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Título HEMOCULTIVO
Fecha 17/10/2023
Grupo T
Subsede COCHABAMBA
HEMOCULTIVO
Aspectos generales:
Concepto
Los hemocultivos se realizan para detectar infecciones en la sangre e identificar su causa. Las
infecciones del sistema sanguíneo suelen estar causadas por bacterias (bacteriemia), pero también
pueden estar causadas por hongos o levaduras (fungemia), así como por virus (viremia). Este artículo
se centra en el uso de hemocultivos para detectar e identificar bacterias y hongos en sangre.
Una infección en la sangre suele ser consecuencia de una infección en otra parte del organismo,
propagándose desde este punto original en el caso de que se trate de una infección grave y/o que el
sistema inmune no sea capaz de contener la infección. Por ejemplo, una infección del tracto urinario
(ITU) puede diseminarse desde la vejiga urinaria o los riñones hacia la sangre, infectando así otros
órganos y pudiendo provocar complicaciones graves que pueden llegar a poner en peligro la vida del
individuo.
CARACTERÍSTICAS E INDICACIONES:
• Lactante Febril
• Neutropenia y Fiebre
• Endocarditis
• Sepsis Neonatal
• Artritis Séptica/Osteomielitis
• Todo paciente febril con línea venosa central sin otro foco infeccioso evidente
• Si el tratamiento antibiótico empírico es una emergencia, el cultivo de sangre puede aún ser
efectuado inmediatamente después de la administración de antibióticos.
Si se utilizan frascos para cultivo aerobio y anaerobio, inocular primero la botella para aerobios y
luego la de anaerobios.
CUIDADOS EN UN HEMOCULTIVO
Para garantizar resultados precisos y minimizar el riesgo de contaminación, es importante seguir una
serie de cuidados y procedimientos específicos durante la toma de muestras de hemocultivos. A
continuación, se detallan los cuidados que debes tener al realizar un hemocultivo:
Limpieza adecuada: La higiene es fundamental. Lávate bien las manos y utiliza guantes estériles
para minimizar el riesgo de contaminación. La superficie de trabajo, así como la piel del paciente,
también deben limpiarse de manera adecuada.
Esterilización: Todos los materiales utilizados, como jeringas, agujas, tubos de cultivo, tapones de
goma y desinfectantes, deben ser estériles. Asegúrate de que los tapones de goma no estén dañados.
Identificación del paciente: Verifica la identidad del paciente antes de la extracción de la muestra.
Utiliza etiquetas adecuadas para identificar las muestras y asegurarte de que estén asociadas
correctamente al paciente.
Uso de múltiples frascos: Por lo general, se recogen dos o más frascos de hemocultivo,
generalmente uno para aerobios y otro para anaerobios. Esto permite la detección de una gama más
amplia de microorganismos.
Toma de muestra adecuada: Asegúrate de seguir las técnicas estériles al extraer la sangre. La
muestra debe ser lo más representativa posible de la infección, por lo que se recomienda que se
tomen muestras de diferentes venas y en diferentes momentos si es necesario
Volumen adecuado: Asegúrate de recoger el volumen de sangre recomendado para cada frasco, ya
que la cantidad de sangre adecuada es fundamental para maximizar la detección de microorganismos.
Mezcla de muestras: Después de tomar la muestra, mezcla el contenido de los frascos para que se
distribuyan los microorganismos de manera uniforme.
Registro y envío: Lleva un registro detallado de la toma de muestra, incluyendo la fecha y hora. Las
muestras deben enviarse al laboratorio de microbiología lo más rápido posible después de su
recolección.
Es fundamental seguir estos cuidados y procedimientos con precisión para garantizar la integridad de
las muestras de hemocultivo y obtener resultados precisos que ayuden en el diagnóstico y tratamiento
de infecciones
Preparación del material:Reúna el material necesario, que incluye jeringas estériles, agujas, frascos
de cultivo con medios específicos para aerobios y anaerobios, desinfectantes de la piel, cintas
adhesivas y etiquetas.
Desinfección de la piel:
Lave el área de punción con un desinfectante apropiado, generalmente un alcohol al 70% o una
solución de yodo povidona. Limpie la piel en círculos concéntricos desde el centro hacia afuera y
permita que el desinfectante se seque antes de continuar.
Extracción de la muestra:
Use una jeringa y aguja estériles para extraer la sangre. Puede ser necesario extraer varias muestras
de diferentes venas para aumentar la probabilidad de detectar microorganismos.
Inyecte la sangre extraída en los frascos de cultivo con medios específicos para aerobios y
anaerobios. Asegúrese de que los frascos estén etiquetados correctamente.
Selle los frascos de cultivo herméticamente. Algunos frascos tienen sistemas de vacío para facilitar la
recolección.Mezcle el contenido de los frascos de cultivo agitándolos suavemente.
Etiquetado:
Etiquete los frascos de cultivo con la identificación del paciente, fecha y hora de la recolección y
otros datos relevantes.
Envío al laboratorio:
Envíe las muestras al laboratorio de microbiología tan pronto como sea posible, ya que los
hemocultivos deben incubarse a la temperatura adecuada durante un período de tiempo específico
para permitir el crecimiento de microorganismos si están presentes.
Comunicación de resultados:
Una vez que el laboratorio haya procesado los hemocultivos y detectado microorganismos, se
comunicarán los resultados al equipo médico para que puedan tomar decisiones sobre el tratamiento
del paciente.
Es fundamental seguir las técnicas asépticas y estériles durante todo el procedimiento para minimizar
el riesgo de contaminación y garantizar que los resultados sean precisos y útiles para el diagnóstico y
tratamiento de infecciones.
- RECOGIDA DE LA MUESTRA
Para la recogida, transporte y manipulación de muestras podrán tenerse en cuenta los protocolos.
MÉTODO DE RECOGIDA:
RECOLECCION DE MUESTRA
Selección del sitio de punción: El sitio de punción más común es la vena del brazo, generalmente en
la zona del codo. Sin embargo, la elección del sitio puede variar según la situación clínica y las
condiciones del paciente.
Extracción de la muestra: Se utiliza una jeringa o un conjunto de aguja y jeringa estériles para
extraer la sangre. Es importante asegurarse de que el material utilizado sea completamente estéril.
Se extrae la cantidad de sangre requerida, generalmente unos pocos mililitros, y se divide en los
frascos de cultivo apropiados. Puede ser necesario extraer varias muestras de diferentes venas.
Llenado de los frascos de cultivo: La sangre se inyecta en los frascos de cultivo estériles. Por lo
general, se usan al menos dos frascos: uno para aerobios (microorganismos que crecen en presencia
de oxígeno) y otro para anaerobios (microorganismos que crecen en ausencia de oxígeno).
Sellado y mezcla: Los frascos de cultivo se sellan herméticamente y se mezclan suavemente para
asegurarse de que la sangre y los medios de cultivo estén bien combinados.
Etiquetado: Cada frasco de cultivo se etiqueta con la identificación del paciente, fecha y hora de la
recolección y otros datos relevantes.
Envío al laboratorio: Los frascos de cultivo se envían al laboratorio de microbiología tan pronto
como sea posible. Allí, se incuban a la temperatura adecuada durante un período de tiempo específico
para permitir el crecimiento de microorganismos si están presentes.
neonatos a 1 año, 0,5 a 1 ml. entre 1 y 6 años, 1 ml/ año divididos en 2 frascos.
jóvenes, 10 ml. divididos en 2 frascos.adultos, 20-30 ml. divididos en 2 ó 3 frascos.
TRANSPORTE DE LA MUESTRA
El transporte de un hemocultivo es un paso crítico para garantizar que las muestras lleguen al
laboratorio de microbiología en condiciones óptimas y que los resultados sean precisos. Aquí se
describen las pautas generales para el transporte de un hemocultivo:
Almacenamiento adecuado: Una vez que se han recolectado los hemocultivos en los frascos de
cultivo, es importante mantenerlos a la temperatura adecuada hasta que se entreguen al laboratorio.
Protección contra la luz:Algunos medios de cultivo pueden ser sensibles a la luz, por lo que se
deben proteger de la exposición directa a la luz solar o fluorescente.
Embalaje seguro: Coloca los frascos de cultivo en una bolsa o contenedor de transporte adecuado.
Los frascos deben estar bien sellados para evitar fugas de líquido y contaminación.
Documentación: Asegúrate de etiquetar los frascos de cultivo de manera clara y legible con la
identificación del paciente, fecha y hora de recolección, y otra información relevante.
Envío rápido:El transporte de hemocultivos debe ser rápido y eficiente. Entrega las muestras al
laboratorio tan pronto como sea posible después de su recolección.
Protección del personal: Si bien es importante garantizar que los hemocultivos lleguen al
laboratorio de manera oportuna, también es fundamental tomar precauciones para evitar cualquier
posible exposición a microorganismos patógenos en el transporte. Sigue las pautas de seguridad y
manejo de materiales infecciosos si es necesario.
Regulaciones y normativas: Cumple con las regulaciones y normativas locales y nacionales
relacionadas con el transporte de muestras médicas. Algunas muestras pueden requerir
documentación adicional y cumplimiento de normativas de transporte específicas.
Recuerda que el transporte de hemocultivos debe hacerse de manera segura y eficiente para
garantizar que los resultados sean precisos y útiles para el diagnóstico y tratamiento de infecciones.
Si tienes dudas o necesitas orientación adicional, consulta con el personal del laboratorio o el
personal médico.
RECHAZO DE LA MUESTRA
A continuación, se enumeran algunas de las razones comunes por las cuales un hemocultivo puede
ser rechazado:
Volumen insuficiente: La muestra de sangre extraída puede ser insuficiente en cantidad para realizar
los análisis necesarios. Esto puede ocurrir si no se extrajo suficiente sangre o si se distribuyó
incorrectamente en los frascos de cultivo.
Etiquetado incorrecto: Las muestras deben estar adecuadamente etiquetadas con información
crítica, como la identificación del paciente, la fecha y la hora de recolección. Si la etiqueta está
ausente o es incorrecta, el hemocultivo puede ser rechazado.
Muestra contaminada: La contaminación de la muestra es una razón válida para el rechazo. Esto
puede incluir la presencia de materiales extraños en la sangre, como restos de desinfectantes, así
como la presencia de microorganismos que pueden haber contaminado la muestra durante la
recolección.
Muestra inadecuada: Si se observa que la muestra de sangre está coagulada o presenta problemas
visibles, puede considerarse inadecuada para el análisis.
Demora en el transporte: Si la muestra no llega al laboratorio dentro del tiempo requerido después
de su recolección, puede ser rechazada, ya que el tiempo prolongado puede afectar la integridad de
los microorganismos presentes en la muestra.
Muestra no representativa: La sangre recolectada para hemocultivos debe representar
adecuadamente la presencia de microorganismos. Si se sospecha que la muestra no refleja con
precisión la infección, el laboratorio puede rechazarla.
Muestra hemolizada: La hemólisis es la ruptura de los glóbulos rojos y puede afectar negativamente
la integridad de la muestra. Las muestras hemolizadas a menudo se rechazan.
Es importante entender que el rechazo de una muestra de hemocultivo se hace para garantizar la
integridad y la precisión de los resultados. En caso de que una muestra sea rechazada, se deberá
tomar una nueva muestra siguiendo las pautas adecuadas. La comunicación entre el personal médico
y el laboratorio es fundamental para garantizar que las muestras sean recolectadas y manejadas de
manera adecuada.
Protección contra la luz: Algunos medios de cultivo pueden ser sensibles a la luz, por lo que es
fundamental proteger las muestras de la exposición directa a la luz solar o luz fluorescente.
Transporte rápido: Las muestras de hemocultivo deben enviarse al laboratorio de microbiología tan
pronto como sea posible después de su recolección. El tiempo es un factor crítico para garantizar que
los microorganismos se mantengan viables.
Contenedor adecuado: Las muestras se colocan típicamente en un contenedor que evita fugas de
líquido y protege contra la contaminación. Los frascos de cultivo sellados suelen utilizarse para este
fin.
Etiquetado adecuado: Cada muestra debe estar claramente etiquetada con información que incluye
la identificación del paciente, fecha y hora de la recolección y otros datos relevantes. La etiqueta
debe ser resistente al agua.
Recomendaciones Generales:
• Disponer de un lugar limpio y un campo estéril para colocar los insumos de hemocultivo.
• Se debe tener todo el equipo y material necesario a la mano antes de empezar la toma de
hemocultivo.
Material
• Ligadura de goma
• Gasas estériles
• Guantes estériles
• Frascos de hemocultivos (para adultos o pediátricos, según corresponda), los cuales deben
prepararse antes de su utilización
• Mariposa
Obtención de la muestra:
1. Quien va a realizar la extracción lo debe de realizar con técnica aséptica (cubre bocas, gorro,
higiene de manos, bata, guantes)
2. Colocar ligadura en el paciente.
4. Realizar antisepsia con alcohol 70% sachet o clorhexidina al 2% en una zona de piel de 5 cm de
diámetro alrededor del sitio de punción, realizando círculos concéntricos, desde adentro hacia fuera.
Permitir que el alcohol se seque (1 minuto) o la clorhexidina (2 minutos).
ATENCIÓN:
No soplar para acelerar el secado del antiséptico, no tocar el área desinfectada sin guantes estériles.
Evitar hablar durante el procedimiento, para minimizar el riesgo de contaminación de la piel
preparada para la punción. Mientras se espera secado, quitar la tapa plástica de la botella de
hemocultivo y desinfectar el tapón de goma con sachet con alcohol 70%. Dejar secar.
5. Retirar guantes con lo que se realizaron las indicaciones previas y calzarse otros guantes estériles
8. Si se utilizan frascos para cultivo aerobio y anaerobio, inocular primero la botella para aerobios y
luego la de anaerobios.
Obtención de la muestra:
2. Desinfectar la llave del catéter con sachet impregnadas con alcohol al 70% o gasas con alcohol y
clorhexidina al 2%. Dejar secar.
3. Quitar la tapa plástica del/los frascos de hemocultivo y desinfectar el tapón de goma con alcohol
70%. Dejar secar.
11. Limpiar de nueva cuenta la entrada catéter con sachet impregnadas con alcohol al 70% o gasas
con alcohol con clorhexidina al 2%. Dejar secar y colocar el tapón del catéter.
• Rotular con los datos filiatorios del paciente (nombre, apellido y número de registro).
• Rotular con fecha y hora de extracción (fundamental para interpretación de los resultados). En
frascos con código de barras, evitar escribir o pegar etiquetas sobre los mismos.
• En caso de toma de cada lumen del catéter central rotular en el frasco de que lumen se extrajo la
sangre (distal, proximal, medial)
• Higiene de manos
Staphylococcus aureus:
Esta bacteria grampositiva es una causa frecuente de infecciones del torrente sanguíneo. Puede causar
desde infecciones de la piel y tejidos blandos hasta enfermedades más graves como la endocarditis.
Patología:
Staphylococcus aureus puede causar una variedad de infecciones, desde infecciones cutáneas leves,
como forúnculos y abscesos, hasta infecciones más graves, como neumonía, endocarditis,
osteomielitis y sepsis. Es conocido por su capacidad para desarrollar resistencia a múltiples
antibióticos, lo que complica su tratamiento.
Estructura:
Es una bacteria grampositiva que puede tener forma de cocos. Staphylococcus aureus es coagulasa
positiva, lo que significa que produce la enzima coagulasa.
Diagnóstico:
Se puede diagnosticar mediante cultivos microbiológicos, como el cultivo de sangre. Las pruebas de
sensibilidad a los antibióticos ayudan a determinar qué antibióticos son efectivos contra la cepa
específica.
Tratamiento:
Los antibióticos, como la oxacilina o la vancomicina, son comúnmente utilizados para tratar
infecciones por Staphylococcus aureus. Sin embargo, la resistencia a los antibióticos es un problema,
y el tratamiento específico puede variar según la sensibilidad a los antibióticos.
Prevención:
Las medidas de prevención incluyen una buena higiene, especialmente en entornos de atención
médica. La detección y tratamiento temprano de infecciones cutáneas pueden prevenir la propagación
de la bacteria.
2. Escherichia coli:
Una bacteria gramnegativa que normalmente reside en el intestino. Puede causar infecciones del
tracto urinario y, en casos más graves, puede resultar en bacteriemia.
Patología:
Escherichia coli es una bacteria común en el intestino humano, pero ciertas cepas pueden causar
infecciones. En el tracto urinario, E. coli puede causar cistitis y pielonefritis. Además, puede estar
implicado en infecciones gastrointestinales, meningitis neonatal y, en casos más graves, puede causar
sepsis.
Estructura:
Es una bacteria gramnegativa en forma de bacilo. E. coli es parte normal de la flora intestinal, pero
ciertas cepas pueden causar infecciones.
Diagnóstico:
Tratamiento:
Prevención:
Prácticas adecuadas de higiene, tratamiento adecuado del agua y alimentos, y medidas de prevención
en entornos de atención médica son clave.
3. Klebsiella pneumoniae:
Otra bacteria gramnegativa que puede causar infecciones del tracto urinario y respiratorias. También
puede ser responsable de bacteriemias, especialmente en entornos hospitalarios.
Patología:
Estructura:
Es una bacteria gramnegativa en forma de bacilo. Puede causar infecciones en el tracto respiratorio y
urinario.
Diagnóstico:
Tratamiento:
Prevención:
4. Candida spp.:
Candida albicans y otras especies de Candida son hongos que pueden causar infecciones fúngicas en
la sangre, conocidas como candidemia. Esto puede ocurrir en personas inmunocomprometidas o
después de procedimientos médicos invasivos.
Patología:
Candida albicans y otras especies de Candida pueden causar candidiasis, que puede manifestarse de
diversas formas. En la sangre, la candidemia puede conducir a infecciones sistémicas graves.
También pueden afectar la mucosa oral (candidiasis oral), la piel y las uñas. En pacientes
inmunocomprometidos, la candidiasis puede ser una infección oportunista grave.
Estructura:
Candida albicans y otras especies de Candida son hongos unicelulares que pueden tener forma de
levadura o pseudohifas.
Diagnóstico:
Tratamiento:
Prevención:
La prevención de las infecciones por estos microorganismos implica prácticas de higiene, estrategias
de control de infecciones y el uso prudente de antibióticos y antifúngicos para minimizar el desarrollo
de resistencia.
Estos microorganismos son solo algunos ejemplos, y la identificación específica de los organismos
en un hemocultivo puede variar según la situación clínica del paciente y los factores de riesgo.
Patologías
Sepsis
La sepsis es una complicación que tiene lugar cuando el organismo produce una respuesta
inmunitaria desbalanceada, anómala, frente a una infección.
Meningitis
La meningitis es la inflamación de los tejidos que rodean el cerebro y la médula espinal. Suele
deberse a una infección, puede ser mortal y requiere atención médica inmediata. Hay varias
especies de bacterias, virus, hongos y parásitos que pueden causarla. La mayoría de estas
infecciones se transmite entre personas.
Artritis
La artritis es la hinchazón y la sensibilidad de una o más de las articulaciones. Los principales
síntomas de la artritis son dolor y rigidez de las articulaciones, que suelen empeorar con la
edad. Los tipos más frecuentes de artritis son la artrosis y la artritis reumatoide.
Neumonía
La neumonía es una infección que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones. Los
sacos aéreos se pueden llenar de líquido o pus (material purulento), lo que provoca tos con
flema o pus, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar. Diversos microrganismos, como
bacterias, virus y hongos, pueden provocar neumonía.
Osteomielitis
La osteomielitis es la infección de los huesos. Las infecciones pueden llegar a un hueso al
viajar a través del torrente sanguíneo o al extenderse desde el tejido cercano. Las infecciones
también pueden comenzar en el propio hueso si una lesión expone el hueso a gérmenes.
Pielonefritis
La pielonefritis es una infección urinaria se define como la presencia de gérmenes en la orina.
Habitualmente son bacterias (bacteriana) y excepcionalmente, hongos (micótica) o virus
(vírica).
Infección Intraabdominal
La infección intraabdominal (IIABD) se define como la presencia de un proceso infeccioso en
la cavidad peritoneal. Puede ser local o tener repercusión sistémica, generando disfunción
orgánica múltiple. La mayoría de los estudios refieren una mortalidad del 30% en las IIABD
severas.
Endocarditis
La endocarditis es una inflamación del revestimiento interno de las cavidades y las válvulas
del corazón (endocardio) que puede poner en riesgo la vida.
La endocarditis, por lo general, se debe a una infección. Las bacterias, los hongos u otros
gérmenes ingresan al torrente sanguíneo y se adhieren a las zonas dañadas del corazón. Los
factores que aumentan las probabilidades de que se produzca una endocarditis incluyen
válvulas cardíacas artificiales, válvulas cardíacas dañadas u otros defectos del corazón.
El cultivo de sangre se debe complementar dependiendo del tipo de enfermedad que se sospeche:
Ante la duda, de cualquier infección que este causando fiebre en el enfermo ingresado en el hospital,
llevara a que los médicos soliciten un hemocultivo.
Hay mayor probabilidad de obtener una bacteriana verdadera si se hace una extracción adecuada
según el tipo de infección.
Por ejemplo, en casos de sospecha de infección grave, ha de realizarse antes del inicio de los
escalofríos. Como esto es imposible de predecir, se recomienda hacerlo lo antes posible después del
comienzo de estos y la fiebre.
Hay que extraer al menos dos muestras de hemocultivo en dos lugares distintos. Esto se hace así para
descartar que haya infección o contaminación, ya que, si en una de las muestras se aíslan bacterias y
en la otra no, se puede decir con seguridad que se está ante un microrganismo contaminante. Si en los
dos cultivos se aísla el microrganismo, es que se trata de un caso de bacteriana verdadera.
Una vez transcurrido el tiempo de incubación del cultivo en placa, el facultativo hará lectura de cada
una de ellas.
Antes, hay que preparar la mesa, ordenando las placas incubadas por orden de identificación y por
atmosfera. También se sacarán los antibiogramas y pruebas del anterior día.
Resultados
No todos los hemocultivos positivos presentan bacteria verdadera, ya que la sangre puede estar
contaminada por otros gérmenes que hay en la piel del enfermo, o los que forman colonias en el
catéter o la cánula.
También pueden pasar de las manos del profesional que extrae la sangre. Incluso en el laboratorio de
microbiología, al manipular las muestras, puede haber contaminación.
Poe eso es tan importante una correcta extracción, transporte y manipulación de estas.
Se debe distinguir la bacteria, que es la producida por microorganismos que causan infección en la
sangre del paciente, de la falsa bacteriemia, que es la que produce por contaminación de las muestras.
Bacteriana verdadera
La bacteriana verdadera va estar causada entre otras, en el 90% de los casos, por:
Staphylococcus aureus
Escherichia coli y otras enterobacterias
Pseudomonas aeruginosa
Streptococcus pneumoniae
Falsa bacteriana
Las placas de agar sangre de los subcultivos, así como los antibiogramas, se leerán tras 18-24 h de
incubación, mientras que las de agar chocolate y las placas de anaerobios se leerán a las 48 h,
siguiendo el siguiente esquema:
1.- Colocar las placas de agar sangre de los hemocultivos de sospecha del día anterior en orden
numérico junto con las pruebas y los antibiogramas correspondientes y proceder a su lectura.
2.- Colocar las placas de agar chocolate y anaerobios de los hemocultivos de sospecha de dos días
anteriores (48 horas de incubación) en orden numérico.
3.- Preparar los “protocolos de trabajo” donde se habrán anotado los resultados de la tinción de
Gram de los frascos positivos, que estarán en una carpeta en orden numérico, y anotar los resultados
de las pruebas y de los antibiogramas.
4.- Preparar las “hojas de trabajo" donde se anotarán todas las pruebas que deben ser realizadas de
cada placa.
En la mayoría de las ocasiones, sin embargo, el laboratorio no dispone de elementos suficientes para
establecer con seguridad la significación de la bacteriemia. El microbiólogo debe compartir la
información que posee con el clínico responsable del paciente para, junto con los datos clínicos de
éste, valorar conjuntamente los resultados obtenidos.
HEMOCULTIVO