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PREVENCIÓN DE INCENDIOS

El riesgo de incendio, aunque por lo general lo consideramos bajo, está siempre presente.

Para que un incendio ocurra, se requieren fundamentalmente tres


elementos:
Calor
Un comburente -como el oxígeno-
Un combustible

La unión de ellos puede generar la reacción en cadena necesaria


para un incendio, que algunas veces puede ser de grandes proporciones.

Entonces, ¿qué debemos hacer para evitarlos?

Simplemente, eliminando uno o varios de los elementos requeridos:

Eliminamos el calor, eliminamos el oxígeno, eliminamos el combustible o eliminamos


varios de ellos.
Visto así, eliminar el oxígeno es en general una tarea difícil, pues es uno de los elementos
más comunes en la atmósfera de la tierra. En su orden, eliminar el calor es la segunda en
dificultad y por tanto, la más fácil de realizar es mantener los combustibles alejados de las
otras dos.

Identificar las condiciones que pueden ocasionar accidentes es una de las claves para
evitarlos:

Las buenas prácticas recomiendan:

 Mantener motores, equipos de calefacción y otros generadores de calor, lejos de


materiales combustibles.
 No sobrecargar la toma eléctrica. Es de anotar, que estas son grandes
generadoras de incendios.
 Evitemos almacenar materiales inflamables. La gasolina, disolventes y alcohol se
evaporan con facilidad y sus vapores son inflamables y solo se requiere una
chispa para iniciar el incendio.
 Los cerillos y encendedores deben mantenerse en sitios restringidos y solo deben
ser manejados por personal autorizado y bajo condiciones controladas.
 Evite fumar. Es perjudicial para la salud y además es otra razón frecuente para el
inicio de incendios. Si va a hacerlo, hágalo en lugares destinados para ello y
asegúrese de apagar la colilla.

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