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OCASO DEL REINO DE GUATEMALA - Horacio Cabezas Carcache
OCASO DEL REINO DE GUATEMALA - Horacio Cabezas Carcache
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GUATEMALA
2021
Portada: Retratos de Tomás Ruiz, Ramón Casaus y Torres, Nicolás García Jerez,
Juan José de Aycinena y Piñol y José Matías Delgado
CONTENIDO
Introducción 5
1- Ilustración en el Reino de Guatemala 9
Despotismo Ilustrado en España 10
Ilustración y situación socioeconómica del Reino de Guatemala durante el Siglo XVIII 12
Expulsión de los jesuitas 19
Sociedad Económica de Amigos del País 22
Gazeta de Guatemala (1797-1806) 24
Promoción de la agricultura por medio de impresos 29
Certamen literario 30
Introducción a Guatemala de plantas y animales 31
Gabinete de Historia Natural 31
Disolución de la Sociedad Económica de Amigos del País 33
Postrimerías de la Gazeta de Guatemala 36
Propuesta de Reforma Universitaria 41
2- Clérigos Diputados del Reino de Guatemala en las Cortes Extraordinarias
de Cádiz y en las Cortes Ordinarias 53
Antonio de Larrazábal 56
Biografía 57
Escritos presentados a las Cortes españolas 58
Instrucciones para la Constitución Fundamental de la Monarquía
Española y su Gobierno 59
Apuntes Instructivos 62
Apuntamientos sobre la Agricultura y Comercio del Reyno de Guatemala 62
Labor de Larrazábal como parlamentario 63
Restablecimiento de la Sociedad Económica de Amigos del País 63
Castas y Negros 64
Escuelas para indios 65
Santa Teresa: Copatrona de España 68
Límites de la Libertad de Imprenta 69
Supresión de Cofradías 69
Libertad de Comercio 70
Encarcelamiento 72
Postrimerías 75
Florencio del Castillo 76
2 Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
L a Corona española conquistó por medio de la espada y la cruz a las poblaciones indígenas que
habitaban desde el Río Grande hasta Tierra de Fuego, las sometió y les arrebató sus tesoros y
tierras. El 4 de mayo de 1493, el Papa Alejandro VI (Rodrigo Borgia), originario de Játiva (Valencia,
España), promulgó la Bula Inter Coetera y por ella concedió a Fernando e Isabel, Reyes de Aragón
y Castilla, respectivamente, los territorios descubiertos o por descubrir allende los océanos, bajo
el falaz argumento de facilitar la difusión del Evangelio. No fue una concesión gratuita, sino la
forma en que el corrupto Pontífice agradeció a Isabel la Católica la parte de los bienes expropiados
que le obsequió cuando expulsó a los judíos de la Península Ibérica. Además de territorios de
ultramar, por las Bulas Eximiae devotionis (3/5/1493) y Dudum siquidem (26/9/1493), también
otorgó derecho a la Corona española para proponer dignidades eclesiásticas, es decir, obispos,
arzobispos y canónigos, a lo que se dio el nombre de Patronato Real.
El 22 de julio de 1508, Julio II, su sucesor, amplió el contenido de las bulas alejandrinas, pues
confirió a la monarquía española el cobro y administración de los diezmos; la formación de
diócesis, conventos y hospitales; y el derecho a hacer uso del placet (pase regio) a los documentos
pontificios, antes de su remisión a las colonias hispanoamericanas.
El rol del clero rol en la administración de los pueblos de indios de los Corregimientos y Alcaldías
Mayores fue muy especial, pues en unión de los principales1 incidían en el nombramiento anual de
las autoridades de los cabildos indígenas, lo que les permitía influir en la recolección del tributo,
en la entrega semanal de indios de repartimiento a terratenientes, en la distribución anual de las
tierras comunales y en el manejo de la Caja de la Comunidad o Caja de las Tres Llaves.
El Alto Clero contó con el Tribunal del Santo Oficio —más conocido como Inquisición—, las
excomuniones, el entredicho y el Index Librorum Prohibitorum (Índice de Libros Prohibidos), para
perseguir los escritos contrarios a los dogmas y al magisterio pontificio y velar para que el
supuesto derecho divino de los reyes no sufriera menoscabo alguno.
Entre el siglo XVI y primeras décadas del XIX, la mayor parte del clero del Reino de Guatemala
defendió celosamente el poder real y el de sus representantes pero, en confirmación de la
sentencia la excepción confirma la regla, hubo sacerdotes y frailes que intentaron practicar las
bienaventuranzas evangélicas (pobreza de espíritu, mansedumbre, hambre y sed de justicia,
1 Principales: Cabezas de parcialidad (chinamital o calpul). Buena parte de ellos servían como teopantlacas (sacristanes,
cantores, músicos), fiscales y cofrades, Algunas de sus atribuciones fueron: repartir en usufructo las tierras
comunales; arrendar los pastizales de los ejidos; distribuir los cargos; castigar los delitos; resolver las disputas;
disponer los casamientos; organizar las fiestas y recaudar diezmos, tributos y primicias; organizar el trabajo
obligatorio (repartimiento de indios); controlar la asistencia de adultos y niños a la misa dominical y a la doctrina;
etcétera.
6 Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
militares comandadas por Vicente Filísola, por su oposición a la anexión, y que el Presbítero Juan
José de Aycinena y Piñol recibiera la Orden Imperial de Guadalupe, en el grado de Gran Cruz, no
así la jubilación vitalicia que junto con su tío habían solicitado.
Después del fracaso de la anexión, los liberales controlaron por un tiempo la Asamblea Nacional
Constituyente, al grado que su Presidente fue el Presbítero José Matías Delgado, pero la ambición
episcopal de éste hizo que liberales moderados le quitaran apoyo político. Al no conseguir que la
Asamblea Nacional Constituyente lo nombrara Obispo de San Salvador, coaccionó al Congreso
salvadoreño que lo invistió con tal cargo. La farsa no duró mucho tiempo, pues el Papa León
XII lo conminó a renunciar al cargo en el término de 50 días, so pena de incurrir en el pecado de
cisma.
Los fiebres, agnósticos en cuestión de religión, habían venido apoyando las pretensiones
episcopales de Delgado para favorecer el sistema federal, en contra del centralismo promovido
por los conservadores. Cuando el Papa Pío VIII excomulgó al Presbítero José Matías Delgado y
a los que lo apoyaron, lejos de amedrentarse, los fiebres utilizaron los fondos provenientes del
diezmo del añil y de las capellanías para organizar y equipar el Ejército Aliado Protector de la
Ley, el que comandado por Francisco Morazán invadió Guatemala y les permitió expulsar y
expropiar a los principales dirigentes conservadores, así como al Arzobispo Ramón Casaus y
Torres y a los frailes dominicos, franciscanos y recoletos.
La Familia Aycinena y los intelectuales liberales creyeron que la independencia se podía conseguir
por medios pacíficos y así lo publicitaron. El 15 de septiembre de 1821, la independencia fue
declarada, pero el resultado fue que durante las dos siguientes décadas el istmo centroamericano
constituyera el escenario de cruentas guerras, mortíferas pestes, hambre, periódicos exilios,
endeudamiento externo (deuda inglesa promovida por Mariano de Aycinena y Piñol), que
la pobreza y la miseria se acrecentara en la mayor parte de la población del otrora Reino de
Guatemala, es decir la de los indígenas, mestizos, castas y negros; y que la pérfida Albión y
Estados Unidos de América ambicionaran el control estratégico y las riquezas de la región.
y la administración
pública; defendió la
libertad individual
frente al poder
absoluto; y justificó
el derrocamiento de
tiranías que usaban el
poder para su propio fin
y no para el bien común.
En realidad, los
alzamientos populares
ocurridos en Madrid y
otras ciudades, durante
marzo de 1766, más
2- Motín de Esquilache
conocidos como Motín
de Esquilache (ilustración 2), fueron la causa que originaron la solicitud de los
ministros a Carlos III.
En efecto, la prohibición del uso de la indumentaria tradicional de capa,
chambergo y sombrero redondo ancho, y su sustitución por capa corta y
sombrero de tres picos, ordenadas por el Marqués Esquilache, constituyeron el
detonante del malestar popular en la ciudad de Madrid que se extendió a buen
número de ciudades. Sin embargo, el alza incontrolada del precio del pan y de los
alimentos básicos fue la causa de fondo. El orden fue restablecido gracias a una
represión militar, cruenta y violenta, complementada por la rebaja de los precios
y el abastecimiento de las tahonas y panaderías. Además, el Fiscal del Consejo de
Castilla, Pedro Rodríguez de Campomanes, presentó como chivo expiatorio a los
jesuitas, al calificarlos de instigadores de los motines, lo que sólo fue una verdad
a medias.
El 2 de abril de 1767, sin importarle el parecer del Papa Benedicto XIII que
defendió a los jesuitas en varios escritos, Carlos III optó por imitar al Despotismo
Ilustrado de Francia y Portugal que ya los había expulsado, para acabar con el
control que tenían en la formación intelectual de la mayor parte de los jóvenes de
la aristocracia. En su decisión incidieron también declaraciones de Arzobispos,
Obispos y órdenes religiosas de España que, con base en el tuciorismo3 y
jansenismo,4 defendían el regalismo y patronato regio,5 y codiciaban las
3 Tuciorismo (del latín tutior, más seguro): Doctrina que sostiene que siempre hay que seguir
la opción más segura; y en el campo teológico prefiere a un Dios iracundo y riguroso que al
misericordioso y compasivo del Evangelio.
4 Jansenismo: Mejor expresión del Tuciorismo. También se le conoce como Rigorismo, pues en el
tratado Augustinus (1640) de Cornelio Jansenio difundió postulados que intentaban regular
en forma intransigente y sin término medio el comportamiento de las personas.
5 Patronato regio: Conjunto de privilegios y facultades especiales que, por medio de las
Bulas Alejandrinas (Eximiae devotionis del 3 de mayo de 1493 y Dudum siquidem del 26 de
septiembre de 1493), el Papa español Alejandro VI concedió a los Reyes Católicos de
12 Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
13 Wortman, 1982: 55; Cortés y Larraz, 1958-I: 208. Cortés y Larraz, 1958-II: 214; Piel, 1989: 173.
14 Sáenz de Santa María, 2003: 150-152. AGCA, A111, leg. 5801, exp. 48955. A13, leg. 1528, fol.
277.
15 En García Peláez, 1968-III: 147.
16 Fiscal Indio: Ayudante indígena de más alto rango en un curato. Por lo general, sabía leer
y escribir, y era el encargado de la enseñanza del catecismo, de la música y del coro de la
iglesia; además, acompañaba los entierros al cementerio, controlaba el cumplimiento de los
sacramentos y ejecutaba el castigo a los indios reacios a las prácticas religiosas cristianas.
17 Cortés y Larraz, 1958-I: 73, 104; 1958-II: 193.
16 Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
Los Estatutos de las Escuelas de San José de Calasanz y San Casiano prohibían
la aplicación de castigos en la férula o palma de la mano, únicamente teniendo permitido
la emulación, vergüenza y azotes en caso de ser necesarios y con la debida moderación,
debiendo tener presente que el exceso de severidad era causa suficiente para su deposición.
Sin embargo, otra era la realidad, pues el Presidente José Domás y Valle exigió en
1794 a los Alcaldes Ordinarios Ambrosio Gomara y Vicente Aycinena y Carrillo
velar por la asistencia de los niños a las escuelas de Belem, San José de Calasanz
y San Casiano, lo que llevó a utilizar el azote y la prisión para garantizar la
asistencia. 23
En 1829, José Cecilio del Valle24 escribió que en la República Federal del Centro
de América había 4 ciudades, 22 villas, 337 municipalidades y 40 escuelas de
primeras letras, de las que dijo:
Es profundamente triste el sistema de Instrucción pública. No hay ni ha habido
clases de ciencias naturales, ni de ciencias exactas, ni de ciencias económicas, ni de
ciencias políticas.
El acceso de indígenas a la educación superior era escaso, y nulo el de negros y
castas. El Seminario Tridentino de Nuestra Señora de la Asunción daba preferencia
a los descendientes de conquistadores y tenía prohibido el ingreso de mestizos,
negros y penitenciados por el Santo Oficio. Aunque una real cédula de 1691
ordenaba que una cuarta parte de las becas se otorgaran a hijos y descendientes
de caciques,25 fue de las disposiciones que se acataban pero no se cumplían. De
hecho, fue hasta 1767 que su Rector, el Presbítero Juan José González Batres (el
Mozo) concedió 12 becas a indígenas,26 decisión que, cinco años después, obligó
a ampliar las instalaciones para su alojamiento.27
El Obispo Antonio de la Huerta y Casso estableció en el Seminario Tridentino
San Ramón Nonnato (León, Nicaragua) las cátedras de Sagrada Escritura, Liturgia,
Historia Eclesiástica, Medicina, Cirugía y Leyes, y autorizó que en Cartago (Costa
Rica) se impartiera la cátedra de teología. En 1802, los indígenas de Subtiava
(León, Nicaragua) solicitaron a la Corona española autorización para ingresar al
Seminario Tridentino San Ramón Nonnato que funcionaba en la ciudad de León,
recordando en su escrito el éxito alcanzado por el “indio Ruiz”, es decir, Tomás
Ruiz, el primer indígena en alcanzar un doctorado en Derecho Canónico, en la
Universidad de San Carlos. El 15 de mayo de 1807, dicho Seminario Tridentino
fue autorizado a conferir grados menores de bachiller en Filosofía, Medicina,
Derecho Civil y Derecho Canónico.
A pesar que la Constitución de Cádiz permitía el ingreso de gente de color a los
Seminarios Tridentinos, su cumplimiento se dio varias décadas después.
Cuadro 1
Jesuitas en Santiago de Guatemala (1767)
Colegio de San Lucas
Padre Manuel Alva Visitador
Padre José Antonio Zepeda Rector, Prefecto de Estudios mayores y salud
Padre José Ignacio Vallejo Admonitor, Prefecto de espíritu, Maestro de Teología y Confesor
Padre Juan Sacrameña Prefecto de la Anunciación y Confesor
Padre Manuel Muñoz Procurador
Padre Javier Martínez Prefecto de cárceles
Padre Luis Santoyo Prefecto de Iglesia
Padre José Antonio Aguirre Maestro de Mayores y Retórica
Padre José Acosta Maestro de Mínimos, Menores y Medianos
Hermano Antonio Pons Maestro de escuela y Despensero
Hermano Martin Barroso Administrador
Hermano José Vázquez Inválido
Puebla y San Lucas; Secretario Provincial y Procurador en Madrid (España) y Roma (Italia).
Autor del poemario Reflexiones de un corazón inquieto para conocer los engaños del mundo. Falleció
en el Convento de Betlemitas de La Habana (Cuba), en 1767.
32 Astorgano Abajo, 2015: 57.
33 Cinco Gremios Mayores de Madrid: Máxima organización de los comerciantes en España.
Surgieron en 1667 cuando se asociaron los gremios de sedas de Guadalajara, el de paños,
el de lencería, el de especiería, mercería y droguería y el gremio de joyería. Carlos II aprobó
sus primeras ordenanzas el 23 de marzo de 1686. Gozaron de una alta participación en los
contratos estatales, arrendamientos de impuestos y diezmos, abastecimiento de la Corte,
intercambio comercial con las colonias hispanoamericanas y financiamiento de proyectos
reales.
34 Astorgano Abajo, 2015: 13-15.
35 Gutiérrez Casilla, 1977-XV: 48 y 702.
36 Gómez Carrillo, 1897-IV: 340-341.
Declaro, que si algún Jesuita saliere del Estado Eclesiástico (a donde se remiten
todos) o diere justo motivo de resentimiento a la Corte con sus operaciones o escritos,
le cesará desde luego la pensión que va asignada.37
En la real cédula de expulsión, Carlos III dirigió también un fuerte mensaje
coercitivo al resto de comunidades religiosas:
Y he venido así mismo en mandar que el Consejo haga notoria en todos estos Reinos
la citada mi Real determinación; manifestando a las demás Órdenes Religiosas
la confianza, satisfacción y aprecio que me merecen por su fidelidad y doctrina,
observancia de vida monástica, ejemplar servicio de la Iglesia, acreditada instrucción
de sus estudios y suficiente número de Individuos, para ayudar a los Obispos y
Párrocos en el pasto espiritual de las Almas, y por su abstracción de negocios de
gobierno como ajenos y distantes de la vida ascética, y monacal.38
A diferencia de lo acontecido en Guanajuato (México), donde hubo disturbios
por la expulsión de los jesuitas y los cabecillas fueron decapitados, en el Reino
de Guatemala hubo temor a manifestarse, salvo en Nicaragua donde el Sargento
Mayor y Gobernador Domingo Cabello consiguió apaciguar las protestas.
El Colegio de San Lucas fue clausurado, pero sus instalaciones fueron
utilizadas para la enseñanza de Artes (Filosofía), bajo la dirección del fraile
franciscano José Antonio Liendo y Goicoechea.39 El Colegio de San Francisco de
Borja fue entregado al clero secular; y su biblioteca, trasladada a la Universidad
de San Carlos.
Carlos III y sus ministros decían promover la Ilustración pero la pisotearon
con la expulsión de los jesuitas y otras arbitrarias disposiciones:
• Pena de muerte a los hermanos coadjutores que volviesen a los dominios
españoles sin previa licencia; y reclusión perpetua a los ordenados in sacris
(11/11/1767);40
• Prohibición de emplear en la enseñanza universitaria tratados filosóficos y
teológicos de los jesuitas, porque en ellos se defendía el regicidio (18/10/1768);41
• Pena de muerte, excomunión mayor, confiscación de bienes y una multa de
200 ducados a los involucrados en la circulación de estampas satíricas sobre la
expulsión, porque incrementaban el fanatismo religioso (3/12/1769);42
• Prohibición de hablar, escribir o disputar sobre la extinción de los jesuitas, así
como sobre las causas que la motivaron (25/4/1776).43
El caso de las estampas satíricas surgió después que en Barcelona (España)
circulara un buen número de ellas, bajo el título de San Ignacio de Loyola, en
especial la titulada Juicio Universal en que se aludía a Carlos III (ilustración 5),
lo que provocó un complejo conflicto diplomático en el que hubo numerosas
44 Pelayo, 2009.
45 AGCA, A123, leg. 1529, fol. 381.
46 AGCA, A123, leg. 1530, fol. 62.
47 AGCA, A123, leg. 1532, fol. 24v.
Contenido 23
69 Antonio Pineda y Ramírez (1753-1792): Botánico. Nació en Santiago de Guatemala. Hijo del
Oidor José de Pineda y Tabares, y María Josepha Ramírez Maldonado. Su formación botánica
la obtuvo de Casimiro Gómez Ortega, Director del Jardín Botánico de Madrid (España).
En 1791, hizo un registro de aves de Nueva España. Dejó una descripción de la geografía,
población, fauna y flora de la Banda Oriental (Uruguay). Mariana Pineda (1804-1831), heroína
granadina inmortalizada por Federico García Lorca, fue su sobrina.
70 En García Peláez, 1973-III: 191-192.
71 Browning, 1995-III: 571.
72 Brockmann, 2012: 176-178.
28 Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
Certamen literario
80 AGCA, A157, leg. 6046, exp. 53376; AGCA, A145, leg. 171, exp. 3450; y AGCA, A145, leg. 156,
exp. 3130.
81 Cochinilla (Coccus cacti): Insecto que, al crecer y reproducirse en forma parasitaria en las
nopaleras o tunas (Opuntia cocconellifera), almacena en su vientre un tinte color púrpura,
conocido como grana.
82 AGCA, A115, leg. 204, exp. 4119; y AGCA, leg. 6052, exp. 53491, fol. 1.
Contenido 31
el ensayo Utilidades de que todos los indios y ladinos se vistan y calcen a la española, y
medios de conseguirlo sin violencia, coacción ni mandato (1797).
Otro ensayo que participó y que mereció su publicación fue el de José Antonio
de Liendo y Goicoechea, fraile franciscano, titulado Memoria sobre los medios de
destruir la mendicidad y de socorrer a los verdaderos pobres de esta capital, en el que el
sostuvo que dar limosnas no resolvía la miseria en que vivía tanta gente, y que tal
situación sólo se resolvería si se enseñaba a los pobres un oficio. Un tercer ensayo,
con igual título al de Matías de Córdova fue el de Antonio de San José Muro,
hermano belemita originario de Navarra (España) y que residía en la ciudad
de México , en el que propuso abrir un colegio en cada diócesis del Reino de
Guatemala para castellanizar a niños y niñas indígenas, lo que no fue del agrado
del Oidor Jacobo de Villaurrutia:
Querer en traje español a los Indios, darles cama, y mejorarlos de habitación es
meterlos en necesidades que no conocen; y son perniciosos los que quieren introducirles
modas. Un cotón les sirve de camisa, chaqueta y armados: unos calzones sencillos
cubren sus piernas y un sombrero de palma la cabeza.
La crítica de Villaurrutia muestra que buena parte de los ilustrados de
Guatemala no pretendían cambios de fondo, sino sólo un aggiornamento cultural
y político afrancesado, sin pretender modificar el statu quo. El escrito de San José
Muro también fue duramente criticado por el Consejo de Indias, el 17 de mayo
de 1802.83
la de Dodart, Sindenhen, Berden y Allion, y les pidió, entre los botánicos antiguos,
un Tournefort o un Linneo.111
En un buen número de artículos que publicó en la Gazeta, abordó los problemas
de la educación, aconsejó desechar las quimeras en que se pierden los intelectos por la
vaguedad y abstracción de los temas debatidos en las aulas, y condenó la escolástica:
Así es que me atrevo a decir sin empacho que aun los escolásticos de primer orden,
siendo puramente tales, apenas tienen idea del mundo moral, absolutamente ninguna
del mundo físico y de consiguiente les falta la mejor ciencia de telas abajo.112
En abril de 1807, su extenso artículo Delirios patrióticos suscitó toda suerte
de escozor entre buen número de vecinos españoles de Nueva Guatemala de
la Asunción, tanto gachupines como criollos, porque se refirió en forma abierta
a los males del sistema político colonial y propuso reformas sustanciales para
transformar el Reino de Guatemala, acaso el más rico en producciones naturales, el
más fértil del continente americano y aun de todo el universo [….] pero también el más
pobre de la América española:
• Plan de colonización: Con solo los pobres y vagabundos que pueblan y escandalizan
las calles de esta ciudad, habría para fundar un par de colonias numerosas en las
costas del norte o del sur de Guatemala. En ellas, las costas, hay sujetos que poseen
haciendas de ocho, quince y hasta treinta leguas, sin otro interés que la tonta vanidad
de tenerlas, con notable perjuicio del bien público.
• Plan de comunicaciones fluviales y terrestres y de cabotaje, desde Tehuantepec,
en México, hasta el río San Juan, limítrofe entre Nicaragua y Costa Rica.
• Poner fin al tráfico de los géneros ingleses que ha enervado el de la Península,
lo que constituyó una clara acusación contra los grandes comerciantes, en
especial la Familia Aycinena.
• Revolución cultural, pues la decadencia de las artes y la agricultura se debe a
que no hay cátedras de matemáticas, comercio y economía rural.
• Igualar la industria del Reino de Guatemala a la de China, los Estados Unidos,
Inglaterra y Francia porque aquellas sabias naciones [...] la perfeccionaron mientras
ella se ocupaba en ventilar las más inútiles cuestiones de la metafísica […] ¿Qué
utilidades ha sacado la España de ellas en favor de la pública felicidad, ni de los mismos
que las suscitaban?113
Mientras la carta de Peñalver y Cárdenas viajaba hacia la Corte y acá en Nueva
Guatemala de la Asunción Bergaño y Villegas exponía en la Gazeta los problemas
sociales y posibles soluciones; por otro lado, el Santo Oficio de la Inquisición,
instigado por el Prelado Peñalver y Cárdenas, maquinaba su expulsión y su envío
a España en un navío de registro como prisionero, lo que hizo formulándole los
cargos siguientes:
• Josefa Olivera, vecina de Antigua Guatemala, lo acusó de haber dicho esas son
pendejadas, cuando Don Vicente Olivera daba lectura al libro Flos sanctorum.114
• Haber sostenido que era falsa la infalibilidad del Sumo Pontífice porque podía
errar como hombre;
• Haber negado repetidas veces que fuese pecado el amor carnal;
• Haber expresado que el Tribunal del Santo Oficio no podía obligarlo a creer;
• Haber proferido proposiciones semejantes a las de Voltaire; y
• Haber sustentado que la virginidad es puramente moral y que aunque María
Santísima había tenido un parto natural, como todas las demás mujeres, quedó
siempre virgen porque jamás corrompió su corazón.
• Haber publicado en agosto de 1805 que las jóvenes debían tomar el destino
entre sus manos y que se casaran aun en contra de la voluntad paterna.115
A media noche del 24 de octubre de 1808, por orden del Presidente Antonio
Pío González Mollinedo y Saravia y de los Oidores Francisco Camacho y Antonio
Norberto Serrano Polo, en clara respuesta a petición del Santo Oficio de la
Inquisición, Simón Bergaño y Villegas fue detenido bajo el cargo de infidente, así
como de propagar ideas subversivas que hacen sospechar división entre europeos
y americanos.116 Sus bienes fueron embargados, en especial su biblioteca, los que
fueron subastados en almoneda pública, en la que Joaquín Lindo adquirió El
espíritu de las leyes, de Montesquieu. Años después, en 1814, en La Habana (Cuba),
en el artículo El desengañado o sea despedida de la Corte y Elogio de la vida del campo,
Bergaño rememoró lo acontecido:
En los momentos mismos en que yo estaba disponiendo mi retirada al campo,
rompiendo en la flor de mi edad, por un efecto de mi filosofía, los lazos que me
unían a los negocios y renunciando toda idea de ascensos, me veo, a las doce de la
noche, sorprendido en mi cama por un hombre que venía a la cabeza de otros con
más apariencias de salteador que de magistrado y compelido a salir a igual hora
de un país donde jamás tuve que ver con tribunales y en donde estaba empleado y
establecido ocho años había, sin reconvenciones, sin cargos, sin intimación judicial
y, lo que es más, sin participarme la causa y objeto de una expulsión tan despótica,
tan horrible y escandalosa.117
Bergaño y Villegas se defendió ante los comisarios inquisitoriales y hasta
escribió al Sumo Pontífice Pío VII explicándole su pensamiento sobre los
monasterios femeninos:
Soy tan sensible que nada puede llenarme en tanto vea gemir a la humanidad, bajo
el yugo de la preocupación [...] No me es dado pasar por delante de un mongío sin
enternecerme. La naturaleza entera se reúne en mi corazón para declamar contra
esa especie de tiranía. Se me representan a un tiempo todas aquellas jóvenes infelices
que maldicen en silencio su ceguedad, su inconsideración, su destino. ¿Para qué son,
Santísimo Padre, los votos, aquellos terribles votos de eterna clausura? ¿Contribuyen
acaso para purificar la flaqueza del corazón humano? ¿Consiste en ellos la verdadera
virtud? ¿Le son necesarios para practicarla? Nada menos que esto.
Además, le pidió los cambios siguientes:
• Las profesiones religiosas no deben ser antes de los 25 años;
• Supresión del voto de perpetua clausura.
• No exigir voto solemne de castidad.
• Capellanes de monasterios femeninos deben ser mayores de 50 años, del
clero secular y haber estudiado un curso de Historia Natural y otro de
Humanidades.118
Manuel Galich119 dice que esa carta se encontraba en el Archivo General de
Centro América, entre la documentación de los procesos de infidencia de la
Inquisición.
La detención de Bergaño y Villegas se dio días después del Motín de
Artesanos acontecido el 17 de octubre de 1808 en el Barrio de San Sebastián, en
Nueva Guatemala de la Asunción, una protesta contra las autoridades porque
habían permitido a los grandes comerciantes —los Cinco Gremios Mayores de
Madrid y, en especial, la familia Aycinena— la importación de telas, libre del
pago de impuestos; pero no sólo había sido la exoneración, sino la protección que
González Mollinedo y Saravia estaba brindando a contrabandistas, como Miles
Wortman120 lo señala en Government and Society in Central America. El motín en sí
no fue más que una manifestación de los artesanos al son de la tambora, pero al
pasar por la esquina de la casa de José María Peynado, un grupo de ellos gritó
abajo los chapetones121 y viva Guatemala libre, como muestra de su inconformidad.
Sus principales líderes fueron Bergaño y Villegas y el peluquero negro Agustín
Vilches, originario de León (Nicaragua).122
Por la correspondencia incautada a Bergaño, se supo que, con el apoyo de
algunos sacerdotes, planeaba fomentar el malestar en las provincias, entre ellos
algunos que opinaban que los españoles debían también sentir en su sangre, así como
han estado chupando el dinero que nos pertenece.123
En realidad, la Audiencia de Guatemala, en su calidad de tribunal de justicia,
no encontró delito para condenar a Bergaño y Villegas. Sin embargo, dada la
inestabilidad política en España y en América colonial, el Presidente Antonio Pío
González Mollinedo y Saravia optó por convertir a Bergaño en un chivo expiatorio
para amedrentar a posibles promotores de la transformación del status quo, como
lo había venido haciendo Bergaño con sus publicaciones contra el latifundio
precepto en día de ayuno el que no come la carne, pero sí se toma el caldo hecho
de ella? A lo que respondió: Tomar un rico caldo de carne… no quebranta el
ayuno. Añadió que los indígenas y feligreses en general podían echar en sus ollas
verduras y trozos de carne para poderse remediar, sin romper el ayuno, con tal
de no comer la carne, sino sólo el caldo y las verduras.129
Los que lo rodeaban se asombraron con la explicación, pues bien sabían que
muy cerca de la ciudad, en los pueblos indígenas periféricos, los que no asistían a
misa eran amarrados en el cepo y apaleados por un negro para mayor ignominia,
y estaban convencidos que el castigo podría ser mayor si no cumplían con el
ayuno cuaresmal ordenado por la Iglesia, pues podían ser calificados de herejes
y sometidos al Tribunal de la Inquisición y a sus muy conocidas ordalías.
No pasaron muchos días para que dominicos, franciscanos, mercedarios y
agustinos conocieran detalles de lo expresado por Vallejo . Y entonces fue Troya.
De inmediato, circularon pasquines contra los jesuitas, así como por libelos
injuriosos e infamatorios que en forma subrepticia eran introducidos bajo los
portones de los Colegios de San Lucas y San Francisco de Borja.
El 30 de abril de 1758, Fray Blas del Valle (op)130 y Juan José Salazar (ofm)131
denunciaron a Vallejo y le exigieron explicar lo expuesto en el Portal sobre el
Caldo de Carne. Dado que su respuesta fue histriónica y burlesca, el antagonismo
contra los jesuitas, nacido unos pocos años atrás por el dominio que ejercían
sobre el Arzobispo Francisco José de Figueredo y Victoria, se incrementó no sólo
con nuevos anónimos, sino que pasó al ámbito académico y a impresos firmados.
El Rector del Colegio de San Lucas, Francisco Xavier Molina,132 al constatar
que los libelos corrían por la ciudad llenos de insultos contra el Padre Vallejo, solicitó a
la Inquisición y al Arzobispo Francisco José de Figueredo y Victoria perseguir a
sus autores,133 lo que fue atendido el 12 de mayo de 1758, cuando el Subcomisario
de la Inquisición, Presbítero Juan Ignacio Falla de la Cueva,134 publicó un Auto en
el que se indicaba:
Por cuanto en esta ciudad de Guatemala se han publicado muchos libelos infamatorios
contra personas religiosas, y especialmente contra la Compañía de Jesús, sin nombre
de autor, o con nombres supuestos, cuyos delitos, siendo más atroces de lo que se
imaginan […] por lo cual os hacemos saber la obligación, so la pena de excomunión
mayor, de entregarnos dichos libelos infamatorios, y de manifestar y denunciar a
sus autores, por ser así del servicio de Dios. Lo cual cumpliréis según y como está
mandado, en el término de seis días de la publicación de este nuestro mandamiento,
el cual os mandamos que obedezcáis y cumpláis.135
La respuesta a tal Auto fue inmediata. Todos los eclesiásticos de la ciudad
tomaron partido y optaron a favor de uno de los dos bandos antagónicos e
irreconciliables: Por un lado, los jesuitas fueron apoyados por el Arzobispo
Francisco José de Figueredo y Victoria, el Subcomisario de la Inquisición Juan
Ignacio Falla de la Cueva, el Alto Clero, los sacerdotes seculares, las monjas de
Nuestra Señora de la Concepción y los familiares de los estudiantes de los Colegios
San Lucas y San Francisco de Borja;136 y en la oposición se agruparon dominicos,
franciscanos y mercedarios, así como el resto de monasterios femeninos.137
En ese contexto ideológico, en 1759, Juan Terrasa López,138 fraile dominico,
publicó Tratado apologético sobre la proposición que da por lícito el caldo de carne en
días de ayuno en el que acusó a José Ignacio Vallejo de ser un teólogo y canonista
ignorante y de propagar ideas heréticas. Es más, lo señaló de innovador (novator),
de despreciar las doctrinas admitidas y a los grandes doctores: San Agustín, San
Ambrosio, San Gregorio y San Juan Crisóstomo.139
Aunque Terrasa López era un Probabiliorista y por muchos años controló
en la Universidad de San Carlos la Cátedra de Prima de Artes (Filosofía), es
decir, la Metafísica Aristotélica, en la práctica no desdeñaba utilizar burdos
procedimientos para conseguir propinas monetarias de los estudiantes, es decir,
era un empedernido seguidor de Mammón, demonio de la avaricia, de la riqueza
y de la injusticia. Por ejemplo, en 1769, el Presbítero José Antonio Zelaya denunció
a Terrasa y a Fray Matías Tejeda (ofm) de coaccionar al claustro universitario para
que aprobasen que los estudiantes de Teología Moral, antes de su ingreso, fuesen
obligados a mostrar suficiencia en la filosofía de Juan Duns Scoto y Tomás de
Aquino, con el propósito de conseguir las primas que los estudiantes debían dar,
por ser ellos los catedráticos de dichas asignaturas, respectivamente.140
Terrasa expuso en su Tratado Apologético un buen número de soluciones
casuísticas con las que sacerdotes jesuitas resolvían problemas morales, las que
tomó de Cartas Provinciales de Blas Pascal. Por ejemplo, se refirió a la que Antonio
Escobar y Mendoza (1589-1669) dio a la interrogante siguiente: Si sabiendo la
mujer que en el sarao han de tentarla con intención depravada, ¿peca admitiendo
estos tactos? y responde: que no.141 Lógico es que Pascal se burlara de sus
respuestas y que, años después, Lafontaine y Moliére lo ridiculizaran, al grado
que en el Diccionario de la Academia Francesa (1849) “Escobar” se convirtió en
sinónimo de diestro hipócrita, que sabe resolver en el sentido conveniente a sus
intereses los casos de conciencia más sutiles.
Terrasa atacó sin piedad la defensa que Vallejo hizo de su Caldo de Carne:
examinándolo con aquel rigor que acostumbran los physicos, digo que al
caldo no se comunican partículas de la carne. Y es la razón ésta: el caldo cuando se
enfría se convierte en agua y en manteca, y no hemos experimentado aún que se
convierta en carne.142
Para ello, Terrasa utilizó uno de los postulados de Renato Descartes en su
Discurso del Método, del que los jesuitas hacían gala:
Y aun en la opinión de los Cartesianos, que aseguran ser los accidentes la substancia
misma, no puede haber accidentes sin substancia; pues, jactándose el defensor del
caldo de ser Cartesiano, ¿cómo defenderá su dictamen? Pero, caso que se pudiera
salvar su doctrina en la Escuela Peripatética,143 es imposible subsista en la
Carthesiana, que enseña que el sabor de la carne es la misma substancia de la carne:
pues ¿cómo transitaría el sabor al caldo, sin que transite la carne? ¿Cómo pasaría la
substancia, sin que la misma substancia pase? Pues, a ver cómo compone la solución
con su doctrina.144
Al ser evidente la incapacidad de Vallejo para defenderse, los jesuitas
encargaron a Tomás Zayas, uno de sus miembros y profesor en el Colegio de San
Lucas, rebatir a Terrasa, lo que hizo ese mismo año de 1759 en Denuncia de una
proposición contra Fray Juan de Terraza.145
Como en Santiago de Guatemala (Panchoy), la Inquisición no conseguía
poner orden y las disputas habían alcanzado a todos los sujetos de virtud y letras,146
Vallejo pidió elevar el caso al Tribunal en México, donde los jesuitas contaban
con personas más instruidas que pudieran defender su causa. Sin embargo, dicho
154 Tales de Mileto (624 AC-546 AC): Filósofo naturista, matemático, geómetra, físico y legislador.
Propuso superar el mito y buscar una explicación racional (lógica) de los fenómenos naturales.
155 Ferécides de Siros: Filósofo presocrático y maestro de Pitágoras.
156 Anaximandro (c 610 AC-c 545 AC): Filósofo y geógrafo griego. Sostuvo que el principio de
todas las cosas era el ἄπειρον (ápeiron, infinito o sin límite).
157 Hipias de Élide: Sofista griego. Descubrió la cuadratiz que ayudó a resolver la trisección del
ángulo y la cuadratura del círculo. Fue el creador de los sistemas mnemotécnicos.
158 En Salazar, 1897-I: 106-107.
48 Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
y su propuesta no cobró vigencia, pero sus exalumnos, como José Cecilio del
Valle, no la olvidaron y la utilizaron cuando fueron docentes.159
La propuesta que Liendo y Goicoechea elevó a la Corona permite conocer
las obras que, durante la segunda mitad del siglo XVIII, se encontraban en
las bibliotecas de los Colegios Mayores de las órdenes religiosas, Seminarios
Tridentinos y Universidad de San Carlos. Algunas de ellas son:
Marco Tulio • In Catilinam
Cicerón • De Re Publica
• De Legibus
• Pro Sexto Roscio Amerino
Marco Fabio • Institutio Oratoria
Quintiliano • De causis corruptae eloquentiae
Fortunato de • De Qualitatibus corporum sensibilibus
Brixia
Leibniz • Nuevos Ensayos sobre el Entendimiento Humano
François Jac- • Elementi di perspecttiva secondo i principi di Taylor (8 tomos,
quier Roma 1745)
• Elementos de cálculo integral
• Reflexiones de los Padres Tomás Le Seur, François Jacquier, fran-
ciscanos, y de R. J. Bošković, jesuita, sobre algunas dificultades
concerniente a daños y las reparaciones de la cúpula de la basílica
de San Pedro (1743)
• Isaaci Newtonis philosophiae naturalis principia mathematica,
commentariis illustrata; communi studio PP. Thommas Le Seur et
Franciscus Jacquier
Christian von • Philosophia practica universalis mathematica methodo conscripta
Wolff • Theologia naturalis
François Bayle • Disertationes Physicae
• Institutiones
Johann Gottlieb • Antiquitatum romanorum jurisprudentiam illustrantium syntag-
Heinecke (1681- ma (1719)
1741). Filósofo • Elementa iuris civilis secundum ordinem Institutionum (1725)
y jurista alemán. • Elementa juris civilis (1727)
Más conocido • Historia iuris civilis romani et germanici (1733)
como Juan Teó- • Elementa iuris naturae et gentium (1737)
filo Heinecio. • Elementa iuris cambialis (1742)
Hugo Grocio • De Indis
• De iure belli ac pacis
• Annotationes in Vetus Testamentum
• Annotationes in Novum Testamentum
163 Joaquín Murat (1767-1815). Mariscal, Gran Almirante, Gobernador de París y Rey de Nápoles.
Participó en las campañas militares napoleónicas en Italia, Egipto, España y Rusia. Contrajo
matrimonio con Carolina, hermana de Napoleón.
164 Conde de Toreno (1786-1843). Diputado a las Cortes de Cádiz, historiador y gran defensor de
la Constitución de Cádiz. Su nombre fue José María Queipo de Llano y Ruiz de Sarabia. En
1814 se exilió en Londres, donde se enteró que Fernando VII lo había condenado a muerte
y expropiado sus bienes. Retornó a España cuando el alzamiento de Rafael de Riego, su
cuñado. Autor de Historia del levantamiento, guerra y revolución de España.
165 Conde de Toreno, 2008: 774.
166 AGCA, A12, leg. 2188, exp. 15735, fol. 41v. A123, leg. 1537, fol. 284v
167 Manuel José Pavón y Muñoz (1755-1826). Comerciante, Regidor del Ayuntamiento de Santiago
de Guatemala, Tesorero de los diezmos, representante nombrado por Guatemala ante la Junta
Central instalada en Sevilla y miembro de la Diputación Provincial. Contrajo matrimonio con
María Micaela Aycinena Delgado de Nájera. En 1797 fue acusado de introducir contrabando
en la fragata Placentina (AGCA, A156, leg. 2392, exp. 16142). En su casa, se redactaron las
Instrucciones para la Constitución fundamental de la Monarquía Española. El 5 de mayo de 1823 se
opuso a que la División Auxiliar Mexicana retornara a su país (AGCA, B57, leg. 67, exp. 1827,
fol. 175).
168 AGI-AG, 493; BAGG, 1938-III(3): 474-475.
Contenido 55
de decidir el destino
político del Reino.
Las noticias sobre
los últimos y cruentos
sucesos bélicos e
inestabilidad política
acontecidos en todo el
territorio español, así
como la documentación
oficial enviada llegaron
a Nueva Guatemala
de la Asunción el 4
de junio de 1810. El
Decreto de convocatoria
disponía que, en cada 15- Apertura de las Cortes Generales y Extraordinarias de Cádiz.
cabeza de Provincia,
las autoridades edilicias propondrían 3 personas, de las que, por sorteo,
debía seleccionarse al Diputado a Cortes. Era la primera vez que las colonias
hispanoamericanas participarían en un evento de tanta trascendencia. Los
propuestos debían estar
dotados de probidad, talento e instrucción y exentos de toda nota [...] ser persona
natural de aquel reino o provincia, aunque no resida ni tenga propiedad en ella, como
sea mayor de 25 años, cabeza de casa, soltero, casado o viudo, ya sea noble, plebeyo o
eclesiástico secular, de buena opinión y fama.169
Los diputados que participaron por las distintas Provincias del Reino
de Guatemala en las Cortes de Cádiz (España), así como en la discusión y
aprobación de la Constitución de Cádiz (ilustración 15) se detallan en el cuadro 3.
Posteriormente, en las Cortes Ordinarias participarían los presbíteros Fernando
Antonio Dávila, por Chiapas; y José Cleto Montiel, por Quetzaltenango,
Totonicapán y Huehuetenango.
Cuadro 3
Diputados del Reino de Guatemala en las Cortes de Cádiz
Nombre Lugar Profesión
Antonio José de Larrazábal Guatemala Canónigo
Mariano Nicolás Robles Ciudad Real de Chiapas Presbítero
Domínguez de Mazariegos
José Ignacio Ávila San Salvador Presbítero
Francisco Morejón Comayagua Abogado
José Antonio López de la Plata León Abogado
Florencio del Castillo Cartago Presbítero
Antonio de Larrazábal
170 Antonio Juarros y Lacunza 1774-1814): Teniente Coronel de Dragones, Alférez Real, Regidor
Perpetuo, Juez de Aguas (1804-1806), Alcalde Primero (1808) y Secretario y Director de la
Sociedad Económica de Amigos del País.
171 José de Aycinena y Carrillo (1767-1826). Coronel del Batallón de Milicias de Infantería,
Procurador Síndico, Rector de la Universidad de San Carlos (1797), Alcalde Ordinario (1803),
Corregidor Intendente y Consejero de Indias. En 1810, con el apoyo del Presidente Antonio
Pío González Mollinedo y Saravia, promovió el restablecimiento de la Sociedad Económica
de Amigos del País.
172 Vicente de Aycinena y Carrillo (1766-1814). Segundo Marqués de Aycinena, Regidor perpetuo y
Alférez Real.
173 Brañas, 1953: 41.
174 García Laguardia, 1991: 372.
Contenido 57
Soberano al señor don Fernando de Borbón 7° de este nombre (a quien Dios guarde)
y por su falta a sus legítimos sucesores: que para evitar que el despotismo deshonre en
tiempo alguno la Magestad, y oprima a los pueblos, se instituya y excija constitución
formal, en que restableciéndose los derechos de estos, tenga siempre la nación parte
activa en las deliberaciones y materias de estado, en la formación de las leyes, y en los
demás asuntos del Gobierno, y que en esto y en todo lo demás sin la menor limitación
sean las Américas consideradas y tratadas como partes esenciales de la Monarquía,
guardándoles sus derechos y libertad civil como a la Península, sin diferencia alguna
y con toda la extensión que corresponde, y confiere le compete por derecho natural, y
le está justamente declarado por cuyas reglas también al establecimiento del Gobierno
que haya de fijarse y permanecer durante el cautiverio de nuestro deseado Soberano:
y finalmente que en ningún evento pueda separarse este Reino de Guatemala de la
Monarquía Española y entregarse a otro Soberano extranjero, sobre cuyos puntos
se trata y habla en las Instrucciones que formadas por este Cabildo se entregarán a
nuestro Diputado el señor don Antonio de Larrazábal, de las cuales no podrá separarse
en lo que toca a la soberanía de los principios fundamentales expresados, pero sí en lo
que respecta al modo en las materias que son susceptibles de esta variación, pudiendo en
ellas adoptar el que va puesto en las mismas Instrucciones, o el que S[u]. S[eñoría].
estime más conveniente y oportuno en las circunstancias y nos obligamos por nosotros
mismos y por el vecindario de N[uestra]. Ciudad y su distrito que representamos
en tener por válido y obedecer y cumplir lo que el referido señor Diputado hiciere y
resolviere a virtud de este poder que le damos por triplicado.175
Luego, in verbo sacerdotis tacto pectore, Larrazábal juró solemnemente ante las
autoridades edilicias
defender exterior e interiormente el Misterio de la Purísima Concepción de María
Santísima Nuestra Señora, y cumplir el cargo de Diputado a Cortes, que tiene
aceptado, y desempeñar el poder que al efecto le ha conferido este M[uy]. N[oble].
Ayuntamiento.176
Otras instrucciones que, el 16 de octubre de 1810, el Ayuntamiento de Nueva
Guatemala de la Asunción dio a Larrazábal fueron la de apoyar la guerra
contra Napoleón Bonaparte hasta el retorno de Fernando VII, acabar con la
venta de oficios, solicitar el restablecimiento de la Compañía de Jesús, declarar
a Santa Teresa copatrona de España y la canonización del Hermano Pedro de
Bethancourt.177
Antes de emprender el viaje a España, su pariente Juan Fermín de Aycinena
y Piñol incorporó su retrato en la dedicatoria de su tarja de examen público
como Bachiller en Leyes, el que fue hecho por el grabador José Casildo España
(ilustración 16).
Biografía
175 En Brañas, 1953: 45-46.
176 En Brañas, 1953: 50.
177 Brañas, 1953: 153-154. Conde de Toreno, 2008: 1,183.
58 Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
178 Simón de Larrazábal y Gálvez (1733-1780). Comerciante, Regidor Perpetuo del Ayuntamiento
de Santiago de Guatemala, Alcalde Ordinario de Santiago de Guatemala (1762, 1766), Justicia
Mayor de Chimaltenango (1766-?), Primer Administrador General de la Renta de Correos
(1768-1797) y Canciller de la Real Audiencia (1777-1779).
Contenido 59
pobre, para colocarlo entre los príncipes de su pueblo). Luego, añadió: Sí, señor, porque
los resplandores de la dignidad no me deslumbran para perder de vista mi pequeñez, falta
de luces y circunstancias, que forman los sujetos para los encargos. 179
Apuntes Instructivos
186 José de Isasi: Comerciante, Regidor, Síndico del Consulado de Comercio, Alcalde de Segundo
Voto del Ayuntamiento de Guatemala (1808). El 13 de febrero de 1810, como Regidor, se
opuso a que el Presidente de la Audiencia comprara entre 30,000 a 40,000 fusiles a Jamaica
(AGCA, A12, leg. 2189, exp. 15736, fol. 15). El 13 de octubre de 1810 no apoyó las Instrucciones
que Antonio de Larrazábal, como diputado, llevaría a las Cortes Generales (AGCA, A12, leg.
2189, exp. 15736, fol. 108).
187 José Melón y Codes: Comerciante, Alcalde del Barrio de la Merced (1796), Síndico del
Ayuntamiento de Santiago de Guatemala (1803) y Tesorero de la Junta de Caridad.
188 Juan Antonio Aqueche: Comerciante, Regidor y Tesorero de los Hospitales (1803).
189 Belzunegui Ormazábal, 1992: 240-241.
Contenido 63
Castas y Negros
196 La constitución del Derecho de Gentes por el que, contra natura, alguien subyace en dominio ajeno
[traducción libre].
197 La expresión original es Longum iter est per præcepta, breve et efficax per exempla (un largo camino
hay si se cumplen las leyes, breve y eficaz si lo es por el ejemplo) [traducción libre].
198 En Brañas, 1953: 121-122.
199 AGI, Guatemala 650.
66 Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
escrito sobre los idiomas indígenas, ni mucho menos que, antes de la conquista
española, había excelsos poetas como Netzahualcóyotl. Por eso, no es de extrañar
que haya planteado la erradicación de los idiomas indígenas y su sustitución por
el castellano:
Es imposible que los indios cambien y se muden a un resultado favorable en sus
costumbres y modales mientras permanezcan dichos dialectos y convendría abolirse
tantos dialectos rudos y agrestes como hasta aquí han usado y usan los Indios, y que
han servido constantemente de barrera a su cultura y civilidad.
[…] El establecimiento y radicación de la lengua castellana en los naturales es el
fundamento de su cultura Civil y Religiosa: A los indios se les debe poner en la feliz
necesidad de aprender un idioma que reuniendo en sí todas las ventajas que se pueden
desear para ilustrar y darle el cultivo que le es propio sea también el principio del
nuevo orden de cosas que en su beneficio debe experimentar. La lengua Castellana,
que es la dominante y universal en todos los dominios de la monarquía Española, es
y será siempre la más proporcionada para producir estos efectos […] La necesidad de
hacerles aprender este idioma se halla reconocida por todos […] Así lo demuestra el
contexto liberal de muchas sabias leyes que se registran en el Código de las Indias.
Además de la erradicación de los idiomas indígenas y su sustitución por
el castellano, Larrazábal propuso en el proyecto de decreto que los fondos de
comunidad fueran empleados exclusivamente en la construcción de escuelas de
primeras letras en todos los pueblos, y que los conventos religiosos también lo
hicieran (algo que el Ayuntamiento de Nueva Guatemala de la Asunción había
ya sugerido en las Instrucciones):
La adjunta Memoria a favor de los indios es un apoyo de las siguientes proposiciones
que presento a Vuestra Majestad, para que, en el caso que merezcan la aprobación
soberana, se sirva expedir el correspondiente Decreto:
Primera. Que sean abolidas las gracias, pensiones, salarios y cualesquiera otros
impuestos hechos en el gobierno anterior y que nuevamente se hubieren concedido
en el presente sobre el ramo de comunidad de indios, sin que se pueda jamás aplicar
a otro destino que el inmediato a la utilidad y socorro de sus necesidades, como está
prevenido por las leyes.
Segunda. Que para el debido cumplimiento del artículo 25, número 6° de la
Constitución española, con los fondos de este ramo, incluyendo los que se han
introducido en Caja de Consolidación,200 se construyan en todos los pueblos de indios
a que pertenezcan, seminarios o casas donde se les enseñe el idioma castellano, leer,
escribir y contar, y el catecismo de la Religión Católica, con los demás que dispone el
artículo 364 de la Constitución.
200 Caja de Consolidación: Intervención de los bienes eclesiásticos, acordada por las autoridades
reales. Fue establecida por la llamada Real Cédula de Consolidación, expedida el 26 de
diciembre de 1804, la que estuvo vigente en Guatemala hasta agosto de 1808, año en el cual
el Presidente Antonio Pío González Mollinedo y Saravia la suspendió en forma provisional.
No sólo afectó los bienes propios de la Iglesia y el crédito de los dueños de las haciendas, sino
también los capitales de las cofradías en los pueblos indígenas, los que se convertían en un
fondo de previsión social.
Contenido 67
Tercera. Que sea a cargo de las diputaciones provinciales formar los reglamentos
y estatutos que deban observarse en estos seminarios, así en orden a los maestros y
alumnos, método el más sencillo para la enseñanza y gobierno interior de los seminarios
con arreglo a dicha Memoria, caso que V[uestra]. M[agestad]. adopte la idea.
Cuarta. Que no siendo los fondos suficientes para la perfección de estos
establecimientos, se autorice a las mismas diputaciones para valerse de aquellos
arbitrios que sean proporcionados con las circunstancias de los pueblos, como para
que puedan establecerse también por medio de otros arbitrios en los demás pueblos que
carezcan de estos fondos.
Señor: por el N° 6° del citado artículo 21 se manda que desde el año 1830 deberán
saber leer y escribir los que de nuevo entren en el ejercicio de los derechos de ciudadanos
y conociendo V[uestra]. M[agestad]. que el que manda el fin debe proporcionar
los medios conducentes al mismo fin, por el artículo 364 ha dispuesto que en todos
los pueblos de la monarquía se establezcan escuelas de primeras letras, etcétera. La
educación es la primera base de las virtudes y de la pública felicidad de los pueblos;
y el gobierno, no sólo debe proporcionarla y velar sobre ella, sino conciliar el menor
gravamen posible de los individuos del Estado con el socorro de sus necesidades. La
ignorancia, que particularmente en los indios se halla tan radicada, necesita para
desterrarla de los medios más prontos, activos y eficaces, después de trescientos años
que no han salido de un estado infeliz, justo es que V[uestra]. M[agestad]. llevando
al cabo de la perfección sus paternales providencias, las conduzca a la verdadera
felicidad: a esto se dirigen las proposiciones expuestas.
Mas como quiera que en las Américas hay otra numerosa clase del Estado que pide
el pan de la instrucción y carece de maestros y arbitrios para conseguirla, guiado de
los antecedentes principios, concluyo con esta proposición.
Quinta. Que en todos los conventos de regulares se pongan escuelas de primeras
letras y cátedras de gramática castellana y latina, y en los Monasterios de religiosos,
conforme al breve expedido por el Sumo Pontífice Pío VI, a instancias del Rey Carlos
IV, se añada al establecimiento de dichas Escuelas la enseñanza de las labores propias
del sexo mujeril, siendo a cargo de las diputaciones velar su cumplimiento y dar
cuenta a las Cortes por medio de la Diputación permanente de los progresos de estos
establecimientos.201
En la justificación de su proyecto de decreto, Larrazábal explicó que las
escuelas o colegios internados funcionarían en todos los pueblos de indios y en
ellos permanecerían los niños desde los 4 hasta los 12 años de edad, aprendiendo a
hablar y escribir castellano, así como la doctrina cristiana; y las niñas aprenderían
a coser y hacer media. Al final, enumeró los posibles logros que se obtendrían de
este enclaustramiento de los niños:
El vivir separados de la compañía de sus padres hasta la edad que se ha dicho, asegura
de todas maneras el más feliz suceso en el proyecto benéfico de establecer, y radicar
la lengua Castellana entre los naturales, que según nuestro modo de pensar debe ser
el importante fundamento o base de la cultura civil y religiosa […] Los veríamos
dedicados, con más tino e inteligencia a la agricultura, y a las Artes útiles tan necesarias
a la sociedad […] Se hallarían en la mejor disposición para en su tiempo contraer
Matrimonio más felices, y, por este medio, comunicarían a la prole que tuvieren esta
misma lengua que habían aprendido a costa de tantos afanes, y transmitirla a las
nuevas generaciones […] Se levantaría la lengua Castellana con el glorioso timbre de
hacérsela lengua nacional de los Indios […] Los Indios, con nuevas luces y educación
distintas se hallasen en disposición […] para ejercitar en los Estudios de las Artes
Liberales, y sacar por consiguiente de ellos Ministros útiles para el Santuario que
añadiesen un nuevo tesoro y ornamento a su clase.202
Las Cortes acogieron favorablemente esta moción de Larrazábal, la que
dictaminada favorablemente el 24 de junio de 1812 y elevada a la Regencia para
su cumplimiento. Dos años después, con el encarcelamiento de Larrazábal, la
propuesta se convirtió en una utopía más.
Supresión de Cofradías
Libertad de Comercio
207 Apuntamientos, 1953: 100-102; Montes, 1977-I: 51-57, 90-98; Brañas, 1953: 131.
208 Larrazábal, 1953: 79.
209 Larrazábal, 1953: 81.
210 Extranjeros devoran delante de vosotros mismos vuestra región.
Contenido 71
12 millones y medio; y por consecuencia tocan a España, con toda la bulla de los 38
millones, 2 y medio que producen las sedas, caldos, yerbas, aceitunas, pasas, higos,
almendras, cuatro varas de paño, y los equipajes de los navíos &c., que son los únicos
frutos nacionales que embarcamos para el comercio de las Indias.211
[…] Hasta ahora señor hemos vivido los españoles de ultramar en la opresión de no
poder comerciar libre y directamente, ni con nuestros hermanos de Manila, ni con
los extranjeros; y llegó en algún tiempo la tiranía al extremo de que no tuviésemos
embarcaciones ni aún para el comercio con la Península. Deben pues abolirse todas estas
leyes injustas para ultramar, dañosas al cuerpo de la nación, útiles solamente a cuatro
particulares de un punto, y a los extranjeros que han adquirido la preponderancia
sobre nosotros por el aumento de su comercio en las mismas trabas que puso al nuestro
el antiguo gobierno, y para que nunca faltaran, como no faltan hoy, patronos que lo
sostengan con sofismas; tan poderoso es el artificio del interés particular.212
[…] Para esta y para el estado lo mismo es coger las ganancias de nuestro comercio
aquí que en ultramar, y debiendo ser mayor el de aquellas regiones, concedida la libertad,
sería a la nación de mayor utilidad; luego este sistema es el tirano de ultramar, de la
nación y del estado; luego este ha conducido a la madre patria a la infelicidad que llora;
y no somos los diputados de ultramar los que tratamos de afligirla más, solicitando la
libertad del comercio; expresión ha sido esta para mí que no puedo olvidar, que me ha
herido en lo más vivo, y permítaseme que así lo diga, pues, así lo siento. Quíteme Dios
la vida si jamás he tenido pensamientos tan infames. No señor, mis pensamientos,
mis deseos, mis anhelos son que las provincias de ultramar sean pródigas, si así puede
decirse, para socorrer las necesidades de la Península, como lo han sido y sólo una
desgracia fatal pudo estorbar continuasen todas en general; acaso, acaso el mismo
sistema que impugnan ha tenido no poca parte en esta fatalidad.213
[…] Concedida esta ampliación a que todos tenemos igual derecho, no se conocería
ni el monopolio ni el contrabando; los extranjeros para quienes está abierto el puerto
de Manila no podrían competir con nosotros, porque concurriríamos con nuestros
abundantes preciosos frutos y numerario, y compraríamos más barato que ellos, pues
la abundancia de géneros que allí conducen hace que se compren al mismo precio que en
Europa; no teniendo nosotros que dar la vuelta a otros puertos ni que pasar los efectos
por tres, o cuatro manos frustraríamos sus utilidades. Dejaríamos en el erario lo que
se pierde por un comercio clandestino; y en fin daríamos· lugar al trato, e ilustración
de aquellos nuestros hermanos, que siendo tan dignos y fíeles como nosotros no hay
razón para degradarlos.214
[…] Tal vez se dirá que por lo que toca a la libertad de comercio en general, y
ampliación del de Filipinas ha informado en contra el consulado de Guatemala. No lo
niego, es público; mas yo, que ni soy apoderado de ayuntamiento ni de consulado, digo
y sostengo en público como representante de la nación lo que en conciencia debo, sin
Encarcelamiento
Postrimerías
222 Fermín de Elizalde y Aycinena (1753-?). Uno de los comerciantes más acaudalados de Cádiz y
su regidor. Mantuvo intercambio comercial con Guatemala.
223 AGI, SG, Audiencia de Guatemala, leg. 917.
76 Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
sobre las conclusiones que ofrecen los Cánones comprendidos en el Código que vertió
Dionisio Exigno, y las que dan los aumentos del código griego, hasta los Cánones del
Séptimo Concilio General de la Iglesia Romana, dando el sustentante razón de los
colectores, autoridad y tiempo en que se hicieron los códices de que usó la Iglesia en
los primeros ocho siglos, y las demás cosas que conduzcan a su perfecta inteligencia.
Y el 28 de noviembre de 1803, la Gazeta abundó con más elogios para la labor
docente de Florencio del Castillo, como maestro de Geometría:
si se pusiesen a su lado los de igual clase de otras universidades, sin exceptuar algunas
de las más acreditadas, no dejarían de resultar sus ventajas de la comparación.226
Después de ser ordenado sacerdote, atendió el curato de Alajuela (Costa Rica)
durante un año. Luego retornó a León y desempeñó los siguientes cargos: maestro
en una escuela de primeras letras, Fiscal, Examinador Sinodal, catedrático de
Filosofía y Geometría elemental en el Seminario Tridentino de San Ramón (1808)
y Vicerrector de dicho centro de enseñanza superior.
En compañía de su hermano Demetrio y del esclavo mulato José Castillo, viajó
a Cádiz en el barco “La Vicenta” que zarpó del puerto de Trujillo (Honduras).227
En las Cortes fue Secretario, Vicepresidente (24/7/1812-?) y Presidente (24/5/1813-
?), y formó parte de las Comisiones Ultramarina, Encargada de Acuerdos y
resoluciones de las Cortes, Justicia, Sanidad, Asuntos Especiales para América,
Extraordinaria para asuntos de Hacienda y Nuevo Sistema de Rentas en Ultramar.
El 30 de mayo de 1813, como Presidente de las Cortes, contestó al discurso
pronunciado por el de la Regencia del Reino, Cardenal de Borbón,228 Luis María
de Villabriga.229
En agosto de 1810, al realizar su primer discurso a favor de los indígenas,
expresó: hablo por la humanidad paciente, hablo para que se ponga fin y término a los
males y vejaciones de que son objeto.230
Uno de los que se expresaron bien por su participación en las Cortes de Cádiz
es Rafael María de Labra (el Mozo) quien, en Los Presidentes americanos en las
Cortes de Cádiz, señaló:
Era de las personas más sobresalientes del grupo americano, más estimadas en las
Cortes y más respetadas fuera de éstas, siendo uno de los diputados americanos que
mostraron más disposición a ocuparse en todos los asuntos doctrinales, así peninsulares
como ultramarinos [...] El diputado por Costa Rica participó con frecuencia en los
debates sobre el proyecto de Constitución y otros muchos asuntos de índole diversa,
haciendo gala de su buen juicio, competencia y erudición, y sobre todo de la amplitud
de ideas y nobleza de sus sentimientos, al defender con ahínco los derechos de las clases
infortunadas de América.231
Todos los hombres que han nacido y están en el territorio español son españoles, la
nación española es el conjunto de todos los españoles, la soberanía reside esencialmente
en la nación. Estos son tres principios inconcusos que V[uestra] M[agestad] tiene
decretados; son como el eje sobre que debe jugar la máquina o sistema de la Constitución.
De estos principios se deduce claramente que las castas son españoles, pues que han
nacido y viven en el suelo español, que son partes integrantes de la nación española y
que por consiguiente tienen un derecho indisputable a ser representados en las Cortes,
a mandar a ellas sus diputados que sostengan sus derechos; de forma que negando
a las castas este derecho, es negarles que son españoles y que componen parte de la
nación; es reducirlos a extranjeros de aquellos que ni aún han adquirido naturaleza
en España.233
La concepción de Florencio del Castillo sobre los negros y castas resultó muy
avanzada para su tiempo, al grado que su moción ni siquiera fue discutida en el
plenario.234 No convenció a la mayoría de diputados que las castas eran españolas
y tenían derecho a la ciudadanía. Sin embargo, como premio de consolación, las
Cortes aprobaron el 16 de enero de 1812 un decreto solicitado por Castillo para
que se les permitiera recibir grados literarios, tomar el hábito en comunidades
religiosas y recibir los órdenes sagrados:
Decreto.—Deseando las Cortes generales y extraordinarias facilitar al súbditos
españoles que por cualquier línea traigan su origen del África el estudio de las ciencias
y el acceso á las carreras eclesiásticas, á fin de que lleguen á ser cada vez más útiles al
Estado, han resuelto habilitar, como por el presente decreto habilitan, á los súbditos
españoles que por cualquier línea traigan su origen de África, para que, estando por
otra parte dotados de prendas recomendables, puedan ser admitidos á las matrículas
y grados de las universidades, ser alumnos de los seminarios, tomar el hábito en las
comunidades religiosas y recibir los órdenes sagrados siempre que concurran en
ellos los requisitos y circunstancias que requieran los cánones, las leyes del Reino y
las constituciones particulares de las diferentes corporaciones en que pretendan ser
admitidos, pues por el presente decreto solo se entienden derogadas las leyes ó estatutos
particulares que se opongan á la habilitación que ahora se concede. Lo tendrá entendido
la Regencia para su cumplimiento, y así lo hará imprimir, publicar y circular.235
E l mayor alegato que Florencio del Castillo hizo en las Cortes de Cádiz a favor
de los indígenas fue su apoyo a la abolición de Mitas (a los que también
denomina Repartimientos y Mandamientos) y Servidumbre Personal. El 4 de
abril de 1812, inició su moción presentando para su discusión las proposiciones
siguientes:
Primera. Quedan abolidas las mitas ó mandamientos para siempre, sin que
por pretexto ni motivo alguno puedan hacerse por cualquier juez ó gobernador
repartimientos de indios para cultivo de haciendas, minas ni trabajo de otro.
Segunda. Que se exima á los indios del servicio personal que dan á los curas y á
cualquier otro funcionario público, obligándose á aquellos á satisfacer los derechos
parroquiales como las demás castas.
Tercera. Que las cargas públicas, como reedificación de iglesias, casas parroquiales ó
municipales, compostura de caminos etc, etc., se repartan proporcionalmente entre
todos los vecinos de los pueblos, de cualquier clase que sean.
Cuarta. Que con el objeto de hacer á los indios propietarios y estimularlos al trabajo,
se les repartan porciones de tierra á cada individuo que sea casado ó mayor de 25 años,
fuera de la patria potestad, dejando al arbitrio de las Diputaciones provinciales la cuota
ó cantidad de terreno que deba asignarse á cada uno; el cual repartimiento deberá
hacerse de la mitad de tierras de comunidad de cada pueblo, y donde no alcanzaré, se
podrán repartir de las realengas ó baldías.
Quinta. Que se mande á los jefes políticos y curas que cuiden de que en el servicio de
las cofradías y sacristías no se inviertan más que los indispensables indios, para evitar
la crecida pérdida de jornales que se pierden por los muchos que se emplean en dichos
destinos.236
Las Leyes de Indias denominaban mitas al trabajo compulsivo de los indígenas,
aunque en la documentación del Reino de Guatemala se encuentran más las
expresiones Repartimientos de Indios y Servicios Personales. Castillo hizo la
definición siguiente de Mita:
Por esta voz se entiende cierta contribución de hombres que los pueblos de indios son
obligados a dar todos los años para el trabajo de las minas, para el cultivo de la tierra,
para transportar carga de un lugar a otro, para trabajar en las haciendas y obrajes y
otros géneros de labor de que hacen mención las leyes. No es uno mismo el número
de hombres señalado a los pueblos para esta contribución. En Nueva España era un
cuatro por ciento de la población, y en el Perú la séptima parte de los vecinos. Hé
aquí, Señor, una idea sencilla de la mita, sin hablar de sus abusos, institución la más
injusta, la más cruel, la más inhumana, por más que quiera cohonestarse con los vanos
pretestos de la genial apatía de los indios, y de la falta de operarios que se experimenta
en aquellos países.237
En el Reino de Guatemala, todos los indios varones comprendidos entre los
16 y los 60 años, pertenecieran a un pueblo realengo o a uno de encomienda,
estaban obligados al repartimiento, es decir, a trabajar una semana de cada mes
en beneficio de los españoles. Como parte del repartimiento, se obligó también
a las mujeres a servir en casa de los españoles, en condición de molenderas,
cocineras, chichiguas, lavanderas y planchadoras. El repartimiento de indios
todavía subsistía en 1825.238
diferencia de que los siervos entre nosotros no reconocen más que a un solo señor?
Pero los indios mitayos tienen tantos amos cuantos son sus jefes, sus curas y jueces.240
Finalmente, refirió que, entre otras causas, la disminución demográfica de los
indígenas había sido por las mitas:
Asombra, Señor, la disminución de los indios desde que fueron descubiertas las
Américas hasta el día. Si se abren las historias, se advierte que en cada una de las
provincias que hoy existen conocidas como tales, se contaban por millones los indios
que hoy se hallan reducidos a mulares y aun centenares, y en algunos enteramente
extinguidos. Si se consultan los monumentos, se encuentran por todas partes y a
cortas distancias vestigios de poblaciones que hoy son vastos desiertos. Muchas han
sido seguramente las causas de tan asombrosa despoblación; pero las mitas han sido
una de las que más han influido en ello, no solamente porque reducen a la miseria a
los indios, sino también por lo penoso de los trabajos a que se destinan, por el exceso
de tiempo que se les hace trabajar, por la insalubridad de las minas y por la crueldad
con que les trata, ¡Cuántos, agobiados bajo una pesada carga que transportaban de
un lugar a otro, han perecido en los caminos! ¡Cuántas familias abandonadas por
la ausencia de sus cabezas han sido víctimas de la hambre y de la miseria. ¡Cuántos
millares han sido sepultados en aquellas cavernas que ellos mismos abrieron con sus
manos! Pero apartando la vista de estos males físicos, pongámosla en los males morales
que han causado las mitas, como son la ignorancia y la rusticidad de los indios.241
En sustitución de tan inicuo sistema laboral, Florencio del Castillo propuso su
abolición y la institucionalización del trabajo libre:
Déjeseles en absoluta libertad; quíteseles esa servidumbre tan ominosa; páguenles por
un precio justo sus jornales y tráteseles con humanidad y ellos mismos se ofrecerán
espontáneamente para los trabajos. El interés, las comodidades y distinciones tendrán
lugar en su corazón. No hay que temer, Señor, que con la abolición de las mitas se
atrase la agricultura y cesen las minas.242
El 9 de noviembre de 1812, las Cortes Generales y extraordinarias ordenaron
la abolición del Repartimiento de Indios, denominado Mita en América del Sur:
Primero. Quedan abolidas las mitas ó mandamientos, ó repartimientos de indios, y
todo servicio personal, que bajo aquellos ú otros nombres presten á los particulares,
sin que por motivo ó pretexto alguno puedan los jueces ó gobernadores destinar ó
compeler á aquellos naturales al expresado servicio.
Segundo. Se declara comprendida en el anterior artículo la mita que con el nombre de
faltriquera se conoce en el Perú, y por consiguiente la contribución Real aneja á esta
práctica.
Tercero. Quedan también eximidos los indios de todo servicio personal á cualquiera
corporaciones ó funcionarios públicos, ó curas párrocos, á quienes satisfarán los
derechos parroquiales como las demás clases.
243 En Calderón Vega, 2005: 152-153. AGCA, B15, leg. 6, exp. 256.
244 Calderón Vega, 2005: 74-75 y 83-84.
245 Calderón Vega, 2005: 77-78.
246 Calderón Vega, 2005: 87.
247 Calderón Vega, 2005: 18-19, 71, 90-91 y 93.
248 Calderón Vega, 2005: 91-93 y 104-109. Rieu-Millan, 2017.
249 Calderón Vega, 2005: 176 y 181.
250 Calderón Vega, 2005: 186 y 191-192.
251 Calderón Vega, 2005: 188.
252 Calderón Vega, 2005: 188-190.
84 Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
Canónico en Oaxaca
256 Justiniano: Emperador del Impero Bizantino (527-565). Reconquistó buena parte de los
territorios del Imperio Romano de Occidente y recopiló el derecho romano en el Corpus Iuris
Civilis.
257 AGCA, B29, leg. 38, exp. 863. B113, leg. 16, exp. 483, fol. 29.
258 Calderón Vega, 2005: 83-84.
259 AGCA, B54, leg. 60, exp. 1501, fol. 2.
Contenido 87
Biografía
anda poniendo presos a los gobernadores que no quieren admitir la gracia de no dar
servicio y haber de pagar derechos como las demás clases.267
El 17 de septiembre de 1813, el cura Montiel todavía se encontraba en
Momostenango, pues informó a la Audiencia de Guatemala que los vecinos
decidieron no alimentar a las tropas comandadas por Valentín Raygadas
que marchaban a la frontera con Nueva España a reprimir a los insurgentes
comandados por el Presbítero José María Morelos.268
267 Archivo Parroquial de Momostenango (APM), Carta del Arzobispo Casaus y Torres al «S.
Deputado Cura y Vic[ari]o Pro[vinci]al Don José Cleto Montiel», 20 julio, 1813. En Pollack,
2009: 219.
268 AGCA, A11, leg. 6116, exp. 56470.
269 AGCA, A11, leg. 30, exp. 910.
270 Miguel Carrillo de Albornoz (?-1822): Abanderado de las Reales Guardias españolas, Corregidor
de Quetzaltenango (20/5/1808-20/12/1817), Regidor del Ayuntamiento de Guatemala y
Corregidor de Chiquimula. Nació en Antequera (Oaxaca, México), el 3 de febrero de 1778.
Hijo de José Bernardo Carrillo de Albornoz y Meireles, originario de La Habana (Cuba), y
Catalina Archer y Samsó, natural de Martorell (Cataluña, España). En 1808, como Corregidor,
propuso que las tiendas de españoles que vendan efectos de la Península pagaran impuestos
(AGCA, A121, leg. 390). En 1811 propuso a la Audiencia la restauración del repartimiento de
indios.
271 Taracena, 1994: 12-13.
90 Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
Reparto de tierras
O tra de las propuestas que el Presbítero José Cleto Montiel hizo el 1 de julio
de 1814 al Ministro Universal de Indias, Miguel de Lardizábal y Uribe, fue
la de un nuevo repartimiento de las tierras de los pueblos indígenas en todo
el Reino de Guatemala. En las Instrucciones recibidas se le pedía que las tierras
realengas, baldíos y propios fueran privatizadas, pero él solicitó que fueran las
de los pueblos indígenas, porque algunos tenían muchas:
solicitó en primero de julio siguiente, entre otras cosas, que se haga nuevo repartimiento
de tierras, dándoselas en abundancia a los pueblos que hayan aumentado el vecindario
y cercenándolas a los que hubiesen disminuido, pues con motivo de las pestes que allí
se experimentan y de la antigüedad del anterior repartimiento, unos tienen tierras que
NO pueden trabajar y otros CARECEN de las precisas.273
El 16 de septiembre de 1815, una real cédula ordenó al Presidente Bustamante
y Guerra274 la realización de las diligencias necesarias para el reparto de tierras,
formara un expediente instructivo y lo elevara al Consejo de Indias para la resolución
que convenga. Como era costumbre, colocó la real cédula sobre su cabeza y pidió
al Tribunal Mayor de Cuentas, Fiscal de la Real Hacienda, Asesor General, Junta
Superior, Intendentes y Gobernadores la emisión de opinión sobre lo ordenado.
En junio de 1816, la consulta pasó a los cabildos de los pueblos indígenas. Al
final de cuentas, primero se declaró la Independencia y la propiedad territorial
de los pueblos indígenas continuaba sin ser modificada, como lo había pedido el
Presbítero Montiel.
La última petición que el Presbítero José Cleto Montiel solicitó en España
fue que, de confirmarse el Decreto de las Cortes sobre la abolición del servicio
personal de los indios, se aumentara el arancel de los derechos parroquiales.
Falleció el 4 de abril de 1815, en Momostenango (Guatemala), sin darle tiempo a
testar.
272 Instrucción al Diputado a Cortes, José Cleto Montiel, del Ayuntamiento de Quezaltenango.
Archivo Histórico de Quetzaltenango, Bulto del año 1813. https://www.afehc-historia-
centroamericana.org/index_action_fi_aff_id_3048.html
273 AGCA, A123, leg. 1543, fol. 78. Hernández Méndez, 2001: 194.
274 Bustamante y Guerra había elevado una propuesta algo parecida el 3 de marzo de 1813, en
favor de indígenas y mulatos (AGI, Guatemala 454. AGCA, A11, leg. 6928, exp. 57078)
Contenido 91
Biografía
(24/12/1823),279
• crear Escudo de Armas y Pabellón Nacional (julio de 1823). El primero estaba
formado por un triángulo equilátero con cinco volcanes, colocados sobre un
terreno bañado por ambos mares; y en la parte superior, un arco iris, bajo
el cual el gorro de la libertad (gorro frigio) esparce rayos de luces. En torno
al triángulo, y en forma circular, aparecía la leyenda Provincias Unidas del
Centro de América (ilustración 25). El Pabellón Nacional estaba formado por
tres franjas horizontales, una blanca en medio de dos azules, éstas últimas de
color intenso. En el centro estaba el Escudo de la República Federal del Centro
de América, con cinco volcanes y, en la franja azul superior, la leyenda Dios,
Unión, Libertad.280
• que los indígenas no prestaran servicios personales a los párrocos y a cualquier
otro funcionario civil o militar (11/7/1823),281
• repartimiento de las tierras ejidales en pequeñas parcelas y en pleno dominio
y propiedad (2/1/1824),282
• aprobación de un impuesto del 20% sobre las propiedades eclesiásticas,
cofradías y hermandades, para el sostenimiento de la enseñanza pública
(7/1/1824),283
• girar instrucciones a la rectora del Beaterio de Santa Rosa para que no limite la
recepción de niñas, ni las clasifique por razón de calidad de familia, naturaleza
o nacimiento (5/3/1824),284
• que el Ejecutivo cumpliera con las disposiciones que prohibían procesiones
con penitentes o disciplinantes y otros holgazanes que con los rostros cubiertos
estafaban, so pretexto de ser devotos (26/3/1824)285 y
• que la Municipalidad de Antigua Guatemala (Sacatepéquez) mejorara el
edificio de la única escuela que funcionaba en dicha población (20/5/1824).286
Otros cargos que el Presbítero Fernando Antonio Dávila desempeñó fueron los
de Presidente de la Junta Preparatoria del Congreso Nacional, Vice-Presidente de
la Asamblea Nacional Constituyente (1824), Párroco de Santo Domingo Xenacoh
(1823-1828) y Párroco de Chimaltenango.
En 1825 redactó el Proyecto de Código Penal. Escribió varios artículos en
el periódico El Indicador, en los que procuró demostrar los peligros de una
prematura democracia representativa, y apoyó el centralismo gubernamental
contra el federalismo, defendido por el sector de los fiebres de los liberales. Publicó
su voto razonado al sistema político-administrativo adoptado, en Exposición del
ciudadano Fernando Antonio Dávila representante en la Asamblea Constituyente
de los Estados por el Partido de Sacatepéquez, leída en la sesión publicada de 5
de julio del corriente año en que se comenzó a discutir la ley fundamental de la
nación (Guatemala, 1824).
Ese mismo año, se pronunció contra la resolución del Gobierno de San
Salvador de crear el obispado y designar al Presbítero José Matías Delgado como
Jefe de la nueva Diócesis, por haberlos hechos al margen del Arzobispo Casaus y
Torres. En 1828 construyó el Cementerio de San Pedro Yampuc. Después que el
Ejército Aliado Protector de la Ley, comandado por Francisco Morazán, invadiera
Guatemala, fue considerado reo de Estado.287 A la caída del Gobierno de Mariano
Gálvez, como Presidente de la Asamblea Constituyente del Estado de Guatemala,
propuso la supresión de la alcabala y la creación de un impuesto individual en
sustitución de las entradas de los estancos de chicha y aguardiente. En 1839, los
conservadores le otorgaron el nombramiento de canónigo honorario. Ese mismo
año presidió la Asamblea Nacional Constituyente que redactó la Constitución del
Régimen Conservador.
En 1840, siendo cura vicario de la Parroquia del Espíritu Santo, en
Quetzaltenango, restauró la iglesia parroquial, la de El Calvario y el edificio
del hospital y, construyó la Capilla de San Juan de Dios y la municipalidad de
Almolonga.
poder central, las autoridades edilicias quetzaltecas, con el apoyo del Presidente
de El Salvador, Doroteo Vasconcelos, y de la facción anticarrerista de Vicente y
Serapio Cruz, proclamaron, una vez más, su segregación de Guatemala y, el 5 de
septiembre eligieron un gobierno interino integrado por el Presbítero Fernando
Antonio Dávila, Rafael de Latorre y José Velasco, los que gobernaron el Estado
de Los Altos hasta el 21 de octubre de 1848, cuando el Presidente Mariano
Paredes derrotó a los quetzaltecos en la batalla de San Andrés Semetabaj.
Durante su mandato promovió la formación de la bandera de Quetzaltenango.
Posteriormente, al ser expulsado de Quetzaltenango, se desempeñó como cura
de Santa Ana Chimaltenango y de Santo Domingo Xenacoj.
Publicó los siguientes libros: Proyecto de ceremonial para la instalación y apertura
del Congreso (1823), Bosquejo de estadística departamental (1828), Oficio documentado
que el Sr. cura y vicario de Quezaltenango presentó al Gobierno Ecco. sobre el hospital
erigido en aquella ciudad (1844), Bosquejo del curato de Quezaltenango (1846), El
gobierno interino del Estado de los Altos a sus habitantes (1848), y Método para precaver y
curar la espantosa epidemia del cólera morbus (1851). Junto con Ángel María Candina
y Antonio González, redactó los documentos Contestación sobre Patronato, dada
por los Presbíteros..., a la advertencia patriótica del doctor José Simeón Cañas, diputado
del Congreso de San Salvador en la República de Guatemala (1824) y Satisfacción a
la segunda advertencia del presbítero doctor José Simeón Cañas (1824). Falleció en
la Antigua Guatemala (Sacatepéquez), el 24 de julio de 1851. Sus restos fueron
trasladados a Quetzaltenango en 1859.
Con ocasión de su fallecimiento, al recordar que había sido triunviro en el
Estado de Los Altos, la Gaceta de Guatemala expresó:
Después pasó a Quezaltenango como cura de aquella parroquia y allí tuvo la desgracia
de encontrarse envuelto en los disturbios permitiendo que su nombre sirviese a los
necios proyectos de dislocación de aquellos departamentos lo que quizá despertaría
aunque tarde, su arrepentimiento.288
E
•
n 1820, cuando la Revolución de Riego obligó a Fernando VII a convocar a
Cortes, fue nombrado diputado y recibió las Instrucciones siguientes:
Situación estratégica de Chiapas entre Guatemala, Oaxaca y Yucatán.
• Promoción de Chiapas y Tabasco como provincia sujeta a Nueva España.
• Instalación de Diputación Provincial en Chiapas, para no depender de
Guatemala, ya que el comercio de ésta es con San Salvador, San Miguel, San
Vicente, Escuintla, Chimaltenango y Quetzaltenango.
• Establecimiento de Universidad en Ciudad Real y 12 becas para naturales de
Tabasco.
• Privatización de tierras baldías en favor de españoles y extranjeros, y que
los indios permanezcan formando una nación realmente distinta hasta el punto
un Congreso reunido á dos mil leguas, que apenas tiene naves en que mandarlos.
América pudiera pacificarse, aun tarde, como es ya para hacerlo. No se manden
déspotas militares que con una mano enagenen, lo que con otra sujetan. Tómense
en consideración las circunstancias de aquellos países, y no se quiera insultar á la
buena razón diciendo que se les da igualdad con la Península, porque se les obliga
á gobernarse de el mismo modo que ella. La igualdad se convierte en desigualdad
extrema, cuando son en extremo distintas las circunstancias.
Concluyó su escrito decepcionado por el despotismo que la Corte permitía en
sus colonias y por no atender las justas demandas de las provincias ultramarinas:
Abrumados por el despotismo interno, mucho más que por las gravosas exacciones que
desde las primeras épocas de su población han tolerado estas provincias. Ultrajados
continuamente por personas extrañas, á quienes la distancia del poder supremo
aseguraba la impunidad de sus delitos: maltratados en la administración de justicia,
confiada en todos tiempos á manos venales, y (usando de la misma frase que contienen
a proclamar dirigida por sus Excelencias) mirados con indiferencia, vejados por la
codicia, destruidos por la ignorancia, y encorvados por un yugo más duro, mientras
más distantes estábamos del centro del poder. ¿Cuántos no han sido los recursos que
hemos elevado á la suprema autoridad, esperando que nuestro largo sufrimiento,
seria al fin recompensado, sino por la extirpación de los abusos que era imposible
prometerse, mientras continuaba el régimen erróneo y vicioso de nuestra Corte, al
menos, por el castigo de las maldades de toda especie con que se han manchado en las
provincias de América los representantes de la Corona?
3
ClERO REGALISTA e
intransigente
bebe, baila y putea perpetuamente en su casa,295 y manifestó que había oído decir al cura
Diego Bear que Hidalgo hablaba mal de las órdenes religiosas, aprobaba todas
las cosas de los franceses y opinaba mal del gobierno novohispano, afirmaciones
que el mismo Bear refutó, al declarar que no le había escuchado hablar contra
las órdenes religiosas, sino contra algunos religiosos y que nada había oído que
atentara contra las máximas de la religión.296
En 1807, el Obispo Antonio Bergoza y Jordán le otorgó la consagración
episcopal para que ejerciera como obispo auxiliar de Oaxaca. Poco tiempo
después, compuso las coplas Acto de Contrición, para teatralizar y solemnizar el
ahorcamiento de dos arrieros seguidores de Hidalgo, uno de ellos de nombre
Miguel López.297
Cartilla de Párrocos
A principios de enero de 1811, en tan sólo 8 días, si hay que creerle a sus
palabras, a solicitud del Virrey de Nueva España, Francisco Xavier Venegas,
y con autorización del Obispo Bergoza y Jordán, Casaus y Torres publicó Cartilla
de Párrocos, compuesta por un Americano para instrucción de sus feligreses, sobre los
errores, absurdos y heregías manifiestas que comprende el manifiesto publicado por el
apóstata y traidor Miguel Hidalgo Costilla.298 En efecto, el 15 de noviembre de 1810,
éste difundió un Manifiesto299 en que rebatía el Edicto de la Inquisición del 13 de
octubre de 1810; señalaba que no se había apartado ni un ápice de la creencia de la
Santa Iglesia Católica; y acusaba de corrupto a dicho Tribunal:
¿Os persuadiríais, americanos, que un tribunal tan respetable, y cuyo instinto es el
más santo, se dejase arrastrar del amor del paisanaje, hasta prostituir su honor y su
reputación? […] No os dejéis seducir de nuestros enemigos: ellos no son católicos
sino por política; su Dios es el dinero, y las conminaciones sólo tienen por objeto la
opresión.
Expresó, además, la necesidad de establecer un congreso que se componga de
representantes de todas las ciudades, villas y lugares.300
En junio de 1811, después de ser apresado por las milicias virreinales,
Hidalgo amplió su descargo contra las 12 proposiciones que la Inquisición le
había formulado en su Edicto; señaló que no consideraba santo al Papa Gregorio
VII, porque no era dogma de fe y porque el obispo y teólogo francés Jacobo
Benigno Bossuet tampoco lo había hecho en su Defensio declaratonis conventus cleri
gallicani de ecclesiastica potestate; aclaró que había dicho que no son los castigos
ni los premios temporales argumento cierto de que se infiera que el que es
afligido con ellos es malo, y el que es prosperado con los bienes es bueno; negó
haber expresado que la fornicación fuera lícita, pues él seguía la doctrina de los
dominicos Tomás de Aquino y Juan Bautista Gonet; y exigió que no se le acusara
de apóstata, ya que durante su participación en el movimiento insurgente jamás
predicó error alguno contra la fe.301
Al llegar a Nueva Guatemala de la Asunción, Casaus y Torres reimprimió
la Cartilla de Párrocos y ordenó a los párrocos de la Diócesis leerla en la misa
dominical, en sustitución del sermón. Fue en tal ocasión que el cura secular Manuel
Aguilar, originario de la ciudad de San Salvador, desobedeció lo dispuesto por
su prelado, pero se desconoce lo que lo motivó. El hecho es que fue encarcelado
en el Colegio de Cristo Crucificado de Propaganda Fide, noticia que llegaría a
su ciudad natal la tarde del 4 de noviembre de 1811 y provocaría toda suerte
de rumores y desórdenes públicos,302 los que cronistas de esa época le dieron el
nombre de Sublevación de San Salvador del 5 de noviembre de 1811.
El Anti-Hidalgo
Hable México, á donde dos veces fuiste para graduarte de Doctor en la Universidad,
que apellidas Quadrilla de ignorantes; y dos veces perdistes en el juego de albures
el dinero que llevabas para los costos del grado.307
Casaus y Torres se mantuvo siempre apegado al pensamiento escolástico,
especialmente a las doctrinas de Tomás de Aquino. Muy diferente fue Hidalgo
quien, como catedrático de teología (1782-1792), actualizó los conocimientos
recibidos como estudiante, amplió su formación intelectual y profundizó en
corrientes filosóficas y teológicas, como se deduce de su Disertación sobre el
verdadero método de estudiar teología escolástica (1785) en que criticó el Clypeus
theologiae thomisticae de Juan Bautista Gonet, y sugirió su sustitución por La
disciplina teológica y Compendio de la Historia Eclesiástica del agustino Juan Lorenzo
Berti; Scholastico-dogmatica theologia, del cardenal Vicente Luis Gotti; y Summa
Sancti Thomae hodiernis academiarum moribus accomodata, de Carlos María Renato
Billurt. Es más, conocía bien el De Legibus del jesuita Francisco Suárez en que
se justifica el tiranicidio;308 y manejaba con mucha propiedad obras del Abad
Claude Fleury como Catéchisme historique, contenant en abrégé l’histoire sainte et la
doctrine chrétienne; Institution du droit ecclésiastique; e Histoire ecclésiastique, précédée
du Discours sur cette histoire, obras que estaban en el Index librorum prohibitorum.
Posiblemente, Casaus y Torres estaría pensando en dichas obras cuando escribió
en la Censura Tercera la siguiente semblanza de Hidalgo y Costilla:
Te conocí antes como a un escolástico sombrío, taimado y sofista; orgulloso siempre
cuando pisabas la arena literaria; y siempre mordaz y de mala fe cuando manejabas
las armas de la escuela.309
307 http://www.afehc-historia-centroamericana.org/index-php/_action_fi_aff_id_3958.html
308 Beuchot, 2014: 12.
309 En Beuchot, 2014: 18.
310 Guillaume Thomas Raynal (1713-1796). Escritor francés de la Ilustración. Su principal obra es
L’Histoire philosophique et politique des établissements et du commerce des Européens dans les deux
Indes, sobre cuestiones políticas, sociales comerciales, religión y esclavitud.
102 - Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
Lutero y Lucrecio,311 para apagar las llamas eternas para los forajidos y facinerosos
y prepararles el paraíso de Mahoma; y concluye afirmando que había incurrido en
excomuniones fulminadas mucho antes por la Iglesia de Dios contra tus procedimientos,
latrocinios, usurpaciones, barbaries, errores y asesinatos.312
En la Censura Segunda, denomina a Hidalgo Ladrón Generalísimo, Capataz de
traidores, Señor de Horca y Cuchillo, Jefe y cabeza de una nueva sociedad de Flibustiéres
y lo acusa de haberse rebelado contra el trono y el altar.313
En la Censura Tercera, Casaus y Torres dice que, si se escudriñara el pasado de
Hidalgo, saldrían cosas estupendas, de bailes, comedias, libertinaje público en tu casa,
mancebas escandalosas y del abandono del ministerio. Además, lo acusa de apóstata,
hereje y seguidor de Lutero —una vulgar calumnia esto último, pues no lo
demostró—; y pronostica que la memoria de Hidalgo y Costilla quedará cubierta
de ignominia; y su nombre, escrito con sangre humana en los anales de la impiedad, será
pronunciado (mientras corren los siglos) con execración, en todos los siglos y generaciones
piadosas.314 Falló en su profecía, pues si alguien es recordado positivamente es
Hidalgo.
El alzamiento popular nacido en el pueblo de Dolores, lejos de ser un
movimiento ideológico, buscaba acabar con la explotación feudal y establecer
un nuevo orden político en beneficio de indígenas y castas, sin embargo, en la
Censura Cuarta,315 Casaus y Torres lo considera un movimiento ideológico de
Boyeros, Coleadores y Flecheros, guiados por Hidalgo, al que señala nuevamente
como hereje y le atribuye las mismas acusaciones que la jerarquía eclesiástica
había hecho en la antigüedad a Nestorio,316 Arrio,317 Pelagio,318 Eutiques,319
Wycliffe320 y Jurieu.321
Casaus y Torres intentó demostrar en la Censura Quinta que la libertad e
independencia propuestas por Hidalgo no eran otra cosa que furor, ruinas y
311 Tito Lucrecio Caro (99 AC-55 AC): Poeta y filósofo romano, defensor de la filosofía de Epicuro
y de la física atomista de Demócrito. Autor del poema De Rerum natura.
312 Casaus, 1812: 1-6.
313 Casaus, 1812: 6-8.
314 Casaus, 1812: 8-14.
315 Casaus, 1812: 14-16.
316 Nestorio (386?-451?). Patriarca de Constantinopla. Su doctrina sobre la separación entre la
divinidad y la humanidad de Cristo fue declarada herética por el Concilio de Éfeso.
317 Arrio (250-336). Asceta de Alejandría. Sostenía que el Hijo estaba subordinado al Padre, y se
oponía a la concepción sobre la Trinidad.
318 Pelagio: Asceta británico de finales del siglo IV que negaba el pecado original.
319 Eutiques (378-?): Abad de Constantinopla. En el 448 el Concilio de Constantinopla condenó su
creencia en el monofisismo, es decir, la de una única naturaleza de Cristo.
320 John Wycliffe (1320-1384): Teólogo inglés que defendió la autoridad de la monarquía contra las
pretensiones de la iglesia romana; propugnó la secularización de los bienes eclesiásticos, y el
igualitarismo religioso y social; condenó las indulgencias; y sostuvo la suprema y exclusiva
autoridad de la Biblia.
321 Pierre Jurieu (1637–1713). Protestante francés. Autor de Histoire critique des dogmes et des cultes
(1704). Sus adversarios lo llamaban “el Goliat de los Protestantes”.
Clero regalista e intransigente - 103
medio España había llevado consigo la superstición y esclavitud religiosa dondequiera que había
ido.
330 Valle, 1820: 44.
331 Estrada Monroy, 1974-II: 241 y 242.
332 Valle, 1820: 44.
106 - Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
335 Bernardo Martínez Wallop (1769-1841): Sacerdote secular, Canónigo y Rector de la Universidad
de San Carlos (1798). Nació en La Habana (Cuba). Hijo de Bernardo Martínez de Sotomayor
y Teresa Wallop y Montañez. Sirvió como paje del Arzobispo Cayetano Francos y Monroy.
En la Universidad de San Carlos, se graduó de Doctor en Teología y en Derecho Civil, en 1791
y 1795, respectivamente. Según Lorenzo Montúfar, ostentaba cuatro capelos, por haberse
graduado en Filosofía, Teología, Derecho Canónico y Derecho Civil. Fue miembro de la
Sociedad de Amigos del País. También desempeñó los cargos de Juez Visitador de Testamento,
Capellanías y Obras Pías (1795-?), Diputado de la hacienda universitaria, Examinador sinodal
(1797), Catedrático de Derecho Canónico, Notario y Expurgador de la Inquisición, Párroco
de El Sagrario, Tesorero del Cabildo Eclesiástico (1815-?) y Deán. Al investigar el asunto de
las llagas de María Teresa de Aycinena, monja carmelita, entró en pugna con el Arzobispo
Ramón Casaus y Torres y con los frailes que lo apoyaban, e informó a la Santa Sede, pidiendo
el castigo de los culpables.
336 José María Montúfar y Coronado (26/11/1781-?): Oficial Tercero de Correos. Hijo de Lorenzo
Aniceto Montúfar y Montes de Oca y María Josefa Coronado y Rodríguez de Rivas. Estudió
en el Seminario Tridentino de Nuestra Señora de la Asunción. Aunque participó en la
Conspiración de Belem, escapó de la persecución y encarcelamiento al obtener un certificado
médico que lo amparó. El 29 de junio de 1833 se trasladó a la Hacienda El Pozo, en San Luis
Potosí (México), donde moriría el 24 de julio de ese mismo año, víctima del cólera morbus.
(Ortega Aparicio, 2007).
337 Mérida, 1937: 57, 59 y 61.
108 - Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
en la exposición de demandas
públicas exigiendo la abolición
del estanco de aguardiente, la
rebaja de los precios del tabaco
y papel sellado, la supresión de
los impuestos a la carne, carretas
y alcabala, y la liberación de los
presos. En su Manifiesto del 8 de
noviembre, Manuel José Arce338
caracterizó lo sucedido:
29- Medalla conmemorativa de la Constitución de Cádiz en Guatemala los ánimos indispuestos, el tumulto
(1812) en movimiento, la potestad dudosa,
nadie manda, nadie obedece y solo
el desorden reinaba: la confusión se esculpía en los habitantes de S. Salvador.
El estremecimiento social ocurrido en el Valle de las Hamacas, es decir, en la
ciudad de San Salvador, pronto se conoció en Nueva Guatemala de la Asunción
y preocupó a influyentes sectores que dependían del añil de esa región, como
los grandes comerciantes capitalinos que lo vendían en Europa, y el alto clero
cuyo diezmo, capellanías, censos, dotes de novicias estaban relacionados con
dicho producto. Razón por la que las autoridades edilicias y el Arzobispo Ramón
Casaus y Torres, representantes respectivos de esos pudientes y políticos sectores,
cruzaron la Plaza de Armas, ingresaron al Real Palacio y consiguieron que el
Presidente José de Bustamante y Guerra se comprometiera a enviar una comisión
pacificadora, encabezada por José de Aycinena y Carrillo,339 José María Peynado
y el fraile recoleto José Mariano Vidaurre, los que partieron el 19 de noviembre.340
Posiblemente, en ese momento, el Presidente Bustamante y Guerra desconocía
detalles de lo que realmente estaba sucediendo, pues en las Instrucciones que
entregó a Aycinena (ilustración 28) le pidió una conciliación prudencial y de recta
justicia, escuchar los agravios, restablecer la tranquilidad y aplicar los oportunos
remedios, sea con providencias extrajudiciales o económicas. Estas últimas fueron una
vez más sobre el reparto de tierras realengas entre castas e indígenas, propuesta
que ya había hecho pública un mes antes, en la Gaceta de Guatemala del 12 de
octubre de 1811.341
Antes que la comisión pacificadora guatemalteca ingresara a San Salvador,
la sublevación, que había sido inicialmente apoyada por autoridades edilicias de
Usulután, Metapán, Chalatenango y Sensuntepeque, así como por párrocos de
Zacatecoluca y Santiago Nonualco, amainó debido al rechazo expresado por los
curas de San Vicente, San Miguel y Santa Ana, Miguel Barroeta, Manuel Antonio
de Molina y Cañas y Manuel Ignacio Cárcamo, respectivamente, quienes además
de renovar el juramento de vasallaje y fidelidad a la Corona española, declararon
sacrílegos a los sublevados, así como por el desplazamiento a marchas forzadas
de Escuadrones de Dragones de San Miguel, San Vicente y Usulután, cuya meta
era la ciudad de San Salvador.342
El 15 de noviembre de 1811, mientras la comisión pacificadora guatemalteca
todavía se encontraba en Santa Ana celebrando rogativas, llegó a San Salvador
una carta pastoral del Arzobispo Casaus y Torres en que condenaba las ideas
revolucionarias. El 20 de abril de 1812, en una nueva misiva pastoral, hecha a
petición del Presidente Bustamante y Guerra, exhortó a los fieles a mantener
el patriotismo frente a las rebeliones (otras habían sido las de León, Granada,
Tegucigalpa y Chiquimula), y tachó a los sediciosos de lobos y gavilanes que
atacaban la religión.343 Tal acusación es otra gran mentira, pues en ninguno de esos
alzamientos hubo ataque a la religión, al contrario, como sucedió en Granada, el
alzamiento fue acompañado del fervor religioso popular que entonó salves a la
Virgen María.
En agradecimiento a la oposición y anatemas lanzados contra los sublevados,
Casaus y Torres otorgó el título de Canónigos a los curas Miguel Barroeta, Manuel
Antonio de Molina y Cañas y a Manuel Ignacio Cárcamo.344
El 22 de diciembre de 1811, durante el sermón, el Presbítero José Matías Delgado
censuró a los que tomaron parte en la sublevación y felicitó a las autoridades de la
Audiencia de Guatemala. Es más, la noche del 27 de diciembre de ese año, rindió
homenaje a la comisión pacificadora guatemalteca con un espléndido refresco,
música y baile, y manifestó reconocimiento a la autoridad real.345 El 7 de enero
de 1812, José Matías Delgado, Julián de Luján (provincial dominico), Nicolás
Hermosilla (provincial franciscano) y Francisco Mejía (comendador mercedario)
incidieron en el nombramiento de José María Peynado346 como nuevo Alcalde
Ordinario de San Salvador:
Sí, Muy Ilustre Señor, la provincia toda de San Salvador, esta ciudad, principalmente
su feligresía y Conventos, por quienes tenemos el honor de suscribir, se interesan en
que el digno Decano y Primer Alcalde de esa Muy Noble Ciudad exersa la primera
Vara en esta, porque entonces no solamente habrá debido a Vuestras Señorías su
E l 19 de marzo de 1812, fiesta de San José (Padre Putativo de Jesús), las Cortes
Extraordinarias proclamaron en Cádiz la Constitución Política con que España
suspendería la época de monarcas absolutos e iniciaría el período de monarquías
constitucionales. En efecto, la Constitución de Cádiz, conocida popularmente
como La Pepa, establecía la igualdad jurídica (con excepción de las castas), el
libre comercio, la libertad de imprenta, la inviolabilidad del domicilio, Alcaldes,
Regidores y Procuradores Síndicos nombrados por elección popular y diputados
provinciales con voz y voto en la metrópoli, así como la abolición del Santo Oficio
de la Inquisición, tributos y gremios artesanales.
El 18 de septiembre de 1812, el Ayuntamiento de Nueva Guatemala de la
Asunción acordó entregar al Arzobispo Casaus y Torres una de las medallas
conmemorativas de la Jura de la Constitución Gaditana.348 El 24 de septiembre de
1812, el Presidente Bustamante y Guerra, los Oidores, el Arzobispo, el Cabildo
Eclesiástico, el Alcalde Ordinario Sebastián Melón y los regidores juraron por
Dios y los Evangelios la Constitución de Cádiz, y prometieron fidelidad a Fernando
VII. Después del juramento hecho por los vecinos, las autoridades edilicias
arrojaron entre los asistentes 500 pesos en monedas acuñadas para el efecto, en
cuyo anverso aparecía la leyenda POR LA CONSTITUCIÓN POLITICA DE LAS
ESPAÑAS y el libro de la Constitución en que se leía JUS/TI/CIA – [E]QU[I]/D]AD;
y en el reverso la leyenda LA CIUD DE GUATEM 24 DE SEPT de 1812 y el escudo
coronado de la ciudad de Guatemala (ilustración 29). Además, autorizaron la
impresión de 100 ejemplares del Catecismo Político arreglado a la Constitución de
la Monarquía Española “para ilustración del pueblo, instrucción y uso de las Escuelas
de primeras letras”; y mandaron que los alumnos de las escuelas lo aprendieran
de memoria. Dos días después, el clero de la ciudad prestó igual juramento
ante el Arzobispo Casaus y Torres. A partir de entonces, la Plaza de Armas fue
denominada Plaza de la Constitución.349
347 AGCA, B29, leg. 38, exp. 867. Estrada Monroy, 1954-II: 258.
348 AGCA, A12, leg. 2190, exp. 15738, fol. 148.
349 AGCA, A123, leg. 1538, fol. 20.
Clero regalista e intransigente - 111
se dirigió a la cárcel sin derramar una lágrima. Más bien lloraban las religiosas. El
21 de diciembre, fue el día de su excarcelación.361
Además, la misma Madre María Teresa de Aycinena confiesa haber encarcelado
en 1825 a unas novicias: Ayer tarde encerré una en la cárcel, y a otra en una de las
piezas de la obra, y solo pan y agua les di.362
Apenas se habían cumplido dos años de la proclamación de la Constitución de
Cádiz, cuando el 4 de mayo de 1814 el rey Fernando VII la derogó y restableció la
monarquía absoluta. El 22 de diciembre de 1815, en la ciudad de Nueva Guatemala
de la Asunción, el pregonero anunció que el Presidente José de Bustamante y
Guerra ordenaba la incautación de los ejemplares de la Constitución de Cádiz y
papeles relacionados con ella, como los que se dieron al diputado Antonio de
Larrazábal, y que éstos fueran incinerados en la Plaza Mayor.363 Es más, destituyó
a las autoridades constitucionales del Ayuntamiento y a los que habían redactado
y firmado las Instrucciones para la Constitución Fundamental de la Monarquía
Española y su Gobierno, reinstaló a las anteriores autoridades edilicias y mandó
retirar de la Sala Capitular los retratos, libros e impresos relacionados con la
Constitución Gaditana.364
Aproximadamente 6 años después, en España, debido al triunfo de la
Revolución de Rafael de Riego, el monarca Fernando VII fue obligado a jurar y
restaurar la Constitución de Cádiz el 9 de marzo de 1820. El 28 de junio de ese mismo
año, en Nueva Guatemala de la Asunción, el Presidente Carlos Urrutia Montoya y
Matos, presionado por las autoridades edilicias de la ciudad capital y en especial
por los indígenas de Occidente, informó que la Jura de la Constitución de Cádiz se
realizaría el 9 de julio; y el 3 de julio lo hizo saber también a la Universidad de
San Carlos.365
Para darle lucidez a los actos a celebrarse durante la víspera y día de la Jura
y promulgación de la Constitución, las autoridades edilicias acordaron el 30
de junio el programa a guardarse y, por medio de un bando que recorrió los
principales barrios de la ciudad, ordenaron que todos los vecinos adornaran el
frente de sus casas e hicieran luminarias.366 El Arzobispo Ramón Casaus y Torres,
presionado por las circunstancias, juró la Constitución el 12 de julio de 1820, en la
Sala Capitular del Palacio Episcopal:
Habiendo invocado el Espíritu Santo por medio de la oración acostumbrada, puesto
en pie, juró por Dios Nuestro Señor y sus Santos Evangelios guardar y hacer
guardar la Constitución Política de la Monarquía española sancionada por las cortes
generales y extraordinarias de la nación y ser fiel al rey.367
368 AGCA, A12, leg. 2192, exp. 15742, fols. 101 y 103v.
369 Montúfar, 1878-I: 32-35.
116 - Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
373 Chapetón: nombre que, en Guatemala, los criollos daban a los peninsulares. Gachupín en
México.
374 Editor, 1954-III: 755-756.
375 Editor, 1954-III: 764-766
376 Editor, 1954-III: 764.
377 En Villageliú, 1816-1824: 255.
118 - Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
En junio de 1819 el Papa Pío VII había enviado al Arzobispo Casaus y Torres
un rescripto en que expresaba:
Ut indubia argumenta, certissimasque causas nacti simus quibus illusam Mariam
Theresiam agnoverimus eamque uti talem habendam ese denunciemus (que
partiendo de unos argumentos indudables y causas muy ciertas, hemos reconocido
y reputado como ilusa a María Teresa, y mandado: que sea tenida como tal).378
Además, Pío VII ordenó al Prelado imponer a María Teresa absoluto silencio,
no visitarla, ubicarla en la celda más lejana, exorcizarla, brindarle atención
médica y mantenerla custodiada.379 Sin embargo, en 1820, después que Fernando
VII fue obligado a restablecer la Constitución de Cádiz, Casaus y Torres relajó el
cumplimiento del encargo papal, porque la Inquisición había sido nuevamente
suprimida. En efecto, volvió a mantener comunicación escrita con la monja y
acató la supuesta instrucción de los “ángeles”, pues en un sermón que predicó
en el Templo de Santa Catarina el 4 de septiembre de 1821 reprendió a los
seguidores de partidos políticos y los amenazó con excomulgarlos si continuaban
con sus disputas; y cuatro días después, en la Catedral declaró su inquebrantable
adhesión a la Corona, censuró la vileza de Agustín de Iturbide y afirmó que
derramaría hasta la última gota de su sangre, antes que faltar infielmente a Dios, al
Rey y a España, jurando la Independencia.380 Ante tal señalamiento, los promotores
del Plan Pacífico difundieron pasquines indecentes criticando la conducta del
Prelado.381
El 15 de septiembre de 1821, Casaus y Torres ratificó lo ofrecido, pues se opuso
a la declaración de independencia señalando que la Junta de Notables no tenía
nada que resolver, sino esperar que España decidiera acerca del Plan de Iguala.382
Diferente fue lo expuesto por el Vicario General del Arzobispado, Presbítero
José María Castilla,383 quien propuso la independencia absoluta, sin sujeción de
ninguna clase ni de consultas retardatarias.
54). En la Junta del 15 de septiembre de 1821, fue el primero en levantar su voz en favor de la
Independencia, fustigando la postura contraria del Arzobispo Ramón Casaus y Torres. María
Josefa García Granados y José Batres Montúfar escribieron el poema El Sermón, en el que se
satirizaba y se burlaban del Canónigo Castilla, a cuyas asiduas tertulias asistían.
384 Vela, 1980: 100. En carta de José de Oñate a Iturbide le manifiesta: El día 15 de Septe. qe. se juró o
proclamó la Independencia, se cometieron por los Democráticos los mayores desacatos y atentados. En
las glorias populares entraron seis sugetos a la Sala de Visita del Cabildo y habiendo cogido un Quadro
Hermoso (qe. yo no conocí muy bien) en que se manifestaba el retrato de S.M. el Sor. Dn. Ferno. 7º.
Lo acuchillaron la mayor inominia, y haviendo escupido y escarnecido aquello bello rostro, hicieron
con los fracmentos del retrato cosas indecentes […] En este mismo día el Illmo. Sor. Arzobispo Dr.
Don J. Ramón Casaus y Torres por qe. No quiso jurar la Indepa. Absoluta, sino unida con México, fue
insultado por estos viles de palabras y hechos indecentes, hasta temer S.S. su muerte (J.H. Valle, 1924-
I: 105),
385 Montúfar y Coronado, 1934: 47.
386 En Gallo, 2019: 82-83. Aycinena, 1816-1829.
120 - Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
Que no tema los libertinos, porque Dios le custodia con su Soberana Protección.
Que recoja los libros malos, porque corre el fuego de la herejía […] no hemos de
estar dependientes de los acaecimientos de la vida para obrar, o hacer la voluntad de
Dios398
El 25 de febrero de 1822, Gaínza ordenó se hiciera efectivo el juramento de
adhesión al Imperio de México, lo que las autoridades políticas, civiles, religiosas
y militares empezaron a cumplir a partir del 11 de marzo, cuando Gaínza lo hizo
ante el Alcalde Primero de Nueva Guatemala de la Asunción, y las principales
autoridades lo hicieron ante él. Tres días después, prestaron el juramento el
Arzobispo Casaus y Torres, la Diputación Provincial, el Ayuntamiento, el Deán,
el Cabildo Eclesiástico, el Consulado de Comercio, el Colegio de Abogados y los
provinciales de las órdenes religiosas.399
La anexión de Guatemala a México apenas duró un año y fue un completo
fiasco porque, a finales de agosto de 1822, Iturbide (ilustración 32) intentó
convertirse en dictador, al disolver el Congreso Mexicano y encarcelar a los
diputados guatemaltecos José Cecilio del Valle, Marcial Zebadúa, Santiago Milla y
Juan de Dios Mayorga, a los que acusó de estar involucrados en una conspiración
desestabilizadora. Sin embargo, el 1 de febrero de 1823, un grupo de militares
mexicanos, encabezado por Antonio López de Santa Anna, Guadalupe Victoria y
José Antonio Echávarri, se propuso derrocar al Emperador Agustín de Iturbide y
reinstalar el Congreso, lo que consiguió el 19 de marzo de ese mismo año, cuando
el emperador abdicó y el Plan de Iguala y los Tratados de Córdoba fueron declarados
sin valor.
Madre María Teresa de Aycinena y Piñol aprovechó el breve período de
la anexión a México, para que su hermano Mariano y Gavino Gaínza hicieran
llegar a Iturbide el expediente que el Vaticano y la Corona Española mantenían
engavetado, en el que se pedía la fundación de un convento carmelita reformado y
402 La calumnia confunde al sabio y hasta hace tambalear un corazón de roble (Eclesiastés 7:7, traducción
libre).
403 Esa expresión es parte del versículo 23 del capítulo 11 de Proverbios: qui abscondit frumenta
maledicetur in populis (el pueblo maldecirá al que acapara el grano). Entre otros, fue comentada por
el Venerable Beda y Tomás de Aquino.
404 El Arzobispo se encontraba descansando en Antigua Guatemala.
405 Anselmo Ortiz: Fraile dominico y confesor de Madre María Teresa de Aycinena y Piñol.
406 Villageliú, 1816-1824: 296.
407 Gallo, 2019: 102-104; y 114.
126 - Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
que no hay metrópoli donde no exista el buen gobierno; para desacreditar a quienes
se han respetado desde tiempos inmemoriales; y en una palabra para introducir
turbulencia, desunión y anarquía en América. Porque si existe hermandad y unión
entre España y América, entonces Napoleón se quedará sin los atributos atrevidos,
y su hermano, José, será el Rey de la Comedia [...] Resistir a la autoridad civil es lo
mismo que resistir a Dios [...] Anuncio a los fieles en mi nombre que en el obispado
de Comayagua todas las personas que perturben el orden público desde este mismo
momento están excomulgadas y separadas de la comunión de la Iglesia.418
Manuel Julián Rodríguez del Barranco fue el vigésimo obispo de Comayagua
(Honduras). Nació en la heliópolis de Almazah (El Cairo, Egipto) el 11 de enero
de 1759. Obtuvo un doctorado en teología en la Universidad de Alcalá de
Henares. El 20 de septiembre de 1809, la Junta Central de Gobierno lo propuso
como Obispo. Con anterioridad, había desempeñado los siguientes cargos:
Magistral de la Catedral de Santander (España) y Presidente de la Real Sociedad
Cantábrica. Llegó a Comayagua (ilustración 36) el 15 de diciembre de 1810, la
Gazeta de Guatemala publicó el 3 de julio de 1811 un artículo suyo en que se quejaba
que Honduras padecía hambruna debido a malas cosechas que habían obligado
a comprar granos básicos a Nicaragua. Agregó que carecía de ingresos, porque
no había en la tesorería eclesiástica; y pidió a las autoridades de Guatemala
estimular la minería en esa región para rescatar a Honduras del estancamiento
económico. El 14 de abril de 1817 fue nominado nuevamente como Obispo de
Comayagua, pues la Santa Sede todavía no había resuelto, lo solicitado por las
españolas. Falleció en Nueva Guatemala de la Asunción el 13 de mayo de 1820,
dos meses después de haber sido consagrado obispo, posiblemente por Ramón
Casaus y Torres. Está enterrado en las criptas de la Catedral Metropolitana de la
ciudad de Guatemala.
418 En Müller, 1981: 117-118. Traducción libre del inglés, porque en Guatemala no se encuentra
ese ejemplar de la Gazeta de Guatemala, pero se puede consultar en la Biblioteca Real de
Londres, donde Antonio Batres Jáuregui vio la colección completa.
Clero regalista e intransigente - 129
419 Archivo General de Indias, ARRIBADAS 440, N. 343. Marure, 1837: 74.
420 En Arnaiz Quintana, 1990: 60.
421 José Salvador (1741-1817): Brigadier, Gobernador de la Isla de Juan Hernández (Chile, 1776-
1782), Gobernador de Valparaíso (1784-1789) y Gobernador Intendente de Nicaragua
(13/1/1794-14/12/1811). Nació en Velilla de Ebro (Zaragoza, España). En 1755, ingresó al
regimiento de infantería de Aragón. Participó en contiendas bélicas contra Inglaterra y
Portugal. Formó parte de la compañía de granaderos en Orán (en la actualidad, Argelia). En
1768, con el grado de Capitán fue trasladado a la frontera de Arauco (Chile) para impedir
que indios infieles verificasen su entrada en nuestras tierras. En 1773, contrajo matrimonio con
Rosa Freire de Andrade y Rioseco. Llegó a Nicaragua acompañado de su esposa y de sus
sobrinos Juan Nicolás Abos Padilla, María del Rosario Abos Padilla y José Rivera y Freyre.
En 1808, para celebrar la proclamación de Fernando VII, mandó acuñar a Guatemala una
moneda de plata de un real, en cuyo anverso está el busto del monarca, y en el reverso el
Escudo de Armas de León. Después de su derrocamiento se trasladó a Nueva Guatemala de
la Asunción. En relación a su destitución como Intendente, el Presidente José de Bustamante
y Guerra señaló que la causa de su desgracia es que mucho antes no se le haya relevado, como parece
lo propuso mi antecesor. El 6 de octubre de 1816, se le otorgó la Gran Cruz de la Real y Militar
Orden de San Hermenegildo, pero no la llegó a recibir porque falleció el 4 de mayo de 1817.
más de siete u ocho mil hombres armados de puñales, machetes y palos que a gritos
pedían se les entregase la persona del Sr. Intendente y se les hiciese justicia de los
agravios que por tantos años habían experimentado.422
Cuando el Obispo Nicolás García Jerez y varios clérigos, entre ellos, Ramón
de Rojas, fraile recoleto más conocido como Padre Guatemala, se enteraron que
en las calles había desórdenes, que dos tiendas habían sido saqueadas y que la
multitud vociferaba varios requerimientos, salieron a la plaza, donde el prelado
exhortó a la multitud a ser fiel y obediente a nuestro amado Rey el Sr. Don Fernando
Séptimo. Los dirigentes del alzamiento aceptaron la mediación del Obispo a
cambio que el Intendente renunciara, se removiera al Coronel de las Milicias
Joaquín Arechavala y al Administrador de las rentas de tabaco José María Falla,
se sustituyera al Sargento Mayor Juan Sánchez por Rafael Montúfar y se instalara
una Junta Provincial integrada por el Ayuntamiento y diputados de los distintos
barrios. Como a las 8 de la noche, la calma retornó y los manifestantes se retiraron
a sus moradas, mientras en el atrio de la catedral algunas mujeres entonaban el
Avemaría, en acción de gracias.423
37- Calle y Catedral en León (Nicaragua). Grabado en Ephraim George Squier.
Pocos días después, la noticia había llegado a Guatemala, pues en carta del
3 de enero de 1812, el Arzobispo Ramón Casaus y Torres informó a Ambrosio
del Llano, Obispo de Chiapas, que el 13 de diciembre había acontecido en León
un alboroto con saqueos e intentos de desconocer a las autoridades y nombrar una
junta; y que como el Intendente José Salvador, hombre aragonés muy viejo no pudo
mantener el orden, el Obispo García Jerez se había dirigido a los alzados y calmado
a borrachos y demás gentes conmovidas por cuatro tunantes.424
Pormenores de la toma de posesión de la Junta de Gobierno, acontecida el
día siguiente, se conocen por carta de García Jerez del 20 de febrero de 1812 al
Presidente José de Bustamante y Guerra:
En la mañana del 14 de diciembre en la Sala Capitular al tiempo de la dichosa
instalación de la Junta Gubernativa, me paré firme, en dos cosas, la primera que
se había de borrar el dictado de Representantes por Granada, [Nueva] Segovia y
Nicaragua [villa de Rivas];425 y la segunda, que si no se reconocía la subordinación
a esa superioridad, no sólo no me sentaba en la burlesca silla de Presidente, sino que
salía inmediatamente a la plaza, y permitiría, primero me cortasen la cabeza que
faltar a mi deber. Las impuse, accedieron a uno y otro, y si he hecho alguna cosa
a costa de mi salud y de mi honor ha sido impedir se proclame la Independencia
y derrame sangre de los Europeos, y se les disipen todos sus proyectos de erigirse
Soberanos.426
La Junta de Gobierno fue integrada por el Obispo Nicolás García Jerez como
Presidente; los Vocales Domingo Galarza, Valentín Gallegos, José Carmen Salazar
y Francisco Quiñones; el Asesor General y Auditor de Guerra, Nicolás Buitrago; el
Asesor específico Santiago García de Salas; y como Secretario Pastor Guerrero.427
Sus principales objetivos fueron: Defensa de la Religión Católica; subordinación,
obediencia y homenaje debidos al Rey don Fernando VII y demás potestades
superiores; patrocinio de Nuestra Señora de la Concepción; nombramiento como
Secretario a Pastor Guerrero y Arcos; jefes militares electos por el pueblo en la
noche del 13 deben reconocer autoridad de la Junta; y designación de Diputados
de los Barrios (cuadro 4), los que fueron escogidos por el mismo Obispo García
Jerez.
Cuadro 4
Diputados de Barrios ante Junta de Gobierno
Barrio Diputado
San Felipe Presbítero Pedro Caballero y minorista José María Guerrero
San Juan de Dios Licdo. Manuel López de la Plata
Jesús Pbro. Pedro Solís
San Sebastián Pbro. Francisco Chavarría
San Francisco Pbro. José Gregorio de la Quadra
San Juan Pbro. Juan Delgado y Fray Benito Miguelena
Laborío Bachiller Pascual López1
Fuente: Ayón, 1977-III: 445-446.
426 https://www.afehc-historia-centroamericana.org/index_action_fi_aff_id_678/.
427 Zelaya, 2004: 55-56.
132 - Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
recibían por tal labor equivalía a menos de la mitad de lo que el repartidor recibía
por el hilo vendido.
Otro altercado se dio a principios de diciembre en el Partido de Masaya
pues, después de las elecciones de los cabildos indígenas, el Juez Subdelegado
José Santiago García de Salas sólo envió las actas respectivas y no obligó a las
autoridades salientes y entrantes a presentarse en León ante el Gobernador
Intendente José Salvador para ser confirmados en el cargo municipal y recibir
instrucciones sobre los proyectos que debían emprender. Como el Gobernador
intentó que su orden fuera acatada, los indígenas apelaron directamente al
Presidente de la Audiencia, Antonio Pío González Mollinedo y Saravia, por
medio del Juez Subdelegado:
Al recibir ese oficio, el Subdelegado reunió á los alcaldes y sus escribanos, á fin de
comunicarles la orden del Gobernador, é hizo que á continuación de ella escribiesen
la siguiente respuesta: que en obsequio á la subordinación debida al señor Intendente
de la Provincia, obedecían por entonces el mandato que se les notificaba, aunque
para verificarlo tuviesen que hacer gastos para los cuales no alcanzaban sus cortas
facultades y que abandonar por seis días cuando menos el cuidado de sus intereses y
respectivas familias; todo lo cual, suplicaban al Juez Subdelegado lo representase en
la debida forma al Presidente y Capitán General del Reino á efecto de que se designase
de relevarlos en lo sucesivo del gravamen que les había impuesto el Gobernador,
mandando á este empleado no los molestase ni vejase sobre el particular.428
Molesto por la forma de actuar del Juez Subdelegado, pues había mermado
su autoridad, el Intendente lo acusó ante la Audiencia de graves cargos:
que ejecutaba exacciones indebidas de derechos ó gabelas: que hacía repartimientos
entre indios, españoles y ladinos, para mascabados, azúcares, arroz y cebadilla;
que permitía el establecimiento de tabernas en pueblos puramente indígenas, y que
toleraba amancebamientos públicos por fines de interés personal.429
La Audiencia de Guatemala decidió que ya no se debía obligar a las
autoridades edilicias de pueblos y villas a asistir a la sede de la Intendencia para
ser confirmados en sus cargos. Es más, fue en esa ocasión que González Mollinedo
y Saravia propuso al Consejo de Indias la remoción de José Salvador. Además,
aprobó una disposición reservada para que, en caso de necesidad extrema, el
Obispo Nicolás García Jerez lo sustituyese como Gobernador Intendente.
En Masaya, José Gabriel O’Horan,430 comerciante de ganado nacido en
Mérida (Yucatán) en una familia originaria de Irlanda, se había ganado el favor
445 El Observador de Nicaragua del 20 de agosto de 1825 responsabiliza al cura Irigoyen de tal
masacre (Fernández de Lizardi, 1826).
446 Arnaiz Quintana, 1990: 61.
447 Zavala, 1969: 108.
448 Zavala, 1969: 109.
449 Marure, 1837: 11.
450 Marure, 1837: 12-13.
Clero regalista e intransigente - 137
iniciarles causa criminal por sediciosos y confiscarle sus bienes, lo que éste
encargó al Sargento Mayor Alejandro José Carrascosa, nombrándolo Juez Fiscal,
y al que el historiador Alejandro Marure451 calificaría de déspota por el trato que
dio a los presos y a sus familiares.
457 Miguel González Saravia y Colarte (1788-1848). Gobernador Intendente de Nicaragua (1819-
1823). Nació en Cartagena, el 12 de noviembre de 1788. Fernando VII lo designó Gobernador
Intendente de Nicaragua, el 17 de diciembre de 1817. Tomó posesión en marzo de 1819.
En 1820, al ser restablecida la Constitución de Cádiz, fue nombrado Jefe Político Superior
de Nicaragua y Costa Rica y Presidente de su Diputación Provincial. En octubre de ese
mismo año restableció la Junta de Censura (AGCA, A11, leg. 6930, exp. 57136). Tuvo fuertes
desavenencias con el Jefe Político Subalterno del Partido de Costa Rica, Juan Manuel de
Cañas. El 23 de septiembre de 1821 ofreció asilo político a los miembros de la Audiencia
Territorial (AGCA, B36, leg. 47, exp. 951). El 28 de septiembre de 1821, al conocerse en León
(Nicaragua) lo acontecido en la ciudad de Guatemala, el 15 de septiembre de 1821, junto con
el Obispo Nicolás García Jerez y algunos miembros de la Diputación Provincial, suspendió la
proclamación de la Independencia de España, hasta tanto que se aclarasen los nublados del día.
458 Ayón, 1977-III: 529. Revista Conservadora, 96: 10 (apéndice).
459 Ayón, 1977-III: 532.
al Jefe Político superior en todos los negocios gubernativos y económicos dignos de
atención.
5° Que á la mayor brevedad posible se publicase este acuerdo en todos los pueblos de la
Provincia, se diese parte de él al Gobierno de Guatemala y al General más inmediato de
tropas imperiales pertenecientes al ejército mexicano, protector de las tres garantías.
Firmada el Acta, Obispo, Gobernador Intendente, miembros de la Diputación
Provincial e integrantes del Ayuntamiento de León juraron la independencia
en los términos acordados.460 Los nublados del día expresados en el Acta del 28
de septiembre pronto se convertirían en inquietantes y tenebrosos nubarrones
y chubascos, pues Granada y Masaya no aceptaron el tipo de independencia
decidida por las autoridades políticas, eclesiásticas y civiles de León que consistía
en unirse a México para no depender de Guatemala. Aquéllos, en cambio, para
no estar sujetos a León, prefirieron seguir lo que Guatemala decidiera. Al final de
cuentas, aunque con criterios diametralmente opuestos, León, Granada y Masaya
optaron por la anexión a México, sin saber que ése había sido el objetivo del Plan
Pacífico de Independencia de la Familia Aycinena.
El 17 de octubre de 1821, en Nueva Guatemala de la Asunción, circuló un
manifiesto bajo la firma “Los Patriotas”, en el que se criticó con dureza a los
autores intelectuales del Acta de los Nublados:
¿Qué derecho tiene la diputación provincial de Nicaragua y menos el gobernador
intendente y el R. obispo, en una junta obscura y misteriosa, formada en el centro
de la capital de la provincia, para disponer por sí solos, no digo ya del resto de la
provincia y de la de Costa Rica, sino respecto de la misma capital de León, con
cuyo pueblo no se contó para decidir que tantos pueblos quedasen independientes
de Guatemala, y en expectativa del nublado, para serlo de España? ¿Los diputados
provinciales de Nicaragua y Costa Rica estaban autorizados con poderes bastantes?
¿Los tenían por sus atribuciones para decidir en materia tan grave, para romper
sus pactos, para celebrar otros, para constituirse en un estado independiente, o para
negar la concurrencia de los legítimos representantes de las provincias? ¿Los tenían
para que sola Nicaragua en medio de las dos Américas, libres e independientes,
arrastrase las cadenas, y el ominoso yugo del gobierno español? ¿Y podía tenerlos
para hacer este yugo tanto más pesado, cuando que, a virtud de la resolución de la
Junta, con el nombre de España, no tendrá Nicaragua otro señor que un pequeño
sátrapa, un gobernador intendente, un joven teniente coronel? ¿No es él un renuevo
del déspota, que pereció en un patíbulo, porque hizo la guerra para perpetuar en
América la odiosa dominación española? ¿No es él un instrumento del obispo, que
con sus arterías hizo correr la sangre de los granadinos, que proclamaron su libertad,
En el subsecuente día
yo ignorante del suceso
a la plaza me enderezo
cuando oigo una vocería
los soldados a porfía
(y paisanos en la cuenta)
No contentos todavía
con saquear muy temerarios.
baúles, estantes, armarios.
cajones y terciería,
pesquisaban a porfía,
por lo que hubo escondederos
de más alhajas y dineros,
no dejando basurales
techos, pozos y albañales,
¡que buenos para buceros!
calificó de inmoral, impolítico, enemigo del orden y amigo de la parte más insana del
pueblo […] saqueó a todas las familias acomodadas de Granada, persiguió a todos los
blancos e introdujo en aquella infeliz ciudad el luto y la desolación.475 El Jefe Político
Superior de Nicaragua, Miguel González Saravia, también coincidió en tales
epítetos, pero a pesar de ellos, en carta del 26 de enero de 1823 a las autoridades
mexicanas, también expresó:
a eso de las nueve y media fue sorprendido el cuartel por una facción, no considerable,
y a título del Pueblo, acaudillada por Cleto Ordóñez […] armó a sus sediciosos que
aumentó con la multitud novelera, situó cañones aterrorizando al vecindario honrado
y notable que en la silenciocidad de la plebe, se vio amenazado de males tamaños, si
bien Ordóñez y sus agentes evitaron y sofocaron la tendencia al saqueo.476
Cuando González Saravia y sus tropas huían en desbandada hacia Masaya,
alguien recordó a Ordóñez que Crisanto Sacasa había entregado milicianos
a las fuerzas imperiales y le sugirió eliminarlo, lo que éste rechazó indignado
contestándole que estaba cansado de oír sus concitaciones al crimen, y que
prefería morir antes que cometer cobardemente un asesinato.477 Prefirió mandarlo
a detener en su hacienda Tolistagua y trasladarlo al fuerte de San Carlos, en el
nacimiento del Río San Juan, hecho del que Paula Parodi de Sacasa, su madre,
informó al periodista y médico guatemalteco Pedro Molina, por medio de carta
del 16 de junio de 1823.478
A pesar de la vergonzosa derrota, González Saravia continuó en Masaya
reagrupando sus tropas y apertrechándolas, con la idea de retornar a Granada
para someterlos, y con tal fin solicitó ayuda militar al Jefe Político de Guatemala,
Vicente Filísola, sin saber que éste ya había recibido órdenes de retornar a México,
pues el Imperio había desaparecido. Mientras aguardaba respuesta, confiscó los
bienes de las familias de partidarios de la independencia, como Domingo Escobar
y Sebastián Escobar. Al recibir respuesta de Filísola, optó por irse a Guatemala,
molesto por no haberse cobrado la afrenta militar que el artillero Ordóñez le
había hecho a él, un brigadier experto en contiendas militares.
El 23 de julio de 1823, en Nueva Guatemala de la Asunción, la Asamblea
Nacional Constituyente decretó la abolición de los tratamientos de Magestad,
Alteza, Excelencia y Señoría, así como la distinción de Don y los títulos que se daban
al Alto Clero.479 Para dar cumplimiento a dicha disposición, el 23 de noviembre
de 1823, en Granada, la Junta Gubernativa decidió erradicar los títulos, armas
heráldicas e insignias reales, así como las del Imperio Mexicano que se exhibían
en las principales casas señoriales. Uno de los primeros afectados fue el otrora
Alférez Real Pedro Chamorro, es decir el antiguo Regidor Decano de Granada
y el que había portado el pendón real en las ceremonias de las fiestas reales,
como las de proclamación y jura de los monarcas, y en las fiestas religiosas de los
patrones jurados. Al respecto, Jorge Eduardo Arellano480 señala:
En ese contexto, Ordóñez decidió destruir los escudos y otros distintivos nobiliarios
de algunas familias granadinas de origen español (exceptuando las de sus aliados).
La orden correspondiente a la de Pedro Chamorro, del 23 de noviembre de 1823, y
dirigida al presbítero Ignacio Solórzano, decía: “Siendo las insignias de condecoración
y además de distinción, e igualmente las armas Imperiales y del antiguo Gobierno
Hispánico, monumentos tristes de la opresión y degradación, muy contrarias al
liberalismo actual del sistema: debiéndose dar puntual cumplimiento al decreto de la
A. N. C. del 4 del corriente; espero que usted como encargado de la casa e intereses del
señor Pedro Chamorro, se servirá disponer que dentro de tres días haga desaparecer
de la portada de dicha casa las armas que esculpidas en piedra, y aún en lo interior
de aquellas pintadas en lienzo [pared], hacen la significación más vilipendiosa en
el siglo de las luces y de la despreocupación, que se resiente aún en el recuerdo de
injustas distinciones”.
Mientras tanto, al recibirse en León noticias de la derrota de González Saravia,
la gente salió a la calle, asaltó la cárcel y liberó a los presos, entre ellos al Presbítero
Tomás Muñoz, al manteísta [seminarista] Sebastián Escobar, al Presbítero López,
al indígena de Subtiava Juan Hernández y a otras víctimas del Obispo García Jerez
y del Gobernador González Saravia. Luego, organizaron una Junta de Gobierno
integrada por José Carmen Salazar, Basilio Carrillo y el Presbítero Pedro Solís.481
Sin embargo, la mayor parte de los sacerdotes de la diócesis permaneció fiel al
Obispo García Jerez y a sus intereses políticos, como el fraile recoleto Ramón Rojas
de Jesús María (más conocido como Padre Guatemala)482 y los Presbíteros Juan
Francisco Vílchez, Desiderio Cortés, José Antonio Chamorro, Francisco O’Horan,
de modo alguno los gobernase, mandase y ocupase destino alguno Chapetón alguno.497
En respuesta, gran parte de la aristocracia granadina se refugió en Masaya,
desde donde pidió ayuda militar al Obispo Nicolás García Jerez y, en especial, al
Presidente de la Audiencia de Guatemala, José de Bustamante y Guerra.
Fue en tal contexto que se hizo patente la figura del Vicario General de la
Parroquia de Granada (ilustración 44), el Presbítero José Antonio Chamorro,
pues en un sermón dado a la imprenta bajo el título Proclama del Cura y Vicario de
Granada á los vasallos fieles de Fernando VII señaló:
El pueblo insurrecto ha desobedecido á todos los empleados europeos por ser
chapetones; es así que los reyes de España son chapetones, luego el pueblo ha
desobedecido á los reyes de España. Cada despacho ó título de los despojados es una
ley del Rey de España, que ha sido publicada y recibida por el pueblo.
Dios, en la Epístola canónica de Santiago, capítulo II, asegura que el que desprecia
una ley se hace reo de todas: luego el pueblo, despreciando los despachos de los
empleados, se ha hecho transgresor y reo de todas las leyes de los reyes de España.
El pueblo no sólo ha menospreciado la legislación española, sino que ha quitado
empleados sin procesarlos, ha dado empleos con solo su voz, y ha promulgado leyes
con título absoluto. Luego el pueblo concibe que tiene más poder que Dios, que la
Iglesia y que el Rey; pues ni Dios, ni la Iglesia, ni el Rey castigaban á ninguno sin
escucharlo ni oírlo. De estas tres conclusiones se deduce con evidencia que el pueblo
insurrecto ha sido y es un traidor á Dios, á la Religión, al Rey y á la Patria.
Es traidor á Dios, porque ha menospreciado la multitud de textos de la Divina
Escritura, que nos manda obedecer sin réplica á los reyes nuestros señores. Es
traidor a la Religión, porque con escándalo y menosprecio, se tragó la excomunión
mayor fulminada por el Edicto de la Santa Inquisición, del 23 de octubre del año de
10 contra los insurgentes. Es traidor al Rey, porque no sólo ha menospreciado sus
leyes y despojádolo de su señorío, que por tantos títulos le viene, sino vilipendiado
hasta su suelo, teniendo por la mayor infamia el renombre de chapetón. Finalmente,
el pueblo insurgente es un traidor á la Patria, porque el despojo formidable que ha
hecho ha sido no sólo sin escuchar y procesar á los despojados, sino conociendo y
confesando el mérito y santidad de muchos de ellos. Dios, la Religión, el Rey y la
Patria concluirán con este monstruo infernal del pueblo insurgente. - Presbítero
José Antonio Chamorro, Granada. Enero de 1812.498
José Antonio Chamorro nació en Granada; era hijo del tercer matrimonio
del Sargento Mayor Diego Chamorro Sotomayor, en esta ocasión con Juana
Francisca Fajardo; estudió en el en el Seminario Tridentino de Nuestra Señora
de la Asunción y en la Universidad de San Carlos, en Nueva Guatemala de la
Asunción, recibiéndose de Bachiller en Filosofía en 1785, con la tesis Propositiones
ex universa Aristotelico Thomistica Philosophia excerptae Quae in Regia Pontificiaque
Divi Caroli Guathimalensi Academia ope, & clientella Beatissimae Virginis Mariae in
501 AGCA, B54, leg. 59, exp. 1385. AGCA, B54, leg. 62, exp. 1660, fol. 5. Zelaya Woodman, 2004:
113-116.
502 AGCA, B54, leg. 62, exp. 1660, fol. 4
503 Referencia a Álvaro Flórez Estrada (1765-1853), jurisconsulto, diputado a las Cortes de Cádiz.
Se exiló en Londres, por haber sido amenazado de muerte por Fernando VII.
504 Referencia a José María Blanco White que en 1814 publicó Bosquexo del comercio en esclavos y
reflexiones sobre este tráfico considerado moral, política, y cristianamente.
156 - Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
Fue expulsado de San Salvador por no haber reconocido a José Matías Delgado como
Jefe Político y porque se creía que el Arzobispo Ramón Casaus y Torres lo propondría
ante la Santa Sede para el Obispado de la Diócesis de San Salvador.514
Otorgó testamento el 9 de agosto de 1827, ante el Escribano Vicente Calderón. Heredó
su biblioteca al Convento de la Recolección. Falleció el 24 de agosto de 1827, en Nueva
Guatemala de la Asunción. Fue sepultado en las bóvedas de la Catedral Metropolitana.
Su lápida señala que fue Canónigo Honorario.
Tonantzin en Mesoamérica
Benito Soto
vuestro Pastor, soy vuestro Padre, soy todo vuestro; os llevo en mi corazón, os amo con
toda la ternura de mi alma y no anhelo sino por vuestro bien y por vuestra felicidad). Y
para concluir la súplica expresa:
Y bien, hijos míos de mi Alma, ¿os negáis a esta súplica, hecha en nombre de
JesuCristo, por un Padre que os ama mil veces más que a si mismo? ¿No me daréis el
consuelo de enjugar por un momento mis lágrimas? ¿Os pesa de que yo sea vuestro
Pastor? ¿Qué esperáis? ¿Por qué no os arrojáis a mis brazos y como no os abrasáis
en los fuegos que me deboran? No, hijos míos, no hay remedio; no me levanto de
vuestros pies, sin que me concedáis lo que os pido. Estoy cierto de que me amáis, y
no dudo que me atenderéis y que, desde ahora mismo, se acabará todo en esa Ciudad;
desde ahora mismo se entablará la paz, la tranquilidad y la subordinación; desde
ahora mismo me juráis un sincero arrepentimiento de todo lo próximo pasado y yo
os prometo a todos, a todos, a nombre del Rey Nro. Sr. Don Fernando 7° (Q.D.G.),540
que si os enmendáis y aquietáis, si me obedecéis y respetáis, si se acaban los ruidos
y motines, si todos os entregáis a vuestros oficios y trabajos, que contra ninguno se
procederá, contra ninguno se obrará, contra ninguno se escribirá, y que ninguno, ni
en manera alguna, se perjudicará. Dadme el consuelo de que yo mismo sea testigo
de vuestra obediencia y subordinación y dadme el consuelo de que yo mismo pueda
decir de que mis hijos, los granadinos, han sobrepujado mis esperanzas y han sido y
serán siempre mi gozo y mi Corona, en nuestro Señor JesuCristo.541
El 11 de abril de 1812, el Padre Policarpo Irigoyen, odiado por los indígenas,
con el apoyo de ladinos de Masaya,542 desconoció al Padre Soto como Comandante
de Armas, por considerar que había llegado para despojarlos de las armas. Al
conocer lo sucedido, García Jerez revocó al Presbítero Soto las facultades que
le había otorgado y encargó que el mando de Masaya lo asumieran en forma
conjunta el Padre Guatemala y el cura Policarpo Irigoyen,543 quien al parecer ya
era su hombre de confianza y asesor en asuntos militares, como lo demostraría
ampliamente cuando el levantamiento de Cleto Ordóñez.
Benito Soto formó parte de los detenidos en Granada, cuando se irrespetó el
armisticio que se había acordado con el Comandante Pedro Gutiérrez. El Obispo
García Jerez nombró Juez Fiscal al Sargento Mayor Alejandro Carrascosa, para
que formara causa á los conspiradores, procurando investigar escrupulosamente quiénes
habían sido los cabecillas de la facción, los autores de las convocatorias sediciosas y los que
habían dirigido las operaciones de la resistencia y del fuego.544 Durante el interrogatorio
que Carrascosa hizo al Padre Soto, éste disculpó al pueblo de los procedimientos
ejecutados desde el 22 de diciembre de 1811 hasta el 21 de abril de 1812. Señaló,
además, que el responsable había sido el Comandante Pedro Gutiérrez, los
peninsulares granadinos asilados en Masaya y el Vicario General José Antonio
Chamorro, quienes no habían acatado órdenes expresas del Obispo García Jerez
y habían impedido llegar oportunamente a la reconciliación. El 29 de enero de
1813, a petición del Obispo Nicolás García Jerez, el Presidente Bustamante y
Guerra ordenó que enviaran a Soto a Nueva Guatemala de la Asunción, de donde
sería trasladado al Castillo de San Sebastián (Cádiz, España).
El 15 de agosto de 1813, día en que los vecinos de Nueva Guatemala de la
Asunción celebraban a su patrona con actos litúrgicos, procesión y, en especial,
con la feria en el Hipódromo del Norte, a la que acudían con sus mejores galas,
un primer grupo de presos de la sublevación de Granada ingresó a la ciudad.
Estaba integrado por Benito Soto, Juan Argüello, Manuel Antonio de la Cerda,
Diego de Montiel, Telésforo Argüello, Pío Argüello, Pedro Joaquín Chamorro,
León Molina, Narciso Hernández, Juan de la Cerda y Francisco Vargas.
Manuel Valladares Rubio, historiador guatemalteco más conocido como
Doctor Fences Redish, en su libro Próceres de la Independencia: Estudios Biográficos,
describe el horripilante cuadro exhibido por los presos a su ingreso a la ciudad:
La larga fila de granadinos al pasar por las calles de Marticorena en medio de un
silencio angustioso, conmovió a los guatemaltecos. Iban lentos y cansados, con grillos
en los pies y sumamente abatidos por la larga caminata, montados en escuálidos
rocines, mal aperados éstos y custodiados por 25 caribes armados.
El 25 de junio de 1817, por indulto real de Fernando VII, fue dejado en libertad
junto con Miguel Lacayo, José Telésforo Argüello, Pedro Joaquín Chamorro, Juan
de la Cerda, Juan Argüello, Manuel Antonio de la Cerda, José Dolores Espinosa
y Juan Cordero, con la condición que no pasaran a América hasta que estuviese
tranquila.545 En 1861, el viajero Alfred de Valois, en Méxique, Havana et Guatémala,
señaló que el Padre Benito Soto murió en el exilio.
546 AGCA, A11, leg. 6934, exp. 57449. AGCA, A12, leg. 2190, exp. 15739, fol. 73v. AGCA, A12, leg.
2190, exp. 15739, fols. 73v, 86v y 116. AGCA, A12, leg. 2190, exp. 15739, fol. 135v.
547 Batallón Fijo o Guarda del Fijo: Cuerpo de milicias disciplinadas creadas en 1779 por el
Presidente Matías de Gálvez. Estaban asentadas en Nueva Guatemala de la Asunción.
Clero influenciado por Grito de Dolores - 173
548 AGCA, B2 5. leg. 29, exp. 744. En Valdés Oliva, 1971: 56.
549 Pedro Molina (1896: 10) señala que Mariano no participó en la conspiración, pero que fue
encarcelado y juzgado porque tuvo conocimiento de ella y no dio parte.
550 Valdés Oliva, 1971: 56.
551 Marure, 1837: 16-17.
Benito Miguelena
Tomás Ruiz
ipsius exemplo, & doctrina in Can. XI. I. D. XXXVII. B. D. Thomas de Ruiz in oratione
praevia ad Lic. demonstrabit: Humanarum literarum studium Ecclesiasticis viris
utilissimum semper, necesarium saepe existere. In Academia Guatemalensi Die X mensis
Augusti ann. D. MDCCCIII.569
Mientras realizaba sus estudios universitarios, Tomás Ruiz mocionó para que
el Claustro Docente de la Universidad de San Carlos (integrado por el Rector
Doctor José Simeón Cañas; los Doctores Fray Juan Infante, Fray Mariano José
López Rayón, José Ignacio de Irungaray, Fray Fermín Aleas, Fray José Joaquín
Figueroa, Mariano García, Fray Luis García, Crisanto Sáenz de Tejada, Fray
Luis Escoto, José Antonio de Córdoba, el Doctor y Maestro Manuel José de
Lara y Arrece; y los Licenciados José Antonio Alcayaga, Presbítero Tomás Ruiz,
Fray Rafael de Aguirre, Fray José Antonio Orellana, José Tomás de Celaya y
Esteban José Pérez) solicitara al Consejo de Indias, por medio de la Audiencia
de Guatemala, que el Colegio Seminario de San Ramón Nonato fuera elevado al
rango de Universidad.570
Aproximadamente cinco meses después de recibirse de Licenciado en
Cánones, el 27 de abril de 1804, recibió el grado de Doctor en Cánones, algo que no
implicaba nuevos estudios, sino tener capacidad económica para cubrir costosos
actos protocolarios (desfile, actividad litúrgica, corrida de toros y obsequios
al claustro), dinero que se lo obsequió su padrino de graduación, el Segundo
Marqués de Aycinena, Vicente de Aycinena y Carrillo, cuya familia controlaba el
comercio trasatlántico, en especial el del añil, y quien en 1811 encabezó la fuerza
represiva guatemalteca que viajó a San Salvador para someter a los sublevados y
que llegó a ser Consejero de Indias. Fue el primer indígena que obtuvo el grado
de Doctor y la leyenda de su tarja de graduación (ilustración 55) es:
Populus Felix quem Ecclesia et imperium beneficius certatim cumulare student.
Matris illa viscera indues temperat leges; ut Christum iugum suave onus leve gens
americana experiatur. Patris vices gerans Caesar oneribus indos eximit honorum
patefacit aditus libertatis, iurum, bonorum vindicator est. Dicant igitur indi: Quibus
plura, marioraque debent beneficia, Petrinae succesoribus, an Catolicis Regibus?
Hoc problema discutiendum obtulit Lic. D. Thomas de Ruiz, natione Indus, cum
an inclita Academia Guatemalensi lauream Doctoralem in Iure Canonico peteret.571
En 1805, pronunció un panegírico durante las honras fúnebres de fray Juan
Gómez. Ese mismo año, siendo párroco en El Viejo, ayudó a sus feligreses
a promover y ganar litigios relacionados con el pago del tributo y diezmo.
Además, consiguió que el Presidente Antonio Pío González Mollinedo y Saravia
destituyera al Juez Subdelegado Intendente de El Viejo Calixto Robledo y llamara
la atención al Gobernador Intendente de León, José Salvador.572 Todo esto se
inició cuando el Juez Subdelegado intentó encarcelar a la indígena Antonia
581 AGCA, A1, leg. 49, exp. 484, fol. 22v. Müller, 1977: 28.
582 AGCA, A1, leg. 49, exp., 484, fols. 36-37.
583 AGCA, B25, leg. 29, exp. 751.
584 Ruiz, 1937-II: 128-132.
Clero influenciado por Grito de Dolores - 183
592 Sobrino de Mariano, hermano de su papá; y primo porque su mamá era hermana de la de
Mariano.
593 En la Historia de la Filosofía, los Conceptos Universales han suscitado profundas controversias
a partir de Platón que consideró que existían en el Hyperuranio o Topos Uranos y que eran
los que definían todos los fenómenos de este mundo.
Clero, Independencia e Intereses Personales - 187
E xiste una biografía del Presbítero Juan José de Aycinena y Piñol, titulada
Apuntes Biográficos (ilustración 58), posiblemente escrita por José Milla y
Vidaurre y publicada por entregas en La Gaceta Oficial, cuando era su Director.
594 Medina, 1910: 467, 484-485, 533, 551 y 627. Apuntes, 1865: 2-4.
595 Álvarez, 1982: 71-72.
596 Apuntes, 1865: 23.
597 AGCA, A140, leg. 1767, fol. 249v. Apuntes, 1865: 2.
598 AGCA, A140, leg. 1768, fol. 262.
599 Apuntes, 1865: 3.
188 - Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
libras para completar el pago, por más razones que diesen se les llenaba de injurias,
se les amenazaba con no habilitarlos, y con desacreditarlos para que no encontrasen
protectores. Si traían libras de más se les recogían para pagar en géneros. Entonces
los pobres pedían los efectos que necesitaban, y por los cuales no sabían el precio
que se les cargaría. Aquellos tigres formaban una cuenta escrita con sangre, y sin
dignarse siquiera enseñar a sus víctimas el cuchillo, les daban la cruel puñalada
que les costara un año cicatrizar al mismo tiempo que recibieran otra nueva. Tenían
que vender sus géneros por la cuarta parte del precio a que se les cargaba (el cual
nunca sabían) para subvenir a las necesidades de su casa, y a los trabajos del campo;
y cuando por sus enfermedades o las de su familia se hallaban en imposibilidad de
trabajar, quedaban arruinados para siempre.
¿Quién buscó a quién? La Familia Aycinena tenía sus razones para tal alianza,
pues estaba convencida que la Monarquía española debía concentrar parte de su
poderío militar en la misma Península Ibérica para evitar otro alzamiento como
el de Riego, y la restante debía continuar manteniéndola en Sudamérica para
contrarrestar los movimientos insurgentes. Esto fue el motivo por el que, por
un lado, la Familia Aycinena entró en pláticas con Agustín de Iturbide quien,
en alianza con el alto clero, terratenientes, grandes comerciantes e insurgentes
encabezados por Vicente Guerrero, se proponía proclamar la independencia de
Nueva España bajo un Gobierno monárquico moderado en el que se ofrecía la
unión íntima de americanos (criollos) y europeos (peninsulares); y por otro se
alió con los intelectuales liberales guatemaltecos.
Diferente era la situación de estos últimos, es decir, los cacos603 o fiebres, dirigidos
por Pedro Molina, pues en marzo de 1821 habían participado y perdido en las
elecciones de Ayuntamientos Constitucionales y Diputaciones Provinciales, las
que habían sido ganadas por los conservadores, serviles, gazistas o bacos, cuyo
dirigente principal era José Cecilio del Valle. Al respecto, en su Bosquejo Histórico
de las Revoluciones de Centro América, Alejandro Marure señaló:604
Los Gazistas ó Bacos se hicieron más fuertes y numerosos, porque contaban con
el auxilio de los gobernantes, porque lisonjeaban á los artesanos con la esperanza de
que se prohibiría el comercio con Walis [Belice] y la introducción de todo género de
algodón, y porque, contando entre los suyos á muchos ricos negociantes, prodigaban
el oro entre la clase ignorante y miserable, que arrastrada por la necesidad, se
presentó tumultuariamente en los actos electorales á dar sus vendidos votos. A
favor de estos medios ganaron completamente las elecciones de diputados á Cortes y
demás funcionarios que creaba la Constitución: triunfo efímero que disiparon muy
pronto acontecimientos posteriores y de mayor importancia.
Viendo los Cacos que todas las nuevas municipalidades ó ayuntamientos ivan á
componerse de sus enemigos, y que la representación de Guatemala en las Cortes
605 Hasta 1812 por 166 virreyes europeos, 4 americanos; por 588 capitanes generales, presidentes
y gobernadores europeos, 14 americanos. Segunda Carta de un americano al español, Pág. 141.
606 Editor, 1954-III: 699-700.
607 Editor, 1954-III: 703.
608 Editor, 1954-III: 704.
Clero, Independencia e Intereses Personales - 191
Br. don Lino García, y dicho señor gobernador intendente se acercó a la mesa y
poniendo la mano izquierda sobre el Santo Evangelio y su derecha en el puño de
la espada, le fue tomado el juramento por el mismo eclesiástico bajo los términos
siguientes: ¿Juráis a Dios y prometéis bajo la cruz de vuestra espada observar la
santa religión católica, apostólica romana? Sí juro. ¿Juráis hacer la independencia
del Imperio, guardando para ello la paz y la unión de europeos y americanos? Sí
juro. ¿Juráis la obediencia al Sr. D. Fernando VII, si adopta y jura la Constitución
que haya de hacerse por las Cortes de esta América Septentrional? Sí juro. Si así lo
hacéis, el Señor Dios de los ejércitos y de la paz os ayude; si no os lo demande.
A continuación, como Jefe Político Superior, juramentó a las autoridades
edilicias, a los empleados gubernamentales, a los oficiales y al comandante de las
compañías milicianas. De ahí, pasaron a la catedral donde, después de oír misa
con sermón del fraile dominico Vicente Vives, se cantó un Tedeum y se tomó el
juramento a los prelados seculares y regulares. El 28 de septiembre, al conocerse
que en Guatemala se había también declarado la independencia, el Ayuntamiento
de Ciudad Real de Chiapa declaró: Que la Provincia de Chiapa que se ha declarado
independiente espontáneamente no reconoce otro gobierno que el del Imperio Mexicano
conforme a los tratados celebrados por los Excelentísimos señores [Agustín de] Iturbide,
y [Juan] O’Donojú”. El 26 de octubre de 1821, la Diputación Provincial de Chiapas
solicitó unirse al Imperio Mexicano.609
A finales de agosto de 1821, en su Casa Señorial, ubicada en el flanco sur
de la Plaza de Armas, la Familia Aycinena e intelectuales liberales redactaron
el Plan Pacífico de Independencia y, so pretexto de evitar una conmoción popular,
establecieron:
• mantener como Jefe de Gobierno a Gavino Gaínza,
• no hacer innovación política alguna,
• celebrar una Junta Generalísima,
• proclamar la independencia de España siguiendo el Plan de Iguala
• custodiar el salón del Real Palacio con una guardia de negros comandada por
Justo Milla (posiblemente ha de haber sido escogida entre los que Juan José
había catequizado y bautizado),
• armar grandes reconvenciones y alboroto durante el acto,
• proteger a los españoles y
• celebrar un Tedeum en la Catedral.
Alea jacta est.610 La Familia Aycinena y los ideólogos liberales decidieron no
dar marcha atrás. El 27 de agosto de 1821, sustituyeron el nombre de El Editor
Constitucional por el de El Genio de la Libertad, para promover abiertamente la
independencia política del Reino de Guatemala, en la que los grandes comerciantes,
las autoridades gubernamentales y el alto clero tendrían un papel protagónico.
¡Eterna maldición a los enemigos de tu nombre! ¡Loor y bienes eternos a los que te
amen!
Un día después, el 4 de septiembre de 1821, cuando Gaínza pidió al Alcalde
Primero, Mariano Larrave, procesar por alterar el orden público a José Francisco
Córdova, más conocido como Cordovita y caracterizado por Ramón A. Salazar617
como hombre público de pequeña estatura, nervioso, decidor y con ribetes de intrigante,
Mariano de Aycinena y Piñol, en su calidad de Síndico Municipal, durante un
cabildo abierto, le expresó frente a los asistentes que Guatemala debía seguir
la misma suerte de México, señaló que las firmas en favor de la independencia
eran para evitar un alzamiento popular y añadió que las autoridades constituidas
seguirían siendo las mismas.618
El domingo 9 de septiembre de 1821, enterada la Familia Aycinena que el Jefe
Político Interino Gavino Gaínza había mandado recoger y archivar un Manifiesto
que había publicado el 10 de abril de 1820 contra Agustín de Iturbide, y que
no tenía más guía en sus operaciones que su propio interés y conveniencias, en forma
reservada, le envió una copia del Plan Pacífico de Independencia, refrendada con
las siglas A.M.B.B. (es decir, Familia Aycinena, Pedro Molina, José Francisco
Barrundia y Manuel Beltranena), en cuyo artículo 1° se le proponía como jefe
interino del nuevo gobierno.619 En su respuesta, éste mostró complacencia y
acuerdo con su contenido:
Señores: El portador ha cumplido su encomienda y lleva verbalmente mi decisión
favorable a la causa. Espero tan sólo noticias fidedignas de la Nueva España para
fijar la fecha que Uds. se servirán sugerir.620
Conocida la respuesta de Gaínza, la Familia Aycinena y los intelectuales
liberales, sus aliados, enviaron a José Cayetano Bedoya a Oaxaca —quien había
sido indultado a finales de 1819 por su participación en la Conspiración de
Belem— para que informara al General Nicolás Bravo que estaban decididos a
declarar la Independencia, pero que requerían un apoyo militar de México.621 Tal
misión no alcanzó su propósito inmediato, pues se precipitaron los acontecimientos
en Guatemala.
El 11 de septiembre de 1821, durante una tertulia en casa de Felipa Montúfar,
más conocida como Nana Lipa, situada en la 10ª avenida y 11 calle, el Jefe
Político Interino Gaínza hizo muestras públicas de su adhesión al Plan Pacífico de
Independencia, lo que agradó a la Familia Aycinena y a los cacos (independentistas).622
Después del recibimiento de correos de los Ayuntamientos de Tuxtla, Ciudad
Real y Comitán en que informaban que habían declarado la Independencia y
adherido al Plan de Iguala, a petición de Mariano de Aycinena y Piñol, Gaínza
escogió la fecha del 15 de septiembre de 1821 para que una Junta de Notables
decidiera el futuro político del Reino de Guatemala. En tal día, conforme al inciso
11.2 del Plan Pacífico de Independencia, desde corredores, ventanas y portal del Real
Palacio (ilustración 59), el Presbítero Juan José de Aycinena y Piñol dirigió las
reconvenciones y alboroto contra los opositores a la declaración de independencia.
No lo acompañó su tío Mariano, porque en ese momento representaba al
Ayuntamiento de Nueva Guatemala de la Asunción en la Junta de Notables,
pero sí lo hicieron Pedro Molina, Dolores de Bedoya de Molina, José Francisco
Barrundia y Basilio Porras, así como algunos vecinos que el Tesorero Manuel
Vela calificó como una gavilla de hombres comprados.623
Los improperios e insultos fueron en especial contra José Cecilio del Valle
y el Arzobispo Ramón Casaus y Torres por querer postergar la declaración de
independencia, mientras que los hurras y vivas para el Presbítero José María
Castilla, integrante del partido liberal o de los fiebres, que estaba a favor de la
declaración de independencia absoluta. Juan José de Aycinena y Piñol cumplió
su cometido pues, a pesar que sólo 23 de los 53 asistentes624 votaron en favor de la
Independencia, la mayoría de los integrantes de la Junta de Notables abandonó
el salón del Real Palacio en que estaban sesionando. En sus Memorias para la
Historia de la Revolución de Centroamérica, Manuel Montúfar y Coronado625 explica
que, después del retiro de los opositores a la Independencia, la sesión continuó
sin formalidad alguna […] El Gobierno quedó de hecho en las manos de Gaínza, y la
Diputación Provincial convertida en Junta Provisional Consultiva. Por su parte, en su
Bosquejo Histórico de las Revoluciones de Centro América, Alejandro Marure626 ofrece
otros detalles:
Como la mayoría de la Junta General había estado porque se declarase la
independencia, y los concurrentes la pedían con instancia, la Diputación Provincial
y el Ayuntamiento que permanecieron reunidos y se consideraron, en este caso,
como órganos legítimos de la voluntad pública, acordaron los puntos que contiene
la famosa ACTA de aquel día.
A partir de ese momento, el autonombrado petit comité —integrado por
Gavino Gaínza, Lorenzo de Romaña, José Matías Delgado, Manuel Antonio de
Molina, Mariano de Beltranena, José Mariano Calderón, Antonio Rivera Cabezas,
Mariano de Larrave, Mariano de Aycinena, José Antonio de Larrave, Pedro de
Arroyave e Isidoro del Valle y Castriciones— se atribuyó la representación de
todas las provincias y decidió la suerte política del Reino de Guatemala. Es más,
Gaínza incorporó a la reunión a su consejero político-jurídico, José Cecilio del
Valle; y Mariano de Aycinena al consejero de familia, Miguel de Larreynaga,
originario de León (Nicaragua). El Acta de Independencia que allí se redactó repitió
cláusulas del Plan Pacífico de Independencia, como:
• prevenir las consecuencias que sería temibles en el caso de que la proclamase de hecho
el mismo pueblo;
• Gavino Gaínza continúe con el Gobierno Superior Político y Militar;
• No haciendo novedad en las autoridades establecidas, sigan estas ejerciendo sus
atribuciones.
Gaínza y Mariano de Aycinena aprovecharon tales circunstancias para
consolidar a su favor el poder político, pues en el artículo 8° del Acta de Independencia
establecieron una Junta Provisional Consultiva para que asesorara al Jefe Político
en todos los asuntos económicos y gubernativos, dignos de su atención. Fue conformada
por Miguel de Larreynaga, José Cecilio del Valle, el Tercer Marqués de Aycinena
Juan José de Aycinena y Piñol, José Esteban Valdez y del Corripio, José María
Candina y Antonio Robles, lo que dio a la Familia Aycinena mayor hegemonía
pues, además del Ayuntamiento de la ciudad capital, ahora también controlaba
el poder político central.
El tipo de independencia anhelada por la Familia Aycinena quedó manifiesto
el día siguiente de la declaración cuando la Junta Provisional Consultiva elaboró
un Bando de Buen Gobierno que, después de ser rubricado por el Jefe Político
Superior Gavino Gaínza, fue impreso, pregonado en las principales atrios y
plazas y pegado en los edificios públicos de Nueva Guatemala de la Asunción. Su
contenido es altamente coercitivo y nugatorio de la columna sobre la “libertad”
que José Francisco Barrundia publicó en El Genio de la Libertad, el 3 de septiembre
de 1821. Eso se podía esperar de Gaínza, pero no de tres de sus miembros —
Juan José de Aycinena y Piñol, José Esteban Valdés y del Corripio y Ángel María
Candina— que como sacerdotes lo lógico era que sus palabras y acciones no
fueran antagónicas con las enseñanzas del Sermón de la Montaña. Varios incisos lo
evidencian:
IV: Aunque no es de esperar que alguna persona se oponga a la decidida voluntad
general, ni proponga perturbar la quietud con que este honrado vecindario ha entrado
al goce de sus derechos; si alguna hubiese de cualquier clase, grado y condición
que directa o indirectamente con discursos o con obras intentase trastornar, o
desacreditar el sistema adoptado de Independencia, y restablecer el gobierno español,
196 - Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
Anexión a México
E l autor de Apuntes Biográficos del Ilmo. Sr. D. Juan José de Aycinena —a mi juicio,
José Milla y Vidaurre—, al referirse a Reflexiones sobre reforma política en Centro
América, más conocido como El Toro Amarillo,639 escrito de dicho personaje, emitió
el siguiente juicio categórico:
Se ha atribuido por algunos á aquellos tres opúsculos [El Toro Amarillo] la disolución de la antigua
Federación de Centro América. Si esto fuese cierto, sería el mayor servicio que el autor hubiese
prestado á su país; librándolo de aquel sistema perjudicial y funesto.640
¿Cuánta verdad hay en tan oficiosa defensa? Después que Francisco Morazán,
a la cabeza del Ejército Aliado Protector de la Ley, invadiera Guatemala, Juan José
de Aycinena y Piñol y los principales miembros de su familia salieron al exilio.
Entre 1832 y 1834, mientras residía en Estados Unidos, publicó por entregas El
Toro Amarillo, en cuya primera parte pormenorizó las matanzas, saqueos, ataques
a la propiedad, persecuciones y venganzas, producidas por los liberales en
Guatemala a partir de 1824. En la siguiente, expuso que el origen de la anarquía
se localizaba en el error cometido por la Asamblea Nacional Constituyente en
1824, al proclamar la Federación de los Estados, antes de que éstos se hubieran
constituido legalmente. Finalmente, propuso rectificar tal error y permitir a los
Estados federarse de manera correcta.
Autores de distintas ideologías han opinado con dispares criterios sobre tal
escrito. La postura de Juan José sobre la Federación es clara y no deja lugar a
dudas:
Centro-americanos: cuando desaparezca el poder que hoy os oprime con nombre de
gobierno federal, habréis dado el primer paso para dejar de ser miserables esclavos:
cuando hubiereis recobrado la soberanía que corresponde á cada estado, seréis libres:
cuando por medio de representantes nombrados por acto espontáneo de vuestra
voluntad estableciereis una ley fundamental en cada estado, que declarando vuestros
derechos individuales y vuestras obligaciones como ciudadanos sea fielmente
observada, habréis afianzado vuestra libertad.641
Juan José de Aycinena y Piñol retornó a Guatemala en 1837, cuando era Jefe de
Estado Mariano Gálvez, personaje que, entre 1821 y 1822, como Secretario de la
Junta Provisional Consultiva favoreció la Anexión a México, al manipular el conteo
de los votos llegados de las Provincias. Así lo denunció Juan de Dios Mayorga
y Lanuza, Abogado, terrateniente, político liberal y Ministro Plenipotenciario
de la República Federal de Centro América ante el Gobierno de México, en un
cuaderno que imprimió en Nueva Guatemala de la Asunción, el 3 de agosto de
1831, titulado Observaciones sobre la conducta política del doctor Mariano Gálvez con
respecto a los horribles males que ella ha causado a Centro América.642
Por eso no es de extrañar que Mariano álvez aprovechara el retorno de Juan José
de Aycinena y Piñol y lo nombrara el 15 de diciembre de 1837 Ministro de Justicia
y Gobierno, pues en ese momento los principales ideólogos guatemaltecos del
liberalismo, José Francisco Barrundia, Pedro Molina y Antonio Rivera Cabezas,
habían radicalizado la oposición a su propio Gobierno y la habían hecho pública
en los periódicos La Opinión y El Semi-Diario de los Libres, exigiendo a Gálvez
cesar con las medidas represivas, realizar reformas democráticas y conciliarse
con el caudillo Rafael Carrera que operaba en la región oriental. El Jefe de Estado,
Mariano Gálvez, contraatacó con varios artículos en La Verdad, en que los acusó
de perseguir ambiciones personales antes que el bienestar de la nación, así como
la de ser los responsables de la guerra civil y la anarquía por alentar la revuelta
de Rafael Carrera.
Al ser abandonado por sus correligionarios liberales y hasta por el mismo
Francisco Morazán, Presidente de la República Federal del Centro de América,
Mariano Gálvez buscó mayor apoyo entre los dirigentes conservadores de la
ciudad capital, pero sólo consiguió que el Presbítero Juan José de Aycinena y
Piñol permaneciera un mes en el cargo, lo que, según el historiador Alejandro
Marure,643 sólo sirvió en Guatemala para avivar más las animosidades de los partidos:
tuvieron, por tanto, los nuevos Ministros (Señores Juan José Aycinena y Marcial
Zebadúa y León644) que hacer dimisión un mes después de su nombramiento, sin recoger
otro fruto de su manejo desinteresado que los insultos que se les prodigaran por medio de
la prensa.
Durante ese mismo mes de diciembre, por medio del periódico La Nueva Era,
Gálvez invitó a los dirigentes liberales que le estaban criticando a reconciliarse
y enfrentar unidos la rebelión campesina de Chiquimula y Zacapa, pero en
respuesta, Antonio Rivera Cabezas en el periódico Diálogo entre don Anselmo
Quirós y don Miguel Eguizábal que publicaba en San Salvador, lo calificó de
califa, mandarín y tirano; además, otros de los dirigentes liberales lo acusaron de
traicionar la revolución liberal, al restringir las libertades del pueblo, lo que había
provocado el malestar campesino.
Y Troya ardió. La anarquía política imperaba en Nueva Guatemala de la
Asunción, así como en Antigua Guatemala, y Mariano Gálvez se aferraba al
poder como Jefe de Estado. El Marqués Juan José de Aycinena y Piñol aprovechó
la ocasión y consiguió que algunos diputados de la oposición liberal firmaran
un convenio de amnistía,645 pero la calma sólo duró un día, pues los dirigentes
liberales más radicales prefirieron pedir a Rafael Carrera que, manu militari, pusiera
orden en la ciudad capital; y éste lo hizo el 1 de febrero de 1838, invadiéndola en
compañía de alrededor de 12,000 campesinos, los Montañeses de Oriente. John
Lloyd Stephens, testigo directo de lo que aconteció, en forma tendenciosa, racista
y denigrante, describió ampliamente el ingreso en su Incidents of Travel in Central
America, Chiapas, and Yucatan:
Many, who had never left their villages before, looked wild at the sight of the houses
and churches, and the magnificence of the city. They entered the plaza, vociferating
“Viva la religión, y muerte a los etrangeros!” Carrera himself, amazed at the
immense ball he had set in motion, was so embarrassed that he could not guide his
horse. He afterward said that he was frightened at the difficulty of controlling this
huge and disorderly mass. The traitor Barundia, the leader of the opposition, the
Catiline646 of this rebellion, rode by his side on his entry into the plaza.647
Al proseguir el relato, Stephens648 se refirió a las demandas y al poder de los
curas que acompañaban a Carrera:
And Carrera alone had power to control the wild elements around him. As soon
as possible some of the authorities sought him out, and in the most abject terms
begged him to state on what conditions he would evacuate the city. He demanded
the deposition of Galvez, the chief of the state, all the money, and all the arms the
government could command. The priests were the only people who had any influence
with him, and words cannot convey any idea of the awful state of suspense which
the city suffered, dreading every moment to hear the signal given for general pillage
and massacre.
Mariano Gálvez renunció como Jefe de Estado el 2 de febrero de 1838 y, con
la ayuda del Canónigo Antonio de Larrazábal, escapó y se dirigió de incógnito
a México. A su retorno a Oriente, Carrera llevaba consigo 2,000 fusiles nuevos
que Gálvez tenía escondidos en las criptas de la Catedral. ¿Quién se lo había
permitido? ¿Larrazábal, Vicario Capitular? O ¿Juan José de Aycinena y Piñol,
en agradecimiento al nombramiento ministerial? En ese momento, Gálvez
tenía buenas relaciones con el alto clero, pues hasta le habían consentido que el
Gobierno funcionara en el Palacio Arzobispal.649
Contraria a la exposición del diplomático americano y famoso arqueólogo,
John Lloyd Stephens, Miguel García Granados,650 político liberal opositor a
Gálvez que participó en su caída, señaló:
aunque cuasi toda la ciudad estuvo por espacio de tres días en poder de aquellas
hordas salvajes, no hubo robos, ni otros desórdenes lamentables, a excepción de la
muerte del Vicepresidente de la República Federal, José Gregorio Salazar.
A partir de entonces, Carrera se convirtió en el “hombre fuerte” (ilustración
61), los liberales empezaron a declinar y el Partido Servil, cuyo principal corifeo
era Juan José de Aycinena y Piñol, a recuperar el poder político, el que consiguió
646 Catilina: Político romano, perteneciente a la facción de los populares, que encabezó una
conspiración, la que fue denunciada por Cicerón en su célebre De conjuratione Catilinae.
647 Stephens, 1841-I: 232. Muchos que nunca habían salido de sus pueblos, miraban atónitos el esplendor
de las casas e iglesias, así como la magnificencia de la ciudad. Entraron a la plaza gritando “Viva la
religión y muerte a los extranjeros”. Carrera mismo, asombrado de la enorme muchedumbre que había
reunido, no conseguía dominar su caballo. Posteriormente, dijo que había temido perder el control de
la inmensa y desordenada muchedumbre. [José Francisco] Barrundia, líder de la oposición, traidor y
el Catilina de la rebelión, cabalgaba a su lado, al entrar a la Plaza [traducción libre].
648 Stephens, 1841-I: 232-233. Carrera era el único que podía controlar a la muchedumbre furiosa que
le rodeaba. Pronto, algunas autoridades lo visitaron y, como pudieron, le solicitaron las condiciones
que debían cumplir para que abandonara la ciudad. Respondió la deposición de [Mariano] Gálvez,
todo el dinero y todas las armas del Gobierno. Los curas eran los únicos que tenían influencia sobre él
y las palabras son incapaces de dar una idea del terror que la ciudad sufría, temiendo a cada momento
escuchar la orden de iniciar el saqueo y masacre.
649 García Granados, 1952-IV: 473.
650 García Granados, 1952-IV: 473-474.
202 - Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
A lejandro Marure661 sostiene que José Matías Delgado y Manuel José Arce
fueron los líderes principales de la sublevación independentista de San
Salvador, iniciada el 5 de noviembre de 1811, para apoderarse de 3,000 fusiles y
Fagoaga y otros más por haber amotinado a los pobladores de los barrios, cuando
él suspendió la elección de una Junta Subalterna Económica y Consultiva, para
que personas exaltadas y contrarias a los serviles no fueran elegidas. Por tal razón,
la Junta Provisional Consultiva de Guatemala nombró a Delgado interventor con
amplios poderes y le ordenó marchar a San Salvador y obrar aun en lo militar
como lo exigieran las circunstancias.666 El 27 de octubre de 1821, antes de llegar a
San Salvador, estando en Santa Ana, destituyó a Pedro Barriere y al Alcalde de
San Salvador Casimiro García Valdeavellano, liberó a los prisioneros, separó a los
empleados sospechosos, extinguió el Cuerpo de Voluntarios de Fernando VII y
ordenó la instalación de una nueva Junta Gubernativa Provincial, conforme a los
deseos del pueblo.667
El 11 de enero de 1822, siendo Jefe Político Superior, al recibir la noticia que en
Guatemala la Junta Provisional Consultiva había aprobado la Anexión a México,
encabezó una primera protesta antianexionista de los vecinos de San Salvador.
Siete días después, el 18 de diciembre de 1821, un Cabildo Abierto desconoció la
autoridad de Gavino Gaínza y proclamó que ninguna autoridad podía derogar
el artículo 2º del Acta de Independencia: Que desde luego se circulen oficios a las
Provincias por Correos extraordinarios para que sin demora alguna se sirvan proceder
a elegir Diputados o Representantes suyos y estos concurran a esta Capital a formar el
Congreso que deba decidir el punto de Independencia y fixar, en caso de acordarla, la
forma de gobierno, y ley fundamental que deba regir.
El rechazo hecho por San Salvador y Chiquimula a la Anexión a México obligó
a Gavino Gaínza a solicitar el 18 de febrero de 1822 a Vicente Filísola el envío
urgente de 500 soldados:
Pedirle que, para contener los excesos y desórdenes que van brotando hasta en
pueblos antes los más pacíficos y hoy seducidos, corrompidos y extraviados por
genios, más bien que díscolos, ansiosos de mejorar de fortuna, como el proverbio
dice, a río revuelto, se sirvan poner en marcha para el interior de este reino, con la
brevedad posible, quinientos hombres.668
Para complicar más las relaciones entre Guatemala y San Salvador, el 13 de
enero de 1822, Delgado nombró Comandante General de la Provincia de San
Salvador a Manuel José Arce y lo envió a combatir a las fuerzas anexionistas de
Santa Ana y Sonsonate, población en la que derrotó al Sargento Mayor Nicolás
Abos Padilla, entre el 11 y 12 de marzo de 1822.669 Poco después, el 30 de marzo,
consiguió que la Junta Gubernativa Provincial erigiera la Diócesis de San Salvador
y le nombrara Obispo (ilustración 63), decreto que fue firmado por Manuel José
Arce, Antonio José Cañas, Juan Manuel Rodríguez, Domingo Antonio Lara, Juan
de Dios Mayorga y Ramón Meléndez.670 Aunque la Junta Gubernativa Provincial
666 Marure, 1837: 36. AGCA, B54, leg. 60, exp. 1521.
667 AGCA, B54, leg. 59, exp. 1402. Marure, 1837: 36-37.
668 En Rubio Sánchez, 1985: 222.
669 AGCA, B5, leg. 75, exp. 2246, fol. 5.
670 García, 1939-II: 119.
208 - Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
688 Juan de Solórzano Pereira, Política indiana. Libro cuarto: en que se trata de las cosas eclesiásticas y
patronato real de las Indias (Madrid: BAE).
689 En Guandique, 1962: 213 y 219.
690 García, 1939-II: 125-127.
214 - Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
J osé Matías Delgado, primo hermano de José de Arce y León, papá de Manuel
José Arce, además de presionar a su sobrino segundo para que hiciera cumplir
lo decidido por el Senado, expulsó de El Salvador a los párrocos que eran fieles
al Arzobispo.701 La respuesta de la curia en Nueva Guatemala de la Asunción no
se hizo esperar:
Muchos eclesiásticos fueron destituidos de sus beneficios y expulsados del territorio
salvadoreño, y pasaron de 40 los que tuvieron que emigrar de aquel Estado. En
Guatemala se vieron sujetos á iguales tratamientos los sectarios de Delgado. La
intriga y las sugestiones se emplearon por ambas partes; se predicaba en pro y en
contra; y aun llegaron á excitarse algunas sediciones, tales como la que promovió en
San Salvador Fray Anselmo Ortiz (el 25 de Julio de 824) cuando, por comisión del
Metropolitano, pasó á aquella Ciudad á predicar contra la nueva mitra.702
Así como a sola esta Santa Sede corresponde enviar e instituir Obispos, también el
destituirlos, el fijar nuevos límites a las diócesis o aprobar su división pertenece a la
potestad del Sumo Pontífice.704
A Casaus y Torres le expresó:
Commendamus maximopere zelum tuum Alabamos en gran manera tu celo pastoral,
pastoralem, qui quantum in te fuit impiis pues que en cuanto pendió de ti, resististe a
hujusmodi ausivus obstiteris; minimeque estos impíos atrevimientos; y no dudamos de
dubitantes, quin eodem semper animo que, despreciando cualquier peligro, has de
causam Domini et Ecclesiae ejus, quovis defender siempre con el mismo valor la causa
comptempto periculo, sis defensurus, de Dios y de su Iglesia, te mandamos que
mandamus tibi, ut eodem Parocho et, hagas saber sin rebozo en Nombre Nuestro
si opus sit, ipsis etiam rerum civilium al mismo párroco, y si fuere necesario,
moderatoribus, Nomine Nostro, aperte también a los gobernadores de las cosas
denunties, reprobari omnino a Nobis civiles, que Nos reprobamos absolutamente
rationem hujusmodi et intrusum illum lo hecho; y que amonestes a ese intruso que
admoneas, ut e barathro emergat, quo salga del abismo en que se ha precipitado
se dedit praecipitem, innumeras eodem habiendo de arrastrar tras sí a innumerables
animas attracturus, eum adhortans ad almas; exhortándole a reparar el escándalo
scandalum reparandum, et Sanctae hujus y a implorar la misericordia de esta Santa
Sedis misericordiam implorandam, ne Sede, para no vernos precisados a decretar
inviti cogamur in ipsum descernere, contra él lo que exigen la justa severidad
quae justa Sacrorum Canonum severitas, de los sagrados cánones y la obligación de
et Apostolici nostri muneris officium Nuestro ministerio apostólico.
requirunt.
Fuente: En Estrada Monroy, 1974-II: 471-472.
A José Matías Delgado el Papa León XII le dijo: Has entrado como ladrón y
salteador en el redil de las ovejas, no por la puerta, sino por otra parte, para matar y
perder. Y le señaló 50 días, a contar de la fecha que recibieres estas nuestras letras,
para separarse del ministerio usurpado ilegítimamente705 y reparar el escándalo, con
la advertencia de que, en caso de no obedecer, ipso facto, se convertiría en un
cismático, contumaz y vitando.706 El Presbítero Delgado obedeció la admonición del
Sumo Pontífice y continuó ejerciendo su labor eclesiástica como Vicario de la
Parroquia de San Salvador.707
Sin embargo, en este caso la sentencia Roma locuta, causa soluta no se cumplió,
como cuando fue expresada por primera vez. ¿Qué lo impidió? A su retorno del
Congreso Bolivariano,708 Pedro Molina se quedó conspirando en San Salvador
que todos los actos del sacerdote salvadoreño eran nulos y le fijó 50 días para
renunciar a su cargo, con la advertencia de que, en caso de no obedecer, incurriría,
ipso facto, en el pecado de cisma.
Los diputados liberales de Guatemala y El Salvador apelaron a la Asamblea
Nacional Constituyente, la que el 18 de julio de 1825 sólo resolvió lo referente a la
creación de la Diócesis de San Salvador, solicitud que el Presidente Manuel José
Arce debería realizar. Como éste no lo hizo, los dirigentes liberales le quitaron
el apoyo y empezaron a fustigarlo por medios impresos, lo que fue aprovechado
por los conservadores para brindarle ayuda política. Se iniciaba así una nueva
etapa de la contienda entre fiebres (liberales) y serviles (conservadores), sólo que
ahora a los medios impresos y al debate en la tribuna se añadió el de las armas, lo
que provocó un largo y cruento período de batallas campales.
Como el Presidente Arce encarceló al Jefe de Estado de Guatemala, Juan
Nepomuceno Barrundia, el Vicepresidente Cirilo Flores, en su calidad de Jefe
de Estado interino, trasladó la Jefatura primero a San Martín Jilotepeque y,
poco tiempo después, a Quetzaltenango, pero allí un soldado de fortuna y jefe
militar de los liberales, José Pierzon, al arrebatar bestias de montar a los vecinos,
provocó que el pueblo, aconsejado por los frailes franciscanos, se sublevara y
buscara a Cirilo Flores, quien huyó y se refugió en la Iglesia de San Francisco (en
la actualidad, catedral de Quetzaltenango), pero el asilo sagrado fue violado, se
le sacó y linchó el 13 de octubre de 1826.
Mientras esto acontecía en Quezaltenango, los enfrentamientos bélicos
continuaban y se incrementaban en El Salvador. A finales de 1828, los liberales
salvadoreños utilizaron los fondos del diezmo del añil y el 15% de las capellanías
para que Francisco Morazán organizara el Ejército Aliado Protector de la Ley con
reclutas de Honduras, El Salvador y Nicaragua. El adiestramiento estuvo a cargo
de los soldados de fortuna Nicolás Raoul, José Pierzon, Marcial Prem y Manuel
José Narciso de Jonama. Esta nueva fuerza militar cambió el rumbo de la guerra
en favor de los liberales pues, después de invadir y sitiar Nueva Guatemala de
la Asunción, consiguieron que el Jefe de Estado Mariano de Aycinena y Piñol
capitulara el 12 de abril de 1829. Morazán no cumplió con lo acordado, pues
apresó, expropió y expulsó a los principales dirigentes de los conservadores. Lo
mismo hizo con el Arzobispo Ramón Casaus y Torres y las órdenes religiosas de
los dominicos, franciscanos y recoletos que habían estado detrás de los supuestos
milagros y cartas de los ángeles de Madre María Teresa de Aycinena y Piñol. En
1830 se autonombró Presidente de la República Federal y trasladó el Congreso
Federal a San Salvador.
En 1831, Mariano Gálvez ganó las elecciones de Jefe de Estado de Guatemala.
Su gobierno se caracterizó por la ejecución de profundas reformas liberales:
impulso de la educación, matrimonio civil, confiscación de fondos eclesiásticos,
supresión del diezmo, impuesto territorial, supresión de feriados religiosos,
secularización de cementerios, libertad de culto, proyectos de colonización de
tierras estatales y ejidales en Chiquimula, Izabal, Verapaz y Totonicapán en favor
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y honra de los artesanos de la Asunción 226 126, 158, 171, 177, 185, 187,
25 Presidente 76 203, 214, 217, 229
y gremios artesanales 25 se apodera de 2,000 fusiles abucheado en el Real
Capuchinos 201 Palacio 194
San Martín de Soto, Luis y conservadores 226 acusa a José Gabriel
de 76 y curas 201 O’Horan 132
Carácter divino de los reyes y Tratado Aycinena-Wyke acusa a Tomás Ruiz de
49 203 adicto a la bebida 182
Cárceles Carrillo, Ana María 108 acusa de apóstata a José
conventuales 112 Carrillo, Basilio 134, 148 Víctor Castrillo 176
Cardenal de Borbón 77 Carrillo de Albornoz, Miguel anulación del Decreto de
Cardenales Corregidor de extrañamiento 202
Gotti, Vicente Luis 101 Quetzaltenango 89 a punto de ser linchado
Cárdenas, Mariano oposición a Intendencia de 119
y Conspiración de Belem Los Altos 89 Arzobispo 98, 221
173 y restauración del carta a León XII 213
Cargos vitalicios 120 repartimiento de indios carta pastoral 105, 109
Caribes 173 89 cartas al Vaticano 217
Carlos II Carrillo de Albornoz y Cartilla de Párrocos 99
y Cinco Gremios Mayores Meireles, José Bernardo 89 censura a Agustín de
de Madrid 20 Carrillo, Nicolás Iturbide 118
Carlos III 10, 11, 21, 22, 35, y Hospital San Juan de correspondencia con María
45, 47 Dios 137 Teresa de Aycinena 115
e Ilustración 9 Carta de un americano al criticado en pasquines
Pragmática Sanción 12 español 190 indecentes 118
y expulsión de jesuitas 10 Cartagena de Indias 129 Director de la Sociedad
Carlos IV 33, 53, 54, 67 Cartagena de Levante 20 Económica 115
disolución de Sociedad Cartago 55, 76, 83, 84, 111, documentos
Económica de Amigos 137 comprometedores en
del País 33 ayuntamiento critica a Audiencia de Guatemala
encarcelamiento 97 Nicolás García Jerez 137 116
y Napoleón Bonaparte 53 cátedra de teología 17 dominico 98
y Sociedad Económica de confirmaciones 137 dona arañas de plata
Amigos del País 23 terremoto del 7 de mayo para guerra contra El
Carmelitas descalzas de 1822 137 Salvador 126
Aycinena y Piñol, María y anexión a México 198 El Anti-Hidalgo 100
Teresa de 68, 219, 222 Carta pastoral 105, 109, 112 El Párroco Americano 101
Carnes 167 Cartas de conciencia 119 encarcela a Tomás Ruiz
Carrascosa, Alejandro Cartas Eruditas y Curiosas 10 181
Juez Fiscal 170 Cartilla de Párrocos 99, 100, enemigo declarado del
Sargento Mayor 170 101 Grito de Dolores 181
Carreño, Simón Cartujos enfrentamiento con
véase Simón Bergaño y Nollet, Jean Antoine 45 Manuel José Arce 216
Villegas 37 Casa Larrazábal expulsado hacia Cuba 127
Carrera, Rafael 93, 199, 200, Monumento Histórico expulsado por Francisco
201, 202, 204, 238 Nacional 76 Morazán 7, 219, 225
acude en ayuda de Casamientos 5 insultado por barra 223
liberales 226 Casas señoriales 115, 136, inventa emisarios
hombre fuerte 201 144, 147 franceses 105
invade ciudad de Casaus y Torres, Ramón , 2, jura anexión a México 123
Guatemala 200 6, 88, 89, 98, 100, 101, 102,
250 Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
León XII 213 Libre comercio 35, 110, 226 escritos subversivos contra
Breves sobre Diócesis de Librepensadores España 104
San Salvador 217 contra poder eclesiástico 9 Longinos Martínez, José
y José Matías Delgado 7, Libro de Ordenaciones fundación de Gabinete de
176 Sacerdotales 205 Historia Natural 32
Lesaca, Carlos de 157 Liendo y Goicoechea, José López de la Plata, José
Le Seur, Tomás Antonio de 26, 32, 46 Antonio
franciscano 46 catedrático de Filosofía 45 diputado a Cortes 55
Ley de Garantías 202 defiende carácter divino solicita creación de
Ley del perro 226 de los reyes 49 Universidad de León 83
Leyes de Indias enseñanza de Artes 21 López de la Plata, Manuel
y castellanización 66 fraile franciscano 31, 45 diputado ante Junta de
y desigualdad social 50 Memoria sobre los Gobierno 131
y mitas 80 medios de destruir López de Santa Anna,
Libelos 42 la mendicidad y de Antonio
y caldo de carne 42 socorrer a los verdaderos derrocamiento de Agustín
Liberales 6, 7, 69, 120, 121, pobres de esta capital 31 de Iturbide 123, 210
122, 124, 126, 136, 138, 141, originario de Costa Rica López, José Venancio
144, 148, 151, 169, 189, 201, 45 concejal 75
219 propuesta de reforma al y Antonio de Larrazábal
alianza con Familia Plan de Estudios de 75
Aycinena 223 la Universidad de San López, Miguel
moderados 7 Carlos 45, 47 arriero mexicano 99
pierden poder en la y Gabinete Natural 49 López, Pascual
Asamblea Nacional y Oración Fúnebre en diputado ante Junta de
Constituyente 211 exequias de Matías de Gobierno 131
quitan apoyo a Manuel Gálvez 49 López Quintana, Antonio
José Arce 217, 225 y Sociedad Económica de arrebato de tierras a
revancha política 226 Amigos del País 22 indígenas 30
rompen alianza con Lima cura doctrinero de
Familia Aycinena 224 Padre Guatemala 148 Cubulco 30
se oponen a anexión a Limpieza de sangre 156 fraile dominico 30
México 121 Lindo, Joaquín Instrucción para cultivar
y Asonada de Ariza 211 adquiere El espíritu de las los nopales y beneficiar
y Familia Aycinena 141 leyes 39 la grana fina 30
Liberalismo económico 9 Lingüistas López Rayón, Mariano José
Liberato Cauto Coto, Thomás de 49 179
véase Molina, Pedro 106 Flores, Ildefonso 49 Provincial mercedario 32
Libertad 117, 192 Linneo, Carlos 38 López Requena, José
Libertad de comercio 60, 71, clasificación 33 Venancio 173
115, 181, 222, 233 Litoral del bálsamo y Conspiración de Belem
Libertad de imprenta 69, 110, salvadoreño 160 173
141, 222, 223 Llano, Ambrosio del López, Venancio
Junta provincial de Obispo de Chiapas 130, y Conspiración de Belem
Censura 69 172 172
Libertad de locomoción 202 Loas 116 Los Patriotas 141
Libertad de prensa 202 Locke, John Lucrecio 102
Libertad individual 11 Empirismo 45 Luis XIV
Libertad natural 50 empirismo y pragmatismo e Ilustración 9
Libertad plena para testar 9 Luterano 104
202 Londres 54, 155 Lutero 102, 103
Libertinos 123 Luz 47
270 Clero e Independencia en el Reino de Guatemala
Navidad 172 Nueva España 28, 35, 89, 99, presos de Granada 171,
Navieros 103, 118, 165, 181, 193, 231 222
Irisarri, Juan Bautista 34 aves 27 quema de papeles
Negras 18 comercio con Chiapas 85 relacionados con la
Negros 7, 17, 26, 64, 78, 79 contienda bélica Constitución 222
caribes 187 independentista 172 retorno de Antonio de
derechos 226 independencia 189 Larrazábal 75
Nepotismo 6, 121, 138, 180 Real Academia de San sitiada por Ejército Aliado
Nerón 104 Carlos de las Nobles Protector de la Ley 225
Nestorio 102 Artes 98 Sociedad Económica de
Netzahualcóyotl repartimiento de indios 80 Amigos del País 23
poeta 66 Nueva Guatemala de la traslado 25
Newton 37 Asunción 6, 7, 37, 45, 55, Vicente Filísola convoca
Nicaragua 38, 58, 76, 78, 83, 56, 59, 60, 70, 86, 101, 107, Congreso 224
98, 113, 126, 128, 129, 130, 108, 110, 113, 114, 115, 120, y añil salvadoreño 214
134, 136, 137, 139, 140, 142, 123, 126, 128, 129, 132, 141, y Grito de Dolores 166
144, 147, 148, 150, 151, 152, 147, 152, 153, 155, 158, 169, Nueva Segovia 130
154, 156, 157, 161, 166, 167, 172, 174, 177, 178, 180, 181, Nufio, José Dolores
168, 169, 177, 178, 182, 184, 186, 194, 196, 199, 205, 206, y José Víctor Castrillo 177
221, 225, 228, 230, 231, 235, 209, 216, 217, 222, 235
237, 238, 240 alianza de liberales y O
disturbios por expulsión Familia Aycinena 223
de los jesuitas 21 arribo de Vicente Filísola Oaxaca 88, 94, 99, 100, 101,
grandes lagos 160 208 172, 193, 197
guerra civil 149 Asonada de Ariza 211 cría del gusano de seda 30
Noruega de la literatura Batallón Fijo 172 fallecimiento de Florencio
76 correo 133 del Castillo 84
oposición a las autoridades crítica al Acta de los Presidente de la Cámara
coloniales 131 Nublados 140 de Diputados 84
persecución a escritos de declaración de Obispos 5
insurgentes mexicanos independencia 138, 154 Abad y Queipo, Manuel
165 Escuela de Belem 15 98
se separa de la Federación feria 171 Álvarez de Toledo, Juan
202 grandes comerciantes 185, Bautista 13
Nicaraos 78 188 Aycinena y Piñol, Juan
Nicoya ingresos de presos de José de 204
confirmaciones 137 Granada 171 Bergoza y Jordán, Antonio
Niquinohomo invadida por Francisco 99
proselitismo político de Morazán 177, 219 Bossuet, Jacobo Benigno
sacerdotes 149 invadida por montañeses 99
Nollet, Jean Antoine 45 de Rafael Carrera 226 Fuero, Fermín José 32
Nómadas 160 Jardín Botánico 32 García Jerez, Nicolás 98,
Nopal 30 Juan Nepomuceno 128, 166, 222
Novatores Barrundia encarcelado García Xerez, Nicolás 139
Vallejo, José Ignacio 43 por Manuel José Arce Huerta y Casso, Antonio
Novicias 220 de la 17
encarceladas 114 lápida consagrada a Llano, Ambrosio del 172
Nuestra Señora de Guadalupe Constitución de Cádiz Navas, Vicente de 180
160 72 Palafox, Juan de 35, 68
Nuestra Señora de las Motín de Artesanos 40 Piñol y Aycinena,
Mercedes 175 Plaza Real Fernando VII Bernardo 204
72
Índice Analítico 275
Química 49 Real Patronato 125 191, 194, 195, 203, 210, 212,
Quinquillería 70 Real Sociedad Cantábrica 128 221, 223, 224, 226, 227, 229,
Quintano Bonifaz, Manuel Reclamación y protesta del 232, 235, 236, 238
Gran Inquisidor General Supremo Gobierno del arrebato de tierras a las
45 Estado de Guatemala, comunidades indígenas
Quintiliano, Marco Fabio sobre la ocupación de 14
obras 48 Soconusco, por tropas de balcanización 198, 226
Quiñones, Francisco 134 la República mexicana, con demografía 6
los documentos en que se futuro político 6
R fundan 203 Ilustración 6
Recoletos 150 noticia de encarcelamiento
Racionalismo 45 expulsados por Francisco de Larrazábal 72
cartesiano 9 Morazán 7, 127, 219, 225 repartimiento de indios 80
Ramírez, Alejandro 25, 28, 35 García, Miguel 118 Sociedad Económica de
calificado negativamente Rojas, Ramón de 130 Amigos del País 22
por Ambrosio Cerdán y y Madre María Teresa de y repartimientos de indios
Ponero 34 Aycinena y Piñol 225 80
Censo de población 34 Rectores USAC Religión católica 56, 84, 131,
editor de Gazeta de Aycinena y Piñol, Juan 139
Guatemala 24 José de 203 Repartimiento de algodón
introducción de plantas Martínez Wallop, Bernardo 131
31, 34 205 repartimiento de hilados
Secretario de la Audiencia Reflexiones sobre reforma excesos 180
28 política en Centro América Repartimiento de indios 5,
Ramírez Maldonado, María véase El Toro Amarillo 12, 30, 63, 80, 89, 111, 120,
Josepha 27 198 121, 138, 185, 222, 226
Ramos Arizpe, José Miguel Reforma Protestante 104 abolición 79, 82
diputado a Cortes 74 Reformas liberales 225 Repartimientos de mercancías
y mandones de América Reforma Universitaria 41 132
74 Regalismo 10, 11 Repique de campanas 121
Raoul, Nicolás Regencia 54, 56, 63, 64, 68, República Federal del Centro
soldado de fortuna 219 77, 79 de América 151, 226
y Ejército Aliado Protector Regentes desintegración 221
de loa Ley 225 Cerdán y Pontero, escuelas de primeras letras
Raygadas, Valentín Ambrosio 24, 34 17
comandante de tropas encarcelados 72 primer Presidente 214
contra José María Regidores 86 Revisor Oficial 220
Morelos 89 Barrundia, José Francisco Revolución de Rafael de
Raynal 101, 105 181 Riego 94
Real Academia de San Carlos Barrundia, v 181 Revolución Francesa 9
de las Nobles Artes 98 Castillo, Eusebio de Jesús Reyes católicos 103
Realejo 181 Reyes Católicos
puerto 27, 78 elección popular 222 y Bulas Alejandrinas 11
Realengos 223 vitalicios 60 y Patronato Real 212
Real Hacienda 90 Regidores Decanos Riego, Rafael de
Real Palacio 6, 108, 119, 223 Chamorro, Pedro 133 alzamiento 54, 94, 114,
declaración de Regidores perpetuos 60 206, 222
independencia 206 Peynado, José María 109 Rigorismo
guardia de negros 191 Reino de Guatemala , 1, 5, 6, véase Tuciorismo 11
Junta de Notables 194 21, 25, 27, 34, 38, 53, 55, 57, Río Grande 5
portal 41 62, 63, 98, 105, 107, 115, 120, Ríos
Sala de Armas 32 124, 127, 133, 138, 185, 188, Grijalva 85
280 Clero e Independencia en el Reino de Guatemala