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CARRERA DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS

QUIEBRAS

UNIDAD VI

CONCORDATO

CONCEPTO

Es el acuerdo celebrado, dentro del marco del juicio de convocación de acreedores, entre el
deudor convocatario y el conjunto de sus acreedores quirografarios, por el cual éstos otorgan
al deudor facilidades para el pago de las deudas.

La mayoría representa la voluntad colectiva de todos los acreedores quirografarios. El


concordato puede tener por objeto una quita, una espera o ambas cosas a la vez.

NATURALEZA JURÍDICA DEL CONCORDATO

Existen diversas teorías que pretenden explicar la naturaleza jurídica del concordato. Están
las llamadas teorías contractuales y también las teorías procesales, pero las que más interesan
a nuestro sistema legal son las siguientes:

Teoría de la obligación legal: los partidarios de esta teoría pretenden hacer derivar
directamente de la ley la fuerza compulsiva del concordato. Es decir, para ellos lo resuelto
en el concordato es obligatorio porque la ley así lo establece, incluso para los ausentes y los
disidentes. Presentan dos puntos de vista para explicar la posición de la mayoría y de la
minoría frente al concordato:

a) Haciendo derivar del acuerdo la obligación de los adherentes y de la ley misma la de


los ausentes y disidentes;
b) O, directamente de la ley, tanto para la mayoría como para la minoría.

Teoría del contrato: para esta teoría el concordato es un contrato, como lo indica su propio
origen histórico y la denominación que recibe en todas las lenguas, que inequívocamente
significan acuerdo voluntario de partes (contrato). Además, el concordato es el resultado de
la reunión del consentimiento del deudor y la de los acreedores, existe desde el momento que
fue aceptada la oferta del deudor.

Para explicar la eficacia del concordato respecto de los acreedores ausentes o disidentes, esta
teoría sostiene que el reconocimiento de la junta crea entre los acreedores una masa formada
para la tutela de sus derechos, sobre la base de una perfecta igualdad (par conditio
creditorum).

Para esta teoría el concordato es obligatorio para los acreedores no adherentes porque la
voluntad colectiva, expresión del interés común, solo se puede manifestar en la asamblea
regularmente convocada y reunida, porque únicamente en la asamblea puede realizarse la
convergencia de las voluntades de todos los acreedores hacia el objetivo común.

Para esta teoría la intervención del juez en la homologación o rechazo del concordato se
reduce a una función tutelar para comprobar que se han cumplido con las disposiciones
legales pero, no hace derivar la eficacia del concordato para los acreedores no adherentes.

CELEBRACIÓN DEL CORCORDATO

Art. 39º. El deudor deberá presentar su propuesta de concordato dentro del plazo fijado
por el juzgado para la presentación de los créditos. No habiéndolo hecho dentro de
dicho plazo, el juez revocará el auto que admitió la convocación y declarará la quiebra
del deudor.

La propuesta de concordato solo puede ser presentada por el deudor o por sus herederos. Es
natural que sea así ya que es el principal interesado en solucionar sus dificultades y el único
que sabe las condiciones en las cuales podría hacerlo. Debe presentar esta propuesta en el
expediente de la convocatoria dentro del plazo fijado por el juez para que los acreedores se
presenten a verificar sus créditos, plazo que no puede ser menos de 20 días ni más de 40 días.

La falta de presentación de la propuesta de concordato en el plazo indicado se castiga con la


declaración de quiebra.
CONVOCACIÓN A LA JUNTA DE ACREEDORES

Art. 40º Constituida la junta de acreedores, el juzgado convocará al deudor, a los


acreedores admitidos y a los reconocidos, y a los funcionarios del juicio a una reunión que
deberá realizarse dentro de los diez días siguientes.

La reunión mencionada en este artículo es la llamada “Junta de Acreedores” conformada para


el tratamiento de la propuesta de concordato presentada conforme lo indica el artículo 39.

La ley fija un plazo para que se lleve a cabo esta reunión de acreedores, que es dentro de los
10 días siguientes a la resolución judicial que la convocó.

La junta deberá reunirse con cualquier número de acreedores presentes y si no asiste ninguno,
se considera rechazada la propuesta de concordato y se declara la quiebra.

Art. 41º. En el día y a la hora señalados se reunirá la junta, presidida por el juez, con
cualquier número de acreedores presentes, y con asistencia de las personas mencionadas
en el artículo anterior.
El deudor podrá hacerse representar, en caso de imposibilidad debidamente justificada,
Normalmente
por mandatario la con
reunión de lapoderes.
amplios junta de acreedores se lleva a cabo en el Juzgado, debe ser
Si el deudor
presidido pornoelcompareciere personalmente
juez. La asistencia o conforme
del síndico y del adeudor
lo dispuesto
o su enrepresentante
el párrafo son
precedente, el juez podrá tenerlo por desistido de la convocación y declarar su quiebra
indispensables.

Es importante que el deudor asista personalmente ya que en la reunión de la junta de


acreedores tiene la oportunidad de explicar a los acreedores su situación y las condiciones
propuestas, podrá responder las dudas del juez o los acreedores, etc., todo con el objetivo de
lograr la aceptación de su propuesta ya que de eso depende la continuidad del proceso y su
posibilidad de recuperación económica.
INFORME DEL SÍNDICO

Art. 42º. Las deliberaciones comenzarán con la lectura por el síndico de un informe sobre
las causas de la insolvencia del deudor, las condiciones en que haya encontrado la
contabilidad, si la hubiere, el estado del activo y pasivo, y la conducta patrimonial del
mismo.
Dará igualmente su opinión sobre el concordato ofrecido por el deudor.
Acto seguido, será leída la propuesta de concordato presentada por el deudor. Dicha
propuesta será sometida a discusión y los acreedores podrán proponer modificaciones.
El deudor podrá formular nueva propuesta en vista del debate, o mantener la que hubiese
presentado inicialmente. El juzgado pondrá de inmediato a votación las propuestas que
correspondan si no resolviere suspender la reunión hasta otra audiencia la que deberá
celebrarse dentro del tercer día. La resolución del juzgado servirá de suficiente citación.
Este artículo establece los distintos momentos en los cuales se desarrolla la reunión de la
junta de acreedores, que deben ser cumplidos para la validez de lo resuelto en ella.

Informe del Síndico. Tiene por objetivo informar a los acreedores asistentes a la junta sobre
los antecedentes, la situación económica, conducta y proyección de los negocios del
convocatario a fin de que tengan toda la información necesaria para decidir el sentido de su
voto. El sindico también deberá emitir su opinión sobre la propuesta del concordato
presentada por el deudor.

Lectura y discusión de la propuesta de concordato presentada por el deudor. Habitualmente


esta lectura la hace el Síndico y una vez finalizada comienza la discusión respecto a las
condiciones de la misma. Esta discusión debe ser dentro del marco del respeto y bajo la
supervisión del juez. En este momento, los acreedores pueden proponer modificaciones a la
propuesta presentada, siempre que la modificación propuesta no contravenga alguna
prohibición expresa de la ley. De acuerdo al avance de la discusión, el deudor puede ofrecer
nueva propuesta o mantenerse en la ya presentada.

En este paso, la junta puede decidir posponer la decisión suspendiendo la reunión hasta otra
audiencia, que deberá celebrarse dentro de los tres días siguientes, ya que la decisión respecto
al concordato no puede quedar en suspenso mucho tiempo.
Votación. El juez declara cerrada la discusión y somete a votación la propuesta de
concordato, con las modificaciones propuestas por los acreedores, si estas obtuvieron el
consentimiento del deudor.

Art. 43º. Podrán votar el concordato solamente los acreedores quirografarios. Si en la


votación participaren los acreedores privilegiados o con garantías reales, ello producirá la
pérdida de sus privilegios o garantías. Podrán, sin embargo, renunciar a una parte del
privilegio o garantía no inferior al veinticinco por ciento de sus créditos y votar por ese
importe como quirografarios. En ningún caso podrán recuperar el privilegio o garantía
perdido o renunciado.
Cuando la garantía real, fianza o aval hubiese sido dada por un tercero, el acreedor podrá
concurrir a la junta y votar por la totalidad de su crédito, pero en tal caso, la remisión parcial
de la deuda otorgada en el concordato, liberará al tercer garante hasta la concurrencia de la
parte remitida. Si el tercero que hubiese otorgado garantía real o de otra clase tiene derecho
a repetir contra el concordatario el pago que haga, podrá concurrir a la junta y votar en
ausencia y representación del acreedor principal.

El principio establecido por la ley es que solo los acreedores quirografarios pueden votar el
concordato. La resolución de admisión de su crédito es la que habilita al acreedor
quirografario a participar de la junta. A cada acreedor corresponde un voto, sin tener en
cuenta el monto del crédito o si el votante es titular de uno o varios documentos de obligación.

No pueden votar el concordato:

− Los acreedores privilegiados o con garantías reales, excepto que renuncien al


privilegio en forma total o parcial. La renuncia parcial no puede ser inferior a 25%
del importe total de su crédito y una vez perdido el privilegio, ya no puede ser
recuperado.
− El cónyuge del convocatario.
− El cesionario del cónyuge, que hubiese adquirido el crédito dentro de los doce meses
anteriores a la fecha de reunión de la junta, excepto las cesiones que provengan del
endoso de documentos a la orden.
− Los trabajadores con crédito privilegiado.
Art. 44º. Para que el concordato se considere aceptado, se requiere que voten por su
aceptación los dos tercios de acreedores presentes que representen por lo menos el setenta
y cinco por ciento de los créditos verificados o viceversa.
Se labrará acta detallada de las actuaciones y la firmarán el juez, los funcionarios del juicio,
el deudor y los acreedores que desearen hacerlo.

Para que el concordato sea considerado aceptado se requiere la doble mayoría conformada
por el voto favorable de dos tercios de acreedores presentes, que representen como mínimo
el 75% de los créditos verificados, o viceversa.

En el cómputo de los votos el juez deberá calcular en primer lugar, si la doble mayoría está
lograda por los votos de los dos tercios de acreedores presentes, computados per cápita (cada
acreedor un voto), que representen el 75% de la totalidad de los créditos computados por
capital (cada crédito por su importe).

También puede computarse el 75% de los acreedores presentes (un acreedor un voto) y los
dos tercios de todos los créditos (por capital).

Si no se logran estas mayorías mencionadas, se considera rechazado el concordato y el juez


declarará la quiebra.

CLÁUSULAS PERMITIDAS Y PROHIBIDAS

Art. 45º. Podrá constituir concordato todo acuerdo, cualquiera sea su modalidad, siempre
que no contravenga directa o indirectamente las prohibiciones expresas de la ley y no
importen una liberación del deudor mediante la adjudicación de sus bienes a favor de sus
acreedores.
Las cláusulas del concordato deben ser comunes para todos los acreedores quirografarios,
sobre la base de una perfecta igualdad.

En materia de concordatos la ley concede gran libertad para concertar las condiciones del
acuerdo entre el deudor y sus acreedores.

Sin embargo, la ley aclara las cláusulas que están prohibidas, por tanto, no pueden formar
parte del concordato:
− Cualquiera que contravenga directa o indirectamente las prohibiciones de la ley,
especialmente los plazos y las quitas máximas establecidas en la misma ley.
− La adjudicación de bienes del deudor a favor de los acreedores para lograr la
liberación de las deudas.
− Las que no respeten el principio de igualdad entre los acreedores.

QUITAS PERMITIDAS

Art. 46º. El concordato podrá disponer una quita hasta del cincuenta por ciento, si el plazo
acordado no fuere superior a dos años. Si el plazo fuese superior a dos años, la quita no
podrá ser mayor del treinta por ciento. El plazo nunca podrá ser superior a cuatro años.
En el caso de deudores comerciantes que hubiesen llevado un giro regular durante veinte
años, sin haber solicitado convocación y sin haber sido declarado en quiebra, los acreedores
podrán acordarles quitas hasta del setenta y cinco por ciento, pero nunca por un plazo mayor
de cuatro años.

El objetivo principal que persigue el juicio de convocatoria de acreedores es la celebración


de un concordato, y el objeto del concordato es el otorgamiento a favor del deudor de plazos
o quitas, o ambas cosas a la vez, que le permitan superar su estado de insolvencia y así poder
continuar con el giro normal de sus negocios y actividades.

La quita es la remisión parcial de la deuda, parte del capital que el deudor dejará de pagar, o
que el acreedor dejará de cobrar. La espera es el plazo dentro del cual el deudor deberá pagar
sus deudas, conforme a lo convenido en el concordato.

La ley establece los límites de estos plazos y quitas que serán otorgados al deudor:

Plazo de hasta dos años: quita de hasta el 50%

Plazo de hasta 4 años: quita de hasta el 30%.

Como excepción, la ley indica que los deudores comerciantes, con giro regular en sus
negocios por más de veinte años sin haber solicitado convocación de acreedores o declarado
en quiebra, se le podrá acordar quitas de hasta el 75%, no así el plazo, que no podrá superar
cuatro años.
HOMOLOGACIÓN DEL CONCORDATO

Art. 49º. Si transcurrido el plazo de ocho días no se hubiese impugnado el concordato, o


si impugnado y sustanciado el procedimiento respectivo se hubiera rechazado la
impugnación el juez lo homologará.

Es la resolución judicial que aprueba el concordato celebrado entre el deudor y acreedores


quirografarios, por mayoría legal. Este acto se realiza luego de transcurridos los ocho días
otorgados por ley para la impugnación del concordato.

Art. 50º. Si los acreedores no aceptasen el concordato o el juez no lo homologare, se


declarará la quiebra del deudor. El síndico de la convocación será el de la quiebra.

La quiebra que debe decretarse como consecuencia de un concordato no aprobado o no


homologado se conoce en doctrina como quiebra indirecta.

IMPUGNACIÓN

Una vez aprobado el concordato por la junta de acreedores y antes de su homologación por
el juez, queda sometido a un periodo de impugnación por parte de los acreedores. El plazo

que tienen para hacerlo es de ocho días hábiles contado desde el día siguiente a la aprobación
del concordato.

Impugnar un acto es negarle validez jurídica. Un concordato puede ser impugnado cuando
existan causales de fondo y forma que lo vician e impiden su homologación. La impugnación
se tramita como incidente.
Art. 47º. Dentro del plazo de ocho días de aprobado el concordato, cualquier acreedor
que no hubiese concurrido a la reunión de la junta en la que se aprobó el concordato o
que hubiese disentido del voto de la mayoría, y los titulares de créditos observados
pendientes de trámite o resolución judicial podrán impugnar el concordato aceptado,
fundándose en algunas de las causas siguientes:
1. Defectos en las formas esenciales prescriptas para la convocación, celebración y
deliberación de la junta, error en el cómputo de las mayorías requeridas por la ley o
defectos sustanciales en la celebración del concordato.
2. Falta de personalidad o falsa representación de alguno de los votantes siempre que su
voto hubiera decidido la mayoría en acreedores o en capital.
3. Confabulación entre el deudor y uno o más acreedores.
4. Exageración de créditos para procurar mayoría, y
5. Exageración u ocultación de bienes.

_______________________________FIN UNIDAD VI____________________________

VOCABULARIO DE LA MATERIA

Endoso: modo de transmisión de los títulos de crédito, consistente en la firma de quien


transmite, colocada al dorso del documento.

Cesión de crédito: transferencia de una parte a otra del derecho que le compete contra su
deudor, con entrega adicional del título, cuando exista.

Documentos o títulos a la orden: el que otorga un derecho de crédito y se puede transmitir


por endoso.

Incidente: controversia accesoria que se produce durante un juicio y que guarda relación con
el principal.

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