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Las elevadas concentraciones de CO2 atmosférico tienen 2 efectos directos a corto plazo
sobre las plantas. En primer lugar, aumentan la tasa de fotosíntesis.
Recuérdese que el CO2 se difunde desde el aire a la hoja a través de las estomas. Cuanto
mayor es la concentración de CO2 en el aire externo, mayor la tasa de difusión de la hoja.
Una tasa más alta aumenta la disponibilidad de CO2 para la fotosíntesis en las células del
mesófilo de la hoja, de manera que generalmente produce una mayor tasa de fotosíntesis.
Los datos de la respuesta de las especies CAM fue limitada, pero la respuesta media para las
6 especies que se registraron fue del 21por ciento. Las especies C4 examinadas también
respondieron en forma positiva al alto nivel de CO2, con un aumento medio del 11 por
ciento. Dentro de las especies C3, de media, las especies de cultivo muestran el mayor
aumento de la biomasa y las plantas herbáceas salvajes el más bajo. La mayoría de los
experimentos con especies leñosas se desarrolló sobre plántulas, cubriendo por lo tanto sólo
una pequeña parte de su ciclo de vida. La estimulación del crecimiento de las plantas leñosas
fue de una media del 49 por ciento.
Algunos experimentos desarrollados actualmente a gran escala tratan de examinar los efectos
de los altos niveles de CO2 sobre los ecosistemas completos. Al exponer áreas completas de
bosques y praderas a altos niveles de CO2, los científicos pueden examinar los distintos
procesos que influye en la producción primaria, descomposición y circulación de nutrientes en
los ecosistemas terrestres. Una comparación de estudios de campo en praderas y
ecosistemas agrícolas revela un aumento promedio en la producción de biomasa del 14 por
ciento bajo altos niveles de CO2. Estos resultados destacan la importancia de las
interacciones entre los altos niveles de CO2 y otros factores ambientales, en particular la
temperatura, humedad y disponibilidad de nutrientes.
El aumento de la productividad primaria por parte de altos niveles de CO2 en ambientes secos
surge especialmente de la pequeña reducción de la transpiración como resultado del cierre
estomático parcial.
Los científicos atmosféricos han desarrollado complejos modelos por ordenador del sistema
climático de la tierra, llamados modelos de circulación general y abreviados MCG, para ayudar
a determinar cómo pueden influir las concentraciones crecientes de gases de efecto
invernadero en los patrones del clima global a gran escala. Aunque todos usan las mismas
descripciones físicas básicas de los procesos climáticos los MCG de diferentes institutos de
investigación difieren en su resolución espacial y en la forma en que describen ciertas
características de la superficie y atmósfera terrestre. Como resultado, los modelos difieren en
sus predicciones. Todos los modelos pronostican un aumento de la media de la temperatura
global y también un aumento correspondiente en las precipitaciones globales.
Este marco permite a los investigadores predecir cambios en la distribución de estas especies
de árboles por los cambios de la temperatura y precipitaciones para la región a partir de una
variedad de predicciones de los MCG bajo un doble nivel de CO2. Las distribuciones
pronosticadas para las tres especies principales de árboles del Este de Estados Unidos bajo el
clima actual y con doble nivel de CO2 usando el modelo de circulación general del Laboratorio
de Dinámica de Fluidos Geofísico. Los cambios pronosticados en la temperatura y
precipitaciones tendrán un impacto drástico sobre la distribución y abundancia de las especies
de árboles que dominan los ecosistemas forestales del Este de Estados Unidos. Prasad e
Iverson emplearon el análisis de la distribución de especies de árboles en el Este de los
Estados Unidos bajo condiciones de cambio climático para explorar las consecuencias sobre
los patrones regionales de diversidad.
Quizás los más simples, pero más reveladores sean los modelos biogeográficos que
relacionan la distribución de los ecosistemas con el clima. Desde los días de los primeros
naturalistas, los ecólogos de la vegetación han reconocido la relación entre clima y distribución
de plantas. Holdridge, en estas regiones la distribución de selvas tropicales está limitada a
áreas donde las temperaturas anuales medias son de 24 C o más, y las precipitaciones
anuales son superiores a los 2.000 mm. Bajo los cambios en los patrones de temperaturas y
lluvias pronosticados por los MCG de la Oficina Meteorológica del Reino Unido para una
concentración doble de CO2 atmosférico, esta distribución cambia drásticamente.
Los cambios en los patrones globales de temperatura también afectarían la distribución de los
ecosistemas acuáticos. Por ejemplo, la distribución global de arrecifes de coral se limita a las
aguas tropicales en las cuales las temperaturas medias de la superficie están sobre los 20
C. El desarrollo óptimo de los arrecifes ocurre en aguas en las cuales las temperaturas
anuales medias son de 23 C a 25 C y algunos corales pueden tolerar temperaturas de hasta
36 C a 40 C. Sin embargo, existen pocas dudas de que los cambios en los patrones de
temperaturas y precipitaciones de la magnitud pronosticada por los modelos climáticos
tendrán una influencia significativa sobre la distribución y funcionamiento de los ecosistemas
terrestres y acuáticos.