El culto Cristiano o servicio cristiano es el desarrollo o
practica de las diferentes actividades por los creyentes que se reúnen en determinadas lagar o casas, templos, pero de preferencia en los templos, en determinados días de la semana para adorar a Dios con Alabanza, oración, lectura de la palabra y otras actividades relacionadas con el culto. Trasfondo Histórico del Culto Cristiano
Vamos ahora a analizar brevemente, el proceso cultico a
lo largo de la historia bíblica. Para ello dividiremos en seis perdidos generales la evolución y el desarrollo del culto a Dios por parte del hombre, partiendo desde Génesis, con los primeros indicios de adoración a Dios, hasta el nacimiento de la iglesia en hechos 2. Época pos creacionista y patriarcal: Ofrendas y altares Como ya hemos apuntado, desde la fundación del mundo el hombre ha sentido la necesidad de adorar a Dios. Bajo el contexto de la creación en Génesis, el primer indicio de adoración y culto lo encontramos en la respuesta de agradecimiento de Caín y Abel hacia Dios, que se tradujo en una ofrenda (Gn. 4:1-5). En este texto, y a manera de aplicación devocional, podemos comprobar las dos clases de adoración que ambos tributaron a Dios. Caín, ofrenda más por imposición que por devoción, su ofrenda podía ser acertada, pero su actitud era legalista, no demostraba agradecimiento, sólo estricto cumplimiento de la ley. Sin embargo, Abel, representa el correcto sentido de adoración y culto a Dios, es el corazón agradecido que adora al Creador y le ofrenda de lo mejor que tiene. Época pos creacionista y patriarcal: Ofrendas y altares En la época de los patriarcas, los antecesores hebreos del pueblo judío desde Abraham hasta Jacob, la adoración y el culto se realizaban sobre la base del sacrificio como ofrenda a Dios. Aparecen los altares, que como su nombre indica, se ponían en lugares altos, sobre los montes (Gn. 12:8; 22:2). Por tanto, la adoración y el culto se van completando y evolucionan desde las primeras ofrendas de Caín y Abel, hasta los altares de sacrificio. Las bases culticas del Antiguo Testamento ya se van estableciendo: ofrendas / sacrificios. Época mosaica y monárquica: Tabernáculo y Templo En la época de Moisés y en los comienzos del peregrinaje del pueblo de Israel por el desierto, la presencia de Dios se va acercando y se manifiesta en forma de nube o fuego que guía, hasta que Dios decide habitar en medio de su pueblo. Desde ahí (y posteriormente con Josué y hasta la entrada en la tierra prometida), el culto de sacrificio y ofrenda se realiza ya bajo un ritual dictado por Dios a Moisés en el Tabernáculo, siendo oficiado por la casta sacerdotal de los levitas. En esta etapa de la evolución cultica, es cuando se legisla la base de las ofrendas y los sacrificios. Época mosaica y monárquica: Tabernáculo y Templo En la época monárquica (considerada como el esplendor de la nación de Israel desde los reinados de Saúl, David y Salomón, hasta la división del reino en el año 931 a.C.), la adoración a Dios se va completando y el Tabernáculo se fija ya definitivamente en Jerusalén, bajo un templo estable y permanente, edificado en el monte Moriah, el mismo sobre el que Abraham debía ofrecer en sacrificio a su hijo Isaac. En realidad, el Templo de Jerusalén, constituye la culminación de la vida religiosa en la nación de Israel. Época postexílica y cristiana: Sinagoga e Iglesia
Entendemos por época postexílica la que se extiende desde el regreso de los
que fueron deportados a Babilonia y participaron en la reconstrucción del Templo bajo Zorobabel y posteriormente en la reconstrucción del muro de Jerusalén bajo Esdras y Nehemías, hasta el periodo intertestamentario bajo el Imperio Griego. Debido a que los judíos no podían beneficiarse del culto en el Templo durante el exilio babilónico, surgieron las sinagogas o asambleas, «La sinagoga inauguró una nueva forma de adoración. Fue la primera vez en la historia de la humanidad que asambleas culticas regulares se reunieron en lugares que no poseían ninguna otra consagración que la que le confería la propia comunidad por sí misma. Con las sinagogas el culto se hizo menos ceremonioso y más asequible al pueblo, que podía participar incluso en lecturas y exposiciones de la Palabra, antes reservadas a los sacerdotes. En realidad, la sinagoga hizo de puente entre el Templo y la iglesia cristiana. Época postexílica y cristiana: Sinagoga e Iglesia Durante todo el periodo Inter testamentario y con la posterior llegada del Imperio Romano en el año 63 a.C., los cultos se celebrarían indistintamente en el Templo de Jerusalén y en las sinagogas locales, que durante este periodo adquirieron su mayor protagonismo. De esta manera, la iglesia reúne todos los aspectos ya mencionados sobre la evolución del culto y los completa en Cristo, el cual es el perfecto Cordero que ofrece un sólo sacrificio para el perdón de nuestros pecados (He. 9:26 Sin embargo, aunque es correcto decir que la iglesia como tal nace en Hechos, todo el proceso evolutivo del culto se completa en gran medida a partir de Pentecostés, recibiendo la herencia judaica del Templo y de la sinagoga y resultando el culto cristiano de una fusión de ambas herencias en base a la nueva experiencia cristiana Elementos fundamentales del culto
En primer lugar, cuando la iglesia se reúne para rendir
adoración a Dios, la biblia nos enseña que nuestro Señor está presente en nosotros; en segundo lugar, si el objeto del culto es Dios, entonces somos conscientes que al Señor debemos ofrecerle lo mejor, lo que se merece; y tercero, la enseñanza que nos provee la biblia, nos da el juicio necesario para considerar cuál de los elementos del culto son apropiados para glorificar a Dios. La presencia dinámica del Espíritu Santo En todo servicio cultico, hay un elemento personal entre Dios y su pueblo. En este sentido, la biblia nos enseña que la adoración no surge del hombre, sino que viene de Dios. El orienta, enseña, norma nuestras vidas en todas las áreas, atreves de Palabra y de su Espíritu. Es el Espíritu Santo quien obra en el interior del ser humano para que tenga la disposición de rendir culto al señor. Una de las cosas más importantes en el culto cristiano, es dejar que el Espíritu Santo se mueva libremente entre los creyentes. La libertad en el obrar del Espíritu Santo en nuestras vidas y en el servicio cultico es trascendental para las siguientes ocasiones: El Espíritu Santo nos auxilia e intercede por nosotros. El perfecciona nuestros ruegos y lo hace conforme a la voluntad de Dios. Porque el Espíritu Santo es quien reparte los dones “como él quiere”. La Adoración L a adoración está relacionada con la acción de postrarse ante Dios (Gn. 2:26; Ex. 33:9- 34; 8; 1Co. 14:25;Ap. 7:11) en este sentido adorar significa reconocer la grandeza, santidad y majestuosidad de Dios, postrándose ante su presencia. La adoración debe ser consecuencia de un amor limpio y sincero a Dios; esta verdad bíblica busca que la adoración de su pueblo sea de la aceptación a Dios. Acercarse a Dios con fe y santidad. Venir con acción de gracias y con la disposición de ofrecerle todo: ministerios, dones, tiempo, ofrendas y diezmos. Mantener una vida de obediencia y de servicio a Dios. La lectura Bíblica
La lectura bíblica ocupa un lugar importante en el culto
congregacional. Es el único momento en que las congregaciones son confrontadas con la revelación escrita. Informar con anticipación a la persona indicada para que se prepare debidamente. Su preparación consiste en buscar la dirección de Dios (oración). Leer la porción escritural correctamente. Esto significa que no puede haber defectos en la pronunciación, en la entonación, en los énfasis o en las La Predicación de la palabra de Dios
La predicación de las escrituras es un elemento vital en el
culto, que la iglesia no puede prescindir.
La eficacia de la predicación descansa en tres puntos
importantes: Es la poderosa obra del Espíritu Santo. El mensaje debe ser cristo céntrico. La predicación se centra en la promesa de Cristo y no en las experiencias del predicador.
El predicador debe ser consecuente con lo que predica.
La Oración
Es el tiempo sublime en el cual el creyente o la asamblea
en general habla con el señor. Es oportuno que las oraciones sean dirigidas por el pastor o por una persona idónea. Las oraciones deben brotar de un corazón sincero, expresadas con naturalidad y mucha reverencia. Su contenido estará basado en santidad de Dios, sus obras, sus promesas, su fidelidad, su misericordia, su justicia, en la persona y obra redentora de cristo. La Alabanza Se centra en la persona de Dios, con el propósito de exaltarle y bendecirle con música, danza y manifestaciones externas de gozo. La biblia enseña que la alabanza no nace en el hombre, para luego dirigirla hacia Dios. No es así; es Dios quien con su Espíritu Santo nos capacita para que cada uno de nosotros pueda alabarle con alegría. Hebreos 13:15-16 “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Y de hacer bien y de la La Acción de gracias Uno de los elementos fundamentales al momento de ofrecerle culto a Dios es la acción de gracias, todo lo que hagamos, toda obra, todo sacrificio, debe provenir de un corazón lleno de agradecimiento para con nuestro Dios La acción de gracias es la llave que abre la puerta de acceso a la presencia de Dios: "Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre. Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones". Salmo 100:4-5. Este salmo nos describe cómo debemos entrar a la presencia de Dios, es decir, con acción de gracias, con alabanza y con adoración. La Música La música cristiana es la música creada y ejecutada como expresión del cristianismo. Esa expresión abarca una gran diversidad de estilos musicales que contienen letras con mensajes bíblicos o que involucran diferentes tipos de oración (de adoración, de acción de gracias, de petición), y cuya motivación principal es la fe cristiana. La música cristiana es de origen judío:1 la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo,2 como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios y Su grandeza es de gran importancia para todos. La definición y el objetivo de música cristiana varían en función de la denominación cristiana que la promueva. Se considera una herramienta útil, tanto para evangelizar al creyente, como para tratar aspectos de la vida que ha de llevar un cristiano. Dones y ministerios especiales Dios decidió conceder a la Iglesia todos los instrumentos espirituales necesarios para Su edificación: los 9 dones espirituales (I Corintios 12:8-11) La edificación de la Iglesia, en la cual el Señor Jesús está directamente involucrado (Mateo 16:18) y que es la Obra del Espíritu Santo, comenzó en el día de Pentecostés con el derramamiento del Espíritu Santo El supremo propósito del Bautismo con El Espíritu Santo es capacitar a la Iglesia a recibir dones espirituales y ministerios para su edificación. Sin embargo, los 9 dones espirituales no pueden ser usados de forma adecuada sin asistencia de los ministerios. Los 9 dones espirituales y los 5 ministerios se complementan. Dones usados Bendición
Dios busca a los que lo adoran en espíritu y en verdad, y
derrama bendiciones sobre tales personas. Cada culto contiene la gracia y las bendiciones de Dios. Salomón ofreció mil holocaustos y como resultado recibió sabiduría de Dios; él se convirtió en el rey más sabio de su tiempo e hizo próspero a su país (1 R. 3:4-14). De esta manera, Dios da el perdón de pecados, la salvación y las bendiciones a los que guardan los cultos. Todos debemos adorar a Dios en espíritu y en verdad para recibir muchas bendiciones de Él Los sacramentos en la dimensión cultica Un sacramento es un signo sensible y eficaz mediante el cual se evoca y se manifiesta la gracia divina. Proviene del latín sacramentum, término conformado a su vez por las expresiones sacrare, que significa 'hacer santo', y el sufijo mentum, que quiere decir 'medio para'. En este sentido, un sacramento es un medio para la santificación de la persona. En el cristianismo existe una larga tradición sacramental. Aunque cada denominación cristiana tiene diferentes sacramentos, todas tienen en común al menos dos de ellos: el bautismo y la celebración de la Cena del Señor. El rito Bautismal Romanos 6:4 El bautismo para el creyente es símbolo de su sepultura y resurrección con cristo, pero, es más. Cuando va acompañado de fe verdadera, el bautismo es parte del rechazo del pecado y de la entrega a Cristo, y produce una corriente continua de la gracia y la vida divina hacia el creyente. El bautismo significa identificarse con cristo en su muerte y sepultura a fin de vivir en unión con El en su resurrección(vv.5,5). Así como Cristo resucito de entre los muertos, también los que ejercen verdadera fe salvadora en El llevaran una vida nueva (v.5). El Rito de Santa Cena
1° de Corintios 11:24-25 Mi cuerpo.......Mi sangre. -Estas
palabras se refieren al cuerpo de cristo entregado en la muerte y su sangre derramada como sacrificio en la cruz. La declaración de Cristo respecto al pan: “esto es mi cuerpo” tenía el sentido de que representaba su cuerpo. “La copa” representaba la sangre derramada para confirmar “el nuevo pacto” (v. 25). Comer el pan y beber la copa es dar a entender que se proclaman y aceptan los beneficios de la muerte expiatoria de Cristo (v.26).