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En nuestros hogares todos los días se generan desechos que pueden ser revalorizados,

es decir, que mediante prácticas de reutilización o reciclaje podrían regresar a tener una
función útil. Sin embargo, para lograr este proceso es importante que se clasifiquen
los desechos según su origen. La clasificación primaria es: desechos orgánicos e
inorgánicos.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) indica que el 50 por ciento del total
de toneladas de residuos sólidos urbanos que se generan reciben una disposición
final inadecuada y la recolección sigue siendo deficiente en barrios marginales de las
metrópolis.
Por ello, se insta a promover el descenso de la producción de basura y residuos, así
como a optar por acciones de reciclaje. Una de las maneras de comenzarlo es mediante
la clasificación de los desechos. “Entender la manera correcta de separar los residuos
para dar paso al reciclaje permite una nueva oportunidad para el cuidado del medio
ambiente”, dice el ingeniero ambiental Gustavo Castañeda.
Con la acción de separar los materiales hechos de papel, plástico, vidrio y materia
orgánica se facilita su recolección y que ocupen menos espacio en los rellenos
sanitarios, incluso, a que sean llevados directamente a centros de reciclaje.

¿Qué es la basura?
Cuando hablamos de “basura” nos referimos a cualquier residuo, es decir, a
cualquier material no deseado o conjunto de ellos, generalmente en estado sólido,
aunque también pueden encontrarse en los estados líquido y gaseoso, que tiene su
origen en distintas actividades humanas o animales que producen desperdicios que se
pretenden desechar. Esta basura normalmente se deposita en lugares específicos
destinados a su recolección, como contenedores, tras la cual irá a parar a vertederos.
Ahora bien, el término “basura” es muy amplio, pues como acabamos de comentar,
denominamos así a cualquier material de desecho. La composición de estos residuos
depende de la calidad de vida y la actividad económica de la zona donde se genera. Pero
no todo es tan malo como parece hasta ahora, pues muchos componentes de los
residuos que se generan resultan rentables y tienen valor para los procesos de
reciclaje.
¿Qué es la basura orgánica? y ejemplos
Cuando hablamos de basura orgánica hablamos de aquellos residuos de origen
biológico, es decir, que tienen su origen en los seres vivos, o los resultantes de todo el
procesamiento de los productos alimenticios. A pesar de que pueden resultar más
desagradables a nuestros sentidos, debido a su descomposición, es cierto que son
mucho menos problemáticos para el medio ambiente porque son residuos
biodegradables y poderse descomponer sin demasiada dificultad. Es por esta razón por
la que suelen ser empleados en la elaboración de abonos o compost utilizados en
jardinería.
Existen diversos tipos y ejemplos de basura orgánica y algunos de ellos son:
 Restos alimenticios como cáscaras de huevo o frutas, semillas, aceite, huesos,
alimentos en mal estado, vegetales…
 Papel y cartón, servilletas, toallitas de papel.
 Restos de jardinería de la poda de plantas, como hojas o ramas.
 Desechos corporales de animales como pelo, uñas, plumas, excrementos…
 Algodón y ropa elaborada a base de este, gasas.
 Prendas elaboradas a base de pieles.
 Restos de animales muertos.
¿Qué es la basura inorgánica y ejemplos?
Por el contrario, la basura inorgánica hace referencia a aquellos deshechos cuyo origen
no es biológico. Son estos residuos los que pueden resultar muy perjudiciales para el
medio ambiente pues al estar elaborados con elementos sintéticos son mucho más
difíciles de degradar. Por esta razón, permanecen en el medio ambiente de forma
inalterada durante mucho más tiempo con los consiguientes problemas de contaminación
que pueden generar.
Cabe destacar que en muchos casos la basura inorgánica puede ser reutilizada o
reciclada. Sin embargo, la otra parte de la basura inorgánica no es reciclable, por lo que
el único modo de tratarla para que no perjudique al medio ambiente es confinarla en
contenedores adecuados para ella. Las mayores responsables de este tipo de basura
son las grandes industrias, aunque los hogares también la generan, pero en cantidades
mucho menores.
Si existían muchos casos de basura orgánica, de basura inorgánica existen también
numerosos ejemplos. Algunos de los ejemplos de basura inorgánica más claros son
los siguientes:
 Objetos de vidrio, como botellas, cristales…
 Envases y objetos de plástico.
 Latas de aluminio, como las latas de refrescos o de conservas.
 Materiales de PVC.
 Baterías.
 Basura sanitaria u hospitalaria, como gasas de algodón, jeringuillas de plástico. Como
comentamos anteriormente, debido al peligro de estos compuestos,
independientemente de que estén compuestos por materiales orgánicos o no, se
consideran como basura inorgánica.
 Telas.
 Pilas.
 Electrodomésticos.
 Muebles.
 Neumáticos.
 Bolsas de polietileno.
 Aerosoles.
 Radiografías.
 Discos compactos.

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