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Estamos en cierto modo en deuda con Chance por la redacción de este pequeño
Tratado, ya que el Sr. Raphson, el ingenioso Autor del mismo, inventó
accidentalmente este Método, con ocasión de un Problema que le había sido
propuesto por uno de sus Amigos. Porque él declara que nunca vio nada de la
misma naturaleza: y de hecho, la novedad del tema podría ser suficiente para
recomendarlo al mundo e inducir al autor a apropiarse de la reputación única de
tan considerable. Invención, si no se lo impidiera su modestia innata y la poca
consideración que tiene por el aplauso popular. Sin embargo, dejaremos que
aquellos que son hábiles en esos asuntos, determinen si algo ha sido publicado
hasta ahora, tendiente al mismo efecto; y en caso de que haya; sin embargo, no se
puede imaginar que no permitan de buena gana la justa mención que se debe a
este digno miembro de la Royal Society; porque no debe admitirse que los
Hombres Instruidos tienen a menudo Nociones y Sentimientos similares con
respecto al mismo Tema.
El Análisis Universal de Ecuaciones del Sr. Raphson es tan bien conocido por los
Matemáticos, ya que tiene alrededor de Ocho Años en el Mundo, que no nos
creemos obligados a dar ninguna Explicación particular de él: Tampoco
insistiremos en el Apéndice, que contiene sólo algunas adiciones hechas al
análisis de ecuaciones algebraicas. Todo lo que corresponde es presentarles una
Vista resumida de su Ensayo sobre el espacio real o el ser infinito; ya que esto es
completamente Nuevo, y abunda en muchos Pensamientos Curiosos y Poco
Comunes.
Este ensayo está dividido en seis Capítulos; En el primero de los cuales relata las
opiniones tanto de los antiguos como de los modernos acerca de la naturaleza del
primer ser. En la Segunda trata de la Certeza del Conocimiento Humano. En la
Tercera considera la Naturaleza del Infinito tomada de forma Abstracta. En el
Cuarto y el Quinto demuestra que existe una Cosa llamada Espacio Infinito, que
ilustra más adelante en el Sexto y último Capítulo. Este es en general el esquema
del diseño de nuestro autor. Ahora entraremos en detalle.
De los primeros hubo algunos que afirmaron una cierta Sustancia Universal,
tanto Material como Inteligente, que formaba todas las cosas a partir de su propia
Esencia, y por eso se les llamó Panteístas; mientras que otros de ellos, no
reconociendo nada en el Universo más Excelente que la Materia, se han
esforzado por explicar todas las cosas a partir de este único principio, y estos son
comúnmente llamados ateos, y pueden ( dice )no se denominarán indebidamente
panhilistas. Los Filósofos del segundo tipo, que sostienen que hay muchas
Sustancias en el Universo, cuentan principalmente estas Tres; una Naturaleza
Espiritual, o una Sustancia Pensante e inextensa, una Naturaleza Corpórea o
Materia, y un Espacio Real Incorpóreo. Pero estos mismos niegan un espacio
real: otros, admitiéndolo, rechazan la hipótesis de los seres inextensos,
suponiéndola contradictoria. De acuerdo con este orden de las diversas opiniones
de los filósofos procede nuestro autor al dar cuenta de ellas. Comienza con los
ateos o panhilistas que afirman que no hay nada más que la materia con sus
propiedades y afectos en todo el mundo; Y de este número cuenta a los discípulos
de la escuela jónica, Anaximandro el erudito de Tales, a quien siguieron
Anaxímenes, Hipona, Diógenes Apolionato, Diágoras Melius y Theodorus
Cyreniaciu; entre los de la Escuela Italiana, Leucipo( cuya Opinión tal como fue
entregada por Laercio, Raphson nos da )Demócrito, Protágoras, Epicuro y
Lucrecio; y entre los modernos, Julio César Vanino, condenado a ser quemado
por el Parlamento de Toulouse, y nuestro Hobbes. Luego pasa al panteísmo,
sostenido por los antiguos egipcios, como aparece en los Testimonios de
Sanchuniathon, Manetho, Iamblichus, Apuleius y Ficinus. La misma Doctrina
dice nuestro Autor que sostuvieron los persas, los sirios y los asirios, y que
después fue introducida en Grecia por Orfeo, y mantenida por los cabalistas
modernos entre los judíos; como también por Spinoza y los modernos brahmanes
entre los indios, que representan a Dios, o la primera Causa de las cosas por
medio de una gran araña, tejiendo todas las cosas con sus propias entrañas, a las
que en un momento u otro retrocederá y se las tragará. arriba en sí mismo. Del
mismo sello Raphson estima ser algunos Fanáticos y Entusiastas entre los
europeos. Concluye este Capítulo exponiendo la Opinión de aquellos Filósofos
que están a favor de varias Sustancias en el Universo, diferentes entre sí en su
Naturaleza y Esencia; y bajo este encabezado habla particularmente de la
doctrina de la no extensión y del espacio incorpóreo, que en último lugar afirman
Gassendus, el señor Newton, el doctor Locke y el famoso metafísico doctor
More.
Después de estas premisas, llegó al punto principal, a saber. Demostrar que existe
en la Naturaleza un Espacio Real distinto de la Materia. Esto se compromete a
Evidenciar por dos Tipos de argumentos, Uno sacado de la naturaleza del
Movimiento en el Sistema Material; el otro de la Naturaleza misma de la Cosa, y
la Necesaria Concatenación de Ideas que emanan de ella.
Primero prueba que existe tal espacio, a partir de los notables Argumentos de
Demócrito, Leucipo, Epicuro y otros atomistas, a saber. la imposibilidad de
movimiento en un pleno absoluto. Con este propósito cita esas Notables Palabras
de Lucrecio,
Su Segundo Argumento para la Prueba del Espacio Real lo tomó de lo que el Dr.
More ha adelantado en su Enchiridion Metaphysicum, quien al tratar del
Movimiento de los Cuerpos, demuestra que la Remoción de todo Cuerpo movido
debe necesariamente realizarse a través de un Espacio inmóvil. El argumento del
doctor con todo lo que le pertenece, el Sr. Raphson cita y expone en general; y
luego agrega lo que Gassendus ha instado con respecto a la Terminación o los
Límites Extramundanos de tal espacio Extendido; de donde deduce los siguientes
Corolarios. (1)Que la Masa Universal de Seres Movibles ( o el Mundo ) es
necesariamente Finita, Porque cada Sistema de ellos puede, por un supuesto
Vacío y Movilidad, sufrir ser comprimido dentro de un Compás Más Estrecho,
que necesariamente seguiría, aunque la Mente del Hombre nunca podría haber
aprehendió tal Terminación Extramundana. (2) Que todos los Seres Finitos que
realmente existen por separado pueden ser numerados; No quizás por una Mente
Finita, sino por el Autor Infinito de ellos. (3) Que de ahí que se condene de
Falsedad la Noción de Spinoza, quien sostiene que la Materia sí expresa la
Esencia del Ser Infinito, y es Uno de sus Atributos Infinitos.
El otro tipo de Argumentos para la Prueba del Espacio real distinto de la Materia,
el Sr. Raphson los deduce de una Manera Geométrica de la Concatenación
Necesaria y Natural y las Consecuencias de las Ideas simples. Las establece en
las Trece Proposiciones del Quinto Capítulo, demostrando cada Proposición
Matemáticamente a medida que avanza.
Que algo ha existido desde toda la Eternidad, observa el Sr. Raphson, el Autor de
la Pieza, es una Verdad que todos los ateos necesariamente deben admitir: La
Pregunta es, ¿Eso Ese Algo es Materia o no? Y esta Pregunta nuestro Autor había
tenido el Diseño de examinar los Méritos de, durante algún tiempo, planeando al
mismo tiempo, en sus Investigaciones sobre este Gran Tema, no proceder sobre
Florituras Retóricas y Conjeturas plausibles, sino sobre las más fuertes y más
fuertes. argumentos irrefutables que la Naturaleza de la cosa admitiría: Y en las
Disquisiciones sobre el Tema, que ahora presenta al Mundo Ilustrado, considera
que conduce a su Lector por un Método más fácil y convincente, no sólo al
Conocimiento de la Existencia, sino en parte de la Naturaleza del Ser Infinito
Trascendental, a quien llamamos Dios: Desde donde lo mira, que contamos con
un Método a priori para determinar cuántos tipos de Sustancias finitas son
capaces de existir, y para hacer evidente que ninguna Sustancia puede existir a
menos que sea extensa. El Sr. Raphson ha procedido en este Trabajo con el
Método Sintético de los Geométricos; no es que considere este Método de
Demostración para añadir algo a la Fuerza de una Demostración; sino porque al
formar Demostraciones de este tipo vemos lo mejor si damos Pasos en falso, y lo
mismo debe hacer cualquiera que esté previamente familiarizado con esta Forma
de Razonar. no es que considere este Método de Demostración para añadir algo a
la Fuerza de una Demostración; sino porque al formar Demostraciones de este
tipo vemos lo mejor si damos Pasos en falso, y lo mismo debe hacer cualquiera
que esté previamente familiarizado con esta Forma de Razonar. no es que
considere este Método de Demostración para añadir algo a la Fuerza de una
Demostración; sino porque al formar Demostraciones de este tipo vemos lo
mejor si damos Pasos en falso, y lo mismo debe hacer cualquiera que esté
previamente familiarizado con esta Forma de Razonar.
La Demostratio de Deo, etc., del Sr. Raphson, se divide en dos partes; En la
Primera de las cuales demuestra en orden estas Proposiciones: Primera, Que hay
un Ser Autoexistente. En segundo lugar, que cualquier cosa que sea un Ser
autoexistente, lo es por sí mismo, o en su propia Naturaleza. Tercero, Que un Ser
Auto-existente es absolutamente y en su propia Naturaleza eterno, o su
Existencia fluye de la Necesidad de su Naturaleza. En cuarto lugar, que un Ser
que existe por sí mismo, sea lo que sea en su propia Naturaleza, es
necesariamente infinito. En quinto lugar, que un Ser autoexistente es
indivisiblemente Uno de sí mismo; por una Necesidad natural no hay más que un
Ser Autoexistente. Sexto, Que un Ser Auto-existente es en su propia Naturaleza
un Ser más simple. Séptimo, Que es Inmutable, y, Octavo, Que es infinitamente
Perfecto.
Transcribir en este Lugar las Demostraciones que el Sr. Raphson nos da de estas
Proposiciones, y los Corolarios y Conclusiones que extrae de ellas, sería suprimir
toda la primera Parte de la Obra. Presentaré al Lector las Demostraciones que da
de una de estas Proposiciones, como un Espécimen del Todo: Y elegiré la Quinta
sobre el resto, porque muchos han pensado que la Unidad de la Deidad es por
ningún Medio demostrablemente deducible de los Principios desnudos de la
Razón Natural.
No puedo transcribir las Demostraciones que el Sr. Raphson trae para su cuarta
Proposición a este Lugar, a las que se refiere en sus Demostraciones de la
Proposición que tenemos ante nosotros: Su segunda Definición es, Aquello que
es infinito en su Tipo, o simplemente infinito, que en ese Kind es en realidad sin
límites; o que en ese Tipo, en cuanto a esa Naturaleza, o en ese Respecto, no
puede ser limitado; como Extensión Infinita, Acción, Pensamiento, etc. El
Corolario de lo cual es, Que no puede haber dos Infinitos del Mismo Tipo.
o es un Atributo necesario de un Ser Infinito: Sexto, Que todas las cosas posibles,
en cuanto posibles, fluyen por una Necesidad natural, y por consiguiente eterna,
de la Esencia infinita de Dios; o bien, la Esencia de Dios es la Raíz y el
Fundamento natural e infinito de todas las cosas posibles: En séptimo lugar, Que
Dios, considerado como una Mente o Entendimiento infinito, comprende todas
las cosas posibles en su Esencia infinita en una Visión infinita y absolutamente
perfecta, y que de todas Eternidad: De donde se sigue que todas las cosas que
alguna vez fueron, son o pueden ser, junto con sus Relaciones, hábitos, respetos y
Consecuencias, etc. están presentes para Él; es decir, su Conocimiento es infinito,
o infinitamente perfecto: Octavo, Que Dios es infinitamente Bueno, Verdadero y
Justo, &c o las Perfecciones Morales de Dios son Infinitas; o una Rectitud
infinitamente perfecta es un Atributo de la Naturaleza Divina: Y, por último, Que
todas las Acciones de Dios, o los Decretos de su Voluntad, dependen de las
perfecciones absolutamente infinitas de su Naturaleza; por lo cual Él es
necesariamente, es decir, muy libremente,( pues en Dios Libertad y Necesidad
son lo mismo ) determinados a actuar; o bien, Dios está necesariamente y
únicamente determinado por sí mismo.
Y mientras se dice a menudo que Dios actúa según su Voluntad, nuestro Autor
observa que si por Voluntad de Dios se entiende su Perfección, o algo que
inmediatamente y necesariamente fluye de ella, esto es muy cierto. Pero mientras
que algunos de los usos de esta expresión parecen significar que Dios puede
actuar arbitrariamente, ya sea en consonancia o en contra de su perfección
absoluta y la rectitud de su naturaleza; Este Sr. Raphson concluye correctamente
que es, en efecto, destruir el Ser mismo de un Dios.
De hecho, el Sr. Raphson observa correctamente: Es común que las Personas que
están determinadas de otro modo por su Razón, cuando ignoran los Motivos
sobre los que actúan, piensen que actúan libremente; en la medida en que se
miran a sí mismos para actuar entonces con la mayor libertad, cuando ni la Razón
interna ni los Motivos externos contribuyen a determinarlos a actuar: Mientras
que, de hecho, nadie que sea absolutamente indiferente actúa en absoluto
mientras permanece indiferente; y tan pronto como un Hombre está decidido a
actuar ( sin cuya Determinación no actúa en absoluto )la Libertad de su Acción se
descubre por su Conformidad o Inconsistencia con la Razón, etc. Los Motivos
que nos determinan a actuar son tres, a saber. Primero, nuestra propia razón;
segundo, qué principios externos obran sobre nosotros de manera consonante con
la razón; y, tercero, los que le repugnan. Cuando estamos determinados por esto
último, se puede decir con más propiedad que sufrimos que que actuamos; ceder
a los Asaltos de nuestros Enemigos, a los que una vez hemos cedido, su
Conquista se vuelve gradualmente más fácil, hasta que nuestra Esclavitud se
vuelve habitual, y en el Proceso del Tiempo y la Negligencia es casi imposible
para nosotros levantarnos a nosotros mismos. de nuestro Letargo Espiritual, y
reasumir un Poder genuino de actuar libremente: Porque cuando nuestros Viejos
Compañeros se vuelven queridos para nosotros, y tienen tal Ascendente como
para hacerse necesarios,
En la tercera Sección de esta segunda Parte, el Sr. Raphson demuestra esta única
Proposición; Que Dios, o la Causa de las Cosas, es infinito, tanto en Intensidad
como en Extensión; o bien, que la Esencia de Dios está activa en un infinito
Grado de Intensidad. Lo que quiere decir con Intensidad, nuestro Autor nos lo
dice ampliamente en una Definición precedente a esta Proposición: Y de la
Proposición misma extrae varios Corolarios y Escolios, ninguno de los cuales
tengo espacio para transcribir en este lugar. Del Todo nos da una breve
Descripción de Dios como Corolario General, que es la siguiente.
En cuanto a las Cartas que el Sr. Raphson ha agregado a estas Obras acerca de la
Naturaleza del Alma, la Verdad de la Religión Cristiana, el Universo, etc., él
mismo dice de ellas, Que el Lector no debe esperar encontrar tal Aire de
Demostración en ellos, como es de esperar en la primera Parte de su Libro, la
mayoría de los Temas sobre los que escribe no pueden soportarlo estrictamente:
Propone en todas las Ocasiones lo que le parece más probable; y cualquier cosa
que proponga se somete a las Censuras cándidas de los Juiciosos, y
especialmente a la de la Iglesia de Inglaterra.