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Equilibrio térmico. Propagación del calor. Efectos del calor sobre los cuerpos. Conductores y
aislantes. Aplicaciones.
INTRODUCCIÓN:
El calor y sus propiedades constituyen un contenido básico incluido en todos los currículos de
iniciación a la Física en la enseñanza secundaria. Múltiples investigaciones muestras que los
alumnos no acuden al aula con la mente en blanco. Estos poseen unos conocimientos previos los
cuales influyen en como adquieren los nuevos conocimientos científicos. Diversos autores
aseguran que conocer cuáles son las ideas previas de los alumnos acerca de una unidad puede
ayudar a cómo este aborda el desarrollo de la mismo. Entre las mismas podemos destacar la
consideración del calor como algo que “poseen” los cuerpos, o la asociación de la energía como
algo que se “gasta” como los combustibles. Conocer estas ideas tan extendidas no sólo entre los
alumnos si no entre la población en general nos lleva a desarrollar el siguiente tema.
DESARROLLO TEÓRICO:
A partir de aquí surgen dos corrientes muy importantes, la primera de ellas la teoría del flogisto,
propuesta en 1667 por Johann Becher, basada en la existencia en el interior todos aquellos
materiales susceptibles de sufrir combustión de una sustancia llamada flogisto.
Más tarde en el siglo XVIII habían proliferado muchas teorías, tanto en electricidad como en
química y en calor, basadas en fluidos. Así, por ejemplo, los efectos eléctricos eran descritos a
base de fluidos y efluvios que intercambiaban los cuerpos electrizados y lo mismo ocurría en la
explicación de los efectos magnéticos. En el caso del calor estaba la teoría del calórico en la que se
suponía que el calor era una sustancia material formada por partículas que se repelían entre sí
pero que eran atraídas por las partículas de las sustancias ordinarias.
Uno de los pocos investigadores que puso en cuestión el carácter material del calórico al final del
siglo XVIII fue el norteamericano Benjamín Thompson (1753-1814). Thompson estaba interesado
en el estudio de sistemas de calentamiento a vapor, construcción de chimeneas, etc. y es sabido
que, haciendo de supervisor de la perforación de cañones de bronce en los talleres del arsenal
militar de Múnich (Baviera), puso en cuestión el carácter sustancial del calórico al considerar que
la fuente de calor generado por la frotación del aparato que cortaba las virutas en el bronce de los
cañones era inagotable. Entonces la hipótesis más plausible era considerar que el calor fuera
movimiento.
Nos encontramos además en una época de pleno apogeo para la máquina de vapor, Primera
Revolución Industrial. Optimizar el rendimiento mecánico de las máquinas térmicas era una
prioridad en ese momento. Sadi Carnot publica en 1824 su obra para optimizar el rendimiento de
las máquinas térmicas, y define el calor como la transferencia de energía térmica de un cuerpo a
otro que están a diferente temperatura.
En 1840 Joule y Mayer establecen una relación cuantitativa de equivalencia entre el trabajo y el
calor, y comienza a introducirse el concepto de energía, la cual se estableció como la capacidad de
los sistemas para hacer transformaciones en particular, haciendo trabajo y/o transfiriendo calor
según el primer principio de la termodinámica.
2. Equilibrio térmico.
El estado de equilibrio de un sistema físico depende de la proximidad de otros sistemas y de la
naturaleza de la superficie que les separa. Si esta superficie es buena conductora del calor, la
experiencia nos dice que el sistema modifica su estado hasta alcanzar un nuevo equilibrio: se trata
de una superficie diatérmica. Por ejemplo. si se aproxima un vaso metálico que contiene una
mezcla de agua con hielo a un radiador eléctrico se observa como el hielo se funde. La pared del
vaso es una pared diatérmica. En cambio, si la superficie de separación está formada por una
sustancia mala conductora, el equilibrio del sistema no se modifica y la superficie es adiabática. Es
lo que ocurre si la mezcla de agua con hielo está encerrada en un vaso Dewar de dobles paredes
con vacío entre ambas. Admitimos que todo sistema no en equilibrio sometido a condiciones
exteriores constantes alcanza finalmente un estado de equilibrio.
El origen del termómetro se atribuye a Galileo Galilei, quien en el siglo XVII construye el primer
termoscopio. Desde entonces son múltiples los diseños que se han fabricado. El termómetro
mecánico se basa en la propiedad de dilatación con el calor o contracción con el frío de alguna
sustancia. Por ejemplo, el termómetro de mercurio convencional mide la dilatación de una
columna de mercurio en un capilar de vidrio, ya que el cambio de longitud de la columna está
relacionado con el cambio de temperatura. El termómetro se puede calibrar colocándolo en
contacto térmico con algún sistema natural cuya temperatura permanezca constante, conocida
como temperatura de punto fijo. Una de las temperaturas de punto fijo que se elige normalmente
es la de una mezcla de agua y hielo a la presión atmosférica, que se define como cero grados
Celsius (ºC) denotado por 0ºC. Otro punto fijo conveniente es la temperatura de una mezcla de
agua y vapor de agua en equilibrio a la presión atmosférica, al que se le asigna el valor de 100ºC.
Una vez que se han fijado los niveles de la columna de mercurio en estos puntos, se divide en 100
partes iguales, donde cada una de estas representa un cambio de temperatura equivalente a un
grado Celsius, nombre que recibe por su creador. Así́ se define una escala de temperatura llamada
escala centígrada o escala Celsius.
El cambio de temperatura puede determinarse a partir del cambio en la presión. Si se supone que
la variación de temperatura T con la presión P es lineal, se puede escribir:
T = aP + b
donde a y b son constantes, que se pueden determinar a partir de dos puntos fijos, tales como los
puntos de hielo y vapor.
Los experimentos demuestran que cuando se miden las temperaturas con diferentes termómetros
y con diferentes gases, las lecturas son independientes del tipo de gas que se use, siempre que la
presión no sea muy alta. La concordancia mejora al reducirse la presión. Esta concordancia
significa que la intersección b de la ecuación es la misma para todos los gases. Cuando se extrapola
la recta de presión a temperaturas muy bajas se encuentra que la presión es cero cuando la
temperatura alcanza el valor -273.15ºC. Esta temperatura corresponde a la constante b en la
ecuación. La extrapolación es necesaria, ya que todos los gases se licuan antes de llegar a esa
temperatura.
Punto triple del agua: Corresponde a la temperatura y presión únicas en las que el hielo, el agua y
el vapor de agua pueden coexistir en equilibrio. Estos valores son aproximadamente T = 0.01ºC y P
= 610 Pascales (Pa).
Estos experimentos permitieron a Lord Kelvin establecer una nueva escala de temperatura
denominada escala absoluta o escala Kelvin en honor al científico. La temperatura en el punto
triple del agua en la nueva escala, dada por la ecuación, se tomó como 273.16 kelvin, abreviado
273.16 K. Esta elección se hizo para que la vieja escala centígrada de temperatura basada en los
puntos del hielo y del vapor coincidiera cercanamente con esta nueva escala basada en el punto
1
triple del agua. La unidad SI de la temperatura termodinámica, se define como la fracción
273 ,16
de la temperatura del punto triple del agua.
TC = T – 273.15ºC
Se observa que el valor de un grado en la escala Kelvin es igual al de la escala Celsius. Por ejemplo,
una diferencia o variación de temperatura de 5ºC es igual a una diferencia de temperatura de 5 K.
Las dos escalas solo se diferencian en la elección del punto cero.
Escala Fahrenheit:
Muy utilizada en países anglosajones es la escala Fahrenheit diseñada por el científico alemán
Daniel Fahrenheit. La temperatura Fahrenheit, TF, se relaciona con la temperatura Celsius por la
expresión:
TF =95TC +32ºF
Escala Rankine:
La escala Rankine se utilizó durante mucho tiempo como escala de temperatura absoluta en el
American Engineering System correspondiente a los países de Estados Unidos e Inglaterra, más
específicamente en el rubro de la Ingeniería.
Esta escala utiliza la escala Fahrenheit, pero desde el cero absoluto en adelante, lo que quiere
decir, que esta escala no posee números negativos y que, cero grados Rankine equivale al cero
absoluto. El cero absoluto de la escala Rankine es -459,67 °F. Para obtener las otras temperaturas
alcanza con sumarle 459,67.
TR= TF + 459,67
dQ dT
H= =−KS
dT dx
Esta ecuación recibe el nombre de Ley de Fourier. K es una constante que recibe el nombre de
coeficiente de conductividad térmica. En el Sistema Internacional se mide en J·s-1m-1K-1. El signo
menos indica que el sentido de propagación es contrario al gradiente, es decir, que va de la
temperatura superior a la inferior.
Los metales son buenos conductores térmicos, siendo alguno de los mejores la plata o el cobre.
Cabe destacar la K del diamante, la cual sitúa a esta forma alotrópica del carbono como el mejor
conductor térmico conocido por el hombre.
En la actualidad diversos equipos de investigación están trabajando para incorporar a los plásticos
nanoestructuras de carbono que los conviertan en buenos conductores térmicos, y poder así
obtener materiales de este tipo con un coste más asequible, ya que los metales anteriormente
mencionados tienen un alto coste.
En el otro extremo tenemos a los aislantes, con un bajo valor de K podemos destacar el corcho, la
vermiculita (también aislante acústico), celulosa, algas o lana de roca
3.1.2. Aplicaciones:
Los aislantes y conductores térmicos permiten el cuidado de los múltiples objetos que utilizamos
en nuestro día a día, así como los utilizados en las industrias de todo tipo. Por otro lado, aumentan
la eficacia energética. Algunos ejemplos de aplicación de estos materiales son:
Las corrientes de convección en los líquidos tienen una aplicación práctica directa en las calderas
de calefacción por agua caliente.
La radiación térmica produce el mismo efecto que hubiera producido un flujo de calor por
conducción o convección, además no exige medio de transporte alguno, propagándose incluso a
través del vacío.
En el calor transferido por radiación, la potencia radiada P por una superficie viene dada por la ley
de Stefan-Boltzmann:
P= eσST4
En todos los mecanismos de propagación del calor, si la diferencia de temperatura entre el cuerpo
y los alrededores es pequeña, la velocidad de enfriamiento es aproximadamente proporcional a la
diferencia de temperatura (Ley de enfriamiento de Newton).
Es interesante comparar las velocidades asociadas con los tres mecanismos de propagación del
calor. La radiación se propaga a la velocidad de la luz (∼108 m/s), la energía transportada por
conducción se propaga a la velocidad del sonido (∼104 m/s), y la convección tiene lugar de un
modo muy lento, semejante al transporte por un fluido (∼1 m/s).
4. Energía interna.
La energía total de un sistema es llamada energía interna, U. Se trata de la energía cinética y
potencial total de las moléculas que componen el mismo. Denotamos con AU el cambio en la
energía interna cuando un sistema cambia de un estado inicial i con energía interna U i a otro
estado final Uf
∆U= Uf - Ui
Se trata de una función de estado, su valor solo depende del estado actual del sistema, en otras
palabras, la energía interna es una función de las propiedades que determinan el estado del
sistema. La modificación de alguna de las variables de estado, como la presión, produce un cambio
en la energía interna. Es una propiedad extensiva.
∆U = w +q
4.2. Calorimetría:
En general la variación de energía interna de un sistema se escribe:
dU = dq + dwexp + dwe
Siendo dq la variación de energía en forma de calor, dw exp el trabajo de expansión y dwe el trabajo
extra de cualquier otro tipo, por ejemplo, realizado por una corriente eléctrica.
dU = dqv
∂u
Cv= ( )
∂T v
Donde la notación corresponde con una derivada parcial, la cual es la pendiente calculada
manteniendo todas las variables constantes excepto una. Las capacidades caloríficas son
magnitudes extensivas.
Supongamos que la dimensión lineal de un cuerpo a una cierta temperatura, a lo largo de alguna
dirección es l. La longitud aumentara en una cantidad ∆l para un cambio de temperatura ∆T.
Experimentalmente se demuestra que el cambio en la longitud es proporcional al cambio de
temperatura y a la longitud inicial siempre que ∆T sea pequeña. Por lo tanto, la ecuación básica
para la dilatación de un sólido es:
ΔL = α·Lo· ΔT
Siendo α· una constante de proporcionalidad, distinta para cada sustancia, y que se denomina
coeficiente de dilatación lineal.
Como las dimensiones lineales de los cuerpos cambian con la temperatura, se deduce que el área
y el volumen del cuerpo también cambian con la temperatura. El cambio en el volumen a presión
constante es proporcional al volumen original V y al cambio de temperatura, lo que se puede
escribir como:
ΔV = β·Vo·ΔT
Dilatación del gas a presión constante: Consideremos una masa de gas encerrada en un
cilindro provisto de un embolo móvil. Al calentar el gas, sufrirá́ un aumento de presión que
provocará el movimiento del embolo, hasta que este se pare (émbolo en equilibrio, igual
presión dentro que fuera), los que significará un incremento del volumen a presión constante.
Según la primera ley de Gay-Lussac, a P=cte., si la temperatura se aumenta en 1ºC, los gases
1
se dilatan una cantidad constante α aproximadamente igual a de su volumen a 0ºC.
273 ,16
Estos datos experimentales pueden escribirse mediante la expresión:
Vt=V0(1+αt)
Incremento de presión del gas a Volumen constante: Consideremos ahora la masa de gas
encerrada en el cilindro con el émbolo fijo (recipiente herméticamente cerrado, V=cte.) Al
calentarse el gas, la segunda ley de Gay-Lussac nos indica que se produce un incremento de la
presión con la temperatura, que obedece una expresión semejante:
P = P (1+ β.t) t0
donde Pt es la presión del gas a la temperatura t, P0 la presión del gas a la temperatura de 0ºC
y β (coeficiente de aumento de presión del gas a volumen constante) tiene el mismo valor que
1
α, o sea β=α= .
273 ,16
CONCLUSIONES:
En este tema se han desarrollado conceptos tan importantes como calor, temperatura, trabajo
o energía, los cuales están muy presentes en la vida diaria. Tener una visión de estos en un
marco histórico permite dar relevancia al desarrollo de las leyes actuales que rigen la
naturaleza, mostrándolas a los alumnos no como algo impuesto por un descubridor, sino por el
continúo trabajo de varias personas a lo largo de la historia. Conocer las distintas formas de
transferencia del calor permite diferenciar mejor entre este concepto y el de temperatura, así
como mostrar a los alumnos la aplicabilidad de estos fenómenos a la vida diaria con el uso de
materiales con distintas propiedades.