ALEXANDER MCQUEEN

Alexander McQueen, cuyo nombre completo era

Lee Alexander McQueen, nació en el East End de
Londres en el seno de una familia de clase
trabajadora. Su padre era taxista y su madre
maestra. Era el pequeño de una familia de seis
hermanos y desde pequeño solía hacer los vestidos
de sus tres hermanas.

Dejó la escuela a los 16 años, y se graduó en la prestigiosa escuela St. Martins

College of Art & Design de Londres (se dice que persuadido por su madre)
formando parte de la más brillante generación británica
surgida de allí junto a John Galliano o Stella McCartney.
Su talento no pasó desapercibido para los sastres
Anderson & Sheppard, de la tradicional calle Savile Row,
que le ofrecieron incorporarse a la firma como aprendiz y
allí hizo sus prácticas. En un primer momento, Alexander
acudió a la escuela para impartir clases como maestro,
pero le rechazaron por su corta edad. A pesar de ello,
impresionados por su trabajo, le animaron a que ingresase
como estudiante. Su tía fue quien pagó sus estudios. En
1992 acabó sus estudios y presentó su colección Jack The
Ripper Stalk His Victims (fotografía de la derecha),
considerada una de las mejores (o la mejor) salidas de esa
institución.

Fue esta colección con la que el diseñador comenzó a hacerse conocido, llegando a
figuras como Isabella Blow, quien fue su mentora, que adquirió todas las piezas de
la colección de Alexander y le recomendó a todos sus conocidos de la industria. El
mismo año de su graduación lanzó una colección bajo el nombre de su propia casa.
Este primer lanzamiento llevaba el nombre de la película Taxi Driver, ya que estaba
inspirado en ella. No hay imágenes de esa colección debido a que no se fotografió y
sus piezas fueron robadas.

En el 92 lanzó su colección Nihilism (foto de la

derecha), en la que con maquillaje simulaba en las
modelos sangre y moratones. A esta le siguió Banshee.
Tras esta colección conoció a otra de las mujeres clave
en su vida, Katy England, que le ayudó y aconsejó
convirtiéndose en su mano derecha. En el 95 enseñó al
mundo su nueva colección,
Highland Rape (foto izq.),
que emulaba a mujeres
violadas, con ropas
desgarradas y maquillaje
aparentando golpes y
moratones. Fue muy criticado y llegaron a ponerle la
etiqueta de misógino. Su hermana reveló años más
tarde, después del suicidio de Alexander, que su marido
le había violado cuando era niño, algo que podría haber
hecho tal mella en él que su única forma de expresión fue
el diseño.

En los 2000 lanzó los pantalones de tiro bajo, ya que

consideraba la parte baja de la espalda una de las más
importantes del cuerpo. Este tipo de pantalones comenzó a
llevarlos, entre otras, Madonna y se hicieron muy conocidos
en los 2000, llegando a ser una tendencia tan grande que
es uno de los rasgos más característicos de esa época.
Gracias a la ayuda de Blow y a su talento, en 1996 McQueen sucedió a John
Galliano al frente de una
de las grandes firmas de
moda, Givenchy. Fue
nombrado como el
sucesor de John Galliano
y logró alcanzar el cargo
de diseñador jefe. En esta

época, a pesar de no ser el trabajo de sus sueños, creó

piezas para estrellas como Bjork o David Bowie (foto
izquierda), entre otros. En esta etapa también lanzó
algunas colecciones, como por ejemplo la inspirada en
Juana de Arco, Joane. En el 1998 presentó una de sus
colecciones más famosas, llamada no 13 (foto
derecha), ya que era su colección número 13.

En 2001 dejó Givenchy para trabajar al completo, en su propia firma. En 2002

adquirió el 51% de su compañía
el grupo Gucci, además de
invertir dinero en la marca.
Desde ese momento, cada uno
de sus desfiles ha logrado ser
recordado por ser impactante,
transgresor y original, en los que
ha destacado el uso
vanguardista de la tecnología.
Su éxito fue tal que recibió innumerables galardones, fue
reconocido con el Premio a Diseñador Británico del Año
hasta en cuatro ocasiones (en 1996, 1997, 2001 y
2003), recibió el galardón al Diseñador Internacional del
Año que otorga el CFDA en 2003 y además, fue
nombrado Caballero de la Orden del Imperio Británico
(decidió recibirlo solo por complacer a sus padres, pues
era anarquista y antimonárquico).

El 11 de febrero de 2010, el mundo de la moda se

paralizaba por el fallecimiento de uno de los
grandes genios de la industria. El diseñador
británico, de tan solo 39 años de edad, había
logrado situar su nombre entre uno de los más
aclamados del sector. Su visión propia, el talento
nato con el que contaba a la hora de crear y sus
deslumbrantes presentaciones, donde el arte y la
moda lograban una fusión nunca antes vista,
hacían de él un verdadero icono.