260
Y corremos al campo, y el PA100 dice, “Número 57, Devil Miski,” y por un momento
no siento el viento ni la lluvia. Había sido mayormente silencio del público cuando los
Firebird fueron presentados, pero mi nombre consigue una noción de aplausos. Ni
siquiera había pensado que la gente podría recordarme de mis días de Forester. Por un
momento, estoy de vuelta ahí, de pie sobre el asqueroso césped del estadio Birch,
escuchando las aclamaciones por mi nombre. Estoy empezando a alinearme de nuevo y
somos buenos, no tengo ninguna duda de mi habilidad de derribar a cualquiera del otro
equipo. Miro hacia la sección del estadio donde siempre veía a mi zorra mirándome a
mí, detrás de la banca, a la mitad yendo hacia arriba, pero claro, a mitad de las gradas
aquí es a medio camino a las nubes, y hay cien zorras detrás de la cortina de lluvia.
Pretendo que la mía es una de ellas y levanto una pata hacia las gradas, girando en
círculo antes de salir trotando y unirme a mis compañeros de equipo.

El clima vuelve a mí rápidamente, parado alrededor mío esperando a que el partido


comience. El campo está resbaloso, el balón está peor, y la visibilidad nunca se pone
mejor. Eso pone toda la carga sobre la ofensiva. Incluso cuando el frío y la lluvia
comienzan, yo no pierdo mi ansiosa energía. Gerrard, Carson, y yo engranamos bien
como una unidad, aunque probablemente ayuda que la ofensiva de Hilltown está incluso
más desinspirada de lo que se vio en el video. Hago un par de buenos tacleos, Carson
presiona al quarterback en varios malos lanzamientos, y la única cosa que permitimos es
un gol de campo que apenas pasa el travesaño y hubiera sido corto por diez yardas sin el
viento empujándolo.

Aún así, entramos al medio tiempo abajo 0-3. El vestuario está frío y húmedo, lo que
lleva a Jaws a decir que ellos rompen la calefacción en el vestuario del equipo visitante.
El rumor es ese tipo de cosa que sucede mucho, pero nunca había escuchado que fuera
probado. Charm camina fuerte alrededor y nos promete que el empatará el juego si sólo
lo hacemos llegar al alcance. El olor de pelaje húmedo y almizcle es espeso en el aire,
pero es un buen olor, un olor de equipo, y bromeamos sobre el pelaje de quien huele
peor cuando está mojado. Los zorros son votados como ganadores.

Usualmente el entrenador hace entrar al segundo equipo por un par de series, tarde en el
tercer cuarto, pero con el partido tan cerrado, creo que él no quiere arriesgar nada. Así
que Gerrard, Carson y yo estamos en cada serie defensiva en el viento y la lluvia. Nos
mantenemos cuerdos el uno al otro, alimentando la energía del otro. No les digo que me
mantengo mirando a las gradas y detrás de nuestra banca y sacando inspiración de una
zorra que no está ahí y ni siquiera es una zorra. No importa de dónde saques la
inspiración siempre y cuando la tengas y hagas buen uso de ella.

Con nosotros asegurando la defensa, nos mantenemos muy bien. En la primer serie del
cuarto cuarto, ellos atacan de nuevo, y huelo una jugada 'bootleg101', donde el
quarterback retiene el balón y corro hacia el lado débil, a mi lado. Voy en picada hacia
él, manoteo el balón, y lo siento soltarse.

El viento, la lluvia, el lobo en uniforme verde y blanco, todo lo demás desaparece. Sólo
está el balón, patinando en la húmeda superficie a un par de pies en frente de mí. Mis

100
Sistema audiovisula de altopartlantes y pantalla que suele haber en un campo.
101
En fútbol americano, es una jugada que consiste en que el quarterback corra con el balón en dirección
hacia cualquiera de las líneas de banda, por detrás de la línea de scrimmage.

261
músculos se tensan, mi respiración se acelera. Siento una oleada de calor en mi sangre.
Mis pies escarban y se resbalan en el lodoso suelo. De alguna manera, salto hacia
adelante. Mis patas se cierran alrededor del balón.

Ese segundo se queda congelado en el tiempo. Puedo saborear el lodo en mi boca. La


bola brilla con su propia luz. Entonces cuerpos golpean sobre mí en todos los ángulos.
Patas agarran el balón, escavan en mi nariz, me golpean en la espalda. Me enrosco
protectivamente alrededor del precioso balón y cierro mis ojos fuertemente hasta que
escucho el soplo del silbato. Lentamente, la pila es retirada fuera de mí. Cuando puedo
levantarme, levanto el balón en una pata y la sostengo como un trofeo todo el camino de
vuelta a nuestro animado y alegre lateral.

“Quédatelo, Miski,” dice le entrenador Samuelson con su lobuna sonrisa.

Entierro mis garras en él, así que el árbitro tiene que conseguir uno nuevo de todos
modos. “¡Sí, señor!” digo. Sé que mi hocico es más corto que el suyo, pero en ese
minuto siento que mi sonrisa es igual de larga y ancha.

Ponemos a Charm en posición, un tiro de treinta yardas. No es un tiro corto,


especialmente con el viento, pero él tiene la pierna para hacerlo. Todo el equipo junta
sus brazos, saltando sobre nuestros talones para ver el intento. En un partido como este,
cada punto es precioso. Charm retrocede. El balón entra en juego. Feliz, un lobo
mexicano quien es la reserva de Aston como quarterback, agarra el balón en el aire y la
pone en el suelo cuando Charm corre hacia adelante.

El masivo caballo está a dos pies de la bola cuando se desliza. Sólo ligeramente, pero lo
suficiente. Conecta sólidamente con la bola, la cual es lanzada con fuerza girando a
través del aire —

— y se desvía un pie a la izquierda.

El público grita en deleite. Nosotros colapsamos, desilusionados. Charm vuelve a la


banca. Un par de los chicos le dicen cosas amables como “está lodoso ahí” y “no es tu
culpa”, pero él aplasta furiosamente sus palabras y se deja caer en el otro extremo de la
banca, mirando a la nada. Después de un momento, él se quita su casco y lo lanza al
suelo.

Tengo que volver a la defensa, pero los detenemos rápidamente. Cuando nuestra jugada
termina, me dejo caer pesadamente al lado de Charm, aún sentándose sólo, aún mirando
a su embarrado casco. “Maldito clima,” digo. “Mira las porristas están todas cubiertas.
Es una lástima ¿huh?”

Él gruñe. Yo lo codeo. “Mira, todo lo que tenemos que hacer es ponerte ahí de nuevo.
Entonces vas a lamentar haber dejado todo ese lodo en tu casco. Estará todo en tus
orejas, bajando por esa gran narizota que tiene por hocico...”

“Chee, Abuelo, seguro me alegra tenerte cerca.” Él lo dice sarcásticamente porque tiene
esa intención.

262
“Me alegra que te tengamos, también. Hey, podría ser peor.” Él me mira. Señalo a la
banca contraria, donde un pequeño conejo se sienta nerviosamente flexionando su patas.
“Podrías ser su pateador.”

Sus labios hacen una pequeña sonrisa equina. Él me da un golpe en el hombro. “¿No es
casi hora de que vuelva ahí afuera?”

Miramos un pase de Aston deslizarse a través de las patas de Ty Nakamura. “Sólo casi,”
digo. “Parece que no vas a salir en esta jugada.” Lo dejo así. Él no está mirando a las
porristas, pero al menos no está mirando a su casco.

Él no tiene una oportunidad de ponérselo de nuevo. Perdemos el partido 3-0.

El vestuario está sin espíritu más tarde, pero el entrenador nos levanta el ánimo. “Este es
uno de esos partidos,” dice él. “No me molesta perder un partido así.” Él hace una
pausa, mientras las orejas alrededor del vestuario se animan. “Okey, esa es una
mentira.” Él pone una salvaje y horrible sonrisa. “Odio perder. Odio perder cualquier
partido. Pero una derrota como esta ¿Cuándo ustedes chicos jugaron con sus corazones
y no sólo estaban jugando contra los chicos en el otro lado del campo, sino también
contra el viento y la lluvia? La tomaré. Porque sé que si jugamos de vuelta este partido
diez veces, ganamos ocho de ellos. Y si lo jugamos diez veces en clima perfecto,
ganamos los diez. Así que límpiense, lleguen al avión a las nueve y practicaremos
mañana en casa.”

No hay quejas sobre la práctica del lunes; perdimos, después de todo. Echo el balón que
recuperé dentro de mi casillero ¿Debería conservarlo? Es decir, perdimos ¿Qué clase de
recuerdo es ese? Pero es el primero que recupero en las mayores.

El entrenador resuelve el asunto por mí, acercándose cuando estoy quitándome mis
hombreras. “Buena recuperación, Miski,” dice él. “La primera ¿Cierto?”

Él aún está mojado también, sus pantalones y zapatos embarrados. Alrededor de


nosotros, otros chicos están dirigiéndose a las duchas para limpiarse. Afortunadamente
hay agua caliente. “Si,” digo, y la calidez en mi pecho hace el frío en el vestuario más
llevadero.

“Aférrate a ese. Nunca habrá otra primera atrapada.”

“Gracias,” sonrío de nuevo. “Se sintió bien.”

“Apuesto que sí. Vamos, quiero hablar contigo en la oficina. No tomará mucho.”

Lo sigo a una pequeña oficina afuera del vestuario. Parece que funciona como sala
médica. Me siento en la silla al lado de una pila de cajas marcadas con “SteriliFur”. El
entrenador se sienta al otro lado del ancho escritorio.

“Buen trabajo hoy,” dice él. “Tú fuiste a Forester, lo sé. ¿Tienes familiares por aquí?”

263
“Tenían entradas, pero no sé si llegaron al juego.” Mamá podría haber visto el clima y
decidió que la TV estaría mejor. Sé que Lee vino, pero él estaba probablemente en la
caja de equipo de los Dragones o algo.

Él asiente. “Todo lo que quiero decirte es que en el GM va a estar firmar con otro
linebacker esta semana. Queremos traer a alguien que pueda ser tu reserva mientras
Miychell se rehabilita. Tienes el trabajo como titular hasta que él vuelva, pero entonces
vuelves a ser su reserva. ¿Entendido? Nadie pierde un trabajo de titular por una lesión.”

“¿Qué tal si jugara mejor que él?”

Su expresión no cambia. “Tendrás una oportunidad de probar eso el primer par de


semanas cuando él vuelva. Él no va poder conservar su trabajo como titular sólo porque
vuelve de una lesión, y le dejaré eso claro a él también. Todo lo que quiero que sepas es
que el chico que traeremos esta semana no está viniendo a reemplazarte.”

“¿Quién es?”

El sacude su cabeza. “No lo sé. Hay algunos ahí afuera. Sólo tomaré a quien sea que
me manden. Yo no tomo esa decisión.”

“Voy a seguir como titular,” le digo.

Sus ojos se encuentran con los míos. “Pruébalo,” dice él. No cambio mi expresión. Sólo
asiento, pero por dentro estoy encendiéndome porque sé que él está dándome una
oportunidad. Le gusta lo que vio y piensa que puedo tomar el trabajo de titular. “Ve a
ducharte,” dice él. “Ve con tu familia. Te veré a las nueve.”

Tardo media hora para ducharme y vestirme, veinte minutos para llegar a lo de Lee, y
veinte para llegar al aeropuerto, eso me da tres horas y veinte minutos con él. Si puedo
acortar a diez minutos mi tiempo para bañarme y vestirme, puedo hacer tres horas y
media. Me saco mi uniforme y me dirijo a las duchas mientras la mayoría del resto de
los chicos están vistiéndose. Fisher y Gerrard me hacen un saludo con la pata e intentan
decirme algo, pero no parece urgente, así que les devuelvo el saludo y me voy a las
desiertas duchas.
Tomo una larga ducha, intentando calentarme y lavarme el barro de McLauden. Es un
gran sitio histórico, bla bla bla. Jugar ahí como equipo visitante apesta. Estoy apurado,
pero también quiero estar bien y limpio para Lee, así que para cuando salgo, el vestuario
está casi desierto. Gerrard se quedó para decirme que algunos de los chicos van a ir a
cenar juntos. Le digo que tengo familia en la ciudad y que lo veré a las nueve.

Mientras estoy vistiéndome, él y el otro chico se van, dejándome solo en el vestuario.


Estoy todo vestido y debatiendo si llevar el balón conmigo para mostrárselo a Lee— es
más que genial, pero también está sucio y lodoso— cuando escucho su voz detrás de
mí. “Buen trabajo, cariño.”

Me doy la vuelta tan rápido que atoro mi camisa en el cerrojo del casillero. Él está de
pie ahí en la puerta de la entrada con una camisa de polo verde menta y jeans ajustados,
sonriendo o burlándose o algo hacia mí. “Que demon...” Miro hacia él.

264
El mueve una negra pata hacia abajo, a su camisa y pantalones. “No estoy vestido de
mujer,” dice suavemente.

Dios, es bueno verlo de nuevo. No puedo procesarlo. Es como después de ese primer
verano, sólo que mejor, porque ahora lo conozco mucho mejor y hay mucho de mí en él,
y de él en mí. Damos un paso adelante cada uno, entonces corremos el uno hacia el otro
y lo levanto, murmurando algo en el pelaje de su mejilla sobre cuanto lo he extrañado,
girando su esbelto cuerpo alrededor hasta que él se ríe y acaricia con el hocico mis
orejas.

“Yo también te extrañé,” dice él cuando finalmente lo bajo. Sus patas acarician mis
costados, su aroma llena el aire y no quiero parar de respirarlo.

“Pensé que yo iba ir a tu casa.” Yo sigo apretando sus costados, para asegurarme que es
real.

“Ah, porqué perder el tiempo conduciendo cuando ambos estamos justo aquí.” Él
inclina su cabeza y sus ojos centellan.

“¿Aquí?” Miro alrededor. “Pero los tipos de mantenimiento....los entrenadores....”

“Oh, no aquí, aquí. Me aseguré que tuviéramos un par de minutos solos ahora, justo el
tiempo suficiente para llegar a este otro pequeño lugar del conozco.”

“¿Como entraste aquí?”

Su pata de desliza hacia abajo por su cintura, y por un momento tengo este loco
pensamiento de que él va a quitarse los pantalones. En lugar de eso él levanta la
credencial colgando a la altura de su cinturón, con una foto de él con el logo de los
Dragones en ella. “Vamos,” dice él. “Conozco un lindo cuarto privado que nadie va a
estar usando por un tiempo.”

“¿Tiene una cama?” Me inclino para da run ligero golpe a su cola meneándose mientras
él me lleva a fuera.

Él mira sobre su hombro con deseo, con los ojos entrecerrados. “¿Qué te parecería un
colchón?”

Estoy por decir que incluso el concreto probablemente estaría bien cuando hay una
pelea que viene de afuera de la puerta del vestuario. Las orejas de Lee se levantan
rectas, igual las mías. Podemos ver sombras moviéndose detrás del vidrio, en el oscuro
pasillo, pero por encima del espeso olor de pelaje mojado, no podemos captar ningún
olor. Yo corro a la puerta; él se queda congelado, mirando alrededor de la habitación
(buscando algún sitio para esconderse, me cuenta él más tarde).

Antes de que llegue a la puerta, esta se abre. Entra Fisher, sosteniendo algo plateado en
una pata y un zorrillo moteado forcejeando en la otra. Ahora puedo captar su olor, y
enrosco mis patas en puños. Me detengo a un pie de donde Brian está casi colgando del
cuello de su camisa. Él para de forcejear, con los pelos de punta. “No me toques,” chilla
él. “Lo juro, yo... Lee, no dejes que me lastimen.”

265
“Conoces a este tipo,” dice Fisher en su calmado tono bajo cortando las jadeantes
plegarias de Brian. “Me imagino.”

“Apenas lo conozco,” digo. Empiezo a decir más, pero Lee da un paso al frente.

“Yo lo conozco,” dice el zorro. Su voz es tan muerta que doy un paso atrás y lo miro.
Sus ojos están entornados, pero ya no con deseo. Ellos están fijos sobre el objeto que
Fisher está sosteniendo en su otra pata, el cual no me he tomado el tiempo de ver que es.
“No deberías haber venido, Brian.”

“Te dije que lo haría,” dice él, cortante. Incluso aunque no está forcejeando, él aún está
tenso, pero la mirada en su hocico es una salvaje sonrisa. “Es algo bueno. Ya lo vas
ver.” Él me mira a mí y a Fisher como si hubiéramos acabado de pedirle el dinero para
su almuerzo.

“Déjalo ir, Fish,” digo. “¿Qué es eso?”

Fisher me mira y suelta a Brian, entonces extiende la otra pata. La cosa plateada es una
videocámara.

Lee y yo sólo la miramos por varios minutos que parecieron como diez minutos. Soy el
primero en recuperar mi voz. “¿Nos estabas filmando?”

“Para su blog,” dice Lee.

Giro hacia el zorro. “¿Tú sabías de esto?”

Él sacude su cabeza. “No sobre la grabación.”

La mirada de Fisher capta mi atención. ”¿En el vestuario?” dice él.

“Él trabaja para los Dragones,” digo.

Brian está enderezando su camisa. “Maldito neandertal,” dice él.

Ignoro el comentario. “Él se aseguro que no hubiera nadie cerca.”

“Brian, no puedes escribir sobre esto,” dice Lee, con más espíritu.

Brian hace una mueca de burla y desprecio. “¡Ha! ¿Estas bromeando?”

“Aún así,” Fisher me dice a mí, “Te lo dije—Te advertí.”

“Hablo en serio,” dice Lee. “¿No te preocupas por mí?”

“Sé lo que dijiste.” Estoy mirando sobre la cabeza de Brian, a Fisher. El hecho de que
yo no tuviera nada que ver con esto, que fuera idea de Lee, no parece relevante. La
cámara en su pata sí. “Gracias.”

266
“Hablas en serio,” dice Brian. “¿Estás bromeando? ¿Sabes cuantos lectores tendré?
Además logro sacar del closet a este tipo, también.”

“No vas a exponer a nadie,” dice Fisher, sosteniendo la cámara. “No sin esto.”

“Oh ¿Entonces te lo vas a robar?” dice Brian.

“Estas entrando sin derecho,” dice Lee. Su voz se ha ido a muerta de nuevo.

Brian hace un gesto con su pata a eso. “Eso no es noticia. Seré multado o algo ¿Un
atleta asaltando a un fan? Estaré en las noticias de deportes por semanas.”

Fisher y yo cerramos los ojos. Lee extiende su pata. “¿Me dejas ver la cámara?” Cuando
Fisher no se mueve, él dice, “¿Por favor?”

Fisher le entrega la cámara. Lee la manipula y saca la cinta, entonces le lanza la cámara
a Brian.”Ahí está. No hay robo ahora.”

Brian señala la cinta. “¿Como le llamas a eso?”

“Material ilegalmente grabado de un área privada sin permiso,” dice Lee. “Lee la multa
impresa en tu entrada.”

“Entonces estás del lado de ellos. Siempre has estado de su lado.” Brian empieza a
retroceder, tocando un lado de su cabeza con un dedo. “Aún tengo todo aquí arriba.”

Miro a Lee. “¿Podemos sólo dejarlo ir?” Lee se encoge de hombros. “Escucha,” digo,
apuntando a Brian. “Si escribes algo sobre esto...”

Él se endereza, cerca de la puerta ahora. “¿Tú qué?” hace una burlona mueca de
desprecio. “¿Perderás tu trabajo? ¿Perderás tu precioso rol de titular? ¿Perderás a tu
novio?”

“No,” dice Lee tranquilamente.

Brian frunce el ceño. “Desertor,” dice él, y se va.

Los tres de nosotros nos miramos. “Quizás debería dejarlos a los dos solos,” dice Fisher.
“O quizás ustedes deberían dejarme solo.”

Él mira hacia la puerta, mientras Lee y yo nos miramos el uno al otro. “Gracias, Fish,”
digo, de nuevo. “¿Tú lo seguiste?”

Él sacude su cabeza. “El entrenador me dijo que te hizo quedar tarde. Volví para ver si
querías venir con nosotros. Lo vi sosteniendo la cámara en la puerta. Él retrocedió sobre
mí y agarré la cámara.”

“Y él.” Lee suspira. “Probablemente sólo empeoró las cosas.”

267
“Hey.” Fisher mira a Lee, entonces a mí. “¿Hubieras querido que lo dejara irse con el
video de ustedes dos?”

“No estábamos haciendo nada,” digo.

Lee me dirige un pequeño levantamiento de la ceja. “Él tiene una historia,” le dice a
Fisher. “No podías saberlo.”

“Bueno, a la mierda,” dice Fisher.

“Hey.” Doy un paso hacia él y extiendo una pata. “Gracias. Sé que estabas intentando
hacer lo correcto.”

Él mira la pata. Lentamente, la toma, y levanta la mirada hacia mí. “Ya ha sido durante
un tiempo,” dice él. “¿Entonces que van a hacer sobre esto?”

Miro a Lee. “Él es el inteligente ¿Entonces qué vamos a hacer?”

Lee mira a cinta de video en su pata. “No hay mucho que podamos hacer. Creo que
deberías llamar a tu agente y estar listo para algún control de daño.”

“Oh, eso va a ser divertido.” Pateo el banco, y como si fuera una señal, mi celular suena.
Miro el número —Ogleby, por supuesto— y lo tiro en mi casillero. Lee y Fisher me
miran, así que hago una pasable imitación de un chirriador hurón. “¡Oh dios mío! ¡¿Por
qué no me dijiste que ahora tu valor va a bajar!? ¡Y yo que tenía tres equipo interesados
en hablarte!”

Ellos se ríen, cortamente. “Vamos,” dice Lee, caminando a través de la habitación.


“Aún tenemos un poco de tiempo.”

“Si.” Choco con Fisher en mi camino a la puerta, pero es un choque amistoso. “Te veo a
las nueve.”

“Hey ¿Miski?” dice él.

Yo giro. Él mira a Lee, esperando en la puerta. “Olvídalo. Hablaré contigo más tarde.”

Ya no necesito más motivación. Lo dejo de pie en medio del vestuario y sigo a Lee por
el corredor. Él me lleva a un cuarto de video sin ventanas y con una puerta con seguro,
hacemos excelente uso de las tres horas restantes de nuestra tarde. Tocarlo de nuevo es
como volver a casa. No duele cuando el susurra, “Titular...”, en mi oreja. Nos movemos
juntos con energía y pasión, y cualquier vago recuerdo del apático sexo de nuestro
último encuentro desaparece.

Después, acurrucados en el colchón con la particular urgencia saciada, froto el pelaje


entre sus orejas. No quiero sacar el tema de Brian, pero las cosas siguen carcomiéndome
y no puedo hacer nada al respecto. “¿Debería preguntar ahora?” digo. “¿O arruinaría el
momento?”

268
Él se mueve, el ligero peso de su esbelta forma frotando contra mí. Siento un estímulo
en mi ingle y me figuro que estaremos listos para más antes de que tenga que ir a
vestirme. El suave peso de su cola se coloca transversalmente sobre mí. “¿Recuerdas
como nos conocimos?”

“Por supuesto.” Acaricio la línea de su espalda.

“Brian aún está en esa cruzada, aún buscando venganza.” Él suspira. “Es... es triste, lo
ha trastornado. Él solía ser...”. La oscura habitación está en silencio salvo por nuestra
respiración mientras miramos al pasado. “Más esperanzador, creo.” Sus dedos rozan mi
pecho. “Me dijo que iba a exponer a alguien esta temporada. Hacer un nombre de sí
mismo.”

“Y arruinar el de alguien más.”

“Él supuso que una vez que un jugador esté expuesto como gay, los otros 'saldrían'
porque no serian los primeros. Las necesidades de muchos pesan más que las
necesidades de uno.”

“En su universo de Star Trek, seguro.”

“Si, él no ha pasado mucho tiempo cerca de verdaderos jugadores de football.” Estrecho


mis brazos alrededor de él. “Después de que te vio con Caroll, él estaba más convencido
que ibas a joderme.”

“Creo que eso es lo que acabo de hacer,” digo.

Él pellizca mis hombros ligeramente. “Él te odia que finjas ser hetero. Esperaba...
intentaba llevarme bien con él, animarlo a investigar a alguien más, pero nada funcionó.
Entonces él dijo que iba a seguirme para tomar fotos de nosotros.”

“Oh. Por eso es que no querías verme.”

Las luces del techo se reflejan en sus ojos cuando se echa hacia atrás para mirarme.
“Hasta que consiguieras el trabajo de titular. Entonces serías más importante. Si él lo
hacía... si publica algo sobre nosotros, tienes una mejor oportunidad ahora.”

“¿De qué?”

“De conservar tu trabajo.”

Alejo ese pensamiento. Se sintió tan bien salir y ser anunciado en la alineación titular,
no puedo soportar el pensar en esa sensación siendo quitada. “¿Qué hay de mi novio?”
digo en broma.

“Siempre tienes eso,” dice él.

Lo capto entonces, justo ahora pensando en la pasión de cuando hacemos el amor, cuan
difícil ha sido para él estar lejos de mí. Al menos tan difícil como lo ha sido para mí,
quizás más, y él no me tuvo para estar enojado conmigo. Me siento como un completo

269
canalla, indigno de él. Lo mejor que puedo hacer es abrazarlo y presionar mi hocico en
el pelaje de su mejilla. Ni siquiera puedo ponerlo en palabras. Así que encontramos algo
más que hacer, de nuevo, mejor que las palabras.

Jadeando y felices, nos besamos y nos tocamos poniéndonos nuestra ropa. Tengo sólo
tiempo para una ducha rápida en el vestuario, pero odio dejarlo. “¿Te veo en Aventira la
próxima semana?” digo.

“Puedes apostarlo,” dice él, y me deja con un beso.

Cuando vuelvo al vestuario, he perdido diez llamadas de Ogleby. No tengo tiempo de


hablar con él esta noche, con el avión saliendo y todo, entonces pongo el teléfono en
silencio y me uno al equipo.

Es un silencioso viaje de vuelta. Algunos chicos están hablando sobre el juego, el cual
parece que fue para mí hace ya uno o dos días. Me siento al lado de Fisher, quien no
quiere hablar sobre el juego tampoco. Ambos encendemos nuestros reproductores de
música y pasamos las cuatro horas del vuelo dormidos. Incluso aunque no hablamos, es
lindo compartir ese compañerismo de nuevo con él. No confío en él, pero al menos ya
no lo odio. Por ahora, ese es un paso adelante.

Cuando hablo con Ogleby, de camino a la práctica, él se toma un minuto para hablar a
borbotones sobre mi desempeño en el juego y me dice cuan genial soy antes de
presionarme de nuevo sobre lo del compromiso. “¿Cuándo crees que estarás listo?”

“No lo sé,” digo. “Hablaré con Caroll sobre eso.”

“Genial, eso es genial. Hablé con su agente y ya estamos listos para escribir una crónica
para el lanzamiento de prensa. Va a ser tremendo, chico, ya verás.”

Me detengo en un semáforo. “No vayas demasiado lejos.”

“Hey,” dice él, “no puedes retroceder ahora. Esto realmente moverá las cosas para ti.
Créeme, chico, yo sé lo que es mejor para tu carrera, he manejado millones de ellas. No
te estás retractando ¿o sí?”

“Sólo no sé si necesito esto ahora. Estoy de titular, y—“

“¡Entonces lo necesitas más que nunca! No hace daño conseguir un poco de promoción
extra ¿Tengo razón?”

“Como sea. Escucha, Ogleby, tú monitoreas toda la prensa, los blogs y esas cosas
¿Cierto?”

“Claro, chico, no he tenido oportunidad de ver en la red esta mañana, pero usualmente
toma un tiempo antes de que las cosas salgan ¿cierto?”

“Si ¿Puedes decirme si hay algo subido en el blog de este tipo Brian?” La luz cambia y
avanzo.

270
“¿Quién? ¿Por qué? ¿Hiciste algo malo?” Él no suena tan decepcionado sobre esa idea.

“No. Bueno...no. Sólo míralo y hazme saber si encuentras algo. Y no hagas nada hasta
que yo te diga ¿entendido?”

“Correcto, por supuesto que no, chico, nunca haría nada sin tu aprobación, sabes eso
¿Entonces que estoy buscando?”

“No lo sé realmente,” digo, y entonces escucho algo que nunca pensé que escucharía en
una conversación telefónica con Ogleby: silencio.

Después de un par de segundos, empiezo a preocuparme de que quizás tuvo un infarto,


un derrame o algo. “¿Ogleby?”

Él hace un estrangulado ruido en respuesta. Entonces es como si él limpiara algún


bloqueo de su garganta. “¿Qué demonios piensa que está haciendo? ¡Él no puede
escribir eso de ti! Oh, chico, a él le espera un mundo de mierda. Escúchame, no te
preocupes por esto, me encargaré de ello. Oh, ese rufián, ese pequeño mocoso cara de
mierda cerebro de pene ¿Quién se cree que es para joder con un profesional de esa
manera?”

No sé si él se refiere a mí o a él mismo. Intento decir una palabra, pero el hurón sólo


sigue y finalmente dice, “Yo me encargo de esto, yo me encargo de esto, tú sólo
concéntrate en el football,” y me cuelga.

Estaría preocupado si tuviera tiempo para estar preocupado. Tan pronto como llego al
estadio, estoy inmerso en jugadas y ejercicios; el único tiempo que tengo libre es
cuando algunos chicos van a ver a Corey —Matador— en el hospital. Todos están de
acuerdo en que yo probablemente no sea su persona favorita para ver. Así que tomo el
tiempo para hacer algunos ejercicios extra en la sala de pesas. Para ese entonces, he
olvidado todo sobre Brian y su blog, una feliz condición que dura casi todo el camino a
cenar, cuando Lee me llama.

“Hey,” dice él, “voy a asumir que Ogleby simplemente estalló e hizo esto sin
preguntarte.”

“Oh, mierda.” El conejo detrás del mostrador de la tienda de sándwiches parecía


alarmado. “Lo siento,” le digo, y le hago una seña con la pata a la gente detrás de mí
para que avance. “¿Qué?”

“¿Aún no lo has visto?”

“He estado en la práctica todo el día. Justo estaba en Hot Pickle comprando la cena.”

“Deberías sentarte.” Él hace un segundo de pausa, entonces dice, “Brian escribió esto
sobre ti en el blog, no diciendo nombres, pero es muy claro de quien habla si te pones a
pensarlo. 'Un cierto tigre recientemente promovido a jugador defensivo en los Firebirds
usa a su compañero de defensa como seguridad para evitar que la gente averigüe sobre
su secreta relación gay.”

271
Suelto un quejido. “Maldito idiota.”

“Bueno,” dice Lee,” sí. Pero realmente nadie le presta atención. Su blog tuvo tres
comentarios en esta tarde, y uno fue del candidato presidencial quien quiere abolir el
sistema tribunal. Pero entonces alrededor de las cuatro, Ogleby mandó un comunicado
de prensa denunciando a Brian, llamándolo 'un mono gritón quien no puede resistir no
escuchar el sonido de su propia voz' y diciendo que él 'inventaría cualquier clase de
mentiras que crea que le darán un par más de visitas.”

“Cristo.” Levanto la mirada hacia la TV, pasando un partido de eliminatorias de béisbol,


como si estuvieran por cortar el juego con las noticias: “Agente De Jugador de Football
Insiste, Él No Es Gay, Hace Que Millones Se Lo Pregunten”.

“Un par de los principales blogs de deportes lo tomaron. Uno de ellos siguió adelante
con un largo escrito violento sobre como la cultura del football oprime al hombre gay,
si, genial. Los otros son prudentes, diciendo que quieren ver que más sale a la luz antes
de decir nada.”

“Mierda.”

“No es lo peor del mundo.”

El tipo detrás del mostrador está ocupado con sus clientes, no mirándome. No sé porqué
siento que ya todos lo saben menos yo. “Tú no suenas tan alterado.”

“No parece que sea tan malo aún. No sé qué otra cosa podemos hacer más que esperar
que los medios principales no se enteren sobre eso.”

“¿Por qué me dijiste que me siente, si no es tan malo?”

“Porque sabía que te estresarías por eso. No te estreses ¿okey? Toma dos sándwiches de
res, llama a Ogleby y dile que se calme.”

Eso es más o menos lo que hago, aunque no en ese orden. Ogleby no está respondiendo
su teléfono, así que le dejo un correo de voz que probablemente sea más largo de lo que
debería, y con más gritos de lo que debería tener. Es después de colgar que me doy
cuenta que probablemente debería ir a encontrar y leer el texto completo del
comunicado de prensa. Aunque, primero llevo mis sándwiches de res a casa, abro una
cerveza, y me siento a mirar lo más destacado en los deportes. Nada sobre mi novio
llega a las diez mejores jugadas, así que estoy un poco más calmado cuando enciendo la
computadora.

Leer entero el comunicado de prensa de Ogleby, el cual me mandó por e-mail, sólo me
pone exaltado de nuevo. Me detengo a punto de lanzar la computadora contra la pared,
porque es una cara pieza de tecnología, pero sí vuelvo a llamar a Ogleby y le dejo otro
mensaje, más largo y más fuerte que el primero, consistiendo en citar secciones de su
comunicado de prensa intercaladas con repetir básicamente las mismas cosas que había
dicho en el primer mensaje.

272
Él me llama la mañana siguiente, cuando estoy un poco más sereno, pero no contesto.
No quiero estar distraído por esto cuando tengo football en cual enfocarme.

Tristemente, no tengo mucha oportunidad. Lo primero que pasa es que el entrenador


Samuelson y Steez me llaman a la oficina. Inmediatamente sé de qué se trata. El
entrenador está gruñendo, y Steez sólo se ve molesto. La computadora en su escritorio
está zumbando. No puedo ver la pantalla, pero no necesito hacerlo.

“Me importa un bledo lo que haces cuando no estás aquí.” El entrenador va directo al
punto. “Damas, chicos, ganado, lo que sea. Lo que me importa es cuando se convierte
en una distracción que hace más difícil mi trabajo ¿Estás tratando de hacer más difícil
mi trabajo?”

“No, señor.” Disuelvo la imagen conjurada por él diciendo “ganado”. “Mi agente
publicó esa declaración sin mi autorización.”

Él levanta un dedo, la desafilada garra apuntando al techo. Ni él ni Steez parecen


apaciguados. “Esa es una cosa ¿Qué pasó la última noche en Hilltown?”

La oficina está cálida, en contraste con el frío vestuario la noche anterior. Se siente
como si acabara de calentarse unos grados más. “Oh, uh, este amigo mío vino a
verme...”

Mientras estoy buscando las palabras correctas para hablar sobre eso, el entrenador
gruñe, sus orejas retroceden. “Ya te dije, no me importa un carajo lo que hagas con tu
vida privada, pero necesito saber así puedo lidiar con esto ¿Es más que sólo un amigo?”

“No,” dejo escapar. “Sólo un amigo, un amigo de universidad.” Steez y el entrenador


intercambian miradas. El entrenador dice, más tranquilamente, “¿Entonces qué pasó?”

“Él trabaja para los Dragones ahora, así que vino a decir hola. Y este tipo, Brian, él, uh,
él y mi amigo solían salir pero rompieron, y ahora él piensa que estamos saliendo.
Entonces vino a espiarnos, y Fisher lo descubrió.”

Steez se inclina hacia adelante. “¿Que hay acerca del 'daño de propiedad'?”

Mis garras se flexionan hacia afuera, afortunadamente fuera de la vista de los dos
entrenadores. “Él tenía una video cámara. Fisher se la quitó.”

El entrenador se inclina hacia atrás y se cruza de brazos. “Cristo lobo. Muy bien,
hablaremos con Fisher. Al menos por ahora este imbécil no tiene puesto cargos de
asalto.” Él se fija en mí con la mirada que sólo he visto en partidos, cuando alguien sale
del campo después de estropear una jugada. “¿Esa es toda la verdad?”

Hago una pausa. No estoy del todo seguro porqué no confío en el entrenador y Steez,
excepto que, desde ayer, no siento que pueda confiar en alguien. Y habiendo mentido,
no puedo retroceder en eso ahora. “Si.”

Él me manda afuera, diciéndome que le haga saber si alguien me hace pasar un mal
momento. Yo asiento, aunque claro que no lo haré, porque no quiero causar más

273
distracciones. Y, por supuesto, el primero que aparece cuando me dirijo a mi casillero es
Charm, pasándome en altura, en camiseta y suspensor. Él saca el aire fuera de mí con
una gigante palmada en la espalda. “Hey, Abuelo,” dice retumbando,” ¿Por qué no me
dijiste que preferías ir a Chippendales? Está todo bien.”

“Cállate,” murmuro. Algunos de los otros chicos están sonriendo y codeándose uno a
otros. Un par están desviando la mirada de mí, incluyendo a Colin y Brick. No puedo
decir si es intencional o no.

“Ah, sólo estoy bromeando.” Charm sonríe. “Aunque, vas a despedir a ese agente
¿Quieres el mío?”

“Si, quizás.” Aún no he decidido que hacer sobre Ogleby.

El caballo sonríe y apunta a su jockstrap. “Tengo su número justo aquí, sólo mete la
pata y sácalo.”

Las risas estallan. No todos, pero lo suficiente. “Vete a la mierda,” digo. Estoy teniendo
la mareada sensación de estar en uno de mis sueños. Intento concentrarme en ponerme
mi uniforme.

“Ah, amargado,” dice Charm. “Esa época del mes ¿huh?”

Más risas. Allano mis orejas y lo ignoro. Agradecidamente, eso parece ser todo. Él me
da otra palmada en la espalda para mostrar que es todo en broma (para él) y entonces
salimos y practicamos y no escucho nada más sobre el asunto.

No escucho nada— pero empiezo a notar pequeñas cosas. Un par de chicos, no todos
ellos, pero un par, parecen estar rehuyendo de mí en los ejercicios de contacto, y de
nuevo, Brick es uno de ellos. Cuando Colin y yo nos rozamos en una jugada, él se aleja
de un salto y corre de nuevo a la línea antes de que pueda decir algo. Estoy muy seguro
de que no estoy siendo paranoico, pero no quiero hacer un gran problema de eso, y es
difícil quejarse sobre una sensación, especialmente en un equipo de football. Gerrard y
Carson no me tratan diferente, pero mientras más practicamos, más mis bigotes
hormiguean como si nubes de tormenta se estuvieran reuniendo, como solían hacerlo en
los vuelos de regreso a casa.

Cuando vamos a las duchas, noto que Brick y sus amigos se quedan atrás. Me miran y
yo entro, y ellos no entran hasta que yo salgo. Siento mis garras flexionarse de nuevo.

“¿Qué pasa con ellos?” dice Gerrard.

“Mi estúpido agente,” digo.

Él sonríe satisfechamente. “¿Esa declaración? Lo vi en la web anoche. Sólo parece


como la cosa estándar. Fans enojados inventan una historia, la gente salta sobre ello
hasta que desaparece. No te preocupes por eso.”

274
Agarro mi celular, notando la luz parpadeante. Estoy seguro que Ogleby llamó al menos
tres veces. No quiero hablar con él justo ahora. “Parece que algunas personas por aquí
necesitan ese consejo también.”

Gerrard sigue mi mirada hasta las duchas. Él se encoge de hombros. “Eso durara un par
de días ¿Vas a hacer algo para la cena?”

Indico al teléfono. “Sándwiches y control de daño.”

Él me golpea en el hombro. “Disfrútalo. Te veo mañana.”

Hay en realidad dieciséis mensajes en mi teléfono. Doce son de Ogleby, los cuales
trazan el progreso de sus humores desde perplejo por mis mensajes pasando a estar a la
defensiva, conciliatorio, de nuevo emocionado cuando transmite las peticiones de
entrevista de algunos medios de comunicación. Intercalados con estos están dos
mensajes de mis padres, uno de Caroll, y uno de Lee, el cual consiste en un,
“Llámame”. Tres suposiciones de cual mensaje respondo primero, cuando abro el
celular al lado de mi auto.

“¿Se puso peor hoy?”

Él suspira. “No realmente malo. Tomado por otro par de blogs.”

Me apoyo sobre el techo de mi auto. “Tengo algunas peticiones de entrevista ¿Como


demonios es que las estaciones de comunicación están prestando atención al sitio web
de algún imbécil?”

“Eres un atleta. Ogleby no ayuda, escribiendo un comunicado oficial de prensa. Captó la


atención de la gente. Ahora los mayores blogs de deportes están mirándolo, y los
medios están mirándolos a ellos.”

“Carajo.” Veo a Colin y algunos de los otros novatos irse. Ellos miran hacia mí y
entonces se alejan intencionadamente, hablando más de cerca entre ellos. “¿Has sabido
algo de él?”

La pausa antes de que él dice “No” es tan larga que me doy cuenta que no es así.

“Vamos,” presiono.

“Él llamó y dejó un mensaje. No le devolví la llamada.”

El aire de la tarde es cálido, pero hay una agradable briza. “¿Qué dijo?”

“No es importante.”

“Lee...”

Lo escucho tipeando en un teclado. “Él estaba muy feliz de haberte expuesto. Él estaba
deleitado con pensamiento de que finalmente podría haber un jugador de football
profesional en actividad abiertamente gay.”

275
Siento el gruñido levantarse en mi pecho. “¿Estás seguro de que él no estaba sólo feliz
de haber terminado con mi carrera?”

“Tu carrera no terminó. Estás comenzando.”

Le cuento de los chicos en la práctica, la charla con el entrenador. “Ahora tengo que
llamar a Ogleby y rechazar todas las entrevistas, y eso va a ser sospechoso.”

“Simplemente sal con Caroll de nuevo.” Su voz se aplana cuando lo dice.

“Es sólo cuestión de tiempo ahora que se sabe. Entonces nadie querrá jugar conmigo, y
el entrenador dirá que soy una distracción, y eso será todo. Como Tony Calhoun, todo
de nuevo.”

“Ya no hacen eso,” dice Lee, sin convicción. “¿Qué tal es tipo que 'salió' hace un par de
años? Retirado en sus propios términos.”

“Después de ocho años de mantener secretos y mirando sobre su hombro y sin tener una
relación estable nunca.”

“Ve a llamar Ogleby,” dice él. “Estaré despierto hasta tarde trabajando.”

Llamo a Ogleby, quien ahora está deleitado con toda la cobertura de prensa que
conseguiremos al negar los cargos. Tengo que discutir con él por media hora antes de
que él si quiera entienda porque elijo saltarme las entrevistas. Le digo que piense lo que
pasaría si el rumor se hace más grande, que estaré fuera de la liga y él sin una comisión,
y él sólo vuelve con la insistencia de que es por eso que tengo que hacer las negaciones.
Lo dejo con el compromiso de que saldré con Caroll una noche esta semana y ponerlo
en los periódicos.

Lo cual quiere decir que tengo que llamarla. Ella está feliz de tomar un vuelo por una
tarde para ayudarme. Por ese entonces, mi estómago está gruñendo, así que me subo al
auto y llamo a mis padres de camino a la tienda de sándwiches.

Mi padre casi está fuera de sí mismo. “Puedes demandar a este tipo por difamación,”
dice él. “¿O es calumnia si es en internet?”

“No voy a demandar a nadie,” le digo.

“Él está haciendo falsas afirmaciones para intencionalmente privarte de tu sustento. Por
supuesto que puedes demandarlo.” Cuando mi papá se pone así, lo mejor es sólo asentir
y dejarlo hablar. En el teléfono, realmente no puedo hacer eso.

“Sólo le daría más publicidad si lo hago.”

“Necesitas probarle al mundo que él es un mentiroso, detenerlo y exponerlo. No puedes


dejar a estas personas salirse con sus mentiras o simplemente seguirán mintiendo.”

Mi estómago se revuelve. Necesito esos sándwiches. “No vale la pena, papá.”

276
“¿Tú reputación no lo vale? ¿Tu sustento no lo vale?”

“Jesús león, papá, déjalo.”

“Todos en la oficina estaba preguntando sobre eso. Estaban preguntando si vas a


comenzar el siguiente partido en un tu-tú.”

Me encuentro con todas las luces rojas. Desesperadamente quiero llegar a la tienda de
sándwiches así tengo una excusa para terminar esta conversación. “Genial, papá.”

“Casi se vuelve una pelea.”

“¿Sobre tu progresivo punto de vista de la gente gay?”

“Jerry te defendió ¿Te acuerdas de él?”

“¿El carcayú que arregló mi Buick?”

“Él dijo que por toda la acción que ha visto ese auto, no había manera de que fueras
marica.”

Escuchar eso de mi padre hace que se me erice el pelaje. “Dale las gracias a Jerry” Las
luces cambian, finalmente avanzo.

“¿Cómo van las cosas con Caroll? ¿Ella está alterada sobre esto?”

Giro en la esquina haciendo rechinar las llantas. “La veré el miércoles.”

“Pregúntale sobre demandar por difamación. Esas personas de Hollywood saben todo
sobre difamación de personas.”

“Papá —“ Escucho sirenas. Mierda. “Tengo que irme. Te hablaré más tarde.”

Detengo el SUV102 y me siento desplomado con mi hocico apoyado contra el volante. El


policía, un gran oso pardo, camina a mi auto. Bajo la ventana y me reclino cuando él se
acerca. Esto es simplemente genial. Este día sólo acaba de ponerse peor ¿no?

“Buenas tardes, señor,” dice él. “Licencia y registro, por favor.”

Se los doy. Él me estudia por un momento mientras tengo lista mi tarjeta de crédito. Él
no vuelve a su auto ni nada, sólo mira la licencia, entonces a mí. “¿Está todo bien?”
pregunto.

102
Abreviatura de sport utility vehicle. Es un tipo de automóvil que combinan los elementos de los todo-
terreno con los automóviles de turismo.

277
“Sí, señor,” dice él. Me devuelve la licencia y los papeles del auto e ignora la tarjeta de
crédito que estoy dándole. “Sólo quería pedirle que baje la velocidad un poco en la
ciudad.”

“¿Eso es todo?” Siento un lenta ola de alivio.

“Eso es todo.” Él toca el borde de su sombrero. “También, buena suerte contra


Aventira.” Él sonríe y saluda con la pata. “Ten un buen día.”

Me siento detrás del volante hasta que él se va. No he tenido una multa desde la
universidad. Es como sí las nubes de tormenta se partieron sólo por un momento para
dejar pasar al sol. Finalmente algo fue bien hoy.

Cuando llego a casa, el teléfono y la computadora se quedan fuera en favor de Football


'08103. Arbitrariamente proclamo gay a algunos de los jugadores del video juego
mientras los muevo. No tengo idea de que hacer. Mientras más me entierro a mi mismo
en este hoyo, esta “imagen”, como Caroll la llama, más tengo que recordar lo que le he
dicho a la gente y lo que no, y más solo me siento. Entonces ¿Hago todo lo posible para
proclama en voz alta mi heterosexualidad, como hice cuando pensaba que lo era? No
sería difícil mentir. Veo a estos chicos todos los días en el vestuario, y no hace mucho
yo mismo era parte de esa vida.

Pero preferiría sólo estar callado y que la gente me dejara en paz. Nadie cerca de mí
quiere saberlo realmente, ni parece importarle lo que hago con mi tiempo no
futbolístico. Charm sólo quiere que vaya a los clubs de strippers con él. Mis padres
quieren que encuentre una linda tigresa y sente cabeza. A Gerrard no podría importarle
menos siempre y cuando pueda jugar football. Y Fisher... no sé qué es lo que Fisher
quiere. Él único quien sabe lo que yo quiero y me importa está en Hilltown. Quiero
llamarlo, pero sé que él estará trabajando duro toda la semana.

Juego tres partidos y entonces llamo a Lee. Me siento mejor sólo hablando con él, y él
parece saber que no quiero hablar sobre todo este problema. Es sólo hacia el final de la
conversación que él dice, “¿Entonces cómo estás?”

“¿No estábamos hablando recién de eso?”

Él suelta un risita. “Creo que quise decir ¿Como lo estás llevando?”

“Lo sé.” Me reclino en el sillón. “Sólo no sé qué hacer excepto lo que he estado
haciendo”

“Parece haber funcionado hasta ahora.” Él lo dice con una clase de resignación.

Lo quiero al lado mío tan desesperadamente que puedo sentirlo, un espacio vacío en la
curva de mi brazo. “No se pondrá peor ¿o sí?” Él no responde. “¿Lee?”

“Haré todo lo que pueda.”

103
Video juego.

278
Froto la tela del sofá. “¿Que quieres decir?”

“Tanto como pueda ayudar.”

“No llames a Brian.”

Otra pausa. “Esa es más o menos la único en que puedo pensar hacer para ayudarte
¿Qué más hay?”

Aprieto el cojín del sillón. “Estate en Aventira el sábado a la noche cuando lleguemos.”

“Por supuesto.”

“Y...”

Es mi turno de hacer una pausa, hasta que él dice. “¿Dev?”

Estoy mirando a la animación del video juego, los jugadores están corriendo en el lugar
una y otra vez. “¿Qué debería hacer? ¿Sólo.....hacer nada?”

“¿Por qué me lo preguntas?”

“Tú eres el inteligente, doc.” En la pantalla un jugador en un inclasificable uniforme


negro con el número 54 intercepta un pase y corre a la derecha.

“Mmm.” Él tipea en el teclado un poco más. “Es tu vida.”

Un jugador en un rojo número 21 corre a través de los tacleadores. Miro al quarterback


volver a su posición original para pasar. El número 54 vuelve a la pantalla. Dejo a las
palabras de Lee entrar a mi subconsciente y asentarse ahí. Es justo lo que había estado
pensando ¿no? Es mi vida y es asunto de nadie más. Pero viniendo de él, suena mal. Sé
que será mejor no intentar resolverlo solo en mi cabeza teniéndolo a él al teléfono. “¿Lo
es?”

Él se ríe. “Bueno, técnicamente, después del contrato que firmaste, diez por ciento de
ella es de Ogleby y un gran pedazo es de Chevali.”

Tomo aire. “Quiero decir ¿Es sólo mi vida? O es...” Tenga la sensación de caer en
medio de una jugada que no he estudiado o descifrado, cuerpos volando alrededor de
mí, confiando en la suerte y mis instintos. “¿Es nuestra vida?”

El tipeo se detiene. Muy suavemente, escucho una exhalación en el parlante.


“Semental,” suspira él, “tienes una manera de hacer que un chico deseé poder viajar a
través de la línea telefónica.”

Dejo salir mi propio aliento. “Los teléfonos ya no tienen líneas. Es todo por señales de
radio.”

“Las señales de radio no sirven para las metáfora. ¿No lees nada más que manuales de
video juego?”

279
En la pantalla, las instrucciones aparecen sobre cómo como jugar un partido con dos
personas. “¿Está bien, entonces, que diga eso?”

“Si. Está bien.”

Por un momento, se siente como si él realmente viajó por la línea telefónica. “Bien.
Entonces ¿Que deberías hacer?”

Él resopla, aún sonando un poco emocional. “¿Acabas de decir los más romántico que
me has dicho simplemente para conseguir un consejo de mí?”

“Nah.” Me estiro en el sillón y apago el video juego. “Aunque creo que es un poco
sorprendente que no sólo me dijeras que hacer.”

“Nunca te digo que hacer.”

Sonrío. “No, sólo me haces imposible hacer algo más.” Él suspira, y mi sonrisa se
marcha. “¿Cuál es el problema?”

“Nada.” Es rápido, no sincero.

“Mierda.”

“En serio, no es —“

“No me mientas.”

Él empieza a decir algo indignado, entonces se corta. “Mierda. En serio no quiero hacer
esto por teléfono.”

Mi pata se tensa alrededor del teléfono. Lo presiono más cerca de mi oreja. “¿Hacer
qué?”

“¿Puedes confiar en mí si digo que necesito decirte algo el sábado? ¿Prometerás no


preocuparte de lo que es?”

“No.” Me siento derecho.

“¿No puedes esperar hasta el sábado de todos modos?”

“No.”

“Por favor, Dev. Confía en mí.”

Me agazapo hacia adelante, tensándome. “¿Es sobre Brian?”

“Sábado.”

“Bueno, mierda ¿Por qué lo mencionas si no vas a decirme?”

280
Él suena genuinamente desconcertado. “No sé. No pude evitarlo.”

Gruño. “Podría estar en un vuelo esta noche.”

“No pierdas la práctica.”

“Tú podrías estar en un vuelo esta noche.”

“Dev, sólo...hasta el sábado no está muy lejos.”

Ese tono de súplica no entra en su voz muy seguido, no en mi confiado y seguro zorro.
Incluso aunque toda la intimidad de nuestro momento se siente agria, no puedo decir no.
“¿Prometes que no son malas noticias?”

Sus garras golpetean sobre la mesa. No el teclado, no tipeando, sólo un tableteo


nervioso. “No. Pero prometo que no será peor entre ahora y entonces. Y prometo...
prometo que te he dicho tanto de la verdad como pude. Te lo contaré todo la noche de
sábado.”

Extiendo mis garras y tableteo la mesa de café al ritmo con él. “No estás ayudando a
que me concentre en el football.”

Funciona para romper la tensión. Sus garras detienen su traqueteo. “Entonces


concéntrate en esto: ¿Sabes que tan bueno eres como linebacker titular? No pierdas ese
trabajo.”

“¿Puedo imaginarte mirándome desde las gradas?”

Su voz baja, más apasionada, no en su ronca voz de Lauren Becollie, pero cerca.
“¿Quieres decir que no lo haces?”

No sé como sentirme, colgando. Todas mis preguntas sobre él regresan, como jugadores
danzando alrededor antes del saque para disfrazar la jugada que van a hacer. Intento ver
a través de las preguntas al núcleo de las cosas, de la manera en que me concentraría en
los jugadores claves para descifrar la jugada, pero todo con lo que puedo salir es una
enorme pregunta para mí mismo: ¿Confío en el zorro o no?

La única manera que puedo llegar a dormir es decidir qué sí. Así que eso hago.

Me resisto a la tentación de revisar el internet la mañana siguiente. Desayuno y me


dirijo a la práctica. Llego al estacionamiento al mismo tiempo que Brick. “¡Hey!” llamo,
pero él me ignora y entra rápidamente delante de mí. Para un oso, él entra ahí bastante
rápido. Podría haberlo alcanzado, pero sé porqué él se está moviendo rápido y no tengo
ganas de tener una confrontación.

Pero cuando llego al vestuario, deseo haberlo hecho. La mayoría de la línea ofensiva
están vistiéndose juntos a un lado. Mientras entro, todos paran de hablar y me miran. Yo
devuelvo la mirada, tan calmado como puedo, pero siento las nubes de tormenta de
nuevo, la sensación de estar de pie completamente sólo en un avión mirándolas llegar.

281
Espero que el entrenador me llame a su oficina de nuevo, pero la única vez que lo veo
ese día es un par de veces cuando él sale a trabajar con los entrenadores de posición.

Es nuestra tarde para mirar videos. La unidad defensiva se sienta junta en una sesión
conducida por el coordinador de defensa, con Steez y los otros entrenadores de posición
defensiva ayudando. Casi parece normal, sin la línea ofensiva dándome la fría
indiferencia. Estudiamos el video de Aventira una y otra vez, hasta que somos capaces
de distinguir los patrones y los jugadores. Gerrard, Carson y yo pasamos algo de tiempo
hablando sobre el video más tarde, analizando nuestras jugadas y respuestas con Steez.

Para cuando eso termina, estamos listos para el almuerzo. Gerrard y Carson me invitan a
almorzar a Bar-None, la casa de filetes favorita de Gerrard. Miro mis llamadas perdidas
primero. Ninguna de ellas es de Lee, así que guardo el celular y los sigo al restaurante.

Sólo he estado ahí una vez. No tiene decoración lujosa, sólo blanco y lizo estuco y vigas
de madera oscura adentro. “Yo pago,” dice Gerrard cuando nos sentamos todos. “Pero
sin competencias de comida esta vez.”

“Yo los comería a ustedes debajo de la mesa de todos modos,” digo, mirando al menú
mas por hábito. Arriba de todo, este dice, “Sin Lechuga. Sólo un Gran Filete.”

Carson levanta una ceja. Sus orejas se mueven de golpe hacia atrás, y él esconde su
sonrisa detrás de su propio menú.

Ordenamos — filetes con papas al horno alrededor, con alguna cerveza importada que a
Gerrard le gusta. Una vez que el camarero se va, Gerrard y Carson se miran el uno al
otro, entonces a mí.

“Mierda,” digo, mirando de uno al otro. “¿Podemos no hablar sobre esto?”

“Eso me gustaría,” dice Gerrard, “pero viste a la línea ofensiva en el vestuario hoy y en
el campo. Está empezando a afectar la práctica, y eso quiere decir que el entrenador está
preocupado por eso. Yo le dije que hablaría contigo.”

Cruzo mis brazos, me reclino atrás, y lo observo. “Bien ¿Y?”

“A mí no me importa.” El coyote me señala. “Puedes jugar. Algunos de los otros chicos


están sintiéndose heridos por eso.”

“Ese no es mi problema.”

Él sacude su cabeza. “No estoy diciendo que tengan razón. Me enferma. Pero necesitas
hacer algo, entonces lidiaremos con ellos.”

Ladeo mi hocico. “¿Que quieres decir?”

“Necesitas comprometerte,” dice él. “No sólo te sientes ahí y esperes a ver lo que pasa.
Toma el control.”

“No es el maldito asunto de nadie de una u otra manera,” digo.

282
Carson hace un sonido, en molestia o de acuerdo. Gerrard le agradece con una
inclinación de su hocico. “Este tipo del internet lo ha hecho asunto de alguien más, y tu
agente no ayudó. Mira, no estoy pidiéndote que me digas una cosa ni la otra. Estoy
pidiéndote que le digas al equipo que no es verdad. Ya sea si es cierto o no, eso lo
resolverá más rápido.”

“¿Por qué no sólo les dices eso tú?”

Gerrard pone una sonrisa de coyote, protectora y comprensiva todo a la vez. “Tiene que
venir de ti, amigo. No puedes dejar a otras personas pelear tus batallas.”

Miro hacia la mesa, picando el mantel con una garra. Puedo sentir la mirada de Carson.
“Okey.”

Ambos se relajan. “Bien,” dice Gerrard.

Carson se levanta y va al baño. Lo veo cruzar el salón y girar para ver los ojos de
Gerrard sobre mí. Su expresión es difícil de leer, incluso con esas grandes y expresivas
orejas cánidas. Quizás son las orejas que me recuerdan a Lee, o quizás es el hocico
largo, pero me encuentro a mi mismo hablando de nuevo. “Sabes, incluso si no es
verdad para mí... tiene que ser verdad para alguien más en la liga en algún lugar.”

“Sip,” dice Gerrard con un asentimiento, permaneciendo sin compromiso.

“¿Cómo crees que reaccionarían los compañeros de equipo del chico?” Intento
mantenerme casual.

La postura del coyote hace eco en mi indiferencia, todo excepto sus concentradas orejas.
“Depende del equipo, depende del chico, depende del entrenador.”

“¿Crees que puede tener un final feliz?”

“Probablemente no al principio.” Mirando mi expresión, él se inclina adelante. “Va a


pasar tarde o temprano,” dice él. “Pero por mi dinero, yo sería feliz si nunca pasara.”

Eso me shockea un poco. Gerrard nunca pareció lo bastante interesado para tener esa
firme opinión sobre el asunto. “¿Por qué?”

“Porque no tiene nada que ver con el football.” Sus ojos se encienden, sus dedos se
enroscan y flexionan. “Si todos simplemente dejaran sus vidas en la puerta y se llevaran
bien con el juego, estaríamos todos mejor. Toda esta basura de tener cachorros y
engañar esposas— ¿A quién le importa? ¿Puedes jugar el juego o no?”

“¿Así como una investigación de asesinato?”

Él me dirige una de esas miradas de “no seas un idiota”. “No estoy hablando de un
crimen. Estoy hablando de si vas a la iglesia, si eres fiel a tu esposa, si estás durmiendo
con una chica de Hollywood, si donaste dinero a esta o aquella caridad o trataste de
agradar a los medios o si saliste en “Haciendo La Macarena Con Las Estrellas”. Nada de

283
eso tiene ni un poco que ver con cómo te desempeñas cuando sales al campo, y esto
debería tener exactamente esa atención.”

Carson se desliza de vuelta en su asiento con facilidad y gira sus ojos. “Dale un
descanso,” refunfuña él.

Gerrard apunta hacia él. “Es por eso que nos llevamos bien. Respeto en el campo. Nada
más.”

“¿Qué tal va mi respeto?” pregunto.

Carson sonríe. La sonrisa de Gerrard se desenvuelve más lentamente, estirando hasta las
esquina de su hocico y mostrando algunos dientes. “Llegando ahí,” dice él.

El filete es tan bueno como anunciaba. La conversación más o menos llega a un punto
muerto una vez que llega el filete, y una vez que se ha ido, estamos demasiado llenos
para hablar. Gerrard dice, haciendo un punto, que es porque se concentran en el filete y
en nada más. Tengo que admitir, saliendo y sintiéndome diez libras más pesado, que
veo su perspectiva.

El día siguiente es incluso más frustrante. Por primera vez, oigo un intencionado
comentario sobre la gente “normal”, susurrado justo lo bastante fuerte para que yo los
escuchara cuando paso por ahí. Toma un montón de control ignorarlo. Si fuera en la
normal manera de los vestuarios, bromas bulliciosas y comentarios excediendo los
límites normales —en otras palabras, de Charm— no sería difícil lidiar con ello.
Cuando oigo otro comentario sobre perversión, al final del día, le pido al entrenador si
puedo hablar con él en su oficina.

Él empieza la conversación. “¿Pensaste sobre lo que dije?”

Yo asiento y tomo aliento. “Gerrard cree que debería sólo reunirme con el equipo y
negar los rumores.”

“¿Vas a hacerlo?”

“Eso creo. No puedo pensar en algo más que hacer. No lo puedo soportar — esto sólo se
está poniendo mal para el equipo. Ellos están hablando a mis espaldas y ahora diciendo
cosas de manera que pueda escucharlas.”

Él levanta una ceja. “Sin peleas.”

“No, no he comenzado nada.” Me pregunto entonces si él estaba comentando que no


había habido peleas más que decirme que no lo haga. “Uh, sólo estoy tratando de
ignorarlos.”

Él se inclina adelante. “Tú no deberías estar hablando con el equipo. Yo debería. Ahora,
tú me dices que esto no es verdad, y te creeré. Pero quiero que tú y Fisher salgan
mañana y piensen sobre cómo van manejar este movimiento en adelante.”

Yo parpadeo. “¿Por qué Fisher?”

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“Porque él ha estado cerca un largo tiempo y porque ustedes dos son amigos.” Cuando
no respondo a eso, agrega él. “Y porque yo lo digo.”

“Se supone que tengo una cena con Caroll esta noche,” digo. Ella ya llamó, en efecto, y
está esperándome en el Salón Xeric.

El entrenador ladra una corta risa. “Tráela mañana.”

Yo frunzo el seño, no completamente seguro si él está bromeando. “Ella sólo estará en


la ciudad esta noche.”

Él levanta un lápiz que casi ha sido partido en dos a mordiscos. “Si, si. Lárgate de mi
oficina. Tengo un partido para el cual prepararme.”

Para mi sorpresa, Fisher no opone resistencia alguna a la idea. Caminamos al


estacionamiento en un intranquilo silencio, hasta que me dirijo hacia mi auto y digo,
“Te veo después de la cena.”

“¿Puedes hacer la cena corta?” Dice Fisher.

“¿Por qué simplemente no vienes también?” Le saco la alarma a mi auto y giro para
mirarlo a él. “No es que tengamos algo intimo que discutir.”

Él inclina su hocico. “¿Ella lo sabe también?”

Asiento. “Bueno, más o menos. Iba a contarle todo esta noche.”

Él saca su celular. “Déjame llamar a Gena.”

“Dile que vas encontrarte con una joven y ardiente pantera para cenar.”

Él resopla, pero me dirige la más ligera sonrisa. Abro la puerta y me subo al auto,
mirando cuando Fisher camina cruzando el estacionamiento a su auto. Espero a que él
me dé el pulgar en alto para irme.

En el restaurante, Caroll está en la barra, bebiendo algo oscuro y burbujeante con una
cereza en él. “Duplica tu placer,” dice ella. “¿Quién es el otro fortachón?”

“Fisher Kingston.” él extiende un pata, la cual ella toma delicadamente. “He escuchado
mucho sobre ti.”

Ella mueve una oreja y me mira. “¿Dev te habla de mí?”

“Star Today,” dice él, mirando abajo. “Uh, mi esposa la compra.”

Caroll se ríe. “¿Fue ese el número con mi berrinche de ira en el set de Mala medicina 3,
o mi aventura con Jake de Casa pantera?”

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Fisher balbucea algo que no escucho, pero hace a Caroll reír de nuevo.”Vamos,” dice
ella. “Están guardando una mesa para nosotros.”

“¿Para dos o para tres?” pregunto.

“No importa,” ella dice a la ligera, poniendo una encantadora sonrisa para el anfitrión.

Cinco minutos después, sentados alrededor de una aislada mesa para cuatro, miro
alrededor nerviosamente. Ella está mirándome y Fisher mira a cualquier otro lado.
Había pensado que sería más fácil, con él ahí, pero en realidad él lo está haciendo más
difícil. “Entonces, ah, este algo mío ¿Recuerdas?” Ella asiente. Tomo aliento. “Bueno,
la razón de que Ogleby pensó que ella no sería apropiada para ser vista conmigo,” e
intento no hacer énfasis en el nombre de Ogleby demasiado fuerte cuando miro a Fisher,
“es que ella es, uh, un zorro.”

Caroll asiente. “¿Y qué más?”

“Y ella es.... no es una ella.”

“No usualmente,” murmura Fisher bajo.

Ambos lo miramos, y entonces Caroll me dirige una mirada interrogativa. Yo digo,


“Oh, hubo un incidente...”

Ella sacude su cabeza. “Cuéntamelo más tarde.” Una pata frota sus bigotes. “En
realidad, lo sospechaba.”

Me cruzo de brazos. “¿Oh?”

Ella se encoge de hombros. “No hiciste silbido ni nada. Pero ¿Recuerdas cuando hablé
sobre como todos estos otros tipos darían su testículo izquierdo por tener una cita
conmigo, y tú estabas todo como, 'lo que sea'? E incluso Colin, el Colin de 'Colin y
Penny sentados en un árbol' desde la secundaria, el Colin quien parecía tan
desaprobatorio de que su compañero de equipo contrató una acompañante, incluso él
estaba coqueteándome. Tú simplemente parecías tener cero interés.”

“Y siendo ella,” agrega Fisher “eso lo dijo todo.”

“Apuesto que no has estado hablando de cuan ardiente soy con tus compañeros de
equipo, tampoco.” Ella está reprendiéndome, como si hubiera olvidado sostenerle la
puerta o algo.

Siento todo caliente y mi pelaje empieza a ponerse espinoso. “Debería hacer eso ¿huh?”

“Demonios, si,” bufa Fisher. “Deberías hablar sobre ella como que si ya lo hubieras
hecho con ella. Toma el ejemplo de Charm.”

“Si,” asiente Caroll. “Habla de mis pechos.” Ella se reclina atrás de manera que sus
pechos resaltan sobre la mesa. “Son muy hermosas, ya te dije.”

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“Nada mal,” dice Fisher.

“Eres casado,” le recuerdo.

“Y hetero,” dice él. “Yo noto las tetas. Deberías hacerlo de ahora en delante.”

“Entonces ahora tengo que ser Charm,” gruño.

Fisher toma un trago de cerveza y eructa. “¿Has escuchado que alguien dude de que él
es hetero?”

Ruedo mis ojos. “Bien.”

Caroll tira de la parte superior de su vestido. “¿Quieres verlas? Creo que deberías.”

“¿Qué, ahora?” Miro alrededor del restaurante. Nadie está mirando en nuestra dirección,
pero si ella baja su vestido, es seguro como el diablo que lo harán.

“Nah, atrás en los baños.” Ella pone su pata sobre la mesa de nuevo y frunce el ceño.
“No estoy tan desesperada por atención.”

“¿Todavía está nuestro reportero afuera?”

“Mi pulga lo llamó. Eso espero.”

“Hey,” dice Fisher. ”Deberías ser atrapado manoseándola en el baño. Como ese tipo
actor con la prostituta.”

“Ja ja.” Miro a Caroll para confirmar que es una idea ridícula. Ella luce pensativa. “No,”
digo. “De plano no.”

Fisher se encoge de hombros y se reclina atrás. “Pensé que estabas comprometida.”

“Aunque, no sé si eso será lo correcto para mí imagen,” dice Caroll. “Quiero decir,
quiero ser deseable, no cursi. Toquetearse en el baño está a un paso de retozar desnuda
en jacuzzis, y entonces antes de darte cuenta estás siendo vinculada a jugadores de
hockey.”

“¿Ves? Ella no quiere hacerlo.”

Fisher extiende sus patas. “Solo una idea,” dice él. “No tienes que escuchar mis ideas.”

Me hundo en mi silla. ” ¿Entonces qué voy a decirle a los chicos?”

Damos vueltas a un montón de idea, antes, durante, y después de la cena. Cuando


tenemos el texto resuelto, Caroll menciona otro punto. “¿Que le vas a decir a tu zorro?
Lo último que necesitamos es que él se moleste y corra a los periódicos también.
Apuesto a que él tiene mejores fotografías.”

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Mi teléfono es un cálido peso en mi bolsillo. “Él ya sabe que necesito hacer algo así.
Hablaré con él más tarde esta noche, o mañana. Él tiene algo que decirme, también.”
Caroll tiene un pequeño hábito de llevar un dedo debajo de su labio superior cuando ella
está pensando. Se registra en mí como algo sexy, pero los ojos de Fisher de ensanchan
ligeramente y él desvía la mirada rápidamente cuando ella lo hace. “Hey,” dice ella,
“¿Qué tal si él fue quien escribió esa historia? Quizás está cansado de estar a
escondidas.”

Yo río. “Eso es ridículo.”

“Bueno, de cualquier manera, él gana.” Ella frota sus bigotes de nuevo con el dedo
húmedo, acicalando. Fisher, quien recién había vuelto a mirarla, aclara su garganta y
levanta el menú de postres para bloquear su mirada con ella. Creo que ella está
coqueteándole. “Si eres echado de la liga, no tendrían que esconderse más. Si eres
expuesto y aceptado, no más de esconderse. La única manera en que él no gana es si
niegas todo y la historia desaparece.”

“Él no tuvo nada que ver con eso,” digo. “Es este otro chico, Brian, quien la tiene jurada
conmigo porque odia a todos los jugadores de football.”

“Oh, bueno. Aunque, sería una gran trama de película,” dice ella. “Deberías escribirlo.
Se lo mostraré a mi agente.”

“Fue tu idea,” señalo.

Fisher baja el menú cautelosamente, y entonces del todo cuando ve que Caroll ya no
está lamiendo sus dedos. “Quien sea que lo hizo, Dev, lo único que puedes hacer es
negarlo.”

Es lo que hay que hacer, me digo a mí mismo en el camino a casa. Le envío a Lee un
rápido texto para ver si aún está despierto, pero no responde, así que arreglo las cosas
por mi cuenta. Siento una sensación de alivio que si puedo superar la reunión de
mañana, el entrenador y Fisher y Gerrard me respaldarán y podremos volver al negocio
de ganar partidos de football. Porque lo gracioso es que, cuando juego en el campo, es
ahí donde me estoy volviendo más y más seguro. Si todas estas cosas fuera del campo
simplemente desparecieran (no Lee; me refiero a Brian), yo estaría en un gran lugar.

Al mediodía, el entrenador reúne a todos en el vestuario antes del almuerzo, porque


siempre hay un par de reporteros cerca pasando el rato en el campo. Estamos todos
jadeando y faltos de aliento por la práctica. La mayoría de los chicos tomando bebidas.
El entrenador está estudiando al equipo, y levanta sus patas pidiendo silencio. Siento mi
estómago revolverse. Siempre me sentía como una parte de este equipo hasta el último
par de días, y esta reunión sólo hace esa separación más rígida.

“Han habido algunas cosas flotando por ahí sobre uno de nuestros jugadores
últimamente.” El entrenador empieza directamente. “Sé que la mayoría de ustedes son
lo bastante inteligentes para no escuchar algo en los medios. Esos tipos inventarían
historias sobre sus madres para vender diarios, y el internet no es mejor. Ellos sólo
buscan atención, venderse así mismos. Así que quiero asegurarme de que todos ustedes

288
chicos sepan que si escuchan algo sobre alguien en el equipo, vengan a hablarme o
hablen con ellos.”

Me estoy sintiendo realmente ruborizado. Pienso por un minuto que quizás fue la
práctica, pero me doy cuenta que son las palabras del entrenador las que lo están
haciendo. Es justo como uno de mis sueños, porque sé que todos están viéndome
incluso si no puedo ver a nadie haciéndolo. Ellos saben que el entrenador está mintiendo
a mi favor; no sólo está mintiendo, está diciendo lo que él cree que es verdad porque yo
le mentí. Siento mis patas apretarse de nuevo cuando el hocico del zorrillo moteado
aparece en mi mente. Me pierdo el resto de la charla del entrenador, hasta que él termina
con un brusco, “¿Todos entendieron eso?”

La línea ofensiva están mirando a nada en particular, definitivamente no a mí. El


entrenador ladra, más fuerte, “¿Entendieron eso?”

“Si, entrenador,” murmuran todos.

“Muy bien, entonces.”

Es en las duchas después de la práctica de ese día que me doy cuenta que el discurso del
entrenador sólo ayudó un poco. Ninguno de los chicos de la línea ofensiva se baña con
nosotros, y tampoco lo hicieron algunos otros jugadores, incluyendo a Colin. Cuando
salgo, ellos están pasando el rato en frente de sus casilleros, charlando como si acabaran
de ser interrumpidos en una conversación. Ellos no me miran ni nada, pero sólo he
estado en mi casillero por un par de minutos antes de que todos ellos entran.

Fisher, detrás de mí, dice, “Siempre va a ver un par.”

“¿Así es como empezó con Tony?”

Él no responde inmediatamente. Me pongo mi camisa, él se pone un par de pantalones.


“Sobre eso...”

“Está bien, Fish,” comienzo, pero él me hace una seña para que me quede callado.

“Tienes derecho a saberlo. Yo era un chico tonto, saliendo de la universidad. Tony era
un gran desconocido. Los otros chicos se metieron con él y yo quería llevarme bien con
ellos, así que lo hice también. No estoy orgulloso de eso.” Él me mira, firme. “No fue
por él. Te prometo eso. Pudo haber sido quien sea o por cualquiera cosa. Solo quería
encajar, así que fui contra del tipo que era diferente al igual que todos lo hicieron.”

“Dios, Fisher.” Me siento para ponerme mis pantalones.

“Te lo dije, no estoy orgulloso. Pero yo...” Él hace una mueca. “No se supone que los
hombres hablen de esta mierda.”

“De vez en cuando no hace daño.”

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“Je,” Él se apoya contra el casillero. “Bueno, viéndote a ti y a él, y especialmente como
hablas sobre él.... me hace pensar en Tony de nuevo. Me hace desear que pudiera
llamarlo y decirle que lo siento.”

Asiento. “No sabía que había muerto.”

“Él no está muerto. Sólo que no sé donde está, y seguro como el diablo que él no
contestará mi llamada. Entonces ¿Quieres que hable con el equipo?”

Sacudo mi cabeza. “Si el entrenador no pudo cambiarlos ¿Qué vas a hacer tú?”

“Sé como sacudirlos como él no tiene permitido hacerlo.”

Me apoyo contra el casillero y lo miro ponerse su camisa. “No quiero sacudir a nadie.”

“Ya te dije, yo lo haré.”

“No quiero a nadie sacudido. Mira, todo que están haciendo es evitarme en las duchas.
Puedo vivir con eso.”

Fisher me dirige una mirada fija. “¿Qué si se pone peor?”

Colin acaba de salir de la ducha. No lo miro. “Me ocuparé de eso.”

Me siento todo valiente cuando lo digo, por lo menos cuando llego casa con una enorme
pizza. Porque por supuesto, he olvidado que las cosas siempre se podrán peor. Lee es
quien me lo dice. Él es el único con quien he estado en contacto en el último par de días,
porque no tengo ganas de de hablar con Ogleby o mis padres. Y cuando estoy al
teléfono con él, el tono de su voz me hace parar de masticar.

“No lo has visto ¿o sí? ¿Nadie en el equipo dijo nada?”

“No.” Vuelvo a pensar en cuando Fisher y yo nos fuimos. “El entrenador tenía a alguien
en su oficina, un mapache de la oficina administrativa, creo. Pero él tiene personas ahí
de vez en cuando. Y él me vio irme.” Apoyo la rebanada de pizza. “¿Qué hizo él
ahora?”

Lee toma aire. “La historia perdió vapor ayer. No debe haber estado teniendo la
atención suficiente. Creo que él ha estado pensando mucho sobre esto.”

“Por supuesto que sí. Son sus quince segundos de fama.”

“Quince minutos.”

“Lo que sea ¿Que hizo él?”

Él está trqueteando en la mesa de nuevo. “Otra entrada en su blog. Él dice que tú lo


contactaste después de la última vez.”

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No se me ocurre ninguna palabra. Estoy tratando de hace un sonido, pero mi garganta
parece haberse cerrado. Lee dice, “No lo hiciste ¿o sí?”

“¡No!” explota fuera de mí cuando me levanto de un salto. “Cristo, Qué crees... cómo
yo... ni siquiera tengo...”

“Cálmate,” dice él. “No creí que lo hicieras.”

“¿Que se supone que he dicho?” Camino de un lado a otro, mirando por la ventana. “¿Y
qué más sabes? ¿Loq ue vas a decirme es parte de todo esto de alguna manera?”

“Déjame hablar,” dice él.

No puedo parar de gruñir, pero puedo al menos dejar que las palabras no salgan. “Muy
bien. Continúa.”

“Él dice que te ofreciste a chupárselo.”

“¿Qué?” Me quedo de pie shockeado-quieto. Estoy imaginando a mis compañeros de


equipo leyendo el blog, mis amigos, mis padres.

Lee está en calma al otro lado de la llamada. “Es una mentira, por supuesto lo es. La
gente en los comentarios ya esta mandándolo a la mierda.”

“¡Pero aún está ahí! ¡La gente leyéndolo!”

“Le envié un mensaje al administrador del sitio. Espero que podamos quitarlo.”

Miro por la ventana a la desvanecida luz. “¿Pero aún esta subido ahora?”

“Si.”

“Maldito infierno.” Pateo el sofá y me marcho a la habitación. “¿Alguien más lo


publicó? ¿Como funciona eso?”

“Sólo ha estado en línea por un rato.” Él no suena particularmente esperanzado.

“Cristo León, Lee ¿Qué hago?”

“Si no escucho nada de ellos en la siguiente hora, llamaré.”

“¿Y qué si no lo quitan? ¿Qué tal si otros blogs lo leen y lo publican? ¿Que si la
noticiarios lo comentan?”

“Quédate calmado. Él quiere sacarte de quicio.”

“Está funcionando,” gruño.

“Se que está funcionando,” dice él. “Es por eso que estoy tratando de calmarte.”

291
Respiro. Voy a la ventana y presiono mi pata sobre esta, mirando a la tarde sin ver nada.
“Muy bien,” digo finalmente. “Estoy calmado.”

“No digas nada públicamente,” dice él. “Solo ignóralo ¿Hablaste con el equipo?”

“Él entrenador lo hizo.” Le cuento sobre eso.

“Muy bien.” Él tabletea la mesa de nuevo. “Voy a llamar a Brian. Intentaré conseguir
que lo quite.”

Ahora miro a las casas que están detrás de mí. Desearía saber donde vive Brian. “Dile
que si eso aún está subido mañana a la mañana, estaré en su puerta para ser más
persuasivo.”

“Tengo una mejor idea ¿Por qué no vienes a mí puerta?”

“Si pudiera, zorrito,” digo.

Él cuelga para llamar a Brian, y yo camino de un lado a otro. Quiero creer que todo esto
quedará en el olvido, que mi vida volverá a ser simple y normal, pero no lo siento. Las
luces de afuera se han desvanecido rápidamente en la oscuridad, así que cuando miro en
la ventana de nuevo, hay un tigre mirándome. Él tampoco piensa que esto desaparezca
pronto.

El jueves no es peor que el miércoles, excepto que Lee aún no me ha llamado cuando
comenzamos la práctica, así que tengo que esperar hasta el almuerzo para revisar mi
teléfono. Él me dejó un mensaje de voz, sonando cansado. “El administrador del sitio
dijo que lo revisaría.” Nada sobre si fue publicado en algún otro lugar, pero tal y como
resultó, él no necesitó decirme. Cuando cierro el teléfono, el entrenador llama mi
nombre. Lo ladra, más bien. Sus orejas están planas y sus ojos angostos.

“Estamos concentrándonos en prepararnos para Aventira hasta el domingo,” dice él.


“Después de eso te veré en mi oficina.”

“Sí, señor,” digo a su retraída cola. Steez no me ha dicho nada más allá de nuestra
normal charla de práctica, y tampoco lo ha hecho Gerrard. Pero me doy cuenta que aún
hay un puñado de chicos que no se bañarán conmigo. Quizás más que ayer.

Lee no respondió su teléfono la noche del jueves. Ni la mañana del viernes. Sé que él no
me ha abandonado, pero es difícil convencerme a mí mismo de sentir eso. Mi humor
me lleva a equivocarme en práctica, hasta que Steez me grita, y entonces me concentro
de nuevo.

Al final del día, estoy exhausto y mi humor negro no ha mejorado. Siento que no puedo
sostener esto más, si ya no voy a ser más parte de equipo, entonces al demonio, debería
simplemente dejar todo esto. Eso me llega en un brusco enfoque mientras entro en las
duchas. En mi mente, veo a los chicos esperando a que termine, en silencio y juzgando.

292
De casulidad paso junto a Colin en mi camino adentro. Él no está caminando con nadie,
pero no gira para hablarme. Al demonio con él. Digo, “Puedes decirle a Brick y a los
otros que pueden pasar a bañarse.”

Él gira su cabeza de golpe, entonces sus orejas se doblan hacia atrás como si hubiera
dicho algo desagradable. “Uh ¿Qué?”

Le hago un ademán con la pata y voy a mi casillero. “Voy a hacer una llamada de
teléfono o algo. Ve a tomar tu ducha. Yo esperaré que todos ustedes imbéciles
terminen.”

“Hey,” dice él, “si estás negándote a enfrentar las consecuencias de tu comportamiento,
ese es tu problema, no lo desahogues conmigo.”

“Las consecuencias...” Me doy la vuelta y doy un paso hacia él. Él es casi tan alto como
yo, pero yo peso más. Considerablemente. “¿De qué comportamiento estás hablando?”

Él se pone derecho. “Creo que lo sabes.”

“¿Taclear corredores? ¿Interceptar pases? ¿Correr carreras cortas?”

Sus ojos se entornan y sus orejas se aplanan más. Capto un aroma de ira en él, con un
sorprendente trasfondo de miedo. “Podrás pensar que este asunto es un chiste, pero tu
alma sufrirá por eso.”

“No te preocupes por mi alma,” digo yo. “Es resistente.”

Un pequeño grupo se ha reunido alrededor de nosotros, entre ellos Ty, Brick y Gerrard.
“Hey,” dice Ty, “déjalo.”

Ambos miramos para ver a quien le está hablando. Él está mirando a Colin. Los dos
zorros se miran el uno al otro. “¿No viste lo que estaba en los blogs ayer?” dice Colin,
finalmente.

Ty levanta rápidamente sus patas. “¿A quién le importa? Tú tienes mierda escrita sobre
ti, también.”

Colin toma un segundo para procesar eso. Recuerdo ahora, Penny hablando en la cena
sobre las cosas que “esos escritores” habían escrito sobre Colin tomando dinero. Colin
clava un dedo en el pecho del otro zorro. “Eso fue diferente.”

“¿Cómo?” doy un paso al costado, así puedo meterme entre ellos si hay una pelea.
Carson, en el otro lado, hace lo mismo.

“Porque todo eso fue sobre dinero,” dice él, medio-girando para enfrentarme. “Es sólo
alguna estúpida regla que las universidades inventaron para arruinar a los estudiantes
atletas.”

Sus ojos están anchos, las fosas nasales acampanadas. Ty y yo llegamos a la misma
conclusión separados por un segundo.

293
“Oh dios mío,” dice él.

“Tú si tomaste el dinero,” resueno yo.

“Hipócrita.” Ty cruza sus brazos.

Colin abre su boca para defenderse, pero saco mis palabras primero. “Si, tiene perfecto
sentido,” digo. “Lo que escribieron sobre él era verdad, así que cree todo lo que sea que
escriban.”

“No te escucho negándolo,” dice él.

Por ese momento, una buena cantidad del equipo y varios de los entrenadores están
agrupados alrededor, escuchando. Extrañamente, el hecho de que Colin esté en el lugar
conmigo me hace sentir mejor, incluso si estoy menospreciándolo justo ahora.

“No he leído todo lo que fue posteado ayer,” digo, “pero absolutamente no llamé a
Brian ni lo amenacé ni me ofrecí a hacer nada con él.”

“Entonces lo conoces.” Ese es Brick.

“Me lo he encontrado un par de veces,” digo. “Déjame decirte, nunca tuve la urgencia
de poner su pene un mi boca ni en ningún otro lugar.”

Colin se cruza de brazo “¿Por qué mentiría?”

“¿Porqué tomaste el dinero ilegalmente?” Sus ojos se entrecierran más. “Porque él


obtuvo algo de eso. Él quiere atención.”

“¿Entonces sólo inventó toda el asunto?” Brick, de nuevo. “¿Y lo otro? ¿Tú y ese zorro,
y Fish?”

Colin me está mirando, un equipo entero lleno de ojos detrás de mí. Miro al otro lado de
ellos y veo a Fisher, cerca de la parte de atrás. Él sacude su cabeza, minuciosamente,
sólo lo suficiente para hacerme saber que él me apoyará, lo que sea que diga. Tomo una
respiración profunda para decir, si, él inventó toda la cosa. Pero no puedo desviar la
vista de Fisher, y no puedo dejar de pensar en Lee.

Nuestra vida juntos. Para él, para Colin, quizás no es tan difícil ocultar las partes de sus
vidas de las que están avergonzados, las partes que no quieren que la gente vea. Pero
para mí, con la gente que tengo cerca, paso un mal tiempo manteniendo partes de mi
vida lejos de ellos. Casi me he expuesto a mis padres una docena de veces, y sólo los
veo en navidad. Si le miento al equipo ahora, sólo incrementará esa separación que he
estado sintiendo. En una forma, las historias inventadas de Brian me han dado una
oportunidad de tomar el camino difícil.

Colin dice, “¿Bien?” Miro a Fisher de nuevo, levanto mi ceja ligeramente en una
pregunta. Un par de chicos miran hacía él.

294
“Fish,” Brick balbucea, “¿Es verdad?”

Fisher me mira a mí, sólo a mí. No puedo decir desde aquí lo que su expresión quiere
decir. Pero no es su decisión, es mía. Estoy seguro que él mentiría por mí si yo no dijera
nada.

“Es verdad,” digo.

Todos los ojos vuelven hacia mí, estoy como mirando a la más grande línea ofensiva en
la historia. “No quería que se supiera. En realidad no es asunto de nadie más. Pero este
sujeto, Brian, tiene un resentimiento contra mí. No fui lo bastante bueno en mantenerlo
en secreto.” Miro alrededor al interés, desaprobación, aplanadas y levantadas orejas,
estrechos y bien abiertos ojos, fosas nasales ensanchadas. Nadie ha dado un paso atrás
todavía. “Créanme,” digo, “no me importa una mierda lo que el resto de ustedes hacen
en su tiempo libre, y seguro como el diablo esperaba que a ustedes no les importara lo
que yo hiciera. Lo doy todo fuera en el campo, como todos hacemos.”

“Escucha, escucha,” dice Gerrard.

“Lindo discurso.” Balbucea Brick. “No te quiero revisándome en las duchas.”

“Diablos, Brick,” hace resonar Charm desde su casillero. El sobresale entre la multitud,
con su blanca y brillante sonrisa. “Yo mismo hago eso.”

Un par de chicos ríen. Brick mira de reojo. “Me lo imaginé,” dice él. “Compañero de
habitación.”

Más risas. Colin mira en su dirección. “Esto no es gracioso,” dice él. “La sodomía no es
un chiste.”

“Escucha,” dice Gerrard. “Dev va a guardar su vida para sí mismo. Podría ser una buena
idea si tú haces lo mismo. Cuando estamos en esta habitación, somos un equipo de
football.”

“Escucha, escucha.” En una casi perfecta imitación de las palabras de Gerrard, el


entrenador Samuelson camina pasando al coyote y a través de la multitud. Él mira a
Gerrard cuando pasa. “¿Quieres entrenar a este equipo?”

Los jugadores abren camino para él. Él me enfrenta. “A mi oficina, cinco minutos.”

“Sí, señor.”

Al resto del equipo, él dice, “Marvel ya dijo claro. En este edificio, afuera sobre ese
campo, somos un equipo. Tenemos que ser capaces de confiar los unos en los otros ahí
afuera.” Él señala a la otra dirección, a la salida. “Ahí afuera, no me importa. Pero les
diré, he jugado en un par de equipos de campeonato, y lo que estos tenían en común era
un grupo de sujetos quienes creían en sí mismos, y jugaban juntos, como un equipo. Les
he dicho eso antes, pero ustedes no han sido puestos a prueba. Esto mostrará que tipo de
carácter tienen.” Él curva un dedo hacia mí. “Ahora, el resto de ustedes, vayan a las
duchas. Los veo en un par de horas en el aeropuerto.”

295
Él cierra la puerta de su oficina detrás mí. Me pongo nervioso cuando él me mira sin
decir nada. Finalmente, él sacude su cabeza. “Maldito infierno, Miski, estoy
quedándome sin linebackers.”

“Sí, señor.” Mi corazón late rápidamente.

Él muerde un lápiz. “No me gusta que me mintieras, pero entiendo el porqué. Más vale
que no pase de nuevo. Lo que necesito saber es: ¿Puedes jugar el domingo?”

“Diablos ¡Sí!” Explota fuera de mí. No me había dado cuenta hasta que siento la
avalancha de alivio, cuan profundamente había estado seguro que esa escena era el final
de mi carrera, o al menos el final de mi temporal trabajo como titular.

El entrenador sonríe, la primera vez que he visto una sonrisa real de él esta semana.
“Diablos, sí que puedes,” dice él. “Lidiaremos con esta otra basura después del juego.”

Se siente más como una prórroga de ejecución que una indulto, pero lo tomo. Quiero
besarlo, pero eso probablemente no sería la mejor idea. Aún así, me siento genial hasta
que subo a mi SUV y me pregunto qué es lo que el entrenador se refería por “lidiar con
esta otra basura.”

“Probablemente,” dice Lee, sensiblemente, cuando lo llamo, “él quiere decir, 'lidiar con
esta otra basura.'”

“Gracias,” digo.

“¿Alguna otra reacción del equipo?”

“No realmente.” Mantengo mi velocidad baja en las calles, con un ojo alerta por los
policías. “Casi todo ellos se fueron cuando yo me fui, excepto Fisher.”

“Él aún está sintiéndose culpable,” dice Lee. “Oh, eso me recuerda ¿Adivina quien más
estaba en ese equipo con Calhoun.”

“¿Huh? ¿Alguien que conozco?”

“Samuelson.”

“¿El entrenador?” Parece bizarro, pero entonces recuerdo la manera en que él me


miraba, haciéndome sentir como que yo era un viejo problema volviendo de vuelta.
Pienso en cuán duro él toco el punto de que jugar el juego era todo lo que le importaba.
Intento no pensar sobre su comentario del “ganado”. “Jesús, eso lo explica.”

“¿Él dijo algo?”

“Nah, sólo la manera en que actuó. Creo que él sabía sobre Fisher, también.” Le cuento
la confesión de Fisher, brevemente. “Entonces ¿Dónde has estado? ¿O es eso una de
esas cosas que me dirás mañana?”

296
“Sólo trabajando,” dice él. “Le hablé a Brian. Él no va a quitarlo. Los administradores
del sitio tampoco están moviéndose rápido. No creo que algo vaya a pasar.”

“Maldito pedazo de mierda.”

“Bastante.” Él tose. “Por el lado bueno, no parece que el post esté teniendo mucha
atracción a ningún otro lugar por lo que puedo ver. Ha alcanzado un par de otros blogs
de deportes. Tu viejo compañero de dormitorio levantó la pata a tu favor para testificar
que eres derecho como una flecha. Algún tipo cualquiera dijo que te vieron entrar a un
hotel con un prostituto, pero alguien más señaló que jugaste en un juego de pre-
temporada al otro lado del país más tarde ese día y que probablemente no fuiste tú.
También, uh, alguien cito a una mucama de un hotel quien dice que vio a un zorro
desnudo en una habitación donde un tigre se estaba quedando en las conjuntas hace un
par de años.”

“¡Ese pudo ser cualquiera!” Él no dice nada. “¿Lee?”

“Tienes razón,” dice él. “Pudo ser cualquiera, así que no importa quien fue ¿cierto?”

Sacudo mi cabeza incluso aunque él no puede verme. “Usted me debe un historia,


señor.”

Sigo hablando con él todo el camino a casa, sobre como el equipo reaccionará, como
debería actuar yo, y así sucesivamente. Él piensa que seré capaz de seguir jugando
siempre y cuando no llegue a los medios principales. Yo no estoy tan seguro, pero estoy
muy motivado para probar mi caso el domingo. Todo se reduce, hasta donde los
entrenadores y a Gerrard están interesados, a si puedo jugar. Si no he probado eso en
seis semanas cuando Corey vuelva de su lesión, estaré en la banca, y entonces
transferido, si no cortado totalmente. Después colgamos, miro hacia abajo y me doy
cuenta que estoy yendo rápido de nuevo. Suavizo sobre el pedal. Me siento mucho
mejor sabiendo que él estaba sólo trabajando, aunque no estoy seguro que pensé que él
podría haber estado haciendo. En este momento tengo demasiadas cosas que estoy
intentando mantener en mi cabeza para ser capaz de pensar en eso.

El vuelo a Aventira esa noche es una experiencia interesante. Brick, Colin y sus amigos
hacen su mejor esfuerzo para mantener su distancia sin aparentar que están manteniendo
su distancia. Si tuviera más energía, me acercaría a ellos a propósito sólo para
molestarlos. Pero estoy cansado, la mayoría de nosotros lo estamos, y prefiero dejarme
caer en el asiento a lado de Charm.

“Hey,” dice él, dándome un codazo suave, “¿Cómo un conejo prende la luz después del
sexo?”

Miro de costado a él. Él está inclinado hacia mí, sonriendo e impaciente. “No sé,” digo.

“¡Ella abre la puerta del auto!” Él suelta una carcajada y entonces se detiene. “Perdón
— o él abre la puerta del auto.”

“Charm...”

297
“No, no,” insiste él, @aún funciona ¿ves? Porque la parte graciosa es que es un conejo.”

“Entiendo,” gruño.

Ahora él sólo luce como si estuviera intentando resolver una división larga en su
cabeza. “¿Los chicos conejo son lo mismo que las chicas conejo?”

“No lo sé.”

“¿Nunca ligaste con un conejo?”

Puedo ver las orejas enfrente de nosotros girando hacia atrás. “No.” Giro hacia otro
lado, mirado al otro lado de pasillo a Carson, quien tiene su iPod puesto y sus ojos
cerrados. En los vuelos privados, no nos hacen apagar nuestros aparatos electrónicos
durante el despegue.

Charm no necesita ver mi cara para hablarme. “¿Cuando empezaste a ligar con chicos?”

Rebusco en mi mochila buscando mi iPod. “¿Tienes algo de música nueva?”

“No, en serio. Quiero decir, sólo despertaste un día, y...”

“¡Cállate!” digo de golpe, lo bastante fuerte para que los chicos quienes no estaban
viéndonos voltearan.

Él resopla fuertemente. “Sólo preguntaba,” dice él.

“Háblame cuando lleguemos al cuarto,” murmuro. Encuentro mi iPod y sostengo los


auriculares en una pata. Mis orejas se sienten lo bastante calientes para derretirlos. Me
los pongo de todos modos, pongo algo sin sentido y fuerte, y cierro mis ojos.

Por el tiempo en que llegamos al hotel, por supuesto, Charm tiene su mente puesta en
cuales clubes de strippers en Aventira son los mejores. Él no puede salir la noche del
sábado, la noche antes de un partido, así que tiene que guardar sus emociones esta
noche. Me siento en la habitación y reviso mis mensajes. Ogleby, pasándome más
pedidos de entrevista y diciéndome que voy a necesitar llamar a una conferencia de
prensa para negar las alegaciones. Mi padre, diciéndome que él va a ver el partido del
domingo con los compañeros de la oficina, así él les demostrará que soy un hombre de
verdad. Lee, diciéndome que está trabajando hasta tarde así puede tener la noche de
mañana libre. Diciéndome que me ama.

Me quedo en ese último, pero los ecos de los otros se mantiene rebotando alrededor
mientras me siento solo en la habitación del hotel que se siente muy pequeña. Camino
de un lado al otro, de la cama a la ventana y a la puerta, incapaz de sacarme la sensación
de que los chicos están hablando de mí. Así que bajo al lobby y paseo por ahí, donde
está casi tan callado como en mi habitación, tan callado que puedo escuchar mis garras
haciendo 'clic' sobre el mármol con cada paso. Ninguna de las personas sentándose bajo
las elegantes y modernas luces de tono verde están en el equipo; en efecto, todo ellos
parecen ser especies pequeñas: hurones y ratones, un gato montés tipeando en una
laptop y una rata leyendo un libro.

298
Algunos de mis compañeros de equipo están en el bar, reclinados y relajándose. Los
miro a través de la ventana medio escondidos por un gran arbusto. Ellos están sonriendo
y riendo, tomando cervezas y señalando a la TV, donde hay un juego de basquetball
pasando. Me imagino a mí mismo entrando y uniéndome a ellos, las sonrisas se
desvanecen, las risas mueren — no completamente porque no querrían hacerme sentir
incómodo, pero no serían capaces de no hacerlo.

Meto mis patas en mis bolsillos. El mármol es frío en la punta de mi cola mientras la
arrastro sobre el piso del lobby hacia los elevadores. ¿Cuanto más dejaría el entrenador
a un incomprendido, como yo me he vuelto, seguir con el equipo? Quiero llamar a Lee,
pero lo último que él necesita es a mí en este estado mental. Puedo esperar hasta
mañana en la noche. Mientras tanto, hago mi mejor esfuerzo para irme a dormir,
sabiendo que mañana es la práctica, y el domingo es el juego, tendré football en el cual
concentrarme, sin lugar para preguntarme nada más allá en el futuro que la próxima
jugada. Esa es la belleza del football: puedes ser un héroe en cualquier momento, pero
los momentos son fugaces, así que tienes que seguir persiguiéndolos. Sería lindo si la
vida pudiera ser así, si pudiera irme a dormir sabiendo que en la mañana estaríamos
empezando desde el principio, 0-0, un nuevo juego o una nueva temporada.

Esa noche, tengo el sueño de nuevo, sobre no ser reclutado. Esta vez, Lee no está
conmigo en el sillón. Estoy yo solo, sentado con la certeza, carcomiendo mis adentros,
de que mi nombre nunca será nombrado por las voces en la TV. No sé donde está Lee
en el sueño. En la retorcida y consistente lógica del mundo del sueño, él nunca entra en
mi mente. El sueño mantiene un largo y tortuoso agarre sobre mí: por alguna razón,
aunque parcialmente, llegan los medios. Frank Evien, un reportero de ESPN, empieza a
reportar sobre mí aunque es un show en vivo. Despierto antes de que él pueda
mencionar que estoy desnudo.

Por un momento me quedo ahí, aún en el mundo del sueño, mi cabeza zumbando con él.
La habitación esta oscura, me digo a mí mismo. Frank ya no está aquí diciéndole al
mundo cuan triste es que el tigre gay desnudo no llegará a jugar en el UFL. Tengo una
práctica a la que ir, un juego en el cual jugar, y hasta donde yo sé, mi nombre aún está
en la alineación titular. Por otro lado, recién me declaré gay a todos mis compañeros de
equipo ayer, una decisión que en la fría soledad de la mañana parece completamente
imbécil.

Charm ronca frente a mí. Me anima su infantil curiosidad, tan torpe como era. Él no me
odia. Tampoco Fisher. Construyo una escalera de los nombres a quienes puedo agregar
en esa lista, hasta que puedo levantarme de la cama.

Charm y yo desayunamos en la habitación, dos grandes tazones de avena para él, un


montón de salchichas y huevos para mí. Normalmente, sólo agarro las salchichas y las
como en dos bocados. Esta mañana, cada vez que hago eso, su sonrisa de vuelve más
grande y más ancha, hasta que lo miro y empiezo a cortarlas.

“Hey,” dice él, como si acabara de ocurrírsele, “¿Cómo es que sólo despiertas un día y
decides que te gusta el pene?”

299
Amaría continuar evitando la pregunta, pero escucho a Lee en mi cabeza diciendo que
la mejor forma de poner a la gente de tu lado es ser abierto y franco. Así que digo, “No
fue así. Es sólo este chico.”

“¡Whoo!” dice él, y me golpea en el hombro lo bastante fuerte para magullarlo. “¡El
Abuelo tiene un novio estable!”

Cristo, no sé qué hacer con eso. Me hace encogerme, me hace feliz. Quiero darle un
golpe en su cara, quiero reír y golpearlo en respuesta, parte de mí quiere abrazarlo por
ser tan normal, tan indiferente, tan él mismo104 sobre eso. Yo murmuro, “Si.”

Él se ríe un poco más ruidosamente. “Lo que sea que encienda tu motor, Abuelo. Yo,
amo un buen par de tetas. No puedo levantarme sin eso ¿sabes?”

“Si,” digo. “Lo sé. Sólo me los has dicho cada noche.”

Él se echa un bocado de avena. “¿Te encanta mirar penes?”

“No el tuyo, si eso es lo que te preocupa.”

Él se encoge de hombros. “No eres el único que he pescado mirando en las duchas.”

Me detengo con un tenedor de huevos a medio camino de mi hocico. “¿En este equipo?”

Él asiente, apilando el segundo tazón de avena sobre el primero vacío. “No voy a decir
quién.”

“No, claro que no.” No presiono, pero me pregunto, ahora, si hay alguien más en el
equipo que es gay. Lee me diría que eso es estadísticamente probable. Hay un montón
de chicos que no lo saben tan bien. Quizás si las cosas van bien para mí...

El resto del desayuno, me imagino a mí mismo como alguna clase de héroe para los
atletas gay. Vengo a estrellarme de vuelta en la tierra cuando la práctica comienza,
cuando todo es lo mismo que el día anterior. Nadie más se declara gay, los chicos
quienes me estaban evitando aún me evitan, los chicos a quienes sólo les importa si
puedo jugar, me gritan cuando mi mente se sale del juego. Durante la sesión de la tarde,
Steez nos habla una última vez de las jugadas que estamos esperando ver de Aventira y
como responder a ellas. Nadie menciona el hecho de que tengo un novio o que me gusta
el pene (al menos, me gusta el suyo).

Entonces es hora de las duchas, de nuevo. Voy a mi casillero y entonces, sintiendo ojos
sobre mí desde alrededor de la habitación, me desvío bruscamente hacia el de Gerrard.
“Hey,” digo, lo suficientemente fuerte para que toda la habitación escuche, “Voy a
repasar el libro de jugadas una vez más por más o menos veinte minutos. Me ducharé
después.”

104
En el original dice, Charm-ing, es un juego de palabras aprovechando el nombre del personaje;
“charming” significar encantador y al mismo tiempo hace referencia a la manera de ser de Charm. En
español no hay traducción 100% fiel.

300
El coyote parece sorprendido, pero dice solo, “Suena bien,” y se quita su camisa. Voy
de nuevo afuera del vestuario con el libro de jugadas y tomo un asiento en la banca.
Estoy ojeando las primeras jugadas cuando escucho la estridente voz de Charm. “Hey,
eso suena como una buena idea. Voy a esperar con el Abuelo. Quiero decir, estudiar.”

El fuerte pisar de los cascos hacen eco a través de la galería. La banca deja salir un
crujido cuando él se sienta al lado mío. Yo levanto una ceja. “¿Que jugadas tienes que
estudiar? Tú sales, te alineas y pateas el balón.”

Él sonríe. “Bueno,” dice él, “sólo no quiero que no tengas nada que mirar en las
duchas.”

“¿Hay lugar para uno más?”

Giro y veo a Fisher, sosteniendo su libro de jugadas, de pie a mi otro lado. “Es una
banca grande,” digo.

Él se sienta al otro lado de mí, sosteniendo su libro cerrado sobre sus rodillas. Charm se
inclina para verlo. “Hey, Fish. Bien.” Él sostiene un puño para ser chocado.

Fisher no mira a este. “Se necesita una rima de viejo para hacer lo correcto,” dice él.

Charm retira su puño. “No eres tan viejo.”

Miro de vuelta al vestuario. “¿Cuánto va durar esto?”

“Tanto como sigas jugando,” dice Charm.

Gerrard y Carson salen del vestuario. Ellos nos miran a nosotros tres, al libro de jugadas
abierto en mis rodillas. Gerrard se sienta con las piernas cruzadas en el piso enfrente de
mí y abre su libro. “¿En qué jugada estaban?” dice él.

“Dippin Dots 88,” digo. Carson asiente, se sienta al lado de Gerrard, y abre su propio
libro.

Lee cree que es una buena señal. Él me dice eso más tarde, después de que él me recibe
usando nada salvo una sonrisa y alguna clase de aroma que me tira adentro de su
habitación de hotel con tanta fuerza como si él me hubiera agarrado de una pata.
“Gracioso,” digo respirando, apretandolo contra mí y deslizando mis patas hacia abajo
por las rectas y duras curvas de su espalda, “miro a esos zorros desnudos todos los días
y nada. Una mirada a ti y tengo más 'madera' que This Old House.105”

Él se ríe y frota las suyas contra mí. “Tomaré eso como un cumplido,” murmura él, sus
patas buscan la prueba de mis palabras y la encuentran rápidamente.

105
Original: “…more wood than This Old House.” Esta frase es un juego de palabras que no tiene sentido
en español, ya que “wood” puede significar madera o erección. Y This Old House es una revista sobre
arreglo y decoración de casas.

301
“Debes tener algo muy malo que decirme.” Estoy medio-bromeando. Deslizo mis
propias patas alrededor de su parte frontal, enroscando los dedos alrededor del familiar
peso de su miembro. Él está tan duro como yo lo estoy, si no más duro.

Él ya está desabrochando mis pantalones. “¿Quieres escucharlo ahora o después?”

Por toda respuesta, empujo sobre sobre sus hombros. Él suelta una risa y lleva mis
pantalones con él cuando baja, apoyándose sobre su rodilla, frotando el suave pelaje de
su hocico contra mi erección. Me aseguro contra la pared cuando él empieza a usar su
lengua. Sólo mirándolo a él desnudo sobre sus rodillas, la lengua limpiándome una y
otra vez de nuevo, serían suficientes para hacerme acabar.

Pero por supuesto, hay otras cosas a considerar, como sus necesidades, y mis otras
necesidades, y el alfombrado en la habitación, así que pasamos a la cama,
despojándome de mi ropa en el camino. Lo tomo desde arriba, su hocico en la
almohada, la cola entre nosotros como si fuera otra almohada. Mis brazos lo envuelven
durante ambos clímax, apretando su caja torácica. Tomo su oreja en mi boca, bajando, y
entonces me poyo sobre mis codos de manera que mi peso no está todo sobre él.

“Entonces,” murmura él en la almohada, “te gustó eso."

“Tú me gustas,” digo.

“¿Sólo “gustar”?”

Beso la base de sus orejas. “Depende que vayas a contarme.”

Él se queda callado. Empujo su oreja. “Estaba bromeando,” digo.

Lentamente, él mueve su trasero libre de mi erección. Me echo hacia atrás sobre mis
rodillas y él se da a vuelta, mirándome. “Vamos a limpiarnos,” dice él. “¿Quieres
ducharte?”

“Después de ti.” Ahora me estoy preocupando, preguntándome qué es. Lee a veces
sobre-piensa las cosas, así que podría estar haciendo esto un problema más grande de lo
que necesita ser. Pero podría no hacerlo.

La ducha es extraña en esas pequeñas maneras que te dicen que no estás en casa. El
agua caliente se abre hacia la otra dirección. El estante del champú es angosto, ylo tiro
con el codo varias veces. El champú del hotel huele raro. No es la casa de Lee tampoco,
me recuerdo a mí mismo.

Eso sólo me hace pensar en partidos de football jugados en un lugar neutral, de manera
que ninguno de los lados tenga ventaja ¿Él planeó estar en un hotel de Aventira para que
no me sintiera en una desventaja cuando él me dijera lo que sea que es? No, si fuera una
ruptura, algo malo, si sólo teníamos sexo de adiós sin él diciéndomelo, él hubiera hecho
eso en su apartamento, en una puesta segura ¿Cierto? Pero quizás él no quería que yo
tenga que conducir todas esas horas al partido después de que él me dijera su noticia.

302
Cristo León, hablando de pensar en exceso. Aprieto mi dolorida cabeza entre mis patas
y se mete jabón en mis ojos. El escozor me distrae, me deja maldecirme a mí mismo.
Me enjuago rápidamente.

Cuando salgo de la ducha, él aún está desnudo, sentado al borde de la cama. Entonces
no me pongo mi ropa tampoco, me siento al lado de él. “Muy bien,” digo. “¿Que tan
malo es?”

Él mira a sus rodillas. “Es sobre Brian.”

Casi digo, '¿Qué, estás dejándome por él?' Entonces tengo el bizarro pensamiento de
que si lo digo, se volverá verdad. Miro a los muros de blanco neutro, las agradables
pinturas de paisajes y flores, el aparador de madera oscura con la televisión encima de
él. Mantengo las emociones fuera de mi voz. “¿Qué hay de él?”

Él suspira. “Yo he...bueno... he estado viéndolo mucho este otoño. Más de lo que te he
dicho.”

Siento frío a través de toda mi caja torácica, hielo arrastrándose a mi corazón.


“¿Haciendo qué?”

Él sacude su cabeza. “No he dormido con él.”

“Eso es un alivio.” Digo con algo de sarcasmo, pero para mi sorpresa encuentro que lo
es. ¿Realmente pensé que él lo haría?

Lee toma aliento. Sus patas se posan primorosamente en su regazo, abriéndose y


cerrándose mientras habla, pero no usa sus brazos en absoluto. “Él se mudó a Chevali
en el verano. Su papá le compro un condominio ahí, había un grupo de teatro del que él
quería ser parte. Pero no pudo quedarse. Ellos no producirían las obras que él quería, o
darle los papeles que él quería. Él estaba acostumbrado a ser una persona importante en
su grupo de universidad. Es por eso que dejo Hilltown, también.”

“Algunos de nosotros nos las arreglamos para adaptarnos,” digo. No puedo evitarlo. La
sola mención de Brian me recuerda el blog que escribió, las mentiras que dijo, la
presumida satisfacción que vi en sus ojos cuando él sacó esa foto de mí con Caroll.

Él me mira, girando su largo hocico vulpino. “Tú escuchaste la parte sobre su padre
comprándole un condominio ¿cierto? Él no se adapta tan bien como nosotros. Nunca
pudo antes. Como sea. Esto no es por él. Bueno, lo es, pero...” Él toma una respiración.
“Entonces Brian está todo miserable, y tú estás en Chevali. Deberías haber visto algunos
de los e-mails que me llegaron de él cuando Chevali contrató a Colin. '¿Cómo se va a
sentir salir con un ex-atleta?' 'Me pongo duro cada día ojeando la lista de cortes.' Mierda
como esa.”

Siento mi puños apretarse. “Lamento haberlo decepcionado.”

La cola de Lee gira alrededor, transversalmente a una de sus rodillas. “Me sentí mal por
él ¿Sí? Quiero decir, no cuando él me envío basura como esa, pero él solía ser mi mejor
amigo.”

303
“Yo solía ser hetero,” digo. “Supéralo.”

Su cabeza se levanta de golpe, sus orejas se aplanan. “¡Estoy intentando explicarte qué
carajo ha estado pasando!”

Ambos miramos en los ojos de otro. “Estoy intentando entender porqué sigues yendo a
ver a este tipo que quiere verme fuera de la liga.”

“Tenemos una historia. No puedo — No podría simplemente dejarlo así. “Debo tener
alguna clase de mirada que le da una pista de cómo me estoy sintiendo, porqué él se
pone espinoso. “Si, sé que es fácil para ti ir desde la universidad de un equipo a otro. Lo
olvide, tú no mantiene amigos, sólo haces nuevos.”

“Te mantuve a ti,” digo de golpe.

Su pelaje se suaviza. Su voz, cuando él continúa, es más baja, aunque aún hay un
destello en sus ojos. “Intenté hacerle ver cuán bueno es lo que tenemos. Pero él
tiene...bueno, sabes por qué es duro para él aceptar eso.”

En ese momento, deseo haber sido uno de los jugadores quienes lo habían golpeado, así
podría tener la satisfacción de mirar atrás en mis recuerdos. Aunque sólo por ese
momento. “Si ¿Que has estado haciendo con él?”

Él está evitando mis ojos de nuevo. No puedo averiguar que puede ser peor que dormir
con Brian. “Sólo hemos hablado mayormente.”

“Sobre mí.”

“¡No!” Ahora él levanta la mirada, viéndome a mí. “Sobre mí.”

Nuestros hocicos están a una pulgada de distancia. Retrocedo por su intensidad. “Okey,
sobré ti. De....” Me doy cuenta que sólo sé lo que Brian tendría para decir sobre mí. No
tengo idea de lo que él hubiera dicho sobre Lee.

“De que estoy haciendo con mi vida. Sobre lo que solíamos hablar, antes en la
universidad.”

No puedo dejar que la pausa continúe tanto. “¿La cabaña en Freestone? ¿Las cacatúas?”

“No sólo eso.” Él hace una pausa, su voz es menos filosa cuando continua. “Si. Pero
más. Íbamos a cambiar al mundo. Él aún está intentando. Y estoy...”

“Lo siento,” digo. “Pero ¿Estás contando sus mentiras escritas sobre mí en internet
como 'intentando'?”

“No estoy diciendo que le esté yendo bien en eso.” Él se sube a la cama y cruza sus
piernas, curvando su cola alrededor del regazo. Sus orejas aún están hacia atrás, no es
una buena señal. Pero él aún está desnudo. No rompes con alguien desnudo; estarías
vestido.

304
Me inclino hacia atrás para enfrentarlo. “¿Cómo lo estarías haciendo tú.”

Sus azules ojos destellan. “¿Vas a dejarme hablar, semental?”

Levanto una pata, extendida. “No estoy deteniéndote.”

Sus orejas se levantan, en parte. Él toma aliento. “Cuando te conocí, ya sabes, estaba en
FLAG. Yo estaba todo preparado para entrar en mi último año en Inglés. Probablemente
iba a vivir con mis padres hasta que encontrara otro lugar donde vivir. Bueno, déjame
retroceder. Originalmente, Brian y yo planeamos encontrar un lugar juntos y ser
hambrientos artistas.” Tengo que morder el comentario. Prometí dejarlo hablar.
“Entonces...bueno, ya sabes lo que le pasó a Brian. Así que eso fue todo, él se fue y yo
realmente ya no tenía a nadie para salir como amigos. Estaba sacando esa frustración en
un montón de formas.”

Él me revisa. Yo asiento para mostrarle que entiendo lo que él quiere decir. “Pero yo
aún estaba en la línea para conseguir mi título, y tenía... un nuevo pasatiempo.”

No puedo mantener las palabras adentro. “¿Eso es todo lo que yo era?”

“¿Yo era más para ti en ese entonces?” Bajo mi cabeza. “Sí. Entonces se puso más
serio. Y yo quise eso.” Capto el tiempo en pasado y hace a mis orejas bajarse. “Y
entonces todo esta cosa con Morty y los Dragones apareció, y puf, mi título se fue.
Apenas si hablo con mis padres.”

“Tú querías el trabajo con los Dragones,” señalo.

“Por supuesto que sí. Aún lo quiero. Pero sabes que tan difícil fue para mí.”

Fuerzo simpatía en mi voz. “Si.”

“Sólo estoy diciendo... en dos años pasé de ser activista por los derechos gay y
estudiante de último año en Inglés, a un reclutador de football que.... que está en el
closet.” Su mirada me desafía a contradecirlo. Yo me resisto. “Si me dijeras atrás en el
05' que estaría en el closet, que estaría compartiendo mi novio con una falsa novia, ó,
prometida ahora, que no habría terminado mi título...”

“¿Quieres dejar tu trabajo?”

“¡Por supuesto que no!” El retuerce su cola. “Ese el problema. Quiero esto también.” Él
mira directo a mí. “Te amo.”

Mi corazón salta. “Te amo, también.” Algo de la ira hacia Brian se derrite, pero aún
puedo sentirla hirviendo dentro de mí.

“Brian me recordó quien solía ser Wiley Farrel. Y puede serlo de nuevo, más o menos.
Hablamos de los viejos tiempo, hablamos sobre los asuntos políticos que están pasando
ahora.”

305
“Hablaré sobre política contigo si quieres.”

Él sigue jugando con su cola. “No es por eso. Es sólo... ha sido realmente difícil este
año, estando lejos de ti tanto. Siento que estoy pasando por todo esto y no estoy
consiguiendo ningún beneficio.” Él sostiene una pata en alto cuando yo abro la boca
para hablar. “Y entonces te veo, y siento que todo vale la pena. Sé que no puedes ser
transferido de vuelta a Hilltown. Yo no puedo conseguir un trabajo en Chevali. Así que
sólo tengo trabajr en cómo tratar con eso. Hablar con Brian, salir con él, era una manera
de hacer eso mismo.”

Ahora él hace una pausa. Incluso aunque aún está mirado su cola, siento que él está
esperando a que yo diga algo. “Entonces... ¿Qué? ¿Quieres mi permiso para seguir
viéndolo? No me preguntaste antes.”

“No.”

Silencio de nuevo. “¿Entonces qué? Vamos, doc, estás asustándome.”

“Te conté todo eso para que tuvieras un sentido de por lo que estoy pasando — por lo
que he estado pasando este año.”

“Sé que ha sido duro,” digo. “Yo no lo he hecho más fácil.” He tenido la sensación de
nubes de tormenta incluso desde que salí de la ducha, pero ahora se siente más como
sentándome en mi sótano, cuando tenía nueve años, con las sirenas sonando y mi madre
temblando mientras ella me sostenía, todos nosotros esforzándonos para escuchar el
chiflido, como silbato de tren, del tornado. Aquella vez, pasó cerca de nosotros. Pero
estoy completamente solo con la vasta expansión de la cama entre nosotros, nadie me
sostiene y me dice que todo estará bien. Eso, me viene con un flash, es lo que se supone
Lee está haciendo.

“Eso no es excusa....” Su voz se arrastra hasta un susurro.

“¿Qué?” Él flexiona sus patas, no responde. “Ya dijiste que no dormiste con él.
Entonces ¿Qué, sólo con la mano?” Lo digo a la ligera, pero la mirada que él me da, las
orejas hacia atrás y viéndose miserable, me golpea a la seriedad. “Jesucristo León ¿en
serio?”

“Sólo una vez. Y no es lo que piensas. Yo no quería....”

Pensé que había sido capaz de dejar a un lado la preocupación de que él hubiera
dormido con Brian. Esto se siente igual de mal, peor porque no lo estaba esperando
¿Como podía él mentirme sobre eso y entonces soltar esa bomba? Me levanto de la
cama y busco mis bóxers. Súbitamente, no quiero escuchar nada más. “Estoy seguro de
que fue todo un accidente ¿cierto? Ustedes sólo estaban hablando de política gay y
entonces ups, tu pata estaba en su regazo.”

“Fue por ti.”

306
Mis bóxers están bajo la cama. Los agarro y me los pongo de un tirón, doblando mis
brazos para mirarlo a él. “Para futura referencia, si vas a darme un presente, prefiero los
videojuegos.”

Él se levanta de la cama. Él aún no puede mirarme a los ojos, pero está más cerca.
“¿Pararías de ser un idiota y me dejarías explicar?”

No quiero hacerlo, pero no puedo irme aún, no en mis bóxers. Si él iba a romper
conmigo, me digo a mi mismo, ya lo hubiera hecho. Me manejo para mantener la
aspereza fuera de mi voz, pero no puedo parar mi cola de azotarse. “¡Ese tipo me odia!”
Él me mira, aún miserable. Me cruzo de brazos. “Bueno ¿Por qué?”

Él desvía la mirada, afuera de la ventana donde puedes ver la punta de algunos edificios
de ladrillo rojo en el campus de la Universidad de Aventira. “Creo que él empezó a
obsesionarse conmigo porque fue después de que él se fue de Hilltown todo fue cuesta
abajo. Él nunca encontró otra comunidad, nunca se sintió en casa de nuevo. Entonces
él... él se me insinuó un par de veces.”

“Lo sabía.”

“No hasta este otoño,” dice él de golpe. “Te lo dije, nunca hicimos nada en la
universidad. No estaba mintiendo sobre eso.”

“No, quiero decir, sabía que él estab caliente por ti,” digo. “Te creí. Entonces.”

“¿Tú crees que esto es fácil para mí?” Noto que sus puños están apretando, también. Él
los relaja, lentamente. “Bueno. Le dije que no estaba interesado. Él siguió sobre como él
sería mejor para mí. Dijo que tú nunca me darías lo que él dijo que yo merezco.”

“Sí, sí, la cabaña y las cacatúas.”

“Sinceridad. Seguridad.” Él levanta una pata antes de que yo pueda decir algo. “Le dije
que esas cosas no eran tan importantes para mí. Él dijo que yo estaba ciego. Dios, Dev,
él estaba furioso sobre eso una noche, casi asustándome, y entonces sólo rompió a
llorar.”

“Y entonces le diste una paja de lástima.”

“Lo masturbé porque él amenazó con exponerte.”

Mi quijada se suelta, sólo un poco. Él espera a que recobre el control de mi mismo.


“Bueno,” digo, “no parece que haya funcionado. Quizás deberías habérselo chupado.”

“¿Crees que lo disfruté?”

“¡No lo sé! Por el amor de dios, no me lo digas.”

“¿En serio?” Mueve la cola de un lado al otro.

307
El carcomer en mi estómago es o de ira o celos. Probablemente ambos. “No,” digo.
“¿Es por eso que no querías verme por un tiempo?”

“No,” dice él. “Ya te dije sobre eso. Él estaba amenazando con tomar fotos de nosotros.
La foto de ti y Caroll no nos separó, así que él pensó que te sacaría de la liga de una u
otra manera.”

“¿Y entonces me dejarías?”

Sus ojos se corren lejos de los míos. “Eso es lo que él pensó.”

“¿Lo harás?”

“No por eso.” La implicación de esas palabras pende en el aire, callándome. Lee
continúa. “Él me hizo viajar un par de veces para verlo. Le dije que habíamos tomado
un descanso. Yo esperaba que eso lo calmara o algo. Pensé que si conseguías un trabajo
de titular, entonces estarías más seguro, y que lo que sea que él hiciera no importaría
tanto.”

“¿Estuviste en Chevali y no viniste a verme?”

Sus orejas se achatan. “¡Él sabe dónde vives!”

“Entonces solo lo dejaste dictar los términos de nuestra relación.”

“Para salvarte de ser expuesto.”

Levanto un dedo. “Odio tener que seguir hablando de esto...”

“Estoy llegando a eso,” responde él de golpe. “Y tenía razón ¿no? ¿Que si esto hubiera
pasado mientras aún eras una reserva?”

No tengo mucha respuesta a eso. Sólo lo miro y lo dejo continuar. “Como sea,” dice él,
“ha comenzado una discusión sobre los jugadores gay en el football, y mientras más
veces esa discusión salga, mejor es en total. Eventualmente, alguien va a — ”

“Wow, wow,” digo. Creo que descubrí que es peor que dormir con Brian. “Espera un
minuto ¿Tú le dijiste que estaba bien hacer esa declaración?”

“¿Qué?” Él se detiene a medio-ritmo, mirando.

“Oh,” digo, “¿Todas esas cosas sobre como algún jugador tiene que ser el primero en
declararse gay, y sobre como es lo mejor para la liga, eso no tiene nada que ver con
esto?

Su cola está más azotándose que moviéndose ahora. “¿Tú crees que te haría eso a tí sin
preguntar?”

Me encojo de hombros. “Tú y Brian estuvieron en ese grupo activista por tres, cuatro
años. No puedes alejarte de él, y acabas de decirme cuanto has extrañado ser ese zorro

308
activista. Así que quizás estas tratando de conseguirlo de ambas maneras, mantener tu
trabajo de football y a tu novio de football y aún así hacer algo por la causa ¿cierto?”

La habitación está silenciosa. Puedo ver su espalda en el espejo del closet. Ni siquiera
su cola se está moviendo. Aún puedo oler el tenue eco del sexo desde la cama. “Y tú lo
masturbaste.”

Su voz es incluso más angustiosa de lo que lo era cuando me dijo sobre perder su
identidad. “¿Eso que tiene que ver?”

“¡No lo sé!” reclamo yo. “Simplemente no puedo dejar eso de lado.”

“¿Qué, nunca?”

Me quedo inmóvil. “¿No podías sólo haberlo abrazado o algo?”

Él indaga mis ojos. Sus fosas nasales acampanadas, sus ojos estrechos, la ira fallando en
esconder el dolor en ellos. Él gira y camina hacia el closet. “Te he dicho todo ahora,”
dice él, sacando una bata. “Quizás deberías irte.”

Encuentro mis pantalones y camisa y me visto. Lee está de pie en su bata en la ventana,
mirando afuera, a la universidad. Puedo escuchar el chillido de la sirena de tornado en
mi mente, muriendo. Escojo mi camino a través de la destrucción dejada atrás, y dejo la
habitación sin decir ninguna palabra.

Sería mejor si no tuviera que conducir al hotel solo en mi auto, pero incluso la radio
prendida todo el camino no puede ahogar los pensamientos ¿Él masturbó a ese zorrillo?
No olí nada de él. ¿La leche de zorrillo deja olor en tus patas? ¿Cuánto tiempo tuvo que
lavarse antes de que se quitase el olor? ¿Y él sabía todas esas cosas que estaban pasando
con Brian y no me contó sobre eso?

Claro, ¿Pero yo realmente querría saberlo? Ya tenía suficiente con intentar quedarme en
el equipo, cierto, pero tuve el mismo estrés intentando descubrir que estaba haciendo él,
y sospechando de dios sabe qué.

Y debajo de todo esto está la cosa en la que no quiero pensar, el hecho de que no puedo
ofrecerle la vida que él realmente quiere. No es la cabaña en Freestone; incluso yo soy
lo bastante inteligente para darme cuenta de eso. Es una vida donde podamos
presentarnos a nosotros mismos a nuestros amigos como una pareja, donde quizás
podamos ir a un festival de orgullo gay y tomarnos de las patas, donde podamos vivir
juntos y compartir esta vida que realmente creemos que es nuestra.

Bueno, yo pensaba que era nuestra. Ahora no estoy tan seguro. Él parece haber estado
haciendo bastante de vivir su propia vida, sin hablarme sobre ello. La ira empieza a
descolorarse en malestar. Esta muy bien pensar que sobre como él me traicionó con
Brian, y quizás también con exponerme....

No. Realmente no puedo creer eso de él. Estaba furioso, y eso encajaba, pero aunque él
no lo negó con tantas palabras, su reacción, el dolor en sus ojos y voz, me dijeron más
de lo que cualquier negación hubiera hecho.

309
Probablemente lo mejor que puedo hacer es sólo dejar de pensar en eso. Concentrarme
en el juego de mañana. Iría a dormir, y en la mañana estaría concentrado en el football.
Entonces después del juego, puedo preocuparme por Lee, y Brian, y el resto de las
complicaciones de mi vida. Por mucho que haya una parte de mí desea que las cosas
pudieran ser más fáciles, hay una más profunda parte de mí que sabe que nada que valga
la pena es fácil. Así que cuando voy a dormir esa noche, intento no pensar en Lee
demasiado. Fallo, miserablemente.

La mañana del domingo, me levanto sintiendo que no sólo mi estómago, sino que todo
mi cuerpo está cubierto de mariposas o aves, frenética actividad encerrada debajo de
mis rayas. Estoy conscientemente apartando el drama con Lee. Habíamos peleado antes,
hecho las paces antes. Ahora tengo un juego en el cual enfocarme. Así que antes de que
nuestro desayuno llegue, salgo a correr varias vueltas alrededor del hotel. La montaña
rusa de una semana se esfuma hasta que todo eso es dejado en el gris y el azul marino
de Aventira. Cham no pregunta donde he estado cuando regreso. Comemos nuestro
desayuno en silencio y nos vamos juntos al campo.

No puedo parar de golpear mis patas, mirando alrededor del vestuario. No es sólo la
aún nueva sensación de comenzar de titular; es eso combinado con la sensación que
tuve en el primer juego de mi temporada de novato, o el primer juego de esta temporada
en mi nueva posición. Es la sensación que solía tener antes de los exámenes. Ninguno
de los otros chicos está tan emocionados hasta el pre-partido, una hora antes de la
patada inicial, cuando empezamos a abordar en nuestros pequeños rituales. Fisher besa
una foto de su esposa. Gerrard se sienta mirando entre sus rodillas, y su largo hocico
murmura jugadas y configuraciones a él mismo. Jaws hace shadowboxing106 contra la
pared. Aston pasea por la habitación tocando a todos los titulares en el hombro como si
él estuviera bendiciéndonos, diciendo, “Hora de juego. Hora del juego. Hora del juego.”
Estoy animado cuando él no me salta.

Yo, sólo me siento, curvando y descurvando mi cola, y espero la señal para que
salgamos al campo. Cuando lo hacemos, finalmente, me levanto de un salto y soy uno
de los primeros en salir. Estoy corriendo a través de la sección del túnel que esta a cielo
abierto cuando escucho una voz sobre mí: “¡Hey, marica!”

Mis pasos titubean, pero sólo por un momento. “¡Miski, chúpame!” grita alguien más.
Algo cálido y húmedo golpea mi oreja.

Bajo la velocidad y empiezo a girar, para mirar arriba. Fisher está a mi lado, agarrando
mi hombro. “Ven,” dice él.

“¡Sí, ven arriba y atrápame!” grita la voz, haciéndose más débil cuando giramos en la
esquina de las gradas. Otras voces se unen: “Tengo algo que te puedo meter...”
“¡Maldito maricón!” “¡Chupa penes!”

106
Ejercicio usado en el entrenamiento de deportes de combate, especialmente, el boxeo. Sólo se requiere
a una persona para practicarlo, pues esta tira golpes a nadie en particular, y como su nombre lo dice,
parece que pelea con su sombra.

310
311
Me ubico en mi lugar en la banca y me quedo ahí, mirando directo al frente. En el
público contrario a nosotros, puede ver un gran letrero de cartón que dice, “MISKI
MARICA.” Desvío la mirada de este. Me hace pensar en Lee, y la conversación de
anoche. Sé donde se sientan los reclutadores, agrupados en la línea de las cincuenta
yardas a la mitad de las gradas. Escaneo esa área, pero sólo veo a un zorro, y a menos
que Lee ganara cien libras de la noche a la mañana, no es él. La duda hace que mis
músculos se contraigan nerviosamente y mi estómago se revuelva.

El entrenador pasa cerca, con su portapapeles sostenido enfrente de él. Él se detiene en


frente de mí, mirando a mi derecha, pero no me mira a mí. “Conseguiste algunos nuevos
fans,” dice él.

“Perdón por la distracción,” digo, enfocándome en el negro pelaje de su hocico, sus


orejas curvadas ligeramente hacías atrás, su camiseta roja y dorada con el logo de los
Firebirds en el pecho.

Dientes blancos aparecen en una larga sonrisa. “¿Estás bien?”

“Listo para patear algunos traseros.”

“Bien.” Él sigue caminando a lo largo de la línea.

Estoy inquieto durante todo el himno nacional, durante las instrucciones de jugador (en
la filmación del partido, los silbidos cuando mi nombre fue anunciado, son casi un
rugido, pero ni siquiera los escucho) y el tiro de la moneda, hasta que estamos en el
campo para la primera serie defensiva.

Es un hermoso día, claro y frío, el perfecto clima del football. Me reúno brevemente con
Gerrard y Carson para recibir las instrucciones de la jugada y nos ponemos en nuestro
grupo. El tacleador ofensivo enfrente de mí, un fornido caballo, me mira a los ojos. Por
la manera en que estamos alineados, con nuestro tacleador defensivo y el defensive
end107, en mi lado, estamos entre él y yo, pero en lados opuestos, él puede verme directo
a mí.

“Hey, marica,” grita él. “Te acercas a mí, y empujaré mi verga hasta la garganta.”

El defensive end, es Fisher. Haciendo su primer comienzo debido a una lesión, el


tacleador ofensivo es Brick. La cola de Fisher, la cual había estado azotando de lado a
lado en la manera que usualmente lo hace cuando nos preparamos, se congela. Brick de
hecho mira hacia mí por un momento, entonces vuelve a prestar atención cuando el
quarterback contrario llega a la línea y comienza la jugada. Es una carrera estándar por
el centro, no me llama a que me acerque al caballo.

Nos alienamos de nuevo. De vuelta, el caballo empieza su charla basura; mierda


enferma apuntada a mí.

“Estamos todos listos aquí, marica. Vas a estar sobre tus rodillas todo el partido. Ven al
vestuario después y te daremos algo para meter en tu boca.” Es difícil ignorarlo.

107
Jugador defensivo ubicado en cualquiera de lso dos extremos de la línea de golpeo.

312
Levanto la mirada a las gradas. El letrero de “MARICA” se fue, pero hay un montón de
otros, con colores fluorescentes y enormes palabras feas y todo. Pareciera que es el Día
del Imbécil en el Campo Veteranos.

La jugada empieza, corriendo al lado contrario. Cubro al receptor solo, un coyote


larguirucho, pero es otra carrera. Nada que hacer para mí. Me alineo de nuevo, observo
pasando al caballo e intento no escuchar sus palabras, ni pensar en los letreros de las
gradas, mientras que todo el tiempo la voz en mi cabeza está diciéndome que esto nunca
va a mejorar, que va a ser así por el resto de mi carrera. El peso de tantas personas
enfocando sus garras y dientes en mí, todo ese odio basado en nada más que un rumor
en una página web, es desalentador. Por ahora soy muy bueno callando al mundo
exterior y en concentrar la mayoría de mi mundo interior en el football, pero nunca
había tenido a seiscientas personas gritando sobre mi vida más privada.

Me pierdo el saque. Esto es por mucho lo peor que puedo hacer, y lo que es peor, la
jugada está viniendo a mi lado. Me apresuro a ponerme en posición, pero es muy tarde.
El coyote que estoy supuesto a cubrir agarra el balón y zigzaguea pasándome,
consiguiendo otras diez yardas antes de que Gerrard lo derriba. Él y Carson me lanzan
miradas de advertencia en mi dirección cuando nos alineamos de nuevo.

Y aún así, no puedo dejar de pensar en mi padre, queriendo ver que soy un verdadero
hombre; la mirada en los ojos de Lee cuando lo acusé de exponerme. No puedo callar al
caballo quien me empujo, riendo, después de mí jugada fallida. Ellos ejecutan otra
jugada para el receptor libre inmediatamente, lo cual me hace saber que ellos olieron
sangre y se la van agarrar conmigo hasta que yo los haga detenerse. Esta vez, al menos
estoy en el lugar correcto, y sé que necesito hacer que algo dramático pase, así que
intento golpear al balón.

Fallo. Él continúa campo abajo otras cinco yardas. En la siguiente jugada, Gerrard se
cambia a mi lado y ellos no lo notan. Ellos llevan el balón hacia nosotros y atacamos la
jugada. Las burlas y la conversación basura se pone peor y peor. Siguiente jugada, pase
incompleto. Ellos tienen que hacer una patada. Troto de vuelta al banquillo y soy
reprendido por Steez.

No puedo sacarlo de mi cabeza. Sé que soy mejor que esto, sé que tengo que ser capaz
de probarlo, y sé que les estoy dejando afectarme, bien podría abandonar justo ahora, e
irme del equipo después de este partido. Eso me mata, ese pensamiento de que alguien
fuera capaz de arruinar el football para mí al punto en que preferiría no jugar que jugar
de esta manera. Enójate, me digo a mí mismo ¿Quién carajo son ellos? ¿Qué me
importa?

Antes de darme cuenta, estoy ahí afuera de nuevo. Aprieto a la ira, usándola para
desconectarme tanto como puedo. Funciona, pero realmente no me ayuda a enfocarme
en las jugadas. Sólo estoy ahí ejecutando los mecanismos, sin pensar y anticipar como
necesito hacer, no completamente comprometido al juego. Eso se nota, también.
Paramos de nuevo, y Steez me advierte que el entrenador ha estado presionándolo para
darle a mi recientemente contratada reserva algo de tiempo del juego. “Estoy bien,” le
digo sin convicción.

313
Verdaderamente, solo ha habido una otra vez en mi vida en que estuve así de
avergonzado, así de distraído, así de obsesionado. Ese recuerdo vuelve a mí como la luz
de un flash; sentando en mi auto, caminando alrededor de mi habitación de dormitorio,
el conflictivo sentimiento acabando conmigo. Conseguí superar eso, me digo a mí
mismo. Puedo superar esto. Pero al final de aquello, Lee estuvo en mis brazos. Y
ahora... no sé.

Eso es lo que he estado tratando de no pensar. Él me evitó todo ese tiempo que estuvo
pasando con Brian, y sé que mientras Brian no es lo que él quiere, Brian es más cercano
que yo. Él podría tener su relación completa, su vida completa, y no tener que
preocuparse de ser expuesto, no tener que preocuparse de idiotas novios inseguros
acusándolo de traiciones empeorando de lo que ya se estaba sintiendo culpable. Y lo
que todo este abuso está trayendo a primer plano es mi impresión de él sentado frente a
su TV, mirando los letreros y pesando que tarde o temprano él va a ser vinculado como
mi novio, y él estará recibiendo todo eso. O, conociéndolo, sólo preguntándose por
cuanto él podrá verme de siendo el blanco de todo. Él nunca firmó para ser parte de
esto. Me declaré gay al equipo sin consultarle. Si él simplemente se aleja, nadie seria
más sabio. Y yo sería dejado solo, sin siquiera el apoyo de un novio contra todos los
idiotas de ahí afuera.

La soledad y la auto-compasión me siguen al campo para la siguiente serie. Gerrard me


dice algo sobre la próxima jugada que yo entiendo, sólo resulta que realmente no lo
entendí bien. Retrocedo en la cobertura, pero es una pantalla para el corredor. Atrapado
entre los dos lugares en el campo donde estaba supuesto a estar, intento volver para
hacer el tecleo, y ese maldito caballo me derriba. El corredor pasa la defensa, llegando a
la mitad del campo antes que lo hagamos correr fuera de los límites.

Estoy en mi camino a la línea cuando Gerrard me intercepta. “Ve a sentarte,” ladra él.

Veo la ira en sus ojos, entonces a la banca donde Steez está mirándome con sus brazos
cruzados. Nadie me dice una palabra cuando me siento y mi reserva trota afuera para
tomar mi lugar.

Los detenemos a un gol de campo en esa serie. Pero Aston no puede conseguir nada
desde el lado ofensivo tampoco, así que estamos abajo 0-3 cuando la mitad termina.
Espero hasta que todos los demás estén fuera de la banca antes de levantarme. No
quiero entrar a ese vestuario, sabiendo como decepcione al equipo. Pero no quiero
sentarme solo afuera en el campo tampoco. Lentamente, me levanto y sigo al último
chico por el túnel, escuchando aún más burlas esta vez. Al menos no soy escupido.

Me acerco al vestuario, levanto la mirada y me congelo. El entrenador está de pie ahí,


con los brazos cruzados, amarillentos ojos calmadamente centrados en mí. Abro mi
boca, pero antes de que pueda decir algo, me hace una seña para que me acerque. “No
voy a arrancarte la cabeza de un mordisco,” dice él. “Sólo quiero hablarte antes de que
entremos con el resto de los muchachos.”

Un par de pasos más me llevan a un paso de distancia de él, mirando a su negro hocico.
No hay exactamente simpatía en este, pero al menos no hay acusación. “Te pregunté si
estabas bien,” dice él. “Suena como que ellos se están metiendo en tu cabeza.”

314
“Lo siento...”

“No te disculpes,” dice él de golpe. “Lo que necesito saber es si puedes asumir esto.
Porque si no puedes, mejor cuelga tu uniforme y vete a casa ahora mismo. Romperemos
tu contrato. No se va a poner mejor, y es seguro como el demonio que podría
empeorar.”

“¿Qué habría hecho Tony Calhoun?” Pregunto, para evitar responder a su pregunta.

Consigo una mirada sorprendida, y entonces un brusco ladrido que podría ser una risa o
ser un reproche. “¿Rigatony? Él no hubiera traído a su novio al vestuario, o hecho una
escena en frente del equipo. Es una lástima lo de él, ¿Pero crees que sólo él tenía un
secreto que esconder? ¿Crees que fue el único que tuvo cosas escritas sobre él? ¿Tú has
visto esos blogs donde falsifican fotos de Aston siendo cogido por ese cantante?”

“Realmente yo no...”

Él corta mis palabras. “Necesito tipos en este equipo que puedan jugar football. No
puedo hacer que el otro equipo deje de hablar. No puedo deshacerme de esos letreros.
Ni siquiera puedo hacer que a todos en mi equipo les agrades. Lo que puedo hacer, lo
único que puedo hacer, es poner un equipo en el campo que pueda jugar el juego. Así
que si vas a jugar, házmelo saber. Si no...” Él mira hacia el vestuario, sus orejas se
inclinan un poco. “Tenemos a alguien que puede estar en el campo en tu posición.
Créeme cuando te digo que preferiría tenerte a ti ahí afuera. Corey es un poco mejor,
pero eso depende de ti...” Él sacude su cabeza. “Tienes el medio tiempo para pensar en
eso. Ven, tengo que animar a las tropas.”

Lo sigo al vestuario mientras me dejo caer sobre el banco, escuchando con media oreja
su conmovedor discurso. Nadie me habla. Sólo Fisher se sienta cerca de mí. Él no se
mueve cuando el discurso del entrenador termina, esperando a que yo diga la primera
palabra. Me toma un tiempo pensar en que palabra sería esa.

“¿Tony tenía un novio?”

Claramente, eso no es lo que él esperaba. Él arruga una ceja, entonces se da cuenta de lo


que estoy hablando. “Si.” Él agacha su cabeza, de algún modo asintiendo. “Habló un
poco más sobre él. Eso lo metió en problemas.”

“¿Qué podrías haber hecho para ayudarlo que no hiciste?”

Ahora sus ojos se ensanchan, como si hundiera una garra en su trasero. “Estoy haciendo
lo que puedo,” dice él tosca pero suavemente. “Yo...” Él hace una mueca. “No quiero
que termines como él.”

“Estoy casi ahí, Fish,” digo. “No es tu culpa. Tú tenías razón sobre lo que pasaría.”

Él se encoge de hombros. “Está fuera ahora. No puedes cerrar esa caja ¿Qué dijo el
zorro sobre eso?”

315
Cierro mis ojos. “Es una larga historia.” No sé cómo voy a ser capaz de salir de este
banco para la segunda mitad.

Algo toca mi pata. Miro abajo. Él está sosteniendo mi celular en su pata extendida. La
luz roja parpadea. “Tienes un mensaje,” dice él.

Agarro el teléfono y lo abro. Hay media docena de correos de voz, y un mensaje de


texto: “Lee 1:36 pm: 116, 2/3 hacia arriba,” dice.

La prisa en mi cabeza es cegadora. Pierdo de vista el vestuario, los dolores en mis


piernas y espalda, cualquier cosa que no sean esos caracteres brillantes en la pantalla de
mi teléfono. Puedo sentirlo a través de la línea del teléfono u ondas de radio o lo que
demonios sean. Él está aquí. No lo arruine después de todo.

Me vuelvo consiente de Fisher, mirándome. De nuevo, él no espera lo que digo: “Hey,


Fish ¿Dónde está el asiento uno-dieciséis? Ahí afuera.” Hago un gesto hacia el campo.

“¿Huh? Como si supera esa maldita cosa ¿Porqué?”

“Ese es donde él está.”

Él celular suena como si estuviera de acuerdo conmigo. Miro hacia abajo y veo un
nuevo mensaje de Lee: “Tú eres mejor de lo que ellos creen.”

Fisher está mirando curioso. Casi estoy saltando del banco, la energía súbitamente ya no
es más un problema. Para demostrar su apoyo y cuan listo es mi novio, le paso el celular
a él. Él lo revisa, frotando sus bigotes. “Inteligente zorro,” dice él. “Yo no puedo
descubrir como mandar una de estas malditas cosas.” Me le quedo mirando, y el sonríe.
“Sobre football, también.”

“Si.” Cierro el teléfono de golpe. “Eso también es bueno.”

Brick ha estado observando en nuestra dirección. Cuando él me ve cerrar el teléfono y


levantarme, él se acerca sin prisa. Yo me tenso. No tengo idea de que esperar.

Nos miramos el uno al otro por un momento. Él aclara su garganta. “Hey,” dice él.
”¿Vas volver a salir?”

“Si.” Aprieto el teléfono.

“Bien. Te estaban matando ahí afuera ¿Quieres que calle a ese maldito hijo de puta
bocón?”

Fisher está mirándome. Sacudo mi cabeza. “Déjalo hablar. Yo me encargaré de él.” Mis
hombros se relajan y mi cola se desenrolla. Le sonrío al gran oso. “Gracias.” Él sólo
gruñe y se aleja.

Volviendo a través del túnel, los gritos y las burlas comienzan. Incluso aunque estaba
esperándolos, me acobardo. En la seguridad del vestuario, era fácil convocar mi coraje.
Aquí en el campo, estoy en peligro de perderlo de nuevo. Es como si entrara a mi

316
apartamento y encontrara un helicóptero de policía afuera apuntando una luz hacia mí.
No hay donde esconderse.

El entrenador me encuentra inmediatamente, yendo y viniendo por la banca enfrente de


la defensa de reserva. “¿Quieres entrar de nuevo?”

“¿Dónde está la sección uno-dieciséis?” le pregunto.

Él me observa como si yo estuviera loco, lo cual creo entender porque en parte lo estoy.
“¿Necesitas saber eso?”

“Métame de nuevo,” digo. “¿Pero dónde está la uno-dieciséis?”

Él señala a una sección de las gradas justo pasando el extremo de nuestra banca. “No
trepes ahí. Entras en dos minutos.”

Levanto una pata, ya trotado pasando la banca. Colin, quien estaba sentado en la banca
mirando, se levanta para seguirme. “No vas a volver a entrar,” dice él. “Vamos, vas a
morir ahí afuera.”

“Métete en tus propios malditos asuntos.” Escaneo la sección. No lo veo. Dos tercios
del camino arriba, dos tercios del camino arriba. Nada. La helada duda toca mi corazón.
“Se que quieres probarte a ti mismo,” dice él, en su tono correcto de iglesia, “pero estás
hiriendo al equipo.”

“Hablando de herir al equipo,” digo,” creo que hay un lugar en la banca que se está
enfriando.”

“Nadie más cree que debas estar en el campo,” gruñe él. “No tiene nada que ver con ser
capaz de manejar tu.... estilo de vida. Es porque tú no puedes manejarlo más.”

“Déjame en paz, compañero,” digo de golpe.

Abajo en la línea, Gerrard grita mi nombre. Aún no veo a Lee en las gradas. “Lo mejor
para el equipo para ti es que te sientes,” dice Colin.

Gerrard grita mi nombre de nuevo. Giro lejos de las gradas. ¿Lee sólo estaba mintiendo
para hacerme sentir mejor? Choco contra el hombro de Colin en mi camino pasándolo
para unirme a la defensa en el campo. Es juvenil e inmaduro, y me hace sentir al menos
un poco mejor, más preparado para ir ahí y golpear gente.

El caballo retoma justo donde se quedó. “¿Volviste por más, chupa vergas?” grita él.
“Solo inténtalo, marica. Voy a metértela tan duro que hasta tu novio lo va a sentir.”

Ni loco, pienso, y entonces empieza la jugada. Vienen directo a mí de nuevo, corriendo


por el lado débil. Gerrard está listo para eso, así que entre nosotros dos, Brick, y Fisher,

317
los retenemos. Volviendo a la línea, Gerrard me dice, “¿Estas escuchándome? Vigila el
dump-off108. Ellos adoran pasar al slot109 por el medio en el segundo y largo110.”

“Dump-off,” digo, mirando a las gradas. Todo lo que puedo ver son letreros: “MISKI
APESTA” y “HOMO-SKI.”

“¡Hey!” Ladra él. “Pon tu maldita cabeza en el juego. Tienes esta serie para probarte a ti
mismo.”

“Estoy adentro,” digo. Giro lejos de las gradas, pero la imagen del grupo de personas se
queda en mi cabeza. Sólo porque no puedo ver a Lee ¿Significa eso que él no está aquí?
Se reduce a eso, a si escojo creer en él o no. Si pienso que él está mintiendo, que él me
envió ese texto porque él estaba sintiendo lástima por mí, entonces debería ir a decirle a
Steez que me saque justo ahora.

El caballo está hablando de nuevo, pero no escucho ninguna de sus palabras. Dios,
desearía no haber tomado tanto para resolver las cosas. Por primera vez en este partido,
miro la formación en la que se están ubicando y veo de lo que Gerrard está hablando, el
slot se finjiendo ir por el lado interno, inclinándose en su ruta antes del saque. Lo veo
todo desenvuelto en mi cabeza, sus rápidas patas eludiendo entre Brick y Fisher para
agarrar el balón. Puedo ver el lugar del césped por donde va a pasar.

Gerrard está mirándome. Le doy una rápida señal con la cabeza. Miro al otro lado de la
línea al caballo, intentando perforar un agujero en su ridícula cabeza con mis ojos. Mi
sangre bombea. Lee está en las gradas porque tiene que estarlo, porque yo pertenezco
aquí en el campo y él pertenece aquí conmigo. Nada más importa. Sé que él está
mirándome tan seguro como que sé donde va a estar el coyote en siete segundo.

Seis. Cinco. Cuatro.

Tres. El centro saca el balón. La línea ofensiva se mueve como uno, hacia nosotros,
protegiendo al quarterback. Nosotros saltamos sobre ellos como uno, una fracción de
segundo después. Él lobo rojo en uniforme azul marino levanta el balón en sus patas.

Dos. El coyote corre a través de la línea, entre Brick y Fisher. Mira de vuelta al lobo.
Yo ya estoy moviéndome adelante. Uno. La bola está en el aire.

Cero. Doy un paso en frente del coyote y extiendo mis patas. La bola golpea en ellas.
Yo la llevo abajo.

El tiempo se acelera de nuevo. Él campo está claro en frente de mí. Fisher ha visto la
intercepción y al caballo girando para abalanzarse sobre mí desde el costado. Él lo ataca
a las rodillas del cabbalo desde abajo, un hermoso e ilegal bloqueo que el referi no verá
para levantar una bandera. Miro hacia el costado y corro, dándo todo lo que tengo.

108
Tipo de pase en cual un jugador hace un pase rápido para deshacerse de balón antes de este sea
golpeado.
109
Slot, es una brecha entre el end (jugador en el extremo de la línea) y un tacleador. Se refieren al
jugador que se ubica cerca de ese lado o el que pasa la línea de golpeo por dicha brecha.
110
Significa estar en el segundo down con varias yardas faltantes para conseguir otro primer down
(generalmente más de 7).

318
Siento cada click, el mundo girando debajo de mí mientras rozo su superficie. La zona
de anotación está tan cerca que puedo alcanzarla y tocarla.

Soy tacleado desde el costado. El instinto reacciona: acerco el balón hacia mí cuando
caigo, aunque hay patas tratando de arrancármelo. Golpeo el suelo bajo una pila de
jerseys azul marino y escucho el agudo silbatazo. Aún tengo el balón. Patas lo alcanzan,
hocicos muerden. Incluso en la cama con Lee, nunca fui manoseado tanto. Los
silbatazos siguen. Las patas se ralentizan, y entonces se detienen. Todo el mundo
alrededor de mí, un mar de azul marino, se levantan lentamente. Yo me quedo ahí,
sosteniendo el momento tan fuertemente como el balón, hasta que Fisher y Gerrard me
sujetan y me levantan sobre mis pies, dándome palmadas en la espalda.

“¿Banderas?” pregunto, mareado, aún sosteniendo el balón estrechamente.

“¡Sin banderas!” Grita Gerrard incluso aunque el público está en silencio excepto por
dispersos abucheos. “¡Sin banderas!”

Uno de los oficiales se acerca a recuperar el balón de mí. Lo dejo y miro por costumbre,
a la gradas. Ahí, a una sección de donde me dijo el entrenador que la sección uno-
dieciséis está, casi dos tercio del camino arriba, un zorro está de pie. No puedo ver
ningún detalle desde aquí, pero no tengo que hacerlo. Él está mirándome y yo lo estoy
mirando, la última pieza del mundo encaja en su lugar.

Este sería el perfecto final para mi historia, y si pudiera detener el tiempo y vivir en ese
momento por siempre, estaría muy tentado a hacerlo. Estoy de vuelta en el banquillo,
tambaleándome en mi camino a través de palmadas y abrazos de oso hasta que llego a la
larga y vulpina sonrisa del entrenador. “Buen trabajo, Miski,” dice él. Me quedo de pie
con Gerrard y Carson en la línea lateral y miramos como metemos el balón en la zona
de anotación para una ventaja de 7-3. Todo es perfecto, todo va a estar bien.

Pero si termino la historia aquí, no sería capaz de contarte como le grito al equipo en el
banquillo para ponerse en marcha, demasiado animado; como en la siguiente serie, a
Brick le levantan una bandera en un tiro de castigo por un vicioso golpe donde él tiro al
caballo al suelo; como derribo a su corredor para una pérdida, no una, sino dos veces; O
como Fisher saca al caballo, dejándome un camino libre hacia el Quarterback para uno
de las cuatro sacks que logramos en la segunda mitad. No sería capaz de contarte sobre
el gol de campo que suma Charm para recobrar su confianza, como el marcador de 10-3
se mantiene hasta el silbatazo final, como el entrenador me da el balón del juego y
como, cuando digo que voy a digerir todo esto por quince o veinte minutos antes de
bañarme, unos buenos dos tercios del equipo espera conmigo.

Más importante, no sería capaz de contarte sobre la conferencia de prensa post-partido.

Estamos bañados y vestidos, bromeando y haciendo chistes. Ganar resuelve muchos


problemas, como le gusta decir al entrenador, y por un momento, me siento bien sobre
el equipo, y sobre mi lugar en él. El entrenador se acerca y señala con la cabeza hacia la
salida, “Vamos,” dice él. “Hora de satisfacer a la prensa. Ellos te quieren a ti.”

Fisher nos da una palmada a mí y a Gerrard mientras seguimos la negra cola del
entrenador, meneándose. He visto el salón de prensa en nuestro estadio antes, pero por

319
supuesto no he pasado tanto tiempo ahí. La nutria de ESPN, Frank Evien, en realidad
está ahí, y también está un cola anillada que creo es de Sporting News, y casi otros
treinta reporteros. El zumbido de la habitación salta cuando entramos.

El entrenador toma el primer asiento, conmigo entre él y Gerrard. Detrás de nosotros un


gran muro con logo de Aventira. Me siento y tengo el verdadera sensación surreal de ser
el centro de atención, sólo surreal porque no la he tenido desde la universidad. Solía
disfrutar de ella, en ese entonces. Ahora hay una tendencia subyacente a la
preocupación, sabiendo que preguntas podrían aparecer, pero resuelvo mantener la
conversación sobre football al mismo tiempo que Gerrard se inclina sobre mí y dice,
“Sólo habla sobre el juego.”

El cola anillada tiene la primera pregunta, identificándose a sí mismo como Dwight de


Sporting News. Él le pregunta al entrenador sobre el plan de juego y la rejuvenecida
defensa. El entrenador canta mis cumplidos por un rato, y la siguiente pregunta es para
mí, de Frank. Él quiere saber si hice algo diferente para prepararme para Aventira. Le
digo que mi éxito se debe todo al plan del entrenador, y doy crédito completo a Gerrard
por prepararme para estar en la correcta posición en el tiempo indicado. Le preguntan a
Gerrard sobre la defensa, sobre mi y Corey (él y el entrenador desvían preguntas sobre
Corey: “Devlin será nuestro titular la próxima semana, después de eso, veremos cómo
resulta, pero él habla por si mismo cada semana.”). Estoy justo empezando a relajarme
un poco, y entonces un mapache más viejo, en la parte de atrás levanta una pata.
“Craig Michaels, Outsport.com. Para Devlin,” dice. “¿Atenderías a responder los
recientes rumores con respecto a tu sexualidad que han estado apareciendo en internet?”

La habitación se queda callada. “No,” digo secamente.

“Oh, vamos,” dice una voz familiar desde atrás. “Todo los sabemos, solo queremos
escucharte decirlo.”

Todos giran hacia la figura que yo sé que está ahí: un zorrillo moteado en una camisa
de seda a cuadros, con un blazer de tweed puesta sobre esta. El coordinador de medios
del equipo, una comadreja llamada Vince, camina por la habitación hacia él. “Lo
siento, señor ¿Con que publicación está?”

“Estoy con TightPants.com,” dice Brian.

Vince revisa su portapapeles. “No está en la lista aprobada.”

“Pero yo soy quien sacó la historia sobre Miski,” dice Brian, sonriendo satisfechamente
a mí.

Vince hace una seña, y un par de osos en uniformes de seguridad de Aventira, que
habían estado cerca de Brian ahora caminan directamente hacia él. Él se asusta con una
mezcla familiar de pánico e indignación, diciendo, “Ya veo como es esto ¡Nadie quiere
escuchar la verdad!”

“Señor,” dice Vince, “voy a pedirle que se vaya, y si no lo hace, estos caballeros lo
escoltarán afuera.”

320
Brian mira de un lado a otro a los osos, entonces me señala. “¡Diles la verdad!” grita.

Vince hace una señal, pero los osos ya están moviéndose hacia Brian. “¡La verdad!”
grita él, y entonces lo sacan afuera de la habitación.

Hay un momento de silencio mientras todos los reporteros se miran entre sí. Entonces
vuelven hacia al podio como una línea ofensiva justo después del saque. Las patas salen
en el aire, voces empujando por posición, y Vince corre al frente de la habitación con
sus patas en alto, intentando mantener el orden. No puedo escuchar su voz, pero
escucho el profundo gruñido del entrenador cortar a través del parloteo. “Sólo vamos a
responder preguntas sobre el juego.”

“Entrenador,” llama alguien desde atrás, “¿Cuál es su posición sobre los jugadores de
football gay?”

“¿Puede confirmar los rumores sobre Devlin?”

“¿Devlin, cuál es tu comentario?”

Veo las orejas del entrenador ir atrás. Las de Gerrard ya están atrás. Me inclino a mi
micrófono. “Escuchen,” digo, “estamos aquí para hablar sobre el juego. No hay nada
más que discutir.”

Les toma un pequeño rato calmarse. Respondemos un par más de preguntas sobre el
juego, pero estas son casi formalidades. Tan pronto como podemos, el entrenador
termina la conferencia. Marchamos de vuelta al vestuario en silencio. El entrenador se
detiene justo afuera de este, gira, y me pica en el pecho con un dedo. “Esto tiene que
parar,” gruñe.

Gerrard espera justo en la puerta de entrada, mirando. Yo extiendo mis patas. “¿Que
quiere que haga?”

“Tú conoces a ese zorrillo. Haz lo que sea que se necesite. No voy a tener esta
distracción cerca.”

“Gracias,” digo.

“Hey, si necesitas cualquier apoyo del equipo, dilo. Pero este es tu problema, y tienes
que lidiar con él.”

“Bien,” digo, sabiendo que voy a necesitar a Lee en este, a lo grande.

Mi teléfono esta parpadeando todo el tiempo ahora. Lo contesto en mi casillero,


poniéndolo en una pata. Gerrard se acerca. “Escucha,” dice él. “Juega como lo hiciste
hoy, y todas las otras cosas sólo desaparecerán.”

“Deseo poder creer eso.” Miro a la luz parpadeante, contando en mi cabeza. Ogleby dos
veces, probablemente, mis padres, Caroll tal vez. Lee.

“Lo tipos en serio estaban detrás de ti.”

321
“Fácil cuando gano el partido,” digo. “¿Que hay... cuando tenga un mal día?”

Él sonríe y golpea mi hombro. “Sólo asegúrate de que tus días malos sean muy buenos.”

Que hay cuando Corey vuelva, es lo que quería decir. ¿Está él contrayendo mi confianza
porque está atrapado jugando al lado de mí ahora? Estoy meditando cuando abro el
teléfono y escucho mis seis mensajes — ya tengo uno afuera. Ogleby llamó tres veces,
y Caroll no llamo en absoluto. Alguna otra agencia llamó, queriendo saber si estoy
interesado en cambiar de representación.

Borro ese. Ogleby es un idiota, pero he escuchado suficiente historias de horror sobre
otros agentes que no quiero arriesgarme a cambiar sin una recomendación personal.
Ogleby llamó durante la primera mitad (deprimido), durante la segunda mitad
(emocionado), y de nuevo durante la conferencia de prensa, casi incompresible en esa
última. Todo lo que puedo deducir de lo que él está diciendo es que está organizando
una conferencia de prensa en Chevali la tarde del lunes para mí, para negar todos los
rumores formalmente. Parece como que debería haberme consultado, pero bueno. Mis
padres están muy animados, pero entonces, ellos llamaron justo al final del juego,
probablemente no vieron la conferencia de prensa. Y Lee llamó justo después de la
intercepción, sabía que él me dejaría un correo de voz, diciéndome que él cree en mí.

Sé lo que voy a decirle a Lee. Me estoy sintiendo muy bien sobre mí mismo, así que
marco a mis padres primero, colocando mi auricular en el camino al autobús del equipo.
Está estacionado justo afuera del estadio.

“Estuviste fantástico,” dice mi papá. “Simplemente tenías que callar a todo esos
letreros. Bastardos. Te lo digo, si alguien de Aventira entra en el local, les voy a cobrar
de más por todo ese desastre.”

“Genial, papá,” digo. “Sólo no seas arrestado por fraude.”

Él se ríe. “Tú puede sacarme del apuro ¡Jugando de titular en los Firebirds! Jerry fue y
compró un banderín de Firebirds. Lo pondremos en el local.”

“Si anoto un touchdown ¿Usarás la chaqueta que te conseguí?”

“Hey, acabamos de ver la conferencia de prensa ¿Cuál es el problema de ese tipo?”

Salgo al estacionamiento. Algunos de los chicos están circulando por ahí hablando en
sus propios teléfonos, algunos ya están en el bus. Elijo un lugar aislado y me apoyo
contra una pared. “Él tiene problemas.”

“Ja. Eso diría yo ¿Él no vio el partido?”

Colin, hablando con uno de los wideouts, me nota y camina abruptamente al bus.
Normalmente dejaría ir el comentario, pero mirando Colin y sintiéndome tan bien me
pone algo triste. “¿Y eso que tiene que ver?”

Él ni parece notarlo. “Dale tiempo, sigue haciendo esas atrapadas, los rumores de irán.”

322
Charm me dirige un pulgar en alto cuando sube. Detrás de él, Brick no está prestándome
ninguna atención, pero no sube al bus. “¿Que si no lo hacen?”

“Mira, Dev, tu familia sabe que son mentiras, y tu equipo también. Eso es lo que cuenta,
No te preocupes sobre lo que piensen."

“Ya sabes, papá.... “ Intento juntar mi coraje, pero este no es el momento, no por
teléfono. “Hay, uh, hay uno en el equipo que es gay. Él me lo dijo en privado. Por los
rumores.”

Él ríe. “¿Quién es? Aston, ¿No?”

“Papá, sólo estoy diciendo, él es un buen jugador ¿Qué tiene que ver con que él sea
gay?” Mantengo mi voz baja, ahora. Hay un par de cánidos cerca con sus orejas rectas.
No hacia mí, pero aún así.

“Nada, nada,” dice mi papá. “Mira, está perfectamente bien para algún zorro o incluso
un lobo. Solo estoy diciendo, la gente intentando decir que un tigre es... así, quiero
decir, ¿Y uno de mi chicos?”

Él hace una pausa. Yo entro en el silencio. “¿Si?”

Su tono se vuelve más brusco, más serio. “No estoy preocupado por eso, Dev, es lo
quiero decir. Ni siquiera quiero pensar en eso. Tú sigue haciendo lo que estás haciendo,
y nadie pensará que eres anormal.”

“Dios, papá, sabes que ya no estamos en 1950 ¿cierto?”

“No entiendo siquiera porque estamos teniendo esta discusión.”

En el fondo, escucho a mi mamá diciendo, “¿Que discusión? ¿Cuál es el problema?”

“Nada,” le dice él a ella.

Ella suena dolida. “¿Es sobre esa llamada de teléfono? Dile —“

“No es por eso,” dice él de golpe. “Ni siquiera sé de que va esto.”

Lo último parece volver a mí, así que digo, “Tengo amigos gay ¿Okey? No quiero que
hables mal de ellos.”

“Bien. Sólo nunca me digas quienes son. No quiero estar pensando en eso cuando mire
un partido ¿Bien?”

Fisher me toca el hombro. Levanto la mirada para darme cuenta que casi todos están en
el bus. “Me tengo que ir, papá. Gracias por la llamada. Cuídense ¿si? Te amo mamá.”

“Estamos orgullosos de ti, hijo,” dice él.

323
Sostengo el teléfono en mi pata y lo cierro, sin responder. Fisher seguro ve mi
expresión, pero no dice nada cuando subimos al autobús y tomamos un par de asientos
cerca del frente. Sé que debería llamar a Lee, pero realmente no hay una oportunidad
hasta que llegamos al aeropuerto. Termino meditando quizás más de lo que debería
hasta que un par de de chicos me agradecen por el día libre mañana — esa es una
tradición del equipo para los que ayudaron a ganar un partido.

Consigo alrededor de diez minutos para llamar a Lee, pero él no responde. Eso me
molesta; ¿Él no querría hablarme después de mi gran juego? Él me dejó un mensaje y
todo. Le digo que estoy subiendo al avión y cuando estaré aterrizando. En el avión, mis
persistentes dudas empiezan a ser latentes y molestas, hasta que, para mi sorpresa Brick
toma un asiento al lado del mío. Él me hace repetir el partido, y como ese caballo de
Aventira estaba rabiando al final del partido. Le digo más de una vez que gran golpe él
le colocó y él dice algo sobre el hijo de puta bocón mereciéndolo. Me toma la mayor
parte del vuelo de tres horas darme cuenta que en su indirecta manera, él está intentando
saber si estoy bien, si toda la basura que pasó está afectándome. Fisher, Gerrard, y
Carson se unen, repasando los jugadas claves. Por supuesto, Gerrard señala cosas que él
pudo haber hecho mejor, cosas en las que él quiere trabajar la próxima semana. Nos
burlamos de él diciéndole chupa medias de los entrenadores. Buenos ratos.

Alcanzo a Brick solo en nuestro camino afuera del avión, habiendo pasado la última
hora elaborando exactamente las palabras que quiero preguntar. “ Uh,” digo, “Entonces
¿Estamos bien?”

él me mira de arriba abajo. “Sólo porque hablamos del juego no quiere decir que quiera
hacer nada más contigo.”

“Oh, ya supérate, carajo. No estás tan bueno.”

Sus ojos se ensanchan. Su boca se abre para decir algo, lo reconsidera, abre su boca de
nuevo. Los osos no son los más rápidos pensadores del mundo. Espero mientras
caminamos.

Finalmente sale con, “No te quiero mirándome en las duchas.”

“Bueno, yo no te quiero mirándome a mí, tampoco,” digo.

Él resopla. Caminamos en silencio por un rato, hasta que llegamos a su auto. Espero por
un segundo mientras él abre la puerta. “Hey, te aprecio, ya sabes, sacando a ese
caballo.”

“Él te llamó maricón,” dice él. “Eso no está bien.”

Tengo que reprimir una risa. ”¿Viniendo de ti? ¿Eso no está bien?”

“No es el asunto de nadie más,” gruñe él. “Tú eres nuestro maricón.” Entonces él me da
una mirada de costado, desafiándome a estar ofendido por lo que dijo. Bastante
extrañamente, no lo estoy.

324
Otro de los tacleadores nos interrumpe cuando Brick está subiendo a su auto “Hey,”
dice él, “varios de los chicos quieren ir a Mick´s ¿Ustedes vienen?”

“Claro,” retumba Brick. Yo aún estoy totalmente atrapado en el sentimiento de ser parte
del equipo, así que voy. Llamo a Lee en el camino, para decirle que estaré por ahí para
hablar más tarde, y recibo su buzón de voz de nuevo. Esta vez, no dejo un mensaje.

Mientras me estoy poniendo levemente borracho en cerveza y testosterona, un par de los


chicos la provechan para darme consejos. Repiten a Brick: no es el asunto de nadie más.
Solo niega los rumores, dicen ellos, y todos desaparecerán. Se siente raro para mí, todos
sabiéndolo y hablado de ello, pero no puedo excluir la posibilidad de que es sólo la
cerveza. No lo sé, estaría bien con todo eso si no fuera por una cosa. O, más bien, un
zorro.

Empiezo a marcarle a Lee de nuevo en mi auto en el camino a casa y entonces pienso, al


diablo con eso, él no me llamó en toda la noche, puede llamarme cuando él esté listo.
Estoy empezando a pensar sobre lo que voy a decir en la conferencia de prensa mañana,
si es que voy a presentarme. Pero por supuesto lo haré. Hay un mensaje en mi teléfono
de Caroll diciendo que ella va a tomar un vuelo por la mañana para estar ahí. Además,
Ogleby ya habrá llamado a todos los reporteros y toda esa basura, se tornaría peor si no
me presento. Pienso nuevamente, siempre y cuando siga jugando como lo hice hoy, el
equipo vivirá conmigo. Nunca completamente, pero sí de alguna manera. Brian ya no va
a tener más credibilidad con sus historias.

Pero necesito a Lee. Pienso en cómo me sentí cuando lo vi en el juego — demonios,


cuando recién me convencí de que él estaba ahí. Sin él, yo estaría a la deriva, como
jugado sobre el lodo en Hilltown. Okey, eso no fue 'a la deriva', eso fue más como
avanzar lento y con dificultad. El punto es que, no sería tan divertido. Y no puedo
imaginar que a Lee le vaya a parecer bien que yo me ponga de pie en público para
decirle al mundo cuan hetero soy.

Bueno, pienso, abriendo la puerta del edificio de mi apartamento, quizás yo no estoy


bien con que él pase toneladas de tiempo con su BFF111 Brian después de todo. Incluso
si él afirmó que fue por mí. Esa furiosa justificación no me sienta nada mejor que la idea
de la conferencia de prensa en sí misma. Se siente como alinearse al otro lado de una
jugada familiar y sabiendo a donde ir y a quien cubrir, excepto que hay un jugador fuera
de posición y me fastidia, porque no sé si él está cometiendo un error o si yo estoy
perdiéndome algo. Odio esa sensación. Voy a tener que empezar a beber mejor cerveza.

Aunque, no puedo para de pensar en Lee. Incluso el elevador huele como él. Él lento
viaje arriba me hace ir de un lado a otro ¿Por qué él me enviaría ese mensaje de texto,
haciendome creer que todo estaba bien, y entonces desaparece después de eso? ¿Era
alguna clase de lección, que él quería mostrarme que yo estaría bien por mi propia
cuenta? Sería justo como él el presentarse y pretender que estaba apoyándome; algún
tipo de estupidez estilo “After-school Special” como “la magia estuvo en ti todo el
tiempo”. ¿Que tal si él decidía que prefería estar con alguien que lo dejara estar en la
comunidad gay y ser abierto, y él sólo sintió lástima por mí? Pareciera que no puedo

111
En el original, BFF (Best Friend Forever)

325
mantener a Lee y al football. Declararse gay y tener un novio, o desconocerlo y
mantener mi carrera. Si se redujera a eso ¿Que escogería? Ambas son parte de mi vida.

No puedo imaginarme levantarme una mañana de otoño y no tener un partido para el


cual prepararme.

No puedo imaginar nunca más levantarme la mañana siguiente con él de nuevo a mi


lado.

Y el elevador parece arrastrarse mientras estoy pensando esto, la cerveza sin duda está
contribuyendo a la lentitud de tiempo y mi proceso de pensamiento. Cada vez que estoy
en la cima del mundo, algo vine y me noquea. Y si a veces no lo hace, puedo contar con
que a mi estúpido cerebro se le ocurra algo. Saco el teléfono. Voy a tener que hablar con
Lee esta noche, incluso si dejo un enmarañado mensaje en su máquina contestadora. Al
menos aún estoy lo bastante sobrio para asegurarme de marcar el número correcto esta
vez.

El elevador se abre en el seis. Recibo de golpe su aroma, fuerte y vulpino, arrastrándose


en mi nariz y cerebro como parte de un rompecabezas. Él está sentado con sus rodillas
levantadas, o lo estaba; él está en proceso de levantarse. Una pequeña bolsa de viaje está
al lado de él en el piso del pasillo. Sacude el frente de su ajustada camisa de rugby
amarilla, engancha sus patas en el cinturón de sus ajustados jeans, pero no hay nada
ajustado en su sonrisa o el tranquilo movimiento de su cola. “Pensé que estarías en casa
más temprano,” dice él.

“Los chicos fueron a Mick´s,” digo, de pie en el pasillo como un idiota. El football
parece a una era de distancia ahora.

“Estuviste genial.” Él agacha su cabeza. “Tenia algunas millas de viajero frecuente...”

De pie ahí parado en el pasillo mirándolo, calor es lo que florece en mi pecho. Me


asombra que pueda tener dos momentos en la vida tan increíbles en un día como mí
primera intercepción en las grandes ligas y este momento justo aquí. Y por supuesto, no
puedo decir nada así. Por un lado, no puedo hablar lo suficientemente bien para hacerle
justicia, y por el otro, incluso si pudiera, no soy un sensible marica de la nueva era. Soy
un duro y torpe atleta marica.

Entonces digo a mi novio, “Ven adentro.” No muy romántico, pero me gusta pensar el
tono áspero que mi voz lo es.

“Lindo Bogie,” dice, cuando destrabo la puerta.

“He estado practicando,” digo, complacido de que lo notase. Cierro la puerta detrás de
él. “Debería hacerte una llave de repuesto.”

“No espero aparecer seguido.” Él suelta una risita y se desliza hacia mí tan pronto como
la puerta está cerrada.

Envuelvo mis brazos alrededor de él. “Quizás deberías.”

326
Él pone su hocico bajo mi barbilla. “¿Eso quiere decir que estamos bien?”

“No sé ¿Volaste sólo para verme?”

Su suspiro envía cálidos rizos a través de mi pelaje. “Pensé que mañana podría ir a lo de
Brian, intentar convencerlo de no interrumpir en tu conferencia de prensa.”

Lo alejo, pero él se adhiere a mí. Miro hacia él. “¿No pudiste mentirme? ¿Sólo por un
rato?”

Él pone grandes, azules, confiados ojos cuando quiere. “Ya no más.”

Me quejo y dejo de alejarlo. Él presiona más cerca y continúa. “Reserve los pasajes sólo
para verte al principio. Entonces Brian me llamó para asegurarse de que mire la
conferencia de prensa porque iban a haber, como él dijo, fuegos artificiales. Él dijo que
esta conferencia va a ser tú diciéndole al mundo cuán hetero eres.”

Dejo de empujar, aprehensivo. “Si,” digo. “Algo así. Uh, Ogleby la convocó. Realmente
no he decidido si debería ir.”

Sus patas descansan en mis labios, sus ojos en los míos. “¿Por qué no irías?”

Esperaba que él me dijera que debería hacer. Él nunca deja de sorprenderme, mi zorro.
“Bueno, creo que porque... no he decidido que quiero hacer.”

Él presiona contra mí. “Creo que yo lo sé. Pero creo que te refieres sobre mañana.”

“Oh, sí. No hay duda sobre esta noche.” Aprieto su trasero. “Ya no más.”

“¿No más?” Él ladea su hocico.

Estúpida boca mía. “Después de que me fui... yo sólo no estaba seguro... digo...”

“Sí, yo tampoco lo estaba.” Sus patas abren lentamente mi camisa, sacándomela.


“Digo, la manera en que te fuiste. Pero fue mi culpa también. Siempre pienso que sé que
lo es mejor.”

Miro hacia abajo, a sus patas, entonces de nuevo a él. “Usualmente si lo haces.”

Un flash de una sonrisa. “No aumentes mi ego.”

“Pero me alegra que estés aquí ahora.”

Él tiene sus patas en el cinturón de mis pantalones. Él los empuja hacia abajo. “Bueno,”
dice él, como si no pudiera decirlo. “¿Entonces me dices de nuevo por qué no irías a la
conferencia de prensa?”

“No estoy seguro de que pueda actuar heterosexual.”

Él ríe. “Bueno, supongo que no cuando tu novio tiene sus patas en tu entrepierna.”

327
Me estremezco, inclinándome para acariciar sus orejas con el hocico. “Por suerte no
estarás haciendo eso durante la conferencia.”

“En serio,” dice él. “¿No irías sólo por mí?”

Se me está haciendo difícil formar oraciones coherentes. Bajo mis patas en la parte
trasera de sus pantalones para agarrar si trasero descubierto. “Uh, bueno, no
específicamente por ti, pero ¿Algo así?”

Él aprieta, haciendo que todo mi cuerpo se tense. “Creo que deberías ir.”

Yo jadeo. Mi cola se envuelve alrededor de la parte posterior de sus piernas. “Creo que
voy a llegar, primero.”

Su pata se desliza arriba y abajo. Su hocico encuentra él mío, y no discute conmigo. Se


siente tan bien estar sosteniéndolo a él de nuevo, nuestros labios estando juntos,
nuestras lenguas moviéndose de un lado a otro, el familiar gusto de él, su aroma,
fundiéndose. Mientras nos besamos, sus patas están ocupadas, sacando mi camisa fuera
de mis hombros, y entonces deslizándose por mis costados para bajar mis pantalones
mientras yo termino de zafar su camiseta. Bajo sus pantalones, pero tenemos que
romper el beso para sacar su camiseta por encima de su cabeza.

Él se queda con su camisa colgando de una pata, mirándome. Le regreso el favor,


admirando las lisas líneas de su elegante cuerpo, con el pelaje blanco curvándose desde
el pelo de su pecho hasta el de su estómago, hacia abajo, a esa hermosa V entre sus
piernas. Levanto la mirada a su hocico, delgado y ligeramente partido, a los largos picos
de sus orejas, y finalmente abajo, a sus ojos, zafiros gemelos ahora encontrándose con
los míos. Él estira una pata. Yo la tomo, y caminamos juntos a la cama.

Espero a que él me ponga abajo, o se ponga en cuatro patas, pero en la cama, él presiona
contra mí y me besa de nuevo, y yo pierdo el sentido del tiempo. Tengo una pata tras su
espalda, la otra tocando su trasero, mientras las suyas sólo están agarradas detrás de mi
cola.

“Whew,” suspiro cuando nuestros hocicos se separan. Miro hacia abajo en la cama, y de
nuevo a él con las cejas levantadas.

Él me da una rápida sonrisa, y dice, “¿Quieres sentarte?”

Juego con una almohadilla con su miembro erecto, para verlo estremecerse. Él lo hace,
pero su sonrisa no vacila. La mía tampoco. “¿Qué tienes en mente, doc?”

Él trae una pata a mi pecho, pero no empuja, sólo acaricia el pelaje arriba y abajo. “Algo
un poco diferente.”

Entonces yo me siento en la cama, con la espalda en la cabecera. Él se levanta y me


separa las piernas, acercándose hasta que su miembro yace al lado del mío contra el
pelaje de su estómago. Provocando él mío con un dedo, él dice, “Estuve pensando más,
después de la otra noche.”

328
Miro abajo entre nosotros, deliberadamente. “¿Tenemos que hablar sobre esto ahora?”

Él asiente. “No tomará mucho, lo prometo. Sólo quiero aclarar algo.”

La culpa se apodera de mi pecho, por lo que nunca me disculpé. “Nunca pensé que tú
accediste a eso,” dejo escapar yo, llevando mis patas alrededor de sus caderas tanto para
mantenerme firme contra su jugueteo como para sentirlo a él. “Las cosas que él posteó,
quiero decir, sé que tú no lo harías.”

“Lo sé,” dice él. “Pero eso no es lo que quiero decir.”

“Y lo que sea que hiciste con él…”

Él levanta su pata. “Dev.”

Yo sacudo mi cabeza. “No, escucha. No me gusta, pero sé…” Inhalo. “Sé que no lo
hiciste con intención. Sólo quiero pedirte un favor.”

Él se ve entretenido. “Cualquier cosa.”

“Nunca me digas con que pata fue.”

Se siente bien escuchar su risa. “¿Y entonces me perdonarás?”

“Ya lo hice,” digo yo.

Él se inclina hacia adelante y me besa suavemente. Cuando la suavidad amenaza con


volverse más apasionada, él retrocede. “Gracias. Pero de lo que estaba hablando era
sobre toda la cosa del Wiley Farrel el activista.”

“Oh.” Acuño mis orejas hacia adelante.

Él descansa sus patas sobre mis brazos. “Esa es una parte de mí de la que no me
desharé. No puedo. Pero no tengo que dejar que dirija mi vida. Es difícil dejar ir un
sueños de la infancia.”

“Para ambos,” murmuro, deslizando una pata entre nosotros para apretar su pene contra
el mío.

Él me sonríe, con sus orejas hacia adelante. “Pero tengo la mejor razón del mundo para
estar agradecido por donde estoy y a donde voy. A veces sólo me pongo codicioso y
quiero tenerlo todo.”

Como él no me dijo que parara, me dejo llevar y lo acaricio gentilmente hacia arriba y
abajo. Su cola gira de un lado al otro sobre mis piernas. “Yo quiero que lo tengas todo,”
digo.

Él besa mi nariz. “Estoy bien con no tenerlo. Después de que te fuiste, pensé ¿Yo sería
más feliz si pudiera tener mi título de Inglés y mis amigos activistas y ya no tenerte a ti?

329
Bueno,” su sonrisa se pone maliciosa y ancha, “resulta que esa es una de las preguntas
más fáciles que he contestado. No es un concurso.”

Ese sentimiento cálido en mi pecho se esparce por todo mí ser. “Aún puedes hacer
algunas cosas activistas,” digo.

Él asiente. “Lo haré. Pero te hablaré sobre eso. Quizás pensemos algunas cosas que
hacer juntos, anónimamente.”

Extiendo mi pata, sostengo mi pene contra el suyo. “Puedo pensar algunas cosas para
hacer juntos justo ahora.”

“Si.” Él presiona en el agarre. “Eso es todo lo que quería decir ¿Aún tienes tu lubricante
en el cajón de ahí al lado?”

Por respuesta, me estiro y abro el cajón, sacando una pequeña botella. Se la doy, pero él
sacude su cabeza. “¿Quieres hacerlo tú?”

“¿Yo?” Él asiente. “Claro, creo.” Vierto algo en mi pata y me estiro detrás de él, sin
sacar la vista de su hocico. Sostengo su trasero con mi pata seca, sintiendo los músculos
todos apretados para mi beneficio, mientras juego con el pelaje lejos de su ano y
presiono el pequeño charco de humedad en él. Cuando mis dedos acaricisan alrededor y
entonces adentro, él jadea, con sus ojos medio cerrados.

Acaricio probablemente más de lo que necesito, con las garras cuidadosamente


enfundadas, hasta que él dice, “Creo que estoy listo.”

“Lo sé. Lo estoy disfrutando.” Lo estoy, pero también estoy sintiendo más y más la
urgencia de tener algo más ahí adentro. Entonces pongo algo más de lubricante en mi
pata y me froto a mi mismo arriba y abajo hasta que estoy súper-resbaladizo y jadeando.

“¿Listo?” dice él suavemente, y no necesito responder. Él levanta sus caderas,


moviéndose adelante, e incluso en la desconocida posición, no tengo problema situando
mi pene debajo de él. Él está al nivel de mis ojos, inclinándose hacia adelante para otro
beso, entonces hundiéndose lentamente abajo.

Cada nervio en mi cuerpo cobra vida. “Oh, zorrito,” suspiro. Tomo dominio de su
miembro con mi pata manchada y no escucho nada más en la habitación, menos su
fuerte gemir, haciendo eco en mí orejas. Él se sujeta de mis hombros, yo estoy
sosteniendo sus caderas con una pata y acariciándolo con la otra, y él está moviéndose
arriba y abajo lentamente. Quiero preguntarle por qué nunca hicimos esta posición
antes, pero la palabra “Porque” sale como un gemido desde la garganta, así que dejo de
intentar formar palabras.

Su hocico se curva en una cálida sonrisa, una sonrisa que va todo el camino hasta sus
ojos. Puedo sentir el comienzo de su nudo bajo mis dedos, caliente y duro. Él se inclina
adelante, yo me inclino adelante para encontrarlo, y nuestros hocicos se juntan en el
medio, abriéndose para permitir nuestras lenguas moverse juntas mientras nuestros
labios se acercan.

330
Yo lo beso, sosteniéndolo, empujando hacia arriba en él mientras mueve sus caderas
arriba y abajo encima de mí. Su esbelto cuerpo y cálido pecho se contorsionan contra él
mío, nuestros ruidos creciendo más urgentes mientras nuestros movimientos se
aceleran. Intento no frotarlo demasiado rápido, pero él está montándome arriba y abajo,
y su lengua está en mi hocico, y mi cabeza llena con el aroma de zorro. Juntos nos
movemos, juntos gemimos, y cuando siento el hormigueo de mi clímax contrayéndose
en mi cuerpo, surgiendo en mi miembro, lo aprieto a él y froto más rápido. Su cuerpo se
tensa, y su respiración tan fuerte a través de mi hocico como la mía a través del suyo.

Y cuando nos venimos, acabamos a un par de segundo el uno del otro, primero yo
empujando fuerte en él, manteniéndolo abajo encima de mí cuando mi cuerpo explota
adentro suyo. Entonces él, su largo gemido de placer hace eco en mi hocico, su pasión
brota en mi pata. Nos retorcemos uno contra el otro, jadeando, gimiendo, compartiendo
con el otro. Bajamos juntos, también, nuestros hocicos. Mantenemos nuestras narices
juntas, ojos azules encontrándose con dorados, y una ridícula sonrisa como un par de
adolescentes enamorados.

En mi cama, más tarde, me acuesto sobre mi espalda y él descansa encima de mí. Corro
mis patas abajo, de su desnuda espalda a su trasero, apretándolo y sintiendo el calor de
sus caderas aun ahí. Su cola está moviéndose de un lado a otro sobre mí. Los
enmudecidos ruidos de la ciudad nos rodean. Un avión retumba al pasar. No quiero
hablar, y él no parece querer tampoco, pero después de un rato, él se apoya sobre sus
codos, las patas detrás de mi cabeza, y mira hacia mí.

“¿Entonces vas a ir a la conferencia mañana?”

Yo levanto una ceja. “Con toda esta práctica para ser heterosexual ¿Cómo no?”

Él toca su nariz con la mía. “Sé que dije que no voy a dejar el activismo. Pero no quiero
perderte, tampoco.”

Sujeto sus costados. “¿No quieres perder a Devlin Miski el jugador de la UFL?”

Él destella una sonrisa afectada, entonces se pone serio. “No quiero perder a mi novio.
Todos esos letreros, el abuso en Aventira, eran aterradores. Pensé por primera vez que
realmente podrían lastimarte.”

“Ellos sólo hablan.”

“Cariño.” Mis orejas se levantan. “Todo lo que se necesita es uno que no. Algún tipo
borracho con una botella, algún fanático religioso, cualquiera así. Sin mencionar el
equipo. Quiero decir, incluso si lo saben, será gran problema que estés expuesto, tomará
el control de todo. Cuando Corey se mejore, te cortarán sólo para dejar que el equipo se
concentre en el football. Sin mencionar que tus amigos podrían apoyarte en privado,
pero si estás públicamente expuesto, dañaría su imagen el ser vistos contigo.”

“¿No solías hablar sobre aceptación? ¿El primer jugador gay haría mravillas en la
aceptación gay?”

331
Él exhala. Amo el aroma de su aliento a través de mi hocico. “Pero tienes que estar
jugando para eso. Y no vale la pena perder tu vida.”

Lo beso. Nos quedamos en la cama después de eso. Siento su vibrante, adorable piel
contra la mía, y curvo mi cola para tocar la suya. Es fácil para mí relajarme ahora. Él me
ha dado todo lo que quería: Puedo mantener el football y a mi novio, tener mi vida
pública y mi vida secreta. Mejor que Tony Calhoun, mejor que los otros jugadores que
se declararon gay después de retirarse, tan bueno como todos esos tipos quienes juegan
football y esconden secretos en sus closets. Todo va a estar bien. Puedo relajarme.

Me quedo despierto pensando por casi una hora después de que él se va a dormir.

Le doy un beso de adiós en la mañana cuando él se va para ver a Brian, y yo voy a


recoger a Caroll al aeropuerto para llevarla a almorzar. Lo primero que ella dice cuando
se sube al auto es, “Será mejor que esta historia se haya ido, o tendré encontrar un mejor
uso de mi tiempo. Sin ofender.”

“No me ofende.”

“Muy bien entonces. Para que que estemos en la misma página.” Ella ha estado
pensando sobre eso en el avión, creo, porque se lanza directo a un montón de diferentes
maneras en que podría manejar el asuento, cómo negar cosas de plano sin equivocarme
(su palabra) de manera que no parezca que estoy mintiendo o poniendo excusas. Ella
también dice que deberíamos anunciar nuestro compromiso en la conferencia.

“Eres muy buena mintiendo,” le digo.

“Mantenimiento de imagen,” ella dice con un guiño.

Brindo por ella justo cuando veo, en la esquina de mi ojo, un borrón de movimiento, un
pequeño borrón marrón saltando de arriba abajo en un radiante traje gris. Camina a
nuestra mesa y reconozco a Ogleby. Sólo nos hemos visto un par de veces, pero no hay
error en su voz, y además, él me reconoció.

“¡Dev, hijo, ahí estas!” Él acerca una silla a la mesa sin preguntar. “Caroll, querida, te
ves maravillosa. Louise dijo que tu carrera está despegando ¡Felicidades! Ella es genial.
Dev, escucha, tengo un guión para que sigas en la conferencia de hoy. Es muy simple,
puedes memorizarlo, pero si no puedes, lo tengo escrito aquí abajo.” Él saca una
cuartilla de papeles de adentro de su chaqueta y lo desliza sobre la mesa, chasqueando
sus dedos al camarero con la otra pata.

Ensayamos el discurso mientras Ogleby come, lo cual no toma mucho tiempo. Él come
más o menos como habla. Él agrega algunas de las sugerencias de Caroll, y el anuncio
del compromiso, hasta que ella da su aprobación. Ellos me preguntan qué pienso de ello
y yo digo que está bien. Todo suena bien, pero no suena como yo. Eso está todo bien;
no tengo que serlo. Sólo tengo que decir las palabras.

Ogleby me deja pagar la cuenta, y entonces ríe cuando digo que descontaré esto de su
comisión. Entonces él quiere viajar en el auto con nosotros, pero le digo que no quiero

332
conducir de vuelta al restaurante para recoger su auto cuando la conferencia haya
terminado. También quiero hablar con Caroll sobre Brian y no quiero que Ogleby nos
escuche.

“Quizás él ni siquiera esté ahí,” digo yo. “Quizás Lee lo habrá detenido.”

Ella sacude su cabeza. “Estará ahí.”

“¿Cómo lo sabes?”

Su cara está fija, los ojos de acero. “Porque si fuera yo, estaría ahí.”

Ella tiene mucha razón. Cuando llegamos al salón de medios en el estadio, hay un
pequeño nudo de reporteros afuera en el pasillo. En el centro, atrayendo la atención, está
Brian.

Él levanta una pata cuando nos acercamos. “Bueno, si no es mi gran amigo gay,” dice
él, arrastrando las palabras.

Caroll murmura, “Sólo sigue caminando,” pero no necesito escuchar que ella me lo
diga. Paso de largo al salón de medios.

“Cuando hayan escuchado su negativa, vuelvan aquí por la verdad,” dice Brian en voz
alta cuando los reporteros corren tras de nosotros.

Un par de ellos intentan meter preguntas. “Dev ¿Cuánto tiempo has conocido a Brian?”
“Dev ¿Cuándo te diste cuenta que eras gay?” Las ignoro.

Vince aparece a mi lado. Él hace una seña a los reporteros hacia sus sillas y para que yo
suba a la plataforma. Los reporteros se callan cuando lo ven. “Por favor guarden sus
pregunta sólo por un par de minutos,” dice él. “Hey, Frank.”

La nutria saluda en respuesta, deteniéndose un segundo de camino a su asiento. “Hey,


Vince ¿Algo nuevo va a pasar?”

Vince me mira y sacude su cabeza. “Nah,” dice él. “¿Quieres sólo escribir una negación
estándar?”

“Oh, no, tengo una reserva para el golf a las tres en punto. Quería saber cuándo iba a
salir de aquí.”

“¿Dónde vas a jugar?”

Me pierdo el resto de la conversación sobre campos de golf. Caroll y yo subimos al


podio, donde Ogleby ya está esperando. Él se queda de pie detrás de mí, saltando de un
pie al otro mientras los reporteros se instalan. Veo al entrenador entrar, también, pero él
se queda de pie a un lado de la habitación, sólo apoyándose contra una pared. Cuando
miro sus ojos, él asiente.

333
Es intimidante. Al menos aquí, toda la gente enfocada en mí es amable, esperando a que
yo hable. No tengo la sensación de estar en un tanque lleno de tiburones, como lo pasó
en Campo de Veteranos. Pero aún así, es el grupo más grande de reporteros que he
tenido en frente, sólo fueron trece reporteros estudiantiles cuando llegamos a las
eliminatorias en mi último año en Forester. Es incluso un grupo más grande que el de
ayer, cuando estaba compartiendo los reflectores con Gerrard y Carson.

Brian se apoya en el marco de la puerta, mirándome con una sonrisa satisfecha. Me


pregunto fugazmente que pasó con Lee. Bueno, en un par de minutos, Brian será el
centro de atención de nuevo, creo. Después de mi negativa, él puede seguir contando su
historia. Me siento un poco mareado.

Vince levanta sus patas. “Gracias a todos por venir. Esto será rápido. Realmente no nos
gusta hablar sobre rumores y habladurías, pero después de la horrible demostración en
el juego de ayer, Devlin sintió que necesitaba poner las cosas claras. Él va a leer una
declaración preparada, tomaremos un par de preguntas, y los sacaremos de aquí muy
rápido.” La multitud murmura.

Vince gira hacia mí. “Todo tuyo,” dice él.

Levanto la mirada al mar de rostros. Sé lo que se supone que debo decir, pero es difícil
hacer que las palabras salgas. Mi valor está fallándome, aquí cuando dependo de él.
Ogleby me sopla detrás de mí, “Con respecto a las alegaciones,” y le hago una seña para
que calle. Esta habitación entera llena de reporteros escuchando cada palabra mía se
siente irreal, como si fuera un impostor, y tan pronto como abra mi boca, ellos se darán
cuenta que no soy lo que ellos están esperando. Estoy acostumbrado a la presión en el
campo, pero esto es todo un juego diferente. Caroll sentada al lado mío, calladamente
apoyando en el “cuadro” (su palabra), sólo subraya la falsedad. Brian, justo afuera de la
habitación en el pasillo, está rodeado por una pequeña manada de reporteros
normalmente mirándome, con sus orejas dirigidas hacia mí.

Escaneo la habitación de nuevo, tomando aire para decir, “Con respecto a,” pero se
queda trabado en mi garganta. Lejos en la parte de atrás, hay una hermosa y joven zorra
con ojos azules. Ella está usando una blusa nueva, roja y dorada de Chevali, por la cual
es que no lo reconocí de inmediato, no hasta que mis ojos se encuentran con los suyos.
Mi boca se seca. El tiempo se detiene.

Me encuentro de vuelta en el primer partido al que él asistió, levantando la mirada y


sintiendo ese compartimiento en mi corazón abrirse con facilidad, el saber que él estaba
ahí sólo por mí, y sólo yo lo sabía. No hay razón para que él este vestido de mujer en la
conferencia de prensa, excepto para recordarme de esos días cuando su apoyo hizo toda
la diferencia del mundo. No sé siquiera si él se dé cuenta de cuanto significó eso.

Me hace pensar en él y su vida, también, como usar ese disfraz es algo que él hace
incluso aunque no tenga que hacerlo, sólo porque – por cual sea que fuese la razón – él
lo disfruta. A él le gusta que a mí me guste, pero es también quien él es, y no se
avergüenza por eso. Entonces me pregunto a mí mismo que demonios estoy pensando.
Por supuesto eso era un mensaje. Él es un zorro ¿no?

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Él sonríe. Las manecillas del reloj se mueven de nuevo. Ogleby nervioso detrás de mí.
Los reporteros juegan con sus bolígrafos, impacientes. La sonrisa de Lee se queda fija,
iluminando el salón. Por una vez, él no sabe lo que voy a decir, pero eso no importa. Lo
que sea que diga, estará bien. Haremos que funcione, juntos.

“Vine aquí,” digo, “para dirigirme a las reciente alegaciones. Porque han sido una
verdadera distracción para el equipo.” Él entrenador, a mi izquierda, asiente. Y entonces
me imagino a mí mismo leyendo la siguiente línea en el guión de Ogleby: Estas son
completamente falsas. Veo patas levantadas para preguntar, mis propias amables
respuestas resistiendo el intento de atraparme en la mentira. Ogleby cuidaría de mí.
Estaría asegurando mi trabajo de titular (por un tiempo), tendría la compañía de Caroll,
quizás una linda boda y una luna de miel (ella prometió que podría llevar a Lee si
íbamos a algún lugar exótico). La vida sería buena. Sería fácil.

“Estas son completamente falsas,” digo. “Nunca tuve ningún contacto con Brian Dallas
la última semana, como él afirma.” Atrás en el pasillo, Brian sonríe satisfechamente. Él
dice algo a uno de los reporteros que tiene cerca.

Ogleby me da una palmada en el hombro. Caroll pone una brillante sonrisa. Busco la
palabras para continuar con lo que realmente quiero decir cuando Frank, en el frente, me
da la perfecta entrada. “¿Qué hay de las rumores anteriores sobre tu sexualidad?”

La pata de Ogleby aprieta mi hombro. Caroll desliza su pata sobre la mesa, invitando a
la mía. La ignoro.

No quiero que sea fácil. Amo el desafío del football, y si fuera fácil, no sería divertido.
Lee, sonriendo en la parte trasera de la habitación, me da coraje para continuar sobre lo
que vine aquí a hacer: Para comprometerme, para entregarme completamente a lo que
me importa, sobre y fuera del campo. Escucho su voz en mi cabeza, de hace semanas: tú
eres Devlin Miski.

Pero hay más que eso. No es simplemente quien soy. Él hizo lo mismo anoche, hizo el
mismo compromiso conmigo mí. Somos Dev y Lee, me corrijo a mí mismo.

“Oh, esos son verdad,” digo. “Completamente verdad.”

Cincuenta patas se alzan al aire, tomando fotos. Voces lanzan preguntas como si hubiera
encendido un interruptor, haciendo el ruido en la habitación casi insoportable. Vince no
puede hacerse escuchar. Ogleby hace un sonido detrás de mí. El entrenador se mueve en
mi visión periférica. Pero a la única persona que estoy mirando es ese zorro de ojos
azules en la parte de atrás de la habitación. La sonrisa de Lee desfallece. Él deja caer su
cara en sus patas. Me toma un momento ver que él está llorando. Mi resolución vacila,
pero por supuesto no puedo retractarme ahora.

Patas se agolpan en mi visión. Giro hacia Ogleby, pero él ya no está ahí. Caroll medio
se levanta, mira a los reporteros, y entonces fija la sonrisa en su hocico y se vuelve a

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sentar. Probablemente ninguno de los reporteros puede ver la tensión que yo veo en
ello. El entrenador está en su camino afuera del salón. Los reporteros están empezando a
gritar sus preguntas. “¿Hace cuanto…?” “¿Quién es…?” “¿Qué hace tu…?” Por la
esquina de mi ojo, noto a Brian en la puerta de entrada al pasillo solo y abandonado.

Reconozco a Dwight, de Spoting News. Él es uno de los pocos rostros familiares en la


habitación. Yo lo señalo. “Devlin,” dice él, “¿Por qué elegiste hacer esta revelación
ahora?”

“No lo elegí,” digo. Miro al pasillo donde Brian está intentando en vano conseguir la
atención de algunos de los reporteros cerca de él. Me pregunto cómo se siente él.

Él consiguió lo que quería: un jugador fuera del closet, y soy yo, el novio de Lee. Pero
creo que él quería estar más envuelto en la salida pública. Él quería que yo alargara el
tema, no que me levantara y lo hiciera por mi propia cuenta. Una diferencia menor,
como alinearse un pie a la izquierda en el campo. Tengo esa sensación ahora, que no
importa cómo se desarrolle el juego, estoy haciendo lo mejor que puedo. Estoy en la
posición correcta.

“Pero elegiste reconocerlo.”

Mi teléfono vibra. Bajo la mirada al mensaje de texto.

Lee 1:16 pm: Te amo. A través de las patas negras, en la parte de atrás de la habitación,
la luz capta el destello de uno de los ojos azules. “Parecía el momento justo para
hacerlo.”

La siguiente pregunta es, “¿Tus compañeros de equipo lo saben?”

“No quiero hablar sobre mi equipo,” digo.

“Eso es correcto.” Todos giran para ver a Fisher entrar en la habitación, a través de la
puerta donde Brian había estado. No lo vi irse. “Podemos hablar por nosotros mismos.”
Detrás de él, el entrenador vuelve a entrar y da un paso al costado, dejando a seis de mis
compañeros de equipo pasar por la puerta. Ellos se ordenan detrás de mí: Gerrard,
Charm, Carson, Ty, uno de los linebackers de reserva, y, en un tipo de shock, Aston.
Fisher se me acerca y me da una palmada en el hombro antes de parase atrás con el resto
del equipo. Aston les dirige a todos una gran sonrisa y un saludo con la pata, da una
palmada en mi hombro justo como Fisher hizo, y entonces se para en frente de los otros
chicos. Fisher me diría más tarde que encontró a Aston andando por ahí y lo trajo para
proveer de la presencia de la estrella. Dado que el internet jode con Aston, tengo que
decir que estoy sorprendido y más que un poco impresionado.

Giro lejos de los reporteros, miro a los chicos, y quiero decirles cuanto esto significa
para mí, pero ellos ya lo saben. Fisher me da un rápido pulgar en alto; el entrenador, un
rápido asentir con la cabeza. Los otros chicos sonríen o sólo se cruzan de brazos y se
ven determinados y amenazadores, como guardaespaldas. Cuando vuelvo a los
reporteros, me enderezo, mirando a Vince con confianza. Como Lee siempre me dijo, la
mejor manera de pelear contra el miedo y la ignorancia es con honestidad y franqueza.
Pienso sobre Charm y Fisher, pienso en la aceptación a regañadientes de Brick, y el

337
resto de los chicos detrás de mí, y finalmente, quizás, realmente entiendo lo que eso
significa.

Vince ha puesto, de alguna manera, el alboroto bajo control. Él señala a una ardilla
negra en la parte de atrás, quien se levanta y pregunta, “¿Cuándo fue la primera vez que
te diste cuenta que eras gay?”

Detrás de la ardilla, Lee está sentado derecho, sonriendo tan ancho como alguna vez lo
haya visto. Mantengo sus ojos con los míos.

“Es divertido,” digo. “Comenzó con una chica.”

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Historia Bonus.

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Falsa Alba

Se siente raro subir al avión a Chevali sin decirle a Dev. El aeropuerto, la terminal, todo
es tan familiar, y aún así hay una pieza que está faltando. Es como ir a casa y olvidar mi
cepillo favorito para la cola en la universidad. O más apropiadamente, es como ir a casa
y encontrar una familia completamente diferente ahí.

Llevo la mascarilla de tela blanca a mi nariz una vez más cuando salgo de la pasarela de
acceso al avión, entonces la dejo en un bolsillo de mi bolso de viaje. Me abastecí de
NeutraScent112 porque de otro modo los aviones son un infierno, pero no soy uno de
esos cánidos quienes son lo bastante rudos para usar una de sus máscaras en público.
Bien podrías ser uno de esos coyotes de secundaria con la camiseta que dice, “Todos
ustedes huelen a m*erd@”. En un avión, está bien, porque estás metido junto con otros
por una, tres, seis, catorce horas. Incluso entonces es algo grosero.

Pero si puedo tener a un zorrillo moteado como mi mejor amigo por tres años, puedo
estar un par de horas en un avión con sólo un discreto olfateo de NeutraScent de vez en
cuando para limpiar mi cabeza. Una de las razones por las que Brian y yo nos
llevábamos tan bien juntos es que ambos teníamos gente mirándonos y entonces
metiendo su nariz de manera muy obvia en NeutraScent. Usualmente eran gatos que
estaban completamente enojados por el olor. Brian y yo solíamos reírnos de ellos. Tú te
hubieras reído. De otra manera sólo quieres golpearlos.

Brian y yo ayudábamos nos ayudábamos el uno al otro a reírnos un montón. Además de


eso, nos llevábamos bien juntos porque ambos amábamos el football y el chupar penes,
no necesariamente en ese orden. Ninguno de los dos está en la agenda de esta visita.

Él está apoyado contra un pilar en el aeropuerto cuando paso por el área de seguridad.
La sonrisa en su hocico blanco y negro no cambia mucho cuando él me ve, pero su cola
se mueve detrás de él. Su acostumbrada camisa de seda está abierta como si hubiera
estado en Hilltown, pero noto que él no ha totalmente tomado la tradición local de usar
shorts.

“Aún en pantalones anchos,” digo, caminando hacia él.

Él me mira de arriba abajo. “Aún en jeans.”

Saco una pata. Él la mira y entonces da un paso hacia adelante para un abrazo. “No
vamos a empezar esto con una apretón de manos, Tip,” dice él.

Le devuelvo el abrazo tan sin compromiso como puedo. Su olor es familiar, pero un
poco diferente. Más fuerte, quizás. Hago casi omiso de ello. “¿Que estamos empezando
exactamente?”

112
En español, sería algo así como “NeutrAroma”. Aparentemente es como un producto para neutralizar
los olores.

340
Él no se ofrece para llevar mi bolso. “¿Tienes algún equipaje declarado?”

Sacudo mi cabeza y doy una palmada al bolso. “Viajo ligero. Sólo me quedo una
noche.”

“¿Una noche conmigo y una con él?”

Antes de que pueda tener una buena mirada a sus ojos, él se da la vuelta, llevándome a
través del aeropuerto al estacionamiento cubierto. Entonces tomo en valor aparente.
“Sólo tú, Spotty.”

“Me siento tan especial.”

Ahora esto es familiar, excepto moverse en el aeropuerto de Chevali. Sigo su plumosa


cola negra y blanca entre la multitud de gente. “Pensé que sería más fácil cara a cara.”
Diciéndolo ahora, me pregunto si lo será. Quizás más preciso hubiera sido decir que
tengo mejor oportunidad de convencerlo en persona.

Bajamos al trote una escalinata, pasando a un grupo de personas que reconozco de mi


vuelo, de pie alrededor del reclamo de equipaje. Abrazo mi bolso a mi lado cuando
Brian me lleva pasándolos y hacia afuera.

El calor me golpea peor que el olor del vuelo, un golpe de sol y la temperatura como
abrir un horno. Brian saca un par de gafas de sol de diseñador y las abre cuando yo
jadeo. Él no gira a mi reacción por el calor, pero él debe saberlo, porque cuando él se
pone las gafas, dice, “Mantén tus orejas arriba. Ayuda a disipar el calor ¿Tienes
hambre?”

Las pongo arriba, incluso aunque el interior de ellas ya se siente casi insoportablemente
pegajosas. No puedo evitar jadear cuando nos detenemos esperando por la luz para
cruzar al estacionamiento cubierto. Al lado de nosotros, un puma observa nuestro
camino y entonces entierra su nariz en un pañuelo de NeutraScent. A él no parece
importarle que yo este viéndolo hacerlo. “Claro,” digo. “¿Tienes un lugar favorito
aquí?”

“Siempre lo tengo.” La luz cambia. Cruzamos y tomamos el elevador dos niveles arriba.
Él me lleva a un convertible último modelo y pone su pata sobre este, mirándome a mí
con una sonrisa.

Tiro mi bolso en la parte de atrás y paso una pata sobre el auto, también. “Lindo
¿Cuánto te costo?”

“Una llamada de teléfono a la semana.” Él se desliza en el asiento del conductor,


enroscando su cola alrededor de sus piernas, y descansa un brazo sobre la puerta.

Me quedo de pie y lo miro a él, apoyándose en su convertible con su camisa abierta.


Casi juraría que él es hetero. “Como sea ¿Cómo está la familia? ¿Saben que te has
vuelto nativo?”

341
“Papá me visitó el mes pasado,” dice él. “Ellos están igual que siempre. Todo en
inversiones y propiedades y basura. Ya entra.”

El cuero es sorprendentemente frío contra mi pelaje Saco mis propias gafas de sol –
angostas, baratas, rectangulares –y me las pongo. Brian conduce afuera del
estacionamiento demostrando el motor de su auto.

El aire que corre se siente como el rugido del desierto, un caliente y seco viento que
empuja el pelaje de mi rostro. Sostengo una pata en alto para cubrirme de lo peor de este
y grito por sobre el ruido, “Gracias por dejarme visitarte.”

“¿Dejarte?” Brian me responde gritando. Él se ríe. “Tip, yo debería estar agradeciéndote


por otorgarme el favor de tu presencia a mí. Y todo lo que tuve que hacer es acosar a tu
novio, sacar una foto de él con su falsa novia, y amenazarte con exponerlo.”

Eso es suficiente para callarme. “¿Cuál es el problema?” grita Brian en par de minutos
más tarde. “¿Pensé que viniste aquí a hablar?”

Lo hice, pero no para gritar. El viento es como una radio encendida al máximo
sintonizando estática en mis oídos, y mi garganta ya está seca por el viento. Entonces
sólo hago un ademán con la pata para indicar, “Más tarde,” y fijo mis ojos en las colinas
distantes.

Él vive en un suburbio con parques y árboles, a más o menos diez minutos del
aeropuerto. Las casas tienen jardines de flores, algunas de ellas, y meticuloso paisajes.
“¿Ustedes usan suficiente agua aquí?” remarco yo cuando vamos por la calle principal,
pasando las boutiques, sastres de moda y restaurantes de comida gourmet.

“Creo,” dice Brian. Gira en una calle lateral. “La que se necesite.”

“Correcto.” Pasamos una escuela, una muy linda, con equipo de aspecto caro afuera en
el campo de ejercicios y bien preparados gatos y ratones –y un zorro del Sahara, noto–
afuera haciendo alguna clase de actividad organizada. Es septiembre, pero aún hace
demasiado calor para que yo piense en correr afuera, al menos aquí. “Lindo vecindario,
de todos modos. Papi conoce sus bienes raíces.”

“Yo lo elegí.” Explota él, entonces asiente. “No es tan caro. Tenemos ruido de aviones a
veces. Cambian la ruta de los vuelos cuando el viento aumenta. Pero hay un grupo de
teatro justo bajando esa calle.”

“Por supuesto que lo hay.” Me permito una sonrisa. Giramos en la otra dirección de
donde el teatro aparentemente está, en una sombreada calle de condominios. Brian
estaciona en un garaje y pone el techo. Me apoyo contra el concreto, a la sombra, aún
jadeando. “¿No totalmente libre de crimen?”

“¿Por qué tentar al destino?” Él aprieta el control remoto para trabarlo, con un chirrido
de la alarma, y me lleva escaleras arriba.

342
¿En efecto, por qué? ¿Por qué estoy aquí en el desierto en vez de estar en el centro de
Chevali con Dev, o en casa en mi suave cama examinando rankings de jugadores para el
trabajo?

“Compre un sixpack de dieta por ti,” Brian llena un vaso de agua en la puerta del
brillante refrigerador color cromo. Su apartamento –condominio, creo– esta refrigerado
por aire a unos confortables sesenta y cinco grados más o menos. El piso de la cocina es
cerámica y se siente frío bajo mis patas. La sensación de la circulación del aire contra
mis orejas a donde sea que voy me dice porqué el olor de él no es tan fuerte como
siempre lo ha sido antes en su dormitorio de universidad. También el porqué no puedo
oler a nadie más aquí. Elegante lugar, entonces. O si no, él ha estado realmente
antisocial desde la mudanza.

“En realidad, el agua se ve bien,” digo.

Brian se encoje de hombros y me da el vaso que acaba de llenar. Deambulo a la sala y


me estaciono en el cómodo sofá de fábrica. La lustrosa mesa de café de madera tiene
apiladas revistas de deportes, pero no puedo ver el control remoto, así que sólo bebo mi
agua y me reclino atrás. Los poster aquí son los que Brian tenía en la universidad:
Famosas producciones de Port City, profesionalmente enmarcados. Algo sobre la
habitación me fastidia. Miro alrededor, intentando señalar qué.

Él se sienta en el sillón al lado mío, pone su propio vaso en la mesa, y saca su teléfono.
“¿Quieres ver a tu tigre con su pantera negra?”

“Ya lo vi.” Tomo otro trago y miro a la TV apagada ¿Son los posters? ¿Dónde los he
visto antes, otro lugar además de la habitación de Brian en Forester?

Él sostiene el celular en una pata y entonces lo aleja. “Okey ¿Qué quieres comer?”

Mi estómago gruñe. Quizás sería mejor poner algo de comida y bebida en mí antes de
tener esta discusión. Me rindo intentando descifrar qué me molesta de la sala, por el
momento. “¿Qué hay de bueno por aquí?”

“¿Además de mí?” Él sonríe satisfechamente. Yo no reacciono, entonces el nombra sus


dos lugares favoritos, y yo escojo un restaurante estilo Sonora que suena bien. Nos
relajamos un poco más, mientras él habla a cerca de su grupo de teatro y yo me
rehidrato. El grupo de teatro, por supuesto, está lejos por debajo de su nivel. Sólo es un
teatro comunitario, pero él está haciendo todo lo que puede. Es realmente mucho mejor
para ellos tenerlo a él, pero él saca lo que puede de ello. Yo asiento comprensivamente.

Durante la comida, me pregunta un poco sobre mi vida también. Le cuento sobre mi


trabajo como reclutador de los Dragones, sobre Hilltown, cuan poco ha cambiado en el
par de años que él se había ido. Sólo un par de amigos poniéndose al corriente, evitando
al elefante –o tigre– en la habitación.

La comida es tan buena como él dijo. Sigo comiendo las papas y salsa aún después de
que mis tacos se han desvanecido. No consigo esta clase de comida en Hilltown. Brian
mira sobre el borde de su segundo margarita. Yo me he limitado a uno, aunque también
son buenos. “¿Vas a estar bien para conducir a casa?”

343
“Pienso que tú podrías conducir.” Él levanta el vaso, brindando por mí, y lo bebe.

“En serio.” No estoy seguro que hacer con esto. Quizás el piensa que esto me ganará, al
dejarme conducir su costoso convertible. Quizás el piensa que ponerse a sí mismo bajo
mi cuidado me hará sentirme más protector hacia él, más inclinado a ayudar. “¿No
deberías ser tú emborrachándome a mí?”

“Oh, Tip, estamos más allá de eso.” Él apoya el vaso vacío. “Hemos tenido oportunidad
de sobra para tomar ventaja uno del otro.”

“Mmm.” Suspiro. En un par de ocasiones cuando Dev y yo hablamos sobre Brian, Dev
insistía en que él quería cogerme, o quería que yo lo cogiera a él, incluso aunque sigo
diciéndole a Dev que Brian y yo nunca hicimos nada más que un abrazo. Él se
arrepiente de eso, dice Dev. Yo le digo que él no conoce a Brian como yo.

“Esto es lindo ¿No?” Brian se inclina sobre la mesa, sólo un poco. “Un par de amigos
cenando afuera ¿cierto?”

“Claro,” digo.

“Deberías venir a visitarme más seguido.”

Cuando no respondo, él sostiene una pata en alto. “Lo sé, lo sé, la foto, todo eso de
“exponer”. Mira, no es…” Él muerde su labio. “No es personal.”

“Correcto. Si tan sólo él fuera el novio de alguien más…”

“Hey, viste toda esa mierda agradable que escribí sobre él ayer ¿cierto?”

“Después de que accedí a venir a aquí.” Juego con mis cubiertos. “Tampoco duele que
él tenga un perfil más alto una vez que salga del closet ¿no? Hace que sea más probable
que él se quede en el equipo.”

“Sobreestimas mi influencia. En serio. Estoy seguro que hay algún otro jugador de
football ahí afuera temblando en su ajustado uniforme de que alguien lo vea a él y su
querido juntos. Sólo que no conozco al querido. Mis opciones son limitadas.”

Su voz es un poco alta, pero ninguno mira alrededor. “No deberías estar interfiriendo en
absoluto,” digo, manteniendo mi voz baja.

“Interfiriendo.” Él sacude su cabeza. “Debería apoyar el estatus quo ¿huh?”

“Deberías apoyar mi estatus quo.”

Su hocico se balancea de un lado a otro. “¿Cuál es tu estatus quo? ¿Besos furtivos bajo
las gradas? ¿Noche tras noche en casa, nunca salir, mirarlo en la TV con esa pantera
negra?” Él se inclina adelante. “¿No es eso por lo que prometimos luchar?”

344
Doblo mis orejas hacia atrás. Para evitar responder, levanto mi vaso de margarita y lamo
el fondo. El sabor agrio y el fuerte sabor del tequila pasan sobre mi lengua. “No lo sabía
entonces,” digo. Las palabras para hacerlo entender me eluden. Todo lo que puedo
ofrecer es mi propia ignorancia.

“Que trillado.” Él sonríe, con algo de tristeza. “¿Él realmente te ama?”

“¡Sí!” Eso, lo sé.

“¿Entonces cuál es el problema?” Brian descansa un codo sobre la mesa e inclina su


cabeza en su pata. “¿Él renunciaría al football por ti?”

Si digo no, Brian sentirá que él tiene que forzar a Dev. Si digo sí, él se sentirá
justificado en lo que sea que él haga. “¿Tú renunciarías al teatro por– por alguien
especial?”

Su pequeña sonrisa se desvanece. “Claro que lo haría.”

“No sólo me refiero a este pequeño teatro comunitario.” Hago una seña con la pata
hacia la ventana. “Quiero decir en todos lados. Actuar, escribir, todo ello. Si yo– Si tu
novio te pidiera renunciar a todo para estar con él ¿Lo harías?”

Él se endereza, baja su pata de la mesa. Sus ojos se ponen serios, y sobrios en lo


absoluto. “Te prometo que lo haría.”

Es muy convincente. No sé donde la actuación termina y el verdadero Brian empieza.

Yo conduzco de regreso a su hogar, mientras él se sienta en el asiento del pasajero y me


dirige. Él intenta cantar una canción de uno de los musicales que hizo en la universidad,
un pequeño número llamado “Bajo la luna”, la cual va, en parte, “Nosotros dos bajo la
luna, nuestras patas en tiempo y tacto, esta noche terminará pronto, te amo más que
demasiado.”

“¿De qué musical es?” Pregunto, tanto porque no recuerdo como para parar su canto.
No es que él sea malo –no lo es– simplemente no es lo que necesito escuchar justo
ahora. Está haciéndome pensar en Dev en su apartamento, mirando por la ventana a la
luna, pensando que estoy en casa en Hilltown.

Brian para y se apoya sobre la puerta, mirando a través del asiento a mí. Él sonríe. “Es
‘Gana Algo, Pierde Algo’. Primer año.”

“Cierto.” Dev nunca abandona mi mente completamente, pero por un momento soy un
zorro de 18 años de nuevo, en un apretado y caliente estudiante de teatro. “Tú fuiste el
corredor de valores. No cantaste esa canción.”

“No en la obra. Pero me consiguió sexo media docena de veces.”

“¿Solo esas veces?”

345
“Tenía un montón de canciones.” Él descansa su brazo sobre la puerta y mira adelante.
“Gira aquí.”

Giro, mirando arriba al viejo edificio de piedra, y mi mente vuelve con mi tigre de
nuevo. Estoy haciendo esto por él, me recuerdo a mí mismo.

Brian me detiene cuando llegamos a su garaje. “Yo lo estaciono,” dice él. “No quiero
que rayes la pintura y te sientas culpable.”

“No lo haría,” murmuro cuando salgo y espero, pero no creo que él me escuchara. Él se
las arregla para meter el auto en su espacio con cuidado de no tocar ninguno de los otros
autos a los lados, entonces aprieta el botón para subir el techo e intenta salir del auto sin
abrir la puerta.

Hay veces cuando sabes que algo es una mala idea medio segundo antes de que pase.
Siento el comienzo de la urgencia de gritarle que no lo haga, pero mi hocico ni siquiera
está abierto cuando su pie se engancha en la puerta. Su cuerpo gira en medio del aire
como si alguien lo hubiera golpeado. Él se golpea contra el auto al lado del suyo antes
de caer de lleno en el concreto con un sonido como un duro tacleo sobre el campo de
football.

El techo se sigue cerrando con un zumbido mecánico. Me apresuro hacía él. “Dientes y
cola ¿Estás bien?”

“Bien,” pronuncia mal él. “Sólo estropeado.” Pero cuando él levanta una pata para
limpiar su hocico, huelo el olor de sangre fresca.

“Vamos,” suspiro. “Subamos.”

Él cojea hasta que lo ayudo, por encima de sus protestas. Soy un poco más alto que él,
pero agachándome puedo sostenerlo con su brazo sobre mis hombros. No es tan
incómodo, y lo llevo escalera arriba y a su puerta. Después de eso, él colapsa en el sillón
mientras consigo un paño frío.

“Me siento como un idiota,” murmura él.

Me siento al lado de él y limpio su hocico. Esto es ‘cuidar de él’ en un nuevo nivel. “Te
ves como un idiota,” digo.

Su cola se mueve sobre el sofá, lejos de mí. El paño sale con sangre, pero la tercera vez
que lo cambio ya está limpio. “¿Pensaste que ibas a impresionarme, saltando del auto
así?”

“No había lugar para abrir la puerta,” dice él.

“En serio,” sigo. Me levanto a tirar el paño en el cesto del baño. Cuando vuelvo, él ha
puesto un DVD de “Gana Algo, Pierde Algo,” la producción de Port City. Está un poco
alto para la habitación, pero quizás no tanto para él como para mí. Doblo mis orejas
hacia atrás, le doy un paño limpio, y me siento en un sillón al lado del sofá.

346
“Recuerdo verte en la audiencia,” dice él, sin mirarme. “¿Recuerdas esas primeras
reuniones? FLAG, con, um ¿Cuál era su nombre, el zorro árctico?”

“¿Micha?”

“No, Micha no. El que estaba manejando el grupo en ese entonces.”

“¡Oh!” Busco en mis recuerdos, pero todo lo que veo son los ojos ámbar y el hocico
corto de Micha. “No me acuerdo.”

Él baja el paño y lo pone en sus rodillas. “Nos reíamos de él, me acuerdo.”

“Pero lo extrañamos después.”

“Cristo León, si.”

“Keith era una máquina.”

Él frunce el ceño. “¿Cuándo Keith…” Él se da cuenta en el mismo momento que yo.

“Si, eso fue…después.”

Él baja la mirada a sus rodillas. ”No debería haberme ido,” dice él.

No esperaba eso. Descanso mis patas sobre mis rodillas y miro hacia él, al paño blanco
en sus rodillas. “Fue hace un tiempo,” digo. “Estabas asustado.”

Él sacude su cabeza bruscamente una vez, entonces se detiene, como pensando sobre
ello. “Quizás. Papá estaba más asustado.”

Pero él no te hubiera mudado de Forester si tú no lo hubieras querido. La vieja discusión


emerge, y yo la trago antes que pase por mi garganta. “Estás más seguro aquí.”

“Algo.” Él resopla. “No es exactamente una jaula dorada. Quizás una plateada.”

“Pobre, pobre y lamentable de mí. Pobre pequeña reina rica del drama ¿Sabes que esta
casa es tres veces más grande que la mía?”

“¿Por qué tu novio no te consigue un lugar mejor?”

“¿Por qué no consigues un trabajo?”

A eso, él levanta la mirada. “Si quisiera ese sermón, le hubiera pedido a mi papá que
viniera el fin de semana.”

Hago un ademán con una pata. “Te sientas aquí y te quejas de las cosas, pero–“

“¿Qué estoy calificado para hacer? ¿Con un título de teatro?” Su tono se afila.
“¿Contestar teléfonos? ¿Hacer llamadas de tele marketing? ¿Servicio de comida rápida?

347
Por favor, buen señor ¿Le gustarían papas fritas con eso? No voy a hacer eso, Tip. Soy
un actor.”

“Bien,” digo, levantando mis rodillas a mi pecho y enroscando mi cola alrededor de


ellas. “Entonces actúa. Pero no vayas por ahí quejándote como que hay una gran pieza
de tu vida que está faltando.”

Él se encoge de hombros. “No hay escenas gay. Nada.”

“¿Ni siquiera en el grupo de teatro?”

Él resopla. “Todos ellos actúan como reinas. Pero ninguno de ellos tiene siquiera un
poco de interés. Hay un área gay en el centro de Chevali. Es patética. La mitad de una
cuadra. Fui ahí una vez y me deprimí tanto que escuché “Hello Dolly” todo el camino a
casa.

“¿Entonces qué estás … intentando?”

“No lo sé.” Él parece rendirse en él mismo, los hombros se desploman, la cabeza se deja
caer. “Sólo quiero hacer algo que valga.”

“Puedes. Tienes mucho a tu favor.”

“¿Cómo qué? Vamos, lánzame un hueso. Nombra mis buenas cualidades.”

Compartimos una sonrisa. Las numero con mis dedos. “Eres inteligente, eres atractivo,
te cuidas, eres cariñosamente estúpido a veces, eres un gran actor–“

“Muy bien, muy bien. Considera mi ego saciado.” Aunque él no se sienta derecho, sólo
frota el punto de su hocico que golpeó el suelo. “Sólo no tengo nadie con quien hablar.”

“Tienes todo el internet.”

“No es lo mismo.”

Él quiere que vaya a sentarme al lado de él. Chicos menos sofisticados que Brian han
intentado la avergonzada rutina de ‘necesito un brazo sobre mi hombro’. Pero es
precisamente tan trasparente que no puedo creer que él realmente tenga esa intención.
“No sé qué quieres que haga ¿Quieres que hable más contigo?”

“Eso sería un comienzo.”

“Entonces deja de amenazar a mi novio.”

Él suspira. “No quiero hablar de él.”

Juego con mis garras en el brazo de su sillón. “Bueno, eso está muy mal, viendo que eso
es toda la razón por la que vine aquí. Tenemos que hablar sobre él tarde o temprano.”

“Caramba,” dice él, sin sonreír, “y yo que pensé que viniste a verme.”

348
“¿Es realmente tan malo?” Doy golpecitos con mi cola contra el sillón. “No puedes
encontrar algo mejor que hacer que exponer gente famosa.”

“No es un hobby tan malo,” dice él. “Quizás entonces alguien me preste atención a mí.”

No puedo evitarlo; me río. “¿No puedes hacer que la gente te preste atención? No hay
duda de porque no te estás llevando bien con el grupo de teatro.”

“Es tan fácil para ti,” dice él. “Tienes un gran trabajo, tienes un novio. No necesitas al
pobre y viejo Puntos para ser tu amigo ahora que tienes a Rayas.”

“Hey,” digo. “Eso no es–“

Él hace un demás sosteniendo el paño blanco. “Lo sé, lo sé, yo me fui. Pero nunca me
diste una oportunidad de hacer las paces.”

Extiendo mis patas. “Estoy aquí ahora.”

Él suspira y se levanta. “Sí ¿Quieres una cerveza?”

“No,” digo, pero cuando él vuelve de la cocina tiene dos botellas. Él me ofrece una, “Ya
dije, no, gracias.”

“Es sin alcohol.” Él sigue extendiéndola hacia a mí incluso cuando la rechazo con un
ademán.

“¿Cuál es el punto, entonces?” Pero la tomo, mayormente para que él se vuelva a sentar.
No es mala; fría, al menos, y de sabor no demasiado malo. Algo aguada, más que otra
cosa, como si fuera mayormente para recordarme lo que una cerveza es.

“El punto es sentirse fresco sin perder el control ¿Cierto?” Él se sienta en el medio del
sillón de nuevo, girando para encararme mientran toma de la botella.

“Si tú lo dices.” Tomo otro trago. “Entonces, mira ¿No puedes dejar a Dev en paz?”

Él sacude su cabeza. “No ves como todo se conecta ¿O sí?”

“Ilumíname.”

“He estado intentando.” Él toma otro trago. “Yo soy sólo un síntoma. El aislamiento
aquí, es todo por las barreras en nuestra sociedad. Si puedo destruir esas barreras,
entonces quizás tengo una oportunidad de encontrar algo de compañerismo.”

Por debajo, ya sabes, la gente realmente no cambia tanto. Para Brian, la vida es sólo un
juego de moralidad, con él en el centro del escenario. “No es la sociedad la que te
mantiene solo,” digo. “Es tu brillante personalidad.”

Él toma otro trago y me da una siniestra mirada. “Eso duele.”

349
“En serio ¿Cuántos amigos tenías en la universidad, aparte de mí?” Él abre su hocico.
“Sin contar tus citas de una noche.”

Él resopla. “Tú, Liz, Allen, Jake.” Él piensa. “Randy, creo.”

“Todos los de FLAG.”

“Exactamente.” Él me apunta con un dedo. “Exactamente.”

Bebe la cerveza sin alcohol de nuevo. “Brian, es sólo porque realmente nunca hiciste
ningún esfuerzo para pasar el rato con alguien más. Nadie del teatro, fuera de los shows.
Nadie de tus clases.”

“Beatriz me llamo un par de veces.”

“¿Quién era ella, tu profesora de teatro?”

“Entonces no siempre tengo un montón de amigos.” Él mira a la botella en sus patas.


“Realmente siempre me preocupe por los que tenía.”

¿Lo hacías? Me pregunto. Pero me quedo callado. Después de un momento, él continúa.


“Es sólo que apesta aquí. Quiero decir, sé que soy un gran y viejo marica y todo, pero a
veces sólo quiero ese contacto. Puedo acurrucarme en la cama, puedo masturbarme,
pero es…”

Él suspira. E incluso aunque parte de mí reconoce que es manipulador, el peso de todos


nuestros años detrás de nosotros y su vulnerabilidad ahora me empujan fuera del sillón.
Aunque, no puedo sólo sentarme al lado de él. Tengo que acompañarlo con un
comentario de sabelotodo. “Bah ¿No tienen prostitutos por aquí?” digo, cuando me dejo
caer al lado de él, barriendo mi cola al otro lado.

En la pantalla, un hombre y una mujer (ambos de cuerpo trabajados) están cantando un


dueto. Brian se relaja y se inclina hacia mí, mirándolos conmigo por un momento antes
de que él responda. “Si, pero son todos esos intimidantes fisicoculturistas. Más de tu
tipo, realmente.”

“Nunca averiguaste cual es mi tipo.”

“Tampoco tú.”

Nuestros hombros chocan y empujan el uno contra el otro. Incluso con mi pelaje de
invierno empezando a crecer, sólo la sensación de estar al lado de alguien es linda. Es
muy difícil pasar semanas lejos de Dev, e imagino extenderse a meses, años. “Yo sé
cuál es mi tipo. Él es inteligente, gracioso y se preocupa por mí. Y,” digo cuando Brian
abre su hocico, “él me escucha.”

“Ah,” dice él. “Tan cerca.”

“No realmente,” digo ligeramente.

350
“¿En serio?” él suena más lejos de infeliz de lo que hubiera pensado. “¿Por qué no?”

Mi orejas se mueven hacia atrás. Intento procesar la pregunta, y la pregunta detrás de la


pregunta. “No sé, es sólo que nunca hubiera funcionado ¿o sí? Ambos somos demasiado
parecidos ¿No es eso lo que siempre hemos dicho?”

“Esa mierda de “los opuestos se atraen” es sólo eso –mierda.” Él termina su botella y la
baja. “Nosotros tuvimos charlas grandiosas.”

“Sí. En el Vestíbulo Corrigan, en el salón del segundo piso.”

“En el techo del edificio de mi departamento.”

“En el comedor.”

“Donde nos imaginábamos como la personas nunca tendrían que preocuparse por el
sexo de nuevo.”

“No mencionando que desaparecería,” hago eco del comentario de Jake cuando
habíamos dicho eso en el almuerzo, y Brian interrumpe con el resto de la respuesta,
“sólo que no tendríamos que preocuparnos por ello.”

Me río. Él se apoya contra mí un poco. “¿Cómo funcionaba eso?” dice él.

Sacudo mi cabeza. “No me acuerdo. Algo sobre el sexo seguro en los dormitorios y…”
Su pata frota mi muñeca. Yo muevo mi brazo, pero entonces sus dedos caen a mi
pierna. Él no parece estar haciendo ningún movimiento ni nada, así que lo dejo.
Después de todo, en nuestras charlas en la universidad, en nuestro dormitorio,
frotábamos la piernas del otro y no pensábamos nada de eso.

Y ahí es cuando por fin me percato porqué esta habitación es familiar. El olor es
diferente, la TV es más grande y brillante, la mesa de café más nueva, pero del mismo
estilo, y tan pronto como me doy cuenta de ello, mis orejas van hacia atrás. No es sólo
que los posters son los mismos que estaban en la habitación de dormitorio de Brian.
Desde este ángulo, sentado en el sofá con él apoyándose contra mí, puedo ver que los
posters están puestos exactamente de la misma manera alrededor de la TV. El sillón es
del mismo tamaño, la mesa de café del mismo tamaño, la botella de cerveza justo donde
Brian solía poner sus botellas en la universidad. Y el sillón individual, ahora que no
estoy sentado en él, se ve casi exactamente igual.

Creo que no es tan extraño que algunos se mantengan con una habitación que funciona
para ellos. Pero el recuerdo de la habitación universitaria de Brian vuelve tan
vívidamente que empiezo a sentirme un poco nervioso por ello. Es como si quisiera
volver a sus días de universidad.

“Es una buena teoría.”

He olvidado de que estábamos hablando. “¿Qué?”

Él se ríe. “No preocuparse por el sexo ¿En qué demonios piensas?”

351
“Oh,” Intento recapturar el tema de la conversación. “No se podría hacer que alguien se
crea eso,” digo.

“¿Cómo es con tu chico?”

“Jesús, Brian.” Me muevo, y empiezo a levantarme.

“Oh, no seas así.” Él presiona mi pierna, intentando volverme a sentar. “Solíamos


hablar sobre novios todo el tiempo ¿Le gusta hacerlo rudo? ¿A él le gusta rudo?”

Me quedo a la mitad entre sentarme y levantarme. “Nunca amenazamos con publicar


cosas en nuestro blog, antes en la universidad.”

Su pata queda sobre mi pierna, pero deja de presionar. “Yo no haría eso,” dice él.

“Tampoco pensé que publicarías información sobre su cita con Caroll.”

“Nunca prometí no hacer eso.” Él sonríe. “Además, soy un activista. Como tú solías
ser.”

Me vuelvo a sentar. “¿Eso quiere decir que estas prometiendo no postear nada de lo que
hablemos esta noche?”

“Lo juro.” Y hace una cruz sobre su corazón. “Vamos. Si no voy a conseguir nada, al
menos quiero escuchar de alguien que sí.”

Me reclino en el sillón. La verdad es que, realmente no tengo a nadie más con quien
hablar sobre Dev. Llamo a Salim de vez en cuando, pero no es lo mismo. “Es realmente
genial,” digo. “Quiero decir ¿Sabes que tanto solía decir que Micha sabía exactamente
qué hacer?”

Él se pone cómodo contra mí. No lo detengo. “Sí.”

“Bueno, Micha sólo tenía, como, tres movimientos.”

“¿Entonces este tipo es un verdadero fenómeno?”

Yo sonrío. “No. Él tiene como cuatro movimientos, pero son buenos.”

“Ah- aja.” Su corto hocico se inclina un poco, mostrándome sus orejas, un hábito que él
adquirió de mí. “¿Son los músculos?”

“En parte.” Suelto una risita. “¿Recuerdas el chico con el que saliste?”

“Ken.”

“Sip.”

“Mmmm. Pero él fue sólo algo de una noche.”

352
“Okey.” Estiro mi brazo sobre la espalda del sillón, y él como que se acomoda sobre mí.
Ya no estoy realmente prestando atención a la TV, apenas escuchando la canción que la
actriz principal está cantando con su hermana menor. “Entonces imagina el cuerpo de
Ken, como con, la mente de Allen.”

“¿Tan inteligente es él?”

Muevo mi cola contra el lado del sillón. “No tienes que sonar tan sorprendido.”

“Él es un jugador de football. Ya sabes que ellos son–“

“Como sigo diciéndote, él es diferente.”

“Claro.” Su pata descansa sobre mi pierna de nuevo. Sé que debería decirle que la
mueva, pero no hay daño en dejarla ahí. Él no va a hacer nada, y hemos estado
acurrucados así de cerca antes sin hacer nada. “¿Entonces qué sentido de moralidad y
relación tiene él?”

Muevo rápidamente mis orejas, dejando mi brazo sobre el sofá en vez de ponerlo
alrededor de sus hombros. “El mío.”

Él suspira contra mí. “Suena muy bien.”

“Lo es.”

Nos quedamos sentados así. Él mueve sus dedos arriba y abajo sobre mi pierna,
haciéndole cosquillas. Estoy por decirle que se detenga cuando dice, “¿Entonces por qué
no quieres ser capaz de estar en público con él?”

Inclino mi cabeza hacia atrás para mirar el techo. “No es tan fácil.”

“¿Quieres saber una de las cosas que aprendí?”

“¿Quieres decir que hay algo que todavía no me has dicho?” Levanto mi pierna
izquierda un poco, intentando gentilmente desalojar su pata, pero se queda donde está.

“En todo esto,” dice él, la cabeza contra mi hombro, su voz vibrando contra mi pecho,
“conmigo dejando Forester y mudándome aquí, aprendí que yo… que nosotros…
pensamos demasiado las cosas.”

Dejo salir un ladrido de una risa, bajando mi cabeza. “¿Tú crees?”

Él sonríe. “Lo sé, lo sé, debí haberme quedado en Forester. Quería. Pero sigo pensando
sobre cómo iba a ser estar ahí, con todo el tema de la víctima, la gente de FLAG, el
teatro y el football, simplemente me afectó.”

Él suena pequeño. Llevo una pata a su hombro. “Debió haber sigo algo extraño de
atravesar.”

“Y realmente no tenía a nadie para hablar de ello.”

353
Yo no digo nada a ese comentario. Su pata aprieta sobre mi pierna, entonces se levanta.
“Sólo hablamos sobre venganza,” dice él. “Realmente nunca hablamos sobre lo que
pasó. Lo que significó.”

“Supongo,” digo. Su olor es un poco más fuerte en mis fosas nasales. “Quiero decir, no
parecías querer hacerlo. Y entonces…”

“Escapé,” dice él.

Nunca lo había escuchado admitirlo antes. Lo traigo más cerca. “Sí, bueno…”

“No tienes que decir nada,” dice él.

“Intenté cobrar venganza por ti,” digo.

Él gira su cabeza, mirando hacia arriba con un brillante ojo. “¿Es así como lo llamas?”

“Si.” Yo sonrío. “Funcionó muy bien, también.”

“Estoy conmovido,” dice él. “¿Qué hiciste?”

Comienzo a decirle con la cola meneándose contra el sillón, pero justo entonces su pata
se extravía un poco más adentro, frotando el pliegue de mis jeans donde mi miembro
está. “Hey,” digo. “Pensé que tú era el que estaba conmovido.”

Me estiro para mover su pata, pero él más rápido, presionándola contra mí. “Pensé que
equilibraría las cosas,” dice él. “De todos modos, parecía que no te molestaba.”

Estoy medio erecto, claro, pero sólo por sentarme tan cerca de alguien y pensar sobre
Dev en la ocasión. Agarro su pata y la saco. “No vine aquí para…”

“¿Para qué?” Él levanta su cabeza y me mira.

“Para hacer eso.” Saco mi brazo de sus hombros.

Él suspira, apoyándose contra mi hombro. “Es que simplemente ha pasado un largo


tiempo.”

“Vimos amistades quedar arruinadas por las relaciones. Prometimos que eso nunca nos
pasaría ¿Cierto?”

“¿No ha pasado?” Él se ve siniestro y abandonado todo a la vez. Quiero tranquilizarlo,


decirle que esos días en el salón de dormitorio pueden volver, pero la verdad es que…
yo he avanzado con mi vida y él no. “Vamos,” dice él. “¿Dónde está nuestra amistad
ahora?”

“No voy a dejar a Dev.”

354
“No estoy pidiéndotelo.” Él agarra mi pata y la presiona directo a sus pantalones. “Estoy
pidiéndote que me ayudes. Sólo un poco.”

Él está erecto y caliente a través de sus pantalones. Yo no froto ni nada, sólo intento
apartarme. “Dios, Brian, si querías que alguien te la jalase podías sólo ir a cual fuera la
versión de Chevali de la Calle Diecinueve.”

“No lo quiero sólo de cualquiera.” Él es muy insistente, manteniendo mi pata ahí. “Ya
sabes, me sentiría menos solitario…”

Tiro de mi pata dejándola libre y miro hacia él, nuestros hocicos a un par de pulgadas de
distancia. Desde esta distancia, el destello en su ojo es inconfundible. De manera que
todo fue un acto, todo. El remordimiento, la vulnerabilidad ¿La amistad? “Si quieres
que te masturbe,” digo yo,” sólo ven y dilo.”

“Aw, Tip,” dice él, “Pensé que poner tu pata en mi pene lo dijo por mí.”

“Y si lo hago…”

Él toma posesión de mi pata de nuevo. “Me sentiré mucho mejor sobre nuestra
relación.”

Maldita sea. Normalmente no lo hubiera considerado, pero si eso lo saca del caso de
Dev… Tiro mi pata fuera de la suya. “¿Quieres hacerlo aquí en el sillón?”

Él apaga la TV y se levanta, sonriendo sobre su hombro mientras camina a su


habitación. Me siento en el sillón y miro a la pantalla apagada, pensando ¿Realmente
quiero hacer esto? ¿Qué pensaría Dev? Somos muy exclusivos, pero un trabajo manual
no cuenta ¿o sí? ¿Y si esto hacía que Brian no se metiera con nuestros asuntos?
Presiono mis patas sobre mis ojos. Todo lo que puedo pensar es que si no lo hago,
definitivamente empeorará las cosas. No debería haber venido aquí en absoluto. Pero es
muy tarde para eso.

Por el tiempo en que me siento al lado de él en la cama, él ya tiene sus pantalones abajo.
Lo he visto desnudo antes, un par de veces, pero nunca lo he visto excitado. Intento no
mirar, intento tratarlo como un trabajo. Frotes rápidos, como si estuvieras
masturbándote a ti mismo, no pienses. Él arquea su espalda, se retuerce, gime, e intenta
agarrarme a través de mis jeans, pero alejo mis caderas de él. Él no insiste.

Para alguien que no lo ha hecho en un tiempo, seguro está tomándole un largo tiempo
para venirse. Deslizo mi pata arriba y abajo mientras el olor a zorrillo se hace más
fuerte. “Tienes una buena pata,” dice él, y cuando yo no respondo, dice, “el último chico
que me masturbó tenía garras afiladas.”

“Cállate,” digo, sin romper mi ritmo, y él lo hace.

Estoy un poco excitado sólo por masturbar a alguien, y el olor a zorro y zorrillo son
muy fuertes, incluso para mí acostumbrada nariz. Mi pata está empezando a cansarse,
así que acelero un poco. Él se retuerce y gime por las caricias, y diez cortos minutos
después, él finalmente se viene con calidez sobre su estómago y mi pata.

355
Tan pronto como siento que está bien, quito mi pata. Sosteniéndola incómodamente en
frente de mí, intentando no oler todo el desastre sobre ella, evitando mirar a Brian.
“Voy a limpiarme,” digo.

Su pata se estira hacia a mí. “¿Cuál es tu prisa?”

Yo dudo. Pero sólo por un segundo. Incluso si quisiera, hice una promesa a Dev sobre
no venirme hasta que él lo hiciera, una explícita promesa en contraposición de la
explicita promesa que recién rompí. “Voy a limpiarme,” digo de nuevo, y me levanto
antes de que él pueda hacer algo más. Sin mirar atrás, camino al baño y cierro la puerta.

Para mi sorpresa, mi pata no huele tan fuerte a zorrillo. Y Brian tenía montones de
jabones fuertes para cubrir el olor. Después de un par de lavadas, ni siquiera puedo
notar que él acabó en mi pata, lo cual es muy impresionante. Lo que sí, sin embargo,
huele como que metí mi pata en un jarro de cardamomo naranja.

No sólo estoy tomando mi tiempo para deshacerme del olor. También estoy tratando de
descifrar qué acabo de hacer, como afecta mi relación con Brian, y con Dev. Sería
realmente feliz si Dev nunca se enterara de eso. Él podría preguntar por qué Brian se
suavizó con él, pero puedo afortunadamente decirle que Brian lo hizo por respeto a
nuestra amistad. Él estaría suspicaz, pero Brian y yo nunca hicimos nada sexual antes.
No hay razón para que esto tenga que haber sido diferente.

Excepto que lo fue. Y no importa lo que Brian diga sobre sentirse un poco menos
solitario, sobre que eso es todo lo que es, estoy empezado a sentir que hay más. Pienso
que él quiere una relación, quiere que yo deje a Dev para venir a vivir con él. Y todas
sus posturas esta tarde, todas las pequeñas cosas que hizo para hacerme sentir mal por
él, todo eso fue sólo actuación ¿verdad?

Para cuando tengo mis patas limpias, mi erección ha bajado también. Esa tentación no
sería un problema. Estoy tan molesto que dudo cuando él me extiende una pata. Y ahora
estoy empezando a pensar más sobre ello. Sólo un trabajo de pata ¿Cierto? No la gran
cosa. Masturbé probablemente a cincuenta chicos durante mis años de universidad.
Nunca significo nada.

¿Entonces por qué Brian y yo nunca lo hicimos? ¿Y qué pensaría Dev si se entera?
¿Cuándo se enteraría?

Empujo a un lado la creciente nausea de culpa en mi estómago y pecho. Ni siquiera


puedo pensar en Dev tan pronto. Tampoco pensar sobre él enterándose, o sobre mí
escondiéndolo de él, y ninguna alternativa es más plausible que la otra. Así que solo
pienso en Brian. Nada ha cambiado realmente ¿Cierto? No a menos que él lo quiera.

Él aún está acostado en la cama con sus pantalones abajo cuando salgo. Realmente no
puedo evitar mirarlo de manera obvia, pero él me conoce tan bien que no necesito
hacerlo. “¿Algo nada mal?” dice él.

“Estoy algo cansado.” Me quedo de pie incómodamente entre el baño y la cama.

356
“Aún no son las diez de la noche.”

“Son las once donde vivo.”

“Aún así.” Él balancea sus piernas fuera de la cama y mira hacia mí. “Claro, lo que sea.
Me limpiaré y podremos ir a la cama.”

Sacudo mi cabeza hacía la sala. “Yo duermo en el sofá ¿Cierto?”

Él no responde inmediatamente. Sus ojos resplandecen con la luz reflectada. “No tienes
que,” dice él suavemente.

“Yo creo que sí,” digo, y justo entonces mi teléfono suena.

Sus ojos se estrechan. “Es él ¿verdad?”

No tengo que mirar el número, pero lo hago de todos modos. “Si. Ya vuelvo.”

“Tip–“

Pero ya estoy en la sala, apretando el botón verde de Aceptar, haciendo mi camino


afuera de la puerta del frente al pasillo. “Hola,” digo.

“La práctica del lunes apesta,” se queja Dev.

“Entonces gana la próxima vez.”

“Como si pudiera hacer algo al respecto, atrapado en la reserva.”

“Estarás de titular pronto ¿cierto?”

“Eso espero,” refunfuña él. “Ya empieza a ser incómodo estar cerca de Caroll.”

“Incómodo como….”

“Ah, sólo estoy bromeando.” Él suspira. “No sé cómo voy a vencer a Matador.”

“La gente se está dando cuenta,” le digo. Es tan refrescante poder hablar con él. El aire
bajó de temperatura con la tarde y la noche es fría. No puedo ver Chevali desde aquí,
pero ayuda saber que él está cerca. Débilmente, escucho el retumbo de un avión
acercándose, y me recuerda que tengo que ir a casa mañana.

“¿Viste esa cosa que ESPN escribió sobre mí?”

“Conseguiste la mitad de un párrafo ahí. Los tipos en High and Bright hicieron todo un
párrafo.” Imprimí los dos, los pegué en mi pared en mi apartamento de manera que
puedo verlos cuando me levanto en la mañana.

“Brian escribió casi un artículo completo.”

357
Mi mandíbula se cierra de golpe en sorpresa. Pienso en Brian, atrás en el apartamento.
Es muy rudo de mi parte estar aquí hablando con Dev, no importa que tan bien se sienta.
Digo, “Sí,” y entonces, “Mira, Dev, este realmente no es un buen momento…”

Él continúa sobre el artículo y lo desanimo de nuevo, diciéndole que lo llamaré mañana,


que tengo una gran reunión de trabajo que fue movida. El avión está más cerca en ese
punto, un zumbante recordatorio, y finalmente consigo que deje el teléfono. Me quedo
ahí sobre el balcón, sosteniendo el teléfono, extrañándolo. Y sólo para ser malévolo, no
vuelvo a entrar por otros cinco minutos.

Él ya se limpió para entonces, sentándose en el sillón en bóxers, sin mirar la TV. Las
imágenes sólo iluminan intermitentemente el punto blanco sobre su nariz, ahí en el
centro de la oscuridad, como si yo pudiera ver sus pensamientos saliendo de sus ojos.
Camino a la cocina y agarro una de las gaseosas de dieta que él me compró.

“¿Cómo está él?” dice él, sin voltear.

“Bien. Le gustó lo que escribiste sobre él.”

Él levanta su puño. “Orgullo de Árbol.”

“Si.” Nadie excepto el equipo y los anunciantes llamaba al equipo de Forester, Los
Rangers. El logo es un gran pino, así que todo el cuerpo estudiantil los llaman
“Árboles”. “Tontos como tabla y el doble de gruesos,” Brian solía decir. Okey, yo lo
hacía también.

Me quedo de pie detrás del sofá, viendo a Brian no mirar la TV. La soda de dieta está
fría en mi pata, fría contra mi lengua, dejando el artificial sabor del endulzante después
de bajar. “Entonces,” dice Brian, “¿Te duermes aquí?”

“¿Te sientes menos solitario?” Pregunto. Necesito saber si lo que he hecho vale la pena.
“¿O necesitas que alguien te lo meta?”

Él medio gira entonces, con una sonrisa afectada. “Creo que me estoy sintiendo incluso
más solitario ahora.”

Me cruzo de brazos. “Sólo porque tengo un novio no significa que aún no soy tu
amigo.”

“¿Lo eres?” Él vuelve a voltear a la TV.

“No lo sé,” digo. “¿Cómo defines la amistad? ¿Es un amigo alguien que manda al
demonio a su novio por ti? ¿Alguien quien te pone por sobre todos los demás?”

“Solía ser de esa manera.”

Miro abajo a sus pequeñas orejas negras, las manchas blancas sobre de ellas y sobre su
rostro. Se siente como si hubiera regresado en el tiempo a nuestro dormitorio, con un
mejor sillón y TV. Lo más sencillo y amable sería reconocer el lazo que aún está ahí.
Después de todo lo que ya he hecho, sólo tengo un par de horas para pasarlas con él.

358
Estoy justo a punto de decir algo lindo cuando él me da un pequeño suspiro. Y es ese
pequeño toque dramático, tan perfectamente de Brian, que irrita al infierno en mí. Él
estaba solitario y quería un trabajo de pata; se lo di. Él aún está solitario y quiere que yo
me acurruque con él. Y habrá más insinuaciones entonces, más daño cuando lo rechace,
quizás otro trabajo de pata en la mañana. Después de que me vaya, y él estará
molestándome por otra visita, de la manera en que lo hizo cuando empecé a salir con
Dev.

La universidad es su Época Dorada. Él ha vagado a un callejón sin salida en el laberinto


de su vida, sólo que no quiere reconocerlo. Quiere volver a donde él hizo ese giro, o de
otro modo conseguir un puente aéreo haciendo algo llamativo como exponer a Dev. De
manera que él está intentando hacerme volver con él. Y lo seguirá intentando.

La cosa es, creo que yo hice algunos buenos giros. Me gusta donde estoy. Hubo buenas
cosas sobre la universidad, pero la llamada de teléfono de Dev me recordó que hay
montones de cosas mejores ahora. No pretendo entender como funciona esto, como dos
personas tan diferentes pueden compartir un punto de vista, pueden dependerse entre sí,
pueden hacer que el otro viva mucho mejor. Así que no puedo realmente envidiarle a
Brian su falta de entendimiento.

Pero puedo envidiarle su obstinada negación a acertarlo, su manipuladora actuación


toda la noche para conseguir lo que él quiere de mí. Algo de ello lo resistí, y a algo de
ello no. Pero no va a parar, a menos que yo lo pare.

“Nunca fue así.” Digo tranquilamente, con mi propio sentido del drama.

“No seas agrio,” dice él. “Eso nunca te sentó.”

“Nunca tuve un novio real en el universidad,” digo. “Hay chicos con los que fui estable,
pero no supe cómo estar en serio son ellos. No tuvimos una vida juntos. Sólo accedimos
a no salir con otras personas. Claro, mi mejor amigo viene antes que esos tipos.”

Ahora, él gira. Me observa. “Pero Dev es diferente.” Yo lo miro a él. “Él es diferente. Él
me hace…”

“¿Completo?” Él sonríe afectadamente.

“Feliz.”

“Tú eras feliz todo el tiempo, antes en la universidad.”

Sacudo mi cabeza. “Él se interesa por mi vida. Todo de ella. Yo me intereso por la suya.
Él me escucha, a él le gusta que me interese. Él acepta lo que soy, y él es lo que él es, y
cuando estamos juntos, siento que podemos hacer todo.”

“¿Eras un estudiante de Inglés?” él sorbe su nariz, pero la fachada está quebrándose.


“Eso es terrible. Dame Keats, dame Wordsworth.”

359
Tomo aire. “Navegaría en oscuridad, ciego hasta la falsa alba/ Desvelaría su faro,
treparía en la distancia/ Creí yo, necio, sería de mí113, verdadera guía/ Hasta que tu
salida del sol me mostraría la verdadera luz, el verdadero amor.”

Él levanta una ceja. “¿Donnigan?”

“Stuart. No muy conocido.”

“Puedo ver porqué. ¿’De mí’?”

“Es arcaico.”

“Entonces es verdadero amor.”

Vuelvo a mirarlo, desapasionadamente. “Si tú realmente piensas eso, y no puedes ser


feliz por mí, entonces creo que no tenemos mucho de qué hablar en absoluto.”

“Vamos,” dice él. “Estaba bromeando.”

Muevo mis orejas rápidamente hacia atrás y tomo otro trago de la soda de dieta. Está
cálida, no tan refrescante, y el endulzante artificial está perdiendo el atractivo que tenía.
“¿Quieres poner una película o algo, o estás listo para ir a la cama?”

“¿Estás listo para ir a la cama?” Él intenta hacerlo con una mirada lasciva, pero sólo me
vuelvo a sentar en el sillón individual.

Él me mira y entonces se levanta. ”Te dejaré descansar un poco, entonces. Buenas


Noches.”

“Buenas Noches,” digo.

Por un momento, nos miramos el uno al otro. Entonces él camina a la habitación.

No hay sábanas para el sofá, sin manta, sin almohada. Apago la Tv, las luces, y ahí es
cuando noto que Brian dejó la puerta de su habitación abierta, con una leve luz
encendida adentro. Cierro mis ojos y me acuesto en el sofá. Esta pudo ser la antigua
habitación de Brian, sólo que más lujosa: un sofá más lindo, posters enmarcados. El olor
a zorrillo es la única cosa que es cercana a lo mismo, e incluso este es sutilmente
diferente. El olor de las personas cambia con ellos sobre los años, y mientras que el de
Brian es tan fuerte y tan desafiante como siempre, hay un amargo matiz en él que antes
no estaba ahí. Tengo algo de NeutraScent en mi bolso, pero eso no parece justo, de
algún modo.

Así que respiro zorro y zorrillo, los de hoy en día, y dejo mi mente vagar de regreso,
sólo por esta noche, el zorro y zorrillo que solían ser. Sólo porque ellos se han ido no
quiere decir que no fueron importantes, pero es un error intentar tan fuerte aferrarse a
ello. Brian tiene que ser quien él va a ser, y yo tengo que ser quien yo soy. Y me
pregunto, mirando al techo, si así es como todas las amistades se van. He tenido
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En el original la frase dice ‘´twas my ain true guide.’ ”Ain” es una manera vieja y tosca de decir “own”
que significa propio o mio (posesivo). Así que lo reemplace con una mala pronunciación en español.

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relaciones que viene y se van, los amigos de secundaria se esfuman en el pasado como
ondas en un estanque, lentamente alejándose hasta que se van. Pero Brian y yo
estuvimos cerca por un largo tiempo. Cuando nos separamos, la distancia entre nosotros
no es tan notable. Aquí en la habitación contigua, se siente más grande, un
infranqueable abismo.

¿Es aquí dónde Dev y yo estaremos en un par de años? ¿Él se perderá en su mundo
profesional, y yo creceré separado de él de la manera en que crecí lejos de Brian?
¿Habría alguna clase de incidente que lo clavaría a él en un sitio mientras yo me sigo
moviendo, o algo que no yo seré capaz de superar mientras él se se aleja cada vez más?

Si me lo preguntaras, sentado en el salón del dormitorio en la universidad con Brian, te


hubiera dicho que superaríamos cualquier cosa. Ser mandado al hospital, envíado a otra
universidad – siempre estaríamos juntos, hermanos de armas en la guerra contra la
injusticia. Mi intento de tomar venganza por el dolor de Brian ahora, en retrospectiva,
me parece un intento de completar una hazaña que él no podía ignorar, que reavivaría
nuestra amistad. Nunca consideré que la guerra podría cambiar, que la gente que
veíamos como blancos se volverían reales para mí, que encontraría a alguien quien se se
aferraría en mi interior más de lo que Brian hizo.

Ese pensamiento, la memoria de la voz de Dev en el teléfono, su pata en mi pecho, me


relaja. El amor puede esfumarse, el amor puede cambiar, pero no puedes huir de él
porque tienes miedo de que se vuelva algo más. La lección de Brian para mí, aquí hoy,
no es que todas las cosas se marchitan y mueren, sino que todas las relaciones son
incluso más valiosas porque no son permanentes. Quizás un día sea capaz de acostarme
en un sillón en cualquier parte del mundo y no estar deseando con dolor como si fuera
un vicio, que Dev estuviera aquí conmigo. Quizás. Pero puedo hacer mi mejor esfuerzo
para asegurarme de que eso no pase. Y mientras tanto, puedo disfrutar esta sensación,
esta intimidad, y ser feliz cada día que tenga con Dev.

Me siento triste por Brian, y creo que siento algo de su dolor en su intento por retorcer
lo que Dev y yo tenemos. Sé porqué él me quiere de vuelva como más que un amigo, y
está dispuesto a perder nuestra amistad en una oportunidad de que me vaya con él. Si no
tuviera a Dev…

La circulación del aire se lleva el olor de la habitación, el de Brian es notablemente más


leve ahora. Respiro de nuevo, su actual olor se funde con el de mi memoria. No importa
que, los amigos son siempre una parte de quienes somos, y siempre seremos.

Es importante que recuerde eso. Si no, simplemente voy a entrar en su habitación y


golpearlo en la cara.

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Sobre el Autor
Kyell Gold comenzó la escritura erótica furry después de la secundaria, haciendo el
equipo en su pequeña universidad de artes liberales como un pequeño rol. Él fue
reclutado por Sofawolf y floreció en la liga profesional, ganando cuatro premios Ursa
Major en sus primeros tres años como escritor profesional por sus novelas Volle y
Pendant Of Fortune, y por sus historias “Jacks to Open” y “Don´t Blink.” El fue
nominado en tres categorías en Ursa Major y para un Premio Gaylactic Spectrum por su
colección The Prisoner´s Release and Other Histories y las historias en ellas.

Sus varias presencias online están enlazadas por www.kyellgold.com. En fuera de


temporada, él vive en California con su pareja.

Sobre el Artista
Blotch fue uno de los mejor nominados prospectos de artistas furry de secundaria en
2006 y empezó la universidad antes de ser la elección # 1en Sofawolf. Fue destacado en
sus primeros dos años, acumulando varias apariciones en la convención GOH y en 2007
un premio Ursa Major por su FAU Souvenir Book. En 2008, su novela gráfica a color
Dog´s Days of Summer fue lanzada con una amplia aceptación.

Su galería puede ser encontrada en www.screwbald.com . Para más información sobre


Dog´s Days of Summer , mira la web oficial en www.dogsdaysofsummer.com.

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