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La Entrevista Cognitiva

Marcelo Vaiman

De la variedad de métodos de investigación usados en evaluación psicológica, la


entrevista cognitiva puede proveer una aproximación a los procesos de pensamiento de los
examinados mientras responden a los ítems de los tests.
Las entrevistas cognitivas pueden contribuir a revelar cómo los estudiantes
comprenden un ítem determinado en un cuestionario y porqué responden de la manera en
que lo hacen. Las palabras que los estudiantes pronuncian durante el proceso de resolución
de los ítems, proveen valiosa información acerca de qué es lo que se está pensado cuando
se responde a las consignas. La riqueza de los datos derivada de la entrevista cognitiva
puede ayudar a los investigadores a comprender porque los ítems del test funcionan de
determinada manera en una población específica (Almond et al, 2009).
Los datos de las entrevistas cognitivas son principalmente cualitativos y proveen un
amplio espectro de información. Por ejemplo, el conteo de la frecuencia de una respuesta o
de una actividad particular (“no estoy seguro”, pasar las hojas del cuestionario una y otra
vez para estimar cuanto tiempo le falta, etc.) puede iluminar aspectos de interés de los
ítems. (Campanelli, 1997)
A continuación se presentan una serie de recomendaciones para llevar a cabo una
entrevista cognitiva a los fines de evaluar la calidad de los ítems que componen una escala
o un test.
En función del interés que tenga el investigador respecto a las distintas estrategias
cognitivas utilizadas para responder a una pregunta, las entrevistas cognitivas pueden
focalizarse, siguiendo a Tourangeau (1984) en: la comprensión de la pregunta, las
estrategias de memoria para evocar información importante para responder, el proceso de
decisión de la respuesta y el proceso de dar la respuesta.
En relación al proceso de comprensión de la pregunta, generalmente el foco se hace
en evaluar la intencionalidad de la pregunta, es decir, ¿a qué cree el examinado que la
pregunta está dirigida? y en el significado atribuido a los términos empleados en la
pregunta; ¿cuál es el significado especifico de las palabras y frases a las que el examinado
debe responder?
Las estrategias de memoria utilizadas para evocar información importante para
responder a las preguntas resultan de interés para saber por ejemplo, el tipo de información
que la persona debe recordar para poder responder a la pregunta y el tipo de estrategia de
evocación de la información como puede ser la de contar mentalmente cada uno de los
eventos que le han sucedido en relación a la pregunta formulada, o bien la de responder de
manera estimativa o aproximada.
Cuando el foco de interés recae en el proceso de decisión de la respuesta, el
investigador se está preguntando por la motivación del participante, la deseabilidad social,
entre otras. Es decir, en qué medida el examinado está mostrando un esfuerzo mental para
responder a la pregunta de manera precisa y reflexiva, y en qué grado está dando
determinadas respuestas para “parecer una mejor persona” o para intentar complacer al
examinador.
Por último, en relación al proceso de respuesta, se intenta examinar el proceso de
búsqueda de respuesta de la persona, es decir, lo procesos internos que está llevando a cabo
para responder. Siendo este tipo de procesos; de carácter complejo, algunos pueden ser
consientes, mientras que otros pueden ser automáticos, por lo que la persona no es
consciente de su operación.
Existen dos metodologías que han resultado de gran utilidad en las entrevistas
cognitivas para evaluar la calidad de los ítems que componen un cuestionario; el método de
pensar en voz alta y el método del sondeo verbal.
El método de pensar en voz alta se deriva de los procedimientos psicológicos
descriptos por Ericsson y Simon (1980). En ésta técnica, los examinados son instruidos
para responder a las preguntas pensando en voz alta. De esta manera, el entrevistador lee
cada pregunta al sujeto y luego graba o toma notas del proceso que está llevando a cabo el
examinado para responder a la pregunta. Las intervenciones del entrevistador son del tipo
“dígame en que está pensando” en caso de que la persona no realice ningún comentario
mientras responde. A modo de ejemplo del uso de esta técnica, se presenta a continuación
el extracto de una entrevista.
Entrevistador: (lee la pregunta) “¿Cuántas veces ha hablado con un doctor en los últimos 12 meses?
Examinado: creo que depende de lo que usted quiera decir con “hablar”. Yo hablo con mi vecino que
es doctor, pero usted probablemente no se refiera a eso. Yo voy a mi doctor algo así como una vez al año para
un chequeo general, por lo que le respondería “una vez”. Pero también he visitado a un especialista un par de
veces el año pasado por un problema en la rodilla y también vi a un especialista por un problema de tos
crónica que tengo, el cual estoy casi seguro que fue el año pasado, aunque no podría jurarlo. También he
hablado con doctores varias veces cuando he llevado a mis hijos al pediatra. Aunque asumo que no es eso
tampoco a lo que se refiere. También vi a un quiropráctico, pero no sé si lo considera un doctor. En síntesis, lo
que estoy tratando de decir es que creo que no estoy seguro de que numero darle, sobre todo porque no
entiendo bien que quiere.

En ésta entrevista se puede observar por ejemplo que el razonamiento de la persona


es más del tipo de buscar cada instancia particular que lo relaciona con una visita al médico
y no del tipo estimativo. La dificultad que muestra la persona para determinar si realmente
ha visitado a uno o más médicos en los últimos 12 meses permite hipotetizar posibles
causas de la misma, como por ejemplo, la poca precisión de la pregunta al incluir la palabra
“hablar”, el hecho de que el periodo de referencia (1 año) puede resultar demasiado extenso
para generar respuestas adecuadas o quizás también pueda aportar elementos para pensar
los procesos internos que realiza la persona cuando responde.
Las técnicas de sondeo verbal están dirigidas a realizar una indagación más
profunda por parte del investigador, de las respuestas de la persona. Algunas de ellas son:
- Compresión: en donde se le pide a la persona que explique cómo comprende una
determinada palabra o frase. Por ejemplo, ¿Qué significa para usted “paciente
ambulatorio? (siendo la pregunta original ¿Es usted un paciente ambulatorio?)
- Parafraseo: consiste en pedirle a la persona que repita la pregunta que se le
formuló, pero apelando a sus propias palabras. De esta manera se puede observar
cuales son los elementos de la pregunta a los que la persona le atribuye una mayor
importancia o considera como ejes, como así también permite ver cómo los
comprende.
- Sondeo de recuerdos: esta técnica permite indagar los elementos a los que apela la
persona para responder. Por ejemplo, ¿Cómo se acuerda de que fue al doctor cinco
veces en los últimos doce meses? De esta manera se puede observar a que
elementos de su autobiografía, por ejemplo, recurre para responder.
- Sondeo específico: con esta técnica se busca obtener los argumentos que la persona
tiene para responder a una pregunta. Por ejemplo, si la pregunta fuera ¿Considera
que el cáncer es un problema muy serio para la salud de la población?, se podría
preguntar para hacer un sondeo más profundo ¿Por qué piensa que el cáncer es el
problema más serio de la salud?
- Sondeo general: es la técnica menos precisa pero a la vez más abierta de todas.
Generalmente utiliza preguntas del tipo ¿Cómo llegó a esa respuesta?, ¿Le fue fácil
o difícil responder?

Lo que los estudiantes dicen es a menudo la fuente de datos más esclarecedora,


siendo las descripciones detalladas de las estrategias que se usan para resolver un problema
una importante fuente de evidencia que permite ampliar o refutar las hipótesis preliminares
de los investigadores. Las palabras que utilizan los estudiantes generalmente son mejores
que aquellas usadas por los investigadores para describir cómo las características del ítem
afectan el modo de resolver el problema. Las frases derivadas de estas entrevistas son a
menudo codificadas por los investigadores para delimitar temas más amplios, proveyendo
de importantes descubrimientos al proceso de evaluación. (Desimone & Le Floch, 2004)

Referencias:
Almond, P. J., Cameto, R., Johnstone, C. J., Laitusis, C., Lazarus, S., Nagle, K., Parker, C.
E., Roach, A. T., & Sato, E. (2009). White paper: Cognitive interview methods in
reading test design and development for alternate assessments based on modified
academic achievement standards (AA-MAS). Dover, NH: Measured Progress and
Menlo Park, CA: SRI International.

Campanelli, P. (1997). Testing survey questions: New directions in cognitive interviewing.


Bulletin de Methodologie Sociologique, 55, 5-17.

Desimone, L. M. & Le Floch, K. C. (2004). Are we asking the right questions? Using
cognitive interviews to improve surveys in education research. Educational
Evaluation and Policy Analysis, 26(1), 1-22.

Ericsson, K.A., & Simon, H.A. (1980). Verbal reports as data. Psychological Review, 87,
215-250.

Tourangeau, R. (1984). Cognitive sciences and survey methods. In T. Jabine, M. Straf, J.


Tanur, & R. Tourangeau (Eds.), Cognitive Aspects of Survey Methodology: Building
a Bridge Between Disciplines, pp. 73-100. Washington, DC: National Academy
Press.

Willis, G. B.; Caspar, R. & Lessler, J. (1999) Reducing Survey Error through Research on the
Cognitive and Decision Processes in Surveys. Short course presented at the 1999 Meeting
of the American Statistical Association.

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