La Letra Vasca. Etnicidad y Cultura Tipogrã¡fica

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La letra vasca. Etnicidad y

cultura tipogrÃ¡fica
En el PaÃs Vasco se da una grafÃa particular en la que se pueden
constatar motivaciones de identidad con valores especÃficos de
carÃ¡cter polÃtico, social y cultural.
Eduardo Herrera FernÃ¡ndez Junio de 2012*
Â Una observaciÃ³n del entorno grÃ¡fico del PaÃs Vasco deja en evidencia la
actualizaciÃ³n y reiterada plasmaciÃ³n de una grafÃa particular, que es
reconocida y denominada popularmente como Â«letra vascaÂ», donde se pueden
constatar motivaciones de identidad con valores especÃficos, de carÃ¡cter polÃ-
tico, social y cultural, y su aplicaciÃ³n como recurso grÃ¡fico de proyecciÃ³n de
toda una seÃ±a de identidad nacional y reivindicativa que ha generado su propia
expresiÃ³n. Este tipo de letra se ha convertido en la Â«marcaÂ» de un grupo social
y del Ã¡rea territorial en la que vive, reforzando la identidad social mediante la
confirmaciÃ³n romÃ¡ntica del origen.
Ejemplos de aplicaciones de Â«letra vascaÂ» en diversos lugares del PaÃs Vasco.Â
La proliferaciÃ³n en el uso y
Â«En el PaÃs Vasco la reconocimiento de este carÃ¡cter
utilizaciÃ³n de este carÃ¡cter tipogrÃ¡fico especÃfico constituye, en
tipogrÃ¡fico se ha convertido en cualquier caso, testimonio de la
mecanismo y parte de la vitalidad de la Â«la letra vascaÂ» en
retÃ³rica visual de la ideologÃa este entorno. En los diferentes soportes
nacionalista.Â» tipogrÃ¡ficos donde se aplica, este
carÃ¡cter se independiza del lenguaje,
Â«La cuestiÃ³n sobre la y en su calidad de significante se ve
existencia de un carÃ¡cter
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Pizkundea.Â» visiÃ³n forman un todo interpretable.

En este caso, el contenido formal del
Â«A pesar de las grandes lenguaje es ponderado desde un
diferencias morfolÃ³gicas criterio nacionalista vasco, nostÃ¡lgico
existentes entre las letras en de la tradiciÃ³n, en una referencia
diversos
TipografÃa
Letras
CampaÃ±a
El pensamiento
con buen
#04 soportes, sÃ
y sostenibilidad:
tipogrÃ¡fico
Letra
humor podemos consciente
Cuando la#04:
Editorial
CampaÃ±a letra Letra al
#04puede carÃ¡cter
cambiar el rural,
Garciapre-
IntroducciÃ³n
Del culto
fonts
a las
& letras
co.
modernoobservar
mÃ¡sSanz
Eva allÃ¡ algunos criterios
de la anÃ©cdota Letra
Andreu modernoDadÃ¡
mundo. Balius
Futurismo, de los ymitos
tipos locales.
La tipografÃa
#04 â€“ Letracomo actitud
formales que permiten apreciar
un fenÃ³meno al que podrÃa
catalogarse como "persistencia
de las formas alfabÃ©ticas".Â»
y en su calidad de significante se ve
existencia de un carÃ¡cter dotado de un contenido simbÃ³lico
tipogrÃ¡fico vasco tiene sus reconocido y socialmente compartido.
orÃgenes a principios del siglo En la interpretaciÃ³n de estos
XX, coincidiendo con el mensajes, la lectura deja paso a la
movimiento denominado Euzko visiÃ³n, o mÃ¡s exactamente, lectura y
Empresas y logotipos en los que la Â«letra vascaÂ» es protagonista:Â EUSKAL MUSEOA BILBAO, Museo Vasco
de Bilbao. Â BERGARA, vestuario. HORMALAN, albaÃ±ilerÃa. IKEA, muebles. EUSKAL HERRERIA,
herrerÃa. ZULUETA, funeraria. ZORROZA, transportes. AMA LUR, restaurante. MIKEL, autoescuela.
MUNGUIA, contenedores. AGUIRRE, carpinterÃa. AMOROTOKO UDALA, Ayuntamiento de Amoroto.
DESINFECCIONES ABANDO, desinfecciones. BIDE ONERA VASCA, centro comercial. HOSTELKO,
mobiliario de hostelerÃa.
Tipo y arquetipo vascoÂ
En el PaÃs Vasco la utilizaciÃ³n de este carÃ¡cter tipogrÃ¡fico se ha convertido en

mecanismo y parte de la retÃ³rica visual de la ideologÃa nacionalista, lo que ha
llegado a transformarse en uno de los sÃmbolos visuales de la voluntad polÃtico
nacionalista. Evidentemente, la utilizaciÃ³n de la Â«letra vascaÂ» supone un
intento real, por parte de un sector de la voluntad social y polÃtica, de crear una
Â«marcaÂ» visual particular del espÃritu nacionalista vasco a fin de construir una
entidad cultural propia, especÃfica y diferenciada, afianzando el anhelo hacia la
normalizaciÃ³n y establecimiento de un Estado diferenciado.
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Coincidencia tipogrÃ¡fica entre el sÃmbolo oficial y Â«particularâ€ del PNV y el sÃmbolo Â«colectivoÂ» del
Gobierno Vasco.
AsÃ podemos observar cÃ³mo en diversos sÃmbolos grÃ¡ficos de identidad

corporativa en el PaÃs Vasco, de carÃ¡cter pÃºblico y privado, o de otro tipo de
organizaciones de carÃ¡cter nacionalista, mÃ¡s o menos radical, la letra vasca se
constituye en la personificaciÃ³n visual de una visiÃ³n particular de la identidad
nacional vasca, aplicÃ¡ndose mÃ¡s por egolatrÃa de una parte de la sociedad vasca
que por el interÃ©s por expresar las necesidades y aspiraciones sociales abiertas y
plurales de la sociedad vasca actual.
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Diversos mensajes grÃ¡ficos en los que la Â«letra vascaÂ»Â se configura como cÃ³digo identitario Ã©tnico, de
carÃ¡cter reivindicativo nacionalista.
La aplicaciÃ³n sistemÃ¡tica de este carÃ¡cter tipogrÃ¡fico, que recorre toda la

escala de manifestaciones, formalizado a partir de un planteamiento tribal sobre la
base de apreciaciones histÃ³ricas frÃvolas e insustanciales, implica supeditar
cualquier expresiÃ³n polÃtica, cultural, reivindicativa... a una ideologÃa muy
determinada y particular, restringiendo todas las posibles manifestaciones de la
voluntad colectiva que, afortunadamente, es heterogÃ©nea. La mayor parte de la
ciudadanÃa vasca reconoce y acepta este carÃ¡cter tipogrÃ¡fico sin mayores
reflexiones sobre su aspecto transmisor de ideologÃa nacionalista.
AcuÃ±aciÃ³n de la antigua moneda de 25 pesetas dedicada al PaÃs Vasco.
Una gran parte de los Â«usuariosÂ» del tipo vasco no son forzosamente seguidores
devotos del nacionalismo vasco, sino que, en un porcentaje alto, son simples
emisores de un sentido Ã©pico, romÃ¡ntico o folklÃ³rico de Â«lo vascoÂ»,
poseedores de ideas abstractas sobre la cultura y desprovistos de una identidad
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manipular y transfigurar en un tÃ³tem del poder. La definiciÃ³n de identidad

nacional desde un fundamento Ã©tnico, planteando los hechos culturales como
instrumento ideolÃ³gico, conlleva la adopciÃ³n de una escenografÃa visual en que
la letra vasca, por ejemplo, resulta otro sÃmbolo mÃ¡s de reivindicaciÃ³n del
nacionalismo vasco.
En un proceso de desarrollo polÃtico tan complejo como el que se vive

actualmente en el PaÃs Vasco, este aspecto de atribuciÃ³n nacionalista de la letra
manifiesta una politizaciÃ³n de la escritura que falsea la realidad social cotidiana.
AsÃ, la letra vasca implica la justificaciÃ³n del valor de la resistencia rural frente al
cosmopolitismo, del romanticismo frente a la racionalidad, de la reacciÃ³n contra
el progreso. HabiÃ©ndose conformado en un verdadero sÃmbolo, hoy en dÃa, el
poseedores de ideas abstractas
carÃ¡cter tipogrÃ¡fico sobre una
vasco supone la cultura
de las ymanifestaciones
desprovistos devisuales
una identidad
mÃ¡s
nacionalista. de una reivindicaciÃ³n del conservadurismo y provincialismo mÃ¡s
acÃ©rrimas
recalcitrante.
AÃºn asÃ, no podemos ni debemos olvidar que tambiÃ©n son los detalles del
entorno visual losde
Antecedentes que, en cultura
una un proceso de acumulaciÃ³n,
tipogrÃ¡fica localpueden acabar ayudando a
conformar una cultura y una identidad nacional que los doctrinarios pueden
Evidentemente, los elementos que ratifican un hecho como el que consideramos,
no surge ni aparece por generaciÃ³n espontÃ¡nea. Hay que reconocer que todo
proceso, por mÃ¡s singular que parezca, tiene sus antecedentes y referencias.
Portadas de cabeceras de diarios y publicaciones de difusiÃ³n cultural vasca.
La cuestiÃ³n sobre la existencia de un carÃ¡cter tipogrÃ¡fico vasco tiene sus orÃ-

genes a principios del siglo XX, coincidiendo con el movimiento denominado
Euzko Pizkundea (Â«Renacimiento VascoÂ») desarrollado hasta la Guerra Civil
espaÃ±ola. Tras esta confrontaciÃ³n y sus consecuencias de silencio y represiÃ³n,
comenzarÃ¡ un periodo de reivindicaciÃ³n por la preservaciÃ³n y exaltaciÃ³n de
la identidad nacional y de la conciencia lingÃ¼Ãstica del PaÃs Vasco. Es por ello
que los agentes sociales y de la cultura contribuyeron, con sentido prÃ¡ctico, a
certificar una aspiraciÃ³n colectiva de recuperaciÃ³n. Se desarrollaron un
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aproximaciÃ³n epigrÃ¡fica hacia las inscripciones en estelas funerarias, lÃ¡pidas,

dinteles... que podemos encontrar concentradas, principalmente en los
cementerios del PaÃs Vasco ultra-pirenaico y aÃºn en los de la montaÃ±a de
Navarra, pueden apreciarse una serie de constantes formales a lo largo de los
Ãºltimos siglos en lo que a configuraciÃ³n de signos alfanumÃ©ricos se refiere.
certificar una aspiraciÃ³n colectiva de recuperaciÃ³n. Se desarrollaron un

conjunto de actividades creativas basadas en formas de uso y de expresiÃ³n
cultural.
Con respecto a la rotulaciÃ³n escrita vasca este movimiento se inspirÃ³

principalmente en los signos alfabÃ©ticos de las tumbas vascas. En una
Estelas y lÃ¡pidas funerarias de diferentes Ã©pocas situadas en el PaÃs Vasco ultra-pirenaico y Norte de Navarra.
Estas inscripciones paleogrÃ¡ficas nos ofrecen una fuente directa que nos permite
una clasificaciÃ³n de signos alfabÃ©ticos particulares unidos, cuya estructura y
detalles bÃ¡sicos peculiares es posible identificar y reconocer como un patrimonio
cultural colectivamente reconocido y compartido, y que nos lleva a considerar
como de un Â«estilo vascoÂ». En estos restos epigrÃ¡ficos los textos aparecen
acomodados a las exigencias sintÃ¡cticas latinas, siendo los atributos formales de
los signos alfabÃ©ticos fuertemente recalcados, en una degeneraciÃ³n del
carÃ¡cter de la capital romana.
El soporte mÃ¡s extendido de estas inscripciones es la estela discoidal, pieza glÃ-

ptica que se encuentra prÃ¡cticamente siempre sobre el lugar de un
enterramiento, o donde ocurriÃ³ un Ã³bito. Destinadas a perpetuar la presencia
del difunto, su uso estuvo muy extendido en los cementerios de algunas zonas del
PaÃs Vasco en los siglos XVII y XVIII, aunque su antigÃ¼edad se remonta,
documentalmente, por lo menos al siglo IX. El contenido del texto inscrito es
puramente funcional-explicativo, suponiendo un simple recuerdo intelectual,
empleando letras o guarismos directamente ligados al mensaje que se desea
transmitir: nombre del difunto, explicaciÃ³n de un acontecimiento, exposiciÃ³n
de una mÃ¡xima, monogramas, la fecha de una efemÃ©rides...
Es evidente que la tradiciÃ³n grÃ¡fica de origen popular siempre ha tomado

elementos funcionales a la hora de expresarse, asÃ como ha utilizado signos
alfabÃ©ticos donde el aspecto de adorno era mÃ¡s sensible. Estos recursos son
mÃ¡s evidentes allÃ¡ donde mayor es la tradiciÃ³n de una cultura local. Ahora
bien, en todas las civilizaciones humanas es sensible el hecho del interÃ©s o
pretensiÃ³n de rescatar al objeto funcional del anonimato, de la pura asepsia,
intentado dotarle de rasgos Â«artÃsticosÂ». Esta caracterÃstica ha dado origen a
ciertas formas que responden, mÃ¡s o menos, a exigencias estÃ©ticas.
El contexto antropolÃ³gico en el que surgen las estelas estÃ¡ Ãntimamente

asociado al culto mortuorio, participando de un origen etnogrÃ¡fico comÃºn, es
decir, son producciones colectivas cuyos rasgos esenciales o caracterÃsticos,
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Estas estelas fueron realizadas por cuadrillas de canteros ambulantes, pero no

exclusivamente, pues tambiÃ©n los artesanos locales, pastores y agricultores
analfabetos, en ausencia de aquellos o simplemente por ahorrar costes, fabricaban
sus propias piezas o las de sus vecinos, reproduciendo rasgos que habÃan visto
antes en soportes anÃ¡logos, rasgos que responden a un ambiente, es decir, a
concepciones y gustos ya popularizados. Estos creadores de formas alfabÃ©ticas
renovaron constantemente los diseÃ±o barrocos iniciales, derivÃ¡ndose multitud
de variaciones y caracterÃsticas formales hÃbridas.
Lejos de limitarse a perfeccionar los

aspectos ergonÃ³micos de lectura de los
decir, son producciones colectivas cuyossignos
rasgosde escrituraograbados
esenciales en piedra, el
caracterÃsticos,
inspirados en un ambiente de concepcionesartesano cantero decide
y sentimientos elevarselarepiten
colectivos,
categorÃa
en diversos objetos, costumbres o ritos. No se trata de obras
humilde objeto, dotÃ¡ndole
individuales efÃmeras
en el tiempo, sino de obras populares y anÃ³nimas, cuyo estilo sefuertemente
de atributos plÃ¡sticos, transmite
elaborados y de aspecto aguirnaldado y
generacionalmente, en un proceso mimÃ©tico.
pendolista, sin que, por ello, perdiera
nada de su utilidad original. En muchos
casos, podemos apreciar el deseo auto
satisfactorio de configuraciÃ³n personal
en la inscripciÃ³n de los signos
alfabÃ©ticos, buscando una
ornamentaciÃ³n formal, frecuentemente
exagerada. Esto obedecÃa tambiÃ©n a
un afÃ¡n de demostraciÃ³n de destreza y
rivalidad en la exhibiciÃ³n de virtuosismo
en el trazado de la escritura, lo cual les
llevÃ³ a configurar formas alfabÃ©ticas
cada vez mÃ¡s elaboradas, en un empeÃ±o
de auto publicidad. Esta introducciÃ³n de
elementos ornamentales aÃ±adidos a la
configuraciÃ³n formal, supone en muchas
ocasiones, un valor grÃ¡fico prevalente al
de las formas alfabÃ©ticas.
En otros casos, los atributos

morfolÃ³gicos de los diferentes caracteres
Chatalina, Gratia, Gastambide, MA (MarÃa), MA
(MarÃa), Marie. son el resultado de una serie de juegos
formales para asÃ obtener ligaduras y
compresiones, en funciÃ³n de un mejor aprovechamiento de la superficie
disponible. Un ejemplo del resultado de estas manipulaciones de las letras, para su
adaptaciÃ³n al espacio lapidario limitado, son los atributos caracterÃsticos de la
letra A, en la que el trazado horizontal que la corona, asÃ como la triangularidad
descendente de su asta transversal, es el resultado de la sÃntesis en una sola letra
de los trazos esenciales de la superposiciÃ³n de varias letras (TA - MA). Otro
ejemplo serÃa la diferencia de cuerpo de algunos signos (caso evidente de la O)
con respecto al resto del sistema alfabÃ©tico, para su intercalado en otros signos
abiertos (K, L, R, T...).
Persistencia de las formas alfabÃ©ticas en el tipo vasco
En cualquier caso, la definiciÃ³n de un Â«tipo vascoÂ» resulta imprecisa, y Â en el

mejor de los casos tendrÃamos que catalogarlo como eclÃ©ctico. Sin embargo, a
pesar de las grandes diferencias morfolÃ³gicas existentes entre las letras en
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mayÃºscula, en toda una serie de variantes recogidas a lo largo de diferentes zonas

del PaÃs Vasco, en inscripciones de antigÃ¼edad probada. Debemos de tener en
cuenta que existe una gran diversidad de tipos de grafÃa, variantes,
estabilizaciones y deformaciones a partir de una misma tipologÃa grÃ¡fica que, en
cualquier caso, son portadoras de una clara tradiciÃ³n, intenciÃ³n y
determinaciÃ³n formal, mÃ¡s o menos evolucionada.
pesar de las grandes diferencias morfolÃ³gicas existentes entre las letras en

diversos soportes, sÃ podemos observar algunos criterios formales que permiten
apreciar un fenÃ³meno al que podrÃa catalogarse como Â«persistencia de las
formas alfabÃ©ticasÂ» o, cuando menos, la repeticiÃ³n de externas apariencias o
similitudes. Esto ha llevado al reconocimiento de un Â«estilo vasco de letraÂ», con
un carÃ¡cter definido. A modo de ejemplo, podemos apreciar resultados de una A
Ejemplo de Â«persistencia de las formas alfabÃ©ticasÂ» reflejada en variantes de la inscripciÃ³n de la letra A en

diferentes esquelas y lÃ¡pidas funerarias.
Esta recurrencia formal y consolidaciÃ³n de lÃneas estilÃsticas y formales, que

pueden ser el resultado de convergencias mÃ¡s o menos fortuitas, son reconocidas
popularmente, perseverando, en su implantaciÃ³n en el panorama grÃ¡fico-visual
del PaÃs Vasco. Esta proliferaciÃ³n de la Â«letra vascaÂ» ha hecho que alguna
instituciÃ³n pÃºblica y empresas relacionadas con la ediciÃ³n grÃ¡fica, hayan
intentado normalizar este carÃ¡cter tipogrÃ¡fico, afanÃ¡ndose en sintetizar en un
tipo de letra todas las formas transitorias del pasado.
AsÃ por ejemplo, el Ayuntamiento de Bilbao patrocinÃ³ el diseÃ±o de un nuevo

tipo de letra basado en la Â«letra vascaÂ» con la intenciÃ³n de utilizarla en el
nuevo sistema de seÃ±alizaciÃ³n urbana de la ciudad. Este proyecto tipogrÃ¡fico,
al que se ha denominado Â«Alfabeto BilbaoÂ», independientemente de la
valoraciÃ³n de la intenciÃ³n del encargo por parte de la InstituciÃ³n y del
resultado grÃ¡fico final aportado por el diseÃ±ador, supone, al menos, una buena
oportunidad para ejercitar una reflexiÃ³n sobre algÃºn aspecto de la Ã©tica en la
labor del diseÃ±ador grÃ¡fico y del nivel cultural de nuestros gestores.
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Â«Alfabeto BilbaoÂ»Â diseÃ±ado por Alberto CorazÃ³n.
Otras propuestas de empresas de preimpresiÃ³n y diseÃ±o y digitalizaciÃ³n de

fuentes tipogrÃ¡ficas ofrecen un catÃ¡logo con multitud de variaciones del tipo
vasco (Â«EuskaraÂ», Â«ClassicÂ», Â«ModernÂ», Â«OldÂ», Â«EtxeakÂ»,
Â«GernikaÂ», Â«OÃ±atiÂ», Â«KarakoÂ», Â«Zubizarreta toskaÂ»...) que de alguna
forma luchan por imponerse comercialmente. Estos esfuerzos de normalizaciÃ³n
de la Â«letra vascaÂ», surgidos de intereses polÃticos y comerciales, no han
contribuido a una adopciÃ³n oficial uniforma de la letra vasca.
Compartiendo la opiniÃ³n de Hinrichs Sachs, evidentemente, la propiedad

cultural, aquella que no es exclusivamente material, visible e incapaz de
reproducirse por sÃ misma, debe ser constantemente hecha realidad para que
exista verdaderamente (al igual que la escritura necesita ser leÃda y el discurso ser
oÃdo).
... lo que nosotros, el pÃºblico en general, hemos heredado y ahora poseemos, no

puede ser vendido, comprado y utilizado.Â
Para saber mÃ¡s:

AzcÃ¡rate, A.; GarcÃa, I.: Estelas e inscripciones medievales del PaÃs Vasco, Bilbao, Servicio Editorial de la
UPV-EHU, 1996.
BarandiarÃ¡n, J.M.: Â«Algunos casos de arte rudimentario en la etnografÃa actual del pueblo vascoÂ»,
en De Retana, J.M. (dir.): Enciclopedia Vasca, 1974.
Colas, L.: Â«GrafÃa, ornamentaciÃ³n y simbologÃa vascas a travÃ©s de mil antiguas estelas
discoideasÂ», La Gran Enciclopedia Vasca, Bilbao, 1972.
Llanos, C.: AnÃ¡lisis de la constante de sÃmbolo en las manifestaciones artÃsticas del PaÃs Vasco, Ãlava,
DiputaciÃ³n Foral de Ãlava, 1991.Â
Kortadi, E.: GrafÃa vasca. Origen y existencia, difusiÃ³n y fijaciÃ³n, Bilbao, Lehendakaritzako Idazkaria eta
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Eduardo Herrera FernÃ¡ndez es Licenciado en Bellas Artes y Doctor

por la Universidad del PaÃs Vasco.Â Desde el aÃ±o acadÃ©mico
1986-87 imparte las asignaturas de IntroducciÃ³n al DiseÃ±o,
TipografÃa e Identidad Visual Corporativa en la especialidad de
DiseÃ±o de la Facultad de Bellas Artes de la UPV-EHU. Asimismo,
imparte materias de Doctorado en distintos departamentos de dicha
Facultad. Desde 2002 colabora con el Departamento de EducaciÃ³n,
Universidades e InvestigaciÃ³n del Gobierno Vasco para la formaciÃ³n del profesorado.Â Ha
dirigido diversos proyectos de investigaciÃ³n sobre el diseÃ±o grÃ¡fico, la tipografÃa y las
nuevas tecnologÃas. Ha participado en congresos, seminarios y talleres nacionales e
internacionales. Colabora, ademÃ¡s, con diversas empresas del sector audiovisual como
consultor y asesor.Â
Cultura Saila, Analisia eta komunikazionrako idazkaritza nagusia, 1994.Â
Sachs, H.: Â«El futuro digital de las tipografÃas vascas â€œEuskaraâ€ se decide hoyÂ», Zehar no. 46,
* Una versiÃ³n de este texto se publicÃ³ en las Actas del I Congreso Internacional de TipografÃa de
Arteleku.Â
Valencia y en la revista Visual no. 109, julio de 2004.Â
ZÃ¡balo, P.; ZÃ¡balo, J.: Arquitectura popular y grafÃa vasca, Buenos Aires, Ekin, 1947.Â
Tags: TipografÃa, TipografÃa vasca
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MonográRca.org debe ser sin Rnes lucrativos."
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