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¿Cuáles son los principales productos de exportación de Colombia y a que países se

envían?
El café, las flores y el banano son los productos agrícolas de mayor exportación en
Colombia. Las exportaciones de café colombiano se colocaron, sobre todo, por un total de
2.523 millones de dólares en el 2020. Luego siguieron las ventas externas de flores (1.411
millones de dólares), banano (990 millones), aceite de palma (406 millones) y sacarosa
químicamente pura, en estado sólido (365 millones).
En general, el clima tropical y la variedad de altitudes del país favorecen que haya una
amplia variedad de agricultura. Es por ello que el café, la caña de azúcar, las flores, el
banano, la papa y el plátano han sido considerados tradicionalmente como los principales
productos que exporta Colombia.
En 2020, según el gobierno colombiano, los sectores combinados de agricultura (incluido el
café), ganadería, pesca, silvicultura y caza, representaron en conjunto el 6,8 % del PIB
total. Si bien estas cifras son muy dicientes, en 2021 las exportaciones agro sumaron un
total de $3.784 millones de dólares, por lo que en comparación con el 2020, hubo un
considerable crecimiento del 19,2 %
Teniendo en cuenta el panorama de los últimos dos años en el país, se puede evidenciar que
el sector agropecuario y agroindustrial tiene una fuerza muy grande y la apuesta económica
en el sector es muy efectiva en términos de resultados de éxito. Incluso, los productos no
tradicionales como la leche, la lima tahití, la carne bovina, el mango y el aguacate Hass,
también han tenido un recibimiento considerablemente bueno en la industria, con
incrementos en su venta de hasta el 82,5 %
Con esto en mente, es crucial tener en cuenta que no solo se trata del producto que se
comercializa, sino de los compradores internacionales que ya tienen un mercado abierto
para los productos colombianos. Específicamente, lugares como Estados Unidos, Bélgica,
los Países Bajos, Alemania, Canadá, Reino Unido e Italia, son escenarios en los que ya
existe una gran fluencia de mercancías y anualmente se logran ventas o tratos comerciales
importantes.
¿Cuáles son los beneficios económicos que el comercio internacional ha traído a
Colombia?
El comercio internacional ha tenido varios beneficios económicos para Colombia a lo largo
de los años. Estos beneficios incluyen:
Crecimiento económico: El comercio internacional ha contribuido al crecimiento
económico de Colombia al aumentar las oportunidades de exportación. Esto ha permitido
que las empresas colombianas expandan sus mercados y aumenten sus ingresos.
Diversificación de la economía: El comercio internacional ha ayudado a diversificar la
economía colombiana al promover la producción y exportación de una variedad de
productos, como flores, café, banano, petróleo, carbón, textiles y confecciones, entre otros.
Esto reduce la dependencia de la economía en un solo sector y disminuye la vulnerabilidad
a las fluctuaciones de precios.
Generación de empleo: La expansión del comercio internacional ha llevado a la creación de
empleos en diversas industrias, incluyendo la agricultura, la manufactura y los servicios
relacionados con el comercio, lo que ha contribuido a reducir el desempleo en el país.
Atracción de inversión extranjera: La apertura a los mercados internacionales ha atraído
inversión extranjera directa a Colombia. Las empresas extranjeras han invertido en la
infraestructura, la tecnología y otros sectores, lo que ha impulsado el desarrollo económico
y la competitividad.
Mejora en la balanza comercial: A través del comercio internacional, Colombia ha logrado
mantener una balanza comercial positiva en varios momentos, lo que significa que ha
exportado más de lo que ha importado. Esto puede generar ingresos adicionales para el país
y fortalecer sus reservas de divisas.
Acceso a tecnología y conocimientos: La participación en el comercio internacional ha
permitido a las empresas colombianas acceder a tecnologías y conocimientos avanzados
que pueden mejorar la eficiencia de la producción y la calidad de los productos.
Aumento de la competitividad: La competencia internacional ha llevado a las empresas
colombianas a mejorar su eficiencia y calidad para poder competir en los mercados
globales. Esto puede tener un efecto positivo en la productividad y la innovación.
Incremento en los ingresos fiscales: A medida que aumentan las actividades comerciales,
también aumentan los ingresos fiscales del gobierno, lo que puede destinarse a inversiones
en infraestructura, salud, educación y otros servicios públicos.
Mejora en el nivel de vida: En última instancia, el comercio internacional puede contribuir
a elevar el nivel de vida de los colombianos al proporcionar acceso a una mayor variedad
de bienes y servicios a precios competitivos.
¿Cuáles son los desafíos y obstáculos que enfrenta Colombia en términos de
importación y exportación?
No hay duda de que el país enfrenta importantes retos en materia de comercio
internacional. Las cifras oficiales muestran que en los últimos años no hemos avanzado
sustancialmente en esta materia. En Anif consideramos que hay varios elementos para tener
en cuenta.
El principal es que Colombia es un país que tiene niveles bajos de apertura comercial,
especialmente comparado con el resto del mundo. Incluso después de la tímida apertura
comercial de principios de los años noventa, las importaciones (como porcentaje del PIB)
no han cambiado sustancialmente. En 1994 alcanzaban el 21%, mientras que en 2019 el
indicador fue de 22%. Es decir, casi treinta años después, prácticamente no hubo cambios
en ese importante indicador. Adicionalmente, otra variable que complementa este análisis y
que también se utiliza para evaluar el grado de vocación comercial de un país son las
Exportaciones + Importaciones como porcentaje del PIB. Los resultados muestran que ese
indicador se ha mantenido en un promedio de 35% en los últimos 28 años, muy por debajo
del promedio de América Latina (45%). Los países de la Alianza del Pacífico presentan
mayor apertura exportadora que Colombia, medida con esta variable: México (80%), Chile
(57%) y Perú (47%). Ni hablar de los países realmente abiertos, como los del Sudeste
Asiático, que muestran porcentajes de comercio internacional incluso superiores al PIB en
algunos casos, ver gráfico 1. Esto explica, en gran medida, nuestro sesgo antiexportador. En
efecto, un país que no enfrenta niveles de competencia externa está condenado a exportar
poco, como lo indican la teoría económica y la evidencia empírica alrededor del mundo.
Un segundo elemento es que las exportaciones no tradicionales presentan dificultades para
reactivarse, a pesar de la devaluación del peso, la cual ha sido superior al 70% en el período
2014-2019, desde la caída de los precios internacionales del petróleo.
Adicionalmente, existe una alta concentración en los bienes que tradicionalmente se
exportan, donde la gran mayoría son commodities, que representan el 70% de la canasta
exportadora. El mayor problema es que esta participación se ha mantenido prácticamente
inalterada desde el fin del auge minero-energético de 2008-2013 (cuando las exportaciones
alcanzaron niveles pico de US$60.000 millones).
Otro elemento, que además ha influido mucho en la concentración de nuestra canasta
exportadora, es que el mercado de Venezuela, que fue uno de nuestros principales socios
comerciales, no se ha podido reemplazar. Las ventas externas hacia ese país, que rondaban
los US$7.000 millones una década atrás, se volvieron prácticamente nulas como
consecuencia de las condiciones económicas y políticas que son de amplio conocimiento.
Como lo muestran las estadísticas del Dane, ese hueco en las exportaciones no se ha podido
recuperar. De manera importante, la mayoría de esos US$7.000 millones eran productos no
tradicionales de exportación.
El último factor que complica el panorama de las exportaciones colombianas es que la
demanda externa está débil, particularmente aquella relacionada con los commodities de
nuestra canasta tradicional. Estados Unidos redujo su dependencia energética, tras la
revolución shale gas-oil, mientras que Europa ha venido implementando una estricta
regulación ambiental que ha golpeado las exportaciones de carbón provenientes de
Colombia.
Todo lo anterior muestra que estamos ante un problema serio. El comercio internacional de
Colombia tiene rezagos, en algunos casos retrocesos, y hay dificultades estructurales que el
país debe enfrentar decididamente para tener una verdadera vocación hacia la apertura
comercial que nos permita exportar más y, adicionalmente, aumentar el bienestar de los
consumidores colombianos. La efectividad de los TLCs se reduce si el país no tiene las
herramientas para aprovecharlos.
Adicionalmente, el mal desempeño en las cuentas externas del país ha puesto de presente el
desafío exportador que tiene Colombia y que implica que se deben superar varios
obstáculos.
¿Como ha evolucionado el comercio internacional en Colombia en los últimos años y
cuales son las perspectivas futuras?
Diversificación continua: Colombia buscará seguir diversificando sus exportaciones para
reducir su dependencia de los productos básicos, como el petróleo. Esto incluye la
promoción de productos manufacturados y la expansión de los mercados para productos
agrícolas no tradicionales.
Fortalecimiento de la infraestructura: La inversión en infraestructura, como puertos y
carreteras, será fundamental para mejorar la logística y la capacidad de exportación de
Colombia.
Digitalización del comercio: La digitalización del comercio internacional será un área de
crecimiento. La adopción de tecnologías digitales facilitará los procesos comerciales y la
expansión de las exportaciones de servicios.
Sostenibilidad y responsabilidad social: La sostenibilidad y la responsabilidad social
serán cada vez más importantes en el comercio internacional. Los consumidores y los
mercados internacionales están mostrando un interés creciente en productos sostenibles y
éticos.
Acuerdos comerciales adicionales: Colombia podría continuar buscando acuerdos
comerciales con países y bloques económicos adicionales para diversificar aún más sus
relaciones comerciales y abrir nuevos mercados.
Retos persistentes: A pesar de las perspectivas positivas, Colombia enfrenta desafíos en
áreas como la seguridad, la estabilidad política y la corrupción, que pueden influir en el
ambiente de negocios y el comercio internacional.

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